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ATENCIÓN PREFERENTE DE SALUD PARA CUIDADORES DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD O DEPENDENCIA


El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señor Presidente.
El señor Presidente pone en discusión el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en moción de los Honorables Senadores señora Goic y señores Letelier, Girardi, Lagos y Quinteros, que reconoce a los cuidadores como sujetos de derecho a atención preferente en el ámbito de la salud, iniciativa correspondiente al boletín N° 12.747-11 y que cuenta con informe de la Comisión de Salud.
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.747-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señor Letelier, señora Goic, y señores Girardi, Lagos y Quinteros):
En primer trámite: sesión 30ª, en 3 de julio de 2019 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Salud: sesión 1ª, en 16 de marzo de 2021.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Este proyecto tiene por objeto reconocer a los cuidadores de personas con discapacidades y de adultos mayores que no son autovalentes como sujetos de derechos específicos de prioridad en el marco de las atenciones de salud.
La iniciativa está conformada por un artículo único y un artículo transitorio que modifica la ley N° 20.584, para hacer extensivas a los cuidadores las disposiciones y preferencias que la ley N° 21.168 reconoció a los adultos mayores y a las personas en situación de discapacidad en materia de consultas de salud, prescripción y dispensación de medicamentos y toma de exámenes y procedimientos médicos.
La Comisión de Salud hace presente que discutió este proyecto de ley en general y en particular en el trámite reglamentario de primer informe, en virtud del acuerdo adoptado por la Sala en su oportunidad.
Asimismo, señala que esta iniciativa de ley no se vincula con la organización y atribuciones de los tribunales de justicia.
La referida Comisión deja constancia de que la idea de legislar fue aprobada por la unanimidad de sus miembros, Honorables Senadores señoras Goic y Von Baer, y señores Chahuán, Girardi y Quinteros. En particular, la iniciativa fue aprobada con las modificaciones que se consignan en su informe, con la misma votación unánime.
El texto que se propone aprobar se transcribe en la página 10 del informe de la Comisión, así como en el boletín comparado que sus señorías tienen a su disposición en esta Sala. También está a disposición en la plataforma de la sesión telemática y se remitió por correo electrónico a las señoras Senadoras y los señores Senadores.
Es todo, señor Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, señor Secretario.
Saludamos también al señor Ministro de Salud, don Enrique Paris, quien nos está acompañando.
Señor Ministro, le vamos a dar primero la palabra a la Senadora Carolina Goic, Presidenta de la Comisión de Salud, y luego a usted.
Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Muchas gracias.
Voy a informar este proyecto, en primer trámite constitucional, que reconoce a los cuidadores -yo diría, más bien, "las cuidadoras"- como sujetos de derecho de atención preferente en el ámbito de salud.
Tal como se ha señalado en la relación, Presidente, esta es una moción encabezada por el Senador Juan Pablo Letelier, por quien habla, Carolina Goic, y por los Senadores señores Guido Girardi, Ricardo Lagos Weber y Rabindranath Quinteros. Su objetivo fundamental es reconocer a los cuidadores y las cuidadoras de personas con discapacidad y adultos mayores que no son autovalentes como sujetos de derechos específicos de prioridad en el marco de las atenciones de salud.
El contenido, fundamentalmente, está conformado por un artículo único que modifica la ley N° 20.584 para hacer extensivas a las cuidadoras las disposiciones y preferencias que la ley N° 21.168 reconoció a los adultos mayores y a las personas en situación de discapacidad, en materias de consulta de salud, de prescripción, de dispensación de medicamentos, de toma de exámenes y procedimientos médicos; y un artículo transitorio que fija plazos para la dictación del reglamento y señala los lineamientos generales a los que esta norma debería ceñirse.
En nuestro país existen miles de personas con discapacidad y de adultos mayores que no son autovalentes. Por lo tanto, son miles también las personas que deben abocarse al cuidado de quienes demandan una atención permanente.
Nosotros lo que hacemos en el texto es definir al cuidador o cuidadora como "toda persona que, de forma gratuita o remunerada, proporcione asistencia o cuidado, temporal o permanente, para la realización de actividades de la vida diaria, a personas con discapacidad o dependencia, estén o no unidas por vínculos de parentesco".
Nosotros sabemos que en nuestro país las labores de cuidado son ejercidas mayoritariamente por mujeres, quienes frecuentemente deben renunciar a tener un trabajo remunerado para atender a sus seres queridos, empobreciendo a su grupo familiar.
El respeto por los derechos humanos debe comprender el derecho de los cuidadores a una vida integral, y es fundamental que el país avance en políticas públicas que configuren una red de apoyo integral y beneficien de manera especial a aquellas personas que ejercen labores de cuidado. A los cuidadores claramente identificados se les debe reconocer como sujetos de derecho específicos, y una de las áreas donde se les debe proporcionar una atención preferente es, justamente, la de las prestaciones de salud.
El proyecto que hoy día estamos sometiendo a consideración de esta Sala fue aprobado por la unanimidad de los miembros de la Comisión, los cinco Senadores y Senadoras, tanto en general como en particular, ya que estábamos autorizados para hacer ambos trámites a la par.
Cabe agregar, Presidente, que nosotros tramitamos un proyecto que venía de la Cámara de Diputados, una ley marco, además, en un trabajo que yo quiero destacar, con la Mesa de Cuidado, en que están las principales organizaciones de cuidadoras a lo largo del país, tanto de personas con discapacidad como de personas mayores. Lamentablemente, ese proyecto no pudo avanzar mucho, porque necesitábamos del patrocinio del Ejecutivo en varias de las materias en las que no teníamos iniciativa, y finalmente optamos, tras varios meses, por avanzar en este, que lo que hace es, de alguna manera, adecuar la legislación que ya tenemos en materia de atención preferente para los adultos mayores, incluyendo a los cuidadores y las cuidadoras de personas con discapacidad y adultos mayores, y que les permite algo que es del todo razonable. El que una cuidadora deba ir a hacer la fila y muchas veces esperar horas para obtener un medicamento para el adulto mayor que cuida no tiene mucho sentido. Entonces, lo mismo que reconocemos para los adultos mayores, que sea también para sus cuidadoras y cuidadores.
Es un avance, pero quiero ser también muy franca en algo que planteamos en la discusión en la Comisión: que es un primer paso; pongámoslo así, en positivo. Nosotros tenemos que seguir trabajando en nuestro país para que las tareas de cuidado de personas dependientes sean reconocidas. Es más, estamos en la Comisión de Trabajo discutiendo la reforma previsional, y parte de las propuestas que hemos hecho es que, así como tenemos un bono por hijo nacido vivo, podamos tener también un bono de cuidadores, que reconozca el daño previsional que significa esto muchas veces para la persona que cuida, quien en la mayoría de los casos es una mujer.
Así que nos parece que es un avance, pero esto requiere de mayor compromiso del Ejecutivo, en términos de generar la infraestructura, los recursos, y de permitirnos avanzar efectivamente en el reconocimiento de las tareas de cuidado y, sobre todo, del valor de cuidadores y cuidadoras.
Por todas estas razones, Presidente, recomendamos avanzar en esta iniciativa y respaldarla ojalá por la unanimidad de quienes conformamos esta Sala.
Gracias.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senadora Goic.
Vamos a dejar, entonces, con la palabra al señor Ministro de Salud, don Enrique Paris.
Tiene la palabra, Ministro.


