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MODERNIZACIÓN DE GESTIÓN INSTITUCIONAL Y FORTALECIMIENTO DE PROBIDAD Y TRANSPARENCIA EN FUERZAS DE ORDEN Y SEGURIDAD PÚBLICA


El señor QUINTANA (Presidente).- A continuación, corresponde ocuparse en el proyecto de ley, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, en primer trámite constitucional, que moderniza la gestión institucional y fortalece la probidad y la transparencia en las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, con segundo informe de la Comisión de Seguridad Pública e informe de la Comisión de Hacienda, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.250-25) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite: sesión 69ª, en 20 de noviembre de 2018 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Seguridad Pública: sesión 83ª, en 2 de enero de 2019.
Seguridad Pública (segundo): sesión 53ª, en 8 de octubre de 2019.
Hacienda: sesión 53ª, en 8 de octubre de 2019.
Discusión:
Sesiones 84ª, en 8 de enero de 2019 (queda pendiente la discusión en general); 87ª, en 9 de enero de 2019 (se aprueba en general).
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la señora Secretaria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Esta iniciativa fue aprobada en general en sesión de 9 de enero de 2019.
La Comisión de Seguridad Pública deja constancia, para los efectos reglamentarios, de que el numeral 2), que pasa a ser 7), del artículo 1°; el numeral 3), que pasa a ser 7), del artículo 2°; la letra a) del numeral 1) del artículo 3°; el artículo 4°, y el artículo segundo transitorio no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones. Estas disposiciones deben darse por aprobadas, salvo que alguna Senadora o algún Senador, con acuerdo unánime de los presentes, solicite su discusión y votación.
Señor Presidente, habría que darlas por aprobadas dejando constancia del quorum correspondiente, pues algunas normas son de rango orgánico constitucional. Pero ahora no tenemos número suficiente de Senadores para proceder a ello.
El señor QUINTANA (Presidente).- Siga con la relación, señora Secretaria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Con ese mismo quorum, esto es, 23 votos favorables, deben aprobarse en particular el artículo 3° ter contenido en el numeral 5) y el artículo 90 bis propuesto en el numeral 12) del artículo 1°, normas de carácter orgánico constitucional que no tuvieron modificaciones en el segundo informe. Tampoco fueron objeto de enmiendas en el segundo informe y deben aprobarse en particular con quorum calificado, es decir, con 21 votos favorables, el inciso segundo del artículo 4° ter contenido en el número 7) del artículo 1° y el inciso segundo del artículo 5° sexies propuesto en el numeral 2) del artículo 2°.
El referido órgano técnico efectuó diversas enmiendas al texto aprobado en general, todas las cuales fueron aprobadas por unanimidad.
La Comisión de Hacienda, por su parte, se pronunció acerca de las normas de su competencia, y no introdujo modificaciones al texto despachado por la Comisión de Seguridad Pública.
Cabe recordar que las enmiendas unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifieste su intención de impugnar la proposición de la Comisión respecto de alguna de ellas o que existan indicaciones renovadas. De estas enmiendas unánimes, también hay varias normas que son de rango orgánico constitucional.
Por último, las enmiendas unánimes recaídas en el inciso segundo del artículo 2° ter del número 3) del artículo 1° y en el inciso segundo del artículo 6° bis del número 4) del artículo 2° requieren para su aprobación de 21 votos favorables, por incidir en normas de quorum calificado.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que transcribe el texto aprobado en general, las enmiendas realizadas por la Comisión de Seguridad Pública y el texto como quedaría de aprobarse tales modificaciones.
El señor QUINTANA (Presidente).- En discusión particular el proyecto.
Tiene la palabra el Senador Felipe Harboe, para entregar el informe de la Comisión.


El señor HARBOE.- Señor Presidente, en mi calidad de titular de la Comisión de Seguridad Pública me corresponde informar a esta Sala acerca del proyecto de ley de la referencia, que cumple su primer trámite constitucional en el Senado y que se iniciara mediante mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República.
Se dio cuenta de esta iniciativa en sesión del día 20 de noviembre del año 2018 y se dispuso que fuera estudiado por las Comisiones de Seguridad Pública y de Hacienda, en su caso.
Corresponde ahora discutirla en particular.
Como se sabe, el objetivo del proyecto de ley es propender a la modernización de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública y al fortalecimiento de sus estándares de transparencia y probidad mediante la incorporación de sistemas y protocolos de estrategia y gestión operativa que garanticen el control institucional, gubernamental y ciudadano de las instituciones policiales.
Al momento de analizar las indicaciones formuladas, la Comisión de Seguridad Pública tuvo en consideración que la modernización de las instituciones policiales y el fortalecimiento de sus estándares de transparencia y probidad hacen imperioso que las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública incorporen sistemas y protocolos modernos de estrategia y gestión operativa, los cuales deben ser transparentados para un control institucional, gubernamental y también ciudadano.
Es esencial, entonces, entregar a la ciudadanía información accesible y veraz, así como disponer de mecanismos de rendición de cuentas institucionales a niveles nacional, regional y también local, que permitan conocer y evaluar el cumplimiento de los objetivos, planes y metas policiales.
Pero también es clave dotar a las instituciones policiales de controles internos y externos para perseguir y sancionar excesos en la función policial, así como cualquiera otra conducta alejada de estándares de probidad y transparencia.
Por otra parte, se tuvo en cuenta que, en circunstancias de que existe una crisis de credibilidad en estas instituciones, surge una fundada inquietud en virtud de la pérdida de confianza ciudadana en ellas, cuando se piensa que ni la sociedad ni el Estado pueden funcionar sin creer en sus policías, lo cual es más complejo si se considera la importante labor que desempeñan en la seguridad pública: un derecho fundamental.
En ese marco, la Comisión ha procedido a introducir un conjunto de modificaciones al proyecto de ley aprobado en general por esta Corporación, que en forma sintética y por vía principal apuntan a los siguientes aspectos:
-Se incorporó una nueva norma para precisar que el personal de Carabineros de Chile deberá dar estricto cumplimiento al principio de probidad administrativa, consistente en observar una conducta funcionaria intachable y un desempeño honesto y leal de la función o cargo, con preeminencia del interés general sobre el particular.
-Se agregó un nuevo artículo que exige al personal de Carabineros de Chile, en el cumplimiento de sus funciones y deberes, circunscribir su actuar a sus facultades legales y obrar con respeto y protección de los derechos humanos de todas las personas. Añade la norma que deberá, además, brindar un trato sin discriminación arbitraria para permitirle a cualquier persona, en su interacción con el personal policial, el goce y ejercicio de sus derechos y libertades reconocidos por la Constitución Política de la República, las leyes y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.
