Click acá para ir directamente al contenido
ACCESO A PRESTACIONES DE SEGURO DE DESEMPLEO DE LEY N° 19.728 EN CIRCUNSTANCIAS EXCEPCIONALES


El señor INSULZA (Presidente accidental).- Corresponde analizar el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, que faculta el acceso a prestaciones de Seguro de Desempleo de la ley N° 19.728, en circunstancias excepcionales, con certificados de las Comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Hacienda, y urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (13.352-13) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite: sesión 5ª, en 25 de marzo de 2020 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Trabajo y Previsión Social (certificado): sesión 7ª, en 26 de marzo de 2020.
Hacienda (certificado): sesión 7ª, en 26 de marzo de 2020.
El señor INSULZA (Presidente accidental).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Los principales objetivos del proyecto son:
Permitir, en caso de que exista un acto o declaración de la autoridad competente para el control de la enfermedad denominada "COVID-19" que implique la paralización de actividades y que impida la prestación de los servicios contratados, que los trabajadores afiliados al Seguro de Desempleo tengan derecho a prestaciones de cesantía, para lo cual deberán contar con tres cotizaciones en los últimos meses anteriores al acto o declaración de autoridad. Las y los trabajadores de casa particular podrán impetrar el beneficio de la indemnización a todo evento.
Permitir pactos de suspensión temporal del contrato de trabajo, por seis meses, cuando la actividad de los empleadores se vea afectada total o parcialmente por el acto o declaración de la autoridad competente, con derecho a prestaciones de cesantía.
Permitir pactos de reducción temporal de la jornada laboral, hasta por diez meses, cuando el empleador se encuentre en situación de disminución de ventas, de pérdida financiera, en un procedimiento concursal, en un procedimiento de asesoría económica de insolvencia o que estén exceptuados de la paralización de actividades en caso de un acto o declaración de la autoridad competente, con derecho a prestaciones de cesantía.
Establecer que durante el estado de catástrofe no se podrá poner término a los contratos de trabajo por la causal de caso fortuito o fuerza mayor, invocando como motivo directo los efectos de la pandemia de COVID-19.
La Comisión de Trabajo y Previsión Social discutió este proyecto en general y en particular a la vez, en virtud de lo dispuesto en el artículo 127 del Reglamento, por tratarse de una iniciativa con urgencia calificada de "discusión inmediata". Aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus integrantes, Senadoras señoras Goic, Muñoz y Van Rysselberghe y Senadores señores Allamand y Letelier. En particular, aprobó la iniciativa con las modificaciones y votaciones que registra en su certificado.
Asimismo, la Comisión deja constancia de que el articulado del proyecto, con excepción de los artículos 14, 17 a 21, 24 y 25, debe ser aprobado con quorum calificado, toda vez que regula el ejercicio del derecho de seguridad social, por lo que requiere 22 votos favorables para su aprobación.
Por su parte, la Comisión de Hacienda se pronunció acerca de las normas de su competencia y no introdujo modificaciones respecto del proyecto despachado por la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
El texto que se propone aprobar se consigna en las páginas 4 y siguientes del certificado de la Comisión de Trabajo y Previsión Social; 7 y siguientes del certificado de la Comisión de Hacienda, y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
Hago presente que la Senadora señora Provoste solicitó votación separada del Título II del proyecto.
Además, el Senador señor Latorre ha formulado una indicación que pide intercalar en el inciso primero del artículo 3 del proyecto, a continuación de la expresión "deberá constar por escrito", el siguiente texto: "Las personas jurídicas que en el período comprendido en los tres años anteriores a la promulgación de esta ley cuenten con condenas ejecutoriadas iniciadas en conformidad al párrafo 6° del Procedimiento de Tutela Laboral del Capítulo II del Título I del Libro V del Código del Trabajo, especialmente en virtud de los artículos 485, 486 y 489 del Código del Trabajo, serán excluidas de los efectos de este artículo. Asimismo, las personas jurídicas que registren cotizaciones previsionales adeudadas a sus trabajadores al momento de dictarse el acto o la declaración de autoridad a que se refiere el inciso primero del artículo 1, tampoco se verán afectadas por efectos de este artículo.".
En opinión de esta Secretaría, esta indicación sería inadmisible, en virtud de lo dispuesto en el artículo 65, inciso cuarto, número 6º, de la Constitución, toda vez que incide en el ejercicio de derechos a la seguridad social.
El señor INSULZA (Presidente accidental).- En discusión.
Tiene la palabra el Presidente de la Comisión de Trabajo, Senador señor Letelier, para referirse al proyecto en general.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, el proyecto en discusión tiene una tremenda trascendencia para la crisis en la que nos encontramos y vamos a vivir en las próximas semanas y meses.
El objetivo de esta iniciativa es defender los ingresos y la fuente de trabajo de las chilenas y los chilenos frente a los impactos de la pandemia que estamos viviendo.
Y la forma como se pretende proteger los ingresos es con el uso del Seguro de Cesantía. Y la manera como se quiere proteger la fuente de trabajo es usando también el Seguro de Cesantía, en un caso, introduciendo ciertas normas para evitar despidos arbitrarios y estableciendo una nueva consideración en el Código del Trabajo -nunca antes planteada en nuestro país-, que es la suspensión de la relación laboral masiva, como la que vamos a tener.
El proyecto contempla diferentes realidades. Trataré de explicarlas, y pido disculpas si cometo errores en partes de la descripción.
Desde antes de la ley en proyecto ya existen pactos entre empleadores y trabajadores para trabajar a distancia. Esos pactos se mantendrán vigentes, independiente de esta iniciativa.
Con la ley en proyecto, cuando exista una decisión de autoridad, sea por razones sanitarias o por toque de queda, es decir, cuando uno no puede trabajar, se establece la posibilidad de que se suspenda la relación laboral y con requisitos distintos de los habituales accedan al Seguro de Cesantía, los trabajadores con contrato indefinido, con contrato a plazo fijo o con contrato por obra o faena.
Esto permitirá una cobertura para aproximadamente el 70 por ciento de la fuerza laboral de nuestro país, a quienes, si no pueden trabajar por una decisión de autoridad o porque se les impide realizar sus funciones producto de esas decisiones, se les permite cobrar el Seguro de Cesantía, teniendo tres cotizaciones durante los últimos tres meses. En el caso de los trabajadores con contrato indefinido, las cotizaciones deberán ser con el mismo empleador, y tratándose de aquellos con contrato por obra o faena o a plazo fijo, ello será posible aunque sea con diferentes empleadores. Lo que generamos es el acceso para este fin.
Se establece que el empleador, evidentemente, no va a pagar las remuneraciones; el trabajador tendrá sus ingresos garantizados por el Seguro de Cesantía.
Ahora bien, la discusión que se planteó es qué pasa con los derechos previsionales.
Se fijó como criterio que el empleador deberá a lo menos garantizar el pago de aquellas cotizaciones fundamentales para la cobertura de salud -no entro en el detalle; pero estas se hallan garantizadas, lo que resulta fundamental en el marco de esta pandemia-, y no así las cotizaciones previsionales.
Hay que recordar que si se tuvieran que pagar las cotizaciones previsionales, habría dos alternativas: que fuera a costa del ingreso del trabajador, que va a depender del Seguro de Cesantía -este seguro actualmente no paga las cotizaciones de pensiones- o a cargo del empleador. En este caso, haberlo puesto a cargo del empleador envolvía el riesgo de que muchos no pudieran pagar y se declararan en quiebra; implicaba el peligro de sobrecargar a empleadores que no están produciendo como consecuencia de la decisión de autoridad.
Entonces, a estos trabajadores, por la situación crítica que vamos a vivir, se les va a asegurar un ingreso, total cobertura de salud, pero van a quedar con un vacío en materia de pensiones.
Si hubiésemos cargado aquello al Fondo de Cesantía Solidario, habríamos generado la necesidad de realizar un aporte fiscal adicional de más de mil quinientos millones de dólares. Por tanto, la única razón para proceder de esa manera tenía que ver con una restricción presupuestaria del referido Fondo, en que lo que se privilegia con los recursos que se van inyectar es mayor cobertura de trabajadores a fin de asegurarles ingresos en este período.
La otra situación es cuando no se está en el territorio donde se aplica una medida de cuarentena o de control sanitario, o de restricción de movimiento, pero se impide realizar la actividad. En ese caso, las partes podrán, de igual forma, pactar la suspensión de la relación laboral y acceder a las prestaciones establecidas.
Se plantean ciertos resguardos -y esto es muy importante subrayarlo- con el propósito de no permitir abusos con el Estado en esta materia y que alguien, por ejemplo, trate de cobrar dos veces o que entregue antecedentes engañosos. Se fijó una sanción muy fuerte para quienes hagan uso torcido de estos beneficios. Estamos ante una emergencia, en una situación crítica y no toleraremos ningún tipo de abuso sobre el particular. La pena parte en presidio menor en sus grados medio a máximo.
Determinamos una sanción altísima, pues -reitero- estamos en un estado de excepción, que es el marco en que se genera la ley en proyecto.
Otra situación -y le voy a pedir más tiempo, señor Presidente, porque de lo contrario no se va a entender bien el proyecto- es cuando el empleador puede seguir realizando su actividad, pero debe reducir la jornada de sus trabajadores, pues no le da para mantenerla y su alternativa es cerrar y despedir a sus empleados. Ello, porque vamos hacia una crisis en materia económica. Se han señalado los casos de los cafés, de los jardines infantiles, de los restoranes, y podemos seguir dando ejemplos.
Lo que se permite en este caso es que el empleador pueda pactar la reducción de jornada de manera temporal, que no debe ser superior al 50 por ciento de la originalmente convenida. Este se hará cargo de toda esa parte, y el Seguro de Cesantía cubrirá el 25 por ciento de las remuneraciones de los trabajadores.
Ciertamente, se determinan requisitos para acceder a la reducción de jornada. En términos simples, empresas que puedan demostrar que han experimentado una condición económica muy compleja producto de la crisis que estamos viviendo (hay tres tipos de situaciones); así como empresas que están obligadas a seguir trabajando para garantizar los procesos de abastecimiento, pero que por el requisito de distanciamiento social deben reducir la jornada de sus trabajadores a turnos: por ejemplo, en líneas de producción; en una farmacia, donde -como digo- por el requisito sanitario de distanciamiento social no puede haber muchas personas.
En esos casos también podrán pactar reducción de jornada, y los trabajadores tendrán garantizado el acceso al Seguro de Cesantía.
La única diferencia es que quienes trabajan en aquellas empresas que deben reducir la jornada por necesidades económicas tienen que registrar diez cotizaciones para activar el Seguro de Cesantía, y quienes laboren en empresas que están obligadas a seguir funcionando y deben reducir la jornada por distanciamiento social solo tienen que registrar tres cotizaciones.
Esto será materia de una indicación que vendrá más adelante, pero forma parte del acuerdo que entiendo que ya se alcanzó.
Señor Presidente, hay dos normas adicionales que quiero subrayar en esta descripción.
En primer lugar, este proyecto de ley establece efectos retroactivos. Es de fundamental importancia entender que los efectos de la ley en proyecto son retroactivos al momento de la declaración del estado de excepción de catástrofe que estamos viviendo. Esto es muy significativo para regiones como la de Ñuble, donde hay territorios que ya se hallan en cuarentena y en que se han producido situaciones muy lamentables. La ley en proyecto tendrá efecto retroactivo para ellos.
También ha quedado en las disposiciones finales del proyecto la redacción de una norma que muchos consideramos fundamental y que consensuamos con el Gobierno, esto es, que para los efectos de la aplicación de causales de despido, en particular la del numeral 6 del artículo 159, que es muy relevante para esta materia y que tiene que ver con caso fortuito o fuerza mayor, durante el estado de excepción no se podrá invocar dicha causal alegando la situación provocada por la pandemia del coronavirus.
Por ende, señor Presidente, se zanja...
El señor INSULZA (Presidente accidental).- Senador Letelier, el problema es que tenemos muy poco tiempo para aprobar esta iniciativa.
Le daré un minuto más a fin de que termine su presentación.
El señor LETELIER.- Decía, señor Presidente, que esto zanja un debate que ha sido muy relevante en estos días con respecto a los dictámenes de la Dirección del Trabajo, que ha señalado que no puede haber despidos alegando fuerza mayor o caso fortuito en este tiempo por el coronavirus.
Se trata de un proyecto que, teniendo efecto retroactivo y planteando estos resguardos, permite proteger el empleo y garantizar ingresos a los trabajadores en un período de excepción.
Lo último que me cabe indicar es que los plazos de duración del acceso al Seguro de Cesantía están diferenciados: en el caso de los que deben suprimir absolutamente la realización del trabajo es de seis meses; y en el de quienes pueden reducir la jornada en 50 por ciento, de hasta diez meses como máximo.
Es todo cuanto puedo informar, señor Presidente.
El señor INSULZA (Presidente accidental).- En primer lugar, quiero escuchar a la Senadora señora Provoste, porque entiendo que quiere referirse a su solicitud.
¿El Senador Pizarro quiere hablar antes?
Habría que poner en votación este proyecto. Entiendo que la Senadora señora Provoste deseaba pedir que algunas normas se votaran separadamente. De modo que me gustaría escuchar su planteamiento.
Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, a propósito de su afirmación en el sentido de que tenemos muy poco tiempo para despachar esta materia, yo le quiero decir que este proyecto es altamente complejo y sin duda muy importante, y que va a requerir atención especial del Senado. No es sencillo, es extremadamente técnico en cuanto a su aplicación, y además genera muchas inquietudes y dudas justamente por lo que decía el Senador Letelier, pues su objetivo principal es permitir, en caso de que exista un acto de declaración de la autoridad competente para el control de la enfermedad del COVID-19, que implique la paralización de actividades y que impida la prestación de los servicios contratados, que los trabajadores afiliados al Seguro de Desempleo tengan derecho a prestaciones de cesantía.
Y para ello se estipulan los requisitos que aquí se han establecido: tres cotizaciones en los últimos meses anteriores al acto o declaración de la autoridad. Las trabajadoras y los trabajadores de casa particular también podrán impetrar el beneficio de la indemnización a todo evento.
Asimismo, la iniciativa busca permitir pactos de suspensión temporal del contrato de trabajo por seis meses y pactos de reducción temporal de la jornada laboral hasta por diez meses.
De otro lado, es importante destacar que la vigencia máxima planteada en este proyecto es de un año.
Esta iniciativa dispone, además -tal como mencioné recién, cuestión muy relevante-, que durante el estado de catástrofe no se podrá poner término a los contratos de trabajo por la causal de caso fortuito o fuerza mayor, invocando como motivo directo los efectos de la pandemia.
En el caso de la Comisión de Hacienda, nos tocó pronunciarnos respecto de los artículos 18, 19, 22 y 25, que son de su competencia.
No entramos al detalle del resto del articulado, pero, obviamente, tras el diálogo con la Ministra del Trabajo nacen una serie de inquietudes, porque -vuelvo a decir- este es un proyecto complejo, altamente técnico y que requiere atención especial de nuestro Senado.
Francamente, uno podría hacer buena fe del trabajo bastante apurado que se hizo en nuestra Corporación, porque la iniciativa es urgente. Pero a mí me parece que despacharla así, solo abriendo la votación y sin ver su contenido y las implicancias de cada artículo, no sería lo más conveniente.
Hoy hay toque de queda. La mayoría de nosotros debe volver a sus hogares. Quedamos bastante lejos. Tal vez debiéramos pensar seriamente en seguir este debate mañana temprano. La Cámara de Diputados tendrá que verlo después. Ellos también están citados.
Nosotros como Senado vamos a tener que conocer el informe de la Comisión Mixta recaído en el proyecto -lo vimos ayer- que concede bonos de apoyo a las familias más vulnerables, establece la autorización para el endeudamiento del Fisco y otorga una capitalización a BancoEstado.
Entonces, para ser eficientes y no cometer errores, creo que deberíamos proceder a la discusión y votación en general a fin de dar la señal que se requiere en términos públicos, y mañana temprano nos abocaríamos a discutirlo en la Sala artículo por artículo, porque entiendo que eso es lo que van a solicitar algunos colegas.
El señor INSULZA (Presidente accidental).- Me parece bien la propuesta del Senador Pizarro.
Podríamos discutirlo hoy día solo en general -ni siquiera votar la idea de legislar-, y luego suspender este asunto hasta mañana.
Lo que yo quisiera, sin embargo,...
La señora GOIC.- ¡No, señor Presidente!
El señor INSULZA (Presidente accidental).- La Senadora Goic se opone.
Entonces, vamos a hacerlo así.
Sin embargo, a mí me gustaría empezar por la declaración de inadmisibilidad de una indicación presentada por la Senadora Provoste, para que ella pueda referirse a ese tema.
Tal vez ese asunto puede quedar aparte, y dejamos la discusión del proyecto en general para mañana o para cuando Sus Señorías lo decidan.
Entiendo que en estos momentos están reunidos los Comités -eso fue lo que dijo la Presidenta- para fijar los métodos de trabajo.
Tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, me parece bien votar en general este proyecto, pero veo que hay una razón por la cual sería complicado hacerlo.
Considero de sentido común aprobar la idea de legislar, a la luz de lo que está pasando. Y en la discusión particular uno podrá plantear legítimamente las diferencias que tenga.
Entonces, no sé si sería factible votar en general esta iniciativa.
Es la reiteración de una petición que apunta en un buen sentido y que da todos los espacios para que en particular pueda haber un debate distinto.


