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DESIGNACIÓN DE SEÑORA ADELITA RAVANALES ARRIAGADA COMO MINISTRA DE LA CORTE SUPREMA


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, yo quisiera tan solo hacer un comentario, que me parece que hay que tener presente al momento de considerar globalmente lo que han sido las designaciones para los integrantes de la Corte Suprema.
Creo que no hay que dejar pasar una frase bastante desafortunada que en su oportunidad pronunció el Ministro de Justicia, cuando señaló que había muchos jueces,...
El señor DE URRESTI.- ¡Estimado, ya, démosle!
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- ¡Senador, apague su micrófono!
El señor ELIZALDE.-... que había muchos integrantes -espero, Presidente, que me descuente esos segundos- de la Corte Suprema que eran de Izquierda y que se necesitaban, como consecuencia de ello, más jueces de Derecha.
Digo aquello porque soy un convencido de que, por una parte, debemos garantizar que quienes conformen el Máximo Tribunal tengan el mejor estándar como jueces; pero, obviamente, como lo decía el Senador Huenchumilla, también se ha de garantizar la diversidad de visiones existentes en una sociedad democrática como la nuestra, y, por tanto, que el pluralismo de visiones, siempre en el marco del derecho y reconociendo la trayectoria profesional y los méritos que deben tener quienes integran el Máximo Tribunal de la República, exprese precisamente esa diversidad que caracteriza a la sociedad chilena.
Me parece que la manera en que el Gobierno ha procedido a los nombramientos, en particular la forma como alteró el orden respecto de nominaciones anteriores, ha tenido un impacto en la visión que la Corte Suprema tiene -reitero-, no respecto de la política partidista, pero sí de miradas contrapuestas entre sectores conservadores y progresistas en las distintas áreas en las cuales se debe pronunciar la Corte Suprema.
Creo que eso hay que tenerlo a la vista, pues es importante siempre garantizar que el Senado vele, si el Gobierno no lo hace, porque ese pluralismo se exprese. Y, en tal sentido, pienso que esta Corporación no ha ejercido sus atribuciones precisamente para que el Gobierno al menos realice consultas ante de efectuar nombramientos, garantizando -insisto- que lleguen los mejores desde el punto de vista profesional, pero al mismo tiempo asegurando la diversidad de opiniones.
Sobre el particular, basta recordar que el propio Ministro de Justicia cuando fue Senador votó en contra de la primera nominación de Carlos Cerda, un magistrado que nadie podría haber cuestionado, pero que se lo rechazó en primera instancia porque había jugado un rol muy relevante en dictadura, precisamente velando por el respeto irrestricto a los derechos humanos, y, por consiguiente se lo consideraba -entre comillas- un juez de Izquierda, pese a que, en lo que llamamos la "agenda valórica", tenía más bien una visión muchas veces conservadora. Pero que era un buen magistrado no cabía duda.
En consecuencia, se actuó con un criterio puramente político para rechazar ese nombramiento; tuvo que plantearse mucho tiempo después una nueva nominación, la cual finalmente fue acogida.
Yo voy a votar a favor de este nombramiento, porque no tengo cuestionamiento acerca de la propuesta; sin embargo, quiero hacer este punto, porque aquí no se trata de politizar la justicia, como muchos han señalado, pero sí de que una instancia democrática como el Senado de la República garantice que el pluralismo de la sociedad chilena se exprese en la composición de la Corte Suprema.
Por consiguiente, no tengo problema en votar por jueces conservadores si son buenos profesionales; sin embargo, creo que también hay que garantizar que estén representados jueces progresistas. Y, en tal sentido, el Gobierno no ha actuado -si me da treinta segundos nada más, Presidenta- con la actitud necesaria para asegurar ese pluralismo.
No olvidemos que la Corte Suprema, además de su importante rol en materia de administración de justicia, tiene que nominar, por ejemplo, a tres integrantes en el Tribunal Constitucional. Y en el último nombramiento que se realizó hace varios años -obviamente, en eso no tiene responsabilidad el actual Gobierno- se nombró a alguien que durante mucho tiempo fue editor de una revista neonazi. Textual: ¡una revista neonazi!
Entonces, creo que efectivamente hay que tomar resguardos para que -reitero- la diversidad de la sociedad chilena se exprese en la composición del Máximo Tribunal, y, por tanto, para que toda esa mirada, siempre con un alto estándar jurídico y de profesionalismo de sus integrantes, esté debidamente garantizada.
Me voy a pronunciar favorablemente respecto de esta nominación; sin embargo, quería manifestar mi opinión en esta sesión, porque creo que es algo que el Gobierno debería tener en consideración, y en especial el Ministro de Justicia, dadas la forma...
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene treinta segundos adicionales, Senador.
El señor ELIZALDE.-... en que votó cuando era Senador de la República y las desafortunadas declaraciones, cuando dijo que se necesitaban menos jueces de Izquierda y más de Derecha.
Voto a favor.