ESTABLECIMIENTO DE ESTATUTO CHILENO ANTÁRTICO



El señor QUINTANA (Presidente).- Conforme a lo resuelto por los Comités, corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece el Estatuto Chileno Antártico, con informes de la Comisión Especial de Zonas Extremas y Territorios Especiales y de la Comisión de Relaciones Exteriores y urgencia calificada de "suma".

--Los antecedentes sobre el proyecto (9.256-27) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite: sesión 93ª, en 23 de enero de 2019 (se da cuenta).

Informes de Comisión:

Especial de Zonas Extremas y Territorios Especiales: sesión 34ª, en 17 de julio de 2019.

Relaciones Exteriores: sesión 34ª, en 17 de julio de 2019.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palaba el Senador señor Insulza.



El señor INSULZA.- Señor Presidente, este proyecto ha sido visto de manera bastante detenida, detallada en la Comisión de Zonas Extremas y en la Comisión de Relaciones Exteriores.

Han asistido varios Ministros a las sesiones de las Comisiones -por cierto, el de Relaciones Exteriores, el de Defensa Nacional y el del Medio Ambiente-, y contamos también con la presencia del Director del Instituto Antártico, del Intendente de Magallanes...

Perdón, señor Presidente, ¿les puede pedir a los colegas que conversen en otro lado? A mí no me importa que lo hagan en otro lugar de la Sala; pero si lo hacen detrás de mí, es bien difícil que yo pueda intervenir.

El señor QUINTANA (Presidente).- Solicito silencio a los señores Senadores.

El señor INSULZA.- Gracias, señor Presidente.

Este es un proyecto que en realidad tiene un objetivo muy central, pero, curiosamente, no está expresado exactamente así en el mensaje. Lo que hace en verdad es fusionar, codificar en un solo instrumento -el Estatuto Antártico- una cantidad muy importante de normas nacionales y de tratados suscritos por el país. Esto, por cierto, considera la reforma de una buena cantidad de leyes, que voy a detallar después, y se relaciona mucho con el hecho de que Chile sea parte de un sistema antártico muy complejo, que está configurado por el Tratado Antártico de 1959, que nuestro país ratificó en 1961; la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, suscrita en Canberra, en 1980; la Convención para la Conservación de las Focas Antárticas, firmada en Londres, en 1972; el Protocolo del Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, de 1991. Y también está compuesto por normas internas, a las cuales me voy a referir más adelante.

Pero lo importante en esto es que nosotros tratemos de adecuar una legislación que el país tiene en distintas áreas a los requerimientos del sistema internacional al cual pertenecemos, un sistema que se configuró en el año 1959, con la participación de todos los países -creo que eran siete- que reclamaban soberanía en la Antártica. Algunos de ellos tenían cercanía geográfica con la Antártica, como Chile, Argentina, Australia, Nueva Zelandia, y otros, como Francia o Noruega, reclamaban territorio a pesar de estar en otras latitudes. Rusia también se encontraba entre ellos.

Pero lo interesante es que la principal potencia, Estados Unidos, no solicitaba soberanía, sino un tratamiento distinto, y naturalmente promovió este Tratado Antártico, que ha llegado a tener varias decenas de miembros. Porque lo que se requiere para incorporarse a él es realizar actividad significativa, desde el punto de vista científico, en la Antártica.

Ahora bien, nuestro país eso se lo ha tomado muy serio: nosotros tenemos no solamente actividad científica en la Antártica, sino que hemos producido una cantidad importante de investigación científica en nuestras universidades, en nuestros centros de investigación sobre un territorio que es absolutamente fundamental.

A fines de año vamos a tener la COP25, en donde una parte muy sustantiva del esfuerzo que la humanidad haga por la preservación de su ambiente va a estar muy ligada a cómo gestionamos ese gran territorio, en el que somos partícipes muy fundamentales. Como bien sabemos, Chile tiene tres bases en la Antártica, pero cuenta además con el único aeropuerto en la isla de San Jorge, por donde pasan todos los aviones que van a esa zona de la Antártica.

Nuestro país posee en la Antártica una población de algunos centenares de personas; también ha desarrollado actividad turística ahí; pero, sobre todo, moviliza hacia allá expediciones científicas.

Entonces, regular todo ese sistema, a nuestro juicio, es absolutamente fundamental.

Por esa razón, este proyecto persigue impulsar la activa participación en la gestación, implementación y desarrollo de un régimen antártico efectivo, a partir del Tratado Antártico, y adecuar las normas de derecho interno que rigen en el Estado de Chile.

Ante ello, es importante tener en cuenta que la iniciativa introduce reformas -figuran en el informe- al Código Procesal Penal y al Código Penal para proteger algunas especies en la Antártica y crear algunos delitos específicos relacionados con dicha protección.

También establece la obligatoriedad de la ley chilena en esa parte de la república, con condiciones especiales.

Modifica la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente.

Enmienda las competencias de los tribunales ambientales, para que se hagan cargo de los temas antárticos.

Incorpora al Gobernador regional de Magallanes y la Antártica Chilena en el Consejo de Política Antártica. Dicho sea de paso, lo mismo se hizo respecto del Ministro o la Ministra del Medio Ambiente, que originalmente no estaba considerado.

