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ESTABLECIMIENTO DE RETIRO ÚNICO Y EXTRAORDINARIO DE FONDOS ACUMULADOS DE CAPITALIZACIÓN INDIVIDUAL


La señora MUÑOZ (Presidenta).- A continuación, corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, que establece un retiro único y extraordinario de fondos previsionales en las condiciones que indica, con informe de las Comisiones de Hacienda y de Trabajo y Previsión Social, unidas (en virtud del acuerdo adoptado por la Sala en su oportunidad), y urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (13.914-13) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite: sesión 113ª, en 18 de noviembre de 2020 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Hacienda y Trabajo y Previsión Social (unidas): sesión 119ª, en 25 de noviembre de 2020.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Esta iniciativa tiene por objeto establecer el derecho a realizar, por única vez y de forma excepcional y voluntaria, un retiro para todos los afiliados activos al sistema privado de pensiones del decreto ley Nº 3.500, por hasta el 10 por ciento de los fondos acumulados en la cuenta de capitalización individual de cotizaciones obligatorias, fijando como retiro mínimo la cantidad equivalente a 35 unidades de fomento y máximo la de 150 unidades de fomento. Si el saldo acumulado es inferior a la cifra mínima, se autoriza el retiro de la totalidad de los fondos.
Todos los afiliados activos tendrán acceso a este derecho, quedando limitado únicamente para las personas cuyas rentas o remuneraciones se regulen de conformidad con el artículo 38 bis de la Constitución Política de la República.
Las Comisiones de Hacienda y de Trabajo y Previsión Social, unidas, hacen presente que, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 127 del Reglamento de la Corporación, discutieron en general y en particular esta iniciativa de ley, por tratarse de un proyecto a cuyo respecto el Ejecutivo había dispuesto su "discusión inmediata".
Asimismo, deja constancia del informe financiero que se tuvo a la vista, en cumplimiento de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 17 de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional.
El informe de Comisiones unidas consigna que, sometido a votación en general el proyecto de ley, se registraron 4 votos a favor, de los Senadores señoras Van Rysselberghe y Von Baer y señores Galilea y García; 3 votos en contra, de los Senadores señora Muñoz y señores Lagos y Montes, y 3 abstenciones, de los Senadores señora Goic y señores Letelier y Pizarro.
Repetida la votación, en conformidad con el artículo 178 del Reglamento de la Corporación, se registró idéntico resultado, por lo que las tres abstenciones se consideraron como votos favorables a la posición que obtuvo mayor número de votos, dándose por aprobada la idea de legislar.
En particular, las Comisiones unidas aprobaron la iniciativa en los términos y con las votaciones que en cada caso se registran en su informe.
Finalmente, las referidas Comisiones unidas señalan que los artículos 1° a 5° contenidos en el artículo único del proyecto de ley son normas de quorum calificado, por lo que deben ser aprobados con el voto favorable de 22 señoras Senadoras y señores Senadores en ejercicio.
El texto del proyecto de ley que se propone aprobar se transcribe en las páginas 46 y 47 del informe de las Comisiones unidas y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición en la Sala, y también se encuentra en la plataforma informática de esta sesión remota y ha sido remitido a los correos electrónicos de todas las señoras Senadoras y de todos los señores Senadores.
Hago presente que además se ha formulado una indicación a este proyecto, para agregar un artículo 7° nuevo final, que señala lo siguiente: "Los demás términos y condiciones de esta ley se sujetarán a lo establecido en la disposición trigésima novena transitoria de la Constitución Política de la República.".
Dicha indicación fue presentada por las Senadoras señoras Yasna Provoste y Adriana Muñoz y por el Senador señor Carlos Bianchi.
Es todo, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, señor Secretario.
Vamos, entonces, a dar la palabra por el mismo tiempo anterior.
¿Reglamento, Senador Bianchi?


El señor BIANCHI.- No, señora Presidenta.
Una vez hecha la alocución por el señor Secretario y la presentación del proyecto, quiero pedir votación separada del artículo 5°, literales i) e ii), que figura en la página 4 del comparado.
Esta votación separada es para que la gente hoy día vea que hay voluntad -me imagino- de todas y de todos los parlamentarios para que esto sea en un solo pago.
La idea está ahí para pedir votación separada del artículo 5°, en los literales ya indicados.
Entiendo que también la Senadora Provoste hará mención de lo que se solicitó mediante indicación, para que haga la presentación correspondiente.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra la Senadora Provoste, para fundamentar el planteamiento de la indicación.


La señora PROVOSTE.- Así es.
Hemos presentado, junto al Senador Bianchi y a usted, señora Presidenta, una indicación que repone el texto que estaba en las mociones del primer y del segundo retiro, esto es, el que señalaba que: "Los fondos retirados a los cuales hace referencia la presente disposición no constituirán renta o remuneración para ningún efecto legal y, en consecuencia, serán pagados en forma íntegra y no estarán afectos a comisiones o descuento alguno por parte de las administradoras de fondos de pensiones.".
Esa es la indicación que presentamos, y -reitero- esto ya lo aprobó el Parlamento con ocasión del primer retiro de los ahorros previsionales.
Asimismo, señora Presidenta, deseo complementar el sentido de esta indicación, porque cuando muchas veces se dice que aquí los que tienen más han de hacer un mayor esfuerzo, yo planteo de inmediato que presentemos una reforma que grave con mayores impuestos a los superricos. Porque lo que hace que no podamos incorporar esa indicación es que aquellas personas con rentas desde los 688 mil pesos hacia arriba tendrán que someterse -¡todas!- a una carga impositiva adicional.
Uno escucha a las bancadas de enfrente, cuyos integrantes están tan preocupados de que esto no quede libre de impuestos porque sería regresivo. Entonces, me gustaría invitarlos a ponernos de acuerdo acá, ya que algunos quieren en una cocina hacer una reforma previsional, yo les digo: ¿por qué no hacen abiertamente una reforma tributaria y efectivamente tenemos impuestos para los superricos en este país?
No nos parece que hoy día se cargue de impuestos a quienes van a realizar este retiro, pues ello va a afectar a los que tienen rentas de 688.000 pesos hacia arriba. Claramente, no son los superricos de este país.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Coloma, por reglamento, y posteriormente el Senador Pizarro.
El señor COLOMA.- Presidenta, un punto de vista reglamentario, para que quede claro.
Yo entiendo que lo primero que tenemos que hacer es votar la idea de legislar respecto de esto -espero que haya un amplio acuerdo en ese sentido-, luego de lo cual se van viendo las indicaciones. Me da la impresión de que la última requiere quorum especial, pero eso se ve aparte, supongo.
Entonces, primero se vota en general y después se discuten las normas que algunos señores parlamentarios han solicitado votar separadamente. ¿Es así?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Así es, Senador Coloma.
Senador Pizarro, tiene la palabra.
El señor PIZARRO.- Presidenta, yo pedí la palabra porque pensé que había que completar el informe de las Comisiones unidas. No sé si es posible.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Usted es el Presidente de la Comisión de Hacienda.
Tiene toda la palabra, Senador Pizarro.


El señor PIZARRO.- Gracias, Presidenta.
Bueno, como el señor Secretario hizo la relación y ya se empezó a producir un debate, yo quería manifestar un par de antecedentes más respecto a lo que fue la discusión y la tramitación de esta iniciativa.
El proyecto presentado por el Gobierno tenía urgencia de "discusión inmediata", por lo que las Comisiones unidas pudieron funcionar en cuatro sesiones, en buenas cuentas, entre el día viernes y hasta ayer, en las cuales, como aquí se ha dicho, se procedió a aprobar primero la idea de legislar y luego a analizar por separado cada uno de los artículos.
Respecto del contenido del proyecto, se escucharon las intervenciones, lógicamente, de la señora Ministra del Trabajo y del señor Ministro de Hacienda, pero también del Superintendente de Pensiones. Ellos entregaron unas minutas con las cuales la Comisión pudo conocer los objetivos del proyecto o los efectos que este pudiera tener en materia de pensiones, si es que se concreta el retiro voluntario por parte de cada afiliado; lo que ello implica, en teoría, con ejercicios respecto de sus pensiones futuras.
A todos esos antecedentes, Presidenta, se puede acceder revisando las actas de la Comisión. Están ahí, son públicas.
La señora Ministra del Trabajo manifestó que los objetivos del proyecto son establecer un retiro único y extraordinario, por supuesto, de los fondos de ahorro de cada cotizante.
Se hizo hincapié en que, con la presentación del proyecto, el retiro se lleva a cabo dentro de la institucionalidad y con marcos objetivos que permitan morigerar el daño previsional y evitar costos fiscales adicionales.
Se señaló quiénes tienen derecho al retiro: todos los afiliados al sistema de pensiones del decreto ley N° 3.500. Solamente quedan impedidas de retirar las personas que a la fecha de solicitar el retiro registren cotizaciones previsionales declaradas en el mes anterior y siempre que sus remuneraciones sean iguales o superiores a 100 UF mensuales. Estos requisitos son copulativos y, por ende, el grupo de personas que no podrá retirar, según el informe, es reducido.
Además, si deja de cumplirse una de las condiciones, la persona puede retirar.
Se excluye a las altas autoridades de la república: funcionarios, ministros, presidente, subsecretarios, parlamentarios, entre otros.
También se establecen los marcos para proteger el futuro previsional, y ahí es donde viene la explicación de los límites del monto, de 35 UF como mínimo, con un máximo de 100; la prelación entre el ahorro voluntario y, posteriormente, el ahorro obligatorio.
Se explica también lo que es la propuesta de cotización futura para reducir el efecto negativo del retiro de la pensión, que es la Superintendencia, la que definirá las tasas y el período de cotización, debiendo realizar un estudio técnico.
La cotización irá íntegramente a los fondos de cada trabajador. Y se manifiesta que no tiene lógica de préstamo, puesto que no hay intereses, es contingente a la situación laboral y no obliga a reincorporar todo, sino solamente lo que se alcance antes de la edad de jubilación.
Después están los procedimientos de la solicitud. Ahí es donde vienen los plazos del retiro. Plantean un plazo máximo de sesenta días y en dos cuotas; un sistema de transferencia y pagos gratuitos para los afiliados, es decir, sin costo; la preferencia por canales digitales, obligando a tomar los resguardos sanitarios. La Superintendencia instruirá a la administradora para regular la operación del sistema de pago.
Otros puntos relevantes: en el aspecto tributario, se aplican las reglas generales; se resguarda la intangibilidad de los fondos, no pudiendo ser objeto de retención, descuento, compensación legal o contractual, embargo o cualquier forma de afectación judicial o administrativa, salvo por deudas de pensiones de alimentos; se establece una regla especial respecto del cálculo del aporte adicional y la vigencia de la ley de un año.
El señor Ministro de Hacienda también hizo una exposición que está a disposición de todo el público, de quien quiera revisarla.
Lo mismo hizo el Superintendente de Pensiones, don Osvaldo Macías. Estableció lo que en opinión de la Superintendencia podían ser los efectos de este segundo retiro.
Sería importante o interesante que pudieran revisar esas exposiciones los colegas, porque hay en ellas antecedentes que es bueno tener en consideración.
El señor Secretario ya hizo referencia a la votación en general, lo que posibilitó que estemos discutiendo este proyecto ahora. Y en particular se presentaron 16 indicaciones. La Secretaría expresó su opinión de que todas eran inadmisibles, desde el punto de vista del análisis de cada uno de los artículos.
Algunas de las indicaciones las patrocinó el Ejecutivo; todas eran de colegas Senadores del Oficialismo. Las votaciones fueron de rechazo prácticamente a todas, salvo, lógicamente, en el artículo 1°, en que se establece, en el contexto de la crisis sanitaria producida con ocasión del COVID, la autorización a los afiliados del sistema privado de pensiones, regido por el decreto ley N° 3.500, a realizar de forma voluntaria un retiro de hasta el 10 por ciento de los fondos acumulados en su cuenta de capitalización individual de cotizaciones obligatorias.
Ahí se hacen dos modificaciones a este artículo, que es bien importante, Presidenta: se autoriza a todos los afiliados, y no solamente a los activos, como se establecía, y se aumenta el monto mínimo de 100 unidades de fomento a 150.
Las votaciones fueron desarrolladas como decía. La Oposición, en términos generales, para no discutir artículo por artículo -eso se verá en las intervenciones de cada cual-, adoptó el criterio de hacer las enmiendas que fueran necesarias para establecer el proyecto que presentó el Gobierno casi en los mismos términos que el proyecto que acabamos de votar y que no se pudo aprobar por falta de quorum, ya que los votos de la Oposición por sí mismos no alcanzaban.
En esa materia, Presidenta, quiero solamente resaltar que el proyecto que sale es bastante distinto, muy diferente al que entró. Se eliminaron las obligaciones de reponer los fondos retirados. Es decir, en términos comunicacionales, se termina con esta suerte de autopréstamo. Y digo "en términos comunicacionales", aunque no es la expresión que se usó, para los efectos de que se entienda mejor. Se eliminaron las restricciones, lo que permite que el retiro sea universal; se aumentaron, como dije ya, los montos, y se redujeron los plazos a los mismos términos que venían establecidos en el proyecto de iniciativa parlamentaria desde la Cámara.
Presidenta, eso es lo que las Comisiones unidas de Trabajo y de Hacienda, en reuniones bastante largas, pudimos desarrollar, para definir lo que fue la voluntad en algunos casos de mayoría. En opinión de quienes formábamos parte de la Oposición, este es un proyecto que llegó tarde, como se ha dicho, pero que también refleja una segunda opción si es que el proyecto de reforma no era aprobado, como lamentablemente pasó. Evidentemente, esto permite que la gente tenga la garantía de que va a poder realizar un segundo retiro del 10 por ciento, en condiciones prácticamente iguales a las del primer retiro.
Es lo que puedo informar, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Pizarro.
El debate se va a realizar en general y en particular, porque así fue tramitado el proyecto en la Comisión.
Senador Quinteros, ¿es por reglamento o se va a hacer cargo ya del debate de fondo?
El señor QUINTEROS.- Del debate, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Muy bien.
Voy a darle inicialmente, entonces, la palabra a usted y luego al señor Ministro de Hacienda.
Senador Quinteros, tiene la palabra.


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidenta.
Después de la votación del proyecto de reforma constitucional, me gustaría hacer un par de reflexiones a raíz de lo que ha sucedido, porque todas las críticas de fondo que ha formulado el Ejecutivo en contra de las mociones de los Diputados, en el primer y en el segundo retiro, son plenamente aplicables al proyecto de ley cuyo análisis estamos iniciando. Cada una de las descalificaciones y acusaciones, cada uno de los anuncios catastrofistas se vuelven ahora en su contra y dejan en evidencia las contradicciones del Gobierno, su tozudez y su falta de sensibilidad.
Tan solo hace un par de días, el señor Ministro de Hacienda nos advertía de que, si el segundo retiro avanzaba, no habría reforma de pensiones. Es decir, para la autoridad este pequeño respiro, que en el fondo es una autoayuda, sería a costa de que no existiera ningún mejoramiento a las magras pensiones que reciben los actuales jubilados.
Quisiera saber qué piensa la autoridad económica ahora. ¿Se mantiene esta condena para nuestros pensionados? ¿No afecta a las pensiones este proyecto del oficialismo? ¿No es este un proyecto populista?
Se dijo hasta el cansancio que la moción de los Diputados era inconstitucional y, paradojalmente, de acuerdo a las tesis del Tribunal Constitucional, este proyecto del Gobierno cuyo trámite iniciamos, sí podría infringir la Constitución, y esta vez en el fondo, no en la forma.
En efecto, en el marco de recursos de protección interpuestos en contra de las AFP, para obtener la entrega de los fondos previsionales a sus titulares, el Tribunal Constitucional ha fallado, en diversas oportunidades, que ello no es posible, por cuanto dichos recursos no pueden ser destinados sino a fines previsionales, lo que está protegido constitucionalmente, según ha dicho.
Este principio sería válido también para una simple ley, aun de iniciativa exclusiva del Presidente de la República, y aun de quorum calificado, porque se afectaría una norma sustantiva de superior rango jerárquico.
Por el contrario, una disposición transitoria de la Constitución tiene igual rango que sus normas permanentes, y de ahí que sea factible que, por esa vía, pueda autorizarse un destino a las cotizaciones previsionales distinto de la seguridad social.
Por cierto, Presidenta, espero que nadie hará reserva de constitucionalidad ni recurrirá al Tribunal Constitucional para intentar boicotear esta ley.
De otro lado, muy probablemente, la mayoría de ese tribunal nunca reconocería que el proyecto del Gobierno viola la Constitución.
Planteo este punto, Presidenta, solo para evidenciar las contradicciones en las que ha incurrido el Gobierno y refutar el argumento que se esgrimió para presentarlo.
Dijeron los Ministros que no da lo mismo la forma como se hacen las cosas, que es necesario resguardar la institucionalidad. La verdad es que ha sido el accionar errático e irresponsable del Gobierno el que ha puesto en entredicho la institucionalidad, con sus volteretas y recursos presentados a última hora, en fin de semana, y su utilización grosera de la mayoría afín que tiene en el Tribunal Constitucional, que es, a estas alturas, la bancada más ordenada que le va quedando.
Afirman los representantes del Ejecutivo que de esta manera se garantiza que no exista un tercer retiro. ¿Y quién asegura a las personas que no lo necesitarán si la emergencia se mantiene, o se profundiza, durante el próximo año?
Insisten, asimismo, en el carácter tributable del retiro. Pero no es la recaudación una finalidad de esta medida de emergencia.
Es importante recalcar esto, Presidenta: ¡el retiro es una medida de emergencia, dictada en el marco de un estado de catástrofe! No se le puede tratar como si fuera un ingreso adicional, como si fuera un bono. De la misma manera que, con ocasión de otras emergencias, como los terremotos, por ejemplo, se han eximido de impuestos las medidas destinadas a ir en apoyo de la población afectada.
¿Pagaron impuestos los empresarios que hicieron donaciones en el marco de la emergencia? Sería un absurdo gravarlas. Su exención tiene pleno sentido, por su propia finalidad.
No hay que olvidar que en cada ocasión en que se ha discutido una reforma tributaria...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Se le apagó el micrófono, Senador.
Puede continuar.
El señor QUINTEROS.- Gracias.
Ahora, como decía, la Derecha se ha cambiado de caballo y demuestra un celo extraordinario para aumentar la recaudación, y aparece preocupada de la desigualdad en la carga tributaria.
¡Nosotros seguimos promoviendo la progresividad en los tributos! ¡Pero para las grandes fortunas! ¡Para las grandes empresas, que se han visto beneficiadas por condonaciones y exenciones millonarias!
De acuerdo a este proyecto gubernamental, la enorme mayoría de aquellos que hoy pagarán impuestos por su segundo retiro ¡son trabajadores que ganan poco más de 700 mil pesos! Y luego serán pensionados que recibirán una pensión mucho menor a esos mismos 700 mil pesos, por debajo del umbral exento. Eso significa que este impuesto no tiene razón de ser.
Esas personas son trabajadores de clase media, a los que se les niega ahora, y se les negará mañana, acceso a toda ayuda fiscal. Hoy deberán pagar impuestos por el retiro. En el futuro no lo pagarán, por sus bajas pensiones, pero tampoco recibirán el Aporte Previsional Solidario, porque...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Le vamos a dar más minutos, Senador.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador, ¿puede activar su micrófono desde allá?
El señor QUINTEROS.- Termino en treinta segundos, Presidenta.
El cambio de votos de algunos Senadores que se habían comprometido públicamente a apoyar el proyecto de los Diputados y la incertidumbre que genera la intervención del Tribunal Constitucional nos obligan, seguramente, a viabilizar el segundo retiro a través del proyecto enviado por el Gobierno.
No es que lo hubiésemos privilegiado. Estamos en desacuerdo con la tributación de este retiro. Pero, en este escenario, estoy en la disyuntiva de apoyar ese proyecto o abstenerme.
He dicho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Quinteros.
Tiene la palabra el Senador Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señora Presidenta, Honorable Sala, pues bien, hoy día estamos frente a un proyecto de iniciativa del Ejecutivo; un proyecto que, además, garantiza que los trabajadores chilenos y los pensionados que quieran podrán retirar el 10 por ciento de sus fondos previsionales, por única vez.
Lo que hace este proyecto, básicamente, es viabilizar la reforma previsional, en términos de que las conversaciones que se han sostenido hasta ahora, en el contexto de los Ministerios del Trabajo y Previsión Social y de Hacienda, comienzan a tener una capacidad de estabilización de los fondos de pensiones.
Esto también nos permite cerrar la llave para un tercer, cuarto, quinto retiro, pero, ciertamente, con un plazo definido, y yo espero, Presidenta -por su intermedio-, también invitar a la Ministra del Trabajo y Previsión Social a sacar la reforma previsional en el más breve plazo.
Nos encantaría darles una buena señal a los chilenos, en el sentido de que este proyecto de segundo retiro va acompañado de la voluntad de sacar adelante una reforma estructural a nuestro sistema de pensiones en treinta días.
Nosotros hemos delineado cuáles debieran ser sus ejes principales.
Primero, el término de las tablas de mortalidad, que podría incrementar el pilar contributivo de las pensiones de los chilenos en 25 por ciento.
Hemos dicho que otro de los pilares debe ser una modificación estructural a la industria.
Y un tercer pilar es que parte importante, preponderante del 6 del ciento del aporte del empleador vaya a solidaridad intra e intergeneracional, con un fuerte componente de género, que efectivamente nos permita asegurar pensiones dignas para todos los chilenos.
Señora Presidenta, yo espero que el Gobierno del Presidente Piñera, nuestro Gobierno, aquel al que contribuimos con nuestros votos a elegir, entienda que hay sentidos de oportunidad. Y hoy día este proyecto de iniciativa exclusiva asegura que los trabajadores reciban, si lo solicitan, los recursos correspondientes, de manera expedita, sin normas con vicios de inconstitucionalidad, sino, muy por el contrario, con preceptos que garantizan que trabajadores y pensionados contarán con esos dineros.
Y segundo, esperamos relacionar el presente proyecto con la reforma estructural al sistema de pensiones de la que hemos hablado.
Además, en el proyecto de reforma previsional, que está en segundo trámite en la Comisión de Trabajo y Previsión Social, había otras materias que considero importante recoger. Por ejemplo, que en el caso de enfermedades terminales o catastróficas sea posible que los trabajadores retiren sus fondos de pensiones.
Presidenta, hoy día, que vamos a aprobar este proyecto que asegura el segundo retiro para los trabajadores y los pensionados que así lo estimen pertinente, también debiera garantizarse la debida diligencia por parte del Gobierno para sacar adelante un acuerdo transversal que nos permita viabilizar la reforma previsional que todos y cada uno de los pensionados de Chile espera.
"Pensiones dignas" era un objetivo que conformaba el programa de gobierno del Presidente Piñera. Ya se ha hecho un esfuerzo sustantivo en materia del pilar solidario; ahora llegó el momento de enfrentar el desafío de hacerlo en el pilar contributivo. Hay buena disposición para aquello.
Yo espero, Ministra -por su intermedio, señora Presidenta-, que acá asumamos el momento histórico y asumamos la responsabilidad histórica que tenemos por delante.
Por supuesto, respaldo este proyecto de ley del Ejecutivo. Uno podrá preguntarse si llegó a tiempo o no. Pero está, y va a garantizar que los fondos lleguen a los trabajadores chilenos.
Estoy convencido, además, de que la iniciativa va a permitir que las deudas de pensiones de alimentos puedan pagarse, y de que vamos a lograr que las personas que las adeudan puedan pagarlas oportunamente...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Un minuto.
El señor CHAHUÁN.- Agradezco a la Ministra del Trabajo y Previsión Social, al Ministro Briones y al Ministro Monckeberg, quienes, desde que hubo disposición del Gobierno para enfrentar el tema con un proyecto del Ejecutivo, han estado decididos a escuchar para poder tener un sentido de la realidad. Ahora será su responsabilidad sacar adelante la reforma previsional que todo Chile espera.
Muchas gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- A usted, Senador Chahuán.
Tiene la palabra el Senador Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Muchas gracias, Presidenta.
Estamos en la discusión del segundo proyecto, que es el que en definitiva va a permitir a los trabajadores obtener el retiro de su 10 por ciento; trabajadores y no trabajadores, porque también hay gente del mundo informal.
Este es el camino, como lo dije en la mañana.
Para enfrentar el problema teníamos dos vehículos que iban por pistas paralelas. Una de ellas, desgraciadamente, presentaba un bache de pronóstico bastante difícil, que era la concurrencia al Tribunal Constitucional. Y hoy día tenemos esta otra pista, que no manifiesta ningún obstáculo, salvo aquellos que eventualmente quisieran ponerse de manera artificial.
Por eso el Senador Quinteros decía que dudaba acerca de cómo votar. Si usted duda, Senador Quinteros -por su intermedio, Presidenta-, va a significar que los trabajadores, por esa duda, podrían no contar con este retiro. Y queremos que lo tengan, tal cual como sucedió con el primero. Pero entiendo que, al final, esta discusión se transformará en un conflicto de posiciones extremas.
Creo que aquí vamos a tener que ser responsables con los discursos que pronunciemos. Y si queremos que la gente reciba su 10 por ciento, hoy día tenemos que hacer el esfuerzo para llegar a ese acuerdo.
Lo dije también en la mañana: el 1 por ciento de todos los cotizantes (poco más de 100 mil personas) suma ahorros por más de 100 millones de pesos. Y solo ese 1 por ciento puede, con el sistema previsional que tenemos, recibir una jubilación de 500 mil pesos.
¡El 1 por ciento de los casi 11 millones de cotizantes!
Al contrario, el 70 por ciento de los cotizantes tiene menos de 10 millones de pesos. Si se jubilaran hoy día, sin considerar el pilar solidario, recibirían una pensión de 42 mil pesos.
¿Es bueno el sistema previsional? ¿Fue bueno cuando se diseñó? Probablemente, en ese contexto, alguien pensó que significaba un gran beneficio, pero aquella realidad fue superada. No se dieron las condiciones de estabilidad laboral, de densidad de cotizaciones y mucho menos una condición política, social y económica del país que permitiera a la gente contar con niveles de aportes adecuados.
No, el sistema no dio el ancho.
Pero llevamos cuarenta años en este proceso, treinta de los cuales transcurrieron en democracia. Y durante veintiséis años Senadores de enfrente, algunos incluso autoridades en esos gobiernos, no impulsaron reformas a este mal sistema, que creo que hoy debemos cambiar absoluta y totalmente.
Pero no se cambió; en algún minuto se le introdujeron ciertos maquillajes a través de modificaciones menores. Y reconozco, sí, la gran reforma que hizo la Presidenta Bachelet con la construcción del pilar solidario. Fue la primera gran reforma que efectivamente se impulsó.
Segundo, hoy día estamos enfrentados a un nuevo proceso. Y creo que debe quedar como un acuerdo de todos. No podemos seguir diciéndole a la gente que el sistema previsional no amerita y no merece, por sobre todo, el que nos sentemos a la mesa todos los actores para que podamos llegar a un verdadero acuerdo, no como una Senadora dijo por ahí, "en la cocina" -esto no es para "la cocina"-, sino un gran acuerdo en el que todos los actores participemos para la construcción de un nuevo sistema previsional.
Ya no está para "cocina" este trabajo.
Incluso más: hay que retomar la comisión asesora que elaboró la propia Presidenta Bachelet y que terminó con un informe del cual se hizo parte; probablemente, si hubiéramos realizado la reforma en ese minuto, ahora no estaríamos discutiendo estos problemas. Así y todo, tenía falencias. Hoy día, la propuesta que está en la mesa incluye un gran aporte, un gran factor, como es el aporte del empleador, el mejoramiento del pilar solidario.
En tal sentido, debemos respaldar, evidentemente, este proyecto, que le va a dar a la gente lo que espera de cada uno de nosotros. Y ya no vamos a insistir en lo que significa esta política.
Quiero destacar que, sin duda, como aquí se ha señalado, la voluntad...
Por favor, pido más tiempo, para que no se me produzca ninguna interferencia, Secretario.
Creo que aquí sí debemos destacar, en primer lugar, que el lunes 16 un grupo de Senadores, en el cual nos incluimos el Senador Ossandón, el Senador Durana, el Senador Castro y quien les habla, convocamos al Presidente para que elaborara, presentara una propuesta...
¡Por favor, pues, Secretario! ¡Micrófono! ¡Puchas, no cuesta nada mirar el tiempo para no interrumpir la intervención!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- ¡Es que hay harta "pega" aquí, en la Mesa, Senador!
El señor SANDOVAL.- Sí, Presidenta, pero aquí han hablado hasta diez minutos, y yo llevo solamente cuatro o cinco.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Sí, ya le dimos la palabra.
El señor SANDOVAL.- En todo caso, por favor...
Son estas interrupciones las que en definitiva no contribuyen a expresar con claridad lo que uno quiere plantear.
En todo caso, Presidenta, creo que el llamado que se hizo aquí tuvo eco. El Gobierno presentó una propuesta; una propuesta con la cual no estuvimos de acuerdo, pero debo reconocer, en los tres Ministros que aquí están presentes (el Ministro Briones, el Ministro Monckeberg, la Ministra Zaldívar, del Trabajo), la voluntad y la disposición para introducir todas las indicaciones que hacían meritorios los cambios necesarios para que este proyecto tuviera viabilidad.
Hay que destacar esa voluntad y esa disposición porque, como bien se ha dicho, es un cambio radical entre lo que se pensó y lo que hoy termina saliendo y se hace parte de esta realidad.
¿Cuál es el llamado que tenemos ahora? No dejemos que pasen treinta años más, no dejemos que pase ningún tiempo más: la necesidad y la urgencia que tenemos hoy es la de sentarnos a construir el acuerdo para realizar e impulsar la verdadera reforma que requerimos. Con el actual sistema no es posible entregar dignidad a quienes quieran jubilarse. Hay que cambiarlo, y para cambiarlo necesitamos salir de nuestras trincheras tradicionales y ponernos de acuerdo en aquellas cosas que necesitamos: un sistema con el aporte de los trabajadores, con el aporte de los empleadores, con el aporte del Estado, y con los recursos que sean indispensables. Va a costar. No hay ninguna parte del mundo en que esta política no sea cara, pero lo más importante es que, al final, ¿qué significa? Significa tranquilidad, felicidad, crear condiciones dignas para quienes están en el sistema pasivo hoy día o están esperando jubilar el día de mañana.
Voto a favor de este proyecto, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Sandoval.
Senadora Ebensperger.
Senadora Allende, tiene la palabra.


