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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 370ª
Sesión 52ª, en miércoles 7 de septiembre de 2022
Especial
(De 10:17 a 13:19)
PRESIDENCIA DE SEÑOR ÁLVARO ELIZALDE SOTO, PRESIDENTE;
SEÑORA LUZ EBENSPERGER ORREGO, VICEPRESIDENTA, Y JUAN ANTONIO COLOMA CORREA, PRESIDENTE ACCIDENTAL
SECRETARIOS, EL SEÑOR RAÚL GUZMÁN URIBE, TITULAR, Y EL SEÑOR ROBERTO BUSTOS LATORRE, SECRETARIO ACCIDENTAL
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron las señoras y los señores:
--Allende Bussi, Isabel
--Aravena Acuña, Carmen Gloria
--Araya Guerrero, Pedro
--Bianchi Retamales, Karim
--Carvajal Ambiado, Loreto
--Castro Prieto, Juan Enrique
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Cruz-Coke Carvallo, Luciano
--De Urresti Longton, Alfonso
--Durana Semir, José Miguel
--Ebensperger Orrego, Luz
--Edwards Silva, Rojo
--Elizalde Soto, Álvaro
--Espinoza Sandoval, Fidel
--Flores García, Iván
--Gahona Salazar, Sergio
--Galilea Vial, Rodrigo
--García Ruminot, José
--Gatica Bertin, María José
--Huenchumilla Jaramillo, Francisco
--Insulza Salinas, José Miguel
--Kast Sommerhoff, Felipe
--Keitel Bianchi, Sebastián
--Kusanovic Glusevic, Alejandro
--Kuschel Silva, Carlos Ignacio
--Lagos Weber, Ricardo
--Moreira Barros, Iván
--Núñez Arancibia, Daniel
--Órdenes Neira, Ximena
--Prohens Espinosa, Rafael
--Provoste Campillay, Yasna
--Pugh Olavarría, Kenneth
--Rincón González, Ximena
--Saavedra Chandía, Gastón
--Sandoval Plaza, David
--Sanhueza Dueñas, Gustavo
--Sepúlveda Orbenes, Alejandra
--Soria Quiroga, Jorge
--Van Rysselberghe Herrera, Enrique
--Velásquez Núñez, Esteban
--Walker Prieto, Matías
Concurrieron, además, por el Banco Central de Chile, su Presidenta, señora Rosanna Costa Costa; el Vicepresidente, señor Pablo García Silva; los Consejeros señora Stephany Griffith-Jones y señores Alberto Naudon Dell'Oro y Luis Felipe Céspedes Cifuentes; el Fiscal, señor Juan Pablo Araya Marco; el Gerente de Análisis Macroeconómico, señor Markus Kirchner; la Gerenta de la División de Política Financiera, señora Rosario Celedón Forster; la Gerenta de la División de Mercados Financieros, señora Paulina Yazigi Salamanca; la Gerenta de la División de Estadísticas, señora Gloria Peña Tapia; el Gerente de la División de Asuntos Institucionales, señor Michel Moure Casabianca; el Gerente de comunicaciones, señor Felipe Lozano Rafalowski, y el profesional de la Gerencia de Informática, señor Fernando Coulon Dendal.
Actuó de Secretario General el señor Raúl Guzmán Uribe, y de Secretario General accidental y de Prosecretario, el señor Roberto Bustos Latorre.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 10:17, en presencia de 18 señoras Senadoras y señores Senadores.

El señor ELIZALDE (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. ORDEN DEL DÍA


INFORME DEL CONSEJO DEL BANCO CENTRAL DE CHILE

El señor ELIZALDE (Presidente).- Señor Secretario, tiene la palabra.


El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señor Presidente.
Buenos días.
Se ha citado a esta sesión especial para el día de hoy con el objeto de que el Consejo del Banco Central de Chile presente al Senado la evaluación del avance de las políticas y programas del año en curso, como asimismo el informe de las proposiciones para el año calendario siguiente, todo ello según lo dispuesto en el artículo 80 de la ley N° 18.840, Orgánica Constitucional del Banco Central de Chile.
Han sido invitados y convocados a esta sesión especial los integrantes del Consejo del Banco Central.
Se encuentran presencialmente la señora Rossana Costa, Presidenta; el señor Pablo García, Vicepresidente; el señor Alberto Naudon, Consejero; el señor Luis Felipe Céspedes, también Consejero; la señora Stephany Griffith-Jones, Consejera. También han concurrido don Juan Pablo Araya, Fiscal del Banco Central; señor Markus Kirchner, Gerente de Análisis Macroeconómico; señora Rosario Celedón, Gerente de División de Política Financiera; señora Paulina Yazigi, Gerenta de División de Mercados Financieros; señora Gloria Peña, Gerenta de División Estadísticas; señor Michel Moure, Gerente de División de Asuntos Institucionales; señor Felipe Lozano, Gerente de Comunicaciones, y señor Fernando Coulon, profesional de la Gerencia de Informática.
Conforme a estas sesiones especiales, inicialmente se da la palabra a la señora Presidenta del Consejo del Banco Central, y posteriormente el señor Presidente otorga la palabra a las Senadoras y los Senadores que quieran intervenir de acuerdo a los tiempos distribuidos para los Comités en la hora de Incidentes.
Es todo, señor Presidente.


El señor ELIZALDE (Presidente).- Tal como se ha informado, esta sesión especial con el Consejo del Banco Central es para que se presente al Senado la evaluación del avance de las políticas y programas del año en curso, como asimismo el informe de las proposiciones para el año calendario siguiente, según lo dispuesto en el artículo 80 de la ley N° 18.840, Orgánica Constitucional del Banco Central de Chile.
Para iniciar las intervenciones, le vamos a dar la palabra a la Presidenta del Consejo del Banco Central, señora Rossana Costa.

