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INCLUSIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES EN ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES PARTICULARES PAGADOS


La señora MUÑOZ (Presidenta).- Corresponde tratar el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en moción de los Senadores señora Goic y señores García, Lagos, Latorre y Quintana, sobre inclusión escolar de niños, niñas y adolescentes con necesidades educativas especiales en establecimientos educacionales particulares pagados, con informe de la Comisión de Educación y Cultura.
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.982-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señora Goic, y señores García, Lagos, Latorre y Quintana):
En primer trámite: sesión 55ª, en 15 de octubre de 2019 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Educación y Cultura: sesión 18ª, en 29 de abril de 2020.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- La iniciativa tiene por objeto establecer en la ley el deber de los establecimientos educacionales particulares pagados de implementar programas de integración escolar que contemplen las adecuaciones curriculares que requieran los estudiantes de acuerdo con sus necesidades educativas especiales, así como la prohibición de los establecimientos educacionales particulares pagados de cobrar a los estudiantes con necesidades educativas especiales un arancel o matrícula superior al que se cobra al promedio de los estudiantes de su mismo nivel, estableciendo las sanciones en caso de incumplimiento.
La Comisión de Educación y Cultura discutió este proyecto en general y en particular a la vez, en virtud de lo dispuesto en el inciso primero del artículo 127 del Reglamento de la Corporación, por estar contenido en un artículo único. Propone, además, que en la Sala sea considerado del mismo modo, esto es, en general y en particular a la vez.
La referida Comisión aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores señoras Provoste y Von Baer y señores García, Latorre y Quintana. En particular aprobó la iniciativa con las modificaciones y las votaciones que se registran en su informe.
Cabe señalar que los números 1, 2, 3 y 4 del artículo único del proyecto tienen el carácter de normas orgánicas constitucionales, por lo que requieren 25 votos favorables para su aprobación.
El texto que se propone aprobar se consigna en las páginas 27 y siguientes del informe de la Comisión de Educación y Cultura y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición, tanto en la Sala como también en la plataforma informática, y ha sido remitido a los correos de todas las señoras Senadoras y todos los señores Senadores.
Es todo, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, señor Secretario.
En discusión general y particular.
Entrego la palabra al Presidente de la Comisión de Educación, Senador Quintana.


El señor QUINTANA.- Señora Presidenta, la Comisión de Educación y Cultura discutió en general y en particular la iniciativa de ley de la referencia, iniciada en una moción de la Senadora Carolina Goic, a la cual adhirieron los Senadores José García, Ricardo Lagos, Juan Ignacio Latorre y quien habla.
El objetivo del proyecto es establecer en la ley el deber de los establecimientos educacionales particulares pagados de implementar programas de integración escolar que contemplen las adecuaciones curriculares que requieran los estudiantes de acuerdo con sus necesidades educativas especiales, así como la prohibición de los establecimientos educacionales particulares pagados de cobrar a los estudiantes con necesidades educativas especiales un arancel o matrícula superior al que se cobra al promedio de los estudiantes de su mismo nivel, estableciendo las sanciones en caso de incumplimiento.
Cabe consignar que si bien nuestra legislación establece normas expresas sobre inclusión escolar de niños, niñas y adolescentes con discapacidad aplicables a todos los establecimientos educacionales que reciban aportes estatales, aquello excluye a los colegios particulares pagados, respecto de los cuales no se establecen obligaciones expresas destinadas a garantizar el acceso de personas con discapacidad a dichas instituciones, resguardando la protección de su derecho a no discriminación.
A través de la ley el Estado debe imponer a los establecimientos educacionales privados las limitaciones que estime justificadas para que el ejercicio del derecho a elegir establecimiento educacional no resulte ilusorio. Así, por ejemplo, el artículo 11 de la Ley General de Educación ha impuesto a los establecimientos la obligación de adaptarse al embarazo y a la maternidad y la prohibición de expulsar a un alumno en razón del cambio de estado civil de sus padres y apoderados o en función de su rendimiento escolar.
De esta manera, con el objeto de resguardar el derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes, el derecho a la igualdad de trato y el derecho de los padres a escoger el establecimiento de enseñanza para sus hijos, la presente iniciativa establece:
1. El deber de los establecimientos educacionales particulares pagados de implementar programas de integración escolar que contemplen las adecuaciones curriculares que requieran los estudiantes de acuerdo con sus necesidades educativas especiales.
2. La prohibición de los establecimientos educacionales particulares pagados de cobrar a los estudiantes con necesidades educativas especiales un arancel o matricula superior al que se cobra al promedio de los estudiantes de su mismo nivel.
3. La facultad de denunciar la infracción de las obligaciones anteriormente mencionadas ante el Ministerio de Educación, siendo la Superintendencia de Educación el organismo encargado de aplicar las sanciones que en el proyecto de ley se establecen, por aplicación del artículo 16 de la Ley General de Educación.
La Comisión escuchó a una serie de invitados: de la Fundación ConTrabajo, a su Directora Ejecutiva, María José López; de la Fundación Mis Talentos, a la directora señora Isabel Zúñiga; de la organización Una Escuela para Todos, a la periodista Claudia Aldana; del Centro de Justicia Educacional de la Pontificia Universidad Católica de Chile, a la señora Denisse Gelber; del Centro de Estudios Avanzados de la Pontificia Universidad Católica de Chile, al señor Ernesto Treviño; del Colegio Institución Teresiana, a la señora Eliana Corbett; del Colegio Seminario Pontificio Menor, al rector, señor Mario Ríos; a la exalumna del Colegio Institución Teresiana señorita Karin Schröder; de la Federación de Institutos de Educación Privada (FIDE), al abogado Rodrigo Díaz; del Colegio Marista Instituto Linares, a la señora Francisca Domarchi; de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, a la investigadora Dominique Manghi.
El Ministro de Educación, don Raúl Figueroa, señaló que el Ejecutivo valora el sentido de la iniciativa al intentar generar mayores espacios de inclusión para los alumnos con necesidades educativas especiales, cuestión que resulta fundamental para avanzar en una sociedad con mayores niveles de igualdad en todos los niveles.
En segundo término, hizo presente que el Ministerio de Educación está atento a la situación de los alumnos con este tipo de necesidades educativas por medio de la formación docente en materias de inclusión y diversidad en el nivel de formación inicial. Ejemplo de lo anterior, según dijo, es el Plan de Medidas y Estándares (11 en total) que está actualmente en proceso de evaluación ante la Comisión Nacional de Acreditación. Uno de esos estándares dice relación específicamente con la formación en situaciones de diversidad. Por la razón anotada, dijo que esta es una preocupación del Estado.
En relación con la votación del proyecto, cerrado el debate y puesta en votación la idea de legislar sobre la iniciativa, fue aprobada por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadores señoras Provoste y Von Baer y señores García, Latorre y Quintana.
En el seno de la Comisión hubo convicción de que los alumnos con necesidades educativas especiales efectivamente enfrentan un camino diferente al de aquellos que no las tienen, existiendo una serie de barreras que les impiden el acceso a cualquier establecimiento educacional; asimismo, que las exposiciones tenidas a la vista han sido sumamente esclarecedoras sobre la necesidad de legislar en esta materia para generar mayores espacios de inclusión. Además, existe literatura nacional y comparada que va en la misma dirección. Finalmente, valoró la disposición del Ejecutivo para apoyar esta idea y perfeccionarla por medio de indicaciones.
En cuanto a la discusión en particular, la Comisión le introdujo cinco enmiendas al proyecto de ley, fruto de la aprobación de indicaciones formuladas por los Senadores señora Yasna Provoste y señores Latorre y quien habla, de lo que da cuenta el texto que se propone a la Sala, las cuales fueron acordadas por unanimidad, con excepción de una de ellas.
Es todo cuando puedo señalar, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Quintana.
Tiene la palabra el Senador Rabindranath Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señora Presidenta, el 3 de abril del año 1990, a menos de un mes de haber asumido el nuevo Gobierno democrático, y con la firma del Presidente Patricio Aylwin y del Ministro de Educación de la época, Ricardo Lagos, fue dictado el decreto N° 490, que establecía normas para integrar a alumnos discapacitados en establecimientos comunes.
Fue este el primer paso de lo que sería más adelante el Programa de Integración Escolar, más conocido como "PIE", que iría avanzando progresivamente en las aulas públicas y que tuvo su mayor auge a partir de la ley N° 20.201, que modificó la ley sobre subvenciones para este fin, y que lleva la firma de la Presidenta Bachelet y de la entonces Ministra de Educación y hoy Senadora Yasna Provoste.
Es justo reconocer esto, porque si se puede dar un paso más hoy es porque antes hubo quienes señalaron el camino. Ha sido un largo proceso para que nuestro sistema escolar completo pase a un enfoque plenamente inclusivo y no exento de incomprensiones. Sin duda es un proceso que no está completo, pues aparecerán cada día nuevos desafíos de integración; por ejemplo, el esfuerzo mayor que se requiere para la reinserción de los llamados "ninis", o ahora, con la necesidad de universalizar el internet para asegurar la continuidad de estudios de nuestros niños y jóvenes en tiempos de pandemia.
La inclusión de niños y adolescentes con necesidades educativas especiales no es solo un avance de nuestro sistema educacional, sino también un progreso cultural -diría yo- civilizatorio, pues da cuenta de la manera como el Estado y la sociedad tratan a las personas con discapacidad, y en general, a todos los niños y niñas que por cualquier razón enfrentan barreras o desventajas para incorporarse plenamente a la educación, al mundo del trabajo y a la vida social en todas sus formas.
Por lo mismo, llama la atención que hasta ahora los colegios particulares pagados, supuestamente de mayor calidad, no se hayan sumado voluntariamente a esta modalidad sino excepcionalmente. Normalmente estos establecimientos han internalizado los avances con mayor anticipación que el sistema público, poniendo a disposición los últimos y mejores recursos pedagógicos. Sin embargo, en esta materia se han quedado atrás, reproduciendo el esquema de una educación elitista destinada solo para los supuestamente mejores o los que tienen las mayores capacidades.
En este plano se han equivocado. Pueden haber ganado algunos puntos en los rankings, pero han perdido en otros aspectos, privando a sus alumnos de conocer y convivir con la diversidad, que es el mayor motor de desarrollo en el mundo global de hoy.
En definitiva, lo que ha pasado con la educación es un fiel reflejo de lo que ha acontecido con la sociedad: un sector de la sociedad buscando segregar, separarse, vivir, estudiar, trabajar, consumir y recrearse en determinados barrios, colegios y comunas, y otro sector ampliamente mayoritario demandando una oportunidad para integrarse, desde sus desventajas, a los espacios a que han sido relegados.
Este proyecto es un paso en la dirección correcta: los colegios particulares pagados deberán incluir a estudiantes con necesidades educativas especiales que provienen de los mismos hogares que el resto de sus alumnos, pero que hasta ahora tenían serios problemas para encontrar una oferta educativa adecuada, así sea pagada para sus hijos.
Tampoco podrán cobrar adicionalmente por ello. Hasta ahora la disponibilidad de cupos para estos alumnos era muy limitada en este sector que puede pagar, y muchas veces estos hogares han encontrado mayores oportunidades en escuelas públicas que en colegios particulares. De modo tal que no siempre el sector público llega detrás del sector privado. Esta era la norma antes, cuando las escuelas, liceos y universidades públicas tenían un prestigio y eran la avanzada en muchos ámbitos. Ojalá que en algunos años más, cuando la reforma educacional esté dando buenos frutos, recuperemos aquello y que el sistema público pueda dar una oferta potente en todos los planos para nuestros niños y jóvenes, y así lo reconozca toda la sociedad, que preferirá llevar a sus hijos a una escuela pública.
Señora Presidenta, ayer vimos el proyecto que prohíbe negar la matrícula en los colegios particulares por mora en los aranceles. La iniciativa de hoy va en la misma línea, de manera que en estos colegios no prime solo el interés pecuniario, sino por sobre todo su fin social.
Algunos sostenedores particulares verán esto como una obligación, como una carga, e incluso a algunos apoderados de colegios exclusivos les disgustará la idea. Pero la verdad es que estos establecimientos también ganarán mucho con esta integración.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Gracias, Senador Rabindranath Quinteros.
Tiene la palabra el Senador Felipe Kast.