La señora ALLENDE.- Gracias, Presidenta.
Yo lo primero que quiero señalar es que lamento profundamente -y una vez más queda demostrado- que una mayoría en este país no vale. O sea, 23 votos a favor -toda la Oposición en su conjunto votó en este sentido- obviamente que son menos que 10 votos negativos y las abstenciones de Senadores que ya conocemos, que partieron con amplias y sendas declaraciones y después cambiaron en el camino.
Yo espero que, una vez que tengamos verdaderas decisiones democráticas con una nueva Constitución, terminemos con estos supraquorum y dejemos que las mayorías realmente se manifiesten. Porque es lamentable. No hemos logrado algo que nos habíamos propuesto, que era y es necesario, simplemente porque no se reunieron los quorum... (falla de audio en transmisión telemática)... ciudadanía.
Para lo segundo, Presidenta, voy a citar las palabras de Francisco Zapata, reconocido constitucionalista, quien "se manifestó convencido de que la reforma que establece el segundo retiro del 10 por ciento es constitucional, dado que la votación establecida en el Congreso cumple con los quorum". "Se está cambiando la Constitución por la forma que la misma Constitución lo admite". Advierte que "el Gobierno corre un enorme riesgo, porque sería la primera vez en la historia de Chile que se declara inconstitucional una reforma constitucional habiéndose cumplido con el quorum. El abogado recordó que hay otro proyecto en trámite, el que permite la devolución de fondos en el caso de personas que sufren de enfermedades terminales, promovido por el Diputado socialista Marcos Ilabaca. Y le va a costar al Gobierno explicar por qué se dirige contra esta reforma constitucional transitoria y no contra esta otra que se tramita en paralelo".
Estas palabras, dichas por un abogado constitucionalista, reafirma lo que dijimos: el proyecto es absolutamente constitucional y existían las atribuciones para haberlo presentado.
Por lo tanto, cuando el Oficialismo sale con todos estos argumentos y sofismas que nos intenta dar y afirma que su iniciativa es la única forma de garantizar el retiro, no se está diciendo la verdad; tampoco se entrega toda la información. El proyecto presentado por el Gobierno no hace más que reflejar su profunda incoherencia.
Con el primer retiro dijeron de todo: que el país se destruye, que la economía se va al suelo, etcétera. Después, no señalaron los efectos positivos que logró tener y que ya alguna vez mencionamos. Y posteriormente, frente a la posibilidad de este segundo retiro, por necesidades -lo hemos dicho muchas veces: ¡por necesidades!-, por insuficientes coberturas (esfuerzos se hacen, pero son absolutamente insuficientes), incluso nos llegan a amenazar con que no se va a tramitar lo que se está avanzando -espero que se avance- en la reforma previsional.
Esta es la forma en que actúa el Gobierno. Con tal de ordenar a los suyos, saca a último minuto un proyecto en que, o no se le ha dicho a la ciudadanía la verdad, o no se le ha dado toda la información -perdón-, pero ese proyecto venía lleno de "letra chica": limitaciones al monto máximo, plazo muchísimo mayor, una serie de condiciones que fueron cambiadas en las Comisiones unidas de Trabajo y de Hacienda.
Por lo tanto, el proyecto del Gobierno era "letra chica".
Pero no solo eso: a último minuto, un día domingo, el Presidente recurre al Tribunal Constitucional. Bueno, vamos a ver, como dice el abogado constitucionalista Zapata, si por primera vez en la historia el Tribunal Constitucional declara inconstitucional algo que cumple los requisitos de constitucionalidad.
Y además quiero señalar lo siguiente, Presidenta.
Ahora, ¡ahora! el Gobierno muestra interés por tributos, cuando jamás muestra verdadero interés en ellos. Siempre hemos señalado que cualquier reforma tributaria o cualquier cambio tributario tiene que mostrar progresividad, es decir, los que tienen más deben pagar más. ¿Y cuándo hemos visto que impulsen impuesto al capital? ¿Cuándo hemos visto que estén disponibles para la sociedad de inversiones? ¿Cuándo hemos visto que trabajen a fondo la elusión? ¿Cuándo hemos visto que promuevan abrir las cuentas corrientes para evitar las elusiones? ¿Cuándo hemos visto que critiquen los perdonazos que supuestamente establecen instituciones con argumentos de muy dudoso criterio y que hacen sentir a la ciudadanía indignada, con toda razón? ¿Cuándo hemos visto que terminen, de una vez, con exenciones, algunas vergonzosas, que solo han favorecido a las grandes empresas? ¿Y ahora les viene a preocupar que aquellos que ganan de 700 mil pesos para arriba sí tengan que pagar impuestos?
La verdad es que no puedo sino manifestar mi profunda insatisfacción por la forma en que este Gobierno se conduce, por su incoherencia, por polarizar en lugar de proponer realmente avanzar, de verdad, en una genuina reforma previsional, que es lo que este país requiere.
Necesitamos, Presidenta, que Chile avance hacia una política de seguridad social; necesitamos terminar con este sistema de capitalización estrictamente individual, con cero solidaridad, que ha significado pensiones indignas. Ya es hora de que avancemos de verdad, no con amenazas, sino con verdadera voluntad.
Yo simplemente le digo al Gobierno que escuche lo que le está diciendo la calle, que escuche a las familias de sectores medios, que escuche a todas esas pymes que están desesperadas, que escuche a toda la gente a la que no le ha llegado la ayuda. Ahora nuevamente tendremos que volver a un cuarto IFE, porque el Gobierno nunca fue capaz de dar una renta básica para proteger de verdad a todas las familias.
Presidenta, estamos en la disyuntiva de apoyar con nuestra abstención, pero digamos la verdad: aquí se han puesto obstáculos. Y lo vamos a ver con la tramitación ante el Tribunal Constitucional, que está impidiendo, por ahora, que las familias puedan acceder a este segundo retiro del 10 por ciento.
He dicho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senadora Allende.
Tiene la palabra el Senador Moreira.


El señor MOREIRA.- Gracias, Presidenta.
Yo creo que ya se ha dicho todo.
Solamente quisiera agregar que generalmente las segundas partes rara vez son buenas, pero a veces son necesarias. ¿Por qué lo digo, Presidenta? Porque, obviamente, producto de la reforma, el Gobierno envió un proyecto que se fue mejorando. Y siempre tiene que haber espacio para mejorar aún más. Todavía falta el trámite en la Cámara de Diputados. Pero sí debemos tener claro que lo más importante es el compromiso que tenemos para que los chilenos puedan sacar su 10 por ciento.
Así como contribuí al primer retiro, hoy día, en términos distintos, contribuyo al segundo. Hay una cantidad de falsedades, de campañas de confusión, de cosas que se dice que trae el proyecto, en fin. Pero hay una que yo quiero aclarar: este proyecto también contempla, como en la reforma constitucional, en el artículo 3°, un asunto que dice relación con las retenciones para deudores de pensiones alimenticias.
Por lo tanto, está resguardado dicho derecho, en el sentido de que quienes saquen este 10 por ciento primero deban pagar sus deudas de pensiones alimenticias.
Y todo lo demás se ha dicho.
Voto a favor el proyecto del Gobierno.
Creo, como lo dije hoy día, que nadie gana. No gana el Gobierno, no gana la Oposición, no gana Chile Vamos, no gana la gente que va a retirar su 10 por ciento. Y no gana la gente que va a retirar su 10 por ciento porque cada día esas mismas personas, producto de la pandemia y de la falta de recursos para cubrir sus necesidades, se empobrecen al tener que perder su 10 por ciento en sus cotizaciones previsionales, porque esos recursos nunca los van a recuperar, ni con este, ni con el próximo, ni con el Gobierno que venga en el futuro.
Tendrán que verse algunos mecanismos de la reforma previsional que permitan que eso se pueda ojalá recuperar algún día. Y, en definitiva, que nos pongamos de acuerdo sobre de qué manera vamos a asumir nuestra responsabilidad como Estado, más allá de nuestras diferencias ideológicas, para contribuir a mejorar algo a que todos nos referimos en distintas intervenciones, como es que hasta el día de hoy existen pensiones verdaderamente miserables. Ese ha sido el lenguaje.
Yo, Presidenta, voy a votar a favor de este proyecto, convencido de que siempre puede haber un espacio en la Cámara de Diputados, con la buena voluntad del Gobierno, de poder...
Muy muy simple, Presidenta, yo voy a votar a favor. Y si hay algún espacio de conversación con el Gobierno en la Cámara de Diputados para mejorarlo, siempre va a ser bienvenido.
Pero lo importante es que no dilatemos este proyecto de ley, porque los que hoy día lo hagan tendrán que hacerse responsables si en diciembre no se paga el 10 por ciento.
Gracias, Presidenta.
Voto a favor.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Moreira.
Senadora Rincón, tiene la palabra.


La señora RINCÓN.- Gracias, Presidenta.
No voy a insistir en el tema que estaba tratando antes, pero sí creo que es bueno recordar, a la luz de la insistencia del Gobierno respecto al tema de que deben pagar impuestos los más ricos, que la verdad es que hemos visto silencio de una parte importante de nuestro país en la colusión de los pollos, en que hubo una defraudación que le costó a las personas miles de millones de pesos; o la colusión en el papel Tissue, en que el daño a los consumidores fue de 510 millones; o de Penta, en que no pagaron impuestos por más de 2.400 millones y les rebajaron 1.400 por concepto de gasto; o de Soquimich, en que dejaron de pagar, entre 2010 y 2014, 750 millones.
Chile, sin lugar a dudas, se encuentra dentro de los países con más evasión en materia de impuestos. Un estudio conocido, que ha sido revisado por las Comisiones de Hacienda de ambas Cámaras, señalaba el 2017 que se evadían 5.5 del PIB en impuestos a la renta, y 2.1 punto del PIB en IVA. Vale decir, más de 7 puntos del PIB, algo así como 21.500 millones de dólares al año. 60 por ciento de esta evasión se concentra en el 1 por ciento más rico de nuestro país.
Si ese impuesto hubiese llegado, la verdad es que hubiésemos podido pagar miles, millones de pensiones básicas en nuestro país.
Este proyecto, Presidenta, no contempla lo referido a las pensiones de alimentos, no trae el que los enfermos terminales puedan retirar su dinero, no trae el que los pensionados en renta vitalicia o los del retiro del antiguo sistema tengan alguna ayuda.
Esta iniciativa, sin lugar a dudas, es un primo pobre y mezquino de la reforma constitucional que no logró el quorum.
¿Y saben cuál es mi preocupación? Mi preocupación es que se apruebe esto, porque habrá los votos suficientes, y el Gobierno trate de reponer cosas que las Comisiones unidas de Hacienda y de Trabajo dejaron fuera, y que si no logra reponerlas en la Cámara de Diputados, el Presidente haga algo que acostumbra hacer: vetar. Es decir, que vete el proyecto y reponga todo aquello que se ha eliminado en la discusión de Comisiones.
Presidenta, si hoy día estamos aquí es porque el Gobierno no ha sido capaz de tender una mano a la clase media de nuestro país. Si hoy día estamos aquí es porque el Gobierno ha sido incapaz de responder a miles, millones de hombres y mujeres que necesitan ayuda.
Qué mejor ejemplo que aquellas madres que, gracias a nuestras indicaciones en el primer retiro, pudieron cobrar sus pensiones de alimentos.
Creo que el desafío de entender que es posible un Chile distinto, pasa por que nosotros hagamos bien la tarea, pasa por que cuando hablemos de los impuestos y de que aquellos que tienen más los paguen, nos demos cuenta de lo que decimos. A un profesional, un técnico, un trabajador en nuestro país que gane ¡670 lucas! no le podemos pedir que hoy día pague impuestos por un retiro que necesita él o su familia.
Ese es el problema. Nos centramos en una discusión mezquina y no hacemos el punto cuando debemos hacerlo. Y permitimos a través de leyes que aquellos que tienen más evadan, no paguen, defrauden y guardamos silencio. Y aquí hablamos de la justicia social.
Presidenta, hoy día estamos enfrentados a un drama. Y esta discusión se va a alargar. Y yo le pido al Gobierno que entienda que antes de Navidad tenemos que dar respuestas a las familias, pero que pasará la Navidad y seguiremos con un drama. Y habrá ciento de miles de familias que ya no tendrán nada de ahorros a los que recurrir.
Es una mala política pública, sin lugar a dudas, pero no hay ninguna mejor que el Gobierno, teniendo las facultades, los recursos y los dineros, haya puesto encima.
Gracias, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senadora Rincón.
Tiene la palabra el Senador Claudio Alvarado.
El señor ALVARADO.- Gracias, Presidenta.
Solamente quiero solicitarle que, tal como el Senador Bianchi -por su intermedio- pidió prorrogar la sesión en la mañana, usted recabe la venia de la Sala con el propósito de que podamos abrir la votación en general del proyecto.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- ¿Habría acuerdo para abrir la votación en general?
Ofrezco la palabra al Senador Montes
Vamos a dar después un informe con relación a la votación en general.
Senador Montes tiene la palabra.