El señor PARIS (Ministro de Salud).- Muchas gracias, Senador Pizarro.
Lo felicito por su elección como Vicepresidente del Senado, y felicito también a la Senadora Yasna Provoste; ya había tenido la oportunidad de hablar con ella.
Por su intermedio, también saludo a todas las Senadoras y los Senadores presentes en esta reunión, en forma presencial o telemática.
En relación con el proyecto de ley que reconoce a las cuidadoras y los cuidadores como sujetos de derecho de atención preferente en el ámbito de la salud, quiero decir lo siguiente.
Miles de chilenos y chilenas viven con distintas discapacidades. Muchos pueden cuidarse por sí mismos y realizar sus actividades diarias sin necesidad de tener acompañantes o cuidadores; en cambio, otros miles sí necesitan de personas que estén cerca y muy pendientes de ellos para su cuidado o simplemente para poder enfrentar situaciones del día a día.
Teniendo a la vista esa realidad, no solo hay que ponerse en el lugar de las personas que viven con discapacidad, sino que también debemos poner atención a lo que ocurre, justamente, con las personas que, con o sin remuneración, son literalmente vitales para la vida de otros.
Así, este proyecto de ley define qué se entiende por cuidadora o cuidador, y se le reconoce como sujeto de derecho a atención preferente, cuando se trate de atenciones de salud, sea esto en el sector privado o en el sector público. En virtud de esta iniciativa legal, los cuidadores y las cuidadoras serían aquellas personas que, de forma gratuita o remunerada, presten asistencia temporal o permanente a personas en situación de discapacidad para la realización de sus actividades diarias, sean parientes o no.
Así, y tal como he dicho anteriormente, a estas personas se las reconoce como sujetos de derecho a la atención preferente, de la forma que este mismo texto legal lo establece, y dependiendo del tipo de atención que se requiera. De necesitar atención o asistir a una consulta, los prestadores deberán dar prioridad a los cuidadores y las cuidadoras en la entrega del número para la toma de hora y también en la asignación de la fecha y hora de atención propiamente tal.
Otra situación en la cual tendrán atención preferente -lo acaba de decir la Senadora Goic- es en la prescripción y dispensación de medicamentos, ocasión en la cual tendrán prioridad en la emisión y entrega de la receta; prioridad en la toma de número de atención para la dispensación del medicamento y prioridad en la fila para la propia dispensación.
En simple, hay personas que se dedican a cuidar a otras personas, la mayoría de las cuales son, en Chile, mujeres: son hijas o hermanas de personas con discapacidad, que dedican su vida a cuidarlas y que además sufren deterioro en su salud física y mental por el hecho de tener esta doble carga de mantener, muchas veces, la vivienda y además cuidar a un discapacitado.
Entonces, como Estado, debemos darles un poco más de cuidado a ellas también. Esto no es solamente por la intrínseca importancia de reconocer a las cuidadoras y los cuidadores. Si se demoran mucho en ir al médico o si hacen el trámite con mayor velocidad es, literalmente, a veces, cosa de vida o muerte para quienes están a su cuidado.
Por lo tanto, en toda justicia, solicito aprobar esta iniciativa, no solo para alivianar la vida de cuidadores y cuidadoras, sino también para asegurar el buen cuidado de quienes así lo necesitan.
Senador Pizarro, Vicepresidente, quiero aprovechar además de tomar las palabras de la Senadora Provoste, nueva Presidenta del Senado -no sé si está presente en la testera-, porque ella se refirió a la reforma del Fonasa y a mí me preocupa profundamente que avancemos en ese tema. Y cualquier sugerencia que ella o ustedes nos quieran hacer llegar con respecto a esa reforma yo estoy llano a recibirla y a discutirla.
Por las palabras de la Senadora Provoste, aparentemente ella estima que la reforma no es lo suficientemente efectiva, ya que habla de "privatización del Fonasa", cosa que no es así, pero yo creo que la diferencia se debe solamente a falta de comunicación y de diálogo. Y, como digo, cualquier sugerencia que me hagan llegar, o que nos hagan llegar las Senadoras o los Senadores; usted, como Vicepresidente; o la nueva Presidenta del Senado, yo la voy a recibir con mucho aprecio y con mucho ánimo de estudio, de colaborar, de dialogar, para sacar adelante esta reforma, que tiene como finalidad un seguro de salud universal.
Muchas gracias, Senador Pizarro.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, señor Ministro.
Por supuesto que acogemos con mucho agrado la posibilidad de desarrollar un diálogo y la búsqueda de avances en materia de salud pública, y, en este caso, respecto del proyecto que se está discutiendo en la Comisión de Salud.
El señor PARIS (Ministro de Salud).- Así es.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Le transmitiré sus deseos directamente a la Presidenta.
El señor PARIS (Ministro de Salud).- Muchas gracias, Senador.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- A usted, Ministro.
Bien, vamos a dejar con la palabra al Senador Letelier.
Don Juan Pablo, tiene la palabra en este proyecto, que es de su autoría.


El señor LETELIER.- Muchas gracias, Presidente.
Quiero partir felicitando a la nueva Mesa y a su persona, en calidad de Vicepresidente de la institución, y desearles mucho éxito en este año.
Señor Presidente, el objeto del proyecto era, en primer término, reconocer a los ciudadanos con discapacidad, a los adultos mayores que no son autovalentes, y en particular a los cuidadores, como sujetos de derechos específicos de prioridad en el marco de las atenciones de la salud.
El proyecto original fue estructurado, primero, reconociendo que las y los cuidadores son sujetos de derecho. La idea era establecer en la ley, como una de esas expresiones, ser sujetos de derecho, el tema de la atención preferente. El objeto de la iniciativa no era solo la atención preferente, y quiero subrayar esto, Presidente, porque el texto que se votó en general tiene un sentido que es distinto al que se nos trae a la Sala. Por ello, quiero pedirle a la Presidenta de la Comisión -por su intermedio, Presidente- que nos pueda explicar esto.
Porque está muy bien el cambio de redacción, en materia del derecho preferente de salud, donde se dice que las personas mayores de sesenta años y las personas con discapacidad, así como sus cuidadores, tendrán derecho a ser atendidos, preferente y oportunamente. Y esta es una de las demandas de las cuidadoras de nuestro país.
Hay una organización, señor Presidente, que es responsable de esta moción. Se llama "Yo Cuido". En mi región, la señora María Eugenia Ahumada es la que encabeza este esfuerzo. Como ha dicho el señor Ministro de Salud, son en su gran mayoría mujeres las cuidadoras: de sus padres, de sus parejas y, por sobre todo, de sus hijas e hijos. Y lo que la sociedad requiere -a mi juicio y a juicio de los autores- es que primero se las reconozca como sujetos de derechos, porque nuestra sociedad no lo hace. No lo entiende como un grupo diferenciado; un grupo que se ve obligado a dejar de trabajar; un grupo que no puede tener vida propia; un grupo de seres humanos que no tienen tiempo, porque deben estar 24/7 con sus seres queridos, ni para ir al doctor, ni para ir a comer solos, ni para salir, ni para pasear solos. No tienen tiempo.
La situación es tan tan brutal para las cuidadoras, que deben entregarse de lleno a sus seres queridos, a quienes cuidan. Y la sociedad de mercado, esta sociedad neoliberal, las ha invisibilizado totalmente. Lo que necesitamos es generar políticas públicas que reconozcan a estas personas, la gran mayoría mujeres, como sujetos de derecho.
Un primer gesto, ¡mínimo!, es que tengan atención preferente de salud, porque no tienen tiempo para ir a estar cuatro o cinco horas esperando una atención, ya que muchas veces deben ir con las personas que cuidan, con sus niños discapacitados -y estamos hablando de discapacidades a veces muy graves-, no para que se atienda al niño o niña con la discapacidad, sino que a ellas, en su gran mayoría mujeres.
Presidente, me encantaría que se pudiese pedir un segundo informe en esta materia, a menos que la Senadora nos pueda explicar el porqué sufrió esta modificación. Porque la idea es que, al ser reconocidos como sujetos de derecho, se permita avanzar más allá de lo que es el proyecto que se nos presenta.
De no haber voluntad para aquello, yo por cierto, voy a votar a favor, pero lamentando que quedemos muy cojos en esta discusión, porque el objeto de la moción era...
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Un minuto, Senador.
El señor LETELIER.- En realidad, el proyecto original tenía dos objetivos: reconocer a estas personas como sujetos de derecho y la atención preferente; y quedamos pendiente.
Yo quiero plantearlo, porque me preocupa que la indicación sustitutiva, que está muy bien para la parte del derecho preferente, no haya logrado recuperar esto otro. Estamos hablando de decenas de miles de mujeres que necesitan políticas públicas específicas para ellas.
Como decía la Senadora Goic, hemos planteado incluso en la reforma previsional, en la propuesta de la Oposición, que se les reconozca para bonificar, a fin de mejorar sus pensiones. Pero, para que ello tenga lógica, se requiere que primero se les reconozca como sujetos de derecho.
Hay una inquietud al respecto. Le pediría al señor Ministro de Salud que nos pudiera ayudar en este esfuerzo.
He dicho, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Letelier.
Ha solicitado intervenir el Senador Sandoval.
Tiene la palabra, Senador.


