Ciudadanía accederá a más medicamentos y de menor valor
Por Guido Girardi, senador por la Región Metropolitana
20 de diciembre de 2013El proyecto que introduce cambios en la venta de fármacos que hoy discutimos, nació en el Gobierno anterior cuando las farmacias se coludieron y un grupo de parlamentarios presentamos la denuncia a la Fiscalía Nacional Económica que terminó con 14 gerentes de estos laboratorios formalizados.
En ese contexto, junto con el senador Mariano Ruiz-Esquide y otros, elaboramos esta iniciativa legal intentando regular una política de medicamentos que por la vía de los hechos, no existía.
Quiero señalar que este proyecto tuvo un gran apoyo del actual Ministro de Salud, que permanentemente respaldó esta iniciativa y colaboró a mejorarla, complementarla y ampliarla.
Esta propuesta es visionaria porque incorpora áreas que no existen hoy día como los biomedicamentos. A futuro no van a existir los medicamentos químicos, solo los bioequivalentes, de hecho no hay un chasis institucional para enfrentar y abordar lo que eso va a significar.
Lo que perseguimos es tener medicamentos más baratos, pero también de calidad. Es decir, mejorar la accesibilidad a los fármacos creando criterios de bioequivalencia. Pero al mismo tiempo, estamos generando normas para impedir los abusos de las farmacias, que se hacen por la vía de la “canela”, es decir, a través del pago a los dependientes cada vez que éstos venden productos que los laboratorios buscan promocionar.
Hemos buscado terminar con estos abusos. La venta de remedios es la única actividad económica que debiendo tener lista de precios, no cuenta con una. Y este proyecto no solo va a obligar a las farmacias a tener lista de precios, sino que adosar el valor en el envase. ¿Y por qué no en el código de barras? Porque lo que hacían cuando se coludían, era que en el mismo día modificaban los precios en función de sus propios intereses.
Además intentamos establecer el fraccionamiento de los medicamentos. Esto es muy importante no solamente para los hospitales públicos. Cuando las personas van a una clínica y se les indica un fármaco, a veces utilizan un comprimido y les cobran la caja completa. Y en la farmacia ocurre algo parecido porque normalmente uno va y nunca existe un envase que tenga el número de comprimidos que le recetó el médico, por lo que hay que comprar dos cajas. ¿Qué es lo que va a hacer el fraccionamiento? Permitirá que a las personas adquirir la cantidad de comprimidos que exactamente requieren.
Esta propuesta tiene estos y muchos otros avances que considero muy importantes para los pacientes. Nadie va a una farmacia porque quiere. Este es un tema de salud y no se puede tratar esto como si fuera una actividad comercial más.
Quiero referirme brevemente a los cuestionamientos constitucionales que se han hecho respecto a la prohibición que los tecnólogos médicos laboren en ópticas. Nosotros aprobamos hace poco tiempo, una ley que faculta a estos profesionales recetar algunos medicamentos porque había colusión entre los oftalmólogos. Además con esa norma se permitió que los tecnólogos puedan trabajar en consultorios y hospitales.
Hoy los tecnólogos médicos que son los dueños de las ópticas, buscar asegurar un proceso de integración vertical que es vergonzoso, es decir, que dentro del mismo centro se receten lentes no en función del interés del paciente, sino en función del dueño de la óptica. Eso daría pie a que el día de mañana, las farmacias tuvieran médicos en sus dependencias, que receten medicamentos que se compren ahí mismo.
¡Esa es una integración vertical absolutamente insana! ¿Y por qué insana? Porque en salud existe asimetría de información. Ustedes cuando van a comprar un par de zapatos, eligen distintas opciones, se las prueban y ven el precio. Cuando ustedes van al médico o al tecnólogo médico, no eligen nada. Alguien con un poder superior les va a indicar, necesiten o no, un determinado medicamento o lente.
Creo que sería un gran error perseverar en llevar este tema al Tribunal Constitucional porque permitir el ejercicio de los tecnólogos médicos en las ópticas, sólo favorece los intereses económicos de los dueños de estos recintos. Aquí no está de por medio la salud de los pacientes sino la “salud” de las ópticas.