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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 367ª
Sesión 49ª, en martes 24 de septiembre de 2019
Ordinaria
(De 16:29 a 19:56)
PRESIDENCIA DE SEÑORES JAIME QUINTANA LEAL, PRESIDENTE,
Y ALFONSO DE URRESTI LONGTON, VICEPRESIDENTE
SECRETARIOS, EL SEÑOR RAÚL GUZMÁN URIBE, TITULAR, Y
LA SEÑORA PILAR SILVA GARCÍA DE CORTÁZAR, SUBROGANTE
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron las señoras y los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Allende Bussi, Isabel
--Aravena Acuña, Carmen Gloria
--Bianchi Chelech, Carlos
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--De Urresti Longton, Alfonso
--Durana Semir, José Miguel
--Ebensperger Orrego, Luz
--Elizalde Soto, Álvaro
--Galilea Vial, Rodrigo
--García Ruminot, José
--Girardi Lavín, Guido
--Guillier Álvarez, Alejandro
--Insulza Salinas, José Miguel
--Kast Sommerhoff, Felipe
--Lagos Weber, Ricardo
--Latorre Riveros, Juan Ignacio
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Montes Cisternas, Carlos
--Moreira Barros, Iván
--Muñoz D´Albora, Adriana
--Navarro Brain, Alejandro
--Ossandón Irarrázabal, Manuel José
--Pérez Varela, Víctor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prohens Espinosa, Rafael
--Provoste Campillay, Yasna
--Pugh Olavarría, Kenneth
--Quintana Leal, Jaime
--Quinteros Lara, Rabindranath
--Rincón González, Ximena
--Sandoval Plaza, David
--Soria Quiroga, Jorge
--Van Rysselberghe Herrera, Jacqueline
--Von Baer Jahn, Ena
Concurrieron, además, los Ministros Secretario General de la Presidencia, señor Gonzalo Blumel Mac-Iver; de Educación, señora Marcela Cubillos Sigall; de Justicia y Derechos Humanos, señor Hernán Larraín Fernández; del Trabajo y Previsión Social, señor Nicolás Monckeberg Díaz, y de la Mujer y la Equidad de Género, señora Isabel Plá Jarufe.
Actuó de Secretario General el señor Raúl Guzmán Uribe, y de Prosecretario, el señor Roberto Bustos Latorre.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:29, en presencia de 19 señores Senadores.

El señor QUINTANA (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS

El señor QUINTANA (Presidente).- Las actas de las sesiones 47ª y 48ª, ordinarias, en 10 y 11 de septiembre de 2019, respectivamente, se encuentran en Secretaría a disposición de las señoras y los señores Senadores, hasta la sesión próxima, para su aprobación.
IV. CUENTA