El señor MONTES.- Gracias, señora Presidenta.
Estamos terminando una discusión, por lo menos en este momento, tremendamente importante para nosotros como Parlamentarios, además de lo que la sociedad espera de nosotros acá.
Podríamos estar mucho rato discutiendo sobre cómo ha sido este Gobierno: confuso, contradictorio, cambiante de opinión, en fin, muchas cosas. Pero creo que es importante que objetivemos en qué situación estamos nosotros en cuanto Parlamentarios.
Tenemos que tomar decisiones, esa es nuestra responsabilidad, tanto para uno como otro proyecto, y algunos han llegado a una conclusión u otra; pero hay dos tipos de cosas que nos pide la sociedad.
Primero, una parte nos dice aquí que hay mucha necesidad, de muchas familias, personas, pymes. Son necesidades concretas, vitales, de cotidianidad. El Gobierno afirma que han hecho mucho, y hace un largo listado. Otros pensamos que el Gobierno no ha logrado realizar los objetivos fundamentales, aunque reconocemos que se han hecho muchas cosas. Y sería muy importante que el Gobierno a lo menos aportara una visión de realidad con los datos que tiene sobre que está ocurriendo realmente en las familias, en las empresas, en fin.
Y, además, que contemple la posibilidad, porque va a seguir siendo Gobierno, de que la crisis tenga distintos momentos por delante.
Finalmente, el Gobierno tuvo que aceptar el segundo retiro, pero no por un análisis de la realidad, no por un cambio conceptual, sino frente a los hechos que la Cámara de Diputados estableció con 130 votos.
Sin un análisis serio de la realidad, no basta con tener un largo listado de lo que se ha hecho, hay que evaluarlo.
Pensando no solo para atrás sino para adelante, porque vamos a vivir riesgos mayores, es importante precisar los instrumentos además de los recursos.
A mí me gusta muy poco esa idea de un IFE. Frente a nuevas situaciones, apretamos el mismo botón. Yo creo que hay que ser capaz de tener por lo menos, entre especialistas y dirigentes, una dirección más clara.
Necesitamos un modelo de protección social para ciertas situaciones que se nos van a presentar.
No podemos transformar esto solo en una discusión política de nosotros, aquí hay una realidad de por medio y tenemos que ser mínimamente rigurosos en eso.
Y la otra línea de cuestionamientos o presiones de la sociedad es que se nos plantea que seamos más consistentes como Parlamentarios, que seamos más serios frente a una visión de país más a largo plazo, más equilibrada.
El problema está en que esta presión no considera mucho la situación de la realidad de la familia, la mira desde otros lados. Y se nos dice que va a tener efecto en el sistema previsional, en el manejo del conjunto de ese sistema de largo plazo. Parte de la base de que el retiro provoca crisis. El sistema está en crisis por el sistema mismo, que se ha demostrado que no funciona bien, y no podemos seguir con este sistema. Y justamente porque no funciona bien es que las familias no lo valoran bien y no consideran que representen una alternativa para los recursos que ahí están. Esto requiere una reforma estructural.
Son dos tipos de realidades. Nosotros tenemos la presión de la familia, la presión desde cierta parte de la elite, respecto al tema del sistema previsional. También se habla del efecto de las inversiones y el crecimiento. Todos los proyectos tienen efectos, pero muy lejos de lo que nos dice Clapes, que supone que no habrá recursos ni créditos porque las empresas que requieren esto operan en otra realidad, en otros mercados.
Se nos habla del efecto fiscal, que ya hemos demostrado que no es efectivo, son 30 años, en fin.
También se nos dice que estaríamos violando la Constitución y provocando una crisis de esa naturaleza, por la propuesta de la Cámara de Diputados.
Es cierto que existe una reforma a la Constitución por una vía institucional extrema, y tengan harto cuidado porque esa vía es institucional extrema. Y estamos ante una situación de crisis social; pero en el contexto de un Gobierno que no logra unir al país frente a la emergencia, ¡no lo logra unir!
Creo que lo ocurrido con el Presupuesto y el plan de emergencia del próximo año demuestra una incapacidad para unir, básicamente, a un país frente a desafíos comunes con ánimo de construir alternativas.
Y se abre una discusión, además, sobre las nuevas bases constitucionales para el futuro, como decía la Senadora Muñoz. Durante años no lo aceptaron. Nos impusieron condiciones constitucionales leoninas; nos impidieron por diez años cambiar a los directores de colegios, lo que encuentro, como me decía Harold Beyer, como el extremo del extremo, de una derecha que no entendió que no podía usar de esa manera el poder que había heredado de la dictadura. ¡No aceptaban nada!
Y, finalmente, los jóvenes, la presión social, logran este cambio. Nosotros, la Centroizquierda, no lo logramos, y muchas veces lo quisimos en materias más globales o más parciales que tenían que ver con lo sustantivo.
Algunos no creen, pero otros sí, que estamos frente a una situación de transformación democrática, además del 10 por ciento y en el marco en el cual se da esta discusión. Está claro que la alternativa hoy día no es la revolución o revitalizar el neoliberalismo, como algunos sostienen.
O sea, estamos frente a un escenario que obliga a repensar la desigualdad de la sociedad; que obliga a repensar la democracia, a profundizarla; que obliga a repensar el desarrollo. O sea, el neoliberalismo tiene que ser superado en su forma de convivir, de estar juntos en esta sociedad. Esto no es bueno para Chile.
Son dos minutos entiendo, ¿no?
En todo caso, hago esta reflexión porque estoy por la reforma constitucional. Ya voté a favor. La verdad es que del frente no nos dieron los votos necesarios. Ahora se necesita aprobar la propuesta del Gobierno y algunos votos los van a requerir, porque no la pueden aprobar y nos vemos frente a esa disyuntiva hoy día.
Para mí, un problema bien serio es el de los impuestos a los retiros. Los socialistas creemos que deben pagar impuestos los que tienen mayores ingresos, y lo hemos dicho ya. Rechazamos que los más ricos evadan, eludan tantos miles de millones dólares, como decía recién la Senadora Rincón.
O sea, tenemos 21 mil millones de dólares que no se pagan en impuestos. Esto no significa nuevos impuestos, significa que se paguen los impuestos que se deben pagar. Nosotros estamos convencidos de que el secreto bancario le hace mucho daño a Impuestos Internos, porque impide seguir la huella de todo lo que es la evasión y la elusión.
Interpelamos a los del frente. Que paguen impuestos los que deben pagar los impuestos establecidos como tal. Y para eso hay que poder seguirlo, y lo relativo al secreto bancario en cuanto a Impuestos Internos, como es en gran parte de los países de la OCDE, es fundamental.
En esta crisis actual hay que fijar una cierta cantidad, hay que establecer un cierto límite, porque estamos en una situación bastante singular que no alcanzo a describir. Y debería haber límites.
Pero quiero terminar con lo siguiente.
Interpelo al Ministro de Hacienda acá en cuanto a los 1.000 millones de dólares que va a recibir la caja fiscal de aquí a abril, porque estos impuestos se pagan en abril. Esos 1.000 millones de dólares no debieran entrar al gasto general, debieran entrar a proteger a las familias que están quedando sin posibilidad, solidariamente, de contar con recursos. No deben ser tratados como un ingreso más del Estado, deben ser tratados como un ingreso desde lo previsional, ante una situación coyuntural...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Un minuto, Senador.
El señor MONTES.- Muchas gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Llevamos 15 minutos, casi.
El señor MONTES.- ¿Perdón?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Llevamos cerca de 10 minutos, así que...
El señor MONTES.- Bueno, yo les digo que, de aquí a que este proyecto sea tratado en la Cámara, no piensen en alguna fórmula política, sino en una institucional -sé lo que implica- de concordar que estos 1.000 millones de dólares queden en el circuito de lo social y de la previsión, que vayan a reforzar a las familias que están quedando en situaciones más precarias respecto al tipo de sistema previsional y seguridad social que tenemos hoy día, y que, realmente, vayan a reforzarlo.
Pienso que esto de pagar un impuesto a los retiros es algo a que nos vemos obligados por las circunstancias. Pedimos consistencia en el secreto bancario, para realmente hacer que paguen impuestos los que deben pagarlos, y que hoy día no pagan 21.000 millones de dólares al año.
Por otra parte, también pedimos que lo que se recaude por esta vía tributaria, conforme a este proyecto, si son los 1.000 millones de dólares que dice el Gobierno, no entren al circuito de los ingresos públicos, sino que sean parte de un apoyo y de una política solidaria.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Montes.
Senador Girardi.


El señor GIRARDI.- Gracias, Presidenta.
Yo lamento mucho que el oficialismo haya rechazado la reforma constitucional, que era el proyecto original, porque creo que esta iniciativa expresa lo peor de la política, la dimensión más pequeña de la política, que es vestirse con ropa ajena, que es usurpar una iniciativa porque la hicieron otros, no porque crean en ella sino porque se ven obligados a hacerlo para impedir que el beneficio, entre comillas, político (porque lo único que se busca es la ganancia fácil), no quede en manos de otros y que la puedan capitalizar algunos que no tienen derecho a ello.
Quiero insistir en que, si estamos discutiendo este segundo retiro del 10 por ciento, es porque hay una evidencia concreta, real, de que no se han hecho los esfuerzos suficientes para ir en ayuda de la mayoría de los chilenos y las chilenas que han visto disminuidos sus ingresos o que no los tienen.
Me parece muy lamentable que un Gobierno que no tiene ninguna convicción en este instrumento haya decidido presentar un proyecto. Además, era un volador de luces, un fraude comunicacional, porque no era una iniciativa de retiro, sino más bien de autopréstamo.
Entonces, es muy difícil hacer política de esa manera.
Yo voy a votar en contra de este proyecto, porque me parece que la iniciativa que motivó este debate, que permitió promover esta discusión y que generó una expectativa y una esperanza para muchos chilenos y chilenas que hoy día viven situaciones muy dramáticas fue la reforma constitucional.
El Gobierno tiene una desconexión, una falta de sensibilidad con la realidad que están viviendo millones y millones de chilenos.
Como dice un viejo refrán popular, "Lo barato sale caro". Hubiera sido mucho más eficiente impulsar potentes políticas sociales que tener que usar el retiro del 10 por ciento, que, por lo demás, se hace sobre la base de los recursos de los propios chilenos y chilenas. En particular, porque ello tiene que ver con el contexto de un sistema de expoliación y de abusos que se ha mal llamado "sistema de seguridad social", que es una forma de saqueo a los chilenos y a las chilenas.
Yo quiero ser fiel a la originalidad de los procesos, porque creo en los derechos de autor y de quienes generan las iniciativas. El proyecto que rechazaron va a ir a Comisión Mixta; por tanto, no está muerto, sigue vivo. Ese es el proyecto que motivó este debate.
No me voy a sumar a estratagemas que lo único que buscan es obtener -como digo- una ganancia fácil, una ganancia política, aprovechándose de las iniciativas de otros, vistiéndose con ropa ajena.
Lo más grave es querer usar el sufrimiento de la gente. Ese es el peor de los populismos, pues se plantea algo sin creer en ello. Finalmente, el Gobierno presentó un proyecto y no lo hizo por convicción, porque no la han tenido nunca. Todos hemos escuchado lo que opinan del retiro del 10 por ciento. ¡Cero convicción! Es más, tiene una animadversión declarada en esto. El Gobierno lo ha hecho por una razón espuria: conseguir una ganancia fácil.
Eso es aprovecharse del sufrimiento de la gente.
Tal vez, esta no es la mejor política pública. No es una buena política, pero quienes la elaboraron y quienes votaron a favor del primer retiro actuaron con una convicción social profunda, real, no manipuladora.
En cambio, acá solo hay aprovechamiento.
La presentación al Tribunal Constitucional es lo mismo: solo aprovechamiento. ¿Por qué no recurrieron al TC la vez anterior? Es evidente que aquí hay una manipulación. Por la misma razón que no lo hicieron antes, no debieran hacerlo ahora.
Además, tratándose de una reforma constitucional, no debería ir al Tribunal Constitucional.
La ganancia fácil le gusta a este Gobierno, por eso cometieron errores en el manejo de la pandemia...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Concluyó su tiempo, Senador.
Tiene un minuto para terminar.
El señor GIRARDI.- Gracias.
Decía que el gran fracaso de este Gobierno al inicio, en el manejo de la pandemia, se explica porque quisieron obtener una ganancia fácil. Pensaron que podrían recuperar popularidad para un Gobierno que estaba en el suelo.
Lo que hicieron fue exponer al país a situaciones absolutamente inaceptables: faltaron a la verdad; no querían cerrar los malls; se habló de la "nueva normalidad"; se plantearon cosas que no tenían ningún fundamento científico; se habló de "inmunidad de rebaño", de "carnet COVID", en fin. Todo eso, porque pretendieron y creyeron -en la lógica más simplista- que podían conseguir dividendos a partir del sufrimiento de la gente por el COVID.
Acá estamos en lo mismo.
Sinceramente, no me quiero prestar a eso.
No comparto muchas de las visiones -tal vez algunas muy pocas- de quienes han presentado la reforma constitucional. Tengo diferencias muy profundas con ellos y con ellas. Por lo mismo, eso no me hace a mí querer, por aprovechamiento, por vestirme con ropa ajena, usurpar esa idea, esa iniciativa. ¿Por qué? Porque no quiero usar el dolor de la gente.
Me parece que ya ha habido suficiente sufrimiento como para que, más encima, un Gobierno trate de sacar dividendos que no corresponden. Si este hubiera tenido alguna mínima convicción al respecto, yo lo compartiría, pero no la ha tenido. Ha hecho algo absolutamente a contrapelo de lo que piensa, y lo hizo solo por la razón que señalé.
Evidentemente para mí ese es un límite que no estoy dispuesto a traspasar.
He dicho, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Girardi.
Senador Insulza, tiene la palabra.


El señor INSULZA.- Muchas gracias, Presidenta.
En realidad, pensé que este debate, en la parte sustantiva, ya lo habíamos tenido. Estábamos los que favorecíamos el retiro de un 10 por ciento de los fondos previsionales de la gente, porque pensamos que lo necesitaban de manera urgente; y estaban quienes decían que esto era completamente negativo para la economía; que era un caos para el sistema de pensiones y que iba a terminar con él, y que el país realmente no podía enfrentar una situación así.
Ahora estamos votando el mismo proyecto, pero este lo presentó el Gobierno.
No pude escuchar al Ministro de Hacienda. Lo confieso. Él habló hace un rato. Pero imagino que no habrá dicho que este proyecto es muy bueno; que realmente estamos haciendo una gran cosa para los trabajadores chilenos; que meterle 17 mil millones de dólares a la economía es una muy buena gestión para activar los mercados, y todo ese tipo de cosas, ¿no?
Porque eso fue lo que dijimos nosotros hace un rato. Y lo reconoció el Senador García hace poco, quien señaló que, entre los dos retiros, suman como 40 mil millones. ¡Y eso es realmente mucho más de lo que el Gobierno ha dado!
Esa es la realidad.
Para serle bien claro, Presidenta, me interesa que la gente reciba su 10 por ciento para Navidad. Para mí, el resto es completamente secundario.
Naturalmente, voté a favor de la reforma constitucional. Creo que es lo que debería haberse aprobado; pero, desgraciadamente, no tuvimos los votos para eso. Algunos Senadores que dieron su asentimiento al primer retiro no lo han querido hacer en el segundo. Pero nuestros objetivos no eran conseguir dos votos más, dos votos menos, sino que la gente pueda retirar su 10 por ciento, porque lo necesita.
Lo dije ayer: no es bueno que las personas tengan que retirar dinero de sus fondos de pensiones, ¡pero lo necesitan!
Y el Gobierno de Chile no estuvo dispuesto a dárselos, o no estuvo en condiciones de proporcionales lo necesario.
No nos centremos mucho, Presidenta, en el tema político.
Yo voy a votar a favor de este proyecto. Creo que hay que apoyarlo en todo aquello que establecía la iniciativa de reforma constitucional. En los aspectos que no estaban contenidos en esta, no estoy dispuesto a dar mi voto. Quiero un texto exactamente igual al que teníamos, porque es lo que la gente necesita.
Entreguémosle eso.
Después seguimos con todos los demás trámites: discusión en el Tribunal Constitucional, en la Comisión Mixta, etcétera.
Pero lo importante es que para Navidad las personas tengan el dinero en el bolsillo, que por Dios que lo necesitan en un país con los problemas que tenemos ahora.
La lentitud del Gobierno -lo mencioné antes- ciertamente nos ha perjudicado, al igual que su indisposición total. Como dijo esta mañana algún Senador, empezamos con un bono de 50 mil pesos y seguimos con un poco más y otro poco más y otro poco más, siempre con límites y siempre con personas que no recibían el beneficio.
Esta es una solución para que la gente cuente con dinero para pasar bien el fin de año. Ojalá ocurra así.
Y los que ganan aquí son los que mostraron que esa era su voluntad desde el primer día.
Voy a votar a favor de esta iniciativa en general y de todas las disposiciones que sean como las que traía el proyecto de reforma constitucional.
Muchas gracias, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Quiero recabar el acuerdo para abrir la votación en general.
El señor COLOMA.- ¡No!
La señora EBENSPERGER.- ¡No!
La señora VON BAER.- ¿No lo había puesto en votación ya?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- No. En definitiva, no había recabado el acuerdo, porque había una observación de la Secretaría. Por eso suspendí la solicitud.
Lo estoy recabando ahora, y no hay acuerdo, Senadora.
Tiene la palabra el Senador Ricardo Lagos.


El señor LAGOS.- Gracias, señora Presidenta.
La verdad es que yo entendí que la discusión de fondo la habíamos tenido antes.
A partir del proyecto que presentó el Gobierno, quiero hacer unas reflexiones en torno no solo a la situación del país, sino también a la decisión que ha tomado el Gobierno, respecto de la cual quiero hacer un cuestionamiento bien severo y crítico.
Y ojalá se entienda mi crítica.
Pienso que ha habido un déficit de conducción por parte del Ejecutivo. Lo digo por lo siguiente.
En el primer retiro los argumentos que tuvo el Gobierno, desde el Presidente de la República, don Sebastián Piñera, hasta sus Ministros, apuntaban a que este proyecto era una pésima idea; que atentaba contra los ahorros previsionales y las jubilaciones de los chilenos en el futuro, y que iba a traer consecuencias muy negativas.
Por lo tanto, el Gobierno no apoyó esa iniciativa y mantuvo, como he señalado, una actitud de brazos caídos. Dejó hacer, y el primer proyecto de retiro avanzó. ¡Y no hizo nada!
Se le dijo, se le advirtió y en esta Sala el Senador que habla le pidió que interviniera, tal vez para darle cierta conducción al proceso por todo lo que podía significar desde el tema operacional del retiro hasta las implicancias que podía tener para buscar mecanismos que lo hicieran más conducente.
¡No hizo nada!
El Gobierno decía que ese proyecto no se podía permitir por ningún motivo y que era inconstitucional -ese era el argumento-, pero, luego de tres, cuatro, cinco meses de afirmar eso, pasó a presentar una iniciativa de ley para retirar el 10 por ciento.
O sea, escena 1: "No hay que retirar el 10 por ciento; no lo vamos a avalar, porque no es una buena política". Cinco meses después, escena 2: "Presentamos un proyecto de ley para retirar el 10 por ciento".
¿Y la argumentación ahora dónde está? En que las cosas hay que hacerlas como corresponde desde el punto de vista jurídico-procesal y en que se deben mantener las atribuciones del Presidente. Y ya no se habló más del efecto dañino que, según el Gobierno, este retiro genera en las pensiones de los chilenos.
Dos comentarios rápidos: primero, si al Gobierno le preocupaba el tema constitucional, podría haber recurrido antes al TC y no lo hizo; segundo, la solución que encontró podría haberla presentado durante el primer retiro, así habría llegado con un proyecto propio para darle a esa idea un instrumento o vehículo legal.
Presidenta -y digo esto con el mayor respeto-, lo que se ve al final, si uno revisa lo que ocurrió con el primer retiro, es que el Gobierno se subió un poquito al carro cuando ya era un hecho. Y entonces habló de los impactos positivos que este proyecto iba a generar a corto plazo en el marco económico.
Pues bien, ahora la presentación de este proyecto es casi como una avivada con la opinión pública: "A ver si con esta iniciativa de nuevo me subo al carro".
Pero quiero decirles -y perdónenme que lo haga- que el Gobierno quedó en el peor de los mundos, porque claudicó en defender sus creencias y se cambió de caballo cuando ya nadie le creía.
Entonces, lo mínimo que deben entender es que hay un trasfondo detrás de todo esto.
Hubo en algunas declaraciones, que yo no comparto, cierta sorna o crítica en torno a qué se iba a hacer con los recursos del primer retiro. No me cabe duda de que muchos chilenos y chilenas lo usaron para consumo diario de alimentos; algunos lo gastaron en bienes durables -sí, tal vez varios se compraron un plasma-, pero muchos otros ¿qué hicieron? Pagaron deudas, financiaron educación. Conozco personas que construyeron una o dos habitaciones en sus casas y mejoraron su calidad de vida. ¡Eso hicieron!
¿Y cuál era el costo alternativo? Yo entiendo la situación desde el punto de vista de la racionalidad económica, pero vamos a los números.
¿Qué dijo el Superintendente en la sesión de las Comisiones unidas de Trabajo y de Hacienda? Que el impacto en las mujeres, por ejemplo, significaría una rebaja de un 25 por ciento en las pensiones futuras. Y uno dice: "¡Chupalla, 25 por ciento es harto!". Claro, es harto en 1 millón de pesos: 250 mil.
Pero cambia la cosa para quien va a recibir una pensión de 140 mil pesos.
Cuando el Superintendente nos explicó que las pensiones iban a bajar en cierto promedio, nosotros le dijimos: "No hable en porcentaje; hable en pesos nominales, para que lo entienda cualquier chileno y chilena".
¡26 mil pesos mensuales!
Es cierto que, si multiplico eso por un año o por diez años, va a dar una suma mayor. Pero esa cantidad de dinero, comparada con tener disponibles hoy día 1 o 2 millones, además de lo obtenido en el primer retiro, hace una diferencia, porque, entre cosas, la propensión a consumir hoy día siempre va a ser mayor que...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminó su tiempo, Senador.
El señor LAGOS.- Presidenta, no le voy a pedir los dos minutos adicionales; solo un minuto y medio.
Entonces, nosotros tenemos que ponernos en el lugar de aquellos chilenos. ¡Con esto muchos cambiaron su calidad de vida! Conozco gente que pagó sus deudas, aunque seguramente va a endeudarse de nuevo mañana.
Este proyecto a mí no me gusta como solución, pero es lo que quedó acá. Y eso ocurre cuando uno dice: "Voy a mirar y a ser un espectador en el tema".
Este Gobierno fue un espectador y, a última hora, se subió al carro. No me gusta lo que hizo el Gobierno. Creo que fue pobre.
Lo único que pido es que se apruebe esta iniciativa. De lo contrario, no va a haber retiro del 10 por ciento. Y a los chilenos les va a dar lo mismo si se rechazaron dos proyectos o uno solo.
¡Había dos iniciativas y no se aprobó ninguna! ¡A ver cómo le explicamos eso a la opinión pública! Dos proyectos para retirar el 10 por ciento, ¡pero no nos pusimos de acuerdo y ninguno se aprobó!
Yo no quiero ponerme en ese caso.
En lo que sí quiero insistir es en el tema tributario.
Se pueden explorar fórmulas para que los menores ingresos, que podrían quedar capturados por el impuesto global complementario, sean objeto de una exención.
Pero no me parece que chilenos que ganan 5 o 6 millones de pesos mensuales -¡mensuales, no al año!- no paguen nada de impuestos.
En la vuelta pasada no hubo ambiente propicio para esta materia. De hecho, me sacaron la ñoña cuando lo propuse. Pero en esta oportunidad algo tenemos que considerar al respecto, eventualmente en la Cámara de Diputados.
La indicación que se ha presentado abarca todo el espectro, por lo que todos quedarían exentos de impuestos, incluso los altos ingresos. Y no estoy hablando de nosotros, porque ya estamos excluidos en el proyecto actual (parlamentarios, ministros, diputados, etcétera).
Estoy preocupado por el hecho de que queden exentos aquellos particulares con altos sueldos.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Lagos.
Tiene la palabra la Senadora Órdenes.


