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OTORGAMIENTO DE INGRESO FAMILIAR DE EMERGENCIA. VETO


La señora MUÑOZ (Presidenta).- Corresponde tratar ahora las observaciones formuladas por Su Excelencia el Presidente de la República, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 73 de la Carta Fundamental, al proyecto de ley que concede un ingreso familiar de emergencia (boletín N° 13.461-31), con certificado de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (13.461-31) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 19ª, en 30 de abril de 2020 (se da cuenta).
Veto aditivo y sustitutivo: sesión 23ª, en 13 de mayo de 2020.
Informes de Comisión:
Hacienda: sesión 22ª, en 6 de mayo de 2020.
Hacienda (Certificado): sesión 23ª, en 13 de mayo de 2020.
Discusión:
Sesión 22ª, en 6 de mayo de 2020 (se aprueba en general y en particular).
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Su Excelencia el Presidente de la República presentó diversas observaciones al texto despachado por el Congreso Nacional. Estas observaciones recaen en el artículo 1, para sustituir una frase en el literal (iii) del inciso primero; en el artículo 2, para sustituirlo por el que se indica; en el artículo 3, nuevo, que adiciona; en el actual artículo 3; en el artículo 5, nuevo, que agrega; en los actuales artículos 5, 6, 8 y 10, y en los artículos segundo, tercero y quinto transitorios.
La Comisión de Hacienda deja constancia, en su informe, de que las observaciones números 2, 3, 4 b) y 5, registraron 2 votos a favor, de los Senadores señores Coloma y García, y tres abstenciones, de los Senadores señores Lagos, Montes y Pizarro, y de que, repetida la votación, como reglamentariamente corresponde, se registró idéntico resultado, por lo que las abstenciones se consideraron como favorables a la posición que obtuvo el mayor número de votos, resultando aprobadas por unanimidad.
Las observaciones números 1, 4 a), 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13 y 14 fueron aprobadas por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadores señores Coloma, García, Lagos, Montes y Pizarro.
Como consecuencia de los acuerdos adoptados precedentemente, la Comisión de Hacienda propone aprobar las observaciones formuladas por el Presidente de la República.
El texto de las observaciones presentadas se consigna en la página 2 y siguientes del certificado de la referida Comisión y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
Es todo, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, señor Secretario.
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La señora MUÑOZ (Presidenta).- Previo a darle la palabra al Senador Pizarro, me ha pedido intervenir el Senador Girardi para solicitar el envío de un oficio.
Tiene la palabra.
El señor GIRARDI.- Gracias, Presidenta.
Quiero solicitar un oficio para un tema muy relevante.
Se ha generado un conjunto de visiones diversas en cuanto a la mortalidad y la letalidad que está generando el COVID en Chile. Por esto, y porque así también lo han pedido universidades y distintos centros de modelamiento, quisiera solicitar información acerca de la mortalidad registrada en los meses de marzo, abril y mayo, desglosada por causa, para poder tener una opinión y no haya ninguna duda respecto de cuál es la efectiva letalidad que está produciendo la epidemia.
Me parece que generar transparencia es el único antídoto que tenemos para lograr una confianza clara en lo que se está desarrollando.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Girardi.
Se enviará el oficio solicitado.
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La señora MUÑOZ (Presidenta).- A continuación, le voy a dar la palabra al Senador Jorge Pizarro, Presidente de la Comisión de Hacienda, a fin de que entregue el informe correspondiente al veto presidencial.


El señor PIZARRO.- Gracias, Presidenta.
Voy a tratar de hacer un resumen de las observaciones que el Presidente de la República ha formulado al proyecto de ley que concede un ingreso familiar de emergencia.
Es bueno citar brevemente el contexto.
La iniciativa concedía un ingreso familiar de emergencia, compuesto, fundamentalmente, por tres aportes extraordinarios de cargo fiscal para los hogares que cumplieran los siguientes requisitos.
Primero: pertenecer al 90 por ciento más vulnerable de la población nacional, de conformidad con el Instrumento de Caracterización Socioeconómica a que se refiere al artículo 5 de la ley N° 29.379.
Segundo: pertenecer al 60 por ciento más vulnerable de la población nacional, de acuerdo a un instrumento de caracterización socioeconómica de emergencia, que la iniciativa busca crear, denominado "Indicador Socioeconómico de Emergencia".
Y tercero: que sus integrantes mayores de edad no reciban algunos de los ingresos señalados en el proyecto.
El Indicador Socioeconómico tendría la particularidad de identificar los hogares de la población nacional más afectados socioeconómicamente por la pandemia provocada por la enfermedad COVID-19.
En la Cámara de Diputados se modificaron sustancialmente los artículos 2 y 5 y se eliminaron los artículos 3 y 4 del texto original, los que tenían relación con la población objetivo de la iniciativa y los valores del ingreso, por ser discriminatorios con los beneficiarios y con montos que resultan claramente insuficientes. Es decir, la Cámara de Diputados rechazó los artículos que establecían los montos correspondientes a los aportes mensuales del ingreso familiar de emergencia para cada tipo de hogar beneficiario y la fórmula de pago con un aporte decreciente de 65 mil pesos por beneficiario, el primer mes; luego, de 55.250 pesos, el segundo mes; y 45.500 pesos, el tercer mes.
Eliminó, además, la distinción del beneficio por vulnerabilidad socioeconómica. Lo anterior quiere decir que a los hogares exclusivamente informales, que pertenezcan a los tramos del 40 y del 60 por ciento de mayor vulnerabilidad, se les entregaría el 70 por ciento del beneficio y no el 67, como se estipulaba inicialmente.
También se eliminó la resolución que fijaba el procedimiento y la metodología para determinar la vulnerabilidad, según el nuevo Instrumento de Caracterización Socioeconómico de Emergencia.
Como a nosotros nos consta, en el segundo trámite constitucional el Senado ratificó las enmiendas de la Cámara de Diputados aprobando el proyecto en los mismos términos.
Esto es lo que generó que el Presidente, en uso de sus facultades constitucionales, formulara observaciones al proyecto. Lo que hemos llamado "el veto". El Secretario hizo la relación de cada uno de los artículos, pero quiero agregar que en las materias de fondo la principal observación que el Presidente plantea es la sustitución del artículo número 2, en el cual se hace referencia al Indicador Socioeconómico de Emergencia para incluir una explicación respecto de cuál es su objetivo, qué mide y en qué se basa.
Además, señaló que todos los hogares que integren el Registro Social de Hogares serán caracterizados mensualmente a través de este nuevo indicador de oficio por la Subsecretaría de Evaluación Social.
Adicionalmente, se establece que a través de una resolución exenta de la Subsecretaría de Evaluación Social, visada por la Dirección de Presupuestos, se fijará el procedimiento y la metodología del Indicador Socioeconómico de Emergencia, señalando que este no considerará vehículos de uso comercial, salvo en aquellos hogares que posean tres o más de estos vehículos.
También se adiciona un nuevo artículo 3, según el cual aquellos hogares señalados en el artículo 1, es decir, que pertenezcan al 90 por ciento más vulnerable de la población nacional, de acuerdo al Instrumento de Caracterización Socioeconómica a que se refiere el artículo 5 de la ley N° 20.379, y que pertenezcan al 60 por ciento más vulnerable, de acuerdo con el Indicador Socioeconómico de Emergencia, y cuyos integrantes mayores de edad no reciban ingresos de los señalados en el artículo 4°, tendrán derecho al Ingreso Familiar de Emergencia, de acuerdo al aporte que les corresponda, según lo establecido en el artículo 7, cuyos montos serán los que se indican.
Esto es bien importante, colegas. Porque lo que se hace es reponer la tabla que se había planteado en el proyecto inicial. ¿Qué se establece? Que en un hogar integrado por una persona, el monto del primer aporte extraordinario será de 65 mil pesos; el segundo, de 55.250 pesos, y el tercero será de 45.500 pesos. Y así sucesivamente.
En un hogar integrado por dos personas, el primer aporte será de 130 mil; el segundo de 110 mil y el tercero de 91 mil. Aquí se establecen los montos destinados a un hogar que puede estar integrado por diez o más personas, cuyo primer aporte será de 494 mil pesos, el segundo de 419 mil pesos y el tercero de 345.800 pesos.
Para los efectos del debate público y de los montos sobre los cuales ha girado la discusión, es bueno considerar que se establece un promedio de un hogar integrado por cuatro personas, que es más o menos lo que refleja el Registro Social de Hogares en promedio en Chile.
¿Esto qué implica? Que ese hogar, integrado por cuatro personas en promedio, recibirá 260 mil pesos el primer mes; 221 mil pesos el segundo; 182 mil el tercero.
También dentro del artículo 3° actual (4°, nuevo) se agregan nuevos requisitos respecto de aquellos hogares que tendrán derecho al ingreso familiar de emergencia.
Se sustituye el párrafo que viene a continuación de la expresión "siempre que", hasta el punto aparte, por el siguiente: "cumplan con los siguientes requisitos copulativos: (i) que la suma de dichos ingresos sean inferiores al primer aporte que le correspondería conforme al artículo 3; (ii) que pertenezcan al 90 por ciento más vulnerable de la población nacional, de conformidad al Instrumento de Caracterización Socioeconómica a que se refiere el artículo 5 de la ley N° 20.379, que crea el sistema intersectorial de protección social; y (iii) que pertenezcan al 40 por ciento más vulnerable de la población nacional, de acuerdo al Indicador Socioeconómico de Emergencia a que se refiere el artículo 2. En este caso, el monto de cada aporte del Ingreso Familiar de Emergencia será equivalente a la mitad de las cantidades establecidas en el artículo 3 para cada uno de ellos, de acuerdo a lo establecido en el artículo 7.".
También se adiciona un nuevo artículo 5, en el cual se incorpora como beneficiarios a los hogares que, sin encontrarse entre algunos de los grupos que contempla el proyecto, pertenezcan al 80 por ciento más vulnerable de la población, de acuerdo al Instrumento de Caracterización Económica, que establece el artículo 5 de la ley N° 27.379, y esté integrado por uno o más adultos mayores de setenta años o más, que reciban una pensión básica solidaria de vejez.
Esta es una adición importante porque establece la posibilidad de incluir a alrededor de 217 mil adultos, si no me traiciona la memoria, que están en esa condición y que no se encontraban contemplados en el proyecto inicial. Y por cada uno de estos adultos mayores que lo integren, el hogar beneficiario tendrá derecho a recibir el segundo y el tercer aporte que otorgan la presente iniciativa, que ascienden a 55.250 pesos y 45.500 pesos.
También se introducen sustituciones a los artículos 5, 8 y 10, y segundo y tercero transitorios del texto despachado por el Congreso, los cuales buscan ajustar las referencias a los diversos artículos del proyecto de ley en cuestión.
Finalmente, se ha ajustado de manera mensual el lapso para dar cumplimiento al deber de informar a la Comisión de Desarrollo Social, Superación de la Pobreza y Planificación de la Cámara de Diputados, y a la Comisión de Hacienda del Senado, sobre la marcha y la implementación del proyecto.
Tal como informó el señor Secretario, la votación en la Comisión, en cada uno de los artículos de fondo, fue de dos votos a favor, de los Senadores Coloma y García, y de tres abstenciones, de los Senadores Montes, Lagos y Pizarro.
Esto obedece a la discrepancia que existe con el veto, que explicará posteriormente en el debate político cada uno de los Senadores y Senadoras. Pero existe una explicación que es bueno que se conozca.
De acuerdo al Reglamento del Senado, cuando se genera una abstención mayor que los votos a favor, se exige una segunda votación y un pronunciamiento de cada uno de los Senadores, cosa que también sucede en la votación de la Sala.
La diferencia con la Cámara de Diputados es que el voto de abstención se suma a los votos positivos, aun cuando no sean mayoría, con lo cual, en estricto rigor, el proyecto que llega a la Sala viene con la votación favorable, en definitiva, de los cinco miembros de la Comisión.
Es lo que puedo informar a Sus Señorías y, dejando constancia de la situación reglamentaria, espero que se pueda aprobar el proyecto en los términos en que se ha planteado.
Hay que dejar en claro, señora Presidenta, que los asuntos considerados en el resto de las votaciones se aprobaron, como se informó, por unanimidad, porque resultaba evidente que las situaciones de formalidad había que aprobarlas por unanimidad y también lo referente a los mayores de 70 años, salvo la discrepancia que se generó a su respecto, según la cual a quienes se incorporan positivamente para recibir este beneficio no se les considera el aporte por el primer mes, con el argumento de que, como ellos van a recibir el bono de invierno establecido hace bastante tiempo y que se paga en esta fecha, solo les se entregaría el segundo y tercer aporte.
Frente a esa situación, los mencionados tres miembros de la Comisión, Senadores Montes, Lagos y quien habla, también manifestamos nuestra abstención.
Es todo cuanto puedo informar a Sus Señorías.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senador Pizarro.
Solicito el acuerdo de la Sala para que pueda ingresar la Subsecretaria de Evaluación Social.
¿Habría acuerdo?
No da la unanimidad el Senador De Urresti.
Entonces, vamos a hacer entrega del uso de la palabra de acuerdo a la distribución de los tiempos en la hora de Incidentes.
El Senador Durana puede intervenir por tres minutos, según lo establecido por su Comité.
El señor DURANA.- ¿Aló?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Se escucha bien, señor Senador.
Tiene la palabra.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Si puede prender su micrófono, señor Senador.
El señor DURANA.- Me gustaría quedar para otra...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Parece que quiere postergar su intervención, de acuerdo a lo que alcancé a escuchar.
Entonces, vamos a entregar el uso de la palabra a la señora Luz Ebensperger, quien está aquí presente.