-Se estableció que Carabineros de Chile deberá informar al Ministerio del Interior y Seguridad Pública, al menos semestralmente, la cantidad de personal de la institución, dando cuenta de su desagregación y cobertura, tanto a nivel regional como comunal. Una vez recibida dicha información, el Ministerio del Interior y Seguridad Pública tendrá diez días hábiles para remitirla a ambas Cámaras del Congreso Nacional. Esta información tendrá carácter reservado. No obstante, servirá de base para el debate de los proyectos de ley y la discusión presupuestaria, poniendo término al oscurantismo que reinó durante mucho tiempo y que evitó que incluso en las discusiones presupuestarias se tuviera en vista dicha información.
-Se precisó que Carabineros de Chile establecerá los servicios policiales según lo señalado en el Plan Estratégico de Desarrollo Policial y el Plan de Gestión Operativa y Administrativa, para dar cumplimiento estricto a sus finalidades específicas, de acuerdo con la Constitución Política y la legislación respectiva.
Además, se entregó al Alto Mando policial, compuesto por el General Director y los Generales Inspectores, en conjunto con la Subsecretaría del Interior, la supervisión y evaluación del Plan Estratégico de Desarrollo Policial y del Plan de Gestión Operativa y Administrativa.
En el ejercicio de esta supervisión, se encargó al Alto Mando policial encomendar programas, proyectos y tareas a las jefaturas responsables de ejecutarlos; controlar las acciones y procesos internos emanados del Plan Estratégico de Desarrollo Policial; entregar orientaciones, lineamientos y directrices que aporten a la consolidación del proceso de modernización; calendarizar el trabajo anual de acuerdo al establecimiento de prioridades y jerarquías y, adicionalmente, reportar, al menos en forma semestral, los resultados de dicha supervisión y evaluación al Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Los reportes de supervisión y evaluación deberán ser remitidos a las Comisiones de Hacienda de ambas Cámaras del Congreso Nacional al momento de la elaboración del presupuesto de Carabineros.
-Por otra parte, a fin de evaluar y controlar la adecuada respuesta de Carabineros de Chile ante abusos u otros actos arbitrarios cometidos por su personal en el ejercicio de sus funciones, se le exigió contar con un sistema para la interposición, tramitación y resolución de reclamos de parte de la ciudadanía, cuyo funcionamiento esté a cargo de una repartición destinada específicamente al efecto. Adicionalmente, se reguló la forma como se tramitarán tales reclamos y se hará el seguimiento respectivo.
En sintonía con lo anterior, se impuso a Carabineros el deber de elaborar un modelo de control interno para la prevención y el control de conductas indebidas, tales como faltas a la probidad funcionaria, infracciones o faltas a los códigos de conducta y reglamentos disciplinarios, el cual se radicará en una alta repartición y deberá contar con un mecanismo confidencial que permita a los miembros de la propia institución dar cuenta de este tipo de conductas en forma anónima y garantizar que no sufrirán consecuencias negativas por ello. El modelo y sus modificaciones posteriores deberán ser aprobados por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, a través de la Subsecretaría del Interior.
Por último, se regularon en sus elementos esenciales los actos y recursos que contemplarán los procedimientos disciplinarios que se originen en virtud de lo referido precedentemente.
-En lo que atañe al uso y disposición de los presupuestos de Carabineros de Chile, del mérito de la administración de los fondos y de su contabilidad, tanto en moneda nacional como extranjera, se estableció el deber de rendir cuenta...
El señor QUINTANA (Presidente).- Concluyó su tiempo, señor Senador.
Puede continuar por un minuto más.
El señor HARBOE.- Gracias, señor Presidente.
Decía que se estableció el deber de rendir cuenta, al menos semestralmente, al Ministerio del Interior y Seguridad Pública, a través de la Subsecretaría del Interior, sin perjuicio de las obligaciones de rendición e información existentes en otros cuerpos legales.
-Las modificaciones anteriores fueron establecidas en términos similares respecto de la Policía de Investigaciones de Chile.
-Para ser concordantes con las exigencias que se vienen estableciendo, se facultó al Ministerio del Interior y Seguridad Pública para ejercer, a través de la Subsecretaría del Interior, el control presupuestario, financiero y de mérito sobre las inversiones y gastos de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública.
Para dicho propósito, el referido Ministerio deberá, al menos semestralmente, requerir la información de estadísticas e información sobre el avance de su gestión financiera.
Es cuanto puedo informar.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Muy bien.
Se deja constancia de que en estos momentos se da cumplimiento al número de Senadores (23 votos) para aprobar todas las normas que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones, incluidas aquellas que requieren quorum especial.
--Se dan por aprobadas, con la votación anteriormente consignada para los efectos del quorum constitucional exigido.
El señor QUINTANA (Presidente).- Senador Felipe Harboe, ¿usted terminó?
El señor HARBOE.- Sí, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Muy bien.
Tiene la palabra el Senador señor Bianchi, y luego...
El señor COLOMA.- Faltan las normas de quorum, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Las normas de quorum especial ya están aprobadas, señor Senador.
Si Sus Señorías piden abrir la votación, no hay ningún problema en votar el resto de las enmiendas.
El señor BIANCHI.- Eso quería pedirle, señor Presidente: que abra la votación.
El señor QUINTANA (Presidente).- El Senador Carlos Bianchi está solicitando la apertura de la votación.
¿Habría acuerdo en la Sala para proceder en esos términos?
Acordado.
El señor BIANCHI.- Me recupera el tiempo perdido por favor, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- No hay problema, Su Señoría.
Entonces, en votación las enmiendas que fueron aprobadas por unanimidad en la Comisión.
--(Durante la votación).
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Carlos Bianchi.


El señor BIANCHI.- Gracias, señor Presidente.
Estamos frente a un proyecto que constituye un avance importante para nuestra institucionalidad.
El proyecto que nos ocupa no solo ha sido producto de la iniciativa propia del Ejecutivo, sino especialmente de las mejoras que introdujimos en la discusión habida durante el trámite legislativo.
En este sentido, señor Presidente, destaco la incorporación, en el artículo 1º del proyecto, de la norma por medio de la cual se establece de manera expresa la obligación del personal de Carabineros de observar estrictamente el principio de probidad administrativa, que implica una conducta funcionaria moralmente intachable y una entrega honesta y leal al desempeño del cargo, con preeminencia del interés público por sobre el privado.