El señor SANDOVAL.- Muchas gracias, Presidente.
Sin duda, cuando hablamos de grupos vulnerables respecto de lo que significa la atención de personas dependientes o con discapacidad, sea esta leve, moderada o severa, siempre hay que pensar en un segmento de la población: en las cuidadoras.
Y como bien se ha señalado acá, de acuerdo a las informaciones entregadas por el propio Senadis a través de su estudio "Discapacidad y dependencia", de diciembre de 2017, el 72 por ciento de las personas que cuidan son mujeres.
Un día en Coyhaique saludé a una vecina, quien me dijo: "Don David, hacía meses que no lograba salir de mi casa". Muchas personas llevan meses enclaustradas por cumplir con su obligación de cuidar a gente con dependencia severa. En Puerto Aysén conocí otro caso, el de una familia compuesta por tres mujeres adultas mayores: una se encontraba postrada en cama; otra tenía serios problemas de discapacidad mental, y la del medio era la que estaba a cargo de sus hermanas.
Estas son situaciones dramáticas en el ámbito social que involucran vulnerabilidad.
Ante ello, uno piensa en el rol del Estado.
Está participando en la sesión el Ministro de Salud. Aprovecho de mandarle un cordial saludo y felicitarlo por el enorme trabajo y los grandes resultados que se han obtenido en materia del control de la pandemia que nos afecta, y también por las metas recién logradas: más de cinco millones de personas inoculadas en nuestro país.
¿Se imaginan lo que significaría que las personas con dependencia severa tuvieran que estar institucionalizadas en el sistema público? No habría capacidad alguna para manejar dicha situación. Y lo más probable es que al Estado le implicaría un alto costo mantenerlas en los recintos hospitalarios o en otros -se sabe porque algunos dependientes severos se encuentran internados-, además de los gastos relacionados con la atención, los medicamentos, la alimentación, etcétera.
Para aquellas mujeres que deciden atender, como bien se ha señalado aquí, a sus maridos, a sus hijos, a sus hijas, a sus familiares dependientes, mantenerlos en el hogar conlleva un enorme efecto para esa familia.
Recién me preguntaba mi Senador amigo, vecino de Magallanes, respecto de la compensación: cuánto se le paga a una persona que realiza este cuidado. Es un estipendio miserable, que se otorga a través de las municipalidades; ¡incluso, a veces ni siquiera se cancela! Resulta hasta ridículo mencionar el valor. El Estado ahorra bastante en materia económica, por esta condición de atención domiciliaria de pacientes severos.
Por lo tanto, hay que buscar la forma y los mecanismos para asegurarles a estas cuidadoras condiciones adecuadas y dignidad en el trato y en los cuidados que esto debiera tener.
Esta iniciativa significa un pequeño avance; implica solamente una atención preferente en el ámbito de la salud.
¿Se han fijado ustedes que estas miles de mujeres cuidadoras no tienen siquiera la posibilidad de cotizar? ¡Ninguna posibilidad! Y eso es parte de sus problemas, a propósito de la reforma en materia de pensiones.
Recuerdo que hace algún tiempo presentamos un proyecto de acuerdo en la Cámara para pedirle al Gobierno que las incluya en esa materia, porque, a fin de cuentas, las cuidadoras se encuentran tan discapacitadas como el mismo paciente que atienden. ¡Ellas no poseen ingresos! Están dedicadas exclusivamente a prestar ese cuidado.
Uno que recorre permanentemente sus comunidades y mantiene contactos con ellas conoce cientos de situaciones dramáticas al respecto; más aún, si sumamos a eso condiciones de pobreza, de vulnerabilidad social, de precariedad en la atención de esas personas.
Pido, por favor, que no me corten el micrófono y me den más tiempo, pues estamos hablando de un proyecto eminentemente social, que no podemos eludir.
Se trata de personas que viven en una condición muy extrema, como esas mujeres que no han salido de sus casas por meses; ¡han estado meses enclaustradas en sus casas! Conozco a muchas de ellas y, por lo mismo, veo con mucho interés este proyecto.
Ojalá -y aquí está presente el Ministro- pudiéramos perfeccionar el sistema. Yo sé que la Red Asistencial de Salud va a atender a los pacientes con dependencia severa a sus domicilios, ¡los va a atender! Pero creemos que hay que generar un componente adicional, para ver cómo arreglamos el conjunto de situaciones que afecta a este grupo, en el cual, como dije, la inmensa mayoría son mujeres.
El Senador Letelier decía que las cuidadoras deben ser sujetos de derecho. ¡Sin duda que sí, Senador! Y debemos buscar la forma de ver cómo entregamos a las cientos de miles de personas que realizan dicha labor algún mecanismo en ese sentido.
Este es un pequeño avance, uno pequeñito en realidad. Lo mínimo es dar una atención preferente. Pero existen problemas adicionales asociados a esta función en el plano social, en el plano de la habitabilidad, y respecto de los elementos básicos que permitan desarrollar de mejor manera esta actividad. Hay casos realmente dramáticos que aquí no se han señalado.
A las cuidadoras se les genera un costo humano y personal, un profundo estrés, una profunda carga psicológica que llevan adelante permanentemente, así como la imposibilidad de desarrollar su vida de manera más normal.
Voto, con el mayor entusiasmo, a favor de este proyecto, y reitero, aprovechando que está presente el Ministro, mi deseo de que podamos avanzar en mejores y mayores prestaciones, pues debemos entender que tenemos una enorme obligación y una gran tarea como país para atender a las cuidadoras.
Muchas gracias, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador.
Senadora Luz Ebensperger.
La señora EBENSPERGER.- Presidente, ¿podemos abrir la votación?
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Ilumínenos, como dijo alguien en su presentación.
La señora EBENSPERGER.- Le consulto si podemos abrir la votación, por favor.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- ¿Habría acuerdo para ello, estimados colegas?
El señor BIANCHI.- Muy bien.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Así se acuerda.
En votación el proyecto en general y en particular.
--(Durante la votación).
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Obviamente, se mantiene el uso de la palabra para quienes están inscritos.
Tiene la palabra el Senador Navarro, hasta por cinco minutos.
Aproveche de fundamentar su voto.


El señor NAVARRO.- Gracias, Presidente.
Esta es una loable iniciativa, que fue planteada por un grupo de colegas: los Senadores Letelier, Lagos, Girardi y Quinteros y la Senadora Goic.
Quiero señalar que en Chile hay 2.836.816 personas con algún grado de discapacidad, lo que corresponde al 16,7 por ciento de la población, y un 40 por ciento presenta algún grado de discapacidad funcional. Por lo tanto, necesitan atención especial y dependen de una tercera persona.
Todos los estudios que se han realizado revelan que el 88 por ciento de los cuidadores no ha tenido vacaciones en los últimos seis años; es decir, no pueden salir a descansar, pues poseen una relación de dependencia muy fuerte con las personas que cuidan. Por ende, el reconocimiento en materia de atención de salud y el reconocimiento a la dignidad de su función son muy necesarios.
Este proyecto permite abrir el debate y establecer una discusión sobre ello.
Solo 62 municipios cuentan con programas relacionados con cuidadores y personas con discapacidad. ¡Solo 62!
Existe un trabajo pendiente para acrecentar el aporte público, a través de subsidios, para que más personas puedan acceder a programas que permitan liberar, ayudar y fortalecer esta función tan digna, tan importante, que se realiza con personas con discapacidad y también con adultos mayores dependientes.
Y aprovechando la presencia del Ministro Paris, quiero decirle que he conversado con madres que me han señalado que, cuando solicitan un permiso para salir con sus niños Asperger, este no las incluye.
Las personas cuidadoras pueden ser familiares o no, quienes trabajan en forma remunerada o gratuita. Dicho permiso, que es restringido, debiera incluirlas cuando deben salir a cumplir cualquier función propia de la labor que desarrollan. Debiera haber un permiso especial en pandemia para cuando se trate de salir a pasear, a recrearse, a tomar aire, que contemple a las cuidadoras, que en el 90 por ciento de los casos son mujeres.
Por lo tanto, voy a votar a favor de esta iniciativa de ley.
El Senador Letelier ha planteado una observación sobre el proyecto original, que entiendo que la Presidenta de la Comisión va a responder.
Lo importante es que ha habido un debate y existe consenso para otorgar atención prioritaria en los servicios públicos de salud a las personas que realizan esta función. Ello, cuando tienen tiempo, que es muy poco.
En definitiva, si las cuidadoras no se atienden y se enferman, el daño es doble, pues dejan de atender y cumplir la función de brindar cuidados primarios de salud a quienes cuidan, que puede ser un discapacitado, una persona con condiciones especiales o un adulto mayor.
Por lo tanto, voto a favor, señor Presidente.
Y le reitero al Ministro Paris mi petición de que, en el permiso respectivo -puede que esto esté hecho-, se incorpore a las cuidadoras cuando deben salir en función de su tarea, ya que el permiso se saca en pos del adulto mayor o del discapacitado.
Aprovecho de decirle que en Penco, al menos, se nos ha señalado que ya no se van a entregar los permisos para las mujeres cuidadoras de niños del personal de salud y para las madres que cumplen trabajos esenciales. Si no tienen con quién dejar a los niños, entonces no van a poder salir a trabajar.
Hay que revisar aquello, con las restricciones necesarias para controlar la pandemia y con las cuarentenas que se están llevando a cabo, que han causado problemas, pero que son necesarias para frenar el creciente contagio que, lamentablemente, se da en todo el país.
Voto a favor, señor Presidente.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
He dicho.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Navarro.
Tiene la palabra la Senadora Isabel Allende.


