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SITUACIÓN DE LAS PYMES POR SECTORES Y A LO LARGO DEL PAÍS EN RELACIÓN CON LA LEY DE PRESUPUESTOS 2021


El señor QUINTEROS.- Señora Presidenta, en primer lugar, lamento profundamente la ausencia del señor Ministro de Hacienda a esta sesión. Su presencia era sumamente importante, porque es un tema gravísimo el que vamos a plantear y depende de su voluntad tomar en consideración lo que las pymes van a expresar acá.
Gracias, señor Ministro de Economía, por estar presente.
Hemos solicitado esta sesión especial en atención a la preocupación que nos genera el estado de las pymes a lo largo del país.
Las medidas adoptadas en el marco de la pandemia han resultado insuficientes y de ello dan cuenta los cientos de testimonios de pequeños y medianos empresarios que no han logrado resistir tanto tiempo sin actividad y sin un apoyo concreto del Estado.
Tal como lo advertimos hace algunas semanas, la ley que estableció medidas tributarias para la reactivación de la economía no cumplió con las expectativas para este sector productivo, especialmente el de regiones, que sigue sufriendo los embates de la crisis, pero cada vez con menos fuerzas para resistir.
Detrás de las pymes hay personas y familias que están perdiendo su fuente de trabajo e ingreso. Solo la Asociación Nacional de Turismo y Gastronomía agrupa a 54 gremios que representan a 4.250 pymes regionales con ventas anuales inferiores a 25 mil UF, las que claman por una ayuda que se necesita con urgencia, pues se avizoran quiebras y cesantía en las zonas turísticas del país.
Hablamos de un grupo relevante, que con su trabajo y capacidad emprendedora dinamiza las economías locales, genera empleos, entrega servicios y que, en los casos del turismo y la gastronomía regionales, agrega valor a los territorios y los hace competitivos.
Ellos, al igual que otros sectores, están cansados de recibir ayudas que no son tales o que apuntan a la generalidad y no se adaptan a las realidades regionales. De hecho, es distinto hacer funcionar una terraza en el sur austral o en la Patagonia que en el centro de Santiago. Y allí donde los restoranes podrán abrir sus aforos permitidos hasta un 25 por ciento a duras penas alcanzarán para financiar las operaciones de los locales.
La actividad turística, en un ambiente de incertidumbre e inseguridad sanitaria, carece hoy de los recursos mínimos para sostenerse. Solo en la Región de Los Lagos la ocupación hotelera de julio recién pasado fue un 95 por ciento menor que a igual fecha del año pasado. No hay reservas; no hay eventos. Este verano es probable que prácticamente no haya cruceros en los puertos del país y la situación económica desmedrada de muchas familias dificultará el turismo interno.
¿Cómo enfrentamos ese escenario?
Hace meses el Gobierno anunció que congregaría a una comisión para preparar las estrategias de reactivación poscrisis. ¿Veremos los resultados de ese trabajo en la discusión del Presupuesto nacional?
Nadie pretende que las pymes gastronómicas y turísticas se salten las medidas sanitarias. Pero para que estos sectores puedan seguir subsistiendo se requieren soluciones económicas efectivas, y estas no han llegado con las leyes de reactivación que benefician a unos pocos y mayoritariamente a los del centro del país.
Los gremios de estos sectores proponen la entrega de un aporte directo, sin concurso y no reembolsable, a través de la Tesorería General de la República, para cubrir el capital de trabajo, pues se encuentran descapitalizados.
Soy de la idea de que más que un subsidio a la mano de obra hay que subsidiar el empleo y así hacer un gesto a los empresarios que, haciendo un tremendo esfuerzo, evitaron acogerse a la Ley de Protección del Empleo y mantuvieron a sus trabajadores para que estos no se gastaran sus propios recursos del Fondo de Cesantía.
Los pocos que pudieron acceder a créditos Fogape ya en breve tiempo deberán comenzar a pagarlos, porque el período de gracia era de solo seis meses, pero muchos aún no han retomado sus operaciones. Por tanto, es necesario materializar créditos que ofrezcan entre doce y veinticuatro meses de gracia.
Las pymes necesitan que, de partida, se les alivie de las obligaciones que tienen con el Estado. Ello implica la condonación de los pagos de patentes y permisos municipales y una liberación, al menos temporal, del pago del IVA en las actividades turísticas.
En tal sentido, es razonable también considerar la condonación del pago de concesiones marítimas de actividades relacionadas con el turismo. Son cerca de trescientas concesiones de orillas de mar, lagos del país para hoteles, restoranes, campings, escuelas de surf, quioscos, etcétera.
Un medida similar se implementó en el Maule posterremoto del 2010, que resultó ser de gran ayuda.
Muy brevemente quiero detenerme en la realidad que están viviendo otros dos sectores, a los que no se les ha asignado la importancia que requieren.
Uno de ellos es el de los trabajadores de la cultura. Solemos dejar la actividad cultural en un segundo plano, pero esta genera trabajo y recursos importantes que se sustentan mayoritariamente en actividades y eventos masivos. Llevamos seis meses con prohibición de realizar estas actividades. Muchos de los trabajadores de la cultura, además, son informales. La pandemia ha evidenciado la precariedad en la que se desempeñan.
Otro grupo ampliamente impactado es el que reúne a estilistas, barberos, maquilladores y todo un vasto sector de servicios asociados a la estética. Ellos y ellas subsisten de su trabajo diario; no cuentan con un ingreso fijo continuo, y en su gran mayoría no pueden optar a bonos, seguros y otros beneficios. Para este sector es necesario también diseñar medidas que vayan en su ayuda
Señora Presidenta, una de las secuelas que dejará la pandemia en Chile será el empobrecimiento de una parte importante de la población. Ya hemos visto sus síntomas. Sus víctimas están abrumadas y sufren la angustia de pedir apoyo sin recibir soluciones. De nada sirve que los Ministros intenten convencerlos de que las medidas son efectivas cuando los bancos los califican como negocios de riesgo y no les dan créditos, o cuando se les niegan ayudas sociales, ya sea porque no figuran en ninguna lista de beneficios o porque aparecen en los detalles más altos del Registro Social de Hogares.
Comprendo que al Gobierno le resulte difícil asumir que cada sector productivo y de servicios requiera cierto tipo de ayuda. Comprendo también que la primera reacción sea la de resistirse a entregar más asistencia. Pero seamos sinceros: esta crisis pudo enfrentarse de una forma distinta, y no se hizo.
Hoy, en el marco de la discusión del Presupuesto del año 2021, es imperativo tomar un curso de acción distinto y asumir que una parte de los recursos del erario deberán destinarse a cubrir las demandas de las pymes y de los trabajadores del país, sea cual fuere su naturaleza. De lo contrario, los efectos serán todavía mucho peores.
Tienen la palabra el Ejecutivo y los Ministros del sector económico.
He dicho.