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SUSPENSIÓN TEMPORAL DE EXAMEN ÚNICO NACIONAL DE CONOCIMIENTOS DE MEDICINA (EUNACOM)


El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en moción de los Senadores señor Navarro, señora Provoste y señores Latorre, Quintana y Quinteros, que suspende por el lapso de dos años la aplicación de los artículos 1° y 2° de la ley N° 20.261, que crea un Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina, incorpora cargos al sistema de Alta Dirección Pública y modifica la ley N° 19.664, con primer informe de la Comisión de Salud y certificado con motivo del nuevo primer informe que la Sala del Senado, en sesión del 27 de mayo de 2020 pasado, solicitó a dicha instancia, remitiéndole la iniciativa y autorizándola para discutirla en general y en particular a la vez, y urgencia calificada de "suma"
--Los antecedentes sobre el proyecto (13.359-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción Senadores señor Navarro, señora Provoste y señores Latorre, Quintana y Quinteros):
En primer trámite: sesión 6ª, en 25 de marzo de 2020 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Salud: sesión 26ª, en 25 de mayo de 2020.
Salud (certificado): sesión 31ª, en 2 de junio de 2020.
Discusión:
Sesión 30ª, en 27 de mayo de 2020 (queda pendiente la discusión en general y la Sala acuerda que vuelva a la Comisión de Salud para un nuevo primer informe).
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Esta iniciativa tiene por objeto permitir la contratación en el sector público de médicos especialistas que hubieren obtenido su título o especialidad en el extranjero por un plazo de dos años, con la finalidad de asegurar la dotación de médicos en el sistema de salud en el contexto de la actual crisis sanitaria generada por el coronavirus, causante de la pandemia COVID-19.
La Comisión de Salud, en su primer informe, aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores señoras Goic, Ebensperger y señores Chahuán, Girardi y Quinteros.
En particular, aprobó esta iniciativa con la modificación y la votación que se registran en su certificado, reemplazando el artículo único por un texto compuesto por un artículo único y un artículo transitorio.
Asimismo, la Comisión hace presente que, atendido el contenido de las disposiciones del articulado que despachó en particular, para una adecuada técnica legislativa sugiere sustituir en el registro correspondiente el nombre del proyecto de la ley por el que ya había adelantado con anterioridad el Senador señor Ossandón. La Sala tomó conocimiento del cambio de nombre y lo respaldó.
El texto que se propone aprobar se consigna en la página 2 y siguientes del certificado de la Comisión de Salud, así como en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición, tanto en el SIL como también en la plataforma en la que figuran los documentos y papeles pertinentes.
Es todo, señor Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, señor Secretario.
En discusión general y particular el proyecto.
Le voy a ofrecer la palabra a la Presidenta de la Comisión de Salud y, posteriormente, al representante del Ministerio de Salud, señor Jaime González.
Tiene la palabra, Senadora Goic.


La señora GOIC.- Gracias, Presidente.
Yo deseo recordar, a propósito de este nuevo primer informe, que el proyecto en debate lo vimos en la Sala la semana pasada y tuvimos conocimiento de una indicación del Ejecutivo que lo que hacía era, a diferencia de lo que planteaba inicialmente el articulado, acotar la exención de rendir el Eunacom y las pruebas de certificación solo a los especialistas, excluyendo a los médicos generales.
Quiero reconocer el ánimo de diálogo y de acuerdo que tuvimos en la Comisión. Sesionamos el lunes y hoy en la mañana, y generamos esta indicación, que es acordada sobre la base del planteamiento de la indicación del Ejecutivo.
Estuvieron sobre la mesa la indicación que presentó el Ejecutivo y otra que presentó el Senador Navarro, que planteaba que quedarían suspendidas por dos años las sanciones administrativas por sumario e investigación sumaria dictadas en los últimos cinco años en contra de funcionarios y funcionarias de la salud.
Como la indicación del Senador Navarro fue declarada inadmisible, seguimos trabajando sobre la del Ejecutivo.
En cuanto a esta última, acordamos permitir que médicos especialistas que han cursado su especialización en el extranjero -pueden ser extranjeros o chilenos- ejerzan sin necesidad de haber cumplido las pruebas que hoy se establecen, por un plazo acotado de dos años.
Cabe recordar que la indicación contemplaba un artículo transitorio que hacía que transcurrido el plazo de dos años se pudiera también continuar, dependiendo de cuándo se aprobara el examen.
Nos pareció que el plazo de dos años era suficientemente acotado. Una vez pasados los dos años, se exige que efectivamente se hayan completado las pruebas de validación.
Lo segundo es dejar circunscrito esto solamente al sector público. Tal como estaba la indicación del Ejecutivo, se interpretaba que podría ser para el sector público y privado. Esto, en función de que implica un mayor control de requisitos, en circunstancias de que la lógica de trabajo de los equipos de salud en el sector público es distinta.
Después, otro de los acuerdos que generamos es que aquellos médicos que no cuenten con formación de su especialización acreditada por una universidad de su país no pueden acceder a la habilitación. Y esto nos lo explicaba el doctor Naranjo, de Conacem. Hay ciertos programas de estudio en el extranjero que más bien son habilitaciones presenciales, son de práctica en terreno o en un hospital, lo que es distinto a la enseñanza universitaria, que es la rigurosidad mínima que se requiere. Estamos hablando de especialistas que van a ejercer, además, su especialidad.
Lo tercero es que el Ministerio de Salud va a tener que establecer los requisitos para certificar a los médicos especialistas y proceder a su contratación.
Acá, si bien en general son los servicios de salud los que contratan, planteamos que durante este período de dos años debiera existir una revisión de requisitos mínimos, y el Ministerio de Salud va a estar a cargo de eso.
Y, tal cual lo ha señalado el Secretario en la relación, con esto cambia el nombre del proyecto. Ya no se trata de suspender el Eunacom como requisito por dos años. Por eso, proponemos que en adelante se lo conozca como "proyecto de ley que habilita temporalmente a los médicos cirujanos que indica para ejercer sus especialidades en el sector público".
De esta manera, considera en su inciso primero el habilitar por el lapso de dos años -insisto- en el sector público, siempre y cuando los especialistas hayan hecho su solicitud de certificación en alguna de las entidades autorizadas por el Ministerio de Salud.
El inciso segundo dispone que "Los médicos que hubiesen obtenido su especialidad médica en el extranjero, al igual que su título profesional, y que se encuentren en el presupuesto del inciso anterior, se encontrarán eximidos por el plazo de dos años" del requisito de aprobar el Eunacom para ingresar también a los cargos o empleos de médico cirujano en los servicios de salud, en la Subsecretaría de Salud Pública, en las secretarías regionales ministeriales de salud, en establecimientos de carácter experimental y también en la atención primaria de salud municipal.
De acuerdo al inciso tercero, cumplidos los dos años, estos profesionales deberán haber obtenido la certificación de su especialidad de conformidad con lo preceptuado en la legislación vigente.
En el inciso cuarto el texto establece la facultad de la Superintendencia de Salud de "implementar un registro público especial en el Registro Nacional de Prestadores Individuales de la Superintendencia". Esto es fundamental para la fiscalización y la transparencia.
Y el artículo transitorio indica que "Podrán acogerse a la habilitación temporal (...) los médicos cirujanos que hayan obtenido su especialidad en centros de formación universitaria y que no hayan reprobado los exámenes en procesos de calificación anteriores rendidos" ante la Conacem.
Este punto lo tratamos mucho con el Director de la Conacem. Aquellos que han reprobado recientemente quedan excluidos de poder utilizar o acogerse a los beneficios de esta ley.
A su vez, se dispone que será el Ministerio de Salud el que dictará las normas operativas para la aplicación de esta ley, como les señalaba.
Esta indicación, con las modificaciones que acordamos, fue aprobada unánimemente por los cinco miembros de la Comisión.
Es importante también contarles a los colegas que acá tuvimos un debate, creo que muy bueno, respecto a los temas de fondo, que significaron también algunos compromisos.
Esto, lo que hace es, de alguna manera, poner un parche a un problema que es mucho más grande, que es la falta de especialistas, sobre todo, en las regiones, en zonas que son menos atractivas. Hay que ver cómo se aborda eso. Nosotros acordamos crear una mesa de trabajo, con participación de la Comisión de Salud y la Comisión de Futuro, como lo hemos hecho en otras cosas, para construir una estrategia de inteligencia artificial que presentamos al Presidente. Lo que queremos es asumir una labor conjunta para tener un plan real de formación de especialistas, en el que podamos trabajar con las universidades, con el Colegio Médico, con la Conacem, con el Gobierno, pero abordando el problema de fondo, porque esto es algo que lleva muchos años. No obstante, aún no se ha enfrentado cómo efectivamente garantizamos que se forme la cantidad de especialistas necesarios, que estén las becas, que estén después los cupos, que todo el sistema se coordine en función de las prioridades sanitarias.
Y el Gobierno quedó formalmente de traer el compromiso que existe de cupos para especialistas, para saber cómo está planificado ese aumento y tener una idea de los recursos que están contemplados, con la visación del Director de Presupuestos.
Nos parece que eso nos permite también asumir el debate de fondo.
Solamente para ilustrar a los colegas, quiero decirles que nosotros hoy día recibimos al Director de la Conacem, quien nos dio los antecedentes de qué estaba sucediendo.
La Conacem, a diferencia del Eunacom, que es para los médicos generales, es el examen que tienen que dar tanto los extranjeros como los nacionales -o sea, los que estudian en Chile- para quedar habilitados como médicos.
La Conacem lo que hace es certificar especialidades. Nosotros ya hicimos hace algunos años una modificación en virtud de la cual los médicos, en la medida en que se acreditan en Conacem, no tienen que dar el Eunacom. Esto es diferenciando, haciéndose cargo de que son contenidos mucho más específicos.
Nos señalaba que el año pasado se certificaron 1.207 especialistas, de distintas nacionalidades: 737 de esos 1.207 eran venezolanos; 42 argentinos; 40 cubanos; 61 chilenos formados en el extranjero.
Hubo una postulación el 2019 de 1.359 médicos. Y de ese grupo, 249 médicos fueron rechazados por no cumplir los requisitos mínimos para ser especialistas. O sea, ni siquiera en las pruebas, sino porque no cumplían los requisitos mínimos.
Actualmente hay 945 médicos que están a la espera de rendir el examen escrito de la Conacem, y 309, aguardando el examen práctico.
Nos señaló que el 45 por ciento de los médicos que se presentan al examen escrito no lo aprueban, ¡45 por ciento! Esto significa que no tienen los conocimientos mínimos para ejercer la especialidad. Estamos hablando del teórico.
El proceso también se ha facilitado. En el caso de aquellos que cumplen con el 70 por ciento en el teórico, no se les toma el práctico, lo cual representa una forma de agilizar el procedimiento. Así como también si están trabajando hoy día en una modalidad que permita dar el examen a distancia. O sea, se entiende que es algo que no puede esperar a que terminemos con la pandemia, sino que se debe facilitar.
Finalmente, nos expuso que el universo de los médicos que podrían ser beneficiados por este proyecto, de acuerdo al registro que ellos tienen, abarca unos 1.250 profesionales extranjeros, quienes de alguna manera están a la cola, o sea, se encuentran inscritos para rendir los exámenes.
Él nos planteó que las certificaciones en algunos casos demoran entre 18 y 24 meses, e hizo presente las medidas que están tomando para agilizar dicha tramitación.
Tuvimos una buena conversación con el Director. Nos señaló que también coincidía en la necesidad de que, junto con la aprobación de este proyecto, se incremente esta mesa, para que nos permita en un tiempo breve hacer una propuesta país respecto de cómo enfrentamos la situación de la falta de especialistas. La idea es, de alguna manera, ponerle el cascabel al gato en conjunto. O sea, esto no se trata de ciertas sociedades médicas o del Colegio Médico, o de agrupaciones gremiales o de universidades que quieran cerrar la puerta, sino de poner los datos sobre la mesa. Y eso requiere que estén los recursos por parte del Ministerio, requiere que estén los cupos, que estén las becas, que esté coordinado con lo que entregan las universidades, y nos parece que desde ambas Comisiones, como ha ocurrido en otros casos, podemos hacer una contribución real.
Lo que sugerimos es aprobar este proyecto, y yo me alegro mucho además, como Presidenta de la Comisión, de que, después de un debate que fue difícil, hayamos generado este acuerdo.
Solo debo señalar que el representante del Ministerio de Salud, don Jaime González, quien está con nosotros, reiteró que hoy día existe la posibilidad, a través de un decreto sanitario, tal como lo habíamos planteado, de contratar médicos que no hayan cumplido con el requisito... (falla de audio en transmisión telemática)... en el caso de los especialistas era necesaria esta excepción.
Ahí hay un debate, pero finalmente acordamos todos que, en los términos y con los resguardos necesarios, conviene aprobar este proyecto.
Gracias, Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Le ofrezco la palabra a don Jaime González, del Ministerio de Salud.


