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PROHIBICIÓN DE CAPTURA DE ESPECIES SALMONÍDEAS PROVENIENTES DE CULTIVOS DE ACUICULTURA


La señora MUÑOZ (Presidenta).- A continuación, corresponde tratar el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica la ley N° 18.892, General de Pesca y Acuicultura, en materia de prohibición de captura de especies salmonídeas provenientes de cultivos de acuicultura, con informe de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura.
--Los antecedentes sobre el proyecto (11.571-21) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 12ª, en 23 de abril de 2019 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura: sesión 40ª, en 13 de agosto de 2019.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El principal objetivo del proyecto es permitir a los pescadores artesanales, por resolución fundada de la Subsecretaría de Pesca, la captura de especies salmonídeas que se hayan escapado de centros de cultivo o que hayan sido dejadas en libertad por sus dueños y se encuentren fuera del área de concesión, pero dentro del área marítima correspondiente a la región en que estén inscritos dichos pescadores.
La Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura discutió esta iniciativa solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señoras Aravena y Rincón y señores Castro y Quinteros.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 36 a 38 del primer informe de la Comisión y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición, como también en la plataforma de esta sesión, en el sistema SIL de la Corporación y en los correos electrónicos.
Es todo, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, señor Secretario.
En discusión general el proyecto.
Ofrezco la palabra al Senador Quinteros, miembro de la Comisión de Pesca, para que entregue el informe.


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidenta.
Bueno, el Secretario ha sido muy explícito en la relación de este proyecto. Yo voy a entregar datos sobre algunos hechos, como que la industria salmonícola nacional se encuentra radicada en manos de particulares, actividad que ha reportado al país importantes beneficios económicos y sociales por la entrada de divisas y el empleo generado. Sin embargo, el exponencial crecimiento de la industria del salmón, los ataques por parte de depredadores, las pérdidas por robo y las condiciones climáticas adversas han generado condiciones para el escape masivo de esta especie exótica directamente al mar, aguas interiores y ríos.
Las consecuencias de los escapes se han transformado en un problema ambiental, toda vez que el salmón, por su naturaleza, devora todo, en tanto que la captura y la comercialización de estos ejemplares son consideradas prácticas ilegales.
El objetivo de esta iniciativa es autorizar a cualquier pescador artesanal inscrito en el registro respectivo para extraer de manera permanente los salmones presentes en el área marítima de la región correspondiente.
También se establece la obligación de declarar al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura las cantidades de salmones extraídas por cada embarcación artesanal, y una sanción penal por la sustracción de salmones desde centros de cultivo, la ruptura maliciosa de redes y toda acción que provoque o pueda provocar un escape de peces.
Además, se contempla una prohibición temporal de captura de salmones que se han escapado desde un centro de cultivo, para que el titular del centro de cultivo ejerza acciones de recaptura, teniendo un plazo de treinta días, extendible por igual duración por una única vez.
Por otra parte, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura deberá publicar mensualmente información sobre el uso de antibióticos, la biomasa, la mortalidad y cosecha, desagregada por empresa y por centro de cultivo.
El titular de un centro de cultivo donde se produzca un escape de salmones podrá celebrar un contrato con organizaciones de pescadores artesanales de la zona para efectos de cumplir con el porcentaje de recaptura, peces que deben ser entregados al titular de la concesión. Deberá existir un procedimiento de recaptura que defina la nómina de pescadores participantes y los términos de la devolución al titular.
En resumen, el proyecto aprobado autoriza en forma permanente la captura de salmones por parte de organizaciones de pescadores artesanales y establece una prohibición de recaptura solo en el evento de escape de salmones, porque en ese caso la obligación del titular es recapturar los ejemplares que se escaparon dentro del plazo señalado, vencido el cual rige el régimen de autorización permanente de captura de salmones por parte de los pescadores artesanales.
La idea de legislar fue aprobada por la unanimidad de los miembros presentes de la Comisión, Honorables Senadoras señoras Aravena y Rincón y señores Castro y Quinteros.
Es cuanto puedo informar sobre este proyecto.
Y le pediría a la Presidenta que me dé los minutos que me corresponden para fijar mi posición con respecto a él.
¿Presidenta?
Bueno, la industria del salmón se ha convertido en un importante polo de crecimiento económico para el país. Solo durante el año 2019 las exportaciones alcanzaron los 5.135 millones de dólares. Y es también una importante fuente generadora de empleo.
No obstante, a pesar del aparente éxito de las cifras, la industria del salmón suele ser cuestionada, de manera ciertamente justificada, por una serie de prácticas que priorizan el logro económico por sobre la mantención de relaciones armónicas con el ambiente y las comunidades. El uso de antimicrobianos, la proliferación de desechos en el fondo marino, los escapes de peces, el manejo de mortalidades y la instalación de cultivos en zonas de alta biodiversidad o de interés social son cuestiones que es necesario regular y resolver.
Este proyecto aborda dos de esas situaciones.
Actualmente, el artículo 118 quáter de la Ley de Pesca establece que se presumirá la existencia de daño ambiental si en caso de fuga de salmones el titular del centro no recaptura, como mínimo, el 10 por ciento de los ejemplares en el plazo de 30 días, contado desde el evento, prorrogable por una sola vez en los mismos términos.
Claramente, este parece, por sí solo, un valor poco entendible a la luz de la falta de estudios que fundamenten el haber establecido tal porcentaje. En el caso, no se hace distinción alguna respecto a la especie, tamaño o cantidad de ejemplares involucrados en la fuga.
Tales variables no son triviales ante un eventual impacto ambiental. Hay especies que se han adaptado mejor al ambiente nacional. Prueba de ello son las poblaciones asilvestradas de salmón chinook, trucha arcoíris y salmón coho.
Estudios demuestran que, mientras más pequeños sean los ejemplares escapados, mayor será su capacidad de evadir a sus depredadores y capturar su propio alimento, asentándose en el medio. Los ejemplares mayores, en cambio, son más susceptibles de servir como alimento para otras poblaciones, como las de lobos marinos, los que a su vez suelen generar estragos en otras especies, afectan a la pesca artesanal y, paradójicamente, también atacan a los centros de cultivo. Ellos también constituyen un daño ambiental.
Y a pesar de que el Código Civil declara a los peces como res nulius -vale decir, son de quien los captura-, los pescadores no pueden acceder a este recurso, ya que no está declarado como pesquería. Si capturan salmones, aunque sea de modo circunstancial, pueden verse expuestos a fuertes sanciones.
Una vez que ese magro 10 por ciento es recapturado, su destino es convertirse en harina de salmón o ser depositados en algunos vertederos que, por cierto, ya no quieren seguir recibiendo desechos de la industria, pero no van a consumo humano directo, aunque no hay razones claras para ello.
Tema aparte es que, en la práctica, cada vez que ocurre un escape de salmones desde centros de cultivo, se produce un incremento sustancial en la venta ilegal para el consumo humano.
Resulta curioso que exista una protección tan fuerte de la propiedad de los salmones, incluso cuando estos han escapado, situación que produce pérdida de trazabilidad, impidiendo con ello asegurar su inocuidad alimentaria.
Respecto del uso excesivo de sustancias y químicos en el proceso de crianza de los salmones, la industria salmonera ha enfrentado serios cuestionamientos a nivel nacional e internacional por esta práctica. Al ser aplicados en ambientes abiertos, los químicos impactan a los medios naturales y afectan el desarrollo normal de los ecosistemas. En concreto, más de un 40 por ciento de los antibióticos administrados a los salmones son expulsados al medioambiente.
Hoy no existe la posibilidad de acceder de manera pública a datos desagregados sobre el uso de antibióticos en centros y barrios. Es necesario hacer una solicitud de acceso a la información, las cuales han sido repetidamente negadas por algunas empresas.
Señora Presidenta, está muy bien que las empresas del salmón contribuyan de manera importante al PIB, que generen utilidades, que den empleos y dinamicen la economía, pero ello no les otorga, bajo ningún término, licencia para operar con mayores facilidades que otras actividades productivas.
En los últimos diez años se han materializado 73 eventos con más de 6 millones de salmones escapados, lo que da cuenta de la magnitud del problema y sus efectos en el medioambiente de la zona sur de nuestro país.
¡Urgen soluciones!
Y este proyecto, al autorizar a los pescadores artesanales inscritos en el registro respectivo para extraer de manera permanente los salmones presentes en el área marítima de la región correspondiente, contribuye a minimizar el daño ambiental que estas especies ocasionan en nuestros ecosistemas marinos.
Por otra parte, al asegurar mayor transparencia en la información sobre el uso de antibióticos respecto de cada empresa de la industria del salmón, aporta una solución básica y esencial, a fin de lograr identificar a aquellas que hacen mal uso de estas sustancias o que no hacen cambios en sus estrategias de manejo para lograr su disminución.
Por estas razones, voto a favor de este proyecto en general.
La señora MUÑOZ (Presidente).- Gracias, Senador Quinteros.
Senadora Rincón, Presidenta de la Comisión de Pesca, tiene la palabra.