El señor KAST.- Señor Presidente, este proyecto supone un avance sustantivo en inclusión, en materia de acceso a la educación y de no discriminación de los niños, niñas y adolescentes con necesidades especiales.
Un sistema de educación inclusivo es aquel que reconoce y se hace cargo de la diferencia entre sus alumnos, ofreciendo estrategias, herramientas y apoyo para que todos y cada uno de ellos pueda acceder, progresar y egresar exitosamente de él.
En un sistema inclusivo las distintas condiciones de los alumnos no se traducen en inequidad, segregación ni discriminación: al contrario, ellas son asumidas e incorporadas por él... (falla de audio en transmisión telemática)... alumno, independiente de sus condiciones particulares, el acceso a una educación de calidad brindada por los medios más acordes a sus necesidades.
No cabe duda de que en Chile se han hecho avances sobre el particular. El 2008 ratificamos la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, con lo cual el Estado chileno se obligó a asegurar un sistema de educación inclusivo en todos sus niveles, prohibiéndose la exclusión de las personas con necesidades especiales. En razón de este Convenio se dictó en 2010 la ley N° 20.422, sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de Personas con Discapacidad, que establece la obligación del Estado de garantizar a las personas con discapacidad el acceso a establecimientos educacionales públicos y privados que reciban subvenciones o aportes del Estado. Este objetivo se ha traducido además en la implementación de programas de integración escolar (PIE), por los cuales se entrega apoyo adicional a los estudiantes que presentan necesidades educativas especiales en los recintos educacionales públicos y subvencionados, implementando técnicas educativas que favorecen la participación y el aprendizaje de todos y cada uno de los estudiantes, particularmente de aquellos con necesidades especiales.
Sin embargo, no podemos quedarnos ahí. Según datos del Ministerio de Educación, el 2018 hubo 183.373 alumnos matriculados con necesidades educativas especiales, de los cuales solo cuarenta y cinco asistieron a establecimientos particulares pagados.
La educación privada está al debe, por lo que los programas de integración social deben extenderse también a dichos establecimientos.
Así lo estableció la mesa técnica por las Necesidades Educativas Especiales, que durante el 2019 reunió a distintos representantes del Ejecutivo, del Congreso, de las municipalidades y de la sociedad civil, cuya propuesta número 30 sugiere establecer como requisito para la entrega de reconocimiento oficial a colegios particulares pagados el contar con programas de inclusión escolar, el que debe incluir, entre otros, procesos de admisión inclusivos, contratación de personal multidisciplinario adecuado y currículum que respondan y se adapten a las necesidades de los niños con discapacidad.
¡Por supuesto que se debe reconocer y promover la libertad de los establecimientos para determinar su proyecto educativo, y eso siempre lo defenderemos! Pero ello no obsta afirmar la existencia de ciertos mínimos de igualdad, acceso y no discriminación que deben ser satisfechos de manera global por todo el sistema educativo. No contar con un programa de apoyo a estudiantes que lo requieran, o, como muchas veces ocurre, cobrar una mensualidad superior a estudiantes con necesidades especiales, implica una discriminación y una negación al derecho a la educación y a la integración de esos niños. Solo extendiendo estas obligaciones a todos los colegios, incluyendo a los particulares pagados, se ven satisfechos los derechos de la educación, la integración y la no discriminación de los niños.
Por estas razones, no solamente apruebo este proyecto, que es un paso importante, sino que también espero que en el futuro podamos lograr apoyo para todos los niños con necesidades especiales y que incluso van más allá del colegio: por ejemplo, aquellos que padecen trastorno del espectro autista y que hoy día, desgraciadamente, no reciben ninguna ayuda. En estos casos, muchas madres tienen que pagar 20 mil a 25 mil pesos por terapia, y los niños deben recibir al menos dos, o incluso tres a la semana, lo que hace imposible emparejar la cancha respecto de ellos.
Así que felicito a los autores de esta moción. Espero que hoy día podamos aprobar en forma unánime este proyecto.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Gracias, Senador Kast.
Tiene la palabra la Senadora Carolina Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, en primer lugar, me alegro de que estemos viendo este proyecto. Además, quiero agradecerles a los colegas que me acompañaron en su presentación: a los Senadores García, Lagos, Latorre, Quintana. La transversalidad que ha mostrado la discusión, la unanimidad con que se aprobaron las indicaciones, que han nutrido y perfeccionado el texto original que elaboramos, dan muestra de que esto tiene que ver con una sociedad que queremos que se construya efectivamente sobre las bases de la inclusión real, que se forme para la diversidad y en donde ella no sea castigada. El tener necesidades educativas especiales no puede implicar un costo adicional para las familias, que es justamente lo que trata de enfrentar esta iniciativa, ni el que establecimientos particulares usen casi como parte de su marketing el que tienen programas de inclusión.
A mí me sorprendió mucho cuando un amigo muy querido, comprometidísimo con los temas de inclusión, de discapacidad me dijo: "Mira, revisa las páginas web de estos establecimientos: hay una matrícula adicional, un cobro mensual adicional para niños con discapacidad, para niños y niñas, para jóvenes que necesitan como estudiantes un apoyo extra; y después entra en la grilla, donde está el proyecto educativo y constata cómo se habla de diversidad ahí, cómo se habla de inclusión como un valor dentro del proyecto educativo de ese establecimiento educacional particular".
Uno dice: "¡Esto es contradictorio!".
Si hablamos de verdad de inclusión, si queremos formación para la diversidad, eso no puede ser a costa de discriminar con un cobro adicional. El que sea educación particular y que los padres paguen esa matrícula no justifica tal discriminación, que es arbitraria e inaceptable.
Por eso me alegro tanto de que hoy día estemos aprobando este proyecto, que impide ese cobro adicional y que en algunos casos significa una doble mensualidad: o sea, no es eso lo que buscan los proyectos educativos de inclusión; que además establezca el deber de los establecimientos educacionales particulares pagados de implementar programas de integración escolar que contemplen las adecuaciones curriculares que requieran los estudiantes con necesidades educativas especiales.
Asimismo, valoro que en la discusión se hayan incorporado cupos priorizados y resguardados para ellos; que se priorice también a los hermanos. ¿Cómo puede ser que en un establecimiento educacional particular se acepte a un niño de determinada familia y no a su hermano porque tiene una discapacidad? Es decir, en qué minuto hablamos ahí del derecho de la persona, del respeto.
Esas son cosas que están pasando hoy día y que uno puede ver en una página web.
La aprobación unánime que se dio en la Comisión; los testimonios que escuchamos; el tono del debate, en que todos valoraron el que avancemos efectivamente en una sociedad que incorpore a las personas con discapacidad, en este caso, a los niños con necesidades educativas especiales, como sujetos que aportan a su sala de clases, que aportan a sus compañeros, que aportan también a la comunidad educativa, apuntan justamente al modelo que queremos construir.
Así que agradezco la disposición para avanzar con celeridad en este proyecto, así como a quienes les tocó encabezar el debate en la Comisión de Educación, tanto al Senador Quintana, actual Presidente, como al Senador Latorre, quien la presidió antes.
Espero que esta iniciativa se apruebe hoy día con la misma unanimidad registrada en dicha instancia, y que sea visto con celeridad también en la Cámara de Diputados.
Por último, Presidente, le solicito que abra la votación.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senadora Goic.
¿Habría voluntad para abrir la votación?
El señor MOREIRA.- Estamos de acuerdo con esa posición.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Acordado.
Señor Secretario, procedamos a abrir la votación.
--(Durante la votación).
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Tiene la palabra, a continuación, el Senador Latorre; y después podrá intervenir la Senadora Provoste.