La señora EBENSPERGER.- Señora Presidenta, el tiempo es extremadamente importante en situaciones tan graves como la que estamos viviendo. En el caso de la actual crisis sanitaria, la más grande que se ha vivido no solamente en Chile, sino que en el resto del mundo en los últimos años, nuestra generación nunca había gestionado una emergencia de esta dimensión.
Y el proyecto de ley que estamos viendo ahora es muy bueno, y ayuda directamente a un porcentaje importante de nuestra población. La semana pasada eran 4 millones 300 mil los chilenos beneficiados y hoy día han aumentado en cerca de 250 mil personas más.
Entonces, no es posible entender que este Congreso, y particularmente el Senado, les niegue a esos chilenos la posibilidad de apoyo. Ellos requieren que apuremos el tranco, requieren una ayuda hoy día. No puede el Parlamento darse el lujo de pasar semanas discutiendo algo que va directamente al corazón de las personas más vulnerables, a estos más de cuatro millones y medio de chilenos. Es una mezquindad política.
Por cierto que todos quisiéramos que los bonos fueran mayores, pero estamos en tiempos de crisis. Hemos visto cómo el Banco Central ha tenido que pedir una línea de crédito para contar con más liquidez. Hemos leído el informe de la Cepal, institución con un sesgo ideológico no cercano al mío, sino muy cercano al de las bancadas de enfrente, en el que se dice que se requieren soluciones a corto plazo, como este bono. Pero con urgencia.
Y lo dijimos también la semana pasada: este bono no soluciona el problema de estos chilenos; pero sí, por Dios, que los ayuda. Lo pidió transversalmente también la Asociación de Municipalidades, que reúne a los que trabajan directamente con todos estos chilenos, porque esas son las puertas que primero se golpean.
Yo espero que hoy día se apruebe este veto presidencial. Yo espero que hoy día este Senado le dé un espaldarazo a la gente más vulnerable. Lamento que se haya tenido que recurrir al veto presidencial; lamento que la Oposición se haya negado a entregar su acuerdo la semana pasada, que se haya perdido tiempo, y espero que ahora sí se conceda el beneficio.
Gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Ofrezco la palabra, hasta por dos minutos, a la Senadora Isabel Allende.


La señora ALLENDE.- Señora Presidenta, le mandé un mensaje al Secretario en que le decía que me imaginaba que yo intervendría después del Senador Montes, quien forma parte de la Comisión de Hacienda; pero parece que no lo leyó. No esperaba partir ahora; pero, bueno.
Lo primero que quiero decir es que hoy día tenemos una situación más crítica que nunca y no hemos ni siquiera llegado al peor momento de la pandemia. O sea, sumar en este momento más de 2.660 casos nuevos, 12 nuevos fallecidos y más de 34 mil contaminados resulta una situación grave. Pero lo peor está aún por venir: eso lo sabe el Gobierno y lo sabemos todos.
Y lo anterior ha obligado a tomar medidas tan extremas como declarar a prácticamente 7 millones de personas en cuarentena.
Sin embargo, la mejor forma de proteger a los trabajadores es asegurar que se queden en sus casas. Lo dijimos la semana pasada, lo volvemos a repetir: es muy duro hacer que los trabajadores paguen esta crisis.
¿Cómo los protegemos? Necesitamos entregarles una renta básica, que era lo que pedimos hace más de dos meses. Nosotros valoramos que el Ejecutivo al menos se haya abierto en este proyecto de Ingreso Familiar de Emergencia, pero sigue siendo insuficiente. Entregarles 65 mil pesos en la primera cuota, 55 mil en la segunda y 45 mil en la tercera es completamente insuficiente.
Y en su cobertura, el beneficio alcanza a 1 millón 700 mil hogares, dejando a un millón de personas fuera.
¿Qué les decimos a los transportistas escolares, a la asociación de taxis colectivos, a los pescadores artesanales, a aquellos hogares informales pero que tenían entre sus integrantes a un trabajador formal?
Gracias a la Oposición -no hemos perdido el tiempo- hoy día se incorpora a los adultos mayores, a partir de los 70 años hacia arriba.
Pero todavía quedan afuera los que perciben una pensión de invalidez, quedan afuera aquellos que cuentan con la pensión Valech, queda afuera mucha gente a la que no cubre el beneficio.
Y es más, continúa la poca transparencia y poca claridad en cuanto a saber cómo se va efectivamente a evaluar con este indicador nuevo, que no ha sido explicitado en detalle. Entonces, no sabemos cómo van a ingresar nuevos beneficiados o cómo van a actualizarse los datos de aquellos que no están al día en el Registro Social de Hogares o que necesitan incorporarse.
Me temo que las reclamaciones van a ser peores.
Me duele que este Gobierno sea tan insensible; que no entienda que estamos agudizando la crisis sanitaria por no retener a los trabajadores en sus casas, por no darles las posibilidades para que cumplan las cuarentenas como corresponde y no tengan que salir de emergencia a buscar recursos para sobrevivir o haya instaladas ollas comunes.
Me duele que el Gobierno sepa que hay espacio fiscal. Y no lo señalo yo, lo dicen ex Ministros de Hacienda, lo dice la Cepal, lo dicen montones de organizaciones y gente respetable que sabe que hay ese espacio fiscal, que no es infinito ni ilimitado -no somos irresponsables-, pero que existe.
Y no solo eso, tenemos más de 4.500 millones de dólares en el Fondo Estratégico de las Fuerzas Armadas y ni siquiera se menciona, con lo cual se pudo haber elevado la cantidad, no dejando estos 260 mil pesos en la primera cuota para cuatro personas, que bajará en la segunda cuota, como ya se sabe, a 221 mil y, en la tercera, a 182 mil. Además, ni siquiera sabemos si esto va a durar tres meses.
Yo lo lamento profundamente, ¡profundamente! Aquí la responsabilidad es única y exclusivamente del Gobierno, porque es el que tiene las herramientas e instrumentos. Lamento que no haya querido escuchar; lamento que siga la poca trasparencia respecto de cómo se van a usar estos nuevos instrumentos, y lamento, sobre todo, la exclusión que se está haciendo.
Y me duele la actitud del Ministro de Hacienda. Yo creo que en su fuero interno debe reconocer que esta no es una buena iniciativa.
Lamento que tengamos esta política del goteo, en lugar de haber otorgado, como lo dijimos desde el primer día, una renta básica que les diera seguridad a todos los hogares que la necesitan, y de esa manera evitar mayores contagios.
Quiero ver qué va a pasar no solo en la Región Metropolitana, sino en todas regiones si seguimos con este nivel de contagio. Ya tenemos crisis incluso para hacer los exámenes; lo mismo, en algunos hospitales con los respiradores invasivos. La pregunta es: ¿vamos a agravar esto?...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiempo, Senadora Allende.
Concluya, por favor.
La señora ALLENDE.- Señora Presidenta, no puedo sino decir que me duele lo que está pasando.
Vamos a aprobar este proyecto. ¡Por supuesto que no vamos a dejar a ese millón setecientos mil hogares sin estos ingresos! Pero creo que el Gobierno no supo actuar con la altura que debió haberlo hecho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Gracias, Senadora.
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La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador García-Huidobro, para plantear un punto de reglamento.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Gracias, señora Presidenta.
Dado que esta sesión estaba convocada hasta las 14 horas, habíamos citado a reunión a la Comisión de Minería, a partir de las 15 horas, a la cual concurrirán representantes de Codelco y de los mineros del cobre, tanto contratistas como trabajadores de la gran minería, con el fin de analizar la situación de la pandemia en el sector.
Quiero solicitar autorización para funcionar en paralelo con la Sala y sugerir que se vote anticipadamente este proyecto.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Requiero el acuerdo para que la Comisión de Minería sesione paralelamente a la Sala.
Acordado.
El tema de la votación es más complicado. Haremos sonar los timbres cuando estemos prontos a aquello.
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La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Chahuán, hasta por seis minutos.