Por otra parte, el artículo 2° bis establece que, en el cumplimiento de sus funciones y deberes, el personal de Carabineros de Chile deberá circunscribir su actuar a sus facultades legales y obrar con respeto y protección de los derechos humanos de todas las personas.
Asimismo, deberá brindar un trato sin discriminación arbitraria, que permita a cualquier persona, en su interacción con el personal policial, el goce y ejercicio de sus derechos y libertades reconocidos por la Constitución Política de la República, las leyes y los tratados internacionales ratificados por nuestro país.
Estas no son simples declaraciones de buenas intenciones, ya que el incumplimiento de estos deberes conductuales, fijados a través de la ley, puede dar lugar a responsabilidades administrativas e incluso penales, de conformidad a nuestra normativa vigente.
Por otra parte, se ha reforzado el principio de subordinación de Carabineros al poder civil, propio de cualquier democracia, especialmente cuando estamos hablando de una institución que mantiene un carácter militar.
Es así como el proyecto define que Carabineros de Chile deberá establecer los servicios policiales, según lo que se fije en el respectivo Plan Estratégico de Desarrollo Policial y en el Plan de Gestión Operativa y Administrativa.
Cabe señalar que en la definición de tales planes interviene de manera directa la autoridad civil.
Además, se establece un sistema especial de reclamos y denuncias tanto para la ciudadanía como al interior de la misma institución, el cual entrega a quienes las realicen garantías de que no sufrirán represalias por hacerlas.
Con esto se va a facilitar el control del adecuado funcionamiento de la institución, permitiendo conocer y reaccionar, de forma oportuna y efectiva, ante cualquier posible irregularidad o abuso que se cometa en la utilización de los recursos materiales y humanos de la institución, o en el ejercicio de la función policial.
Los avances mencionados se concretarán a partir del debate de las indicaciones que presentamos al proyecto, las cuales se sumaron a muchas otras que tanto el Ejecutivo como distintos Senadores y Senadoras ingresaron durante el trámite legislativo.
Sin perjuicio de lo anterior, aún existen varias materias muy importantes que quedaron en el tintero y que pudieron ser abordadas con ocasión de la tramitación del proyecto.
Lamentablemente, se rechazó la indicación que presentamos con el objeto de establecer la obligación de incorporar a la malla curricular de los programas de formación de Carabineros cursos sobre promoción y protección de los derechos humanos.
Se trata de un asunto que se vincula con la formación de nuestro personal policial, y que puede tener un impacto profundo y permanente en beneficio de la propia institución y de nuestro Estado de derecho en general.
Por otra parte, tampoco se aprobó nuestra indicación por medio de la cual proponíamos establecer que el personal policial tiene especialmente prohibido cumplir órdenes manifiestamente ilegales o que atenten contra los derechos humanos o el sistema democrático. En estos casos, la obediencia a una orden superior no será considerada como eximente o atenuante de responsabilidad.
¿Me da dos minutos más, señor Presidente, por favor?
El señor LAGOS.- ¡Que le den los míos...!
El señor CHAHUÁN.- ¡Deberían ser diez minutos, Presidente!
El señor BIANCHI.- Exactamente, señor Presidente. Deberían ser diez minutos y nos ha circunscrito las intervenciones solo a cinco.
Cabe señalar que en la actualidad, según las normas del Código de Justicia Militar aplicables a Carabineros, toda orden relativa al servicio impartida por un superior debe ser obedecida, salvo fuerza mayor. En el caso de que el inferior considere que se trata de una orden ilegal, puede suspender su cumplimiento dando cuenta a su superior, pero, en caso de que este insista, el subordinado está obligado a cumplirla.
Tratándose de una institución que debe interactuar permanentemente con la ciudadanía en tiempos de paz, no creo que deban aplicar en esta materia los mismos parámetros que se utilizan para las Fuerzas Armadas.
Pero, más allá de lo señalado, señor Presidente, estamos votando un proyecto muy importante, que en todo caso constituye un paso relevante, importante, hacia adelante en el camino de trasformar a Carabineros de Chile en una institución que funcione bajo los parámetros propios de un Estado de derecho democrático, proyectándola al siglo XXI como un organismo con altas competencias profesionales y comprometido con los valores de nuestra república: ¡una institución que sea querida y respetada por todos!
Voto a favor de la idea de legislar.
Gracias.
El señor QUINTANA (Presidente).- Les recuerdo a Sus Señorías que nos encontramos en la fundamentación del voto en la discusión particular.
Por lo tanto, son cinco minutos por orador.
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El señor LAGOS.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor QUINTANA (Presidente).- ¿Es una solicitud reglamentaria?
El señor LAGOS.- Así es.
El señor QUINTANA (Presidente).- Le recuerdo que estamos en votación, señor Senador. Pero, si a la Sala le parece, lo escucharemos.
¡Seamos constructivos...!
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor LAGOS.- Señor Presidente, solamente quiero solicitar que se abra un nuevo plazo para presentar indicaciones, hasta las 19:30 de hoy -una hora solamente-, al proyecto sobre información y rendición de cuentas de gastos reservados, correspondiente al boletín Nº 12.332-05.
Está todo acordado en la Comisión, pero esta es una formalidad que debemos cumplir.
Por favor, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- ¿Hasta las 19:30?
El señor LAGOS.- Exactamente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Okay.
Si los señores Senadores no tienen objeciones, se accederá a la petición del Senador señor Lagos.
Acordado.
El señor LAGOS.- Muchas gracias, señor Presidente.
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El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, en una sociedad democrática, respetuosa del Estado de derecho, es esencial que la ciudadanía confíe en las instituciones llamadas a arbitrar las diferencias que se producen entre las personas con el objeto de mantener la paz social y una armónica convivencia.
Durante los últimos años hemos visto que el prestigio de las principales instituciones del país se ha deteriorado progresivamente debido a causas de diversa índole.
En el caso de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, el prestigio y la confianza que tradicionalmente las personas depositaban en ellas se vieron fuertemente dañados con ocasión de los denominados "Caso Fraude", "Operación Huracán" o la muerte de Camilo Catrillanca.
Con relación al millonario fraude que conocimos con pudor e indignación, que afectó a Carabineros de Chile en los últimos años, resulta evidente que la legislación nacional no contemplaba las herramientas necesarias de control y trasparencia para resguardar el correcto comportamiento de sus miembros, cuestión que derivó en abusos e ilicitudes cometidos por su oficialidad y por un contingente acotado y minoritario de funcionarios activos y en retiro de Carabineros.
