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ESPECIALIZACIÓN PREFERENTE DE FUERZAS DE ORDEN Y SEGURIDAD PÚBLICA


El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Vamos a poner en segunda discusión en general el proyecto de ley, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, en primer trámite constitucional, que propicia la especialización preferente de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública mediante modificaciones a las leyes orgánicas respectivas y a la normativa procesal penal, con informe de la Comisión de Seguridad Pública y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.699-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite: sesión 25ª, en 12 de junio de 2019 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Seguridad Pública: sesión 52ª, en 2 de octubre de 2019.
Discusión:
Sesión 75ª, en 26 de noviembre de 2019 (queda para segunda discusión en general).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Cabe recordar que la iniciativa contiene normas de rango orgánico constitucional, que requieren 25 votos favorables para su aprobación, y normas de quorum calificado, que precisan 22 votos favorables para ser aprobadas.
Es todo, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- En la segunda discusión, ofrezco la palabra.
El señor CHAHUÁN.- ¿Se puede abrir la votación?
El señor QUINTEROS.- No.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay acuerdo para abrir la votación.
Ofrezco la palabra.
Senador Chahuán, ¿usted va a hablar sobre este proyecto?
El señor CHAHUÁN.- No.
Póngalo en votación.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay inscritos.
La señora EBENSPERGER.- Colóquelo en votación, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Cerrado el debate.
En votación.
El señor NAVARRO.- Pido la palabra.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Estamos en votación, Senador Navarro.
El señor NAVARRO.- Voy a fundar mi voto.
--(Durante la votación).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Para fundamentar su voto, tiene la palabra el Senador Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, creo que es unánime en esta Sala la profunda preocupación por la crisis política y social que existe en Chile y que ha devenido en una violencia inusitada, con un alto costo en vidas, en bienes materiales públicos y privados y que tiene al país al borde de una crisis económica, dados los impactos en la economía, en el empleo y, en especial, en la gobernabilidad.
Hay quienes desde la Derecha, el Centro y la Izquierda señalan una crítica a la gobernabilidad. Hay un vacío de poder. No existe gobernabilidad para enfrentar a la delincuencia, la misma que anoche quemó catorce supermercados, que volvió a salir a la calle amparada en el lumpen delincuencial y que nada tiene que ver con las pacíficas movilizaciones ciudadanas que demandan una nueva Constitución, una asamblea constituyente y un petitorio social profundo de transformaciones en Chile.
Hemos dicho que Carabineros está en un punto límite de agotamiento físico-mental. Se ha exigido a 60 mil carabineros custodiar la seguridad de 17 millones de chilenos, y estamos llegando a un punto crítico.
Tenemos que hacer caso a las recomendaciones de quienes han evaluado esta situación de manera objetiva y distante.
José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, ha dicho que Carabineros está con una condición interna que debe ser abordada, en materia de mandos, de articulación, materia de coordinación, de control interno. No es hoy día una policía eficiente. Requiere una profunda modernización.
Pero todo ese proceso no puede darse en un proyecto de ley que se ha formulado en un instante histórico distinto. ¡Chile cambió! Tenemos un nuevo país, hay que construir una nueva sociedad. Por tanto, este proyecto de ley, que voy a votar a favor en general, requiere una revisión conjunta de todos los actores, principalmente de Carabineros. Esta institución ha tenido renovaciones profundas en su generalato, en su oficialidad. ¡Son 45 los generales que han salido en los últimos doce meses!, generando un proceso de tiraje a la chimenea que ha sido valioso, pero que también ha provocado que muchos oficiales hayan ascendido para asumir las mismas condiciones internas, administrativas y operativas que hoy día han fallado.
Human Rights Watch dice que la policía está haciendo uso de métodos indebidos en el procedimiento policial. Hay fallas al interior de la policía uniformada. Y Carabineros lo reconoce y lo asume.
Por tanto, discutir un proyecto de ley que propicia modificaciones en las Leyes Orgánicas para las Fuerzas de Orden y Seguridad requiere la máxima responsabilidad y, particularmente, eficiencia, objetividad y asertividad. No nos podemos equivocar. Si vamos a modernizar las Fuerzas de Orden y Seguridad, hay que hacerlo a la luz de los actuales acontecimientos, de las lecciones dolorosas y profundas. Hay cientos de carabineros heridos y hay miles y miles de chilenos heridos.