La señora RINCÓN.- Señora Presidenta, la verdad es que este proyecto se tramitó durante la presidencia del Senador Rabindranath Quinteros, quien ha hecho un completo informe.
Por consiguiente, solo diré que esta es una normativa que arranca de una moción parlamentaria en la Cámara de Diputados y que viene a recoger una realidad. Permite que no solo los pescadores artesanales capturen salmón escapado, sino que también establece una obligación a la industria en cuanto a su responsabilidad en el manejo de la acuicultura.
Así que suscribo lo que ya expresó mi colega el Senador Rabindranath Quinteros, y solicito, Presidenta, abrir la votación.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Muy bien.
¿Les parece a los colegas?
Se abre la votación, señor Secretario.
--(Durante la votación).
La señora MUÑOZ (Presidenta).- ¿Estaba inscrito el Senador Bianchi?
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Así es, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra, Senador Bianchi.


El señor BIANCHI.- Gracias, Presidenta.
Sobre este proyecto de ley, creo que es poco ambicioso para poner realmente fin a las malas prácticas que ha tenido y tiene el sector salmonero en nuestro país, el que, luego de haber arrasado la Región de Los Lagos y la Región de Aysén, pretende, con un tremendo lobby, llegar a instalarse en la Región de Magallanes, la que aún cuenta con sectores prístinos, sobre todo en sus fiordos y canales, los cuales están en riesgo latente de ser invadidos por esta industria, la que, sin duda, arrasará con un lugar único en nuestro país y en el mundo.
En cuanto a la estructura del proyecto, este cambia la regla general del régimen actual de los salmonídeos, ya que, según la ley vigente, estos son de propiedad de las empresas productoras, incluso después de que se han escapado. Por tanto, la captura y comercialización de estos ejemplares son consideradas prácticas ilegales.
Por eso se autoriza, en el artículo 1 del proyecto, a los pescadores artesanales inscritos en el Registro Pesquero Artesanal la extracción de especies salmonídeas presentes en el área marítima correspondiente a su región.
Con esto, sin duda, se produce un importante cambio, que permitirá a los pescadores artesanales tener una nueva fuente de ingresos y, además, que estos colaboren en el control de la presencia de salmones en el mar.
Asimismo, a los pescadores artesanales se les permitirá participar del proceso de recaptura que efectúe una empresa salmonera ante un episodio de escape, ya que se autorizará al titular del centro de cultivo para celebrar contratos con organizaciones de pescadores artesanales aledañas al centro siniestrado con el objeto de que participen en la recaptura.
Por último, se crea una figura penal especial que sanciona la sustracción de especies desde un centro de cultivo, así como la ruptura maliciosa de redes y toda acción que provoque o pueda provocar el escape de ejemplares desde centros de cultivo, lo cual, sin duda, es necesario castigar.
El proyecto avanza en la línea correcta en cuanto a evitar las consecuencias medioambientales que están generando los escapes de salmones desde centros de cultivo. Sin embargo, estimo que es el momento de efectuar una revisión más profunda a la legislación sobre acuicultura en materia de producción salmonera, así como a las políticas que lleva adelante el Ministerio de Economía respecto a esta industria, ya que es evidente el total colapso de nuestros mares a consecuencia del actuar irresponsable de la industria del salmón y, como representante de la Región de Magallanes, es de mi mayor preocupación el hecho ya real de que próximamente estaremos invadidos en nuestras prístinas aguas por esta industria, lo cual va a generar, obviamente, los efectos que hemos conocido en nuestras regiones contiguas de Aysén y de Los Lagos.
Voy a votar favorablemente este proyecto, Presidenta, habiendo hecho ya el punto en cuanto a la situación particular de las salmoneras.
Gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- A usted, Senador Bianchi.
Tiene la palabra el Senador Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Gracias, Presidenta.
Este proyecto de ley fue presentado como moción en la Cámara de Diputados y tiene por objeto, principalmente, autorizar a los pescadores artesanales inscritos en el Registro Pesquero Artesanal la extracción de especies salmonídeas presentes en el área marítima correspondiente a su región. Obviamente, esta es una autorización que solo se aplica al área marítima.
La iniciativa contiene siete artículos permanentes que regulan distintos aspectos que nos parecen fundamentales en esta materia.
Tal como señalaba el Senador Bianchi, está lejos de resolver todos los problemas provocados por esta industria, pero al menos genera un mecanismo adecuado de incentivos para que las empresas se hagan cargo de lo que representa esta producción, particularmente cuando se produce el escape de las especies correspondientes, y crea, al mismo tiempo, una fuente de ingreso adicional a la pesca artesanal, que las propias empresas dedicadas a la acuicultura pueden contratar para los efectos de proceder a su captura o recaptura.
Nos parece que es un proyecto que va en la senda adecuada; representa un avance significativo, y lo voy a votar a favor, insistiendo en que hay una serie de otros aspectos que deben ser regulados con urgencia, por tratarse de una actividad productiva fundamental para la economía de nuestro país en muchas zonas, pero que requiere un marco regulatorio que sea bastante más estricto, en particular en materia ambiental.
