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ESTABLECIMIENTO DE ESTATUTO CHILENO ANTÁRTICO


La señora MUÑOZ (Presidenta).- A continuación, corresponde ocuparse en el proyecto de ley, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, en segundo trámite constitucional, que establece el Estatuto Chileno Antártico, con segundo informe e informe complementario del segundo informe de la Comisión de Relaciones Exteriores (en sesión de 9 de junio del presente año la Sala acordó devolver el proyecto de ley a dicha Comisión para tal efecto).
--Los antecedentes sobre el proyecto (9.256-27) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 93ª, en 23 de enero de 2019 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Especial de Zonas Extremas y Territorios Especiales: sesión 34ª, en 17 de julio de 2019.
Relaciones Exteriores: sesión 34ª, en 17 de julio de 2019.
Relaciones Exteriores (segundo): sesión 99ª, en 21 de enero de 2020.
Informe complementario del segundo informe de la Comisión de Relaciones Exteriores: sesión 49ª, en 14 de julio de 2020.
Discusión:
Sesión 35ª, en 23 de julio de 2019 (se aprueba en general).
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Esta iniciativa fue aprobada en general en sesión del 23 de julio del año 2019.
La Comisión de Relaciones Exteriores deja constancia en su informe complementario de que, para los efectos reglamentarios, los artículos 3, 7, 12, 17, 22, 24, 33, 39, 43, 46, 51, 52 y 55 permanentes y los artículos primero y tercero transitorios de la iniciativa no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones. Estas disposiciones deben darse por aprobadas, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador, con acuerdo unánime de los presentes, solicite su discusión y votación.
Cabe señalar que el mencionado artículo 17 requiere para su aprobación 25 votos favorables, por ser norma de rango orgánico constitucional.
El referido órgano técnico efectuó diversas enmiendas al texto aprobado en general, todas las cuales fueron acogidas por unanimidad. Cabe recordar que las enmiendas unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifieste su intención de impugnar la proposición de la Comisión respecto de alguna de ellas o que existan indicaciones renovadas.
De las enmiendas unánimes, las relativas a los artículos 20, 45, 50 y 53 son normas de rango orgánico constitucional, por lo que precisan 25 votos favorables para su aprobación.
Finalmente, la Comisión de Relaciones Exteriores consigna que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 16 de la Ley Orgánica del Congreso Nacional, y atendido a que en su informe complementario introdujo modificaciones a las normas sobre organización y atribuciones de los tribunales, el proyecto de ley fue nuevamente puesto en conocimiento de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que transcribe el texto aprobado en general; las enmiendas realizadas por la Comisión de Relaciones Exteriores tanto en su segundo informe como en el informe complementario del segundo informe, y el texto que quedaría de aprobarse esas modificaciones.
Los documentos se encuentran a disposición de Sus Señorías tanto en el SIL como en la plataforma de esta sesión, y también fueron remitidos vía correo electrónico.
Es todo, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, señor Secretario.
Tiene la palabra el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Senador Juan Pablo Letelier, para que nos entregue el informe pertinente.


El señor LETELIER.- Señora Presidenta, estimados colegas, a principios de 2014 este proyecto fue presentado al Congreso Nacional; pasó por la Cámara de Diputados, donde fue aprobado en forma unánime, y posteriormente, al Senado. De modo que nos hallamos en el segundo trámite constitucional.
Formalmente, como indicó el Secretario, durante el debate de esta iniciativa se fue afinando su texto; y las Comisiones técnicas respectivas realizaron su trabajo a fin de perfeccionar las indicaciones.
Es bueno recordar que el fundamento del proyecto de ley tiene que ver con que actualmente es necesario mejorar la regulación legal sobre la Antártica, y también debemos adecuar nuestra legislación al Sistema del Tratado Antártico suscrito por Chile en 1959.
Esta iniciativa pretende ser un instrumento regulador eficiente para el actuar nuestro en la Antártica, a fin de propender al resguardo de la soberanía y de proveer de una institucionalidad moderna a través de herramientas jurídicas y administrativas, impulsando una coordinación eficaz entre las distintas entidades públicas con competencias sectoriales atingentes a la Antártica. Ello, con el propósito de llevar adelante la Política Antártica Nacional con una visión coordinada de largo plazo al interior del Estado y en cumplimiento de nuestros compromisos internacionales.
En ese contexto, el proyecto de ley que establece el Estatuto Chileno Antártico se inserta dentro del cumplimiento de los compromisos internacionales contraídos por nuestro país en el marco del Sistema del Tratado Antártico. Hay que recordar que Chile es uno de los doce países signatarios de dicho Tratado, el cual fue suscrito por nuestra nación en 1959 y entró en vigencia en 1961.
La Comisión discutió en diez sesiones el texto que se propone a la Sala para su aprobación en particular. Durante ese tiempo el Ejecutivo fue representado por los miembros de la Cancillería y del Ministerio de Defensa; asimismo, se escuchó a los operadores antárticos privados nacionales, y, por otra parte, se recibieron las observaciones tanto de la Corte Suprema como del Ministerio Público.
Todas las enmiendas fueron aprobadas por unanimidad.
Ahora bien, ¿cuáles son las principales modificaciones en el segundo informe?
En primer lugar, en cuanto al Estatuto, se precisaron sus objetivos para relevar, por un lado, la promoción del cuidado del medioambiente antártico y su condición de reserva natural dedicada a la paz y a la investigación científica; y, por el otro, la potenciación y regulación de las actividades antárticas de Chile, incrementando su calidad de prestador de servicios.
En segundo lugar, se efectúa una modificación sobre el ámbito de aplicación: se establece claramente que el Estatuto se aplicará en todo el territorio de la república, especialmente en el territorio chileno antártico.
En tercer lugar, se aborda la vigencia de los Planes Estratégicos Antárticos, pasando su vigencia de cuatro a cinco años.
En cuarto lugar, se halla lo relativo al Ministerio del Interior y Seguridad Pública: se eliminó la participación de esta Cartera de Estado tanto en la elaboración de dichos planes como en el Programa Antártico Nacional y su conducción en la política antártica nacional, relevando el rol del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Sobre el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, se incorporó su participación en materia antártica, definiendo sus funciones.
En cuanto a las Secciones y Comités Nacionales Antárticos, se crean comités asesores para preparar la participación de Chile en los foros del Sistema del Tratado Antártico.
Con relación al Gobierno regional de Magallanes y de la Antártica Chilena, se especificaron aún más sus atribuciones en dicho territorio sobre la materia.
En lo tocante al financiamiento para las actividades en la Antártica, se acordó que será identificado anualmente de manera desagregada en la Ley de Presupuestos del Sector Público. Adicionalmente, en lo concerniente a las actividades antárticas no estatales, se agregó la obligación de requerir la autorización de la Dirección Nacional de Fronteras y Límites del Estado respecto de toda actividad que se realice o en la que participen personas jurídicas o naturales con domicilio en el extranjero.
También se incorpora acerca de otros organismos públicos la opción de una autorización, homologable a los procedimientos chilenos, de un tercer Estado que sea parte del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente.
En lo que respecta al Instituto Antártico Chileno, se establece la obligación de informar anualmente al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación el listado de proyectos incluidos en el Programa Científico Nacional.
Sobre las actividades pesqueras antárticas, se agregó la obligación de promover la investigación científica en materia pesquera en línea con la Política Antártica Nacional.
En lo concerniente a la protección y conservación del medio ambiente antártico, el Estado de Chile promoverá el uso de fuentes de energía de menor impacto sobre el medioambiente en la actividad de los operadores antárticos.
Con relación a la evaluación del impacto ambiental de actividades antárticas, adicionalmente se dispone en este nuevo informe que se deberá presentar una solicitud formal ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, el que comprobará que el proyecto no pugna con la Política Antártica Nacional ni con la política exterior del Estado de Chile ante el Sistema del Tratado Antártico.
Se incorporaron, además, contenidos mínimos del reglamento que regulará estas evaluaciones.
También se consideró la facultad del Ministerio de Relaciones Exteriores de modificar, suspender o cancelar un proyecto en caso de que provoque o amenace con provocar repercusiones en el medio ambiente antártico.
Asimismo, con respecto al daño al medio ambiente antártico, se suprime el inciso referido a que no precederá la acción de reparación de daño ambiental cuando quien lo cometió ejecutó satisfactoriamente un plan de recuperación.
En materia de fiscalización, se autoriza a toda persona a denunciar las infracciones a las disposiciones de la presente ley y sus reglamentos, así como a las normas del Sistema del Tratado Antártico. Se establece un régimen de infracciones, donde se suben hasta las 10 mil UTM.
Sobre la vigencia del Estatuto anterior, se habla de que con el objeto de mantener una continuidad histórica de la normativa aplicable en el territorio antártico chileno seguirán vigentes las normas del Estatuto Antártico de 1956 en tanto no contravinieren las disposiciones de la presente ley.
En cuanto a la legislación supletoria, se señala que será la Ley que establece Bases de los Procedimientos Administrativos.
Con relación al Consejo de Política Antártica, se incorpora al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas.
En el informe complementario, señora Presidenta, se acogieron las observaciones de la Corte Suprema y del Ministerio Público en cuanto a la competencia para conocer de las infracciones y penalidades de delitos ambientales cometidos en la Antártica, estableciéndose lo siguiente.
Respecto a la competencia, no se extenderá a las personas extranjeras señaladas en el artículo VIII del Tratado Antártico y en el artículo XXIV de la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos.
Se sustituyó la competencia del juzgado de policía local para conocer de las infracciones por la Superintendencia del Medio Ambiente, y cuando se refiere a contravenciones de instrumentos de gestión ambiental...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Dele un minuto, señor Secretario.
El señor LETELIER.-... y a la Directemar en caso de vertimiento de residuos.
En lo tocante al procedimiento, se estableció en la ley orgánica de la Superintendencia del Medio Ambiente y en la Ley de Navegación para Directemar un mecanismo (en ambos casos) de impugnación judicial de la decisión administrativa.
Por último, con respecto a los delitos, se equipararon las penas a delitos similares establecidos en la Ley General de Pesca y Acuicultura y en la Ley de Monumentos Nacionales.
Señora Presidenta, la aprobación del proyecto sobre Estatuto Chileno Antártico tiene una tremenda importancia, en particular en el momento histórico en que lo hacemos. Es una afirmación de la vocación antártica de nuestro país; es una afirmación de nuestros legítimos derechos soberanos sobre el territorio antártico. Y ello se hace en concordancia con el Tratado Antártico, que es nuestro marco multilateral para abordar la preservación de este territorio de paz e investigación científica.
Es cuanto puedo informar.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Ministro de Relaciones Exteriores, señor Teodoro Ribera.