El señor CHAHUÁN.- Señora Presidenta, Honorable Sala, hoy día estamos frente a una de las medidas del paquete fiscal que, a mi juicio, van a la vena. Estamos hablando de la necesidad de que este ingreso familiar de emergencia beneficie a cuatro millones y medio de chilenos, o sea, a más de un millón setecientas mil familias.
Ciertamente, se está haciendo un esfuerzo contundente por parte del Estado. El paquete fiscal es de más del 6 por ciento del PIB. Si bien ha habido una contracción importante de la economía (4,5 por ciento proyectada para este año), claramente existe voluntad del Ejecutivo para entregar las herramientas necesarias a fin de que las personas puedan adoptar las medidas sanitarias que impidan una propagación del COVID-19.
De acuerdo a ese escenario, debemos ver cómo somos capaces hoy día de sobrellevar la crisis. Para ello, la medida de carácter sanitario más contundente que ha adoptado nuestro país es una cuarentena obligatoria de todas las comunas del Gran Santiago.
Por eso es tan importante que aprobemos este ingreso familiar de emergencia y que sea posible pagarlo a fines de mayo.
Yo quiero agradecer el trabajo que han realizado los Ministros Briones y Sichel, y también los Subsecretarios, para establecer medidas que van en ayuda de los sectores más vulnerables.
Respecto de la crisis sanitaria, nosotros hemos dicho que en la Región Metropolitana había dos pandemias distintas: la del sector oriente y la del sector poniente. Y lo señalamos con mucha fuerza, debido a las diferencias, en favor del primero de ellos, en materia de acceso a clínicas privadas y disponibilidad de exámenes de PCR. En el día de hoy se ha adoptado la medida de restringir estos a personas con síntomas justamente para asegurar su sostenibilidad, más allá de que consideramos que es necesario aumentar significativamente los testeos.
En ese escenario y con las correcciones hechas a raíz de las diferencias que había entre el proyecto original y este veto, creo que lo propuesto va en la dirección correcta.
Se ha discutido acá la necesidad de mantener el beneficio de manera homogénea por tres meses consecutivos. Pero hay que señalar lo siguiente: estamos en un escenario económico complejo. Es muy importante entender que los paquetes fiscales no se van a agotar con este ingreso familiar de emergencia, como no se agotaron con el "bono COVID" que aprobamos hace unas semanas. Por el contrario, debemos tener capacidad para seguir prestando ayudas, más allá de los niveles de endeudamiento. Recordemos que el Estado de Chile se va a endeudar en 23.800 millones de dólares, gracias a un préstamo solicitado al Fondo Monetario Internacional, para enfrentar este paquete de medidas.
Además, se requerirá disponibilidad de recursos fiscales para iniciar las bases del proceso de recuperación que vendrá el año 2021.
Mantener la capacidad de empleabilidad de las pymes es otra materia que ha sido objeto de discusión en este Parlamento. Lamentablemente, los recursos no llegan con la rapidez que quisiéramos a las micro, pequeñas y mediana empresas, que sostienen la capacidad de empleo del país, porque la banca ha dilatado en forma irresponsable el otorgamiento de los créditos COVID, impidiendo que lleguen finalmente a quienes más lo necesitan.
Volviendo al proyecto sobre ingreso familiar de emergencia, insisto en que esta medida, que costará más de 300 millones de dólares mensuales y que beneficiará a cerca de cuatro millones trecientas mil personas, un millón setecientas mil familias, ciertamente va a darles herramientas a las personas para que puedan cumplir las medidas de carácter sanitario.
Yo estoy preocupado, señora Presidenta -y aprovecho de trasmitírselo al Ministro Sichel, por su intermedio-, por la salud de la población más vulnerable.
Primero, quiero señalar abiertamente que vengo pidiendo hace semanas la posibilidad de hacer exámenes de PCR o test rápidos en los hogares de adulto mayor. A mi juicio, es un tema de la mayor importancia.
En Europa la mitad de los fallecimientos han sido de personas que estaban en hogares de larga estadía. Y acá no se han tomado medidas contundentes, salvo anuncios del Ministerio de Salud. Incluso hemos conversado con Senama. Es absolutamente urgente generar un nuevo protocolo. Hemos estado trabajando con el Hogar de Cristo en ese sentido e hicimos el nexo con la mesa que instaló el Ministro Sichel. Pero aún no se pasa a medidas concretas.
Lo segundo dice relación con el personal de Gendarmería y lo tercero, con el personal sanitario.
Entonces, solicito que, frente a la ausencia de reactivos, exista la capacidad de contar con test rápidos, que es fundamental. Se lo pido a usted, Ministro, que ha estado encabezando ese diagnóstico.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Ricardo Lagos Weber, hasta por ocho minutos.


El señor LAGOS.- Señora Presidenta, la emergencia que estamos enfrentando por la pandemia y la crisis económica están en desarrollo. El contagio aún no llega a su peak, a su punto más álgido, como estamos viendo hoy. Esperábamos que fuera antes, pero ahora vemos noticias muy alarmantes, tanto en regiones como en la Región Metropolitana.
Y la manera de enfrentar la crisis ha sido por medio de políticas públicas que han apuntado a hacerse cargo tanto del aspecto sanitario como de los impactos económicos que están generando las medidas de carácter sanitario.
En lo sanitario, lo principal es el aislamiento social. Esa es la recomendación más directa que ha habido, además de fortalecer el sistema público de salud en la forma de funcionar, en equipamiento, en personal, etcétera, y generar cierta tuición sobre las clínicas privadas. Ello refleja una mirada de conjunto, más holística, respecto del servicio de salud.
En materia económica, todo ha apuntado a un solo objetivo: establecer un puente económico entre una situación de precrisis, en que la economía venía funcionando relativamente bien, tratando de recuperarse de los bajos niveles y el impacto causado por el estallido social, y la emergencia de la pandemia, viendo cómo hacemos para sostener el tejido productivo, las relaciones laborales, la existencia de las empresas y los ingresos de las familias.
Todo el paquete de medidas, tanto del Gobierno como del Banco Central, apunta a eso.
El Banco Central bajó la tasa de interés y estableció mecanismos de liquidez a las líneas de crédito para los bancos, a fin de que estos, a su vez, puedan prestar y renegociar créditos con el sector privado.
Simultáneamente, el Ejecutivo, con recursos del Fisco, ha implementado una serie de medidas: la ley de protección del empleo para mantener los ingresos; el uso y reforzamiento del Seguro de Cesantía, poniéndole más lucas.
También se aprobó el "bono COVID-19". ¿Para qué? Para suplementar ingresos al corto plazo, agotados en un solo bono, etcétera, con toda la discusión que tuvimos al respecto.
Además, la semana pasada se envió el proyecto relativo a los trabajadores a honorarios e independientes, el cual está todavía en plena tramitación. Más allá de cómo lo vemos, está abordándose.
Y ahora estamos analizando la iniciativa sobre el ingreso familiar de emergencia.
Todo apunta a enfrentar la situación actual. La economía, aunque recuperándose, venía bien; pero hubo un frenazo a raíz de que tuvimos que aislarnos en las casas. Eso es lo que está ocurriendo. Las empresas no están quebrando por el efecto de una crisis financiera, porque hay corridas bancarias o por causa de una recesión. En realidad, se está generando una recesión inducida, producto de las medidas de carácter sanitario que ha sido necesario adoptar.
Todo este prolegómeno es para entender un proyecto como el que nos ocupa, que, desde el punto de vista de los montos, es muy alto y muy significativo. Es así y lo repito: ¡muy alto y muy significativo!
Y apunta, más que en la dirección correcta, a la vena de muchas familias que requieren este ingreso. Y este punto de vista lo compartimos.
Entonces, la pregunta es: ¿por qué se produjo este problema? Porque tenemos diferencias y creemos que esta iniciativa era perfectible y mejorable, sin salirnos del marco fiscal, sin generar complicaciones de envergadura en la perspectiva de ciertas restricciones económicas y permaneciendo dentro del mismo marco presupuestario de 2 mil millones de dólares que se dio el Presidente de la República a comienzos de abril.
En lo grueso, para sintetizar, le dijimos al Gobierno que tenemos diferencias con los criterios que aplica este proyecto, porque trata de manera desigual a familias que están en la misma situación de vulnerabilidad, por la existencia de un ingreso formal. Tenemos una discrepancia conceptual sobre esto.
Avanzamos, entonces, en otro plano. Señalamos: "¿Podemos extender el monto del primer mes a los otros dos para entregar un aporte parejo?". Se respondió que no, que costaba mucho. Nosotros pedíamos 400 millones de dólares más: subir de 800 a 1.200. Y habrían quedado recursos. Se dijo que era un exceso, que se querían guardar recursos para después.
Entendiendo ese argumento, supletoriamente planteamos una argumentación distinta: "¿Podemos hacer un mejoramiento al proyecto para que el aporte mensual en tres pagos no sea decreciente en el tiempo?". Hicimos una propuesta que costaba 130 millones de dólares adicionales.
Reitero: de un marco presupuestario de 2 mil millones de dólares, se gastan 800 millones y pedimos 130 millones más para dar un aporte parejo.
¿Y por qué el aporte parejo es importante para nosotros? No es un prurito, no es una manera de torpedear al Gobierno: ¡queremos mejorar el beneficio! Porque les estamos diciendo a los chilenos que se queden en casa. Hoy día, mientras tenemos esta conversación, toda la Región Metropolitana se va en cuarentena, ¡toda! ¿Y eso qué significa? Que los chilenos y las chilenas tienen que aislarse. Por eso le decimos al Gobierno: "Ponga recursos ahora y garantíceles a esas personas que sus ingresos no van a caer el próximo mes ni el subsiguiente".
¡Era tan evidente el esfuerzo!
Y sobre el tema fiscal -lo digo con todo respeto, señora Presidenta-, las explicaciones son pobres. ¡Y no es porque lo diga Lagos Weber! He escuchado a personas que han ejercido el cargo de ministro de Hacienda, de ministro de Economía, de presidente o consejero del Banco Central o a economistas reputados en Chile decir exactamente lo que yo estoy señalando. En realidad, yo repito lo que ellos afirman, porque tienen sapiencia en esto.
Ellos argumentan que no se descuadra ninguna caja fiscal con 130 millones de dólares. ¿Y para qué planteamos ese aporte adicional? ¡Para que el monto sea parejo y no vaya cayendo en el tiempo! Este no es un seguro de desempleo, cuyo objetivo es que el beneficio disminuya para que la gente salga a buscar pega.
Estoy pensando en Rodrigo Valdés, en José de Gregorio, en Luis Felipe Céspedes, en Andrea Repetto y en Eduardo Engel, quien escribió este domingo en la sección Economía y Negocios de El Mercurio. Se trata de gente prudente, sensata. Sí, tienen una forma de ver la vida. Pero no me van a decir que no saben. Veo pocos economistas que digan lo contrario, para ser franco.
Entonces, la pregunta es: ¿qué pasó acá? Yo lamento que haya habido un quiebre con el Gobierno. Voy a hablar del quiebre al final.
¿Qué incluye este veto? Un cambio fundamental.
Hay otro que estaba acordado desde antes. No se materializó nunca, porque no se ingresó la indicación respectiva. Me refiero a la incorporación del tramo hasta el 40 por ciento más vulnerable, del 40 al 60 por ciento. Ahora viene en el veto. Está bien. Eso, más que concedido, estaba acordado.
Pero se contempla otro mejoramiento: 260 mil adultos mayores de más de setenta años van a tener un beneficio con el que no contaban hasta el miércoles pasado.
Acá una Senadora del oficialismo habló de la mezquindad de la Oposición y dijo que lamentaba el veto. O sea, esa Senadora estaba contenta con que no beneficiáramos a 260 mil adultos mayores sobre setenta años. ¡Porque eso es lo que consiguió el veto!
¿Por qué el Gobierno no lo hizo antes? ¡Porque no tenía interés en hacerlo! ¿O descubrieron ahora a los adultos mayores de setenta años...?
¡Eso es producto del veto!
Y si tenían ganas de incorporarlos, como dijeron en la Comisión recién, habrían presentado la indicación en su oportunidad y lo habríamos discutido la semana pasada. ¡Nada de eso ocurrió!
Termino en el minuto y medio que me queda, señora Presidenta, señalando que, en lo grueso, este proyecto, más que generoso, ¡es importante! ¿Hay recursos públicos comprometidos? Sí, hartos. Pero había espacio para mejorar los montos y, sobre todo, para no echar a perder el clima que habíamos generado.
Recordemos que a este Gobierno hubo que apuntalarlo cuando modificamos la institucionalidad de Chile en noviembre y diciembre del año pasado, a raíz de las demandas del estallido social. Entonces lo ayudamos a sacar la reforma tributaria. No es la que yo quiero, pero era importante sacarla. También mejoramos la Ley de Presupuestos de una forma histórica: nunca un presupuesto entró de una manera y salió aumentado. ¡Nunca había ocurrido eso!
Y en esta etapa hemos apoyado todos los proyectos: protección del empleo, "bono COVID-19", Fogape. ¡Nada de obstruccionismo y menos en este Senado!
¿Por qué razón, entonces, ante argumentaciones sensatas y responsables, se generó este clima negativo? ¡Justo ahora cuando, más que nunca, se requiere unidad para enfrentar la crisis!
Yo no quiero estar peleando con el Gobierno, mientras los chilenos se mueren de susto, sin saber qué vamos a hacer, y los políticos nos miramos el ombligo. ¡No!
Había que discutir en su minuto, pero para que el Ejecutivo después nos diga a todos nosotros: "¿Sabe qué? Entiendo el argumento; por tanto, voy a entregar un aporte que no sea decreciente en el tiempo". Y así se da una señal de entendimiento en esto.
Nadie les va a negar recursos a los chilenos y menos cuando se trata de redistribuir plata. ¡Estaba cantado que este proyecto no iba a fracasar! La pregunta era si íbamos a poder ponernos de acuerdo.
Lamento que hayamos llegado al veto. Al final ello refleja el fracaso de una política del Gobierno, lo que tiene una sola explicación: problemas internos entre el Ejecutivo y sus bancadas.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Sandoval, hasta por tres minutos.