En realidad, señor Presidente, si no fuera porque lo que indicaré es de discutible constitucionalidad, dado el Tratado Antártico, se podría decir que, con la cantidad de cambios introducidos, se está creando aquí una especie de región especial, que se regirá por una normativa y que nos permitirá desarrollar mejor la actividad antártica.

Ahora, no quiero entrar en el detalle sobre este proyecto, que es extenso, porque creo que en la discusión en particular surgirá una serie de temas.

Por ejemplo, muchos Senadores plantearon, especialmente después de la intervención del Vicerrector de la Universidad de Magallanes, la necesidad de que participaran más actores científicos en esto, ya que...

¿Me da más tiempo, señor Presidente?

El señor QUINTANA (Presidente).- Cuenta con un minuto más para concluir, Su Señoría.

El señor INSULZA.- Gracias, señor Presidente.

El sistema antártico chileno está constituido fundamentalmente por la actividad que desarrollan allí las Fuerzas Armadas y el Instituto Antártico. Y muchos pensamos que esto debe abrirse a más instituciones que cumplan específicamente con la norma del Tratado Antártico de generar investigación científica en la Antártica. Por lo menos existen dos: la Universidad de Chile y la Universidad de Magallanes. Creemos que deben participar más instituciones.

Otras normas buscan garantizar, sobre todo, una presencia civil más numerosa en la Antártica; regular mejor el turismo, cosa que no hacemos adecuadamente, y promover otra cantidad de asuntos de ese tipo.

Por eso, hemos pedido, de común acuerdo con el Presidente de la Comisión de Zonas Extremas, que la Sala apruebe en general este proyecto. Luego de ello, sugiero fijar un plazo bastante prudente, un mes, si se puede, para presentar las indicaciones en particular.



El señor QUINTANA (Presidente).- Le voy a ofrecer la palabra al señor Secretario para que haga la relación de esta iniciativa, y después la pondré en discusión.

Tengo varios Senadores inscritos: el señor Moreira, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores; la señora Goic, y los señores Pugh, Sandoval y Girardi.

Considero que debiéramos dejar el debate hasta ahí, porque la idea es tratar este proyecto como si fuera de Fácil Despacho.

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN (Secretario General).- Los principales objetivos del proyecto son los siguientes:

-Impulsar la activa participación en la gestación, implementación y desarrollo de un régimen antártico efectivo, a partir del Tratado Antártico de 1959.

-Adecuar las normas de derecho interno que rigen en el Estado de Chile.

La Comisión Especial de Zonas Extremas y de Territorios Especiales discutió este proyecto solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señoras Ebensperger, Goic y Órdenes y señores Bianchi, Chahuán, Durana, Insulza, Latorre, Moreira, Ossandón, Pugh y Sandoval.

La Comisión de Relaciones Exteriores, por su parte, también discutió la iniciativa solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Bianchi, Insulza, Moreira y Ossandón.

Cabe tener presente que los artículos 43, 47 y 51 del proyecto tienen el carácter de normas orgánicas constitucionales, por lo que requieren para su aprobación 25 votos favorables.

El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 32 a 58 del informe de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Es todo, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).- En discusión general el proyecto.

En primer lugar, tiene la palabra el Senador Iván Moreira.



El señor MOREIRA.- Señor Presidente, solamente queremos respaldar los dichos de nuestro Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el Senador Insulza.

Efectivamente, este es un proyecto que se ha visto en dos Comisiones. Hemos sido muy acuciosos.

Yo sé que el Senador Pizarro ha puesto algunos temas sobre el tapete con respecto a las estrategias. Todas esas cosas las vamos a ver cuando discutamos en particular: qué va a pasar con el futuro de la Antártica; cuál es nuestra situación con relación a Campos de Hielo; en fin. Existe una serie de materias que incluso pueden considerarse de carácter secreto, porque se relacionan con la soberanía nacional.

Pero todo eso se va a abordar obviamente cuando se generen las indicaciones necesarias.

Me parece que, más que hablar del detalle del proyecto, pues estamos en el tratamiento en general, debiéramos votarlo y fijar un plazo para presentar indicaciones de un mes, como lo ha señalado el Presidente de la Comisión, Senador José Miguel Insulza.

El señor QUINTANA (Presidente).- Senador Moreira, usted también había pedido abrir la votación, ¿cierto?

El señor MOREIRA.- Sí, exactamente.

El señor QUINTANA (Presidente).- ¿Habría acuerdo para acceder a lo solicitado?

Acordado.

En votación la idea de legislar.

--(Durante la votación).

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Kenneth Pugh.



El señor PUGH.- Señor Presidente, en mi calidad de Presidente de la Comisión de Zonas Extremas y Territorios Especiales, pedimos tramitar el proyecto que establece el Estatuto Antártico Chileno en el órgano técnico que posee la mayor cantidad de Senadoras y Senadores -y fue un acuerdo de la Sala-, pese a ser una Comisión Especial, precisamente por lo que se ha señalado aquí: la importancia estratégica que tiene la Antártica.

Ese territorio que equivale casi a dos veces la superficie continental chilena en el continente helado es importante, por lo que significa no solo para la humanidad, sino para su futuro.