El señor QUINTANA (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.
El señor GUZMÁN (Secretario General) da lectura a la Cuenta, documento preparado por la Secretaría de la Corporación que contiene las comunicaciones dirigidas al Senado:
Mensajes
Siete de Su Excelencia el Presidente de la República:
Con los dos primeros, hace presente la urgencia, calificándola de "discusión inmediata", para la tramitación de los siguientes proyectos de ley:
1. El que crea el beneficio social de educación en el nivel de sala cuna, financiado por un fondo solidario (Boletín N° 12.026-13).
2. El que modifica el Código Penal para establecer un tipo especial de lesiones contra profesionales que presten servicios en establecimientos educacionales y funcionarios de servicios de salud (Boletín N° 12.064-07).
Con los cuatro siguientes, retira y hace presente la urgencia, calificándola de "suma", para la tramitación de los siguientes proyectos de ley:
1. El que modifica la ley N° 20.009, que limita la responsabilidad de los usuarios de tarjetas de crédito por operaciones realizadas con tarjetas extraviadas, hurtadas o robadas, en lo relativo a la responsabilidad del usuario y del emisor en casos de uso fraudulento de estos medios de pago (Boletín Nº 11.078-03).
2. El que modifica la Ley General de Educación con el objeto de establecer la obligatoriedad del segundo nivel de transición de educación parvularia (Boletín N° 12.118-04).
3. El que establece la Ley Nacional del Cáncer (Boletín 12.292-11).
4. El que promueve la simplificación legislativa (Boletín N° 12.595-07).
Con el último, retira y hace presente la urgencia, calificándola de "simple", para la tramitación del proyecto de ley que crea el Consejo Nacional y los Consejos de Pueblos Indígenas (Boletín N° 10.526-06).
--Se tienen presentes las calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes.
Oficios
Del Excelentísimo Tribunal Constitucional:
Remite copias de las sentencias pronunciadas en los requerimientos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad respecto de las siguientes disposiciones:
-Artículo 1°, inciso segundo, de la ley N° 18.216.
-Artículo 17 B, inciso segundo, de la ley N° 17.798.
-Artículo 196 ter, incisos primero y segundo, de la ley N° 18.290.
-Artículos 129 bis 4 y 129 bis 8 del Código de Aguas.
-Artículos 5°, inciso segundo, y 21, número 1°, letra b), de la ley N° 20.285, de Transparencia de la Función Pública.
-Artículo 238, inciso segundo, del Código de Procedimiento Civil, y 32 de la ley N° 18.695.
-Artículo 768, inciso antepenúltimo, del Código de Procedimiento Civil.
-Artículo 55, inciso tercero, de la ley N° 19.995.
-Artículos 19, número 1, y 26, ambos del Decreto Ley N° 2.695.
-Artículos 21, inciso segundo, y 22, ambos del Código de Procedimiento Civil, y 543, inciso tercero, del Código de Comercio.
--Se manda archivar los documentos.
Adjunta diversas resoluciones dictadas en los requerimientos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad, respecto de las siguientes disposiciones:
-Artículo 196 ter, inciso primero, segunda parte, de la ley N° 18.290.
-Artículos 46 de la ley Nº 17.997.
-Artículo 1°, inciso segundo, de la ley N° 18.216.
-Artículo 17 B, inciso segundo, de la ley N° 17.798.
-Artículos 176 y 195, incisos tercero y cuarto, de la ley N° 18.290.
-Artículo 1°, inciso tercero, y 485 del Código del Trabajo.
-Artículo 23 de la ley Nº 20.129.
-Artículo transitorio de la ley Nº 20.791.
-Artículos 1°, 3°, 5°, 7° y 8° del Código del Trabajo.
-Artículos 15, 16 y 19 del Decreto Ley Nº 2.695.
-Artículo 2331 del Código Civil.
-Artículos 129 bis 6 y 129 bis 9 del Código de Aguas.
--Se remiten los documentos a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
De la Honorable Cámara de Diputados:
Remite Resolución N° 736, del día 11 del mes en curso, por la que, en lo pertinente, solicita que se disponga un plazo máximo a las Comisiones respectivas para el despacho del proyecto de ley que reforma el Código de Aguas, y se informe a esa Cámara de la fecha tentativa en que podría quedar completamente tramitado por el Senado.
--Se toma conocimiento.
Informa que ha aprobado el proyecto de ley que declara inembargables los equipos de protección de personal de bomberos (Boletín N° 9.025-22).
--Pasa a la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.
Comunica que ha prestado su aprobación al proyecto de ley que establece el 9 de mayo de cada año como el Día Nacional de Deportista Amateur (Boletín N° 11.742-29).
--Pasa a la Comisión de Educación y Cultura.
Hace presente que ha aprobado, en los mismos términos en que lo hiciera el Senado, el proyecto de ley que modifica la ley Nº 17.288, sobre Monumentos Nacionales, en lo relativo a los objetos paleontológicos (Boletín N° 2.905-04).
--Se toma conocimiento y se manda comunicar a Su Excelencia el Presidente de la República para efectos de lo dispuesto en el artículo 73 de la Carta Fundamental.
Señala que aprobó la enmienda propuesta por el Senado al proyecto de ley que establece el día del rock chileno (Boletín N° 9.062-24).
--Se toma conocimiento y se manda archivar los antecedentes.
Del señor Contralor General de la República:
Se refiere, a solicitud del Honorable Senador señor Bianchi, al trámite que ha tenido en la Contraloría el informe técnico corregido del proceso de fijación de tarifas del servicio de gas y afines aplicables a la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
Del señor Ministro del Interior y Seguridad Pública:
Informa, a petición del Honorable Senador señor De Urresti, sobre la actuación de Fuerzas Especiales de Carabineros en una manifestación pública de vecinos del sector Melefquén, en la comuna de Panguipulli.
Del señor Ministro de Relaciones Exteriores:
Responde a una consulta del Honorable Senador señor Navarro acerca de ciudadanos venezolanos que se encuentran en sedes diplomáticas chilenas en ese país, y sobre la tramitación de consultas y solicitudes de ingreso a Chile en el Consulado de nuestro país en Tacna.
Del señor Ministro de Salud:
Remite antecedentes, requeridos por el Honorable Senador señor Soria, sobre la operación de planta azufrera en la comuna de Alto Hospicio.
Se refiere a las fiscalizaciones realizadas por la Autoridad Sanitaria de la Región de Los Ríos a diversos sistemas de agua potable rural; información solicitada por el Honorable Senador señor De Urresti.
De la señora Ministra de Transportes y Telecomunicaciones:
Envía información sobre el financiamiento del subsidio para el transporte rural de las localidades que indica de la Región de Los Ríos; antecedentes pedidos por el Honorable Senador señor De Urresti.
Del señor Ministro de Desarrollo Social y Familia:
Comunica detalles solicitados por el Honorable Senador señor Navarro sobre la gestión del bono bodas de oro a nivel nacional.
Da respuesta al proyecto de acuerdo del Senado por el que se solicita adoptar medidas y crear la Comisión de Verdad y Reparación de las niñas, niños y adolescentes que se encuentren en centros residenciales, víctimas de violaciones de derechos humanos (Boletín S 2.056-12).
Atiende solicitud planteada en el proyecto de acuerdo del Senado por el que se solicita instruir a los Ministerios de Desarrollo Social, Transportes y Telecomunicaciones y Hacienda la formulación de una política nacional de subsidio al transporte público de adultos mayores (Boletín S 2.053-12).
Del señor Ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Información:
Atiende consulta del Honorable Senador señor Quinteros sobre situación de los trabajadores contratados a honorarios por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica.
Del señor Subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo:
Hace llegar lista, solicitada por el Honorable Senador señor Navarro, de patentes de alcoholes pagadas y pendientes de pago en cada comuna del país.
Del señor Superintendente de Pensiones:
Responde de manera reservada consulta del Honorable Senador señor Navarro sobre gastos en propaganda de las administradoras de fondos previsionales.
Del señor Superintendente de Servicios Sanitarios:
Da respuesta a una consulta de la Honorable Senadora señora Órdenes sobre procedimientos sancionatorios instruidos contra la empresa sanitaria Essal S.A.
De la señora Tesorera General de la República:
Se refiere a una inquietud del Honorable Senador señor De Urresti sobre multas impagas aplicadas en procesos de fiscalización ambiental.
Del señor Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción:
Contesta una consulta del Honorable Senador señor Guillier sobre planes para establecer un proceso de industrialización en torno al litio.
De la señora Presidenta del Consejo de Defensa del Estado:
Acusa recibo de información hecha llegar por el Honorable Senador señor Prohens relativo a las irregularidades detectadas en el Servicio Local de Educación de Huasco y comunica la tramitación que ha tenido el asunto en su institución.
Del señor Superintendente del Medio Ambiente (S):
Responde a una consulta del Honorable Senador señor Girardi sobre las actividades realizadas por la División Andina de CODELCO en algunos glaciares de la cordillera de los Andes.
Del señor Jefe de Gabinete del Ministro de Defensa Nacional:
Comunica información solicitada por el Honorable Senador señor Navarro sobre causas de la coloración anormal del mar en sectores que indica.
Se refiere a una preocupación del Honorable Senador señor De Urresti acerca de la información que pueda tener ese ministerio sobre la contaminación en diversos ríos y lagos del país.
Del señor Director del SERVIU de Los Ríos:
Remite lista, solicitada por el Honorable Senador señor De Urresti, de proyectos a los que no se les ha otorgado la factibilidad técnica por parte de la empresa Essal S.A.
Del señor Director del SERVIU del Biobío:
Atiende consulta del Honorable Senador señor Navarro sobre el plan de evacuación y traslado de la población Aurora de Chile, de la comuna de Concepción, y respecto a la ejecución del proyecto inmobiliario La Granja, en la comuna de Cañete.
De la señora Intendenta de Aysén:
Responde a una consulta de la Honorable Senadora señora Órdenes sobre la distribución regional de la glosa del presupuesto nacional asignada a "provisión energización".
Del señor Seremi de Vivienda y Urbanismo del Maule:
Envía, a requerimiento del Honorable Senador señor Castro, copia del proyecto de conservación del puente 2 Norte sobre la ruta 5 Sur, en la comuna de Talca.
Del señor Gobernador Provincial del Ranco:
Se refiere a una situación expuesta por el Honorable Senador señor De Urresti que afecta a los vecinos del sector Choroico, en la comuna de La Unión.
Del señor Alcalde de la Ilustre Municipalidad de Concepción:
Adjunta antecedentes solicitados por el Honorable Senador señor Navarro, relativos al cambio del plan regulador de la comuna.
Del señor Alcalde de la Ilustre Municipalidad de Tomé:
Atiende consulta del Honorable Senador señor Navarro sobre el cumplimiento de una resolución de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Concepción que ordena a ese municipio la creación de un plan de control de perros callejeros.
--Quedan a disposición de Sus Señorías.
Informes
Nuevo Primer Informe de la Comisión Especial encargada de tramitar proyectos de ley relacionados con los niños, niñas y adolescentes, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece un sistema de garantías de los derechos de la niñez (Boletín N° 10.315-18) (con urgencia calificada de "simple").
De la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica la ley N° 18.892, General de Pesca y Acuicultura, en cuanto a la definición de embarcación pesquera artesanal y sus condiciones de habitabilidad (Boletín N° 10.068-21).
De la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que promueve la simplificación legislativa (Boletín N° 12.595-07) (con urgencia calificada de "suma").
--Quedan para tabla.
Moción
De los Honorables Senadores señora Aravena y señores Castro, Chahuán y Ossandón, con la que inician un proyecto de ley que modifica el artículo 394 del Código Penal, referido al infanticidio (Boletín Nº 12.935-07).
--Pasa a la Comisión Especial encargada de tramitar proyectos de ley relacionados con los niños, niñas y adolescentes.