El señor LATORRE.- Señor Presidente, solo quiero agregar que en mi opinión este proyecto avanza en la dirección correcta, hacia comunidades educativas inclusivas.
De hecho, deseo hacer un alcance sobre el concepto.
Se habla mucho de integración social, de integración educativa. Claro, tradicionalmente eso se entiende como integrar a alguien en una sala de clases; pero las demás barreras socioculturales, psicosociales, u otro tipo de barreras pedagógicas permanecen.
Entonces, acá no se trata únicamente de integrar a los "distintos", a los que tienen necesidades educativas especiales, sino también de avanzar hacia comunidades educativas inclusivas, y no solo de personas en situación de discapacidad física, que poseen alguna discapacidad cognitiva o de otro tipo, sino además en cuanto a la diversidad social, a las migraciones, a la diversidad sexual, a los pueblos originarios, a la diversidad de clases sociales, en fin.
Por eso este proyecto avanza un poquito con las comunidades educativas de colegios particulares pagados: pone una restricción para que no les cobren más plata a las familias que ya tienen que gastar muchos recursos en satisfacer las necesidades educativas especiales de sus hijos e hijas, y también plantea que ello sea asumido solidariamente por la comunidad educativa.
Ahí hay un límite que le estamos poniendo a esta libertad económica que tienen los colegios particulares pagados de cobrar aranceles diferenciados o lo que se les ocurra, como hay una demanda que de alguna manera es inelástica, porque en el fondo la familia dice: "Yo quiero que mi hijo esté en ese colegio y tengo las condiciones económicas para hacerlo, entonces, pago lo que me cobren; y si me cobran más por tener a mi hijo o a mi hija con necesidades educativas especiales, bueno, pago más".
En ello hay abusos también, lo que implica falta de solidaridad de esas comunidades educativas de colegios particulares pagados, que sabemos corresponden al 7 por ciento de la población en Chile y que son los que educan a la elite económica.
Creo que ahí deben darse pasos más decisivos en todo el sistema educativo.
Asimismo, existe un problema de financiamiento basal, y esto también llevado a los colegios particulares subvencionados, a los colegios públicos, a los liceos. Porque efectivamente dotar de infraestructura, de condiciones pedagógicas, de acompañamiento psicosocial, de apoyo a los profesores, etcétera, implica recursos; pero ello se tiene que asumir colectivamente, solidariamente y no puede depender del bolsillo de cada familia.
Por eso creo que este proyecto avanza en la dirección correcta; sin embargo, todavía tenemos una brecha, un desafío enorme como sociedad de avanzar realmente hacia comunidades educativas inclusivas y políticas públicas, políticas educativas que fomenten la educación inclusiva.
Voto a favor, Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Gracias, Senador Latorre.
Tiene la palabra la Senadora Provoste.
Vamos a comenzar con la votación. Les pido a Sus Señorías que expresen su voto con el mismo tiempo de intervención.


La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, corría el 13 de abril del año 2016 cuando Naciones Unidas entregó un contundente informe a nuestro país respecto de la suscripción que hizo Chile en materia del Pacto sobre Discapacidad. En esa oportunidad, dicha organización reconocía los esfuerzos que se habían hecho, sucesivamente, en importantes reformas (laborales, educacionales); sin embargo, colocaba su atención en que todavía seguía existiendo una visión peyorativa hacia el mundo de la discapacidad.
Solo la reflexión de que en nuestra jerga se habla de "entregar pensiones de invalidez" a personas con discapacidad da cuenta de ello, de que Chile aún sigue anclado en una lógica discriminatoria, en una lógica que no se refiere a los esfuerzos en materia de inclusión.
El debate de esta moción nos encuentra, además, en una discusión mayor: cuál es el tipo de sociedad en que queremos vivir.
Y obviamente nosotros soñamos con un país en donde los derechos de las personas con discapacidad sean respetados; con una familia en que uno de sus miembros que sufre discapacidad tenga la certeza de que no solo podrá gozar de autonomía sino también de las oportunidades necesarias para desarrollar sus capacidades y sus talentos, que, por cierto, todas estas personas tienen.
Por eso, la discusión de este proyecto de ley no solo se refiere al propósito que busca, que es eliminar esta discriminación económica, sino también en la Comisión de Educación nosotros hemos hecho un debate mucho más profundo, que tiene ver con cuál es el modelo de sociedad en el que queremos vivir y, a partir de aquello, cuál es el modelo educativo que sirve a ese modelo de sociedad.
Y, por cierto, si nosotros somos capaces de implementar a cabalidad la Convención sobre los Derechos de Personas con Discapacidad y de avanzar en un plan nacional en donde situaciones como las que ha descrito la Senadora Carolina Goic no solo sean erradicadas, sino que también no toleradas ni concebidas en el desarrollo de nuestro país, estaríamos hablando de otro estadio evolutivo de nuestra sociedad.
Nosotros confiamos en que esta iniciativa, que fue discutida hace ya largo tiempo y que estuvo esperando en el Senado para ser tramitada, tenga ojalá un despacho más expedito en la Cámara de Diputados, pues es fundamental para enfrentar el año escolar 2021.
Asimismo, creemos que esta iniciativa debiera ser complementaria con temas de rehabilitación, de salud, de trabajo, de manera que en el próximo proceso constituyente, que se ha iniciado tras la aprobación el pasado 25 de octubre de una asamblea constituyente, seamos capaces de brindarles igual reconocimiento ante la ley a las personas discapacitadas; de ofrecerles un acceso igualitario en oportunidades; de asegurarles la no discriminación en el ámbito educacional, una protección adecuada e integral y también un respeto hacia las personas que hoy día viven con algún tipo de discapacidad.
Esperamos que con esta iniciativa, que da cuenta de las carencias a las que hoy día nos enfrenta el modelo educativo neoliberal y que ha costado muchos años desinstalar, pues este tipo de prácticas muchas veces desconocían y se hacían a partir de conversaciones o contextos muy abusivos que las familias vivían en silencio, situaciones de esta naturaleza hoy día se pongan en discusión.
Por esa razón, quiero felicitar a los mocionantes de este proyecto de ley, pues, si bien es cierto fue objeto de mucha discusión y fue modificado de manera bien bien sustancial en la Comisión de Educación, recoge el sustrato más profundo, cual es que avancemos en un tipo de sociedad que no dé espacio a estas discriminaciones y desigualdades.
Y, por cierto, nosotros esperamos que la fotografía del Chile que surge a partir del "apruebo" y de la convención constitucional sea la de un país que reconoce la diversidad y la inclusión como valores sustantivos.
Anuncio mi voto a favor de este proyecto de ley.
He dicho.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Gracias, Senadora Provoste.
A continuación está inscrita la Senadora Carmen Gloria Aravena; luego, el Senador Carlos Montes.
Tiene la palabra, señora Senadora.


