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GARANTÍAS BÁSICAS PARA TRABAJADORES DE PLATAFORMAS DIGITALES


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidenta.
No cabe duda de que los efectos económicos y sociales de la pandemia han puesto en evidencia la necesidad de avanzar en la formalización del trabajo. Una gran masa de trabajadores que se desempeñaban, o se desempeñan, en la informalidad no cuenta con seguridad social ni con subsidio de cesantía, lo que los margina o dificulta su apoyo para la red de protección social.
Por lo tanto, lo que corresponde es emprender una acción clara y definida de parte del Estado para incorporar a estas personas al trabajo formal y a las redes de protección social.
Este proyecto va en el sentido correcto, pero me temo que no de la manera categórica que se requiere en estos tiempos.
Se incorpora un nuevo contrato especial del Código del Trabajo para los trabajadores de plataformas digitales.
Sin embargo, cuando se diferencia entre trabajadores dependientes e independientes, se está dando una señal equívoca. Se dice que los trabajadores, en cuyas relaciones laborales exista vínculo de dependencia, serán considerados dependientes. Pero, si ello no es establecido expresamente así para todos los que desarrollan esa actividad, entonces existirá el serio riesgo de que este proyecto termine en letra muerta, pues los empleadores impondrán un modelo de contrato cuyas cláusulas no son susceptibles de negociación con sus trabajadores.
En este escenario, es muy probable que este tema se judicialice. Y es también muy probable que los tribunales fallen favorablemente hacia los trabajadores. Pero, en mi opinión, este tema debe quedar resuelto ahora en la ley, y no esperar que se dirima en tribunales. Por lo demás, esta es la tendencia de la mayoría de los países desarrollados de Europa e, incluso, en América Latina, donde las grandes plataformas tecnológicas se encuentran presentes. Los países han ido avanzando en la regularización de estos servicios, considerándolos relaciones labores.
Está muy bien la incorporación de nuevas tecnologías, y resulta evidente que eso impactará en el mundo del trabajo. Pero no tenemos por qué tolerar que tales empresas queden al margen de las condiciones que rigen para la generalidad de las actividades. Y esto que ocurre en materia laboral también ha ocurrido en otros ámbitos: en la legislación del transporte, en la regulación tributaria, y en otros aspectos.
Por estas razones, y teniendo presente que las indicaciones presentadas no fueron acogidas por la Comisión, me abstendré en la votación.
Gracias, Presidenta.