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Le ofreceré la palabra a quien está presidiendo la Comisión de Salud. No sé si está presente.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, bueno, tal como se ha dicho, hace cincuenta días ingresamos esta iniciativa. Sin embargo, no podemos asegurar que la situación del país haya mejorado de manera ostensible frente a la amenaza de la pandemia.
Por todos es sabida la importancia de las ferias libres como lugar de provisión de alimentos y otros productos esenciales para la mayoría de la población, especialmente para las personas más vulnerables. Y en el marco de la emergencia que atravesamos, se han visto afectadas por decisiones de la autoridad sanitaria o por ordenanzas de las municipalidades, que en general buscan prevenir fuentes de contagio a través de diversas medidas de funcionamiento, llegando en algunos casos hasta a decretar la suspensión.
Este proyecto pretende recoger la experiencia de diversas comunas para darle una mayor homogeneidad a las condiciones de operación de las ferias, evitando una mayor discrecionalidad.
Si bien se imponen ciertas medidas de prevención, el objetivo de ellas no es sobrecargarlas de exigencias, imponiéndoles mayores cargas y costos que al resto del comercio, pues en su mayoría se trata de medidas que ya están siendo aplicadas.
Por el contrario, el propósito es otorgar mayores certezas a las ferias libres, de manera que no se vean eventualmente afectadas por medidas más extremas. Pero para que este objetivo se cumpla cabalmente, se requiere la participación activa del Ejecutivo. Como parlamentarios, tenemos facultades muy restringidas, por ejemplo, para proponer nuevas obligaciones o facultades a los municipios y, mucho menos, para aprobar nuevos recursos que permitan apoyar su labor.
Incluso sin pandemia, el interés general ha sido mejorar la operación de estas ferias, considerando que muchas de ellas se desenvuelven en precarias condiciones, a pesar de ser, en su gran mayoría, el espacio público más relevante dentro de cada barrio, pues constituyen el principal punto de encuentro de la comunidad. De hecho, en muchas comunas se ha avanzado en la idea de una feria modelo.
Ahora, con pandemia, cobra mayor importancia el aseguramiento del orden y de sus condiciones sanitarias, pero para ello se requieren recursos. De ahí la necesidad de que el Ejecutivo se involucre en esta iniciativa.
Los municipios con más ingresos han avanzado en esta dirección. También han tomado medidas a partir de la cuarentena, por ejemplo, en materia de tránsito y de fomento de las vías peatonales o de ciclovías. Ellos pueden hacer gestión, pero la gran mayoría no cuenta con los recursos suficientes y deben basarse en la capacidad de autorregulación y autogestión de los propios feriantes, que como sabemos, se trata de microempresarios con escasa capacidad para invertir en el mejoramiento de su comercio.
Por estas razones, si bien he patrocinado esta iniciativa, considero que ella estaría incompleta si no logramos agregar normas que involucren atribuciones y recursos para los municipios, para lo cual se requiere, por supuesto, la iniciativa del Ejecutivo.
Entonces, señor Presidente, espero que el Gobierno se involucre y que de esta crisis surja la oportunidad de mejorar sustantivamente este tipo de comercio, que no solo constituye la fuente de sustento de miles de feriantes y sus familias, sino también el principal canal de abastecimiento de los vecinos; es una expresión de nuestra vida social y cultural que merece ser protegida.
Voto a favor, Presidente.
He dicho.