El señor SANDOVAL.- Señora Presidenta, hoy día estamos dando un paso en la dirección que requiere la inmensa mayoría de los chilenos, que es recibir estos apoyos. Nunca un beneficio va a ser suficiente y siempre la gente, legítimamente, va a querer ver mejorada su condición.
Uno lamenta, quizá, que se llegue a estos niveles de resolución, a través del mecanismo del veto, que, dicho sea de paso, no es primera vez que se aplica. En muchas ocasiones diferentes gobiernos han recurrido a esta medida para solucionar algunas materias.
Durante estos últimos días he tenido conversaciones con diferentes actores políticos de mi región: el alcalde de Aysén, Luis Martínez; el alcalde de Río Ibáñez, Marcelo Santana; el alcalde de Cochrane, Patricio Ulloa; el alcalde de Lago Verde, Nelson Opazo. Dialogaba en la mañana también con gente de la municipalidad de Chile Chico y con dirigentes sociales, como Néstor Miller del mundo de la pesca artesanal o Marcos Coronado de Puerto Gala.
Todos señalan lo mismo.
Nunca es suficiente y hubiésemos queridos perfeccionar muchas cosas. Desgraciadamente, como se ha dicho, lo más probable es que no sea la última vez que tengamos sentado aquí al Gobierno en la búsqueda de una solución de esta naturaleza, dada la enorme gravedad que está adquiriendo esta pandemia en nuestro país.
Seguramente, más adelante estaremos buscando algún otro mecanismo de solución para hacernos cargo de las necesidades que está enfrentando una gran mayoría de sectores de nuestra comunidad, los cuales no tienen sus ingresos asegurados, pues muchos viven del dinero que generan en el día. En mi Región de Aysén es enorme la cantidad de personas que ganan sus ingresos de esa forma.
Si bien uno puede plantear una profunda discusión respecto de los montos, no cabe duda de que este beneficio es una ayuda; más aún, cuando se han incorporado a 245 mil adultos mayores, respecto de los cuales, como bien señalaba el Senador Pizarro, se aclaró por qué se otorgará el ingreso en el segundo y tercer mes, y no en el primero. No deja de ser relevante que en este trámite se incluya a ese sector tan sensible de nuestra sociedad.
Tal como lo hicimos la vez anterior, ahora vamos a votar a favor.
Sinceramente, esperamos que la desgracia que está viviendo nuestro país a raíz de la pandemia pueda ser enfrentada de la manera más inteligente posible, para no afectar tanto a nuestra comunidad.
Por lo tanto, señora Presidenta, vamos a votar absolutamente a favor.
Muchas gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Carlos Montes, hasta por cuatro minutos.


El señor MONTES.- Señora Presidenta, la crisis sanitaria de Santiago es muy grave. Necesitamos tener humildad para reconocer los problemas y buscar respuestas que estén a la altura.
Las políticas en lo sanitario han registrado logros y también problemas serios. Para Santiago ha sido muy caro el triunfalismo. Al final nos mete en una crisis muy profundizada y extendida.
Asimismo, tenemos que asumir con humildad que varias políticas no están funcionando bien. El "bono COVID" demostró que no respondió a las necesidades; el Fogape no está funcionando como se esperaba, muchas empresas quedaron fuera y no ha sido lo masivo y automático que se dijo que iba a ser; el Seguro de Cesantía se está prestando para muchos abusos laborales.
En educación todavía no se sabe en qué estamos. Todos los días se confunde.
Los artistas y las personas ligadas a la cultura parece que no existieran.
En AFP hay 180 mil personas con cero saldo que están quedando fuera de estos beneficios.
En endeudamiento, no ha funcionado el acuerdo voluntario.
Las políticas con los municipios no han dado resultados y a los alcaldes se los ha tratado mal. Recién ahora se empieza a rehablar.
A la Oposición se la ha tratado mal, y eso queremos decirlo con fuerza. No se reconoce su aporte, no se la oye. Se la ataca diciendo que actúa con caprichos, entre otras cosas, y tratan de dividirla entre los corderos y los pumas, los colaboracionistas y los obstruccionistas.
El problema principal de este proyecto es la restricción financiera. El Partido Socialista, la Oposición, los economistas que se han mencionado, estamos convencidos de que es posible y muy necesario destinar más recursos. Es el momento más duro, más urgente. Hay que capear el virus.
Ustedes ven lo que está ocurriendo con la cuarentena ahora en Santiago: la gente tiene que comer, calentarse.
Hay que mirar la realidad también.
Y lamentamos que aquí se estén profundizando los problemas.
Hay 2 mil millones de dólares que no son nuevos. Aquí no hay problemas de responsabilidad fiscal, no hay problemas de tirar la casa. Eso es lo que ya está destinado.
Es efectivo que la crisis puede profundizarse, pero tenemos espacio fiscal para ello. Contamos con fondos soberanos, capacidad de endeudamiento, reasignaciones.
A nosotros nos preocupa mucho la situación fiscal a corto, mediano y largo plazo, y creemos que existen condiciones para enfrentar la crisis de otra manera.
Y desde ya le decimos al Gobierno: hay que diseñar la estrategia de reactivación bajo distintos supuestos.
La inversión pública es la clave. Veamos cómo. Preparemos proyectos para ese momento. Hagamos que Vivienda trabaje al máximo hoy día, vía teletrabajo, para avanzar en esos proyectos.
Además, pedimos y exigimos el plan de finanzas públicas para lo que queda del actual Gobierno. Pero no proyecto a proyecto. Queremos una visión de conjunto. Cualquier conversación para llegar a acuerdos supone tener claro ese elemento. Se requiere transparencia para saber lo que va a ocurrir de aquí a fines de este Gobierno.
¿Qué pensamos del proyecto en debate? Pensamos que el modelo es superior al del bono, tal como planteó la Oposición. Valoramos que se apoye con 830 millones de dólares a más de 1 millón 700 mil personas.
Pero el proyecto adolece de defectos graves.
La iniciativa, a nuestro juicio, contiene un procedimiento -y ojalá que lo corrijan- engorroso, lento, burocrático; va a presionar a los municipios. Tenemos la posibilidad de aplicarlo de otra manera y contamos con experiencia para ello.
El monto está bajo la línea de extrema pobreza y no va a alcanzar. Pero lo más grave es que deja a muchas familias fuera, ¡muchas familias fuera! O sea, ¡hay tres millones de personas que están por debajo del 40 por ciento de línea de la pobreza y solo se va a beneficiar a 1 millón 700 mil! ¡Se deja a más de un millón fuera! ¿Por qué?
Dentro de ese millón que se deja fuera, hay 177 mil familias dentro de las cuales viven personas que reciben una pensión por invalidez. ¿Por qué son tratados de esta manera? Y también quedan fuera otras pensiones: las de exonerados, de torturados, de alimentos.
La verdad es que resulta lamentable que se deje a todas estas personas fuera. A igual situación, igual tratamiento.
Y también muchos sectores medios están quedando al margen.
Votamos a favor en general porque creíamos que había que aprobar el proyecto.
¿Por qué nos abstenemos? Nos abstenemos porque consideramos que la iniciativa no se ha corregido, que no ha avanzado y porque el Gobierno no ha tenido disposición a dialogar.
Vamos a exigir transparencia en las finanzas públicas ahora. Vamos a exigir también que el método y la forma de aplicar este beneficio sean muy rápidos, para que se cumpla el objetivo. Y, finalmente, nos vamos a jugar y vamos a seguir peleando, día a día, para que los pensionados por invalidez y toda la gente que queda fuera pueda entrar.
Nos vamos a abstener porque creemos que es la manera de permitir que el proyecto se apruebe. Pero que sepa muy claramente el Presidente Piñera que aquí hay problemas y que se requiere humildad, diálogo y trabajo en conjunto.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Pizarro, hasta por cuatro minutos.
El señor PIZARRO.- Intervendré después, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Muy bien.
Entonces, tiene la palabra la Senadora Rincón, por cuatro minutos.


La señora RINCÓN.- Señora Presidenta, sin lugar a dudas, este proyecto ha experimentado cambios desde sus inicios hasta el día de hoy. Lo explicó de manera magistral uno de los colegas que me antecedieron en el uso de la palabra, el Senador Lagos Weber, y no voy a insistir en aquello.
Pero sigue siendo un proyecto que no alcanza, que es insuficiente.
La línea de pobreza, ya lo han dicho, es superior al monto que esta iniciativa da. Y la línea de la pobreza extrema, también.
Hoy el Gobierno les dice a millones de ciudadanos y residentes de nuestro país que, por razones de autocuidado y bien común, deben quedarse en sus casas, pero no les entrega los dineros suficientes para cumplir con ese deber y los expone a optar entre permanecer en sus hogares, para cuidarse a sí mismos, a sus familias y a su comunidad, o salir a trabajar y contagiarse. ¿Para qué salen? Para obtener los recursos que requieren para alimentarse, para conseguir medicamentos, para pagar sus cuentas de servicios básicos. Y el Gobierno tampoco ha querido apoyar el proyecto sobre esta última materia, y nos dirán después que presentamos mociones inadmisibles por inconstitucionalidad.
Entonces, pareciera más fácil y, por tanto, más barato construirle la etiqueta de irresponsabilidad a una comunidad que requiere satisfacer necesidades esenciales antes de pensar en el cumplimiento de medidas de aislamiento.
¿Es más fácil? ¿Es más barato? En un primer momento puede parecer así, pero la verdad es que será más difícil y cada vez más caro.
Más difícil, pues involucrará o significará más contagios, más muertos y el aumento de problemas relacionados con la seguridad pública.
El narco, señora Presidenta, se seguirá tomando territorios, pues se convertirá en el proveedor de las necesidades de las familias, y será entonces mucho más caro recuperar empleo, recuperar familias, recuperar territorios.
No queremos que el Gobierno nos endose después la responsabilidad deficitaria de esta decisión.
No podemos rechazar el proyecto, pues, obviamente, aunque sea poco el monto, estos recursos son importantes. Sin embargo, tampoco podemos ser cómplices de malas decisiones.
El proyecto sobre el Fogape fue una promesa para ir en ayuda de miles de pymes. Pero no ha surtido hasta ahora el efecto esperado. Más de la mitad de los créditos solicitados en el rubro gastronómico han sido rechazados. En el Maule hay muchos emprendedores que, si no han quebrado, están al borde de la quiebra.
Y la iniciativa relativa al Seguro de Cesantía, que iba a ser una ayuda a los trabajadores para que no perdieran su relación laboral, se ha convertido en otra cosa.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra, hasta por tres minutos, el Senador Guillier.