La señora ALLENDE.- Gracias, Presidente.
Aprovecho de saludar -ahora que la veo en la testera- a la nueva Presidenta del Senado, Senadora Yasna Provoste. Le mando un abrazo y le deseo mucho éxito a la nueva Mesa en este año bastante desafiante.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias.
La señora ALLENDE.- Quiero también saludar al Ministro Paris, quien nos acompaña en esta sesión.
Acepto que efectivamente este paso es importante. Pero digamos la verdad: es un pequeño paso.
Tenemos la tarea pendiente de reconocer a los cuidadores y las cuidadoras (básicamente cuidadoras, porque son mujeres en su mayoría) como sujetos de derecho en un sentido más amplio e integral y no solo para brindarles una atención preferente en salud, como lo hicimos en su momento con los adultos mayores. Es mucho más que aquello.
Nuestra sociedad descansa, hasta el día de hoy, en una mirada un tanto patriarcal, sobre la cual sigue sustentándose la idea de que las mujeres deben asumir como propias las tareas domésticas y, sobre todo, el cuidado de los adultos mayores o de las personas con discapacidad no autovalentes.
Las mujeres no son reconocidas como corresponde, y ahí hay una tarea pendiente. No son sujetos de derecho; no tienen este reconocimiento. Y, además, alguna vez debiéramos entender que son un aporte productivo fundamental.
Hace ya un tiempo, antes de la pandemia, tuve la oportunidad de dialogar con la organización "Yo cuido", integrada por cuidadoras, las que se preguntan: "¿Y quién cuida a las cuidadoras?". Con Jeanette Fernández, de Quillota, estuvimos conversando.
Como se ha señalado, se trata de personas que no son reconocidas, que no tienen derechos y que carecen de tiempo libre para sí mismas. Es una situación extraordinariamente estresante, demandante y que, en verdad, no ha sido objeto de reconocimiento alguno de parte de nuestra sociedad. Ya es hora de dar un paso bastante más allá del que daremos modestamente en esta tarde.
Bueno, me alegro de que se haya aprobado el proyecto que las libera de ser vocales de mesa en las elecciones de este 10 y 11 de abril. Pero, naturalmente, debemos ir mucho más lejos.
Cómo no entenderlo en un país donde tenemos más de dos millones y medio (2.800.000) de personas que sufren algún tipo de discapacidad; más aún cuando el 46 por ciento de ellas requiere cuidados, porque no son completamente autovalentes.
No es posible que descansemos en una forma de organización en la cual no se reconoce a las cuidadoras y a los cuidadores -estos son muy minoritarios- como sujetos de derecho, y no tienen prácticamente ningún tipo de remuneración. En realidad, es una forma de organización de la sociedad que no puede continuar de la misma manera.
Ya llegó la hora de avanzar. Me parece que, de una vez por todas, el Estado tiene que hacerse cargo.
Ese estipendio de alrededor de 28 mil pesos, que había mencionado el Gobierno, francamente es una suma indigna. En este punto cabe reiterar la pregunta de la agrupación "Yo cuido": ¿quién cuida a las cuidadoras?
Voy a hacer un paréntesis para mencionar lo que sucede hoy día con las trabajadoras que tienen hijos menores de dos años.
El Gobierno anunció la creación del subsidio Protege, que se supone que otorga 200 mil pesos por mes a las madres que vuelvan a su trabajo, para que sean destinados al cuidado de sus hijos.
Pues bien, en un comunicado que se ha recibido el día de hoy de Maternidad Digna, se señala que a muchas madres se les rechazó su postulación por error. No sé si está presente el Ministro Ossa para que tome nota; pero al menos está el Ministro Paris. Ya sé que esta materia no es de salud, pero puede comunicar el problema a su Gobierno.
Por ejemplo, se le indica a una postulante que queda rechazada porque no tiene hijos menores de dos años, en circunstancias de que sí los tiene. A otra se le negó el beneficio por ser funcionaria pública, y resulta que no lo era. Y así hubo una serie de casos en que fueron rechazadas las postulaciones.
Le pido al Gobierno que analice y corrija este asunto, porque no podemos permitir que se cometa ese tipo de errores e injusticias.
Me parece que esta moción avanza en un sentido correcto, pero, como dije, es demasiado modesta. Por lo menos, hagamos que las cuidadoras sean sujetos de derecho.
Debemos avanzar hacia una sociedad en la cual se remunere esta función, porque es una actividad productiva. No se pude seguir descansando solamente en un trabajo voluntario, ejercido casi exclusivamente por mujeres. Se hace, normalmente, al interior de los propios hogares y cuidando a los propios familiares. Esto no puede seguir así.
Es hora de que, de una vez por todas, valoremos económicamente el aporte productivo y, además, lo que implica esta actividad desde el punto de vista de la sociedad.
Por eso, Presidente, desde ya anuncio mi voto a favor. Pero reitero que tenemos que avanzar en hacer que las cuidadoras sean sujetos de derecho.
Esta iniciativa es completamente insuficiente, aunque igual la valoro y considero que es un paso muy positivo. Pero es absolutamente insuficiente, y espero que avancemos mucho más que eso.
Voto a favor.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senadora Allende.
Les recuerdo a los colegas que, por acuerdos de los Comités, la votación es en general y en particular a la vez.
Tiene a palabra el Senador Francisco Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Presidente, muchas gracias.
Estaba conversando recién con la Presidenta de la Comisión de Salud acerca de un proyecto similar que intentamos ingresar en su momento, en el cual uno de los temas complejos fue precisamente el de poder calificar a las cuidadoras como sujetos de derecho. Ahí se requeriría patrocinio del Gobierno. Fue lo que me plantearon desde el Ejecutivo.
Por otro lado, quiero señalar que la atención preferente nosotros ya la conseguimos -los miembros de la Comisión de Salud trabajamos transversalmente en ello- respecto de los adultos mayores. Y está en trámite un proyecto de ley en el mismo sentido para los menores.
Con relación a las cuidadoras, nosotros trabajamos transversalmente en una iniciativa tanto para declarar el Día Nacional del Cuidador como para entregar una atención preferente.
En su momento se nos dijo -fue el reparo que nos hizo el Ministerio- que se requería patrocinio del Ejecutivo, y no me cabe duda de ello. Aclaro que no fue el Ministerio de Salud, sino el de Desarrollo Social.
Es un tema que podemos conversar en su oportunidad, a efectos de buscar alguna redacción adecuada. Los Ministerios de Desarrollo Social, de la Mujer y de Salud, que están viendo este proyecto en una mesa tripartita, lograrán una solución a aquello.
Quería señalar eso simplemente, Presidente.
Reitero que nosotros propusimos que hubiese un Día Nacional del Cuidador. Esa iniciativa se aprobó y es ley de la república.
Y la Cámara de Diputados había planteado establecer un estatuto para los cuidadores y las cuidadoras.
Hoy día tenemos un número muy considerable de cuidadores en nuestro país. Y por eso se consideraba tan necesario destacarlos, en términos de relevar la labor que hoy día le prestan al país y también de darles la posibilidad cierta de incorporarse con mucha fuerza a los apoyos que entrega el Estado. El proyecto de ley que venía de la Cámara de Diputados, esta especie de estatuto de los cuidadores y cuidadoras, les confería la condición de sujetos de derecho y establecía algunos beneficios.
De ahí que se habían manifestado algunos reparos de constitucionalidad a su respecto, porque justamente por eso requería patrocinio del Ejecutivo.
El proyecto que pretendíamos presentar acá, en el Senado, presentaba esa misma condición. Y por ello había recibido algunas objeciones de parte del Ministerio de Desarrollo Social y Familia en su momento. Y espero que, en definitiva, busquemos la redacción necesaria para que la atención preferente en el caso de los cuidadores pueda ser garantizada.
Por tanto, voy a votar favorablemente en esa condición.
Además, agradezco a la Presidenta del Senado su buena disposición para entablar un diálogo fraterno que posibilitara un mejor proyecto.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Chahuán.
Tiene la palabra la Senadora Carolina Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, estaba conversando justamente con el Senador Letelier para explicarle el porqué del texto final.
La moción original contemplaba un artículo 2° titulado Del derecho preferente de atención de salud, donde se encuentra el texto que señalaba en su intervención, referido a que "Las cuidadoras y cuidadores que se dediquen al apoyo y asistencia de personas con discapacidad o dependencia, serán sujetos de protección y titulares de derechos. Tendrán derecho a ser atendidos/as preferente y oportunamente por cualquier prestador de acciones de salud, sea público o privado, con el fin de su acceso a las acciones de salud".
Lo anterior guarda relación con que, si se trata de una consulta de salud, tengan preferencia en la entrega de número para solicitud de día y hora de atención, en la asignación prioritaria para la consulta final de salud de urgencia. Y lo mismo en el caso de prescripción y dispensación de medicamentos.
La moción original detallaba lo mismo que contemplamos en el proyecto de ley que reconoce el derecho preferente de atención para adultos mayores, pero fue presentada antes de que tuviéramos operativa esa modalidad. Entonces, lo que hicimos fue adecuar el texto a una norma legal vigente en la actualidad, y que en su momento no estaba disponible, eso sí.
Yo no tengo ningún problema -y así se lo he planteado al Senador Letelier- en que volvamos el proyecto a la Comisión y revisemos su texto. Pero quiero ser muy franca para, aprovechando -tal cual lo han señalado varios Senadores y Senadoras- que nos está escuchando el Ministro de Salud, y conociendo su compromiso en esta materia, manifestar que si nosotros decimos "queremos reconocer derechos" también debemos ser capaces de poner los recursos y la infraestructura a los efectos de que esa idea se materialice en algo concreto.
Por eso que señalaba la importancia de que contáramos con un bono para las cuidadoras en materia previsional; que reconociéramos la importancia de que reciban un mayor estipendio, el monto actual es muy bajo y llega a muy poca gente; o sea, es tiempo de reconocer una labor que incluso significa un aporte a la economía del país y cuyo alcance se halla dimensionado.
De hecho, soy partidaria de que en la discusión constitucional analicemos el establecimiento de un cuarto pilar de la seguridad social: el pilar del cuidado. Así como pensamos en el tema previsional, en salud, en educación, ¡el cuidado en sí tiene que ser parte de la seguridad social en la definición de nuestra Carta Fundamental! A eso tenemos que avanzar.
Pero el proyecto constituye un paso concreto. Y además en su artículo transitorio -si ustedes pueden ver el texto- especifica un plazo de dos meses para que el Ministerio de Salud redacte el reglamento con el que pueda especificar la forma en que se acredita la calidad de cuidador o cuidadora y los derechos y deberes de la persona en el ejercicio de esa actividad. Porque fue parte de la discusión en la Comisión de Salud el cómo se reconoce la calidad de tal a una cuidadora cuando se presente en un consultorio, a los efectos de que pueda ejercer su derecho de atención preferente. Ahora eso quedará en un reglamento donde establecimos el plazo más breve posible: un lapso de dos meses, para que efectivamente ese derecho se haga realidad.
Quería explicar solamente ese aspecto.
Y como señalé en mi presentación inicial del informe: estamos dando un paso, de muchos que debemos dar.
Quiero terminar entregando un reconocimiento a las organizaciones que están detrás de esta iniciativa. Ya la mencioné anteriormente, pero quiero enviar un saludo especial a Mariela Serey, con quien hemos trabajado desde el primer día. En ella represento a cada una de las mujeres y de los hombres que están en la mesa de cuidados. Y decirles que ahora damos un paso, pero que vamos a seguir trabajando en conjunto con la Asociación Yo Cuido y las organizaciones afines. Nos queda mucho por hacer, en efecto, para otorgar el debido reconocimiento y apoyo para las cuidadoras y cuidadores en nuestro país.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senadora.
Vamos a dejar con la palabra al Senador Rabindranath Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidente.
La pandemia ha confirmado una vez más...
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Perdón, señor Senador, que lo interrumpa.
Informo que tendremos una reunión y pediremos en su momento que uno de los colegas pueda reemplazarnos en el ejercicio de la Presidencia. Y como usted tiene que asistir a la reunión, corresponde que intervenga inmediatamente.
Siga, nomás.
Perdone que lo haya interrumpido.
El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidente.
Decía que la pandemia ha confirmado una vez más la importancia de las labores de cuidado en nuestra sociedad.
Esta labor es ejercida casi en su totalidad por mujeres y no es remunerada en la mayoría de los casos. Y aquello se produce por la división social de tareas por género, que asigna a las mujeres los quehaceres de cuidado de niñas, niños, adolescentes, de personas en situación de discapacidad y de adultos mayores.
En el marco de la actual emergencia nunca había sido tan imprescindible y vital esta función de protección y cuidado. Por lo mismo, tal como lo han dicho aquí varios colegas, cobra relevancia el derecho de estas personas y, a su vez, a que ellas sean protegidas y cuidadas. Y este proyecto lo que busca es avanzar, ¡avanzar!, en ese sentido, al establecer el derecho preferente de cuidadoras y cuidadores, de los adultos mayores de 60 años y también de las personas en situación de discapacidad.
Este derecho de atención preferente y oportuna -y lo acaba de explicar la Presidenta de la Comisión de Salud- consistirá, entre otros aspectos, en que al momento del ingreso del paciente el prestador debe adoptar todas las medidas pertinentes, tales como la entrega del número para solicitud de día y hora de atención, la asignación prioritaria para la consulta final de la salud de urgencia, la emisión y gestión de la entrega de la receta médica en el caso de prescripción y dispensación de medicamentos, la asignación prioritaria para su realización en el caso de toma de exámenes o procedimientos médicos más complejos.
Me gustaría, como se ha dicho también acá, que fuéramos más allá y legislemos para que en nuestro país pueda existir un sistema nacional de cuidado, donde los cuidadores sean una parte central, valorizando así su labor y remunerándola, y donde el Estado cumpla un rol más activo.
Tal como señaló en la Comisión la representante de la Asociación Yo Cuido, el desgaste físico y emocional de los cuidadores y las cuidadoras es muy alto. Y eso debe ser atendido por el Estado.
Por supuesto que voy a votar a favor de esta moción que hemos patrocinado, junto con otros Senadores, a instancias del Senador Letelier.
Y espero que sigamos avanzando en este tema, como es el interés manifestado por todos los que han intervenido.
Gracias, Presidenta.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias, Senador Rabindranath Quinteros.
Ofrezco la palabra al Senador Juan Pablo Letelier.