La señora ARAVENA.- Muchas gracias, Presidente.
Yo quiero felicitar y agradecer a quienes tuvieron la habilidad para encontrar solución a una necesidad tremenda de la sociedad chilena.
No hay ninguno de nosotros, tanto los que están presentes en la Sala como los que participan de manera telemática, que no tenga algún familiar o no conozca a alguien con necesidades educacionales especiales.
Hay una organización, llamada "Fundación Mis Talentos", que hace ya diez años planteaba que los niños con necesidades educacionales especiales son cercanos al millón, de los cuales solo 130 mil en esa época podían acceder a cierto grado de educación que les permitiera integrarse.
Tal como han dicho quienes me han antecedido en el uso de la palabra, una sociedad que avanza es una sociedad que reconoce la diversidad.
En mi opinión y por mi experiencia personal, que no es el momento de plantear ahora, gana mucho una familia, ganan mucho un colegio, una comunidad coeducativa y una sociedad cuando son capaces de reconocer las diferencias e integrar a estos niños.
Y por cierto, más allá de las capacidades económicas de la familia, el tema es mucho más profundo. No importa cuántos recursos a veces existan, pues simplemente hay colegios y establecimientos educacionales que no están dispuestos a incorporar a estos niños.
De ese modo, pierde la comunidad coeducativa y pierden nuestros hijos cuando los colegios no logran ver la hermosa experiencia que para los niños significa el darse cuenta de que existen personas diferentes de las cuales tenemos mucho que aprender.
Por lo tanto, valoro este proyecto y espero también, como lo han dicho varios, que salga muy pronto del Congreso.
Finalmente, me parece imprescindible que demos señales. Y este proyecto es una gran señal, porque desde la primera infancia los niños tienen que ser capaces de reconocer las diferencias, valorarlas y convivir con ellas.
Voy a aprobar este proyecto y agradezco nuevamente a sus autores.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Muchas gracias.
Tiene la palabra el Senador Carlos Montes, quien está participando telemáticamente.


El señor MONTES.- Gracias, Presidente.
En primer lugar, quiero apoyar y valorar mucho este proyecto, especialmente porque vuelve a poner en discusión un tema que, de una manera u otra, tenemos que resituarlo en nuestro análisis sobre la educación.
En 1994, la Ley de Discapacidad incorporó una norma sobre educación, que obligaba a los colegios en un plazo muy corto a una integración forzada de niños con necesidades especiales.
La verdad es que la vida demostró que esa opción no estaba muy bien elaborada, madura y que era precipitada. Por eso se avanzó solo gradualmente.
Aquí se está aplicando el modelo español, en circunstancias de que los españoles están cuestionando y replanteándose muchas cosas con respecto al mismo.
Desde esa época hasta la reforma de la Presidenta Bachelet hubo muchas iniciativas parciales, modificaciones reglamentarias, acciones, etcétera. Y en el debate de la Ley de Inclusión, durante el Gobierno de Bachelet II, se dejó claramente establecido, incluso fue consagrado en un artículo, que quedaba pendiente la reforma educacional respecto a niños, niñas y adolescentes con necesidades especiales, pues no había en ese momento la suficiente claridad ni las propuestas necesarias para avanzar en esa dirección.
Y hoy día vemos que Chile está muy atrasado no solo en materia de personas con discapacidad, sino también en lo que concierne a niños con necesidades especiales.
Quizás una de las cosas que a mucha gente le hace criticar el tipo de sociedad que tenemos es que pasamos de 5 mil dólares per cápita -25 mil o 23 mil; depende como se tome-, y en estas realidades tenemos muchos muchos muchos pendientes, incluso en comparación a varios países latinoamericanos.
Chile está atrasado.
La discusión estuvo centrada bastante rato en las escuelas de lenguaje: Chile era el país que tenía más niños con problemas de lenguaje.
Se introdujeron ciertas restricciones, pero la verdad es que ignoro en qué estado se encuentran las escuelas de lenguaje desde el último debate que tuvimos cuando se incorporaron modalidades de diagnóstico mucho más rigurosas para controlar a qué niños se incorporaba y a cuáles no.
Entiendo que la cantidad de alumnos en esta situación es todavía totalmente desproporcionada en comparación al resto del mundo. Ahí algo hay que ver.
También todo lo que se refiere a los niños con síndrome de Down.
A mí me ha tocado vincularme a colegios, particularmente redes escolares organizadas por los padres, que se las arreglan con pura solidaridad y con muy poco apoyo público para desarrollar a sus niños.
Me ha tocado también estar vinculado a escuelas de niños no videntes, a niños no videntes incorporados en otros colegios, y también a los niños sordos.
Y uno lo que aprende de esto, que no es mucho, es que un sistema educacional que solo se preocupa de incorporar a niños con necesidades especiales a las escuelas sin un período de formación más profundo adolece de grandes debilidades.
O sea, si un niño no vidente pasa por un período educacional dedicado particularmente a él y después se integra a un sistema que presenta ciertos límites para su desarrollo -podría volver a un proceso más especializado y después reintegrarse-, basado en puros colegios como entes separados y sin la complejidad que se requiere, la verdad es que el modelo no nos ayuda a dar una respuesta apropiada.
Esto fue bastante discutido a propósito de los servicios locales de educación en la reforma a la enseñanza municipal. Al final también quedó como un pendiente.
¿Cómo lo hacemos dentro de los servicios locales con todos esos niños que tienen necesidades especiales? ¿Cómo se va creando la capacidad de interactuar con los colegios que forman parte de un sistema?
Esto debiera ser mucho más parecido al modelo cubano, que en esta línea ha tenido un éxito bastante grande. Pero esto debe ser un sistema: cada colegio no se las arregla solo. Está integrado a un sistema.
Yo creo que hay que seguir con este debate.
Y le diría al Ministerio que, además del estudio de las Naciones Unidas, que mencionó la Senadora Provoste, hay otras investigaciones bastante completas que se hicieron acá y que hoy día podemos traducir en una propuesta de legislación sobre educación especial con la finalidad de recoger tanto nuestra experiencia como la de otros países y poder proyectarnos hacia adelante.
Esto no está resuelto.
Es muy bueno este proyecto, porque amplía la discusión e incorpora a otros actores. Pero la discusión sigue abierta.
Necesitamos definir una forma de integración, una forma de educación para niños que viven otras realidades, pues es muy importante que tengan posibilidad de desarrollarse plenamente.
Me parece importante abrir este debate. Y ojalá tanto en la Cámara como en el Ministerio este tema se profundice.
Voto a favor y apoyo el proyecto.
Gracias, Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Muy bien.
Señor Secretario, tome la votación.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, ya está abierta la votación.
Ha solicitado adelantar su voto, sin fundamento, el Senador señor Sandoval.
¿Cómo vota, Su Señoría?
El señor SANDOVAL.- Voto a favor, señor Presidente.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Hago presente que este proyecto de ley, en su artículo único, contiene cuatro numerales, los cuales revisten el rango de normas orgánico constitucionales, y, al efecto, hay registrados 5 pareos.
Asimismo, cabe recordar que, por tratarse de normas orgánico constitucionales, no corren los pareos.
Están informados los pareos del Senador señor Harboe con el Senador señor Galilea; la Senadora Ebensperger con el Senador señor De Urresti; el Senador señor Ossandón con el Senador señor Girardi; el Senador señor García-Huidobro con la Senadora señora Allende, y el Senador señor Coloma con el Senador señor Elizalde.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador José García.


