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NORMAS CONTRA RESISTENCIA A ANTIMICROBIANOS


La señora PROVOSTE (Presidenta).- Corresponde discutir en general el proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señor Girardi, señora Goic, señores Chahuán y Quinteros, en primer trámite constitucional, que establece normas contra la resistencia a los antimicrobianos, con informe de la Comisión de Salud.
--A la tramitación legislativa de este proyecto (boletín 12.674-06) se puede acceder a través del vínculo ubicado en la parte superior de su título.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- En primer lugar, le ofreceré la palabra al señor Secretario y posteriormente al Presidente de la Comisión de Salud, Senador Rabindranath Quinteros.
Luego, si el señor Ministro de Salud, quien se encuentra con nosotros, desea intervenir, puede informarnos por el chat.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señora Presidenta.
El principal objetivo de esta iniciativa es reconocer el riesgo que genera en la salud de la población el desarrollo de resistencia antimicrobiana, tomar las medidas necesarias para evitar los riesgos asociados a dichos fenómeno y regular la cadena de transmisión de agentes multirresistentes. Para conseguirlo se contemplan obligaciones de prevención, información y cuidado en el manejo de antimicrobianos, destinadas a inducir el uso racional y apropiado de los medicamentos por los diversos operadores.
La Comisión de Salud deja constancia de que esta iniciativa de ley no contiene normas que requieran un quorum especial de aprobación ni afecta la organización de atribución de los tribunales.
La referida instancia discutió este proyecto solamente en general, y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores señoras Goic y Von Baer y señores Chahuán, Girardi y Quinteros.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 32 a 36 del primer informe de la Comisión, en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición, y también está disponible en la plataforma de la sesión telemática y ha sido remitido al correo de todas las señoras y señores Senadores.
Es todo, señora Presidenta.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias, señor Secretario.
En discusión general el proyecto.
Le ofrezco la palabra al Presidente de la Comisión de Salud, Senador Rabindranath Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidenta.
Tal como se ha dicho, este proyecto nace de una moción iniciada por los Senadores señor Girardi, señora Goic y señores Chahuán y Quinteros.
El objetivo de la moción es reconocer el riesgo que genera en la salud de la población el desarrollo de resistencia antimicrobiana, tomar las medidas necesarias para evitar los riesgos asociados a dicho fenómeno y regular la cadena de transmisión de agentes multirresistentes. Para conseguirlo se contemplan obligaciones de prevención, de información y cuidado en el manejo de los antimicrobianos, destinadas a inducir el uso racional y apropiado de los medicamentos por los diversos operadores.
Una pequeña reseña, Presidenta.
La resistencia antimicrobiana consiste en la evolución que experimentan las bacterias, los virus, hongos o parásitos, desarrollando mecanismos que les permiten sobrevivir a la acción de los distintos tipos de antimicrobianos existentes y haciéndose resistentes o incluso inmunes a esta clase de medicamentos.
Si bien la resistencia antimicrobiana es una propiedad intrínseca de estos organismos, esta se desarrolla muy lentamente, en forma natural. No obstante, puede ser precipitada y exacerbada por factores externos.
El fenómeno representa un desafío para la medicina moderna, ya que la causa principal de esa aceleración es el uso abusivo de medicinas tanto en humanos como en animales.
Esta situación se da en todo el mundo y genera un riesgo clínico insospechado tanto a nivel individual y poblacional como epidemiológico y microbiológico, si no se controla a tiempo.
La progresiva aparición de bacterias resistentes a los antibióticos es alarmante. Las también llamadas "superbacterias" o "bacterias multirresistentes" han dejado de responder a los tratamientos antibióticos habituales, requiriéndose antibióticos de última generación de muy alto costo y no siempre con resultados favorables en su aplicación.
Las consecuencias sanitarias y/o económicas son muy difíciles de cuantificar, dado que sus efectos abarcan una gama muy amplia de sectores.
En primer lugar, este fenómeno produce una mayor mortalidad humana y animal, por ende, mayores costos sanitarios; estadías hospitalarias prolongadas; tratamientos caros; mayor gasto en prevención, información, comunicación y difusión del riesgo que generen aquellos microrganismos.
En términos económicos se proyecta que este problema conllevará pérdidas del 2 al 3,5 por ciento del producto interno bruto mundial, equivalente a más de 100 billones de dólares.