La señora COSTA (Presidenta del Banco Central).- Muchas gracias.
Señor Presidente del Senado, señor Álvaro Elizalde; Honorables Senadoras y Senadores, en nombre del Consejo del Banco Central de Chile agradezco la invitación para presentar el Informe de Política Monetaria que, de acuerdo a la Ley Orgánica Constitucional del Banco Central de Chile, corresponde a nuestra cuenta anual ante el Senado.
En cumplimiento de esta obligación, en lo que sigue entregaré nuestra visión de los hechos macroeconómicos y financieros recientes de la economía chilena e internacional, así como sus perspectivas e implicancias para la conducción de la política monetaria, según el contenido de este Informe de Política Monetaria, de septiembre de 2022.
Como es habitual, en esta fecha del año el Informe contiene una revisión más detallada del balance institucional, una reseña de las principales decisiones adoptadas por el Consejo en lo que va de 2022 e información sobre la administración de las reservas internacionales.
Hace tan solo tres días, la ciudadanía rechazó la propuesta de Nueva Constitución Política, elaborada por la Convención Constitucional. Ha sido un proceso largo e intenso que nos ha permitido a todos pensar detenidamente en Chile y cómo cada uno de nosotros puede aportar a su desarrollo y al bienestar de sus habitantes.
En lo que respecta al Banco Central, y tal como lo hemos hecho en ocasiones anteriores, valoramos el reconocimiento transversal manifestado durante este proceso en torno a su autonomía, sus objetivos y funciones y su carácter eminentemente técnico. El compromiso de todos quienes somos parte de esta institución ha sido y seguirá siendo contribuir al bienestar de nuestro país, cumpliendo con los objetivos de velar por la estabilidad de los precios y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos.
Durante este debate surgieron temas relevantes, como el empleo y la estabilidad financiera, temas que han estado presentes siempre en nuestras decisiones; pero consideramos que es pertinente ser más explícitos sobre cómo inciden en ellas.
Creo importante mencionar en este punto que el desarrollo del proceso de planificación estratégica del Banco para el período 2023-2027, en el que ya estamos trabajando, nos dará un marco adecuado para abordar esta tarea y otros desafíos de mediano plazo.
Ejemplos de este avance son temas ambientales, medios de pago, la compilación de estadísticas regionales y con perspectivas de género, que permitirán disponer de más información de base para el desarrollo de políticas públicas orientadas a superar las brechas y barreras existentes.
Es evidente que el resultado del plebiscito no pone fin al debate sobre el marco institucional de Chile. Diversos sectores políticos han remarcado la necesidad de dar continuidad al proceso con el propósito de construir un texto que logre sintonizar con la voluntad de las grandes mayorías.
Desde el punto de vista de la economía, la experiencia pasada nos enseña que todos estos procesos conllevan un grado de incertidumbre que si no logran ser atenuados pueden afectar negativamente la inflación, el crecimiento y la estabilidad de los mercados financieros.
De nuestra parte, mantenemos la plena disponibilidad para continuar colaborando, como corresponde, en lo que las autoridades nos soliciten, como lo hicimos en el proceso que acaba de finalizar, siempre dentro de los límites que nos imponen el ordenamiento jurídico y el carácter autónomo y técnico de nuestra institución.
Paso, entonces, al contenido del Informe de Política Monetaria.
INFORME DE POLÍTICA MONETARIA
Permítanme ahora detallar el contenido y las proyecciones de nuestro Informe del mes de septiembre.
Debo partir resaltando que la inflación ha seguido aumentando. El último dato de que disponemos, el del mes de julio, nos indica que su variación anual superó el 13 por ciento. En los últimos meses continuaron destacando aumentos de precios de los alimentos, volátiles y no volátiles, que explicaron casi un tercio de la inflación anual al mes de julio.
La inflación subyacente, es decir, la inflación que no incluye los volátiles, subió hasta 10 por ciento anual, donde resaltó la mayor contribución de los servicios y los alimentos no volátiles.
El alza de la inflación total nuevamente superó lo previsto. Tal como en junio,... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa)... la sorpresa se concentró en los precios volátiles y los alimentos no volátiles.
En el gráfico que ustedes tienen en pantalla están los indicadores de la inflación. A mano izquierda se puede observar la evolución del IPC total, el IPC de los componentes volátiles y el IPC que excluye los componentes volátiles, y vemos una tendencia al alza muy empinada para todos los componentes de la inflación. A mano derecha se descompone el componente de los no volátiles, que contiene de mejor manera las presiones internas de la economía, entre el componente de bienes no volátiles, excluyendo alimentos, y el de servicios no volátiles. También se destaca que en todos los agregados que integran el componente del IPC hay una tendencia ascendente bien inclinada hacia arriba.
El alza del IPC se da en un contexto en que las expectativas de inflación han aumentado. Las fuentes de información muestran que la inflación esperada a corto plazo ha subido de forma importante. A dos años plazo, las encuestas tanto a expertos como a empresas continúan previendo que la inflación se ubicará por sobre 3 por ciento anual a ese horizonte, con valores que también han aumentado en los últimos meses.
Esto también ha incidido en cambios más frecuentes de precios por parte de las empresas, en respuesta al alza de la demanda y los costos en los últimos dos años.
En el gráfico que ahora tienen en pantalla están las expectativas de inflación de tres encuestas que nosotros publicamos. En el gráfico de la izquierda vemos a un año plazo, y a dos años plazos, en el de la derecha, la evolución de qué esperan para la inflación a uno y dos años los operadores financieros (línea azul); los economistas (línea naranja), y también aparece una encuesta a empresas que realiza el Banco Central (línea roja), que es una encuesta más corta y que partió en octubre del año pasado.
Vemos que en todos los casos y en ambos plazos las expectativas de inflación están por sobre la meta.
En cuanto a la actividad, los datos del segundo trimestre e inicios del tercero indican que la economía continuó en el proceso de ajuste tras los fuertes desequilibrios acumulados en el año 2021. En el segundo trimestre, excluyendo la minería, la actividad tuvo un retroceso de 0,5 por ciento trimestral en su serie desestacionalizada. Dicha caída se extendió a julio, donde esa parte de la actividad cayó 1,1 por ciento respecto del mes previo, también descontando la estacionalidad, ciertamente. Por sectores, destacó el descenso del comercio, el que fue compensado parcialmente con el alza de algunas actividades de servicios.
En el gráfico tenemos la evolución del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), que tiene base 2019=100. Podemos comparar cómo en la línea naranja-cafesosa el crecimiento del comercio responde rápidamente después de la caída de la pandemia; sigue creciendo en forma vertiginosa en la segunda parte del 2021, e inicia un ajuste a la baja; sin embargo, todavía se encuentra sobre niveles muy altos en relación a la partida. Vemos también un ajuste más suave, pero ya iniciado, en sectores de servicios y en industria. En la línea azul está el componente del producto total y su evolución en el tiempo. Se aprecia que hay indicios más claros de un ajuste ya comenzado por el lado de la actividad.
El consumo privado siguió reduciéndose desde los elevados niveles que mostró en el año 2021. En el segundo trimestre, descontada la estacionalidad, el consumo privado tuvo una caída de 2,4 por ciento trimestral, algo mayor que la prevista. El retroceso se concentró en los bienes, especialmente en los bienes durables, coincidiendo con la fuerte depreciación del tipo de cambio real (TCR) y una significativa acumulación de existencias. De hecho, tanto las expectativas empresariales medidas por el IMCE como la información recogida en el Informe de Percepciones de Negocios (IPN) de agosto apuntan a que en los últimos meses los inventarios han aumentado más que lo esperado.
En el gráfico podemos ver el consumo privado, el aumento importante y la caída más significativa de los bienes durables. Pero observamos también ya un ajuste en el consumo privado bastante claro en los demás componentes, en los bienes no durables (línea verde), y en servicios hay una tendencia más estable.
La trayectoria de ajuste del consumo se da en un contexto en que los salarios reales continúan contrayéndose, se ha ralentizado la creación de empleo y se ha ido agotando la liquidez remanente de las medidas de estímulo de 2021. Entre abril y julio el empleo a nivel agregado tuvo un escaso incremento. Por categorías, se observó una caída de los trabajadores asalariados, lo que contrasta con el aumento de los empleadores y los trabajadores por cuenta propia. Sectorialmente, la mayor parte de la creación de empleo se concentró en las actividades relacionadas con los servicios, la construcción y la industria, contrarrestada por el comercio y el resto de las ramas económicas. Con todo, la tasa de desempleo se mantuvo bajo sus promedios de las últimas dos décadas, ubicándose en 7,9 por ciento en julio.
La ralentización en la creación de empleo se da en un contexto en que la demanda laboral ha ido reduciéndose. El indicador de avisos laborales de internet que calcula el Banco Central viene registrando caídas mes a mes desde marzo, a la vez que las expectativas de los empresarios, medidas por el IMCE, respecto del empleo a tres meses han continuado deteriorándose y siguen en terreno pesimista. Según la Encuesta de Percepciones de Negocios (EPN) de agosto, el 30 por ciento de las empresas espera que dentro de doce meses la dotación sea menor que la actual y que solo un 15 por ciento sea mayor. Con todo, como se desprende de los resultados del Informe de Percepciones de Negocios de agosto, se ha reducido la dificultad para encontrar mano de obra por parte de las empresas, hecho en que la menor demanda parece tener un rol relevante.
Por su parte, la oferta de trabajo ha frenado su recuperación. La evolución de la tasa de participación muestra un estancamiento en los últimos meses, ubicándose todavía por debajo de su nivel previo a la pandemia, manteniendo el rezago respecto de otras economías, como se muestra en uno de los recuadros de este informe. Esto se vincula principalmente al retraso en la recuperación del empleo en trabajadores menores de veinticinco años y los mayores de cincuenta y cuatro años, en un contexto en que las mujeres continúan teniendo tasas de participación bastante por debajo de los hombres (49,9 por ciento versus 70,1 por ciento). De acuerdo con información del INE, dentro de los motivos de no participación continúan destacando las responsabilidades familiares y personales, estar cursando estudios y la jubilación.
Lo que vemos en el gráfico que ustedes tienen a la vista es la evolución del empleo, la diferencia en el empleo respecto de enero de 2020. Podemos observar la recuperación en lindas columnas azules, que están por sobre el eje, en positivo, para los empleos asalariados formales. También vemos muy recientemente un nivel algo más alto para el empleo por cuenta propia, y todavía bastante por debajo respecto de enero de 2020, el resto de las categorías. A la derecha se puede apreciar la evolución de los avisos laborales y las postulaciones de los trabajadores a través de laborum.com. En la línea azul está el número de vacantes, las que aumentaron significativamente hacia comienzos de este año, serie que empieza a volver a niveles históricos en adelante. En la línea roja está el número de las postulaciones a través de trabajando.com y laborum.com, que son fuentes de datos oficiales de un indicador que construyen el Observatorio Laboral del Sence y la Universidad de Chile. Se observa cómo el número de postulaciones cae bastante y tiene un leve repunte en los datos más actuales.
La formación bruta de capital fijo (FBCF) continuó reduciéndose, en un escenario donde la incertidumbre es elevada y la confianza empresarial sigue deteriorándose. Descontada la estacionalidad, la formación bruta de capital retrocedió un 1 por ciento cuando se compara su nivel del primer y el segundo trimestre, caída que se da tras un retroceso de 7 por ciento en el primer trimestre. En todo caso, este desempeño fue algo mejor que lo previsto, incidido por algunos proyectos de inversión de mayor tamaño.
Por componentes, destacó la marcada caída de maquinaria y equipos.
La confianza empresarial ha continuado con la tendencia decreciente que presenta desde comienzos de año, en especial en el sector construcción. Esto coincide con niveles de incertidumbre económica que prosiguen altos en comparación histórica, condiciones de acceso al crédito más restrictivas y altos niveles de tasas de interés de largo plazo.
En el gráfico 6 se puede observar el indicador de confianza empresarial para los sectores de comercio, industria, construcción y para el agregado de la línea roja, todos declinantes desde antes de comienzo de este año. Y podemos ver niveles de incertidumbre, medidos a través del Depuc, en niveles todavía bastante altos. Eso está en el gráfico de la derecha, en la línea azul.
Pese a la reducción del consumo y la debilidad de la inversión, el déficit de la cuenta corriente, acumulado en doce meses, aumentó en el segundo trimestre, reflejando aún la magnitud de los desequilibrios de 2021, a lo que luego se unieron un deterioro de los términos de intercambio y altos costos de transporte.
En el año móvil terminado en el segundo trimestre de 2022, la cuenta corriente acumuló un déficit de 8,5 por ciento del producto, cifra en que el desbalance ahorro-gasto del Gobierno tuvo un rol preponderante, fruto de medidas de apoyo a los ingresos que se adoptaron durante 2021.
Los hogares también mostraron un desbalance significativo por la liquidación de ahorros que implicaron los retiros de fondos previsionales para financiar mayores niveles de consumo privado.
Si bien la relevancia de estos fenómenos ha ido en retirada, esto solo comenzará a ser visible en la cuenta corriente en la segunda mitad de este año.
En el gráfico que ustedes tienen a la vista está la cuenta corriente por sectores.
Se observa en amarillo cómo el ahorro de los hogares tuvo un aumento a principios de la pandemia, en que los hogares acumularon un ahorro mayor al que venían experimentando usualmente, y esto empieza a desahorrar para llegar a niveles prácticamente de cero en las últimas cifras del segundo trimestre de este año. Vemos cómo los desahorros del Gobierno han aumentado para financiar el Presupuesto. Y vemos en azul el sector empresas, que ha pasado a tener ahorros positivos durante el año 2021 y empieza nuevamente a desahorrar durante 2022.
En lo externo, el fuerte aumento de la inflación y la respuesta de los bancos centrales han llevado a condiciones financieras más restrictivas. Ello ha reducido las perspectivas de crecimiento mundial y ha aumentado el riesgo de una recesión global en 2023.
En varias economías se han alcanzado registros de inflación no vistos en varias décadas. Ante la mayor persistencia y las elevadas expectativas de inflación, la gran mayoría de los bancos centrales han continuado y/o acelerado la subida de sus tasas de interés, donde destaca la sorpresiva magnitud de las alzas y el mensaje más restrictivo de la Reserva Federal.
El empeoramiento de las condiciones financieras ha comenzado a impactar la actividad y las expectativas de distintos agentes, a lo que se ha sumado la incertidumbre en torno al desarrollo de la guerra entre Rusia y Ucrania, los problemas de suministro de gas en Europa y la debilidad de la economía china y su sector inmobiliario.
En el gráfico 8 vemos cuáles son las perspectivas de crecimiento y cómo han ido evolucionando para el año 2022 -en el gráfico de más a la izquierda-. Para todas las zonas, Estados Unidos, la eurozona -en rojo-, América Latina y China, que se mide por el eje de la derecha, hay una evolución hacia el pesimismo en las proyecciones de crecimiento para el presente año, con la única excepción de América Latina, que hacia final de año se ve parcialmente favorecida con precios de materias primas, pero que hacia el 2023 mantiene unas proyecciones que van declinando a través del tiempo.
Hacia 2023 esa trayectoria es declinante para todos los países, nuevamente, salvo el caso de China, que se mide en el eje de la derecha y en que el efecto es bastante marginal. Obedece, en buena medida, a la declinación que se está viendo en el año base.
En el gráfico de la derecha se considera un indicador que trata de medir la probabilidad de recesión a doce meses en los países desarrollados, y vemos cómo, en lo más reciente, esta probabilidad ha ido aumentando de la mano de este estrechamiento de las condiciones financieras a las que se hacía referencia.
Los precios de las materias primas han caído de forma generalizada, influidos principalmente por la menor demanda esperada y la apreciación del dólar.
Comparado con los niveles vigentes al cierre del Informe de junio, los precios del petróleo y del cobre han bajado entre 15 y 20 por ciento. Por el contrario, el precio del litio ha continuado elevado, motivado por una fuerte demanda vinculada a la producción de vehículos eléctricos ante una limitada capacidad de respuesta por el lado de la oferta.
Los precios de los alimentos también han registrado caídas, aunque en este caso se ha sumado con mayor fuerza el impacto de factores de oferta, incluido el acuerdo entre Rusia y Ucrania para retomar la exportación de granos y las mejores perspectivas de producción en algunos países relevantes.
Por su parte, las cadenas de suministro global han mostrado cierta normalización, con costos de fletes que se han ido reduciendo. Si bien los cuellos de botella se han ido solucionando, persiste el riesgo de nuevas cuarentenas dada la política de cero COVID en China. En este contexto, las presiones de costos externos siguen siendo importantes.
En el gráfico que ustedes tienen a la vista está el "Índice de presiones sobre las cadenas de suministro mundiales". Estas son desviaciones estándar respecto al promedio histórico y se ve cómo, después de haber llegado a niveles bastante altos, hay una tendencia a la baja que mitiga parte del aumento previo. Y a la derecha vemos la evolución de los precios de las materias primas, que tiene una evolución similar. Después de haber tenido un incremento importante, este se ha mitigado con las caídas más recientes, que han sido significativas.
Los mercados financieros globales han reaccionado a este escenario mostrando una elevada volatilidad en los últimos meses. Las dudas sobre la trayectoria de la política monetaria de la Reserva Federal y sus potenciales efectos han sido una de las principales fuentes de fluctuaciones financieras. Así, ha aumentado la sensibilidad de los mercados respecto de datos o declaraciones de autoridades, observándose episodios de alta volatilidad y una fluctuante aversión al riesgo.
Respecto del cierre del Informe pasado, se aprecian alzas de las tasas de interés, caídas en los mercados bursátiles y un fortalecimiento global del dólar a niveles no vistos en veinte años.
Estos movimientos son coherentes con el endurecimiento del tono de la Reserva Federal respecto de los esfuerzos de política monetaria necesarios para reducir la elevada inflación.
En el mercado financiero nacional, el tipo de cambio, las tasas de interés y el premio por riesgo han mostrado una volatilidad que va más allá de lo que se observa en otras economías. Resalta la paridad peso-dólar, que hacia mediados de julio tuvo fluctuaciones inusualmente altas, con una marcada divergencia respecto de sus determinantes externos, lo que provocó distorsiones en el funcionamiento de los mercados y llevó a que el Banco Central anunciara un programa de intervención. Tras ese anuncio, las tensiones en el proceso de formación de precios en el mercado cambiario se redujeron, observándose un descenso de la volatilidad y del tipo de cambio. De todas formas, comparado con el cierre estadístico del Informe previo, el peso se depreció en términos nominales y reales.
En la lámina podemos ver la evolución de las monedas, las tasas de interés de bonos a diez años, nominales, y los premios por riesgo país medidos a través del CDS a cinco años.
Chile aparece en rojo en todos los gráficos y se compara con América Latina, la eurozona y Estados Unidos.
Vemos la alta volatilidad que ha experimentado la moneda y cómo ha tenido y se mantiene con depreciaciones altas en términos comparativos.
También se aprecia la fluctuación de las tasas y un comportamiento desacoplado en el último tiempo: mientras las tasas en el exterior están aumentando en las zonas, en lo más reciente nuestra tasa ha tenido una evolución distinta.
Y vemos en los premios por riesgo un aumento sistemático y un escalamiento del riesgo con que se percibe a nuestro país.
Proyecciones
El escenario central no considera un efecto específico en la economía por el resultado del plebiscito. En él se supone que la incertidumbre irá reduciéndose gradualmente en los próximos trimestres, en medio de un proceso donde los cambios institucionales continúan, permitiendo un funcionamiento adecuado de las instituciones y de la economía.
En el escenario central se estima que la inflación total está cercana a alcanzar su nivel máximo en este ciclo, lo que se sigue previendo ocurrirá en el tercer trimestre de este año. En lo venidero, los precios comenzarán a mostrar ritmos de aumento menores a los de los meses previos, con lo que la inflación anual comenzará a reducirse paulatinamente.
La proyección de inflación para fines de 2022 y para 2023 se corrige al alza respecto del IPoM previo, producto de la depreciación adicional del peso y una mayor persistencia inflacionaria. Este año cerrará en torno al 12 por ciento, cerca de 2 puntos porcentuales por sobre lo previsto en el mes de junio. Las sorpresas acumuladas en los precios volátiles y la depreciación reciente del peso explican buena parte de esta corrección.
Para 2023, en promedio, la inflación proyectada es de cerca de 1 punto porcentual más alta que lo considerado en el Informe de Política Monetaria de junio, reflejando un tipo de cambio real que se ubica entre 3 y 4 por ciento por sobre el nivel promedio del segundo trimestre. Además, se supone que este permanecerá en niveles más depreciados a lo largo de todo el horizonte de proyección, finalizando dicho período por sobre su promedio de los últimos quince o veinte años.
Al mismo tiempo, la proyección considera mayores efectos de segunda vuelta e indexación, reflejo de la mencionada mayor persistencia inflacionaria. Los niveles actuales y la evolución anticipada del tipo de cambio son factores importantes detrás de la corrección de las proyecciones de inflación en el horizonte de política, que más que compensa a la reducción de precios internacionales de combustibles, alimentos y otras materias primas.
El escenario central considera que la inflación convergerá a la meta de 3 por ciento dentro del horizonte de política monetaria de dos años. En la proyección, la inflación anual del IPC culminará 2023 en torno a 3,5 por ciento, llegando a 3 por ciento hacia el tercer trimestre de 2024. La inflación subyacente, es decir, sin volátiles, tendrá una convergencia más lenta hacia 3 por ciento, producto de la fuerte persistencia ya señalada y de un tipo de cambio real más alto. Esta mayor persistencia inflacionaria requiere una política monetaria más contractiva -en términos nominales y reales- que la anticipada en el IPoM anterior, como se resume en el nuevo corredor de la tasa de política monetaria para el presente informe.
En el gráfico ustedes pueden observar en azul el índice de precios total. Y la inflación subyacente, excluyendo volátiles, corresponde a la línea roja. Sube más el índice total de la mano de precios volátiles, los mismos que en la medida que van cayendo van a acelerar la caída de ese índice respecto del comportamiento del índice sin precios volátiles, que tiene una bajada más suave, como consecuencia de que este índice requiere una mayor presión por el lado del gasto interno.
En gran medida, la convergencia de la inflación a la meta de 3 por ciento en dos años se basa en el supuesto de que la economía continuará ajustando los significativos desequilibrios que acumuló en 2021. En nuestro escenario central, la economía crecerá por debajo de su potencial por varios trimestres, con lo que la brecha seguirá reduciéndose y se ubicará en niveles negativos a partir de fines de este año. En este escenario, el PIB tendrá una variación anual de entre 1,75 y 2,25 por ciento en 2022, de entre -1,5 y -0,5 por ciento en 2023 y de entre 2,25 y 3,25 por ciento en 2024. Para este trienio, la proyección contempla una trayectoria del gasto fiscal coherente con lo reportado en el último Informe de Finanzas Públicas.
La proyección de la actividad considera que el consumo privado seguirá ajustándose, resultado que en parte importante se deriva del fin de las abultadas medidas de apoyo a los ingresos adoptadas en 2021, así como de la restrictividad de la política monetaria. En la inversión, se anticipa un débil desempeño durante lo que queda de 2022 y todo 2023, reflejo de condiciones financieras menos favorables, un mayor pesimismo de las empresas, un tipo de cambio real más elevado y una incertidumbre que desciende, pero lentamente.
En este cuadro quisiera destacar solo la evolución del PIB, que acabo de leer; la formación bruta de capital fijo, -3,3, -5,1 y 2,8 en 2022, 2023 y 2024, respectivamente; consumo privado en 1,4, -5,8 y 2,4 en los mismos tres años.
El déficit de cuenta corriente tendrá un descenso en los próximos trimestres, acorde con la continuación del ajuste del gasto en transables y un equilibrio ahorro-inversión mucho más favorable que en el año 2021. La no repetición de las medidas de estímulo a los ingresos hará que el ahorro tanto público como de los hogares mejore drásticamente respecto de lo observado el año anterior, con lo que el déficit de la cuenta corriente tendrá una caída importante a partir del segundo semestre de este año. En esto colaborarán también las mayores tasas de interés, el elevado nivel del tipo de cambio y la reducción de los costos de transporte internacionales. Para fines de 2022 se reducirá en más de 2 puntos porcentuales del PIB -acumulando 6,3 por ciento en el año- y hacia 2023 se ubicará entre 3 y 4 por ciento del producto. Medido a precios de tendencia, la reducción del déficit también será rápida y significativa: desde cerca de 9 por ciento en 2021 a cerca de 3 por ciento en 2023.
En el gráfico podemos ver la evolución de las brechas de producto. Como señalamos en el texto, vemos una brecha muy significativa que genera los desbalances mencionados en el 2021 y cómo este se cierra y llegamos a brechas negativas a partir del cuarto trimestre de este año, las que se mantienen a lo largo del período.
En el gráfico de la derecha figura la cuenta corriente, donde está el balance de ahorro e inversión del sector privado, del Gobierno y también la parte que es financiada con ahorro externo. El ahorro privado corresponde a las columnas grises: vemos cómo crece -consecuente con el gráfico que vimos antes- en 2020 y 2021 y cae en los años siguientes. Vemos caer el ahorro del Gobierno en los años 2020 y 2021 y se suma por el lado del ahorro en lo más reciente, consecuente con la política que se está incorporando en nuestras proyecciones. Y observamos cómo el déficit de cuenta corriente, el ahorro externo que cubre la diferencia de las necesidades de inversión, en la línea amarilla, tiene un correlato con el déficit de la línea abajo de la cuenta corriente.
El impulso externo que recibirá la economía chilena se reducirá principalmente por condiciones financieras y términos de intercambio menos favorables, junto con una menor demanda mundial. El escenario central anticipa que la política monetaria de la FED llegará a niveles algo más contractivos y más duraderos que lo comunicado por dicha institución en los FED dots de junio, lo que redundará en condiciones financieras más estrechas a nivel internacional por un tiempo prolongado. Este es el principal factor detrás del crecimiento anticipado para los socios comerciales, que se ubicará en torno a 2,6 por ciento este año y el próximo. El precio del cobre también será menor que lo proyectado previamente, llegando a un promedio en torno a los 3,5 dólares la libra para el próximo año (3,7 es lo que decía el Informe de junio).
En el siguiente gráfico podemos ver cómo han ido evolucionando las proyecciones contenidas en los últimos IPoM a través del tiempo para el año 2022 y 2023. Y a la derecha vemos cómo la línea verde, que refleja el Informe de septiembre, pasa por debajo de la línea roja, que refleja los supuestos contenidos en el Informe de junio.
Esta proyección, que ustedes están viendo, no considera cambios en los parámetros estructurales. La economía chilena ha estado sujeta a shocks significativos en el último par de años y los niveles de incertidumbre sobre sus alcances de mediano plazo son muy significativos. Esto ha hecho complejo evaluar sus implicancias para la estimación de estos parámetros estructurales. De todas formas, considerando incluso el nivel de incertidumbre, la evaluación de dichos parámetros se hará en el Informe del mes de diciembre próximo.
Tras la decisión de la reunión de septiembre, la tasa de política monetaria se ubica en torno al nivel máximo que considera necesario el escenario central de este IPoM.
Los próximos movimientos de la tasa dependerán de la evolución del escenario macroeconómico y de sus implicancias para la convergencia de la inflación a la meta.
El Consejo permanecerá especialmente atento a los riesgos al alza para la inflación, tanto por el elevado nivel que esta ha alcanzado como por el hecho de que las expectativas de inflación a dos años plazo siguen por sobre el 3 por ciento.
En este gráfico, la parte alta del corredor de la tasa de política monetaria refleja escenarios de sensibilidad en que el problema inflacionario mundial hace necesaria una reacción más agresiva de la política monetaria a nivel global, particularmente de la reserva federal. En un evento como este se observaría un fuerte deterioro de las condiciones financieras y del crecimiento mundial, con descensos marcados de los precios de las materias primas y una apreciación mayor del dólar.
En un escenario donde la inflación interna y las expectativas permanecen elevadas, la depreciación adicional del peso haría necesaria una respuesta de la política monetaria más restrictiva que la del escenario central. Lo mismo ocurrirá si, independiente de las presiones de costos del escenario externo, la dinámica inflacionaria local es más persistente producto de las elevadas expectativas inflacionarias de mediano plazo de hogares y empresas.
La parte baja del corredor de la tasa de política monetaria da cuenta de escenarios donde las presiones inflacionarias se reducen más rápido. Esto podría ocurrir si la contracción de la actividad y la demanda son más intensas, producto de un ajuste más rápido del consumo privado y/o una mayor debilidad de la inversión, lo que también afectaría negativamente el desempeño del mercado laboral.
Tampoco puede descartarse que en el escenario externo se observe una reducción de las presiones de costos globales y una inflación que ceda a la mayoría de las economías, incluido Chile. En este caso, la respuesta de política monetaria por parte de la reserva federal sería menos restrictiva que en el escenario central, lo que daría paso a mejores condiciones financieras, un dólar menos apreciado a nivel global y menos presiones inflacionarias externas.
En la gráfica está el corredor: la zona azul indica el área por el cual se puede converger con distintas trayectorias de tasas de política monetaria hacia la meta de inflación, y la línea punteada indica cuál era el corredor que había en el informe anterior. Y por las causas señaladas, por la mayor inflación que estamos proyectando hacia adelante, se requiere un esfuerzo mayor, lo que hace desplazar el corredor como se ve en el gráfico.
Las proyecciones del escenario central consideran que el ritmo de alza de los precios descenderá en los próximos meses y la inflación anual comenzará a bajar. No obstante, el riesgo de observar un fenómeno inflacionario mucho más persistente es una preocupación para el Consejo. De concretarse, podría llevar a una restrictividad monetaria mayor por fuera del límite superior del corredor que ustedes están viendo en pantalla.
Este riesgo es especialmente relevante en un contexto donde la inflación ha sorprendido al alza por varios trimestres y las expectativas inflacionarias permanecen sobre 3 por ciento a dos años plazo.
Recuperar rápidamente los equilibrios macroeconómicos ayudará a reducir este riesgo, al mismo tiempo que permitirá que la economía chilena pueda enfrentar adecuadamente un mayor deterioro del escenario externo.
Como reflexión final quisiera señalar un par de comentarios adicionales.
Nuestro país se enfrenta a múltiples e importantes desafíos. Uno de los más relevantes desde el punto de vista macroeconómico es reducir la inflación, un problema que nos está afectando a todos con fuerza.
Durante más de dos décadas la inflación no fue un tema de preocupación pública, y ya había generaciones a las que les pudo parecer un asunto desconocido. Pero en los últimos trimestres se ha vuelto un tema complejo, que está en el corazón de nuestra responsabilidad como institución. Por ello, debemos hacer uso de todas las herramientas que tengamos disponibles para hacer que retorne a niveles de 3 por ciento, sin que ello signifique, por cierto, agregar costos innecesarios.
Quiero ser especialmente tajante en decirlo: "En esto no existen soluciones fáciles".
Llevar la inflación de nuevo a niveles que no afecten seriamente a la población, especialmente a la más vulnerable, pasa necesariamente por restablecer equilibrios macroeconómicos y, en este caso, lo que se requiere es una reducción del nivel de actividad y de la demanda.
La política monetaria continuará contribuyendo a que este necesario ajuste ocurra de manera eficiente y ordenada. La coordinación de las políticas macroeconómicas es esencial para este propósito, y en este sentido la contribución de la política fiscal ha sido muy importante.
Con la decisión de tasa que tomamos en la reunión de Política Monetaria de ayer hemos llegado a un nivel que está en torno al máximo que considera el escenario central de este Informe. Es un nivel elevado, pero acorde con las cifras que ha alcanzado la inflación y con los desafíos que enfrentamos para resolver este problema.
Durante los últimos meses la inflación no solo ha sido alta, sino que las expectativas a dos años continúan por sobre el objetivo de 3 por ciento. Este desalineamiento es preocupante porque al aumentar la persistencia del fenómeno inflacionario se hace más difícil y costosa la estabilización de los precios. De ahí la necesidad de avanzar con decisión a fin de prevenir la intensificación de este problema que, como sabemos, genera grandes costos para la población. No actuar oportunamente solo contribuirá a aumentar la intensidad y duración del problema, haciendo más costosa su solución.
Por cierto, las acciones que el Banco Central deba tomar para asegurar su convergencia a 3 por ciento en dos años dependen significativamente de lo que suceda con las políticas con impacto macroeconómico.
El proceso de consolidación fiscal en curso es una pieza clave en el camino de reestablecer estos equilibrios. De hecho, el escenario base de este Informe asume que la trayectoria futura del gasto fiscal será la delineada en el último informe de finanzas públicas, documento que propone una reducción del déficit estructural a -0,3 en 2026, y que no se repetirán políticas de estímulo a la demanda como las observadas en 2020 y 2021.
El Banco Central es responsable de mantener inflaciones bajas y estables, pero hacerlo de manera eficiente y minimizando los costos requiere que las distintas políticas actúen coordinadamente.
Si las proyecciones presentadas en este Informe se cumplen, la inflación estaría acercándose a un punto de inflexión. El ritmo de alza de precios descenderá en los próximos meses y la inflación anual comenzará a bajar.
No obstante, en un contexto donde la inflación ha resultado ser mayor a la esperada; donde las expectativas inflacionarias permanecen sobre la meta; donde el peso muestra una debilidad mayor a la normal; donde el problema inflacionario global se ha ido complejizando y hay dudas respecto de cómo las políticas destinadas a enfrentarlo afectarán a la evolución de la economía global y a los mercados financieros, se debe reconocer que el riesgo de observar un fenómeno inflacionario más persistente es nuestra primera preocupación. La política monetaria seguirá atenta a estos desarrollos y, como mencioné hace unos momentos, los movimientos futuros de la tasa de política monetaria dependerán de ellos.
Resolver con urgencia el problema inflacionario no implica que dejemos de lado los desafíos de mediano plazo. Transcurridos más de dos años del inicio de la pandemia y casi tres desde el estallido social de octubre de 2019, nuestra economía ha enfrentado una serie de eventos que han puesto a prueba la efectividad de nuestro marco de políticas económicas y la capacidad de reacción de las autoridades.
Además de los efectos inflacionarios, algunas de las medidas adoptadas para enfrentar los efectos de la pandemia generaron costos significativos en el mercado financiero local. Los retiros de fondos previsionales redujeron el tamaño de los ahorros de largo plazo y es posible que también la capacidad de reacción de la economía a shocks externos, especialmente en condiciones de alta incertidumbre. Por ello, el fortalecimiento de los mercados financieros debe ser un punto relevante en la agenda.
Por otra parte, la dificultad para resolver o acotar la discusión sobre algunos temas claves para la sociedad, muchos de los cuales dieron origen al proceso de cambio constitucional, ha contribuido a que la incertidumbre permanezca por sobre niveles históricos, lo que ha afectado a la economía en distintas formas. Por ejemplo, el bajo flujo de nuevos proyectos de inversión de envergadura, que según los catastros disponibles para el próximo quinquenio está en los menores niveles en varios años. Otro ejemplo es la reacción que tuvo en julio el mercado cambiario chileno frente al mensaje más restrictivo de la Reserva Federal. Por los impactos que se esperan de una mayor alza de tasas en Estados Unidos en la demanda mundial y el precio de las materias primas, en estos episodios suele observarse una mayor aversión al riesgo y la búsqueda de refugio en activos más seguros. El mercado chileno, como muchos otros, reaccionó en esa dirección, pero acá la respuesta tuvo una magnitud mucho mayor. De hecho, hubo momentos en que el mercado presentaba dificultades tales en su funcionamiento que requirió de una intervención cambiaria para estabilizarlo.
Reducir la incertidumbre es un proceso largo y complejo, pero posible. Es claro que el reciente plebiscito no implica poner término al desafío de tener un nuevo marco constitucional, sino que es la apertura de una nueva etapa. La tarea de los líderes será encauzar ese camino, con voluntad para acercar posiciones y con el logro de puntos de convergencia que estén en sintonía con lo que espera la sociedad.
De nuestra parte, y como señalé anteriormente, hemos iniciado un proceso para proyectar nuestro trabajo y la mejor forma de cumplir nuestros objetivos y funciones dentro de un escenario cambiante en lo económico, político y social. Este proceso está orientado a elaborar un plan estratégico para el período 2023-2027, que, partiendo de los grandes avances alcanzados en el plan aún vigente para el período 2018-2022, nos permitirá enfocarnos en los desafíos de hoy y del futuro.
En lo que viene, los focos del nuevo plan estratégico apuntarán a continuar construyendo confianzas en el ámbito técnico para contribuir al bienestar de la sociedad en términos de estabilidad financiera, evolución de los mercados, desarrollos tecnológicos e innovación, cambios en los sistemas de pago y desarrollo de negocios, y así evaluar adecuaciones al marco regulatorio.
También creemos que es muy importante preservar la estabilidad más allá de los desarrollos actuales de las nuevas tecnologías, logrando integrar a la regulación el riesgo sistémico de cada actividad y regular los desarrollos más riesgosos para el sistema.
Por supuesto, todo esto implica un desafío muy importante para la institución y quienes trabajamos en ella. Al centro debe seguir estando nuestra gente y nuestra credibilidad. Ello solo se nutre de la excelencia, la vocación de servicio, la acción ética y trasparente, el respeto a nuestra autonomía y la respuesta técnica al servicio del bienestar de nuestro país.
Honorables Senadoras y Senadores, estamos frente a un enorme desafío. Chile lleva ya mucho tiempo en una compleja situación económica, que está afectando a amplios sectores de la población y, en especial, a las personas de menores ingresos. No cabe duda de que ninguno de ustedes se encuentra cómodo en esta situación y, por cierto, nosotros en el Banco Central tampoco lo estamos. Con una inflación anual de 13 por ciento, llevamos más de un año subiendo tasas de interés en magnitudes significativas. No es para nada la situación en que quisiéramos encontrarnos y sigue siendo motivo de profunda preocupación y trabajo diario. Sin embargo, tenemos confianza en que las decisiones de política monetaria y su adecuación a los relevantes cambios en el entorno local e internacional, harán que la inflación comience a descender en el último trimestre del año, para retomar la meta de 3 por ciento dentro del horizonte de política de dos años. Tenemos un compromiso total y absoluto con la reducción, y estoy cierta de que vamos a lograrlo. Es lo que el país necesita y tenemos plena conciencia de que es la mejor contribución que podemos hacer al bienestar presente y futuro de todos los chilenos y chilenas.
Muchas gracias por su atención.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias, señora Presidenta.
Se ofrece la palabra.
Senador Coloma,...
Perdón, primero estaba el Senador Kuschel.