Voto a favor.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Elizalde.
Tiene la palabra el Senador David Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Muchas gracias, Presidenta.
No me tocó participar en la tramitación de este proyecto, toda vez que no soy miembro de la Comisión especializada; sin embargo, estuve en varias audiencias en las que se desarrolló su discusión.
Esta iniciativa, como bien se señaló acá, viene de una moción bastante transversal de la Cámara de Diputados. Recuerdo ahí a don Jorge Ulloa, actual embajador nuestro en Paraguay, y a Fidel Espinoza, entre otros participantes.
Un Senador señaló acá que el problema eran los salmones, pero en realidad el problema no son los salmones, y no es la situación que hay que resolver. No hace muchos días me tocó participar en un programa en la Región de Aysén respecto de qué hacemos con esta actividad, tan relevante, que genera cerca de 5 mil millones de dólares para el producto interno bruto nacional. Después del cobre, es la actividad económica más significativa que tiene nuestro país.
Y, como bien se expresó acá, la zona sur austral es parte fundamental en el proceso de desarrollo de la misma. Además, origina en el área una multiplicidad de empleos diversos. Hay empresas radicadas en la región en el ámbito no solo de la producción, sino también en el del procesamiento. Quiero destacar ahí a Mowi, una empresa establecida en el litoral aysenino, y a AquaChile.
Y lo que hicimos fue simplemente estructurar un protocolo, un acuerdo que involucró a todas las industrias, tanto a las insertas en el gremio de SalmonChile como a aquellas que no lo están, a objeto de que se entendiera que esta actividad no es el problema, como aquí creo que alguien manifestó, sino las muchas externalidades que genera, por lo que el problema radica en cómo hacerlo bien.
Ahora, una de las falencias que tiene el sistema es, precisamente, el asunto de las fugas. En ese sentido, resulta evidente que hay responsabilidad directa de muchas empresas. Es cosa de ver las numerosas publicaciones del Sernapesca sobre fugas de diferente naturaleza. La última pasó no hace más de tres semanas, en que miles de salmones, a veces como consecuencia de las condiciones del clima, a veces por ataques de depredadores, pero también en muchas ocasiones por malas prácticas de la propia industria al no hacer las debidas mantenciones a los diferentes centros, se fugaron.
La ley en proyecto, compartiendo lo que decía el Senador Rabindranath Quinteros, creo que deberá ser corregida. Aquella industria que recupere el 10 por ciento de las especies fugadas se exime de la responsabilidad del 90 por ciento restante. Y ahí se genera esta suerte de acuerdo entre la industria y los pescadores artesanales inscritos en los respectivos registros para complementar este tema.
Yo creo que la iniciativa tiene un punto evidentemente interesante, que habrá que analizar. Hubo una discusión, en algún minuto dado, respecto de si era preciso tener una normativa especial y no que esta se encontrara inserta en la propia Ley General de Pesca y Acuicultura, lo que, a mi juicio, habría sido el camino más adecuado. Pero entiendo que esta situación habrá que resolverla desde el punto de vista legislativo en la discusión en particular. Hay materias que se deberán analizar, como el uso de antibióticos, por lo que implica este fenómeno.
Pienso que la actividad requiere, indudablemente, cambios regulatorios. Yo espero sinceramente que en la discusión particular podamos avanzar significativamente en ello, por las evidentes consecuencias que producen las fugas sin determinados controles. Hay peces que de repente se encuentran en tratamiento sanitario que, una vez capturados, probablemente pueden generar efectos en la población. Y habrá que tener cuidado en ese tema: la pérdida de trazabilidad.
Pero aquí hay dos fenómenos: uno, de carácter natural evidente, que escapa a cualquier instancia de control, y otro relativo a las corresponsabilidades de las propias industrias.
Creo que, más allá de eso, Presidenta, es necesario avanzar en una regulación. En lo personal, voy a votar a favor de la idea de legislar respecto de este proyecto, esperando que en la tramitación en particular podamos corregir muchas de las materias que evidentemente requieren ser revisadas, requieren ser acotadas, a objeto de determinar qué hacer, porque hoy día, como bien se señalaba, falta hacerse cargo del otro 90 por ciento que no se captura, el cual, en mi opinión, produce un efecto en el medio ambiente, en la biomasa natural que tiene el litoral. A través de la discusión particular esperamos, como digo, corregir y superar gran parte de las debilidades que presenta la iniciativa.
Voto absolutamente a favor en general, porque creo que es necesario legislar sobre esta materia.
Muchas gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- A usted, Senador Sandoval.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Pedro Araya ha solicitado adelantar su voto sin fundamentar, igual que la Senadora señora Isabel Allende.
Senador señor Araya, ¿cómo vota?
El señor ARAYA.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senadora señora Allende, ¿cómo vota?
La señora ALLENDE.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?


