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ESTABLECIMIENTO DE LEY MARCO DE CAMBIO CLIMÁTICO


La señora MUÑOZ (Presidenta).- A continuación, corresponde ocuparse en el proyecto, en primer trámite constitucional, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, que fija Ley Marco de Cambio Climático, con informe de la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (13.191-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite: sesión 93ª, en 13 de enero de 2020 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Medio Ambiente y Bienes Nacionales: sesión 58ª, en 30 de julio de 2020.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El principal objetivo de este proyecto es crear un marco jurídico que permita hacer frente a los desafíos que presenta el cambio climático; transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero hasta alcanzar y mantener la neutralidad de estas emisiones; reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia a los efectos adversos del cambio climático, y dar cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por el Estado de Chile en la materia.
La Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales deja constancia de que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 36 del Reglamento de la Corporación, discutió esta iniciativa en general. Asimismo, registra que, en cumplimiento de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 77 de la Constitución Política de la República y en el artículo 16 de la ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, recabó la opinión de la Excelentísima Corte Suprema en relación con los artículos 13, inciso cuarto; 14, inciso tercero, y 44 del proyecto.
El referido órgano técnico aprobó en general la iniciativa por la unanimidad de sus miembros, Senadores señoras Allende y Órdenes y señores De Urresti, Durana y Prohens.
Finalmente, dicha instancia hace presente que el inciso cuarto del artículo 13; el inciso tercero del artículo 14, y los artículos 23 y 44 del proyecto de ley son normas de rango orgánico constitucional, por lo que para su aprobación requieren 25 votos favorables.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 281 y siguientes del primer informe de la Comisión y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición tanto en la plataforma informática como en el sistema SIL de la Corporación.
Por último, señora Presidenta, a propósito de las consultas que se hicieron, cabe señalar que los documentos de las iniciativas que se verán hoy quedaron a disposición desde las 19:30 horas del día de ayer.
Asimismo, el proyecto de reforma constitucional que se discutirá esta tarde también está en el sistema.
Es todo, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, señor Secretario.
En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra el Presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Senador Alfonso de Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señora Presidenta, este proyecto de ley, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, tiene por objeto crear un marco jurídico que permita hacer frente a los desafíos que presenta el cambio climático; transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero hasta alcanzar y mantener la neutralidad de estas emisiones; reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia a los efectos adversos del cambio climático, y dar cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por el Estado de Chile en esta materia.
El cambio climático es la mayor amenaza y el mayor desafío global de nuestra era. Dan cuenta de ello fenómenos como sequía, olas de calor, incendios forestales, aumento del nivel del mar, inundaciones, tormentas, pérdida de biodiversidad y desbalance de los ecosistemas que sustentan la vida, lo que se ha acrecentado especialmente durante los últimos años.
Cabe recordar que el año 2015, mediante el Acuerdo de París, las partes que celebraron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se comprometieron a mantener el aumento de la temperatura media anual muy por debajo de 2 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales y a proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 grados con relación a los niveles preindustriales, reconociendo con ello la reducción considerable de los riesgos y efectos que está provocando el cambio climático.
Ese acuerdo, promulgado en nuestro país a través del decreto supremo N° 30, del Ministerio de Relaciones Exteriores, del año 2017, permitió reconocer que el cambio climático es un problema global que requiere precisamente esfuerzos transversales de todos los Estados parte, sean desarrollados o no.
Esos esfuerzos se concretan en las contribuciones determinadas a nivel nacional, conocidas como "NDC", y que recientemente se han actualizado por parte del Gobierno.
Nuestro país presentó su primera NDC en el 2015, comprometiéndose a lograr avances en materia de mitigación, adaptación, fortalecimiento de capacidades, transferencia de tecnología y financiamiento en materia de cambio climático.
Recientemente en el mes de abril, en tanto, presentó la actualización 2020 de su contribución nacionalmente determinada.
Sin embargo, el instrumento anterior no resulta suficiente. Es también necesario que los países desarrollen políticas e instrumentos alineados con la ciencia para cambiar la trayectoria de emisiones y evitar que la temperatura aumente más de 1,5 grados Celsius al final del siglo.