El señor GONZÁLEZ (Asesor Legislativo del Ministerio de Salud).- Presidente, muchas gracias.
Primero, quiero valorar el acuerdo que se logró en la Comisión de Salud. Fue un debate enriquecedor, en el que pudimos mejorar la indicación presentada por el Ejecutivo, como bien dice la Honorable Senadora Carolina Goic.
Este proyecto de ley lo que hace es permitir que por el lapso de dos años se puedan incorporar a los distintos servicios de salud médicos cirujanos que hayan obtenido su especialidad tanto en Chile como en el extranjero.
Esta iniciativa nos habilita también para incorporar médicos en la atención primaria de salud y en la Subsecretaría de Salud Pública, pensando particularmente en reforzar a los equipos de la Compin, que se han visto tan afectados por el brote de COVID-19 y que sin duda han aumentado su carga de trabajo.
Asimismo, establece un registro especial para la Superintendencia de Salud, con el objeto de que pueda registrar a los médicos que se contraten en el marco de esta normativa, lo cual, como muy bien dice la Senadora, nos permitiría contar con una fuerza de por lo menos 1.200 profesionales que están rindiendo su examen de especialidad en la Conacem.
Hoy día existe una brecha de especialistas, de médicos en general, en el sector público y privado. Al respecto, es menester recordar que en el sector público se atiende el 80 por ciento de la población, y está equiparada la cantidad de médicos chilenos que trabajan en ambos sistemas, que son cerca de 20 mil. Pero en lo que se refiere a extranjeros y especialistas, hay un claro déficit. Sin duda existen muchos menos especialistas en el sector público que en el sector privado, y hay una brecha de especialistas extranjeros en el sector público. La diferencia es de por lo menos 3 mil médicos.
El proyecto de ley pretende capturar el interés de aquellos especialistas chilenos formados en nuestro país y de aquellos especialistas extranjeros que hayan obtenido su título por homologación, a través de algunos tratados ratificados y vigentes por Chile, para que se sumen a la fuerza del Ministerio de Salud.
En definitiva, la iniciativa de ley busca que podamos sumar a esos médicos especialistas a nuestra red de salud, para que puedan atender no solamente la pandemia, que significa una merma de profesionales de la salud al estar atendiendo por brote de COVID-19, sino para que después puedan resolver la lista de espera GES, que se encuentra atrasada o demorada producto del mismo brote.
Presidente, eso es.
Valoro el acuerdo que se logró en la Comisión de Salud, con presencia de la Conacem. Sin duda que este proyecto de ley va a beneficiar a los médicos especialistas que hayan obtenido su especialidad tanto en Chile como en el extranjero, además de aquellos que hayan obtenido una formación universitaria, para que se puedan sumar rápidamente a la red de prestadores públicos institucionales.
Muchas gracias, Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- A usted, don Jaime.
Señor Secretario, tiene la palabra para dar a conocer los tiempos que le corresponden a cada bancada en este debate.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señor Presidente.
A la bancada del Comité Partido País Progresista e Independiente le corresponden cuatro minutos; al Comité Partido Evópoli, dos minutos; al Comité Partido Unión Demócrata Independiente, trece minutos; al Comité Partido Revolución Democrática, dos minutos; al Comité Partido por la Democracia e Independientes, once minutos; al Comité Partido Renovación Nacional e Independientes, trece minutos; al Comité Partido Socialista, diez minutos, y al Comité Partido Demócrata Cristiano, siete minutos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Bien.
Vamos a hacer cumplir los tiempos, ya que queda otro proyecto más en tabla, y la idea es alcanzar a ver las tres iniciativas previstas para esta sesión.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Está solicitada la palabra por parte del Senador señor Girardi, de la bancada del Partido PPD, por siete minutos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, creo que hemos logrado un avance, pero yo lo quiero poner en contexto.
Esta no es una solución definitiva; es hacerse cargo del síntoma de una enfermedad mayor. Es, en cierta forma, una medida paliativa, que no resuelve en nada el problema estructural. Y si este Congreso no ayuda a resolverlo, junto con el Gobierno, yendo al fondo del asunto, lo más probable es que una vez pasada la pandemia tengamos una situación gravísima de todas las patologías que están hoy día en lista de espera, que seguramente han aumentado por haberse tenido que diferir las patologías GES. Vamos a tener más de 2 millones de personas en listas de espera, y seguirá habiendo falta de acceso a la salud y de oportunidad y calidad en la salud.
Por lo tanto, creo que el compromiso que tuvimos al resolver esto, que es sintomático y que no va a las causas, debe ir acompañado de la decisión y la voluntad del Gobierno y de este Congreso de resolver los temas de fondo.
En Chile faltan, de acuerdo a los distintos estudios, solo en el sistema hospitalario, más de 4 mil médicos especialistas. Y eso es muy grave, porque al no haber médicos especialistas en los distintos hospitales, las consecuencias primero las sufren los pacientes, que tienen largas listas de espera, que carecen de atención de calidad con oportunidad, pero también las sufren aquellos pacientes que no son GES, que no tienen ninguna posibilidad de acceso a la salud de manera oportuna, la cual, si ni siquiera la tienen aquellos con garantías AUGE, menos la tendrán quienes no disponen de ellas.
Esa es una situación dramática, y este stock va a ir aumentando progresivamente hasta hacerse inmanejable, convirtiéndose en una bola de nieve.
En segundo lugar, tenemos el riesgo de que esta pandemia se cronifique, que mientras no haya vacuna se mantengan brotes y situaciones de alto requerimiento de acceso al sistema hospitalario.
En tercer lugar, pueden venir nuevas pandemias. Eso es lo más probable; así lo establecen todos los modelos.
Luego, el hecho de que no tengamos especialistas genera una debilidad estructural, aun cuando yo considero que tal vez uno de los mayores patrimonios que tienen el sistema público y la salud chilena es la calidad de sus recursos médicos. Porque son los especialistas de los hospitales públicos los que forman a todos los médicos y los equipos de salud, sean profesionales médicos o de otras profesiones, dado que en Chile la formación de los profesionales de la salud no se hace fuera del sistema público, en clínicas privadas. Las clínicas privadas se benefician de la formación impartida en los hospitales. Al no haber especialistas en los hospitales, no hay recursos calificados que mantengan un nivel de calidad en lo que es este patrimonio. Chile todavía puede decir que tiene un muy buen nivel en la formación de profesionales de la salud que le permiten enfrentar esta pandemia y otras situaciones.
Luego tenemos un sistema muy concreto, donde se produce un traspaso de los pocos recursos que posee el sistema público y que terminan en el sistema privado, por las compras de servicios. Dado que no hay posibilidades de responder, particularmente a las patologías AUGE, por la ausencia de especialistas, se difieren o se trasladan los recursos a las clínicas privadas, que son las que están haciendo el mayor negocio.
Yo creo que aquí uno incluso podría considerar que existe una suerte de pecado planeado, una inconsistencia que no es tan inconsistente, que responde a una visión ideológica: dejar que por la vía vegetativa el sistema vaya muriendo, vaya perdiendo a sus especialistas, para que sean las clínicas privadas las que vayan asumiendo, por la lógica de la gravedad, el reemplazo, en la medida en que se están llevando a todos los especialistas del sector público. Pero eso es pan para hoy y hambre para mañana, porque, finalmente, el ecosistema de la salud va a sufrir un deterioro gravísimo, particularmente en la formación de recursos humanos.
Entonces, a mí me parece que esa es la tarea fundamental: la formación. Y hay que formar especialistas a lo largo de todo Chile; hay que formar cuatro mil especialistas, hospital por hospital. Pero acá hay un discurso que señala: "Bueno, es que aquí hay limitaciones, de las sociedades médicas, de los colegios médicos". Yo digo: no hay que preguntarles a las sociedades médicas ni al Colegio Médico si hay que formar especialistas. No pueden ser las sociedades médicas de oftalmología o cualquiera que sea la que decida si se van a formar especialistas en oftalmología, en otorrinolaringología o en lo que sea. Es una ley de la república la que debe establecer aquella obligación.
Tampoco las universidades pueden decir: "Mire, no podemos formar porque no tenemos cupos". Este es un problema de recursos y de obligación. Toda universidad con vocación pública, particularmente las que son del Estado, tienen la obligación de formar todos los especialistas que el país necesite y que la ley establezca que se requiere formar.
Muchas veces se esconden acá otros problemas; se esconde que no están los recursos destinados, primero, para la formación, para las becas, para formar médicos o médicas y otros profesionales de la salud y, por lo tanto, se aduce que las universidades no quieren, pero más bien se trata de que no están disponibles los recursos. Y tal vez el tema más de fondo es que no están los cupos. Porque, si tú formas cuatro mil especialistas, debes tener cuatro mil cargos, que, evidentemente, ¿qué significan? Recursos adicionales.
Y esto no lo digo solo por este Gobierno, porque tampoco se ha hecho en ningún otro. Ningún Gobierno ha resuelto el problema, el cual se sigue postergando para el que viene. Sin embargo, esto ya no puede seguir así.
Además, debemos tener una política de incentivo para que los médicos trabajen 44 horas y los hospitales funcionen hasta la ocho de la noche. Hay que nivelar las remuneraciones de los especialistas de los hospitales para que no se los lleven las clínicas privadas. Hay que generar incentivos de formación permanente, de investigación, de docencia para que a un facultativo, aun cuando no gane lo mismo que en una clínica privada, le resulte atractivo quedarse en el sistema público.
Estos son los temas que debemos abordar, y abordar por ley. Tiene que haber una decisión. Y deben establecerse los recursos, porque, si no, creo que vamos a llegar a una situación de extrema vulnerabilidad, particularmente para el mundo que viene.
Nosotros nos opusimos a la eliminación del Eunacom porque este permite equidad. Lo hemos dicho: en nuestros país hay médicos, chilenos o extranjeros, que pueden no tener el nivel de formación suficiente y que van a ir a atender a los ciudadanos más pobres, quienes no van a tener cómo calificar o cómo certificar que el profesional que los está atendiendo posee los conocimientos mínimos. Un médico puede ser muy útil, pero también puede ser tremendamente peligroso si no tiene la formación suficiente. No es la gente de altos ingresos la que va a tener problemas para la certificación de sus médicos: son las personas de menores recursos.
Por lo tanto, rendir el Eunacom es una exigencia para chilenos y extranjeros por igual, para garantizarle a nuestra comunidad, sobre todo a la gente más vulnerable, que el médico o el profesional que la atiende reúne los conocimientos mínimos...
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senador.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- A continuación está inscrito, por el Comité Partido País Progresista e Independientes, el Senador señor Navarro, hasta por cuatro minutos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra.


El señor NAVARRO.- Gracias, Presidente.
En el debate de la Comisión de Salud estuvo hoy día el doctor Lorenzo Naranjo, Presidente de Conacem (Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas), que interviene como juez y parte en una atribución que el Estado de Chile le da para entregar datos de conocimientos que solo esta entidad privada maneja. Porque es una entidad privada, lo mismo que el Eunacom. Ambos son organismos privados que tienen facultades de regulación de políticas públicas. Son un híbrido que debe terminar.
Yo quiero al Estado resolviendo los temas de Estado, y a los privados, ganando dinero, como lo hacen, por cierto, Eunacom y Conacem, porque los exámenes tienen costo.
Desde el 2009, y con la ley N° 20.985, de 12 de enero de 2017, que incorporó un artículo 2 bis a la ley que creó el Examen Único, se han certificado, hasta la fecha, un total de 1.200 especialistas. De ellos, 1.036 lo hicieron bajo la ley N° 20.985. O sea, no se les exigió el Eunacom para acreditar. La mayor cantidad de especialistas certificados, por nacionalidad, son: de Venezuela, 737; de Argentina, 42; de Cuba, 40, y chilenos formados en el extranjero, 61.
¿Quién resulta beneficiado? Conforme a dicha ley, reformatoria de la N° 20.261 y que suspende Eunacom y Conacem por dos años, se inscribieron 1.359 postulantes a la espera de tribunales de exámenes, de los cuales 249 ya fueron rechazados por incompatibilidad de las mallas curriculares. Según ellos, no reúnen los requisitos para poder certificarse, bajo dictámenes que, por cierto, resultan inapelables en el sistema actual.
Desde luego, Presidente, faltan médicos y faltan especialistas.
El Estado señala tener la capacidad para contratar médicos sin Eunacom. La pregunta que le hicimos hoy día al abogado del Ministerio de Educación -porque la verdad es que no estaba ni el Ministro ni el Subsecretario, sino un abogado para un debate jurídico, cuando este tema también es, en esencia, político- es cuántos médicos generales han sido contratados bajo este sistema.
Porque faltan médicos en los consultorios para hacer la trazabilidad, el seguimiento, el aislamiento, que es donde ha fallado el sistema, lo cual está provocando que en Chile haya hoy un millón de contagiados. Así lo señaló el Senador Girardi y así lo dicen los chinos y los italianos. Se multiplica cada contagiado por seis o por doce. Si vamos a la media de diez, después del contagiado diagnosticado 108 mil, ¡nos da más de un millón de contagiados en Chile! O sea, ¡viene lo peor!
¡Bien! Tenemos un proyecto que libera del Eunacom. Pero está lo de la Conacem. En mi opinión, debe aprobarse, para dejar a todos los que puedan ingresar. Se ha excluido a los médicos que han sido rechazados en el examen y a priori se ha excluido también a otros profesionales.
Yo solo quiero hacer presente que no tenemos una información de proyección de parte de Mañalich -la sesión especial que pedimos aún no se fija- para saber lo que viene, para que el señor Ministro, que dice que se le derrumbó el castillo de naipes, que navega por un mar oscuro y que no conoce el hacinamiento, reconozca el fracaso de la política de salud pública, la cual nos está costando 108 mil contagiados y una proyección que todavía no calculamos.
Esta ley es necesaria. Si vamos a contratar más especialistas, bueno, hagámoslo. Hay déficit de médicos en Chile: para la pandemia, pero también para atender las enfermedades GES, las especialidades, las patologías.
El año 2018, 11.800 personas murieron en Chile por falta de una consulta médica o por falta de una operación quirúrgica. ¡11.800! Claramente, la gente se muere esperando en las listas médicas. Se murieron en los gobiernos de la Concertación, se mueren en el Gobierno de Piñera, porque faltan médicos. ¡Cuatro mil médicos!
Yo solo espero que, de aprobarse esta ley, aunque sea para los especialistas, el Gobierno pueda asignarles plazas de contratación y claridad sobre dónde van a ir.
Yo les pregunto a los Senadores que son de regiones: ¿cuántos médicos de especialidad van a ir a las regiones extremas? ¿Cuántos va a contratar el Gobierno? ¡No lo sabemos! Estamos aprobando una ley, y el Gobierno va a decidir.
Yo no sé qué especialista que se halle trabajando en la Región Metropolitana, que es donde se concentran, va a tener la solidaridad de ir a trabajar a Punta Arenas, de ir a trabajar...
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senador.
Se cumplieron sus cuatro minutos.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, por el Comité Partido Renovación Nacional e Independientes, ha solicitado la palabra el Senador señor Galilea, quien dispone de cinco minutos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Senador Galilea, tiene la palabra.