El señor GUZMÁN (Secretario General).- Es todo, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).- Gracias, señor Secretario.
Terminada la Cuenta.
A continuación, corresponde dar a conocer los acuerdos de Comités.


ACUERDOS DE COMITÉS

El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, los Comités, en sesión del día de hoy, adoptaron los siguientes acuerdos:

1.- Retirar de la tabla de esta sesión ordinaria el proyecto de ley, signado con el número 1, que modifica el Código Penal en materia de tipificación del femicidio y de otros delitos contra las mujeres (boletín N° 11.970-34), y enviarlo a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento para que emita informe, la que dispondrá al efecto del plazo de una semana.

2.- Considerar...
--(Manifestaciones en tribunas de personas solicitando la tramitación inmediata por la Sala del proyecto sobre femicidio).

El señor MOREIRA.- ¡Suficiente, señor Presidente!
¡Ya está bueno!

El señor QUINTANA (Presidente).- Yo he escuchado atentamente lo que han planteado las personas que se encuentran en las tribunas.
La lectura de la Cuenta aún no ha terminado, y los señores Senadores podrán hacer uso de la palabra, si lo desean, a continuación.
La Mesa también tiene una opinión al respecto, precisamente porque nos interesa legislar bien y en serio sobre un tema tan sensible como este, lo cual se lo hemos expresado con mucha claridad a la familia afectada.
Lo que no quisiéramos es que este proyecto terminara enredado en el Tribunal Constitucional o en algún otro lugar. Deseamos sacar una buena ley. No hay precedentes de proyectos que modifiquen tres artículos del Código Penal que no hayan ido a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Por lo tanto, lo que ha buscado la Mesa y los Comités que pidieron que se adoptara el acuerdo respectivo es sacar una buena iniciativa. Creo que ese es el mejor homenaje que les podemos rendir a Gabriela y a otras víctimas que han sido objeto de asesinatos como este.
Voy a dar la palabra a continuación. No habrá más interrupciones que la que hemos tenido. No están permitidas, y los señores Senadores y Diputados que están en las tribunas lo saben.
Vamos a dejar que el señor Secretario termine la lectura de los acuerdos de Comités, y después voy a ofrecer la palabra a los señores Senadores bajo la reglamentación del Senado.
Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, para concluir con el primer acuerdo, hay que señalar que se adoptó con la oposición de los Comités del Partido Demócrata Cristiano y del Partido Socialista.

2.- Considerar, en primer y segundo lugar del Orden del Día de la sesión ordinaria de hoy, los siguientes asuntos:
-Proyecto de ley, signado con el número 36 de la tabla, que modifica el Código Procesal Penal en materia de procedencia de la prisión preventiva y de suspensión de ejecución de la sentencia respecto de mujeres embarazadas o que tengan hijos o hijas menores de tres años (boletín N° 11.073-07).
Este proyecto sería visto en particular, además, por la Comisión de Seguridad Pública.
-Proyecto, signado con el número 8 de la tabla, que modifica la Ley General de Educación con el objeto de establecer la obligatoriedad del segundo nivel de transición de educación parvularia (boletín N° 12.118-04).

3.- Analizar en el primer lugar de la sesión ordinaria de mañana, miércoles 25, el proyecto de ley que promueve la simplificación legislativa (boletín N° 12.595-07).

4.- Colocar en la tabla de la próxima semana el proyecto, signado con el número 2 del Orden del Día, que perfecciona los textos legales que indica para promover la inversión (boletín Nº 11.747-03).
Es todo, señor Presidente.



TRAMITACIÓN DE PROYECTO DE LEY SOBRE FEMICIDIO. REVISIÓN DE ACUERDO DE COMITÉS

El señor QUINTANA (Presidente).- A continuación, ofrezco la palabra.
Está inscrita, en primer lugar, la Senadora Adriana Muñoz.

La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, lamento profundamente la decisión de los Comités en el día de hoy, dado que fue público que íbamos a tramitar en primer lugar de la tabla una iniciativa de la máxima importancia, como es la modificación a la Ley de Femicidio.
Quiero señalar que esta decisión de los Comités deja prácticamente en un estado de interdicción a la Comisión de Mujer e Igualdad de Género. Esta se constituyó justamente porque la gran mayoría de los proyectos orientados a abordar la desigualdad de la mujer, la violencia contra las mujeres, morían en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Hoy día, señor Presidente, usted ha dicho que queremos tener una buena ley. Eso significa que las cinco Senadoras que estamos en la Comisión de Mujer hacemos malas leyes.
Tuvimos diferencias en aquella. Lo que debió suceder es que se debatieran aquí y que, de haber discrepancias en materia de constitucionalidad, se enviaran a la Comisión de Constitución; pero no que se pusieran en interdicción las decisiones que tomamos después de largo tiempo de debate: esta iniciativa se encuentra desde diciembre del año pasado en la Comisión de Mujer e Igualdad de Género.
¿Hay diferencias? ¡Claro! Nosotros queremos relevar el femicidio como una situación de máxima violencia hacia las mujeres, aplicar las máximas penalidades y establecer claramente que se trata del asesinato de un hombre hacia una mujer.
Se nos ha dicho, al definir así el femicidio, que estamos valorando más la vida de las mujeres que la de los hombres. Esa es la primera diferencia que se quiere resolver solo en la Comisión de Constitución y no en esta Sala, donde la deberíamos debatir.
--(Aplausos en tribunas).
En segundo lugar, se quiere establecer la proporcionalidad de las penas.
Está muy bien la proporcionalidad de las penas, pero discutámosla acá. ¿Por qué tiene que ir a esconderse este debate a la Comisión de Constitución? Realicémoslo aquí hoy día, como lo hemos hecho abiertamente en nuestra Comisión de Mujer e Igualdad de Género.
--(Aplausos en tribunas).
Yo le pido, señor Presidente, que se revoque o que se ponga en votación la decisión de los Comités. Porque creo que si tenemos diferencias, si queremos tener una buena ley en una materia tan dramática (hoy día se ha asesinado a otra mujer; llevamos 34; vamos contando los femicidios semana a semana), este proyecto debe hacerse cargo de la ampliación del concepto de "femicidio". Hay que considerar que el asesino de Gabriela y de su madre, el expololo de aquella, no es un femicida, no recibirá altas penalidades, y queremos dar una señal clara de repudio, de rechazo a estos asesinatos ya masivos de mujeres en nuestro país.
Si tenemos diferencias, que vengan aquí los constitucionalistas y nos enseñen sus observaciones de constitucionalidad a aquellos que no somos abogados pero que hemos elaborado buenas leyes siempre, sobre todo en materia de desigualdad y de violencia hacia las mujeres.
Yo invito a la Comisión de Constitución a que hagamos el debate acá. ¿Por qué debemos ir a escondernos entre cuatro paredes para después venir con otro informe?
Tenemos el derecho, como Comisión, de dar en la Sala nuestro informe acerca de qué aprobamos. Y si quieren ir al Tribunal Constitucional por estar haciendo público que el femicidio es el asesinato de un hombre a una mujer, saltando las disposiciones constitucionales de que la vida de la mujer y el hombre valen lo mismo, entonces, encerrémonos en la Comisión de Constitución.
Yo propongo que esa discusión la hagamos acá, y que se rechace el acuerdo de Comités.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).