Por lo anterior, urge cambiar la forma en que se prescriben los antibióticos y el uso que se les da.
El proyecto de ley que propone esta moción establece el compromiso estatal de reconocer como un peligro para la salud de la población el desarrollo de resistencia antimicrobiana; define la necesidad de que el Estado tome oportunamente las medidas para evitar los riesgos asociados a dicho fenómeno, y regula la cadena de transmisión de agentes multirresistentes.
Conforme a lo anterior, el proyecto de ley está diseñado sobre la base de una serie de obligaciones de prevención, información y cuidado en el manejo de los antimicrobianos, destinadas a inducir el uso racional y apropiado de los medicamentos por los diversos operadores que la norma señala.
Para ello se institucionaliza el concepto de "resistencia a los microbianos" y la forma en que se puede manifestar, por una parte como acción directa sobre la población por el uso indebido y desproporcionado de medicamentos y, por otra, de manera indirecta por intermedio de la carga microbiana que se transmite desde los animales.
El proyecto fue aprobado en general por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadoras señoras Goic y Von Baer, y Senadores Chahuán, Girardi y Quinteros.
Es todo el informe que puedo entregar, Presidenta.
Espero que el proyecto se apruebe por unanimidad.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchísimas gracias, Senador Quinteros.
Agradezco también su recomendación a la Sala.
Le ofrezco la palabra al señor Ministro de Salud, por si desea hacer uso de ella.


El señor PARIS (Ministro de Salud).- Muchas gracias, Presidenta.
Por su intermedio, saludo a las señoras y a los señores Senadores que están presentes en la Sala y también a los que se hallan participando telemáticamente.
En realidad este proyecto es muy importante. Por eso recalco las palabras del Senador Rabindranath Quinteros, y apoyo obviamente a todas las Senadoras y los Senadores que participaron en su elaboración.
Creo que el uso racional de medicamentos es un concepto que debemos tener bien claro. Y los estudiantes del área de la salud, no solamente los de la salud humana sino también los del ámbito veterinario, deben tenerlo muy incorporado en su formación.
Como ha dicho el Senador Quinteros, el uso irracional, en este caso el mal uso de los antibióticos, ¿a qué conduce? A resistencia bacteriana y también a resistencia de hongos, virus y parásitos. En el caso de las bacterias, la resistencia es tan potente que hay que crear antibióticos cada vez más caros que desde luego inciden enormemente en el gasto público de salud.
En el caso de los virus, estamos viendo lo que ocurre con el coronavirus. Las variaciones o variantes de las cepas a veces son producidas por factores externos, o por el uso de antivirales cuando no corresponde, o por la modificación que sufre el virus al pasar a un animal, o del animal al ser humano, o sea, una zoonosis.
Por eso es muy importante incorporar también en este proyecto la visión de los médicos veterinarios y de todos los expertos que trabajan en la industria de la salmonicultura y de otros cultivos que a veces usan antibióticos en sus procesos. El antibiótico puede entrar al ser humano por ingerir el antibiótico propiamente tal, pero también por ingerir alimentos o carne de animales o de peces con alguna presencia de antibióticos.
El Ministerio de Salud apoya este proyecto; solicita que se tomen en cuenta las consideraciones que aparecen en el Plan Nacional contra la Resistencia a los Antimicrobianos, que están en nuestra Cartera, y obviamente promueve, como dijo el Senador Quinteros, la educación y el autocuidado en un tema tan importante como es la resistencia antimicrobiana.
Muchas gracias, Presidenta.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- A usted, señor Ministro.
Le ofrezco la palabra al Senador Guido Girardi.


El señor GIRARDI.- Gracias, Presidenta.
En realidad, creo que este es un proyecto muy relevante y urgente. Y es urgente porque la Organización Mundial de la Salud ha dado una alerta mundial respecto a la resistencia a los antibióticos. Cerca de 700 mil personas mueren al año por resistencia a los antibióticos, y se estima que en los próximos años dicha cantidad aumente a una velocidad exponencial.