El señor DE URRESTI.- A favor, señor Secretario.
Voy a fundamentar mi voto.
Este proyecto es tremendamente relevante para regular una actividad que, claramente, tiene un gran impacto en la zona sur, que nadie desconoce, pero que debe ser normada.
Se trata de una industria que a través de concesiones se apropia de un espacio que es un bien nacional de uso público, el mar, y que genera además una serie de externalidades que impactan en el territorio y que no son suficientemente evaluadas.
Obviamente los peces son una figura simbólica en ello, porque se desplazan y terminan moviéndose a decenas de kilómetros del propio lugar de cultivo. Esa es la situación -lo señalaba el Senador Quinteros- que debemos regular, además de la actuación con los pescadores artesanales, de forma clara y precisa. ¿Qué ocurre con los pasivos ambientales?, ¿con los desechos que producen las jaulas? Los centros de cultivo provocan un enorme impacto en el lecho marino. ¿Qué ocurre con los barrios?
En definitiva, a propósito de la crisis, en su momento se determinó cierta densidad, cierta cantidad máxima de centros de cultivo por área.
El debate no es si uno está a favor o en contra de esta industria. Como ocurre en muchas partes de nuestro país, en la industria forestal, e incluso en la agrícola y en la minera, el problema es la magnitud, el descontrol absoluto, la falta de regulación, la voracidad, por decirlo claro, de empresas que no trepidan en ocupar lugares prístinos. Esto sucede hoy en la Región de Magallanes, donde incluso están colisionando al disponerse ocupaciones en lugares donde hay reservas y parques nacionales.
Entonces, aquí debe haber un debate de fondo.
Me parece que esta industria aporta riquezas en el sur del país, dinamiza la economía, genera ingresos, pero requiere mayores estándares de control.
Entre los años 2006 a 2007, en la Cámara de Diputados constituimos la Comisión investigadora para conocer las condiciones laborales y medioambientales de la industria del salmón. Recorrimos todos los centros de producción de la zona sur: isla Melinka, Aysén, Chiloé, el propio Puerto Montt, y la verdad es que uno se impacta con los pasivos ambientales que generan.
Creo que hay que avanzar en una regulación adecuada, correcta con los pescadores artesanales, con el entorno, pero también desde el punto de vista de los factores ecosistémicos que producen.
Al criar una gran cantidad de salmones, que muchas veces se escapan por falta de control, o por una tormenta, o por negligencia de la propia empresa, se produce una asimetría entre el impacto ambiental que se genera respecto de las sanciones que reciben. Muchas veces su mal funcionamiento les sale prácticamente gratis, sin ninguna sanción, ni pecuniaria ni administrativa...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Está sin audio.
Le vamos a dar un minuto, Senador.
El señor DE URRESTI.- Lo que señalaba, señora Presidenta, es que votaré a favor de la idea de legislar. Me parece que esta propuesta de ley aborda aspectos importantes, pero tenemos que establecer ciertas regulaciones específicas para que, en definitiva, el estándar de cumplimiento por parte de la industria salmonera sea mucho más alto.
Hemos visto que la autorregulación, el control por parte de las propias empresas no ha sido suficiente, y los impactos los pagan el ecosistema, las comunidades locales, los pescadores artesanales o simplemente comunidades costeras.
Debemos emplear una mirada más rigurosa, especialmente en la discusión en particular, cuando presentaremos las indicaciones que correspondan.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor De Urresti vota a favor.
Senador señor Durana, ¿cómo vota?