Existe un tema pendiente de carácter político-social, no policial. Modernizar Carabineros no es la solución a la crisis política y social. Modernizar las Fuerzas Armadas no es la solución a la crisis política y social más grande, más grave en la historia de Chile. Es un elemento conducente, necesario, ineludible. Y la responsabilidad política nos dice que hay que tratar este tema y hay que aprobar dicho proceso. Pero también nos dice que hay que escuchar a la sociedad chilena en su nuevo contexto. Discutir estos asuntos en un momento de crisis, de cuestionamiento mutuo entre la Derecha y la Izquierda, de cuestionamiento a la institución de Carabineros, de una sociedad enervada por la falta de cumplimiento de sus demandas, no es lo mejor. ¡Pero hay que hacerlo! Nadie va a tener temor de hacerlo. Yo no lo tengo. Hay que discutirlo.
Lo que dijimos ayer, cuando pedimos segunda discusión, era que había que tener el contexto histórico de una nueva revisión, de una nueva visión, porque todo nos indica que el concepto de derechos humanos que se ha introducido de manera formal en Carabineros no ha sido efectivo, no ha tenido resultado. Ha habido fallas garrafales, como hemos comprobado con la tardía retirada de los perdigones como elementos disuasivos.
Carabineros tiene que protegerse. ¿De quiénes? No de los manifestantes, sino de los delincuentes, de los vándalos que están poniendo en jaque al Gobierno y al país.
Y este proyecto de ley puede avanzar si tenemos el criterio de discutirlo con pasión, pero también con mucha resolución y con la calma necesaria para no equivocarnos.
Voy a votar a favor, y espero que este debate contribuya a ir al fondo del problema. No nos vayamos por las ramas, tenemos un grave problema y este es el inicio de un debate.
Voto favorablemente, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, yo no iba a hablar, pero después de la iluminada intervención del Senador Navarro, le digo a él -por su intermedio, señor Presidente- que espero que eso muestre un cambio en la manera como se votan estos proyectos. Ayer él mismo pidió segunda discusión de un proyecto que hoy día votó favorablemente.
Creo que hay que dar señales potentes, y agradezco su votación positiva. Así que ojalá en la sesión que viene, en el proyecto sobre encapuchados en marcha, finalmente también vote para garantizar el derecho de todos los chilenos a manifestarse en forma pacífica y aislar a los delincuentes, como él señaló, que se esconden tras una capucha, y efectivamente se pronuncie en la misma línea.
Espero que esta conversión sea permanente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora Jacqueline van Rysselberghe.


La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, este proyecto fue presentado hace tiempo y creo que hoy día se da en un momento bastante circunstancial.
Efectivamente, nosotros necesitamos modernizar a Carabineros y a la PDI. Y requerimos no solo modernizarlos, sino también especializarlos y empoderarlos. El rol de Carabineros es cuidar a las personas, cuidar el orden público. No hay democracia que se sustente sin orden público. Y hoy día nuestra policía está cada vez con menos atribuciones, con más cuestionamientos y en una situación en que los delincuentes se sienten con el derecho de insultarlos, de golpearlos y también de agredirlos.
Entonces, yo encuentro que lo propuesto está bien, y me alegro de que se vote en general que sí, porque va en la dirección correcta. Pero me gustaría igualmente que en ese mismo sentido tuviéramos la capacidad de reconocer que no es lo mismo que una persona golpee -eso también está mal- o le dé un combo a su vecino porque tiene un problema con él a que llegue y le dé un combo a un carabinero que se encuentra en el ejercicio de su función, protegiéndonos a nosotros y a todo el mundo. Eso no es razonable; eso atenta contra el sentido común. No es sensato que la agresión a carabineros hoy día no sea una agravante, como sucede en la gran mayoría de los países del mundo.
Así que me alegro profundamente de que lo propuesto sea aprobado en general. Yo voy a votar evidentemente que sí. Y también espero que el resto de las señales vayan en la misma línea. Así como cuando miembros de Carabineros cometen algún acto de uso excesivo de la fuerza nos esmeramos en que sean investigados y, eventualmente -si se demuestra-, sancionados, espero que con esa misma fuerza, con claridad y sin miramiento, podamos entregarles el respaldo necesario para que puedan de alguna manera responder a sus funciones.
Nosotros creemos que no basta con declaraciones de buena crianza en que se dice que condenamos la violencia. Acá lo que se requiere son hechos concretos que apunten en esa dirección, lo cual, lamentablemente, no lo hemos visto en este último tiempo.
El señor MONTES.- Esa es otra ley. No tiene que ver con esto. Eso está aprobado ya.
La señora ALLENDE.- Es otra ley.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, este proyecto de ley tiene una capacidad enorme de posibilitarnos aunar nuestras voluntades, para que le expresemos a Carabineros de Chile en momentos particularmente difíciles nuestro apoyo con hechos concretos.