En tal sentido, el Estado busca tener un instrumento único que regule a todos los actores estatales en la Antártica. Básicamente, le otorga a la Cancillería la posibilidad de relacionar a los diferentes Ministerios, entendiendo que la Cartera que más contribuye es la de Defensa.

El estatuto indica que existen cuatro operadores antárticos: uno es la Cancillería, representada por el Inach, nuestro Instituto Antártico Chileno, y los otros tres son el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.

Hoy sin la ayuda que brindan las Fuerzas Armadas es imposible sostener la capacidad de soberanía y, más importante aún, la capacidad de investigación.

A la Comisión fueron invitados los representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre ellos, don Camilo Sanhueza Bezanilla, Director de la División Antártica, quien representa a Chile en los foros internacionales. Él expuso la visión de la Cancillería respecto de la necesidad de contar con este estatuto, largamente esperado.

Posteriormente, el Ministro de Defensa hizo ver la contribución significativa que realizan las Fuerzas Armadas en el día a día, al establecer las bases. También explicó la precariedad en que se encuentran dichas bases, que con el tiempo se han ido deteriorando, y se refirió a la necesidad de contar con más recursos. Y eso gatilla precisamente un proyecto nacional de apoyo en esta materia; incluso, la fabricación de un rompehielos con capacidad científica, el primer laboratorio flotante que está en construcción en Asmar, Talcahuano, y que la Comisión de Defensa visitará esta semana.

Finalmente, el Instituto Antártico Chileno hizo ver la necesidad de impulsar la investigación científica y el Intendente de Magallanes y la Antártida Chilena, la necesidad de que el Gobierno regional se involucre más en ello, porque para dicha Región la Antártica es esencial y Punta Arenas es su puerta de entrada.

En tal sentido, por unanimidad, las Senadoras y los Senadores de la Comisión Especial aprobaron en general el proyecto.

Obviamente, concuerdo con quienes expresaron anteriormente que es necesario hacer las indicaciones pertinentes, puesto que, por ejemplo, no está debidamente identificada la necesidad de investigación. Es más, algunos organismos del Estado no se encuentran considerados, como el IFOP, y se debe contar con investigación científica en ese territorio.

Sabemos que la centolla de Magallanes está colonizando la Antártica, y eso tenemos que analizarlo.

Y también están nuestros intereses soberanos.

Chile no solo recibe de la corona española, en la herencia, ese legado, sino que también es de los primeros países en operar en la Antártida.

El próximo año, el 27 de enero, se va a recordar el bicentenario del descubrimiento del continente helado -hecho confirmado- por el marino y cartógrafo ruso Fabián Gottlieb von Bellingshausen.

Bellingshausen descubre la Antártida y le da posibilidad al mundo de acercarse a ese territorio. Lo curioso es que él nace en la isla de Saaremaa, que hoy día es de Estonia. Por eso le hemos pedido al Presidente Piñera que invite a la Presidenta de este país a participar de esa ceremonia. Rusia e Inglaterra también quieren conmemorar la fecha.

Los primeros barcos chilenos llegan en 1823 a cazar la foca. Hoy la protegemos, hoy investigamos. Pero también necesitamos que en la Antártica se aplique la legislación nacional.

Por ejemplo, se requiere proteger la biodiversidad, dar apoyo al turismo, regular la seguridad y el salvataje, reforzar la capitanía de puerto y la Dirección General de Aeronáutica Civil, que opera un aeropuerto que marca presencia, y -por qué no decirlo- se necesita una colonización digital. Para esto debemos ser capaces de llegar con nuestra fibra óptica, que es parte de la matriz digital, desde Puerto Williams hasta la Antártica.

Eso es lo que busca este estatuto: la presencia de Chile en un territorio estratégico donde tenemos nuestros derechos soberanos, pero también la responsabilidad que conlleva protegerlo e investigarlo.

En tal sentido, creo que es importante aprobar en general este proyecto y dar un plazo suficiente para formular las indicaciones que nos permitan corregir el articulado a partir de las observaciones que los diferentes actores nos hicieron presentes.

Por lo anterior, señor Presidente, pienso que todos debiéramos respaldar este estatuto antártico tan anhelado por el país.

He dicho.

El señor QUINTANA (Presidente).- Agradecemos las palabras del Presidente de la Comisión de Zonas Extremas y Territorios Especiales, Senador Kenneth Pugh.

A continuación, puede hacer uso de la palabra la Senadora Carolina Goic.



La señora GOIC.- Señor Presidente, parto coincidiendo con la necesidad de avanzar, con celeridad, en el presente estatuto, que, tal como se ha señalado, establece cierta coordinación y sistematicidad en cuanto a las normas que hoy día existen con relación al continente blanco.

Pero también debe ser una oportunidad para hacer más. ¡Para hacer más!

Me da la impresión de que hoy día, en comparación a cuando se inició la discusión de este proyecto, tenemos una mirada distinta de las ventajas que este diamante en bruto brinda a nuestro país, dada nuestra cercanía con el continente del futuro, el continente blanco, y con todo lo que significa en materia de conservación de ecosistemas, de reservas de agua, de monitoreo del cambio climático y de respuestas para el futuro de la humanidad.

Debemos saber cómo aprovechamos eso hoy día.

Se ha señalado que eso se vincula con el rol que juega la institucionalidad pública. Pero también tenemos que ser capaces de ver en el detalle, durante la discusión particular, cómo se puede interactuar con los privados cuando se habla, por ejemplo, del turismo antártico en condiciones de sostenibilidad.