Si bien nuestro país no es un gran emisor de gases de efecto invernadero, al igual que todas las demás naciones debe procurar los mayores esfuerzos para mitigar dichas emisiones y contribuir con ello al objetivo global trazado por el Acuerdo de París.
Distinto es lo que ocurre en materia de adaptación.
En efecto, Chile es un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático. Reflejo de ello es el hecho de que cumplamos con siete de los nueve criterios de vulnerabilidad establecidos en el Acuerdo de París.
Pese a que el Ministerio del Medio Ambiente ha hecho esfuerzos referidos a la gestión del cambio climático, se precisan políticas de largo plazo que trasciendan a los gobiernos de turno y que orienten la acción del Estado en su conjunto y de los privados con el propósito de implementar de manera integrada y transversal a todos los sectores.
Lo expuesto precisamente advierte la necesidad de contar con una ley marco que regule la institucionalidad del cambio climático y los instrumentos que permitan hacer la gestión de él.
En este sentido, la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales dedicó quince sesiones al estudio de esta iniciativa de ley, oportunidad en que recabó la opinión de expersoneros de Estado, de representantes de la Academia, de organizaciones no gubernamentales y especialmente de la sociedad civil.
Los expertos recibidos en audiencia coincidieron en la necesidad de que el país cuente prontamente con una ley marco sobre cambio climático. Asimismo, todos ellos alabaron el proceso de participación ciudadana a que fue sometido el anteproyecto y celebraron la idea de contemplar en la ley la ambiciosa meta de alcanzar la carbononeutralidad el año 2050.
Las críticas, por su parte, estuvieron concentradas en la necesidad de aumentar los niveles de participación ciudadana previstos en el proyecto; en perfeccionar el sistema de reportes, monitoreo y verificación; en descentralizar la iniciativa de ley, otorgando mayor participación a los órganos regionales y locales; en excluir también la injerencia del Ministerio de Hacienda en los diversos instrumentos de gestión; en otorgar mayor incidencia al Ministerio del Medio Ambiente, especialmente en materia hídrica, y en poner acento en ámbitos de adaptación y en perfeccionar las normas referidas a las estrategias de financiamiento del cambio climático.
Señora Presidenta, los miembros de la instancia legislativa que presido compartieron la urgencia de contar con un texto normativo referido al cambio climático.
Sin embargo, advirtieron también la necesidad de perfeccionar el proyecto sometido a tramitación durante la discusión particular. A fin de avanzar en tal dirección la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales propone a esta Sala, por la unanimidad de sus integrantes, aprobar la idea de legislar para continuar la tramitación en particular.
He dicho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador De Urresti.
Tiene la palabra la Ministra del Medio Ambiente, señora Carolina Schmidt.


La señora SCHMIDT (Ministra del Medio Ambiente).- Señora Presidenta; señoras Senadoras y señores Senadores presentes, el cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrentamos. Impacta de manera transversal a los países alterando de manera significativa su desarrollo y constituyendo una amenaza sin precedentes particularmente para las naciones en vías de desarrollo y las poblaciones más vulnerables.
Nuestro país cumple siete de los nueve criterios de vulnerabilidad frente al cambio climático, lo que lo hace altamente sensible ante esta amenaza. Pero también es uno de los que tiene mayores oportunidades para la acción climática.
El Presidente Piñera planteó el cambio climático como uno de los tres grandes desafíos y oportunidades para el futuro de Chile, y estableció dentro del Programa de Gobierno la importancia de contar con un marco jurídico que permita transformar nuestro modelo de desarrollo a uno bajo en emisiones y resiliente al clima, buscando atacar las tres dimensiones (sociales, ambientales y económicas) con un foco en las personas.
El proyecto de ley marco que hoy presentamos para su aprobación y que ha sido visto en extenso -como muy bien señalaba el Presidente de la Comisión de Medio Ambiente de esta Corporación, Senador De Urresti- permite que Chile cuente con una institucionalidad clara que pueda hacerse cargo, de manera transversal y multidisciplinaria, de este desafío, con políticas e instrumentos de largo plazo que trasciendan a los Gobiernos de turno y que orienten la acción del Estado y de los privados con instrumentos de gestión de cambio climático vinculantes.