El señor KUSCHEL.- Gracias, señora Presidenta.
Quiero agradecer la exposición de la Presidenta del Banco Central.
Me pareció excelente; pero me preocupan de nuevo varios elementos en los que somos corresponsables como Congreso, especialmente como Senado, porque la Presidenta del Banco Central viene a informar aquí, a esta Corporación -hemos presentado un proyecto para que informe también a la Cámara-, porque muchas de las dificultades o una gran proporción de las dificultades que hoy estamos padeciendo se pudieron haber evitado, especialmente reduciendo o no generando los retiros de los fondos previsionales.
Aquí hay, como dice la gente en el campo, un problema de dosis y de sobredosis: La dosis te sana; pero la sobredosis, de cualquier remedio, te mata.
Echo de menos, como otras veces, información sobre la cantidad de dinero mensual que se emite, para saber qué proporción de dinero se está agregando cada vez a la economía, porque eso es lo que produce la inflación, que es el problema que nos está aquejando en este momento; en el fondo, para saber cuáles son los motivos de esa emisión, y cuáles son los motivos de una "des-emisión", porque entra y sale dinero de la economía.
Ya hemos visto que se entregaron al mercado 50 mil millones de dólares por los fondos previsionales, más 30 mil millones de apoyo desfocalizado a distintas personas, lo que genera un impacto potente en el dólar, y para compensar eso se pierden 25 mil millones de dólares de las reservas del Banco Central. O sea, hacemos un hoyo de casi 80 mil millones y después lo tapamos, pero con 25 mil. ¿Hasta dónde lo vamos a tapar? ¿Ese hoyo está creciendo por otras razones o realmente lo estamos controlando?
Después, el Banco Central se pone un parche antes de la herida, en la página 6 de su informe, cuando dice: "Esta proyección no considera cambios en los parámetros estructurales", etcétera, etcétera. Bueno, esa es la parte que más nos preocupa.
¿Cómo y cuándo vamos a retomar el ritmo de los proyectos de inversión pública y privada abandonados o suspendidos, postergados o eliminados, mencionados al final por la señora Presidenta?
Y lo que más me preocupa: ¿Cuál es el impacto de la deuda pública, sobre todo en pesos, en la evolución de la emisión, porque el 70 por ciento de la deuda pública de nuestro país está, más o menos, en pesos chilenos? Si es mucha la cantidad que hay que devolver, más se va a desvalorizar la moneda, más va a subir la inflación.
Entonces, yo creo que hay una relación, que no sé hasta qué punto es fuerte o no, entre la política fiscal y la política monetaria.
¿Cuál es esa relación?
Nosotros llevamos un déficit fiscal grande desde el 2014, ocho años. Ese es un aumento permanente durante ocho años de la deuda pública. Tenemos una caída de la inversión, una caída de la productividad desde el año 2010. Entonces, con este aumento de la deuda en dólares y en pesos, ¿cuál es la proyección del impacto de esta deuda en la emisión, en la cantidad de dinero, y, como consecuencia, en la inflación?
Me parece que son nocivos para la economía estos tirones y empujones de las decisiones que generamos las autoridades aquí, en el Congreso, en el Gobierno y en el mismo Banco Central.
La tasa del Banco Central se ha elevado a 10,75 -hubo un episodio en el Gobierno del Presidente Frei Ruiz-Tagle en que llegó a 14 por ciento-; esta cifra es muy alta. Bueno, la inflación está muy alta también.
Pero la inflación en Chile además está indexada en unidades de fomento y en dólares. No es, como nos dijo públicamente el Ministro de Economía, que la inflación no importa tanto o que incluso podría ser beneficiosa para las pequeñas y medianas empresas. No es así.
Lo que he visto todos estos meses en los informes es que, en la tasa de política monetaria, el corredor siempre se nos va desplazando y no llegamos a la meta de bajar. ¿Por qué? Porque se suman otros elementos que hacen que la cantidad de dinero no baje lo que debiera.
Esa es mi percepción. Y la información que solicito es: ¿por qué no baja? ¿Por qué permanentemente se desplaza el corredor?
Gracias, Presidenta.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias, Senador.
Tiene la palabra el Senador Coloma.

El señor COLOMA.- Muchas gracias, Presidenta.
En primer lugar, quiero agradecer al Banco Central porque una vez más nos ha dado un informe muy completo, aunque quizás uno de los más dramáticos del último tiempo, respecto de la situación económica en que nos encontramos.
Creo que un Banco Central autónomo y que tenga capacidad de análisis es vital en una democracia, para un sano sentido público, que honran a mi parecer con el compromiso instalado al hacer este planteamiento.
Así que quiero agradecerle. Pero también deseo quedarme con esa reflexión subyacente: probablemente este es uno de los informes más dramáticos de todos. Y el lenguaje que usó la Presidenta, en nombre del Consejo, particularmente al final, así lo plantea.
Es bien complejo estar hablando a esta altura de tasas de inflación del 13 por ciento. Este es el peor de los impuestos, porque afecta precisamente a toda la población.
Cuando uno mira las cifras y la proyección se pregunta cómo influyen en la calidad de vida de las personas y cómo influirán en el próximo año.
Porque este es el tema más complejo: nos hablan de un crecimiento con una variación anual de entre -1,5 y -0,5, sumado a una inflación que -por lo que entendí- la Presidenta dijo que eventualmente irá bajando, pero que va a estar en los dos dígitos. Entonces, debemos entender que tendremos una inflación de dos dígitos y un crecimiento negativo. Este escenario en la economía es bien complejo por el efecto que genera en las personas. Esa es mi primera reflexión.
Y la Presidenta -en eso tiene razón el Senador que me antecedió en el uso de la palabra- lo dijo en el lenguaje del Banco Central, pero también hay una responsabilidad pública de este Congreso por los retiros de los fondos. ¡Si al final nada es gratis! Este mensaje que se nos está entregando lo quiero asumir en toda su magnitud, porque creo que ese es el sentido de este tipo de debates.
Hechas estas reflexiones, y como sé que hay varias personas que desean intervenir, porque a diferencia de los otros IPoM que se entregan en la Comisión de Hacienda, este se hace en la Sala, voy a ser bien cuidadoso en el uso del tiempo.
Quiero hacer, adicionalmente, tres preguntas.
Una, que es inevitable, respecto de la inflación. Ayer fue publicado que en la reunión del Consejo hubo posiciones distintas sobre la tasa que se fijará hacia delante. Algunos consejeros plantearon un poco más y otros un poco menos -voy a decirlo de esa manera-, pero se generó un acuerdo.
Bueno, me gustaría saber más sobre los argumentos de cada cual para proponer el nivel un poco más arriba o más abajo. Es cierto que al final no es una diferencia gigantesca, pero para nosotros es interesante saber dónde estuvo la línea de argumentación respecto de la tasa. Porque la Presidenta lo dijo: "Esta es la tasa más alta". Estamos en los rangos más altos de lo que pudiera haber ocurrido, pero con esa tasa altísima incluso, ¡incluso!, algunos consejeros plantearon que debía ser un poco más alta y otros un poco menos. Y eso es interesante para nosotros.
La segunda pregunta respecto de inflación es una que yo sé que a los integrantes de los bancos centrales les cuesta contestar, porque tienen una función, pero yo anoté, Presidenta, que usted dijo que había que hacer todos los esfuerzos posibles -¡todos!, lo dijo dos veces-, para frenar la inflación y actuar en forma coordinada.
¿Por qué le digo esto? Porque me gustaría saber qué perspectiva de gasto fiscal es coherente con que la inflación vuelva a 3 por ciento. Es muy importante para nosotros saberlo, porque lo que ustedes están haciendo es situar sus políticas al máximo, pero también nos dicen que no basta con el Banco Central, porque hay otras decisiones que influyen en la inflación. Y, probablemente, una de las más decisivas es el gasto fiscal.
Entonces, estamos en septiembre; el Presupuesto ingresa al Congreso este mes y debemos tener un cierto marco. Sé que hay autonomía, que son distintos organismos, pero creo que existe cierta orientación que puede ayudar.
Y dentro de esto mismo, otro elemento clave de la inflación es el tipo de cambio. ¿Qué esperan de su evolución?
Creo importante saber, en esa perspectiva, cómo puede influir la incertidumbre posplebiscito. Esto ya es más político, pero obviamente tiene un efecto económico. Es muy importante para nosotros avanzar en esa línea si realmente queremos hacer un esfuerzo máximo.
La siguiente pregunta es respecto de la inversión: dentro de las cifras que han dado, por ejemplo la de formación bruta de capital fijo, veo algunas bien dramáticas de aquí en adelante, al menos respecto de lo que aparece. Entonces, quiero ampliar el tema: ¿qué sugieren que se puede hacer en materia de inversión?
Porque aquí pareciera que va a haber un elemento central, ya que con un decrecimiento o crecimiento a la baja esto obviamente va a golpear, entre otras cosas, al empleo.
Y esa es la tercera pregunta (voy a juntar dos): ¿qué esperan del empleo con esta situación de alta inflación y de crecimiento negativo?
Hasta ahora hay una resiliencia, hay algo; es necesario avanzar para poder detectarlo.
Y, en ese escenario, pensando también en el Chile grande, uno dice: ¿Cómo lo hago yo para reformular o recuperar los niveles de inflación, que son los que permiten crecer y dar empleos a los países?
No voy a involucrarme en temas que no les corresponden, como las reformas tributarias, que son ámbitos diferentes, pero tienen mucho que ver con inversión.
Creo que debemos tener muy claro, desde el punto de vista económico, que hoy día la principal tarea es cómo combatir la inflación y para eso tenemos que juntar las fuerzas, pero me gustaría agregar a este tema las preguntas en materia de inversión y de qué se puede esperar en el empleo, que es algo decisivo para el Chile que viene.
Muchas gracias, Presidenta.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias, Senador.
Tiene la palabra la Senadora Provoste.

La señora PROVOSTE.- Muchas gracias, Presidenta.
Quiero saludar a la Presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, a los consejeros y las consejeras, quienes en el día de hoy han entregado un informe que es complejo.
Anoche ya conocíamos la decisión del Banco Central de elevar la tasa de política monetaria a 10,75 -alcanzó un peak-, que busca bajar la inflación -lo expresó muy bien la Presidenta del Banco Central-, que ha subido persistentemente en los últimos meses.
Combatir el alza de la inflación debe ser una tarea que debemos respaldar a fin de recuperar los niveles del 3 por ciento, como lo dijo la Presidenta en su informe, respecto de las reflexiones finales.
Por eso no debe existir ninguna duda entre quienes estamos en este espacio para respaldar con fuerza, con decisión la recuperación de los niveles inflacionarios del 3 por ciento en veinticuatro meses, como lo ha proyectado el Banco Central.
Y esta debe ser una meta con un amplio apoyo, no solo en esta Sala. Tenemos que ser capaces también de generar una pedagogía social y política para entender que esto les hará bien y que es necesario para el país.
La inflación, especialmente de alimentos, afecta principalmente a las familias vulnerables y a las de clase media. Por lo tanto, reducirla en el mediano plazo requiere prudencia en el manejo de la tasa de política monetaria.
Estamos en los niveles máximos y nuevos aumentos probablemente pueden provocar efectos negativos en la recuperación de la economía.
El panorama para el año 2023 es muy preocupante porque las proyecciones de hoy son más negativas que las de junio y el Banco nos acaba de informar que para el próximo año proyecta una caída de -1 por ciento en el producto interno bruto. O sea, los próximos dieciocho meses tendremos números rojos en materia de crecimiento y va a subsistir una alta inflación, por lo que es necesario, entonces, impulsar un plan que apunte a la reactivación de la economía de manera sostenible.
Hace ya varios años que nuestra economía está estancada y ha ido perdiendo la capacidad de crecimiento: no hay nuevos motores de desarrollo; la inversión en innovación productiva, en ciencia sigue siendo apenas del 0,34 por ciento del PIB; no hay apoyos productivos a las pymes; no hay planes de mediano plazo para dar valor agregado a lo que producimos y exportamos, y la estrategia de apertura comercial y de abrir nuevos mercados está paralizada. Pareciera que a veces solo importa el equilibrio en las cuentas fiscales.
Entonces, estamos a poco tiempo de conocer la propuesta de Presupuestos y creo que la responsabilidad fiscal es una condición necesaria, no tengo ninguna duda de aquello, pero se requiere más; el país necesita adoptar una estrategia de crecimiento sostenible en el tiempo que sustente los avances en materia de derechos sociales.
Algunos dirán: "Primero superemos esta crisis inflacionaria y luego veamos otros temas", pero yo soy de las que piensan que en las crisis hay oportunidades para salir de la situación de estanco en la que nos encontramos con políticas de mediano plazo. Y en esto es hora de elevar la mirada y conversar cuestiones que mejoren las capacidades del país en el mediano plazo.
Estoy convencida de que este tiempo de crisis económica aguda nos exige elaborar una hoja de ruta común, colocar nuevamente mínimos comunes sobre la mesa, respecto de los próximos meses, que combinen las medidas de estímulo fiscal con estrategias de crecimiento sectorial que apunten a recuperar la capacidad de crear empleos que se ha perdido, entre otras cosas, por el ajuste provocado por las altas tasas de política monetaria.
Entonces, requerimos para el año 2023 una política fiscal expansiva, anticíclica, un Presupuesto fiscal contracíclico, con un importante incremento en la inversión pública, cuestión que hemos escuchado una y otra vez de don Ricardo Ffrench-Davis, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, quien, para nosotros, además, es una voz muy autorizada en estas materias.
Pero también tenemos que ser capaces de superar los problemas de gestión que nos tienen con bajas ejecuciones en regiones. Y aquí hago un llamado de atención, en el proceso de descentralización, a los gobernadores y las gobernadoras regionales porque hoy día tenemos bajos niveles de ejecución de los presupuestos.
Debemos ser capaces de ejecutar con mayor eficiencia los presupuestos que tienen impacto en generación de mano de obra en los territorios. Me refiero particularmente en el Ministerio de Obras Públicas, en salud, en educación, en todo lo que dice relación con temas de infraestructura. Pero también necesitamos políticas sectoriales que aceleren la recuperación de sectores económicos importantes, en el turismo, en las artes, en fortalecer la industria de alimentos, en la minería del cobre y del litio.
Si nos parece que el informe hoy es complejo, hay una nota adicional: hace unas semanas Codelco informó que su producción anual de cobre caería entre 100 mil a 150 mil toneladas. Eso es una mala noticia para la recuperación económica. Y debiéramos conocer las causas por las que ocurre esta caída de producción y cuáles son las medidas que se están impulsando desde la minera estatal para superarla.
Debemos concordar con sentido de urgencia para el año 2023 una potente inversión pública... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Senadora, tiene un minuto para terminar.