El señor GALILEA.- Gracias, Presidente.
Yo quiero partir agradeciendo a la Comisión de Salud, que vio este proyecto, por haber logrado acuerdo y unanimidad. Cuando lo discutimos en Sala la semana pasada, hubo voces bastante disidentes, por distintas preocupaciones, válidas o no, pero creo que el impulso que le dimos al texto al señalar que era obligación, en estos momentos, tomar una medida extraordinaria para contar con todos los recursos médicos, particularmente especialistas, en los próximos dos años, creo que finalmente permeó a todos los Senadores involucrados. Así que yo creo que hoy día vamos a lograr unanimidad para su aprobación.
Pero el que ahora vayamos a aprobar este proyecto de ley no significa, Presidente, que podamos tapar el sol con un dedo, porque, efectivamente, tal como señalaron los colegas que me antecedieron, la falta de especialistas médicos en Chile es un problema absolutamente severo.
A mí me tocó conocerlo muy de cerca como Intendente de la Región del Maule. En esa época, con el Gobierno regional decidimos dar un paso que parecía muy obvio y que, a pesar de lo obvio y natural, costó y fue un parto lograr que cristalizara. Simplemente, dijimos algo muy natural, que puede ocurrir también en muchas otras regiones del país: "Bueno, ¿por qué diablos si en la Región del Maule, en Talca específicamente, tenemos tres, cuatro, cinco escuelas de medicina, no hay ninguna posibilidad de preparar especialistas acá?".
Entonces tomamos la decisión, como Gobierno regional, de poner los recursos, de comprometer a las universidades, de comprometer al servicio de salud, de coordinar a todas estas instancias y adecuar los hospitales públicos y los Cesfam para que ello pudiese funcionar, para que quienes estaban ejerciendo la especialidad tuvieran los campos médicos necesarios.
Eso, que parece tan obvio y tan natural, como decía, fue todo un parto, desde todo punto de vista: desde la Diprés, que consideraba que no podíamos invertir plata en este tipo de proyectos; desde el Ministerio de Salud, en Santiago, que estimaba que empezar a descentralizar la formación de especialistas podía generar algún extraño fenómeno que nunca supieron explicar cuál era. En definitiva, fue piedra tras piedra tras piedra. Creo que nos demoramos dos años en hacerlo realidad.
Aun así, nos topamos con un problema increíble. Necesitamos oncólogos, tenemos postulantes para oncología, pero simplemente nos dan dos cupos. O necesitamos oftalmólogos, y nos dan un cupo. O necesitamos desesperadamente anestesiólogos, y nos dan seis cupos. Esa especie de tiranía, que no sé si es de los colegios profesionales o de las universidades -no sé muy bien de dónde viene-, es algo que hay que terminar cuanto antes, Presidente.
Hoy día estamos dando un paso importante para lo que es la emergencia y para los dos años que vienen, pero aquí hay que revolver de raíz aquel problema, que no tiene ninguna presentación y ninguna justificación.
No solamente sufrimos atrasos en las enfermedades GES, sino que también se observa un universo de atrasos en las enfermedades no GES, que debemos resolver en nuestro país a través de especialistas.
Así que nuevamente expreso mis felicitaciones por haber dado este paso; pero, insisto, debemos enfrentar esta herida que tenemos en la salud chilena, pública y privada, contando con los especialistas que se requieren para dar atención oportuna a toda nuestra población.
Muchas gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, ha solicitado la palabra, por el Comité de la Democracia Cristiana, la Senadora señora Goic, que dispone de siete minutos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra.


La señora GOIC.- Gracias, Presidente.
La verdad es que voy a hacer una intervención bastante breve; ya me extendí en el informe, donde creo que di cuenta del trabajo que se hizo.
Solamente quiero reiterar que esta no es la solución, y que de lo que queremos hacernos cargo, en serio, es del problema de fondo.
Esto es un parche, que con los límites y los resguardos necesarios, nos parece razonable. Hoy día hay una cola importante y una demora en la acreditación de especialistas. Por lo tanto, existiendo los resguardos en materia de requisitos mínimos y considerando que estamos en el ámbito del sector público, donde es posible tener mayor control, parece razonable dar el espacio. Pero, para resolver lo que han planteado muchos colegas y que también vivimos nosotros en una región extrema como Magallanes, aquí se necesita una coordinación de todos los actores. Los profesionales que se forman, los cupos que ofrecen las universidades, obedecen a prioridades sanitarias.
Lo digo por lo que pasa con el cáncer. Tenemos déficit de oncólogos y, al ritmo de formación anual que llevamos -eran doce al año, necesitamos llegar a cuatrocientos y ahora tenemos del orden de los ciento cincuenta-, ¿cuándo vamos a lograr la cantidad de oncólogos que efectivamente se requieren?
Sin embargo, esa es una discusión bastante más amplia que la que estamos efectuando hoy día, para habilitar a médicos que se han especializado en el extranjero. Y es el tema de fondo que, en mi opinión, la gente espera que abordemos.
Ahí es fundamental el compromiso del Gobierno, compromiso que vamos a cobrar respecto de la existencia de los cargos. Muchas veces me ha tocado apoyar personalmente a especialistas que quieren irse de Magallanes porque no tienen el cargo disponible, el cual no se genera. Y si no están los recursos, no sacamos nada con crear las capacidades. Esto debe obedecer a una planificación conjunta con los distintos actores, a mediano plazo, con los fondos necesarios y diferenciando a las regiones.
Creo que esa mirada es muy muy importante.
Los Gobiernos regionales, tal como indicaba el colega que me antecedió en el uso de la palabra, tienen mucha disposición a colaborar. Entonces, que eso también se valore.
Yo me quiero quedar con ese espíritu, con esa tarea, que asumimos con entusiasmo.
Hay que reconocer que este proyecto tiene hoy los resguardos de fondo, que para muchos era quizás lo más importante, para garantizar que los médicos que van a ejercer como especialistas cumplan también con requisitos de calidad. Lo que debemos cautelar es, primero, la atención de salud, pero también la equidad en cuanto a que aquella sea una atención de calidad. Y la discusión se dio en ese sentido.
Así que espero que el proyecto se apruebe para que podamos pasar a la discusión de fondo.
Por lo expuesto, Presidente, respaldo el texto tal como fue aprobado en la Comisión.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senadora.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, por el Comité de la Unión Demócrata Independiente, solicitó la palabra la Senadora señora Luz Ebensperger, quien dispone de trece minutos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra, Senadora.