El señor GARCÍA.- Muchas gracias, señor Presidente.
En primer lugar, quiero agradecer a la Senadora Carolina Goic que me haya hecho partícipe de esta maravillosa iniciativa.
Y digo "maravillosa", porque tuvimos en la Comisión de Educación la oportunidad de escuchar testimonios profundamente humanos tanto de directivos y docentes, que trabajan con el mundo de la discapacidad, como también de jóvenes exalumnos de tales establecimientos.
Fueron momentos muy muy emotivos los que vivimos en esas sesiones de la Comisión de Educación.
Este proyecto, como se ha dicho, introduce modificaciones a la Ley Orgánica Constitucional de Educación para promover la inclusión de niños que presenten dificultades de aprendizaje en colegios particulares pagados.
Son cuatro numerales en un artículo único, y cuatro disposiciones transitorias.
Este proyecto responde al compromiso suscrito por Chile, el año 2006, en la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad.
En su artículo 7, la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad garantiza el goce de derechos humanos y libertades en igualdad de condiciones.
Y su artículo 24 señala textualmente lo siguiente: "Los Estados parten reconocen el derecho de las personas con discapacidad a la educación, con miras a hacer efectivo este derecho sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades. Los Estados partes asegurarán un sistema de educación inclusivo a todos los niveles, así como la enseñanza a lo largo de la vida.".
Ese es el compromiso que estamos honrando, entre otras iniciativas, con este proyecto de ley.
¿Qué hace en lo concreto este proyecto?
En primer lugar, señala la obligación de los colegios particulares pagados de brindar apoyo, planes y estrategias que propendan al desarrollo pleno de las capacidades y aprendizaje de los niños con necesidades educativas especiales. Al mismo tiempo, prohíbe la cancelación o suspensión de la matrícula por razones que deriven de su discapacidad.
En segundo lugar, establece el deber de asegurar en su proceso de admisión, al menos y a partir de primero básico, dos cupos por cursos prioritarios para estudiantes con necesidades educativas especiales.
En tercer término, se incorpora esta obligación como un prerrequisito que debe cumplir el establecimiento particular pagado para acceder al reconocimiento oficial que otorga el Mineduc. Estas obligaciones pasan a ser, por lo tanto, un prerrequisito que deben cumplir los establecimientos particulares pagados.
Finalmente, y cuarta obligación, se prohíbe cualquier cobro diferenciado o adicional en el arancel o la matrícula para los apoderados de niños de necesidades educativas especiales.
El proyecto establece una forma gradual para ir haciendo efectivas tales obligaciones.
Quiero puntualizar que en los testimonios a los que me refería, que escuchamos en la Comisión de Educación, el valor de incluir en la formación integral de nuestros niños y jóvenes tiene un tremendo valor.
Los testimonios que escuchamos apuntan a que la inclusión enriquece mucho la formación de nuestros niños y nuestros jóvenes.
Por una parte, quienes padecen alguna discapacidad y, por otro, quienes no la padecen, aprenden a conocer una vida distinta y aprenden a conocer la superación de niños y jóvenes que enfrentan la vida con mayores dificultades.
Por eso, señora Presidenta, voto a favor de esta iniciativa y reitero mis agradecimientos a la Senadora Carolina Goic.
Creo que este es un gran paso aquí en el Senado en favor de la inclusión de nuestros niños, niñas y jóvenes con discapacidad.
Muchas gracias.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- A usted, Senador García.
Señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, Presidente.
Vamos a consultar, en consecuencia, a las señoras Senadoras y señores Senadores que se encuentran fuera.
Senador señor Insulza, ¿cómo vota?
Senador señor Kast, ¿cómo vota?
Senador señor Lagos, ¿cómo vota?


El señor LAGOS.- Ciertamente, voy a votar a favor.
Soy uno de los mocionantes y quiero partir agradeciendo tanto a la Senadora Goic por invitarme a apoyar este proyecto como a los demás colegas que lo suscribieron, especialmente a todos los que han hecho uso de la palabra y han hablado bien de su contenido.
Yo soy de una generación en la que en la educación básica, incluso en la media, la posibilidad de convivir desde el punto de vista educacional con alumnos o alumnas con capacidades diferentes, con ciertas limitaciones físicas o con dificultades severas de aprendizaje, no era común. Salvo algunos problemas puntuales como la dislexia, para ponerlo en términos de la época, todo lo demás estaba excluido.
Uno no convivía con niñas o niños, chilenas y chilenos, que tuvieran capacidades distintas o severas dificultades. ¡No! Eso no existía.
El primer compañero de curso no vidente que tuve fue en la universidad, en la escuela de Derecho. En la educación media y básica eso no existió.
Y personas que sufrieran severas discapacidades de desplazamiento o motrices solamente conocí en la educación media: fue un compañero de curso por tres años, que, a consecuencia de la talidomida, no tenía ni brazos ni piernas. Y lo vine a conocer recién en segundo medio.
Todo lo demás era una caja oscura, algo que se evitaba.
Yo nunca fui a un cumpleaños donde hubiera niños diferentes, y no me cabe duda de que más de alguno debió haber tenido un pariente o tal vez un amigo con dichas características.
Pero se excluía.
Esa era la sociedad chilena; esos éramos nosotros, con todas nuestras luces y sombras. Había unas sombras gigantescas.
Creo que fue a partir de los 90 cuando comienza un proceso paulatino de ver la diferencia, la diversidad, las dificultades, la inclusión como valores positivos. Y no todos los han compartido. Ha costado muchísimo. ¡Cuánto costó terminar con los hijos ilegítimos o naturales, y otras cosas más que conocemos!
Yo siento que este proyecto, al igual que otros avances que se han hecho, como dijo el Senador Montes, graduales, paulatinos, algunos más extraviados, apunta en la dirección correcta.
Yo no concurrí a escuchar los testimonios en la Comisión de Educación, pero conozco el de muchas personas en Valparaíso, Viña del Mar y San Antonio que se nos acercaban hablando de los problemas, el drama, el desafío diario, ¡diario!, de tener que apoyar a un hijo o a una hija con dificultades. Y estoy hablando todavía de sectores donde se asiste a la educación pública, municipal o particular subvencionada. ¡Ni hablar de la particular pagada propiamente tal!
Entonces, concurro a la aprobación de este proyecto contento, con cierto optimismo -la verdad es que, si no somos optimistas, no sé para qué estamos en este trabajo-, porque creo que se abre un espacio, de a poco, hacia sectores que eran tal vez más difíciles de ver. No sé si la palabra es "bondades", pero lo sano que es convivir con personas distintas, con diferentes necesidades, capacidades, etcétera, nos hace mejor como país.
Yo, en verdad, estoy muy emocionado con este proyecto.
Cuando miro para atrás, veo a un compañero que no tenía ni pies ni manos, literalmente, que decidió, con el apoyo de su familia, dejar de asistir a un colegio diferencial y ser aceptado en un colegio como el Liceo San Agustín, en Ñuñoa, donde hubo una discusión entre apoderados y las autoridades del colegio respecto a si era conveniente, adecuado, sano que un niño de esas características conviviera con el resto de los estudiantes. Y yo valoro la decisión que tomó el establecimiento en aquella oportunidad. Hoy, Pablo Tapia es padre, abogado y pudo hacer una vida (comillas) como la de todos nosotros.
Así que este proyecto, para mí, resulta tremendamente relevante.
Muchas gracias, señor Secretario, señora Presidenta.
Voto favorablemente.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Lagos vota a favor.
El Senador señor Montes, al intervenir, ya señaló que votaba a favor.
Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?


