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OTORGAMIENTO DE INGRESO FAMILIAR DE EMERGENCIA


El señor ELIZALDE.- Señora Presidenta, hemos planteado ya desde hace bastante tiempo que la propagación del coronavirus y las medidas de aislamiento social, que es necesario adoptar, van a tener obviamente consecuencias en la economía, con un saldo que, si no se actúa con celeridad y con decisión, puede traducirse en que, tras esta crisis, vamos a ser más pobres, va a haber más pobreza y mayor desigualdad en nuestro país.
Y de ahí la necesidad de ser muy ambiciosos desde el punto de vista fiscal y muy protectores desde la perspectiva social para resguardar a los trabajadores y las trabajadoras, para proteger a sus familias, a sus empleos y a sus ingresos.
Además, para que las personas cumplan con las medidas sanitarias, deben tener lo necesario para subsistir. En caso contrario, se producirá lo que está aconteciendo en otras partes del mundo, donde las autoridades adoptan una medida de cuarenta o de aislamiento social, pero las personas no las cumplen porque no tienen de qué vivir.
Por eso nos parece que es imprescindible que el esfuerzo que hagamos sea contundente. Y Chile tiene la capacidad para ello, porque nuestro Estado tiene ahorros, producto de la responsabilidad fiscal con la cual se actuó en el pasado, y la posibilidad de endeudamiento. Debemos realizar el mejor esfuerzo para que los costos de esta crisis no los paguen, como siempre, las trabajadoras y los trabajadores.
Ahora, no hay nada más lamentable que cuando un sector político se cree su propia propaganda. Y me refiero al hecho de que aquí se ha hablado de una voluntad obstruccionista o poco constructiva de parte de la Oposición.
Analicemos los hechos: se han aprobado todas las iniciativas que ha presentado el Gobierno desde el inicio de la pandemia, ¡todas!
Por cierto, hemos hecho valer nuestros puntos de vista, nuestras críticas; pero siempre con un sentido constructivo. Y si no fuera por nuestras críticas, por ejemplo, el "bono COVID" no habría tenido la cobertura con que se aprobó.
Recordemos la historia. Eso ocurrió hace pocas semanas.
El Gobierno, al igual que hoy día, decía que no había ninguna posibilidad de avanzar, con una actitud de inflexibilidad total respecto de la cobertura. La Oposición insistió en la necesidad de hacer un esfuerzo adicional, pues los 130 millones de dólares comprometidos originalmente no eran suficientes. Y cuando se estaba discutiendo en la Comisión Mixta, en el último paso de la tramitación de un proyecto, el Gobierno recién estuvo disponible para que 670 mil personas se beneficiaran adicionalmente con este bono. Era insuficiente para lo que planteábamos, ya que implicaba solo 40 millones de dólares más. Pero de todas maneras, si no hubiera sido por la insistencia de la Oposición a ampliar la cobertura, 670 mil personas no habrían podido ser beneficiadas por el llamado "bono COVID".
¿Qué dijo el Presidente de la República cuando discutíamos ese proyecto de ley? ¡Emplazó al Congreso Nacional y señaló que éramos obstruccionistas y que nos teníamos voluntad de avanzar!
Pues bien, se aprobó esa iniciativa y pasaron poco más de tres semanas para que se pagara el primer bono, por ineficiencia del propio Gobierno, pese a que entonces daban el mismo argumento que están señalando hoy día: ¡si esto no se aprueba luego, no se va a poder pagar dentro de plazo!
¡Esa vez se aprobó, pero no se pagó dentro de plazo!
Ahora planteamos algo muy simple: hacer un esfuerzo adicional para proteger de mejor forma a las familias. Si tenemos capacidad fiscal para ello, ¡hagámoslo!
Y, por cierto, tenemos críticas al proyecto.
Una es de lógica elemental y se refiere al monto decreciente de los beneficios. En muchos países, el seguro de desempleo se paga con montos decrecientes. Ello es de toda lógica, porque se busca generar un incentivo para que las personas salgan a buscar trabajo y no se acostumbren a vivir de ese subsidio o seguro, cualquiera sea la modalidad adoptada.
Sin embargo, cuando hablamos de que no va a haber trabajo, de que la economía va a paralizarse en muchas áreas, ¿cuál es el sentido de un monto decreciente? ¡Si la gente no va a poder salir a buscar alternativas para generar ingresos, lisa y llanamente porque va a haber áreas de la economía que van a estar completamente paralizadas!
Ahí es donde le señalamos al Gobierno que es necesario pensar de mejor forma estas políticas públicas, para que tengan el impacto deseado por todos. Ello es fundamental para proteger adecuadamente a las personas.
Y así podría citar otra serie de ejemplos respecto de la forma en que se ha desarrollado el debate legislativo.