La señora PROVOSTE.- Debemos concordar con sentido de urgencia para el año 2023 una potente hoja de ruta en inversión pública, en innovación productiva, para desarrollar sectores productivos.
Y espero que la nueva Ministra de Ciencias traiga a este Parlamento también algunas señales en materia de recuperación productiva, y que seamos capaces de alinear todos los esfuerzos, públicos y privados, con la meta y el desafío que nos plantea la Presidenta del Banco Central en esta sesión, es decir, que entendamos que todos debemos contribuir a la recuperación productiva de nuestro país.
Este informe es la dura realidad económica próxima, pero también es una oportunidad para que alineemos todos nuestros desafíos y propósitos pensando que hoy día quienes lo están pasando peor son las familias más vulnerables, y por eso nuestra preocupación personal en esta materia.
He dicho, señora Presidenta.
Muchas gracias.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias, Senadora.
Pido el acuerdo de la Sala para que me reemplace en la testera el Senador Coloma.
Acordado.
Senador Lagos, tiene la palabra.
(Pasa a dirigir la sesión, en calidad de Presidente accidental, el Senador señor Coloma).

El señor LAGOS.- Muchas gracias, señora Presidenta.
¡En todo caso, parece que el Senador Coloma asume en propiedad el año que viene...! ¡En fin!
Quiero partir agradeciendo al Banco Central por el informe.
Para tratar de ir directo a los temas, voy a hablar de un asunto bien puntual, pensando en las regiones. Me gustaría valorar el trabajo que ha hecho el Banco Central en materia de cuentas regionales y de crecimiento económico y de actividad a nivel regional, que son cuestiones que siempre nos han perseguido a los Senadores de regiones, con información que a veces no es la más actualizada o que es poco contundente. Creo que se ha hecho un esfuerzo genuino en esto, pero es muy importante, si queremos descentralizar Chile, contar con esas estadísticas, porque si no, vamos a estar hablando muy en el aire y con poca información.
Dicho eso, ¿qué quiero valorar del informe? Quiero señarlo así: la crudeza en la transparencia respecto de lo que estamos viviendo.
Lo que nos proyecta, lo que nos informa el Banco Central, es que vamos a convivir...
Senador De Urresti, ¿puede bajar la voz, por favor?
Gracias.
Lo que nos informa el Banco Central es que el próximo período tendremos una muy mala actividad económica y que la inflación nos seguirá acompañando. Cruzando los dedos, se espera que la tasa de política monetaria, dados ciertos criterios, se va a mantener donde está y que alcanzó un peak, si ustedes quieren, pero al mismo tiempo se nos señala que van a venir tiempos muy complejos.
Hay una frase que se utilizó en el informe y que se dijo hace tiempo atrás: que hay una generación completa de compatriotas más jóvenes que no conocen la inflación fuera de lo que han visto en la televisión o en las redes sociales de lo que ha ocurrido en otras latitudes, en otros países, muchos de ellos de nuestra región.
Hoy día esto es una realidad: el poder adquisitivo de las familias chilenas se ha visto severamente mermado y afectado. Y creo que esa situación -no quiero reducirlo a eso- es un elemento más que puede haber contribuido al resultado de las elecciones del domingo. No estoy diciendo que no haya otros temas más relevantes, importantes, pero créanme que cuando uno recorría Chile para hablar sobre el nuevo texto constitucional y el plebiscito los temas que se tocaban con frecuencia -desde el punto de vista del día a día, me refiero, alejados del texto constitucional- eran dos: la delincuencia y la inflación, y esta última ya está en los hogares del país.
Entonces, en este esquema es que agradezco la crudeza.
Y así como hoy hay una generación nueva de chilenos que no conocían la inflación, también veo que el Banco Central, su Consejo, no sé si decir que se ha "remecido", pero refleja en su informe que han ocurrido cambios.
Antiguamente, por así decirlo, uno estaba acostumbrado a que el Consejo del Banco Central tomara decisiones de manera más uniforme o unitaria, si ustedes quieren, y hoy día hemos visto -y no es un drama- que hay cinco consejeros del Banco Central que, aunque ante la eventualidad de un empate el Presidente o la Presidenta tendría la capacidad de dirimir, tuvieron que ponerse de acuerdo o no en cuál era la mejor "receta" para enfrentar este tema en términos de magnitud, de robustez de la medida. Y yo quiero valorarlo.
Claro, a todos nos encantaría que todos pensáramos igual, pero creo que el no hacerlo refleja la dificultad de encarar el tema y el desafío. Y por eso valoro esa transparencia y que tengamos conocimiento de aquello, de que no todos pensaron igual sobre cuál es la mejor medida para enfrentar este problema, lo cual no le resta mérito a la decisión adoptada, sino que a mi juicio le pone más dramatismo y hace más patente la dificultad que tenemos, porque hay cinco consejeros y no todos coincidieron en cuál era la medida más adecuada para resolver esto.
Presidenta, creo que fue el Senador Coloma -por su intermedio- quien lo adelantó, pero la pregunta es obvia. Al ver el informe uno puede concluir muy claramente que el Banco Central está en condiciones de hacer muchos esfuerzos para combatir la inflación, pero hay elementos que escapan de sus manos, ciertamente todo lo que dice relación con fenómenos externos, porque no tiene la capacidad de influir en ellos simplemente aumentando la tasa.
Pero también está la política fiscal y todos los supuestos que se han hecho; incluso aquellos que pensaron distinto en el nivel de TPM recomendable parten de la base de que el informe de finanzas públicas va a estar (comillas) en lo cierto, respecto a ir reduciendo el déficit estructural hacia el 2026. Eso es un supuesto.
Y la pregunta es cómo vamos a enfrentar esta situación el año que viene. Porque, a mi juicio, y no es que sea muy inteligente, si tuvo influencia el tema económico en lo que ocurrió el domingo, donde en el fondo hubo una crítica y una evaluación del Gobierno, lo cual puede ser injusto, pero es así, bueno, hay que pensar qué vamos a hacer con el Presupuesto para el 2023-2024, en circunstancias de que todavía vamos a estar envueltos en un proceso constituyente, para tratar de reactivar la economía.
Termino altiro, Presidente.
¡Me faltan quince minutos y termino...!

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Un minuto más.

El señor LAGOS.- Decía que el tema político va a estar muy presente y la pregunta es cómo vamos a abordar el asunto desde el punto de vista fiscal. Y digo "vamos a abordar" porque quiero hacerme parte. Podemos exigirle harto al Banco Central, exigirle cualquier cantidad al Ministro de Hacienda, Mario Marcel, en términos de política fiscal, pero la pregunta es qué vamos a hacer nosotros, que también somos tomadores de decisiones en algunas cosas.
En todos los informes del Banco Central, desde el expresidente Mario Marcel, hoy día Ministro de Hacienda, pasando por los que tengo acá en frente, nos han dicho que un elemento que fue dañino, desde el punto de vista del impacto inflacionario, fueron los retiros de los fondos de pensiones, en los cuales, como tuvimos cuatro votaciones, todos participamos. Algunos dijeron que no siempre, otros cambiaron de opinión. Pero aquí debemos hacernos una autocrítica respecto a la dificultad que hubo en cuanto a tratar de evitarlos o aminorarlos.
Y yo me incluyo al menos y hago mi autocrítica en ese aspecto, porque mirado hoy día claramente esto es algo que distingue a Chile respecto de otras naciones.
Mi última pregunta es: ¿qué esperan en materia de política fiscal?
Termino rápido, Presidente, si me da un minuto.
Y la última pregunta muy concreta y directa. En todos los escenarios externos, el hecho de que Europa -bueno, Occidente, pero en particular Europa- mantenga las sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania produce impacto en la provisión de gas y en el desabastecimiento de algunos productos: ¿eso está considerado? ¿Debería ser una preocupación real, o será muy menor su influencia a nivel internacional? ¿Cómo puede afectar a los mercados que tal vez algunos países de Europa presenten dificultades de administración, que la pasen muy mal y que sufran una restricción severa por el desabastecimiento de una materia prima como el gas o por el alza de la inflación en sus economías? ¿Cómo va a repercutir en Chile?
Muchas gracias.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senador Lagos.
Tiene la palabra el Senador Flores.

El señor FLORES.- Muchas gracias, Presidente.
Saludo a los representantes del Banco Central, y por añadidura a todas las autoridades del ámbito económico, que seguramente están siguiendo esta sesión.
Quiero plantear mi preocupación porque este nuevo informe sobre la situación económica de nuestro país nos demuestra que lo que dice la prensa y lo que siente la ciudadanía es una realidad que se vendrá encima y nos golpeará.
Las soluciones a la compleja situación que viviremos los próximos dieciocho o veinticuatro meses, justo en momentos políticos complicados y coyunturales, no pueden ir por rutas paralelas y distintas a las necesidades de empleo, de seguridad, de reactivación económica y de provisión de servicios.
La inflación no cede. Ustedes lo han ratificado. Es una cuestión que no veíamos desde hace treinta años tal vez. Las proyecciones de crecimiento o más bien la advertencia de un decrecimiento nos está anunciando lo que puede pasar, y no solamente con las familias más vulnerables, sino que con la ciudadanía en general, incluyendo, por supuesto, a la clase media.
En lo personal, me preocupa -y parece que nadie escucha hasta cuando no se siente tocado en la despensa- lo que hemos venido diciendo hace más de seis años, a los tres últimos gobiernos, respecto de lo que significa la vulnerabilidad que tenemos como país al haber entregado toda nuestra capacidad productiva y nuestro deber social a las fuerzas del mercado. A un mercado absolutamente imperfecto, desregulado en lo que se refiere a la producción de alimentos. Siendo capaces de abastecernos, estamos bailando al ritmo de los países desde los cuales importamos, ya no el 40 por ciento del trigo, ya no el 60 por ciento del maíz, ya no el 60 por ciento de las legumbres, sino el 98 por ciento de las legumbres, y un 85 por ciento del maíz, que es la base de todos los alimentos que derivan del mundo animal: la leche, la carne, los huevos.
Son cuestiones reales para la ciudadanía. La gente no está preocupada de los temas políticos -bueno, sí, sin duda, ¡qué duda cabe! estamos a tres días de esa advertencia-, sino de que la marraqueta subió de 900 a 2.500 pesos el kilo; de cómo el precio de las legumbres más que se duplicó; de que no sabe cuánto será el precio del arroz porque dejamos de producirlo, ¡dejamos de producirlo!
No han existido políticas públicas que defiendan la producción nacional, y no por aumentar la canasta de las exportaciones. Ya no producimos. Y preocupa que estamos dejando indefensas a las familias chilenas y dependemos de lo que ocurre con el cambio climático en los países exportadores de granos; de los vaivenes políticos; de los conflictos bélicos, como sucede con Rusia y Ucrania, que nos fregaron el precio del petróleo y del gas, y que está generando una debacle en países tan potentes como Estados Unidos, que no saben cómo van a calefaccionarse este invierno. Y nosotros no sabiendo dónde vamos a comprar los porotos. Porque casi todo lo traemos de Canadá, que viene saliendo de dos sequías importantes.
Parece que no les importa a las autoridades, ni a las monetarias ni a las políticas, lo que pasa o lo que puede pasar en la mesa de las familias chilenas. Y seguimos promoviendo la internacionalización de los mercados y tratando de comprar en donde encontremos a mejor precio, incluso con una calidad que a veces deja mucho que desear.
Estimadas y estimados colegas, no cabe duda de que la política monetaria del Banco Central no puede provocar efectos negativos que agudicen la contracción. Y en esto, me preocupa mucho lo que ocurre con la tasa de interés, por ejemplo. El último anuncio de fijarla en 10,75 por ciento nos coloca en un límite riesgoso, con posibles efectos contractivos. Hace ya mucho tiempo que los empleos no crecen y se mantiene una tremenda brecha respecto a la situación prepandémica.
Hoy día, la verdad es que tememos un sobreajuste. Necesitamos mantener este enfoque humanista. Primero están las personas y después veamos cómo hacemos estos sobreajustes para que no ocurra lo que nos pasó con la crisis asiática del 98.
Creo que aquí hay un punto que quisiera tratar, Presidente... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Perdón.
Un minuto más, como se les ofrece a todos.

El señor FLORES.- Y es que hemos tenido un pésimo comportamiento respecto del gasto, sobre todo en los Ministerios inversores. Obras Públicas, Vivienda y Salud han tenido de los peores años en términos de efectividad del gasto.
¡Va a sobrarle plata al Ministerio de Hacienda!
¡Tenemos menos de un 30 por ciento de ejecución del presupuesto de los gobiernos regionales!
Cuando más necesitamos generar empleos, cuando más necesitamos dar respuesta en servicio, los gobiernos regionales muestran un 30 por ciento de inversión a julio, cuando deberían haber alcanzado un 60 o un 70 por ciento, excepto en la Región del Biobío, que ha sido la única decente.
Y el Ministerio de Obras Públicas está con un 32 a 33 por ciento de ejecución. ¡Es vengonzoso! ¿Y qué dicen ellos? "Bueno, el Ministerio de Hacienda está trancando la pelota". Siguen con la misma fórmula burocrática de responder: "Le faltó la copia rosada"; "vuelva con la carpeta... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente accidental).- El último minuto, Senador. Hay varios inscritos.

El señor FLORES.- Muy bien.
En realidad, la lista es bastante más larga, pero yo quiero marcar el punto de la inversión para poder movilizar desde el sector público nuestra economía, el empleo y el ingreso de la familia.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senador Flores.
Tiene la palabra la Senadora Rincón.

La señora RINCÓN.- ¡Tenía minutos acumulados el Senador Flores, después de todo este tiempo...!

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Tiene razón.

La señora RINCÓN.- Señor Presidente, saludo a la Presidenta del Banco Central, a todo su equipo, y obviamente agradecemos su tan detallado informe.
Creo que voy a hablar por muchas y muchos de quienes se encuentran en esta Sala, si no por todos, y por los que nos están escuchando o nos van a escuchar.
Estamos preocupados, profundamente preocupados.
Nadie puede desconocer que en los últimos tres años para nuestro país los tiempos han sido duros. En poco más de un mes se cumplen tres años de un doloroso evento que puso encima de la mesa la situación que muchas y muchos vivían, pero que no era tema de debate nacional de manera categórica. Y eso se concluyó con un acuerdo que dio esperanza, aquel 15 de noviembre del 2019, para abrir un camino hacia una buena y nueva Constitución.
Tras ello, señor Presidente, nos azotó la pandemia, que estremeció hasta las raíces de la humanidad. Y como si fuera poco, aún vivimos los efectos colaterales en materia económica de dicha pandemia y del estallido social del 2019. O sea, todo junto y de manera concreta.
En esta sesión hemos escuchado las proyecciones del Consejo del Banco Central en su Informe de Política Monetaria, y es difícil no quedar más preocupados y con más preguntas. Especialmente cuando vemos que los peores escenarios que preveía el Banco Central ya se han alcanzado, con una inflación sobrepasando el 13 por ciento, un decrecimiento del PIB de -1 por ciento promedio para el próximo año y una caída de casi 6 por ciento en el consumo privado para el 2023.
Como antesala a esta reunión, el día de ayer conocimos una nueva alza de la Tasa de Política Monetaria, con 100 puntos de incremento, quedando en 10,75 por ciento, su valor más alto en dos décadas. Descontando Venezuela (60 por ciento) y Argentina (70 por ciento) que ya están en franca recesión, Chile queda con la segunda tasa de política monetaria más alta de Latinoamérica, después de Brasil (13,75 por ciento). Y considerando que la proyección actualizada del FMI y de otros economistas es que nuestro país va a crecer apenas un 1,8 por ciento en 2022 y a un ritmo negativo el próximo año, el escenario claramente empeora.
Uno de los aspectos que más nos preocupa es el débil dinamismo que ha tenido el crédito. Esto sin duda repercute en el mercado financiero y directamente en la pequeña y mediana empresa, que encuentra mayor dificultad para financiar sus actividades.
En ese sentido, señor Presidente, cobra vital importancia la acción del Gobierno, a través del Banco del Estado, para el incentivo y promoción de créditos de fácil otorgamiento, y en la reducción de las barreras de acceso, a través del Fogape.
Pero no solamente incide en el crédito a las empresas o a los emprendimientos, sino que también encarece el precio del dinero en general, y, por lo tanto, afecta nuevamente los créditos hipotecarios y de consumo, a los cuales será más difícil acceder, o será más caro pagarlos.
Además, sin duda esta alza de 100 puntos va a repercutir directamente en el bolsillo de las familias chilenas. Puede ser que para la mayoría de hombres y mujeres en nuestro país no se internalicen las siglas IPoM, TPM, IPC u otras -IPC, probablemente sí-, pero lo que sí saben y sienten es que les impacta cuando el dinero no alcanza para llegar a fin de mes, o no pueden cubrir sus gastos básicos.
Es necesario que el Gobierno tome medidas urgentes y necesarias para que estas nuevas alzas en la Tasa de Política Monetaria no impacten negativamente, sino que cumplan su promesa y objetivo de hacer converger la inflación al 3 por ciento en dos años.
También es necesario ajustar nuestras proyecciones y, junto con ello, el Gobierno deberá accionar respecto a las alzas del índice de precios al consumidor (IPC).
En marzo, el Banco Central proyectaba un 5,6 por ciento, en junio un 9,9, siendo que en los hechos han superado el 13 por ciento, el mayor de casi treinta años. Ello resulta relevante porque ha resentido los bolsillos de hombres y mujeres a un nivel intolerable y está produciendo un aumento de la pobreza sin parangón en la historia reciente de nuestro país.
Señor Presidente, cuando existe un escenario adverso, se requieren medidas agresivas y directas. En ese sentido, valoramos la autonomía y resguardo de la responsabilidad monetaria que ha mostrado el Banco Central y su Consejo, especialmente cuando vemos que se cumplen los escenarios más negativos que esta entidad proyectaba meses atrás.
Tenemos una inflación que ya supera el 13 por ciento. El fantasma de la recesión se asoma, y con apellido de "recesión técnica", para los próximos meses.
El IPoM anterior del Banco Central, en junio, decía que el crecimiento estaría entre el 1,5 y 2,25 por ciento para el 2022 (el FMI, 1,8), mientras que en 2023 abrió la puerta de la recesión con un crecimiento de entre -1 y 0 por ciento, sumado a una fuerte caída del consumo de 3,7 por ciento. Hoy vemos cómo las proyecciones son ajustadas a la baja, y el Banco Central prevé que existirá un decrecimiento de entre -0,5 y -1,5 por ciento del producto interno bruto.
En definitiva, señor Presidente, el Banco Central se está quedando corto en las proyecciones. Y la evolución, o mejor dicho, la involución de la economía va de mal en peor.
Sin duda, esta situación poco puede atribuirse a la gestión del Banco Central, cuyas acciones se han encaminado a controlar la inflación, la cual ha ido avanzando por múltiples factores, que difícilmente podemos explicar en esta breve intervención.
Sin embargo, quien no puede quedarse corto es el Gobierno, quien debe llevar adelante acciones urgentes para contrarrestar el lesivo daño que la inflación y el costo de la vida están produciendo en la economía familiar.
Una primera medida es de una vez por todas darle ejecución al presupuesto -ya lo decía mi colega Iván Flores-, que está en un bajísimo nivel... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).
Si me da un minuto más, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- El último minuto.
Lo que pasa es que estamos todos tratando de calzar para que la Presidenta pueda contestar después.
Gracias, Senadora.