La señora ÓRDENES.- Presidenta, quiero reconocer el trabajo y el impulso de la Senadora Goic y de todos quienes la acompañaron en esta iniciativa porque, en los tiempos que vivimos, que establecimientos establezcan cobros diferenciales a estudiantes que tienen algún tipo de discapacidad y que sean por un monto superior al cobrado, en promedio, a estudiantes de su mismo nivel, no es otra cosa que una explícita discriminación, que tampoco resulta coherente con la legislación en materia de discapacidad, tanto en el contexto nacional como en el internacional.
Lo considero un paso importante. El punto es que no quede como un logro simbólico. Creo que este es un avance relevante. La legislación actual establece normas expresas sobre inclusión escolar de niños, niñas y adolescentes con discapacidad, pero se refiere solo a aquellos establecimientos que reciben aportes estatales. Se excluye a los colegios particulares pagados y esto viene a corregir eso. Además, se impone la obligación de implementar programas de integración escolar.
Me parece que la iniciativa sintoniza con los tiempos y con las aspiraciones de inclusión. Este es un tema de igualdad de oportunidades y de derechos para las personas con discapacidad, así como un reconocimiento de toda la sociedad en cuanto a que estas brechas no pueden permanecer de manera expresa y manifiesta.
Este es un buen proyecto que corrige una desigualdad, que además estaba muy invisibilizada. Hasta que apareció esta iniciativa, yo no imaginaba que establecimientos particulares pagados hicieran cobros de matrícula diferenciados y mayores que para alumnos sin discapacidad. De verdad, me parece algo aberrante para los tiempos que vivimos.
Pero es un paso. La ley será vinculante y, por lo tanto, corrige tal desigualdad.
Valoro este proyecto y lo voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Órdenes vota a favor.
Senador señor Prohens, ¿cómo vota?
El señor PROHENS.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
El Senador señor Insulza solicitó que se le consultara nuevamente su opción de voto.
Senador señor Insulza, ¿cómo vota?


El señor INSULZA.- Secretario, quería decir unas palabras.
En realidad, a mí me parece muy bien. Estoy bastante de acuerdo. Además, he escuchado cosas muy inteligentes, muy interesantes de mis colegas; por tanto, no necesito hablar demasiado largo.
El Senador Lagos recién nos recordaba, y es muy lamentable, que cuando nosotros éramos más jóvenes la discapacidad en realidad se ocultaba. Había un miembro de la familia que se hacía cargo del discapacitado. Y nadie lo veía.
Yo recuerdo perfectamente que, cuando llegué a vivir a Italia, me asombró la cantidad de gente con problemas de discapacidad que veía en la calles. Y alguien me hizo ver que en realidad no es que allá hubiera más que acá; simplemente, allá nadie ocultaba ese hecho y era mucho más concreto, mucho más real. Y ya entonces las escuelas estaban obligadas a recibir dos discapacitados por sala si querían mantener un subsidio. ¡Dos discapacitados por sala, sin ningún problema!
Otra Senadora -no recuerdo quién en este momento- decía: "No cabe duda de que esto los niños lo aprenden también". Cuando hay niños discapacitados en las aulas, aprenden mucho: realmente aprenden que en la vida hay personas que tienen capacidades distintas.
En Roma, uno de los mejores amigos de mi hijo en la escuela, cuando tenía cuatro años, era un niño que no podía saltar ni ponerse de pie. Y jugaban en el suelo. ¡Esa era la realidad! Pero aprendió un montón de ese niño: aprendió que era un niño inteligente, simpático, con el cual se podía convivir perfectamente. O sea, esta no es una cosa que sea para un lado y no para el otro. Esto enseña a la gente a convivir con realidades e incluso a disfrutar con ellas.
Creo que esto es muy fundamental.
Como expresó la Senadora Goic, es muy lamentable y la verdad casi divertido que haya que legislar para que una escuela no les cobre más a niños discapacitados. Muestra, realmente, que todavía estamos muy atrasados en esta materia, a pesar de lo mucho que hemos avanzado. Por cierto que hemos avanzado.
Pienso que podemos conciliar esta normativa con la reforma a la Ley Antidiscriminación, ya aprobada en la Comisión y que pronto vamos a ver en la Sala. La escuela que no reciba a un niño por ser discapacitado tendrá la obligación de demostrar las razones por las cuales no lo recibe. Eso es muy importante. O sea, el peso de la prueba para la discriminación necesariamente hay que cambiarla. No se puede permitir la situación que nos ha contado aquí la Senadora Goic: que un niño entra y su hermano no porque es discapacitado. Tenemos que dar un paso más grande en materia de discriminación también, y espero que lo hagamos en la próxima ley.
Vamos avanzando, Presidenta, y eso es importante. Estamos a décadas de otros países, también desde el punto de vista cultural, en conocer lo que es verdaderamente la discriminación y aprender a rechazarla en todas sus formas.
Por lo tanto, voto a favor.
Felicito a los autores de esta iniciativa y ojalá podamos dar pasos más largos en esta materia cuando veamos la Ley Antidiscriminación.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Insulza vota a favor.
Senador señor Quintana, ¿cómo vota?


El señor QUINTANA.- Quisiera decir algunas palabras también, señora Presidenta.
Primero agradezco a la Senadora Goic por lo visionaria que es esta iniciativa y por habernos permitido acompañarla en ella.
Este es un proyecto que no fue fácil. Recién el Senador Lagos nos hacía un recuento nostálgico hacia atrás. Y uno podría pensar, efectivamente, que el clima que se está dando en esta discusión es el que primó en la Comisión, y la verdad es que no siempre fue así. Hubo personas, instituciones, que se opusieron a esto. Estamos hablando de poco más de un año. Se opusieron a esta iniciativa; particularmente, representantes de colegios particulares pagados manifestaron una férrea oposición a este proyecto, como también al que analizamos y aprobamos ayer para impedir la cancelación de la matrícula por situaciones de no pago en contexto de pandemia, y también respecto de otro que pronto llegará a la Sala, relativo a la posibilidad de modificar el sistema de evaluación en el primer ciclo básico por algo que todo el mundo realiza desde hace ya mucho rato, relacionado con un proceso de retroalimentación cualitativo y no sumativo, que por lo demás es la manera como se está evaluando en Chile hoy día en contexto de pandemia.
Entonces esto, que parece bastante normal en esta discusión, hay un sector de la sociedad chilena que todavía no lo ve así.
Desde el punto de vista político, también. Así como se ha hecho un recuento hacia atrás, igualmente quisiéramos decir que la Constitución actual, hasta hace poco tiempo, tenía una supremacía de lo que es la libertad de enseñanza respecto de la libertad, la gratuidad, la educación de calidad inclusive, y por lo tanto, lo que primaba ante cualquier cosa era la posibilidad del sostenedor, del dueño del colegio, de abrir su establecimiento y, bajo el pretexto de su proyecto educativo, sin ningún tipo de interferencia. El discurso de la autonomía era un discurso bastante fuerte hasta hace muy poco.
Recordemos que, si bien se da un paso muy importante con esta iniciativa de la Senadora Goic, todavía quedan temas pendientes. Ya mencionaba lo que costó ayer efectuar una pequeña inclusión con respecto a la matrícula, cuando toda la evidencia, en el contexto de la pandemia, aconsejaba hacerlo. Pero aquí, dado que estamos en presencia de establecimientos que no se rigen por el SAE, aún se pueden cometer discriminaciones. Para la admisión, por ejemplo, se pueden formular pruebas que dejen fuera a estos estudiantes; estudiantes que, dicho sea de paso, representan más del 5 por ciento de los alumnos con capacidades especiales -más de 180 mil en el sistema-, representados en todo tipo de establecimientos.
Por lo tanto, me alegro del tono de este debate y además de que usemos algo no menor: los términos adecuados. Porque muchas veces uno se encuentra, incluso en debates de corte académico, frente a esta realidad tan fuerte, tan impactante, en que se habla de minusválidos. Minusválido viene del latín minus valere, que significa "valer menos". Imagínense, eso uno lo encuentra a veces, insisto, en debates de corte académico, político.
Por eso, creo que aquí tenemos que emplear bien los términos, porque estamos hablando de niños, estamos hablando de oportunidades que no se brindan a tiempo, estamos hablando de discriminación.
Uno puede entender que formar a estos niños tenga un costo adicional; lo que no puede entender es que un proyecto educativo no considere esta circunstancia dentro del contexto económico social que tiene que tomarse en cuenta al momento de abrirse un establecimiento y de pretender brindar un servicio educativo.
En este debate todos tenemos que evolucionar.
A propósito del recuerdo nostálgico que hacía el Senador Lagos, todos recordamos lo que eran las escuelas especiales en Chile, que todavía existen y cumplen una enorme labor. En muchas comunas del país son la única oportunidad formativa que tienen las familias con un niño con capacidades educativas especiales.
Luego, con los gobiernos democráticos llegó el Programa de Integración Educacional (PIE), que hoy día cubre, con una subvención también especial -a propósito del debate que teníamos anteriormente-, justamente estos casos.
Entonces, yo creo que este es un avance, un cambio de paradigma importante. Esto, efectivamente, es visionario -reitero-, pero no es la primera vez que instala este debate. Este debate se encontró muchas veces con el rechazo de distintos sectores políticos que siempre buscaban defender el proyecto educativo, la libertad de enseñanza, al sostenedor, en lugar de entender que el no realizar esto de esta manera significa exclusión, significa segregación.
Hay un país que lo entendió hace mucho tiempo y es el número uno en materia de educación en el mundo, que es Finlandia, cuyo modelo se basa, justamente, en la inclusión, y donde en la sala de clases uno encuentra niños con diferentes orígenes, no solo socioeconómicos, sino también...
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador, ¿puede volver a activar su micrófono?
El señor QUINTANA.- Ahí sí, muchas gracias.
Decía que países como Finlandia han sido visionarios en esta materia. A través de la música también se desarrollan y potencian capacidades, y no han discriminado por esta condición, porque tengan niños con dificultades de lenguaje, porque se trate de niños con problemas de motricidad, en fin.
Así que esta nos parece una tremenda iniciativa. Creo que también da cuenta de los tiempos en que estamos hoy día, con una Constitución que no permitía avanzar en esta dirección, con una oposición muy fuerte de sectores políticos en su momento, y con sectores que, con un flagrante conflicto de interés, muchas veces intentaban impedir este tipo de discusión.
Por lo tanto, voto a favor.
Muchas gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Quintana vota a favor.
Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?
El señor QUINTEROS.- Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senadora señora Rincón, ¿cómo vota?