El señor DURANA.- Señor Secretario, es importante definir y analizar ciertos efectos y externalidades, como la pérdida de trazabilidad y eventuales riesgos sanitarios.
Por lo tanto, me voy a abstener en la votación del presente proyecto de ley.
Gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Durana se abstiene.
Senador señor Galilea, ¿cómo vota?


El señor GALILEA.- Voy a fundamentar el voto, señora Presidenta.
Soy un asiduo visitante de los canales de la Décima y Undécima Regiones, por lo tanto, me ha tocado ver y conocer de cerca la evolución de la industria del salmón en los últimos, vamos a decir, veinte años, la cual ha pasado por distintas etapas, que son bastante evidentes.
Desde la crisis provocada por el virus ISA han aparecido sucesivamente otros virus, que han generado transformaciones muy grandes, entre ellas, la posibilidad de ir adecuando la masa de peces en cada uno de los centros dependiendo de la mortalidad. Si se produce mayor mortalidad, el permiso para mantener peces en esa determinada jaula-centro, es cada vez menor, es decir, si surge un pasivo ambiental que va en contra de la salud del propio medioambiente de los salmones, en este caso, ese centro debe ir disminuyendo, disminuyendo y disminuyendo.
Aun así, si uno compara las cifras que yo he podido revisar, los datos de antibióticos que se usan en Noruega y en Chile, que son los típicos dos países que se miran como competidores, pareciera que Chile utiliza un estándar muchísimo más alto. Hay bastantes diferencias, sí, entre las propias empresas; pero, en términos generales, nuestra industria de salmón ocupa muchos antibióticos.
Este proyecto de ley busca de alguna manera controlar el impacto ambiental del salmón. Y aquí es donde yo tengo dudas con el mecanismo que se ha usado, porque está perfecto que se imponga a las empresas recuperar el salmón; que se presuma daño ambiental si no recupera al menos el 10 por ciento, un número discutible, pero al menos la presunción empieza en el 10 por ciento.
Que eventualmente se recurra a los pescadores artesanales para recuperar esos ejemplares y procesarlos también me parece perfecto. Pero lo que no me termina de convencer es que, a contar de cierta fecha, ese salmón pase a ser lo que en derecho se llama res nullius, y, en consecuencia, pescable por cualquiera.
Entiendo que hoy día no hay cuota de salmón en esta región, por lo tanto nadie lo pesca. Pero si lo dejamos de pesca libre a contar de cierta fecha, creo que podríamos estar generando un incentivo muy grande a los ladrones de pescado, provocando un problema por la entrada de buzos, rotura de mallas, etcétera.
Entonces, evidentemente hay que resolver algunos temas: la calidad; las técnicas de jaulas y su supervisión; cómo enfrentar a los ladrones, a los lobos marinos y a todas las condiciones climáticas que provocan el escape de peces...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Está sin audio, Senador.
Denle un minuto.
El señor GALILEA.- Concluyo, señora Presidenta.
Creo que el impacto ambiental del salmón, que viene dado fundamentalmente por su condición exótica y por la gran cantidad de medicamentos que se le administra en Chile, es algo que debemos resolver, pero en realidad tengo severas dudas de que la solución que se está planteando sea la correcta.
Así es que yo, creyendo que hay que avanzar en este tema, me voy a abstener, porque me parece que la solución propuesta en el proyecto no es la correcta.
No me cierro para nada a aprobar en particular, pero creo que hay que hacer indicaciones para llevar este control hacia otro tipo de medidas y no a las que está proponiendo esta iniciativa de ley.
En concreto, me abstengo, y esperaré la presentación de indicaciones, señora Presidenta.
Gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Galilea se abstiene.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra la Senadora Luz Ebensperger.


La señora EBENSPERGER.- Señora Presidenta, el texto original de este proyecto permitía a los pescadores artesanales la captura de los salmones escapados, a través de una resolución fundada de la autoridad técnica. Y me parecía que ese era un camino mucho más correcto: una autorización excepcional y no permanente, por lo que ello significa.
A mi entender, el proyecto, tal como está ahora, produce ciertos inconvenientes con los que no estoy de acuerdo y, por eso, me voy a abstener hasta ver cómo llega el texto luego de la discusión en particular.
Primero, porque produce un riesgo sanitario, toda vez que, como acá ya se ha señalado, se pierde la trazabilidad del salmón capturado. Y esto no permite asegurar la inocuidad alimentaria del producto para aquellas personas que lo consumen.
Segundo, con tal procedimiento también se permite, de alguna manera, el blanqueamiento de especies robadas o sustraídas; se incentiva la rotura de las redes donde se crían los salmones; se estimula el robo de especies; se induce a la creación de una verdadera nueva actividad económica, de una nueva pesquería.
Considero que esta actividad hay que regularla, pero debe hacerse mediante una resolución fundada en casos excepcionales y no por una autorización permanente.
Por eso, a la espera de cómo llega el proyecto después de su estudio en particular, me voy a abstener, Presidenta.
Gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senadora Ebensperger.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Abstención, Presidenta, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Se abstiene.
¿La Senadora señora Carmen Gloria Aravena está solicitando la palabra para votar sin fundamentar?
La señora ARAVENA.- No.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Claudio Alvarado.