El señor QUINTANA (Presidente).- Senadora Adriana Muñoz, en ningún momento he señalado que la Comisión de Mujer e Igualdad de Género lo haga mal, que el trabajo de cinco mujeres se realice mal.
Tampoco puedo permitir que se impute gratuitamente a la Comisión de Constitución que se encierra. Eso, Senadora, por favor, no es aceptable. Yo también les pediría a las colegas rigurosidad en los juicios que se hacen. Eso no es aceptable.
Recién, dentro de los acuerdos de Comités, se señaló que la Comisión de Seguridad solicitó analizar el proyecto que modifica la prisión preventiva, precisamente para resguardar la situación de las mujeres. Y no es que ella se vaya a encerrar en alguna sala o en alguna parte, sino que es la manera habitual en que las Comisiones trabajan en los proyectos.
Me merece el mayor respeto la Comisión de Mujer e Igualdad de Género y también la de Constitución.
Senadora Yasna Provoste, tiene la palabra.

La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, en primer término, quiero aclarar que esta decisión no fue tomada por "los Comités", englobándolos a todos. Y me alegro de que el Secretario haya sido claro en que no contó con el apoyo del Comité de la Democracia Cristiana, ni tampoco del Comité del Partido Socialista. Y ahora se suman los Independientes.
En ese sentido, me parece absolutamente legítimo lo que plantea la Senadora Muñoz, Presidenta de la Comisión de Mujer e Igualdad de Género: que sea la Sala la que revise esta decisión y que podamos ponerla en votación en el día de hoy. Eso es lo que esperamos.
--(Aplausos en tribunas).

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Juan Pablo Letelier.

El señor LETELIER.- Señor Presidente, esta semana no ha habido uno, sino dos femicidios. Uno fue el de María Cecilia, en la comuna de Coltauco, Región de O'Higgins; y como el de ella hay muchos más que todavía no están en las estadísticas. ¡Esto es un drama!
Entiendo que lo que debemos hacer es discutir este proyecto, que se conozca el contenido del informe que despachó la Comisión respectiva.
Me parece que eso es lo esencial.
Si hay una observación sustantiva, que se plantee acá. Comprendo que la pueda haber para algunos. Pero no veo ninguna razón para no realizar el debate general que corresponde. En verdad, para algunos de nosotros es muy violento el que no se lleve a cabo esa discusión.
Aquí hay una Comisión especializada. Realicemos el debate pertinente. Si alguien de la Comisión de Constitución tiene una observación, que la presente acá. Pero de antemano formular un planteamiento como el que conocimos parece solo tener por finalidad la dilatación del despacho de esta iniciativa.
Si a raíz de la discusión hay algo que amerita que el proyecto realmente deba ser visto en dicha instancia, yo no me cierro a esa posibilidad. Pero hagamos el debate primero. No entiendo por qué se quiere ocultar algo donde hay...

El señor COLOMA.- ¡Aquí nadie está ocultando nada!

El señor LETELIER.- Bueno, entonces, que se haga el debate, porque aquí hay mecanismos reglamentarios para pedir, por ejemplo, segunda discusión si alguien no quiere avanzar en el tratamiento del proyecto. Pero realicemos primero el debate correspondiente.
Eso es lo que incomoda, señor Presidente.
Entonces, yo sugiero que procedamos de esa manera. De lo contrario, pido que se vote si va a una Comisión o a otra, porque no estaban todos los Comités cuando se adoptaron estos acuerdos.
Entiendo que reglamentariamente podemos solicitar aquello.

El señor QUINTANA (Presidente).- Sí, señor Senador.
Sin embargo, yo voy a insistir en lo que planteé hace un rato.
No se puede sostener, por el hecho de que un proyecto haya sido visto solo por una Comisión y luego pase a la Sala, que estamos ocultando algo. ¡Eso no! Todos los días estamos enviando iniciativas a una, a dos, a tres Comisiones antes de que vayan a la Sala.
La decisión que se ha tomado en este caso es algo absolutamente habitual.
Yo debo cuidar el normal desarrollo de esta sesión.
Ruego que también me excusen quienes nos acompañan en las tribunas. Ellos saben que tienen nuestro compromiso de sacar adelante este proyecto. Estamos comprometidos en el fondo; pero queremos que salga una buena ley. Y hay objeciones en materia constitucional, algunas de ellas bastante razonables, que no se van a dirimir ni resolver en esta Sala.
Aquí nos podemos quedar todos tranquilos y eventualmente sería factible aprobar el proyecto por unanimidad hoy día. Pero, si finalmente se plantean observaciones y la iniciativa va al Tribunal Constitucional, yo no sé con qué cara vamos a mirar a la familia de Gabriela para decirle: "¿Sabe qué? Esto se pudo haber hecho mejor".

La señora MUÑOZ.- Pero que sea el Tribunal Constitucional el que decida.

El señor QUINTANA (Presidente).- Es simplemente eso lo que estamos tratando de cautelar. Este proyecto ingresó en julio del año pasado a la Cámara de Diputados, donde estuvo casi ocho meses; ni en dicha Corporación ni en el Senado ha sido conocido por la Comisión de Constitución, y modifica tres artículos del Código Penal.

La señora ALLENDE.- ¡Presidente, respete el Reglamento! ¡No puede hablar desde la testera!

El señor QUINTANA (Presidente).- ¡Tengo derecho a hablar, señora Senadora!