En realidad, aquí lo que se hace es establecer, desde el punto de vista de las funciones, una separación, dejando a Carabineros de Chile la tarea preferente de policía preventiva y a la Policía de Investigaciones la investigación de los delitos, de conformidad con las instrucciones que al efecto dicte el Ministerio Público.
Nosotros llevamos muchos años escuchando respecto de la necesidad de esta modernización, de la necesidad de que las policías no compitan entre sí, sino que se coordinen bien, se complementen y que, de esa manera, sean mucho más eficaces en el combate a la delincuencia, en el combate al terrorismo, en el combate el narcotráfico.
En consecuencia, señor Presidente, esta iniciativa de ley es necesaria. Y, por supuesto, voto a favor de la idea de legislar. Espero que el consenso que se va a producir en esta Sala, y probablemente la unanimidad, sea el primer paso para demostrar que realmente tenemos interés en la profesionalización y en la modernización de nuestras policías.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador José Miguel Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, como ya intervine ayer, solo quiero complementar en parte mi planteamiento, porque ayer me referí a la necesidad de entender que este es un proyecto muy circunscrito.
Aquí se han dicho varias cosas que no tienen que ver con esta iniciativa.
Por ejemplo, se ha hecho un vínculo entre la delincuencia que se vive hoy y los temas económicos, sociales y políticos del país, que probablemente existió en algún momento. Pero no creo que la situación de criminalidad, de violencia y de vandalismo que se vive hoy día vaya a cesar por el hecho de que nosotros nos pongamos de acuerdo en las materias sociales y económicas.
Se ha dicho también que se trata de una ley para proteger a Carabineros, etcétera.
Este proyecto de ley es muy breve y muy simple, pues pretende separar las funciones de Carabineros y de Investigaciones para entregar a los primeros fundamentalmente las labores de orden público, de seguridad pública y de vigilancia, de prevención del delito, y para ir circunscribiendo a Investigaciones cada vez más en los temas relacionados con la investigación criminal.
Además, esta iniciativa no va a terminar con el problema. El nivel de sobreposición de las dos policías es demasiado grande, no se puede hacer una separación inmediata. Se trata de algo gradual. Pero ya hemos empezado. Es uno de los temas que debemos tratar, que se refiere a la modernización del sistema policial, pero que no aborda los aspectos fundamentales de la reforma, que no son lo mismo.
Sin embargo, considero apropiado aprobarlo, porque finalmente yo espero, como lo decía ayer, que esto se junte con otra cantidad de proyectos dentro de una agenda que nos permita contar con una policía mucho más a tono con las necesidades que el país tiene hoy día.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Juan Antonio Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, seré breve.
Yo, efectivamente, justifiqué mi voto ayer, pero me quedó dando vuelta lo que planteó el Senador Navarro, quien tenía todo el derecho a pedir segunda discusión, así que eso no se lo voy a negar, y siempre lo vamos a respetar. Lo que sí me sorprende es el giro de su argumentación, porque este no es un proyecto que pretenda modificar la relación de Carabineros con la comunidad -eso va en otra iniciativa- y lo relativo a la formación.
Este es quizás el más relevante de los proyectos que sugirieron los jueces, el Ministerio Público, Carabineros, Investigaciones, los parlamentarios, el Gobierno, todos, respecto de la especialización preferente -ese es el nombre-, en que se le entrega a cada cual un rol, que hoy día está confuso: a Carabineros, la prevención; a Investigaciones, la investigación. Al Ministerio del Interior le corresponderá la coordinación de los planes y al Ministerio Público, la función de operar con cada una de las policías según el tipo de temas.
Eso es lo que busca este proyecto, que, además, no nace de la improvisación. Lleva harto tiempo en el Parlamento y fue uno de los primeros que surgieron una vez asumido el Gobierno y hecha la convocatoria para generar un plan en función de la seguridad pública.
Entonces, uno puede ejercer el derecho y decir: "¡Qué importa perder un día!". ¡A mí me importa! Porque pudimos haberlo aprobado ayer, haberlo analizado en particular el día de hoy y después ir a la Cámara para su ratificación. Es decir, podríamos tener una lógica más adelantada.
Por eso no entiendo esa tendencia permanente a ir demorando los proyectos.
Lo vimos hace un rato cuando solicité que viéramos la iniciativa que vamos a debatir en la tarde. Hubiera sido mucho más razonable dar la señal de tramitar una ley antiencapuchados con velocidad, cuya discusión, además, es solo en general, por lo que obviamente cada uno puede incorporar después los elementos que ameriten.