En definitiva, dentro de un territorio especial, cómo aplicamos normativas que favorezcan un área de desarrollo que hoy día es perfectamente compatible con la esencia de lo que establece en materia antártica el Protocolo de Madrid. Esa es la prioridad en un territorio de paz, de investigación científica, de búsqueda de respuestas para los desafíos globales que tenemos como humanidad.

Solo quiero mencionar algunos aspectos que han sido parte del debate -algunos ya se han hecho presentes en los discursos que me antecedieron-, como el relativo a analizar de qué manera fortalecemos no solo el rol de la investigación científica en el continente blanco propiamente tal, sino también lo que pasa con las zonas subantárticas.

Esto tiene que ver no solo con lo que sucede en el paralelo 60 al sur, sino también con toda la zona entre Puerto Williams y la Antártica, pues de alguna forma ella representa la continuidad desde el punto de vista administrativo y ecosistémico, tal como lo plantea el Protocolo de Madrid.

Me parece que ahí tenemos que hacer una mención específica.

Además, se trata de un área que ha ido tomando valor desde el punto de vista científico, por lo que me parece que toda la zona subantártica debiera quedar contemplada.

Nosotros hemos logrado un avance importante en la protección de los océanos. El parque marino Diego Ramírez y otros descubrimientos, como el del monte Sars, significan además un aporte invaluable en términos del ejercicio de nuestra soberanía en esa zona.

El fortalecimiento del rol de la Región de Magallanes ya se ha señalado, no solo desde el punto de vista administrativo y de lo que ella implica, sino también por tratarse del territorio poblado más austral. Y me refiero a la comuna de Cabo de Hornos y al papel que esta juega.

¿Qué pasa con el fortalecimiento del rol de la Universidad de Magallanes en materia de desarrollo antártico y con lo que ella pueda hacer dentro de una red de centros de investigación, más allá de lo que ya realiza el Inach, y cómo se potencia a partir de las funciones del IFOP?

Me parece que en todo ese ámbito se abre una tremenda oportunidad que debemos saber aprovechar en este estatuto.

A la par, no puedo dejar de mencionar la necesidad de avanzar en un plan de desarrollo antártico. No sacamos nada con tener una buena institucionalidad si no hacemos inversiones que hoy día son imprescindibles para garantizar la logística antártica.

No vamos a establecer en este estatuto cuáles son los recursos para, por ejemplo, aumentar la capacidad portuaria en Magallanes. Pero si no lo hacemos -y lo digo con toda claridad, señor Presidente-, le estaremos entregando toda la ventaja a nuestro vecino, a Argentina.

Hace unos días vimos notas de prensa en las que se señalaba cómo han aumentado los servicios que se entregan en materia de logística y turismo antárticos desde Ushuaia.

¿Qué estamos haciendo nosotros como país para invertir ahí y aprovechar las ventajas que tenemos?

¿Qué hemos hecho respecto de la construcción del Centro Antártico, un proyecto que estaba dentro del plan de zonas extremas y que ya se había decidido en términos de inversión? Podemos discutir el metraje, el diseño del edificio, las características, el emplazamiento, pero no la decisión ni la voluntad política de levantar un ícono en la Región de Magallanes, que le permita a la gente vivir la experiencia antártica, que asegure contar con un centro de servicio logístico, que posibilite satisfacer las necesidades de las personas que lo visiten y garantizar los espacios en laboratorios e infraestructura necesaria para la investigación científica.

Hoy día nada sabemos de la voluntad política de avanzar en esa iniciativa.

Respecto del proyecto de fibra óptica, ya se ha señalado que hoy día es clave, vital...

El señor QUINTANA (Presidente).- Concluyó su tiempo, señora Senadora.

Dispone de un minuto más.

La señora GOIC.- Termino, señor Presidente, reiterando la necesidad de avanzar en una política antártica en serio. ¡En serio!

Se requiere establecer dicho estatuto, pero también garantizar recursos más allá de lo que ya ha hecho -y lo valoro- el Presidente de la República en términos de infraestructura en el continente blanco propiamente tal.

Si no miramos toda la zona de respaldo y lo que sucede en Magallanes, estamos desaprovechando una tremenda oportunidad de desarrollo.

He dicho.

El señor QUINTANA (Presidente).- Senador David Sandoval, tiene la palabra.



El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, como miembro de la Comisión de Zonas Extremas, me correspondió en dos ocasiones tramitar este proyecto tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.

Quiero recordar que, como dice la iniciativa, "Forman la Antártica Chilena o Territorio Chileno Antártico todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciares (...), y demás, conocidos y por conocer, y el mar territorial y Océano Austral respectivo" existentes entre los meridianos 53º y 90º longitud oeste.

Ello fue ratificado por el decreto supremo Nº 1.747, del Ministerio de Relaciones Exteriores, del 6 de noviembre de 1940.

¿Qué significa eso, en definitiva? Básica y esencialmente, ponernos a tono frente a una realidad, frente a un territorio, frente a un entorno tanto continental como marítimo y todo lo que ello implica en cuanto a una significación y relevancia nueva, distinta.

Es el último territorio, es el continente de la paz, como ha señalado Naciones Unidas.