La señora ALLENDE.- ¡Pero no desde la testera!

El señor QUINTANA (Presidente).- ¡Sí: también de la testera!

La señora ALLENDE.- ¡No puede, Presidente! Debe bajar a su asiento para argumentar como lo está haciendo. ¡No lo puede hacer desde la testera!

El señor QUINTANA (Presidente).- ¡No es así, señora Senadora! Está equivocada.
Tiene la palabra el Senador José Miguel Insulza.

La señora ALLENDE.- ¡Así no puede hablar, Presidente! ¡Excúseme, pero debe respetar el Reglamento! ¡Usted no puede dar todos esos argumentos desde la testera!

El señor QUINTANA (Presidente).- Está equivocada, señora Senadora.

La señora PROVOSTE.- Punto de reglamento, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).- Diga cuál es el punto de reglamento, y haga la objeción correspondiente, señora Senadora.

La señora PROVOSTE.- ¡Artículo 20 del Reglamento, señor Presidente!

El señor QUINTANA (Presidente).- Yo no estoy entrando al fondo del proyecto, Senadora Yasna Provoste. En ningún momento lo he hecho.
Tiene la palabra el Senador José Miguel Insulza.

El señor INSULZA.- Señora Senadora, haga su punto de reglamento. No hay problema.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora Yasna Provoste.

La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, quiero hacer un punto de reglamento.
En el marco del artículo 20 del Reglamento del Senado, que señala que "Cuando un acuerdo no haya sido adoptado por la unanimidad de los Comités, cualquier Senador perteneciente a un Comité que no haya concurrido a adoptarlo" -en este caso, la Democracia Cristiana- "podrá oponerse en la Sala inmediatamente después de haberse dado cuenta del mismo", solicito que se ponga en discusión este acuerdo para los efectos de que sea votado.

El señor QUINTANA (Presidente).- En eso está en lo correcto, señora Senadora. Es lo que procede precisamente por no haber sido aprobada esta decisión por la unanimidad de los Comités.
Sin embargo, hay Senadores inscritos para intervenir. Por eso no he sometido este asunto a la consideración de la Sala.
Tiene la palabra el Senador señor Insulza.

El señor INSULZA.- Señor Presidente, iba a señalar algo parecido.
Reconozco que estaba convencido de la decisión -el Presidente ya la había comunicado a algunos Senadores- de mandar el proyecto a la Comisión de Constitución. Pero pensaba que tal vez lo más razonable sería discutirlo y aprobarlo en general hoy día, sin perjuicio de que posteriormente se efectuaran las modificaciones que correspondan.
Quizás podamos acordar eso.
Yo lamento mucho el tono que está tomando la discusión. Lo digo con toda franqueza.
Entiendo a las personas que están en las tribunas, pues realmente se hallan en una situación difícil, y el despacho de este proyecto ha demorado bastante. Simpatizo con su causa, y anuncio desde ya que voy a votar a favor de la iniciativa.
--(Aplausos en tribunas).
¡No! ¡Por favor!
Pero no me parece que debamos empujar así las cosas, con todo el respeto que les tengo a mis colegas.
Por lo tanto, propongo -me parece que incluso esto se planteó en los Comités- una solución transaccional: que votemos hoy día en general este proyecto, y luego, la próxima semana...

La señora MUÑOZ.- Está votado en general.

El señor INSULZA.- Que yo sepa, no está votado en la Sala.

La señora MUÑOZ.- El proyecto es de artículo único. De modo que debe votarse en general y particular.

El señor INSULZA.- Sé que es de artículo único. Así lo entiendo.
Solo estoy proponiendo una fórmula que realmente resuelva el punto a fin de que los señores Senadores no sigan diciéndose entre sí las cosas que estamos escuchando. De lo contrario, creo que esto puede terminar en una discusión interminable en materia reglamentaria.
Entonces, lo que propongo es que busquemos alguna manera razonable para que este proyecto pueda despacharse pronto; pero, sobre todo, para que no sigamos haciéndonos daño entre nosotros y ante la gente que está mirando esta sesión.
Yo no he escuchado a ni un solo Senador de Gobierno hablar,...

El señor COLOMA.- Tenemos pedida la palabra.

El señor INSULZA.- ... cuando sabemos perfectamente que las objeciones han venido más de ese lado.
Me parece que no debemos seguir -y acá llamo a mis colegas de la Oposición- con el papelón que estamos haciendo.

El señor QUINTANA (Presidente).- Lo que yo desprendo de sus palabras, Senador Insulza, es una propuesta, muy ajustada al Reglamento, en el sentido de que el proyecto se discuta hoy; que se apruebe en general,...

El señor BIANCHI.- Es que tiene un solo artículo.

El señor QUINTANA (Presidente).- Claro, ese es el punto: se trata de una iniciativa de artículo único que fue aprobada en general y particular en la Comisión respectiva. Pero podría pasar por un tiempo breve a la Comisión de Constitución, para lo cual debe abrirse un plazo a fin de que se puedan presentar las indicaciones correspondientes.
¿Esa es su propuesta, señor Senador?

El señor INSULZA.- Sí.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora Ena von Baer.

La señora VON BAER.- Señor Presidente, primero quisiera señalar lo siguiente.
Entiendo que este tema despierte mucha emoción, porque es sumamente complejo, y al respecto tenemos visiones distintas. Y también espero que ellas se respeten.
En segundo lugar, quiero decir que este proyecto es complejo, que tiene dos partes y que se indizó como artículo único. Pero ya no es una iniciativa de artículo único: en estricto rigor, se trata de cinco artículos distintos.
¿Cuál fue la propuesta que hicimos con el Senador Montes en Comités y que no se acogió? Que votáramos esta iniciativa en general hoy día y que, posteriormente, se discutiera y votara en particular. ¿Para qué? Para que pudiéramos estudiarla, pues, como digo, ya no es de artículo único.
Entonces, ¿por qué no juntamos los dos mundos? Votemos hoy en general este proyecto; y luego que se estudie en particular, pues hay muchos colegas que deben analizarlo porque se trata de varios artículos. Seamos transparentes en ello también. Nosotros trabajamos mucho en la Comisión, y se agregaron bastantes numerales nuevos.
Reitero: que hoy día se manifieste la opinión del Senado en general respecto de esta iniciativa y que se vote; y luego, que la pueda revisar en particular la Comisión de Constitución. ¿Por qué? Porque no la ha analizado, pues ha cambiado y ya no es de artículo único.
Señor Presidente, yo soy miembro de la Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género. Y considero que nosotros hicimos un trabajo serio. Pero modificamos el Código Penal, y puede que hayamos cometido un error al hacerlo. Eso no lo sé. Siempre uno puede cometer una equivocación.
Sin embargo, se trata de una iniciativa que originalmente era de un solo artículo, pero ahora tiene varios.
Por consiguiente, yo invito a lo mismo que planteó el Senador Insulza, es decir, a buscar un acuerdo: que hoy se vote en general el proyecto, y luego, cuando se deba discutir en particular, que lo revise la Comisión de Constitución, y cuando se estime conveniente se enviará a la Sala para que lo despache también en particular.