El señor ALVARADO.- Gracias, señora Presidenta.
Muy breve.
Respecto al proyecto en discusión, debo señalar que el problema de los salmones escapados es una cuestión de muy larga data, y durante mucho tiempo se ha querido legislar sobre la materia.
Y tal como se ha señalado, inicialmente la moción tenía como propósito que la captura de salmones escapados fuera producto de una resolución fundada del organismo técnico competente.
Hoy día, en los términos en que se nos presenta el proyecto en la Sala, queda la posibilidad de captura de manera permanente.
Y eso tiene dos efectos eventuales: uno, que puede constituirse en un incentivo perverso, en orden a materializar robos de salmones, rompiendo las jaulas correspondientes; dos, que luego se salga a la pesca de ese salmón -entre comillas- escapado para comercializarlo ilegalmente, con todo el riesgo sanitario que ello conlleva.
Si bien es cierto resulta necesario regular una materia, que ha estado en el debate durante muchos años, y la moción original traía elementos positivos para sacar adelante la iniciativa, creo que es importante volver a analizar, a trabajar el proyecto en la Comisión; presentar indicaciones que puedan reponer parte del espíritu de la moción inicial, a los efectos de restituir el propósito de la captura del salmón escapado, el cual, por las características de la especie, sin duda que provoca daños, pero al mismo tiempo que se la establezca como una acción regulada. Y no que a través de una ley se pueda dolosamente obtener beneficios económicos, con el consiguiente riesgo para la población.
He dicho.
Me abstengo.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Guillier, ¿cómo vota?
¿Senador señor Guillier?
El señor GUILLIER.- Ahí.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Apagó el micrófono, Senador.
Tiene que encenderlo.
El señor GUILLIER.- Ahí sí. Es que se me impedía hacerlo desde la Mesa.
Voto a favor, señora Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Harboe, ¿cómo vota?
Senador señor Huenchumilla, ¿cómo vota?
El señor HUENCHUMILLA.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Insulza, ¿cómo vota?
El señor INSULZA.- Voto a favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Kast, ¿cómo vota?
Senador señor Latorre, ¿cómo vota?


El señor LATORRE.- Voy a fundamentar brevemente el voto, Presidenta.
Creo que hay que poner en contexto el presente proyecto de ley. A finales de junio, por ejemplo, 800 mil salmones se escaparon de un centro de cultivo en el seno de Reloncaví. Se trata del último ejemplo de un desastre que es cíclico. Entre el 2010 y el 2018 se produjeron 87 eventos similares.
Estos no son simples accidentes, sino problemas de fiscalización y sanción originados en una regulación que se ha enfocado en proveer garantías sanitarias a la industria más que en fortalecer el cuidado del medio ambiente.
La industria salmonera condensa muchas contradicciones del modelo económico chileno, pues debe su exitosa inserción global y alto nivel de competitividad internacional a procesos de degradación ambiental y desigualdad territorial.
Este proyecto de ley es acotado: permite una función ecológica con la captura de los salmones escapados por parte de los pescadores artesanales y tiene algún impacto menor en la economía local.
Pero, sin duda alguna, acá se necesitan reformas estructurales a la industria salmonera para armonizar una industria económica muy exitosa desde el punto de vista financiero, pero con gran impacto en el medio ambiente, en el territorio. Y, por supuesto, el rol del Estado no es simplemente fiscalizar y poner algunas sanciones que son, de algún modo, menores en cuanto a las ganancias que obtiene la industria salmonera, que cuenta con estándares ambientales muy por debajo... (falla de audio en transmisión telemática)... efectivamente a nivel internacional.
Voto a favor de la idea de legislar. Creo que es -insisto- un proyecto acotado, que se podría mejorar mediante indicaciones; pero no es la solución estructural a una industria salmonera que en Chile significa degradación ambiental y desigualdad territorial.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Latorre vota a favor.
Senador señor Montes, ¿cómo vota?
El señor MONTES.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Navarro, ¿cómo vota?


El señor NAVARRO.- Secretario, voy a fundamentar.
El virus ISA ha causado estragos. Hace una década, Marine Harvest y muchas otras industrias salmoneras generaron una grave contaminación por el virus ISA. Todavía no se aclara su origen, se especuló mucho respecto a si las ovas venían contaminadas desde Noruega, pero lo concreto es que se perdieron 40 mil empleos y se arruinó la industria acuícola en Puerto Montt y la isla grande de Chiloé.
Y significó un golpe ambiental que desnudó las falencias de una industria: el gigante de pies de barro. Chile, el primer exportador de salmones en el mundo, pero con una fragilidad biológica y económica impresionante.
Este proyecto de ley nos permite abrir el debate.
El premio para las salmoneras, después del desastre del virus ISA, fue que se podían ir a lugares sanos. Y trasladaron sus concesiones a Magallanes y a la Región de Aysén. Dejaron un desastre ecológico; no limpiaron el fondo marino, y tuvieron nuevas concesiones en las cuales seguir con la industria. Había más de 2.600 inscripciones acuícolas, en un mercado especulativo de concesiones.
Este proyecto de ley da cuenta de una realidad: hay salmones escapados.
Más que la recuperación de los salmones, habría que preocuparse de las medidas de seguridad para que estos eventos no ocurran. ¡Pero siguen ocurriendo! ¡Se escapan millones de salmones! ¡Una especie depredadora! El salmón se come a todo el resto de la cadena trófica del mar. Es un depredador. Por tanto, su recaptura es importante.
Cuando ocurren estos eventos se producen daños. El 10 por ciento de recaptura, me parece insuficiente; que los pecadores artesanales colaboren con esta situación, me parece adecuado; que los salmones queden depredando en el mar sin poder ser capturados porque tienen un dueño, me parecería un grave retroceso.
Aquí hay eventos acotados a tiempo.
Con las indicaciones podemos determinar cuándo es res nullius; cuándo se puede capturar el salmón escapado y cuándo no. Eso puede ser producto de las condiciones que fije la ley, aunque la autoridad siempre termina defendiendo a la industria salmonera y desprotegiendo a los trabajadores, particularmente a los pescadores artesanales, y al medio ambiente.
Yo voy a votar a favor.
Esto abre un debate necesario, porque hasta ahora la industria salmonera solo ha tenido beneficios, subsidios y apoyo de parte del Gobierno, y jamás ha reconocido el grave daño ecológico que causa con los salmones escapados.
Esta iniciativa nos permite abrir la discusión hacia soluciones más de fondo, aparte de la que ya está planteada en sus normas.
Apoyaré la idea de legislar y anuncio que presentaré indicaciones para moldear y establecer un contexto general, para evitar lo que hoy día ocurre en el sur con una industria depredadora, que da ingresos a Chile, pero que también ha provocado importante daño ambiental, que es irreversible en esa zona del país.
Voto a favor.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Navarro vota a favor.
Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?


