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NUEVO BONO DE CARGO FISCAL Y MECANISMOS DE RECUPERACIÓN DE AHORROS PREVISIONALES


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, obviamente, voy a votar a favor de esta iniciativa. Pero quisiera hacer un punto que me parece fundamental, que tiene que ver con el hecho lamentable de que se terminen improvisando políticas públicas para enfrentar una situación tan compleja como la que están viviendo las familias chilenas.
Lamento que el Presidente de la República, ante problemas existentes en su coalición, falta de orden en sus bancadas, en su momento haya anunciado un tercer retiro alternativo al aprobado por el Congreso Nacional, cuando insistió en el requerimiento ante el Tribunal Constitucional, y planteado este aporte de 200 mil pesos con iniciativas que decían relación con un debate que debía darse en su mérito y con mayor profundidad respecto del sistema previsional chileno, particularmente en la naturaleza de los aportes a las pensiones, la forma en que se administra, cuestión que por lo demás está siendo discutida en este Senado en el proyecto de reforma previsional.
Por tanto, creo que aquí ha habido una improvisación extrema con el objeto lisa y llanamente de resolver problemas internos de la coalición de Gobierno, o problemas políticos de otra naturaleza, sin que el centro de las propuestas gubernamentales estén radicadas en la importancia de otorgar un marco de protección adecuado para quienes lo necesitan en el contexto de la pandemia.
El proyecto que se presentó a tramitación en la Cámara de Diputados, sobre el cual hoy nos pronunciamos, presenta el mismo problema: como de contrabando se pretende abordar otros temas, pasando "gato por liebre", por decirlo en buen chileno, sin que se dé el debate en su mérito sobre -insisto- la naturaleza del sistema previsional y de las importantes reformas que es necesario implementar para garantizar pensiones dignas como merecen los adultos mayores en nuestro país.
Lamento esto, porque creo que las políticas públicas serias no se construyen de esa forma.
Hemos escuchado una crítica muy profunda a la labor del Congreso Nacional a propósito de la aprobación de los tres proyectos sobre retiro de fondos previsionales. Conste que el Parlamento ha tenido que aprobar esos retiros como resultado de la insuficiencia de otras iniciativas para proteger a las personas que debieran ser promovidas obviamente por el Gobierno y, particularmente, por el Presidente de la República, más aún cuando es el Poder Ejecutivo el que controla la billetera fiscal, y, por tanto, conforme a nuestra Constitución, es quien puede decidir qué gastos compromete el Estado de Chile, sobre todo en este contexto tan difícil.
Por eso me parece lamentable que a raíz de este debate se haya pretendido aquello por parte del Ejecutivo en los dos proyectos, en el de tercer retiro alternativo, que finalmente se retiró cuando fue declarado inadmisible el requerimiento en el Tribunal Constitucional, y en esta nueva iniciativa, en que, además del aporte de 200 mil pesos que ciertamente requieren los afiliados, los trabajadores y las trabajadoras, se pretende resolver por vía indirecta un tema en el cual no ha habido acuerdo en este Congreso, porque se relaciona con la legítima concepción que existe acerca del sistema de pensiones en Chile.
Yo soy un convencido de que lo que tenemos en Chile es un mecanismo de ahorro obligatorio, pero no un sistema de seguridad social.
La mayoría de los países que imitaron el mal ejemplo de Chile vienen de vuelta y han retrotraído reformas importantes, porque ha quedado demostrado de manera clara y nítida que este no es un sistema que garantice algo básico: tasas de reemplazo dignas para que los adultos mayores puedan efectivamente tener el descanso que merecen tras décadas de esfuerzo como trabajadores y trabajadoras.
Eso es lo que está pendiente en Chile, y ese debate no se puede realizar en dos o tres días con un proyecto que tiene una urgencia para su tramitación rápida, toda vez que estamos enfrentando una emergencia.
Por ello creo que el Presidente de la República comete un error cuando pretende confundir ambos debates, cuando pretende asociar la emergencia con un tema de mirada de largo plazo, aun cuando también se requiera celeridad para avanzar en esa reforma.
Porque -reitero- todas las iniciativas tendientes a comprometer la forma de administración de nuevos aportes al sistema previsional deben ser abordadas en una discusión serena, profunda, responsable sobre la manera en que resolvemos los problemas estructurales del sistema de AFP, el cual a todas luces ha resultado claramente fracasado.
Por todo lo anterior, voy a votar a favor de esta iniciativa, con las enmiendas introducidas por la Cámara de Diputados; pero me parece que aquí se requiere un debate de altura, con una lógica distinta, que no mezcle los temas y que no meta de contrabando propuestas en las que no existe consenso dentro de nuestro sistema político, ni siquiera en la sociedad chilena, más aún cuando hoy lo que demanda mayoritariamente la ciudadanía es un reemplazo del mecanismo de AFP para realmente tener un sistema de seguridad social.
Y para aquellos que dicen que no tenemos propuestas, debo señalar que hemos formulado como bancada una proposición concreta con un sistema mixto que incentive la cotización previsional, pero que al mismo tiempo incorpore elementos de solidaridad que permitan mejorar las pensiones hoy y no en varias décadas más, como ocurriría en el caso de mantener la lógica del sistema de AFP.
Voto a favor, señor Presidente.