La señora RINCÓN.- Lo hemos visto -y usted preside la Comisión Mixta de Presupuestos- en los reportes que nos hacen las distintas carteras ministeriales; qué decir de la ejecución de los gobiernos regionales.
Una segunda medida es poner diálogo en las principales reformas de este Gobierno, como la tributaria, en donde no vemos un incentivo claro a la inversión; qué decir del efecto adverso y del golpe a la clase media que significa la eliminación de los DFL.
Finalizo, señor Presidente, con lo siguiente: desde este Congreso, nuestra primera responsabilidad como representantes de la ciudadanía es darles certezas y señales adecuadas a ella y a los mercados; debemos avanzar en reformas necesarias, ya que el camino para construir una nueva y buena Constitución es algo urgente.
Tenemos que desafiarnos.
Hoy día el país tiene distintos escenarios y distintas tareas: seguridad en materia de orden público, seguridad económica, y un debate y construcción de un texto constitucional.
Claramente, necesitamos máximos necesarios, y con urgencia.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senadora.
Quiero informar a la Sala lo siguiente.
La sesión técnicamente termina a las 12 y obviamente es muy importante la respuesta que pueda dar la Presidenta del Banco Central. Hasta ahora quedan cinco Senadores inscritos: García, Huenchumilla, Sandoval, Sepúlveda y Kast.
Por eso, quiero hacer dos proposiciones.
Primero: que todos los que quieran hablar -siempre van a tener el derecho- se inscriban para calcular cuánto tiempo necesitamos para la respuesta de la autoridad.
Se inscribió la Senadora Carvajal.
Entonces, como son cerca de 35 minutos -me doy cuenta de que todos, y así corresponde, usamos el máximo de tiempo, porque es un tema muy delicado, muy complejo-, vamos a llegar por lo menos hasta las 12:20. Y la Presidenta -me imagino- necesitará unos 20 o 25 minutos.
Así que propongo prorrogar la sesión hasta las 12:45, si les parece.

El señor NÚÑEZ.- Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Senador Núñez.

El señor NÚÑEZ.- Entiendo perfectamente y comparto su propuesta, pero pido la autorización de la Sala para que permita sesionar en paralelo, desde las 12, a la Comisión de Pesca, porque estamos citados y tenemos algunos invitados a los que no podemos dejar esperando.
Le pido que haya esa flexibilidad, por favor.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- A ver.
Me doy cuenta de que se van a requerir hartas flexibilidades, porque me da la impresión de que la Senadora Aravena va a pedir algo parecido, y el Senador Moreira también.

El señor MOREIRA.- Presidente, es por reglamento.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Senadora Aravena.

La señora ARAVENA.- Presidente, justamente: tenemos Comisión de Agricultura, con gente citada.
Ojalá se nos autorice para sesionar en forma paralela; lo agradeceríamos.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Senador Galilea.

El señor GALILEA.- Lo mismo para la Comisión de Trabajo, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Entonces, si les parece, extendemos la sesión hasta las 12:45, autorizando para que puedan funcionar en paralelo a las tres Comisiones que lo han solicitado.
¿De acuerdo?
Senador Moreira.

El señor MOREIRA.- Usted va a autorizar a dichas Comisiones.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Sí.

El señor MOREIRA.- Estaba pidiendo la palabra para solicitar autorización para la Comisión de Pesca, porque aquí un señor Senador nos filma y dice que obstruimos, ¡obstruimos!, la legislación.
No quiero que la prensa me esté esperando y nos responsabilice de obstruir la legislación.
Entonces, ¿significa eso que a las 12 podemos ir a la Comisión de Pesca?

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Así es.
A partir de las 12, las tres Comisiones mencionadas quedan autorizadas para funcionar en paralelo.
Y la sesión se proyecta hasta las 12:45.
¿Les parece?
--Así se acuerda.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador García.

El señor GARCÍA.- Muchas gracias, Presidente.
Saludo a la señora Presidenta del Banco Central y a quienes integran el Consejo.
También quisiera sumarme a los agradecimientos por la enorme cantidad de información que contiene el Informe de Política Monetaria.
Y a pesar de que trae malas noticias, bueno, es la situación que tenemos y la que deberemos enfrentar en los próximos meses.
El Banco Central, en palabras sencillas, nos viene a decir que nuestra alta inflación va a persistir para el año 2023; que vamos a tener recesión; que experimentaremos una caída de la producción de bienes y servicios de entre 0,5 y 1,5 por ciento; cae el consumo, cae la inversión, el empleo se deteriora y las remuneraciones reales de nuestros trabajadores también caen.
Sin duda, son malas noticias que tienen una repercusión importante, significativa en las familias chilenas. Estos números se traducen finalmente en que las condiciones de vida se deterioran.
Por lo tanto, por su intermedio, Presidente, quisiera pedirle al Banco Central, en la persona de su Presidenta y de su consejera y consejeros, que nos explique mejor la decisión tomada ayer de subir la tasa a 10,75 por ciento.
Para muchos, sin contar con todos los antecedentes técnicos que ha tenido a la vista el Consejo del Banco Central, es una tasa alta, más aún cuando tenemos una actividad económica que está disminuyendo significativamente.
Y eso nos preocupa, porque finalmente también hay costos sociales asociados a estas determinaciones, y con ello nosotros vamos a tener que lidiar en los próximos meses. Lo va a tener que hacer el Gobierno y también el Parlamento.
Quiero señalar asimismo que, por el hecho de entrar en recesión el próximo año, uno de los grandes afectados será el propio Fisco. Lo más probable es que vamos a tener disminución de los ingresos tributarios, menores recursos para enfrentar el gasto público, menores recursos para enfrentar las demandas ciudadanas. Y eso finalmente termina poniendo en nosotros una tremenda responsabilidad.
En pocas semanas más vamos a enfrentar el proceso presupuestario 2023 y tendremos que decidir sobre el proyecto de presupuestos que presente el Ejecutivo.
Si nosotros empezamos a demandar mayor gasto, porque hay muchas demandas sociales insatisfechas, lo que vamos a hacer es probablemente empujar a una mayor deuda pública, a un mayor pago de intereses y, por lo tanto, a debilitar el control de la inflación y nuestras cuentas fiscales.
Por lo tanto, así como nosotros pedimos al Banco Central eficiencia y eficacia en la lucha contra la inflación, porque esa es su tarea institucional, también tenemos que pedir responsabilidad fiscal al Gobierno y asumir nosotros esa misma responsabilidad.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senador García.
Tiene la palabra la Senadora Alejandra Sepúlveda.

La señora SEPÚLVEDA.- Muchas gracias, Presidente.
Quiero sumarme al agradecimiento al Banco Central por esta exposición. Solo en términos metodológicos, creo que esta exposición podría haber estado quizás un día antes para poder hacer un análisis y reflexiones de otro tipo.
Primero, a mí me gustaría preguntarle al Banco Central sobre el plan estratégico que mencionó la Presidenta y cuál es la coordinación que hoy día tiene el organismo emisor con el Gobierno.
Entendiendo la autonomía, que nosotros valoramos mucho, me gustaría saber cuál es la coordinación que tienen con el Ejecutivo, pensando que hay Ministerios claves para el apalancamiento no solo en términos de la ejecución presupuestaria, sino también en dónde se invierte y cuáles son los sectores en los que se necesita invertir y que sirvan de resorte para disminuir la inflación.
Tenemos a un ex Ministro de Economía que cuenta con mucha experiencia en ese sentido.
Entonces, en Economía, en Obras Públicas, en Vivienda, en Minería, en Agricultura, no solo se trata del presupuesto y de cuánto tenemos que gastar, sino en dónde deberíamos invertir y dónde deberían estar los esfuerzos.
Ahora, sectorialmente, la Presidenta ha planteado que un tercio de la inflación se explica por el alza de los alimentos. Me gustaría que ella pudiera enviarnos un análisis un poco más detallado de lo que significa ese tercio.
Por otro lado, hoy tenemos, por ejemplo, más de un millón de hectáreas que están absolutamente improductivas en el país. Entonces, pensando en el Ministerio de Agricultura, cuáles serían las fórmulas de coordinación dentro de este plan estratégico.
Del mismo modo, como se ha planteado, está la complicación que hoy día tenemos en el campo laboral en cuanto a que la fuerza laboral de las mujeres alcanza un 49,9 por ciento.
Entonces, no solo se trata de ver al Banco Central en términos estratégicos de lo que va a realizar, sino en cómo deberíamos coordinarnos también con los distintos Ministerios y dónde se cree que podríamos tener una mayor implicancia.
Lo segundo es qué está pasando en otros países y si nos pudieran hacer, como nosotros llamamos aquí, una "legislatura comparada"; qué están haciendo otros bancos centrales que nos permitiera mirar otras alternativas, indistintamente de lo que está ocurriendo hoy.
Si fuera posible, le pido a la Presidenta del Banco Central que me envíe las respuestas por escrito porque, como usted sabe, Presidente, me tengo que ir a la Comisión de Agricultura.
Muchas gracias.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- A usted, Senadora Sepúlveda.
Queda hecha la petición.
Tiene la palabra el Senador Francisco Huenchumilla.

El señor HUENCHUMILLA.- Muchas gracias, Presidente.
Saludo a la señora Presidenta del Banco Central y a sus consejeros.
Creo que en los últimos lustros hemos logrado llegar a un cierto consenso en Chile con respecto a la necesidad de que los equilibrios macroeconómicos son fundamentales para el funcionamiento de nuestra sociedad y la economía.
Y también hemos alcanzado un consenso respecto del rol del Banco Central, contestes en la necesaria autonomía que debe tener el ente regulador del dinero.
Yo llegué al Parlamento en los noventa y siempre esta discusión estuvo entre la política monetaria y la política fiscal, en las tasas de interés, en cuánto soportaba el Fisco los déficits fiscales. O sea, esta discusión la vengo escuchando de los noventa.
Pero la política económica, la sociedad y la economía no son puramente cuestiones técnicas. La realidad es mucho más fuerte, la situación social es mucho más fuerte, la economía concreta del día a día es mucho más fuerte.
Entonces, la pregunta es: la autonomía del Banco Central y estos conceptos macro, ¿son conceptos etéreos que están en una esfera inaccesible para la gente, para el chileno y la chilena común y corriente? ¿La autonomía significa que solamente hay criterios técnicos y que no pueden ver la realidad?
Yo entiendo que la autonomía es estar libre de interferencia de los actores políticos para que el Banco Central pueda tomar una decisión objetiva, de acuerdo con las normas de la economía. Pero, ¿podemos desligarnos de las incertidumbres? Porque siempre se habla de las incertidumbres, las incertezas.
Cuando se habla de la reforma tributaria, entonces se dice, "Mire, no hay confianza". La confianza es fundamental.
Y resulta que nosotros tuvimos un estallido social y yo digo: "¿Y por qué tuvimos un estallido social? ¿Cuáles son las causas de que la gente se rebeló y vivimos este proceso?".
Si a lo mejor nosotros no nos hubiéramos fijado tanto en controlar el déficit fiscal diciendo "no tengamos déficit por ningún motivo, no gastemos plata", y hubiésemos gastado un poco más, ¿acaso no habríamos hecho políticas sociales un poco más expansivas, un poquito más profundas, y así evitado en parte el estallido social?
¿Quién responde por eso?
Y eso devino en un proceso constituyente que aún no termina. El domingo pasado el pueblo de Chile, ricos y pobres, rechazaron completamente la propuesta de nueva Constitución.
¿Y qué significa eso? Significa que al mundo político la gente de Chile le dijo: "Mire, lo que usted me propone no sirve". Y seguimos en la incertidumbre, y tendremos que hacer otro proceso. ¿Y qué le vamos a decir a la gente?
Entonces, cuando aquí se me dice que los retiros produjeron un determinado efecto, ¡claro que produjeron un determinado efecto! Pero ¿por qué se produjeron los retiros? Los retiros no nacen en el aire. Nacen por la necesidad del mundo político de responder a una realidad social trágica.
Entonces, ¿cómo seguimos?
Y se me dice: "Bueno, ¿la inflación es solamente por causas internas? ¿No hay causas externas? ¿La mayor demanda fue solamente por los retiros o hay otros factores que influyen? ¿Los retiros no significan que hay mucha plata en ahorro, acumulada todavía en las cuentas corrientes o de ahorro?
Por lo tanto, la pregunta que yo me formulo cuando se hace la referencia a la necesidad de la responsabilidad fiscal y a la mayor restricción de la demanda por la política monetaria es que este cuento de la inflación lo pagan los pobres, pero, cuando hay políticas fiscales restrictivas, también las pagan los más pobres.
Entonces, el Banco Central mirará para un lado, el Ministerio de Hacienda mirará para el otro, pero el Estado en su conjunto tiene la responsabilidad de responder para que en nuestra sociedad...

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Un minuto más.

El señor HUENCHUMILLA.- ... cumplamos responsablemente los equilibrios macroeconómicos, de los cuales soy partidario.
Tiene que haber responsabilidad fiscal y el Banco Central tiene que hacer la política monetaria. No estoy diciendo que no deba hacerla, pero siempre son los sectores más modestos los que pagan la cuenta. Porque en un caso se dijo: "No, no invirtamos más porque produce inflación". Y tuvimos el estallido social por no responder a tiempo a las desigualdades.
Ahora se nos dice: "Como hay mucha inflación, entonces tenemos que ser más restrictivos en la política fiscal".
Entonces, ¿este es un monstruo de dos cabezas donde una mira para el norte y la otra para el sur, o en su conjunto debemos responder a las urgencias del pasado? Porque todos sabemos que las grandes crisis económicas que han ocurrido en el mundo, desde el año 29 en adelante, los economistas nunca las previeron con anticipación.
En consecuencia, tenemos que asumir esa responsabilidad si queremos realmente dar una respuesta no solo a un sector de chilenos, sino sobre todo a los más necesitados.
Gracias.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senador Huenchumilla.
Tiene la palabra el Senador Sandoval.

El señor SANDOVAL.- Muchas gracias, Presidente.
Por su intermedio, saludo a la Presidenta del Banco Central y a los señores consejeros que están acá presentes.
Efectivamente, hemos visto con preocupación lo que ha significado el fuerte incremento en la tasa de interés, que ha llegado al 10,75 por ciento.
Uno entiende el sentido que tiene el Banco Central al generar una política en función de uno de sus roles más relevantes, como es el control de la inflación que nos está afectando: 13 por ciento hoy día y se proyecta, para el año que viene o los próximos dos años, 3,5 por ciento y terminar el 2024 con un 3 por ciento. El tema estriba en que el incremento de la tasa lo que busca es procurar un efecto en la reducción del gasto privado y a través del mismo, por lo tanto, hacer más inaccesible el acceso al crédito.
Pero esta medida también tiene un efecto en el ámbito de lo público. Y aquí se ha manifestado en varias ocasiones cómo compatibilizar la necesidad de controlar la inflación con no afectar la actividad económica y no impactar la inversión pública, especialmente en regiones extremas.
Tengo aquí una nómina con 371 proyectos de inversión del Ministerio de Obras Públicas, que están en riesgo de caducar o terminar en forma anticipada porque los precios con los cuales se contrató, en comparación con los vigentes dadas las alzas en que se han incurrido, hacen imposible a esas empresas llevar adelante sus proyectos de inversión.
¡Solamente al Ministerio de Obras Públicas!
Y 23 de esos 371 proyectos están en la Región de Aysén, asociados a importantes obras públicas. Algunos son de tal significación como la construcción, por ejemplo, del Hospital de Chile Chico. Incluso se han suspendido y ya se han cerrado otras inversiones.
Y todo esto tiene consecuencias concretas desde otro punto de vista: los efectos hacia la comunidad.
Aquí estamos hablando de gente que no tendrá trabajo, de prestadores de servicios que no generarán sus actividades económicas. Y evidentemente debemos buscar la forma como llevamos adelante un proceso que realmente se haga cargo de esta realidad.
Uno entiende que la inestabilidad, la incertidumbre y los procesos que está viviendo políticamente el país, sin duda, no contribuyen mucho a lograr la estabilidad que tanto quisiéramos.
Por lo tanto, uno destaca lo que dice el propio Banco Central en sus conclusiones: "Estamos frente a un enorme desafío. Chile lleva ya mucho tiempo en una compleja situación económica que está afectando a amplios sectores de la población y en especial a las personas de menores ingresos".
Y tiene toda la razón, Presidenta. ¡Tiene toda la razón!
Entonces, debemos ver cómo articulamos y construimos un mecanismo que se haga parte de esta realidad bajo una condición tan especial, porque además al país se lo quiso llevar al borde del abismo -a Dios gracias logramos salir de ese riesgo enorme-, con lo cual probablemente las consecuencias en materia de cuentas fiscales y de otra naturaleza hubiesen sido todavía mucho más dramáticas, y las circunstancias en que hoy día se nos está entregando este informe hubieran ocurrido en un escenario político muy distinto.
¿Cómo la política, de una manera tan especial, puede influir de una forma tan radical en este contexto? Y no queremos perder la perspectiva. Aquí se ha hablado mucho del cobre, del impacto de las bajas producciones de Codelco, del litio y de otros tantos temas más.
Evidentemente, nos parece muy relevante la labor que realizan ustedes como Banco Central autónomo y nos alegramos especialmente de su rol en materia del control de la inflación. Pero también tenemos que compatibilizar y ver cómo hacemos posible que estas medidas no terminen por repercutir en la inversión, que es particularmente relevante para regiones extremas o altamente dependientes de la inversión pública.
Una vez un Ministro, refiriéndose a la Región de Aysén, dijo: "Esta es la región más soviética que he conocido". Porque el grueso de la inversión dependía de la inversión pública. Y la Región de Aysén no quiere ser una "región soviética". Todo lo contrario. Lo único que quiere mi región es tener las oportunidades para desarrollarse con plenitud. Necesitamos estas inversiones.
Entendemos que el país necesita estabilizar sus tasas y su crecimiento, pero también valoramos y destacamos la labor que realiza el Banco Central en esta condición.
Muchas gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- A usted, Senador Sandoval.
Tiene la palabra el Senador Felipe Kast.