El señor LETELIER.- Señora Presidenta, estimados colegas, quizá cometí la omisión en mi primera intervención de no agradecer a los miembros de la Comisión de Salud el hecho de que hayan logrado sacar este proyecto adelante, mediante el cual queremos que a los cuidadores y cuidadoras efectivamente se les reconozca como sujetos de derecho, en general, y como sujetos de derechos preferentes en salud, como una de sus áreas.
Estamos ya en votación. Y no se consultó sobre si la iniciativa volvía a Comisión. Por tanto, cómo se va perfeccionando su texto se verá ahora en la Cámara de Diputados.
Lo cierto es que necesitamos tomar conciencia.
Este proyecto nace de las organizaciones sociales. Nace en la Región de O'Higgins con la Asociación Yo Cuido, donde está María Eugenia Ahumada y otras personas, pero con el tiempo se fueron articulando y en varias regiones existen en la actualidad agrupaciones similares. Es una cosa muy relevante.
Señora Presidenta, necesitamos que este primer paso sea mucho más que eso y se constituya en el inicio del compromiso de garantizar que el Estado reconozca a los y las cuidadoras, aunque la gran mayoría son mujeres, porque se encuentran absolutamente invisibilizadas.
Dentro de las características propias de una sociedad como la nuestra, organizada como una sociedad patriarcal, es que se deja a cargo de las mujeres las funciones de cuidado -y es un debate que todavía no realizamos-, y las familias dependen en buena parte del rol de la mujer. No hay la costumbre de compartir las funciones, y menos las labores de cuidado, mucho menos.
Las mujeres postergan su desarrollo personal, dejan de estudiar, no pueden constituir una familia muchas veces. Y porque son cuidadoras no pueden desarrollarse integralmente.
No puedo menos que recordar que en un encuentro con cuidadoras en Rancagua una mujer de 44 años que habitaba en una comuna aledaña en la provincia de Cachapoal lloraba desconsoladamente y decía: "¡No quiero ser cuidadora!", "¡No quiero ser cuidadora!". Tenía un hijo discapacitado y estaba a cargo de su madre con alzhéimer.
¡No tenía vida propia esa mujer!
¡Y no recibía ningún apoyo del Estado! Y lo que queremos es que las cuidadoras reciban apoyo del Estado.
Por eso reclamo, y quizás con exceso para algunos, que las reconozcamos como sujetos de derecho y que el Estado asuma un rol muy importante con ellas.
La Constitución reconoce a la familia como un órgano esencial de la sociedad. Bueno, ¡eso ha de tener un correlato! Debe existir el apoyo del Estado, de la sociedad, para con las cuidadoras, que son fundamentales para el desarrollo de la familia y el cuidado de las personas.
Yo reconozco que aquí hemos experimentado un avance.
Y por su intermedio, Presidenta, le pido al señor Ministro que en el reglamento que ha de dictarse se pueda avanzar en la profundización del reconocimiento de las cuidadoras como sujetos de derecho y que, efectivamente, sean titulares de protección, que es lo que queremos. Porque, en última instancia, buscamos humanizar a nuestra sociedad, es respetar la dignidad de las personas.
Yo voto a favor, por cierto, y recordando ese angustioso grito de una mujer de apenas cuarenta y tantos años, que reclamaba "¡no quiero ser cuidadora!", no porque no amara a sus hijos, no porque no amara a su madre, sino porque no tenía vida propia. Y aquí es donde el Estado, es decir, todos nosotros, tenemos algo que hacer.
Voto a favor de este proyecto en la confianza de que en sus próximos trámites o en las próximas iniciativas que se presenten podremos profundizar algo tan importante como este nuevo pilar de derechos, que espero que el proceso constituyente también recoja.
He dicho, Presidenta.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchísimas gracias.
Solicito la venia de la Sala para que el Senador Juan Pablo Letelier continúe dirigiendo la sesión, dado que el Senador Pizarro, la Senadora Adriana Muñoz, el Senador Rabindranath Quinteros y quien habla sostendremos una reunión de coordinación con la Secretaría.
Acordado.
--Pasa a dirigir la sesión el Senador señor Letelier en calidad de Presidente accidental.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Le ofrezco la palabra al Senador Carlos Bianchi.


