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MEDIDAS PARA INCENTIVAR PROTECCIÓN DE DERECHOS DE LOS CONSUMIDORES


El señor QUINTEROS.- Señora Presidenta, en los últimos años se ha generado un cambio importante en la manera en que consumidores y proveedores compran y venden bienes y servicios. La venta por catálogos, puerta a puerta, por teléfono o directamente en el establecimiento comercial ha sido reemplazada en la actualidad por el comercio electrónico.
Prácticamente cualquier producto puede ser adquirido a través de internet, donde consumidores y proveedores se relacionan virtualmente, sin que exista una relación física entre ambos, por lo que, a la hora de rescindir o retractarse de la adquisición del bien o solicitar modificaciones del mismo, las acciones que son necesarias de emprender por el comprador resultan difíciles de realizar o simplemente lo obligan a reclamar de manera presencial.
Con el crecimiento de las ventas por internet han crecido exponencialmente los reclamos de los consumidores, lo que da cuenta de que las modalidades y productos que se ofrecen no son exactamente los que se reciben. Tampoco queda claro, en esta modalidad, el derecho a la devolución ni los canales para retractarse.
El proyecto busca equilibrar dichas asimetrías. La sociedad pide, desde hace mucho tiempo, resolver estos desequilibrios, que están presentes, por ejemplo, en los contratos con las empresas de telecomunicaciones, con las compañías aéreas o con los bancos e instituciones financieras.
Son conocidas las dificultades que se presentan por interrupción de los servicios, para prepagar créditos hipotecarios o con ocasión de la sobreventa de pasajes aéreos.
Una sociedad decente es una sociedad con balance, en que el mercado no queda abierto al aprovechamiento de los dueños del dinero o de empresas proveedoras de servicios indispensables para la población.
Si las personas han protestado es precisamente por ello, por préstamos abusivos como el CAE; por rentabilidades excesivas de las empresas monopólicas que terminan pagando todos los chilenos; por contratos con letra chica de las empresas de telecomunicaciones; por empresas aéreas que dejan varados a los pasajeros.
Al drama de los altos precios de los medicamentos se suma el cobro de intereses abusivos por el crédito que ofrecen las mismas farmacias.
Este proyecto busca colocar algo de equilibrio entre consumidores y proveedores. La labor realizada por el Sernac es importante; si bien ya es ley el proyecto de fortalecimiento, todos sabemos cómo sus facultades fueron cercenadas al margen del trámite legislativo.
Pienso en las ciudades de mi región, también de la Undécima, sobre todo en las pequeñas, donde la vida transcurre con más lentitud que en las grandes urbes; en el campesino, en el empleado, en el trabajador pesquero, en el trabajador por cuenta propia. A la lucha diaria por ganar el sustento de sus familias y a la lucha permanente por sus derechos sociales, que se ha multiplicado en las últimas semanas, deben agregar, además, una actitud permanente en defensa frente a los abusos de las empresas, tiempos y recursos gastados en el reclamo tras reclamo.
Podemos entender que hay derechos en los que se requiere avanzar gradualmente de acuerdo a las capacidades del país, pero no hay ninguna razón para tolerar más los abusos cotidianos y regulares de las empresas.
La gente quiere escuchar mensajes claros. ¡No más abusos!
Espero que este y otros proyectos se hagan cargo de esta exigencia y contribuyan a desmantelar la maraña de trampas y resquicios que a diario afectan a la gran mayoría de los chilenos.
Voto a favor.