Diversas instituciones y organismos internacionales han señalado en sus informes y estudios que nuestra región mantiene deudas en materia de controles y transparencia de sus instituciones, debido a que los países del continente latinoamericano no han desarrollado capacidades para responder eficazmente a los desafíos que se les presentan en el ámbito de la seguridad ciudadana, mediante acciones de prevención y de represión legítima al crimen y la violencia.
Esta situación es preocupante, ya que en varios países de la región la corrupción y la impunidad han permitido a organizaciones criminales desarrollar y establecer verdaderas estructuras de poder, paralelas a las democráticamente constituidas.
Todos estos problemas contribuyen a aumentar la sensación de inseguridad de la población y los niveles de violencia.
Es en este marco que se nos presenta el proyecto de ley que actualmente discutimos, el cual aborda de manera muy parcial los problemas y desafíos institucionales que deben enfrentar nuestras Fuerzas de Orden y Seguridad Pública para cumplir con los estándares que demanda una sociedad moderna, democrática y respetuosa de los derechos humanos.
Esta ley en proyecto, que busca modernizar algunos aspectos del quehacer de las instituciones policiales, particularmente sus estándares de transparencia y probidad, incorpora sistemas y protocolos de estrategia y gestión operativa, debidamente transparentados, a través de la generación de mayores controles institucionales, gubernamentales y ciudadanos.
Lo esencial de esta iniciativa es que materializa de mejor manera el necesario control que debe existir sobre la acción policial, a través del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, que debe ser parte activa en la elaboración de las estrategias de seguridad y de control de las acciones de las Fuerzas de Orden y Seguridad.
Se incorporan, además, mecanismos de reclamos y denuncias en caso de acciones abusivas y arbitrarias de parte de los funcionarios policiales, cuestión que contribuye a orientar con principios democráticos la labor policial.
En fin, esta iniciativa constituye un avance necesario en el desafío de modernizar a las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, con miras a dar cumplimiento a las demandas por mayores niveles de seguridad.
Pero seamos claros: el desafío es mayor y no se agota con este proyecto.
Los resultados entregados hoy, contenidos en el estudio de la Fundación Paz Ciudadana, que reflejan un aumento del índice de victimización y una disminución de la confianza en las instituciones policiales, nos indican que ni la "mano dura", ni el "fin de la puerta giratoria", ni el "se acabó la fiesta", ni ninguno de los eslóganes que el Gobierno ha reiterado hasta el cansancio alcanzan para constituir una política robusta, integral y efectiva de seguridad pública, como la que reclama con fuerza y urgencia la ciudadanía.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Iván Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, cuando termine su intervención acá al lado el Senador Ricardo Lagos, comenzaré. Y pido que no me descuenten este tiempo después.
La seguridad pública, sin duda, es un tema de la mayor relevancia para todos los chilenos. Y en materia de delincuencia, digamos las cosas como son: ¡el Estado de Chile está en deuda, más allá de los gobiernos!
Ha habido esfuerzos. Cada gobierno los ha hecho. Pero creo que usar caricaturas por eslóganes que los gobiernos pueden haber usado no es lo más indicado.
Por eso, con mayúscula: ¡la seguridad pública es un tema que nos corresponde a todos!
Muchas veces los políticos hablamos de las encuestas, de los estudios de opinión. Claro, lo confirman una y otra vez. Pero para enfrentar la delincuencia se requiere un frente unido que aglutine al ciudadano de la calle, a nuestras policías, al Ministerio Público, al Poder Judicial.
Nuestras policías, y en especial Carabineros de Chile, han sido severamente afectados por los escándalos de corrupción por todos conocidos y que no vale la pena reiterar en esta ocasión. Lo importante es la lección aprendida y mirar hacia delante.
También se ha criticado por años, señor Presidente, la falta de información respecto a la dotación y a la planificación estratégica de las instituciones encargadas de la seguridad pública.
La decencia y la probidad de los miles de funcionarios de Carabineros y la PDI, que diariamente nos protegen de la delincuencia, no pueden seguir siendo puestas en tela de juicio por culpa de unos cuantos delincuentes incrustados en esas instituciones.
Sin embargo, acudiendo al viejo refrán que dice: "La esposa del César no solo debe ser honesta, sino también parecerlo", es importante que en forma permanente se esté actualizando la legislación relevante para cubrir eventuales fisuras y robustecer a nuestras instituciones policiales.
La mesa de trabajo en Seguridad Pública instaurada por el Presidente Sebastián Piñera abordó estas y otras materias, dando origen al Acuerdo Nacional por la Seguridad Publica, al que llamó el Gobierno a través del Primer Mandatario, con su Ministro del Interior, Andrés Chadwick, y el Subsecretario Rodrigo Ubilla, quienes han desarrollado un trabajo con mucho esfuerzo, de aunar voluntades y buscar la mejor fórmula para que este proyecto se materialice, y hoy lo discutimos en particular.
Los elementos más destacados de esta iniciativa corresponden a la planificación estratégica, la gestión administrativa, el control financiero, la transparencia y la probidad.
Quedamos a la espera de los anhelados proyectos que mejoran la formación policial, tan necesaria para evitar procedimientos que después son declarados ilegales, que mejoran la carrera funcionaria y que permitirían fomentar la carrera policial, en especial la de Carabineros, para llenar las vacantes que actualmente no están cubiertas y que son muchas.
Es necesario destacar la importancia del Plan Estratégico a ocho años, revisable cada cuatro, que permitirá a nuestras policías una mejor planificación en la adquisición de recursos físicos y humanos. Y a los gobiernos y a este Congreso les dará la posibilidad de verificar su cumplimiento y revisar sus resultados.
Los nuevos procedimientos de auditoría interna y el Comité de Auditoría, en conjunto con el Ministerio del Interior, deben construir un nuevo comienzo en materia de administración financiera, que deje atrás los oscuros días que han remecido a la institución y nos den seguridad respecto del uso apropiado de los recursos de todos los chilenos.
Señor Presidente, ¿me concede treinta segundos?
El señor QUINTANA (Presidente).- Dispone de treinta segundos para terminar, señor Senador.
El señor MOREIRA.- Gracias, señor Presidente.
Por todo lo anterior, apruebo esta iniciativa, porque se trata de los primeros pasos del camino de las mil millas, para contar con una policía robustecida, fortalecida, blindada frente a situaciones como las que pudimos apreciar en los últimos años. Además, a través de este proyecto de modernización se da cumplimiento al compromiso respecto de lo que los chilenos necesitan: una policía fuerte para defendernos de la delincuencia.