El señor QUINTANA (Presidente).- Está claro: es el mismo planteamiento que hizo el Senador José Miguel Insulza, que ahora es ratificado por la Senadora Von Baer.
Tiene la palabra el Senador señor Coloma.

El señor COLOMA.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero pedir, muy de corazón, que no tratemos de distinguir dónde están los buenos y dónde están los malos, dónde está lo transparente y dónde está lo oculto.
Yo comparto con usted la molestia con respecto a definir, por sí y ante sí, que los miembros de la Comisión de Constitución, de la cual no soy parte, sean los dueños del oscurantismo en el Senado.
¡Aquello es inaceptable! Es atribuirse una categoría moral completamente improcedente.
Creo que las cosas deben decirse en su exacto mérito y en una condición perfectamente legítima.
En segundo lugar, yo llevo hartos años en el Parlamento, y nunca he visto una modificación al Código Penal que no haya sido revisada por la Comisión de Constitución. ¡Jamás! ¡De ningún gobierno, de la orientación que sea! Porque para algo tenemos una Comisión de Constitución, Legislación y Justicia. Es decir, si nosotros entendemos que no es necesario ese trámite, terminemos con dicho órgano, pues no tendría ningún sentido su existencia.
Entonces, me parece que el planteamiento de los Comités es completamente razonable, porque, ya que lo señala el Senador Insulza, debo decir que sí tengo una duda constitucional, cuando el artículo 1° de la Carta dice que "Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos" y paralelamente se establece, por ejemplo, que cuando un pololo mata a su polola (caso dramático, por cierto) tiene como piso una pena de quince años de cárcel, pero a una polola que asesina a su pololo se la castiga con diez años de presidio.
Eso me suena a que hay un problema con respecto a la igualdad de dignidades. Puedo estar equivocado, pero aquello no me calza.
Yo estudié Derecho Penal (al igual que muchos de ustedes), y entendí que una cosa son los delitos, en que las penas son iguales según las personas, y otra, las agravantes y las atenuantes. Y dentro de las agravantes están el uso de la fuerza, el uso del engaño, que es lo que realmente ocurre en este tipo de casos y que da origen a la pena adecuada.
Yo no entiendo este vértigo por decir: "Yo soy mejor que el otro". ¡No, señor Presidente! Yo no me siento malo. Soy padre de ocho niños, y me dolería igual si alguien matara a uno de mis hijos o a una de mis hijas, pues siento que hay una igualdad de derechos y dignidades. Lo que puede hacer la diferencia es la concurrencia de determinadas circunstancias. Y para eso, hasta ahora, ha estado el Código Penal.
Usted podrá decir: "No funciona adecuadamente; modifiquemos el Código Penal". Y ello me parece razonable. Pero no comprendo bien la lógica empleada para el diseño de la norma en comento.
Ahora, esto tampoco tiene que ver con una relación de amor o de pasión -no sé cómo definirla-, porque, si un hombre mata a una mujer, ocurre eso. Y si una mujer, en una relación pasional, asesina a una mujer, no pasa lo mismo.
Señor Presidente, quiero entender cabalmente la razón última de legislar bien. No estamos normando un caso particular, sino reflexionando para el futuro de todas las generaciones que vienen. De manera que si hay que cambiar la Constitución, podemos resolver el punto. Pero tratar de decir que lo importante es aprobar todo esto sin darse cuenta de que podemos estar cometiendo una inconstitucionalidad o un error al no entender que las cosas se resuelven con las instituciones que existen más que con la creación de otras, me parece un profundo despropósito.
Entonces, desde mi perspectiva, lo razonable es lo que plantea usted. Visto que la Comisión que despachó este proyecto ha realizado un trabajo importante, considero que lo más sensato es que podamos pedirle un informe a la Comisión especialista en materias de esta índole -porque para eso está la Comisión de Constitución-, que a mi juicio tiene igual dignidad que aquella que analizó, desde su ámbito, esta iniciativa.
En tal sentido, hago un llamado a que la pasión no llegue a la descalificación, sino que se vuelque a tratar de resolver bien los temas.
Tengo la convicción de que si esta iniciativa se vota ahora tal como está, yo por lo menos no voy a aprobarla en esas materias, porque antes tengo que solucionar las dudas que planteo, que ciertamente son legítimas.
No sé si alguien puede levantar la mano para decir que mis dudas son ilegítimas. De verdad, yo no creo que lo sean. Y trato de actuar de buena fe.
Por eso concuerdo con su visión, señor Presidente, porque a mi juicio es la mejor para los efectos de llevarnos a sacar buenas leyes en nuestro país.
He dicho.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora Isabel Allende.

La señora ALLENDE.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero decir que la Comisión Especial encargada de tramitar proyectos de ley relacionados con la mujer y la igualdad de género analizó este proyecto durante un buen tiempo, en que recibimos a muchas autoridades, a representantes del Ministerio Público, a profesionales y académicos, quienes nos dieron su opinión al respecto.
En verdad, no es fácil tener que tramitar una iniciativa que de por sí produce dolor e impotencia al ver que, lamentablemente, en lo que llevamos de este año ya van 34 mujeres asesinadas.
Ahora bien, es muy importante lo que este proyecto establece, pues amplía el concepto de femicidio a los casos de, por ejemplo, relaciones de expololos, cuestión que antes no se consideraba.
Hace 48 horas hubo otro femicidio que también vincula a un expololo, acción que no cabe dentro de la ley, pues este caso no está incorporado.
Por eso, para nosotros es muy relevante que podamos legislar de una vez por todas sobre esta materia y que el proyecto sea despachado.
Durante su discusión en la Comisión fuimos acompañados permanentemente por la familia de Gabriela, por sus padres, y también constantemente concurrieron distintas autoridades a opinar.
Ahora bien, quiero decirle al Senador Coloma que hay un profundo error acá. En la Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género vimos la iniciativa que sanciona el acoso sexual callejero; la sacamos adelante, y jamás fue a la Comisión de Constitución: es decir, es el primer ejemplo de que lo que acaba de decir Su Señoría estaba equivocado, pues la despachamos sin que la viera dicha Comisión.
--(Aplausos en tribunas).
Lo que trato de decirle es que, hasta donde yo sé, no es una regla permanente del Congreso que todos los proyectos que de alguna manera modifiquen, por ejemplo, el Código Penal deben pasar a la Comisión de Constitución. ¿Es deseable? Sí, si hay tiempo, si hay condiciones, si hay circunstancias que ameritan aquello. ¡Por supuesto! Normalmente, en la referida Comisión hay mayor presencia de abogados.
Pero el que señalo, Senador Coloma, es el mejor ejemplo de un proyecto que no fue enviado a la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.