¿Por qué ocurre aquello? Porque se hace mal uso de los antibióticos. A nadie se le ocurriría decir que se va a prohibir su utilización, ni para tratar enfermedades humanas ni para tratar enfermedades animales. Lo que sucede es que se requieren regulaciones muy potentes, dado que desarrollar una nueva molécula de antibiótico es un proceso larguísimo, de altísimo valor y costo, para que luego las bacterias la desactiven en años o meses. Hoy día, muchos antibióticos de primera línea ya no tienen efecto.
Se supone que este será uno de los principales problemas que enfrentará la humanidad. De hecho, en el Congreso del Futuro especialistas mundiales en estos temas han señalado que estamos cerca del riesgo de volver a una era preantibiótica, es decir, a una era donde los antibióticos no existían y una persona que se pinchó un dedo con una rosa murió por septicemia, caso que permitió por primera vez la aplicación de penicilina.
Los antibióticos han salvado a decenas de miles de personas, a millones de personas en el mundo. Si no existieran antibióticos, una importante parte de la población no existiría hoy día. El problema es que los antibióticos alteran los sistemas inmunes y generan resistencia en los seres humanos.
Quiero recordar que todos los seres vivos, ¡todos!, particularmente los vertebrados, los peces e incluso las plantas, son más bacterias y virus que células propias. Todos los seres vivos son en realidad simbiontes. No hay una dimensión en que uno podría decir que hay seres humanos. Los seres humanos son una constelación de ecosistemas dominados por los virus, luego por las bacterias, y finalmente por sus células (humanas). Tienen diez a cien veces más bacterias que células propias. El 1 por ciento de sus genes es humano, y el 99 por ciento, bacteriano. Las bacterias producen el 40 por ciento de las moléculas de sangre que van a nuestro cerebro, que generan emociones, que generan enfermedades, y que hoy día constituyen la frontera de la salud del siglo XXI, como son los biomas. Es por eso que se hacen trasplantes fecales en personas inmunodeprimidas o con ciertas enfermedades cancerosas: para reponerles las bacterias que perdieron.
Las bacterias están incidiendo en todos los ámbitos de la vida. El problema es que los antibióticos no solamente están alterando las bacterias de los seres humanos, sino también las bacterias de todos los seres vivos. Todos los seres vivos tienen bacterias y se está alterando la base de lo que uno podría decir es la red basal de la vida: las bacterias, que son las que regulan la temperatura del planeta, las que producen oxígeno, las que capturan CO2, las que mantienen la química del planeta. Y se están alterando producto de los antibióticos, puesto que la mayoría son de consumo humano y terminan, a través de las aguas servidas, en los cursos de agua y en los océanos, como metabolitos.
Al mismo tiempo, hay un uso excesivo de antibióticos para el cultivo animal, ya que se aplican de manera preventiva y no solo frente a enfermedades. Es como si a todas las personas les dieran antibióticos a granel, independientemente de si están enfermas o no. Por eso tiene que haber indicaciones y por eso tenemos un sistema de receta para el tratamiento humano.
A pesar de aquello, el 25 por ciento de los antibióticos utilizados en Chile y en el mundo se usan para humanos, y el 75 por ciento, para consumo animal. El problema es que la mitad de los que se emplean en humanos están mal indicados y, por lo tanto, se requieren mejores regulaciones, no para impedirlos sino, justamente, para cuidarlos y para que tengan una indicación adecuada. Lo mismo sucede en el desarrollo animal. Los antibióticos son una tecnología fundamental para la humanidad, pero la estamos perdiendo.
Este proyecto fue elaborado con la participación de los más importantes expertos en infectología de Chile, que también han participado en el debate. Estamos en su discusión general y, evidentemente, hay que mejorarlo y seguir abiertos a los aportes del mundo científico y académico. Nosotros creemos que tiene prioridad absoluta, más aún en un mundo que está enfrentado pandemias y está viendo alterado su sistema inmunológico.
Hoy día, una política de regulación de los antibióticos para evitar su resistencia no es -quiero insistir- solo para salvar a los seres humanos. Los antibióticos están alterando todo el ecosistema de vida, están alterando la vida de todos los seres vivos. Así como alteran nuestras vidas, afectan los sistemas inmunes de todos los peces, de todas las plantas, de todos los seres vivos. Por lo tanto, es un problema mayor; tal vez algunos no se dan cuenta, pero tiene una envergadura gigantesca, porque una sola bacteria a lo mejor uno dice "es la nada", pero el conjunto de bacterias del planeta es el principal sustento de la vida en la Tierra. Sobre ese radier de vida se levanta todo el resto de la vida.