Voto a favor.
El señor QUINTANA (Presidente).- ¿Habría acuerdo para que el Senador Felipe Harboe, después de intervenir, pueda presidir la sesión?
Acordado.
Tiene la palabra el Senador Harboe.


El señor HARBOE.- Señor Presidente, este es un proyecto que se enmarca dentro del Acuerdo Nacional de Seguridad Pública, al que muchos concurrimos para poder dotar a este país de mayores condiciones de seguridad.
Este es el primer proyecto de ese acuerdo. Establece, en la práctica, el control civil respecto de las instituciones policiales.
Esta iniciativa, probablemente, marca el retorno a la normalidad institucional, porque lo que va a ocurrir a partir de la promulgación de la ley en proyecto es que las instituciones policiales, que van a mantener sus capacidades autónomas para desarrollar acciones operativas, quedarán bajo la sujeción y planificación del Ministerio del Interior. Es decir, los representantes del Presidente de la República, el Ministro del Interior y el Subsecretario del Interior, tendrán un rol destacado desde el punto de vista de la planificación estratégica y también de la planificación operativa.
Se consagran en la Ley Orgánica Constitucional normas relativas al respeto de los derechos humanos de todas las personas. Por tanto, esto se transforma en una obligación en el ejercicio de las funciones, y su infracción conlleva, obviamente, un grado de responsabilidad mayor.
Este proyecto de ley establece un ecosistema jurídico-administrativo que va a permitir equilibrar la autonomía con la sujeción a la planificación estratégica del representante del Presidente de la República.
A la vez, se consigna la fijación de metas y estrategias plurianuales, con posibilidades de revisión.
Lo que vamos a tener acá es que, cuando legítimamente una institución policial quiera plantearse una estratégica de desarrollo institucional, ya no va a poder hacerlo autónomamente, sino que deberá consultarlo con el Ministro del Interior. Y ello es de toda lógica: al existir dos policías hoy, se requiere que ambas estén coordinadas por el mando civil, en este caso, el Ministro del Interior y Seguridad Pública.
El proyecto contempla la existencia de un plan estratégico plurianual, a ocho años, cuyos componentes deberá adecuarlos y acordarlos con el Ministerio del Interior. Pero también establece la posibilidad de efectuar algunas revisiones, toda vez que un período de ocho años es largo y pueden cambiar las prioridades, los fenómenos delictuales o las necesidades institucionales en el período intermedio.
Luego, se establece un plan operativo, en que también participa la institución, pero acompañada del Ministerio del Interior. Dicho plan puede fijar metas medibles y cuantificables. Pero medibles y cuantificables no solo por la institución, sino también por la autoridad civil. Este es un gran cambio.
En definitiva, no habrá solo una autoevaluación, sino una evaluación externa de los procesos y de las metas, en cuanto a si se han cumplido o no.
Evidentemente, la ley en proyecto es el marco general, y va a obligar a las instituciones policiales a mejorar sus estándares de gestión y de orgánica. Y el éxito de esta reforma dependerá de quienes ejerzan los mandos institucionales y también el mando político al momento de su entrada en vigencia.
¡La ciudadanía hoy día clama por mayor seguridad, por mayor eficiencia y mayor eficacia de las instituciones policiales!
La policía es para los más pobres, para el pueblo de Chile, la única esperanza de paz y tranquilidad frente al delito. Si la policía no llega oportunamente, no hay quien proteja a esa víctima del delito en los lugares más vulnerables, porque en esas zonas no tienen capacidad para invertir en su seguridad privada.
Por eso es tan importante contar con una policía a la altura de las circunstancias.
Señor Presidente, este proyecto es un avance significativo. Es un avance en control presupuestario; es un avance en control operativo; es un avance en planificación estratégica. Pero también es un avance conceptual, desde el punto de vista de la incorporación en la propia Ley Orgánica de normas relativas a los derechos fundamentales. Y establece la obligación de crear procedimientos internos para observar casos de conductas inapropiadas, donde también el Ministerio del Interior tendrá mucho que decir.
En definitiva, señor Presidente, lo que hace este proyecto de ley es crear el marco jurídico adecuado para contar con una policía de estándar internacional y de cara al siglo XXI.
Dependerá, como digo, de los mandos y del Gobierno actual que la implementación se traduzca en resultados concretos y prácticos para la gente.
Necesitamos una policía más eficiente y más eficaz. Más eficiente en la administración de esos recursos humanos, logísticos, tecnológicos y de infraestructura; y más eficaz en el logro del objetivo: dotar de mayor paz y tranquilidad a nuestros ciudadanos.
Señor Presidente, voto a favor de este proyecto.
Esta es la primera iniciativa de otras que estamos tramitando y que significarán un cambio importante en la estructura policial de cara a esta nueva era.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Senador José Miguel Insulza, tiene la palabra.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, no voy a repetir las cosas que se han dicho acá. Ciertamente, el Senador Harboe ha hecho una excelente presentación del proyecto de ley que moderniza la gestión institucional y fortalece la probidad y la transparencia en las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública.
Además, creo que el hecho de que este Senado esté discutiendo hoy día el tema de la seguridad pública es muy oportuno, porque tenemos un estudio reciente que ha sido publicado esta mañana y que nos ha dejado a todos muy alarmados.
Cuando se dice que los delitos han aumentado en poco más de cuatro puntos respecto del año anterior, en realidad estamos hablando de un incremento de 10 por ciento: eso significa el 40 por ciento contra el 36 por ciento del año pasado.
Esto, en verdad, es particularmente grave, pero es muy cierto, pues coincide con el sentido común. Lo estamos viendo todos los días. Todos conocemos a alguien que ha sido afectado por un delito de esta naturaleza.
Asimismo, todos sabemos de algunas de las causas que originan esto, fuera de las razones sociales, a las cuales no me voy a referir, porque sería un tema bastante extenso. Pero las causas propiamente de seguridad tienen que ver con la ausencia de una política adecuada de protección de la seguridad de los ciudadanos, que, dicho sea de paso, y ahora algunos parecen entenderlo, se demuestra sobre todo en los sectores de menores recursos. Porque mientras todos estamos preocupados de los portonazos, de los hechos en el sector oriente de Santiago, en las otras regiones y también en los barrios más pobres de la Capital aumentan la delincuencia y el temor que sienten los ciudadanos.