El señor RIBERA (Ministro de Relaciones Exteriores).- Honorables Senadores y Senadoras, quiero partir señalando que hoy es un día histórico para Chile y para esta Corporación al debatirse y -así lo espero- aprobarse en este segundo trámite constitucional una nueva Ley Antártica precisamente cuando en el 2020 cumplimos ochenta años de la promulgación del decreto supremo N° 1.747, del Ministerio de Relaciones Exteriores, de fecha 6 de noviembre de 1940, que fijó el Territorio Antártico Chileno entre los meridianos 53° y 90° de longitud oeste. Posteriormente, el 6 de noviembre sería reconocido y celebrado como el Día de la Antártica Chilena.
Este es un proyecto de ley pionero mucho más avanzado que las regulaciones especiales que otros países con intereses antárticos detentan. Se trata, en definitiva, de una apuesta por aumentar nuestra presencia soberana para asegurar en mejor forma nuestros derechos.
Una de las principales manifestaciones de la soberanía es el hecho de que un Estado dicte normas jurídicas obligatorias para regular lo que sucede en determinado territorio. En este sentido, la futura Ley Antártica Chilena es la continuación de una conducta soberana mantenida por nuestro país en forma inalterable desde el siglo XIX y manifestada con especial prioridad en 1940, al delimitar el Territorio Antártico Chileno; luego, en el año 1955, al encomendar al Intendente de Magallanes el conocimiento y resolución de los asuntos administrativos referentes a la Antártica Chilena, y en 1956, al dictarse el Estatuto Antártico Chileno, la regulación nacional más completa hasta la fecha sobre esta materia.
Se han dictado, además, cientos de normas domésticas para aspectos parciales en las últimas ocho décadas. A partir de 1961 se agregaría también la incorporación al derecho nacional de los instrumentos y disposiciones provenientes del Sistema del Tratado Antártico.
La importancia de elaborar una ley antártica que sistematice y armonice las numerosas normas antárticas chilenas se manifestó especialmente a partir del año 2000. No obstante, el avance más concreto en aquello solo se produjo tras la creación de la Dirección Antártica en el 2011. Y si bien muchas personas han intervenido durante estos años en el desarrollo del proyecto de ley que hoy día el Honorable Senado votará, quiero hacer un reconocimiento especial al Embajador y Director de Antártica de la Cancillería, señor Camilo Sanhueza Bezanilla; al profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y experto en temas antárticos doctor Luis Valentín Ferrada Walker, y a la abogada del Ministerio de Relaciones Exteriores María Luisa Carvallo Cruz, quienes a lo largo de todo este tiempo lideraron este proceso desde la Dirección Antártica.
Este proyecto fue ingresado a la Cámara de Diputados el 4 de marzo del 2014, la que lo despachó el 23 de enero de 2019. El Senado lo analizó en la Comisión de Zonas Extremas y Territorios Especiales, y luego, en la Comisión de Relaciones Exteriores, y deberá votarse ahora, antes de ir nuevamente a la Cámara de Diputados.
Señora Presidenta, quiero dejar testimonio de la disposición de los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores, quienes hicieron, con insistencia pero con razón, una reiteración de ideas orientadas a mejorar el proyecto de ley. Les tocó presidir la Comisión al Honorable Senador José Miguel Insulza y al Honorable Senador Juan Pablo Letelier, su Presidente titular, y les estamos muy agradecidos a ambos, porque el proyecto efectivamente tuvo mejoras sustanciales, dados también los aportes que formularon la Senadora Goic y el Senador Bianchi, de la Duodécima Región.
La Antártida representa para nuestro país grandes y variados desafíos a mediano y largo plazo; desde ecosistémicos a geopolíticos; desde económicos a logísticos y operativos. La nueva Ley Antártica nos entregará las herramientas para enfrentarlos de una mejor manera.
Por otro lado, la Antártida posee para nosotros una importancia dual de la mayor significación. Nuestro país ejerce su soberanía sobre el territorio chileno antártico como parte de los espacios sujetos a la jurisdicción nacional, y en calidad de actor relevante en el régimen internacional del Sistema del Tratado Antártico.
Somos parte de este régimen internacional porque entendemos que para enfrentar muchas de las amenazas que aquejan al sexto continente no son suficientes, por ahora, las facultades de solo uno o de muchos estados. Y, al mismo tiempo, porque él nos permite proteger de una mejor manera nuestros soberanos derechos antárticos.
Quiero dejar en claro que el proyecto de ley que hoy día se somete a votación en el Honorable Senado recoge nuestra preocupación por avanzar más decididamente con una orientación soberanista, para reafirmar así nuestra presencia y nuestros derechos en esta zona.
En la Antártida ejercemos una presencia soberana a través de doce instalaciones, cuatro de ellas permanentes, a lo que se suma la actividad de nuestras unidades navales y áreas. Desde la isla Rey Jorge, gracias al Aeródromo Teniente Marsh, Chile posee y administra un ingreso estratégico al continente; y, por otra parte, se realizan acciones para proteger la vida humana en el mar, resguardar la actividad marítima y preservar los recursos biomarinos.
Esta presencia entrega continuidad y profundidad a nuestro país desde Arica al Polo Sur, en una extensión de 8 mil kilómetros.
Toda la actividad antártica reseñada se efectúa, además, con un doble enfoque. Por una parte, Chile lo hace como señor y dueño en un territorio antártico que es parte de su territorio nacional, y que, por lo mismo, protege de las amenazas medioambientales o de la depredación; utiliza en forma racional y sustentable, y se preocupa de preservar para las futuras generaciones de los chilenos.
Por otra parte, Chile realiza tales actividades en el marco de las normas internacionales que hemos acordado, y, aún más, que hemos impulsado en el marco del Sistema del Tratado Antártico.
Este tratado y los otros instrumentos internacionales que lo componen son indefinidos en cuanto a su duración; esto es, no tienen una fecha de término. Pero es importante que los países que hemos impulsado este régimen, porque lo entendemos útil para nuestros objetivos nacionales, tengamos la capacidad de avizorar los desafíos que se presentan; y estos son múltiples, especialmente cuando hoy día la Antártida está sufriendo el aumento de la temperatura y amenaza efectivamente con descongelarse.
Un logro especialmente destacado al aprobar esta iniciativa será que contaremos con una institucionalidad antártica. Esta ley además fomentará mucho más la coordinación entre los diversos organismos públicos y privados que tienen actividades antárticas.
Por eso es que luego de la aprobación de la ley deberemos uniformar en forma coherente la ruta trazada en nuestra política... (falla de audio en transmisión telemática)... para hacer frente a las diversas tareas que se nos presentan.
Deberemos dictar normas reglamentarias, deberemos corregir actividades; en definitiva, tendremos una tremenda tarea por delante para que la Antártida cuente con una mejor regulación.
Esta ley no solamente protegerá los intereses de Chile y su interacción con el Sistema del Tratado Antártico, sino que permitirá un accionar más cohesionado, una mejor utilización de los recursos para presentar el liderazgo de Chile en los asuntos antárticos.
Siendo la Antártida una de las áreas del planeta de mayor gravitación para el futuro de la vida humana, este proyecto significa también una contribución sustantiva de Chile a la sociedad internacional en su conjunto. Al entrar en vigor esta norma, el ecosistema antártico, su biodiversidad, su valor para la ciencia y el desarrollo de la investigación estarán mucho más protegidos y, en definitiva, en mejores condiciones ante su vulnerabilidad frente al sistema antártico.
Señora Presidenta, Honorables Senadores, deseamos reafirmar que con esta ley Chile afianza más sus derechos en la Antártida. Tenemos una mayor presencia, tenemos una mayor fortaleza, hacemos de la Antártida algo más propio en nuestro corazón.
Muchas gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- A usted, señor Ministro.
Ha pedido la palabra también el Ministro de Defensa, don Alberto Espina.
Tiene la palabra, señor Ministro.