El señor INSULZA (Presidente accidental).- El proyecto es de quorum especial.
No estoy seguro de si en la Sala tenemos el número de Senadores suficiente como para poder votarlo, lo que sería otro argumento.
Por lo tanto, yo prefiero esperar a lo que decidan los Comités respecto de cuándo se van a votar este y los demás proyectos.
Insisto: hay una indicación presentada, que debiese ser declarada inadmisible en virtud de lo dispuesto en el artículo 65, inciso cuarto, N° 6°, de la Constitución Política de la República.
Por lo tanto, voy a declararla inadmisible; pero, ciertamente, la Senadora Provoste puede usar de la palabra para objetar aquello.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- La indicación es del Senador Latorre.
El señor INSULZA (Presidente accidental).- Excúsenme, pero la indicación es del Senador señor Latorre. Estaba equivocado.
Después de eso vamos a suspender la sesión.
El señor BIANCHI.- ¿Y vamos a votar en general?
El señor INSULZA (Presidente accidental).- No sé.
Algunos Senadores han planteado que ni siquiera deberíamos votar en general este proyecto hasta tener la discusión respectiva. Y tampoco hay acuerdo para eso.
Mejor voy a suspender la sesión hasta que la Presidenta del Senado nos diga la manera en que se van a discutir los proyectos que vienen.
Vamos a declarar cerrada esta sesión, porque este era el proyecto que faltaba por discutir.
La señora VAN RYSSELBERGHE.- ¡No, señor Presidente!
El señor INSULZA (Presidente accidental).- Quiero decir que no vamos a seguir trabajando esta noche.
El señor LETELIER.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor INSULZA (Presidente accidental).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor LETELIER.- Suspenda la sesión hasta que termine la reunión de Comités.
El señor INSULZA (Presidente accidental).- Entonces, suspenderemos la sesión hasta que finalice la reunión de los Comités.
Ahora bien, les quiero hacer presente que algunos Senadores y Senadoras me plantearon hace poco rato que tienen que volver a Santiago antes de las diez de la noche, porque hay una cuarentena que todos debemos respetar.
Por lo tanto, tampoco es posible prolongar esto indefinidamente.
Tiene la palabra la Senadora Van Rysselberghe.
La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, este proyecto es realmente importante, y me parece que hay que despacharlo hoy día.
La Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados está citada para mañana a las diez.
Creo que el punto respecto del cual la Senadora Yasna Provoste está pidiendo votación separada va a ser de fácil despacho. Se votará rápido, se acotarán los tiempos de discusión y con el resto no debiera haber mayores dificultades.
Por lo tanto, pienso que debiéramos votar el proyecto en general y en particular hoy día. Para ello a lo mejor habría que acotar un poco los tiempos de discusión. Pero no creo que corresponda dejarlo para mañana.
El señor INSULZA (Presidente accidental).- Tiene la palabra la Senadora señora Goic.
La señora GOIC.- Señor Presidente, independientemente de...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Excúseme, señora Senadora.
Estábamos en reunión de Comités justamente para tomar decisiones con relación al funcionamiento. Y aquí hay un acuerdo en el sentido de que esta iniciativa se debe despachar totalmente hoy día en general y en particular.
Ese es el acuerdo, porque este es un proyecto sumamente urgente para empresarios y trabajadores en el momento de crisis que estamos viviendo.
Por lo tanto, yo les pido que veamos este proyecto ahora. Tiene que ir a la Cámara de Diputados mañana: lo están esperando en la Comisión de Trabajo a las diez y en la Comisión de Hacienda a las doce.
Hemos concordado con el Presidente de la Cámara Baja en que lo despacharemos hoy día.
Entonces, por favor, trabajemos.
Les ruego a Sus Señorías, sí, que acorten sus intervenciones. En verdad, si por cada Comité se utilizaran diez minutos, sería maravilloso, salvo algunas excepciones. Pero les pido que cada intervención no sea de quince minutos. Ojalá que los Senadores Bianchi y Guillier puedan hablar cinco minutos cada uno y no más. Porque, si no, tenemos para bastante más tarde.
Debemos continuar con la tramitación de este proyecto, acortando las intervenciones lo más posible.
ACCESO A PRESTACIONES DE SEGURO DE DESEMPLEO DE LEY N° 19.728 EN CIRCUNSTANCIAS EXCEPCIONALES.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Ofrezco la palabra sobre el proyecto de seguro de desempleo.
¿Hay acuerdo para abrir la votación?
El señor NAVARRO.- Sí.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Pero hay solicitudes de votación separada. Entonces, no podemos.
Senadora Provoste, tiene la palabra.


La señora PROVOSTE.- Señora Presidenta, muchas y muchos coincidimos en que el plan económico del Gobierno es insuficiente para proteger a los trabajadores formales e informales. Y está desequilibrado, porque solo 1,5 por ciento se gasta en los trabajadores independientes e informales.
La Comisión Mixta aumentó el gasto del bono del subsidio único familiar de 130 millones de dólares -lo discutimos el día de ayer- a 170 millones de dólares. Y, por cierto, valoramos el compromiso verbal que ha hecho el Ministro de que vendría otro bono en treinta días más.
La pregunta que uno se hace es por qué, si a las empresas se les posterga el pago de impuestos en treinta días, a los trabajadores independientes, que son 2,7 millones, se les pretendía dar solo un bono por una única vez.
Aquí habrá un porcentaje importante de trabajadores independientes, informales que no tendrán apoyo fiscal para poder enfrentar esta crisis. Y, tal como lo señalamos en el día de ayer, un tercio de la fuerza laboral en Chile son pequeños mineros, taxistas, feriantes, peluqueros, choferes a trato en regiones. Por lo tanto, hoy día es necesario que se extiendan mecanismos de apoyo para ellos.
Ahorramos en el Fondo de Estabilización Económica y Social y en el Fondo de Reserva de Pensiones para ocupar esos recursos precisamente en situaciones como esta, a fin de ir en apoyo de quienes más lo necesitan.
Es ahora cuando debemos gastar en proteger a los más vulnerables, como son los trabajadores y trabajadoras del sector informal, pero, lamentablemente, el Gobierno no comparte esa visión.
El otro 70 por ciento de la fuerza laboral es asalariado: tiene contrato de trabajo; tiene cotización previsional y paga el seguro de cesantía; tiene también, por cierto, bajos salarios y hoy está con miedo a perder su fuente laboral. Rebajar los requisitos de cotización a tres meses, como lo explicaba el Presidente de la Comisión de Trabajo del Senado, es una buena noticia. Crear esta figura transitoria de suspensión de la relación por decisión de la autoridad sanitaria permitirá contar con un mejor mecanismo para enfrentar la crisis y la prácticamente paralización de la actividad productiva que se está comenzando a vivir.
Lo que debemos evitar, Presidenta, son los abusos de algunos empleadores. ¡Sí!, porque ellos están recibiendo apoyo: se les ha permitido postergar el pago de impuestos; se les ha permitido acceder a créditos más económicos. También debieran cuidar a las y los trabajadores de sus empresas.
Creo que esta crisis no la pueden pagar los trabajadores; no la pueden pagar los más vulnerables, como se pretende una y otra vez. Tampoco comparto el criterio -y por eso he pedido votación separada del artículo 2° de este proyecto de ley- de que se use la cuenta individual del trabajador para financiar estos beneficios. Prefiero mecanismos solidarios, como usar el Fondo Solidario de Cesantía primero y no subsidiariamente, como plantea el Ejecutivo.
¡Somos solidarios o solo lo declaramos! ¡Porque para hacer declaraciones hay hartos que son bien buenos, pero es ahora donde uno exige que los instrumentos del Estado realmente apliquen la solidaridad!
No podemos compartir que aquí primero se utilicen los ahorros de la cuenta de los trabajadores en el Fondo de Cesantía, porque les estamos diciendo: "Sean solidarios ustedes y con sus ahorros enfrenten esta crisis".
Ese no es el propósito, Presidenta.
Además, he solicitado votación separada del Título II, que plantea un pacto de reducción de la jornada laboral como figura permanente de la institucionalidad laboral. Esta representa una norma de contrabando de un proyecto que fue presentado en enero de este año, en un contexto muy distinto al que estamos viviendo.
¡Esto solo puede pactarse con los sindicatos! ¡Esto solo puede pactarse con los grupos negociadores! No puede haber espacio para negociaciones individuales, porque es evidente que existe asimetría; es evidente que existe miedo; es evidente que hoy día hay vulneración de los derechos de los trabajadores.
Debemos ser capaces de proteger a las trabajadoras y los trabajadores y no crear espacios para la precarización, como lo establece el Título II de este proyecto de ley que, insisto, fue una iniciativa presentada en enero y que ahora meten de contrabando en este cuerpo legal.
Me preocupan los últimos dictámenes de la Dirección del Trabajo, todos coronados, por cierto, por el dictamen evacuado en el día de hoy, donde se señala que a las trabajadoras y los trabajadores afectados por una cuarentena y que no puedan acudir a sus lugares de trabajo -le pido un minuto más, Presidenta- el empleador no les debe cancelar su sueldo. Esto es obligar a los trabajadores a elegir: o se contagian o cobran su sueldo.
¡Eso es inaceptable! Tan inaceptable como que nos vengan a decir hoy que lo señalado en el dictamen se soluciona con este proyecto de ley. Es una extorsión que no podemos aceptar.
Señor Presidente, tenemos toda la disposición para aprobar iniciativas que vengan a ayudar a los trabajadores a capear esta crisis que se nos avecina. Probablemente, durante largo tiempo muchos trabajadores estarán sin poder concurrir a sus fuentes laborales, pero eso no puede significar que sufran la pobreza y la cesantía. Los fines que se persiguen no pueden alcanzarse a costa de una precarización laboral.
Voy a votar en contra del artículo 2°, que no es solidario, pues obliga a los trabajadores a pagar con sus ahorros del Seguro de Cesantía; y en contra de todos los pactos que precarizan el trabajo.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra la Senadora Ximena Rincón.


La señora RINCÓN.- Presidenta, la verdad es que todos...
Yo les pediría silencio a mis colegas. Los ánimos claramente están tensos...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Guardemos silencio para escuchar a la Senadora Rincón.
La señora RINCÓN.- Sin lugar a duda, todos y cada uno de nosotros tenemos que hacer un esfuerzo para enfrentar la crisis en la que nos encontramos, pero no puede ser un ejercicio en que le pedimos siempre al más débil que se ponga.
Hemos visto en estos días las circulares de la Superintendencia de Seguridad Social; la última hoy día de la Dirección del Trabajo; este mismo proyecto, y la verdad es que siempre, ¡siempre!, el hilo se corta por lo más delgado.
No entendemos que el Gobierno no haya tenido la mínima capacidad de revisar las mociones que hemos presentado en estas materias.
No entendemos que cuando se revisa este proyecto nos encontremos con la sorpresa de que este seguro no va a cubrir las cotizaciones previsionales. ¡No puede ser! O sea, le estamos pidiendo un doble esfuerzo al trabajador, quien se va a ver afectado al final del tiempo.
Vemos con preocupación que algunos trabajadores cuyos empleadores han declarado y no pagado no van a poder acceder a este beneficio. ¡No entendemos la razón!
No entendemos que el empleador haya decidido declarar y no pagar, y que a través de un mecanismo que es dañino para la seguridad social, cuya modificación claramente es urgente, el presente proyecto no aborde el vacío y deje en la incerteza a miles de trabajadores que se encuentran en esa situación.
Estimamos que esta regulación es urgente y necesaria. Creemos que debiera haberse hecho un esfuerzo adicional y que hay espacio para que el Gobierno reconsidere estas situaciones.
La Senadora Provoste, con justa argumentación, ha pedido votación separada de algunas normas. Nosotros pensamos que no solo hay que revisar esos temas, sino también otros que son urgentes.
Se hace una modificación al financiamiento del Pilar Solidario, de modo de liberar fondos suficientes del Tesoro Público para los recursos considerados en esta iniciativa. En consecuencia, los 2 mil millones de dólares considerados para el financiamiento de esta ley provienen del Tesoro Público.
Finalmente, señora Presidenta, debemos poner el máximo de esfuerzo en adelantarnos a los efectos lesivos que va a tener este virus con aquellos trabajadores que no van a ser recontratados después de que pase la epidemia, porque sus puestos de trabajo el empleador los va a haber evaluado como innecesarios. ¿Qué vamos a hacer con ellos? ¿Vamos a reeducarlos? ¿Vamos a darles las competencias necesarias para reinsertarlos?
Creo que el COVID-19 nos pone en una situación completamente distinta y que adelanta decisiones y discusiones que veníamos teniendo desde hace mucho tiempo.
Gracias.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Senador Carlos Bianchi, tiene la palabra.