Establece la meta de carbononeutralidad y resiliencia de nuestro país al año 2050, tal como nos pide la ciencia.
Chile será el primer país de América Latina que tendrá este compromiso por ley y el primer país en vías de desarrollo que compromete la meta de carbononeutralidad y resiliencia para el año 2050.
Por eso es tan importante que nosotros asumamos este principio orientador.
El proyecto establece a la ciencia como base y principal orientador de la toma de decisiones.
En esa línea, la iniciativa crea un consejo asesor científico especial para el cambio climático; traza los objetivos claros para la adaptación al cambio climático, que es la mayor vulnerabilidad de Chile, e incorpora el concepto de seguridad hídrica, relevando las actuaciones necesarias para reducir la vulnerabilidad del país y utilizar como pilar fundamental las soluciones basadas en la naturaleza.
Reconoce por primera vez el principio de no regresión y de progresividad, claves para avanzar con determinación en la acción climática y evitar cualquier retroceso en ello, además del principio de transversalidad, asegurando una participación representativa de todos los sectores.
El proyecto crea diversos instrumentos de gestión para el cambio climático, con alcance sectorial y territorial de mediano y corto plazos, y establece incentivos para las donaciones ambientales, para la acción climática, para la conservación y el cuidado del medio ambiente, a fin de que los privados participen e incrementen esta acción climática.
La crisis climática no se encuentra en cuarentena. Por eso, a pesar de la pandemia del COVID-19, estamos impulsando con fuerza esta agenda ambiental: presentamos nuestra nueva NDC a la comunidad internacional el pasado mes de abril, en la mitad de la pandemia. Esta NDC fue construida en forma participativa y contó con una gran presencia del mundo científico, al que quiero agradecer por ello. Y ha sido ampliamente reconocida por su ambición, tanto a nivel nacional como internacional. Chile es uno de los diez primeros países del mundo en hacerla y el único de América Latina.
Pero no basta la voluntad del Ejecutivo. Es importante que todos los actores políticos se sumen a este esfuerzo y saquen adelante este proyecto de ley que nos encontramos tramitando con "suma urgencia".
Quiero agradecer a los integrantes de la Comisión de Medio Ambiente del Senado por la urgencia que le han dado a la tramitación de esta propuesta legislativa, para que podamos sacarla a adelante. Y me sumo a lo solicitado por el Presidente de la Comisión para la aprobación unánime de la idea de legislar en este Senado.
Creemos que esto va en directa relación con entregar una mejor oportunidad de vida y de desarrollo para los chilenos y las chilenas.
Muchas gracias, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, señora Ministra.
Voy a entregar la palabra a los colegas que se han inscrito, recordando que a las doce termina el Orden del Día, por lo que quienes no alcancen a intervenir hoy, quedarán para la próxima semana.
Tiene la palabra el Senador Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidenta.
El mundo de hoy se debate entre diversos riesgos y amenazas, la gran mayoría de ellos causados por el propio ser humano. Ya sean de orden económico, social, sanitario, ambiental, político o militar, las sucesivas emergencias o crisis que vivimos, por lo general, se encuentran enlazadas con intereses empresariales y desequilibrios estructurales.
Esto es especialmente válido en el caso del cambio climático. Detrás de cada gran problema ambiental, existe un interés económico específico: en la desaparición de ríos, glaciares y humedales; en la tala desmedida de bosques; en la contaminación marítima y del aire; en la desaparición de especies; en todos estos casos, y de seguro en muchos otros, está la mano del hombre y su afán por hacer un negocio.
En un reciente reporte del Instituto de Recursos Mundiales, Chile aparece liderando la categoría "Alto Riesgo" en lo que se refiere a la demanda de agua y la cantidad disponible en el territorio, lo que nos coloca en una situación extremadamente delicada. Llevamos un largo período de sequía en la zona centro-sur; en la Región de Los Lagos el agua escasea en los sectores rurales mucho más de lo que podría imaginarse. En efecto, llueve mucho menos, y no existen mecanismos eficientes para la recolección y distribución del agua.