El señor ESPINA (Ministro de Defensa Nacional).- Señora Presidenta, quiero saludarla con mucho afecto, al igual que a las señoras Senadoras y los señores Senadores, a nuestro Ministro de Relaciones Exteriores, don Teodoro Ribera, para expresarles nuestra absoluta coincidencia con tres hechos que han ocurrido durante el debate de este proyecto.
En primer lugar, se ha abordado como una política de estado en donde todos, sin excepción, con los asesores, incluidos los señores parlamentarios, cuya participación destaco, hemos coincidido en la necesidad de ver a la Antártida como la proyección de nuestro territorio soberano, lo cual va a estar ajeno a disputas que puedan a veces afectar la contingencia, porque se trata de una proyección... (falla de audio en transmisión telemática)... y política de estado que debe ser permanente, cualquiera sea el gobierno.
En segundo lugar, quiero destacar la voluntad para sacar adelante este proyecto en un período muy complejo, como es la pandemia que vivimos. Existió la mejor voluntad de los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores, quienes colaboraron y contribuyeron a que este proyecto pudiera ser una realidad.
Y, en tercer lugar, destaco el hito histórico que representa esta iniciativa, por el hecho de que regula adecuadamente a lo menos tres aspectos que son centrales para nuestro país.
Primero, y el más relevante, reforzar la soberanía en el territorio antártico chileno.
Segundo, regular adecuadamente la actuación entre públicos y privados en la Antártida. Eso es clave para preservar la Antártida y para poder conciliar su desarrollo con la paz y la investigación científica.
Y se tomó una serie de decisiones en donde se consultó la opinión del Ministerio Público, para establecer exactamente cómo debían ser tipificadas las conductas, sancionadas las infracciones, los delitos en el territorio antártico, con fuertes penas y, también, con claras sanciones económicas, para evitar el abuso que pueda hacerse sobre nuestro territorio.
Ya se ha dicho, por el Senador Letelier y por el señor Ministro de Relaciones Exteriores, que nosotros somos uno de los doce países signatarios originarios del Tratado Antártico, que data del año 1959.
Como Ministro de Defensa, debo expresarles que este Ministerio ha tenido históricamente una participación muy activa en materia de... (falla de audio en transmisión telemática).
Solo quiero recordar que hace 102 años se efectúo el primer rescate marítimo en ese continente, nuestra Antártida, por medio del escampavía Yelcho, al mando del piloto Luis Pardo, que rescató a la expedición inglesa -ustedes lo recordarán- de sir Ernest Shackleton.
Después, vino la construcción, en al año 1947, de la primera base chilena en ese continente; en este entonces, Base Soberanía; actualmente, Base Prat, donde participó personal de las distintas ramas de la Defensa Nacional y del Ministerio de Relaciones Exteriores. Al año siguiente se inauguró la Base O'Higgins; luego, en 1951, la Base Gabriel González Videla.
Todos estos avances tuvieron lugar antes de la entrada en vigencia del Tratado Antártico.
En 1969 se inauguró la Base Frei; y en 1980 entra en operaciones el Aeródromo Teniente Marsh, constituyéndose desde entonces en la puerta de entrada de muchos programas, nacionales y extranjeros, que operan en el sector de esa península de la Antártida.
Por lo tanto, Chile es la puerta de ingreso al continente antártico. Y ese es un capital que tenemos que fortalecer, acentuar, cuidar y proyectar hacia el futuro.
Cabe recordar que la Antártida tiene 11 bases permanentes. Dentro de ellas quisiera destacar muy especialmente la Estación Polar Conjunta Glaciar Unión, que está ubicada en el glaciar Unión, a 1.200 kilómetros del Polo Sur, pues nos permite mantener una presencia efectiva en la Antártida y nada menos que en las cercanías del Polo Sur, posibilitando la investigación científica, la ciencia, la colaboración internacional y la soberanía en el territorio chileno antártico.
Cuando me correspondió asumir como Ministro de Defensa, una de las misiones que me encomendó el Presidente de la República, Sebastián Piñera, fue priorizar el trabajo en la Antártida; recoger lo que habían hecho gobiernos anteriores, para juntos poder avanzar en la presencia chilena. Esto se manifestó, en primer lugar -como ya lo expresé-, en la creación de la Base Conjunta Glaciar Unión dentro del Círculo Polar, en la Dirección de Antártida al interior del Ministerio Relaciones Exteriores y en el ingreso, en el año 2014, del proyecto de ley que estamos analizando en esta oportunidad.
Simultáneamente -y espero que se pueda continuar en los próximos gobiernos-, se lanzó un plan de inversiones para renovar el Complejo Base Frei, en la Antártida, que fue confeccionado por este Ministerio de Defensa con el apoyo de múltiples Ministerios, actuando cada uno de ellos en sus respectivas competencias.
El propósito de este plan es llevar a cabo importantes modernizaciones con una visión de largo plazo, que nos permita contar con un complejo antártico de primer nivel, para continuar apoyando la investigación científica, la protección del medioambiente y reforzando nuestra presencia soberana hacia el interior de la península Antártica y con la proyección hacia el Polo Sur.
La demostración de que esta es una política de Estado es que en este momento se está construyendo en los astilleros de Asmar el buque antártico de Chile, que es de alta tecnología, de las más modernas del mundo, y cuyo su estudio y proyección hacia el futuro fue iniciado en el primer Gobierno del Presidente Piñera; luego, durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet, fue adquirido; y posteriormente, durante el actual Gobierno del Presidente Piñera, ha sido financiado, y va a ser inaugurado por el próximo Gobierno.
¿Qué quiero señalar con esto? Que esas son políticas de largo plazo, de Estado, que realmente contribuyen a que los países en estas áreas, que son sensibles, comprendan que se requieren visiones de largo aliento.
Todos hemos entendido -así lo he sentido siempre que he trabajado con las señoras Senadoras y los señores Senadores- que la defensa es un área de trabajo permanente hacia el futuro y que no puede estar sujeta a los vaivenes de la contingencia, porque en definitiva somos un país independiente, autónomo debido a que tenemos capacidad disuasiva, a que somos capaces de tener nuestro Estado de derecho, nuestra democracia, lo que en gran medida es el resultado de haber abordado siempre la política de defensa como una política de Estado, desde el retorno de nuestra democracia.
Quiero destacar especialmente los acuerdos que se lograron con los asesores, a quienes muchas veces no se nombra, pero yo lo voy a hacer: don Nicolás Godoy, asesor del Senador Insulza; doña Natalia Alviña; asesora del Senador Guillier; don Raúl Araneda, asesor del Senador Moreira; doña Loreto Rojas, asesora del Senador Lagos Weber; don Eduardo Barros y don Gerardo Bascuñán, asesores de la Senadora Goic; doña Constanza Sanhueza y don José Miguel Benítez, asesores del Senador Bianchi; don Diego Pérez, asesor del Senador Pugh, y don José Tomás Hughes, asesor del Senador Ossandón.
Lo hago presente porque ellos fueron los que construyeron, a través de sus equipos de trabajo, y por supuesto, con toda la gente de la Cancillería, a quienes ya ha mencionado el señor Canciller, una propuesta de consenso que sirvió de base para el texto que aprobó posteriormente la Comisión de Relaciones Exteriores. Y, anteriormente, con la participación de la Comisión de Zonas Extremas, en la que se incorporaron quienes no pertenecen a la Comisión de Relaciones Exteriores: la Senadora Goic y los Senadores Pugh y Bianchi.
¿Qué se logró? Algo que parecía difícil de conceptualizar. Por ejemplo: se reforzó la soberanía de Chile en la Antártida sin ningún tipo de controversia respecto a un tema tan importante; se ordenaron los objetivos del Estatuto Chileno Antártico conforme a su relevancia para los intereses de nuestro país desde la perspectiva de la política antártica; se incorporó el Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación; se estableció la necesidad de que la elaboración de los Planes Estratégicos Antárticos incorpore criterios que orienten la actividad científica y tecnológica a fin de promover el desarrollo del país en esas áreas; se perfeccionó el rol del gobierno regional de Magallanes y la Antártica Chilena; se perfeccionaron los tipos penales contra el medioambiente antártico y se dio respuesta a todas las observaciones que en esa materia plantearon tanto el Ministerio Público como la Excelentísima Corte Suprema.
Sin duda, el Tratado Antártico es la piedra angular del sistema de regulación internacional de la Antártida. Y hago mención a esto porque esta acta va a quedar en la historia fidedigna de la ley. El Protocolo del Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, de Madrid, de 1991; la Convención para la Conservación de las Focas Antárticas, de Londres, del año 1988, y la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, de Camberra, del año 1980, conforman el sistema del Tratado Antártico, que el proyecto de ley que se somete al conocimiento de esta Honorable Sala pretende implementar, llevar a la práctica, concretar en su cabalidad.
Este proyecto tiene, entre otros, los siguientes objetivos:
-Proteger y fortalecer los derechos soberanos de Chile.
-Establecer los principios conforme a los cuales se conducirá la política antártica nacional y ejercer sus competencias en materia antártica.
-Promover la protección y el cuidado del medioambiente antártico y sus ecosistemas dependientes y asociados, así como su condición de reserva natural, dedicada a la paz y a la investigación científica, a través del reforzamiento y profundización del Sistema del Tratado Antártico.
-Potenciar y regular la actividad antártica de Chile, incrementando su calidad de prestador de servicios operativos, logísticos, tecnológicos y científicos antárticos, e incentivando el desarrollo del país ligado a las actividades antárticas, estatales y no estatales.
-Fomentar la actividad antártica, promoviendo el desarrollo social y económico de la Región de Magallanes.
Quiero destacar muy especialmente también el rol de nuestras Fuerzas Armadas.
Las Fuerzas Armadas están en la Antártida para promover la paz, el desarrollo científico; para colaborar a que este continente sea la proyección para los próximos años, décadas y siglos de un territorio tan distinto al resto del mundo. Es un territorio en donde los principios del desarrollo científico, la preservación del medioambiente y la paz son el conjunto de elementos que unen a los distintos países, entre los que Chile ejerce un liderazgo, por ser el más cercano.
Este proyecto de ley no solo responde a los compromisos contraídos por Chile en el marco del Sistema del Tratado Antártico, sino que también refuerza el reconocimiento de los derechos soberanos antárticos, plasmando en la política antártica nacional un enfoque descentralizador, al incorporar el rol del gobierno regional -como lo he destacado varias veces- en la Antártida de Chile y en la administración interior del territorio chileno.
Tenemos la convicción de que la Antártida es el continente del futuro, de la paz, del desarrollo de las ciencias y la conservación del medioambiente.
La aprobación de este proyecto de ley viene a entregar a nuestro país un Estatuto Chileno Antártico moderno y conectado con las necesidades y desafíos que nos presenta la Antártida de hoy.
Concluyo dándoles las gracias a todos los señores Senadores y las señoras Senadoras, porque se ha hecho un trabajo profesional, riguroso; se ha escuchado; hemos sido capaces de ponernos de acuerdo.
La iniciativa que el Presidente Piñera decidió impulsar al iniciar este nuevo período de Gobierno se cristaliza, porque se trató, por parte de todos los sectores políticos, con la convicción de que parte importante de la proyección de Chile es, precisamente, que trabajemos conjuntamente en nuestro desarrollo y presencia en la Antártica.
Muchas gracias, señores Senadores y Senadoras, y muy especialmente al trabajo conjunto que hicimos con las Comisiones que mencioné, y, sin lugar a dudas, al destacado aporte de nuestra Cancillería, de sus asesores, en que se gastaron, o más bien se invirtieron muchas y muchas horas para lograr un proyecto que realmente nos pone a la vanguardia en el liderazgo antártico del mundo.
Muchas gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, señor Ministro Alberto Espina.
Iniciando entonces la tramitación del proyecto y conforme a los acuerdos de Comités, vamos a dar inicio a la votación.
Previo a eso, el señor Secretario va a mencionar algunos artículos que ya están aprobados.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señora Presidenta.
Tal como se indicó en la relación, hay una serie de artículos que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones: 3, 7, 12, 17, 22, 24, 33, 39, 43, 46, 51,...
El señor MOREIRA.- No se escucha nada, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Muy bien, señor Senador.
Como indicaba, para los efectos reglamentarios, hubo una serie de artículos que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones, que son los artículos 3, 7, 12, 17, 22, 24, 33, 39, 43, 46, 51, 52 y 55, los que deben darse por aprobados, toda vez que no hubo una solicitud para discutirlos y votarlos por separado, haciendo presente que el artículo 17 es de rango orgánico constitucional y requiere para su aprobación 25 votos favorables, motivo por el cual vamos a dejar constancia del quorum, para dar por aprobados estos artículos y posteriormente proceder a la votación de los demás.
Por favor, a todas las señoras y señores Senadores que se encuentran participando en la sesión de manera remota se les solicita prender los videos de sus respectivos computadores, para poder considerar su presencia en la Sala y determinar el quorum.
Gracias, señora Presidenta.
En estos momentos hay 11 Senadores y Senadoras presentes en la Sala y 15 Senadores y Senadores presentes en el sistema telemático o remoto, con lo que se cumpliría con el quorum para dar por aprobado el artículo 17.
Debería darlo por aprobado, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Vamos a dar por aprobados los artículos mencionados, así como el artículo 17, por haberse reunido el quorum necesario.
--Se aprueban, reglamentariamente, los artículos antes señalados (26 votos a favor), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Vamos a proceder entonces a efectuar la consulta de voto a las señoras y señores Senadores.
En esta sesión corresponde iniciar la consulta con el Senador señor Huenchumilla; sin embargo, se nos ha comunicado que se encuentra pareado con la Senadora señora Carmen Gloria Aravena.
Los Senadores que se encuentran presentes en la Sala pueden votar a través del sistema electrónico.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- ¿Le vamos a dar la palabra a los "telemáticos" o a los que están acá primero?
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Yo creo que a los "telemáticos". Los voy a ir nombrando por si quieren fundamentar.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- En votación.
--(Durante la votación).
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Muy bien, perfecto.
Quienes están presentes, votan de manera electrónica.
Iré mencionando a todos los Senadores, a los telemáticos, y si alguno de los que menciono está presente y quiere hacer uso de la palabra, se le otorgará por los tres minutos, tal como se acordó.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- El Senador Bianchi quiere hacer uso de la palabra.
Yo se la otorgaría hasta por cinco minutos para que fundamente su voto.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Insulza, ¿cómo vota?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Va a hablar el Senador Bianchi.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Ah, perdón.