El señor KAST.- Gracias, Presidente.
Saludo a la Presidenta del Banco Central y a los consejeros aquí presentes.
Yo no me quería referir a otros temas pero, dado que el Senador Huenchumilla hizo una serie de declaraciones que no comparto, me parece imprescindible hacer algunas aclaraciones al respecto.
Primero, el Senador señala que quizá si hubiésemos tenido políticas más expansivas, si hubiésemos sido menos responsables fiscalmente, se habría evitado el estallido social.
Yo invitaría -y me encantaría que estuviera presente en la Sala el Senador Huenchumilla, pero bueno- a hacer una reflexión en el sentido de que el gran drama que históricamente hemos tenido en Chile -y desgraciadamente se han creado muchas comisiones que no han llegado a puerto- es la eficiencia del gasto social, la modernización del Estado.
Podemos seguir inyectando recursos, como lo hemos hecho, y duplicar, triplicar y multiplicar cuatro veces el gasto en salud o en educación, pero desgraciadamente muchas de las injusticias de nuestro país siguen permanentes ahí. Porque tan importante como el tamaño del gasto es el impacto social que este tiene.
Entonces, esa filosofía de decir: "Gastemos más, gastemos más; seamos casi un poco irresponsables para tratar que la política navegue", al final es el peor favor que podemos hacerle al país. Porque la gracia de ser solidario es serlo siempre, ser sustentables en la solidaridad, no solamente por un año.
Y por eso el crecimiento económico, la responsabilidad fiscal, las políticas públicas bien hechas son tan relevantes para sobrellevar una solidaridad permanente y no solo transitoria.
También nos dice Francisco Huenchumilla -por su intermedio, Presidente- que los retiros a lo mejor no fueron tan malos. Pero, ¡por favor! ¡Si ese es tal vez el mejor ejemplo de una pésima política pública que ha provocado que los salarios reales y la capacidad de llegar a fin de mes de millones de chilenas y chilenos hoy día sigan decreciendo!
El Senador Huenchumilla dice: "¿Por qué se produjeron los retiros? Porque los políticos teníamos que buscar una forma para responder al sufrimiento de la gente".
¡Por favor!
¡Si hasta el actual Ministro de Hacienda, cuando era Presidente del Banco Central, les advertía a todos ustedes que los retiros eran una irresponsabilidad y ninguno hizo caso! ¡Claro! Y cuando llegan al poder le piden que suceda al Ministro de Hacienda. ¡Por suerte! Y qué bueno estar viendo hoy día una emergencia de mayor responsabilidad dentro de la Centroizquierda. Me alegra. Pero la verdad es que no le hicieron caso en nada.
Y hoy día estamos sufriendo una inflación completamente desbordada, que además obliga al Banco Central a tomar medidas que probablemente no tendría que adoptar. Porque otros países, que no fueron irresponsables como nosotros, no lo han hecho. ¡Si fue este Congreso, este Senado, el que generó este dolor en miles de familias! Y por una razón: por populismo.
Si estuviera aquí el Senador Huenchumilla y preguntara por qué se generaron los retiros, yo le diría: "Bueno, porque los políticos muchas veces están más preocupados de sus elecciones que del bienestar de la gente y no escuchan a los expertos". Y estos no buscan votos, sino lo mejor para el país en el largo plazo. Esa es la verdad; eso fue lo que pasó acá.
A la Presidenta del Banco Central le tengo una sola pregunta.
¿Qué hemos visto? Nos juntamos en marzo, en junio y hoy día, y cada vez que lo hacemos las proyecciones son peores desde el punto de vista de la inflación. A eso tenemos que sumarle que efectivamente vamos a decrecer, ya que tendremos un crecimiento completamente lamentable.
Yo valoro, respaldo y me parece fantástico que tengamos una institucionalidad como la del Banco Central, donde se da una lógica deliberativa, con expertos y con distintas posturas técnicas y políticas. De verdad creo que, si las otras instituciones del Estado fuesen tan serias y responsables como el Banco Central, probablemente nuestro país estaría bastante mejor en materia de desigualdades.
La pregunta es bien concreta, Presidenta: el aumento de la tasa que se está fijando, ¿qué impacto real cree que pueda tener en el escenario actual que estamos viviendo?
En un escenario normal, donde la inflación externa o lo que está ocurriendo en el mundo tal vez sea más parecido a lo que hemos conocido en las décadas anteriores, tendríamos más capacidad de calibrar el impacto de un aumento de tasas. Con esto no digo que no hay que hacerlo, al contrario.
Mi pregunta es: ¿qué control o certeza tenemos de que las medidas que adoptaron ustedes el día de ayer -le pido un minuto más, Presidente-,...

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Lo tiene, Senador.

El señor KAST.- ... efectivamente nos van a permitir converger, en lugar de que en tres meses más nos encontremos de nuevo con que las mediciones y proyecciones son muy distintas a las que esperábamos?
Miremos los datos. En junio preveíamos una inflación de 10,8 por ciento; en marzo, según recuerdo, era menor, del orden de 8 u 8,8 por ciento, algo así, y hoy día estamos en 11,4 por ciento.
Entonces, la única duda que tengo es si la efectividad de la política de subida de tasas ha bajado su impacto o no. Quiero saber si han podido calibrar aquello. O si, por el contrario, tienen confianza de que con esta medida -por muy dolorosa que sea, porque lo es- sí vamos a lograr los objetivos que se plantea el Banco Central.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senador Kast.
Tiene la palabra la Senadora Carvajal.

La señora CARVAJAL.- Gracias, Presidente.
Quiero agradecer la exposición que se ha realizado y felicitar a la Presidenta del Banco Central, señora Rosanna Costa, y a sus consejeras y consejeros. Por supuesto, quiero dar las gracias por la sinceridad, la transparencia y el sentido de realidad que tiene este informe. Creo que ello ha sido transversalmente valorado.
Debemos centrarnos en la mirada que nos convoca: ¿qué va a pasar en Chile con nuestra economía y cómo vamos a enfrentar esta crisis, que no es solo nacional y latinoamericana, sino que es mundial?
Frente a eso, creemos que el diagnóstico está claro. Como ya dije, valoro la mirada que se nos ha planteado con mucho sentido de realidad. Pero también debemos mirar hacia el final de esta crisis, pues la inflación tendrá un techo y llegará a su fin, aunque no será próximamente, como se ha señalado.
Mientras tanto, estamos en la parte más escarpada de la montaña que debemos subir, la más dura desde el punto de vista de sus efectos económicos; sobre todo, considerando cómo golpea a los más vulnerables.
El Banco Central, desde su autonomía constitucional, realiza una labor impopular, pero necesaria, la que obviamente explica haber elevado nuevamente la tasa de interés.
Ante ello, a partir de aquí el debate tiene que ser entre nosotros, creo yo. Debemos enfrentar esta materia en esta Sala, de forma sincera y frente al Gobierno, que deberá asumir el rol y la propuesta más clara de cómo salimos de esta crisis.
Lo anterior requiere hacerse con un acompañamiento respecto a cómo esto ha golpeado a la gente y cómo lo han enfrentado las clases medias y las más vulnerables; sobre todo los emprendedores, quienes han sido los más azotados no solo por el estallido social, sino también por la pandemia. Eso explica, más allá de pasarnos cuenta, la realidad que tuvimos que enfrentar, a propósito de los retiros.
Las crisis golpean de manera distinta a la economía y al bolsillo. No es posible tener una mirada única cuando se anticipa que va a generarse una inflación.
Por otro lado, también debemos entender que, no habiendo respuestas efectivas y urgentes, tuvimos que acudir a mecanismos que daban soluciones a las necesidades que surgieron, medidas que han sido justificadas por unos y que han sido objeto de muchos reclamos por otros.
Con todo, creo que este acompañamiento y estas necesidades deben ir de la mano de lo que dice el Ejecutivo mediante sus órganos ministeriales.
Todos acá han señalado que es necesario, más que nunca, una política contracíclica por parte del Gobierno. Requerimos un audaz plan de infraestructura en términos económicos, el que, dicho sea de paso, debe enfrentar los desafíos de la resiliencia climática e incluir políticas -sobre todo en el caso nuestro de las regiones- de embalses medianos y, por cierto, de infraestructura pública en materia de caminos, rutas costeras y otras que obviamente necesitamos para reactivar la economía.
También urge potenciar la industria agroalimentaria, la que quedó al desnudo en sus debilidades con relación a la escasez hídrica y otras variables en estas crisis, con altos precios en los insumos más básicos.
Tenemos que entender que millones de chilenos van a mirar a nuestro país como un lugar donde pasar sus vacaciones, lo cual va a potenciar el turismo interno. Con un alto precio del dólar, probablemente muchos de los que antaño viajaban y salían de vacaciones fuera del país ahora lo van a hacer de manera interna. Por tanto, el Ministerio de Economía y las carteras respectivas deberán enfrentar esta situación, sobre todo en el caso nuestro de las regiones, que son puntos turísticos de interés. Habrá que ver cómo potenciar el turismo rural.
Comprendamos que, a diferencia de otras crisis, estamos frente a una de índole planetaria. Como se ha señalado en la exposición del Banco Central, nos falta la mirada sobre qué se va a hacer a futuro y cómo se enmarca esto en el contexto internacional. Ahí conviene saber cómo han enfrentado este asunto los bancos centrales en el mundo. En esta necesidad y dosis de respuestas -como decía alguien acá-, tal vez la solución no es la dosis, sino que el problema es la sobredosis. Hay que ver cuánta de esa dosis nos corresponde y cuánta es la que se perfila. Esto va a ser necesario para poder enfrentar la crisis económica futura.
La interrogante respecto de nuestras responsabilidades como Estado, como Parlamento y desde nuestros Ministerios es justamente: ¿cómo este Congreso va a trabajar para evitar que esta tragedia deje en el camino a más compatriotas? Debemos saber cómo va a operar, a propósito de los Ministerios, la política de vivienda, que finalmente apalanca empleo de calidad, a diferencia de... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Tiene un minuto más, Senadora.

La señora CARVAJAL.- Gracias, Presidente.
¿Cómo se apalanca esta crisis generando empleo de calidad, más que programas específicos? ¿Qué va a hacer el Estado a propósito del endeudamiento público? ¿Qué va a ocurrir con la austeridad fiscal? ¿Cómo el Gobierno va a enfrentar las nuevas contrataciones, la renovación de vehículos, los viajes y otros gastos que probablemente van a tener que asumirse desde el Ejecutivo?
Si esto no se mira y se perfila dentro de un marco y un acuerdo económico de rescate de nuestra economía de manera conjunta, creo que va a ser difícil generar respuestas efectivas y tranquilidad en aquellos que hoy día la siguen pasando mal.
Por eso creo que es muy necesario dar -así como se ha producido hoy y seguirá sucediendo, a propósito de lo que ocurrió el domingo, en relación con un camino y un relato relativo a una respuesta constitucional- una solución que constituya un marco y acuerdo económico de rescate de nuestra economía.
Creo que podemos avanzar... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Ya le hemos dado más tiempo.

La señora CARVAJAL.- Presidente, solo un minuto.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Sí, para que termine.

La señora CARVAJAL.- Creo que ese es el camino, en vez de estar rasgando vestiduras y generando diagnósticos que ya son conocidos por todos.
Debemos mirar el futuro de la economía con sentido de realidad y en el enmarque internacional en el que vivimos; observar cómo enfrentamos esta crisis y cómo hacemos que quienes lo están pasando mal no lo sigan haciendo.
En ese acompañamiento, creo que en este Congreso debemos hacer un gran compromiso, y desde mi rol como Senadora de la Región de Ñuble, por supuesto que está toda la disposición.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senadora Carvajal.
Tiene la palabra la Senadora Allende.

La señora ALLENDE.- Gracias, Presidente.
En primer lugar, quiero saludar a la Presidenta y a todo el Consejo del Banco Central aquí presentes. Les agradezco su exposición, que fue, como dijo el Senador Lagos Weber, bastante cruda, pero necesaria, porque no podemos soslayar lo que hoy día estamos viviendo.
Pero voy a partir diciendo que, sin perjuicio de valorar aquello, me gustaría saber un poco más. Respecto a esta última decisión, del alza bastante fuerte de la tasa de interés, yo creo que necesitamos saber las razones de quienes no estuvieron de acuerdo con ello. Necesitamos un análisis interno más claro, mejor todavía si hubo distintas posiciones, lo cual nos permite tener mayor conocimiento de los argumentos, porque evidentemente tal medida suena fuerte. Esto golpeará a quienes tienen deudas o van a pedir un crédito o necesitan reactivarse. Entonces, es bastante complejo.
Más aún, yo entiendo -me dirán si estoy equivocada- que se ha calculado que la proyección de la inflación a partir del tercer trimestre va a empezar a bajar y, por tanto, a contenerse. En consecuencia, no sé si era necesaria una decisión tan drástica. Es una buena pregunta frente a la situación económica que estamos viviendo.
Hace rato que se dijo que el exceso de demanda y de circulante ayudó a la inflación. Algunos lo señalaron anticipadamente. Eso, mientras se discutía, por supuesto, el quinto retiro y el IFE universal. Todo ello generó un exceso de circulante, no hay ninguna duda. Y a eso se agregaron los factores externos.
Pero también -y esto creo que lo sabemos todos- hace rato que nuestra economía no crece en la forma que quisiéramos; hace rato que la productividad y la economía andan cada vez más bajas. También es importante esa mirada más amplia e integral de lo que nos está pasando. Ello no es responsabilidad solamente de lo ocurrido los últimos cinco meses. Se observa un proceso que viene en un continuo ya desde hace un tiempo, y creo que es interesante.
Además, me gustaría que me dijeran cuáles son los componentes internos y externos que afectan a nuestra economía. Sería interesante que pudiese ampliar ese tema la Presidenta o los consejeros. Entiendo que es la Presidenta la que responde.
Por otra parte, no puedo dejar de mencionar que la Región de Valparaíso, que represento, se ha visto tremendamente afectada, primero, por el estallido social, que perjudicó todo lo relativo a hotelería, turismo, gastronomía, etcétera; y después, evidentemente por la pandemia y la situación actual.
Es como una contradicción que tengamos en este momento pocas posibilidades de desarrollar proyectos de inversión pública y también privada. En la Región de Valparaíso, de verdad, lo único que veo hace años son titulares que no se concretan.
Había un gran plan para Valparaíso del Gobierno pasado: nunca pasó nada.
Se anunció un tren: ahí está todavía, medio atascado, y no sabemos nada. A fin de año sabremos si es posible o no avanzar en ello.
Se habló del "gran proyecto", en el Gobierno pasado, del Paseo Barón: hoy día está bastante atascado, porque se encontraron vestigios, y tenemos que resolver con el Consejo de Monumentos, etcétera.
Un largo etcétera.
En concreto, no hay nada, nada importante. No les puedo decir hoy día a los habitantes de la Región de Valparaíso "miren, esto hay", salvo los acuerdos que se están logrando, que son muy relevantes, para apoyar a las mipymes, a las pymes que no tuvieron acceso, por ejemplo, a los créditos Fogape o que no se vieron beneficiadas con Corfo ni con Sercotec. En fin, buscar por ahí, aunque es bastante deficiente.
No puedo dejar de mencionar, también, lo que pasa en Vivienda. Alguien lo decía, es bien increíble. Muchos proyectos hoy están al borde de paralizarse: algunos con 97 por ciento de avance, como ocurre en la comuna de San Esteban; otros con 60 por ciento de avance, como sucede en la comuna de Quinteros, una de las zonas de sacrificio. Ello, porque el alza del costo de los materiales y de los salarios impide que las empresas puedan seguir adelante.
Ya sé que el Banco Central no lo va a decir directamente, pero es evidente que debemos tener una mirada un poquito más amplia para ver cómo abordamos esa situación.
Entonces, si esta tasa, que es bastante alta, va a golpear y si la inflación debería ir conteniéndose e, incluso, decreciendo -creo que el propio informe dice que de aquí a dos años la tasa va a llegar a lo que normalmente ha sido, de 3 por ciento, que es lo saludable-, la pregunta es si era necesario subirla.
Además, ¿qué hacemos con una tan baja inversión y, sobre todo, ejecución presupuestaria?
Realmente, no puedo sino sentirme impotente. ¡Cómo es posible que en una región tan golpeada... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Tiene un minuto más, Senadora.

La señora ALLENDE.- ... como Valparaíso hoy no haya inversión! Uno se pregunta: ¿dónde está la inversión pública?, ¿dónde está ese gran proyecto, o bien, la inversión privada, teniendo las alternativas?
Entonces, francamente, es muy duro verlo de esta manera, porque se ven afectados los sectores más vulnerables. ¡Eso es lo duro!
También se mencionó -y con esto termino, Presidente- el tema energético. Respecto de lo que está ocurriendo en Europa, de la guerra en Ucrania, nadie puede pronosticar cuánto tiempo más va a seguir y qué consecuencias implicará. Ante ello, creo que es buena una proyección del Banco en ese sentido.
Muchas gracias.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senadora Allende.
Tiene la palabra el Senador Kusanovic.

El señor KUSANOVIC.- Gracias, Presidente.
Quiero saludar a la Presidenta del Banco Central y a los consejeros presentes, y agradecer el informe entregado, que, en verdad, es bien técnico, bien profesional y nos señala una predicción de lo que viene.
La pregunta que he escuchado acá -varios la han hecho- es por qué no crecemos. Si bien estamos en un escenario supercomplejo mundial, yo creo que, básicamente, no crecemos por las políticas que hemos desarrollado.
Los partidos políticos, los parlamentarios, los gobiernos de turno se han vuelto populistas, se han vuelto cantinfleros. Ello ha generado inestabilidad, incertidumbre, malas políticas públicas; por ejemplo, políticas energéticas que han hecho subir la energía; políticas exageradas en medioambiente que han paralizado el desarrollo; el Estado que se ha dejado de preocupar por las empresas que tiene. Todo eso ha hecho disminuir también el crecimiento.
Es un tema que hay que ponerlo sobre el tapete. Nosotros tenemos que preocuparnos de esto.
Preguntaron: ¿por qué fue el estallido social? ¡Si el estallido social se dio por falta de jubilación! Para las pensiones nunca se aumentaron los aportes (llegar a 18 o a 20); se inventaron los multifondos, que son discriminatorios, pues se marca una diferencia entre el que tiene información y el que no la tiene. ¡Una política pública no puede ser discriminatoria!
Hay muchas cosas para reparar y corregir.
La salud: no hay médicos. ¡Faltan diez mil porque el Colegio Médico dice cuántos médicos tiene que haber! Y se ven muchas otras fallas en administración.
La educación: inventamos el Estatuto Docente y lo dejamos mal; no podíamos administrar las corporaciones municipales, lo que obligó a la gente a pagar un colegio privado para sus hijos.
La vivienda: el 2004 se cambiaron las políticas. Faltan viviendas en Chile, cuando antes había un superávit. Ahora generamos un déficit enorme de viviendas.
La seguridad: ¡la gente está indignada!
Se preguntan por qué protestó el 2019 la gente: porque está indignada por todos los cambios que hicimos mal en Chile y nunca corregimos. Hicimos cosas muy buenas, pero otras malas, que hay que enmendar. Por eso yo siempre he llamado a los partidos políticos a pedir perdón por las cosas mal hechas que afectaron a la gente.
Gracias.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias.
Senador Chahuán.