El señor BIANCHI.- ¿Sabe, Presidenta? Esta es una de las discusiones más trascendentales que tenemos que enfrentar, y por eso este Senado tomó la determinación, a través de su Mesa, de estar, a esta hora, llevándola a cabo.
¿Qué podemos decirles a las mujeres y los hombres que están hoy día con un legítimo susto, con un legítimo temor, no por la posibilidad de perder los trabajos, que es una consecuencia de lo que vamos a vivir; sino porque efectivamente ya se están aplicando despidos masivos en constructoras; en pesqueras; en la empresa GeoPark, en Punta Arenas; en la propia Corporación de Educación de la Municipalidad de esa ciudad?
Y puedo seguir sumando en la lista a una enorme cantidad de empresas que hoy día están despidiendo "por fuerza mayor". Se evitan, con esa fórmula, el pago de los años que esa funcionaria o ese funcionario, esa trabajadora o ese trabajador le han dedicado a la empresa. Ya no se despide por necesidades de esta, el 161, sino que por fuerza mayor. ¡Y esto está ocurriendo, Presidenta!
Frente a esta crisis, ¿qué hacemos con el enorme daño -debo colocar el tema en el debate- que en estas últimas semanas se ha producido en los fondos de las AFP, en los fondos de cada uno de nosotros, de cada uno de los trabajadores? A quienes pudieren querer jubilarse este año o el próximo o el subsiguiente les va a resultar absolutamente imposible.
Aquí está la Ministra del Trabajo. Yo no dudo de su capacidad y de su entrega. Pero tenemos que establecer un nuevo período para poder ver el tema de los rendimientos garantizados de los fondos de las AFP. Esto se hace cada treinta y seis meses. Debiera claramente achicarse, porque, si no se llega a cumplir el rendimiento garantizado por parte de la AFP, ¡es la AFP la que tiene que poner la plata y no el trabajador, como está ocurriendo hoy día!
Es decir, la suma es terrorífica: personas que están cesantes, personas con un claro riesgo de perder el trabajo y, además, con un enorme efecto negativo en sus fondos previsionales.
Entonces, este es un debate de la mayor trascendencia, de la mayor importancia.
¿Qué pasa, Presidenta, con lo que debiera hacer el Gobierno, entendiendo la situación que enfrentan miles de personas en el país? ¡Hay que adelantar el Bono Invierno para nuestros adultos mayores! ¡Hoy día apenas un adulto mayor ha logrado comprar con su pensión los víveres para un mínimo abastecimiento! ¡Esta es una crisis humana, que enfrenta el mundo, que enfrenta nuestro país!
Hoy día, cuando vemos que se va a hacer cargo el trabajador con su propio fondo de cesantía, ¿dónde está el apoyo del Gobierno? ¿Dónde, Presidenta? ¡Si lo que se persigue con este proyecto es que el trabajador, con su propio fondo de cesantía, si es que lo tiene, pueda cobrar por estos próximos meses, primero, el 70 por ciento, y luego, conforme a la proporcionalidad, que va bajando!
Entonces, la Senadora Provoste tiene mucha razón.
Se debe partir por lo que tiene que ver con este Fondo Solidario, de manera que los recursos del Fondo de Cesantía a lo menos sirvan de resguardo para los trabajadores en la eventualidad de que esta crisis se agudice mucho más.
¿Y qué es lo que dicen todos los expertos en el mundo? Que esta situación no es de un mes, no es de semanas. Este es un problema real que está afectando a los seres humanos, la vida o la muerte, el comer o no comer.
¿Qué pasa con los trabajadores que no están dentro de la normalidad de un contrato de trabajo? Lo hemos preguntado incansablemente.
Por lo tanto, aquí se debe tomar una medida que vaya a la altura del problema. ¡Este es un problema mayúsculo! ¡Es un problema gigante! ¡Un problema que afecta a todas las personas, sin excepción!
Se está entregando capitalización para el BancoEstado, para algunas mipymes. ¡Eso no llega tampoco a las regiones!
Yo le quiero pedir -por su intermedio, Presidenta- al Ministro, a la Ministra, que se haga un seguimiento de cuántos de esos dineros van a las regiones. A lo menos, en la Región de Magallanes -si me permite un minuto más, Presidenta- esos dineros no llegan a las mipymes.
Entonces, efectivamente estamos frente a una crisis mayúscula.
El proyecto que nos traen tiene que ver con el Fondo de Cesantía. Pero yo hago el punto, tal cual lo hizo la Senadora Provoste.
Esto es muy importante que lo podamos resolver, porque lo que debemos pedirle hoy día al Gobierno es ¡que no se corte el hilo por lo más delgado, que es el trabajador, la trabajadora! ¡Están asustados! ¡Están aterrados! Algunos están teniendo que obligadamente ir a trabajar en empresas constructoras o pesqueras, a la intemperie, porque, de no hacerlo, efectivamente pierden la posibilidad del sustento de su hogar. ¡De eso estamos hablando!
Por lo tanto, yo quiero que se aclare esta petición, para ver si es factible que se parta con el Fondo Solidario, porque lo más probable es que estemos enfrentados a una crisis que tendrá para mucho tiempo.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Le voy a ofrecer la palabra al señor Secretario sobre la solicitud de apertura de la votación.
El señor BIANCHI.- ¡Se vota en general!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Él va a establecer lo que vamos a votar.
Tiene la palabra, señor Secretario.


El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señora Presidenta, corresponde proceder a la votación general y particular del proyecto y, en consecuencia, se entenderán por aprobadas, en la misma forma, todas aquellas disposiciones que no hayan sido objeto de solicitud de votación separada o de indicaciones.
Al respecto, quiero precisar lo siguiente.
La Senadora señora Provoste solicitó votación separada del artículo 2 y también del Título II, completo, del proyecto. En consecuencia, estas normas no quedan comprendidas dentro de esta votación.
Por su parte, el Honorable señor Latorre había presentado una indicación al artículo 8, pero fue retirada.
Además, hay una indicación del Honorable señor Letelier al artículo 8, letra a), para cambiar el guarismo "20%" por "30%".
Por último, el Ejecutivo ha formulado indicación respecto del artículo 9, donde intercala un inciso segundo, nuevo; del artículo 11, donde elimina el inciso sexto, y del artículo 16, donde reemplaza el inciso segundo por las disposiciones que propone.
Todas estas normas, que han sido objeto de solicitud de votación separada o de indicaciones, son, además, de quorum calificado, por lo que requieren para su aprobación de 22 votos favorables.
Eso es lo que debía informar respecto de esta votación, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Entonces, en votación general y particular todas las normas que no han sido objeto de indicaciones ni de solicitud de votación separada.
--(Durante la votación).
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador García.


El señor GARCÍA.- Señora Presidenta, por supuesto, voto a favor de este proyecto, el cual, como se ha dicho, es de extraordinaria importancia para nuestros trabajadores, para sus familias y también para las empresas, las que, contrariamente a lo que muchos quieren hacer creer, son emprendedores, son empresarios que están profundamente afectados por la situación que les está tocando vivir, son personas que están acostumbradas a trabajar, acostumbradas a producir, acostumbradas a pagar sus impuestos, a pagar las cotizaciones previsionales de sus trabajadores, a hacer que el país se mueva, que el país funcione.
Pues bien, como todos lo sabemos, como lo vemos a diario y como lo sentimos a cada momento, miles de ellos no están pudiendo salir a producir, no pueden pagar sus impuestos, no porque no quieran, sino porque, simplemente, ni siquiera generan ventas para poder hacerlo y tampoco generan ingresos suficientes para pagar las remuneraciones de sus trabajadores, dado que la situación de hoy día impactó, no a Chile, sino al mundo entero. Entendámoslo así: es el mundo entero el que está frente a una situación que a nuestra generación nunca antes le había tocado vivir.
Por eso, señora Presidenta, solo pido que hagamos los esfuerzos para sacar este proyecto de ley con la urgencia que se requiere. Necesitamos llevar tranquilidad a los hogares de nuestros trabajadores; también necesitamos llevar tranquilidad a los emprendedores; necesitamos llevar tranquilidad a las pymes, de tal manera que puedan saber exacta y concretamente, mañana, pasado mañana y la próxima semana, qué les van a decir a sus trabajadores, qué solución, tanto el país como ellos mismos, les ofrecen a sus trabajadores.
En realidad, señora Presidenta, había pedido la palabra mucho antes, al comenzar la discusión de esta iniciativa, porque creo simplemente que aquí, más que palabras, lo que importa son las acciones y, en nuestro caso, la acción consiste en despachar cuanto antes este proyecto.
Voto a favor.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Latorre.


El señor LATORRE.- Señora Presidenta, hace un momento, cuando iniciamos esta sesión de Sala, argumentamos para que ojalá el Ejecutivo patrocinara un proyecto de ley que diversos Senadores y Senadoras presentamos con el objeto de que los trabajadores pudieran retirar un porcentaje de sus fondos de pensiones para paliar esta crisis, pensando en los primeros meses, por lo menos hasta el invierno, por un monto acotado. Y muchos colegas de las bancadas de enfrente ni siquiera quisieron pedir que mandáramos un oficio al Ejecutivo para solicitar su patrocinio, afirmando que es el Estado el que debe inyectar recursos y que los trabajadores no pueden sacar los fondos que tienen acumulados en las AFP.
Bueno, lo que vemos en este proyecto es que el Ejecutivo adopta, como primera medida para paliar esta crisis, que los trabajadores puedan mantener su contrato de trabajo, pero sin recibir sueldo, y que, para compensar ese no ingreso, puedan echar mano al fondo de desempleo, en primera instancia a las cuentas individuales y, en un segundo momento y muy atrasito, al Fondo Solidario y al Estado, para inyectar una cantidad de recursos muy limitada, a fin de darle sostenibilidad financiera al proyecto.
Entonces, aplicando la misma lógica, en vez de esperar y ver cómo caen y desaparecen los Fondos de Pensiones, sobre todo el A y el B, a consecuencia de la crisis financiera y económica mundial, y pensando que los trabajadores están muy angustiados con aquello, se podría patrocinar la iniciativa que les permite sacar una parte de sus fondos acumulados para hacer frente a la crisis.
El problema es saber quién, al final, paga la crisis, sobre los hombros de quién cae.
Probablemente, lo que terminemos haciendo sea profundizar las desigualdades preexistentes e incubando un nuevo reventón social. Acá se está acumulando mucho malestar, mucha angustia que, nuevamente, una vez terminada la crisis, provocará un nuevo reventón o estallido social. Porque son los trabajadores los que están pagando esta crisis con sus fondos de desempleo, viendo cómo se esfuman sus fondos de pensiones. Van a quedar sin trabajo, y los empleadores, muchos de ellos inescrupulosos que no pagan las cotizaciones, hoy día van a poder acceder también a este beneficio. ¡Sin cumplir, muchos de ellos -repito-, sus obligaciones previsionales! Y el problema es que seguimos cargando la crisis sobre los hombros de los trabajadores.
Por eso, me voy a abstener en esta votación general, y voy a apoyar la votación separada solicitada por la Senadora Yasna Provoste respecto del artículo 2 y el Título II.
Espero que esta iniciativa ojalá mejore, tal cual ocurrió con el famoso bono que se va a pagar por única vez después de una larga negociación y luego del trabajo de una Comisión Mixta a la que se tuvo que llegar para que el Ejecutivo ampliara su cobertura. Pero yo creo que todas estas primeras medidas van a ser insuficientes, porque acá lo que se necesita es avanzar hacia una lógica de renta básica ciudadana. No vamos a paliar la crisis de esta forma, a punta de bonos o de echar mano al Fondo de Cesantía o, incluso, al Fondo de Pensiones.
He dicho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Letelier.
El señor LETELIER.- Después, Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Entonces, puede intervenir la Senadora Van Rysselberghe.


La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señora Presidenta, si bien este proyecto es complejo y fruto de una emergencia, me da la impresión de que acá, durante la discusión, se olvida en ocasiones que trabajador y fuente de trabajo son una ecuación y van de la mano.
Si no hay una fuente de trabajo, si no hay una empresa que genere una ocupación, tampoco habrá trabajador. Por lo tanto, esta ley está orientada a defender los puestos de trabajo y a ayudar, igualmente, a los emprendedores, que dan trabajo. Las dos cosas son necesarias.
Muchísimos emprendedores -pequeños, medianos y no tan medianos- ya venían con la soga al cuello desde hacía cinco meses, con pérdidas, tratando de subsistir, con márgenes de utilidad superbajos, como los del comercio detallista de las capitales regionales, por ejemplo, que, a partir del 18 de octubre, producto de todo lo ocurrido con el estallido, prácticamente no tuvieron ventas para Navidad, que era lo que los apuntalaba. Y hoy día ya no tienen nada, porque la gente no sale de sus casas -lo que está muy bien- y en muchas partes están cerrados, sin estar ubicados dentro de un cordón sanitario o de una zona de cuarentena total.
Por lo tanto, no hay que perder de vista que esta ley tiene por objeto proteger, sin duda, a los trabajadores, pero también a quienes dan empleo. No hay que demonizar ni a unos ni a otros. En consecuencia, me parece que acá lo que debemos hacer es avanzar para poder ayudarlos a ambos. Y toda la discusión que se hizo en la Comisión se situó en ese contexto.
Hoy día, normalmente en las empresas medianas, que significan cuarenta o cincuenta puestos de empleo, se ha llegado a acuerdo con los trabajadores, porque estos mismos se dan cuenta de que, de no llegar a un arreglo, no solo van a ver disminuidas sus rentas, sino que lisa y llanamente no las van a tener, por la pérdida de su trabajo.
Acá, lo que no nos puede pasar es que, como dice el refrán popular, los cuidados del sacristán maten al señor cura, es decir, que por tratar de defender a los trabajadores finalmente terminemos generando una rigidez de tal magnitud que impida ayudar también a quienes están enfrentando dificultades y que, por tal motivo, no podrán seguir generando empleo.
Es una ecuación difícil, pero que de alguna manera hay que resolver, mirando ambas caras de la moneda, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra ahora el Senador Letelier.