Los programas de agua potable rural son insuficientes y son miles las familias campesinas que observan con impotencia cómo baja el caudal de los ríos, disminuyen las cotas de los lagos y se secan los pozos.
Por otro lado, el aumento de temperatura de las aguas oceánicas incide en la ocurrencia de las floraciones de algas nocivas, que impactan directamente en la fauna marina y, consecuentemente, repercuten en actividades económicas relevantes para la región. La mayor agresividad de los últimos episodios de marea roja en las aguas australes demuestra la gravedad de la situación.
El aire puro hace tiempo que dejó de ser un atributo de las ciudades sureñas. Osorno y Puerto Montt viven repetidos episodios de emergencia ambiental por la contaminación, lo que altera la vida y afecta la salud de miles de personas.
Chile necesita una ley de cambio climático que sea efectiva, que contenga estándares más exigentes y que asegure una mayor participación social, de tal modo que las comunidades se identifiquen con la mitigación y adaptación al cambio climático.
Es evidente que los planes de acción sobre el cambio climático deben ser integrales y abordarse desde el nivel global hasta el local. Pero resulta fundamental que la nueva norma establezca de manera clara un mayor empoderamiento de las comunidades, pues sin ello es imposible lograr un equilibrio entre el desarrollo y el cuidado del medio ambiente.
En ese sentido, la ley debe contemplar una institucionalidad regional para el cambio climático.
Es cierto que todo no depende de nosotros. Resulta clave la acción internacional, que se ve obstaculizada por las políticas que siguen países más poderosos, en especial, Estados Unidos. Pero Chile no está exento de responsabilidades, pues si bien ha avanzado en algunos aspectos, como el uso de energías no convencionales, no ha suscrito o ratificado todas las convenciones sobre la materia, y ya sabemos el triste papel desempeñado en la última cumbre mundial que debíamos haber organizado.
Señora Presidenta, este proyecto contempla una estrategia climática a un plazo de treinta años. No hay espacio para el fracaso. Si no se cumplen las metas propuestas al año 2050, muy probablemente será tarde para reaccionar.
Esta ley, entonces, debe diseñarse para ese horizonte y no como estamos acostumbrados, para la limitada visión que nos da la coyuntura, sobrecargada como está, de enormes y variados desafíos.
Hace cuarenta años atrás se impuso una reforma previsional que debía estar rindiendo todos sus frutos en estos momentos, y todos sabemos lo que pasó: ¡no se cumplieron los compromisos y no pudimos o no supimos reaccionar a tiempo!
Aprendamos las lecciones. Enfrentemos este tema con una perspectiva de Estado, con decisión, audacia y valentía.
Voto a favor.
He dicho, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Quinteros.
Tiene la palabra la Senadora Ximena Rincón.


La señora RINCÓN.- Gracias, Presidenta.
Según el artículo 48 de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 92, nuestro país es altamente vulnerable frente al fenómeno del cambio climático, ya que cuenta con áreas de borde costero de baja altura; áreas áridas, semiáridas y de bosque; susceptibilidad a desastres naturales; áreas propensas a sequía y desertificación.
Nuestras principales actividades económicas dependen del clima y de la disponibilidad de recursos hídricos. Dentro de los sectores que se verán más afectados, y en los que es inminente tomar medidas de adaptación, están el silvoagropecuario, el de biodiversidad, el energético, el de infraestructura, el turismo, la pesca y acuicultura, y las ciudades.
Resulta de gran relevancia la tarea de adaptación que considera el proyecto de ley, pero que aborda de manera demasiado leve a mi parecer; especialmente, la lucha contra la sequía y el acceso a los recursos hídricos por parte de la población. Esta es una eventual crisis que debemos abordar ya. La posible ola migratoria por causa de escasez de agua es un problema real en otros lugares del mundo.
Gran relevancia cobra también la tramitación del proyecto de ley del Código de Aguas, como usted tantas veces ha señalado, Presidenta, normativa que debe asegurar efectivamente el derecho humano al agua.