En ese contexto, creemos que avanzar en esa tarea constituye no solo un deber de país, sino una obligación para resguardar lo que ha significado la dilatada presencia de nuestro país en dicho continente.

Tuvimos la oportunidad hace algunos años de estar en la Antártica y conocer el esfuerzo, la experiencia y el trabajo que realizan las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas y más de una universidad en ese territorio.

También vimos la precariedad en la que se desarrollan muchas actividades en el continente blanco. Es una situación lamentable que el esfuerzo que realizan las Fuerzas Armadas esté contenido esencialmente en los presupuestos de cada una de las ramas castrenses.

Por ello, señor Presidente, no sorprende lo que establece el artículo 53 de la iniciativa: "Gasto Fiscal.- La aplicación de la presente ley no irrogará mayor gasto fiscal.".

Gestionar la Antártica chilena, el territorio antártico, que son más de un millón 250 mil kilómetros cuadrados, según este proyecto, que en su artículo 53 se refiere al informe financiero, "no irrogará mayor gasto fiscal". ¡No irrogará mayor gasto fiscal! ¡Un millón 250 mil kilómetros cuadrados de superficie, más grande que el territorio continental de nuestro país, levemente superior a los 741 mil kilómetros cuadrados!

Planteamos este tema.

Las ramas de las Fuerzas Armadas, a través de sus presupuestos, han debido sostener y mantener su presencia y sus bases. E incluso se ha señalado en algunos medios la factibilidad de que algunas de ellas eventualmente deban cerrar.

Sin duda que, de esa manera, no haremos política antártica y, enfrentados a los grandes desafíos que tenemos hacia el futuro, no seremos debidamente eficientes para gestionar un territorio tan relevante para la humanidad y tan significativo para el desarrollo de nuestro país.

Por eso, con gusto aprobaremos en general el proyecto, que constituye una señal potente que da el Senado ante un espacio que requiere una nueva mirada. Y esperamos que en la discusión particular nos hagamos cargo no solo de crear esta institucionalidad, sino también de cómo, eficiente y efectivamente, tenemos una presencia aún mayor, a través de las universidades, de los centros de investigación y además en el contexto de lo que hoy significa la Antártica en los fenómenos del cambio climático, en los cuales adquiere cada vez mayor significación.

Reitero que votaremos a favor, confiando en que en la discusión particular perfeccionaremos y corregiremos aquellos aspectos que, como el financiero, hay que revisar.

He dicho.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.



El señor GIRARDI.- Señor Presidente, evidentemente que todos los que estamos acá concurriremos a aprobar la idea de legislar en esta materia, en la que se dan ciertas paradojas.

Se habla mucho de la Antártica; se la señala permanentemente; viene la COP25 y este territorio es como la vedette chilena, aunque, desde mi punto de vista -he tenido el privilegio de estar varias veces allá con científicos y científicas de todo el planeta-, me da la sensación de que es un territorio abandonado. Esa es la realidad. Hablamos de la Antártica, pero lo que invertimos, lo que desarrollamos en ella, es casi nulo.

Yo diría que existe un esfuerzo heroico por parte de las Fuerzas Armadas, que con muy pocos recursos sostienen bases que están absolutamente obsoletas y anacrónicas. También tenemos la acción heroica del Inach, compuesto por un grupo de científicas y científicos chilenos que realizan una investigación de tal vez altísimo nivel, con recursos casi escasos. Y tenemos bases como la Escudero, la Estación Polar Científica Conjunta Glaciar Unión, la Base Yelcho o la Base Carvajal, las cuales, desde mi punto de vista, se hallan totalmente abandonadas.

De hecho, cuando hemos visitado la zona con premios nobeles, con científicos, estos quedan totalmente sorprendidos por la calidad de la investigación que efectúan los chilenos y por la infraestructura y los medios con los que la llevan a cabo, que hacen casi risible que puedan desarrollar tantos tipos de actividad en ese territorio.

Creo que Chile no entiende cuál es el rol de la soberanía en el siglo XXI. La Antártica es, tal vez, el principal espacio de desarrollo de la humanidad. De hecho, algún día, en un tiempo no tan lejano, quizás a fines de este siglo, será una de las áreas habitables que cuenten con los recursos naturales más importantes que queden en la Tierra, incluida el agua. Quiero recordar que hace 40 millones de años la Antártica era un trópico, y que actualmente posee quizás una de las riquezas paleontológicas más relevantes del planeta.

¿Cómo hace soberanía Chile? Manteniendo las bases y manteniendo los recursos para que las Fuerzas Armadas, la Fuerza Aérea, la Marina fundamentalmente, y el Ejército puedan desarrollar sus actividades.

Díganme qué otro país tiene el privilegio de desarrollar ciencia de punta. Estamos al lado de la Antártica, a 800 kilómetros. ¿No sería interesante hacer soberanía a través de la fibra óptica? Podríamos hacer lo mismo que en el norte: tal como ahí somos como una ventana al universo, la Antártica es una ventana al futuro. Chile podría hacer soberanía prestándoles fibra óptica a todas las bases que están allí, pues la única posibilidad que tienen de llegar a esos lugares es a través de nuestro país.