La señora ÓRDENES.- Gracias, Presidenta.
Está claro que el segundo retiro del 10 por ciento requiere sentido de urgencia.
Y es difícil explicar lo que ha ocurrido entre los días de ayer y hoy en el Congreso, porque nadie entiende por qué hay dos proyectos en discusión. Más aún, nadie entiende lo que ocurrió esta mañana, cuando una mayoría de 23 Senadores votamos a favor de la reforma constitucional, pero no alcanzamos el quorum de 26 votos para aprobarla.
Y ahora nos hallamos en la misma discusión.
Además, tenemos la amenaza clara y evidente de que esto se vaya al Tribunal Constitucional -eso puede demorar aún más los plazos- y, finalmente, no se dé respuesta a una demanda que es bien sentida por los chilenos y las chilenas.
Hace un año el icónico salto del torniquete demostró la fragilidad económica y la falta de protección social a los chilenos. ¡Ni hablar de la pandemia! Todo ello quedó aún en mayor evidencia.
A eso se suma -y me adhiero a la crítica del Senador Lagos- la falta de conducción frente a una situación que no es sencilla. Es verdad. Creo que pudimos haber hecho mucho más y que el Gobierno pudo haber acompañado mucho más al Congreso.
A mi juicio, faltó diálogo y, sobre todo, voluntad política.
Todo lo ocurrido nos deja varias preguntas, en especial porque en el Tribunal Constitucional puede pasar mucho tiempo. Por eso nos cuesta -al menos a los que somos de Oposición- enfrentar este proyecto.
Votarlo a favor es dar pie al segundo retiro. No voy a avalar indicaciones que después puedan terminar torciendo nuevamente esta iniciativa. Y lo digo porque el proyecto original del Gobierno ¡nunca se trató de retiro! ¡Era un autopréstamo! Se establecía la obligatoriedad de reintegrar los ahorros que los chilenos sacaran de sus cuentas de capitalización individual de las AFP.
Entonces, eso también hay que decirlo: el proyecto del Gobierno nunca tuvo como propósito favorecer un segundo retiro del 10 por ciento. Esto se logró en el Senado con la labor que realizaron las Comisiones de Hacienda y de Trabajo. Y espero que eso no se tuerza en un segundo trámite constitucional.
Acá, incluso, se condiciona esta conversación con una reforma al sistema de pensiones. Y es ahí donde tenemos pendientes los grandes temas en Chile. ¡Abramos la conversación sobre una nueva arquitectura de previsión social y también sobre una nueva política tributaria! ¡Es ahí donde están los temas!
Yo le aseguro, Presidenta, que el día en que se abra esa caja negra de las AFP vamos a entender gran parte de los entramados que existen a nivel económico y las dudas que tenemos respecto a cómo funciona la política tributaria; eso es lo que no ha ocurrido. Creo que en esos temas sí tenemos un rol.
¡Ya es hora de correr el cerco un poco!
En la reforma previsional no se cambia mucho con el seguro de longevidad. ¿Quiénes son los que más viven? Los más ricos. Entonces, una vez más estamos favoreciendo a grupos que poseen garantías para tener una mejor calidad de vida. ¡Tengamos esa conversación!
No son solo seis puntos más a la cotización. Acá hay que tocar un poco el modelo. ¡A lo menos hagamos ese debate! Creo que esa deuda es la que tenemos.
En Chile no hay beneficios conocidos respecto de un sistema previsional; nadie sabe cuál va a ser su pensión. Solo 5 por ciento de los afiliados a las AFP tiene más de 100 millones de pesos ahorrados, que es igual a 500 mil pesos. ¡La gran mayoría va a sacar pensiones muy muy bajas! Y testimonios al respecto tenemos en todos los territorios.
¿Y qué quiero decir con esto? Que no comparto el juicio del Gobierno, la afirmación respecto de que esto va a impactar las futuras pensiones; no lo hará significativamente. Además, el sistema está quebrado de antes. ¡El sistema fracasó!
Y eso es lo que nos han dicho todos, porque era parte de las manifestaciones. Y creo que ya es hora de recoger los planteamientos. Y también es necesario acompañarlos de un nuevo pacto fiscal. Ahí hay dos grandes temas que debemos abordar.
Nos escuchan a unos y a otros decir lo mismo. Bueno, hagamos las cosas para que eso sea correcto; porque les aseguro que no actuamos igual. Ese es el déficit que hay. Por ello, quiero reivindicar un poco la política. Nosotros tenemos que ser más claros, ¡porque la gente nos está viendo a todos de la misma manera!
Las personas requieren que alguien las defienda y les garantice un derecho. La reforma previsional es eso. ¿O las pensiones se las vamos a seguir encargando a sociedades anónimas y vamos a colocar aseguradoras en el juego? ¡Si es el mismo modelo!
Yo solo quería hacer esta reflexión, Presidenta. No me resulta fácil votar esta iniciativa, y lo digo también con harto respeto. Las crisis se gestionan, y acá ha existido un déficit, sobre todo en materia de política pública. Los trabajadores hoy día están sorteando la crisis con sus propios ahorros.
Paradojalmente, creo que la Derecha de este país también quedó atrapada en su propio paradigma, porque fueron los chilenos quienes han escuchado durante años: "Usted es dueño de este fondo; son sus ahorros". Y por eso hoy día exigen al menos sacarlos, para sortear esta dificultad.
Tenemos mucho que cambiar.
Yo espero que esta vez exista la voluntad política, para que sea la palanca que permita cambiar, hacer el giro. Debemos garantizar derechos; es parte también de la discusión del proceso constituyente. Para eso al menos nuestra coalición debe garantizar unidad de propósitos y contar con las mejores y los mejores en esa tarea.
Muchas gracias, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senadora Órdenes.
Tiene la palabra el Senador Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Señora Presidenta, la verdad es que no es fácil el debate que estamos llevando adelante, porque son muchas las variables que intervienen. Pero yo creo que no tenemos que perder la perspectiva de fondo. Y esa perspectiva debe ser cómo generamos condiciones para que las familias puedan enfrentar la crisis.
Porque creo que, lamentablemente, por el infantilismo del Gobierno, este debate se ha transformado en un gallito entre el Ejecutivo y la Oposición. Y en ese gallito puede que al final no gane ni el Gobierno ni la Oposición y finalmente pierda el pueblo de Chile. Por tanto, hoy lo principal es actuar con responsabilidad y viabilizar la aprobación del 10 por ciento.
Yo entiendo a quienes desde la Oposición sienten una profunda desconfianza, porque conocemos como es el Presidente Piñera. Cuando más de un millón de chilenas y chilenos se congregaron en torno a Plaza Italia, o Plaza de la Dignidad, las declaraciones del Presidente fueron como si se tratara de una manifestación a favor de su Gobierno; y así, son muchos los ejemplos.
Él se opuso tenazmente al primer retiro del 10 por ciento. Su Gobierno señaló que esto iba a generar un problema económico sustantivo. Hubo un Ministro que dijo que íbamos a ser una república bananera. Ese mismo Ministro, después de aprobado el primer retiro del 10 por ciento, señaló que había sido virtuosa su aprobación porque había dinamizado el consumo, había estabilizado el sistema financiero y había generado condiciones para que las familias enfrentaran de mejor manera la crisis.
Entonces, obviamente que eso genera una enorme desconfianza.
Es evidente que este proyecto del Ejecutivo es en contra de aquello en lo que los sectores más duros del Gobierno creen, y particularmente lo que cree el Presidente. Eso ha sido posible precisamente porque algunos parlamentarios de la coalición oficialista votaron a favor del segundo retiro. Por algo el Gobierno lo presenta en el Senado y no en la Cámara de Diputados; y por algo no se anticipa, sino que reacciona. Obviamente, eso genera un cuadro de desconfianza enorme, bastante sustantivo.
Pero yo insisto en que nosotros no tenemos que perder la perspectiva. El debate es si vamos a transformar esto en una pelea entre políticos, que nadie entiende y que perjudica a las personas, o vamos a tener disposición para dar una solución, a lo menos parcial, ante el drama que se está viviendo. Porque al final nadie va a entender, si es que no se aprueba el segundo retiro del 10 por ciento, quién tuvo la culpa; simplemente se verá como que nosotros no tuvimos la capacidad de actuar con la generosidad suficiente.
Y como decía un ex Presidente de la República: no se humilla quien pide por la patria. Creo que efectivamente debemos estar a la altura de lo que esto representa.
Entonces, yo quiero hacer unas preguntas a la Mesa.
En primer lugar, especificar cuáles son las normas de quorum especial, que requieren la aprobación de la mitad más uno de los integrantes del Senado en ejercicio, y cuál sería el impacto de que ese quorum no se alcanzara. Esto no es irrelevante para ver cómo vamos a votar.
Y, en segundo término, me gustaría también que hubiera un pronunciamiento de la Mesa respecto de la admisibilidad de las indicaciones que se han presentado, pues no olvidemos que la razón por la cual se impulsó el primer retiro del 10 por ciento a través de una reforma constitucional fue porque había materias que eran inadmisibles, es decir, que no se podían discutir como reforma legal sin la firma del Presidente de la República. Por cierto, todo lo que respecta a seguridad social, pero también lo que se refiere a tributos.
Creo que es necesario que la Mesa clarifique estos puntos, ya que eso puede determinar cómo finalmente se vote. Porque si el voto no tiene impacto, uno puede hacer del voto un hecho político y, por tanto, manifestar su molestia o reclamo ante determinada situación. Pero si el voto puede generar un impacto en la aprobación o no del segundo retiro del 10 por ciento y, por tanto, en dejar o no desprotegidas a las personas, eso implica, obviamente, tomar en consideración lo que eso significa.
Yo he visto muchas veces Senadores que dicen que son superconsecuentes y siempre votan consecuentemente. Pero si de ellos dependiera y todos hubiéramos votado como ellos, que son consecuentes, ¡nunca se habría aprobado nada! Basta recordar la votación del acuerdo del 15 de noviembre, porque muchos fueron superconsecuentes -ellos dicen-, pero no habría habido plebiscito ni nada de lo que vino después. Hubo quienes estuvimos disponibles para concurrir a un entendimiento y votar que hubiera un plebiscito. Porque al final nosotros somos elegidos no para dar testimonio, sino que para resolver los problemas, por el efecto jurídico y político que tienen nuestras votaciones.
Entonces, quiero un pronunciamiento oficial de la Mesa o de la Secretaría que especifique cuáles son las normas de quorum especial y qué implicaría que no se alcance el quorum. Digo esto por lo siguiente. Como la reforma constitucional ya no obtuvo los votos que necesitaba, el Gobierno la quiere imposibilitar en el Tribunal Constitucional, a mi entender, sin fundamento, pero aprovechando una mayoría en el Tribunal que se ha inclinado sistemáticamente a favor de las tesis faltas de fundamento jurídico que defiende el Gobierno.
Por otro lado, si la idea de legislar no fuese aprobada, entiendo que habría que esperar un año para legislar nuevamente respecto del segundo retiro del 10 por ciento. Entonces, podríamos llegar al absurdo de que todos decimos que somos partidarios de este retiro del 10 por ciento, pero por distintos caminos; y finalmente no aprobar nada y que la gente se quede sin ningún tipo de protección. Creo que eso no es irrelevante al momento de determinar cómo se vota. Por lo tanto, le pido esas aclaraciones a la Mesa y, si es necesario, a la Secretaría.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador.
Senadora Goic, tiene la palabra.


La señora GOIC.- Señora Presidenta, en primer lugar, tal como han señalado varios colegas, yo pensaba que esta iba a ser una discusión más corta. Estamos citados hasta las cuatro de la tarde. Y quiero pedirle, Presidenta, que se recabe el acuerdo de la Sala para que se extienda la sesión todo lo que sea necesario, hasta despachar del proyecto.
Tal como han dicho varios colegas, nadie entendería que esto se transformara en una disputa sobre quién presentó el proyecto o cuál es la iniciativa que se aprueba.
A la gente que está esperando tener certeza respecto del segundo retiro del 10 por ciento, eso le da lo mismo, ¡le da lo mismo! Y el peor error que podríamos cometer es transformar esto en una trinchera política. Yo a eso no estoy dispuesta.
Me parece que en esto el aprendizaje que debemos tener todos es que estamos aquí para responder a los intereses de la gente. Yo lo señalé con fuerza en mi intervención en la mañana. Espero que el Gobierno haya aprendido la lección. Y rechazo una vez más la forma en que ha enfrentado este debate, donde llega tarde y llega mal. Pero finalmente tenemos un proyecto que nos permite garantizarle a la gente acceder al segundo retiro del 10 por ciento, con indicaciones respaldadas por el Ejecutivo, para dejarlo prácticamente con los mismos contenidos que la reforma constitucional.
Lo que yo espero es que hoy le digamos a la gente: "Se cumple en este proyecto. Y estamos en condiciones de garantizarlo dentro de diciembre". Eso es lo que esperan quienes siguen este debate.
Dicho eso, Presidenta, deseo hacer una reflexión entre nosotros.
Una Senadora ha repetido más de una vez la palabra "cocina", en términos peyorativos, respecto de la reforma de pensiones.
La verdad es que no entiendo en qué minuto en este Parlamento, donde estamos llamados justamente a debatir desde nuestras legítimas diferencias, el pensar distinto se transformó en algo que hay que descalificar; en qué minuto perdimos esa capacidad de diálogo, que es lo que pide la gente; en qué minuto la palabra "acuerdo", en función de los intereses de la gente, de los jubilados, se transformó en "cocina" o es igual a "cocina", en términos peyorativos.
No me parece que esa sea la forma en que los actuales pensionados o los futuros jubilados esperan que enfrentemos el debate.
Yo quiero declarar: no tengo ningún problema en dialogar, en conversar todo lo que sea necesario para sacar adelante un acuerdo en materia de pensiones que nos permita no perpetuar el actual sistema de AFP, que ha demostrado su fracaso, su falta de legitimidad. O sea, esta discusión nos da cuenta de que un sistema de ahorro individual no responde a la lógica de un sistema de pensiones de seguridad social. ¡Qué más evidencia que la discusión que estamos teniendo hoy día!
Y espero que el Gobierno entienda que le queda poco tiempo, que está en la cuenta regresiva para cumplir su principal compromiso de campaña: la reforma previsional.
Pero quiero, además, hacerme cargo de la demanda de la señora Cristina, presidenta de los actuales pensionados del sistema de AFP, que nos hablaba en la Comisión de Trabajo acerca de la angustia que siente al ver que se posterga una vez más este debate. A ellos no les podemos fallar.
Presidenta, voy a votar a favor del proyecto, porque deseo que exista certeza respecto del segundo retiro del 10 por ciento para las personas que lo necesitan.
Pero, con la misma fuerza, quiero decir que espero que el Gobierno entienda que queda poco tiempo para sacar adelante una reforma previsional que al menos permita ponernos al día; que permita prepararnos en términos de institucionalidad, de aumento de cotización para un sistema de pensiones que de verdad sea de seguridad social. Y espero, como dije en la mañana, que el Gobierno haya aprendido la lección.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Voy a abrir la votación y daré los minutos para el fundamento de voto, hasta tres minutos.
Se abrirá la votación en general y en particular, salvo aquellos artículos que han sido objeto de solicitud de votación separada.
El señor MOREIRA.- ¿Con los mismos tiempos?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Bueno, hablan siempre cinco minutos y están pidiendo más minutos. Me parece que ya se ha hablado suficiente, pero bueno. Hay harta paciencia para escucharnos.
Muy bien.
Les daré la palabra a quienes estaban inscritos y después empieza el señor Secretario a consultar la opción de voto.
En votación.
--(Durante la votación).
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Senador Huenchumilla, tiene la palabra.


El señor HUENCHUMILLA.- Señora Presidenta, yo señalé hace unos días, cuando el Gobierno presentó este proyecto, que el objetivo que perseguía era neutralizar que el segundo retiro del 10 por ciento se hiciera mediante una reforma constitucional. Su objetivo era neutralizar ese proyecto.
Y para eso también tenía otro mecanismo, que era recurrir al Tribunal Constitucional.
Entonces, para neutralizar el segundo retiro del 10 por ciento el Gobierno hizo uso de dos mecanismos: este proyecto de ley y recurrir al Tribunal Constitucional.
Pero eso suponía un elemento, que lo consiguió: ordenar las filas de los parlamentarios de la Derecha. Porque no hay reforma constitucional sin los votos de ellos. Y ese objetivo el Gobierno lo cumplió, porque hoy los parlamentarios de Chile Vamos se ordenaron y no hubo ningún voto disponible para aprobar la reforma constitucional del segundo retiro de 10 por ciento que venía de la Cámara.
Entonces, yo les digo a las Senadoras y a los Senadores de la Sala que para que funcione esa reforma constitucional es básico que existan a lo menos dos Senadores disponibles para votar ese proyecto. Hoy día no los tuvimos.
Por lo tanto, este Gobierno ordenó a su gente. Y vamos a ir a la Comisión Mixta y lo que salga de ahí requerirá igualmente el quorum de los tres quintos de los Senadores y Diputados en ejercicio. Y si Chile Vamos y sus Diputados y Senadores se ordenan, el proyecto está destinado a fracasar; seamos claros.
En consecuencia, bajo ese realismo político, nosotros tenemos que ver este proyecto, que ha sido arreglado en las Comisiones de Hacienda y de Trabajo, y que es una posibilidad cierta de que podamos responder a las necesidades de la gente.
Pero el otro escenario político el Gobierno lo cerró mediante esos dos mecanismos; tengamos claro eso.
Ahora, ¿qué lecciones hay que sacar?
Las lecciones las tiene que sacar sobre todo la gente. Porque la gente nos requiere y nos dice todo tipo de cosas a los políticos. Pero durante años la Derecha les dijo a las personas que la gente no comía constituciones, y las personas se tragaron ese cuento. Les señaló que en realidad la Carta Fundamental no tenía importancia: "¿De qué se tratará esta discusión entre políticos respecto de la Constitución?".
Entonces, yo le digo a toda esa gente que hoy día reclama pero que votó por Piñera dos veces -el ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra-: sí se come con las constituciones, porque el primer retiro del 10 por ciento fue posible porque hubo una mayoría, con votos de la Derecha, y eso permitió que el proyecto de reforma constitucional saliera.
Este segundo proyecto de reforma constitucional no sale porque no se alcanzan los quorum. ¿Dónde están los quorum? En la Constitución. ¿Quién hizo esa Constitución? La dictadura. ¿Con apoyo de quién? De los grandes grupos económicos y de la Derecha de la dictadura cívico-militar.
Esa fue la ley fundamental de Chile, la Constitución tramposa, como dice un distinguido constitucionalista, mediante la cual la Derecha tiene un verdadero poder de veto, porque sin sus votos no se avanza, sin sus votos no hay ninguna posibilidad de cambiar las cosas.
Entonces, esta ola que venía con los retiros mediante una reforma constitucional el Gobierno la está cerrando porque ordenó a su gente y nuevamente hace uso del derecho a veto.
Por lo tanto, hay que aprender la lección: hay que ir a votar para la elección de constituyentes; tenemos que darles opción a los independientes; debemos tener escaños reservados; debemos tener una Convención Constitucional potente para que hagamos una Constitución que no refleje los intereses de un grupito en Chile, sino los de las grandes mayorías, y, sobre todo, que nos permita tener igualdad de oportunidades y justicia para todos.
¡Esa es la lección que debemos sacar de esto!
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Huenchumilla, ¿cómo vota?
El señor HUENCHUMILLA.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Como lo indicó la señora Presidenta, se encuentra abierta la votación.
En esta primera votación se entenderán aprobadas en general y en particular todas aquellas normas respecto de las cuales no hubo indicaciones o solicitud de votación separada. En tal sentido, debo señalar que los Senadores señor Bianchi, señora Provoste y la señora Presidenta presentaron una indicación, no respecto de algunas de las disposiciones propuestas por la Comisión, sino para incorporar una nueva norma, y además se planteó una solicitud de votación separada del artículo 5°, inciso tercero, en sus numerales i) y ii), lo que debería votarse con posterioridad.
Procederemos a iniciar la consulta de voto de Sus Señorías.
En esta sesión corresponde comenzar la consulta con el Senador señor Huenchumilla, quien ya votó.
Senador señor Guillier, ¿cómo vota?
Senador señor Harboe, ¿cómo vota?
El señor HARBOE.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Insulza, ¿cómo vota?
El señor INSULZA.- Voto a favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Latorre, ¿cómo vota?
Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?
La señora ÓRDENES.- No veo muchas alternativas. Así que voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Vota a favor.
Senador señor Ossandón, ¿cómo vota?
El señor OSSANDÓN.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- A favor.
Senador señor Prohens, ¿cómo vota?
El señor PROHENS.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Vota a favor.
Senador señor Quintana, ¿cómo vota?
El señor QUINTANA.- Al no haber alternativa en este momento, voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Vota a favor.
Señora Presidenta, la Senadora señora Provoste ha solicitado la palabra en la Sala.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Senadora Provoste, tiene la palabra para fundar su voto.