El señor BIANCHI.- Bien.
Gracias, señora Presidenta.
Chile es el principal país antártico del mundo no solo por su condición geográfica, sino porque a través de su historia diversos hechos lo vinculan con el continente Antártico.
Chile, con mucho esfuerzo y pocos recursos, ha intentado siempre conquistar tan difícil territorio y ejercer soberanía en él, por lo que contar con un Estatuto Antártico es una necesidad no solo geopolítica, sino también histórica, como un reconocimiento a los grandes esfuerzos efectuados por nuestro país en su relación con la Antártica.
Dentro de esta materia, me preocupa la definición que se da en el artículo 2° de la ley al Territorio Antártico Chileno, y esto es tremendamente relevante, Presidenta.
En dicho artículo 2° se señala que "Forman la Antártica Chilena o Territorio Antártico Chileno todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciares, y demás, conocidos y por conocer, existentes dentro de los límites del casquete constituido por los meridianos 53º longitud Oeste de Greenwich y 90º longitud Oeste de Greenwich, conforme lo dispuso el decreto supremo 1.747, del año 1940, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
"Asimismo," -Presidenta- "forman la Antártica Chilena o Territorio Chileno Antártico las barreras de hielo, el mar territorial, la zona contigua, la zona económica exclusiva, la plataforma continental, la plataforma continental extendida y todos los espacios marítimos que le correspondan de conformidad con el Derecho Internacional.".
Sin perjuicio de que en la Comisión de Relación Exteriores se incorporaron las expresiones "mar territorial", "zona contigua", y "zona económica exclusiva", así como todos los espacios marítimos que corresponden de conformidad con el Derecho Internacional, creo que las circunstancias actuales nos obligan a ser más precisos y, sobre todo, cautos en dicha definición.
Lo anterior, Presidenta, especialmente por las pretensiones que ha manifestado en el último tiempo nuestro vecino y hermano país Argentina, que pretende incluir como parte de su territorio derechos de soberanía sobre los recursos del lecho y subsuelo en más de un millón 700 mil kilómetros cuadrados de plataforma continental.
Esta pretensión sobre dicha plataforma continental, sin duda debe alertarnos sobremanera, ya que se superpone con territorio marítimo chileno y también incluye a varios islotes oceánicos, tales como Isla Negra (o Noir), Rocas, Torre e Ildefonso, y las islas Diego Ramírez, entre otros, que se encuentran al sur del litoral sudoccidental de la comuna de Cabo de Hornos.
Cuando hablamos de esa zona recientemente descrita, no nos referimos al territorio antártico, sino a la zona conocida como "territorio subantártico", que abarca una extensa zona de océanos australes, así como también islotes, la mayor parte de ellos ubicados jurisdiccionalmente dentro del territorio de la provincia antártica.
Reitero, Presidenta, que esto es de muchísima importancia.
En diferendos recientes con Perú y Bolivia hemos visto como dichos países han formulado todo tipo de argumentos para hacer valer sus pretensiones, lo que nos debe alertar sobre el trabajo legislativo que efectuamos aquí, ya que la actividad que está realizando el legislador tiene efectos para sentar bases para futuras reclamaciones territoriales no respecto a la zona del territorio antártico, sino que, precisamente, sobre dicha extensa zona denominada "territorio subantártico". Por ello, creo que es de toda prudencia y oportunidad, dada la actual coyuntura con nuestro hermano país Argentina, que, como legisladores, definamos en forma muy técnica y acabada las razones para incorporar o no dicho territorio subantártico al ámbito de esta ley en proyecto.
Por esto, esperaba que el informe complementario de la Comisión de Relaciones Exteriores nos trajera novedades respecto a esta importantísima materia de nuestra soberanía nacional.
Sin embargo, la Comisión solo se hizo cargo de observaciones efectuadas por la Corte Suprema a competencias entregadas a los juzgados de policía local, las cuales fueron finalmente radicadas en Directemar, y el perfeccionamiento de los tipos penales que se establecen en el Estatuto de acuerdo a lo sugerido por el Ministerio Público.
Respecto al contenido del proyecto, señora Presidenta -y le pido algunos minutos, por favor-, creo que tiene aspectos que es necesario relevar y destacar.
En primer lugar, el reconocimiento que se efectúa a los operadores antárticos privados. En la actualidad, un 50 por ciento de las operaciones que se efectúan en el territorio antártico las realizan privados. Dichas operaciones dicen relación con servicios de rescate, logísticos científicos, turísticos y de pesca, por lo que es del todo fundamental dar reconocimiento legal a dichos operadores, de manera tal que puedan desarrollar esta importantísima labor en forma legal y en igualdad de condiciones con respecto a los operadores estatales.
Otro aspecto a destacar de este proyecto de ley es la innovación que significa el establecimiento de la nueva estructura de los gobernadores regionales, refiriéndose directamente a las importantes competencias de estas futuras autoridades en la Región de Magallanes en materia antártica, tales como decidir la destinación de recursos específicos en el Territorio Antártico Chileno, fomentar el turismo y la actividad científica, así como financiar actividades culturales.
Con relación al Instituto Antártico Chileno, se le entrega la importante misión de planificar, coordinar, autorizar y realizar la actividad científica, tecnológica y de difusión...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Un minuto más, señor Senador.
El señor BIANCHI.- Como decía, se le entrega la importante misión de planificar, coordinar, autorizar, realizar actividad científica, tecnológica y de difusión en materias antárticas, por lo que toda la actividad científica y tecnológica a desarrollarse en dicho territorio deberá ser autorizada por el Inach, reconociéndolo como la principal institución en materia de autorizaciones para operaciones antárticas dentro del marco institucional fijado.
Por último, señora Presidenta, me gustaría destacar el especial énfasis medioambiental que posee este Estatuto, que se traduce en varias de sus disposiciones, asignándole el cuidado y la preservación del medioambiente como principal objetivo.
He dicho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Bianchi.
Tiene la palabra la Senadora Goic, también representante de la zona antártica, hasta por cinco minutos.