El señor BIANCHI.- Gracias, estimada Presidenta.
Le deseo éxito, nuevamente, en la conducción de la Mesa.
¿De qué trata este proyecto de ley, que celebro y voy a sumarme para su despacho votándolo favorablemente? Se trata de una atención preferente en salud para las personas que cumplen la función de cuidadoras o de cuidadores.
Pero ¿cuál es el problema?
Que estas personas no tienen derecho a enfermarse, porque cuidan a un familiar, por lo general, a la madre o al padre que pueden estar postrados, a un hijo o a la pareja, y están condenadas, como se ha dicho aquí, a permanecer los siete días de la semana, los treinta días del mes, todos los días del año, preocupadas de asistir a esos seres queridos.
¿Y qué hace el Estado?
El Estado mira para el lado, porque por esta labor fundamental, con la cual el país se ahorra una enorme cantidad de funciones, de dinero, etcétera, se les entrega un estipendio a estas mujeres que cuidan de estas personas de 29 mil 682 pesos mensuales: ¡29 mil 682 pesos!
Y además se les entregan 700 pesos mensuales mediante un cobro por caja que se realiza fundamentalmente, me lo decía el Senador Sandoval con mucha razón, a través del BancoEstado.
O sea, una indolencia brutal, total.
Entonces, cuando escucho a algunas Senadoras y Senadores que señalan que deben ser personas que posean derechos especiales, pienso que es así. Porque lo que estamos haciendo hoy día es entregar un poquito, un mínimo de dignidad a estas personas, asegurándoles una atención preferente de salud. Pero no es nada más que eso.
Y hablamos de personas que efectivamente necesitan, en una situación como la que estamos viviendo: de pandemia, de crisis, de cesantía, de incertidumbre, a lo menos algún apoyo del Estado.
No tienen ¡nada!, pero nada de nada.
Y más que celebrar un día especial para ellas o para ellos, cosa que reconocemos, de lo que se trata es que el Estado deje de abusar de esta situación,
¡Que el Estado se haga responsable de esta realidad! Y no lo hace.
Por su intermedio, Presidente, aprovechando que tenemos conectado al Ministro de Salud, a quien quiero saludar muy afectuosamente, quiero pedirle, como lo han hecho otras Senadoras y Senadores que me han antecedido en el uso de la palabra, que en los próximos meses que le quedan de función deje una huella, deje algo plasmado en este sentido.
¡La situación es brutalmente injusta!
Porque no solo es injusta la condición en la que se encuentra la persona postrada, que por lo general recibe una pensión miserable y vive en una condición tremendamente vulnerable. Lo señalaba el Senador Sandoval, quien conoce dicha realidad, al igual que quien habla, porque cuando visitamos a nuestras viejas y a nuestros viejos nos percatamos de la carencia de pañales para sus problemas de incontinencia; de sus problemas de descontrol, de su angustia, de su pena, ¡sí, pena!, porque no disponen ni siquiera de la alimentación necesaria para poder sobrellevar la condición de salud que enfrentan.
Y, asimismo, es una realidad que amerita que el Estado pueda tender la mano para contribuir a remediar la condición de personas que están realizando una labor que es fundamental, donde el Estado descansa absolutamente de su función, y por lo menos que se les entregue una retribución distinta. ¿Un estipendio mensual de 29.682 pesos para cuidar a una persona postrada no les parece brutalmente abusivo, brutalmente indolente?
¡Lo es!
Y por eso que vamos a votar favorablemente este proyecto que otorga alguna facilidad para que estas personas, al tener necesidad de acudir a un centro médico, dispongan de alguna facilidad.
¡Pero esto llega hasta ahí; hasta ahí!
Entonces, yo creo que en todo el país nos están viendo y están coincidiendo con el relato que estamos haciendo, pero se necesita avanzar mucho más. Y entregar una solución, desgraciadamente, está ajeno a nuestra posibilidad y solo puede impulsarla el Ejecutivo.
Así es que le pedimos al Gobierno que lleve adelante un proceso distinto de humanización.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Gracias, Senador Bianchi.
Senador Latorre, tiene la palabra.


El señor LATORRE.- Gracias, Presidente.
Yo valoro este proyecto de ley.
Creo que constituye un avance establecer la atención preferente de salud para cuidadores y cuidadoras de personas con discapacidad y dependencia; definir quiénes desarrollan la labor de cuidadores; especificar sus derechos y deberes; establecer una atención preferente en salud, que considere todo lo relacionado con consultas de salud, la prescripción y dispensación de medicamentos y también la toma de exámenes y la realización de procedimientos médicos más complejos.
Me parece bien todo aquello y lo considero un avance.
Sin embargo, creo que la iniciativa se queda corta, dada la realidad social de nuestro país y la carencia de un sistema nacional de cuidados.
Tenemos que avanzar hacia un sistema nacional de cuidados, que son políticas sociales universales, integrales, que se están estableciendo en muchos países que han modernizado sus políticas sociales para atender con pertinencia territorial, considerando los cambios demográficos, los cambios socioeconómicos, la realidad de las distintas patologías. Y también lo que implica la situación de los adultos mayores, con la soledad que viven muchos de ellos, que solo cuentan con familiares, vecinos o vecinas que pueden atenderlos, muchas veces voluntariamente, ni siquiera como un trabajo remunerado.
Por lo tanto, estamos en un nivel de fragilidad y precariedad muy grande, muy extendida en nuestro país.
Tenemos que avanzar hacia un sistema nacional de cuidado.
Esto lo viene denunciando y trabajando con mucha perseverancia acá, en la Región de Valparaíso, la Asociación Yo Cuido. Además, tienen una candidatura al proceso constituyente, a quien quiero saludar y felicitar, como Mariela Serey, que va en la lista Apruebo Dignidad, en el distrito 6, de la Región de Valparaíso. Pero, más allá de eso, es una vocería que busca visibilizar y establecer en la nueva Constitución los derechos de los y las cuidadoras, sobre todo mujeres. En la gran mayoría de los casos son mujeres las que hacen este trabajo, muchas veces no remunerado, invisible, de cuidados de personas con dependencia, de personas en situación de discapacidad, de adultos mayores, etcétera.
Ayer votábamos el proyecto para que los vocales de mesa se pudieran excusar; y hoy día esta es otra señal.
Pero falta el apoyo económico. Por ser iniciativa exclusiva del Presidente de la República, solo el Gobierno del Presidente Piñera puede adherir a este proyecto de ley, o en otro, con recursos económicos para esta red de cuidadores y cuidadoras en nuestro país, y avanzar hacia un sistema nacional de cuidados. Eso requiere gasto social e iniciativa económica por parte del Gobierno del Presidente Piñera.
Este proyecto se queda corto, pero es un avance, y lo voy a votar a favor.
Pero, sin duda alguna, tenemos que avanzar.
Creo que el proceso constituyente puede ser una oportunidad para ir delineando un sistema nacional de cuidados como un derecho social garantizado de manera universal.
Voto a favor, Presidente.
Gracias.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senador Latorre.
Tiene la palabra el Senador Alvarado, don Claudio.


El señor ALVARADO.- Señor Presidente, quisiera reiterar la importancia y lo que significa este proyecto desde el punto de vista de avanzar y darles mayores oportunidades y facilidades a todos quienes se dedican al cuidado de personas enfermas, postradas, adultos mayores.
Sin lugar a dudas, estas personas se transforman en una gran ayuda en muchas familias, y es un trabajo que muchas veces es poco visible.
Pero aquí, a través de esta iniciativa legal, existe un avance, un progreso para que en el sistema de salud puedan tener atención preferente, ya sea en materia de consultas médicas, en prescripción de medicamentos, en la toma de exámenes o en procedimientos médicos.
Sin lugar a dudas, estas personas sacrifican su vida cotidiana para entregarles cuidado, afecto, cariño a personas que se encuentran en un estado de invalidez, de postración o de enfermedad.
Quiero terminar esta intervención agradeciendo a Soledad, a Solange, a Julia, a Clara y a Macarena, que son las personas que durante todos los días de la semana hacen posible que mi padre esté durante muchos años muy bien cuidado y pueda percibir todas las atenciones que requiere. Así que para ellas, a quienes acabo de mencionar, gracias, muchas gracias.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Muchísimas gracias, Senador Alvarado.
Tiene la palabra, por último, la Senadora Órdenes, doña Ximena.


La señora ÓRDENES.- Señor Presidente, la Ley de Atención Preferente en Salud para Personas Mayores de Sesenta Años y en Situación de Discapacidad, nacida de este Senado, fue un importante avance en dignidad para millones de chilenos y chilenas.
Sin embargo, un grupo pasó desapercibido y aún está invisibilizado para la sociedad chilena: las cuidadoras y los cuidadores.
La invisibilidad llega a tal punto que ni siquiera existen datos certeros.
De acuerdo con el estudio "Panorama de la dependencia en Chile: avances y desafíos", del doctor en Salud Pública Pablo Villalobos, según la metodología que utilice cada encuesta el porcentaje de dependientes y, por ende, de cuidadores, fluctúa entre un 2 y un 10 por ciento de la población. El mismo informe intenta encontrar un número fehaciente y lo sitúa en más de seiscientas mil personas, utilizando la definición de "dependencia", propuesta por el Servicio Nacional del Adulto Mayor y el Ministerio de Desarrollo Social.
Otro dato relevante es que entre los cuidadores se estima que un 80 por ciento son mujeres. Estas mujeres, en especial aquellas que realizan el trabajo sin remuneración, sacrifican una parte importante de su propia vida para dedicarla al cuidado de algún familiar o cercano. Hablamos de madres, hijas, esposas o nueras que nadie reconoce, y menos se conoce su historia, pues hasta ahora los cuidados de largo plazo se han considerado como algo privado, íntimo y ajeno a las responsabilidades del Estado.
Esta moción avanza en la dirección de visibilizar su especial situación y en reconocer a los cuidadores y a las cuidadoras como sujetos de derecho en atención preferente en salud.
Por eso, quiero felicitar a los autores, Senadores Girardi, Lagos, Goic, Quinteros y Letelier, porque este reconocimiento es una legislación que puede marcar un primer hito en la forma como entendemos la labor de los cuidadores y enfatizar en la importancia de contar con políticas públicas que apunten en la línea correcta de abordar necesidades específicas de este grupo.
Es preciso contar con una ley integral, como aquella que creó el Sistema Nacional Integrado de Cuidados en Uruguay, que distribuyó las tareas de cuidado entre todos los actores de la sociedad y estableció el derecho de todas las personas con dependencia a recibir una asistencia adecuada. En Argentina también se está preparando un proyecto de ley. No seamos los últimos del vecindario.
Espero que este tema forme parte central de la discusión, especialmente en un año de elecciones presidenciales y de convencionales constituyentes.
Este proyecto dignifica la atención de salud y otorga derecho preferente para solicitud de horas de consulta médica, para la entrega de medicamentos en las farmacias y tomas de exámenes, entre otros aspectos. No olvidemos que parte de los problemas que enfrentan los cuidadores tiene que ver con el tiempo, y no les sobra, especialmente si están fuera del lugar donde se encuentra la persona que tienen bajo su cuidado.
Si bien es una excelente iniciativa, tenemos que resguardar que no sea letra muerta, porque se requiere un reglamento. Y ahí, evidentemente, es importante la visión y el compromiso que tenga el Ministerio de Salud para sacar prontamente el reglamento que le dará vida a la ley en proyecto.
También quiero entender esta iniciativa en un contexto donde no se avance en las agendas privatizadoras, como la propuesta del Gobierno respecto de Fonasa, y bajo la lógica de que seamos capaces de fortalecer la salud pública.
Por último, más allá del contenido, el solo hecho de visibilizar a quienes hasta ahora han sido silenciadas hace que aprobar este proyecto constituya un sano optimismo por el futuro.
Muchas gracias, Presidente.
He dicho.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senadora Órdenes.
Señora Secretaria, corresponde continuar tomando la votación de quienes se encuentran telemáticamente.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Así es, Presidente.
En primer lugar, se le consultará al Senador Kast, que solicitó adelantar su voto sin fundamentar.
¿Senador Kast?
Senador Kast, debe habilitar su micrófono.
El señor KAST.- A favor.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- El Senador Kast vota a favor.
¿Senador Soria?
El señor SORIA.- Voto a favor, señora Secretaria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Vota a favor el Senador Soria.
Senadora Allende, ¿había votado a favor usted?
La señora ALLENDE.- Sí.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Lo ratifica.
¿Senadora Aravena?
La señora ARAVENA.- A favor, señora Secretaria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- A favor.
¿Senador Castro?
El señor CASTRO.- A favor, Secretaria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- A favor.
¿Senador Durana?