El señor LETELIER.- Señora Presidenta, el Seguro de Cesantía de nuestro país no es, necesariamente, el mejor seguro de cesantía del planeta. ¡No lo es! Se creó unos años atrás, cuando se asignó un rol tripartito a un tema que antes no estaba cubierto. Pero, con la experiencia que se ha ido acumulando, el seguro ha ido madurando a lo largo de las últimas décadas y representa un mecanismo que permite enfrentar esta crisis.
La gente no va a tener con qué comprar su comida. ¡Ese es el tema real! El resto es no entender la gravedad de lo que vamos a vivir.
Existe la posibilidad de que a los trabajadores los despidan, por el artículo 161. Y lo que queremos evitar es el despido y que la gente quede cesante.
Planteo estas dos cosas para que se entienda cómo está construido el proyecto.
La cuenta individual a la que se refería la Senadora Provoste es pagada en su totalidad, en el caso de los contratos por obra o faena, por el empleador. O sea, el 2,8 es pagado cien por ciento por el empleador. Y, en el caso de los trabajadores con contrato indefinido, el 1,6 es financiado por el empleador, y solo el 0,6, por el trabajador.
Tiene un mal nombre. Se habla de "cuenta individual" y eso hace pensar que se trata de plata del trabajador. En realidad, estamos frente a un sistema de seguridad social asociado con el Fondo de Cesantía Solidario, que tiene topes y pisos de aporte.
¿Quiénes usan más, señora Presidenta, el Fondo Solidario, que no tengo tiempo de describir? Las personas de rentas bajas, las que están con contrato por obra o faena, las que tienen menos densidad de cotizaciones, a las cuales se les acaba de inmediato su cuenta personal. Eso no alcanza para pagar la totalidad de los seis meses. En el caso de los trabajadores de rentas más altas, las cuentas individuales sirven para su financiamiento y ellos no usan tanto el Fondo Solidario.
Digo esto porque, cuando se habla del Título II, el gran problema que tenemos es otro: no es usar la cuenta individual o el Fondo de Cesantía Solidario, sino que vamos a consumir los dos casi en su totalidad y nos van a faltar recursos. Por eso el Estado está haciendo un aporte de 2 mil millones de dólares adicionales. Lo menciono solo para que entendamos la gravedad del problema que vamos a enfrentar.
Segundo, señora Presidenta, en relación con la reducción de la jornada, creo que votar en contra el Título II sería un tremendo error. Aquí están en juego dos criterios. Uno es evitar que los trabajadores estén obligados a trabajar por la emergencia. Los de las empresas contratistas de la minería, los de empresas de producción de alimentos, deberán seguir trabajando. Y, si no fijamos una norma que permita la distancia social y el cambio de los turnos o jornadas de trabajo, lo que va a ocurrir es que a esas personas las vamos a suspender de sus empleos y ellas solo van a poder recurrir al Seguro de Cesantía, con niveles de ingreso mucho menores que los que podrían obtenerse a través de este otro mecanismo.
Quiero decir que yo tengo un criterio respecto al Título II, relativo a cómo se gatilla la situación cuando la causal es el desempeño económico de la empresa. Por eso he presentado una indicación que se pone en un caso distinto de aquellas empresas que tienen que trabajar, como las empresas contratistas, que necesitamos que sigan con sus actividades en la minería, como las empresas vinculadas a la producción de alimentos. Requerimos que esa gente siga trabajando y que pueda reducir su jornada de trabajo y contar con un 75 por ciento de sus ingresos.
Aquí se ha hecho una afirmación sobre la declaración y no pago de imposiciones. No voy a decir si me gusta o no esa institución. Por regla general, me carga; no me gusta, pero, para efectos de la ley de Seguro de Cesantía, las imposiciones declaradas y no pagadas se consideran, para los efectos de las cotizaciones que se exigen para cumplir con los requisitos de esta ley, como pagados.
Termino, señora Presidenta, planteando que este proyecto no es perfecto, ¡no es perfecto!, pero da la oportunidad de garantizarle ingresos a un porcentaje de la fuerza de trabajo muy grande. Y por eso pido que tratemos de abandonar ciertas trincheras en esta coyuntura y de hacer un esfuerzo para que los trabajadores tengan empleo y no quiebren tantas micro y pequeñas empresas en nuestro país.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Quedan siete inscritos y se han solicitado al menos seis votaciones separadas. Además, el proyecto tiene "discusión inmediata", por lo cual les pido a los colegas que traten de reducir al máximo los tiempos de intervención y que ojalá fundamenten muy sucintamente durante las votaciones separadas, porque, si no, vamos a tener una lista de inscritos tan grande como la que hay ahora.
¿Habría acuerdo para reducir a tres minutos las intervenciones? O a cinco, para que después no se quejen algunos de que hay desigualdad.
En todo caso, les pido que reduzcan el número de minutos y las intervenciones, pues, de lo contrario, va a participar toda la Sala de nuevo en las votaciones separadas que se han solicitado.
El señor NAVARRO.- ¡Trabajemos un poquito, señora Presidenta! ¡Es lo único que quieren: que trabajemos!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Estamos trabajando, Senador Navarro.
Encuentro poco prudente lo que usted dice. Todos estamos trabajando. Pero no estamos en tiempos de normalidad. Cualquier persona puede entender aquello.
Para los siguientes siete Senadores, habrá cinco minutos, pero de ahí en adelante les pido que la fundamentación de voto sea más breve. Tenemos una situación compleja hoy día en el país. ¡No sé si lo habrán percibido algunos colegas...!
A continuación, dejo con la palabra al Senador Harboe y, conjuntamente, solicito el acuerdo de la Sala para que me reemplace un rato en la testera el Senador De Urresti.
--Pasa a dirigir la sesión, en calidad de Presidente accidental, el Honorable señor De Urresti.


El señor HARBOE.- Señora Presidenta, como es evidente, estamos viviendo una situación extremadamente complicada. Las proyecciones nos hablan de quiebras masivas de pequeñas y medianas empresas, de cierre de pequeños locales comerciales y de fracasos de emprendedores. Es momento de que la legislación y el Estado vayan en ayuda de quienes generan empleo y también de aquellos que contribuyen, con su empleo, a crear riqueza en este país: nuestras trabajadoras y nuestros trabajadores.
Se habla de que estamos en presencia de un seguro de cesantía. Señora Presidenta, todos los que estamos acá -y conocemos cómo operan los contratos de seguros- sabemos que nosotros ponemos una determinada cantidad para una eventual situación de riesgo y que hay un fondo distinto que nos va a cubrir esa emergencia.
No es el caso: este no es un verdadero seguro de cesantía. Aquí, trabajador y empleador ponen una determinada cantidad y, frente a una situación ajena a uno y a otro, como es la pandemia que estamos viviendo, se utilizan primero esos recursos. No se trata del fondo de un tercero que venga a complementar. Eso es un problema. Y lo que pasará en la práctica es que la emergencia la van a pagar los trabajadores y las trabajadoras. Lo digo porque los empleadores y las empleadoras pueden tener una muy buena intención de proseguir con su relación laboral, pero sus condiciones económicas, dada la cuarentena y los cordones sanitarios, les pueden impedir tener capacidad económica para pagar los sueldos.
Señor Presidente, represento a una de las zonas más afectadas por el coronavirus, la Región de Ñuble, que proporcionalmente tiene el mayor número de contagiados en el país.
Es en esta región donde se aplicó primeramente el cordón sanitario. Y déjeme decirle que más allá de la buena intención sanitaria, las consecuencias económicas están siendo desastrosas, ¡desastrosas!
Tenemos casos de empresas que no pueden ingresar con sus materiales y que están despidiendo a sus trabajadores y trabajadoras.
También hay trabajadores y trabajadoras que se tienen que mover entre San Carlos y Chillán, entre Chillán y Coihueco, Ninhue, Portezuelo, y no pueden hacerlo por el cordón sanitario. Por esta razón están perdiendo sus fuentes laborales. Y como corolario, la Directora del Trabajo sacó un dictamen que finalmente precariza aún más las relaciones laborales.
Es de esperarse que en esta ley en proyecto quede consignado su efecto retroactivo, para proteger a esas trabajadoras y trabajadores que actualmente están perdiendo sus fuentes laborales por una interpretación que, a mi juicio, es irresponsable y que precariza sus derechos laborales.
Señor Presidente, probablemente lo que correspondería es partir al revés. A tiempos normales, soluciones normales. Y a tiempos de emergencia, soluciones de emergencia.
Chile cuenta, gracias a la responsabilidad fiscal, con un Fondo de Cesantía Solidario: ¡11 mil millones de dólares!, gracias a la responsabilidad que históricamente han tenido las autoridades y los empleadores.
¿Por qué no partir, por ejemplo, pagando el subsidio de cesantía con ese fondo solidario y no gastarse lo ahorrado por ese trabajador y ese empleador para un momento de emergencia normal, y no anormal, como el que estamos viviendo?
¡Si es en estos momentos cuando refregamos en la cara a aquellos que creen que el Estado de bienestar es un costo! Es en estos momentos cuando se requiere un Estado fuerte para poder ayudar.
Actualmente, el Presidente de la República, con la declaración de estado de catástrofe, tiene facultades para requisar propiedad privada. ¿Por qué no pensar eventualmente en destinar un porcentaje de los fondos de pensiones para pagar el Seguro de Cesantía?
Lo que no podemos hacer hoy es endosarles a los trabajadores el costo de la emergencia.
Señor Presidente, a pesar de todo lo anterior, concurriré con mi voto favorable en general porque considero que hay que encontrar una solución; porque hoy día tenemos precariedad laboral, pero también muchos pequeños emprendedores que están quebrando y cerrando. Y la posibilidad de crear una suspensión de la relación laboral, manteniendo las cotizaciones y un porcentaje de la remuneración a través del Fondo de Cesantía, bienvenida sea.
Pero este era justamente el momento de meter la mano en el bolsillo a los fondos que tenemos ahorrados para apoyar a nuestras trabajadoras y a nuestros trabajadores, para apoyar a nuestras emprendedoras y nuestros emprendedores. Y veo que hoy nuevamente la emergencia la pagan las trabajadoras y los trabajadores.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- A continuación, tiene la palabra la Senadora Carolina Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, lo que necesitan hoy las familias en Chile es tener más certezas en un escenario en que darlas es muy difícil, ¡muy difícil! A eso estamos convocados hoy.
Todos repetimos "Al coronavirus, a esta emergencia sanitaria, a esta pandemia, la sacamos adelante todos juntos". De eso se trata la discusión. No habrá un proyecto perfecto. Lo sabemos. Y deseo partir reconociendo la disposición, sobre todo de la Ministra que nos acompaña, del Subsecretario y de su equipo, con quienes estuvimos durante dos días analizando en detalle esta iniciativa en la Comisión de Trabajo para incorporar varias modificaciones.
El proyecto busca entregar una certeza mínima a los trabajadores que, de no mediar esto, serán despedidos. Y pueden usar el Seguro de Cesantía, que nos guste o no, es lo que tenemos como mecanismo de protección ante el despido. Un seguro que tiene requisitos mucho más exigentes y para el caso de que se pierda la fuente laboral.
Las personas no solo tienen temor al contagio, al distanciamiento, ni siquiera solo a no poder abrazar a la persona querida, sino además a la posibilidad de quedar sin empleo.
Entonces, lo que se genera aquí es un mecanismo excepcional para tiempos excepcionales, que es transitorio, ¡transitorio! Porque sus dos modalidades son transitorias. Esto no es permanente, para quien lo entienda así.
Así, se permite garantizar que no se rompa la relación laboral y que no sea despedido el trabajador.
Numerosas empresas no quieren despedir hoy día a sus trabajadores. Pongo el caso de un restorán donde quienes trabajan llevan años allí y, por supuesto, forman parte de una empresa cuyo funcionamiento es imposible sin ellos.
Esta es una alternativa y debemos sacarla adelante rápido porque muchos están esperando esta señal.
Lo que se hace es rebajar requisitos para acceder al seguro, y se plantean dos opciones.
Una es para las empresas que hoy no pueden funcionar porque tienen que cumplir una cuarentena y están obligadas a parar, por lo que el trabajador no puede asistir. ¿Cómo mantienen sus ingresos? No todas pueden hacerlo. La mayor parte, no.
Y, en el caso de las empresas afectadas parcialmente, se plantea la posibilidad de tener media jornada y así garantizar las condiciones de seguridad para el funcionamiento de muchas que, además, deben seguir operando. Tal es el caso de las empresas de recolección de basura y de alimentos.
Eso es lo que estamos haciendo.
Se ha mencionado acá el debate respecto del Fondo Solidario. Yo solo quiero reiterar que este lo usan los más vulnerables, quienes en diversa ocasiones no tienen recursos en sus cuentas individuales, y, además, es con cargo a la cuenta individual en que se paga primero la indemnización.
Tengamos claro eso.
O sea, en el evento de que después sea despedido un trabajador, donde primero se descuenta la indemnización que corresponde, que es de cargo del empleador, es de la cuenta individual.
Yo prefiero proteger a los trabajadores. Que esa indemnización, en caso de que después sean despedidos, la pague efectivamente el empleador. Y ya se ha señalado que la mayor parte corresponde a aportes del empleador, y en el caso de los trabajadores contratados por obra o faena, lo es en forma íntegra.
Tengo muy poco tiempo; pero deseo agregar, además, que incorporamos a las trabajadoras de casa particular, que hoy no tienen derecho al Seguro de Cesantía, sino a una indemnización a todo evento. Y utilizar aquel beneficio no les impedirá el derecho a esta, así como tampoco las afectará en sus requisitos para acceder después al Fondo Solidario. Lo menciono porque había una limitación que establecía que esto no se podría utilizar más de dos veces en cinco años, que era retroactivo. Pero lo es respecto de aquellos lugares en los que la autoridad sanitaria ya decretó la cuarentena y en que existe la imposibilidad de funcionamiento para algunas empresas.
Deseo reconocer que, además, se cambió la fuente de financiamiento.
Inicialmente, nos habían planteado que fuera el Fondo de Reserva de Pensiones el que financiara esto. Y dijimos que no, que sería un mal precedente. Este fondo es para las pensiones. Nosotros tenemos otros fondos. Porque aquí todos hablamos de hacer un esfuerzo en conjunto. Por eso es pertinente que desde el Tesoro Público provenga el financiamiento.
Se garantiza la cobertura de salud. Es cierto, nos habría encantado que se incorporara lo relativo a las cotizaciones previsionales, pero en buena hora hoy podemos garantizar cobertura de salud. Y aquello debe mantenerse.
Entonces, queridos colegas, estamos llamados a dar una solución, a dar certeza, a decir: "Ojalá que esto se halle en condiciones de ser publicado y de operar a partir de mañana, para que muchos que hoy esperan esta señal, puedan expresar: `Yo aquí contengo'".
La crisis la enfrentamos entre todos porque sabemos que la economía se puede recuperar después. Esto es un parche, un apoyo para que todos podamos aguantar, y en particular los trabajadores más sencillos y humildes.
La salud debe ser la prioridad. Porque lo que no podremos recuperar serán las vidas. Y para eso, este instrumento es fundamental.
Deseo terminar mi intervención insistiendo en este punto. Nosotros tenemos que dar certeza. Por eso valoro el trabajo unitario y la unanimidad que alcanzamos para aprobar esta iniciativa en la Comisión de Trabajo y en la Comisión de Hacienda.
Yo llamo a respaldarlo íntegramente.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Gracias, señora Senadora.
Me ha pedido la palabra la señora Ministra.