La señora PROVOSTE.- Señora Presidenta, quiero iniciar estas palabras siendo muy clara: ninguna iniciativa de retiro parcial de fondos debe, en mi opinión, pretender empalmarse con una reforma de pensiones, toda vez que hemos emprendido junto al Senador Alejandro Navarro, al Senador Alfonso de Urresti, al Senador Juan Ignacio Latorre, a la Senadora Ximena Órdenes una propuesta que es muy distinta a esa que la "cocina" pretende sacar adelante.
Nosotros hemos planteado una proposición clara en un proyecto que se discute en la Comisión de Constitución para derogar el decreto ley N° 3.500, que dio origen a las administradoras de fondos de pensiones. Y cuando me refiero a "cocina" en el sistema de pensiones, lo hago porque aquello no se realiza de cara a la ciudadanía. Y cuando se hace entre cuatro paredes ella no puede opinar.
En nuestro parecer, el 25 de octubre los chilenos y las chilenas se manifestaron categóricamente en contra del tipo de sociedad que hemos ido creando, en donde las AFP han sido un pilar fundamental de este modelo neoliberal.
Entonces, si vamos a hablar de iniciativas, pongámoslas todas sobre la mesa y no aquellas que buscan perpetuar por cuarenta años más las administradoras de fondos de pensiones.
Por eso, señora Presidenta, quiero reiterar que ninguna iniciativa de retiro parcial de fondos debe a mi juicio pretender empalmarse con una reforma de pensiones.
Tanto este retiro como el primero responden a una realidad muy distinta, y se intenta utilizarla como una excusa para una mala reforma, como las alternativas planteadas por el Ejecutivo. Al menos en mi opinión eso no corresponde, y no seré partícipe ni aval de aquello.
El retiro parcial de fondos es producto, en lo esencial, de la tardanza y la parcialidad de la propuesta de este Gobierno, que ha sido modificada con lo poco que tenemos de nuestras atribuciones. Y, por lo tanto, esperamos que hoy día se pueda aprobar este proyecto de ley. Porque, como muy bien lo dijo el Senador Huenchumilla, nuestra moción, que tuvo su origen en la Cámara de Diputados, tiene poca viabilidad, entre otras cosas, porque los votos del oficialismo que en el primer retiro estuvieron dispuestos al lado de la ciudadanía hoy día no lo están; le dieron la espalda a una iniciativa que requiere con urgencia llegar y dar certezas a las familias.
¿Y por qué este segundo retiro? ¿Cómo responde el Gobierno? Nuevamente, el Presidente Piñera redefine el verbo "improvisar". Durante meses intentaron convencer a los ciudadanos de que retirar fondos de las AFP era innecesario, pues las medidas del Gobierno bastaban: ¡y no era así, señora Presidenta! Decían también que eso destruiría al país; que era una cuestión de principios; que, por el respeto a la supuesta institucionalidad de atribuciones, no había que aceptarlo; que atentaba contra los principios de la misma seguridad social, que por cierto en Chile no existen.
Pues bien, se aprobó el primer retiro y la gente fue responsable en su uso: la mayoría pagó deudas, gastó en alimentos y una parte en bienes de consumo. El país no solo no se derrumbó, sino que, contrariamente, se produjo un proceso reactivador que le dio estabilidad en medio de una crisis que las malas políticas de este Gobierno no hubiesen sido capaces de sostener.
¿Se imaginan la crisis política y social en que estaría Chile si solo hubiesen sido los instrumentos del Gobierno los implementados para enfrentar esta situación?
Claramente, la afectación a un sistema de seguridad social -reitero que en Chile no existe- tampoco sucedió, ni su destrucción. Y las pensiones miserables y paupérrimas de la gran mayoría de las chilenas y los chilenos difícilmente se verán más afectadas, salvo entre los cinco y los diez mil pesos, tal como lo han señalado intelectuales de la Fundación Sol.
A pesar de que el Gobierno planteó el respeto a la institucionalidad en una interpretación que no compartimos, no fue al Tribunal Constitucional en el primer retiro, validando el proyecto en su forma y en su fondo, "producto del contexto", dijo el Ministro de Hacienda ese fin de semana. Bueno, ¿es o no un problema de principios? ¿O es un problema de contexto?
En este segundo retiro en tramitación la Derecha en bloque va a votar a favor, y lo hará en la forma en que hemos visto en esta Sala.
Quiero señalar, señora Presidenta, que el Gobierno, al resolver recurrir al Tribunal Constitucional respecto del otro proyecto, se contradice a sí mismo.
¡Este no es un mal guion de una mala política; es un mal Gobierno que improvisa todos los días y que lo que hace es especular una y otra vez!
Lo decimos con fuerza y claridad: ¡paren de dañar al país y de reírse de las personas!
Yo votaré a favor de esta iniciativa, pues aquellos que estuvieron disponibles en el primer retiro hoy día les han dado vuelta la espalda a los chilenos y a las chilenas, y nuestra iniciativa, la moción que muchos esperaban que llegara pronto a ser realidad, se ve esfumarse.
Por eso hemos presentado una indicación, porque cuando a algunos les inquieta que los ingresos más altos no paguen impuestos, nuestra preocupación está dada por aquellos que reciben ingresos menores, a los cuales hoy día, con el proyecto del Gobierno, se los puede cargar impositivamente.
Si la idea que ha planteado el Senador Lagos Weber es acogida por el Ejecutivo, ¡muy bien, la apoyaremos! Pero nuestra indicación busca garantizar que las rentas más bajas no paguen impuestos.
¡Hagamos ahora una reforma tributaria que cargue con más impuestos a los superricos de nuestro país!
He dicho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senadora Provoste.
Señor Secretario, tiene la palabra.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?
En la Sala ha solicitado la palabra para fundamentar su voto el Senador señor Pizarro.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señora Presidenta, en realidad, me interesa recalcar un par de cosas nada más, pues creo que mis colegas, sobre todo los de mi bancada, han explicitado claramente nuestra postura respecto de la necesidad de un segundo retiro de los fondos de pensiones de los afiliados, de quienes tienen ahorros.
Nosotros hicimos el alegato más de fondo a propósito de la discusión de la reforma constitucional, que nació por iniciativa de Diputados en la Cámara de Diputados y que compartimos de manera unánime.
Qué hicimos con este segundo proyecto, el planteado por el Gobierno. No voy a repetir lo que ya se ha dicho, una iniciativa que se planteó como una respuesta de posible solución a la grave crisis interna que atraviesa la coalición de Gobierno, el Gobierno y sus partidos, y sobre todo sus parlamentarios al no tener las mismas posturas sobre un proyecto que a nosotros nos parece indispensable para enfrentar la crisis sanitaria, la pandemia y sus efectos y costos sociales.
¿Por qué? Porque hay diferentes enfoques, diferentes opiniones, y el Gobierno, evidentemente, desde el inicio de esta reforma, la primera y la segunda, ha estado en contra de este retiro. Tienen sus razones, sus argumentos; algunos podrán entender que son aceptables, otros no. Lo concreto es que hemos optado por ayudar, apoyar y darle alguna facilidad a la gente para que pueda sobrellevar la dura situación que está viviendo. Es por necesidad, lo dijimos en el primer retiro y lo reiteramos ahora: ¡por necesidad!
Y esa necesidad la evalúa cada persona. El retiro es voluntario; si alguien cree que lo precisa y es indispensable, tiene el derecho a efectuarlo. No somos nosotros los que le vamos a decir cómo hacerlo ni en qué condiciones, ni si tiene que devolverlo ni de qué manera. ¡Por el contrario!
Esa es la razón por la que ayer, en las Comisiones unidas de Trabajo y de Hacienda, rechazamos todos los requisitos y los colgajos que traía este proyecto, sin condicionamientos, volviendo a la universalidad y, por supuesto, con los mismos requisitos o topes que tiene el monto máximo y con un plazo, para que se les pueda cancelar rápidamente a quienes quieran sacar esos recursos de la forma más eficiente y expedita posible, garantizando los derechos y la gratuidad en cuanto a lo que pueda significar un costo por esas transferencias.
Eso es lo fundamental.
En segundo lugar, señora Presidenta, hemos insistido hasta el cansancio en que estos proyectos no tienen nada que ver y han ido siempre por carril distinto en cuanto a la obligación prioritaria de este Senado y del Gobierno de sacar adelante una reforma previsional que a nosotros nos interesa que implique un cambio estructural y profundo al actual sistema de pensiones. Si creemos que cualquier fórmula que se plantee no involucra una reestructuración al actual sistema de AFP, quiere decir que no entendemos nada de lo que está pasando. Y los primeros que debieran estar preocupados de ello son las propias administradoras de fondos de pensiones.
¡Ese es el punto de fondo!
Entonces, el llamado aquí, independientemente de aprobar este proyecto ahora y que se puedan traspasar estos fondos a la gente que lo requiera lo más rápido posible, es a entender que en los próximos quince, veinte días este Senado debe resolver una propuesta consensuada, sostenible y sustentable en el tiempo, porque una solución de parche o parcial no va a tener sustentabilidad.
El próximo año aquello va a ser parte del debate de todos los procesos eleccionarios que tengamos, y, por supuesto, va a ser parte importante de la discusión en lo que será el trabajo de la Convención Constitucional para contar con una propuesta de nueva Constitución para nuestro país.
Quienes crean que eso no va a ser así están absolutamente equivocados; no tienen sentido de la realidad, de lo que en verdad va a suceder, porque es natural que sea así, pues eso es lo que dictaminó la gente en el plebiscito del 25 de octubre pasado.
Señora Presidenta, dijimos que esta era una segunda opción, y estuvimos bien al posibilitar que se discutiera este proyecto. Si lo hubiéramos rechazado, como se hizo con la reforma constitucional, hoy día los chilenos no podrían acceder a un retiro del 10 por ciento de los fondos previsionales.
Como han dicho mis colegas de bancada, la Senadora Provoste, la Senadora Goic, el Senador Huenchumilla, es preciso aprobar este proyecto por lo que dije recién, por la necesidad de las personas. Cada una de ellas voluntariamente va a determinar si requiere o no acceder a estos recursos. Y la razón es muy sencilla: las ayudas que se han entregado a mucha gente no le ha llegado, o si se la dieron ha sido insuficiente.
Cada cual sabe dónde le aprieta el zapato, de modo que es bueno que aquello lo decida cada ciudadano.
Esa es la razón por la que vamos a votar a favor, para ojalá despachar este proyecto a la brevedad.
He dicho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Pizarro.
Vamos a seguir tomando la votación.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Senador señor Quinteros?
Senadora señora Rincón, ¿cómo vota?


La señora RINCÓN.- Señora Presidenta, voy a fundar mi voto.
Santa Fe, Licantén y muchas otras localidades en el Maule hacen hoy día un alto en el camino para ver cómo vamos a aprobar este proyecto. La verdad es que hay mucha pena por lo que pasó con el anterior. Y nos encontramos ante la encrucijada de qué hacer.
El Gobierno dijo tantas veces que esta era una mala iniciativa; el Gobierno no quiso patrocinar una iniciativa de ley como la que presentamos varios colegas, el Senador Pizarro, el Senador Rabindranath Quinteros, el Senador Insulza y yo, en marzo de este año. Y, ciertamente, termina haciendo lo mismo.
Entonces, esto no solo es incoherente, sino también inconsistente. Y la ciudadanía ahí se pregunta: "¿Qué les pasa?"; "¿Qué le pasa a la política que no es capaz de ponerse de acuerdo y hacer las cosas en tiempo y forma?". Y terminamos en este debate, que parece comedia del absurdo.
Cuando me llama Margarita Villarroel, de Curicó; cuando me llama Cristina Bravo, nuestra consejera regional, y me dicen "Por favor, apruébenlo; por favor, denle la esperanza a la ciudadanía de que van a poder enfrentar lo que viene con dignidad", a uno obviamente no le queda más espacio.
¿Pero sabe, señora Presidenta? A mí me duele el alma ver que llevamos dos años diciéndole al Gobierno, de manera transversal, que tiene que cambiar la forma de hacer las discusiones, por ejemplo, en materia de pensiones. Y ahora, además, se aprovecha, pues dice que esto debe ligarse a lo del sistema de pensiones. Son dos temas distintos: este tiene que ver con la urgencia, con la necesidad, con el drama que viven hombres y mujeres en su casa; el otro se relaciona con un problema que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo.
Cuando los colegas de enfrente dicen "Ustedes no hicieron nada", bueno, algunos tratamos, pero no pudimos. Yo le vengo señalando al Presidente de la República -¡sí, Presidente, a usted!- que es necesario que haga un cambio administrativo hoy día y trunque las tablas de mortalidad, que las termine; que cambie la forma de calcular la tasa de interés técnico del retiro programado; que elimine las comisiones de intermediación y el factor de ajuste.
Solo con esos cambios podríamos ahora mejorar las pensiones de hombres y mujeres entre 20 y 80 por ciento. Y, por cierto, hagamos la otra discusión.
Pero si queremos de verdad cambiar lo que tenemos y contar con un sistema de seguridad social que piense en el resultado, en que los trabajadores y las trabajadoras de nuestro país tengan una pensión digna, hay que realizar el cambio ahora.
Ustedes saben que hoy día cuando alguien se muere y se ha pensionado con retiro programado no alcanza a gastar la mitad de lo que tenía ahorrado: ¡veinte años después! Y no hacemos nada; guardamos silencio, porque se protegen intereses que no son los de los trabajadores y las trabajadoras, que es a quienes nosotros representamos.
Entonces, no mezclemos el drama que hoy día viven las personas con esta medida, que no es la mejor política pública, pero es la única que hemos tenido ante la ausencia de política pública del Gobierno, de quien gobierna, y hagamos en su minuto, con urgencia, las reformas necesarias.
Señora Presidenta, creo que hay que ponerle acelerador a la demanda al Presidente de la República para que haga los cambios administrativos del actual sistema, que no es de seguridad social, pero es el que tenemos, y además nos aboquemos a una reforma que toque estos temas, porque si no, en veinte años más vamos a tener que dar explicaciones por lo que no hicimos.
Hoy día nos enfrentamos a una discusión ingrata, porque el Gobierno ocupó un vehículo distinto para hacer lo mismo, después de haber sostenido que no era bueno, y hombres y mujeres esperan en sus casas nuestra acción.
Voy a votar a favor, sabiendo que tenemos el peligro de que el Gobierno insista con indicaciones que se han echado abajo, y, además, esperando que se respalde que esto sea universal, para todas y todos, y ojalá en la Cámara de Diputados incluyamos a los enfermos y a las mujeres que tienen que cobrar su pensión de alimentos.
Gracias, Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Rincón vota a favor.
Senadora señora Sabat, ¿cómo vota?
La señora SABAT.- Aclarando que las pensiones alimenticias sí están incluidas en este proyecto, voto a favor, Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Soria, ¿cómo vota?
El señor SORIA.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senadora señora Allende, ¿cómo vota?
La señora ALLENDE.- Abstención, señor Secretario.
Lamento enormemente lo que ha hecho el Gobierno de no solo acudir al Tribunal Constitucional, sino de jugar con las expectativas de la gente, poniendo más obstáculos aún para que pueda llevarse a cabo la reforma constitucional que debíamos haber aprobado si no hubiese sido por el quorum.
Abstención.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Se abstiene.
Senadora señora Aravena, ¿cómo vota?


La señora ARAVENA.- Ahora sí voy a poder votar, y deseo fundamentar mi pronunciamiento en un minuto.
Primero, quiero decir que yo sí creo que el Gobierno debió haber ido al Tribunal Constitucional en la primera oportunidad y no por el fondo del proyecto, sino por la forma, y porque considero que debimos haber dejado instalado el trabajo de una manera ordenada, sin quebrar la institucionalidad. Yo sé que todos no opinan lo mismo, pero es la opinión del sector nuestro, y en ese sentido se debe respetar.
El otro punto es que me alegra muchísimo de que haya consenso en la gran mayoría de los presentes en que la urgencia hoy día es tramitar la reforma de pensiones. Y el guante ahora está en manos del Gobierno. Así que ojalá sea capaz de hacerse cargo de esto, con la cooperación de todos.
Por otro lado, y para terminar, vuelvo a reiterar mi preocupación por el uso de palabras, como "la cocina", que no me gustan. Y me preocupan porque muchos, y quizás mayoritariamente -puedo suponerlo-, estamos de acuerdo y confiamos en la Comisión de Trabajo, y también confiamos, aun cuando sean muchos Senadores de Oposición los que lideran esto, en que vamos a llegar a un buen acuerdo para reformar el sistema de pensiones.
Por último, quiero decir que me alegra que el oficialismo hoy día esté unido. Nos hace falta la unidad. Somos un sector que también representa a la ciudadanía y a veces, en tiempos difíciles, es bueno unirnos, dejar las diferencias de lado, para representar en conjunto nuestra posición.
Apruebo, señora Presidenta.
Muchas gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Aravena vota a favor.
Senador señor Araya, ¿cómo vota?


El señor ARAYA.- Gracias, Secretario, Presidenta.
Voy a fundamentar mi voto.
Yo creo que hay que despejar una serie de dudas.
Este proyecto sigue teniendo letra chica, y digámosles a los chilenos, de cara a este debate, que efectivamente la clase media va a terminar pagando impuestos. Aquí, los que más lo necesitan verán que no van a recibir completamente el 10 por ciento, porque tendrán que pagar impuestos.
Eso es lo que el Gobierno no ha querido entender. No ha querido entender lo que está pasando al interior de las familias. Y nos llevó a una encrucijada en la que hay que reconocer su habilidad, pues logró convencer y dar vuelta a los parlamentarios de Derecha que se habían comprometido a apoyar el proyecto del Diputado Karim Bianchi, proyecto que no tenía letra chica, era universal, era libre de impuestos y permitía que el dinero llegara íntegramente a la gente.
Hoy día han tratado de instalar, a mi juicio, un falso debate: que aquí se está beneficiando a los más ricos. Yo me atrevo a decir con claridad que quienes va a terminar pagando los impuestos de esto van a ser fundamentalmente las personas de clase media, quienes necesitan la ayuda.
Yo sé que a esta altura de la votación mi voto no influye mucho, porque ya están los votos para aprobar el proyecto del Gobierno, pero creo sinceramente que esta iniciativa no va a llenar las expectativas y las necesidades de ayuda que tiene la gente en este momento de crisis.
Por esa razón, Presidenta, voy a votar en contra de este proyecto, porque hubiera esperado que la gente pudiera retirar el 10 por ciento libre de impuestos y sin letra chica.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Araya vota en contra.
El Senador señor Bianchi ha solicitado la palabra para fundamentar su voto en la Sala.


El señor BIANCHI.- Gracias, señor Secretario, señora Presidenta.
Yo he escuchado algunas argumentaciones, fundamentalmente de la Senadora Goic, quien decía que da lo mismo cuál sea el proyecto.
Qué lástima que así se piense porque efectivamente no da lo mismo, porque este proyecto abusa; el anterior no tenía letra chica.
Y lo otro que quiero decir es que esta iniciativa tampoco recoge, por desgracia, lo relativo a las personas con renta vitalicia.
Bueno, pero ¿qué nos tiene acá, Presidenta, y al país? Nos tiene acá el acuerdo político a que llegaron la semana pasada, donde efectivamente una Senadora y dos Senadores se sumaron con un voto de abstención para que saliera adelante el proyecto del Presidente Piñera.
Si usted, Presidente Piñera, tiene la convicción de que la reforma del segundo retiro es inconstitucional, explíquele al país por qué cometió una inconstitucionalidad al firmar el primer retiro del 10 por ciento.
Explíqueselo también, señor Piñera, a "su" Tribunal Constitucional.
Entonces, si el proyecto es o no constitucional no es el punto.
La verdad es que esta iniciativa del señor Piñera, en la que hizo una muy mala copia, sin lugar a dudas, lo que realmente hace es proteger a las grandes inversiones, a los verdaderos millonarios y a los verdaderos dueños de las riquezas y economía de nuestro país, y sí: incluso a los que triangulan con los fondos de pensiones.
¡Y usted, señor Piñera, eso lo sabe!
Pero no es todo, sino que además usted lo que busca es cercenar facultades al Parlamento y prohibir que este Congreso en adelante pueda iniciar alguna reforma constitucional en materias económicas.
Quieren hacernos creer también en el Gobierno que, al igual que el coronavirus, el Presidente "mutó a una buena persona". No, como un buen especulador, el Presidente hizo y está concretando su estrategia, pretendiendo que el costo económico sea el menor posible para sus amigos multimillonarios que operan con nuestros fondos de pensiones.
Sinceremos esto; que el país de verdad sea testigo de qué intereses vamos a defender cada uno de quienes estamos en cargos de representación popular y debemos tomar las decisiones.
¡Aquí no solo se trató de una negociación y acuerdos! Aquí hubo un evidente chantaje político por parte del Presidente, del Gobierno y sus Ministros: "O nos aprueban este proyecto -repito: mal copiado, bajo la farsa de mejorarlo- o nos vamos al Tribunal Constitucional". Y ante ese escenario, bueno, ha ganado el chantaje del Presidente. Los millonarios aplauden de pie y celebran. El pueblo chileno sabe que estamos comprando gato y no liebre. ¡No nos están pasando gato por liebre y eso lo sabemos!
Pero, siguiendo con la línea de levantar el velo a este proyecto del Gobierno, vamos a hablar de los impuestos.
La iniciativa del Gobierno no dice nada con respecto a impuestos, dejando la norma pertinente sujeta al régimen general; esto es, impuesto a la renta. ¿Qué significa eso? Que pagarán impuestos todos quienes tengan rentas sobre 800 mil, 900 mil o un millón de pesos.
Pero, ¿qué se dice, Presidenta? Que les íbamos a dar un perdonazo a los más ricos. Sí, pues. Este Gobierno, el mismo que no se arruga con otorgar perdonazos a Johnson's, a La Polar y a otras empresas; este mismo Gobierno que nuevamente nos indignó cuando a la empresa, bueno,...
¿Perdón?
La señora PROVOSTE.- Pascua Lama.
El señor BIANCHI.- Pascua Lama, por ejemplo, dicen.
Bueno, y hay otras tantas más, ¿no?
Decía que a una empresa le condonaron, por ejemplo, más de 1.400 millones de pesos. Y recordemos el perdonazo de 60 millones de dólares a Ponce Lerou, de Soquimich.
Presidentes, Ministros, colegas: ¡salgan de esta burbuja!
¡Esos son los perdonazos que tienen indignados a las chilenas y los chilenos!
Las triangulaciones con nuestros fondos previsionales, eso sí que irrita. Claro, todo ello a sus ojos es legal y constitucional, pero no deja de ser inmoral y abusivo.
Si queremos asegurar que los chilenos y las chilenas reciban con prontitud este 10 por ciento, hagan las modificaciones necesarias, no las retrasemos más; hagamos el pago de los propios fondos de los trabajadores, con rapidez y eficacia. Una cuota, en diez días hábiles, y sin impuesto a las rentas más bajas.
Esto nosotros lo hemos pedido, Presidenta. Hicimos también indicaciones solicitando votar en forma separada que esto sea en un solo pago, en diez días hábiles, que es una de las maneras de garantizar que este dinero llegue efectivamente en el mes de diciembre, porque este proyecto, que estamos votando acá, luego pasa a la Cámara, y ahí está el otro trámite. Por lo tanto, no se sabe aún la fecha en que esto pueda ser ley de la república.
No obstante, la anterior iniciativa, más allá de que había una indicación en que debíamos ponernos de acuerdo con la Cámara, era tremendamente más expedita.
A mí me cuesta, Presidenta, realmente, votar este proyecto de ley. Hemos recibido muchos mensajes de personas que están indignadas, que están, además, con un grado enorme de desesperación. Y a pesar de eso, a las personas no les da lo mismo. Dicen: "Mire, efectivamente tenemos esta necesidad. Pero sentimos que hemos sido abusados por esta necesidad".
Quiero señalarles que además el proyecto de reforma constitucional sigue en trámite, no murió, ahora va a una Comisión Mixta. Y, bueno, en paralelo también el Presidente lo va a llevar al Tribunal Constitucional y este Senado lo va a defender.
Yo me voy a ver desgraciadamente en la obligación, pensando en la necesidad de las personas, de votar favorablemente este proyecto, porque de otra forma no se puede entender. Y esto molesta mucho, irrita mucho. No es fácil, para quienes no nos hemos dado una vuelta respecto a nuestros votos, el tener que entregar nuestro apoyo a un proyecto del Presidente Piñera que es una mala copia y con el que, sin duda alguna, se ha presionado indebidamente a este Congreso.
Gracias, Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Ha solicitado en la Sala la palabra para fundamentar su voto el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Presidenta, simplemente para señalar que es urgente y necesario asegurar el segundo retiro de los trabajadores y pensionados chilenos.
Del mismo modo, yo soy de aquellos que exigen de mi propio Gobierno, en un plazo acotado, de treinta días, llegar a un acuerdo en una reforma previsional estructural, que permita efectivamente hacerse cargo de pensiones dignas para todos los chilenos.
Por supuesto, soy partidario de este proyecto, porque tiene patrocinio del Ejecutivo; porque garantiza que los recursos van a llegar prontamente, y porque además los plazos y las condiciones fueron asimilados al otro proyecto.
Por lo tanto, votamos favorablemente, porque es constitucional, porque asegura a los trabajadores chilenos los recursos y porque va a permitir viabilizar una reforma estructural al sistema de pensiones.
Voto favorablemente.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Coloma ha solicitado la palabra para fundamentar su voto.