La señora RINCÓN.- Gracias, señor Secretario.
Voy a fundar mi voto.
Primero felicito a los mocionantes, partiendo por la Senadora Carolina Goic, autora de esta iniciativa.
Escuchando los relatos de mis colegas, me acordé de cuando tramitamos -el Senador Letelier debe recordarlo-, en el Gobierno de la Presidenta Bachelet -me tocó a mí como Ministra-, el proyecto de inclusión laboral, cuando revisamos la experiencia de otros países, cuestión que es importante realizar.
La verdad es que, si hubiéramos partido por esta iniciativa y por hacer entender a la comunidad, en general -a la comunidad educativa, a los padres, a las madres, a los niños-, que la inclusión es fundamental y que debemos tener una mirada distinta, el crecimiento, como decía el Senador Lagos, sería con todos y con todas, sin marcar diferencias.
Si eso lo hiciéramos con los niños desde pequeños, si los papás y las mamás reconocieran en los compañeros de sus hijos e hijas a todos y a todas como iguales, la verdad es que en la vida adulta la incorporación de estas personas al mundo del trabajo sería algo natural y no algo que tuviéramos que legislar de manera forzada, con cuotas obligatorias, desde la perspectiva de la inclusión.
Tenemos una deuda enorme en este mundo, en este ámbito, y creo que tiene que ver con la falta de sensibilidad. Probablemente no todos hayamos tenido la posibilidad de vivir lo que significa la diferencia desde el punto de vista de lo que parece correcto o normal. Y la verdad es que la inclusión permite ver la importancia y la riqueza de ese valor. Para quienes hemos tenido, por la vida, la oportunidad de verlo, conocerlo y reconocerlo, hay un antes y un después.
Por lo tanto, no solo debemos felicitar, sino también definir de qué manera podemos ir profundizando estas transformaciones, de qué manera hacemos una evaluación en el mundo laboral respecto de la inclusión, cómo en el sector público vamos profundizando esta incorporación. Solo así veremos la riqueza que tiene el hacerlo.
Yo renuevo mis felicitaciones a todos los colegas que han empujado esta iniciativa y ojalá tengamos muchas más como esta, porque van a permitir cambiar el mundo en un sentido positivo.
Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Rincón vota a favor.
Senadora señora Sabat, ¿cómo vota?


La señora SABAT.- Gracias, Secretario.
Voy a fundar mi voto.
Primero quiero valorar profundamente la presentación de este proyecto; a su autora, la Senadora Carolina Goic, así como a todos quienes la acompañaron, incluido el Senador García, porque es necesario. En los últimos años se ha avanzado muy poco en Chile en temas de inclusión, particularmente en lo que dice relación con niños, niñas y adolescentes con necesidades especiales.
El Estado de Chile, con la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, se comprometió, entre otras cosas, a tomar todas las medidas necesarias para asegurar que todos los niños, niñas y adolescentes con discapacidad gocen plenamente los derechos humanos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones, en conjunto con los demás niños y niñas. Y a pesar de ello no hemos hecho lo suficiente para garantizar lo establecido por dicha convención.
Si bien el año 2015 se instauró, con la ley 20.845, la inclusión escolar, esta solo se aplica en los colegios subvencionados, quedando completamente fuera los colegios particulares.
Me ha tocado conocer, Presidenta, al igual que otros Senadores y Senadoras que lo han comentado aquí, la situación de personas con algún tipo de discapacidad o que se hallan en condición de discapacidad, y claramente las dificultades son enormes, no solamente para ellas, sino también para sus familias.
He conocido muchos casos en mi circunscripción y también a través de distintas fundaciones en las cuales participamos -Miradas Compartidas, el colegio de niños autistas de San Nectario, ubicado en Ñuñoa- y, como digo, los niños enfrentan exactamente las mismas dificultades, a nivel nacional, a nivel regional y mayormente en lugares apartados.
El esfuerzo económico y social que se hace para que accedan a un colegio particular es muy grande. Además, las familias viven una pesadilla constante para que sus hijos sean aceptados, lo que hoy día es una gran y real dificultad. Son muy pocos los colegios particulares que actualmente cuentan con programas de inclusión. Tienen protocolos internos muy débiles en esta materia, tienen una capacitación que a veces es nula. Y por lo mismo los cupos son muy pocos. Hay poca opción para que estos niños puedan acceder a una educación con los mismos derechos que el resto de los niños, las niñas y los adolescentes.
Y aquí se han mencionado estudios. Y quiero sumar el estudio de Unicef, en el año 2001, ya hace veinte años, sobre la inclusión de los niños con discapacidad en la escuela regular, que especifica la necesidad de que en Chile los colegios reciban en sus aulas a los niños, niñas y adolescentes con esas necesidades educativas.
Eso fue hace veinte años, y en Chile no avanzamos en esa línea.
Yo soy consciente, además, de que el desarrollo de sistemas educativos inclusivos, como propone este proyecto, supone remover muchas barreras sociales, culturales, económicas e institucionales y que requieren el apoyo de quienes nos encontramos en lugares como el Congreso, el Poder Legislativo.
Es por esto que creo que es muy necesario seguir legislando en este sentido.
Y de nuevo valoro esta iniciativa y a sus autores, Presidenta.
Estoy convencida de que, tal como lo dice el estudio de Unicef, previamente mencionado, el valor que representa para la sociedad chilena y la convivencia democrática que las futuras generaciones aprendan desde la más temprana edad a relacionarse y respetar las diferencias como factor de enriquecimiento y desarrollo personal es fundamental.
Es por eso que, como digo, es necesario avanzar en temas de inclusión. Con esta iniciativa de ley que votamos hoy día justamente lo que estamos haciendo es avanzar desde la temprana edad, desde la educación, permitiendo que las personas en situación de discapacidad puedan realmente ser incluidas en Chile.
Así que valorando nuevamente esta iniciativa, voto a favor, Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Sabat vota a favor.
En la Sala ha solicitado la palabra la Senadora señora Provoste.
La señora PROVOSTE.- Presidente, es por un tema de reglamento. Le pido si es que al final de la votación me puede dar la palabra.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Soria, ¿cómo vota?
El señor SORIA.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senadora señora Van Rysselberghe, ¿cómo vota?
Senadora señora Von Baer, ¿cómo vota?