La señora ÓRDENES.- Presidenta, estamos en la votación en general.
El salmón es el segundo producto más exportado en Chile: primero, el cobre; luego, el salmón.
Si lo analizamos desde la perspectiva territorial, habría que señalar que dicha actividad está concentrada básicamente en las regiones del sur de Chile: partió en Chiloé; continúa en la Región de Aysén, y hoy día está ingresando fuertemente en Magallanes.
Paradojalmente, yo haría la misma ruta para evaluar cuál ha sido el impacto en los territorios. Chiloé tiene vacíos ambientales bien importantes, de los cuales hay que hacerse cargo. La Región de Aysén hoy día es el centro de engorda del país: el 60 por ciento de los centros de cultivo de salmones están en mi Región. Y la verdad es que uno no ve eso reflejado en el desarrollo regional.
Tengo serios cuestionamientos a esta industria, aunque nunca la voy a negar. Ella existe; genera empleo; es importante en el sector exportador chileno. Pero, si hablamos de los temas sanitarios, ambientales y de la relación con las comunidades, dicha industria está al debe.
Por lo tanto, a nivel de macrozonas, es urgente que se tomen medidas. Acá decimos: "Mire, si hay escape de salmones -lo hay, ¡son millones!, y estamos hablando de una especie invasiva-, usted tiene la obligación como empresa de capturar el 10 por ciento, y queda el 90 por ciento dando vuelta". Dado que eso ocurre, vamos a permitir que la pesca artesanal pueda capturar esta especie, y ya no será ilegal.
De eso se trata este proyecto.
¡Pero no es la solución al problema del escape!
El territorio marítimo ahí es muy poco conocido por los chilenos y de difícil acceso. La fiscalización es más compleja que en otro tipo de sectores productivos. Sernapesca, para abordar el litoral de Aysén, tiene que pedirle ayuda a la Armada. Ni siquiera tiene una embarcación propia. Se ha aumentado el número de fiscalizadores, pero no es suficiente para la magnitud y la superficie de la que estamos hablando.
Los canales y fiordos de Aysén son también una reserva. ¿Cómo compite la reserva o el parque nacional con las grandes industrias que ocupa el territorio en la práctica? Tradicionalmente, han sido los pescadores artesanales, pero la relación no es igualitaria en cuanto a los dispositivos, a los medios y al equipamiento que tiene una industria de esta naturaleza.
Esta actividad requiere mayor fiscalización y mayor regulación. Ese debería ser el horizonte.
Y a una industria de este nivel le exigiría mayor innovación. El Instituto Tecnológico del Salmón, Intesal, a mi juicio, tiene mucho más que aportar. Hoy día se sigue usando y abusando de los antibióticos. Avanzamos en productividad, pero no en tener...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Está sin audio.
Tiene un minuto más, Senadora.
La señora ÓRDENES.- Decía, Presidenta, que esta industria requiere mejorar sus estándares. Por eso hago esta reflexión.
Este proyecto está bien delimitado en sus alcances. Pero esta industria, si quiere seguir siendo importante para Chile, debe ser mucho más sostenible en el tiempo y mejorar la relación con sus comunidades.
Voy a votar a favor en general, pero, sin duda, esta iniciativa en particular requiere más análisis.
Muchas gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Prohens, ¿cómo vota?
Senadora señora Provoste, ¿cómo vota?
La señora PROVOSTE.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senadora señora Sabat, ¿cómo vota?
La señora SABAT.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Quintana, ¿cómo vota?


