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REAJUSTE DE MONTOS DE INGRESO MÍNIMO MENSUAL Y DE DIVERSOS BENEFICIOS


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidenta.
Voy a votar a favor, pero quiero hacer un par de consideraciones.
Los argumentos clásicos de algunos economistas apuntan a afirmar que un alza del salario mínimo desincentiva la contratación. Señalan, majaderamente, que el aumento del ingreso mínimo genera desempleo.
Y eso no es así.
La política de reajuste del salario mínimo no ha tenido efectos significativos en la tasa de desempleo en Chile. De hecho, en los últimos diez años previos al 2019, los sueldos han aumentado y las tasas de desempleo han caído. Y, más todavía, los incrementos del salario mínimo han tenido un reducido impacto en la economía real.
Entre el año 2010 y 2018, el salario mínimo ajustado por inflación creció en promedio un 3,3 por ciento anual, mayor a la variación del índice mensual de actividad económica (Imacec) en igual período, que fue del orden de 2,1.
Es más, la validez de aquella aseveración de algunos economistas ha sido cuestionada desde los años noventa.
Y la evidencia internacional es tan contundente que el semanario The Economist modificó su postura sobre el salario mínimo diciendo: "Un salario mínimo, provisto que no sea muy alto, podría mejorar los salarios sin efectos negativos en el empleo".
Pero la evidencia parece no contar ante las visiones economicistas y monocromáticas del Ministro. Su receta es siempre una sola y se resume en cargar sobre los hombros de los trabajadores el costo de la crisis.
Primero fue el uso de los fondos de cesantía de los trabajadores. Hoy los trabajadores que por fortuna han recuperado su empleo se han quedado sin protección ante un eventual nuevo despido.
Después el Ministro se mantuvo impertérrito ante las demandas ciudadanas por una ayuda de amplia cobertura, con montos suficientes y acceso sencillo, con lo cual obligó a los afiliados de los fondos de pensiones a recurrir a sus ahorros propios para enfrentar sus necesidades básicas y reducir sus deudas.
En estos días el Ministro se pronuncia en contra de un segundo retiro, sin hacer ninguna valoración de los efectos positivos en la actividad económica del primero.
En una economía en recesión como la nuestra, se requiere mayor gasto. El gasto estimula la actividad económica, revitaliza los mercados, impulsa el empleo y apoya a los hogares a superar esta terrible situación. Las expectativas salen del campo pesimista y se abre una esperanza para retomar la senda de crecimiento.
Espero que haya una política proactiva de gasto fiscal de emergencia.
Por ahora el Gobierno se niega a estimular el gasto privado a través de un aumento razonable del salario mínimo.
Voto a favor para que ojalá en la Comisión Mixta se llegue a algo más positivo.
Gracias, Presidenta.