El señor GUILLIER.- Señora Presidenta, sin duda, cómo abordemos esta crisis nos va a indicar cómo va a ser Chile después de ella.
El Ministro Briones nos habló de ser responsables, y para él ser responsable es ir gastando poco a poco, pensando que hay que guardar platita para después. Es una mirada desde lo financiero.
Pero, Ministro, se nos acabó el tiempo del poco a poco, del gota a gota, porque la crisis la tenemos ahora y todos indican que las próximas semanas seguirá disparándose el número de contagios y los sistemas de salud van a quedar colapsados.
Si nosotros no tenemos a las familias protegidas en sus casas, la pandemia se va a tornar incontrolable, como ya empieza a insinuarse.
Entonces, no podemos seguir con la gotita y la gotita, a ver lo que cae.
Lo que nosotros necesitamos es una política seria, con una apuesta consistente, que ayude de verdad a las familias, porque la pandemia llegó a los hogares más pobres del país, llegó al Chile real, al Chile de la mayoría, que si no trabaja, no come.
Las medidas de aislamiento y cuarentena, si no consideran un apoyo efectivo, van a ser inútiles. Y mientras más tiempo pase y mayor sea el contagio, más grande será el problema y más costos financieros va a acarrear. Incluso, hay una mínima racionalidad económica que pareciera no advertirse.
Y nadie está pidiendo lo imposible. Estamos dentro de los marcos que el propio Gobierno prometió al país.
¿Qué son los discursos del Presidente de la República entonces cuando anuncia, entre bombos y platillos, 2 mil millones de dólares y después, cuando llega la hora de los quiubos, ningún proyecto es lo que se prometió previamente? ¡Ninguno está dando los resultados que se plantearon!
Acá se les señalaron al Presidente y a sus Ministros esas limitaciones, y no se escuchó. Y se acabó el tiempo de la mezquindad, ¡sí!, pero de la mezquindad con la gente más vulnerable de Chile, porque esto se está transformando en una nueva precariedad.
¡Digamos las cosas como son!
¿Quién puede expresar aquí con sinceridad, en lo público y en lo privado, que tiene la clara sensación de que no se está haciendo todo lo posible, que en esto hay una mirada más mercantil que de salud pública?
De hecho, se acaba de informar que el Banco Central ha solicitado más de 24 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional. ¡Lo hace el Banco Central, que trabaja en el mercado financiero, en la política monetaria, y no lo hace el Ministerio de Hacienda, en que habría ido, dando la señal, al gasto social! ¡Está claro! Esto es un diseño, no es una improvisación; esto no son simplemente cifras. Acá hay un diseño en que claramente la política económica está sobre la salud de los chilenos.
Esto lo considero el más profundo error, porque se volverá en contra de todo el país y ello lo van a pagar los más vulnerables. Pero, en definitiva, si se extiende, lo terminarán pagando todos los chilenos.
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La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Insulza, por un tema de reglamento.
El señor INSULZA.- Señora Presidenta, muchas gracias. No sé si se me escucha, en realidad.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Lo escucho bien.
El señor INSULZA.- Pido autorización para que sesione en paralelo con la Sala la Comisión Especial de Zonas Extremas. Tenemos citadas a la Subsecretaria de Salud y a la Subsecretaria de Telecomunicaciones.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- ¿Habría acuerdo para otorgar la autorización?
Acordado.
El señor INSULZA.- La sesión es a partir de las cuatro de la tarde.
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La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador José García, hasta por seis minutos.


El señor GARCÍA.- Señora Presidenta, Honorable Sala, hemos escuchado una serie de calificativos para referirse a este proyecto de ley que concede un ingreso familiar de emergencia y también a las observaciones que ha formulado Su Excelencia el Presidente de la República.
Se ha dicho que esta iniciativa es mezquina, insuficiente, que no va a permitir que los trabajadores permanezcan en sus domicilios haciendo la cuarentena que corresponde, en fin.
Señora Presidenta, quiero ilustrar a la Sala nuevamente en el sentido de que, por supuesto, todos quisiéramos más, todos quisiéramos que estos bonos consideraran un monto superior, pero esto debemos ubicarlo en el contexto en que se realiza.
De acuerdo con el último informe de finanzas públicas, tenemos un déficit de 8 puntos del producto interno bruto. Este es el mayor déficit en cuarenta y siete años, ¡el mayor déficit fiscal en cuarenta y siete años!
Entonces, por supuesto que el Fisco tiene restricciones. Los ingresos tributarios, fruto de la situación que estamos viviendo y de la actividad económica tan tan decaída, están cayendo fuertemente.
Por consiguiente, si bien se ha hecho un esfuerzo a través de la disminución o de recortes presupuestarios para poder juntar estos 2 mil millones de dólares y crear el fondo, no es menos cierto que igual hay que juntar la plata, y en circunstancias que son particularmente difíciles, porque -reitero- la actividad económica está muy muy decaída. Y, además, los anuncios que se hacen para la actividad del mes abril -que ya pasó- y del mes de mayo indican que se sufrirán caídas todavía mucho mucho más fuertes respecto de lo que fue la caída de la actividad económica durante el mes de marzo.
Entonces, debemos tener en cuenta las restricciones fiscales. Y en medio de ellas se están destinando 830 millones de dólares a este ingreso familiar de emergencia.
Se ha señalado aquí: "Muchos economistas dicen que se puede gastar más". Nosotros escuchamos a varios economistas en la Comisión de Hacienda, y también hubo varios que sostuvieron: "Es prudente que no se gasten de una sola vez los 2 mil millones de dólares establecidos en el fondo". Y es prudente ante la incertidumbre, ante el hecho de que no sabemos cuánto va a durar esta coyuntura y no sabemos cuánto más va a seguir cayendo la economía.
Por lo tanto, siento que el Gobierno está haciendo las cosas con la seriedad y con la responsabilidad que amerita la grave situación que estamos atravesando.
En cuanto a las observaciones del Presidente de la República, se aclara muy sustantivamente el rol que va a jugar el indicador socioeconómico de emergencia. ¿Y por qué pienso que esto es muy importante? Porque la creación de este indicador permitirá que aquellas familias que estaban por sobre el 60 por ciento más vulnerable (en el 65, en el 70, en el 80, hasta en el 90 por ciento más vulnerable, de acuerdo con el Registro Social de Hogares) soliciten una revisión de su situación, y en la medida que se justifique, tengan acceso a estos bonos.
Por eso se está incorporando, incluso, una norma especial según la cual no se van a considerar hasta tres vehículos de trabajo, de manera de que transportistas escolares, taxistas, personas que trabajan sus colectivos, pescadores artesanales, no obstante poseer vehículos de trabajo, puedan postular a este ingreso familiar de emergencia.
Como bien se ha dicho, también se están incorporando 260 mil adultos mayores de más de setenta años, a quienes se les va a entregar el valor equivalente al mes de junio y julio, la segunda y la tercera cuota.
Señor Presidente, el tema de los adultos mayores lo hicimos presente durante toda la tramitación del proyecto en la Comisión de Hacienda. Señalábamos que era importante que ellos también pudieran acceder a este beneficio. Y el Gobierno los está incorporando.
Por todas estas razones, señor Presidente, valorando el esfuerzo fiscal que se está haciendo y teniendo presente que seguramente habrá que implementar nuevas medidas, nuevos apoyos en los próximos meses, por supuesto que los Senadores de Renovación Nacional anunciamos nuestro voto favorable.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Juan Pablo Letelier, por dos minutos.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, bajan los aportes mes a mes, como si fuera posible que las personas estuviesen buscando trabajo. En esto se configura un principio equívoco respecto a lo que es una bonificación en tiempos de pandemia, pues la gente no va a ir a buscar trabajo y, en consecuencia, no necesitan ese incentivo.
En segundo lugar, estamos debajo de la línea de pobreza. Como hemos dicho, hay espacio fiscal para hacer más.
Además, existen muchas dudas sobre a quiénes va a beneficiar esto. Me gustaría saber: ¿van a estar las temporeras y los temporeros dentro del ingreso familiar de emergencia? Trabajan en una parte del año, cuando usan el Seguro de Cesantía les tocan unos miserables 65 mil pesos, un solo pago, pero formalmente son dependientes. Todo esto dependerá de si se activa el indicador socioeconómico de emergencia en forma adecuada.
Planteamos el tema de los transportistas, porque nos preocupa el transporte escolar, nos preocupan los choferes. Y ojalá ese famoso indicador de emergencia permita incorporar más familias.
Asimismo, tenemos inquietud -y disculpen si molesta el concepto- por la letra chica. No sabemos cómo se van a cruzar, con qué datos se van a cruzar. Las temporeras y los temporeros pasarán hambre este año. Tuvieron un mes azul horrible ya en otras épocas. Y esto será aún peor con la sequía que hubo.
Queremos asegurar una mayor cobertura respecto de estos ingresos, que a nuestro juicio son pocos, debajo del nivel de pobreza, y que van a declinar mes a mes.
¡Esa ha sido nuestra preocupación!
Nuestra mayor inquietud es que, de los 17,5 mil millones de dólares, mil millones de dólares se van a destinar a la gente como ayuda directa, es decir, apenas el 5,7 por ciento de los recursos llegan a las familias de trabajo.
¡Nos parece poco!
Señor Ministro, mil millones de 17 mil millones son insuficientes para la gente de trabajo.
¡Aquí hay mucha plata para los bancos y poca para las personas!
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Durana.