Este proyecto empieza a abordar uno de los problemas. En la hoja de ruta que acordamos con el Gobierno a fines del año pasado se encontraba esta iniciativa, que fortalece la probidad y la transparencia. Porque, finalmente, una de las razones para la caída fuerte del prestigio de la policía (Carabineros obtiene nota 4,1 en el tema de seguridad pública, mucho más baja que la que obtenía antes) se relaciona, precisamente, con los graves hechos en materia de falta de probidad y transparencia en que se han visto involucradas nuestras Fuerzas de Orden y Seguridad en los últimos años.
Ciertamente, hay una baja satisfacción con el servicio policial en los barrios. Se dice que tanto al requerir ayuda urgente como al realizar denuncias de delitos no se está actuando de manera adecuada.
Señor Presidente, también es importante referirse, y lo hemos visto desgraciadamente en los últimos días, a la perpetración de un hecho dramático que ha mostrado la violencia en nuestras poblaciones con la muerte, a causa de una "bala loca" -como se dice-, de un bebé de nueve meses de vida.
Bueno, ¡las balas locas aumentan cuando aumentan las armas, pues! Porque por ahí hay algunos, como un ex Diputado, que dicen que lo mejor sería contar con más armas en manos de particulares. No creo que la bala loca que mató a este niño se hubiera detenido por el hecho de que su padre o su madre poseyeran un arma de fuego.
¡Mientras más armas, más violencia! ¡Mientras más armas ilegales, más delincuencia y más crimen!
Entonces, tenemos policías insuficientes; policías con poca dotación, y aumento sustantivo de la violencia armada en nuestras ciudades.
Hace algunos años tener una metralleta era una cosa que casi no se conocía en nuestro país. Sin embargo, hoy día cualquier delincuente sale a la calle con su metralleta a dispararle al aire para el funeral de alguno de sus colegas.
¡Esa es una realidad que tenemos!
Por lo tanto, necesitamos leyes que regulen a las policías; leyes que las especialicen, a unas en prevención y a otras en investigación; leyes que mejoren la carrera policial; leyes que, junto con aumentar la dotación, permitan el uso mucho más sustantivo de instrumentos electrónicos para combatir el delito.
Todas esas leyes necesitamos.
Y es preciso que los recursos estén distribuidos de mejor manera, porque hoy día bien sabemos que algunos municipios presentan en la televisión todos sus adelantos en materia de seguridad pública, mientras otros no tienen ni siquiera un centavo para comprar algún implemento de seguridad.
Reconozcamos que el tema de la desigualdad ha llegado a nuestras comunas, ha llegado a nuestras poblaciones, y eso también afecta a mucha gente.
Señor Presidente, la encuesta a la cual me refiero refleja desconfianza.
Este proyecto de ley es el primero que aprobamos para mejorar la situación de confianza. Tenemos que aprobar otros más. El importante tema de la especialización policial, por cierto, y el relativo a la Ley de Armas, que ya llegó a este Congreso, solo por poner dos ejemplos.
Creo que estamos abordando la materia con seriedad.
Es importante, señor Presidente, que no nos aprovechemos, que no usemos esto tampoco para apuntar con el dedo. Nosotros podríamos decir muchas cosas respecto de situaciones que no nos gustan. Por ejemplo, hemos señalado que no nos gustan las maniobras efectistas, que no nos gustan algunos proyectos de ley que se proponen al margen de la agenda que hemos acordado. Pero lo relevante es que tengamos una política nacional.
Nosotros manifestamos nuestra disposición, aprobando este proyecto en general de inmediato, para que se pudiera proceder a la discusión en particular en la Comisión. Y esa será nuestra conducta de aquí en adelante.
Voto que sí, señor Presidente.
--Conforme a lo acordado previamente, pasa a dirigir la sesión, en calidad de Presidente accidental, el Senador señor Harboe.
El señor HARBOE (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador Carlos Montes.


El señor MONTES.- Señor Presidente, modernizar la gestión institucional, fortalecer la probidad y la transparencia en las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública son los propósitos de este proyecto.
Estamos por aprobarlo en los términos que ha dicho el Senador Insulza.
A nuestro juicio, fortalecer la seguridad es uno de los ejes de lo que debiera ser hoy día un entendimiento muy amplio y muy profundo entre los chilenos.
El proyecto desarrolla muchas cosas.
Plantea que, además de los principios, es fundamental que se respeten y se protejan los derechos humanos de todas las personas y se formen a las policías para ello; la exigencia de informar semestralmente la cantidad de personal de la institución; un Plan Estratégico de Desarrollo Policial a ocho años; un Plan de Gestión Operativa y Administrativa; un alto mando policial, que tiene roles muy ejecutivos; un sistema de interposición, tramitación y resolución de reclamos de parte de la ciudadanía; un modelo de control interno para la permanencia y para asegurar que se resuelvan los problemas; rendición de cuentas semestral de las platas y de la contabilidad; auditoría interna; Comité de Auditoría, en fin, muchos cambios de esta naturaleza.
Estoy por aprobar el proyecto.
Quiero decir muy claramente que yo suponía que gran parte de estas cuestiones existían en Carabineros antes de esta iniciativa de ley. La vida demostró que los sistemas eran precarios, que la transparencia era muy limitada y que la falta de autonomía respecto del Poder Ejecutivo y el Parlamento generaba importantes distorsiones.
Creo que el marco descrito permite controlar este cuerpo, ordenar las cosas. Pero no podemos olvidarnos de que el problema real, el problema de fondo es estructural.
Yo no creo que este sea el marco para hacer las cosas. Este es un marco jurídico para controlar una institución que requiere una discusión más de fondo, la cual está pendiente.
Aquí vivimos una situación que ha afectado el corazón de la institución: su doctrina, su ética, sus valores, su modelo organizativo, su sistema de contenido y formación, su relación con la sociedad y con la autoridad política. Esto no se resuelve solo con leyes y en plazos cortos. No es simplemente cuestión de modernizar su administración y operación.
¿Qué policía queremos? Es la pregunta que debemos hacernos y es el eje para pensar hacia adelante.
Queremos una policía democrática, como dice Duce, y una policía comunitaria, como es la discusión de los europeos, como se aprecia particularmente en un libro que les recomiendo a todos: La policía en democracia, que vino a presentar un francés hace muy poco. Es muy bueno.