Hay estudios que demuestran algo maravilloso: que, cuando se monitorean las corrientes que pasan por la Antártica y suben a través del Atlántico, si se modelan bien, se puede saber el día en que florecerán los cerezos en Japón. La Antártica podría ser un observatorio para visibilizar situaciones relativas al cambio climático, de desastre incluso, en latitudes lejanas a nuestro territorio. Y así podríamos colaborar al cuidado del planeta.

Hoy se está hablando de ir a Marte. Pues bien, les quiero señalar que las especies que sobrevivirán en dicho planeta son los extremófilos provenientes del desierto de Atacama y de la Antártica. Son las únicas especies que podrían sobrevivir en un proceso de terraformación, consistente en reconstruir una atmósfera parecida a la Tierra para producir plantas o bacterias metanógenas que reproduzcan ecosistemas como los que posee nuestro planeta. ¿Y de dónde vienen? Exclusivamente de la Antártica y del desierto de Atacama y, probablemente, de muy pocos otros rincones del mundo.

Chile tiene un privilegio muy importante que debe aprovechar, pues, de lo contrario, sería como si en el desierto de Atacama, teniendo los cielos más transparentes del orbe, no hubiera colaborado en poner ningún telescopio. Y en realidad no hemos hecho nada ahí. Por la calidad de nuestros cielos, hemos recibido inversiones de otros países o de entes internacionales, porque la inversión nacional en materia de astronomía ha sido casi nula o paupérrima.

Y en la Antártica no tenemos la misma posibilidad, pues este territorio está demandado por muchos países y no contaremos con colaboración para que allí se desarrollen proyectos apostando a Chile. Nosotros tendremos que hacerlo por cuenta propia o, de lo contrario, abandonaremos y claudicaremos, en cierta manera,...

¿Me da un minuto, señor Presidente?

El señor QUINTANA (Presidente).- Continúe, señor Senador.

El señor GIRARDI.-... una de las principales oportunidades con que el país cuenta en el siglo XXI.

Chile tiene una responsabilidad geopolítica en la Antártica. Esta será el espacio geopolítico del siglo XXI, junto con los datos, la inteligencia artificial y el agua. Nosotros tenemos el principal lugar del planeta para ejercer soberanía, una soberanía inteligente, una soberanía para la humanidad, para la paz, una soberanía para la ciencia, para el cambio climático.

Sin embargo, nuestra miopía hace que ello sea imposible. Chile, teniendo diversos laboratorios naturales, únicos en el planeta, destina apenas el 0,38 por ciento de su producto interno bruto a la ciencia.

Con la Antártica ocurre exactamente lo mismo. Se siguen políticas simbólicas, se habla mucho y no se hace nada. Y dejamos así una oportunidad inmensa y un territorio abandonados.

Así que espero que este proyecto, señor Presidente, sirva para compensar aquello y contar con una verdadera política en la materia.

He dicho.

El señor QUINTANA (Presidente).- Se ha cumplido el tiempo que se destina al Fácil Despacho.

Por lo tanto, les pido a los Senadores inscritos...



EL señor MONTES.- Yo voy a ser muy breve, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra.

El señor MONTES.- Este es un tema muy central.

Quiero decirle a la señora Ministra -por su intermedio, señor Presidente- que la COP25 será una buena oportunidad para definir de qué manera aportamos a la humanidad desde Chile, qué aportes vamos a hacer. Me parece que hay pocas cosas tan potentes e importantes como lo que hagamos en la Antártica. Lo que hemos hecho hasta ahora, en general, no ha estado bien. Lo que se ha creado, desde Allende hasta ahora, ha ido a un ritmo lento y sin mucha proyección.

Es fundamental que de acá surja un proyecto de envergadura, algo serio.

Cuando discutimos el Ministerio de Ciencia y Tecnología, esto no quedó vinculado directa y potentemente con esa Cartera. Está por el lado. Y la verdad es que me parece que, cuando se discuta en particular el proyecto, tendremos la oportunidad de asegurar que esta institucionalidad adquiera potencia y reciba además recursos.

Lo que señaló el Senador David Sandoval es fundamental. Y en este debate debiera estar al menos la Dirección de Presupuestos. ¡Si esta es una cuestión que tiene que ver con una proyección global, con una ambición de país distinta, con una ambición de aportar al mundo distinta! Y creo que la COP25 nos da una oportunidad. En este período debemos elaborar y desarrollar un plan en lo turístico, pero especialmente en investigación científica, para ver todas las potencialidades para el agua y para otros aspectos que posee la Antártica.

Esta es una materia de primera importancia. Y me parece muy bien que se dé el tiempo necesario para discutirla.

Quería hacer una intervención muy breve, señor Presidente.

Gracias.

El señor QUINTANA (Presidente).- Senador Bianchi, tiene la palabra.



El señor BIANCHI.- Señor Presidente, efectivamente este proyecto, en segundo trámite constitucional, que establece el Estatuto Chileno Antártico, fue tratado profundamente en la Comisión de Zonas Extremas. Se hizo un informe para llevarlo posteriormente a la Comisión de Relaciones Exteriores, a la cual pedimos que asistieran el Instituto Antártico Chileno (Inach), la Universidad de Magallanes, las instituciones de las Fuerzas Armadas, el Gobierno, para requerirles la visión que tienen como Estado de lo que significa el territorio antártico para el mundo, para el país y para la Región de Magallanes, que tiene un sentido de pertenencia en esta materia, y de lo que se quiere proyectar en ella de aquí en adelante.