Quiero recordar que las bacterias son nuestros ancestros. Hace 4.800 millones de años todos fuimos bacterias; todos tenemos los genes de las bacterias originales: primero las bacterias procariotas, luego las bacterias eucariotas. Somos una cohabitación, en cierta manera, de bacterias, algunas de las cuales se especializaron y dieron origen a células específicas, que uno podría decir que son las células propias que tiene cada una de las distintas especies.
Pero los principales habitantes de nuestros cuerpos, los principales constructores de nuestra vida, los principales actores que inciden -insisto- en nuestras emociones, en nuestro pensamiento, son justamente las bacterias, y se están alterando.
Hay un estudio muy interesante publicado en Nature -ya lo he nombrado antes- relativo a las moscas drosophilas, que eligen parejas sexuales que cambian cuando cambian sus bacterias. Les dan antibióticos y reemplazan a su pareja sexual, y cuando les reponen las bacterias, vuelven a elegir a la pareja sexual que tenían antes.
Entonces, también existe la recomendación de cuidar el uso de antibióticos en las relaciones de pareja, por cuanto las bacterias inciden mucho más de lo que uno cree en el devenir de las personas. Y los antibióticos están alterando profundamente el ecosistema de vida de cada uno de los cuerpos, de cada una de las estructuras vivas del planeta, en particular de los seres humanos.
A mí me parece que la alerta que ha dado la Organización Mundial de la Salud es una de las más graves que se han generado. Ya tenemos una gigantesca pérdida de antibióticos. Algunos duran muy poco; se producen y a los cinco años ya generan resistencia y no se pueden seguir usando.
Por lo tanto, nos parece que, si bien es mejorable, ya que estamos en su discusión general, estamos ante un proyecto de vital importancia. Es urgente que lo aprobemos, y que lo establezcamos, como dice el Ministro Paris -que conoce muy bien el tema, y le quiero agradecer el apoyo que le ha dado- como una prioridad absoluta desde el punto de vista sanitario para los seres humanos y para todos los seres vivos del planeta.
Gracias, Presidenta.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias al Senador Guido Girardi.
Solicito autorización para abrir la votación.
¿Les parece?
En votación.
--(Durante la votación).
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Algunos Senadores han solicitado votar sin fundamentar su voto, así que le pido al señor Secretario que tome la votación.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señora Presidenta.
Senador señor Chahuán, ¿cómo vota?
El señor CHAHUÁN.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Sandoval, ¿cómo vota?
El señor SANDOVAL.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senador señor Prohens, ¿cómo vota?
¿Cómo vota, señor Senador?
El señor PROHENS.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senador señor Ossandón, ¿cómo vota?
El señor OSSANDÓN.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senador señor Moreira, ¿cómo vota?
El señor MOREIRA.- Si nuestro gran Ministro de Salud está de acuerdo con este proyecto, voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?
La señora ÓRDENES.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Girardi, ¿cómo vota?
El señor GIRARDI.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Elizalde, ¿cómo vota?
Senadora señora Goic, ¿cómo vota?


La señora GOIC.- Presidenta, me pronunciaré a favor y voy a fundamentar mi voto. La verdad es que lo hago con harto gusto y agradeciendo que se haya puesto en tabla este proyecto.
Tal como se señaló por parte del Presidente de la Comisión, del Ministro de Salud y también del Senador Girardi, como integrante de la Comisión de Salud, esto es producto de un trabajo muy colaborativo. Y quiero partir destacando eso.
No solo hemos tenido la posibilidad de compartir con científicos de talla mundial en el Congreso del Futuro, sino también con grandes científicos a nivel nacional. Y en ese sentido, esta lógica de colaborar, de trabajar en conjunto en temas país y en temas de interés mundial creo que nos hace muy bien.
