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PROTECCIÓN DE INGRESOS DE TRABAJADORES INDEPENDIENTES ANTE PROPAGACIÓN DE COVID-19


El señor QUINTEROS.- Presidenta, el Gobierno insiste con este proyecto de ley en una política fragmentada que ofrece diferencias o pago diferenciado, según la categoría de los trabajadores.
Bajo este enfoque, los trabajadores con contrato al amparo del Código del Trabajo van a recibir pagos decrecientes, financiados con sus propios ahorros, según las reglas del Fondo de Cesantía. Las trabajadoras de casa particular podrán girar sus propios ahorros en el sistema de las AFP. Los trabajadores informales accederán al exiguo subsidio que otorga el ingreso familiar de emergencia, mientras que otros trabajadores, pertenecientes al 60 por ciento más vulnerable, recibirán el bono COVID.
Ahora, este nuevo proyecto se enfoca en los trabajadores independientes, que muchas veces son dependientes encubiertos. Y este proyecto propone que estos trabajadores que hayan visto caer sus ingresos accedan a un préstamo blando, sin intereses. Se trata, a la larga, de un crédito fiscal, que el deudor deberá reembolsar a través de una mayor retención del impuesto de segunda categoría que devenguen sus ingresos. Y para aquellos de más bajos ingresos se considera un subsidio parcial y decreciente.
Los trabajadores que boletean se han quedado, en alta medida, sin empleo. La gran mayoría de ellos no están organizados ni pertenecen a sindicatos que los defiendan. Es determinante, entonces, que en medio de esta situación de crisis se ofrezcan medidas que los protejan de manera efectiva y oportuna.
Casi el 90 por ciento de estos trabajadores está en el grupo de ingresos bajos de la escala del Servicios de Impuestos Internos, o sea, en el tramo exento de impuestos de segunda categoría. Una parte son profesionales. También hay consultores que dependen de proyectos de inversión, que hoy día están detenidos casi completamente. Algunos, como los artistas de teatro o que trabajan en museos, espectáculos u otras producciones, simplemente no pueden funcionar; vendedores que no pueden vender. ¡Para qué decir los pescadores artesanales, los agricultores, los peluqueros, los colectiveros, los transportistas, los feriantes y tantos más!
La gran mayoría son trabajadores dependientes encubiertos, algunos a tiempo parcial y otros a jornada completa, que no están protegidos por seguro de cesantía alguno. Ellos requieren ayudas sustanciales. Se trata de la subsistencia de millones de personas.
La clase media, tantas veces invocada en los discursos gubernamentales, ahora está golpeando la puerta del Estado y se ha puesto en la fila de los que necesitan ayuda.
¿Seremos capaces de responder a esta demanda? ¿Llegaremos a tiempo?
El Gobierno parece no entender la gravedad de la crisis. El desplome del Índice Mensual de Actividad Económica durante el mes de abril, que cayó 14,1 por ciento en comparación con igual mes del año pasado; el salto que ha tenido el desempleo, que llega al 15 por ciento, si se contabilizan los trabajadores que acceden al Fondo de Cesantía pero que no reciben sus remuneraciones, ¿no conmueve al Gobierno?
El Gobierno no parece entender que esos niveles de desempleo no se veían desde la década de los ochenta, en plena dictadura,
Señora Presidenta, en el peor día de la crisis, con la mayor cifra de muertos, el Presidente de la República se ha dado el lujo de anunciar una buena noticia para los chilenos, la portabilidad financiera, justo cuando millones de compatriotas han dejado de ser sujetos de crédito.
Parece una burla o al menos una indolencia.
El país requiere una política integral de sostenimiento de ingresos para el 70 u 80 por ciento de la población, que sufre los embates de la actual crisis sanitaria, económica y social. Y la fórmula más efectiva es una renta básica de emergencia que se aleje de la burocracia y ponga en el centro a las personas y no a los instrumentos.
Los préstamos, los seguros y los subsidios decrecientes no son suficientes. El Gobierno debe reconsiderar...
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Le vamos a activar el micrófono nuevamente, Senador.
Ahí está activado.
El señor QUINTEROS.- Quiero terminar diciendo que los préstamos, los seguros, los subsidios decrecientes no son suficientes.
El Gobierno debe reconsiderar, y no para escuchar a la Oposición, sino para oír a la gente, que está desesperada.
He dicho.