La señora ZALDÍVAR (Ministra del Trabajo y Previsión Social).- Señor Presidente, solo me gustaría reforzar la idea que ha planteado la Senadora Goic, en el sentido de que es mucho más solidario partir por las cuentas individuales que por el Fondo Solidario de Cesantía.
¿Por qué razón es mucho más solidario? Porque las personas que perciben ingresos más altos tienen mayor cantidad de recursos acumulados en su cuenta individual. Los trabajadores de menores ingresos cuentan con muchísimos menos fondos acumulados en la suya. Y si hacemos que todos, trabajadores de altos ingresos y trabajadores de bajos ingresos, vayan primero al Fondo Solidario del Seguro de Cesantía -que, dicho sea de paso, tiene recursos que son bastante menores que los de la totalidad de las cuentas individuales-, lo que va a ocurrir es que un trabajador de ingresos altos consumirá en un mes lo mismo que cinco o seis de ingresos más bajos. Y, por lo tanto, primero, se agotarán los fondos que deban utilizar los trabajadores de menores ingresos, porque no dispondrán de dineros en sus cuentas individuales para poder cumplir y garantizar la totalidad de la prestación.
En cambio, si se va primero a las cuentas individuales, esos trabajadores de mayores ingresos, que van a necesitar más recursos para poder llegar al 70 por ciento de sus remuneraciones, no van a usar los recursos del Fondo Solidario en una primera instancia, y estos quedarán reservados para los trabajadores de menores ingresos, para los trabajadores que tienen más rotación, para los trabajadores que están en una situación de mucho mayor precariedad.
Lo que estamos buscando, tal como señaló la Senadora Goic, es ser solidarios en esto y contar con un mecanismo que nos permita garantizarles ingresos a los trabajadores en una situación de contingencia como la que estamos viviendo. Pero si utilizamos primero los fondos solidarios, vamos a tener una medida que será profundamente no solidaria respecto de los trabajadores de menores ingresos. Y yo creo que eso no es lo que estamos buscando como solución para nuestro país.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra la Senadora Carmen Gloria Aravena.


La señora ARAVENA.- Señor Presidente, voy a tratar de ser muy breve, como nos pidió la Presidenta.
No voy a entrar a los detalles, porque pienso que solo hay que celebrar la idea del Gobierno.
Me parece que estos son tiempos en que hay que felicitar la prontitud con que el Gobierno, y en este caso la Ministra, fue capaz de pensar en una solución que hoy día muchos de los chilenos -yo he recibido muchos wasaps de mi Región de La Araucanía- están esperando que se apruebe, porque de esto depende el empleo de mucha gente.
Lo segundo: el 70 por ciento de los empleos en este país lo dan las micro y las pequeñas empresas, y no son enemigos de sus empleados; todo lo contrario, la mayoría dependen mutuamente. Son un sistema. Y, por lo tanto, no creo que haya algún empleador que esté feliz con una situación de cuarentena o que esté feliz con los cinco meses que tuvimos de conflicto, porque no hay que olvidar que Chile vive esta pandemia con cinco meses de restricción económica y graves problemas de orden social y, también, de orden público. Por consiguiente, no estábamos en la condición ideal para recibir lo que estamos viviendo.
Yo agradezco a la Senadora Goic, como igualmente al Senador Letelier, porque ambos reforzaron el compromiso y el acuerdo que se había hecho. Y es importante valorar eso, toda vez que el llamado de ambos fue a unirnos en tiempos de crisis. Pienso que ese es el camino que efectivamente debemos tomar y, sobre todo, es lo que la ciudadanía espera de nosotros hoy día.
En lo personal, sinceramente considero que el fondo que se está utilizando es el correcto; es efectivamente más solidario. Siempre habrá alguien que podrá señalar que había mejores soluciones, pero yo siempre digo que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Y hoy día lo que se quiere es agilidad. Llevamos ya prácticamente muchos meses de complicaciones, y este último mes ha sido aún peor.
Por lo tanto, el poder decir mañana que contamos con una herramienta que va a permitir disminuir la situación de desempleo es una buena noticia para Chile.
Así que yo feliz voy a aprobar este proyecto. Y agradezco infinitamente a los Senadores que aportaron y que tuvieron la generosidad de valorar la iniciativa del Gobierno.
Muchas gracias.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene, a continuación, la palabra el Senador Alejandro Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, es evidente que el país está sufriendo una crisis, y el sector privado y los trabajadores la están pagando, particularmente las pequeñas empresas, que no tienen respaldo financiero para aguantar un proceso largo, como las grandes empresas o la mayoría de las medianas.
Por consiguiente, es obvio que hay que legislar y flexibilizar muchas normativas. El tema está en quién paga. Y generalmente en eso tenemos un problema: a veces no solo es la empresa la que paga, sino que también el trabajador.
Por eso, hay algunos aspectos que se deben considerar: primero, la necesidad de flexibilizar.
Hoy estamos viendo cómo caen los fondos de las AFP, y los trabajadores no pueden salir a rescatar sus dineros. Sin embargo, cuando una empresa está perdiendo, muchas veces tiene la posibilidad de liquidar y salvar una parte de ella. Pero el trabajador, fuera de tener voluntad y sin poder hacer nada, quedando entregado ya a su suerte, porque no puede intervenir, ve caer sus fondos de pensiones, y ello -por lo que aquí mismo se ha dicho: debido al clima que hay- a niveles que pueden ser inimaginables y, por cierto, muy superiores a la crisis, que empezó con la crisis mexicana, y después siguió con la asiática. Y ahí no tenemos todavía una respuesta ni flexibilidad alguna.
Quiero destacar, además, que este proyecto se refiere a los ingresos por salario, por renta. Sin embargo, resulta que en Chile un amplio porcentaje de los trabajadores que tienen contratos perciben un sueldo de monto muy bajo y, por ejemplo, los trabajadores del retail, donde el grueso de los ingresos son las comisiones y no el salario, van a ver aún más desplomados esos ingresos de lo que aparece en las cifras.
También está la precariedad laboral en el sector de servicios ocasionales. ¿Qué pasa con la informalidad laboral en tiempos como el que estamos viviendo?
En definitiva, estamos reduciendo todo esto a un sector de los trabajadores, a cuyo respecto lo que se concluye es que al final los trabajadores, con sus propios recursos, tendrán que salir a enfrentar esta situación.
Además, es pertinente señalar que los pactos de reducción temporal de jornada para evitar los despidos, primero, quedan un poco en el aire porque el artículo 161 sigue vigente, y segundo, de acuerdo con algunas cifras que hemos recolectado en los juzgados del trabajo, sobre el 90 por ciento de los despidos son injustificados -me refiero a que obedecen a razones de fuerza mayor-, ¡sobre el 90 por ciento!
Esa es una veta que está abierta, y deberíamos congelarla para evitar que continúe dicho abuso en estos tiempos, porque con ese solo artículo y mientras esté vigente no habrá ninguna garantía para el trabajador.
Ahora, con respecto a aquellos que pudieren pactar condiciones para la crisis, es preciso aclarar también que el derecho del trabajador a una remuneración equivaldrá, como pago por parte del empleador, a una jornada reducida y se complementará -¡ojo!- parcialmente con recursos de su cuenta individual y, eventualmente, mediante el Fondo de Cesantía Solidario, habiendo incluso límites no solo en porcentaje, sino en montos totales. Hay límites máximos para el trabajador de jornada ordinaria.
En consecuencia, no digamos tampoco que el trabajador va a recibir un apoyo externo. Acá lo que estamos haciendo es flexibilizar para que el trabajador pueda usar sus recursos en la medida que le alcancen.
Es del caso señalar que la mayoría de los trabajadores no recibirá ningún beneficio de esto. Y, por esa misma razón, tampoco digamos que hemos encontrado la fórmula mágica. Por cierto, se ha hecho un esfuerzo -siempre hay un esfuerzo; eso no lo voy a descalificar-, pero no nos engañemos: aquí hay aumento de la precariedad laboral y el trabajador queda entregado a su suerte.
Se habla de flexibilidad, pero no con sus propios recursos, como son los fondos previsionales, que se están desplomando, y además con una reducción objetiva de ingresos.
¡Digamos las cosas directamente para que nadie se equivoque!
Gracias.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador Alejandro Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, las crisis hacen aflorar las contradicciones: quienes hasta ayer adoraban el becerro de oro del mercado, hoy día claman por el Estado, ¡claman por el Estado!
Y yo les quiero advertir lo siguiente: en Chile va a haber más Estado protector de la salud, de la vida, del empleo.
Este proyecto de ley es absolutamente insuficiente porque hay quienes están cuidando la economía para el próximo año electoral, no quieren ponerlo todo, no desean negociar.
Por tanto, esto aquí se ha transformado. Antes el Senado era el que negociaba, el poderoso; hoy día lo es la Cámara de Diputados. Porque cuando viene al Senado el señor Ministro de Hacienda, todos se entregan fácilmente, se ponen de rodillas, y tiene que ser la gloriosa Cámara de Diputados la que dignifique a este Congreso para poder negociar con el Ejecutivo. Porque el Ejecutivo viene acá a negociar, y veo que hay "entreguismo". ¡"Entreguismo" es lo que yo he visto! ¡Directo, derecho: "entreguismo"!
Entonces, espero que aquí no haya quien quiera aprovecharse de esto. Lo digo porque estoy viendo el Título II del proyecto, sobre pactos de reducción temporal de jornadas de trabajo. Y, Ministra, ¿ese Título II es permanente o transitorio? ¿Usted cree que el coronavirus se va a quedar para siempre en Chile y que las actuales condiciones serán permanentes? ¿Es transitorio o permanente ese título?
Pregunto al Ministro de Hacienda -no está en la Sala en este momento-: ¿va a ir a negociar a la Cámara de Diputados mejores condiciones para los trabajadores, como lo hizo con el bono al cual me opuse ayer? Le señalé: "Ministro, 50 lucas son insuficientes; usted va a tener que hacer otra ley y otra ley y otra ley". Y fue a la Cámara Baja, ¡y tenemos un aumento!
En este Senado, en cambio, no hay capacidad política para poder negociar con el Ejecutivo. ¡Ni una! ¡Es una vergüenza que esta Oposición no tenga capacidad de negociar con el Ejecutivo!
Entonces, le pido a la Ministra que me aclare el dictamen de la Dirección del Trabajo que salió hoy día -hay preocupación en todos los trabajadores-, según el cual si las personas no trabajan, no se les paga.
¡Es un dictamen de hoy! Mientras conversábamos y discutíamos en la Comisión de Trabajo mejores condiciones laborales, ¡la Directora del Trabajo sacaba este dictamen!
Quiero que la Ministra me diga, y le diga al país, qué significa este dictamen, que señala que el empleador no tiene obligación de pagarle su remuneración a quien no trabaja.
El mismo dictamen establece que, si el trabajador no llega a su puesto de trabajo, no tiene derecho a que se le pague la asignación de movilización. ¡Eso es ser miserable! ¡Miserable! ¡Porque muchos trabajadores no pueden llegar ahora a su trabajo producto de las condiciones actuales!
La Dirección del Trabajo les dice hoy, 26 de marzo del 2020, a los trabajadores: "Si no llegan, no les pagamos la miserable asignación de movilización".
Le hemos solicitado al Gobierno que permitan sacar algo del dinero de las AFP para los ancianos. No nos quieren escuchar. ¡Las AFP no se tocan! No va a haber cotizaciones previsionales por un tiempo, y sería bueno que la Ministra nos informe -se lo pregunté en la mañana- cómo se van a complementar esos fondos. Porque no va a haber obligación de cotizar.
Y el monto máximo -comillas- del fondo solidario son 225 mil pesos. ¡Ese es el tope máximo!
Ojalá existiera la sensatez de entender que estamos atravesando una crisis, porque nos habría permitido discutir de verdad el tema de las AFP. Pero hay algunos que no quieren tocar a las AFP. ¡Y este Senado es incapaz de desafiar a las AFP! ¡Una vez más de rodillas! Nadie quiere tocar a las AFP, aun cuando están destrozando hoy día los fondos de los trabajadores.
¿Y las reglas del mercado? ¿Vamos a tener más Estado de aquí en adelante? Por cierto, espero que esta crisis se traduzca en más Estado.
Además, quiero referirme al Fondo de Cesantía. Lo ha mencionado la Senadora Provoste; también lo ha planteado el Senador Harboe, a pesar de que anuncia su voto a favor. Algunos colegas señalizan a la izquierda, a la izquierda, a la izquierda, y terminan doblando para la derecha, de manera permanente.
Entonces, Ministra, ¿va a haber recursos en el Fondo de Cesantía una vez terminada la crisis? ¿Va a haber protección para los que hoy día están utilizando el Fondo de Cesantía?
En verdad, esta discusión apresurada, donde nos meten el trabajo temporal o flexible, que nunca habían podido incluir, en medio de la actual crisis, forma parte de los abusos de este Gobierno.
Solo quiero decir que, respecto del Título II -algunos lo señalan como un error-, voy a votar en contra, y me voy a abstener en la votación del resto de este proyecto de ley, porque lo considero insuficiente.
¡El Estado pudo dar más! ¡Hay dinero para dar más! ¡Hay recursos suficientes, pero el Estado está poniendo el peso de la crisis en los trabajadores! ¡Cuánto van a poner para Latam! ¡Cuánto van a poner para el gran empresariado! De los 11 mil millones de dólares, ayer aprobamos un proyecto de ley que cuesta 130 millones. ¡El 1 por ciento del total! ¡Cuánto va a costar esta medida! ¡Dónde van a ir esos 11 mil millones! ¡Eso quiero saber!
Por eso, me voy a abstener en este pinche proyecto de ley, que creo que es insuficiente, y voy votar en contra del Título II, artículo 7, que establece la flexibilización de la jornada de trabajo.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador Felipe Kast.


