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CUENTA PÚBLICA DE DIRECTORIO DE TELEVISIÓN NACIONAL DE CHILE


El señor ELIZALDE.- Gracias, Presidenta.
En una sesión especial anterior del Senado, donde se recibió un informe del Directorio y se analizó el tema de Televisión Nacional, yo hice uso de la palabra, en nombre de la bancada del Partido Socialista, para referirme a la necesidad de reabrir un debate sobre qué entendemos por televisión pública y, sobre todo, el modelo de desarrollo de un proyecto institucional de esta naturaleza y su forma de financiamiento.
En aquel tiempo los números eran rojos por parte de la empresa. En este sentido, creo que es un avance que, por lo menos, se presente una situación financiera mejor. Pero, con la misma fuerza, hay que señalar que eso no significa que deba postergarse un debate en esta materia.
Se debe analizar el marco regulatorio, la manera de implementar efectivamente la señal cultural -y se estableció un distingo cuando se realizó el debate acerca de la forma de financiamiento-, y discutir si la televisión pública debe participar en la torta publicitaria como cualquier otro canal o debe contar con una forma distinta de financiamiento.
No quiero ahondar en esos temas porque ya los he planteado, pero sí quiero hacer referencia a la importancia de que Televisión Nacional de Chile sea el canal de todas y todos los chilenos.
En ese sentido, nosotros -y voy a cometer una infidencia- tuvimos un debate en la bancada antes de esa sesión, oportunidad en la que algunos Senadores plantearon que querían expresar que, en los programas no estrictamente políticos, sino en los demás, no había ecuanimidad en los rostros que se invitaban a efectos de dar a conocer los distintos puntos de vista que existen en una sociedad diversa como la nuestra.
Tomamos la decisión de poner énfasis en el debate respecto del modelo de Televisión Nacional y no en este reclamo, que es bastante transversal en el Senado. Pues bien, mientras yo hacía uso de la palabra en aquella ocasión, estaba el Alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, en el matinal explicando la forma en que se iba a pagar el primer retiro del 10 por ciento. La verdad es que a todos nos llamó la atención que no se invitara a ese programa a un parlamentario que hubiera promovido esa iniciativa o a algún experto o experta, para explicar cómo se iba a implementar el primer retiro. La decisión del matinal fue invitar a un alcalde que es candidato.
¿Por qué planteo esto? Porque creo que es muy importante que la ecuanimidad, a la cual ha hecho referencia la Presidenta del Directorio, se exprese no solo en los programas de contenido estrictamente político, sino también en toda la parrilla programática de Televisión Nacional de Chile, porque eso contribuye, sin duda, al cumplimiento de su rol.
Es fundamental que la diversidad del país se exprese en el canal público. La razón primordial, entre muchas otras, por la cual tiene sentido la existencia de instituciones públicas en distintas áreas es básicamente porque lo público debe ser la garantía de que la diversidad de una sociedad se exprese, lo que va más allá de la suma de los privados.
En educación superior, sin ir más lejos, una universidad privada puede tener una orientación, legítima, y la diversidad se expresa en la existencia de distintas instituciones de carácter privado. Pero esa suma no es suficiente, porque siempre hay voces que no se escuchan o que no se pueden expresar, por ejemplo, en el debate académico.
De la misma forma, en el ámbito de la televisión chilena, TVN tiene que cumplir un rol fundamental.
Se ha hecho referencia aquí a la ecuanimidad en los programas políticos; pero yo quisiera hacer el punto respecto de los programas que no son estrictamente políticos y que abordan temáticas de contingencia. Por eso mencioné el ejemplo del matinal. Esto es parte de un debate que, incluso, va más allá de la lógica de Gobierno-Oposición, que tiene que ver con cómo se perfecciona el modelo de nuestra televisión pública y cómo se garantiza lo que es la misión y la visión que ha definido la propia institución.
Me parece que eso es parte del resguardo que debe tomar el Directorio: hacer el mayor esfuerzo para que la parrilla programática exprese la diversidad de Chile.
¿Por qué digo esto? Porque, terminada mi intervención en aquella sesión anterior, los colegas de mi bancada que habían planteado que teníamos que hacer un reclamo en esta materia, me hicieron el punto: mientras la bancada del Partido Socialista hablaba del modelo de televisión para el futuro en una discusión de política pública muy importante, el punto al que se había hecho referencia en el Comité, y que no se había expresado en la sesión, se manifestaba -insisto- en el ejemplo concreto de la invitación que hizo el matinal a un alcalde candidato para explicar la implementación de una medida que había adoptado el Congreso Nacional para enfrentar la crisis, que era el retiro del 10 por ciento, pese a existir varios otros voceros que podrían haber explicado esa iniciativa incluso de mejor forma.
No hay que ser ingenuos. Es evidente que había una intencionalidad en la decisión editorial que se tomó en ese momento. Y así podríamos citar una serie de otros ejemplos.
Para ir concluyendo, aprovechando la presencia de los integrantes del Directorio, quiero resaltar la importancia de ellos en resguardar la ecuanimidad de Televisión Nacional de Chile -insisto- en toda su parilla programática. Reitero que esto no tiene que ver con una lógica estrictamente partidaria o de Gobierno-Oposición, porque el día de mañana podría ocurrir algo en un sentido contrario con un gobierno de otra orientación, y eso, sin duda, atenta contra el pluralismo que debe existir en la democracia chilena.
Termino diciendo lo siguiente: Televisión Nacional de Chile es un actor fundamental para garantizar el pluralismo y la democracia en nuestro país; por tanto, debe actuar con un resguardo y un nivel de exigencia ostensiblemente superior al de otras estaciones televisivas, por cuanto cumple un rol esencial para nuestra democracia.
He dicho, señora Presidenta.