Para Chile el cambio climático no es un invento de los científicos de Izquierda, como han señalado en varias ocasiones el Presidente Trump y otros Jefes de Estado de esa misma línea, quienes minimizan los riesgos inminentes del fenómeno.
Actualmente, solo treinta y cuatro países en el mundo cuentan con normativa en materia de cambio climático, y únicamente ocho en Latinoamérica; por lo cual resulta imperativo que nos sumemos cuanto antes a la batalla que están dando otros países en el combate no solo del cambio climático en sí, sino que de la ignorancia de muchos sobre los riesgos inminentes que esto implica.
Señora Presidenta, el cambio climático no es solo un problema de las naciones del primer mundo, "First World, world problem", sino que es una amenaza real para nuestro país.
Durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet el tema medioambiental, y específicamente el cambio climático, fue una de las principales tareas impulsadas. Su gestión fue reconocida internacionalmente por la NASA y la ONU. Y recibió el premio Champions of the Earth, Campeones de la Tierra, el año 2017, por el positivo impacto de las políticas ambientales durante su mandato, que incrementaron las energías renovables de la matriz energética más de un 10 por ciento en solo cuatro años.
Sin embargo, sabemos que este tema no es apropiable por un sector político o por un Gobierno en particular: es un asunto de Estado, ya que nos afectará a todos. Por ello, aplaudimos la celeridad y el trabajo con que los colegas de la Comisión de Medio Ambiente del Senado han tramitado el presente proyecto.
Esta iniciativa de ley, cuyo objetivo principal es crear un marco jurídico que permita asignar responsabilidades específicas para la implementación de medidas de mitigación del cambio climático, contiene principios tan relevantes como el precautorio, que permitirán establecer medidas antes de que el daño ambiental y climático sea irreversible.
Además, el proyecto de ley establece como meta hacia el 2050 neutralizar la emisión de los gases de efecto invernadero, con las respectivas estrategias sectoriales de mitigación.
Finalmente, crea el Comité Científico Asesor para el Cambio Climático y un Fondo de Protección Ambiental para financiar proyectos y acciones concretas en esta área.
Como adelanté, el proyecto aborda de manera adecuada el tema de la mitigación. Sin embargo, deja al debe la regulación efectiva de las medidas de adaptación al cambio climático. Esto es relevante porque sabemos que Chile emite solo el 0,25 por ciento de los gases invernadero, pero está dentro de los top 10 de países que más serán afectados por los efectos de la crisis del cambio climático.
En seguida, creemos que temas como la transparencia y la participación ciudadana sobre el cambio climático, la perspectiva de género, los derechos humanos y la justicia climática, la situación de aguas y glaciares, la agricultura y alimentación deben ser reforzados en este proyecto con acciones concretas y directas, para asegurar una debida protección de los derechos de las personas ante el cambio climático.
Para terminar, señora Presidenta, quiero decir que el tema climático en Chile no es baladí, sino que requiere de un potente esfuerzo de todos los sectores para que desarrollen la política de mitigación y adaptación que este proyecto y otras leyes ya aprobadas imponen. Pero eso no solo depende de la tarea que el Estado y sus órganos lleven adelante, sino que de cada uno de nosotros y de los ciudadanos, quienes deben tomar conciencia de sus actos, consumo y modo de vida, pues están afectando el entorno en que vivimos.
Gracias, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senadora Rincón.
Tiene la palabra la Senadora Isabel Allende.


La señora ALLENDE.- Presidenta, el proyecto que estamos discutiendo, sobre ley marco del cambio climático, junto al relativo a la biodiversidad, son los más importantes en trámite en este momento. Ambos tienen que ver con desafíos planetarios, como la pandemia que nos aqueja.
Los estudios nos indican que los efectos del cambio climático serán más profundos, incluso en la economía, que lo que actualmente está ocurriendo con esta pandemia. Es algo difícil de imaginar, pero así lo señalan esos estudios.