La señora EBENSPERGER.- Gracias, Presidente.
No creo que ocupe tanto tiempo. Como se ha dicho, hubo unanimidad en la Comisión y espero que la misma se dé ahora en la Sala.
Quiero partir justamente valorando el acuerdo alcanzado en dicho organismo y, en tal sentido, destacar la disposición de su Presidenta, la Senadora Goic, para llegar a un consenso.
Deseo destacar también la disposición del Ejecutivo, que recogió todas las aprensiones que en esta materia expresaron los distintos Senadores, así como el doctor Naranjo, Presidente de Conacem, quien hoy día partió con una posición muy contraria a cualquier cosa de este proyecto y terminó coincidiendo con el texto que hoy la Comisión de Salud le propone a esta Honorable Sala.
Me alegro, asimismo, de la decisión que el Senado tomó la semana pasada. Cuando uno escuchaba los discursos, veía que la mayoría de los Senadores y las Senadoras estaban por rechazar el proyecto porque entendían que con el decreto 66, relativo a la crisis, era posible que el Ejecutivo contratara médicos sin necesidad de contar con el Eunacom, cosa que es verdad, pero que no se aplica a los especialistas.
Hoy día, nosotros oímos una clara exposición del Ministerio de Salud, que señaló el número de facultativos que hay en el sector público: 25.218. Estos 25.218 médicos atienden al 80 por ciento de la población que recurre al sector público. En el sector privado, en tanto, hay 28.635 médicos.
Es claro que existe un déficit de médicos en el sistema público en general que este proyecto no pretende corregir. Lo que este hace es resolver un problema puntual durante dos años, por la crisis sanitaria que estamos enfrentando producto de la pandemia.
Este proyecto pretende entregarle a la ciudadanía, a ese 80 por ciento que se atiende en el sector público, los especialistas que se requieren, más aún con la crisis sanitaria que estamos viviendo.
El déficit de especialistas alcanza a 4.900 profesionales en nuestro país. Y un déficit de 60 especialistas muestra la Región que represento, la Región de Tarapacá, que corresponde a una zona pequeña, con 300 mil habitantes y un hospital.
Y, como mencionaba el Senador Galilea -por su intermedio, señor Presidente-, cuando me tocó ser Intendenta de la Región de Tarapacá hicimos exactamente lo mismo: obtuvimos los recursos del Gobierno regional, con la aprobación del Gore, y establecimos un programa de la mano con el Servicio de Salud de Iquique, incluso con la participación del Alcalde de la época, con la autorización del Ministerio de Salud, pero cuando llegamos a las universidades a buscar los cupos para implementar esas becas no siempre estaban disponibles.
Entonces, hoy día este proyecto nos va a solucionar un problema claro, necesario y urgente.
¿Vamos a resolver el problema de fondo que mencionaba el Senador Girardi, por su intermedio, Presidente? No, por cierto que no. Y hay ahí un compromiso para que trabajemos el tema de fondo, a los efectos de que tengamos una política clara, permanente y duradera en el tiempo que se aboque a responder cómo, a nivel país y desde el Ministerio de Salud y del Gobierno, del actual y del que venga, vamos a enfrentar en el futuro la formación de especialistas en procesos mucho más precisos, mucho más transparentes, mucho más rápidos y no por ello menos exigentes.
Explicaba hoy día el doctor Naranjo, Presidente de Conacem, que entre 18 a 24 meses se demoran en aprobar, en certificar a un médico especialista. Esa es una brutalidad de tiempo para nuestras necesidades actuales. Hay 1.250 médicos hoy día esperando que Conacem finalice el proceso de certificación de su especialidad.
Señor Presidente, de aprobarse el presente proyecto, el Ejecutivo estará en condiciones -así lo señaló y se comprometió a mandar un oficio en tal sentido- de disponer de mil cargos para la contratación de especialistas cuando la iniciativa se convierta en ley.
Yo lo considero un buen proyecto, y espero que se apruebe, ojalá por unanimidad. Hoy día no solo le estamos hablando a Santiago, que puede reunir la mayor cantidad de habitantes, pero siempre o generalmente se argumenta y se legisla pensando en Santiago. Ahora estamos hablándoles también a aquellas regiones que se encuentran abandonadas, sobre todo en las zonas extremas.
Hoy día les estamos diciendo: van a contar con una herramienta para, al menos por dos años, contratar a los especialistas que ahora no tienen la posibilidad de contratar.
Por eso, señor Presidente, muy contenta voy a aprobar este proyecto, al igual que mi bancada, mediante el cual se está autorizando, por el lapso exclusivo de dos años, a contar de la publicación de esta ley, para que se pueda contratar a aquellos médicos que hayan obtenido su especialidad, en Chile o en el extranjero, en el sector público, que era otra de las aprensiones manifestadas. Esta normativa va a operar solo para el sector público. Y transcurridos los dos años, dichos médicos deberán obtener su certificación en Conacem.
Quiero recordar que a fines del 2014 y comienzos del 2015 ya se aprobó una norma similar, y sin pandemia, también originada en el déficit de especialistas. Y la diferencia con la norma actual radica en dos cosas, que además se mejoran: primero, se establece un registro para que se lleve el control de quiénes van a ser contratados durante estos dos años como especialistas en el servicio público, y se disponen sanciones contra quienes no cumplan con la normativa a la cual hay que atenerse para poder utilizar lo contemplado en esta norma.
Finalmente, en un artículo transitorio se acoge otra de las aprensiones, relacionada con que a la excepcionalidad en la certificación de la especialidad solo podrán acogerse aquellos médicos cirujanos que hayan obtenido su especialidad en centros de formación universitaria. Por lo tanto, no aplica a cualquier médico, sobre todo a aquellos que hayan obtenido una especialidad en centros que no son universidades.
Señor Presidente, como viene hoy día redactado, mediante la indicación sustitutiva del Gobierno el proyecto cumple su objetivo, que, siendo pequeño, no es menos importante y que se halla radicado en esta excepcionalidad sanitaria que estamos viviendo y, asimismo, existe el compromiso, no solo de la Comisión de Salud, de tratar el tema de fondo para que tengamos una política clara en la materia y avancemos seriamente para solucionar esta criticidad de especialidades que existe en el país, para acortar los plazos: ¡Dos años! para certificar una especialidad no parece lógico frente a las necesidades que mostramos.
Y tal vez habría que formular un llamado, no sé cómo se podría hacer, para cambiar el nombre del proyecto, porque originalmente se llamaba según la excepción que planteaba al Eunacom, cosa que ya no está en su texto, y a lo mejor debiera denominarse de otra manera.
Muy contenta por la solución que vamos a obtener, sobre todo para las regiones, voy a votar favorablemente, y así también lo hará mi bancada.
Gracias, señor Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Seguimos con las intervenciones, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, se encuentra registrado para el uso de la palabra, por el Comité Partido Por la Democracia e Independientes, el Senador señor Quintana, hasta por seis minutos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Quintana.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, me alegro por el tono con que se está desarrollando esta discusión, porque hace tan solo una semana ocurrió algo bastante distinto. Por eso partí agradeciendo a la Presidenta de la Comisión de Salud, Senadora Carolina Goic, y también a quienes la integran, porque la semana anterior pudimos haber cometido un error inexcusable: estuvimos a punto de desechar este proyecto.
Y quiero ser en este punto extraordinariamente claro. Lo dijimos con el Senador Navarro, autor de la iniciativa, nosotros recibimos una presión brutal, pocas veces vista antes, del Colegio Médico.
Esas mismas sociedades médicas que tanto han aportado hoy día al país en medio de la pandemia, en que sus profesionales están arriesgando su vida; sin embargo, en una dinámica gremial, habían ejercido una fuerte presión para que el proyecto no se aprobara.
Yo concuerdo también con lo que señalaba el Senador Navarro, quien me invitó a ser parte de esta moción, en el sentido de que es muy curioso, porque aquí tenemos una corporación privada que establece regulaciones públicas. Y esa ya no es la tendencia.
En estos ámbitos, la prueba de Selección Universitaria, la PSU, si podemos compararlo, es una prueba que hasta hace poco -ahora va a ser reemplazada por una prueba con menos conocimientos específicos- la tenía a cargo el Demre, que es una agrupación de universidades públicas fundamentalmente, tradicionales del Cruch, y ahora va a depender del Ejecutivo, del Gobierno.
Es evidente que corresponde a una tarea que requiere regulación pública y no es normal que esté en manos de privados. Y después nos preguntamos ¿por qué durante todo este tiempo no hemos avanzado en resolver un tema central?
Entonces, me alegro, reitero, de que se haya encontrado una solución. No es que aquí se haya traído un proyecto distinto, más allá de que cambie el nombre, y se hayan establecido regulaciones, sino que se siguen manteniendo los dos años.
Nosotros fuimos extraordinariamente claros la semana anterior en el sentido de que no bastaba el decreto que establecía el estado de excepción para decir que esto no se necesitaba, porque no estábamos dando respuestas al tema central sobre la falta de especialistas. Y en el número del déficit de especialistas hay cifras bastante variables. Hay algunos que hablan que entre 4 mil y hasta 20 mil son los médicos que faltan hoy día, si sumamos la red hospitalaria y la red de atención primaria.
Hay una proyección, entiendo que del propio Ministerio de Salud, que señala que hacia el 2030, si mantenemos la dificultad actual para formar especialistas, tendríamos un déficit de 7.200 facultativos.
Entonces, el problema es real.
Y creo que a veces nos falta escucharnos un poco más o buscar maneras de reflexionar en conjunto. Porque también fuimos muy claros: una cosa son los médicos generales, pero los que están atendiendo, los que están entubando, los que están en la primera línea son médicos especialistas.
Todos conocemos médicos que han sido contagiados. El propio doctor González, de nuestro policlínico del Senado -no sé si todos los colegas saben- ha permanecido durante varios días en la UCI. Bueno, lamentablemente, esa es la realidad de muchos médicos en Chile que necesitan ser reemplazados en medio de esta pandemia.
Además, y es lo que siempre estuvo en el espíritu del proyecto, esto permitirá abordar y resolver la enorme lista de espera que tendremos una vez que pase la pandemia con los mil trescientos médicos que se suman ahora, en la medida que el Gobierno cumpla lo que ha comprometido en cuanto a proveer estos cargos, y, efectivamente, la indicación sustitutiva plantea una mejor regulación de aquello, contratos, en fin.
Pero seamos claros, durante estos años, en distintos Gobiernos -por lo menos en los últimos tres o cuatro- hemos venido hablando de que faltan especialistas, de que hay programas y de que se forman cuatrocientos al año. Pero esa cifra es completamente insuficiente.
Pueden estar los recursos, pueden estar los campos clínicos, pueden estar las universidades puestas en ello, pero si no están los formadores... Por eso las sociedades médicas -reitero- son muy importantes: las mismas que habían bloqueado el avance de este proyecto, las mismas que están entregando tanto en el control de la pandemia, hoy día, felizmente, también han facilitado este acuerdo.
Son intensivistas, son anestesistas, o sea, cualquiera que recorra los hospitales de este país se da cuenta de que hay médicos venezolanos por todos lados, y la opinión mayoritaria, de los directores de hospitales, de los directores de los servicios de salud, es que son profesionales altamente calificados, y no solo para conocer una realidad epidemiológicamente tan distinta a la que tenemos hoy día en Chile, sino más aún cuando hay que atender urgencias como las que se están enfrentando en un momento tan difícil, cuando el país ha pasado los cien mil contagios y los mil fallecidos.
Por último, quisiera hacer un planteamiento, para no llegar tarde a otra discusión, a la Senadora Goic, Presidenta de la Comisión de Salud; a la Senadora Luz Ebensperger; a todos los colegas de la Comisión de Educación: varios Senadores también presentaron un proyecto, hace dos meses, para establecer una mejor coordinación en la atención primaria con las seremías de salud.
El Gobierno, en la última semana, viene enfatizando fuertemente el aislamiento de las personas contagiadas. Bueno, cuando uno conversa, recorre y está con los municipios, se nos señala que la preocupación que hay respecto al dictamen de la Contraloría en función de los datos de las personas hace muy difícil que los funcionarios municipales se sumen a este esfuerzo.
Entonces, se están contratando ochocientos rastreadores. Pero cuando alguien de una seremía de Salud, de cualquier región del país, trata de que esa persona contagiada vaya a hacer cuarentena a las residencias que se están fortaleciendo en la última semana -cosa que se valora, aunque debería haber partido con mucha fuerza hace un mes-, se da cuenta de que está muy lejos de ese territorio y de poder acceder para convencer o persuadir a esas familias. Eso sí lo pueden hacer los municipios.
En consecuencia, yo creo que es urgente mejorar la coordinación de la atención primaria. Más allá de que a los alcaldes no les guste este proyecto, hay que hacerse responsables también en el manejo de datos, que son temas sensibles. Yo llamo... (falla de audio en transmisión telemática...)
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senador.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, por el Comité de Renovación Nacional ha solicitado la palabra el Senador Chahuán, hasta por cuatro minutos.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, tenemos en el sector público 3.066 especialistas menos que en el sector privado y una cobertura del 80 por ciento de la población de nuestro país. El déficit y la brecha de especialistas, si contáramos tan solo la Región Metropolitana y la Región de Valparaíso, alcanzan a cerca de 3.900 médicos. Y si uno hiciera una proyección, podríamos partir de un piso de 4.900 médicos especialistas. Y como lo señalaba el Senador Quintana, para el 2030 podríamos llegar incluso a 7.200, lo que sería un piso si consideramos la ampliación de nuevas patologías GES. Por tanto, estamos hablando de una necesidad real.
Quiero valorar el acuerdo que logramos en la Comisión, la conversación y el diálogo con el Ministerio de Salud, y también con los distintos miembros del órgano técnico, que nos ha permitido tomar todos y cada uno de los resguardos.
Primero, el registro de médicos especialistas, y segundo, de aquellos que puedan trabajar solo en el sector público.
Tercer elemento, yo diría determinante, que exista una formación universitaria de las especialidades médicas.
Cuarto resguardo, que no se hubiese reprobado el examen de la Conacem recientemente.
Por tanto, hay un abanico de medidas, como resguardar un tiempo definido, dos años, para eximir del Eunacom. Estamos ciertos de que este es un avance importante, pero no definitivo. Porque acá lo que hay que sincerar, en definitiva, es de cuántos recursos dispondrá el Ministerio de Salud para la contratación de nuevos especialistas. Este es el tema de fondo. Lo hemos planteado y hemos pedido un oficio de la Comisión de Salud al Ministerio del ramo para este efecto.
Para clarificar lo planteado por la Senadora Ebensperger, efectivamente acordamos cambiar el título de la iniciativa por "Proyecto de ley que habilita temporalmente a los médicos cirujanos que indica para ejercer sus especialidades en el sector público", que es acotado, específico y referido a resolver una urgencia.
Efectivamente, como se planteaba en la sesión pasada de Sala, el decreto 6 del estado de catástrofe habilita por un año para la contratación de médicos extranjeros; pero, ciertamente, creemos que es mejor hacerlo por ley, estableciendo todos y cada uno de los resguardos, y además en diálogo con la Conacem, que cambió el tono de la conversación desde el inicio de la sesión hasta el final, acordando finalmente avanzar en esta dirección.
Sin lugar a dudas, creemos que este es un paso hacia delante; pero lo relevante es que el Ministerio de Salud también pueda sincerar la conversación respecto de cuántos recursos se van a invertir para resolver las brechas de especialistas.
Creemos que estamos aportando al debate. Felicito a los autores y, por supuesto, desde la Comisión de Salud estamos comprometidos para seguir trabajando por una mejor salud pública.
He dicho.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senador Chahuán.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, también ha solicitado la palabra, por el Comité Evópoli, el Senador Kast, hasta por dos minutos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Kast.


El señor KAST.- Señor Presidente, la verdad es que este proyecto, siendo muy respetuoso con sus autores, con los cuales no coincido, era muy dañino en sus inicios. De hecho, buscaba eliminar el Eunacom, que es un certificado de calidad básico a que tiene derecho hoy día no solamente la ciudadanía, sino sobre todo los sectores más vulnerables.
En un comienzo, efectivamente podía generar una baja en la calidad de una especialidad que afortunadamente en Chile todavía tiene un prestigio muy importante.
Por eso, creo que lo que hicieron muchas de las asociaciones de médicos y el Colegio Médico, lejos de ser algo que me gustaría criticar, en este caso fue favorable: ellos se preocuparon de que efectivamente la medicina no fuese una disciplina ejercida sin un mínimo de certificación.
Hay muchos médicos extranjeros que han llegado a Chile y que han pasado el Eunacom, y, por lo tanto, están ejerciendo dando toda la tranquilidad a sus pacientes de que cuentan con las competencias.
Agradezco a la Comisión y al Ejecutivo, que efectivamente le dieron un giro al proyecto en el sentido de que finalmente esto no se trata del Eunacom, sino de las especialidades. Creo que el Conacem se está demorando un tiempo inaceptablemente largo, hay que apurar ese proceso para las especialidades. Me alegra que haya cambiado el título del proyecto de ley, que es muy distinto al original, porque claramente ojalá en otras especialidades tuviésemos el prestigio de garantía de calidad que tienen los médicos en nuestro país, y que hoy día están dando todo por nosotros en medio de la pandemia.
Además, hoy existe un decreto que permite solucionar el problema de la transitoriedad para los médicos generales, y, por lo tanto, el giro que hizo el Ejecutivo con esta iniciativa, me parece positivo y, ciertamente, tenemos una deuda importante con los especialistas en el largo plazo, de la cual espero que el Gobierno se pueda hacer cargo a la brevedad posible.
Por eso, obviamente valoro la iniciativa y espero que la aprobemos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senador.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, también ha solicitado la palabra, por el Comité del Partido Socialista, el Senador señor José Miguel Insulza, dentro de los diez minutos de su Comité.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, no creo que me ocupe tanto tiempo. Cuando alcanzamos acuerdos todo el mundo se pone contento y el clima mejora. Y esta vez parece que sí estamos todos de acuerdo, porque ciertamente es un buen proyecto.
Yo iba a votar en contra del anterior, lo digo francamente. Pienso que ha cambiado casi totalmente. Se mantienen los dos años de plazo y otras cosas, pero en lo fundamental se ha dirigido a lo que más nos toca en las regiones, que es la falta de especialistas. Mi región, señor Presidente -lo he dicho muchas veces-, a mi juicio, es la más postergada en materia de salud, y no es solamente por la falta de camas suficientes en un período normal o porque los servicios son más pobres que en otra parte del país, sino por la falta de especialistas, fundamentalmente.
La verdad es que nosotros casi no tenemos especialistas. En una región que posee la tasa más importante de adultos mayores, por ejemplo, no existe ningún geriatra, ¡ni uno solo!
Entonces, este proyecto apunta a suplir las necesidades que tenemos en tiempos normales. ¡Imagínese si no lo necesitaremos en tiempos de pandemia, como los de ahora!
Por lo tanto, creo que este tema no admite ninguna discusión. Estoy absolutamente a favor de la iniciativa.
Considero que es una gran noticia para los habitantes de mi región, pues no van a tener que ir a Antofagasta, que es lo que les queda más cerca, para atenderse con especialistas. Y como ha dicho la Senadora Ebensperger, no mejoramos mucho yendo a Iquique -es cierto, para serle bien franco-, porque también faltan muchos especialistas allá. Y tampoco tendrán que ir a Tacna, que es peor, donde está el Hospital de la Solidaridad, que se hace cargo de una enorme cantidad de gente que viaja desde Arica, lo que ahora no sucede porque está cerrada la frontera.
Entonces, es una buena noticia esta iniciativa. Yo quiero valorar eso.
Deseo agradecerle a la Senadora Goic, por haber llevado adelante este proyecto, y destacar la comprensión de todos los miembros de la Comisión y del Ministerio, porque, para todas nuestras regiones, sin duda esta es una gran noticia.
Muchas gracias, Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Continuamos, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señor Presidente.
Dentro del tiempo del Comité Partido Renovación Nacional e Independientes, el Senador Pugh ha solicitado intervenir en los restantes cuatro minutos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Pugh.