El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, quiero referirme al panorama complejo que hoy día estamos viviendo.
Y, por su intermedio, aprovecho de felicitar a Rosanna Costa y también a todo el Consejo del Banco Central, por estar haciendo una labor extraordinariamente importante.
Por eso uno defendía con tanta fuerza, con tanta vehemencia, la autonomía del Banco Central, que es clave.
Estamos viviendo, yo diría, uno de los procesos inflacionarios más complejos del último tiempo, con la inflación más alta de los últimos veintiocho años. Esto implica ver cómo nos hacemos cargo, finalmente, de que ese impacto no termine afectando el poder adquisitivo de los más vulnerables.
Si uno hiciera la segmentación del IPC, tanto de los más pobres como de las personas mayores, vería que el impacto es aún más grande.
Entonces, tenemos dos vías: por una parte, políticas de Gobierno que permitan impulsar programas sociales que busquen paliar el efecto de la inflación y, por otra, cómo eso puede ir generando más gasto público y más inflación.
Con todo, tenemos que ponernos en los zapatos de las personas más afectadas y empatizar con ellas, lo cual genera un equilibrio en torno a cómo buscar una fórmula.
Yo tengo mis dudas respecto del aumento de las tasas de interés y del efecto que eso producirá en aquellos emprendedores que efectivamente quieren salir adelante, que no han tenido acceso a todos y cada uno de los créditos otorgados por parte del Estado.
Entonces -por su intermedio, Presidente-, a la Presidenta del Banco Central le consulto lo siguiente: cómo esta política monetaria finalmente nos va a permitir hacer frente a este fenómeno, porque la venta programada de dólares, que fue una opción para disminuir la tasa de cambio de la divisa, puede haber generado un impacto. Pero cómo logramos que esa política de venta de las reservas de dólares que tenemos mantenga a raya el dólar.
Sabemos que la certidumbre que se ha dado particularmente desde el domingo en adelante va a ayudar; sin embargo, la pregunta es de qué manera podemos conseguir que eso permanezca.
El anuncio de venta programada produjo un efecto; y luego, la venta programada ha provocado otro efecto. Y lo que deseo consultar es cómo ve el Banco Central las certezas respecto de los próximos meses y cómo ello puede ayudar a mantener a raya el precio del dólar, lo que ciertamente genera un efecto muy importante desde el punto de vista de la inflación.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senador Chahuán.
A continuación, le ofrezco la palabra a la Presidenta del Banco Central, doña Rosanna Costa.

La señora COSTA (Presidenta del Banco Central).- Muchas gracias, Presidente.
Por su intermedio, quiero agradecer las preguntas de los señores Senadores. Hay varias que se repiten o que tienen matices similares. Las iré agrupando en la medida que se vayan presentando.
Voy a partir por las inquietudes del Senador Kuschel, quien fue el primero que tomó la palabra. Él hace una serie de preguntas, más de una.
La primera tiene que ver con la opción de realizar una presentación a la Cámara.
Existe un proyecto de ley que establece la posibilidad de que el Banco Central haga presentaciones e informes a la Cámara de Diputados y al Senado. Nosotros, obviamente, según el desarrollo de esa iniciativa, haremos las presentaciones conforme a lo que la ley indique. No hay ningún inconveniente al respecto. El Banco Central buscar instancias para ser lo más transparente posible y comunicar abiertamente cómo son sus políticas. Por eso las publica y genera las instancias en las cuales poder, transparentemente, transmitirlas.
También pregunta, o más bien no fue pregunta, sino que habla -y sobre esto quiero hacer una aclaración- de una pérdida de reservas de 25 mil millones.
Con respecto a esa cifra, quiero precisar que aquí no hay pérdidas de reservas. Lo que el Banco Central ha hecho es una intervención cambiara después de constatar que los mercados no estaban teniendo la posibilidad de hacer frente a los shocks y se estaba perdiendo la señal de precio, que su funcionamiento era completamente inadecuado y que se arriesgaba el mal funcionamiento de otros mercados en el sistema financiero.
¿Y cuál es la intervención? ¿En qué consiste? Consiste en la venta de un máximo de 10 mil millones de dólares en el mercado spot, de los cuales se han vendido cinco mil millones aproximadamente; en dar créditos a través de una línea swap, y, por lo tanto, no son entregas de reservas, sino un crédito que luego tiene que devolverse al Banco Central.
El tercer mecanismo es a través del mercado forwards, un mercado en el cual hay coberturas sobre el tipo de cambio, pero se realizan en moneda nacional. Allí no hay movimientos de dólares: son coberturas que permiten cerrar posiciones en dólares en los balances, pero esas posiciones se cierran con intercambio de pesos.
Por lo tanto, desde el punto de vista del efecto en las reservas internacionales, estamos hablando de 5 mil millones de dólares a la fecha.
Considero importante la aclaración, Senador, porque ha habido bastante confusión con respecto al efecto que puedan tener las operaciones forwards dentro de las reservas internacionales. De manera que aprovecho su referencia para aclarar esos tres mecanismos, cómo funcionan y cómo operan en el mercado y de qué manera impactan o no en el total de reservas internacionales.
El Senador también mencionó la deuda pública y cómo ello puede tener efectos en la emisión. La verdad es que la deuda pública no tiene efectos en la emisión, porque lo que hace es obtener recursos dentro del mercado, ya sea externo o interno, y, en tal sentido, no está generando emisión adicional.
Asimismo, hizo una consulta que yo sé que le preocupa, pues en varias oportunidades la ha realizado, y se la hemos contestado por escrito. Me parece muy valiosa su pregunta, que tiene que ver con qué sucede con el M1 y qué ha pasado con el M1.
Nosotros tenemos un informe mensual, donde vamos entregando toda la información de cómo los agregados monetarios, tanto el M1 como los agregados más ampliados, se van desenvolviendo. La verdad es que el M1 en lo más reciente ha caído en 24 por ciento. Si uno lo mide como porcentaje del producto pasado, entiendo que es de en torno del 35 y el 25 por ciento del producto.
Ahora, nosotros guiamos la política monetaria a través de la tasa de interés, y al hacerlo a través de ella nosotros entregamos liquidez si es que a esa tasa de interés hace falta más liquidez, o la contraemos si no hace falta liquidez. En este momento, en la medida que las transacciones interbancarias se realizan al nivel de la tasa del Banco Central, estamos entregando la liquidez que el mercado necesita, y no hay excesos de liquidez más allá de lo que la tasa comanda.
Ciertamente, lo que la tasa comanda lo voy a explicar más adelante, a raíz de las preguntas que nos han hecho recurrentemente sobre las razones de la decisión de tasa de política del día de ayer.
Aquí el Senador sí hace una pregunta que es similar a otras: ¿por qué el corredor se desplaza de una reunión a otra? Otros Senadores preguntan por qué hemos ido cambiando la proyección de inflación a través del tiempo y qué hay detrás de estos distintos escenarios que reiteradamente nos ha tocado venir a presentar al Senado.
Esa también es una pregunta muy valiosa y nos ofrece una gran oportunidad para dar una respuesta con mayor claridad.
Nosotros hemos estado experimentando una sucesión de shocks y de efectos que se han ido sumando unos a otros. El escenario ha ido cambiando a través del tiempo. En los primeros informes que daban cuenta del proceso inflacionario lo que teníamos era un desbalance eminentemente interno, un exceso de demanda que tiene un origen en transferencias que se hicieron a los hogares más allá de las pérdidas de ingresos que estos estaban experimentando.
Esas transferencias vinieron de distintas fuentes. Los retiros fueron una fuente importante, no la única, pues también hubo transferencias fiscales, en fin; pero el efecto neto es que los ingresos que recibieron los hogares excedieron las pérdidas que se estaban dando en ese momento.
Hay un informe de política monetaria en que se presentó un recuadro -no recuerdo la fecha en que se hizo, pero no fue hace mucho- que daba cuenta de ese impacto. Aquello generó un fuerte desbalance por el lado de la demanda.
Eso se produce en un momento en que las cadenas de suministros internacionales estaban siendo afectadas por la pandemia y en que la oferta en general estaba produciendo daños, lo que significó una dificultad mayor para responder a esa situación de demanda. Es decir, hay un efecto que tiene un impacto doble, porque se da en un momento en que la oferta también tiene su daño y sus restricciones, restricciones que se han demorado mucho más de lo que se esperaba en irse reponiendo y hasta el día de hoy hay costos que siguen siendo altos en términos de las cadenas de suministro de valor. Y la restauración de la oferta a nivel global sigue con temas pendientes: todavía hay lockdown en China, que mantienen este problema con una persistencia mayor.
Eso ya es una fuente de inflación que ocupaban nuestros informes y que constituye una causa importante que explica buena parte del proceso inflacionario que estamos viviendo hoy.
Sin embargo, se han ido sumando efectos adicionales, como la invasión de Rusia a Ucrania, que tiene un impacto muy fuerte sobre el precio de las materias primas; que tiene un impacto -ustedes lo han señalado en varias de las preguntas- con respecto al precio de los alimentos; que tiene un impacto relevante entonces que también nos repercute y que viene a aumentar nuestra inflación.
Ahí la pregunta es qué podemos hacer con ella si se trata de una inflación externa.
La verdad es que esa inflación nos llega en un momento en que ya tenemos una inflación alta; nos llega en un momento en que tenemos expectativas subiendo, y nos llega en un momento en que tenemos shocks cambiarios al alza, y por lo tanto, impacta y tiene efectos de segunda vuelta que es necesario controlar.
A eso se suma que este proceso de inflación, que no es solo nuestro, que también está sucediendo en otros países del resto del mundo, con causas diversas y con distinta ponderación de sus orígenes en cada uno de ellos, está siendo abordado recientemente con respuestas más masivas e importantes de parte de los Bancos Centrales con mayor relevancia y los más desarrollados, entre ellos, la Reserva Federal, que ha sido muy vocal en lo más reciente respecto de la trascendencia y el deber que tienen de controlar la inflación que se registra en Estados Unidos.
Cuando eso se hace y la Reserva Federal sube las tasas para controlar su inflación -lo mismo que realizamos nosotros-, es un banco que tiene un impacto global. Y ese impacto global se traduce en una fuerte apreciación del dólar y, en consecuencia, una depreciación nuevamente de nuestras monedas, en particular en los países emergentes; produce aumento en la probabilidad de una recesión global, y provoca un impacto también en el precio de las materias primas.
Todo esto se sigue incrementando en nuestro terreno, en que tenemos ya una inflación muy alta, en que las expectativas de inflación siguen subiendo, y eso va sumando persistencia a la inflación interna que existe en nuestro país, persistencia que hace que sea más difícil controlar el proceso inflacionario. Por ello quiero decir que se requiere un efecto algo mayor, en términos de tasas de interés, que si eso no estuviese vigente.
Entonces, hemos tenido una sucesión de shocks que se vienen instalando sobre una situación que ya evidenciaba un desbalance en la economía. Ese desbalance hace que la corrección sea más dificultosa, porque el impacto es acumulativo, y vuelve mucho más compleja la solución del problema. Todo habría sido mucho más fácil si no hubiésemos tenido el desbalance o lo hubiésemos podido solucionar antes de estos shocks del sector externo.
Hay preguntas adicionales, señora Presidenta.
Paso al Senador Coloma.
El Senador Coloma habla también de la inflación, de las estrategias que presentamos en el Informe y de la coordinación entre la política monetaria y la política fiscal.
Aquí me detengo, pues creo que en esta parte puedo aprovechar de responder además varias preguntas. Si es necesario complementarlas más adelante, en el listado que tengo, lo iré haciendo.
Nosotros tomamos como un antecedente muy importante la política fiscal, porque tiene un impacto en el gasto de la economía a través de la inversión pública, a través de las transferencias, a través de lo que hace por la vía de los ingresos, y, por lo tanto, es una información de mucho valor al momento de efectuar una evaluación y perspectiva hacia adelante de los desarrollos de la economía.
Para nosotros es un dato.
Ahora bien, lo que señala el Informe y lo que les mencioné es que, cuando tenemos un desbalance importante y niveles de inflación del 13 por ciento, el esfuerzo que hay que realizar es muy grande. Por lo tanto, toda contribución de otras políticas que también apunten en la dirección de ajustar y contener ese exceso de gasto aplicadas en la misma dirección hace que este proceso sea más simple, más fácil de lograr a un menor costo para la economía en su conjunto.
Esa es la referencia a que se hace en el Informe.
Sin embargo, también hay preguntas sobre la forma en que nos coordinamos. Efectivamente, existe una relación muy cercana entre el Banco Central y el Ministerio de Hacienda.
En todo lo que tiene que ver con el análisis, con el desarrollo y con la información requerida para la política macroeconómica, nuestros equipos están permanentemente trabajando, compartiendo informes, compartiendo antecedentes y abocados al estudio de los datos, obviamente, cada una de las instituciones con su mirada, pero complementando y enriqueciendo el proceso de análisis entre las dos. Al momento de tomar decisiones, ciertamente, los temas pasan y se dividen en términos de cuáles son las responsabilidades de cada una.
Además del trabajo de los equipos, complementariamente realizamos reuniones periódicas en el Banco Central o en el Ministerio de Hacienda, conversamos con el Ministro y estamos compartiendo la información y la mirada sobre el acontecer económico.
Aquello no significa que la responsabilidad de la política fiscal sea independiente de la conducción de la política monetaria. Las decisiones le corresponden al Ministro de Hacienda y las toma en todo lo relacionado con política fiscal, con políticas públicas y con todas las materias que debe resolver la autoridad gubernamental. Y nuestra coordinación con otras instancias son siempre a través del Ministro de Hacienda.
En materia de inversión y de empleo hay preguntas adicionales del mismo Senador Coloma.
Cuando estamos hablando de la necesidad de ajustar los desbalances de la economía y estamos proyectando que para el próximo año ella va a tener un crecimiento dentro de un rango de -0,5 y -1,5, lo que estamos diciendo es que la actividad económica va a decaer con respecto al año anterior en esos porcentajes. Eso sin duda produce un impacto en el mercado laboral, que nosotros no desconocemos.
Sin embargo, este ciclo tiene una particularidad.
La naturaleza original de este ciclo radica en el vuelco del consumo en una proporción mayor sobre el consumo de bienes importados. Parte de ello lo hemos visto y reflejado en la cuenta corriente.
Nosotros estamos proyectando que los ajustes por el lado de la cuenta corriente y en el consumo también van a ser con un porcentaje mayor a lo normal, a través de la cuenta corriente y del consumo de bienes importados. Esto hace que el efecto sea algo diferente a lo que hemos visto en otras crisis, donde la distribución de los efectos sobre la economía ha sido algo distinto.
Sin embargo, hay obviamente una relación entre la evolución de la producción de la economía y el efecto sobre el mercado laboral, y ese efecto no lo podemos desconocer. Por eso es muy importante resolver el problema inflacionario lo antes posible; evitar que se siga generando y aumentando persistencia inflacionaria, territorio en el cual sería mucho más costoso y más difícil lograr la convergencia de la inflación.
De hecho, en el Informe de Política que hoy día me tocó presentarles manifestamos claramente la preocupación de todo el Consejo del Banco Central por el efecto de las expectativas de la inflación sobre la persistencia inflacionaria y la necesidad e importancia del foco que nosotros estamos poniendo en esa evolución hacia adelante.
De otro lado, la Senadora Provoste, a quien agradecemos el respaldo a las decisiones del Banco Central, hace un punto muy importante en lo que es la inflación de los alimentos, y ciertamente tiene toda la razón: el efecto que produce el impacto del mayor precio de los alimentos es severo. Si la inflación es un impuesto regresivo y le pega a los hogares más vulnerables, que este tenga un componente en el precio de los alimentos lo hace más severo aún. Y plantea de qué manera -aquí habla más bien de la política fiscal-, a través de la política fiscal, de otras medidas o estímulos, se puede subsanar esta situación.
Creo que es importante entender que todo lo que tiene que ver con estímulos debe hacerse cargo también de que lo que la economía necesita es un ajuste en el nivel de actividad, en el nivel de consumo y en el nivel de inversión para poder controlar efectivamente la inflación que estamos viviendo hoy día.
Pero la política fiscal tiene distintos instrumentos. Esto lo va a decidir el Ministerio de Hacienda, quien va a definir cuál es el nivel compatible con ello, así como la distribución del mismo, que es más acorde con una política en este ámbito, territorio que corresponde absolutamente a las decisiones de dicha Cartera.
Como les comunicamos en esta presentación, nosotros seguimos estrictamente la trayectoria que está en el Informe de Finanzas Públicas, que es lo que hemos conversado con el Ministro y que considera prudente aplicar como compromiso en la convergencia y en la consolidación fiscal.
Es importante, el Ministro de Hacienda lo ha expresado, poner un límite de deuda máxima y buscar una convergencia en tal sentido, de manera de no generar otros deterioros. Y en ese territorio, el Ministro se manejará, con toda seguridad, para buscar espacios y atender las necesidades que ustedes planteen en el debate que van a tener con él.
También es bien relevante señalar que hay una tercera variable, y esta es la productividad. La eficiencia y la productividad generan también algún espacio adicional para salir adelante y poder producir más con menos, lo que es importante explorar porque en nuestro país ya por muchos años tenemos productividades relativamente bajas. Y creo que es otra variable importante a considerar en esta mirada de mediano y largo plazo: qué podemos hacer para mejorar la productividad.
A la vez, se han formulado preguntas recurrentes sobre el impacto que puede tener el corte de suministro de gas en Europa. La verdad es que el corte de suministro de gas tiene un impacto más significativo en algunos países que en otros y presenta una característica particular: es un mercado segmentado, pues es difícil transportar el gas y esto se hace a través de determinadas cañerías. Por lo tanto, su impacto está muy concentrado en Europa y pega a través de los costos. No es que sea indiferente para nosotros, sino que nos pega algo menos, porque no tenemos el primer impacto directo. Sí significa algunos puntos importantes de caída del producto para algunos países más afectados que otros, y por esa vía indirectamente algo nos llega a nosotros. No es el impacto más grande del escenario que hemos presentado hoy día.
El Senador Flores habló de la importancia que tiene mirar la realidad. Y quiero decirle al Senador -esto lo presentamos en el informe- que a nosotros nos preocupan profundamente los niveles de inflación que estamos viendo hoy día. Para el Banco Central controlar la inflación y mantenerla estable es la clave fundamental a través de la cual trabajamos para mejorar el bienestar de la población. Estamos muy conscientes de que la inflación es un tremendo, un enorme problema para las familias; pero no solo para las familias: ustedes mismos han mencionado lo que eso significa también para las empresas, pues estas tienen que comprar insumos más caros, y han entregado varios ejemplos de proyectos de inversión que también se ven afectados.
Sin duda, para nosotros la inflación es de primera importancia, y sentimos muy cercano el problema, nos interesa, nos importa, nos preocupa enormemente que haya llegado hasta los niveles que observamos. Estamos trabajando en su control y la decisión de tasa que hemos tomado apunta en la misma dirección. Voy a referirme a eso un poco más adelante.
En lo que respecta al temor por sobreajuste, nosotros estamos conscientes de los costos que implica un sobreajuste. La experiencia de la crisis de 1998, que mencionó el mismo Senador Flores, fue una fuente de aprendizaje muy importante para el Banco Central, y en ese escenario la institución cambió radicalmente su marco de política monetaria precisamente para evitar que se repitieran situaciones de la misma naturaleza. Lo que nosotros buscamos hoy día con nuestro marco de política es darnos un período en el cual la política monetaria actúe, que el canal evite una sobrerreacción excesiva, pero en un período de dos años, no más allá, de manera tal que la persistencia de la inflación no pase a ser un problema mayor.
Por lo tanto, nuestro marco hoy día nos da un espacio dentro del cual la política monetaria se transmite, se traspasa a la economía; nos permite que el impacto sea más suave y el ciclo no tan pronunciado, pero no más allá, de modo tal que ese proceso inflacionario no termine siendo más costoso a través de mecanismos como la persistencia o lo que llamamos "efectos de segunda vuelta sobre la inflación".
La Senadora Rincón manifestó su preocupación, la que nosotros compartimos, sobre los efectos de la alta inflación en el consumo, en la producción. Preguntó también por qué ha ido cambiando la proyección de inflación, a lo cual ya respondí. Pero además consulta por las razones del alza que realizamos ayer en la política monetaria.
Y voy a hacerme cargo de esa pregunta.
Nosotros, en el informe que hoy día les entregamos, presentamos un aumento en la inflación proyectada. Como algunos de ustedes lo mencionaron, a diciembre de este año habíamos proyectado una inflación cercana al 10 por ciento (9,9), y en esta oportunidad ha subido a niveles de 12 por ciento. También aumentará el próximo año en promedio cerca de un punto porcentual por sobre la proyección que teníamos. Lo que quiero decir con eso es que efectivamente la inflación va a caer, pero va a transitar por niveles más altos que los que habíamos proyectado la vez anterior en el período más corto.
¿Qué hay detrás de la trayectoria de la inflación? Antes que nada, la primera caída de la inflación tiene directa relación con el impacto más cercano, más directo y más inmediato, que es el ajuste en algunos precios internacionales que empieza a darse y que ayuda bastante a que en la primera parte haya un retroceso en la inflación. Pero la inflación no volátil demora más, tiene una trayectoria menos pronunciada en el ajuste que la inflación de los precios volátiles. Esto se debe a que el ajuste que requiere la economía se toma algo más de tiempo, y ese ajuste necesita una contracción algo mayor, que fue la decisión de tasa del día de ayer.
Detrás del aumento y de esa proyección más alta hay factores y el tipo de cambio juega un rol muy importante.
Respecto al informe anterior, tenemos una depreciación significativa. Además, se registra un aumento, desde el informe anterior hasta ahora, en las expectativas de inflación. Por lo tanto, estamos reconociendo un factor de persistencia de la inflación algo mayor. Y tenemos también la perspectiva de que hoy día la política monetaria en Estados Unidos seguirá siendo más contractiva. Los efectos que ello tiene sobre la apreciación del dólar y, por lo tanto, sobre la depreciación de nuestra moneda continúan hacia delante. Esa suma de factores está involucrada en una trayectoria de inflación más alta, que requiere un esfuerzo mayor, y es lo que estuvo detrás de la decisión de tasa de política monetaria del día de ayer.
Quiero señalar que, más allá de las distintas votaciones que hubo ese día, la concurrencia del Consejo en pleno al contenido del Informe de Política Monetaria, al diagnóstico y a lo que requiere la política monetaria de aquí en adelante para converger en la inflación es algo compartido por todo el Consejo.
El Senador García Ruminot habló de las malas noticias, de por qué se tomó la decisión, y es lo que acabo de contestar.
La Senadora Sepúlveda, por su parte, nos pidió respuestas por escrito sobre el plan estratégico del Banco Central. Ya me referí a ese plan. Me pareció que la dimensión de su pregunta iba más allá, que hablaba más bien de un plan estratégico de política macroeconómica agregada y con políticas públicas. Mi referencia es al plan estratégico del Banco Central. Cada cinco años nosotros realizamos un plan estratégico en el que nos hacemos cargo de cuáles son los desafíos que tiene la institución y cuáles son las áreas que requieren fortalecerse. En ese plan estratégico se incorporan áreas donde hay que avanzar, áreas en las cuales hay que trabajar. Dentro de esas áreas existen temas estadísticos, como mencionó el Senador Lagos Weber. Del plan estratégico anterior viene este desafío de incorporar cuentas nacionales, regionales, contar con estadísticas de género, con más estadísticas regionales, de manera de tener un mejor diagnóstico que permita el diseño de políticas públicas.
Dentro del análisis del Banco Central hay un trabajo y un desafío que nos hemos puesto en términos de aportar estadísticas que ayuden a tomar decisiones. En lo relativo al desafío climático, nos interesa particularmente cómo ello está incidiendo o pudiera incidir en la estabilidad financiera, lo que requiere conocimiento, estadística, y estamos trabajando en ello. Así, el plan estratégico lo que va a hacer -y lo voy a presentar ante ustedes cuando esté listo en cada uno de sus componentes- es analizar cuáles son las áreas de trabajo más relevantes para el Banco Central.
Dicho eso, tenemos muy claro que uno de los desafíos o el desafío más importante del Banco Central hoy día es contener la inflación.
El Senador Huenchumilla hizo una pregunta sobre la autonomía del Banco Central y la coordinación de las políticas. En cuanto a política, como les decía, nosotros tenemos una coordinación permanente con el Ministerio de Hacienda en todo aquello que tiene que ver con compartir el diagnóstico macro, con enriquecerlo, con compartir los antecedentes. Es un trabajo de equipos, situación que es muy importante para compartir el diagnóstico y poder coordinarnos. Tenemos reuniones permanentes entre las autoridades de las dos instituciones y trabajo permanente entre los equipos. El Ministro integra las reuniones de política monetaria y hace sus puntos en el momento en que se toman las decisiones.
También preguntó el Senador sobre las causas externas de la inflación.
En cuanto a ponerle número a las causas internas y externas, nosotros lo hemos hecho en los distintos informes. El equivalente sigue siendo un tercio/dos tercios. Esa descomposición involucra hacerse cargo de qué tenemos como causa interna y qué tenemos como causa externa. La causa externa tiene como componentes el tipo de cambio, el precio de las materias primas, los precios del petróleo, etcétera. Eso sigue siendo del orden de un tercio.
Sin embargo, como explicaba en una de las respuestas anteriores, lo que hoy día tenemos es un proceso en el cual, con niveles de inflación altos, con persistencia inflacionaria, cada aumento de precio genera un efecto que se va quedando en la economía y que requiere un esfuerzo adicional, no solo porque venga de afuera. Lo que importa es cuál es la persistencia de ese shock y de qué manera ese shock en particular, o cada uno de ellos, incide en la convergencia de la inflación a dos años plazo. Y es sobre ese elemento que el Banco Central tiene que actuar.
El Senador Sandoval nos preguntaba por la disminución de gasto, que me parece que está contenida en las respuestas que he dado.
A la vez, planteaba qué significa la inflación para algunos proyectos a raíz del costo de los insumos -es otro de los ejemplos- y por qué la inflación es un problema tan complejo, tan severo y que pega tan globalmente a las personas, a las empresas y también a la inversión pública.
El Senador Kast preguntaba respecto de la efectividad de la política monetaria. Me parece que eso lo he contestado al hablar de la diferencia que se produce cuando hay mayor persistencia de la inflación, lo cual sucede cuando la inflación es más alta y las personas tienden a buscar respuestas distintas para protegerse de la inflación, a diferencia de cuando la inflación parte de una situación equilibrada, en que está en 3 por ciento y las perspectivas de los agentes son que la inflación seguirá en un 3 por ciento. Por lo tanto, la respuesta de política monetaria en un escenario y en otro puede requerir ser algo mayor.
La Senadora Carvajal hace preguntas parecidas. Y también plantea consultas sobre la crisis planetaria.
Yo más o menos señalé cuáles eran los temas climáticos. Ello se detallará cuando tengamos el plan estratégico completo, que lo daremos a conocer ante ustedes en alguna otra instancia.
De igual forma, se hacía referencia a dosis y sobredosis. Nosotros no queremos sobredosis. Precisamente, decía que tenemos un marco de política que busca evitar las sobredosis. Lo que deseamos es la dosis precisa para que la inflación retroceda luego. Si la prolongamos en el tiempo, es mayor el tiempo que las familias y los agentes sufren este problema, que además se agrava a través de los canales de persistencia. Y precisamente es la mayor tasa la que contribuye, al encarecer el crédito, a que la demanda se ajuste a los niveles que la economía requiere y que la hacen persistente a través del tiempo.
Es importante destacar que la demanda está partiendo de niveles extraordinariamente altos. Se requiere un ajuste para la convergencia de la inflación y por eso mostramos en las gráficas de la presentación la magnitud del ajuste, que vamos a tener niveles promedio de producto dentro de rangos negativos para el próximo año, con brechas de actividad también negativas desde el cuarto trimestre por un período prolongado.
En cuanto a lo que mencionaba el Senador Chahuán, efectivamente el IPC es regresivo, les pega más a los pobres, a las personas mayores. Es un dato y por eso es importante contener la inflación.
Y también hablaba del tema de la intervención cambiaria. Aquí, el Banco Central no está apuntando a un determinado precio, sino que busca que el mercado funcione correctamente y encuentre el precio. Finalmente, el precio del tipo de cambio, en el mediano y en el largo plazo, depende de variables fundamentales que el Banco Central no puede controlar. Depende principalmente de lo que pase con variables como la productividad relativa, en el caso del tipo de cambio real; del precio del cobre; del valor de nuestra moneda en relación con el dólar. Y, por lo tanto, se trata de variables que no manejamos directamente. Pero lo que sí podemos hacer es que el mercado funcione, busque y transite desde un equilibrio de precios a otro de una manera fluida, generando pocas disrupciones.
Señora Presidenta, espero haber abordado las distintas preguntas.
Me queda contestar por escrito a la Senadora Sepúlveda, quien así lo solicitó, y quedo a su disposición.
Gracias, Presidenta.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias a usted.
Ha solicitado la palabra el Senador De Urresti.