La señora GOIC.- Señora Presidenta, me alegra mucho estar discutiendo finalmente este Estatuto Antártico. Muchos podrán decir que no tiene nada que ver con la pandemia, y quiero partir haciendo una reflexión al respecto.
Somos el país más cercano al continente blanco, son menos de mil kilómetros aproximadamente los que nos separan en el caso de Punta Arenas, desde donde estoy hablando.Y tenemos ahí una oportunidad global.
En la actualidad, cuando las amenazas como esta pandemia son globales, tenemos la obligación de buscar respuestas globales. Y si hay algo a lo que Chile le ha dado la espalda es a su cercanía estratégica, al regalo que tenemos, a lo que Neruda llamaba "nuestra corona blanca": el continente antártico.
Esta es una legislación que nos pone al día, y, tal como se ha señalado, debimos haberla sacado adelante hace mucho tiempo. Es relevante porque es una política de Estado que se enmarca con claridad en los conceptos para el ejercicio de nuestra soberanía, como ya se ha señalado. Hay que recordar que colindamos con vecinos que son bastante más agresivos, desde cómo dibujan sus mapas hasta en sus reclamaciones. Es decir, aquí está Chile, y hace uso, ejerce soberanía sobre el continente blanco, con la historia, con los elementos geográficos, con los ecosistemas asociados. Me parece que ese es un punto central.
Podría detallar en extenso los aspectos que se han abordado largamente en los informes previos; pero como no tenemos tiempo para eso me referiré a los aspectos que me parecen claves en el trabajo que se hizo desde el punto de vista legislativo: asignar con claridad cuáles son las responsabilidades del gobernador regional, establecer dentro de los objetivos no solo el ejercicio de la soberanía, sino también cómo somos un país que se identifica con la Antártica y el rol que nos corresponde para potenciar el desarrollo económico y social de la Región de Magallanes, que debe constituirse en la puerta de entrada a la Antártica.
Pero creo que lo más importante es cómo a partir de esto asumimos el desafío. Un avance importante fue entender que no solamente es el continente blanco, sino también los ecosistemas asociados los que tenemos que proteger. El rol de la ciencia, ¿cómo se ejerce en este siglo la soberanía? No es solamente la ocupación tradicional del territorio para su ejercicio, sino también el desarrollo de la ciencia.
Insisto, cuando vemos cómo nos golpea un virus, cuando pareciera que nos olvidamos de la amenaza del cambio climático, no puede ser que nuestros científicos tengan la incertidumbre de si van a contar con los recursos para hacer la campaña antártica el próximo año, o que estemos enredados muchas veces en trabas administrativas.
Yo espero que este sea un primer paso, un tremendo impulso, un motor para que efectivamente aprovechemos una ventaja, el regalo que poseemos como país, y que nos posiciona a nivel global no solamente como operador logístico, sino que siendo en esto los que vayan de punta en términos de investigación científica y dando las respuestas que necesita no solo nuestro país, sino el mundo. Muchas de esas respuestas están en el territorio antártico.
Quiero reconocer el compromiso que han tenido ambos Ministros que nos acompañan en la tramitación de este proyecto. Pero necesitamos ir más allá, necesitamos que el plan antártico también signifique inversión de recursos concretos no solo para quienes hoy día son operadores, no solamente para reconstruir la paz. Esto es muy importante, pero está pendiente el fortalecimiento de la capacidad portuaria en Magallanes, que es fundamental para el respaldo logístico, para ejercer nuestra soberanía.
¿Dónde están los recursos?, ¿dónde están los planes estratégicos?, ¿qué pasa con proyectos como la fibra óptica austral, que debería llegar al continente blanco? Es ahí donde tenemos que hacer ejercicio de nuestra soberanía, donde necesitamos una mirada estratégica que se traduzca en proyectos concretos, en hacer que nuestra identidad antártica no sea solo de los magallánicos, sino de nuestro país, que todos los niños sepan la historia y qué significa, que participen de los concursos y no solamente el mundo científico.
Es ahí donde este Estatuto Antártico es de alguna manera una primera piedra, el primer ladrillo que nos permitirá pavimentar una tremenda oportunidad como país, más todavía cuando enfrentamos los desafíos de la reactivación, de una crisis económica. Aquí están las respuestas del futuro, y aquí tenemos una propuesta legal que nos marca la carretera, el camino que podemos aprovechar.
Por eso, voto entusiastamente a favor, representando a mi bancada. Todos nos alegramos del avance de este proyecto.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senadora Goic.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Cómo vota, Senadora?
Denle audio, por favor.
La señora GOIC.- A favor.
Lo señalé en mi intervención, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señora Presidenta, la Senadora señora Rincón ha solicitado adelantar su voto, sin derecho a fundamentación.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Muy bien.
Tome la votación, por favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senadora señora Rincón, ¿cómo vota?
La señora RINCÓN.- A favor, Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Insulza, ¿cómo vota?
El señor INSULZA.- Señora Presidenta, pido la palabra.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra, señor Senador.


El señor INSULZA.- Señora Presidenta, me alegra mucho la votación de este Estatuto, en el cual hemos trabajado, efectivamente, de manera muy sistemática y muy unitaria una cantidad de personas tanto en el Congreso como en los Ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores, en la Región de Magallanes y en las Comisiones de Zonas Extremas y de Relaciones Exteriores.
Este Estatuto tiene la ventaja de aunar todas nuestras normas que dicen relación con la Antártica y, al mismo tiempo, de conciliar perfectamente dos temas no fácilmente conciliables. Primero, nuestra soberanía sobre el territorio antártico, declarada en 1940 durante el Gobierno de don Pedro Aguirre Cerda, y que mantenemos ciertamente. Y, segundo, el Tratado Antártico, que es una pieza fundamental del derecho internacional, un régimen internacional que sin cuestionar ninguna reclamación, sino con el solo compromiso de no declarar nuevas reclamaciones y no ampliar las existentes, ha permitido mantener la Antártica como una zona en la cual reina la paz, se activa la ciencia y se promueve el medio ambiente, un recurso fundamental de la humanidad.
Ese es el gran logro del Tratado Antártico, que ojalá se mantenga por muchos años, y al mismo tiempo, es el gran logro de nuestro Estatuto Antártico que, manteniendo nuestras reclamaciones de soberanía, las armoniza muy adecuadamente con el Tratado.
Quiero decir también que es importante como logro el haber incorporado nuevos actores al Tratado. Quiero poner énfasis -el Senador Letelier ya enumeró todas las ventajas que tiene- en que ello es muy central. No podíamos seguir por mucho más tiempo solamente con las tres ramas de las Fuerzas Armadas y el Instituto Antártico. Debemos incorporar nuevos actores. Hay universidades que ya están trabajando en ese tema. Por eso la inclusión del Consejo de Rectores es fundamental. Y los operadores tendrían que surgir de esta instancia y del Ministerio de Ciencia cuando haya instituciones nacionales en condiciones de realizar investigación antártica positiva y de nivel para ser consideradas internacionalmente.
También es importante reconocer la presencia de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, a través del Gobernador Regional. Dicha Región puede sentirse satisfecha del reconocimiento de su rol en nuestro territorio antártico. Lo va a cumplir con mucha capacidad, como lo demostraron las personas que vinieron a la Comisión, especialmente de las universidades.
Entonces, es un gran momento para Chile, Presidenta. Y la soberanía de la Antártica está bien resguardada. No tengo dudas a ese respecto.
Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, Senador.
Vota a favor.
Senador señor Kast, ¿cómo vota?
El señor KAST.- A favor, señor Secretario y señora Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Lagos, ¿cómo vota?


El señor LAGOS.- Buenas tardes.
Voy a votar favorablemente.
Quiero agradecer el esfuerzo que se hizo por aprobar esta iniciativa, que, como ustedes vieron, tuvo idas y venidas a la Comisión de Relaciones Exteriores.
Quiero agradecer la disposición de los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa: la de sus Ministros y la de los asesores que trabajaron en esta materia.
Sobre todo, valoro el esfuerzo que se puso por darle una integralidad a nuestra relación con la Antártida, porque no solamente se incluyen nuestros intereses nacionales, los cuales, como señalaron los Senadores Bianchi e Insulza, están caratulados en este proyecto de ley, sino que, además, se conversa adecuadamente con nuestros compromisos internacionales, los que suscribimos hace ya muchas muchas muchas muchas décadas.
Estoy muy contento por este paso.
Muchas gracias.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Latorre, ¿va a fundamentar?
El señor LATORRE.- Voto a favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Letelier, ¿va a fundamentar?
Senador señor Montes, ¿cómo vota?


El señor MONTES.- Voto a favor de este proyecto, y lo hago con mucho entusiasmo.
Chile tiene en esta cercanía y en este potencial de desarrollo en la Antártica una gran oportunidad de aportarle al mundo. Desde nuestra creación como país, hemos tenido esa promesa. Y espero que a partir de esta legislación, demos un salto significativo.
Salvador Allende impulsó mucho todo el vínculo y desarrollo de Chile con la Antártica, ¡muchísimo!
Creo que nuestro país puede realmente jugar un rol mucho más destacado, mucho más potente, mucho más creativo en esa zona del mundo.
Voto a favor con mucho entusiasmo.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Moreira, ¿va a fundamentar?


El señor MOREIRA.- Gracias, señora Presidenta.
Como miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores quisiera señalar una frase: "La Antártica es el futuro, pero también es presente".
El Territorio Chileno Antártico abarca 1.250.000 kilómetros cuadrados, el doble de nuestro territorio continental, y alberga la única población permanente en Villa Las Estrellas.
Un país pequeño como el nuestro ha hecho esfuerzos permanentes por asegurar su presencia en el continente, que, desde la época de la Colonia, ha tenido relación constante con nuestro país.
En virtud del Tratado Antártico y del sistema creado a partir de él, toda reclamación o ampliación de reclamación soberana se encuentra suspendida mientras dicho instrumento internacional esté vigente, única forma de garantizar en su momento la integridad de este territorio.
Pero eso no significa que no sea fuente de disputas el acceso a los límites de eventuales reclamaciones territoriales.
La reciente arremetida argentina por una eventual ley que determine su plataforma continental constituye una severa amenaza que Chile no puede ni debe aceptar. Después de más de treinta años de acuerdos con el vecino país, las distancias ideológicas entre nuestros gobiernos hacen indispensable clarificar posiciones.
Cuando digo que estamos frente a una inminente amenaza, es porque tenemos un tema pendiente, que no es secreto, que todos conocemos y que obviamos en algunas oportunidades. Me refiero a Campos de Hielo.
Por lo tanto, debemos entender que, por muy buenas relaciones que hayamos tenido con los gobiernos argentinos, independiente de las diferencias ideológicas, lamentablemente hoy día nos encontramos con un Gobierno, encabezado por el Presidente Fernández, que tiene un sesgo discriminatorio hacia Chile desde el punto de vista ideológico. Y eso es peligroso. Ellos quieren tener relaciones a distancia con nuestro país.
¡Eso es peligroso para nosotros!
No se trata de generar alarma pública, pero es verdad que nuestras relaciones con Argentina no son las mejores, y...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Secretario, dele un minuto, por favor, al Senador.
El señor MOREIRA.-... y podemos esperar, Presidenta, complicaciones en el futuro.
El Estatuto busca regular la acción del Estado de Chile, la forma de relacionarse con los operadores antárticos en este territorio, la vigilancia de las normas sanitarias, el cumplimiento de la legislación en materia medioambiental, la investigación antártica y el apoyo al Inach; pero siempre respetando el marco del sistema del Tratado Antártico.
La Comisión de Relaciones Exteriores realizó un trabajo coordinado con el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Defensa y la participación intensa de los Senadores de la zona, además del Senador Pugh, para revisar las casi ciento cincuenta indicaciones presentadas.
Termino señalando, Presidenta -si me permite unos segundos adicionales-, que mi mayor preocupación, manifestada en múltiples oportunidades, fue que nada en este Estatuto pudiera perjudicar las aspiraciones legítimas de soberanía que tenga Chile, las que se confrontan con las de Argentina, que de forma permanente ha sostenido en el concierto internacional, en la medida de lo posible, su deseo de mantenerlas o aumentarlas.
Sinceramente, espero que, al margen de nuestros errores, este Estatuto pueda ser considerado un aporte sustancial a la defensa de nuestros intereses soberanos.
No soy guerrero. Tengo sentido de la realidad. Tenemos que defendernos, porque no corresponde que una visión ideológica busque estar sobre las relaciones de cooperación entre ambos países, que han sido permanentes. Un Gobierno no puede ponerlas en duda, y eso es lo que ha sucedido en el último tiempo con el Presidente Fernández, de Argentina.
Por ello, voto a favor.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador Navarro, ¿cómo vota?
El Senador señor Harboe ha solicitado anticipar su votación, sin derecho a fundamentar.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Bien.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Senador señor Harboe?
El señor HARBOE.- A favor, señora Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?
La señora ÓRDENES.- Voto a favor, señora Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
¿Senador señor Ossandón?
Senador señor Pérez, ¿cómo vota?
El señor PÉREZ VARELA.- Pido la palabra, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra, Senador.