El señor PUGH.- Señor Presidente, sin lugar a dudas, esta pandemia ha desnudado las grandes falencias de este país. Y de eso debemos hacernos cargo. Ya lo vimos en el proyecto anterior, relacionado con la brecha digital.
Hoy la brecha sanitaria es mucho más sensible, porque es precisamente una crisis sanitaria la que estamos enfrentando, y hay que enfrentarla con todos los actores que se encuentren disponibles.
Por eso, la fórmula a la que se ha llegado, que establece que en dos años se va a regularizar un proceso que ha tomado mucho tiempo, va a permitir incorporar médicos especialistas al servicio de salud público, donde se atiende el 80 por ciento de la población del país, tal como ya se ha mencionado.
¿Qué debemos entender? Que esto es solo transitorio. Tenemos que seguir avanzando para lograr algo que ya se ha explicado: el problema de los especialistas es que se concentran básicamente en la Región Metropolitana.
Estudios revelan que dicha región tiene menos del 50 por ciento de la población nacional, pero concentra sobre el 70 u 80 por ciento de médicos en algunas especialidades, lo que hace muy difícil a las regiones poder desarrollarse.
Es fundamental, entonces, mejorar la calidad de vida. Pero también hay que hacerse cargo del perfil epidemiológico y de la forma en que está cambiando todo el desarrollo de las personas.
Hoy se da una situación que antes no experimentábamos: las personas viven mucho más. Tal como lo señaló el Senador Insulza -por su intermedio, señor Presidente-, se requieren entonces especialistas con los que hoy no contamos: los geriatras. Existen muy pocos, casi cien en el todo el país. Obviamente, con esa cantidad no podremos hacernos cargo de nuestros adultos mayores.
Hoy se necesita que los especialistas se dediquen a lo que la urgencia está demandando. Básicamente, van a tener que ser intensivistas o urgenciólogos, porque deberán relevar a todos los que estén en esos cargos.
Tal como lo señaló el Senador Girardi -por su intermedio, señor Presidente-, se está acumulando una gran cantidad de horas médicas, listas de espera gigantescas, para diferentes procedimientos, incluso en cirugías. Para ello vamos a necesitar más profesionales.
De ahí la necesidad de aumentar la cantidad de contratos. No sacamos nada con habilitarlos si no tienen la posibilidad de contar con contratos. Y no me refiero a contratos de veintidós horas, que les permiten trabajar solo un par de horas al día, sino a contratos de cuarenta y cuatro horas, con lo cual estarían con dedicación completa. Así, los hospitales públicos podrían funcionar mañana y tarde para terminar con las listas de espera.
En lo personal, valoro y aprecio mucho el trabajo que realizan los médicos. Dirigí a 420 profesionales cuando fui director de un hospital institucional, y aprendí del juramento que los médicos hacen y que hoy más que nunca están poniendo en práctica.
También debemos entender que un médico es quien prepara a otro médico; de ahí que resulta tan importante disponer de campos clínicos. Cuando esos campos clínicos son financiados por el Estado y las universidades del Estado los están preparando, obviamente debemos tener un plan para poder aumentar la cantidad de cupos que necesita el sector público. Probablemente, esto será materia de una discusión posterior.
Por lo pronto, hay que hacerse cargo de la urgencia.
¡Bienvenidos los médicos!
Destaco también el acuerdo que se pudo lograr entre todos los actores: el Gobierno, las bancadas que representamos y el gremio del sector, que es muy importante considerar, porque no se puede hacer medicina sin los médicos.
Valoro el cambio de nombre del proyecto y espero que los especialistas puedan integrarse lo más rápido posible.
Necesitamos alentar a todos los profesionales del área de la salud; unirnos a ese aplauso colectivo que los chilenos hacen por ellos todos los días a las 21 horas, porque están hoy en esa primera línea, dando todo lo que se requiere.
Finalmente, hago un llamado a la gente para que se cuide, pues la salud es un tema personal. Los médicos solo se van a hacer cargo de lo malo que nosotros hayamos hecho a nuestra salud.
Por eso, señor Presidente, voto a favor.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Continuamos con las intervenciones, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, Presidente.
Ha solicitado la palabra la Senadora Allende, en el tiempo que le resta al Comité Partido Socialista, que son siete minutos y cincuenta y tres segundos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora Isabel Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, quiero sumarme también a las palabras que se han expresado en torno al trabajo que realizó la Comisión de Salud. Creo que fue prudente que el proyecto se enviara de nuevo a dicho órgano y se abriera ese espacio de discusión.
Yo fui una de las personas que se opusieron la vez anterior, porque, tal como estaba el texto, no me parecía. No solo no me parecía, consideraba muy razonables y sensatos los argumentos que nos entregaron las sociedades médicas, el Colegio Médico, los especialistas. Resulta muy muy importante velar por la calidad de la medicina que se entrega, sobre todo al 80 por ciento de la población que se atiende en el sistema público. Y eso es justamente de lo que se trata.
Creo que el prestigio que ha ganado el Eunacom no lo podemos dejar de lado. Es un instrumento que permite certificar el grado de conocimiento que poseen los médicos extranjeros o chilenos, de modo que puedan ejercen en Chile con tranquilidad. Por algo han pasado esa prueba.
Pero ahora nos hemos concentrado en los especialistas. Y me parece muy bien, porque, aunque esta medida va a ser puntual, transitoria, solo por dos años, considero que es un tema que debe estar presente en la discusión más de fondo. Tenemos que abordar el asunto estructural: no es posible que en nuestro país falte una cantidad importante de especialistas en el sector público y que los que haya sean menos de los que atienden en el ámbito privado; en circunstancias, como hemos dicho, de que el sistema público atiende al 80 por ciento de la población.
Solo en la Región de Valparaíso, hasta el año 2018, faltaban más de 516 especialistas. Entonces, es muy dramático que se concentre la mayoría de ellos en la Región Metropolitana y exista un número escaso en las zonas más alejadas. Esto genera lo que conocemos estructuralmente como las famosas "listas de espera", que dan cuenta de la falta de atención.
Eso desnuda una vez más lo que es el actual sistema. No tenemos garantizado un sistema único de salud, un plan único que permita atender con dignidad y eficiencia.
Lamentablemente, una vez más evidenciamos el contraste que existe entre quienes se atienden en el sector público, donde hay largas listas de espera, y quienes se atienden en el sector privado, donde hay más especialistas y, obviamente, son otras las condiciones.
Entonces, me parece muy importante que avancemos en esta materia. Me alegro del espacio técnico y de diálogo que se va abrir, del cual nos contaba la Presidenta de la Comisión de Salud, para seguir tratando los temas más estructurales.
¡Claro!, hay que poner más recursos, porque una vez que se forman los especialistas deben tener garantizados sus cargos, garantizadas sus becas. No tiene sentido hacerlos estudiar o pasar por exámenes de certificación si después no van a estar asegurados. Y ese es un gran tema. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos que hemos hecho en los últimos años, en que se ha aumentado el presupuesto en salud, como se ha visto desde el Gobierno pasado -supongo que el Gobierno actual no los va a reducir en tiempos de pandemia, obviamente-, sigue habiendo mucha diferencia entre un médico del sector público y uno del sector privado.
Tenemos otras deficiencias estructurales, pero, por tiempo, no me voy a referir a ellas.
Sin embargo, resulta vergonzoso que, encima de eso, o sea, de la falta de especialistas en la salud pública y de la falta de recursos, se gaste dinero en el sector privado al contratar clínicas para dar atención garantizada. ¡Doblemente falla!
Finalmente, quiero referirme a algo que es importante: con la tremenda crisis que tenemos, producto de esta pandemia, resulta doloroso que no se hayan tomado en consideración a los consultorios de atención primaria. Si hay un nivel local, territorial, que conoce a las familias, su composición, sus vulnerabilidades, sus enfermedades, sus necesidades, es el de los consultorios de atención primaria.
Y el Gobierno ha mostrado una gran tozudez al no querer escucharlos y concentrarse solamente -como todos los días oímos- en las cifras, en los ventiladores mecánicos, en fin. El problema es mucho más que eso.
Por lo tanto, hago un llamado a que consideremos también a la atención primaria.
Aprovecho de decir, una vez más, que debemos rendir nuestro homenaje a aquellos que día a día arriesgan su salud, su vida y la de sus familiares. Estoy hablando no solo de los médicos, sino de todo el personal de salud.
Por eso duele escuchar -y lo oímos en esa sesión, a mi juicio, histórica en la cual recibimos a todos los gremios de la salud- la gran cantidad de demandas que todavía no han sido bien resueltas, no solo en cuanto a las horas extraordinarias, sino también en lo que respecta a la aplicabilidad de los programas de gestión.
Por suerte ahora se empiezan a poner remedios.
Pero aún falta habilitar residencias para aquellos que no pueden cumplir la cuarentena, y así evitar que contagien a sus familiares. Eso, entre muchos otros temas que todavía están pendientes.
Nosotros, como Senado, mandamos los oficios. Esperemos que el Ministerio de Salud nos responda. Tenemos el compromiso de hacer una sesión especial con el Ministro para hacerle ver estas materias, que no son menores.
No es posible que no seamos capaces de proteger, ¡de proteger!, a todo el personal sanitario que trabaja en esta pandemia con los elementos básicos, con los cuales no siempre cuenta.
Por supuesto, votaré a favor.
Considero que este proyecto avanza en una línea muy potente y necesaria, dada la tremenda crisis que se ha generado en nuestro país por la falta de especialistas y las tremendas listas de espera, lo que ha significado a veces la mortalidad o el agravamiento de las enfermedades.
Por estas razones, voy a respaldar la iniciativa.
Espero que, después de estos dos años, Conacem certifique y haga las exigencias correspondientes, porque, si hay algo que no queremos, es bajar la calidad de la atención. Es importante que los médicos se formen en aulas universitarias y que las pruebas sean exigentes. Siempre se ha reconocido que la formación de los médicos debe mantenerse como una de las mayores exigencias, por cuanto trabajan con la vida humana. Por tanto, no podemos disminuir la calidad en eso.
Ese elemento siempre tiene que estar presente en el horizonte. Y entiendo que eso era lo que motivaba a las sociedades médicas que nos escribieron en la primera sesión en que tratamos este tema.
He dicho.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senadora.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, no hay más inscritos para el uso de la palabra.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- ¿Queda tiempo de la bancada socialista?
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Sí. Queda un minuto y veintinueve segundos.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Mejor voy a aprovechar después, en la fundamentación.
En votación general y particular el proyecto.
--(Durante la votación).
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Voy a consultar por la opción de voto de las señoras y los señores Senadores.
Senador señor Pedro Araya, ¿cómo vota?
El señor ARAYA.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Bianchi, ¿cómo vota?


El señor BIANCHI.- Brevemente, señor Secretario, quiero partir felicitando el acuerdo que se logró en la Comisión de Salud.
Efectivamente, este proyecto significa un enorme avance y resuelve una situación de urgencia en todo nuestro país, fundamentalmente en las regiones extremas, donde la carencia de médicos especialistas es de todos los días.
Muchas personas de Puerto Natales y de la Región de Magallanes, en general, tienen que acudir a Argentina, porque en sus zonas extremas sí cuenta con los especialistas que nuestro país no tiene.
Por eso, valoro que se habilite de manera temporal, por dos años, a estos médicos extranjeros especialistas, quienes, sin duda alguna, van a llenar el enorme vacío que existe en Chile en esta materia.
Las largas listas de espera y los traslados que todos los días presenciamos de magallánicas y magallánicos a otras ciudades del país, porque no están los especialistas en nuestra región, dan cuenta de una situación de dolor y de preocupación para quienes vivimos en zonas extremas.
Por lo tanto, quiero valorar el que podamos contar ahora con una cantidad significativa de médicos especialistas.
Espero que el Gobierno -este y los que vengan- se coloque como misión final llenar los casi cuatro mil cupos de especialistas que hoy día nos faltan a lo largo de todo Chile.
Voto favorablemente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Continuamos, señor Secretario.
¿Señor Secretario?
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Me recuperé, señor Presidente.
Se me había caído la señal.
¿Cómo votó el Senador señor Bianchi?
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Castro, ¿cómo vota?
El señor CASTRO.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Chahuán, ¿cómo vota?


El señor CHAHUÁN.- A favor, señor Secretario.
Estas son las oportunidades en que la política restablece el diálogo y se vuelve a convertir en un instrumento para resolver los problemas de los chilenos.
Voto favorablemente, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Coloma, ¿cómo vota?
Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?
Hay que activarle el micrófono al señor Senador.
Ahora sí, Senador.


El señor DE URRESTI.- Gracias.
Voy a fundamentar el voto, porque aquí hay algo extraño.
Todos los gobiernos, todas las autoridades, han señalado que vamos a aumentar en cobertura de médicos especialistas. Y eso no se produce.
Aquí existe una situación que mantiene, especialmente en el caso de los especialistas, una limitación. Y eso debe ser denunciado.
Esta iniciativa avanza -me parece bien la negociación-, pero aquí hay gato encerrado: siempre los especialistas están en el sector privado y permanecen solo un par de horas en el sector público. En determinadas ciudades atienden especialistas, pero en otras, pese a tener una gran cantidad de población, no. Se registra una sobreconcentración en la Región Metropolitana.
Entonces, hay que sincerar las cosas.
A mí me gustaría contar con más información de las sociedades médicas, y debiera haber más control en cuanto a la formación. Es necesario saber cuánta gente se está formando y cuántas universidades públicas tenemos en ello, pues no parece suficiente la formación actual.
Entonces, debemos sincerarnos en esto.
Me da la impresión de que hay un poquito de juego de máscaras en muchos de estos aspectos que no van al tema de fondo.
Nosotros necesitamos más médicos, en especial comprometidos con el sector público, formados para servir a la gente, para atender a los más necesitados, para estar donde se los requiere y no simplemente en los lugares de mayor confort, como las clínicas o en las grandes ciudades.
Insisto en mis observaciones.
Voy a votar a favor, porque creo que el proyecto es un avance, pero sigo manteniendo mis dudas respecto a la distribución y al control que se ejerce sobre las especialidades, tanto para la supervisión y el estándar de calidad como para la oferta de los especialistas.
Creo que el Gobierno, principalmente el Ministerio de Salud, no debiera permitir aquello.
La sociedad se ha cansado de muchos abusos y aquí claramente hay una asimetría, una situación que no es adecuada.
Voto a favor, señor Presidente.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor De Urresti vota a favor.
Senador señor Durana, ¿cómo vota?