La policía comunitaria es de la comunidad, para la comunidad y se complementa con la comunidad. Este es otro principio constitutivo de la organización de la policía -como ya decía-, con una fuerte formación en derechos humanos, que sabe que no tiene el monopolio del conocimiento de la realidad y de las soluciones concretas y que es capaz de interactuar y discutir con otros actores.
¿Cómo transitamos hacia una policía democrática y comunitaria? ¡Es una pregunta fundamental! Para ello tenemos que combinar dos cosas, y en eso debemos ser muy serios: por un lado, normalizar y regularizar a la policía que ha vivido la situación que ha vivido, con un Ministerio mejor preparado para ejercer el rol de autoridad respecto de ella; pero también apuntar hacia un cambio estructural, hacer una reforma profunda en cada una de las dimensiones que hemos señalado. No basta con el control administrativo y la subordinación a la autoridad civil. No basta con el control de este cuerpo. El cuerpo mismo debe experimentar cambios sustantivos en su doctrina, en sus valores y en muchos otros aspectos.
Voto a favor de este proyecto.
Me parece importante que se regule administrativamente, que se fortalezcan principios, que se tenga más transparencia, que se subordine al poder político. Pero junto con eso debemos tener una discusión sobre cuál es la policía que queremos construir para adelante, porque este es un tema abierto.
Entre otras cosas, parece fundamental desmilitarizar la policía. La policía chilena nunca estuvo en las paradas militares, hasta la dictadura. Carabineros de Chile no fue parte de esa historia.
Debemos ver de qué manera fortalecemos a esta institución en muchas dimensiones. Para eso hay que estudiar la reforma de fondo junto con todas estas medidas para normalizarla y controlarla.
Muchas gracias.
El señor HARBOE (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador Víctor Pérez Varela.


El señor PÉREZ VARELA.- Señor Presidente, antes de entrar en la discusión de los artículos de este proyecto de ley, quiero reafirmar que él se discutió y se analizó con un amplio sentido de participación.
Y quiero valorar la acción del Gobierno. El Presidente Piñera el primer día que asumió el mando expresó la necesidad de un acuerdo nacional en seguridad, que se concretó en más de ciento cincuenta medidas, de las cuales setenta y una están dirigidas hacia las fuerzas policiales y de seguridad.
En ese debate no se impuso un determinado criterio, una determinada visión; sino que se escuchó, se dialogó, se concordó para establecer un texto que hoy día se está discutiendo en el Senado. Y ese criterio de participación, de colaboración, de escuchar y de concordar siguió en las Comisiones de las cuales formo parte, donde se discutió tanto en general como en particular este proyecto. Allí intervinieron el Ministro Chadwick, el Subsecretario Ubilla, el asesor Celedón, que siempre estuvieron dispuestos a trabajar, escuchar, colaborar y concordar aspectos que nos parecen fundamentales. Porque la seguridad es un objetivo y parte con instituciones eficaces, con procedimientos adecuados para enfrentar los desafíos de la modernidad. Lamentablemente, esa modernidad también nos trae delitos y organizaciones criminales con nuevas estructuras, nuevas capacidades y nuevos desafíos.
Por eso era fundamental que el Estado de Chile, la policía y sus autoridades establecieran la obligación de un Plan Estratégico de Desarrollo Policial, con una duración de ocho años, que deberá ser actualizado cada cuatro.
¿Y qué nos dice? Ese Plan Estratégico de Desarrollo Policial, que tiene que ver con la policía que queremos para los próximos ocho años, será elaborado en conjunto con la Subsecretaría del Interior y sometido a la aprobación del Ministerio del Interior.
Es decir, es el Estado, es el gobierno elegido por la ciudadanía a través de sus representantes en materia de seguridad los que tendrán un rol fundamental para establecer qué queremos en los próximos ocho años.
Es más, el General Director que sea nombrado a los tres meses de asumido el cargo tendrá la obligación de dictar un Plan Anual de Gestión Operativa y Administrativa que permitirá ejecutar ese Plan Estratégico y que deberá contener directrices, compromisos y metas de gestión. Este plan también será sometido a la aprobación del Ministro del Interior y Seguridad Pública.
En otras palabras, los mandos de Carabineros dirán cómo se aplicará lo que la institucionalidad quiere para la institución. Y ese mando necesitará la capacidad profesional, la capacidad operativa, la capacidad de gestión para mostrar ese plan, para mostrar la acción que verdaderamente le signifique al país un combate eficiente contra la delincuencia. Y el Ministro del Interior, como el Ministro a cargo de representar al Presidente de la República, será el encargado de aprobarlo.
Por lo tanto, estamos confluyendo en políticas de seguridad, en políticas públicas con una amplia participación, con una amplia colaboración. No se impone. Pero, sin duda, este proyecto de ley, que es el inicio de una gran modernización en materia de seguridad pública, en materia de nuestras instituciones policiales, no nos debe hacer olvidar los elementos que, a nuestro juicio, son esenciales para que las policías tengan éxito en el combate contra la delincuencia y sean eficaces frente a las organizaciones criminales, que no es otra cosa que el respaldo político que la autoridad les presta a sus policías, a las unidades que realizan un plan y una gestión que el gobierno define en el ejercicio de esas operaciones.
Sin ese respaldo político verdaderamente las policías podrán contar con una gran capacidad para gestionarse, para planificar, pero quedarán claramente debilitadas. Lo que este proyecto permite es esa gran planificación, esa capacidad de gestión con elementos de auditoría que aquí algunos Senadores han expresado y que yo no tengo tiempo para desarrollar.
Pero, sin duda, me parece que el elemento central para Carabineros de Chile, así como para la Policía de Investigaciones -porque este proyecto también hace referencia a la PDI-, es contar con un gran respaldo ciudadano y un gran apoyo -como aquí se decía- de los sectores más populares, porque estas instituciones son la gran respuesta que tienen para dormir tranquilos. Ellos ven en Carabineros una institución militar jerarquizada que busca el bien común y que lucha por la seguridad de los ciudadanos, el elemento que los diferencia y que los hace verdaderamente eficaces.
No podemos soslayar el respaldo político a las autoridades policiales. Cuando uno mira las grandes democracias del mundo, las democracias más estables, se da cuenta de que sus policías son modernas, poseen planificaciones y gestiones adecuadas a lo que es el mundo de hoy; pero cuentan también con un gran respaldo político que les permite ser eficaces y ser respetadas por la ciudadanía.
Señor Presidente, creo que este es un gran proyecto que -reitero- ha contado con la colaboración de muchos, porque aquí el Gobierno ha escuchado y ha concordado lo que queremos para la política de seguridad de Chile.