Quiero destacar, a ese respecto, el respaldo de los doctores Marcelo Wolff y Jaime Labarca, quienes nos han acompañado en este análisis. Es un equipo técnico de apoyo de excepción, de lujo diría yo, y nos ha permitido hacer esta propuesta en forma transversal, en acuerdo y en un trabajo conjunto, además, con el Ministerio de Salud, como lo ha señalado el Ministro Enrique Paris. Ella nos permite abordar algo que a veces pareciera como muy intangible, muy lejano, pero que vivimos en lo cotidiano: el cómo nos hacemos cargo de la salud en términos amplios y qué establece la estrategia nacional para el manejo de la resistencia antimicrobiana, también en la lógica de que no somos las personas, los seres humanos, los únicos que sufrimos cuando se le hace daño al planeta o cuando, como en este caso, abusamos de los antibióticos; cómo cohabitamos con otras especies, que es algo que yo he aprendido en mi región, a propósito de la biodiversidad, del trabajo que han hecho grandes científicos allá; finalmente, lo que le hacemos al planeta también significa, muchas veces, hacerles daño a las personas, a los humanos, y en este caso lo que se hace con la producción animal. Hay un ecosistema del cual tenemos que hacernos cargo.
Este proyecto avanza en la definición de conceptos y de procedimientos para el adecuado manejo de antimicrobianos, y en mecanismos no solo para su fiscalización, sino también para su implementación. No tengo dudas de que lo vamos a mejorar, como ocurre siempre en la discusión particular. Así que quisiera invitar al resto de los colegas a que puedan involucrarse en un debate que a mi juicio tiene que ver con políticas de Estado, con políticas país, las que deben adoptarse, además, no solo en acuerdo, sino también con una mirada de mediano plazo.
Por tanto, es preciso reconocer todo el trabajo que hay detrás de esto, en el cual nosotros, como Comisión de Salud, los Senadores que formamos parte de ella, solamente somos el eslabón de una cadena.
Esperamos tener pronto de vuelta en la Sala este proyecto para avanzar en su discusión particular y pueda transformarse en ley de la república.
Gracias, Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- La Senadora señora Goic vota a favor.
Senador señor Guillier, ¿cómo vota?
El señor GUILLIER.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Insulza, ¿cómo vota?
El señor INSULZA.- Voto a favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Bianchi ha pedido adelantar su voto sin fundamentar.
¿Cómo vota, señor Senador?
El señor BIANCHI.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senador señor Lagos, ¿cómo vota?
El señor LAGOS.- Favorablemente.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Latorre, ¿cómo vota?
El señor LATORRE.- Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senador señor Letelier, ¿cómo vota?


El señor LETELIER.- Voto a favor, señor Secretario, y felicito a los colegas por estar promoviendo, con el apoyo de la comunidad científica, un proyecto tan relevante, que nos permite cuestionarnos la forma como se nos ha hecho utilizar una cantidad de medicamentos cuyo uso abusivo, evidentemente, genera efectos muy nocivos.
Así que agradezco a los colegas que lo han promovido, y ratifico mi voto favorable en general.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
La Senadora señora Allende ha pedido adelantar su voto sin fundamentar.
¿Cómo vota, señora Senadora?
La señora ALLENDE.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Montes, ¿cómo vota?
Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?
El señor QUINTEROS.- Por supuesto, voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Quinteros vota a favor.
Senador señor Soria, ¿cómo vota?
El señor SORIA.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senadora señora Van Rysselberghe, ¿cómo vota?
La señora VAN RYSSELBERGHE.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senadora señora Von Baer, ¿cómo vota?
La señora VON BAER.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senador señor Alvarado, ¿cómo vota?
El señor ALVARADO.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senadora señora Aravena, ¿cómo vota?


La señora ARAVENA.- Votaré a favor, Secretario.
Felicito a la Comisión porque la resistencia antimicrobiana es una tremenda amenaza para la salud de la humanidad, y también de los animales, como ya se dijo.
Me alegra muchísimo que estemos trabajando con la sociedad científica, porque este es un tema muy muy relevante para el futuro y vale la pena hacer todos los esfuerzos por controlarlo y lograr, efectivamente, un uso no desmedido de este tipo de elementos.
Muchas gracias.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Araya, ¿cómo vota?
Senadora señora Carvajal, ¿cómo vota?
La señora CARVAJAL.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Castro, ¿cómo vota?
El señor CASTRO.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?
Senador señor Elizalde, ¿cómo vota?
El señor ELIZALDE.- Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
El Senador señor Navarro ha pedido la palabra en la Sala.