El señor DURANA.- Voy a justificar mi voto, señor Secretario.
Voto a favor porque las regiones extremas van a ser tremendamente beneficiadas por la incorporación de médicos especialistas, a fin de permitir atender efectivamente la salud de las personas, en especial, las de regiones como la de Arica y Parinacota, que se encuentra a 300 kilómetros de la ciudad más cercana de Chile, por lo que, inevitablemente, muchos de sus habitantes van a atenderse a la vecina ciudad de Tacna, Perú.
Esta iniciativa va a permitir que la gente pueda atenderse en Chile en igualdad de condiciones, de acuerdo con el mismo grado de responsabilidad que se les exige a los médicos nacionales, y significará un aporte en tiempos de pandemia, lo que, obviamente, ante la gran necesidad de incrementar profesionales del área de la salud, será tremendamente valorado por la comunidad, y en especial por quienes vivimos en zonas más extremas.
Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Durana vota a favor.
Senadora señora Ebensperger, ¿cómo vota?
La señora EBENSPERGER.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La señora Senadora vota a favor.
Senador señor Elizalde, ¿cómo vota?
El señor ELIZALDE.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Elizalde vota a favor.
Senador señor Galilea, ¿cómo vota?
El señor GALILEA.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Galilea vota a favor.
Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?
Senador señor García Ruminot, ¿cómo vota?
Senador señor Girardi, ¿cómo vota?
El señor GIRARDI.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Girardi vota a favor.
Senadora señora Goic, ¿cómo vota?
La señora GOIC.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Goic vota a favor.
Senador señor Guillier, ¿cómo vota?


El señor GUILLIER.- ¿Me permite, señor Secretario? Voy a fundamentar el voto.
Primero, quiero agradecer tanto a los médicos chilenos que han estudiado en el extranjero y que han vuelto a Chile como a los médicos extranjeros que han buscado en nuestro país un espacio para hacer su contribución y su aporte a la calidad de vida de la gente.
En la Región de Antofagasta el 40 por ciento de los médicos de la red pública son extranjeros. Y si consideramos las horas médicas, más del 55 por ciento de ellas son cubiertas por doctores extranjeros. Ellos están en la red pública primaria y hospitalaria.
Por lo tanto, a ellos el agradecimiento, sobre todo, en esta hora muy difícil.
Ahora, ¿por qué no un simple reglamento y por qué es necesaria una legislación? Porque el proceso de acreditación no solo es lento y burocrático -llega a demorar hasta dos años-, sino que también muchas veces a los médicos o a las doctoras se les somete a un proceso arbitrario, injusto, con permisos que se les niegan o que se les descuentan de los días de descanso, o con discriminación a la hora de los contratos.
Por consiguiente, aquí hay un problema mayor por resolver no solo respecto del proceso de acreditación en lo estrictamente académico-técnico, sino también en cuanto a los intereses y las barreras que se cruzan, en una profesión que puede ser muy lucrativa para algunos, pero que perjudica al resto de los chilenos que se quedan sin atención.
La buena noticia de esta noche es que el 80 por ciento de los chilenos verán mejorada, sobre todo en regiones, su atención con más certeza, con más seguridad, porque se incorporarán más de mil doscientos médicos que, de otra manera, tendrían que esperar quizás hasta dos años para poder integrarse al sistema.
Otra cosa que no quiero dejar pasar es la necesidad de darles un trato justo, no discriminatorio, para que esos médicos extranjeros puedan ejercer en Chile y ojalá quedarse en nuestro país. Si no fuese por ellos, en el norte de Chile, y particularmente en mi región, tendríamos un desastre sanitario. De eso estamos hablando.
Por eso, esto requiere ser abordado con una legislación, que va a durar dos años. Y espero que al entregarles estabilidad a los médicos extranjeros y al personal de la salud de formación en el exterior (por cierto, también técnicos), ellos se vayan metiendo más en el conocimiento del sistema de salud chileno y puedan rendir en su momento los exámenes respectivos y quedarse en nuestro país, en donde serán siempre bienvenidos y recibirán el agradecimiento de la ciudadanía, que, entre paréntesis, valora extraordinariamente bien, por lo menos en la Región de Antofagasta, el aporte de los médicos extranjeros.
Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Guillier vota a favor.
Senador señor Harboe, ¿cómo vota?
El señor HARBOE.- Señor Presidente, si me permite fundamentar mi voto.
El señor QUINTEROS (Presidente).- Tiene la palabra, Senador.


El señor HARBOE.- Señor Presidente, lo primero que corresponde es agradecer a los cientos de médicos, hombres y mujeres, nacionales y extranjeros, que hoy día están en la primera línea cuidándonos y ayudando a la gente y arriesgando su vida, ya con algunos mártires. Y no solo a los médicos, sino a todo el personal de salud en general.
En segundo lugar, evidentemente, tenemos una situación extremadamente desigual.
Por una parte, a nivel regional contamos con menos médicos de los que se requieren para cubrir las necesidades, tanto en salud primaria como en otro tipo de atención. Y eso es extremadamente delicado. Dicha necesidad se incrementa o se manifiesta aún más tratándose del sector público. Ello es extremadamente delicado, porque en muchos lugares lamentablemente no están los grados, no están los cargos creados para contratar médicos para nuestras regiones.
Eso se traduce, en la práctica, en parte de la indignación de los ciudadanos, quienes señalan con razón que las personas que viven en Santiago tienen más probabilidades de sobrevida frente a una enfermedad que aquellas que habitan en regiones. Y la gente que vive en Santiago y se atiende en la salud privada tiene aún más posibilidades de sobrevida. En consecuencia, se requiere un cambio en esta materia.
He escuchado muchos discursos, pero hay gente acá que lleva diez, doce, quince, veinte años trabajando en los temas de la salud, por lo que lamento profundamente que no se haya logrado, por ejemplo, poner coto a la influencia de las sociedades médicas. ¡Es francamente inaceptable que las sociedades médicas definan cuántos oftalmólogos, cuántos anestesistas debe haber en el país y que, existiendo tantos candidatos a ser oftalmólogos, anestesistas, mantengan una determinada cantidad, demasiado limitada, justamente para conservar los precios!
A mí me parece bastante inaceptable que después de tantos años no se hayan hecho modificaciones, tanto en Gobiernos anteriores como en este Gobierno. Me parece francamente inaceptable.
Una preocupación que tengo es que si uno establece un mecanismo sin ningún tipo de barrera de entrada puede que haya médicos sin las competencias adecuadas. Ahora, ¿es el momento para estar exigiendo esto? Yo creo que no.
Por eso, dada la emergencia de la situación, voy a votar a favor.
Lo que sí me preocupa, tal como dijo en su oportunidad el Colegio Médico, es que no vaya a ser cosa que terminemos con los médicos no certificados en el sector público y los médicos certificados en el sector privado. Eso sería extremadamente delicado.
Por tal razón, pienso que también es importante lo que se hizo en la Comisión de Salud, particularmente por la Senadora Carolina Goic, para poder avanzar en esa materia.
En consecuencia, voy a votar a favor.
Pero -insisto- me parece que también debemos enfrentar el tema de fondo: no es posible que Chile esté cooptado por las sociedades médicas. Aquí hay una necesidad estratégica que debe ser enfrentada por el Gobierno de turno.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Harboe vota a favor.
Senador señor Huenchumilla, ¿cómo vota?


El señor HUENCHUMILLA.- Señor Secretario, voy a fundamentar mi voto brevemente.
A mi juicio, este es un gran proyecto de ley. Es un gran proyecto de ley porque esta pandemia es de las más graves que ha sufrido la humanidad en siglos.
La iniciativa fue muy bien trabajada por la Comisión de Salud y muchos otros Senadores. Y creo que eso debemos reconocerlo. ¿Por qué? Porque el proyecto consigue dos cosas. Por un lado, afrontar la crisis de manera excepcional, permitiendo una regla de carácter excepcional, cual es que a los médicos se les exima por dos años de la acreditación o de la certificación. Pero, al mismo tiempo, la iniciativa limita esta medida a dos años, por lo que se resguarda la calidad de formación de los médicos, porque estos profesionales trabajan ni más ni menos que con la vida de las personas. Entonces, me parece que este proyecto logra bien hacer compatible la urgencia con la necesaria formación.
Dicho eso, tengo cuatro cosas que hacer presente.
En primer lugar, acá se establece un marco de facultades para el Gobierno y, por lo tanto, el éxito de esta iniciativa dependerá de la gestión que haga el Ministerio de Salud adecuadamente entre los distintos sistemas hospitalarios que hay en el país.
En segundo lugar, el plazo de dos años pasa volando. Entonces, cuando este se cumpla, debemos preocuparnos de contar con una política definitiva respecto de esta situación.
En tercer lugar, tenemos que prever que en la próxima Ley de Presupuestos se establezcan los recursos suficientes para que esta contratación sea efectiva en el curso del año 2021, y habrá que hacer lo mismo en la Ley de Presupuestos del año siguiente.
Y, por último, concuerdo plenamente con lo señalado por la Senadora Isabel Allende en cuanto a que la salud primaria es vital. En consecuencia, el Gobierno debe trabajar con todos los sistemas, pero también con las municipalidades y la salud primaria, pues ellas son el Estado más cerca de la gente, y es allí adonde acuden primero los sectores más necesitados.
Por todas esas razones, señor Presidente, voto favorablemente este proyecto.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Huenchumilla vota a favor.
Senador señor Insulza, ¿cómo vota?
El señor INSULZA.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Insulza vota a favor.
Senador señor Kast, ¿cómo vota?


El señor KAST.- Voy a justificar mi voto, señor Presidente.
Me sumo a un proyecto que en un comienzo de verdad parecía muy peligroso y que podría haber provocado un daño tremendo a la salud pública en Chile.
Quiero felicitar a los miembros de la Comisión de Salud y al Ejecutivo por haber dado un vuelco y logrado que esta iniciativa, que podría haber sido un riesgo para la calidad de la salud pública, se transformara en un proyecto positivo, necesario, relevante, con pertinencia, que efectivamente moverá la aguja en el sentido correcto.
De hecho, tiene la virtud de plantear un tiempo acotado por dos años, dado que la certificación de los especialistas está tomando un tiempo que es realmente excesivo y no corresponde. Y espero que también este proyecto genere la posibilidad de discutir después, en el mediano plazo, cómo funciona ese sistema.
Por lo tanto, me alegra que el nombre de la futura ley ya no sea "Eunacom", porque no tiene ninguna relación con aquello, y ojalá que nos permita contar con más especialistas en regiones.
La Región de La Araucanía es de las que más necesita este proyecto y, por lo mismo, creo que va en la dirección correcta.
Dicho lo anterior, aprovechando la instancia de este proyecto, quisiera adicionalmente agradecer a muchos médicos, chilenos y extranjeros, que han pasado por el Eunacom, por certificaciones muy duras, y que son parte de esa comunidad. Y espero que el Gobierno se comprometa también a fomentar la formación de especialistas.
Si hoy día la pandemia no ha causado el daño que podría haber generado, sabiendo que estamos en las horas más críticas, ha sido en buena medida por la calidad de nuestros funcionarios de la salud. Además del esfuerzo que ha hecho el Gobierno, sin lugar a dudas, estos funcionarios en cada rincón de Chile han sido los que han permitido salvar muchas vidas.
Por lo señalado, voto a favor de este proyecto.
Felicito una vez más a la Comisión de Salud por haberle dado un giro a una iniciativa que podría haber hecho mucho daño, transformándola en una medida muy positiva. Y también felicito al Ministerio de Salud por haber sido parte de este proceso.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senador.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Kast vota a favor.
Senador señor Lagos, ¿cómo vota?
Senador señor Latorre, ¿cómo vota?


El señor LATORRE.- Voy a fundamentar brevemente mi voto, señor Secretario, señor Presidente.
La semana pasada retiré mi apoyo a este proyecto, dado que consideraba que en un contexto de pandemia si bien es necesario relajar los estándares de acreditación por la necesidad sanitaria, esta iniciativa en sí misma no es imprescindible, porque el Ejecutivo ya cuenta con facultades amplias para poder contratar, incluso así lo dice el decreto sanitario, a alumnos de sexto, de séptimo año o a médicos extranjeros para cubrir en contexto de pandemia las necesidades sanitarias.
Por eso, atendiendo al contexto de pandemia, retiré mi apoyo.
Sin duda, creo que el Senador Navarro tenía una buena intención con esta propuesta, pero me preocupa que a partir de la pandemia se esté extendiendo por dos años la posibilidad de bajar estos estándares de calidad, que por lo demás son estándares internacionales, para médicos especialistas tanto extranjeros como chilenos.
Aprobando normas como esta lo único que vamos a hacer es seguir profundizando la segregación y la desigualdad: una salud pública para pobres, una salud privada para ricos. Y, a la vez, continuaremos promoviendo la transferencia de recursos del sector público al privado, porque en el sector privado estarán los especialistas con acreditación, mientras que en el sector público se encontrarán los especialistas sin acreditación, y eso puede ser una realidad permanente que contribuya a la segregación de nuestro sistema de salud.
Yo espero que en la Cámara de Diputados se acote el período de relajamiento de estándares solo a la pandemia y que no se extienda por dos años.
Por eso voy a votar en contra, señor Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senador.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Latorre vota en contra.
Senador señor Letelier, ¿cómo vota?