El señor MOREIRA.- ¡Que Su Señoría se dirija a la Mesa!

La señora ALLENDE.- Entonces, me gustaría que empezáramos a decir las cosas como son.
En segundo lugar, usted de algún modo entró al fondo de este asunto con sus legítimas dudas. Y no cuestiono que tiene todo el derecho a plantear sus legítimas dudas. Sin embargo, quiero manifestarle a Su Señoría que esta iniciativa la discutimos ampliamente en la Comisión, y sobre todo la cuestión de fondo. Porque aquí el tema de fondo es uno solo y bien claro: la mujer presenta una condición mucho más vulnerable. De lo contrario, no estaríamos lamentando 34 mujeres asesinadas.
La mujer posee mayor vulnerabilidad económica, psicológica -¡evidentemente!-, y en muchos casos de falta de autonomía. Ello hace bastante más fácil que sea víctima de este tipo de acciones. ¡Por algo el 98 por ciento de estos asesinatos son de mujeres! ¿Por qué? Porque todavía tenemos una cultura patriarcal, en que el hombre ve a la mujer como algo propio, como un bien del cual puede apropiarse. Y así lo siente.
Por lo tanto, hay que hacer este tipo de distinciones, como en otras áreas las hemos tenido que plantear, cuestión que ha sido muy defendida incluso por el sector que representa el Senador Coloma: por ejemplo, las diferencias que se establecen si se mata a un carabinero, hecho que debe tener una pena mayor frente a otros casos de asesinato.
¡Eso se da porque existe la posibilidad de hacer discriminación en ciertos casos!
Nosotros hemos dicho permanentemente que aquí hay que proteger un bien mayor que se llama "mujer", que se llama "políticas de género", pues, lamentablemente, todavía se aplican patrones culturales arcaicos, en que hombres todavía creen tener derecho a dominar o a llegar a extremos como los que hemos visto en estos 34 casos de mujeres asesinadas.
Lo único que espero es que saquemos adelante esta iniciativa, para dar un paso más como sociedad. Resulta demasiado doloroso ver a familias perder a un ser querido en manos de un expololo sin que este sufra penas mayores porque no existe esa categoría en nuestra legislación y hasta ahora no hemos podido despachar una normativa en tal sentido.
En hora buena que hubo inspiración para presentar este proyecto, como la hubo en algún momento para enviar otras iniciativas que han permitido dar este paso como sociedad.
Entonces, quiero que entendamos que lo importante es el fondo de este proyecto; que debemos dar este paso como sociedad, el cual significa proteger a las mujeres; que tienen que existir políticas en materia de género, y que hay razones de género que hacen que en el 98 por ciento de estos casos las víctimas sean mujeres. No es una casualidad; no ocurre a la inversa: ¡no es 50 por ciento hombres y 50 por ciento mujeres!
Algo nos dice lo que está ocurriendo en la sociedad.
Si la salida es que hoy día votemos en general este proyecto, lo haremos. Pero no podemos seguir postergando su despacho.
Señor Presidente, no me gustó cuando me enteré de que existía la idea de que este proyecto pasara a la Comisión de Constitución, no porque le niegue a esta el derecho a discutirlo, sino porque nunca se acordó así. Cuando se dio cuenta de esta iniciativa se determinó que pasaba a nuestra Comisión. Jamás se acordó que después fuera a la Comisión de Constitución. Ahora nos encontramos con esto. Entonces, claro, uno siente que en el último momento, cuando deberíamos haberla votado, surgen argumentos para decir: "No, este proyecto debió haber pasado a la Comisión de Constitución".
¡Lamentable!
Es más, he tenido la experiencia personal de ver proyectos respecto de los cuales en algún momento se comprometió despacharlos en 30 días, en 60 días y que estuvieron durmiendo un año en la Comisión de Constitución. Y no porque sus miembros no quieran trabajar, sino porque tienen exceso de iniciativas que analizar y muchas veces no dan abasto.
Ahora existe un acuerdo mayoritario para que este proyecto pase a la Comisión de Constitución, cuestión que -reitero- no me gusta, pues en principio no fue eso lo que acordamos Y quisiera que se respetara el trabajo que se hizo en nuestra Comisión, donde recibimos, como ya dije, a los académicos, a los abogados, al Ministerio Público, que nos acompañó permanentemente y nunca puso ningún tipo de objeción como la que aquí vemos.
Si existen esas objeciones, lo ideal habría sido discutirlas aquí, en la Sala, en presencia de todos y cada uno de los Senadores, donde podríamos haber visto si efectivamente omitimos algo o no.
Ahora, es cierto que se agregó un artículo 390 bis. Sin embargo, nada impedía que hubiésemos podido votar la iniciativa en general y en particular.
Entonces, quiero reiterar: ya es hora de que saquemos este proyecto, pues se ha postergado por mucho tiempo.
En la Comisión lo analizamos concienzudamente, revisamos cómo venía de la Cámara de Diputados, hicimos las observaciones que nos parecieron pertinentes. Y el bien mayor es decir: ¡Hasta cuándo seguiremos lamentando dolorosamente estas muertes! Por eso queremos que haya instrumentos como este.
Y siento mucho que esta Sala no nos hubiese dicho antes, cuando se acordó que el proyecto pasara a la Comisión de Mujer e Igualdad de Género: "Después lo verá, en un tiempo acotado, la Comisión de Constitución". Nunca se señaló. Ahora lo dice, y lamento que sea así.
Estoy porque saquemos este proyecto de una vez, pues ya es hora de que lo hagamos y que como sociedad demos una señal de que en verdad nos duele y nos preocupa que tengamos que seguir lamentándonos día a día por este tipo de hechos, y porque ya se está transformando en algo habitual que cada día sepamos de una nueva muerte, que cada día haya una mujer asesinada a manos de su expareja, de su expololo o de alguien que ha tenido una relación con esa mujer. Y es doloroso.
Por eso mismo debemos entender que hay que avanzar en estas miradas de género. Sé que molestan a algunos. Pero ya es hora de asumir que sí, que es necesario tener miradas de género y proteger a quienes son más vulnerables, justamente, las mujeres.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).

El señor QUINTANA (Presidente).- Pido a quienes nos acompañan en las tribunas, con los que hemos tenido todo tipo de consideraciones, que, por favor, eviten los aplausos, porque no están permitidos en la discusión.
Nos encontramos en un debate reglamentario. Hay varios Senadores inscritos. Si les doy la palabra a todos, ¡quizás a qué hora vamos a tomar la decisión!
Hemos coincidido en que este es un tema en el que hay que avanzar con urgencia. Por lo tanto...

El señor INSULZA.- Tome la sugerencia.