El señor COLOMA.- Gracias, Presidenta.
En la discusión del proyecto anterior argumenté las razones por las cuales iba a votar a favor de este proyecto. Lo hice con toda la humildad que suponen las reflexiones y la encrucijada en que nos encontramos. No es un tema fácil, lo reconocí directamente; es muy complejo, muy difícil. Estoy actuando al final en una lógica porque lo ha pedido el Gobierno, porque creo que, dada la realidad política, es lo que había que hacer; lo que no deja que yo mantenga las aprensiones que planteé en su momento.
Pero quise usar brevemente de la palabra para dejar una constancia en actas, Presidenta.
Perdón, pero esta última parte ha sido bien violenta, por la forma de descalificar a quienes son parte de las autoridades.
A mí me sorprende, porque, curiosamente, estamos votando a favor, más allá de cualquier elemento. No debería aprovecharse esta oportunidad para hacer pagar todo tipo de culpas al Gobierno o para hacer todo tipo de descalificaciones al Presidente. ¡No me parece! Creo que cada uno actuará conforme a lo que corresponda, a lo que dice su convicción.
Pero hay un argumento que a mí me choca. No son todos, pero ha habido unos especialmente virulentos en señalar una especie de inmoralidad: que respecto al proyecto anterior el Presidente pueda ir al Tribunal Constitucional.
¿Y sabe lo que pasa, Presidenta? Yo tengo las actas y tengo los recortes de las mismas personas. Lo voy a personificar, porque me impactó mucho lo que dijo el Senador Girardi, por su intermedio.
Aquí tengo todas las copias de lo que dijo: que era una inmoralidad haber recurrido; que había que pagar altiro y que le pedían al Presidente que no recurriera al Tribunal Constitucional.
Algunos emplazaban al Presidente a no acudir al Tribunal por un tema moral.
Entonces, Presidenta, no le pueden argumentar ahora que no puede ir porque no fue en el primero. Eso a mí no me calza, por un tema de coherencia. Si se lo pidieron por razones de urgencia, por coherencia tienen que admitir que el momento para tomar la decisión puede ser distinto y, sobre todo, que la condición que la ameritaba, que es la prontitud del pago, queda resuelta por la aprobación de esta ley.
Por tanto, cuidemos un poquito la lógica denostativa y la lógica argumentativa. Si se pidió, por una situación de urgencia, que no se recurriera, no se puede decir que es una inmoralidad recurrir cuando el sentido de la urgencia ha sido modificado.
Presidenta, creo que las cosas entre nosotros, con transparencia, ayudan a entendernos mejor. Y yo quiero dejar, por lo menos, la claridad de esa actitud.
Gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Ha solicitado también en la Sala la palabra para fundamentar su voto el Senador señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Muchas gracias, Presidenta.
Hace un par de horas votamos un proyecto de ley de reforma constitucional para permitir el segundo retiro del 10 por ciento, y hubo 23 votos a favor, 10 en contra y 8 abstenciones. Esto demuestra claramente que hay una mayoría política, social enorme para aprobar esa iniciativa.
Los quorum de esta Constitución impiden que 23 votos -es una mayoría más que suficiente, es más del 50 por ciento de este Senado-, permitan contar con ese procedimiento.
El Gobierno presentó en el último momento, en la última hora, un proyecto de ley, contrariando absolutamente lo que sostuvo. Y así como el colega que acaba de hablar cita distintas intervenciones de algún Senador de este sector del Hemiciclo, yo podría citar una colección de intervenciones en las cuales decían que era "populista" retirar estos fondos, que el país se iba a incendiar, que iba a quebrar la economía, que el dólar se iba a disparar.
Yo les pregunto, por su intermedio, al Ministro Briones y los otros Ministros de Estado que están acá; al Presidente de la República, quien ha firmado el proyecto que se somete a la discusión ahora, ¿qué pasó en estas semanas para explicar este cambio tan brutal, de que es la Derecha ahora, es el Gobierno el que impulsa un proyecto simplemente para tratar de contener una mayoría de Senadores y Diputados que legítimamente entendían, por haber escuchado a la sociedad, a su zona, que era necesario?
¿Conviene o es fundamental tener una reforma legal y no una reforma constitucional, porque eso fue iniciativa de la Oposición?
Esto es contradictorio, con mucho respeto, estimados colegas, que han planteado una situación anterior. Es, por lo menos, contradictorio.
Es insostenible que se recurra al Tribunal Constitucional por un proyecto -ya se recurrió-, y que el mismo proyecto, con la misma forma, por la misma razón, se haya promulgado con la firma del Presidente hace cinco meses, en julio.
Larroulet debe de estar preocupado. Ese Presidente en la sombra que está en La Moneda, Larroulet, debe de estar preocupado. Sus parlamentarios, sus Ministros claramente cambiaron de caballo. No solo Briones. "Briones, el lento" le decían anteriormente. Ahora es "Briones, el jinete", que cambia de caballo cuando ve que otro caballo podía ganar.
¡Bien, Ministro! Se cambió a un caballo que podía ganar; en esta yo creo que va a tratar de sacar los votos. Pero las convicciones y las políticas públicas no se hacen con cambios de caballo; se hacen escuchando a la gente en su territorio.
Hice una enumeración de decenas de lugares, de decenas de personas en cada uno de los lugares que uno ha recorrido, y esa gente no es de Gobierno o de Oposición. Esa gente nos dice: "Por favor, ayúdennos". Una, porque se hallan en estado de necesidad, porque llevan meses sin recursos, y segundo, y digámoslo con todas sus letras, ya que ese es el debate de fondo: porque no creen en el sistema previsional chileno, no creen en las AFP.
Y que hagan la cuenta: ese sistema de administración ¡que tanto han protegido!, ¡que tanto han cuidado!, ¡que tanto han encapsulado para que no se lo tocara, porque es una fuente de riqueza que se ha generado durante tanto tiempo!, ¿cómo está? Bueno, después de tanto cuidar ese santito, el desfonde ya es evidente.
Y porque temían que venía un tercer retiro, se cambiaron de caballo. El jinete cambió de caballo y se subió a un nuevo pingo para poder llegar en algún puesto deseable a la meta.
Insisto: la ciudadanía lo que quiere es, efectivamente, que se la ayude. Pero le pido también coherencia al Gobierno, que no nos haga un chantaje de que se aprueba este proyecto o se pasa al siguiente.
¡Eso no corresponde!
Yo presumo -y lo digo con todas sus letras, pues conozco a los colegas que han tenido que modificar su votación- que es difícil, porque conocen a su gente, conocemos a la gente. Aquí nadie ha llegado a este Parlamento si no es por votación popular. Sabemos lo que es representar a un territorio y conocemos sus necesidades, especialmente quienes representamos a zonas donde hay cuarentena, donde la gente lleva meses sin percibir ingresos. Esas personas se acercan a su parlamentario o parlamentaria y le dicen: "por favor, ¡ayúdenos!".
Las políticas públicas no llegan. No está llegando el IFE. Nos dan estadísticas de ayuda, de programas, pero que no llegan a los transportistas escolares, a las peluqueras. Y acá les pregunto a los colegas que van a votar a favor de este proyecto: ¿dónde está la discusión de las rentas vitalicias? 600 mil personas que optaron y creyeron en ese sistema hoy día no tienen posibilidad de este retiro. ¿Dónde están los enfermos terminales? ¿Dónde está el cambio de convicción? Porque simplemente, para ganarle un puntito a la Oposición, se cambian de caballo.
A mí no me gusta esta forma de legislar.
Creo que hay que tener convicciones y votar en función de eso.
Yo me voy a abstener...
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Ha solicitado la palabra en la Sala el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Presidenta, solo con el fin de señalar que, para solidarizar con mi bancada, cuya mayoría va a votar a favor, voy a cambiar mi voto por uno de aprobación.
Eso no quiere decir que legitime el travestismo, el oportunismo que hay detrás de esta iniciativa.
He dicho, Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Durana, ¿cómo vota?


El señor DURANA.- Señora Presidenta, voy a votar a favor del segundo retiro del 10 por ciento con el más absoluto convencimiento de que está llegando a las chilenas y chilenos que más lo necesitan, en especial de la Región de Arica y Parinacota.
Tengo la absoluta convicción de que quienes más lo necesitan no van a pagar impuesto. Por lo tanto, este segundo retiro del 10 por ciento llega directamente a sus bolsillos.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Elizalde, ¿cómo vota?


El señor ELIZALDE.- Voy a fundamentar el voto, señora Presidenta y señor Secretario.
Yo tengo un compromiso con todas las ciudadanas y ciudadanos del Maule que votaron por mí para representarlos y defenderlos.
Creo que el debate sobre el origen del proyecto es irrelevante para ellos. Lo están pasando muy mal y necesitan el 10 por ciento. Por tanto, si esto lo transformamos en una pelea política de cuál proyecto se aprueba, que es la lógica que nos quiere imponer el Gobierno, el resultado es de "suma cero" y no resuelve en absoluto el drama que están viviendo las familias chilenas.
Entiendo a quienes, producto de esta dinámica, se han abstenido o incluso han votado en contra. Pero yo me comprometí -y así lo he dicho durante todos estos días y semanas, cuando he sido entrevistado por los medios de comunicación- a votar para que el segundo retiro del 10 por ciento fuera viable y, por tanto, mi voto tiene que ser consecuente con ese planteamiento.
Lamento la dinámica en la cual ha entrado el Gobierno y particularmente el Presidente Piñera. No me extrañaría que en un par de días más o incluso esta misma noche haga un discurso señalando que se ha aprobado "el proyecto del Gobierno". Lo conocemos: acostumbra a vestirse con ropa ajena. Por eso la gente no le cree y por eso existe un enorme cuestionamiento a este Gobierno.
Pero, al margen de esa actitud infantil, tenemos que ver cómo resolvemos los problemas de fondo.
El Gobierno, con esta votación, va a obtener una victoria táctica, pero una derrota estratégica, porque aquello que señalaba que era populista, va a terminar siendo aprobado. Tuvo que recurrir a este mecanismo con el solo objeto de ordenar a sus bancadas.
Yo no quiero entrar en la misma dinámica, en una lógica inversa; quiero contribuir a que la gente tenga disponible este retiro del 10 por ciento.
Comparto las críticas que han hecho quienes me han antecedido en el uso de la palabra; por cierto, la sólida fundamentación que ha dado la Senadora Isabel Allende. Comparto lo que han dicho el Senador Bianchi, la Senadora Provoste, solo por citar algunos ejemplos. Pero creo que, al final, se nos elige para ver cómo resolvemos estos problemas y por eso voy a votar a favor.
En ese sentido, quiero destacar que, a mi entender, el requerimiento del Gobierno ante el Tribunal Constitucional no solo carece de fundamentos jurídicos, sino que, además, si el Tribunal Constitucional, por la mayoría que tienen ahí los sectores conservadores, termina dándole la razón al Gobierno, va a constituir un precedente nefasto para nuestra democracia -¡uno más!- y una señal más de la necesidad de cambiar la Constitución, tal cual lo exigieron en las urnas el pasado 25 de octubre las chilenas y los chilenos.
Porque, ¿cuál es el argumento? Un argumento formal.
La admisibilidad de las reformas constitucionales es solo respecto de la necesidad de que sean patrocinadas... (falla de audio en transmisión telemática)... No existe ningún otro requisito... (falla de audio en transmisión telemática)... para una reforma constitucional. Pero, si se sienta el precedente de que hay materias que no pueden ser reguladas por la Constitución... (falla de audio en transmisión telemática)... alcancen los altísimos quorum, lo que tenemos es una Constitución pétrea, una Constitución que, simplemente, no puede ser modificada.
El Congreso representa al poder legislativo, pero también al poder constituyente derivado. Y lo puede ejercer. El único requisito es el alto quorum. Pues bien, si ese alto quorum se cumple desde el punto de vista formal, nadie puede cuestionar el contenido de esas decisiones. Sentar un precedente en el sentido contrario implicaría que el poder del Congreso estaría limitado; sus atribuciones estarían limitadas y no podría ejercer siquiera el poder constituyente derivado. Por tanto, la Constitución no se podría cambiar en ningún sentido.
¡No le corresponde al Tribunal Constitucional analizar el mérito de las decisiones democráticas que adopta el Congreso Nacional, más aún en un contexto de emergencia, donde fue necesario este mecanismo de la reforma constitucional, que quizás no es el mejor desde el punto de vista de la técnica legislativa, pero sí el único viable políticamente! ¿Por qué? Porque el Presidente de la República se negó, en su momento, a patrocinar una iniciativa de esta naturaleza. Recién lo viene a hacer ahora. ¿Y por qué lo hace ahora? Porque la Cámara de Diputados dio una señal contundente. Y de no mediar esta iniciativa, probablemente los Senadores del Gobierno que se abstuvieron habrían votado a favor, porque están conscientes del drama que están viviendo las familias chilenas.
Lamentablemente, se ha generado una dinámica que nos lleva a aprobar este Proyecto.
Yo lo dije y lo he señalado en todas las entrevistas que he dado: estoy comprometido con la aprobación del 10 por ciento, y por eso voy a votar a favor de esta iniciativa, aunque hago mías las críticas que han formulado todos los Senadores que me han antecedido en el uso de la palabra.
Finalmente, si esto, como lo dije en una intervención anterior, se transforma en un debate o en un gallito respecto de quién gana, si el Gobierno o la Oposición, no importa; lo importante es que gane la gente, que la gente pueda cobrar este retiro a la brevedad posible.
Pero insisto: entiendo perfectamente a aquellos que se han abstenido o incluso han votado en contra, porque la verdad es que a este escenario nos ha llevado finalmente la tozudez del Gobierno, particularmente la del Presidente de la República.
Termino señalando que, si el día de mañana el Presidente plantea esto como una victoria de su gestión, o incluso una victoria personal, bueno, ocurrirá lo que tantas veces: los chilenos lo mirarán, sonreirán y, por cierto, no le creerán. Porque esa ha sido, lamentablemente, la tónica que ha tenido el Presidente Sebastián Piñera.
Todos sabemos que no le gustan estas iniciativas, que hizo lo imposible para impedirla, que cambió al gabinete. Por algo el Ministro Blumel fue reemplazado por el Ministro Pérez: porque el Gobierno entendió como una enorme derrota lo que ocurrió con el primer proyecto. Pues bien, solo después de que la Cámara de Diputados mostró una votación contundente, estuvo disponible para presentar este proyecto de ley.
Y por último...
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Elizalde, ¿vota a favor?
¿Le pueden dar el micrófono?
El señor ELIZALDE.- Y por último,...
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Cómo vota, Senador?
El señor ELIZALDE.-... quiero valorar el trabajo realizado por las Comisiones unidas de Trabajo y de Hacienda, que, efectivamente, cambiaron de manera significativa el proyecto, el cual, si bien no es igual -tiene algunas diferencias que no son menores-, se parece mucho al que fue aprobado por la Cámara de Diputados, y eso es un tremendo avance.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Vota...
El señor ELIZALDE.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?


El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Muchas gracias, Secretario.
Saludo a la Presidenta y a todas nuestras Senadoras y Senadores, así como a los Ministros.
En primer lugar, lamento profundamente el tono del debate y los ataques, inclusive personales, que se están llevando a cabo en el Hemiciclo. Creo que eso no le hace bien al país y menos cuando veo esos ataques entre integrantes de la misma coalición: me refiero a la Oposición.
Yo quiero valorar, primero, el esfuerzo que están haciendo Senadoras y Senadores de la Oposición con tal de buscar un acuerdo, porque el proyecto de pensiones ya viene aprobado desde la Cámara de Diputados y ha estado esperando por mucho tiempo. Por lo tanto, es una situación a la que tenemos que buscarle lo antes posible una solución de unidad a los efectos de que podamos avanzar en asegurar las mejores jubilaciones para nuestra gente.
En segundo lugar, creo que el proyecto anterior, tal como el primero, era absolutamente inconstitucional. Nosotros juramos, o prometimos en algunos casos, respetar la Constitución. Y tenemos que respetarla siempre, porque, si no, estaremos en contra del compromiso que asumimos ante todo el país.
En tercer lugar, lamento profundamente, señora Presidenta, el ataque al Presidente de la República. Considero que el Primer Mandatario ha hecho todo el esfuerzo posible, junto al Ministro de Hacienda. Y también junto a este Parlamento, a pesar de que en muchos casos ha dilatado la posibilidad de llegar con la ayuda a la gente en el momento preciso. El IFE ha sido muy importante. Y también lo han sido todos los aportes adicionales.
Bien lo decían algunos Senadores: el Gobierno ha ido en apoyo, o más bien dicho, el Estado ha ido en apoyo de muchas personas que han necesitado ayuda. Sin duda, el proceso no ha sido perfecto. Nadie en el mundo tenía planificada una pandemia. Chile ha sido uno de los países que mejor han llegado con ayuda focalizada a la gente que más la necesita.
Señora Presidenta, el fanatismo y las posturas extremas no nos ayudan. Lo peor es lo que está aconteciendo hoy día... (falla de audio en transmisión telemática)... porque, si esto sigue ocurriendo, no les vamos a estar heredando un mejor país, una vez que dejemos nuestros cargos, a los que vienen hacia delante.
Por otro lado, es muy importante actuar dentro de la legislación que nosotros mismos dijimos que íbamos a respetar, independientemente de las necesidades que todos sabemos que tiene la gente.
Sin duda, este proyecto va a salir. A mí no me gusta que se estén sacando, y lo digo francamente, desde los fondos de pensiones los ahorros que las personas guardan para el día de mañana. No la encuentro una buena política pública; no es lo mejor. Es evidente que estamos ante una situación que nadie esperaba y que nadie pensaba que podía ocurrir, pero no creo que esta sea una posibilidad para estar haciendo oportunismo político y atacar al Gobierno.
Se los digo con todo respeto, porque muchos de ustedes estuvieron en gobiernos anteriores. Ante aluviones o terremotos, les aseguro que la ejecución presupuestaria de este Gobierno ha sido mucho mejor de la que ustedes habrían realizado. En ese sentido, debemos tener una altura de miras distinta.
Lamentablemente, señora Presidenta, esta iniciativa no va en el camino correcto. No me gusta el proyecto, pero lo apoyo con el fin de poder darles una salida a muchas personas que todavía no reciben apoyo. Y hago un llamado a quienes no tienen la necesidad real de estar sacando estos recursos. Porque en el mes de septiembre -seamos francos- los autos nuevos se agotaron. No sé por qué se agotaron. ¡Saquen sus conclusiones! En mi región, también se agotaron los plasmas. Entonces, hay personas que realmente necesitan el dinero para pagar sus deudas, para comer, pero otros, como no tenían que pagar impuesto, lo sacaron para una situación que, a la larga, va a afectar sus futuras pensiones.
Yo quiero llamar a la responsabilidad: que saquen los recursos quienes realmente los necesitan. Si no, esto será pan para hoy y hambre para mañana. Requerimos una reforma a las pensiones como corresponde, pero también cuidar lo que cada uno tiene en su cuenta individual.
Por eso, señora Presidenta, voy a votar a favor de este proyecto.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senadora señora Goic, ¿cómo vota?


La señora GOIC.- Voto a favor del proyecto, porque permite el segundo retiro del 10 por ciento para las personas; porque, en la discusión de las Comisiones unidas de Hacienda y Trabajo, logramos que se mantuviera el mismo monto del primer retiro, tal cual lo planteaba la reforma constitucional aprobada en la Cámara; porque se establece, además, la universalidad; porque se posibilita un plazo que permite que en diciembre los afiliados reciban el primer pago, en la medida en que esta iniciativa sea aprobada.
Por eso, voto a favor.
Pero además quiero aprovechar de decirle al Senador Bianchi, a propósito de su intervención, que, tal como señalé, jamás voy a renunciar al diálogo, a la buena política, a buscar acuerdos cuando son en función de la gente. Creo que para eso estamos; es de la esencia de la política. Y también me parece que es la mejor forma de combatir el populismo.
Por eso, pensando en la gente, voto a favor de este proyecto.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Han solicitado la palabra en la Sala para fundamentar su voto el Senador señor Letelier, el Senador señor Montes y el Senador señor Alvarado.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Montes.


El señor MONTES.- Gracias, Presidenta.
Después de reflexionar, he llegado a la conclusión de que debo abstenerme en este proyecto. No lo votaré en contra, al igual que otros, porque cambió completamente respecto al texto original. Y es necesario que este 10 por ciento llegue a la familia, y que llegue lo antes posible. Ya votaron en contra del otro proyecto y la verdad es que considero importante que llegue. Es muy urgente.
Yo valoro mucho lo que hicieron las Comisiones unidas de Trabajo y de Hacienda; trabajaron muy bien. Sacaron el conjunto de distorsiones del proyecto original del Gobierno. Ojalá clarificáramos el tema de los impuestos en el resto del trámite del proyecto, porque la plata que se recaude debe quedar para los ingresos más bajos y resarcir solidariamente los recursos que ya no existan ahí. Pero no quiero entrar en eso.
Nos abstendremos porque queremos ser muy claros: el Gobierno tiene que ser serio en estos quince meses que le quedan de mandato. No puede ir de allá para acá desorientando y confundiendo a todo el país.
Creemos que en el tema de las necesidades sociales hay confusión; en el tema de la seguridad social requerimos un Gobierno serio, que contribuya a construir una solución; en el tema del rebrote tenemos que anticiparlo; en el tema del desempleo y la reactivación necesitamos un Gobierno mínimamente serio. En la Convención Constitucional y en distintas cosas relacionadas con ella resulta fundamental que el Gobierno sea serio. En salud, tenemos que enfrentar desde ya los problemas de nuestro sistema. Y no seguir obstaculizando la reforma de la educación pública, de distintas maneras, especialmente ahora, en debates recientes.
No queremos que ante esta operación tardía, a tientas e inconsistente el Gobierno aparezca con unanimidad, con el apoyo de todo este Senado.
No queremos que el Gobierno siga insistiendo en que lo ha hecho bien en protección social y en apoyo a las pymes, sin ninguna capacidad de evaluar críticamente y ver qué se ha hecho bien y qué se ha hecho mal. Hay que ser más humilde, más realista, más serio y mirar la realidad y la política nacional con una perspectiva de más largo plazo. A este Gobierno le queda muy poco tiempo, pero en ese tiempo puede generar grandes tensiones y crisis adicionales en el país, o puede ayudar a enfrentar el futuro.
Valoramos, entendemos y es necesario que algunos parlamentarios de Oposición voten a favor, porque, si no, este proyecto no se hubiera aprobado. A lo menos necesitaban tres votos. Por eso lo conversamos mucho. Y también valoramos que otros se abstengan para decir "¡aquí no hay unanimidad!". Esto no ha estado bien. El Gobierno tiene que pensar de otra manera el conjunto de desafíos que le quedan en estos quince meses.
Aquí queremos dar una señal clara de no unanimidad. El Gobierno no lo ha hecho ni lo está haciendo bien.
Con acciones desarrolladas de esta manera, con este vaivén, de aquí para allá, con toda esta confusión -porque todo habría sido distinto si esta propuesta hubiera llegado a la Cámara de Diputados en el momento en que se estaba discutiendo el segundo retiro-, no lo está haciendo bien, está generando problemas.
Queremos que asuma la realidad, queremos tener un Gobierno un poco más a la altura en los meses que le quedan. No queremos vernos sometidos a una gran operación para que se vaya Piñera, queremos que el Gobierno, con humildad, asuma la necesidad de construir caminos de unidad para ciertos temas, caminos de conversación, porque tenemos desafíos tremendamente grandes para construir una patria mucho más grande, mucho más potente, mucho más de futuro.
Yo me abstendré, al igual que otros colegas de mi bancada, para dar esta señal de no unanimidad, y valoro y reconozco que hay Senadores que han votado a favor como una manera de viabilizar que el proyecto salga adelante.
Muchas gracias, señora Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señora Presidenta, estimados colegas, la disyuntiva que existe es si hay o no un segundo retiro. Hay dos caminos, uno de ellos se derrumbó hoy día, y por más que algunos usen cierta retórica, ese camino murió, porque los Senadores de Chile Vamos no dieron los votos hoy, y no los van a dar después en una Comisión Mixta. El único camino alternativo es el proyecto que ahora se vota.
Miren, a mí no me gusta el Presidente Piñera, ni ayer, ni hoy ni mañana. Los que creen que en algo se va a hacer más popular Piñera por este proyecto, no entienden nada. No va a ganar ni un voto más, ni un respaldo más por este proyecto.
Si esta iniciativa está aquí, es porque hubo Senadores del frente que se lo exigieron al Gobierno, y porque su presentación evitó que la Derecha pagara un costo político gigante. Esa es la realidad. Esa es la razón de que esto se encuentre acá, que gente que estaba en contra del proyecto, hoy lo vote a favor. Lo que antes era una mala idea, ahora lo transforman en una idea aceptable.
Mire, a mí lo que me inspira es un tema: ayudar a la gente. La gente de mi región lo está pasando mal, como lo están pasando muy mal las personas de regiones donde aún hay cuarentena. A la gente que necesita reemprender para rearmarse económicamente, el millón de pesos que pueden sacar le permite pagar deudas y ponerse de pie. Las personas sencillas, las personas de esfuerzo necesitan esta oportunidad. Ellos decidirán si lo sacan o no. Ese es el tema real.
El proyecto que presentó el Gobierno era pésimo. Quería que fuera un préstamo; eso se echó abajo. Quería poner letra chica, firmar declaraciones; eso se echó abajo. Se estableció y se garantizó el derecho a la retención del pago de la pensión de alimentos. A buena hora, ¡a buena hora!
Este proyecto avanzó mucho comparado al texto original. Eso sí, tiene un problema. Y lo quiero dimensionar, porque hay que decir las cosas cómo son, y espero que el Ministro Briones en este punto nos colabore: el impuesto global complementario para el primer tramo, para la gente que gana entre 700 mil pesos y un millón y medio de pesos, puede significar que al retirar un millón de pesos, tenga que pagar unos 36.000 pesos de impuestos en abril, dependiendo de si su promedio de ingresos está por sobre cierto nivel mensual.
Es un tema técnico, pero las personas que estén en ese tramo, de 700 mil a un millón y medio de pesos, en promedio mensual, podrían tener que pagar 40.000 pesos de impuestos. No lo harán ahora al retirar, sino en abril. Y deberíamos ayudarlas dejándolas exentas de impuestos.
No depende de nosotros, nosotros hemos dicho siempre que queremos que las personas de mayores ingresos, lo planteó el Senador Lagos, lo han planteado varios otros, que ganan de 2 millones y medio de pesos en promedio mensual para arriba, paguen. Estamos hablando del 5 por ciento de la población. Ese es un debate que confiamos que en la Cámara de Diputados se pueda retomar, porque hasta ahora el Gobierno no lo ha planteado como viable.
Este es el único camino para que haya un segundo retiro. No hay otro. El resto es demagogia.
Después hablaremos de los otros temas: de la reforma de pensiones, de cómo terminar con las AFP, que han sido abusivas y un drama para la mayoría de los chilenos, que les dan pensiones miserables a la gente.
Pero eso no es lo que hablamos ahora, Presidenta. Ahora estamos discutiendo si vamos a permitir que exista un segundo retiro o no. El resto, disculpen, es "maní". El resto no tiene nada que ver con lo que estamos votando hoy.
Hoy la pregunta es: ¿Queremos un segundo retiro? La gente de mi región quiere; las temporeras quieren; las manipuladoras de alimentos quieren; los transportistas quieren, porque no les ha llegado la ayuda del Gobierno, porque tienen dificultades; estoy seguro de que la gente del sur, donde hay cuarentena, quiere. Esto no significa que les guste Piñera. No les va a gustar nunca por este proyecto de ley. Es porque lo necesitan.
Por esta razón voy a votar a favor. Me abstuve en la Comisión ¿Por qué? Porque quería tener la certeza de que eliminaríamos todos los elementos nocivos. Lamento que no hayamos aprobado la reforma constitucional, es lo que hubiésemos deseado muchos. No creo que sea inconstitucional, pero no confío en el Tribunal Constitucional, Presidenta. ¡Hace tiempo que no confío en ese órgano! Y no estoy dispuesto a dejar en esas manos la posibilidad del segundo retiro del 10 por ciento.
Por eso voy a votar por este proyecto, porque es el único camino posible. No hay otro, si es que queremos que las familias que tienen necesidades puedan resolver sus problemas de alimento, de pago de deudas, o de ayuda a sus hijos o hijas, o hermanos que han quedado cesantes, porque la solidaridad en las familias de trabajo, en las familias del mundo popular es real, y este dinero las va a ayudar para pasar estas semanas, estos meses, donde aún tendremos una emergencia sanitaria.
He dicho, señora Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Latorre, ¿cómo vota?