El señor DURANA.- Señor Presidente, las modificaciones introducidas por el Ejecutivo mejoran y optimizan sustancialmente el proyecto de ley que concede un ingreso familiar de emergencia, el cual -valga la redundancia-, dada la emergencia, cada día adquiere mayor relevancia en cuanto a su aprobación. Este veto presidencial es la única posibilidad para proporcionar una ayuda económica de emergencia a la población más necesitada.
Esta iniciativa forma parte del plan de emergencia económica, que considera múltiples beneficios para personas y también para trabajadores dependientes, independientes y empresas, inspirados en principios de focalización y flexibilidad, pensando en lo que pueda pasar en un futuro cercano, porque obviamente el COVID-19 no genera certezas de qué ocurrirá en nuestras vidas.
De esta forma, una familia compuesta por una pareja sola, cuatro personas o más sin ningún ingreso formal y que pertenezcan al 60 por ciento de la población de mayor vulnerabilidad recibirán beneficios económicos que hoy día resultan simplemente vitales.
Es muy relevante que se haya incorporado en este beneficio a los hogares que se encuentran integrados por adultos mayores de 70 años. ¡Son muchos! E incluso es necesario que reciban, no solo dentro de la pensión básica solidaria de vejez, una atención preferente del Senama, pues de esa forma estarán percibiendo no solo el ingreso familiar de emergencia, sino además una suerte de bono de invierno extendido.
Lamentablemente, se ha omitido a un sector de nuestra población extremadamente vulnerable, como el de las personas con discapacidad que reciben una pensión básica solidaria, y, más aún, que viven solos, porque entiendo que no fueron incorporados en el "bono COVID-19" y tampoco en el bono de invierno.
Reponer el mecanismo del Indicador Socioeconómico de Emergencia, conforme al cual se especifica el monto del beneficio y el número de integrantes que componen el hogar, es un elemento fundamental, porque es la forma más directa para llegar a quienes hoy lo están pasando muy mal y permitir que el beneficio sea accesible a todas aquellas familias que viven principalmente en condiciones de informalidad y que se han visto afectadas en especial en estos últimos tres meses producto de la propagación del coronavirus.
Por último, señor Presidente, creemos que en contextos de emergencia la dignidad no puede... (falla de audio en transmisión telemática)... en consideración a los montos, ni menos cuando existen muestras de sobra de que el Presidente Piñera y su Gobierno están realizando un esfuerzo de enormes proporciones.
Dilatar la discusión en el contexto de emergencia representa días o incluso semanas de retraso en la entrega del beneficio, lo que para un importante número de familias es muy dañino tanto en su planificación como para su vida.
¡En tiempos de emergencia, la celeridad también es dignidad!
Anuncio mi voto a favor, señor Presidente.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quintana, hasta por tres minutos.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, esta mañana, apenas el Gobierno anunció la cuarentena total para las treinta y dos comunas de la provincia de Santiago y algunas comunas cercanas, escuché a la ex Senadora y ahora Alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, haciendo un llamado al Congreso a no seguir demorando la entrega de este beneficio.
De otro lado, oí recién a un Senador de Chile Vamos destacando aquellas cuestiones que se incorporaron en el veto gracias a que hubo Senadores de la Oposición que nos abstuvimos la semana... (falla de audio en transmisión telemática)... decir claramente: ¡esto mejoró!
Aquí no hay ningún capricho de la Oposición acerca de este tema. Lo explicó muy bien el Senador Lagos Weber: podemos tener algunas diferencias de conceptos. Evidentemente, nuestra aprensión de fondo es que el monto del aporte nos acerca a la línea de la pobreza y, además, es decreciente. Pero acá no estamos hablando de capricho ideológico alguno.
Capricho ideológico, señor Presidente, es lo que está ocurriendo en el Ministerio de Educación. Ayer hubo un momento complejo, al igual que hoy, en cuanto al manejo de la pandemia, pues se anuncia nada menos que la aplicación del Simce.
Bueno, será otro el momento para investigar qué hay detrás, cuáles son los verdaderos intereses de tal decisión.
Claramente, todos los especialistas en educación nos han dicho en la Comisión que es completamente desaconsejable realizar una prueba estandarizada durante este año, particularmente una que genera tanto estrés y tensión al sistema.
Hay sectores que no están escuchando a nadie en lo que respecta al manejo de esta emergencia, y ese es un error. Yo no me canso de decirlo: vivimos un momento de crisis de confianza muy severa, y, por lo tanto, las decisiones de la autoridad deben estar acompañadas de la mayor legitimidad posible.
Hay que escuchar al Parlamento.
Aquí no se quiso oír al Congreso, a la misma Oposición que aprobó el "bono COVID", que aprobó el aumento de capital al Fogape, que aprobó lo tocante a la protección del empleo, más allá de los problemas que han surgido.
Acá también habrá más dificultades, porque hay sectores -varios colegas lo han planteado- que han quedado fuera, marginados, excluidos, nada menos... (falla de audio en transmisión telemática)... física permanente han quedado fuera de esto.
Entonces,... (falla de audio en transmisión telemática)... esta es de las medidas más importantes.
Cuando comenzó esta pandemia, todos los economistas, transversalmente, señalaron de manera clara que el esfuerzo que se debía hacer era de transferencias monetarias. Y precisamente para que sea eficaz la medida que la autoridad sanitaria adopta hoy a fin de que las personas se queden en sus casas se precisa este tipo de incentivos. Ello, para que la gente, que tampoco está saliendo por capricho a la calle, permanezca en sus hogares.
Porque cuando el Gobierno tiene que dar malas noticias, como las de esta mañana, que hablan de que se registraron 2.660 nuevos contagiados, hace un ejercicio de reconvención a la ciudadanía, de retar a las personas. O sea, cuando la situación se sale de control es porque la gente no obedece.
El problema se produce, señor Presidente, cuando las señales que da la autoridad sanitaria son confusas.
En este momento no hay margen... (falla de audio en transmisión telemática)... que la "nueva normalidad", que el "carnet COVID" y todas esas cosas, en fin. Al respecto, debo señalar que hace un mes los países europeos desecharon la idea del carnet COVID, porque claramente significaba una discriminación, e incluso había un cuestionamiento de carácter ético.
Por consiguiente, este no es momento para cometer más errores, sino para escucharnos más, lo que no ocurrió en esta iniciativa.
Vamos a aprobar estas observaciones. Creo que votarlas en contra, más allá de que se trata de un proyecto mezquino, sería una pequeñez, porque esto se requiere justamente para que las medidas adoptadas sean eficaces.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Carlos Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, uno entiende que una de las formas más eficaces para evitar mayores contagios, para que no aumenten las cifras que hemos conocido hoy día en nuestro país, tremendamente alarmantes, es quedarse en casa y extremar los cuidados de higiene.
Por eso, desde un comienzo -tal como en su momento lo dijo la Senadora Isabel Allende- pedimos una renta básica que efectivamente les permitiera a las personas quedarse en sus hogares, con el resguardo del Estado que les asegurara su subsistencia en los meses que vienen por delante.
¿Qué dijo el Presidente de la República? Que pondría 2 mil millones de dólares a disposición para este ingreso familiar de emergencia. ¿Cuánto colocó? Solo 800 millones. Dejó de poner 1.200 millones de dólares.
¿Qué dicen los Ministros y el Gobierno? Que los recursos hay que traspasarlos de a poco; que lo más probable es que haya una extensión de la situación crítica que estamos enfrentando como país, por lo que debe quedar una reserva.
¡Pero si el problema lo tenemos hoy día, señor Presidente! ¡La urgencia es ahora, en este instante!
¿Qué hace el Ejecutivo? Va a otorgar 65 mil pesos el primer mes; 55 mil el segundo, y 45 mil el tercero, esto es, el beneficio irá decreciendo de manera progresiva, cuestión que tampoco se entiende.
Lo bueno que se logra acá, luego de la discusión de hoy, es que se permite que adultos mayores que perciben la pensión básica solidaria de vejez puedan obtener dos beneficios por dos meses.
Entonces, el Gobierno señala: "Como reciben el bono de invierno, a los adultos mayores de 70 años beneficiarios de la pensión básica solidaria de vejez se les entregará un aporte de 55 mil el primer mes y el segundo uno de 45 mil pesos".
Señor Presidente, la gente está pasando hambre; la gente siente angustia; la gente tiene miedo; la gente está viviendo en una condición de sobrevivencia al límite. Y, por lo que vemos en las cifras, esto aún puede ser peor.
Por eso, cuando el Presidente comprometió tal cantidad de millones de dólares algunos le creímos; otros, no, y hoy día ha quedado demostrado que esto se va entregando de a poco.
A mí me da la sensación de que aquí es como si un gerente general ve a una empresa y de a poco les entrega recursos a sus trabajadores para mantenerla en pie.
Estas son platas de todos los chilenos; estas son platas de todas las chilenas, y hoy día existe una necesidad urgente de chilenos y chilenas que están viviendo una situación de total gravedad.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma, hasta por cinco minutos.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, esta es la política pública más grande de la historia de Chile en materia de transferencias directas frente a una emergencia. No la segunda, ni la tercera: ¡es lejos la más grande; cuatro veces mayor que la que tuvimos con motivo de la crisis subprime!
Además, esta es la política pública más grande que ha generado nuestro país ante una emergencia: hasta ahora, más de 17.500 millones de dólares.
Sin embargo, sobre el particular, he oído un par de comentarios que no puedo dejar pasar.
Primero, algunos con una libertad de mente sorprendente y con una suerte de sentimiento de ser los catones modernos piensan que tienen el derecho a decir que todos son insensibles, que en esta iniciativa hay insensibilidad. ¡Por favor! Frente a un drama ciudadano, humano, permanente que ha mantenido a todos en vilo durante los últimos días, hemos visto a un Gobierno que ha trabajado al máximo y que ha generado además un esfuerzo económico que no tiene precedentes... (falla de audio en transmisión telemática)... hoy día, simplemente es "insensibilidad", me parece que es no comprender la situación y entrar en una lógica ideológica antigua completamente insensata.
Yo lamento lo que he oído, porque... (falla de audio en transmisión telemática)... perfectamente razonable; las que he escuchado... (falla de audio en transmisión telemática)... categoría moral, como si aquí se tratara de los buenos y los malos, y que algunos estuvieran sentados en el Olimpo mirando a la distancia cómo otros cometen errores. ¡No! Aquí hay un esfuerzo gigantesco que a mi juico es compatible con las necesidades de nuestro país.
Segundo, he oído una crítica con respecto a la actitud del Gobierno en cuanto a negociar.
Señor Presidente, si hay algo que este Ministro de Hacienda ha hecho es negociar. En todos los proyectos que han pasado por el Parlamento, como los relativos al "bono COVID-19"; al Fogape; al Subsidio de Cesantía; a la incorporación de trabajadores que emiten boletas de honorarios a regímenes de protección social, en cada uno de estos temas se ha tratado de sacar lo mejor, sin perjuicio de lo cual, cada vez que se negocia la Oposición dice: "Gracias a nosotros logramos esto o aquello".
Ahora que existe convicción en el sentido de que hay un límite en materia de gasto y que no se pueden hacer concesiones mayores que las que se plantean, a pesar de todo, curiosamente se señala: "Es que no querían ayudar a los adultos mayores; pero gracias a nosotros eso se está haciendo".
Entonces, no dan muchas ganas de establecer escenarios de entendimiento con ese tipo de respuestas. Pero la cuestión de fondo es la convicción de que esta crisis no puede abordarse en forma responsable como si todo terminara hoy día, que es lo que algunos sugieren,
¡Que levante la mano el que crea que todo finaliza hoy! ¡Que la levante!
Sabemos por lo datos que no es así, que esta situación va creciendo, que va aumentando, que es dramática. Por tanto, hacen bien el Presidente de la República, el Ministro de Hacienda y el Ministro de Desarrollo Social cuando dicen: "Hagamos un gran esfuerzo en transferencias directas, pero tengamos algún espacio mínimo para afrontar lo que viene después".
¿Cuándo termina esto? ¿Quién sabe cuándo acaba esta crisis? ¡Nadie! Por consiguiente, lo razonable, como los dineros no son eternos, es buscar los escenarios de cuidado fiscal para que, si esto sigue aumentando, no quedemos en descampado o en la nada, como sugeriría el hecho de botar la casa por la ventana ahora sin creer que el futuro puede ser más complicado.
Entonces, señor Presidente, yo le puse harto empeño, harta alma; conversamos el punto con los Senadores de la Comisión de Hacienda. Y hay una reflexión que encuentro válida, que es preguntarse por qué estos subsidios de alguna manera van disminuyendo de forma gradual.
La explicación que se dio me pareció que se podía revisar para el futuro. Ahora está resuelta. Los expertos decían que el primer aporte, la primera ayuda tenía que ser más grande que la restante, como una forma de generar claramente una visión asistencial en cuanto a la ayuda que el Estado podía entregar.
Dijeron aquello los técnicos. Claro, esto es factible de revisar: pudo haber sido un aporte parejo, que se otorgara una cantidad equidistante, en fin.
Esa es una legítima crítica.
Señor Presidente, en verdad, frente a lo que viene, llamo a tener una actitud un poquito más elevada, en el sentido de que aquí no están los buenos y los malos. Chile y el resto de las naciones del mundo están sufriendo; estamos pasando momentos dramáticos. Gracias a Dios, y agradezco mucho a quienes se hallan enfrente, durante las últimas décadas hemos tenido una política fiscal razonable que nos ha permitido efectuar un trabajo grande hoy.
Pero no nos equivoquemos: estamos haciendo un gigantesco esfuerzo conforme a todo lo que puede nuestro país. Y no digamos que estamos siendo mezquinos, insensibles; que no sabemos; que no entendemos, porque no es así. Aquí se está haciendo una gran labor. De modo que espero que estas observaciones finalmente se aprueben y que estos 4 millones 500 mil ciudadanos, a los que eventualmente les podría llegar este beneficio, sientan que el Parlamento, pero sobre todo la institucionalidad, el Gobierno y los Ministros, están haciendo un máximo esfuerzo para enfrentar esta pandemia, que nos ha marcado a todos para toda la vida.
He dicho.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Latorre, hasta por tres minutos.