El señor LETELIER.- Señor Presidente, quiero plantear solo dos ideas.
Primero, la necesidad de especialistas no es un problema de los territorios que habitamos. El problema es que no existan especialistas en la salud pública, y eso ocurre a lo largo de todo el territorio nacional.
La ausencia de especialistas a 100 kilómetros de Santiago, en la capital de O'Higgins, es dramática. La gente debe viajar desde Paredones, desde Santa Cruz no a Rancagua, sino que todos deben trasladarse a Santiago para buscar especialistas, oncólogos, traumatólogos, dermatólogos o muchos otros, porque en el sector público de nuestra región hay escasez de especialistas.
Creo que el desafío es generar las condiciones para que muchos especialistas que están en nuestro país, extranjeros o chilenos que estudiaron en el exterior, efectivamente puedan mostrar sus conocimientos y sumarse a aquellos que cuentan con esa capacidad.
Este proyecto es absolutamente distinto al que inicialmente se presentó, porque en primera instancia se proponía que esto abarcara a todos los médicos generales, sin condiciones de control, y eso evidentemente traía riesgos, tal como lo plantearon varios colegas que son médicos, médicas.
En esta ocasión voy a votar a favor, entendiendo que la medida propuesta es por un período acotado y que se construyó un acuerdo para este fin.
Pero no puedo dejar de expresar mi inquietud, como lo señaló el Senador Latorre, pues se deberían perfeccionar los mecanismos para asegurar que no baste con que alguien diga que es especialista en los certificados, sino que ya deberíamos tener una homologación entre nuestro país y muchas otras naciones, para saber qué especialistas están bien formados en otros países y cuáles necesitan ciertos filtros adicionales.
En todo caso, como hay un acuerdo, voto a favor, señor Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, Senador.
Continuamos.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Moreira, ¿cómo vota?
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Senador Moreira.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Ahí está activado el micrófono.
El señor MOREIRA.- Sí.
El Senador Moreira, el Honorable Senador Moreira vota a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Moreira vota a favor.
Senador señor Navarro, ¿cómo vota?
Senador señor Navarro, ¿cómo vota?


El señor NAVARRO.- Voy a fundamentar mi voto, señor Secretario.
Señor Presidente, ¡más médicos para Chile!, es una consigna, una lucha que levantamos hace muchos años.
En el 2016, 245 alcaldes -incluyendo al alcalde De la Maza, de Las Condes- firmaron una carta para exigir que médicos extranjeros, médicos cubanos, médicos venezolanos vinieran a Chile, porque aquí la gente se muere esperando una operación quirúrgica o a un especialista.
No es un tema de calidad: ¡la gente se muere!
Los médicos chilenos no quieren irse a las zonas extremas. Y los médicos extranjeros y los médicos chilenos que estudiaron en el exterior han venido a suplir aquello de manera muy solidaria.
Por tanto, yo espero que los mil médicos comprometidos, no por el Ministro, sino por el abogado del Ministerio, porque el Ministerio no asistió a este debate en la Comisión de Salud, sean exigidos por la Oposición del Senado, constituida como tal, porque hoy día vamos a aprobar la ley en proyecto, pero en verdad ahora falta que el Gobierno diga cuántos médicos especialistas contratará.
Señor Presidente, hay 5 mil médicos extranjeros en Chile. De ellos, cientos dieron el examen teórico del Eunacom y efectivamente pueden ser contratados por aquel.
Este proyecto trae una buena nueva, y por eso me alegro de haber sido autor de la moción respectiva y de haber puesto sobre la mesa este tema, de lo contrario no se debate, porque la oposición del Colegio Médico, de la Asofamech y de la Conacem, entidades privadas que se resisten a aquello de manera permanente, no es lícita, porque... (falla de audio en transmisión telemática)... a manos del Estado, no ha permitido que ellos estén.
Hay 2.400 médicos chilenos... (falla de audio en transmisión telemática)... especialistas y no hay capacidad en Conacem, no hay capacidad en esta entidad privada para tomarles el examen. Ahora podrán incorporarse y yo me alegro de verdad, de corazón, porque muchos chilenos van a tener acceso a ello, porque hoy día no cuentan con esa alternativa.
Lamento, sí, que médicos extranjeros que estén trabajando en el sistema no puedan incorporarse. En particular, aquellos que hoy día laboran no tendrán ese acceso.
Señor Presidente, aquí no hablamos de calidad, sino de la posibilidad de salvar vidas.
El colapso de estos 108 mil contagiados, del millón de contagiados potenciales que hay nos obliga a tomar medidas extraordinarias. Y yo me alegro de que este proyecto de ley se apruebe.
Llevo treinta años en Fonasa, y voy a seguir luchando para que la salud pública en Chile sea de calidad; pero este es el momento de luchar contra la muerte, de luchar contra una pandemia. Y bienvenidos todos los que quieran sumarse a ello.
Agradezco el apoyo leal de la Senadora Provoste, quien firmó este proyecto. Lamento el retiro del Senador Latorre, porque la verdad es que esta iniciativa sí va a contribuir. Y espero que el Colegio Médico deje de actuar como lo ha hecho; que piense realmente que Chile requiere estos médicos, y no solo realice una defensa corporativa.
No voy a recordar la frase que decía el propio Salvador Allende del Colegio Médico, que señalaba en otro contexto, pero a ratos me parece...
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Se terminó el tiempo de Su Señoría.
El Senador señor Navarro vota a favor.
Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?
La señora ÓRDENES.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Órdenes vota a favor.
Senador señor Ossandón, ¿cómo vota?
El señor OSSANDÓN.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Ossandón vota a favor.
El Senador señor Pérez, ¿cómo vota?
El Senador señor Pizarro, ¿cómo vota?
El Senador señor Prohens, ¿cómo vota?


El señor PROHENS.- Secretario, voto a favor de este proyecto. Sin embargo, quiero decir un par de cosas.
Hoy día estamos hablando de médicos. Pero yo me imagino que los médicos no van a ser contratados para atender consultas: tendrán que hacer intervenciones quirúrgicas y un sinnúmero de otras cosas que conlleva la especialidad de quienes se pretende contratar.
Por lo tanto, si esto no va a acompañado -y lo digo con conocimiento de causa, porque hoy día sostuve una reunión en un hospital de mi Región- del equipo con que debe contar ese médico para entrar a un pabellón, esto tampoco nos va a servir mucho.
Está el señor González escuchando, y creo que también ese tema lo deben de tener resuelto, porque una de las carencias más grandes que hay en regiones es la falta de complementación de los médicos con su equipo para poder realizar los trabajos que sean necesarios.
Una de las condiciones más importantes que se dan respecto de las regiones para los efectos de contar con médicos extranjeros es que ellos no tienen arraigo en el país, y por eso buscan un lugar donde trabajar y establecerse. Esto es muy relevante para todas las regiones con esta carencia de especialistas.
Asimismo, pienso que el tema de las sociedades médicas, como lo dijo el Senador Harboe, es algo que debe analizarse, estudiarse en conjunto con el Ministerio, porque ese es un tremendo cuello de botella. No puede ser que estas sociedades sean las que nos digan cuántos especialistas por cada área deberán existir en nuestro país, porque, como lo señaló muy bien Su Señoría, ellas están cuidando su nicho. Pero a nosotros nos interesa contar con más otorrinos, más dermatólogos, más oftalmólogos, a fin de dar mayores espacios de atención y terminar con las listas de espera, que son consecuencia de la falta de médicos especialistas necesarios para poder atender a toda la población.
Por último, me parece que lo de las once horas de los médicos en la salud pública no debiera continuar, porque muchos de ellos concurren esas horas para firmar convenios con los hospitales regionales y así poder operar a sus pacientes privados. Mínimo debieran ser veintidós horas, porque ¿qué hace un médico atendiendo dos horas diarias en un hospital público? Absolutamente nada, o muy poco. Necesitamos ampliar eso. Si duplicamos las horas de esos médicos, vamos a doblar las horas médicas en los hospitales públicos.
Por lo tanto, ahí hay un tema que debiéramos trabajar como Congreso, junto con el Ministerio, para revertir algunas de las cuestiones que se dan día a día, que se comentan pero que no son abordadas.
Así que voto a favor de este proyecto, porque es muy trascendente en especial para las regiones. Uno de los problemas de la sobrepoblación que se registra en Santiago es que los médicos se van a estudiar afuera, pues no tienen cabida para hacer las especialidades, por los pocos cupos que existen. Más de trescientos médicos por año no pueden estudiar especialidades porque no están los... (falla de audio en transmisión telemática).
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Se le terminó el tiempo a Su Señoría.
El Senador señor Prohens vota a favor, como señaló.
Senadora señora Provoste, ¿cómo vota?


La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, creo que esta discusión nos permite hacer un abordaje mucho más integral respecto de los problemas que aún subsisten en el sector de salud y de salud pública en particular.
Esta iniciativa pone de relieve que hoy día los médicos puedan concentrar sus esfuerzos en no tener ninguna otra distracción más que prestar la debida atención, que es tan requerida en estos tiempos.
Sabemos que el Colegio Médico ha hecho un gran esfuerzo por mantener un estándar adecuado en materia de calidad de la atención de aquellos que acceden al sistema de salud a través del examen único nacional, con el propósito de dar certezas en el sentido de que quienes están al frente de la atención realmente tengan los conocimientos, las capacidades y las habilidades para resolver los problemas de salud de la población.
Eso lo quiero valorar, porque aquí en ningún momento el Colegio Médico ha estado disponible para eliminar el examen único nacional que le da seguridad, certezas a la ciudadanía.
Además, quiero aprovechar este momento para hacer un público reconocimiento a la labor del Colegio Médico particularmente en esta pandemia. Ha sido una voz que de verdad ha permitido alertar, anticiparse, aunque no siempre se lo ha escuchado como quisiéramos; pero también en las regiones esta entidad ha jugado un rol muy importante en la aglutinación de las organizaciones sociales.
¿Qué nos preocupa? Que hoy día, frente a la emergencia sanitaria que estamos viviendo, el Gobierno, a través del Ministerio de Salud, se aproveche de ciertas iniciativas: por ejemplo, seguir insistiendo en el seguro catastrófico de salud, donde se busca inyectar recursos públicos al presupuesto del sector salud para comprar tratamientos solo de aquellos que puedan pagar el deducible que les exige dicho seguro; es decir, continuar profundizando una lógica de mercantilización de la salud que, por cierto, nosotros no vamos a apoyar.
Señor Presidente, dado el marco de la catástrofe que estamos viviendo y que el Gobierno tiene las facultades, conforme lo ha establecido la Comisión de Salud, para permitir que se flexibilice el Eunacom, lo que buscamos es que hoy día nadie se distraiga en que debe rendir este examen, sino que se dedique a brindar atención especial para salvar vidas, que es el propósito fundamental.
Quisiéramos que la misma disposición del Ministerio de Salud para buscar acuerdos con la Comisión la pudiéramos ver también en el Ministerio de Educación para resolver de una vez por todas y dar certezas a los profesores y a las profesoras de Chile en el sentido de que no serán sometidos este año a la evaluación docente, con el propósito de apoyar desde el punto de vista biopsicosocial a los estudiantes sin tener que estar pensando cómo en estas circunstancias tan extraordinarias van a rendir el proceso de evaluación docente.
Es similar a lo que hoy día estamos viviendo, y por eso queremos que se concentren en la emergencia.
Voto a favor.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, señora Senadora.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- La Senadora señora Provoste vota a favor.
Senador señor Pugh, ¿cómo vota?
El señor PUGH.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador Pugh vota a favor.
Senador señor Quintana, ¿cómo vota?


El señor QUINTANA.- Voy a fundamentar, señor Presidente.
Efectivamente, lo que tenemos es un porcentaje de letalidad que está subiendo día a día. Por supuesto, a nivel de contagiosidad estamos dentro de los doce o quince países con más contagios en el mundo, incluso superando a Brasil en cuanto al porcentaje de contagiosidad. Y si las cifras no son más dramáticas aún de lo que podrían ser se debe fundamentalmente al recurso humano compuesto por los médicos, los técnicos, las enfermeras, los kinesiólogos, por todos los trabajadores de la salud, que ya tienen sobre los cuatro mil contagiados.
Diría que de todos los proyectos que se han aprobado (económicos, sociales y también algunos de alcance sanitario) en los noventa días de pandemia que justamente se cumplen ahora, este claramente es el que se mete en los establecimientos clínicos, hospitalarios, e incide directamente en la salud.
Por eso reitero: esta iniciativa perfectamente pudo haberse desechado la semana pasada. Afortunadamente, eso no ocurrió. Y destaco el rol de la Comisión de Educación, pero también de quien impulsó este proyecto, el Senador Navarro, y hay que reconocerlo. Las pequeñeces en esto no sirven, como venir a decir que este es un proyecto totalmente distinto; que el anterior era casi un peligro para la sociedad. ¡Por favor! La esencia del proyecto es exactamente la misma. Dijimos: "Más de 1.300 médicos". En su gran mayoría van a ser venezolanos, y ya están inscritos los que podrán acceder a esto.
No es que un título o una especialidad sea algo que se compre en la calle; nadie inventa una especialidad para irse a certificar o para ser contratado. Eso no es posible.
Señalamos también que iba a ser por dos años: ¡es por dos años!; que era para los especialistas: claro, se sacó a los médicos generales, pero siempre se indicó que los médicos especialistas eran los que se requerían en la primera línea; siempre se habló de que iba a ser sin Eunacom: ¡es sin Eunacom!, más allá de que se cambie el nombre.
Entonces, basta una lectura somera de esta iniciativa y de la indicación sustitutiva del Gobierno para darnos cuenta de que va absolutamente en la línea del proyecto original.
En La Araucanía esto era necesario hace una semana, cuando casi lo dejamos caer, y es más necesario hoy día.
El propio Ministro Mañalich hace tres semanas le hizo un llamado al Congreso a aprobar este proyecto en los mismos términos en que estaba. Sin duda, hay que reconocer el aporte que se le hizo en la Comisión: existe más regulación. No es efectivo que haya habido un relajo en la calidad. ¡Cuidado! Uno tiene que mirar todos los antecedentes.
Por de pronto, la Contraloría ¿qué ha señalado respecto del examen de Eunacom? En sus dictámenes ha dicho que no aporta mayor calidad al proceso formativo como ente certificador de quienes finalmente van a los centros asistenciales.
A mi juicio, tenemos mucho que avanzar en formar especialistas; en que no se dejen presionar los órganos públicos y autónomos como el Congreso. Por supuesto, también hay que escuchar fundamentalmente a todas las sociedades que comparecen.
Creo que este es un gran proyecto, y lo ha sido siempre.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador Quintana vota a favor.
Senador señor Quinteros, ¿cómo vota?