Sin embargo, lo primero que tenemos que reclamar con fuerza -lo hizo mi colega y vecino de la Región de Aysén, el Senador Sandoval, y me sumo absolutamente a ese requerimiento- es que sería inaceptable que esto fuera letra muerta, que estuviéramos creando este Estatuto Antártico sin adicionar lo más importante: el dinero necesario, la inversión necesaria del Estado, para llevar adelante todo lo que tenga que ver con investigación, ciencia, turismo, y todo lo que se desarrolla en esa zona tan particular: el territorio antártico.

El Senador Girardi hizo ver en su discurso todo lo que él significa para el mundo, para la humanidad, para el futuro. Nosotros, en Magallanes, tenemos un sentido de pertenencia en materia antártica. Desgraciadamente, el país no lo tiene. Por eso, hoy día podemos aprobar en general este estatuto, pero se requiere llevar adelante acciones que apunten al significado que posee este espacio en materia de agua dulce, de hidrocarburos, de la investigación que se realiza.

Ahora incluso hemos sumado, señor Presidente, la opinión de otros entes públicos que habían quedado fuera de la discusión, con respecto a lo que significa la pesca industrial y a todo el tratamiento que debe dársele a ese territorio.

Por lo tanto, tratando de ser breve en esta intervención, solo quiero anunciar que vamos a votar favorablemente lo que tenga que ver con la creación de este Estatuto Antártico, que celebramos, pero desde Magallanes queremos además alzar la voz para decirle al Estado: "Mire, Chile tiene un enorme privilegio, ¡un enorme privilegio!, y, no obstante eso, carecemos de inversiones en materia de puertos, de mejores aeropuertos, para ser de verdad la entrada al continente antártico para todo el mundo".

Chile recibe anualmente a muchísimos países para hacer investigación. La Fuerza Aérea, en esta área, realiza una tremenda labor, como también la Armada, la Universidad de Magallanes, el Instituto Antártico Chileno.

Por lo tanto, hoy día yo celebro esta votación; celebro el que podamos tener este proyecto que establece el Estatuto Chileno Antártico, pero vamos a exigir, en lo particular, que se adicionen los recursos económicos para tener, como Estado, como país, una visión de futuro de este continente.

He dicho.

El señor QUINTANA (Presidente).- Agradecemos al Senador Carlos Bianchi por no haber ocupado todo su tiempo.

Vamos a escuchar a continuación al Senador señor Navarro, quien no está obligado a usar todo el que le corresponde.

Tiene la palabra, Su Señoría.



El señor NAVARRO.- Señor Presidente, la Antártica es un patrimonio de esta isla que se llama "Chile": al sur, la Antártida; al oeste, el océano Pacífico; al norte, el desierto de Atacama, y al este, la cordillera de los Andes.

Sin embargo, quiero preguntarles, a quienes han estado a cargo de este proyecto de ley, si consideran que las sanciones que este estatuto establece son suficientes o no.

Quiero leer algunas, porque me han sorprendido.

Se dice que se exceptúan de evaluación de impacto ambiental las actividades pesqueras y de extracción contempladas en el artículo 30. O sea, ¡cualquiera ahora puede ir a pescar a la Antártida lo que se le dé la gana, porque esas actividades no quedan sometidas a evaluación de impacto ambiental! El ecosistema de la Antártida lo conforman sus hielos milenarios, pero también su fauna íctica. Por lo tanto, no considerar una evaluación de impacto ambiental es ya una concesión gratuita para mí inexplicable. Es decir, aquí estamos permitiendo que se pesque en la Antártida sin evaluación de impacto ambiental.

Con respecto al artículo 36, "Categorías de Evaluación de Impacto Ambiental", discúlpenme, pero no recuerdo que hayamos introducido modificaciones a la Ley de Bases del Medio Ambiente en materia de categorías.

Entonces, la pregunta es, al Senador Girardi: ¿se establecen categorías distintas a las que contempla la ley de impacto ambiental, la 19.300? Porque se establece que habrá una evaluación de impacto ambiental preliminar; luego, una evaluación de impacto ambiental inicial; enseguida, una evaluación de impacto ambiental global, si la actividad causare más que un impacto mínimo o transitorio.

Además, se establece un Comité Operativo para la Evaluación de Impacto Ambiental sobre el Medio Ambiente Antártico. ¿Es distinto del Comité que tenemos en materia de protección para el resto del país?

El artículo 39, "Emergencias ambientales", por su parte, habla de que las autoridades pertinentes dispondrán una respuesta rápida y efectiva con todos los medios nacionales. ¿Cuáles son las "autoridades pertinentes", señor Presidente? Una ley debiera determinar qué autoridades van a actuar en caso de una crisis en la Antártida.

El mismo precepto señala que el Ministerio del Medio Ambiente, en coordinación con el del Interior y Seguridad Pública, con el de Defensa Nacional, "elaborará pautas o medidas".