El señor LATORRE.- Voy a fundamentar brevemente el voto.
Yo voté a favor de la reforma constitucional, y lamento que no hayan estado los votos necesarios y suficientes para aprobarla. Se necesitaban tres quintos, y no fue aprobada. Ahora tenemos que votar este proyecto de ley y mi foco está en garantizar, en facilitar que los recursos estén disponibles lo antes posible, en diciembre, para las familias que así lo quieran, que voluntariamente quieran retirar el segundo 10 por ciento del fondo de pensiones.
No me interesa en este momento entrar en un "gallito" con La Moneda, con el Presidente Piñera y con el Tribunal Constitucional. Lamento que haya ido al Tribunal Constitucional en este segundo retiro con una tremenda contradicción porque en el primer retiro no fue al TC.
Yo veo a La Moneda y al Presidente Piñera más preocupado de defender el negocio de las AFP que de ser parte de la solución a los problemas, de ser parte de políticas sociales, de verdadera protección a las amplias mayorías en Chile que están en una situación de vulnerabilidad, de precariedad, donde hay un aumento de la pobreza, donde hay un aumento de la vulnerabilidad y del endeudamiento también, donde las desigualdades están creciendo.
Veo al Presidente Piñera más preocupado de la defensa del negocio del modelo de las AFP, que de otra cosa. Toda esta discusión sobre los impuestos en este proyecto me parece un poquito contradictoria con todas las facilidades que les damos a los superricos para eludir, evadir impuestos, las exenciones tributarias, el regalo a la Gran Minería que se ha hecho por muchísimos años, la especulación financiera.
Es decir, mecanismos para recaudar con justicia tributaria en el país existen. No es este proyecto el que va a resolver ese asunto, y mucho menos dejando este tramo más bajo que finalmente es de personas y familias de clase media que podrían pagar, como decía el Senador Letelier, aunque sean 40 lucas; pero creo que es una injusticia, eso es parte de la letra chica y es algo a corregir.
Por eso también voy a apoyar las indicaciones y las solicitudes de votación separada que se mencionaron al comienzo de la sesión, a fin de dejar el proyecto lo más parecido posible a la reforma constitucional.
Insisto: lo que me interesa es que facilitemos las cosas, la solución de los problemas, y que los recursos estén disponibles, sabiendo que es una medida parche. Esto es una medida parche. Esto no soluciona de fondo el problema.
Son las y los trabajadores quienes siguen asumiendo el costo de la crisis, poniendo sus recursos para paliarla. Acá está pendiente -insisto en eso- la contribución de los más ricos a la solución de los problemas sociales que tenemos en Chile.
El malestar social va en aumento en nuestro país; no hemos salido del estallido social. El proceso constituyente es un camino que nos puede ayudar a canalizar un nuevo contrato social, pero si no damos respuesta hoy día a las necesidades sociales de la población, de las grandes mayorías, el conflicto social, el estallido social seguirá presente en las calles. Ahora mismo están pidiendo la renuncia del Presidente Piñera, y al Gobierno le queda un año y medio prácticamente de administración.
Por lo tanto, hay medidas que puede tomar en el corto plazo: justicia tributaria, tocar los intereses de los más ricos; transferencias monetarias a las familias, de tal manera que la crisis no la sigan pagando los trabajadores.
Y, por último, no voy a apoyar ninguna reforma previsional que implique mantener o consolidar el modelo de AFP para las siguientes décadas en Chile. Acá necesitamos hacer una reforma estructural, profunda, y probablemente con el Gobierno de Piñera no la vamos a hacer. Podríamos hacer algunos cambios de primer piso de seguridad social, con una pensión básica solidaria universal que supere la línea de la pobreza, que se vaya acercando al salario mínimo. Y eso se podría hacer con transferencias monetarias y con justicia tributaria para recaudar.
Pero, en definitiva, este proyecto es simplemente para paliar la crisis.
Por eso voy a votar a favor.
Y también lo voy a hacer por lo que salga de la Comisión Mixta en relación con la reforma constitucional. Estaremos atentos al fallo del Tribunal Constitucional, que sabemos que en muchos casos actúa como una tercera cámara política, pero lo que me interesa en este momento es dar respuesta a las familias en Chile.
Voto a favor de la idea general del Ejecutivo.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Latorre vota a favor.
En la Sala ha solicitado la palabra el Senador señor Alvarado.


El señor ALVARADO.- Gracias, señor Presidente.
En primer lugar, voy a votar a favor del proyecto del Ejecutivo que permite el segundo retiro del 10 por ciento.
Y en esta ocasión, al fundar mi voto, quiero rescatar los puntos de encuentro en este debate legislativo.
El resultado de esta votación no es fruto de la casualidad: el resultado de esta votación es fruto del diálogo del Ejecutivo con el Parlamento. ¿Y por qué digo esto? Porque fueron los propios parlamentarios de Chile Vamos los que pidieron un proyecto de ley, que hoy día vamos a votar favorablemente, para que las personas puedan retirar el segundo 10 por ciento.
En segundo lugar, contamos con el apoyo y el trabajo serio y responsable de las Comisiones unidas de Trabajo y Hacienda, y fruto de ese trabajo legislativo hoy en día estamos votando un proyecto, tal como se ha dicho, distinto al que ingresó. ¡Porque para eso es el debate legislativo!, para que en las diferentes fases, en las diferentes instancias podamos paso a paso ir colocándonos de acuerdo.
En consecuencia, creo que debemos valorar y rescatar la capacidad de conversación y la capacidad de diálogo.
En tercer término, este proyecto que establece un segundo retiro del 10 por ciento obviamente es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República. Todas aquellas materias de gasto público que dicen relación con tributación y previsión social están establecidas en la Constitución como de iniciativa exclusiva del Poder Ejecutivo. Y si se ha recurrido, con la reforma constitucional, al Tribunal Constitucional es precisamente para resguardar y garantizar el fiel y efectivo cumplimiento de la Constitución.
Dicho esto, quiero señalar que en Chile Vamos estamos todos votando a favor de este proyecto del Ejecutivo. Valoro y reconozco el apoyo de otros sectores políticos que comparten este objetivo final del segundo retiro del 10 por ciento.
Y, finalmente, ojalá que más que la pasión en la discusión política pongamos siempre la razón, y que nuestras diferencias las tratemos con respeto.
Hoy vi que las intervenciones en su gran mayoría fueron serias y fundadas, y todos buscaban un objetivo final: aprobar este proyecto. Pero también pude escuchar intervenciones prácticamente destempladas, descalificatorias, en que lo único que se busca es inferir dolor a la contraparte. Y eso no es propio y no está a la altura del Senado de la República.
Por lo tanto, señor Presidente, culmino reiterando el voto a favor de esta iniciativa del Presidente de la República que permite el segundo retiro del 10 por ciento.
He dicho.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidente.
Yo voté a favor del proyecto de reforma constitucional que venía con una tremenda votación de la Cámara de Diputados.
También en mi intervención de hace un rato di a conocer las contradicciones que encontraba en el Ejecutivo, ya que en su momento encontró que era inconstitucional un proyecto, y hoy día nos presenta un proyecto prácticamente semejante.
Asimismo, señalé que estaba en absoluto desacuerdo con la imposición de tributación en este retiro. No es verdad que la gente necesita el retiro de estos recursos para comprarse plasmas o vehículos nuevos. Por el contrario, las personas lo necesitan porque tienen angustia, porque han quebrado, porque verán disminuidos sus ingresos y necesitan seguir viviendo, ¡para eso necesitan esos recursos!
Por dichas consideraciones, yo le pediría al Presidente de la República que patrocine una indicación que permita que las personas de clase media, los profesionales, que no son la gente rica -como se dice-, no paguen los tributos por este retiro.
Sería de justicia que el Ejecutivo presentara en la Cámara de Diputados esa indicación, patrocinada por ellos, porque si es presentada por algún parlamentario la van a declarar inconstitucional.
Si quieren realmente apoyar a la clase media, a los profesionales, a la gente que no tiene sueldos millonarios -como acá se ha dicho-, permítanles retirar sus recursos sin la tributación que este proyecto de ley les está imponiendo.
Carlos Montes fue muy claro: este proyecto ya está aprobado; este proyecto cuenta con los votos, pero queremos indicarle al Presidente de la República que no es por unanimidad. No estamos todos de acuerdo en la forma que está llevando adelante su gobernanza. Esperamos que se rectifique y que de una vez por todas se tome en consideración lo que el Congreso también le está indicando.
Pensamos que la única forma en que podemos tener la paz social que nuestro país se merece es que trabajemos en conjunto, pero trabajar en conjunto no significa imponer una idea determinada, sino concordar lo mejor para nuestro país.
Yo me voy a abstener, Presidenta, porque espero de verdad un gesto del Ejecutivo, y que en el segundo trámite de este proyecto en la Cámara de Diputados se pueda mejorar esta tributación establecida para la gente de clase media y los profesionales, a fin de que queden exentos del pago de impuestos.
Me abstengo, Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Quinteros se abstiene.
La Senadora señora Muñoz ha solicitado la palabra en la Sala.


La señora MUÑOZ.- Gracias, señor Presidente.
En las Comisiones unidas de Trabajo y Hacienda voté en contra de este proyecto presentado por el Gobierno del Presidente Piñera, porque su propuesta incluía un cambio total del mecanismo de retiro del 10 por ciento que se había propuesto en el primer retiro y también en el proyecto de reforma constitucional que venía de la Cámara de Diputados.
Lo que hoy día votamos es otro proyecto, prácticamente, pues es fruto de su trámite en el Congreso y termina siendo una propuesta que viene justamente del debate parlamentario. En efecto, el trabajo que se realizó en las Comisiones logró asemejar muchísimo este proyecto al de reforma constitucional que propuso el segundo retiro del 10 por ciento.
Mantengo, señor Presidente, una diferencia sustantiva con algo que se propone en este proyecto, y por eso hemos presentado una indicación, que es inadmisible, por cierto. Pero estos ejercicios hay que hacerlos para abrir un debate político, dadas las restricciones constitucionales en que trabajamos.
Me refiero al tema del pago de impuestos.
Y cuando uno propone hacer esta conversación, surgen inmediatamente voces que dicen que la Izquierda siempre está promoviendo el no pago de tributos; que la responsabilidad radica en la Derecha, que es la que resguarda los equilibrios macroeconómicos y las arcas fiscales, y que sí hay que pagar impuestos.
En realidad, nadie en la Izquierda defiende el planteamiento irresponsable de no pagar impuestos.
Sin embargo, hay que contextualizar este debate, señor Presidente, porque todo el país está atento a lo que sucede en esta materia.
Hemos tenido ya varias discusiones sobre reformas tributarias y hemos identificado que los mismos que critican a la Oposición buscan, durante la tramitación de dichas reformas, debilitar mucho las normas antielusión, que permiten que hoy día el Grupo Penta, por ejemplo, reduzca sus utilidades pagando abogados. Entonces, ¿en qué quedamos?
O seguimos una doctrina rigurosa en torno al pago de impuestos, que yo reconozco y valoro, o nos vamos de excepción en excepción.
En mi opinión, señor Presidente, hay que distinguir situaciones diversas.
En primer lugar, no es cierto que no se paguen los impuestos. La mayor parte de quienes retirarán sus fondos los usará exclusivamente para consumo, para costear sus gastos cotidianos. Por tanto, esas personas van a pagar IVA.
Respecto de la renta, es efectivo que en condiciones normales deben pagarse los tributos que corresponden. Y en la Izquierda tenemos una postura muy clara al respecto.
Sin embargo, también es verdad que, en situaciones excepcionales -sin duda, lo es la pandemia que estamos viviendo-, se establecen reducciones temporales u otros beneficios para favorecer que se reinvierta. ¿No es ese el caso de la depreciación instantánea? ¿No es el caso de la rebaja a las pymes que hemos aprobado recientemente?
Soy partidaria, señor Presidente, de que todas y todos paguemos los impuestos que corresponden, pero también lo soy de que, cuando hay beneficios, estos sean extensivos.
No es entendible que las empresas puedan dinamizarse, reduciendo o postergando sus impuestos, y que se cuestione el que se distinga entre empresas grandes y pequeñas; pero, a la hora de hablar de trabajadores o trabajadoras, en el caso que estamos discutiendo hoy día, no haya distingo y se establezca que todos deban pagar el impuesto.
Creo que, para buena parte de los contribuyentes, esto puede ser un beneficio temporal para sortear la crisis y, además, para contribuir con su consumo a dinamizar la economía.
La posibilidad de tributar quedaría solo para quienes pertenecen a tramos muy altos y quieran beneficiarse del retiro del ahorro previsional.
Señor Presidente, hemos presentado una indicación en esta materia para abrir un debate. Es inadmisible, pero creo que el Gobierno debería acogerla.
En realidad, las Comisiones unidas mejoraron este proyecto; es otro distinto del que presentó el Gobierno inicialmente. Y yo lo voy a aprobar, porque creo que tenemos una responsabilidad ética con nuestro país, que lo está pasando muy mal.
Además, lo que ha sucedido con la reforma constitucional quizá la gente ni lo va a entender, porque es producto de una operación política muy fina, muy delicada del Gobierno.
Con este proyecto de ley, por un lado, ordena a sus parlamentarios (cuarenta y cuatro de ellos ya habían votado a favor en el primer trámite de la reforma constitucional en la Cámara de Diputados) y, por otro, busca contener el avance de la Oposición en materias en las cuales -según he escuchado a varios integrantes del Gobierno- estamos inundando las prerrogativas constitucionales del Presidente de la República, al abordar, a través de reformas constitucionales, temas relativos a gasto fiscal, a cuestiones tributarias, a previsión social.
Hay una actitud de contención, para que no abordemos necesidades urgentes que tiene el país mediante alguna actividad política legislativa, ante la inacción del Gobierno en estas materias.
Señor Presidente, creo que el país no va a entender esta finita operación en esas dos dimensiones. Pero sí va a entender hoy día que hemos sido capaces, pese a todas las dificultades, de entregarle la oportunidad de tener un segundo retiro del 10 por ciento, con el cual podrá enfrentar -rascándose con sus propias uñas, como se dice en buen chileno- la crisis económica que se está viviendo.
Voto a favor, señor Presidente.
He dicho.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Ha solicitado la palabra en la Sala el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Muchas gracias.
Trataré de ser bien escueto.
En la intervención anterior señalé que este es un proyecto un poco hipócrita en su origen, porque buscaba legalizar un proceso con un texto construido a sabiendas de que todo lo incorporado en él se iba a sacar. Pocas veces he visto una iniciativa que venga con tantas restricciones para dar un beneficio, cuya defensa duró -yo calculo- algo así como quince minutos.
El señor BIANCHI.- ¡El tejo pasado!
El señor LAGOS.- Ni siquiera eso, Senador Bianchi. ¡Tejo arreglado!
Los mismos Senadores y Senadoras del Oficialismo sabían que esas restricciones no iban a sobrevivir.
Es cosa de comparar la iniciativa que rechazó la Derecha hoy día con el proyecto que estamos discutiendo ahora, en su propuesta original.
Primero, este tenía un tope de retiro de 2.800.000 pesos y no de 4.300.000 pesos. Puesto en votación, eso se eliminó por unanimidad. ¡Nadie lo defendió!
Segundo, el proyecto que estamos discutiendo ahora tenía inicialmente una exigencia que ya no está, que duró quince minutos. ¿Cuál era? Que había que retirar primero fondos del APV o de la cuenta 2. ¡Para afuera!
Tercero, se establecía el criterio de que las rentas superiores a 2.800.000 pesos que hubieren cotizado el mes anterior no iban a tener derecho a retirar. Dentro de los mismos quince minutos, ¡se rechazó esta restricción!
Y, por último, se eliminó algo que causó mucho escozor, que era el llamado "autopréstamo": usted retira y después devuelve.
Todo eso se sacó del proyecto.
Entonces, ¿qué queda de diferencia con la iniciativa que se rechazó en la mañana?
El señor BIANCHI.- Y falta lo de los plazos.
El señor LAGOS.- ¡Los plazos! Tiene razón, Senador Bianchi.
El proyecto establecía un plazo de sesenta días hábiles para el primer pago y de quince días más para el segundo, me parece. O sea, se iba a estar pagando el retiro por ahí por febrero. ¡Eso también se eliminó!
Entonces, el texto final quedó bastante limpio.
En todo caso, la iniciativa tenía un elemento positivo, a mi juicio, aunque a algunos les pueda doler: estableció que las altas autoridades en Chile no iban a poder hacer uso de este retiro. Léase el Presidente de la República; los Ministros y Subsecretarios; ninguno de los Senadores que estamos sentados acá o participan telemáticamente; Diputados, Gobernadores, Intendentes. Ninguno de ellos iba a poder hacer uso de este beneficio. Y eso se mantuvo. ¡Bien!
Y ese es el proyecto.
¿Qué no aborda su articulado? Por eso pedí la palabra y por eso presentaron una indicación las Senadoras Muñoz y Provoste y el Senador Bianchi. No aborda el tema tributario; de hecho, no existe en el proyecto la palabra "impuesto" o alguna alusión al tema tributario.
En consecuencia, desde el punto de vista procesal legislativo -yo sé que esto es difícil de entender-, en esta materia no hay nada que rechazar, porque no existe una norma que votar en contra. Como se cayó el proyecto anterior, porque no lo apoyó la Derecha, y en esta iniciativa no se regula lo tributario, se aplica la regla general sobre impuesto a la renta. Entonces, habría que ver quiénes van a pagar impuesto. Al retirar plata de la AFP, se suma a los ingresos propios; según el monto, hay que ver en qué tramo queda cada uno.
Señor Presidente, le pido un minuto y medio más.
Entonces, desde ese punto de vista, no tengo nada que rechazar.
Por eso se presentó la indicación, que, como bien dijo la Presidenta del Senado, Senadora Muñoz, sabemos que es inadmisible. Pero hay que hacer la presentación y explicar por qué es necesaria.
Lo que se persigue no es castigar a alguien que gane 1 millón de pesos al mes, 12 millones de pesos al año, al cobrarle un impuesto de 40 mil pesos si retira 1 millón de sus fondos previsionales. Ese es el cálculo; está hecho. La indicación busca que eso no ocurra, como una excepción obviamente. No es para siempre.
Por tal razón, le pedimos al Gobierno hoy en la mañana, y se le ha reiterado nuevamente, que patrocine esto, al menos en la Cámara de Diputados. Le solicitamos que establezca que las rentas altas, las de 6 millones de pesos al mes, 5 millones de pesos al mes, paguen algo de impuesto o lo que corresponda.
Para no confundir a la opinión pública, hago presente que, cuando se hablaba de la progresividad de los tributos, se apuntaba a eso.
Que se entienda que nosotros no podemos rechazar lo relativo a impuestos, porque este proyecto no contiene normas al respecto.
Se presenta una indicación en esta materia y todos saben que es inadmisible. ¡Si eso no está en discusión! La idea es generar este debate.
Y que quede claro que el Ejecutivo tiene la atribución. Hablemos en castellano: el Ministro de Hacienda, el Presidente de la República pueden, si quieren, mandar un proyecto de ley o presentar una indicación a esta iniciativa, con el fin de establecer un impuesto para las altas rentas.
Les voy a dar un dato: si una persona gana 2 millones de pesos al mes, 24 millones al año, y retira 1 millón de pesos de sus fondos previsionales, pagaría 80 mil pesos en impuestos. Alguien me dirá que es poco. Puede ser, pero quiero que no se pague en rentas bajas, que se regule.
Con esto termino, señor Presidente.
Me dijeron que fui un poco irónico cuando señalé el otro día que me enternecía la preocupación por que paguen impuestos los más altos ingresos. Sí, tal vez no fue la forma más correcta de expresarlo, pero -y esto lo digo bien en serio, sin ninguna sorna ni ironía-, si nos preocupa que las rentas altas (sobre 5 millones, 6 millones de pesos) reciban un regalo -entre comillas- de un millón y medio, porque no van a pagar impuestos cuando retiren sus 4 millones 300, entonces que el Gobierno presente un proyecto de ley para gravarlos como corresponde y eximir a los bajos ingresos de esa obligación.
Segundo, avancemos en una reforma tributaria en serio, porque Chile -y este es el último dato que voy a dar- es uno de los pocos países del mundo, sino el único, donde en la torta de ingresos del Estado de Chile la mitad son tributos indirectos y la otra mitad, impuestos a la renta. En ninguna sociedad civilizada y más sofisticada en el mundo esa es la proporción. Los impuestos indirectos son un 20 por ciento, no la mitad.
Avancemos en esa materia. Espero que tengamos la posibilidad de hacerlo durante la discusión sobre las exenciones tributarias, señor Presidente, o en el debate acerca de las exenciones a la ganancia de capital, y todo eso que está dando vuelta.
Ningún problema en empatar ahí.
Gracias.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Gracias, Senador Lagos.
Señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señor Presidente.
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Terminada la votación.
--Se aprueba el proyecto en general y en particular, salvo aquellas normas respecto de las cuales se solicitó votación separada (35 votos a favor, 1 voto en contra y 5 abstenciones).
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón, Sabat, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Alvarado, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Moreira, Ossandón, Pizarro, Prohens, Pugh, Quintana, Sandoval y Soria.
Votó por la negativa el señor Araya.
Se abstuvieron la señora Allende y los señores De Urresti, Kast, Montes y Quinteros.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Queda aprobada la iniciativa en general y en particular, con excepción de las normas que están en la página 4 del boletín comparado, referido al artículo 5°, donde hay una solicitud de votación separada del inciso tercero.
Señor Secretario.