El señor NAVARRO.- Presidenta, primero quiero felicitar al Senador Girardi y a todos quienes han concurrido a este debate, que no ha sido fácil.
Deseo llamar la atención, porque estamos dando un paso fundamental en lo que es un llamado de advertencia que la Organización Mundial de la Salud hizo hace muchos años, particularmente respecto de la cadena trófica de los peces.
Conforme a este proyecto de ley, los productores, distribuidores e importadores de toda clase de alimentos que utilicen antibióticos deberán informar al consumidor final el nombre, tipo y cantidad de antibióticos inoculados en animales de crianza para consumo, que tendrán que expresarse con la palabra "precaución" o "advertencia", es decir, con un etiquetado. Hoy día se comercia el salmón en Chile sin ninguna referencia a estos elementos. Y está claro que la industria salmonera en Chile, en Inglaterra, en Escocia -es la misma empresa: Marine Harvest- ha sido denunciada a nivel internacional por el uso abusivo de antibióticos.
Además, este proyecto de ley establece que se prohíbe la utilización de antimicrobianos con fines de engorda o estimulación de crecimiento en animales, pero muy especialmente modifica la Ley de Pesca en su artículo 69 bis, en que se agrega: "Prohíbese la utilización de antimicrobianos con fines de engorda o estimulación del crecimiento de especies hidrobiológicas en cultivos intensivos o extensivos.".
También señala: "Prohíbese la aplicación de antimicrobianos en forma preventiva en la acuicultura y todo uso perjudicial para la salud humana. Así mismo, prohíbese la metafilaxis.". Es decir, la aplicación indiscriminada de antimicrobianos en rebaños, cardúmenes, manadas.
Se da un paso fundamental.
La pregunta es quién va a fiscalizar que esto se cumpla. Porque en materia de acuicultura la situación que hemos conocido en el sur de Chile es que no ha habido fiscalización. Y el virus ISA nos vino a llamar la atención sobre cómo podían contagiarse los salmones y convertirse esta acuicultura en un riesgo para el medioambiente, pero también en un riesgo para la salud de millones y millones de consumidores.
Claramente, tendrá que haber rotulación y tendrá que haber fiscalización. Yo pregunto cuál es la autoridad sanitaria (¿el SAG?, ¿el Servicio de Salud?) que va a fiscalizar la acuicultura de las salmoneras. Porque hasta ahora esto no ha sido factible.
Teniendo conciencia de este grave problema por años, la industria salmonera en Chile ha utilizado toneladas y toneladas de antimicrobianos, y los expertos han señalado que esta situación ha producido una cadena trófica que ha ido afectando no solo a los salmones. A raíz de los cientos de miles de salmones escapados en el sur de Chile, de la liberación de esta especie introducida, ella devora (es una especie agresiva) al resto de la fauna íctica en los mares de nuestro país.
Por tanto, debemos fiscalizar.
Este es un gran proyecto de ley, es un paso decisivo para que podamos normar y establecer la protección de la salud humana. Solo cabe fiscalizar y establecer las sanciones necesarias para que las industrias se ajusten. No están advirtiendo; no señalan. Y es más: se ha cuestionado el etiquetado que algunos productos internacionales tienen por organismos internacionales que están relacionados económicamente con este tipo de sellos.
No basta ponerlo aquí, en la letra de este maravilloso proyecto de ley, sino que debemos hacer que la autoridad sanitaria, sea el SAG u otra, generen mecanismos de fiscalización, como también aseguren que en la venta de estos productos se presente la advertencia respectiva.
¡Los consumidores son importantes! La exigencia, el cumplimiento de este proyecto de ley será vital para hacerlo eficaz.
Voto a favor, señora Presidenta.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
He dicho.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias al Senador Alejandro Navarro.
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (32 votos a favor y 2 pareos).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Carvajal, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Alvarado, Bianchi, Castro, Chahuán, Elizalde, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Moreira, Navarro, Ossandón, Pizarro, Prohens, Pugh, Quinteros, Sandoval y Soria.
Se encontraban pareados el señor Kast con el señor Huenchumilla y el señor Quintana con la señora Sabat.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- En consecuencia, el proyecto vuelve a la Comisión para la discusión en particular. Y se fija plazo de indicaciones para el día viernes 7 de mayo.