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ESTABLECIMIENTO DE LEY MARCO DE CAMBIO CLIMÁTICO


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidenta.
El mundo de hoy se debate entre diversos riesgos y amenazas, la gran mayoría de ellos causados por el propio ser humano. Ya sean de orden económico, social, sanitario, ambiental, político o militar, las sucesivas emergencias o crisis que vivimos, por lo general, se encuentran enlazadas con intereses empresariales y desequilibrios estructurales.
Esto es especialmente válido en el caso del cambio climático. Detrás de cada gran problema ambiental, existe un interés económico específico: en la desaparición de ríos, glaciares y humedales; en la tala desmedida de bosques; en la contaminación marítima y del aire; en la desaparición de especies; en todos estos casos, y de seguro en muchos otros, está la mano del hombre y su afán por hacer un negocio.
En un reciente reporte del Instituto de Recursos Mundiales, Chile aparece liderando la categoría "Alto Riesgo" en lo que se refiere a la demanda de agua y la cantidad disponible en el territorio, lo que nos coloca en una situación extremadamente delicada. Llevamos un largo período de sequía en la zona centro-sur; en la Región de Los Lagos el agua escasea en los sectores rurales mucho más de lo que podría imaginarse. En efecto, llueve mucho menos, y no existen mecanismos eficientes para la recolección y distribución del agua.
Los programas de agua potable rural son insuficientes y son miles las familias campesinas que observan con impotencia cómo baja el caudal de los ríos, disminuyen las cotas de los lagos y se secan los pozos.
Por otro lado, el aumento de temperatura de las aguas oceánicas incide en la ocurrencia de las floraciones de algas nocivas, que impactan directamente en la fauna marina y, consecuentemente, repercuten en actividades económicas relevantes para la región. La mayor agresividad de los últimos episodios de marea roja en las aguas australes demuestra la gravedad de la situación.
El aire puro hace tiempo que dejó de ser un atributo de las ciudades sureñas. Osorno y Puerto Montt viven repetidos episodios de emergencia ambiental por la contaminación, lo que altera la vida y afecta la salud de miles de personas.
Chile necesita una ley de cambio climático que sea efectiva, que contenga estándares más exigentes y que asegure una mayor participación social, de tal modo que las comunidades se identifiquen con la mitigación y adaptación al cambio climático.
Es evidente que los planes de acción sobre el cambio climático deben ser integrales y abordarse desde el nivel global hasta el local. Pero resulta fundamental que la nueva norma establezca de manera clara un mayor empoderamiento de las comunidades, pues sin ello es imposible lograr un equilibrio entre el desarrollo y el cuidado del medio ambiente.
En ese sentido, la ley debe contemplar una institucionalidad regional para el cambio climático.
Es cierto que todo no depende de nosotros. Resulta clave la acción internacional, que se ve obstaculizada por las políticas que siguen países más poderosos, en especial, Estados Unidos. Pero Chile no está exento de responsabilidades, pues si bien ha avanzado en algunos aspectos, como el uso de energías no convencionales, no ha suscrito o ratificado todas las convenciones sobre la materia, y ya sabemos el triste papel desempeñado en la última cumbre mundial que debíamos haber organizado.
Señora Presidenta, este proyecto contempla una estrategia climática a un plazo de treinta años. No hay espacio para el fracaso. Si no se cumplen las metas propuestas al año 2050, muy probablemente será tarde para reaccionar.
Esta ley, entonces, debe diseñarse para ese horizonte y no como estamos acostumbrados, para la limitada visión que nos da la coyuntura, sobrecargada como está, de enormes y variados desafíos.
Hace cuarenta años atrás se impuso una reforma previsional que debía estar rindiendo todos sus frutos en estos momentos, y todos sabemos lo que pasó: ¡no se cumplieron los compromisos y no pudimos o no supimos reaccionar a tiempo!
Aprendamos las lecciones. Enfrentemos este tema con una perspectiva de Estado, con decisión, audacia y valentía.
Voto a favor.
He dicho, Presidenta.