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Comisión de Minería conoce consecuencias del cierre de la línea de tratamiento de óxidos de la División El Salvador

En la última sesión, los legisladores conocieron las demandas de los trabajadores que serían despedidos, por lo que solicitaron a Codelco reubicar a los afectados

23 de enero de 2014

Imagen foto_00000014Enviar un oficio a la presidencia de Codelco y a su directorio fue el acuerdo que adoptó la Comisión de Minería y Energía, respecto al anuncio del cierre de la línea de tratamiento de óxidos de cobre de la División El Salvador.

 

La instancia parlamentaria recibió a representantes de los trabajadores y de la empresa estatal con el objeto de acercar posiciones luego que Codelco informara que en abril próximo, concluye la operación de esta línea, debido a los magros resultados económicos que ha generado.

 

Con esta medida poco más de 800 trabajadores cesarían sus funciones, por lo que tanto la firma que los contrató como la propia Codelco, se encuentran diseñando un plan de mitigación para contener los despidos.

 

IMPACTO SOCIAL

 

El presidente de la Comisión, senador Baldo Prokurica explicó que este cierre generará un impacto social importante, por lo que se ha pedido a las partes definir medidas concretas, tales como realizar una feria laboral en la Región de Atacama para que estos trabajadores puedan ser reubicados.

 

“Otra opción que vimos con Codelco es adelantar la puesta en marcha del proyecto Rajo Inca de la División Salvador, el que originalmente debía entrar en funcionamiento a fines del 2015. Así se podría emplear las personas que hoy laboran en la planta de tratamiento”, comentó el legislador.

 

Asimismo, admitió que Codelco se equivocó en proyectar esta obra hasta el 2016, por lo que aseguró que “le hemos pedido que los costos de este error no lo paguen los trabajadores”.

 

El senador Prokurica insistió en que como Comisión ya habían solicitado al Ejecutivo disponer de los fondos que requiere Codelco para impulsar su proceso de modernización. “Existen yacimientos viejos y leyes malas, por lo que se requieren cambios estructurales importantes, como por ejemplo respecto a las condiciones en que hoy opera Salvador y Chuquicamata”, aclaró.

 

En esa línea, el parlamentario reconoció que la mejor solución a este proceso es establecer un presupuesto plurianual que no esté a merced de las vicisitudes de la contingencia. “Codelco necesita unos 27 mil millones de dólares para hacer los cambios de fondo, de hecho solo para el proyecto Inca requiere tres mil millones de dólares”.

 

PARTES IMPLICADAS

 

El vicepresidente de Asuntos Corporativos de Codelco, René Aguilar  explicó que la intención de la compañía fue entregar los antecedentes técnicos que sustentan el cierre de la línea de hidrometalurgia en la División El Salvador.

 

“Debemos cerrar por inviabilidad económica en abril de este año, por lo que estamos proyectado potenciar la línea del sulfuros que es la que nos puede producir retorno positivo” indicó junto con reconocer que las pérdidas de Codelco por este proyecto ascendieron a 47 millones de dólares el 2012 y 15 millones del 2013.

 

Respecto de los trabajadores que se verán afectados por el cierre, señaló que el tema lo está viendo la empresa contratista –que es un consorcio-, mientras que la estatal firmó un contrato con cláusulas de salida. Asimismo, manifestó la voluntad de facilitar las acciones que sean necesarias para que los operarios sean reubicados.

 

En tanto, el presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, Raimundo Espinoza apuntó a la necesidad de solucionar los problemas estructurales que se han extendido por más de 25 años.

 

A su vez coincidió con el senador Prokurica respecto a la pertinencia de abrir el proyecto Inca, puesto que se podría empalmar el trabajo que hoy se realiza en la planta de óxidos con las primeras faenas que significará poner en funcionamiento uno de los pilares de la reestructuración de la compañía.

 

 

 

 

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