El señor PÉREZ VARELA.- Gracias, Presidenta.
Sin duda, son un tema relevante la visión y el trabajo que Chile debe hacer en la Antártica.
Espero que este esfuerzo legislativo, en el que ha habido una participación muy importante de todos los señores Senadores, tanto de la Comisión de Relaciones Exteriores como de la Comisión de Zonas Extremas, resuelva algunos problemas que estaban impidiendo que Chile pudiera verdaderamente ejercer y accionar como país soberano en este territorio tan fundamental.
A propósito de una invitación que la Fuerza Aérea hizo a la Comisión de Defensa del Senado, tuvimos el privilegio concurrir a Villa Las Estrellas, en la Base Aérea Presidente Eduardo Frei Montalva. Ahí vimos cómo las instituciones de la defensa estaban haciendo un esfuerzo significativo y contundente en esa área, pero con recursos e iniciativas propias.
En esa oportunidad también pudimos visitar el Instituto Antártico en Punta Arenas, gracias a los oficios del Senador Carlos Bianchi. Este organismo, en el ámbito científico, también estaba realizando tareas significativas, pero sin ninguna coordinación con otros entes públicos.
Al respecto, conversamos y discutimos que a Chile le faltaba una visión global que coordinara y sumara todos esos esfuerzos, para hacer mucho más efectiva nuestra presencia en la Antártica.
Por lo tanto, si del trabajo que han realizado en esta materia distintas Comisiones del Senado sacamos un avance en ese sentido, considero que hemos dado un paso fundamental.
Constatamos en ese viaje cuestiones que eran irrisorias, como el hecho de que los operadores turísticos en esas zonas, un turismo de alto nivel, no podían contar con absolutamente ninguna comodidad para sus pasajeros, y nadie podía resolver dicha situación. En efecto, ninguna autoridad podía solucionar eso, lo que demostraba que nos faltaba una regulación al respecto.
Yo espero que el Estatuto cumpla con las condiciones necesarias para permitir una mayor presencia chilena en la Antártica, una mayor actividad científica y ambiental, un mayor conocimiento de los chilenos sobre ese gran territorio.
Ese será el gran contrapeso contra cualquier intento de otros países de poner en jaque o en cuestionamiento nuestra presencia. Un trabajo sistemático, contenido, permanente de los chilenos y las chilenas y de las instituciones nacionales en esa área es el antídoto a cualquier acción extranjera que nos pretenda menoscabar.
Espero, Presidenta,...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Secretario, dele un minuto al Senador Pérez.
El señor PÉREZ VARELA.-... que se les dé al Estado y a las instituciones chilenas la posibilidad de redoblar nuestra presencia y aumentar nuestra capacidad en esa área; sobre todo, después de valorar lo que han hecho instituciones que sin esta coordinación han cumplido un rol verdaderamente patriótico y significativo en la Antártica chilena.
Voto favorablemente, esperando que esta normativa sea el inicio de un camino hacia una política antártica coordinada, sistemática, específica y eficaz en dicho territorio.
Gracias, Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Pérez vota a favor.
Senador señor Pizarro, ¿va a fundamentar su voto?
El señor PIZARRO.- No.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Prohens, ¿cómo vota?
El señor PROHENS.- Apruebo, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Vota a favor.
Senadora señora Provoste, ¿cómo vota?


La señora PROVOSTE.- Voy a fundamentar mi voto, Presidenta.
Creo que el Estatuto es una oportunidad clara de mejorar la coordinación institucional en el área científica.
Deseo valorar el esfuerzo que han hecho todos quienes han participado en la Comisión para incorporar elementos que no estaban presentes en la iniciativa original. Me refiero, particularmente, a un rol mucho más activo del Ministerio de Ciencia y a la participación del Consejo de Rectores, que es algo que también valoramos, y del Gobierno Regional de Magallanes.
Eso permite en tiempos de paz ejercer una soberanía muy significativa. Y, por cierto, deseo recalcar "en tiempos de paz", porque, al menos en términos personales, tengo la mejor opinión del Presidente Fernández, de Argentina. Considero que ejercer esta soberanía implica también generar coordinaciones y estrechar vínculos para un desarrollo mucho más armónico en el continente blanco.
Voto a favor de la iniciativa.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Pugh, ¿va a fundamentar su voto?


El señor PUGH.- Muchas gracias, señora Presidenta.
Sin lugar a dudas, este es un momento histórico, tal como lo señaló el señor Canciller.
Este año se cumplen quinientos años del descubrimiento de Chile por mar, por Magallanes. Hasta antes de ese descubrimiento, esa tierra incógnita, la Terra Australis, no existía en los mapas.
Tres años después del descubrimiento de Magallanes de ese territorio que hoy lleva su nombre, figura por primera vez un esbozo de lo que podía ser la Antártica.
También este año se cumplen doscientos años desde que por primera vez un navegante, un cartógrafo marino al servicio del zar de Rusia, en 1820 confirmara la presencia de la Antártica. Este hecho histórico justificó que la Presidenta de Estonia, dado que Bellingshausen era un hombre que había nacido en la isla de Saaremaa, que hoy es Estonia, visitara nuestro territorio antártico.
¿Por qué es importante ese hecho como respaldo de nuestra soberanía?Porque, meses después de que Bellingshausen describiera cómo era ese territorio, cuando llegaron los primeros ingleses en busca de las riquezas del lugar, se encontraron con el Dragón de Valparaíso, una nave que tenía permiso del Gobierno de O'Higgins para cazar focas.
Desde 1820 Chile ha estado con presencia en la Antártica, la que finalmente hizo permanente a contar de 1947 con la Base Soberanía, después llamada "Capitán Arturo Prat".
La Armada, primero, el Ejército y la Fuerza Aérea, después, integraron los tres operadores antárticos más importantes. El mismo año en que se aprueba el Tratado Antártico, en 1961, fallece el primer mártir, el jefe de la Base Naval Capitán Arturo Prat, precisamente viendo temas geológicos en la isla.
La presencia del Estado chileno ha sido garantizada posteriormente por la investigación científica que ha llevado adelante el Instituto Antártico Chileno. Por esa razón era tan importante describir las funciones que ahí se realizan, pero más nuestra soberanía sobre dichos territorios.
Un Estatuto Antártico nos entrega al desafío de poner a la Antártica no solo en la mente, sino en el corazón de todos los chilenos. Ojalá se estudie y que esa región, la de Magallanes y la Antártida Chilena, sea reconocida.
El Senador Bianchi ya explicó la implicancia de todo el sistema subantártico, que debe ser considerado.
Es fundamental integrar la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación, que es parte de lo que se agregó al Estatuto Antártico.
Por eso me propuse el año pasado, como Presidente de la Comisión de Zonas Extremas, poner en discusión nuestro Estatuto Antártico, y así poder votar en la Comisión más grande que tiene esta Corporación -16 integrantes entre Senadoras y Senadores- una materia que es propia de nuestras regiones, de nuestro territorio: nuestro Estatuto Antártico.
Le pido un minuto más, señora Presidenta.
En esa Comisión se logró votar en general el proyecto, se presentaron las primeras indicaciones y quedó de manifiesto el compromiso de que desde las regiones es posible hacer política pública y generar conocimiento.
Es por eso que Punta Arenas es la capital de la Antártica chilena y Puerto Williams, su puerta de entrada, hasta donde hoy día llega el cable de fibra óptica austral, que espero que lo comencemos a usar para poder ser operadores digitales en la Antártida y llegar con nuestros servicios digitales a nuestro territorio.
Ese es el desafío que nos presenta hoy la aprobación de este Estatuto Antártico. Pero más importante es entender que en la Antártida estamos todos unidos.
Quiero agradecer a todos aquellos que hicieron posible esto: a la mesa técnica, que llegó a los acuerdos, y a todos y cada uno de los que corrigieron e hicieron sus aportes.
Y por eso tenemos hoy día esta política de Estado, que trasciende al Gobierno de turno, que es un esfuerzo gigantesco y que va a poner a Chile a la vanguardia de la investigación científica y la protección de la Antártida.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Quintana, ¿cómo vota?
Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?