El señor QUINTEROS.- Secretario, tal como se ha dicho acá, esta es una medida extraordinaria.
Esta normativa va a permitir disponer de más personal de salud por los próximos dos años, pero no agota la gran discusión de fondo: ¿cómo nos hacemos cargo como país de la gran brecha de especialistas que hoy existe en el sistema público de salud?
¡Ese es el gran tema!
Para eso necesitamos que el Estado genere las condiciones a fin de preparar más especialistas, y que estos puedan incorporarse al sistema público de salud. Este proceso debe ser ampliamente participativo, abarcando a todos los sectores, llámese colegios profesionales, universidades, autoridades sanitarias.
De igual manera, y sin que ello signifique sacrificar en grado alguno el estándar de calidad de los profesionales sanitarios que tienen hasta el día de hoy, considero preciso revisar cómo somos capaces de adaptar nuestros procesos de certificación, revalidación, reconocimiento de títulos, de tal forma que estos sean más expeditos y así permitir un acceso más rápido, sobre todo a las regiones en los casos... (falla de audio en transmisión telemática)... necesarias para que estas puedan desempeñarse a lo largo de todo el país.
Como hablamos de medidas extraordinarias, y aquí se dijo que estas deben darse cuando hay situaciones de emergencia, quiero señalar, con la misma fuerza, que ojalá se entienda que estamos en una situación de emergencia y que hay que establecer medidas extraordinarias para que los pescadores artesanales, los mipymes, los colectiveros, los feriantes, los trabajadores a honorarios también reciban de parte del Estado una ayuda en los momentos tan difíciles que están viviendo.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Quinteros vota a favor.
Senadora señora Rincón, ¿cómo vota?


La señora RINCÓN.- Voy a fundamentar mi voto.
Señor Presidente, me voy a pronunciar a favor de este proyecto de ley.
Quiero partir por felicitar al Senador Navarro. Su insistencia ha logrado que todos se pongan de acuerdo. El trabajo que ha hecho la Comisión de Salud, liderada por la Senadora Goic, así lo demuestra. Y deseo felicitarlos a todos por aquello.
De acuerdo a los datos que nos entrega la autoridad en el Ministerio, faltan 20 mil médicos en nuestro país, y de aquí al 2030 el déficit sería de 7.300.
Sin lugar a dudas, el propio Ministro plantea un hecho que no es menor. Dice en sus intervenciones que es fundamental incorporar médicos extranjeros.
La pandemia que vivimos, con el COVID-19, hace que la situación en salud sea aún más dramática. Cuando miramos la inequidad, nos damos cuenta de que educación y salud son dos áreas en que ella existe, y se ve de manera más brutal en el territorio, en nuestras regiones.
Quienes estamos tomando las decisiones sobre lo que pasa en nuestro país, debemos entender que hay que hacer esfuerzos de urgencia y que debemos acelerar el tranco.
Leía hace un rato una columna de Hugo Herrera en La Segunda, donde decía que hay un desajuste entre los anhelos y las pulsiones de la ciudadanía y la institucionalidad y los discursos dominantes, y que algunos han pasado a ser un tapón hermenéutico.
Señor Presidente, creo que en materias de salud y de educación estamos al debe con la ciudadanía.
Esta iniciativa viene a hacerse cargo de una urgencia, pero que no está presente solo por el COVID, sino porque hemos permitido que la inequidad se instale.
En nuestra Región del Maule se hicieron esfuerzos, y hay que reconocerlo. El Senador Galilea, ex Intendente, a quien me tocó apoyarlo en esa idea, elaboró un proyecto para tener especialistas en la zona.
Pero, sin duda, lo planteado por el Senador Harboe es algo que debemos revisar: quiénes son los que definen cuántos especialistas hay; cómo estos obtienen becas y recursos.
Por primera vez estamos abordando aquello en el Senado.
Así que apoyo esta modificación, pero tenemos una deuda de la que hay que hacerse cargo, y debemos avanzar en tal sentido.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Continuemos, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Sí, le vamos a consultar al Senador Sandoval.
¿Cómo vota Su Señoría?
Ahí está activado su micrófono.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, sin duda, valoro la iniciativa del Senador Navarro. Hay que reconocer su visión respecto de este tema. Asimismo, deseo rescatar las palabras del Senador Prohens en cuanto a cómo se maneja esta materia; las expresiones del Senador Bianchi, desde las regiones extremas; lo expresado por el Senador Durana, quien planteaba lo que significa hacer salud en las regiones.
Quienes vivimos en regiones como las nuestras sabemos, particularmente nuestros vecinos, nuestras comunidades, lo que ello significa. En la Región de Aysén lo más común es que los pacientes que se hallan con algún requerimiento deban trasladarse a centros hospitalarios del resto del país. Muchas veces uno involucra en ello todo lo que envuelve en lo humano, en lo familiar, en lo afectivo.
Evidentemente, es una deuda enorme la que existe en este contexto.
Por eso, no podemos menos que respaldar este pequeño avance. Aquí no se ha asumido cabalmente todo el conjunto de problemas que tienen el manejo de las especialidades médicas, la influencia de las entidades gremiales, la que me parece absolutamente inaceptable en la construcción de un país que quiere avanzar en materia de salud. La salud es uno de los bienes más preciados para la comunidad y es, también, una primera prioridad en lo que significan las demandas respecto de calidad en la atención.
Por eso, valoramos el paso que se da. Creo que esta iniciativa ha puesto sobre la mesa la necesidad de avanzar en otros ámbitos, en cómo somos capaces de construir, en definitiva, una atención que asegure calidad en todos los niveles. Recordemos que en la tramitación de la ley de educación se prometía calidad para todos, en todos los rincones de Chile, pero ello no ocurrió. La salud es otro sector social de nuestro país que, evidentemente, está en gran, gran deuda.
Es un avance, no todo lo que quisiéramos. En ese sentido, hay deudas pendientes. Pero lo más importante es que quede en la mesa el debate. Y espero sinceramente que el Ministerio de Salud -por favor, Jaime, llévele al Ministro este requerimiento- lo escuche, porque hay que seguir avanzando en cómo construimos una verdadera política en esta materia, que asegure a todas las comunidades, en todos los rincones, un acceso digno, de calidad; a fin de que no tengamos que seguir trasladando a nuestra gente por diferentes partes del país para acceder a lo más básico: la salud.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Soria, ¿cómo vota?
El señor SORIA.- Le pido un minuto, Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra, señor Senador.


El señor SORIA.- Voto a favor para que todos los chilenos podamos tener los mismos años de vida, como ocurría antiguamente con la salud, que en gran parte era responsabilidad de los alcaldes. Ahora la siguen teniendo, pero muy restringida.
Yo creo que ahora se abrieron las puertas. Este equipo que entra va a llegar a todo Chile y vamos a poder decir: "Todos somos iguales".
¡Tarea para mis colegas alcaldes!
Nosotros en la alcaldía de Iquique compramos hospitales movibles -como cuatro- y los llevábamos a las poblaciones. Se compró el mejor equipamiento para el hospital, que atendía a 180 mil personas. Le pusimos ocho equipos -nos dio la plata el core-, que cubrían todas las especialidades del hospital. Y lo hicimos en el consultorio Videla. Eso significó que el hospital pudo realizar 90 mil cirugías críticas. Y nosotros le sacamos lo más chico que había.
Se puede y se hace. Y no necesitamos tanto más que una conversa con el Ministro de Salud de esa época. Así lo logramos. Pero hoy creo que es el gran salto adelante. Aprovechémoslo.
Nosotros les damos nuestra experiencia, lo ratón que hicimos, lo chico que somos en Iquique, más lo que hacen ustedes... ¡Cambió la vida para todos los chilenos! ¡Por fin vamos a vivir todos por igual!
Porque no viven todos igual. Los que tienen más, viven más. Y los que tienen en la medianía, se mueren antes.
Nosotros hemos tratado de cambiar eso en Iquique. Y creo que ahora, gracias a lo que ha hecho, con claridad absoluta, todo el equipo de Senadores de Derecha, de Izquierda, de Centro, lo vamos a lograr. Y eso es lo que nos deja la pandemia: un Chile en que todos somos iguales.
Gracias, señor Presidente.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Soria vota a favor.
Senadora señora Van Rysselberghe, ¿cómo vota?


La señora VAN RYSSELBERGHE.- Voto a favor.
Creo, sí, que este proyecto tiene grandes desafíos aún por delante. Es decir, acá se está dando la posibilidad de que médicos especialistas puedan validarse a pesar de que no han sido validados hoy día por universidades chilenas. Sin embargo, pienso que la situación lo amerita y que el Ministerio de Salud tiene por delante desafíos que, no tengo ninguna duda, va a poder cumplir.
Así que, porque lo considero un aporte a la salud pública chilena, con convicción, voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senadora señora Von Baer, ¿cómo vota?
La señora VON BAER.- Voto a favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Allamand, ¿cómo vota?
Senadora señora Allende, ¿cómo vota?
La señora ALLENDE.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senadora señora Aravena, ¿cómo vota?


La señora ARAVENA.- Voy a fundamentar en dos minutos mi voto, señor Secretario.
En primera instancia, estaba muy preocupada por el proyecto original y no lo iba a votar a favor. Y no creo que sea una pequeñez el preocuparnos de la calidad de los profesionales que ejercen en el ámbito más importante, que es la vida de los chilenos, sobre todo cuando el país ostenta una salud pública de las mejores del mundo.
Por otro lado, también me parece un despropósito pretender hoy día plantear que solo los médicos extranjeros nos vendrán a dar un alivio. Porque, en estricto rigor, hemos celebrado durante estos días y aplaudido a los médicos que, incluso, han perdido la vida cuidándonos del COVID.
Efectivamente, hoy día tenemos una baja mortalidad, porque hay que reconocer que los equipos médicos y todos los funcionarios de salud de este país hacen un gran trabajo.
Sin duda, van a ser un tremendo aporte los médicos extranjeros. Y creo que el proyecto quedó -felicito a la Comisión por ello- bastante más asertivo, ya que no porque hoy día visualicemos un problema tan grande como el de las especialidades vamos a tomar decisiones apresuradas.
Habrá que mejorar el Eunacom y la prueba de especialidad. Habrá que hacerla más ágil, porque dos años es realmente una exageración. Pero uno no puede, si le ha ido bien con una fórmula, cambiarla cien por ciento.
Por último, creo que el Ministerio de Salud tiene un lugar muy importante. Y sería conveniente que al cabo de un año se evalúe esta medida, en el entendido de que, según las estadísticas y lo que informó la Comisión, de mil a mil doscientos médicos que realizan la prueba de especialidad, 45 por ciento la reprueba. Eso implica que 540 médicos no cuentan con los conocimientos de especialidad.
Entonces, a mí me preocupa -lo reitero- que esos médicos hoy día van a estar ejerciendo y trabajando en nuestros hospitales públicos con la gente que más lo necesita y que no tiene la posibilidad de elegir más que el sector público.
Con eso no quiero minusvalorar a nadie; quiero simplemente ser pragmática. La calidad de la atención médica y de salubridad en Chile tiene que ser extraordinaria en lo público y en lo privado. Nunca voy a cesar de pensar que la calidad es algo esperable y alcanzable. Y no tiene por qué disminuir eso.
Por lo tanto, voy a aprobar esta medida, pero haciendo ver mis aprensiones respecto de que espero que se haga una evaluación de ella, para que no tengamos ningún problema más adelante.
Muchas gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- La Senadora señora Aravena vota a favor.
Senador señor Coloma, ¿cómo vota?
Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?
Senador señor García Ruminot, ¿cómo vota?
El señor GARCÍA.- Voto a favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senador señor Lagos, ¿cómo vota?
Senador señor Montes, ¿cómo vota?
Senador señor Pérez, ¿cómo vota?
El señor PÉREZ VARELA.- Pido la palabra, Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra, señor Senador.


El señor PÉREZ VARELA.- Gracias.
Mi voto es favorable.
A mí siempre me llamó mucho la atención la propuesta original de eximir de un determinado examen a un número importante de médicos, porque la modernidad apunta en otra dirección. Nosotros mismos en el Senado hemos aprobado una serie de normas que buscan elevar el estándar de los servicios que se les entregan a los chilenos. Y no solamente me refiero a los servicios directos y profesionales, sino también a las cosas materiales que compran. Se trata de mejorar el estándar, la calidad de ello. Por lo tanto, era un contrasentido.
Me parece bien la indicación para los especialistas como un elemento de emergencia frente a la situación que nos provoca la pandemia. Y estoy de acuerdo con algunas Senadoras que escuché en el sentido de pedir evaluación durante un año.
Reitero: la tendencia mundial y, por cierto, en Chile es exigir cierto estándar, ciertas certificaciones, ciertos rangos de calidad a todos los servicios materiales, inmateriales, y elementos que la ciudadanía necesita adquirir. Y no me parece que los médicos deban estar al margen de eso.
Así que voto favorablemente, con la prevención de que esta materia se debe reevaluar cada cierto tiempo para ver cuál ha sido el beneficio que la ciudadanía ha obtenido.
Gracias, Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, señor Senador.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Pizarro, ¿cómo vota?
El señor PIZARRO.- Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señora Presidenta, Senadora señora Muñoz, ¿cómo vota?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (37 votos a favor y 1 en contra) y, por no haberse solicitado plazo para presentar indicaciones, queda aprobado también en particular y despachado en este trámite
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Kast, Letelier, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
Votó por la negativa el señor Latorre.