El señor DURANA.- Voy a justificar mi voto.
Señor Presidente, este proyecto de ley amplía el derecho de atención preferencial de salud a quienes tienen bajo su cuidado a adultos mayores o personas con discapacidad severa no autovalentes.
Efectivamente, estamos reconociendo como sujetos de derechos a los cuidadores o acompañantes de personas mayores de sesenta años o con discapacidad.
Es lo que esperamos que resulte de toda la discusión que hemos tenido en la tarde, y fundamentalmente en cómo se va a seguir desarrollando el proyecto.
Esperamos que esta atención preferente no sea solo en el ámbito de una consulta de salud, sino que consista además, si finalmente este acompañante lo necesita, en la entrega de un número, en la asignación de día y hora para la atención, en una consulta de urgencia, en la derivación para que el paciente sea evaluado por un médico especialista, en la toma de exámenes o procedimientos médicos más complejos.
Se trata de personas que, dado el alto grado de dependencia de quienes están a su cuidado, se dedican de forma prácticamente exclusiva a dicha actividad, postergando sus propias vidas. Y esta dedicación implica, en la mayoría de los casos, que los cuidadores no tengan el tiempo necesario para esperar una atención efectiva de salud, ya que no pueden encargar a alguien más el cuidado que ellos ejercen.
Por ello, este proyecto los incorpora dentro de este derecho de atención preferente, lo cual obviamente reviste una tremenda importancia. Ese es el sentido de oportunidad que justifica que uno esté en la política, con este tipo de proyecto, que usted, Senador Letelier, ha presentado.
Sabemos que los elementos logísticos de implementación de la ley van a ser parte de un reglamento; pero, en concreto, estamos hoy día reparando en justicia una situación que resultaba absolutamente discriminatoria.
Voto a favor.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- El Senador Durana vota a favor.
¿Senador Galilea?
El señor GALILEA.- A favor, Secretaria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- A favor.
¿Senador García-Huidobro?
¿Senador Guillier?


El señor GUILLIER.- Si me permite, Secretaria, una breve argumentación, porque estoy muy de acuerdo con el proyecto. Por supuesto, lo vamos a aprobar, le damos el respaldo.
La iniciativa se preocupa de una realidad que en Chile empieza a surgir de la propia autoorganización de las personas, que en distintas partes, ciudades, rincones de Chile, se organizan en redes para tratar de auxiliarse y visibilizar la situación que están viviendo, no solo por las personas a su cargo, sino por el drama que significa para ellas mismas perder la posibilidad de realizar su vida por estar atendiendo a personas dependientes, sean menores de edad, adultos mayores o personas con algún tipo de invalidez, de los cuales la sociedad se desentiende. En Chile, el Estado no tiene un sistema de seguridad social que cubra muchos aspectos de lo que ella involucra, y, por consiguiente, está al debe. Y esa labor la asumen las propias familias, pero particularmente las mujeres.
Acá se han mencionado muchas cifras. Se dice que sobre el 80 por ciento -el 90 por ciento, incluso- de las personas que tienen que cuidar a otras lo hacen sin recibir ningún tipo de compensación, reparación, retribución, etcétera.
Por lo tanto, situar este tema, aunque sea marginalmente en un aspecto muy específico, que dice relación con cierto derecho preferencial a recibir una atención más oportuna -toda vez que otras personas están bajo su dependencia y muchas veces ni siquiera se pueden desentender de esa atención mientras se van a controlar su propio estado de salud-, parece un pequeño inicio de algo que debe ser una respuesta mucho más amplia, más sistemática.
Esta es una de las materias que necesitamos conversar en el proceso constituyente, para que la sociedad chilena se proteja a sí misma y no sacrifique a algunos para cumplir una función que debería ser del Estado, pero que en subsidio la tienen que realizar las personas a su entero costo, porque las remuneraciones, o retribuciones o bonos son francamente ridículos. Estos no tienen ninguna proporción con el costo que significa para las personas que atienden a otras, que no solo no reciben remuneración, sino que deben hacerse cargo de los costos que significa ayudar a una persona dependiente.
Por eso, saludo el proyecto. Creo que ayuda a poner este tema en el debate, el que ya se está instalando. Y, por cierto, espero que avancemos mucho más rápido, en la medida que tengamos atribuciones o por lo menos el patrocinio del Ejecutivo, porque nos movemos en un terreno que implica recursos y el Congreso, desgraciadamente, no tiene la facultad de ir más rápido. Esta es una decisión que debe tomar el Poder Ejecutivo.
Así que voto a favor, señora Secretaria.
Muchas gracias.
Y saludo al Senador Pizarro -lo veo por ahí- y, por supuesto, a la nueva Presidenta, Yasna Provoste. Me siento muy orgulloso de ver a ambos conduciendo el Senado de la República.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Senador Huenchumilla, ¿cómo vota?


El señor HUENCHUMILLA.- Señora Secretaria, señor Presidente, quiero hacer un par de comentarios. Y, previamente, también quiero saludar a mi querida amiga Yasna Provoste y a mi amigo Jorge Pizarro por el honor que les ha conferido el Senado de dirigir esta Corporación.
Los dos comentarios que quiero hacer son los siguientes.
Me parece que, sin duda, este es un pequeño paso, pero importante. Y estoy muy de acuerdo con el discurso del Senador Letelier en cuanto a establecer como sujetos de derechos a las cuidadoras y a los cuidadores, porque esto yo lo miro con una cierta visión de futuro o un sentido estratégico de lo que debe ser la acción del Estado respecto de su población.
Todos sabemos que en el mundo hay dos cuestiones que corren paralelamente.
Una es la esperanza de vida, que se alarga cada vez más. En Chile tenemos millones de adultos mayores; en Japón hoy día un 24 o 25 por ciento de su población son adultos mayores. Y con el correr de los años y de las décadas esto se va a incrementar, pues estoy cierto de que vamos a superar esta crisis de salud que tenemos hoy día, como tantas veces la humanidad lo ha hecho.
Y, por otro lado, la ciencia va a seguir progresando. La inteligencia artificial -como digo-, pasada esta crisis, continuará incrementándose, porque habrá nuevos desafíos. Va a venir la robótica y muchos trabajos que hoy día son hechos por los seres humanos comenzarán a ser realizados por las máquinas.
Entonces, muchos millones de adultos mayores van a necesitar cuidados y muchas personas tendrán que hacer otros trabajos. Eso se viene para el futuro. Esta es una cuestión para la cual, con el transcurso del tiempo, los Estados deberán prepararse.
Así que me parece que esta primera piedra que estamos colocando va en la dirección correcta. Y muy importante sería que en alguna instancia -supongo yo que en la Cámara de Diputados a estas alturas- se les estableciera a estas personas la calidad de sujetos de derecho, que le permita al Estado, a través de una política económica y jurídica, trabajar en esa dirección, pensando en el futuro.
Termino, señor Presidente, con una nota más de optimismo, aprovechando que está aquí el señor Ministro de Salud, contándole una experiencia personal, pues me tocó colocarme las dos dosis de la vacuna en un pequeño poblado de la comuna de Lautaro, en la Región de La Araucanía, y quedé notablemente impresionado por el tremendo y valioso trabajo que hace la salud primaria. Fui a un Cecof -un pequeño consultorio, pero muy bien equipado-, donde pude ser testigo de cómo las enfermeras, los enfermeros, los profesionales y los auxiliares, todos, les daban una atención de mucho afecto y cariño a los adultos mayores, sobre todo a gente muy sencilla; cómo se preocupaban de atenderlos bien, de mandarlos a dejar a su casa; cómo conversaban respecto de salir a vacunar a sus hogares a la gente que estaba postrada, de que fueran los kinesiólogos.
Entonces, yo creo que hay personas que están trabajando bien.
La salud primaria está haciendo un trabajo notable en todo este proceso de vacunación y en atender a todas las personas mayores y a los discapacitados, que lo necesitan. Eso debe darnos un toque de optimismo para no pensar que todo es malo en este país, pues tenemos muchas cosas buenas.
Yo soy muy partidario de la salud primaria. Lo experimenté como alcalde de Temuco en su momento. Sé que en las ciudades más grandes es más complejo, pero el ideal es que la gente no llegue a la salud secundaria, ni a la salud terciaria. Lo óptimo es tener medicina preventiva, que atajemos las enfermedades antes. Entonces, la salud primara juega un rol fundamental.
Por tanto, cuando veo que muchas veces discutimos solamente los grandes temas de salud, que dicen relación con la atención terciaria, yo preferiría que tuviéramos un enfoque estratégico para el futuro del país en la salud primaria. Es ahí donde creo que debemos hacer un gran esfuerzo.
Y saludo a la gente de la atención primaria de todo el país, y específicamente a la de la comuna de Lautaro, de los consultorios que hay en los pequeños poblados y también a lo largo de toda la región y de Chile.
Así que, en ese sentido, Ministro, le doy un toque de optimismo a lo que estamos discutiendo.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Muchas gracias, Senador.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- El Senador Huenchumilla vota a favor.
¿Senador Carlos Montes?