El señor LATORRE.- Señor Presidente, el llamado a la "nueva normalidad" fue un error, y hoy lo volvemos a reafirmar. Con el Alcalde Lavín haciendo inauguraciones o reabriendo el Apumanque; con llamados a tomar cafecitos; con la circular para que los funcionarios públicos volvieran a sus lugares de trabajo; con la idea de retornar a las escuelas, toda esa lógica de hace algunas semanas con que el Gobierno, en cadena nacional y todo, hablaba de la "nueva normalidad", ha demostrado estar equivocada y ha sido un fracaso.
El desafío que hoy tiene el Gobierno es enmendar el camino y trabajar en conjunto con la comunidad médica; con la comunidad científica; con las organizaciones sociales y de la sociedad civil; con los sindicatos, con los alcaldes y con los parlamentarios. Todos son importantes y pueden aportar a fin de superar esta pandemia.
Estamos disponibles para un acuerdo nacional que tenga como objetivo contener el virus. No es momento de buscar responsables o de achacar culpas, sino de actuar con decisión y responsabilidad. Ese paso implica que el Gobierno entienda que se necesita una política de Estado y que debe operar con todos los actores sociales y políticos que puedan ayudar a salir adelante en esta crisis.
Lo hemos dicho desde la Oposición; lo han señalado distintos foros de economistas, diferentes organizaciones de la sociedad civil, disímiles voces: el beneficio que se está ofreciendo hoy día, que se halla por debajo de la línea de la extrema pobreza y que además va decreciendo en tres meses, es insuficiente, es mezquino. Sin embargo, el Gobierno se mantiene en una actitud intransigente y soberbia.
Es ahora cuando necesitamos gastar los recursos disponibles que se anunciaron hace un tiempo, estos 2 mil millones de dólares; es ahora cuando se necesita decirle a la ciudadanía que se quede en la casa y que cuide su salud, porque además vienen los meses más críticos, se aproxima el invierno; es ahora cuando las familias necesitan certidumbres, sobre todo aquellas que viven de la economía informal, a veces de una boleta de honorarios temporal o por cuenta propia.
Todo ese universo de personas precisa certezas ahora, no más adelante: ¡ahora!
Si el Gobierno no quiere oír a la Oposición, que al menos escuche otras voces. Lo han dicho la Comunidad Organizaciones Solidarias, y un conjunto de organizaciones de la sociedad civil igualmente lo vienen planteando: el monto es insuficiente; el universo también, pues queda gente excluida; el mecanismo decreciente no sirve.
Por último, ha señalado aquello también la Cepal, y con un horizonte político que mi juicio la Oposición tiene que escuchar con mucha atención: "Construir el Estado de bienestar y sistemas de protección social universal es clave para evitar otra década perdida. Un elemento central en la construcción de un Estado de bienestar es el derecho a la salud. Superar la actual fragmentación, jerarquización y mercantilización de los sistemas de salud"...
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Gracias, señor Senador.
Solicito autorización de la Sala para que pase a reemplazarme en la testera en unos momentos más la Senadora Ximena Rincón, mientras me ausento para atender unos asuntos.
Acordado.
--Se autoriza a la Senadora señora Rincón para que pase a presidir la sesión, en calidad de Presidenta accidental, en unos momentos más.
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Pedro Araya, hasta por dos minutos.


El señor ARAYA.- Señor Presidente, somos todos conscientes de que muchos chilenos necesitan esta ayuda; pero hay que decir que el Gobierno ha sido inflexible y no ha querido escuchar.
Ha faltado diálogo para hacerse cargo de lo que hemos planteado muchos Senadores de la Oposición: los instrumentos que el Ejecutivo está entregando para enfrentar la pandemia no sirven. Hemos visto que el Fogape no está llegando a las pequeñas empresas. La semana pasada el representante de una importante empresa a nivel nacional decía que todavía no ha podido tener los créditos del Fogape. Si eso ocurre con una gran empresa, imagínense lo que está pasando con las pymes.
Tengo cientos de correos, miles de mensajes que le podría reenviar al Ministro Briones para decirle que esta ayuda no le va a llegar a la gente. Y son personas que hoy día, con el criterio que utiliza este Gobierno, no van a calificar para... (falla de audio en transmisión telemática)... cómo se aborda este instrumento.
Entiendo que este es el último trámite. Hubiese esperado que el Gobierno se hubiera abierto a una mayor flexibilidad respecto de quiénes podrán acceder al beneficio.
Segundo, comparto lo que se ha dicho por varios colegas: no podemos pedirle a la gente que se quede en la casa si no tiene una renta mínima que le permita cubrir necesidades básicas.
Y este criterio de ir con un monto decreciente claramente va en sentido contrario, porque será un incentivo para que la gente salga de sus casas a buscar la manera de ganarse el sustento.
Espero que el Gobierno entienda que esto debe tener una mirada más global, y enfrentar la crisis como corresponde; no podemos seguir con entrega de información a medias, con entrega de instrumentos cada cierto tiempo, cuando no hay una mirada global.
Lo que quiso instalar el Gobierno con la "nueva normalidad" fue un verdadero fracaso, y hoy día estamos viendo las consecuencias. Está a punto de ingresar a cuarentena buena parte del país, con mucha incertidumbre respecto de cómo van a abordar...
La señora RINCÓN (Presidenta accidental).- Se cumplió el tiempo, Senador Araya.
Tiene la palabra el Senador Jorge Pizarro, por cuatro minutos.


El señor PIZARRO.- Gracias, Presidenta.
Lo primero que quiero manifestar y ratificar es que con este veto el Gobierno comete un grave error, porque va en contra de la propia estrategia sanitaria que ha implementado para luchar contra el coronavirus.
Digo que es un grave error porque insiste, salvo dos cambios que recoge del debate, en reponer un monto insuficiente de 65 mil pesos por persona, y también en establecer el mecanismo en que el primer mes se da esa cantidad; el segundo, 55; el tercero, 45.
Creo que ese es el peor de los incentivos perversos, que van en contra de la estrategia sanitaria que ha implementado el Gobierno, y que hoy día se ha visto agravada por los anuncios hechos por el señor Ministro Mañalich.
¿Por qué es un incentivo perverso, Presidenta? Por una razón muy sencilla: porque si a una familia se le da un mes una cantidad, y al mes siguiente se le dice que se le va a disminuir, el incentivo es a salir a buscar ingresos. Y salir a la calle a buscar ingresos significa exponer su salud, exponer a su familia y exponer al resto de los chilenos.
Sigue siendo insuficiente el monto, y mezquino -a algunos no les gusta ese calificativo-, porque es inferior a la línea de pobreza extrema, cualquiera sea el tamaño del hogar. Sigue castigando a los hogares si alguno de sus integrantes tiene ingresos formales como empleos a tiempo parcial o contrato a honorarios.
La transparencia de cómo se va a implementar el índice socioeconómico de emergencia es algo que va a ser decisivo a la hora de definir qué hogares acceden al beneficio o no. Ojalá pueda funcionar.
Quiero decir también, brevemente, que estamos hablando de un proyecto de ley en el cual con suerte, por los problemas de implementación que tendrá, a la gente le van a empezar a llegar los recursos en junio, julio y agosto.
Tenemos la obligación, por decirlo así, de facilitar la aprobación de este proyecto, pero en el debate de la Comisión de Hacienda la expresión de las abstenciones que hicimos -son más que los votos a favor- refleja, no solo la molestia que podamos tener porque no se escuchó ninguno de los argumentos nuestros (a pesar de que algunas cosas se recogieron, pero no fue aceptado como tal), sino que también se rompe una posibilidad de diálogo, de búsqueda de acuerdos para enfrentar los desafíos que vienen, que son mucho mayores.
Un Senador oficialista recién decía que esto es lo más grande que se ha hecho nunca en la historia de Chile. ¡Nunca en la historia de Chile hemos tenido una pandemia como la que tenemos ahora! ¡Nunca los chilenos han estado en un nivel de debilidad, de vulnerabilidad de salud como están ahora! Por lo tanto, no puedo comparar esta crisis con lo que fue una crisis financiera. Esta es una crisis, primero, por la vida. Segundo, es una crisis social. Tercero, es una crisis de la economía. ¿Son complementarias? Sí.
Para superar esto se requiere un acuerdo de todos, y no la imposición; no el ganar perdiendo, como hace el Gobierno con este proyecto. ¿Por qué "ganan perdiendo"? Porque pueden imponer su criterio hoy día, pero el día de mañana, para todas las otras políticas que se necesiten implementar, van a requerir de nuestro acuerdo: para salvar a las grandes empresas; para modificar la Ley del Banco Central; para establecer una reactivación de la economía; para los proyectos de inversión pública.
Necesitan acuerdos amplios y, además, un pacto social. Esta iniciativa no va en esa línea.
La señora RINCÓN (Presidenta accidental).- Tiene la palabra el Senador Rabindranath Quinteros, por cinco minutos.