¿Y por qué ocurre esto? El aumento de la temperatura en la tierra ocurre porque nuestro modelo de desarrollo, basado en combustibles fósiles y en el poco sustentable sistema agroalimentario, que emite gases de efecto invernadero, modifica la composición de la atmósfera, lo que implica un incremento en la frecuencia e intensidad de eventos extremos como inundaciones, sequías, marejadas, heladas, olas de calor, epidemias, todo lo cual genera una ola de pobreza, conflictos y hambruna. El planeta ya está experimentando este tipo de situaciones y, por cierto, nuestro país también, como aquí se ha mencionado. Somos altamente vulnerables, uno de los más vulnerables al cambio climático, por su geografía y por sus altos niveles de desigualdad.
Además, tenemos una economía muy dependiente de la extracción de recursos naturales, y, por tanto, el foco para enfrentar este fenómeno lo debemos poner fundamentalmente en la adaptación a él y en repensar nuestro modelo de desarrollo, para hacer una transición hacia la sustentabilidad.
Tampoco debemos dejar de buscar la mitigación de este fenómeno, a la que todo el planeta debe aportar. El efecto acumulado por todos los países que, como Chile, aportan menos del 1 por ciento de gases de efecto invernadero es cerca del 25 por ciento. En esta línea, valoramos que el proyecto prometa una meta de carbononeutralidad, como se ha mencionado, para el año 2050. Sin embargo, no debemos dejar de poner el foco en la adaptación y las metas intermedias, que son indispensables.
La mitigación del cambio climático tiene que ver, en definitiva, con un compromiso con la humanidad, y la adaptación, con un compromiso para el futuro de nuestro país. En este sentido, esta futura ley es importante porque moderniza nuestra institucionalidad ambiental para abordar el cambio climático, considerando que su diseño original fue ya elaborado hace mucho tiempo: en los años noventa.
¿Y qué hace este proyecto? Establece una planificación en las diversas aristas que implica el cambio climático, fija una estrategia climática a largo plazo, determina un presupuesto máximo de emisiones de gases de efecto invernadero por sector y contiene mecanismos de integración entre políticas nacionales, sectoriales y regionales. En ese sentido, hay planes sectoriales para adaptación, para mitigación muy importantes; planes estratégicos; recursos hídricos... (falla de audio en transmisión telemática)... ya que no cumplimos nosotros verdaderamente con una ley o una política que haga real y efectivo el tratamiento integrado de las cuencas. Es más, ese atisbo que apenas estamos empezando a ver como política de nuestro país se revisaría cada diez años, lo que, a nuestro juicio, es un error, porque evidentemente requiere una revisión más pronta.
En esta materia, a mi juicio, hay una excesiva alusión al rol que va a jugar el Ministerio de Hacienda. Esperamos francamente que esta vez no haya postergaciones. Por cierto, rescato el principio de la no regresividad; pero, cuidado, porque muchas veces tenemos un discurso en el cual damos prioridad a ciertos proyectos que no van en armonía con nuestra protección del entorno.
En definitiva, en este proyecto hay aportes para la institucionalidad ambiental chilena: aumentarán las potestades del Ministerio del Medio Ambiente -así lo esperamos- respecto al cuidado de la naturaleza, y también las obligaciones que se les impondrá a los ministerios sociales; en fin, hay planes varios, que son importantes. Estas ventajas tenemos que apoyarlas. Pero no podemos desconocer y dejar de ver las injusticias ambientales graves que todavía subsisten en nuestro país. Por eso, no hay que perder la oportunidad para que una ley marco de cambio climático logre subsanar estas deficiencias históricas, que no podemos ignorar.
El proyecto de ley, por ejemplo, considera la dictación de un nuevo tipo de norma de emisión, que podrá establecer un máximo de emisiones de gases de efecto invernadero. Esto nos parece un gran avance porque le entrega esta potestad al Ministerio del Medio Ambiente. Sin embargo, no podemos dejar de tener en cuenta que el actual funcionamiento de las normas de emisión y calidad deja mucho que desear, y lo podemos ver en la negligente realidad que aún viven nuestras comunas de Quintero, Puchuncaví y Concón...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene un minuto, Senadora.
La señora ALLENDE.- Termino, Presidenta.
