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SUSPENSIÓN DE CORTE POR NO PAGO Y POSTERGACIÓN DE COBRO DE DEUDAS POR CONSUMO DE SERVICIOS BÁSICOS DOMICILIARIOS. VETO


El señor ELIZALDE.- Tengo un problema con el micrófono de mi puesto. Por favor, actívenme otro.
Gracias, Presidenta y Secretario.
Voy a fundamentar a favor del rechazo al veto. Voto "sí", en este caso, para respaldar el informe de la Comisión. Ello, básicamente porque creo que este veto, lamentablemente, pretende destruir dos artículos que son fundamentales en este proyecto de ley.
En primer lugar, el artículo 3, que se refiere al plan de las telecomunicaciones, gratuito y de carácter solidario, y en segundo lugar, el artículo 8, que prohíbe que en los procesos futuros de definición tarifaria se considere esta ley excepcional como un factor a considerar para elevar las tarifas. Ambas normas dicen relación con la esencia de esta iniciativa.
Lamento que el Gobierno se haya demorado casi un mes en enviar este veto. El proyecto fue presentado el 18 de marzo; se aprobó en junio -creo que el 11 de junio se envió el oficio-, y el Gobierno esperó hasta el 8 de julio para formular el veto, con el fin de dilatar la entrada en vigencia de la ley.
Lo segundo que hay que precisar es que el marco de protección de esta iniciativa no es exactamente igual al establecido por el Gobierno en sus acuerdos voluntarios con las empresas. De hecho, en materia sanitaria, el proyecto dispone un ámbito de focalización más amplio, hasta el 60 por ciento de vulnerabilidad, a diferencia del acuerdo alcanzado en esa área por el Gobierno, que solo comprende al 40 por ciento de las familias más vulnerables.
Y podríamos citar otros ejemplos en que efectivamente este proyecto va más allá de lo establecido por el Gobierno. Por tanto, no es exacto señalar que esto es una repetición mecánica de lo acordado por el Ejecutivo con las empresas.
Por último, creo que es imprescindible dar una señal nítida: el esfuerzo para enfrentar la crisis se realiza entre todos y, en ese marco, las empresas deben contribuir.
Cuando se estableció el congelamiento de tarifas eléctricas en un proyecto presentado por el Gobierno a fines del año pasado, se indicó que ello implicaba un costo para las empresas, porque tal congelamiento significaba llevar a valor presente la rebaja en el costo de la generación eléctrica, lo que permitía mantener los precios nominalmente, con una sola variable que podría cambiar: el precio del dólar, que obviamente no depende solo de lo que ocurre en Chile. En ese contexto, ya hay un precedente en que el Ejecutivo pidió a las empresas hacer un esfuerzo financiero a efectos de llevar a valor presente la rebaja futura, con un costo, en todo caso, que no era relevante respecto de los costos globales para su funcionamiento.
En esta iniciativa ocurre lo mismo. La diferencia radica en que ya no es entre empresas, sino con los clientes. No olvidemos que aquí no hay condonación; no se está pidiendo que los clientes no paguen, sino simplemente que durante un plazo máximo de noventa días, si así lo necesitan y cumplen con los requisitos de la ley, suspendan el pago y repacten hasta un máximo de doce cuotas mensuales del mismo monto, sin multas, intereses ni gastos asociados.
Por tanto, es un esfuerzo mínimo que hacen las empresas con relación al costo global de esta crisis.
Por lo anterior, me pronuncio en contra del veto, es decir, a favor del informe de la Comisión. Voto que sí.
Quiero precisar un punto que me parece relevante. Debería explicitarse si hay Senadores que se van a inhabilitar, porque, de acuerdo a nuestro Reglamento, eso tendría efectos en el cálculo del quorum. Por tanto, solicito formalmente que se pregunte si hay Senadores inhabilitados o que se van a inhabilitar, y que así lo señalen expresamente, para aplicar los artículos reglamentarios respectivos.


El señor ELIZALDE.- Gracias, Presidenta.
Voy a votar a favor de la insistencia.
El numeral 5) de las observaciones que presentó el Presidente de la República buscaba suprimir al artículo 8, que es el corazón del proyecto, porque establece que en los procesos tarifarios futuros no se va a considerar esta norma excepcional para subir eventualmente la tarifa de tales servicios.
Me parece bien que no se haya aprobado este veto. Pero es lamentable que Senadores que promovieron con insistencia esta iniciativa durante su tramitación en el Senado ahora se estén absteniendo, a sabiendas de que el quorum constitucional exigido es de dos tercios de los Senadores presentes para reponer la norma aprobada por el Congreso. Pues bien, con la abstención han facilitado que no exista norma en esta parte. Por tanto, se destruye el corazón de la propuesta de ley.
El Gobierno ha señalado que esto no va a tener implicancias en las tarifas futuras. Le vamos a cobrar la palabra; esperamos que así sea. Este artículo garantizaba de forma legal que fuera de ese modo. Era fundamental para tener el resguardo necesario que merecen las familias chilenas en nuestro país.
También encuentro lamentable que no se haya aprobado la insistencia de la norma que se refería al plan de telefonía e internet, que era una medida relevante en el tiempo presente, disposición que, además, había sido aprobada sobre la base de una propuesta que hizo el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Sin embargo, el Gobierno posteriormente vetó aquello.
Lo anterior da cuenta de una falta de sensibilidad en esta materia, pues dos normas fundamentales que habíamos aprobado en este proyecto de ley, lamentablemente, no van a formar parte del texto definitivo.
Por último, quiero señalar que me parece grave que los Senadores Quintana y Kast no hayan podido votar. Los problemas de conectividad -yo lo he dicho antes- no pueden impedir que los colegas se pronuncien; más aún, si advierten esa dificultad. El día de mañana alguien podría estar tentado de que la conectividad perjudique a un sector por sobre otro.
En este caso, como se trataba de posiciones distintas (el Senador Quintana estaba a favor de insistir y el Senador Kast se iba a abstener, que es una manera elegante que encontraron de estar en contra), no se habría alterado el resultado. Pero de todas maneras es grave que no se consagre su derecho a voto.
Al respecto, es fundamental que se establezcan los resguardos. Insisto en lo que propuse en su oportunidad, en orden a establecer un sistema de votación similar al que usa la Cámara de Diputados: los que están presentes votan en el computador y los que están a distancia, a través del celular; de esa manera se garantiza efectivamente la votación. En la Cámara, cuando hay problemas de conectividad móvil, se hace la consulta mediante el sistema Zoom, y así se asegura que todos los parlamentarios puedan votar.
Reitero: en este caso no se altera el resultado. Faltó un voto, en rigor, para que se aprobara la insistencia. Es una mala noticia. Y lamento que incluso autores de este proyecto, que acostumbran a hacer puntos de prensa a favor de esta propuesta, hoy día se hayan abstenido. Tendrían que darle una explicación al país.
Voto a favor de la insistencia, señora Presidenta.