La señora VON BAER.- Secretario, a mí me tocó ser parte de la tramitación de este proyecto en la Comisión de Educación. Y acá la pregunta que yo creo que tenemos que hacernos es en qué tipo de sociedad queremos vivir.
Y yo quiero, por lo mismo que dijo el Senador García, traer a la memoria todas las familias a las que escuchamos y los colegios que también escuchamos, que recalcaron con mucha fuerza el valor que tiene la inclusión. El valor de acceder al mismo colegio donde muchas veces están sus hermanos no solo para los niños con necesidades educativas especiales, sino también para el propio colegio y para los demás niños que comparten con los que tienen necesidades educativas especiales.
Este es un valor a través del cual los niños van aprendiendo lo que es vivir en situaciones de diversidad.
Esto es un enriquecimiento para los niños, para las familias también, para los padres, para las madres que están en un curso donde hay un niño con necesidades educativas especiales. Van conociendo también esa realidad.
Creo profundamente, de verdad, que eso es un tremendo valor.
Yo quiero agradecer a la Senadora Goic por esta iniciativa. Sé que para ella este es un tema relevante. Y lo conversamos en su minuto con las distintas organizaciones que están detrás de este tipo de iniciativas.
Pienso que este no es un tema solo de los colegios, no es un tema solo de la educación, sino en general de nuestra sociedad.
Quiero hacerme cargo de lo que decía el Senador Quintana.
Yo soy una profunda y férrea defensora de los proyectos educativos y de la libertad de enseñanza. Y creo que los colegios deben tener libertad de enseñanza y su propio proyecto educativo.
Creo que eso es así no solo en los colegios particulares pagados, sino también en los colegios que se pagan a través de subvención del Estado.
Yo pienso que los padres y apoderados tienen que poder elegir el proyecto educativo y soy una férrea defensora de aquello.
Sin embargo, esto es un tema distinto, más bien de cómo entendemos nosotros la sociedad. Y nosotros tenemos que ir incluyendo a los niños, niñas y adolescentes y a las personas en general con necesidades educativas especiales en todos los espacios de la sociedad. Y para eso todos tenemos que ir aprendiendo.
Entonces, cuando acá se dice: "Esto es de un sector político o del otro", la verdad es que no creo que sea así. Este es un aprendizaje de la sociedad, a la cual le hace falta ir avanzando hacia espacios mucho más inclusivos en los cuales, en general, vayamos reconociendo la diversidad.
Pienso que la diversidad es algo positivo. Esto no tiene que ver con sectores políticos; de verdad que no. Y espero que no lo veamos así porque sería una pérdida para el ambiente en el cual se ha producido este debate. Pienso más bien que tiene que ver con otra cosa. Las sociedades han ido cambiando y se han puesto más inclusivas. Y eso es positivo y tenemos que profundizarlo no solo en la educación, sino que en todos los sectores de nuestra sociedad.
Creo, además, que las generaciones que vienen detrás de nosotros lo entienden mucho mejor. Eso lo tenemos que rescatar, y debemos ir abriéndoles el camino.
Y eso no tiene que ver con que uno ya no crea en la libertad de enseñanza. Obviamente que esto es una carga adicional para los colegios. Les estamos poniendo una carga adicional, así como en su minuto se la pusimos a las empresas, así como en su minuto quizás se la vamos a poner a otros sectores. ¿Para qué? Para dar una señal de hacia qué tipo de sociedad queremos avanzar.
Por lo tanto, espero que este proyecto nos permita pensar respecto a otros espacios donde nosotros podemos ir avanzando en la inclusión de personas que han vivido la vida de una manera distinta que quizás la mayoría de la sociedad y que son de un valor adicional, porque la vida vista por los ojos de otros es más rica, con mayor conocimiento y con mucho mayor profundidad.
El ponerse en el lugar del otro nos entrega a cada uno de nosotros la posibilidad de ver la vida a través de los ojos de otro. Y creo que ese es un valor tremendo que en el viaje de la vida nos va llenando con más tesoros.
En ese sentido, señora Presidenta, voto a favor.
Muchas gracias.
He dicho.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Von Baer vota a favor.
Senadora señora Allende, ¿cómo vota?
Senador señor Alvarado, ¿cómo vota?
El señor ALVARADO.- Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Araya, ¿cómo vota?
Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?
Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?
Senador señor Guillier, ¿cómo vota?


El señor GUILLIER.- Señor Secretario... (falla de audio en transmisión telemática)... permítame un minuto nomás para justificar el voto.
Primero, saludar... (falla de audio en transmisión telemática)... En general, la palabra "necesidades especiales" significa para un colegio en Chile no solo modelos pedagógicos estándar y una cierta burocracia que se altera en el colegio y, por lo tanto, se considera a un niño como problema. En realidad el niño no es un problema; el niño es diferente.
Y lo que uno espera de la educación es que todos los niños tengan el mismo derecho a la educación y a que su realidad sea asumida por el sistema educacional; y, por lo tanto, que aprendan a convivir con sus compañeros aunque tengan actividades complementarias en su proceso formativo, algunas aparte, pero la mayoría, en realidad, junto con otros niños.
Y también es un aprendizaje para los niños, entre comillas, "no problema" o "no especiales", porque aprenden a convivir con la diversidad real de la sociedad que van a tener que enfrentar. Y, por lo tanto, a convivir en la compleja realidad que conforma una comunidad. Y por lo tanto, siempre están incluidos.
Pero, aún más, en muchos países hay sistemas donde el apoyo a niños con -entre comillas- "necesidades especiales" se extiende a la familia, para ayudarlas a formar a ese niño. El Estado no abandona, la sociedad no abandona a los niños: ni el Estado, ni la sociedad. Al contrario, los acoge.
Por lo tanto, se disponen sistemas de trabajo, que son pedagógicos, con profesores que trabajan en algunas partes con ayudantes, siempre dentro del trabajo completo, pero con trabajo complementario.
Quiero señalar que eso ocurre, sobre todo, cuando la educación es un fin en sí mismo. El problema se enreda cuando la educación deja de ser un fin en sí mismo y cumple otros propósitos: ser un buen negocio. Claro, esto podría complicar el costo. Puede que los puntajes de los niños no sean en promedio tan buenos, y se afecte la imagen del colegio y por lo tanto, el costo del colegio sea más alto, cuando los niños son todos -entre comillas- "de alto rendimiento".
Esa cosa de seleccionar al niño que no presenta un desafío para el colegio, porque, en definitiva, el niño que tiene necesidades especiales no es un problema, es un desafío, pero renuncian esos colegios, que muchas veces se muestran como emblemáticos, de grandes logros, de mucho prestigio, y que muchas veces cobran matrículas especiales, o más caras, o es muy difícil ingresar a ellos. Bueno, eso lleva a que sean colegios que no asumen los desafíos del mundo real y solamente terminan formando una suerte de élite.
Por esa razón, creo que este es un gran proyecto, que tiene una enorme sensibilidad y que además va a llegar a muchos hogares, porque este problema es mucho más masivo de lo que se cree. No solo hay necesidades especiales por limitaciones físicas; otras veces son por aspectos cognitivos; pero también existen por aspectos emocionales.
En consecuencia, hay una enorme cantidad de niños y niñas que cuando llegan a la etapa escolar se enfrentan con que el sistema no está preparado para recibirlos porque no están en el periscopio, no están en la mira como parte de la realidad y de que la educación y el profesor tiene una vocación para todas las niñas y niños. Pero hay complementos y apoyos para aquellos casos en que existan necesidades -entre comillas- "especiales". Pero eso no es factor de exclusión. Al contrario, es un desafío que humaniza la pedagogía, y hace más completo, más integral la vocación de un colegio que asume a todas las niñas y niños sin discriminaciones por sus necesidades estandarizadas o -entre comillas- "especiales".
¡Felicitaciones!
Yo creo que a veces es un bonito trabajo ser legislador. Y este es un muy buen ejemplo.
Así que a Carolina va un abrazo. Y, por supuesto, un apoyo al proyecto.
Gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Guillier vota a favor.
Senador, ¿cómo vota?
El señor GUILLIER.- Digo que le di el apoyo. O sea, "sí", señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Muchas gracias.
Vota que sí.
Senador señor Kast, ¿cómo vota?
El señor KAST.- Gracias, Secretario; gracias, Presidenta.
Solamente quiero volver a felicitar a Carolina y a todos los que han ayudado en este proyecto. Lo encuentro muy importante. Es un paso sustantivo en materia de inclusión.
Así que obviamente voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general y en particular el proyecto (32 votos a favor).
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Goic, Órdenes, Provoste, Rincón, Sabat y Von Baer y los señores Alvarado, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, Durana, Elizalde, García, Girardi, Guillier, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Ossandón, Pizarro, Prohens, Pugh, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
Se encontraban pareados la señora Muñoz, los señores Harboe y Galilea, la señora Ebensperger y el señor De Urresti, el señor García-Huidobro y la señora Allende.