Click acá para ir directamente al contenido
PROTECCIÓN DE INGRESOS DE TRABAJADORES INDEPENDIENTES ANTE PROPAGACIÓN DE COVID-19


El señor ELIZALDE.- Señora Presidenta, yo quisiera señalar, en primer lugar, que me sorprende que el Gobierno no haya tenido disposición para discutir este proyecto en un par de días más -no estamos hablando de semanas-, más aún cuando se está desarrollando un diálogo para generar una propuesta, un plan que permita enfrentar la emergencia sanitaria y la reactivación económica, conscientes del drama que están viviendo muchas familias chilenas que requieren de un marco de protección para poder cumplir con las medidas sanitarias.
En ese contexto, nosotros hemos sido críticos del proyecto que hoy día se está debatiendo, porque está lejos de ser un paraguas protector para los trabajadores a honorarios. Si bien hay modificaciones a las cuales el Gobierno se ha abierto, no consideran la magnitud de la ayuda que se requiere en el momento actual.
Y, cuando se está conversando precisamente un plan fiscal de mediano plazo, por lo menos a dieciocho meses; cuando se está planteando al mismo tiempo la necesidad de un marco protector adecuado y de medidas específicas que se van a implementar, era de toda lógica que este proyecto de ley se enmarcara dentro de ese diálogo y de esa conversación, diálogo al cual hemos concurrido de buena fe, con espíritu constructivo, pero señalando que el Gobierno obviamente debe rectificar. Porque tanto las medidas sanitarias como las medidas sociales han sido claramente insuficientes para enfrentar la crisis.
Yo en esto quiero ser bien honesto: es difícil hacer una pega perfecta, por decirlo de alguna manera, ante la pandemia que estamos enfrentando. Porque era muy difícil estar preparados, pese a que el Presidente de la República pecó de optimismo, como es su estructura de personalidad, durante los primeros días de la emergencia, dando a entender que Chile estaba entre los países del mundo mejor preparados.
La realidad está lejos de ser así.
Nueva Zelandia es un país que estaba muy bien preparado. Y su Primera Ministra ha hecho un gran trabajo. Pero nosotros nos encontrábamos lejos de eso.
Entonces, conscientes de que esta es una situación muy difícil, obviamente nos parece que es imprescindible un diálogo efectivo para hacer un esfuerzo mayor en la protección de las personas. Y este proyecto está lejos de eso. Pero al mismo tiempo nosotros no queremos dar la señal de que somos un obstáculo para que se avance en la ayuda que los chilenos necesitan.
Estas medidas son insuficientes, no cabe duda. Al poco tiempo vamos a tener que corregirlas, como ha ocurrido con todo lo que hemos venido aprobando en estos últimos meses, porque la realidad ha demostrado que esas propuestas eran insuficientes, pero la ayuda debe llegar y con celeridad.
Por tanto, nos vamos a abstener.
No obstante, con la misma fuerza quiero señalar que la caricatura que el Gobierno ha generado respecto a la Oposición, no ahora último pero sí en las primeras semanas, respecto a este supuesto afán obstruccionista, no corresponde a la realidad. Todos los proyectos de ley presentados por el Gobierno han sido aprobados por el Congreso Nacional. Pero no se puede pretender que no alcemos nuestra voz para señalar críticas constructivas respecto de la insuficiencia de las medidas adoptadas.
Más aún, cuando se ha pretendido responsabilizar a la Oposición por la lentitud de la ayuda. Eso es absolutamente falso.
En el caso del bono COVID, el Presidente emplazó al Congreso Nacional para que se aprobara, se aprobó, y pasaron más de tres semanas para que se pagara el primer bono COVID.
Para qué hablar respecto del Ingreso Familiar de Emergencia, en el que si no fuera por la insistencia del Diputado Naranjo no se habría establecido la automaticidad del pago, por lo menos para una parcialidad de los beneficiarios. Pues bien, ellos han recibido la ayuda, pero la gran mayoría la empezó a recibir recién ahora. Tuvieron que pasar semanas, solo por problemas de eficiencia en la gestión gubernamental.
Entonces, que cada uno asuma la responsabilidad que corresponde. Nosotros hemos contribuido; por cierto, hemos manifestado nuestras críticas con un sentido constructivo; no está en nuestro afán ser un obstáculo para que esta ayuda se lleve adelante, pero debemos defender precisamente a las trabajadoras y a los trabajadores que ven que este marco protector está lejos de lo que se requiere. Y lo que es más dramático, las últimas propuestas del Gobierno están lejos de alcanzar la línea de la pobreza, ni siquiera garantizan ingresos sobre la línea de la pobreza e, incluso, en muchos casos ni siquiera sobre la línea de pobreza extrema.
Por eso, reitero: esperamos que las propuestas den cuenta para el futuro del drama que estamos viviendo, que el esfuerzo fiscal sea mayor y que haya voluntad de escuchar e incorporar lo que hemos planteado.
Por todo lo anterior, y para no ser un obstáculo para que esta iniciativa se lleve adelante, pero advirtiendo que han sido insuficientes las medidas aplicadas hasta ahora, y en particular la que ahora debatimos, que presenta serios problemas en su diseño arquitectónico desde el punto de vista institucional y de su aplicación práctica, vamos a abstenernos.
He dicho.