El señor KAST.- Señor Presidente, hoy día nos enfrentamos, probablemente, a uno de los momentos más complejos que va atravesar la economía en muchas décadas. Y escuchar al colega Navarro hablar del "pinche proyecto" lo encuentro una falta de respeto. Claro, es recómodo decir "un pinche proyecto", abstenerse y darse el lujo de que miles de trabajadores no reciban estos fondos cuando tú tienes el sueldo asegurado a fin de mes.
Entonces, pido un poco más de seriedad.
He visto a varios Senadores de Izquierda actuar acá con responsabilidad. Claramente, tal vez no compartan en nada la ideología ni del Ministro de Hacienda ni del Presidente de la República, pero se dan cuenta de que hoy día estamos enfrentando una crisis brutal que no da espacio para caer en la trinchera y la pelea pequeña.
Todos saben perfectamente que tendremos que gastar mucho más; saben perfectamente, además, que vamos a recibir muchos menos ingresos públicos este año, 5 mil millones de dólares al menos por todos los efectos a raíz de los cambios en el precio del cobre y de la disminución en el crecimiento económico. La crisis que nos afecta provocará a lo mejor un golpe económico en el corto plazo, peor que el que sufrimos durante la depresión del año 30.
Aquí es refácil tratar de aprovechar el dolor humano para sacar una tajada política.
¡Cuándo será la ocasión de ver a algunos de estos colegas de Oposición que muestren algo de generosidad, algo de unidad, algo de empatía para ponerse contentos porque, independiente del gobierno de turno, se están tratando de hacer bien las cosas! ¡Si la gente ya no les cree cuando critican todo! ¡Y menos aún cuando se ríen!
Le estoy hablando a usted, Senador Navarro, y a usted, Senadora Yasna Provoste...
El señor NAVARRO.- ¡No está pintado, señor Presidente! ¡Ponga orden!
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Por favor, diríjase a la Mesa, Senador Kast.
El señor KAST.- ¡Por su intermedio, señor Presidente!
Lo digo en serio. La ciudadanía hoy día nos pide un poco más de unidad, y he visto a varios que están en esa postura. Pero, cuando escucho a algunos decir que este es "un pinche proyecto", realmente me parece una falta de respeto.
Conocemos la realidad de nuestras arcas fiscales. Supongo que todos sabemos sumar y restar y somos conscientes de la situación en que estamos.
Muchos han celebrado: "¡Qué bueno el tono del Ministro Briones!", "¡Qué bueno el tono utilizado para construir acuerdos!". Pero llega el momento de hablar y hacen un discurso para la galería, sabiendo que nuestras arcas fiscales están pasando por un momento muy complejo.
Señor Presidente, considero que este proyecto tiene dos virtudes fundamentales, y es bueno que todos las entendamos.
La primera es buscar que los trabajadores de Chile puedan llegar a fin de mes, sabiendo que van a hacer un sacrificio, porque significa el 70 por ciento del sueldo el primer mes. Además, cabe recordar que este seguro de cesantía fue creado en este Congreso Nacional.
Otro beneficio de esta iniciativa es que permite que muchas pymes no terminen quebrando, porque un efecto transitorio puede transformarse en un shock permanente si no somos capaces de ayudar para que algunas pymes y otras empresas no quiebren.
Esa es la verdad.
En definitiva, la política pública implementada acá -¡ojo!, no somos el único país del mundo que lo está haciendo- permite esas dos cosas.
Quiero terminar reconociendo que hay un sector con el que estamos al debe, y el Gobierno lo sabe: los independientes, los que trabajan con boleta. Ahí tenemos una deuda. Ahora se realiza un esfuerzo tremendo, muy grande por ayudar a los trabajadores, y sabemos que los independientes no cotizaron en el pasado en este Seguro de Cesantía. El problema es que ellos tampoco se pueden quedar sin nada.
Se hizo una esfuerzo hace poco devolviéndoles el 10 por ciento de los tres primeros meses del año y también adelantándoles la Operación Renta. Sabemos que eso es insuficiente. Como han dicho el Ministro de Hacienda y la Ministra del Trabajo, probablemente para superar esta crisis vamos a tener que realizar esfuerzos adicionales. Pero sabemos que esta propuesta es sustantiva; sabemos que este paquete económico que se presentó la semana pasada y que hoy día estamos legislando con urgencia es fundamental.
Hoy día no es el momento de las peleas pequeñas; hoy día no es el momento de tratar de gritar más fuerte; hoy día es el momento de la unidad, de que saquemos adelante a Chile juntos, porque, si no lo hacemos, vamos a dar un triste espectáculo y la ciudadanía va a creer aún menos en este Congreso de lo que ya cree.
Por eso, voto a favor.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene, a continuación, la palabra el Senador Galilea.


El señor GALILEA.- Señor Presidente, voy a seguir en la línea de lo que venía planteando el Senador Kast. La verdad de las cosas es que las críticas que han hecho algunos Senadores a este proyecto son, a mi juicio, incomprensibles, ¡absolutamente incomprensibles!
En primer lugar, se dice que este proyecto sería poco solidario. ¿Por qué? Porque primero echa mano a lo que se llama "cuenta individual" y después al Fondo de Cesantía Solidario.
Si se molestaran simplemente en entender cómo opera el procedimiento, se darían cuenta de que es exactamente al revés. ¿Qué es lo solidario en este caso? Partir por las cuentas individuales y seguir por el referido fondo. ¿Por qué? Ya lo explicó la Ministra del Trabajo: porque, si partiéramos por el Fondo Solidario, las personas de más altas rentas ocuparían una porción mucho mayor de este, que es el que pone el Fisco.
Eso es como sumar dos más dos. Y lamento mucho que haya Senadores que, aparentemente, no sepan hilar el dos más dos.
En la cuenta individual -ya lo dijo el Senador Letelier hace un rato-, ¿quién pone el ahorro en los contratos por obra o faena? ¡El cien por ciento, el empleador! ¿Y en los contratos indefinidos? Dos tercios, el empleador, y solo un tercio, el trabajador.
Por lo tanto, como esto va a durar -se supone- varios meses, mucho más rápido se van a ir al Fondo Solidario de Cesantía las rentas bajas, en tanto que las rentas altas seguirán dependiendo de lo que se llama "cuenta individual".
En consecuencia, la crítica de que la iniciativa no es solidaria es absolutamente absurda en su origen y en su raciocinio. Les pido a los Senadores que se oponen a esta medida que lo piensen un segundo para que se den cuenta de que hay que apoyarla tal como está.
En segundo lugar, han dicho que no estarían favorecidas las personas a las que el empleador no les hubiera pagado las cotizaciones en los últimos tres meses. Si ustedes se molestan en leer el proyecto de ley, notarán que habla del registro de cotizaciones. Ocupa la palabra "registro". No especifica si están pagadas o no, o si se pagó parcialmente o no. Dice "registro", porque acá se trata simplemente de probar una relación laboral. Punto. Ningún trabajador que haya tenido cotizaciones pagadas hacia atrás va a quedar fuera de este beneficio.
Por tanto, les pido, por favor, que se saquen ese argumento de la cabeza, porque está absolutamente alejado del texto y del espíritu de este proyecto de ley.
Por último, quiero detenerme en el hecho de que se sigue haciendo una especie de dicotomía entre el empleador y la empresa, como si fueran destinos absolutamente distintos en la vida. Creo que esa es una manera muy errónea de mirar las cosas y es no conocer, para nada, la situación de las empresas, sean chicas, medianas o grandes.
Acá el debate se concentra en las empresas chicas, que tienen un problema de caja hoy día -¡por supuesto!-, pero lo mismo aqueja a las medianas y también a las grandes compañías.
El tema de caja de las empresas, el tener recursos líquidos para soportar una crisis como la que estamos viviendo, ¡les pega a todos: grandes, medianos y chicos! Por eso tenemos que hacer este esfuerzo y apoyar con entusiasmo proyectos tan bien pensados como este.
¿Cuál es la alternativa? El despido masivo. ¿Cuál es la alternativa? Juicios eternos. Frente a eso, la opción razonable es decir: "Hagamos un esfuerzo entre todos para mantener las fuentes laborales".
Efectivamente las remuneraciones van a ser algo más bajas, pero de aquí a diciembre ayudemos todos a mantener, al menos, la fuente laboral; al menos, la existencia de la empresa. De lo contrario, a la salida de todo esto estaremos mucho peor.
En consecuencia, señor Presidente, después de haber aclarado estos puntos, quiero decir que apoyo con entusiasmo el proyecto. Me parece un pilar para enfrentar la situación que está viviendo Chile, y espero, sinceramente, que los trabajadores y las empresas puedan aprovecharlo.
¡Esta iniciativa es una gran salida para capear esta enorme crisis, que nadie quiso para nuestro país!
He dicho.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene, a continuación, la palabra el Senador Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, la verdad es que yo no iba a intervenir, pero me impactó la expresión que oí, que ha sido referida por un par de parlamentarios, respecto de que este es un "pinche proyecto de ley". Y lo digo con harto respeto.
A mi juicio, no se puede usar una expresión así después del esfuerzo tan grande que se ha hecho, en particular la Ministra del Trabajo, para generar una institución que es muy compleja y que busca enfrentar una situación respecto de la cual nadie puede echarles la culpa a las autoridades de haberla creado. Me da la sensación a veces de que se busca cómo echarle la culpa a quien esté en el Gobierno para adscribirle todo tipo de maldades intelectuales o ideológicas.
¡Pongámonos de acuerdo! Aquí estamos ante una pandemia mundial, planetaria. No hay país que se haya salvado. No hay, por tanto, parlamento que no se haya abocado a resolver estos problemas. A todos afecta: a trabajadores, empresas, ciudadanos, hospitales, y hay que buscar soluciones especiales, imaginativas, creativas. Uno no puede, en situaciones excepcionales, hacer cosas normales. Eso es lo que se ha intentado realizar por esta vía.
Cuando se planteó este proyecto, yo pensé, honestamente -me puedo equivocar-, que habría un respaldo unánime, como ha sucedido con otras iniciativas en la historia de Chile ante momentos excepcionales y difíciles, respecto de las cuales no ha habido duda.
Yo me alegro de haber escuchado a algunos parlamentarios de las bancadas de enfrente intervenir exactamente en esta misma línea. ¡Es lo que a uno le corresponde!
Ojalá las palabras a las que me referí al inicio hayan sido producto de la emoción al terminar una frase. Espero que no sean fruto de una reflexión serena respecto de lo que estamos viviendo.
Un segundo comentario.
Yo invitaría a dejar un poco de lado esta lógica, que creo que ha sido tan mala para Chile y para el mundo, de hacer una distinción permanente entre los buenos y los malos. De verdad, ¡no veo dónde están aquí los malos! Todos estamos enfrentando, como sociedad, algo que nunca se pensó que iba a ocurrir.
Yo me sorprendí, releyendo un libro, ante el hecho de que algunos intelectuales decían que se habían acabado las plagas en el mundo. Sostenían que no habría más hambre, más guerras ni más plagas y que ahora estábamos en otro estadio.
De repente nos damos cuenta de la fragilidad humana. Pareciera que aquello que se dio por cambiado, por derrotado, porque la ciencia había sido capaz de anteponerse ante cualquier germen o virus, ahora nos ataca. De repente nos encontramos ante un problema que explota, ¡y explota con dolor!
¿Y qué está detrás -este es el tema de fondo- de la protección del empleo? El cuidado de la subsistencia humana; el cuidado del ingreso mayor posible; el cuidado de una continuidad de pago; el cuidado de no romper una cadena fundamental para la vida en sociedad.
Da la impresión de que algunos creen que los empresarios están felices buscando excusas para despedir gente. ¡Por favor! Yo veo algo completamente distinto: gente desesperada por seguir trabajando y gente desesperada por seguir dando trabajo. Eso veo en todo espíritu, en todo ánimo; no podría hacer una diferencia de quién es más o quién es menos.
Señora Presidenta, uno podrá tener, como siempre, alguna diferencia respecto de una forma de redactar, pero eso no implica descalificar.
Hago un llamado bien profundo a entender la importancia de despachar esto ahora, pensando no en si le va bien o mal a un gobierno, sino en el beneficio de millones de personas que están esperando señales.
¿Es la única medida? No, hay muchas otras, y se han estado abordando paralelamente, secuencialmente, porque, como lo dije en la mañana, nadie puede decir que aquí estamos resolviendo un problema que pasó: ¡aquí estamos enfrentando un problema que viene! Ante ello, debemos tener el criterio, la amplitud y la generosidad para asumirlo.
Por eso, señora Presidenta, me parece que el proyecto está bien diseñado conceptualmente. Además, la Ministra Zaldívar lo explicó en la Comisión. La arquitectura de esta propuesta está diseñada lo mejor posible dentro de las tremendas dificultades del sistema.
Por esa razón, no solo voto a favor, sino que animo a los colegas a actuar con generosidad en un momento en que el país lo necesita.
He dicho.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Señora Presidenta, vivimos circunstancias extraordinarias que requieren un marco regulatorio extraordinario, algo que no se había visto en Chile y en el mundo durante décadas. Por eso me parece que este proyecto está bien orientado, independiente de que tenga diferencias con aspectos específicos que se debatirán posteriormente.
Voy a votar a favor de esta iniciativa, como un marco de protección a los trabajadores, a las trabajadoras, a sus ingresos, a sus remuneraciones, al empleo, que es fundamental para que todos ellos puedan desarrollar sus vidas en circunstancias especialmente difíciles.
No obstante, me parece que lo que ha acontecido con la Dirección del Trabajo es un mal precedente. Y lo quiero decir con toda claridad.
La legislación laboral debe ser siempre interpretada bajo una lógica protrabajador. El derecho laboral existe como una rama independiente del derecho civil, precisamente porque parte de un supuesto básico: no hay una relación simétrica entre empleadores y trabajadores. Hay una relación de subordinación, en la cual uno es fuerte y el otro, débil.
Por lo tanto, se requiere generar esa simetría a través de un marco de protección, que pone en el centro los derechos de las trabajadoras y los trabajadores.
La interpretación del concepto de fuerza mayor bajo el prisma del derecho civil constituye un precedente lamentable respecto de la lógica con la cual se debe interpretar el derecho laboral.
Por cierto que vivimos circunstancias que no habíamos visto, que significará que tengamos que analizar, de manera creativa, cómo enfrentamos lo que va a ocurrir con nuestra economía, y que se va a expresar en la empresa, en los empleos y, por cierto, en los trabajadores.
Pero el contrato de trabajo no se puede interpretar como un contrato civil. La interpretación prooperario es fundamental. El trabajador no es un socio del empleador; está ajeno al riesgo que representa, por cierto, la labor del empleador. Y, en ese contexto, debe tener un marco de protección distinto.
Este proyecto, precisamente, pretende hacerse cargo de una realidad económica compleja. Muchas empresas van a carecer de ingresos durante un tiempo significativo, no van a poder cumplir con sus obligaciones básicas y, por cierto, tampoco con sus trabajadores. Por eso planteamos desde un principio la necesidad de utilizar este instrumento de manera excepcional, sin poner término al vínculo laboral, para proteger el empleo, las remuneraciones, los ingresos a las trabajadoras y a los trabajadores. Y el Gobierno acogió una propuesta que había formulado hace ya bastante tiempo el Senador Carlos Montes.
Pero con el dictamen de la Dirección del Trabajo se genera un incentivo perverso para hacer de esta ley letra muerta. Porque, en definitiva, cuando tenga que optarse entre pagar la cotización de salud o el seguro de incapacidad laboral, o pagar cero ante esta fuerza mayor, obviamente se genera un incentivo perverso que no produce el efecto necesario para que esta ley se haga realidad, entendiendo que hay un contexto difícil y en el que esperamos que todos los empleadores hagan el mayor esfuerzo posible para proteger el empleo, acogiéndose a las disposiciones de esta legislación.
Ese es el precedente complejo que genera la Dirección del Trabajo, y por eso ha provocado tanto ruido hoy. Creo que fue una mala fecha para haber emitido ese dictamen. Además, tiene contradicciones con dictámenes en materias similares emitidos por la propia Dirección del Trabajo en el pasado. Y, lo que es peor, se hace en un momento en que buscamos, precisamente, una solución integral para proteger adecuadamente a los trabajadores.
Quiero destacar, en particular, el artículo 24 del proyecto de ley, que fue un planteamiento del Senador Juan Pablo Letelier, que hace inaplicable el artículo 159, número 6, del Código del Trabajo, durante el estado de catástrofe que estamos enfrentando. Por tanto, hace inaplicable la causal de fuerza mayor para poner fin al vínculo laboral. Ello está precisamente en el proyecto de ley que estamos votando ahora.
Para nosotros, la defensa de los trabajadores y las trabajadoras es la esencia de lo que representamos como proyecto político y como proyecto de país. Y creo que entre todos debemos contribuir a generar condiciones para que los trabajadores cuenten con las garantías para enfrentar una situación especialmente compleja.
Reitero que voy a votar a favor de esta iniciativa. Pero pienso que la Dirección del Trabajo escogió un mal momento para emitir este dictamen. Le pido un minuto más, señora Presidenta, por favor, y termino...
El señor MOREIRA.- ¡Tanto que quiere hablar ahora...!
El señor ELIZALDE.- Yo no lo interrumpí, Senador Moreira -por su intermedio, señora Presidenta-, cuando en su intervención pasada hizo una referencia a los violadores a los derechos humanos. Le pido que no me interrumpa ahora.
Creo que entre todos debemos tener un espíritu constructivo para arribar a un entendimiento sustantivo que permita enfrentar esta crisis. Nosotros seguiremos actuando conforme a lo que es nuestra identidad: voluntad política por llegar a entendimientos que nos permitan, de manera solidaria y con colaboración, enfrentar un contexto difícil para el país. Pero tenemos que poner en el centro a las personas.
Por eso le planteábamos al Ministro de Hacienda la importancia de fortalecer toda la ayuda a los beneficiarios del subsidio familiar y aumentar los beneficiarios, lo que ha sido aprobado recientemente en la Comisión Mixta, pues ahí hay un número importante de personas desprotegidas, y creemos que los recursos que se están destinando son insuficientes.
Por lo mismo, nos parece fundamental proteger los ingresos de los trabajadores. Eso es bueno para las personas, es bueno para las familias y también será bueno para la economía en su conjunto, para enfrentar, entre todos, una coyuntura tan difícil.
Por eso, en general, voto a favor de esta iniciativa.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Ricardo Lagos.