Cuando se dictan normas, tardan mucho en revisarse. Por eso es muy necesario que nosotros consideremos la debida e importante participación de las comunidades. En este sentido, tengo que lamentar una vez más acá el rechazo de nuestro Gobierno de suscribir el Acuerdo de Escazú, que no solo protege el medio ambiente, a los activistas, sino también, por cierto, el acceso a la información, la transparencia y la participación de las comunidades.
Presidenta, vamos a apoyar este proyecto. Nos parece un paso importante. Pero, por favor, no hay que dejar de considerar lo que tiene que ser una mirada integral, el énfasis en la adaptación y el aporte del Consejo Científico Asesor, por supuesto.
Esperamos, entonces, que se hagan estas acciones climáticas con tiempo, para no sorprendernos, como nos ha tocado vivir, por ejemplo, con lo sucedido con esta pandemia.
He dicho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senadora Allende.
Tiene la palabra el Senador David Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Presidenta, primero que nada, deseo valorar la decisión del Presidente Sebastián Piñera por la elaboración y presentación de este proyecto integral en materia de cambio climático.
Y también quiero destacar el trabajo impulsado por la propia Ministra Carolina Schmidt. Nos tocó participar en el proceso de la COP25 en varias temáticas, y evidentemente Chile, junto a otras instancias, se pone a tono en una materia que es de enorme significación. Y confiamos en poder avanzar en otros instrumentos también muy relevantes que están ahí todavía esperando aprobación: el SBAP y el Sernafor.
Ciertamente, como bien se ha señalado, Chile no es un gran emisor en materia de gases de efecto invernadero, pero es uno de los más afectados por las consecuencias que ellos tienen a nivel de la escala planetaria. Por eso, el proyecto se hace cargo de una serie de instrumentos de gestión respecto del cambio climático, como son las contribuciones determinadas a nivel nacional; los planes sectoriales de mitigación que aquí se ha hecho mención que no se contemplan; los planes sectoriales de adaptación; los planes de acción regional del cambio climático, y -dicho sea de paso- la participación comunitaria también.
Es más, se aborda un tema tan significativo, que se ha tratado en diferentes ámbitos, como el de los planes estratégicos respecto de los recursos hídricos a nivel de cuenca. Esto propone precisamente la seguridad hídrica en calidad y en cantidad para el acceso al agua a nivel local de la población. Por lo demás, tengo algunos proyectos de reforma constitucional para resguardar ese derecho esencial.
Evidentemente, como se ha señalado acá, hay normas de emisión. Existe una institucionalidad para el cambio climático, toda una estructura, una arquitectura que se hace cargo de este tema a nivel nacional. Y, por cierto, también debemos señalar lo que dice relación con algunos efectos que se plantean.
En la Región de Aysén y en el país en general podemos ver lo que implica este problema del cambio climático en sus efectos concretos. En algunos sectores falta agua; en otros, hay agua en exceso; en nuestra región, caracterizada históricamente por fuertes precipitaciones nivales, ha habido una fuerte disminución de estas, salvo en este año, que ha sido bastante excepcional, pero donde sí se ha registrado un sustantivo incremento en precipitaciones de lluvias. Y eso ha generado cambios significativos, con desastres ambientales que antes no teníamos, como avalanchas, deslizamientos, que incluso han costado la vida a más de alguna persona.
Son los efectos directos que involucra una situación que está impactando a todo el planeta y de la cual hay que hacerse cargo. Y este proyecto crea, precisamente, una arquitectura para enfrentar lo que significan estos efectos: acciones en materia de mitigación, acciones en materia de adaptación, y cómo esto se construye a través de la participación desde los niveles nacionales hasta los niveles locales.
Se ha señalado, asimismo, que hay diversos tratados internacionales sobre la materia, especialmente el Acuerdo de París, pero no son suficientes. Chile ha querido dar un paso más hacia adelante. E incluso más: en el Parlatino planteamos, como Congreso chileno, precisamente la necesidad de que todos los países de Latinoamérica se pusieran a tono en este ámbito.