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidenta.
A pesar de que el Gobierno comprometió un fondo de 2 mil millones de dólares para ir en auxilio de los sectores más afectados por la crisis, el Ministro de Hacienda nos hizo saber públicamente que para este proyecto de Ingreso Familiar de Emergencia solo existía una disponibilidad de recursos fiscales de 802 millones de dólares, que ahora se aumentan en 30 millones.
"El gasto fiscal está al límite", nos dijo el señor Ministro. Y no es posible aumentar las exiguas ayudas establecidas en este proyecto.
La Oposición ha llamado una y otra vez al diálogo. Sin embargo, a través del veto presidencial, se insiste en esta mirada restrictiva, que trata de vestirse como responsable, pero que no lo es, porque condena a millones de chilenos a salir a buscar el sustento diario a la calle, haciendo ineficaz las medidas de cuarentena, cuando las cifras de contagio han alcanzado un nuevo récord, cuando más se necesita un cumplimiento estricto de las medidas sanitarias.
La crisis ha hecho evidente, como ha dicho el rector de la Universidad de Chile, que una gran masa de personas depende de los recursos que consiguen en el día para poder comer en la noche. Estas personas no pueden pagar la luz, el agua, el arriendo y la comida con 2 mil pesos diarios, que además irán decreciendo.
¡No! ¡Esto no es posible! Deberán seguir saliendo de sus casas.
Pero estos montos que impone el Gobierno no solo atentan contra el objetivo sanitario; también son ineficaces desde el punto de vista económico. Cada peso que se deja de gastar hoy deberá gastarse el doble o el triple más adelante, porque la crisis será más larga y más profunda.
Parece que el Gobierno no ha tomado nota de la gravedad de la crisis y ha enfrentado esta discusión del ingreso de emergencia como una negociación salarial, pero no estamos negociando mejoramientos. Estamos definiendo el monto mínimo que requiere una persona para sobrevivir. ¡De eso estamos hablando: de la más grave crisis económica en un siglo o más, que arrastrará a millones de personas a la pobreza!
Algunas cifras.
El INE nos informa que en marzo de este año el índice de actividad del comercio al por menor anotó una caída mensual de 14,3 por ciento, y una baja de 14,1 por ciento en doce meses.
Según da a conocer el gremio inmobiliario, las promesas de compra de casas y departamentos han caído casi un 50 por ciento en doce meses, y se espera que esa caída se profundice, lo que se ha traducido en cien mil nuevos cesantes entre los trabajadores de la construcción.
La Superintendencia de Pensiones informa que al 8 de este mes se han presentado más de 550 mil solicitudes COVID-19 al Fondo de Cesantía.
Ante este dramático escenario, resulta incomprensible que el Gobierno no se haga cargo de la angustiosa situación de nuestros compatriotas y no acuda en su apoyo con los recursos con que cuenta.
No es tolerable que se les regateen ayudas que no alcanzan siquiera la línea de pobreza, porque es falso que el gasto está al límite. El país tiene recursos a los que puede echar mano sin "tirar la casa por la ventana", como engañosamente se busca desvirtuar desde el Gobierno.
En efecto, la deuda pública chilena es del 28 por ciento del PIB, una de las más bajas de la OCDE, donde el promedio de deuda sobre el PIB es del orden de 84 por ciento. También es de las menores entre los países latinoamericanos, cuyo promedio está en torno al 50 por ciento.
Hay, entonces, un amplio espacio para que Chile se endeude en el exterior. Por ejemplo, subir el 5 por ciento en la relación deuda a PIB permite obtener más de 13.300 millones de dólares, y llevar la deuda chilena a la mitad del promedio de la OCDE, es decir, a 24 por ciento del PIB, permitiría obtener 37 mil millones de dólares.
Además, Chile tiene importantes recursos en los fondos soberanos. Según el reporte de Activos Consolidados de la Diprés, al 31 de marzo de este año el Fisco tiene 32.595 millones de dólares en estos fondos.
En el Fondo de Estabilización Económica y Social hay 12.334 millones de dólares.
En el Fondo para Gastos de Defensa se estima que se guardan otros 4.500 millones de dólares.
Ayer nos informamos de que el Banco Central ha solicitado al Fondo Monetario Internacional una línea de crédito flexible de dos años, por un monto de más de 23 mil millones de dólares, para aumentar la disponibilidad de liquidez internacional. Paradojalmente, la autoridad monetaria está mostrando una actitud más comprensiva y expansiva que la autoridad fiscal.
Entonces, no hay duda alguna:nuestro país tiene recursos para enfrentar esta crisis y aliviar a las familias en esta penosa circunstancia, sin dejar a más de un millón de compatriotas en la indefensión. Siguen quedando excluidos de todo tipo de apoyo los pescadores, los algueros, los colectiveros e independientes que no califican según los requisitos de este proyecto. La iniciativa para trabajadores a honorarios que se está presentando es un chiste.
La actitud mostrada por el Gobierno no solo puede responder a un dogmatismo extremo. Nos habla de un Gobierno sordo que no solo no escucha a la Oposición, sino que tampoco oye a la población.
Espero que nuestra abstención en este proyecto sirva como una nueva señal, una más, de nuestra disposición al diálogo, porque estamos convencidos de que sin unidad ni este país ni ningún otro podrá superar los efectos de esta grave crisis mundial.
He dicho.
La señora RINCÓN (Presidenta accidental).- Vamos a abrir la votación.
Entiendo que el acuerdo es hacer dos votaciones. Me corrige el Senador Pizarro si no es así.
En votación las observaciones de Su Excelencia el Presidente de la República.
--(Durante la votación).
La señora RINCÓN (Presidenta accidental).- Pido hacer sonar los timbres.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Vamos a consultar por la opción de voto de las señoras Senadoras y los señores Senadores que se encuentran participando en forma remota.
Senadora señora Allende, ¿cómo vota?
La señora ALLENDE.- Abstención, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senadora señora Aravena, ¿cómo vota?
La señora ARAVENA.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Araya, ¿cómo vota?
El señor ARAYA.- Me abstengo, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Coloma, ¿cómo vota?
Debe activar la pantalla...
El señor QUINTEROS (Vicepresidente).- Senador señor Coloma, ¿cómo vota?
El señor COLOMA.- A favor.
¡Cuesta bastante manejar esta cuestión...!
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?
Senador señor Durana, ¿cómo vota?
El señor DURANA.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Galilea, ¿cómo vota?
El señor GALILEA.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?
Senador señor Harboe, ¿cómo vota?
El señor HARBOE.- Me abstengo, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Huenchumilla, ¿cómo vota?
El señor HUENCHUMILLA.- Me abstengo.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Insulza, ¿cómo vota?
El señor INSULZA.- Abstención, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Montes, ¿cómo vota?
Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?
La señora ÓRDENES.- Me abstengo, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Prohens, ¿cómo vota?
El señor PROHENS.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senadora señora Provoste, ¿cómo vota?
La señora PROVOSTE.- Abstención, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Quintana, ¿cómo vota?
Se le apagó el micrófono. Tiene que activarlo.
Ahora sí.
¿Cómo vota, Senador señor Quintana?
El señor QUINTANA.- Abstención, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Soria, ¿cómo vota?
El señor SORIA.- (Falla de audio en transmisión telemática)... señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Cómo, perdón?
El señor SORIA.- Me abstengo, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Senadora señora Von Baer, ¿cómo vota?
La señora VON BAER.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Montes, ¿cómo vota?
El señor MONTES.- Me abstengo, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?
El señor DE URRESTI.- Abstención, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminada la votación.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Resultado de la votación: 16 votos a favor y 23 abstenciones.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Coloma, Durana, Galilea, García, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Prohens y Sandoval.
Se abstuvieron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste y Rincón y los señores Araya, De Urresti, Elizalde, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Navarro, Pizarro, Quintana, Quinteros y Soria.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Se deja constancia de la intención de voto favorable de los Senadores señores Chahuán, Kast y Pugh.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Siendo mayoritarios los votos de abstención, inciden en el resultado, por lo que corresponde repetir la votación.
Hacemos el llamado a que en esta segunda votación las señoras Senadoras y los señores Senadores opten por alguna de las alternativas a favor o en contra. De no ocurrir así, los votos de abstención se sumarán a los votos mayoritarios.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.
El señor PIZARRO.- Señora Presidenta, solo deseo insistir en lo que se había acordado en la reunión de Comités.
Antes quiero decir que considero que sería lógico que le aceptaran el voto al Senador Pugh, que sabemos que llegó un poco tarde. El del Senador Chahuán no, porque...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Ya se hizo, señor Senador.
El señor PIZARRO.-... es el colmo que no esté en la Sala después de lo que dijo. Pero en fin. ¡Qué le vamos a hacer!
Presidenta, lo que habíamos acordado es que se repetía la votación. Por eso solicité que se incorporara a los dos Senadores que no estaban presentes en el momento de votar. Y sobre la base de dicho acuerdo, está claro que, desde el punto de vista político, el sentido de la abstención de la Oposición es que, siendo mayoría, facilita que la iniciativa se apruebe, aun cuando no estemos de acuerdo completamente con ella.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Senador Pizarro, el acuerdo fue hacer dos votaciones.
Los Senadores Chahuán y Pugh indicaron su preferencia después de terminada la votación, de manera que sus pronunciamientos quedan consignados como intención de voto a favor.
Vamos a repetir la votación.
El señor PIZARRO.- Está bien.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- En votación.
--(Durante la votación).
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Vamos a proceder a consultar la opción de voto de los Senadores que se encuentran participando de manera remota.
Senadora señora Allende, ¿cómo vota?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Senadora Allende, ¿cómo vota?
La señora ALLENDE.- Abstención.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senadora señora Aravena, ¿cómo vota?
La señora ARAVENA.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Araya, ¿cómo vota?
El señor ARAYA.- Abstención, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Coloma, ¿cómo vota?
El señor COLOMA.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?
Senador señor Durana, ¿cómo vota?
El señor DURANA.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Galilea, ¿cómo vota?
El señor GALILEA.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Harboe, ¿cómo vota?
El señor HARBOE.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Huenchumilla, ¿cómo vota?
El señor HUENCHUMILLA.- Me abstengo.
El señor HARBOE.- ¿Me permite?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Senador Harboe, tiene la palabra.
El señor HARBOE.- Perdón, señora Presidenta: me abstengo.
El señor MOREIRA.- ¿Se puede cambiar el voto?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Mientras esté abierta la votación, se puede cambiar el voto.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Montes, ¿cómo vota?
El señor MONTES.- Me abstengo, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Insulza, ¿cómo vota?
El señor INSULZA.- Me abstengo.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?
La señora ÓRDENES.- Me abstengo, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Prohens, ¿cómo vota?
El señor PROHENS.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senadora señora Provoste, ¿cómo vota?
La señora PROVOSTE.- Abstención.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Quintana, ¿cómo vota?
El señor QUINTANA.- Abstención, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Soria, ¿cómo vota?
El señor SORIA.- Me abstengo.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senadora señora Von Baer, ¿cómo vota?
La señora VON BAER.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?
El señor DE URRESTI.- Ya había votado.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- No se escuchó.
El señor DE URRESTI.- Abstención.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminada la votación.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Resultado de la votación: por la afirmativa, 19 votos; por la negativa, 0; abstenciones, 23, y pareos, 0.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, Durana, Galilea, García, García-Huidobro, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Prohens, Pugh y Sandoval.
Se abstuvieron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste y Rincón y los señores Araya, De Urresti, Elizalde, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Navarro, Pizarro, Quintana, Quinteros y Soria.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Además, se deja constancia de la intención de voto favorable del Senador señor Kast.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Si nuevamente hay más abstenciones que votos emitidos, las abstenciones se considerarán como pronunciamientos favorables a la posición que haya obtenido el mayor número de votos, en este caso la opción "sí".
Por lo tanto, habría 42 votos favorables.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Aprobadas las observaciones del Presidente de la República y, por lo tanto, despachado el proyecto.
--(Aplausos en la Sala).