El señor LAGOS.- Señora Presidenta, es la primera y seguramente la última vez que voy a hacer uso de la palabra en la Sala del Senado hoy día.
Con este proyecto básicamente estamos tratando de hacernos cargo de lo que va a pasar en Chile. El Ministro de Hacienda, para citar a alguien, ha sido superpráctico y claro: vamos a tener un período muy duro. Y creo que debemos hablarlo así entre nosotros mismos. En lo económico habrá cifras tremendamente complejas.
Uno tiene que prepararse para lo peor deseando lo mejor. Pero nada excluye, dado lo que ha ocurrido en otras latitudes, que debamos enfrentar un tema muy difícil. No nosotros: nuestro país.
Entonces, esta iniciativa se encuentra lejos de la perfección, está lejos de abordar temas estructurales en los cuales tenemos diferencias con el modelo actual, pero apunta, al menos, a la línea de flotación de mantener con ingresos a muchas familias chilenas y de que conserven sus empleos.
Y, lo que es muy relevante también, el proyecto busca apoyar a las pequeñas y medianas empresas -hablo también de las medianas porque importan mucho, no solo las micro- para que puedan subsistir, porque lo que van a enfrentar no será insolvencia producto de que no sean eficientes, sino que tendrán un problema de liquidez. En consecuencia, hay que ayudar a mantenerlas a flote mientras dure esta epidemia, porque esta pandemia va a pasar; todas pasan, duran meses, pero pasan. Lo importante es cómo hacemos para cuando termine, qué nos va a quedar.
Se lo dije al Ministro cuando discutimos esta iniciativa ayer -no sé si fue acá, allá o en la Comisión-: "Ministro, haga movimientos en este proyecto, porque, de lo contrario, usted va a estar sentado acá nuevamente y vamos a vernos las caras". Aquí está el Ministro de nuevo, porque en la Cámara de Diputados le fue como le fue -lo digo con mucho respeto-, porque el proyecto era claramente insuficiente, para la coyuntura incluso.
Así y todo, con lo que estamos aprobando ahora nos vamos a sentar acá, se lo garantizo -o telemáticamente, porque tal vez no podamos ni juntarnos-, en un mes más para aprobar otro proyecto u otro paquete de medidas importantes. Eso está escrito, porque con esto no vamos a poder solventar la crisis. Pero yo le diría que, a ratos, tengamos un grado de optimismo en el sentido de que podemos hacerlo.
Yo los desafío a que encuentren un país en América Latina que tenga la capacidad de discutir de qué tamaño es el bono que les van a dar a sus connacionales. Díganme qué país en América Latina posee un Fondo de Estabilización Económica y Social por 13 mil millones de dólares, o cuenta en el Fondo de Reserva de Pensiones con 10 mil millones de dólares, o en el Fondo Solidario de Cesantía con 4 mil millones de dólares.
Yo lo señalo -y no es tratar de creerse nada- porque tenemos una capacidad, limitada, para enfrentar esto.
Mientras nosotros hablamos, Estados Unidos se declara prácticamente en recesión. El Ministro de Hacienda norteamericano habla de 20 por ciento de desempleo; la señora Ángela Merkel literalmente rompe con la regla más importante que ha tenido Alemania al entrar en un déficit de miles de millones de euros, ¡pero miles de millones!
Entonces, esta es una crisis de proporciones. Y lo único que le pido al Ejecutivo es que tenga la capacidad de entender que la superación de esta crisis no la va a lograr solo el Gobierno del Presidente Piñera, ni el Ministro de Hacienda, ni la Ministra del Trabajo (lo digo con todo el cariño). No lo van a poder hacer, porque vamos a necesitar una unidad de propósito. Y para eso hay que escuchar más que lo que hemos escuchado entre nosotros.
¿Qué nos va a quedar, al final -y termino acá-? Pasada esta crisis, que generará unos costos enormes, yo sí tengo una predicción y un deseo: estoy convencido de que la forma en que vamos a entender cómo nos ordenamos como sociedad será distinta, y valoraremos lo solidario, la fuerza de lo colectivo y vamos a entender, entonces, el error del individualismo, de que solamente se trata de el que más tiene y el que más pone.
Porque hay elementos que hoy día en nuestra sociedad -y es lo que produjo el estallido del 18 de octubre- van a salir con más fuerza. Y saldrán fortalecidas aquellas visiones de quienes queremos un Estado más fuerte. Sí, eficiente, que gaste lo correcto, pero que recaude más, en que los que poseen más se pongan con más, para que al final del día, cuando tengamos que enfrentar lo que viene ahora, no nos encontremos con lo que nos acabamos de enterar en Valparaíso, en que el Alcalde informa que las autoridades de salud le dicen que se acabaron las dosis contra la influenza en la región.
Entonces, ¡de qué estamos hablando!
Ese modelo ya no va a ser el que tendremos que enfrentar. Ahora concentrémonos en la crisis, pero yo estoy casi seguro de que después de la crisis la mitad de los que están al frente tal vez van a ver el lado que nos estaba faltando en la forma en que nos ordenamos como país, como sociedad.
Y cuando veo otros países, como Nueva Zelandia o Australia, pienso que quizás por ahí era el derrotero nuestro y no lo que tenemos acá.
Pero ahora hay que aprobar este proyecto, con todas sus insuficiencias, porque va a ser un colchón superimportante.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general y en particular el proyecto, con excepción de las normas respecto de las cuales se pidió votación separada o fueron objeto de indicaciones (28 votos a favor y 2 abstenciones), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Provoste, Rincón y Van Rysselberghe y los señores Allamand, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Insulza, Kast, Lagos, Letelier, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro y Sandoval.
Se abstuvieron los señores Latorre y Navarro.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señora Presidenta.
Se ha solicitado...
El señor CHAHUÁN.- ¿Me permite, señora Presidenta?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Cómo no, señor Senador.
El señor CHAHUÁN.- ¿Es posible hacer una sola votación y una sola intervención sobre el paquete de indicaciones?
La señora RINCÓN.- Sí, Presidenta.
El señor LETELIER.- Se trata de materias distintas.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Son materias distintas, Senador Chahuán.
Señor Secretario, ¿es posible?
El señor GUZMÁN (Secretario General).- No se puede proceder de esa manera, pues se trata de materias distintas y también porque quizá la Sala deba discutir respecto de la admisibilidad de algunas normas.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Muy bien.
)-------------(
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señora Presidenta.
En estos momentos ha llegado a la Mesa un certificado de la Comisión Mixta encargada de formular una proposición para resolver la dificultad suscitada entre ambas Cámaras en relación con el proyecto de ley que faculta a los concejos municipales para prorrogar la obtención o renovación del permiso de circulación de los vehículos que indica (boletín Nº 13.308-06).
--Queda para tabla.
Asimismo, ha llegado a la Mesa una moción de los Senadores señora Provoste y señores Bianchi y Guillier, con la que inician un proyecto de ley que dispone la inaplicabilidad temporal de los artículos 159, número 6, y 161 del Código del Trabajo (boletín Nº 13.366-13).
--Pasa a la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
La señora EBENSPERGER.- ¿Eso no es inadmisible?
El señor COLOMA.- ¿Están seguros de que eso es admisible?
)-------------(
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor GUZMÁN (Secretario General).- Corresponde, en consecuencia, dar inicio a las votaciones separadas.
La primera norma respecto de la cual se ha solicitado votación separada, por la Senadora señora Provoste, es el artículo 2 del proyecto de ley, que se encuentra en la página respectiva del comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
La señora PROVOSTE.- ¿Habrá tiempo para fundamentar?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Si quieren fundamentar el voto, brevemente. ¿O solo votamos?
La señora PROVOSTE.- Señora Presidenta, pido la palabra para explicar.
El señor COLOMA.- No, Presidenta.
La señora EBENSPERGER.- No.
El señor MOREIRA.- ¡No! ¡No!
La señora EBENSPERGER.- ¡Ley pareja no es dura!
La señora PROVOSTE.- Pero, Presidenta...
El señor MOREIRA.- Pido la palabra para un tema de reglamento.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Muy bien.
Senador Moreira, tiene la palabra.
El señor MOREIRA.- Señora Presidenta, yo quiero señalar que los parlamentarios que hoy día más quieren hablar son los mismos que después dicen defender a los trabajadores de esta Corporación...
El señor NAVARRO.- ¡A los trabajadores de Chile!
El señor MOREIRA.-... y continúan, continúan y continúan.
Tienen derecho a hablar, pero a mí no me parece. ¡No me parece!
El señor NAVARRO.- ¡Sí podemos hablar!
El señor MOREIRA.- ¡No me parece!
Mañana vamos a tener otra sesión.
A mí no me parece que se llenen con discursos muy elocuentes, que cómo es posible que los funcionarios estén trabajando y...
El señor NAVARRO.- ¿Esa es una moción de orden?
El señor MOREIRA.- ¿Cómo que moción de orden? ¡Es reglamento!
Yo estoy pidiendo que se respete lo que se acuerda. ¡Creo que ustedes se están pasando! ¡Siguen dilatando, dilatando, dilatando!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Volvamos a la calma, señores Senadores.
El señor MOREIRA.- ¡Ya está bueno ya, pues!
La señora PROVOSTE.- Estaba haciendo una pregunta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Senadora Provoste, usted pidió votación separada.
Explique la solicitud de votación separada.
Le voy a entregar la palabra para que...
El señor MOREIRA.- ¡No, pues, Presidenta!
El señor COLOMA.- No.
La señora EBENSPERGER.- ¡No!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Muy bien.
La Senadora ha planteado que si habla uno, hablan todos. Y, si no habla ninguno, no habla nadie.
Eso está planteando ella.
El señor MOREIRA.- Está bien. ¡Ninguno!
El señor COLOMA.- Así es.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Okay.
Entonces, procederemos a la votación.
En votación el artículo 2.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señoras y señores Senadores, se está votando el artículo 2 del proyecto.
Los que votan a favor aprueban el texto que viene propuesto por la Comisión; los que votan en contra, lo rechazan.
El artículo es de quorum especial.
La señora PROVOSTE.- ¡Votamos en contra porque queremos solidaridad!
El señor NAVARRO.- Pido la palabra, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Senador Navarro, concordamos en que, si habla uno, hablan todos.
Ese fue el acuerdo.
Señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 2 (23 votos a favor y 5 en contra), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional requerido.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Rincón y Van Rysselberghe y los señores Allamand, Chahuán, Coloma, De Urresti, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Harboe, Kast, Lagos, Letelier, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro y Sandoval.
Votaron por la negativa la señora Provoste y los señores Bianchi, Guillier, Latorre y Navarro.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor GUZMÁN (Secretario General).- La Senadora señora Provoste también pidió votación separada del Título II.
Sin embargo, la señora Senadora retiró su solicitud.
A continuación correspondería pronunciarse respecto de la indicación formulada por el Senador señor Letelier, para cambiar, en el artículo 8, letra a), el guarismo "20%" por "30 %".
A juicio de la Secretaría, al igual que en el caso de la propuesta presentada por el Senador señor Latorre, esta indicación sería inadmisible en virtud de lo dispuesto en el artículo 65, inciso cuarto, número 6º, de la Constitución, por incidir en el ejercicio de derechos en materia de seguridad social.
En razón de lo mismo, la Comisión de Trabajo consideró al mencionado artículo 8 como de quorum calificado.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- En discusión.
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señora Presidenta, la letra a) del artículo 8 lo que hace es establecer quiénes pueden acceder al beneficio de la jornada reducida.
Al subir el guarismo respecto de las empresas a las que les hayan caído las ventas, de 20 por ciento a 30 por ciento del IVA, el efecto es que se reduce el gasto fiscal, no se aumenta. Por ende, es una atribución que tenemos.
Esta no es una materia que incida en los derechos previsionales, sino que dice relación con qué empresas pueden acceder al beneficio en razón de la gravedad del daño económico.
Es un juicio de valor, en el sentido de si a un empleador le han bajado un 20 o un 30 por ciento las ventas para que se gatille el beneficio. No es una materia de iniciativa exclusiva del Presidente de la República.
Esta indicación reduce gasto fiscal y, por tanto, es admisible.
Pido que se vote.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Señora Presidenta, estamos hablando de la hipótesis de reducción temporal de jornada.
Por lo tanto, esto tiene que ser muy acotado para los efectos de que esté focalizado en empresas que realmente tienen una imperiosa necesidad en esta materia.
El proyecto de ley plantea una reducción del 20 por ciento de las ventas declaradas al Servicio de Impuestos Internos, en un período cualquiera, de tres meses consecutivos.
La indicación presentada por el Senador Letelier propone aumentar a 30 por ciento. Es decir, disminuye los gastos fiscales -eso es evidente- y hace más acotado el beneficio.
Cuando hablamos de una variación de 20 por ciento de las ventas, muchas empresas pueden sufrir tal disminución sin que ello esté necesariamente relacionado con la coyuntura.
Por lo demás, esta norma se extiende a una disminución experimentada desde octubre de 2019 en adelante (esto es bien importante), es decir, no solo se refiere al coronavirus, sino también a la situación previa.
A través de esta indicación se pretende obviamente acotar las empresas que puedan reducir la jornada y evitar que pueda utilizarse abusivamente una normativa de esta naturaleza, concentrándose en aquellas que realmente lo necesitan y en los trabajadores que de verdad precisan esa protección
.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señora Presidenta, entiendo que todo este proyecto busca dos cosas: proteger el empleo y proteger a las empresas, particularmente a las pequeñas.
El artículo en comento persigue cumplir ese doble objetivo: proteger el empleo y a los trabajadores y también proteger la permanencia de la empresa.
Por los argumentos que escucho, parece que no se conoce la realidad de la pequeña empresa en nuestro país. Las pequeñas empresas marginan poco; las pequeñas empresas tienen poco EBITDA; las pequeñas empresas registran pocas utilidades; a las pequeñas empresas les pagan tarde, mal y nunca; las pequeñas empresas no tienen acceso a financiamiento; las pequeñas empresas siempre se hallan compitiendo al borde del límite, están sobreviviendo.
Entonces, exigirles esto para que los trabajadores y las propias empresas, sobre todo las pequeñas, puedan acogerse al beneficio planteado es lisa y llanamente no entender cómo funciona la cosa. Con 30 por ciento de baja en la facturación ninguna pequeña empresa subsiste, menos en los últimos tres meses. Esta norma está puesta intencionalmente, porque las empresas vienen sufriendo desde el estallido social.
¡Por favor! ¿A quién queremos ayudar en esto? Por un lado, a los trabajadores; y, por el otro, a la pequeña empresa, para que puedan enfrentar la crisis.
¿O piensan que el empleo lo va a crear el Estado? El 80 por ciento de la actividad económica de nuestro país se halla en el sector privado: grandes, pequeños, medianos, chicos, como sea.
¡Por favor! ¡Tengamos claro lo que estamos haciendo; a quién estamos perjudicando! No conocemos exactamente cómo funcionan las pequeñas empresas. ¡No conocemos el Chile real!
Yo voy a votar para que se mantenga esta norma, porque me parece de toda lógica. Ya un 20 por ciento de menor facturación es sumamente grave para una empresa, es peligroso para su subsistencia. ¡Subirlo al 30 por ciento es rematarlas!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Ministro de Hacienda.
Luego podrán intervenir Sus Señorías en el orden en que están inscritos.