Hasta ahora, solo cinco han declarado su intención de establecer por ley la meta de carbononeutralidad. ¡Cinco países en el mundo! Lo digo a propósito de lo que se ha señalado en algunas intervenciones. ¿Cuáles son? Reino Unido, Francia, Holanda, Nueva Zelandia y España. Y solo dos ya la han establecido. ¡Solamente dos! Suecia y Noruega. Chile sería el tercero. ¡El tercero!
Estamos poniendo también a Chile en situación de vanguardia en materia de regulación, como bien se ha señalado acá, respecto de un fenómeno que evidentemente está afectando a todo el planeta y que, como sociedad y como país, debemos enfrentar.
Solamente me queda mencionar dos detalles en los cuales sería bueno avanzar, aprovechando la presencia de la señora Ministra. Ya trabajamos en la Ley de Eficiencia Energética, a la que todavía debemos dar mayor fuerza. Ahora estamos con la Ley de Cambio Climático. Y nos queda una tercera patita: la ley de electromovilidad y la promoción de esta instancia en diferentes ámbitos del desarrollo de nuestro país.
Esas tres materias, evidentemente, constituyen un pool de acciones concretas hacia un problema que, como bien se ha señalado acá, debemos enfrentar totalmente involucrados como país.
Estamos en la tramitación en general y tomaremos todas las acciones que sean necesarias durante la discusión particular.
Votaré absolutamente a favor porque Chile está dando un salto en el mundo en materia de cambio climático.
Muchas gracias, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Jaime Quintana.


El señor QUINTANA.- Gracias, Presidenta.
Yo quisiera destacar el rol que ha tenido el Senado en toda esta discusión, particularmente en la Comisión de Medio Ambiente. El diálogo con distintos actores de la sociedad civil ha sido muy relevante. Aquí no puede haber espacio para la imposición de estas normas.
Como ha dicho la Ministra, acá se establece la meta de carbononeutralidad para el año 2050; se mandata la elaboración de una estrategia climática de largo plazo y de planes sectoriales de mitigación y de adaptación al cambio climático; se instaura la facultad para generar normas máximas de emisión para establecimientos específicos (esto lo considero muy relevante); se crea un Comité Científico Asesor para el Cambio Climático; se instituye el Sistema Nacional de Inventarios de Gases de Efecto Invernadero; se contempla el establecimiento de una Estrategia Financiera de Cambio Climático, algo que nuestras Senadoras han planteado y que me parece muy relevante.
Reitero: la que está realizando el Senado es una discusión de la máxima importancia. La adaptación y, sobre todo, la mitigación del cambio climático son fundamentales, pues "nuestra casa está en llamas", como ha dicho Greta Thunberg. Y, aunque el confinamiento ha ayudado a apaciguar el fuego, el incendio va a seguir expandiéndose cuando termine la pandemia, salvo que actuemos ya, como lo estamos haciendo hoy en este Senado.
Siempre es más fácil pensar que el del lado tiene la responsabilidad.
Una pareja que vive sin niños en un departamento cree que su impacto en emisión es tan menor que las acciones las deben tomar sus vecinos, que tienen cuatro hijos y generan una mayor huella de carbono. Esta familia, a su vez, piensa que nada va a cambiar en el mundo si ellos toman medidas y que la responsabilidad la tiene la fábrica de la esquina. Pero, para los dueños de la fábrica, los verdaderos culpables son las termoeléctricas. Y, para ellas, quien debe actuar es el Estado.
Y en los países pequeños muchas veces pensamos que quienes deben actuar son potencias como China o Estados Unidos, y no nosotros.
Al final, pocos actúan.
Y llegamos a la situación en la que nos encontramos, habiendo sobrepasado...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Se perdió la conexión con el Senador Quintana.
Le vamos a consultar vía chat.
Bueno, se le cayó la señal al Senador.
Como ya estamos llegando al término del Orden del Día, vamos a dar por concluida la sesión, quedando pendiente, por cierto, la intervención del Senador Quintana, así como la de los Senadores De Urresti, Durana, Insulza, Lagos y Letelier y la de las Senadoras Aravena, Provoste y Órdenes.
--Queda pendiente la discusión general del proyecto.