Pero lo más grave, señor Presidente, es lo que dispone el artículo relativo al "Daño al medio ambiente antártico", que, después de establecer que en virtud de lo dispuesto en el artículo 4 se "dará lugar a las acciones de reparación medioambiental previstas en la ley 19.300", señala: "No procederá la acción para obtener la reparación del medio ambiente dañado cuando quien cometió el daño ejecutó satisfactoriamente un plan de reparación aprobado por la Superintendencia del Medio Ambiente". O sea, si alguien "ejecuta correctamente", aunque ocurra un incidente y haya daño, no habrá posibilidad de ejercer acciones.

El artículo 46, "Infracciones", dispone que "Se castigará a la persona natural o jurídica", pero no hace ninguna distinción, como si fuera lo mismo una gran empresa internacional petrolera o de otro ámbito que una persona individual. Y establece que quien incurra en las siguientes conductas será condenado a pagar las multas que se indican: al que realice una actividad en la Antártica sin contar con las autorizaciones, multa de 100 a 1.500 unidades tributarias mensuales; al que eliminare algún tipo de basura en el mar, multa entre 100 y 1.000 unidades tributarias mensuales; al que descargare en el mar antártico aguas residuales en los términos previstos, multa entre 100 y 1.000 unidades tributarias mensuales.

Y lo más sorprendente, señor Presidente -por favor, pongan atención aquí el Senador Girardi y los medioambientalistas-, es que se expresa que todo esto procederá ante el juez de policía local de Punta Arenas, sin perjuicio del lugar donde las infracciones se hubieren verificado. Se agrega que el juez tendrá que "citar personalmente al inculpado, si estuviere presente por escrito, o si estuviere ausente mediante nota que dejarán en un lugar visible del domicilio del infractor". En el evento de que el denunciado resida en un lugar alejado, este podrá concurrir al juzgado de policía local de su residencia.

Además, los funcionarios indicados en el artículo 39 no podrán -escúchenme bien- "detener ni ordenar la detención de los que sorprendan in fraganti cometiendo una infracción". Ante un delito flagrante, señor Presidente, ¡los funcionarios no podrán detener al infractor! A menos -prosigue la norma- "de tratarse de una persona que no dé caución suficiente de que comparecerá a la audiencia que se le cite. El juez pondrá en conocimiento del detenido la denuncia respectiva".

Me parece raro, señor Presidente, que a alguien sorprendido in fraganti derramando petróleo,...

El señor QUINTANA (Presidente).- Estamos en Fácil Despacho, Senador Navarro.

No hay más tiempo.

El señor NAVARRO.- Voy a redondear, señor Presidente.

Necesito un minuto.

El señor QUINTANA (Presidente).- ¡Un minuto, señor Senador!

El señor NAVARRO.- Señor Presidente, me parece que la figura del juez de policía local y, en particular, que todo daño en la Antártida pueda ser pagado con multa es una invitación a la contaminación. O sea, si me dicen que van a poner una multa de 100 a 1.500 UTM, me parece absolutamente insuficiente.

Quienes trabajaron el proyecto de ley consideraron que el juez de policía local y las multas eran suficientes. ¡Yo considero que son absolutamente insuficientes! ¡Disuasivas no son, señor Presidente!

Por lo tanto, vamos a votar a favor, aunque espero endurecer las multas y las facultades de fiscalización. No quiero un estatuto especial para la Antártida que sea menor al que tenemos para el resto del país en relación con aspectos sobre el cuidado ambiental.

He dicho.

El señor QUINTANA (Presidente).- Hago presente que viene un proyecto bastante extenso y que el actualmente en debate es de Fácil Despacho.

Tiene la palabra la Senadora Ximena Rincón.



La señora RINCÓN.- Seré muy breve, señor Presidente, porque entiendo que hay acuerdo respecto de la iniciativa en discusión.

Han pasado 60 años desde que firmáramos el Tratado Antártico en 1959. Ahora se realizó un encuentro, se firmaron acuerdos y se revisó la situación. Claramente, hoy día no estamos en la posguerra, ni en la Guerra Fría, ni en la bipolaridad mundial, pero ha habido avances tecnológicos, y el cambio climático y el calentamiento global son una realidad.

Creo que debemos hacernos cargo del tema. Somos parte de este acuerdo. Me parece que estamos absolutamente al debe. Y me sumo a lo ya dicho por mis colegas: aquí debemos poner presupuesto, y en la discusión en particular tenemos que hacernos cargo de esto.

Este es un proyecto importante, que hoy día enfrenta el hecho de que no tenemos recursos o que estos son escasos, y, sin lugar a dudas, la Antártica y ese territorio debieran revestir características especiales para nosotros.

Así que, como país puente en el tema de la ciencia y el turismo, del tráfico marítimo y aéreo tenemos algo que decir. Y, obviamente aprobaremos esta iniciativa, pero indudablemente hay que discutirla en particular.

Gracias, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor QUINTANA (Presidente).- Terminada la votación.

--Se aprueba en general el proyecto (39 votos a favor y un pareo), y se deja constancia de que se reunió el quorum constitucional requerido.

Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Huenchumilla, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.

No votó, por estar pareado, el señor Pugh.

El señor QUINTANA (Presidente).- Si le parece a la Sala, se fijará como plazo para presentar indicaciones un mes, es decir, hasta el 23 de agosto de 2019.

La señora RINCÓN.- Sí.

El señor INSULZA.- Conforme.

El señor QUINTANA (Presidente).- Así se acuerda.