El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, Presidente.
En el artículo 5º, el Senador señor Bianchi solicitó la votación separada del inciso tercero, con sus numerales i y ii, que son del siguiente tenor:
"La entrega de los fondos acumulados y autorizados de retirar se efectuará de la siguiente manera:
"i) El 50 por ciento en un plazo máximo de quince días hábiles de presentada la solicitud ante la respectiva Administradora de Fondos de Pensiones a que pertenezca el afiliado.
"ii) El 50 por ciento restante en el plazo máximo de quince días hábiles a contar del desembolso anterior.".
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Tiene la palabra, Senador Bianchi, don Carlos.


El señor BIANCHI.- Gracias, estimado Presidente Letelier, don Juan Pablo.
Presentamos esta petición de votación separada con las Senadoras Yasna Provoste y Adriana Muñoz, con la intención de que se pudiera hacer un solo pago en quince días hábiles.
Pero, aun sabiendo que tenemos mayoría en este Senado, al parecer no está la disposición de todos para votar esta solicitud, en especial porque podría caerse la norma. Y en esta eventualidad, lo que ocurriría es que no habría un plazo específico. Ahí nos estaríamos rigiendo por el plazo de un año, que es el período completo para acceder al beneficio. Y eso sería absurdo.
Le quiero pedir disculpas al país porque lo que hicimos con las Senadoras Provoste y Muñoz fue suponiendo que nadie se podía oponer a que el pago fuera en un solo plazo.
Hay otras explicaciones que son razonables, que me hicieron ver algunos Senadores y el propio Ministro, como el hecho de que no hay circulante, no hay dinero para hacer que esto aplique, situación que llama poderosamente la atención.
¿Sabe qué, Presidente? Vamos a retirar esta indicación. Entendíamos que contábamos con mayoría para cambiar esto, pero en realidad eso no está garantizado.
Por lo tanto, el Gobierno, una vez más, logra otro triunfo, pagando en dos cuotas y no como estaba en la reforma anterior.
Gracias, Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Muchas gracias.
Queda retirada la petición de votación separada, por las consecuencias que podrían generarse. Si hubiera una mayoría al efecto -y podría haberla-, quedarían sin plazo las AFP para pagar.
Esa es la razón.
Por tanto, se entiende que el inciso tercero del artículo 5º se aprobaría con la misma votación anterior.
--Se aprueba el inciso tercero del artículo 5º, con la misma votación anterior.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Señor Ministro.


El señor BRIONES (Ministro de Hacienda).- Gracias, Presidente.
Por su intermedio, quiero agradecer al Senador Bianchi por el retiro de esta petición de votación separada. Efectivamente podría haber dejado al texto solo con aquella frase que sale en los primeros artículos de "se podrán solicitar" y sin plazos. En verdad, ello era contradictorio.
Le vuelvo a agradecer.
Asimismo, deseo señalarle, por su intermedio, al Senador Bianchi -él lo sabe y quizá usted como Mesa lo pueda aclarar- que no es efectivo lo que dijo en cuanto a que, de haberse aprobado la reforma constitucional, habría quedado lista para ser despachada, porque, hasta donde yo entiendo, quedaba otro trámite y una Comisión Mixta.
Cabe recordar que en la Comisión de Constitución se redujeron los plazos, pese a que el Presidente del Banco Central planteó que eso era inconveniente por distintas razones.
Quisiera agradecer, por su intermedio, Presidente, al Senador Galilea y a la Senadora Ebensperger por haberle hecho caso al Presidente del Banco Central.
Gracias.


El señor LETELIER (Presidente accidental).- Gracias, señor Ministro.
Ha llegado a la Mesa una indicación sobre materias tributarias, que está firmada por las Senadoras Provoste, Muñoz y el Senador Bianchi. Tal como dijo la Presidenta del Senado, esta indicación es inadmisible, pero se presenta con el objeto de que el Ejecutivo entienda que hay un tema pendiente. Lo que se está solicitando es eliminar el cobro respecto de los primeros tramos a las personas que pueden retirar los fondos, dado que el proyecto que estamos votando nada dice sobre impuestos y, por tanto, no podríamos votar en contra de eso, pues no está en el texto. Esta es una norma general y se necesitaría una presentación del Ejecutivo para abordar el tema de impuestos.
Señor Ministro, tiene la palabra.


El señor BRIONES (Ministro de Hacienda).- Señor Presidente, voy a extenderme sobre este tema, porque me permite revisar y refrendar varios puntos fundamentales y, además, hacerme cargo de la discusión y de los comentarios que aquí se han emitido.
En primer lugar, esta indicación, hasta donde yo entiendo, no solo dice relación con los temas tributarios, porque, por lo menos la que yo leo, expresa: "Los demás términos y condiciones de esta ley se sujetarán a lo establecido en la disposición trigésima novena transitoria de la Constitución Política de la República.".
Es decir, el proyecto de ley asimila a la modificación constitucional del primer retiro todo aquello que sea diferente. Eso incluye impuestos y otras restricciones en materia de plazos, que, como sabemos, son mayores. Y, en consecuencia, va más allá.
Por esto mismo, tal como la Mesa lo señala, creemos que la indicación es inadmisible, porque involucra tres cuestiones que son de facultad privativa del Ejecutivo en un régimen presidencial: los tributos, naturalmente; las materias de seguridad social, y, por supuesto, todo lo que compromete gasto público. Esas son tres facultades privativas, como se comprenderá.
Por lo mismo, Presidente -y perdone que me extienda-, quiero retomar, con el tiempo que sea necesario, los elementos centrales del proyecto de ley del Ejecutivo.
He escuchado atentamente los comentarios que se han hecho acá y quiero, en primer lugar, refrendar una vez más que esta iniciativa tiene por objeto reivindicar las facultades del Ejecutivo y busca hacerlo por la vía legal e institucional.
La modificación constitucional, que se rechazó en la primera votación, inunda tres facultades que, ya he dicho, son privativas del Ejecutivo en un régimen presidencial: gasto público; impuestos -porque digámoslo con claridad: la reforma constitucional crea una exención tributaria, un perdonazo tributario; lo digo una vez más-, y, por supuesto, materias de seguridad social. Y, como se comprenderá, esas son funciones privativas del Ejecutivo.
Porque al final -y este es el tema de fondo; lo hemos dicho como Ejecutivo una y otra vez-, acá no se trata únicamente del retiro del 10 por ciento, sino de lo que está detrás, del subyacente.
Entonces, la pregunta última acá es cuáles son los límites a los distintos Poderes del Estado. Por supuesto, deben tener límites, y, ciertamente, como su nombre lo indica, deben tener poder.
Pero la pregunta última es si ese poder tiene que estar desbalanceado. En el extremo, si uno juntara los tres Poderes del Estado en un poder supremo, todos estaremos de acuerdo en que acumularía un poder que es extremadamente peligroso para la democracia.
Y ese es el tema último, Presidente. Cada Poder del Estado debe tener poderes, naturalmente; pero lo que estamos discutiendo acá son los bordes, los límites de esos poderes y cuándo inundan las facultades de los otros Poderes. Al menos esa es la postura que nosotros hemos planteado.
Porque, al final del día, aquí hablamos de lo más inherente, de lo más consustancial a la democracia, que son los pesos y los contrapesos que mantienen una democracia sana, una democracia robusta.
Eso es lo que creemos que está en juego. Porque el proyecto de reforma constitucional lo que hace es redactar una Constitución paralela, que por la vía de un atajo, de reformas o modificaciones transitorias a la Constitución, no conversa armónicamente con el cuerpo permanente.
Y eso, dicho sea de paso, me permite responder a quienes se preguntan cómo una reforma constitucional puede ser inconstitucional. Pues bien, esa es una de las razones potentes.
Hay buenos argumentos -y nosotros estamos convencidos de aquello- en el sentido de que esto es inconstitucional y, además, afecta el necesario equilibrio entre Poderes, los pesos y contrapesos que debe tener una democracia sana y robusta.
Por otro lado, de más está decir que desde el momento en que el 25 de octubre la ciudadanía habló -y habló claro- en favor de una nueva Constitución, redactada por representantes especialmente electos a tales efectos, crear una Constitución paralela en estos términos resultaría contradictorio con ese mandato. Creo que también es importante tener esto a la vista.
Presidente, quiero referirme brevemente al tema de los impuestos a propósito de esta indicación, y por eso dije que iba a hacer un preámbulo más largo.
He escuchado atentamente, y agradezco a los Senadores Letelier y Lagos que pongan arriba de la mesa las cifras correctas. Porque la verdad es que sobre esta materia puede haber mucha desinformación, y a veces malintencionada -no en esta Sala, pero sí la he oído-, que busca afectar la realidad de los datos.
La primera pregunta es por qué hay que pagar impuestos si se retiran los dineros en los saldos previsionales. Y muchos acá instalan que se crea una letra chica, cuando en realidad la verdadera letra chica es establecer una exención tributaria.
Como se ha dicho acá -y yo lo agradezco-, en el proyecto de ley del Ejecutivo no aparece la palabra "impuestos". ¿Por qué? Porque aplica el régimen general, Presidente.
Como todos sabemos -y voy a dar un ejemplo para que quienes nos siguen telemáticamente lo tengan perfectamente claro-, cuando usted analiza una liquidación de sueldo donde el sueldo es 100 y a usted le descuentan 10 para previsión y seguridad social, le van a quedar 90. Pues bien, sobre esos 90 se paga impuesto si corresponde. Esos 10 nunca tributaron. En consecuencia, si usted después retira esos 10 equivale a que nunca hubiera aportado esos 10 y se hubiese quedado con los 100, pero con 10 de esos 100 que nunca pagaron impuestos. Y es por eso que es justo, sobre la base de nuestro ordenamiento jurídico, que a quienes les corresponda pagar, paguen.
Espero que esa explicación permita entender por qué es de esta manera.
Por otro lado, también se han sembrado voces -no en esta Sala, pero las he escuchado por otros medios- en el sentido de que con este proyecto se va a poner un superimpuesto o un impuesto muy alto a las personas de clase media.
Quiero poner los números arriba de la mesa, en línea con lo que han expresado los Senadores.
En primer lugar, Presidente, que todos sepan que en nuestro país ocho de cada diez chilenos y chilenas no pagan impuestos a la renta: están exentos, la tasa es cero. Toda persona que obtenga un sueldo mensual menor a aproximadamente 700 mil pesos paga cero impuestos. Como ya sabemos, a partir de ahí se empiezan a aplicar los impuestos, pero de una manera progresiva, es decir, la tasa aumenta conforme crece el ingreso. Eso significa la progresividad.
Y sin entrar al detalle, quiero dar un ejemplo para bajar a la cancha qué significa todo esto.
Una persona que gana un millón de pesos mensuales, como se dijo acá, paga un impuesto mensual, para llevarlo realmente a terreno, de 12 mil pesos. Eso es lo que paga una persona que gana un millón de pesos al mes: 12 mil pesos mensuales en impuestos.
Pues bien, ¿qué pasa con esa persona si obra un retiro de un millón de pesos?, que es el ejemplo que daban los Senadores. Por ese millón de pesos esa persona va a pagar 3.300 pesos más al mes durante doce meses, es decir, el equivalente a 40 mil pesos anuales.
Siguiendo con el mismo ejemplo, ¿cuál es la tasa de impuestos de esa persona que gana un millón de pesos y que paga 12 mil pesos mensuales en impuestos? El cálculo es trivial: un 1,2 por ciento. ¡Un 1,2 por ciento! Yo pregunto honestamente si ese es un impuesto elevadísimo, como algunos dicen, expropiatorio, confiscatorio. ¡No, no, no! Es un tributo pequeño, porque esa renta, por cierto, es muy distinta a una de varios millones.
Pero déjeme darle un segundo ejemplo, Presidente.
Una persona que gana un millón y medio de pesos, con todo, está en el percentil 90 de los mayores ingresos del país. Algunos podrán decir: "¡Pero cómo! Si un millón y medio de pesos no es tanto". Pues bien, esa persona pertenece al 10 por ciento de mayores ingresos.
Esos son los datos, Presidente.
Y esa persona que gana un millón y medio de pesos mensuales paga en impuestos el equivalente a 32 mil pesos al mes o un 2 por ciento de su sueldo.
Nuevamente la pregunta es: ¿es este un impuesto expropiatorio, que valga la pena eliminar, como se plantea acá? ¡No, no, no! ¿Y cuánto va a pagar esa persona si retira un millón de pesos? Bueno, los mismos 3.300 pesos mensuales o, si usted prefiere, 40 mil pesos al año.
Sigo con los ejemplos, Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Señor Ministro, con todo respeto...
El señor BRIONES (Ministro de Hacienda).- Perdón, Presidente, estoy terminando.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Estábamos debatiendo una indicación.
El señor BRIONES (Ministro de Hacienda).- Perdón, Presidente.
Pero permítame un minuto más para terminar, porque el punto es importante.
El señor DE URRESTI.- Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Si me permite, Senador De Urresti.
Ministro, por deferencia, estamos debatiendo una indicación; y yo creo que ese es el punto.
El señor BRIONES (Ministro de Hacienda).- Está bien, Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Entonces, le pido respeto en esta materia con la Corporación.
El señor BRIONES (Ministro de Hacienda).- Presidente, le pido treinta segundos más para terminar, y tomo su punto.
Solo para terminar, y le agradezco el tiempo adicional, creo que el punto no está ahí, como lo he demostrado. Las personas que obtienen rentas de un millón, de un millón y medio, dos millones de pesos van a pagar con su retiro una cantidad en impuestos que no es la que se dice acá. Son montos pequeños, porque las tasas que se aplican para ellos son pequeñas.
Es el punto que quería hacer.
El tema de fondo es lo que pasa con las rentas más altas. Por ejemplo, si usted exime del impuesto a alguien que gana 6 millones de pesos, que está dentro del 1 por ciento de mayores ingresos, deja de pagar un millón y medio de pesos, y otro millón y medio por tomar un APV.
Muchas gracias, Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Señor Ministro, la petición que se había hecho era que el Ejecutivo acogiera que el tramo de ingresos bajos no pagara impuestos. Esa es la razón por la que se le otorgó la palabra, a petición de lo que decía la Presidenta de la Corporación, para que lo pudieran considerar.
Han pedido la palabra los Senadores Girardi y Elizalde y la Senadora Provoste, en ese orden.
Senador Girardi, tiene la palabra.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, yo he estado haciendo una crítica a la inconsistencia, a la incoherencia y al aprovechamiento; a vestirse con ropajes ajenos; a enviar proyectos respecto de los cuales no se tiene ninguna convicción, solo por el interés populista de aprovecharse de la situación que se encuentran viviendo los chilenos, para quitarles a otros el protagonismo. Es como el perro del hortelano: buscar la pasada en función de los sufrimientos que están viviendo los chilenos y las chilenas.
Sucede lo mismo respecto al tema tributario. Yo pido un poco de seriedad en el debate. Porque parece que hoy día el tema de los impuestos resulta fundamental, pero nuevamente es una maniobra, pues si hay algo en lo que este Gobierno no cree es en el aumento de los impuestos. De hecho, gracias al Oficialismo, a la Derecha, Chile tiene una de las cargas tributarias más bajas desde el punto de vista de la capacidad para resolver los problemas de la ciudadanía.
Antes de la pandemia, Chile tenía una carga tributaria solo de 20 puntos del producto. ¡Más del 50 por ciento de esa carga tributaria la pagan los más pobres, a través del IVA! ¡La más regresiva, la más privativa de todas las ecuaciones tributarias!
¡Nunca se ha querido tocar a los intocables, a las grandes riquezas! ¡Nunca se ha querido tocar el impuesto a la ganancia! ¡Ninguno de los impuestos que de verdad debiera tener Chile se está utilizando! ¡No se quieren gravar los intereses económicos! ¡No se quiere gravar más el tabaco, el alcohol, los productos de comida chatarra! ¡Aquí existen intocables!
Entonces, ¡por favor!, un poco de coherencia. Porque se quiere plantear al Ejecutivo como uno de los grandes adalides del impuesto, cuando, en realidad, su visión, su ideología ¡pretende que ojalá no se pagaran impuestos! ¡Ese es su mundo ideal: que no se paguen impuestos y que los impuestos sean los más bajos, y si alguien debe pagar impuestos, que lo paguen los más pobres!
Entonces, ¡hasta cuándo podemos tener ese gigantesco doble discurso, esa gigantesca incoherencia!
¡Es lo mismo! Se oponían al retiro del 10 por ciento. ¡Hubo campañas del terror! Decían que sería un desastre, que significaría la destrucción del país. Y hoy día, solo para impedir que otros lo hagan, impedir que otros -entre comillas- obtengan una ganancia electoral, para tenerla ellos, son capaces de darse un triple salto mortal y hacer justamente aquello que decían que no se debiera hacer nunca.
Entonces, le pido un poco de coherencia al Ejecutivo. Y si quiere presentar una reforma tributaria para el siglo XXI y ayudar a generar incentivos para el desarrollo, para la ciencia, para áreas que son fundamentales, evidentemente vamos a concurrir con todo nuestro apoyo. Pero dejen de hacer pirotecnia; dejen de hacer campañas politiqueras con políticas en las que no creen, no sustentan y nunca llevan adelante.
He dicho, Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Gracias.
Les quiero recordar que se encuentra en discusión la indicación que se ha planteado como inadmisible.
Sobre la admisibilidad de la indicación, respecto de lo cual hasta ahora nadie se ha pronunciado, les daré la palabra al Senador Elizalde y a la Senadora Provoste.
Tiene la palabra, Senador Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, yo entiendo que se ha calificado como inadmisible la indicación. Entonces, si se retiró la indicación del Senador Bianchi y se declaró inadmisible esta otra, debería cerrarse el debate y la tramitación del proyecto. Eso es lo primero.
¿Por qué digo esto? Porque tenemos pendiente otra iniciativa en tabla. Y quisiera que usted sometiera a consideración de la Sala que la aprobáramos por unanimidad o que se sometiera a votación sin discusión. Me refiero al proyecto sobre servicios básicos.
La ley original estaba vigente hasta el 8 de noviembre; ya estamos con el plazo vencido. La iniciativa fue aprobada en forma unánime en la Comisión de Economía del Senado. Adicionalmente, producto del veto presidencial -yo no lo compartí en su momento y lo voté en contra-, los temas que eran controversiales con el Gobierno no forman parte de esta propuesta legislativa.
En una sesión pasada, como Presidente de la Comisión, informé respecto del proyecto Entonces, quisiera pedir formalmente, para que se despachara en la sesión de hoy, que usted recabara la unanimidad...
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Está bien, pero...
El señor ELIZALDE.- Termino altiro.
El señor LETELIER (Presidente accidental).-... estamos terminando el debate del proyecto, producto de la diferencia sobre la admisibilidad de una indicación.
Por ello, le pediría que nos pudiéramos concentrar en eso.
El señor ELIZALDE.- Sí, pero ¿sabe lo que ocurre, Presidente? Que yo entiendo que la Mesa ya la calificó como inadmisible.
Entonces, ¿por qué no vamos resolviendo las materias que se encuentran pendientes?
Si el tema de la admisibilidad es importante, solo quiero señalar dos cosas de manera muy sucinta, a propósito de lo que dijo el Ministro.
Los límites entre los Poderes del Estado los fija la Constitución. Pero cuando hay un Gobierno que no hace la pega, es deber del Congreso Nacional utilizar las herramientas que le otorga la propia Carta Fundamental para proteger a los chilenos. Por eso se presentó la reforma constitucional del primer retiro del 10 por ciento.
Y respecto de los impuestos, yo soy un convencido de que efectivamente se deben pagar impuestos. Pero lo que genera indignación es el doble estándar. Porque se habla de los tramos bajos; sin embargo...
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Terminó su tiempo, Senador.
Senadora Provoste, tiene la palabra sobre la admisibilidad.


La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, esta indicación que hemos presentado junto con la Senadora Adriana Muñoz y el Senador Carlos Bianchi busca avanzar en justicia, a pesar de lo que muchos puedan argumentar.
Estos fondos no son producto de un negocio, ni son rentabilidad producto de una inversión financiera o de una especulación. Corresponden al capital que obligatoriamente se les señala a las personas que deben entregar a las administradoras de fondos de pensiones.
Por lo tanto, tal como usted lo dijo, Presidente, sería importante que el Ejecutivo hubiese dado alguna señal en dirección a corregir una situación que es injusta. Porque, como plantea el Senador Elizalde, llama la atención el doble estándar de este Gobierno y, particularmente, del Ministro de Hacienda, pues entiendo que bajo su repartición se encuentra el Servicio de Impuestos Internos.
El Servicio de Impuestos Internos hace pocos días aceptó la devolución de un crédito fiscal para una empresa minera, avalado en exportaciones que nunca realizó, por una revocación del estudio de impacto ambiental, y le permitió a esa empresa burlar la legislación de nuestro país, llevándose millones de dólares que nos pertenecen a todos los chilenos. ¡Y hoy día la atención la ponen en los bajos ingresos de personas, señalando que este es un regalo -como alguien dijo anteriormente- que les van a dar!
¡No, señores! ¡Acá el regalo se lo están haciendo a las grandes empresas! ¡El regalo se lo hicieron a Penta! ¡El regalo se lo hicieron a Ponce Lerou! ¡El regalo se lo hicieron a Johnson! ¡El regalo se lo hicieron a Pascua Lama!
Entonces, creo que hay que tener una conducta clara...
El señor LETELIER (Presidente accidental).- No sé si terminó, señora Senadora.
La señora PROVOSTE.- Presidente, yo creo que es bueno que el Ejecutivo tenga disposición a mirar en el trámite que queda el dejar las remuneraciones más bajas exentas de cualquier tipo de impuestos.
Insisto en que estos no son recursos de utilidades de negocios, de especulaciones, de inversiones, sino el capital de los propios trabajadores que retiran frente a la nula respuesta del Ejecutivo para apoyar a las familias en una situación de crisis como la que estamos viviendo.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Gracias, Senadora Yasna Provoste.
Se declara inadmisible el proyecto...
La señora PROVOSTE.- ¡La indicación!
El señor BIANCHI.- ¡La indicación, Presidente!
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Exactamente, la indicación. Por favor, excúsenme.
--Se declara inadmisible la indicación, y el proyecto queda aprobado en particular y despachado en este trámite.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Entonces, la indicación se declara inadmisible, y el proyecto queda despachado.
Por favor, disculpen el error. Pero algunos estuvimos hasta las cuatro de la mañana trabajando.
Por haberse cumplido su objetivo,...
El señor ELIZALDE.- ¡Presidente!
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador Elizalde.
El señor ELIZALDE.- Presidente, hice una solicitud, y quiero que la someta a consideración de la Sala: recabar la unanimidad para aprobar el proyecto que dispone medidas en favor de los usuarios de servicios básicos; o, en caso contrario, que se vote sin discusión.
Está en el tercer punto de la tabla.
La gente lo está pasando mal.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- ¿Está en tabla?
El señor ELIZALDE.- Sí.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- ¿Habría acuerdo para ello?
La señora PROVOSTE.- Sí.
El señor LAGOS.- Sí, Presidente.
El señor CHAHUÁN.- Sí, Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Acordado.