El señor QUINTEROS.- ¿Me permite, Presidenta?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Quinteros.
El señor QUINTEROS.- Señora Presidenta, nadie podría oponerse a un proyecto de esta naturaleza, pero como regionalista quiero dejar constancia de algunas materias que me llaman la atención.
Este proyecto ha sido objeto de modificaciones desde su ingreso el año 2014. Y quizás la más significativa es la incorporación del Ministerio del Interior y del Gobierno Regional de Magallanes como actores en la institucionalidad antártica.
Sin embargo, el rol fundamental como responsable de la política en el territorio queda en manos del Ministerio de Relaciones Exteriores y las operaciones antárticas radican en las instituciones de la defensa nacional y en el Instituto Antártico Chileno, cuya sede está en Punta Arenas.
Así, entonces, el Gobierno Regional de Magallanes queda reducido a un segundo plano, como promotor de las actividades antárticas, pero sin participación activa en la definición de las políticas antárticas.
Tampoco es considerado como un operador antártico, en circunstancias de que es la principal institución administrativa del territorio.
Se trata de un asunto que a mi juicio debe ser revisado.
En lo que respecta a los delitos cometidos en el territorio antártico, hago presente a la Sala que sí se hace necesario un estatuto especial, sobre todo en un territorio donde Chile no tiene una soberanía completa.
Esta iniciativa de ley norma actividades de ciudadanos chilenos o extranjeros y de naves que salen de puertos locales hacia territorio antártico y que operen en el marco de la institucionalidad nacional.
¿Pero qué ocurrirá en el caso de ocupantes de naves que, habiendo cometido un delito, van a bases de países amigos que se encuentran dentro del territorio definido por la ley? ¿Van a ser detenidos y se aplicarán medidas cautelares por los tribunales? ¿O serán citados al juzgado de policía local en Punta Arenas? ¿Será aplicable la ley a aquellos delitos cometidos en el mar? ¿Los operadores antárticos definidos en la ley tienen la capacidad de fiscalización real?
El proyecto tampoco alude al rol de las universidades, sobre todo al de la Universidad de Magallanes, una entidad de educación superior pública con trayectoria en la investigación científica antártica.
Dicha casa de estudios, al igual que el Gobierno Regional de Magallanes, no puede estar ajena a la institucionalidad antártica y su papel en la definición de la política chilena del continente antártico es, bajo mi punto de vista, fundamental.
Es más. El propio Instituto Antártico Chileno, hoy dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, debiera ser parte de la institucionalidad regional.
No existen razones para que un organismo técnico asentado en Punta Arenas dependa de un Ministerio que tiene su sede en Santiago... (falla de audio en transmisión telemática)... su presupuesto fue de 6.400...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminó su tiempo, Senador Quinteros.
Ahora le van a dar un minuto.
Tiene la palabra, Senador.
El señor QUINTEROS.- Decía, señora Presidenta, que el último presupuesto fue de 6.400 millones de pesos, una cifra pequeña para el tamaño de un territorio que necesitamos conocer cada día más.
En tal sentido, el proyecto va en dirección contraria a lo que persigue el país en materia de descentralización, esto es, más atribuciones para las regiones, sobre todo cuando han demostrado una enorme capacidad de gestión en tiempos tan difíciles como los actuales.
El esfuerzo descentralizador no puede estar ajeno al Estatuto Antártico. Sería un gran aporte a la institucionalidad pública de Magallanes que el Instituto Antártico fuese autónomo y que la ley definiera la forma en que debe vincularse con el resto de la Administración Pública.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Quinteros vota a favor.
El Senador señor Sandoval va a fundamentar su voto.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra, Senador.


El señor SANDOVAL.- Señora Presidenta, sin duda, las decisiones de tramitar iniciativas de ley de esta naturaleza para un territorio que tiene un significado emblemático requieren una tarea y una mirada que debemos hacer con todo el realce que ello implica para el desarrollo de nuestro país, para el desarrollo de un territorio de enorme significación estratégica y humana, no solamente para Chile, sino también para el resto del mundo.
Este proyecto, que nos tocó de alguna manera iniciar allá por el año 2014, en las postrimerías del primer Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, estuvo harto tiempo detenido en su tramitación.
Y nos alegramos de esta iniciativa, que tiene dos objetivos esenciales: por una parte, impulsar la participación en la gestación, implementación y desarrollo de un régimen antártico efectivo, a partir del Tratado Antártico de 1959; y por otra, adecuar las normas del derecho interno que rigen en el Estado chileno, las cuales requieren actualizarse según las nuevas exigencias propias del marco internacional, para expresar de manera clara y eficaz la forma como Chile ejerce sus competencias y asume sus obligaciones.
El proyecto en sí consta de ocho títulos y cincuenta y ocho artículos, y propone ser un instrumento regulador eficiente para el actuar de Chile en la Antártica, entregando herramientas jurídicas y administrativas que le permitan llevar adelante la política antártica nacional con una visión coordinadora al interior del Estado.
Se estipula que la ley en proyecto, como las demás normas, integre el ordenamiento jurídico nacional en la materia, el cual se aplicará evidentemente en este territorio, cumpliendo con el mandato a través de la política antártica nacional y, adicionalmente, con el Programa Antártico Nacional.
Cabe hacer presente la intervención del Ministerio de Relaciones Exteriores y, para qué decir, como se ha destacado, el enorme rol y papel del Instituto Antártico Chileno y de las Fuerzas Armadas, que han ejercido una presencia significativa en el sector.
Se ha señalado a propósito de este proyecto que, para dar sentido concreto a la ejecución y al rol de Chile en esta materia, es necesario que en la Ley de Presupuestos se dispongan los recursos necesarios y los medios que se han requerido.
He estado en el territorio antártico y he hablado con los actores vinculados fundamentalmente al mundo de las Fuerzas Armadas. Y a veces es necesario señalar la urgencia y la oportunidad de incorporar recursos adicionales para llevar adelante la enorme tarea que realizan las Fuerzas Armadas, muchas veces con presupuestos propios y no a cargo de un gran fondo que debe ser responsabilidad del Estado.
Chile debe profundizar toda acción conducente a reforzar su presencia: la acción administrativa, la ciencia e investigación, el turismo y, sin duda, la protección ambiental.
Tal como señaló el Senador de la Región de Magallanes Carlos Bianchi, este proyecto dice relación también con la necesidad de entender que debemos ponernos a tono.
Hay países fronterizos que tienen otra mirada acerca de cómo llevan adelante sus acciones presenciales y sus actos de soberanía en la Antártica, los cuales, como todos sabemos, están absolutamente suspendidos.
Por eso tenemos que mostrar una actitud bastante más proactiva para llevar adelante en un territorio tan significativo, tan emblemático, con tal rol, una política eficiente, activa, proactiva frente a las obligaciones que este nos impone.
Voto absolutamente a favor, señora Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, Senador.
Senador señor Soria, ¿cómo vota?
El señor SORIA.-... (falla de audio en transmisión telemática)... señor Secretario, señora Presidenta del Senado.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Está activado su micrófono, Senador.
El señor SORIA.- ¿Perdón?
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Está activado su micrófono. ¿Cómo vota?
El señor SORIA.- Voto a favor, señor Secretario, señora Presidenta del Senado.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Muchas gracias.
Vota a favor.
Senadora señora Van Rysselberghe, ¿va a fundamentar su voto?
Senadora señora Von Baer, ¿cómo vota?
La señora VON BAER.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Allamand, ¿cómo vota?
Senadora señora Allende, ¿cómo vota?


La señora ALLENDE.- Señora Presidenta, voy a votar a favor, y quiero agregar que me parece extraordinariamente relevante que estemos votando este Estatuto en este momento.
Me alegro de que lo hayan visto dos Comisiones, la de Relaciones Exteriores y la de Zonas Extremas, y también de que se haya generado esta mesa amplia con participación de distintas instituciones.
Quiero también señalar que, obviamente, esta iniciativa no involucra solamente aspectos de soberanía y temas geopolíticos. Creo absolutamente en la buena vecindad, en el diálogo, en la cooperación y, por supuesto, en la paz entre los países. Y espero que ese sea siempre nuestro norte.
También quiero destacar el hecho de que en este Consejo de Política Antártica se haya integrado al Ministerio del Medio Ambiente.
En este punto quiero mencionar la importancia del océano Antártico o Austral para acumular carbono en el océano profundo y mitigar el efecto invernadero que causa el cambio climático.
A la vez, los hielos del sur guardan una biodiversidad muy alta bajo ellos. Tanto es así que todos estos territorios -glaciares y zonas periglaciares del Territorio Chileno Antártico- se encuentran protegidos por el Sistema del Tratado Antártico. Específicamente, el Tratado Antártico y luego el Protocolo al Tratado Antártico para la Protección del Medio Ambiente disponen de normativa aplicada para la protección de este sistema antártico y los ecosistemas dependientes y asociados.
Lamentablemente, aun cuando haya protección internacional al respecto, la Antártica se encuentra fuertemente amenazada por el cambio climático. Se estima que la masa de hielo de glaciares alrededor del planeta, que incluyen los glaciares antárticos, decrecerá entre un 35 y un 85 por ciento por los escenarios más severos del cambio climático.
Por eso, creo importante la incorporación del Ministerio del Medio Ambiente y, por supuesto, del Ministerio de Ciencias, para poder aplicar todos los conocimientos al respecto.
También me parece adecuado y prudente que los asesores en la mesa técnica hayan propuesto que las conductas infraccionales deban ser castigadas en forma severa. En efecto, se han subido las multas desde 1.500 UTM a 5 mil UTM.
Respecto de los delitos ambientales, se indicó que "toda persona podrá denunciar las infracciones a las disposiciones de la presente ley y sus reglamentos, así como a las normas del Sistema del Tratado Antártico". Creo que debemos tender cada vez más a la participación amplia, tal como lo hicimos con la acción popular en el caso del proyecto de ley sobre regulación del plástico de un solo uso.
Señora Presidenta, por la trascendencia e importancia que tiene, voto a favor. Y creo que hemos dado un paso significativo. No cabe duda de que la Antártica es patrimonio de la humanidad y se está degradando con el cambio climático. Por lo tanto, tenemos que hacer nuestro máximo esfuerzo para protegerla ambientalmente, porque es para la humanidad actual y para las futuras generaciones.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Allende vota a favor.
Senador señor Araya, ¿cómo vota?
El señor ARAYA.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Castro, ¿cómo vota?
El señor CASTRO.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Chahuán, ¿va a fundamentar su voto?


El señor CHAHUÁN.- Señora Presidenta, Honorable Sala, efectivamente, este Estatuto Antártico se trabajó no solamente en la Comisión de Relaciones Exteriores, sino también en la Comisión de Zonas Extremas. Quiero agradecer el trabajo de los dos Presidentes de Comisión, que permitió afianzar una larga aspiración.
No me cabe la menor duda de que el Territorio Antártico Chileno reviste importancia geopolítica y estratégica. Es materia, además, de investigación. El Instituto Antártico ha estado trabajando largamente en esta materia. Chile ha afirmado la posición respecto del territorio antártico y también la proyección de nuestro territorio continental. Y creemos, sin lugar a dudas, que este es un avance sustantivo.
Por lo tanto, voto favorablemente, señora Presidenta.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Coloma, ¿va a fundamentar su voto?
El señor COLOMA.- En aras de apurar la discusión para que alcancemos a ver el proyecto de reactivación económica, que encuentro muy importante, no voy a fundar el voto.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?
Senador señor Durana, ¿cómo vota?