Pero este ritmo levemente dilatorio a mí me inquieta, porque hoy día la exigencia es la urgencia. Eso es lo que hoy día nos están pidiendo: ¡urgencia!
Basta oír a cualquier persona, pues esto ya no distingue posturas ideológicas. Hace rato que el problema ya no son las marchas, sino el violentismo, la delincuencia. Eso es lo que tiene aterrada a la ciudadanía y lo que ha destruido un patrimonio económico, cultural, social como nunca antes lo habíamos visto.
Entonces, frente a esto -y no soy acreedor de nadie; somos todos deudores de gestos-, honestamente yo hubiera esperado una velocidad mucho más rápida.
Ojalá que, finalmente, este proyecto se termine aprobando por unanimidad y sea una señal de algo que pudo haberse despachado hace ya algún rato.
Y espero que la misma voluntad para la agenda que nos han planteado transversalmente varios parlamentarios, como la ley antiencapuchados, o bien el mismo Gobierno, a través de otras modificaciones legales que buscan entregar más herramientas a la autoridad para retomar el orden público.
Sin orden público, y lo quiero decir con toda claridad, lo que se pone en riesgo al final es la democracia.
Y aquí lo que está en juego es la democracia, no unos minutos más o unos minutos menos, ni una reflexión más ni una reflexión menos. Y si no entendemos eso, con la urgencia que ello supone, vamos a estar equivocando el camino.
Ojalá la aprobación del proyecto sea unánime y marque un giro en cuanto a la forma de enfrentar los desafíos de seguridad pública.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Iván Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, indudablemente el titular es "La seguridad pública es la principal preocupación de los chilenos".
Y efectivamente, esta ha sido una de las inquietudes del Gobierno. Hoy día es una cuestión de urgencia, una cuestión de vida o muerte.
Porque bajo la premisa de que la seguridad pública es la principal preocupación de los chilenos, el Presidente Piñera el 11 de marzo del 2018 formó una mesa de trabajo compuesta por miembros de diversos sectores políticos, parlamentarios, representantes del Ministerio Público y actores del mundo académico y civil para abordar distintas materias de seguridad pública que dieron origen al Acuerdo Nacional por la Seguridad Pública.
Estamos hablando del año 2018. Todavía ni siquiera nos imaginábamos lo que ocurriría, porque la ciencia ficción superó a la realidad que está viviendo Chile hoy día.
De las 150 propuestas que elaboró dicha mesa de trabajo, conformada en el Acuerdo Nacional de Seguridad Pública del 2018, 71 están abocadas especialmente al fortalecimiento y modernización de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública.
Por otra parte, en enero de 2019, la Comisión de Seguridad Pública adscribió un protocolo de acuerdo con el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, que da cuenta de una agenda legislativa y de medidas administrativas sobre esta materia.
Aquí han señalado en detalle quienes me han antecedido en el uso de la palabra los alcances de este proyecto de ley, pensado para el país antes del 18 de octubre de este año.
Esta iniciativa contiene normas esencialmente dirigidas hacia la especialización preferente de las funciones policiales, contemplando igualmente disposiciones que tienden a la estandarización de procesos y a la coordinación no solo entre las instituciones policiales, sino también entre ellas, el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, y el Ministerio Público.
Se hace presente que tanto la coordinación como la estandarización constituyen presupuestos esenciales para poder desarrollar una efectiva especialización preferente de sus funciones.
Asimismo, en este contexto resulta importante considerar que este es uno de los proyectos de ley que versan sobre procesos de modernización de las policías, razón por la cual aborda materias específicas, y es por ello que no se incluyen en esta iniciativa otros ámbitos relativos a la modernización y al fortalecimiento de las policías.
Por consiguiente, materias como el control financiero, la fiscalización de la gestión administrativa, la extensión de la carrera funcionaria o cambios en el sistema de formación debieran abordarse en iniciativas legales propias de esas materias.
Este proyecto es una buena señal, data prácticamente del mes de marzo de 2018 y cobra relevancia dentro del contexto de otras propuestas normativas, dada la realidad que vive nuestro país: la ley antibarricadas; la ley antiencapuchados; la ley antisaqueos y la ley para que las Fuerzas Armadas, bajo Estado de derecho en democracia, puedan custodiar zonas críticas, cuyos aspectos se deben establecer con mayor claridad. Todas ellas contienen elementos sobre los cuales el Congreso Nacional debe resolver.
No se trata de que aquellos que son contrarios al proyecto estén a favor de los violentistas. No lo creo, porque conozco a todos los que están presentes.