El señor HARBOE (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador Francisco Huenchumilla.


El señor HUENCHUMILLA.- Señor Presidente, creo que este es uno de los proyectos fundamentales que estamos tramitando como Congreso Nacional, por la sencilla y profunda razón de que ninguna sociedad puede existir si sus miembros no tienen la seguridad de poder vivir en paz y con tranquilidad en relación con su familia, con su trabajo y su entorno. Para ello es muy importante que el Estado esté dotado de una policía que coadyuve en la seguridad de la sociedad. Y Carabineros de Chile cumple una función muy relevante para conseguir ese objetivo.
Pero todos estamos contestes en que Carabineros sufrió una crisis. Una crisis que todos vivimos, que todos conocimos y de la que hemos sido testigos. Por lo tanto, teníamos como Estado y como institución de Carabineros la obligación de superar esa crisis, de aprovechar esa circunstancia crítica por la cual atravesó la institución para dar un salto hacia adelante y salir de los problemas que se tuvo, de aprovechar esa crisis para mejorar la situación.
Considero que ha sido un buen ejercicio el que ha hecho el Gobierno con la Oposición, con el conjunto del Congreso, en orden a sacar esta legislación que hoy día estamos aprobando.
A mi juicio, lo central de este proyecto de ley se ha conseguido. Constituye un avance, porque nos permite dar pasos hacia la supeditación de la policía al mando civil en aspectos estratégicos, en aspectos de gestión, en aspectos de control interno, en aspectos de manejo de las platas, en manejo de cuentas públicas, en manejo de estadísticas, en manejo de despliegue del personal a lo largo del territorio, ya sea regional o comunalmente.
Y todas las materias mencionadas están abordadas en este proyecto. De la misma manera como están abordados los temas relativos a los reclamos de las personas, de la gente común y corriente, que va a tener un procedimiento no solo expedito, sino que también seguro para los efectos de que se puedan presentar todos los reclamos en contra de hechos que la acción policial pueda haber cometido.
De igual modo, habrá también un sistema interno mediante el cual podrán hacerse denuncias anónimas de parte del personal, para que las formulen con entera libertad, a los efectos de que no solo se mejore la convivencia, sino que se terminen los abusos y la gente pueda trabajar en función de los grandes objetivos que debe perseguir esta institución.
Todos sabemos que Carabineros tuvo un gran prestigio en Chile. Y ese prestigio se vino abajo por los fraudes que se cometieron, por los abusos que no se previeron, por las cuestiones que pasan en La Araucanía. Y todos estamos conscientes de que a partir de acá tenemos un marco jurídico para operar. Dependerá mucho de la autoridad y del Alto Mando de Carabineros.
¿Por qué? Porque, por ejemplo, se tendrá que hacer un plan estratégico. Eso significa grandes objetivos a largo plazo en materia de personal, en materia de doctrina, en materia de formación, en materia de fiscalización, de control interno. Esas cuestiones deberán estar incorporadas en los proyectos estratégicos con que contará Carabineros, sujetos a la aprobación de la autoridad civil y política, como es el Ministerio del Interior. Asimismo, los planes de gestión, las cuentas públicas por rendir.
Entonces, yo creo que a partir de este marco vamos a dar un salto adelante. Porque nos interesa que a Carabineros le vaya bien, nos interesa recuperar su prestigio, nos interesa que le creamos, nos interesa que entienda que el resto de la población son ciudadanos que merecen respeto y que requieren a Carabineros para su seguridad. No queremos seguir pensando lo que el Senador Huenchumilla alguna vez dijo: "¿Y por qué yo tengo que creerle a Carabineros?".
Yo quiero que, a partir de esta ley, podamos caminar en una dirección correcta, que signifique que le vamos a creer a Carabineros.
Entonces, la presente es una tarea de Carabineros y también de la autoridad política.
Por lo tanto, señor Presidente, es un avance, y voto que sí.
El señor HARBOE (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador Francisco Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, claramente, en virtud de este proyecto de ley que ha impulsado el Ejecutivo se está dando cumplimiento a los acuerdos de la Mesa de Trabajo por la Seguridad, que empujó el Presidente Sebastián Piñera, pensando básicamente que estamos frente a la que es quizá la principal preocupación de todos y cada uno de los chilenos.
En ese contexto, el Presidente Piñera logró empujar ese acuerdo nacional que estableció 150 medidas, dentro de las cuales 71 estaban especialmente abocadas al fortalecimiento y la modernización de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública.
El año 2019 la Comisión de Seguridad Pública suscribió un protocolo de acuerdo con el Ministerio del Interior y Seguridad Pública que da cuenta de la agenda legislativa y las medidas administrativas sobre la materia y, por supuesto, este es uno de los proyectos que tienen que ver con ese proceso de modernización.
En virtud de la presente iniciativa, como se ha señalado, se abordan temas que dicen relación con la planificación estratégica, la gestión administrativa, el control financiero, la transparencia y la probidad, después de que hemos visto los últimos acontecimientos en los cuales la fe pública ha puesto en duda el trabajo abnegado y extraordinario que realizan Carabineros y la PDI en general en nuestro país.
Y por eso era tan importante abocarse justamente a aquello, para recuperar la confianza ciudadana. Y para que también podamos hacernos cargo de otro tema que me parecía de la mayor importancia: cómo nos preocupábamos de las cifras de victimización que nos han sorprendido a todos los chilenos y que ha entregado la Fundación Paz Ciudadana.
De ahí que resulta tan relevante, en definitiva, reestablecer la fe pública y las confianzas. Y este proyecto va en esa dirección. Por supuesto, lo vamos a apoyar, porque estamos convencidos del trabajo abnegado y sacrificado que realiza la mayoría del personal de Carabineros y de la PDI en nuestro país. Y no porque unos pocos faltaron a la fe pública vamos a generar una desconfianza institucional, que tan mal le hace a Chile.
Señor Presidente, la presente iniciativa contribuye a, en definitiva, restablecer, fortalecer la autoridad de las policías.
He dicho.
Votaré favorablemente.
El señor HARBOE (Presidente accidental).- No hay más inscritos.
Tiene la palabra la señora Secretaria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor HARBOE (Presidente accidental).- Terminada la votación.
--Se aprueban las enmiendas unánimes introducidas por la Comisión de Seguridad Pública (37 votos a favor), dejándose constancia de que se reúne el quorum constitucional requerido, y el proyecto queda despachado en este trámite.
Votaronpor la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Montes, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.