El señor DURANA.- Señor Secretario, señora Presidenta, solo una reflexión.
Creo que la señal que da el Estado de Chile en una región que es geopolíticamente estratégica resulta tremendamente importante, en especial sobre la base de lo que significa este Estatuto Antártico, que tiene objetivos trascendentes para nuestro país.
La posición chilena es una de las más consolidadas en la Antártica, respecto de su presencia tanto militar como científica. Obviamente, este proyecto representa, sin duda, la consolidación de las pretensiones antárticas chilenas en un contexto global, en que el mundo mira el Continente Blanco como un santuario de la preservación de ecosistemas y recursos naturales.
En esa condición geopolítica, tengo, quizás, una sana envidia de que finalmente la provincia de Parinacota, que también es geopolíticamente estratégica, reciba el día de mañana el cariño del Estado a una zona con la que todos debemos comprometernos.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Durana vota a favor.
Senador señor García Ruminot, ¿cómo vota?
El señor GARCÍA.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
El Senador señor Quintana ha solicitado adelantar su voto.
El señor QUINTANA.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Guillier, ¿cómo vota?


El señor GUILLIER.- Voy a fundamentar mi voto, señor Secretario, si se puede. Muy breve.
Primero, quiero señalar que se ha hecho un muy buen trabajo, tanto en el Ministerio como en el Congreso, y también con la participación de las comunidades magallánicas, interesadas particularmente en este proyecto, porque no solo actualiza nuestra legislación y la hace más coherente, sino que genera una institucionalidad más sólida para enfrentar los desafíos antárticos.
Pero nosotros tenemos ciertos desafíos que tienen que ver también con voluntad política. Si uno visita, ni siquiera el territorio antártico, sino la zona previa, las islas, se va a dar cuenta de que la presencia es esencialmente militar y en menor medida relacionada con pesca internacional. Y no hemos tenido la suficiente fuerza para impulsar decididamente la investigación científica en el marco de los tratados internacionales, privilegiando finalmente el uso científico y fortaleciendo nuestra institucionalidad, pero en esa dirección.
Por eso es muy importante en este marco potenciar a la Región de Magallanes y toda su infraestructura: la necesidad de contar con una puerta de entrada a la Antártica. Eso supone tener muelles; operadores privados y públicos; transporte; incrementar las potencialidades de la zona. Asimismo, se ha ido avanzando en algún grado -no lo podemos negar- con la Universidad de Magallanes, con la Universidad de Chile y con la Universidad de Concepción, que son las que hasta ahora exhiben mayor cantidad de proyectos. No obstante -yo diría-, todavía estamos en una etapa incipiente respecto de las enormes oportunidades y obligaciones que plantea para nuestro país trabajar el territorio antártico en una materia que implica mucho más que lo militar o aspirar a tener una soberanía reconocida internacionalmente a futuro.
El continente antártico -lo dijo muy bien el Senador Bianchi, que es de la región y que conoce sus potencialidades- es de gran riqueza para Chile a futuro. Y, por lo tanto, debemos avanzar más.
También era preciso definir un poco más el rol de los operadores privados, porque ese tema estaba relativamente ausente en nuestra legislación. Recordemos que la Fuerza Aérea es la que tiene la tutela del transporte y la fiscalización en los vuelos, por ejemplo, y finalmente es la que traslada en ellos a la comunidad científica, así como a quienes trabajan en la zona en labores fundamentalmente pesqueras.
Por consiguiente, resultaba necesario que los operadores públicos y privados estuvieran reconocidos en este Estatuto, cosa que no ocurría en el caso de los privados.
Señora Presidenta, quiero terminar diciendo que estos son avances institucionales y legales, pero si no hay voluntad política ni inversión y no se promueve realmente el trabajo científico, nos vamos a perder una gran oportunidad con relación a lo que esto representa para el futuro y el progreso de nuestro país, y, sobre todo, en lo tocante a la formación de científicos que puedan conocer el continente Antártico, sus oportunidades y los aportes que puede hacer al desarrollo de nuestro país.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Girardi, ¿cómo vota?


El señor GIRARDI.- Señora Presidenta, considero muy importante avanzar en este Estatuto.
Al respecto, valoro lo que han hecho en esta materia la Comisión, el Senado y también el Ministro Teodoro Ribera. Pero si bien el Estatuto es un avance, creo que no hay plena conciencia y no tenemos una política antártica de la envergadura que representa ese desafío.
Digo esto porque la Antártica va a ser uno de los principales centros geopolíticos del siglo XXI. Nosotros ya no vamos a lograr evitar un calentamiento que supere los 2 grados; es decir, el escenario al que estamos entrando es uno de más de 3 grados de temperatura, y probablemente será de 4 grados de aquí al año 2100. Eso significa que en el planeta habrá zonas ganadoras y zonas perdedoras, y lo más factible es que el nivel de desarrollo de la ciencia esté tan avanzado que a través de la geoingeniería los países desarrollados conseguirán regular el clima en función de sus propios intereses; o sea, las naciones más poderosas -Estados Unidos, China, en fin- van a adecuar el clima a temperaturas óptimas para sus territorios. Entonces, habrá lugares del planeta que serán perdedores y otros ganadores.
No obstante, independientemente de la geopolítica, es claro que uno de los territorios ganadores a nivel global va a ser la Antártica, pues se constituirá en la zona más apta para la vida, para la economía y para los humanos a futuro. En ello no hay ninguna duda. Eso va a tener tremendas implicancias.
Desde el punto de vista de los procesos evolutivos, aquello no es nuevo, porque la Antártica fue una selva tropical hace 40 millones de años.
Por lo tanto, tiene que haber una soberanía de Chile que se haga cargo de eso y debe existir una política mucho más robusta en la materia. En tal sentido, pienso que uno de los principales elementos de soberanía es la investigación científica. Me parece que Chile puede hacer soberanía. Tener las bases con que cuenta nuestro país en la Antártica y el privilegio de la cercanía es como no haber asumido la situación o no haber efectuado astronomía en el desierto de Atacama. Creo que estamos haciendo un notable abandono de oportunidades, y cuando nos demos cuenta de ello va a ser tarde.
Nosotros tenemos infraestructura ahí que está tremendamente debilitada. Está la Base Escudero, que no tiene la capacidad para albergar a la ciencia que podría existir allí. Hoy día puede recibir a poco más de 40 personas, y muchas veces necesitamos capacidad para 100 científicos. Contamos con otras bases, como la Estación Científica Polar Glaciar Unión, que está en el círculo polar, que no puede funcionar todo el año. Y hay años en que no funciona porque no hay presupuesto.
Claro, se quiere reivindicar soberanía, ¡pero esa es la soberanía! Además, como digo, dicha estación se halla en el círculo polar.
También están la Base Yelcho, la Base Carvajal -le pido un minuto adicional, señora Presidenta-, que se encuentran en bahía Margarita, en el círculo polar, y tampoco cuentan con recursos para su funcionamiento.
De otro lado, tenemos el caso de Argentina versus nuestro Inach, que es una tremenda institución -y quiero valorar el trabajo que hace Marcelo Lepe- y que cuenta con muy pocos funcionarios: cerca de siete. ¿Cuántos tiene el Instituto Antártico Argentino? ¡Cincuenta! Señalo esto para que ustedes se den cuenta.
Brasil, que no tiene nada que ver con la Antártica y que se halla más distante que nosotros, dispone de 65 funcionarios en su Instituto Antártico.
Corea, que está lejos, destina 100 millones de dólares en presupuesto, ¡que es lejos superior a lo que consignamos nosotros!
Chile tendría oportunidades, por ejemplo, con un centro antártico internacional para ser relevante, para justamente hacer ciencia colaborativa y asumir un liderazgo en la materia: no lo hacemos.
Asimismo, está la fibra óptica austral, que es como disponer de la capacidad de provisión de ciencia para todas las bases, y sería un instrumento de soberanía gigantesco: no lo hacemos.
Por lo tanto -le pido el último minuto, señora Presidenta-, creo que el desafío de la Antártica es uno de los más apasionantes. Desde el punto de vista de la geopolítica es uno de los más relevantes a nivel planetario. Sin embargo, como en muchas cosas, no somos conscientes de ello.
Me parece que las Fuerzas Armadas -está de más decirlo- hacen una gran tarea, pero también tienen recursos tremendamente limitados. ¡Y para qué decir nuestra ciencia!
Yo le hago un llamado al Ministro Teodoro Ribera, quien a mi juico entiende muy bien estos temas, en el sentido de que Chile debe llevar a cabo una política de soberanía y una política antártica que estén a la altura de las oportunidades que se le ofrece.
Porque -insisto- esto es como no desarrollar la energía solar en el desierto de Atacama: no lo hemos hecho con fuerza, pero algo se está haciendo; o como no haber desarrollado la astronomía.
No hay ninguna justificación para no hacer aquello.
Creo que Chile se va a perder una tremenda oportunidad hacia el futuro si no hacemos una política mucho más consistente y potente.
Entiendo este Estatuto como un primer paso. Sin embargo, es un punto de partida y no un punto de llegada.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador de los presentes y de los que están participando de manera remota aún no ha emitido su voto?
¿Senador señor Allamand?
La Senadora señora Aravena comunicó un pareo.
¿Senador señor De Urresti?
El Senador señor Huenchumilla está pareado con la Senadora señora Aravena.
¿Senador señor Navarro?
El señor NAVARRO.- Señor Secretario, voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Vota a favor.
¿Senador señor Ossandón?
¿Senadora señora Van Rysselberghe?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminada la votación.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Vamos a proceder a efectuar el cómputo, señora Presidenta.
--Se aprueba en particular el proyecto (38 votos a favor y 1 pareo), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido, y queda despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
No votó, por estar pareada, la señora Aravena.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Queda aprobado en particular el proyecto, y pasa a su tercer trámite en la Cámara de Diputados.