Pero sí quiero decir, con mucha fuerza, que se hace necesario, lamentablemente, legislar un poco a la carrera, porque no tenemos tiempo; porque en cada uno de los gobiernos muchas veces se usaron frases políticas como "La delincuencia se tomó las calles". Y eso, lamentablemente, hoy día se ha convertido en realidad. El lumpen, el narcotráfico organizado son verdad y la gente lo siente.
¿Y qué podemos hacer nosotros? Legislar. Y el Gobierno, nuestro Gobierno, constitucionalmente debe tomar determinaciones duras en algún momento para poder resistir -¡resistir!- este embate del narcotráfico, de la delincuencia.
Porque cada vez que vemos imágenes a través de videos, de los canales de televisión, del Twitter, nos sorprende la edad que tienen estos jóvenes: 16, 17, 18, 19 años. ¡Y ahora van por los centros comerciales, pues ya saquearon casi todos los supermercados y las farmacias!
¿Y qué hacemos nosotros? El concepto mano dura, que la gente ya no lo cree, debe aplicarse en nombre de la ley. ¡Y la ley debe aplicarse!
No se trata de una exageración cuando analizamos el problema de la delincuencia. ¡Hoy día está en riesgo la República, con mayúscula! ¡La República! ¡Está en riesgo la democracia!
Y si el Senado y este Congreso no hacen nada, aunque sea pintoresco o anecdótico para algunos, ¡nos van a venir a quemar vivos! Porque la gente, de un sector u otro, con distintas interpretaciones, quiere que en nuestro país haya orden.
Para que existan acuerdos nacionales, para que haya soluciones a los problemas del país, se necesita imponer el orden. Y hoy día no hay orden.
¡Este elástico se cortó!
Ya tendremos que analizar las razones de estas verdaderas organizaciones que están disfrazadas y que están operando en las noches y en las tardes, sin ningún temor, porque Carabineros se encuentra imposibilitado de actuar, pues se encuentra de manos atadas.
Se habla y se impone sobre los derechos humanos. ¡Sí, es verdad! Yo no dudo del reciente informe de Human Rights Watch, organización de derechos humanos, en el cual se da cuenta de situaciones de esa naturaleza. Pero lo que no veo, señor Presidente, es qué pasa con aquellas personas cuyos negocios son saqueados y violentados.
De repente, he visto políticos que, con mucha irresponsabilidad, repiten y se hacen cargo de mentiras como: "¡En tal lugar hay un centro de tortura!, ¡En tal lugar violaron a no sé cuántas mujeres!".
Hay cosas que sí pueden ser verdad, pero otras son mentiras. Y aquí se está generando el interés de hacer responsable al Gobierno de sistematizar los atropellos a los derechos humanos.
¡Eso es mentira!
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Solicito la autorización de la Sala para que el Senador señor Bianchi me reemplace en la testera.
Acordado.
--Pasa a dirigir la sesión el Honorable señor Bianchi, en calidad de Presidente accidental.
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- No hay más inscritos.
Tiene la palabra la señora Secretaria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (36 votos a favor y 2 abstenciones), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.
Votaronpor la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Harboe, Insulza, Kast, Latorre, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Sandoval y Soria.
Se abstuvieron los señores Letelier y Quinteros.
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- Si le parece a la Sala, fijaremos plazo para indicaciones hasta el jueves 12 de diciembre al mediodía.
¿Habría acuerdo?
El señor CHAHUÁN.- ¡Antes! ¡Antes!
El señor ARAYA.- Señor Presidente, ¿podemos cambiar ese plazo?
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- Perfecto.
Entonces, el plazo sería el 12 de diciembre y...
El señor CHAHUÁN.- No, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- ¿Perdón, Senador Chahuán?
El señor CHAHUÁN.- Dije que no hay acuerdo.
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- No, usted le preguntó a alguien si había una fecha anterior al 12 de diciembre.
El señor CHAHUÁN.- No, señor Presidente.
Dije que no hay acuerdo en esa fecha.
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- Bueno.
Está bien.
Entonces, dígame usted, señor Senador.
El señor CHAHUÁN.- Propongo el 1 de diciembre como plazo de indicaciones.
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- El 1 de diciembre es domingo, señor Senador.
El señor CHAHUÁN.- Entonces, el lunes 2 de diciembre.
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- Entendida la urgencia, ¿habría acuerdo para fijar como plazo de indicaciones el lunes 2 de diciembre?
El señor CHAHUÁN.- Conforme.
El señor COLOMA.- Perfecto.
El señor BIANCHI (Presidente accidental).- Muy bien.
Así se acuerda.