El señor BRIONES (Ministro de Hacienda).- Señora Presidenta, quisiera poner el tema en perspectiva y justificar por qué no creo que sea una buena idea subirlo al 30 por ciento.
En primer lugar -ya se ha dicho-, las ventas son tan solo un indicador de la capacidad financiera de una empresa, que además tiene relación con el tamaño, como decía el Senador Pizarro. Pero cualquiera que sea el tamaño, hay empresas que tienen márgenes altos sobre las ventas y rotaciones bajas y otras que registran márgenes muy pequeñitos sobre las ventas y rotaciones altas. Pensemos, por ejemplo, en un almacén o en una estación de servicio (una bomba de bencina).
Por lo tanto, una caída en venta de 20 a 30 por ciento puede significar una disminución importantísima en los márgenes.
Esa es una primera consideración.
La segunda -y creo que es más importante- es que uno quisiera que en este momento, que parte ahora, dispongamos de múltiples opciones de flexibilidad para los distintos tipos de empresa que tenemos, en tamaño e industria a la que pertenecen, para poder afrontar este período de hibernación con severas caídas en las ventas que se viene.
No busquemos tener un instrumento único. Démosles opciones que se adapten de la mejor manera a los diferentes tipos de empresas, por tamaño e industria. Me parece que esta alternativa de la jornada parcial es una de esas opciones, una de estas cajas de herramientas.
Por eso, supeditarla a lo que haya pasado con las ventas de los últimos tres meses, es decir, diciembre, enero y febrero, en que, además, luego de los eventos de octubre, las empresas experimentaron una recuperación, creo que es limitar sobremanera la capacidad que van a tener para acogerse a esta flexibilidad, que va a ser necesaria, no para los tres meses pasados, sino para los tres que vienen.
Eso es lo que debemos considerar: lo que viene y no forzosamente lo que pasó. Va a haber muy poquitas empresas que en estos últimos tres meses hayan tenido caídas de este tamaño; y no sé si muy poquitas, pero muchas menos de las que esperamos que haya en los tres meses que siguen.
Ese es el punto de fondo.
Por último, quiero traer un dato, porque lo conversamos acá en su minuto: en los peores momentos de actividad económica de octubre y noviembre yo les recordé que las cifras preliminares que teníamos eran caídas de IVA, es decir, de facturación de ventas, de 20 por ciento.
Señalo aquello solo para poner en perspectiva el guarismo.
Entonces, me parece que 20 por ciento cumple bien la idea de limitar el uso, pero sin poner una barrera para que las empresas puedan ocupar este mecanismo, sobre todo -insisto- de cara a lo que se viene y no a lo que fue hace tres meses.
Gracias.
El señor COLOMA.- Pido la palabra.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- El Senador señor Letelier quiere hacer un punto de reglamento.
Tiene la palabra el Senador señor Coloma. Luego podrá intervenir Su Señoría.


El señor COLOMA.- Señora Presidenta, quiero fijar un criterio nada más.
Más allá de lo que pueda decir el Senador Letelier -y espero adivinar el pensamiento de Su Señoría-, la admisibilidad o la inadmisibilidad no tiene que ver con que la norma pertinente incluya o disminuya gastos, sino con si se halla dentro de las materias de la iniciativa exclusiva del Presidente de la República que señala el artículo 65 de la Carta Fundamental. Y el número 6° del referido artículo plantea expresamente (y entiendo que es la razón por la cual la Secretaría y la Mesa declararon inadmisible la indicación respectiva) que las normas sobre seguridad social son de la iniciativa exclusiva del Primer Mandatario.
Deseo plantear el punto, pues esto no se relaciona con colocar más o menos recursos, ni con ahorrar o gravar, sino con la materia de que se trata.
Entonces, quería simplemente afirmar el planteamiento de la Mesa y de la Secretaría respecto de la inadmisibilidad de la indicación respectiva.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Para referirse a un asunto reglamentario, tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señora Presidenta, con respecto a la inadmisibilidad planteada tengo una discrepancia con lo señalado por el Secretario.
A mi juicio la indicación es admisible, porque la iniciativa en esta materia ha sido del Ejecutivo y no mía. Lo que yo hago, habiendo sido este proyecto de la iniciativa del Gobierno, es reducir gastos.
Tenemos una discrepancia de interpretación. Por eso quise hacer el punto.
Voy a retirar mi indicación, pero no por los argumentos del Senador Pizarro, quien me pareció un poquito agresivo al señalar su interpretación acerca de quiénes entienden o no a las empresas en nuestro país, sino por el criterio del señor Ministro de Hacienda, quien quiere tener mayor flexibilidad para los meses que vienen con respecto al uso de este instrumento.
Entiendo que ese es el objetivo propio, porque me parece que nadie puede pontificar lo que sabe o no sobre la realidad del país. Creo que entre nosotros nos merecemos un mínimo de respeto en cuanto a los tonos en que nos tratamos.
Retiro la indicación, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Queda retirada, entonces, la indicación del Senador señor Letelier.
El señor ELIZALDE.- ¡Hay que votar!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Ya está retirada la indicación, señor Senador.
Ahora procede votar el artículo.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- A continuación, corresponde votar la letra a) del artículo 8, porque ella quedó excluida de la votación anterior por haber sido objeto de una indicación.
El señor LETELIER.- "Si le parece", señor Presidente.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Si le parece a la Sala, se aprobará con la misma votación anterior.
--Por unanimidad, se aprueba la letra a) del artículo 8, con la misma votación anterior, dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.


El señor GUZMÁN (Secretario General).- Ahora habría que someter a votación las indicaciones presentadas por el Ejecutivo.
En primer lugar, en el artículo 9 se propone intercalar un inciso segundo nuevo, pasando el actual inciso segundo a ser tercero, y así sucesivamente.
El texto del nuevo inciso segundo que se quiere incorporar es el siguiente:
"Para el caso del pacto suscrito en virtud de la causal de la letra d) del artículo 8, el trabajador deberá registrar el número de cotizaciones a que se refiere el inciso primero del artículo 2.".
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Son tres las indicaciones del Ejecutivo.
¿Habrá que verlas por separado? ¿No se pueden juntar las tres?
El señor GUZMÁN (Secretario General).- No, señora Presidenta.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Entonces, pondríamos en votación la primera indicación.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Esta también es norma de quorum especial.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Entonces, habría que votarlas separadamente.
El señor NAVARRO.- ¡Que se diga en qué consiste, señora Presidenta!
El señor GUZMÁN (Secretario General).- La tendría que explicar el Ejecutivo.
Reitero: la indicación es para intercalar en el artículo 9 un nuevo inciso segundo, pasando el actual inciso segundo a ser tercero, y así sucesivamente.
El texto del nuevo inciso segundo es del siguiente tenor:
"Para el caso del pacto suscrito en virtud de la causal de la letra d) del artículo 8, el trabajador deberá registrar el número de cotizaciones a que se refiere el inciso primero del artículo 2".
El señor LETELIER.- Es reducir los requisitos.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Quizás le podemos ofrecer la palabra a la señora Ministra del Trabajo.
El señor NAVARRO.- ¡Tenemos problemas de comprensión...!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- No había problemas de comprensión, señor Senador. Por eso le estaba ofreciendo la palabra a la Ministra.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Para aprobar esta indicación se requiere quorum especial.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- En este momento tenemos el número de parlamentarios requeridos, de modo que vamos a proceder a votar la indicación.
Si le parece a la Sala, daremos por aprobada la indicación del Ejecutivo, dejando constancia de que reúne el quorum constitucional exigido. Hay 26 Senadores en la Sala.
--Por unanimidad, se aprueba la indicación del Ejecutivo para intercalar un nuevo inciso segundo en el artículo 9 (26 Senadores presentes), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional requerido.


El señor GUZMÁN (Secretario General).- La siguiente indicación del Ejecutivo es para eliminar el inciso sexto del artículo 11.
El señor LETELIER.- Es para armonizar.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El inciso sexto del artículo 11 es del siguiente tenor:
"El Fondo de Cesantía Solidario aportará a la cuenta de capitalización individual obligatoria para pensiones de los trabajadores afectos a pactos de reducción temporal de la jornada de trabajo, el monto equivalente al 10% del complemento a que se refiere este artículo.", etcétera.
El señor LETELIER.- ¡Aprobémosla con la misma votación!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- ¿Habría acuerdo para proceder de esa manera?
La señora PROVOSTE.- ¡No, pues! ¡Que la explique la Ministra!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- No hay problema para ello, señora Senadora. Recién lo propuse respecto de la indicación anterior, pero no hubo acuerdo.
Tiene la palabra la señora Ministra.


La señora ZALDÍVAR (Ministra del Trabajo y Previsión Social).- Señora Presidenta, la razón para presentar estas tres indicaciones se halla en un acuerdo adoptado en la Comisión de Trabajo.
Acá lo que se busca es armonizar de mejor manera la suspensión con la reducción, y que los requisitos que se pidan en el caso de la suspensión sean similares a los de la reducción, cuando estamos hablando de la causal del coronavirus. Ello, a fin de que podamos tener más trabajadores, sobre todo más jóvenes o que recién hayan comenzado a laborar, con cobertura.
De igual forma, se les pone a estas dos causales el mismo tiempo de vigencia, de solo seis meses, para dar una mirada más armónica de lo que se está trabajando.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- ¿Habría acuerdo para aprobarla?
La señora PROVOSTE.- Pedimos votación nominal.
--Por unanimidad, se aprueba la indicación del Ejecutivo para eliminar el inciso sexto del artículo 11 (26 Senadores presentes), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.
La señora PROVOSTE.- ¡Pero le estaba pidiendo votación nominal!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Ya está aprobada.
El señor MOREIRA.- ¡Y yo le pido hora de Incidentes...!
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor GUZMÁN (Secretario General).- La siguiente indicación es al artículo 16 (página 20 del comparado), y tiene como propósito reemplazar su actual inciso segundo, que dice "Las disposiciones del Título I regirán por un plazo de 6 meses contado desde la entrada en vigencia de esta ley", por el siguiente: "Las disposiciones del Título I y la causal establecida en la letra d) del inciso primero del artículo 8 regirán por un plazo de 6 meses contado desde la entrada en vigencia de esta ley.".
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Para aprobarla se requiere quorum especial, de 22 votos afirmativos. Y hay 26 Senadores presentes.
La señora PROVOSTE.- Pido votación nominal.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Votemos, entonces.
El señor MOREIRA.- ¡Por favor! ¡Votación nominal...!
El señor LAGOS.- Su Señoría se está refiriendo a la votación electrónica.
La señora MUÑOZ (Vicepresidenta).- En votación.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Terminada la votación.
--Se aprueba la indicación del Ejecutivo (24 votos a favor y 3 abstenciones), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional requerido, y el proyecto queda aprobado en particular y despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Rincón y Van Rysselberghe y los señores Allamand, Chahuán, Coloma, De Urresti, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Harboe, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro y Sandoval.
Se abstuvieron la señora Provoste y los señores Guillier y Navarro.
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Despachado el proyecto.