El señor COLOMA.- Perdón, tenemos hora de término.

El señor DE URRESTI.- Gracias, Presidenta.
Saludo a todos los directores del Banco Central.
No pude estar durante toda la presentación para haber hecho una pregunta anteriormente. Pero hay algo que luego de la última intervención me llama la atención: el plan estratégico del Banco Central.
Se habla de cuentas regionales, de cuentas ambientales. Si algo hemos aprendido, a propósito de la Ley de Cambio Climático, a propósito del Acuerdo de París, que ha firmado el Estado de Chile, es que el componente ambiental, las cuentas ambientales en nuestro país no están siendo consideradas en una serie de políticas.
Vemos hoy día con estupor la industria del salmón, que es uno de los pilares del desarrollo económico, en la depredación del activo fundamental, que incluye la pureza de nuestros mares, la temperatura, los fiordos. Esto no tiene una contabilidad en las cuentas. El deterioro ambiental; la contaminación del aire y de las aguas; el cambio climático como un elemento que va a trastocar las actividades económicas; el desplazamiento de la zona frutera hacia el sur; el empobrecimiento por sequía de vastas zonas del territorio, o la distribución no equitativa de las lluvias durante el año son elementos que yo no advierto en el trabajo.
Perdónenme lo que les voy a decir, pero yo veo representados a hombres y mujeres en el Banco Central, pero con una visión muy santiaguina, muy centralista. Y mientras nosotros no tengamos una visión completa del territorio, de las identidades, de las particularidades de los territorios y de la variable ambiental que se va dando en este país, habrá una mirada un poquito complaciente desde el centro.
Los promedios ayudan, y ustedes trabajan mucho con promedios. Pero así como la zona de Magallanes -lo hablábamos el otro día con su Gobernador- tiene hoy una tremenda apuesta en materia de hidrógeno verde y aspira a elevar su participación en el producto interno bruto, a desarrollar una nueva fuente de ingresos y a ser una región que escala, hay otras regiones que comienzan a degradar absolutamente sus ventajas competitivas. Lo digo principalmente por lo que sucede con la industria del salmón.
Revisábamos un informe a propósito del barreteo en los mares, de cómo se está corriendo a través de la costa la depredación de nuestros mares. Claramente, eso va a impactar en la disponibilidad de riqueza. Y siento que el Banco Central no considera eso. No hay cuentas regionales. Más allá de que algunas veces los he visto hacer reuniones en las regiones, estas son absolutamente puntuales o más bien esporádicas.
Me gustaría saber con qué elementos se están trabajando las cuentas ambientales. Sería bueno conocer cuáles son las fuentes de acopio de información, de datos, de estadísticas para incorporar en este plan estratégico.
Creo que la estabilidad financiera también pasa por la protección de nuestro ecosistema, de nuestro medio ambiente. La protección financiera, el plan estratégico y la estabilidad financiera no tienen que ver solo con los mercados internacionales o situaciones de esa naturaleza, sino también con el tipo de país que nosotros estamos construyendo y con que no estemos drenando ni empobreciendo el territorio.
No veo ninguna referencia al respecto.
Perdonen que haga mención a dos situaciones de mi territorio: la industria salmonera, cuyo crecimiento creo que es insostenible con la variable medioambiental, y la industria forestal. Se trata de dos pilares. En cuento a la industria forestal, tenemos no solo el conflicto que hoy día vemos en La Araucanía, sino también el conflicto ambiental. El monocultivo, la erosión, los incendios, la eliminación del bosque nativo, la menor disponibilidad de recursos hídricos son elementos brutales, y eso no lo veo en las cuentas nacionales.
Entonces, me gustaría -termino con esto, Presidenta- que nos pudiera explicar cuáles son los elementos en esas cuentas regionales y en esas cuentas ambientales, para considerarlo. ¿Se da nuevamente una visión santiaguina, esa visión desde el centro y estadística, o se consideran algunos otros elementos e información de los territorios? Hablo de las cuentas regionales -hoy día los gobiernos regionales debieran tener bastante que decir- y también en materia ambiental. Me gustaría saber de dónde están obteniendo esos datos.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias, Senador.
Lo que pasa es había un acuerdo -yo no estaba presente cuando se adoptó- en el sentido de que no podía haber más intervenciones.
Presidenta, brevemente, por favor.

La señora COSTA (Presidenta del Banco Central).- Gracias, Senadora.
Una cosa es el plan estratégico, pero también quiero destacar otros elementos que estamos trabajando, que me parece importante mencionar.
En temas ambientales, el Banco Central está participando, en calidad de asesor, en un comité donde estamos aprendiendo en conjunto cómo se puede medir el capital natural. Es una medición sobre la cual no hay antecedentes en nuestro país, y además es muy difícil tener antecedentes para realizarla a nivel internacional. A nivel internacional, los organismos están aprendiendo cómo se avanza en mediciones y en materias de ese tipo. El Banco Central, como proveedor de estadísticas, tiene considerado dentro de su programa de trabajo aportar en esa línea.
En ese sentido, medimos en un informe de estabilidad financiera, que me tocó presentar al Congreso, de qué manera también algunas de las variables del impacto climático que hoy se miden en nuestro país, en términos de cuáles son las regiones que pueden ser más afectadas por la sequía, el aumento de temperatura y que concentran la mayor cantidad de población, pudieran o no tener un impacto sobre la estabilidad financiera y en qué nivel.
Sin duda, se trata de los primeros pasos que todos los organismos están dando en esa dirección.
Cuantificar esto es un desafío más grande, pues no existe todo el instrumental que uno quisiera. Hay que construirlo. Y en eso estamos.
Como institución a cargo de la estabilidad financiera o corresponsable de la estabilidad financiera, es muy importante para nosotros esa dimensión en particular en ese ámbito. Sin duda, ello tiene efectos también en la macroeconomía y puede tenerlos dentro de lo que es el producto potencial. Estas son dimensiones sobre las cuales estamos iniciando líneas de trabajo.
En relación con la visión centralista, la verdad es que el Banco Central ha hecho hartos esfuerzos y permanentemente entrega un informe de percepción de negocios, que recoge la situación macroeconómica y la percepción en distintas macrozonas.
Además, el área de estadísticas del Banco Central ha publicado recientemente las Cuentas Nacionales Regionales, con un rezago -si mal no recuerdo- de noventa días. Por lo tanto, hoy día para cada una de las regiones se puede conocer el nivel de actividad y los componentes de consumo. Esto ha sido publicado recientemente. Nos damos cuenta de la carencia que existe todavía en materia de estadísticas, para tener un buen diagnóstico de lo que sucede a nivel de todas las regiones.
Complementando eso y mientras tanto, hemos hecho además la consolidación en nuestra página web de diversas estadísticas de distintas autoridades e instituciones, que canalizamos en dos dimensiones: las estadísticas que contribuyen a la foto regional y las que contribuyen a realizar estadísticas por género.
Así, hoy día, por ejemplo, en nuestra página web se consolidan antecedentes del INE, antecedentes de la Comisión del Mercado Financiero, que nos permiten analizar de qué manera la morosidad de las mujeres y de los hombres cambia, cómo es por regiones, etcétera. De manera que nos preocupa el análisis a través de todo el territorio de la misma manera que cuando hacemos el análisis de los costos que tuvimos en la pandemia y cómo eso estaba afectando las distintas regiones.
Presentamos en nuestros informes análisis con la heterogeneidad suficiente de los antecedentes de todas las regiones, tanto por el interés en las regiones como por el hecho de que tienen distintas características productivas y, por lo tanto, tienen un impacto diferenciado. No se trata solamente de una mirada de elementos agregados, sino de cómo estos se componen y cómo están afectando.
Sin duda, como país y como Banco tenemos desafíos para seguir avanzando en entregar mejoras permanentemente en el diagnóstico de la macroeconomía y de cada una de las regiones. Dentro de nuestro plan estratégico, esto es parte de los desafíos que vamos a ir analizando y priorizando en su conjunto. Esperamos terminar el plan a fines de este año, o principios del próximo, y compartirlo con ustedes.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Presidenta, agradecemos la presentación que nos ha hecho.

Habiéndose cumplido su objetivo, que era la presentación del Informe de Política Monetaria del Banco Central, se levanta esta sesión especial
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--Se levantó a las 13:19.
Daniel Venegas Palominos
Jefe de la Redacción subrogante