El señor QUINTANA.- Presidenta, los problemas ambientales de esta industria no están solo en el lugar de procesamiento o donde se produce el escape, que es donde los salmones ya han alcanzado una etapa adulta, sino también en los lugares de gestación, particularmente en las pisciculturas de las Regiones de Los Ríos y La Araucanía (provincia de Cautín, Melipeuco), donde se concentra el grueso de esta industria incipiente y donde empieza precisamente la gestación de estos salmones.
Hay denuncias ambientales bien bien severas. Comparto algunas dudas que se han planteado.
Este proyecto se hace cargo parcialmente del escape de los salmones. Pero también tenemos que mirar el descalabro ambiental que esta industria ha significado en todos lados. Sin ánimo de perjudicar a nadie, es importante salvaguardar los intereses medioambientales de todo el proceso, de toda la cadena.
Precisamente por eso y porque también me interesa mucho conocer lo que pasa en la parte inicial del ciclo productivo, voy a votar a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Quintana vota a favor.
Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?
El señor QUINTEROS.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Soria, ¿cómo vota?
El señor SORIA.-... (falla de audio en transmisión telemática)... Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Vota a favor?
El señor SORIA.- Sí.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senadora señora Aravena, ¿cómo vota?


La señora ARAVENA.- Secretario, voy a tratar de ser breve en la fundamentación de mi voto.
Lo primero es aclarar que Chile es el segundo exportador de salmones del mundo, después de Noruega, que es un país muy desarrollado, bastante más que nosotros.
También coincido con muchos de los que han planteado que esta industria ha sido bastante polémica, principalmente porque ha tenido que aprender de sus errores, que han sido gravísimos.
Efectivamente, creo que ha faltado mucha investigación respecto a cuáles son las consecuencias de estos cultivos exóticos en el medio ambiente, sobre todo en los lugares donde se instala.
Por otro lado, también es verdad que, a pesar de que se modificó la Ley de Sernapesca y aumentaron los fiscalizadores, probablemente no son suficientes, Y coincido, principalmente, en que hay pocas embarcaciones, incluida mi Región.
Es compleja la situación cuando el remedio que se busca para una enfermedad no es el adecuado. Y este no lo es, claramente.
Nosotros debiéramos ir al fondo del asunto y plantear de alguna manera cómo somos capaces, tal como lo hizo Noruega, de exigir un mucho mayor control respecto al impacto medioambiental y, sobre todo, a lo que implica el escape de una especie que, además de exótica, es muy agresiva.
Por lo tanto, el problema no se resuelve con dar la alternativa de recaptura a los pescadores artesanales, porque esa opción siempre ha existido por resolución de Sernapesca.
Y si bien se exige el 10 por ciento, normalmente se llega a acuerdos con los pescadores y se captura más de ese porcentaje, porque todos sabemos -incluidas las mismas pesqueras- el daño que esto provoca.
Entonces, siento que el remedio es peor que la enfermedad.
Todos sabemos que hay un alto grado de uso de antibióticos. Ha bajado en los últimos diez años, pero sigue siendo alto. Mucha de la resistencia antibiótica en los habitantes de este país puede tener que ver con los alimentos que estamos consumiendo.
Por lo tanto, si vamos a liberar el consumo, ¿quién se hará cargo de los niños, adultos mayores y demás personas que van a consumir esos salmones? ¿Quién se ocupará de realizar el análisis químico y bioquímico del contenido y la trazabilidad de estos alimentos?
Me da la impresión de que todos coincidimos en que hay que regular el escape y el impacto de la salmonicultura, sin dejar de comprender que es una tremenda industria desde el punto de vida económico para el país. Y lo que debemos hacer es ayudar para que mejore.
Pero el remedio que le estamos encontrando a esta situación es absolutamente ilógico, desde mi punto de vista. Lo que estamos haciendo es generar una pesquería comercial de un producto que no tendría que haber escapado, ¡y todos debiéramos querer en este Senado que no escape!
Las consecuencias de vender un producto contaminado con antibióticos son gravísimas. Y estamos incentivando que se sigan rompiendo jaulas, porque no se monitorean como corresponde. Ante ello, la solución es: transformemos esto en un negocio ilícito.
Yo no le veo por ninguna parte algo positivo a este proyecto. Sí le veo mucha...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Señor Secretario, dele un minuto más a la Senadora, por favor.
La señora ARAVENA.- Voy a abstenerme en esta iniciativa, reconociendo que hay mucho por hacer, pero considero que la solución no va por este camino.
Muchas gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- La Senadora señora Aravena se abstiene.
Senador señor Bianchi, ¿cómo vota?
El señor BIANCHI.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Castro, ¿cómo vota?


El señor CASTRO.- Gracias, Secretario.
Creo que cuando una industria es exitosa, es ganadora de dinero y se posiciona como el segundo sector más exportador del país, como ocurre en el caso de la salmonicultura, debe preocuparse de tener un buen cuidado de sus instalaciones.
Además, obviamente, se requiere mayor fiscalización y a lo mejor aumentar las multas.
Considero que este proyecto es el inicio de un texto que se puede mejorar.
Por eso, voto a favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Castro vota a favor.
Senador señor Harboe, ¿cómo vota?
El señor HARBOE.- Me abstengo, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Harboe se abstiene.
Senador señor Kast, ¿cómo vota?
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
La Senadora señora Sabat pide la palabra, Presidenta.
La señora SABAT.- Secretario, deseo manifestar mi abstención al proyecto.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Va a cambiar su opción de voto?
La señora SABAT.- Sí.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Por abstención?
La señora SABAT.- Así es, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (24 votos a favor y 11 abstenciones) y se fija como plazo para presentar indicaciones hasta el viernes 2 de octubre, a las 12 horas.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Muñoz, Órdenes, Provoste y Rincón y los señores Araya, Bianchi, Castro, De Urresti, Elizalde, García, Guillier, Huenchumilla, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Navarro, Ossandón, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
Se abstuvieron las señoras Aravena, Ebensperger, Sabat y Von Baer y los señores Alvarado, Coloma, Durana, Galilea, García-Huidobro, Harboe y Pugh.