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PRIORIDAD DE USO DE AGUA PARA CONSUMO HUMANO, SANEAMIENTO Y USO DOMÉSTICO DE SUBSISTENCIA DURANTE VIGENCIA DE ESTADO DE CATÁSTROFE POR CALAMIDAD PÚBLICA


El señor QUINTEROS.- Presidenta, estos proyectos relacionados con el agua los hemos venido discutiendo en los últimos meses a raíz, seguramente, de la falta de precipitaciones que teníamos en el área centro-sur del país. Y como en ningún otro periodo, nos hemos abocado a este tema.
Hay un sinnúmero de proyectos vinculados al agua, de la más diversa naturaleza: desalinización, humedales, glaciares y otros. Pero a mí me interesa sobremanera la iniciativa que promueve el acceso al agua potable en general, pues es muy importante, como acá se ha dicho, para las sociedades humanas, sobre todo para la salud de los individuos, y a su vez está relacionado con el contexto medioambiental.
Lo más relevante de un proyecto sobre el agua es que promueva una cultura saludable hacia la comunidad. Recuerdo que hablábamos, con motivo de otra iniciativa, de la instalación de bebederos en el espacio público; de la provisión de agua como un servicio primordial en los negocios que expendan alimentos; de reponer una prestación que se perdió en las últimas décadas por diversos motivos, especialmente por el imperativo de que todo hay que pagarlo.
La empresa sanitaria que entrega agua en bebederos a las personas en plazas y paseos que se encuentran dentro de su área de concesión repone un sentido de comunidad, que tanta falta hace en la actualidad. Lo mismo sucede en los lugares de trabajo y en las escuelas, que deben entregar una provisión de agua suficiente a trabajadores y estudiantes en espacios adecuados y accesibles para todos.
Hoy, por supuesto, estos temas están mediados por la pandemia, y por eso que este proyecto se presenta en el momento actual. Pero esperamos que más temprano que tarde se instale una verdadera nueva normalidad y que las personas vuelvan a los espacios públicos. Y habrá que estar preparados para garantizar el acceso al agua potable con las medidas sanitarias necesarias en este nuevo contexto.
Ahora bien, parece increíble que recién en la tercera década del siglo XXI el Senado chileno esté promoviendo un proyecto de acceso al agua para toda la población. Esto es lo que mejor refleja lo que ha significado la privatización del agua, en que el servicio se entrega solo a quienes pueden pagarlo.
Por eso, Presidenta, estoy absolutamente de acuerdo con la reforma constitucional. El agua debe ser un bien nacional de uso público.
He dicho.