El señor MONTES.- Señor Presidente, había pedido la palabra a través del chat, y también el Senador Huenchumilla.
En primer lugar, saludo a la Senadora Yasna Provoste, a pesar de que no está en este momento en la Sala; pero quiero decirle que tenemos bastantes expectativas en cuanto a que ella aporte su singularidad en este cargo. Ya demostró aquello en su discurso. A mi juicio, dentro de lo que se haga resulta fundamental no olvidar que esta Corporación también debe cambiar.
El Senado no puede decirle a Chile entero que todo tiene que cambiar y no hacerlo también, no ponerse a tono con la hora actual, con el momento que estamos viviendo. Espero que ella logre incorporar todo eso, porque nuestra Corporación no es solo cuestión administrativa: es cómo discutimos con el país, es cómo relacionarnos, es cómo debatimos los grandes temas. Creo que la Senadora Provoste y el Senador Jorge Pizarro, quien tiene una larga experiencia, pueden marcar un punto que esté a la altura del proceso constituyente en que estamos inmersos, en lo que se refiere a la Institución.
Ahora bien, lo relativo a las personas no valentes, o semivalentes por razones de edad, de discapacidad, de enfermedad y a la necesidad de contar con un sistema de cuidados es un desafío real de la familia y de la sociedad.
La construcción de un sistema de cuidado es una cuestión pendiente. Y esto no es desde ahora nomás: la necesidad de tener un sistema de cuidado se viene conversando por lo menos veinte años. Lo que pasa es que parte desde distintos ángulos.
Yo vería qué tenemos en la sociedad: carecemos de tal sistema. Pasamos de 5 mil dólares per cápita a 25 mil, y no contamos con un sistema para hacernos cargo de dos partes de la sociedad: las personas mayores y las personas discapacitadas, principalmente.
Reitero: le diría a un Senador que habló antes -no inmediatamente, pero sí hace un rato- que este asunto tiene por lo menos veinte años, y también que para esto no se necesita cambio constitucional. Si incluso aquí, en el marco de la restricción en el cambio constitucional, hay un área de gran retraso.
He visto que en otros países existe más desarrollo en la materia. En Chile, si no fuera por la Fundación Las Rosas, el Hogar de Cristo y algunas pymes, la verdad es que el problema sería realmente mucho mayor. Es muy pequeño lo que tenemos: Hogar de Cristo, Fundación Las Rosas y ciertas pymes.
He oído las diversas intervenciones, y me parece que compartimos el hecho de que hay un vacío y que este debe superarse. Acá todo se halla muy centrado en los cuidadores individuales. Hay muchas cosas que hacer: los riesgos de las personas, la comida, el baño apropiado, la salud, los medicamentos, algo de esparcimiento. Es un desafío muy muy grande.
El debate está centrado en los cuidadores individuales; sin embargo, creo que un sistema requiere desarrollar variantes. Y quiero poner esto en el debate, porque pienso que por esta vía es difícil avanzar significativamente; debemos hacerlo simultáneamente con una respuesta social a un problema social.
Es verdad que resulta fundamental entender que los cuidadores y las personas que los requieren son sujetos de derecho, y que lo que hacen los cuidadores es un aporte muy muy significativo; sin embargo, creo que también hay que buscar soluciones sociales a problemas sociales.
Desde hace diez años, en cualquier población de Santiago, que la gente señala: "Nos falta una casa de acogida; queremos tener un lugar donde puedan ir personas de determinada condición: algunas veces por el día, y otras no solo por el día".
Existe un problema social y estamos muy atrasados. Y es un problema nuestro, del Parlamento. Este es el tipo de cosas por las cuales la sociedad nos dice: "Ustedes no están a la altura, no responden a los problemas". Porque estas cuestiones cualquier parlamentario las ve en la realidad. En tal sentido, les saco el sombrero a la Fundación Las Rosas y al Hogar de Cristo; pero, en verdad, el Estado no ha asumido una responsabilidad que hoy día, en el orden actual, tiene.
A mi juicio, los componentes individuales son fundamentales; pero junto a los componentes individuales se requiere una política social. Se han creado algunas casas de acogida: poquitas, a un ritmo lento. Esto fue producto de una pelea que empezó -según entiendo- en el segundo Gobierno de la Presidenta Bachelet.
Sin embargo, hay miles de hogares que tienen la necesidad de cuidadores de distinta naturaleza, o en que la dueña de casa no puede trabajar. Hay distintas maneras de hacerlo.
Ese es un problema de la sociedad.
Muchas veces hemos dicho: "Nunca más se ha de vender un colegio público. Donde hay un colegio público que no tenga alumnos, este debe quedar para distintos sistemas enfocados hacia los adultos mayores". Esto no ha sido acogido por los distintos Ministerios, por los diferentes Gobiernos.
En cuanto a las mutuales y a sus excedentes, le diría al Ministro que hay que reestudiarlo, pues ahí hay un potencial para asumir el sistema de cuidados de la sociedad. No quiero entrar en el detalle del manejo de excedentes hoy día, pero la verdad es que ello requiere replantearse, rehacerse.
Asimismo, creo que necesitamos una red de casas, junto a la red de cuidadores, con una red...
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Senador Montes, ¿cómo vota?
El señor MONTES.- Déjeme un segundo más, pues tengo que terminar.
Decía, señor Presidente, que a mi juicio se requiere una red.
El Ministro sabe que hay numerosos municipios que están gastando mucha plata en visitas aisladas de médicos a las casas. Esa es una mala política pública para un problema social, aunque es muy buena para las familias a las cuales llega el doctor.
Hay que repensar aquello, porque este es un problema social y no solo individual.
Creo que este es un muy buen proyecto. Ciertamente, lo voy a votar favorablemente; pero sin duda tenemos un vacío tremendo en la política pública, y esto supone recursos. Este es un desafío de la sociedad chilena y que forma parte de la bronca que aquella tiene con quienes nos ha tocado jugar roles de dirección dentro del país.
Felicito a los que dieron este paso; pero ojalá hagamos un debate de política pública global.
Voto a favor.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- El Senador Montes vota a favor.
¿Senador Moreira?
El señor MOREIRA.- Voto a favor.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Vota a favor.
¿Algún señor Senador o alguna señora Senadora no ha emitido su voto?
¿Algún señor Senador o alguna señora Senadora no ha emitido su voto?
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general y en particular el proyecto (35 votos a favor y 1 pareo), y queda despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Carvajal, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes y Provoste y los señores Alvarado, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, Girardi, Guillier, Huenchumilla, Insulza, Kast, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pugh, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Están pareados el señor Lagos y la señora Sabat.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- El proyecto queda aprobado en general y en particular, y pasa a la Cámara de Diputados para su segundo trámite.
La Senadora Goic ha pedido la palabra.
Antes de ello, solicito el acuerdo unánime de la Sala para tratar sobre tabla el proyecto que amplía el plazo de autorización para que el Congreso Nacional pueda sesionar telemáticamente (boletín N° 14.022-05).
Se trata de un proyecto de reforma constitucional, y la idea es rechazarlo en este trámite para que vaya a Comisión Mixta.
¿Habría acuerdo para proceder de la forma señalada?
Acordado.
Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, quiero saludar al Ministro.
Además, deseo decirle que me alegro de que estemos avanzando en la agenda que teníamos pendiente en salud. Creo que esta iniciativa -y es lo que quería expresar- es un avance y nos reitera su compromiso de seguir en un marco de reconocimiento de derechos de los cuidadores y de las cuidadoras.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Muy bien.