Los montos comprometidos en este proyecto no garantizan que los ingresos sean superiores a la línea de pobreza y, en algunos casos, ni siquiera superiores a la línea de pobreza extrema. ¡De eso estamos hablando!
Entonces, cabe preguntarse por qué el Gobierno es tan inflexible.
Aquí se ha contado con una Oposición que ha tenido toda la disposición del mundo, pues estamos conscientes de la magnitud de la crisis y, contrariamente a lo que se ha señalado aquí, hemos formulado propuestas desde el primer día. Basta leer los documentos que hemos suscrito parlamentarios y dirigentes de partidos políticos de Oposición. ¡Nos hemos adelantado a los anuncios del Gobierno por semanas! Y después hemos visto cómo el Gobierno toma nuestras propuestas y les pone nombre de la misma naturaleza o similares, pero al estilo Piñera: con letra chica, acotado en cobertura y acotado en beneficios, muy por lejos de la necesidad de nuestro país.
Muchos han señalado que les gustaría tener la Oposición de Portugal. A mí me gustaría tener el Gobierno de Portugal, porque cuando un gobierno dialoga con la oposición y existe disposición para entenderse con ella, el cuadro es completamente distinto.
Hemos sido muy responsables, ¡muy responsables! Nadie puede señalar que hemos puesto obstáculos para avanzar en la aprobación de estas iniciativas. Pero es parte de la democracia que podamos plantear nuestras diferencias, nuestras críticas y hacer valer nuestros puntos de vista.
Parece que al Presidente no le gusta escuchar a quienes piensan distinto. ¡Ni siquiera oye a quienes forman parte de su coalición, menos va a escuchar a la Oposición! Si escuchara un poquito más, ¡un poquito más siquiera!, el cuadro sería completamente diferente: avanzaríamos con mayor celeridad en estos proyectos y la percepción ciudadana sería completamente distinta de la que existe hoy día.
A mí me llama la atención que no esté presente aquí el Ministro de Hacienda. Sé que está participando en la Comisión de Trabajo, pero...
El señor NAVARRO.- No está ahí.
El señor ELIZALDE.- ¿No está?
La señora RINCÓN.- Ya terminó de sesionar esa Comisión.
El señor ELIZALDE.- Bueno, entonces debería estar acá.
Con todo el respeto que me merece el Ministro Sichel, a quien conozco desde hace mucho tiempo y sé de sus cualidades humanas, en esta materia quien tiene que tomar una decisión es la autoridad a cargo de la billetera fiscal. El Ministro de Hacienda es quien debe dar la cara y explicar por qué el Gobierno no está disponible a dar más. No es un Ministro sectorial el que debe hacer eso, porque no corresponde al ámbito de sus competencias.
Por tanto, me gustaría que el Ministro de Hacienda estuviera aquí explicando los argumentos del Gobierno, ¡la inflexibilidad del Gobierno para ser más ambicioso respecto de la cobertura de estas iniciativas!
Reitero lo que he señalado: nosotros tenemos una voluntad constructiva; la hemos tenido desde el primer día y así lo hemos manifestado claramente. Por lo mismo, hemos votado a favor de la idea de legislar en todos los proyectos.
Pero queremos hacer un punto: si nadie defiende a las trabajadoras y a los trabajadores; si nadie hace un esfuerzo para que no caiga sobre sus hombros el peso de la crisis, finalmente los sectores medios, vulnerables y populares van a terminar pagando la cuenta de esta situación tan dramática y de este contexto tan difícil que estamos enfrentando, en el marco de la propagación del coronavirus.
Voy a votar a favor en general de esta iniciativa y votaré en contra de las indicaciones, esperando que el Gobierno cambie su actitud y tenga una disposición mínimamente flexible -no estamos pidiendo grandes cosas- para mejorar la propuesta, lo que es posible, como se ha demostrado en el pasado.
Ya mencioné el ejemplo del "bono COVID": se aumentó en 670 mil los beneficiarios, pese a que se decía que no había recursos y que no era posible.
Y señalo otro ejemplo: el acuerdo respecto del salario mínimo. El Gobierno también dijo que no era posible. Aprobamos un proyecto y el Presidente presentó un veto, y después tuvo que hacer una propuesta mejor que la que el propio Gobierno indicó que era insostenible y que estaba muy lejos de las posibilidades de nuestro país.
¡Podemos hacer más!
Chile tiene capacidad para proteger de mejor forma a las trabajadoras y a los trabajadores; formales, informales o independientes; ¡a todos! Asegurémonos, al menos, de que dispongan de ingresos para cumplir con las medidas sanitarias y de que esos beneficios estén por sobre la línea de la pobreza.
Lamentablemente, la propuesta del Gobierno no garantiza esos mínimos básicos.
He dicho, señora Presidenta.