El señor QUINTANA (Presidente).- ¡Sí! Por favor. Déjeme proponer.
Creo que no tiene sentido ir al fondo del proyecto en este momento, pues estamos tratando un aspecto reglamentario. Algunos Senadores han querido ir al fondo.
El inciso segundo del artículo 20 del Reglamento señala que, cuando un acuerdo es objetado, corresponden diez minutos para esa discusión. En este momento está largamente superado dicho plazo.
No he escuchado a ningún Senador, de ninguna bancada, señalar que discrepa del fondo de esta iniciativa. El problema es cuál camino vamos a tomar para seguir con su tramitación.
Por lo tanto, como nadie se ha manifestado por mantener el acuerdo de Comités, yo quisiera pedir la unanimidad de la Sala para dejarlo sin efecto y luego revisar las dos propuestas que hay para proceder a continuación.
¿Habría acuerdo para dejar sin efecto el acuerdo de Comités?

El señor MONTES.- ¿Qué acuerdo vamos a tomar?

El señor ALLAMAND.- ¿Con qué se reemplaza?

El señor QUINTANA (Presidente).- Lo reemplazamos por alguna de las dos propuestas: la de la Senadora Yasna Provoste o la del Senador José Miguel Insulza.
¿Habría acuerdo para dejar sin efecto el acuerdo de Comités y pronunciarnos en general en esta sesión?

El señor LAGOS.- Señor Presidente, explique lo que ocurriría con lo que usted señala, porque esa es la duda.

El señor DE URRESTI.- Primero veamos el acuerdo.

El señor QUINTANA (Presidente).- Primero pronunciémonos respecto del acuerdo, porque nadie ha dicho lo contrario, ni siquiera la...
¡Por favor, déjenme presidir!
¡Aunque algunos creen que no tengo mucho derecho a hablar, intentaré presidir!

La señora ALLENDE.- ¿Cuáles son las propuestas?

El señor QUINTANA (Presidente).- Hay dos propuestas. Una es la que formuló el Senador José Miguel Insulza, que sugiere aprobar el proyecto en general ahora y que luego vaya a la Comisión de Constitución por un plazo brevísimo. La otra, que ha hecho la Senadora Yasna Provoste, plantea que la iniciativa se apruebe en general y en particular ahora y que, por lo tanto, el Senado la despache hoy.
Esas son las dos propuestas que someteré al parecer de la Sala a continuación. Pero, previo a ello, es preciso pronunciarnos en cuanto a si dejamos sin efecto el acuerdo de Comités.
Sugiero que lo dejemos sin efecto, a menos que haya una tercera propuesta.
Tendría que dar la palabra si hay una tercera propuesta, pues si vamos a repetir lo mismo...

La señora RINCÓN.- ¡Hay una tercera propuesta!

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora Ximena Rincón.

La señora RINCÓN.- Señor Presidente, he estado conversando con mi colega jefa de bancada, y según lo que me ha manifestado, estamos absolutamente de acuerdo en que el proyecto se vote en general hoy día para hacer la discusión en particular. Entonces, la tercera propuesta sería, en virtud de lo que ha expresado claramente la Senadora Isabel Allende, que se vote en general hoy día, vuelva a la Comisión de Mujer e Igualdad de Género, ahí se hagan las indicaciones y se vote allí. No tiene por qué ir necesariamente a la Comisión de Constitución.

El señor QUINTANA (Presidente).- Efectivamente, es una tercera propuesta.
No sé si hay una cuarta propuesta o procedemos con las tres que hay.

La señora MUÑOZ.- ¿Puedo explicar algo?

El señor QUINTANA (Presidente).- Le daré la palabra, Senadora, pero -insisto- reglamentariamente ya estamos excedidos. Hemos triplicado el tiempo destinado a un acuerdo objetado.
Senadora Adriana Muñoz, puede intervenir nuevamente.

La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, en la Comisión de Mujer e Igualdad de Género discutimos en general y en particular el proyecto, porque era de artículo único. En el transcurso del debate fuimos incorporando, vía indicaciones, nuevas disposiciones que llevaron a que al final no se trate de un artículo único.
Entonces, la propuesta es que aquí debatamos en general, no en particular, porque ya no es un proyecto de artículo único. Yo entrego el informe; se discute en general; damos un plazo para indicaciones; regresamos a la Comisión y después, a través de las modificaciones que hagamos, volvemos a la Sala al debate en particular, y luego puede ir a la Comisión de Constitución.
Yo creo que eso es obvio, absolutamente obvio, y no es querer hacer calificativos ni discriminaciones.

El señor QUINTANA (Presidente).- Está muy bien. Es una propuesta bastante razonable; tiene que ver con la rigurosidad del debate que se ha planteado. Pero seamos claros también con quienes nos acompañan y están siguiendo la discusión: esa propuesta, Senadora, con todo respeto, tomará más tiempo que el planteamiento que originalmente hizo la Mesa. Porque, finalmente, el proyecto se verá en particular en dos Comisiones: en la de Mujer e Igualdad de Género y también en la de Constitución.
A continuación, tiene la palabra la Senadora Carmen Gloria Aravena.

La señora ARAVENA.- Señor Presidente, quiero agradecer que me dé la palabra, porque creo que es bien importante, sobre todo en estos temas tan delicados, que quienes hemos participado activamente del debate tengamos cierto grado de prioridad al dar opiniones, sobre todo en este proceso que ha sido complejo.
Lamento profundamente, y comparto la opinión del Senador Insulza, que esta materia en particular, que es muy compleja y delicada para las mujeres, las familias y el país, desde que yo estoy en el Senado -hace más de un año y medio- la estemos debatiendo de esta manera. Es muy triste.
Y quizás esta pasión un poquito desenfrenada que manifestamos las mujeres por defender este proyecto tiene que ver con que nosotras recibimos muchos de los relatos, que fueron, de verdad, tremendamente dolorosos para las familias que han vivido estas experiencias.
Sin embargo, y entendiendo que debe haber mucho rigor en la legislación -soy la primera en acatarlo, porque evidentemente acá no somos todos abogados-, si hay dificultades para comprender que existen algunas situaciones complejas en el ámbito legislativo, que pudieran ser inconstitucionales y que nos llevaran para atrás, a fojas cero, siempre vamos a estar disponibles a colaborar para que eso se mejore.
Solo quiero plantear algo que aquí no se ha dicho, en el sentido de que el Gobierno desde el inicio le ha puesto urgencia a la tramitación de este proyecto y hemos sesionado dos veces por semana durante muchos meses para sacarlo adelante.
A eso quiero agregar que ha venido el Poder Judicial. También han estado presentes el Ministerio Público y muchas juristas importantes de este país, mujeres, que han defendido la constitucionalidad de la iniciativa.
Aun así, no queremos ser tozudas ni menos tan apasionadas como para no entender que hay un número importante de Senadores que cuestionan la constitucionalidad del proyecto. Y como lo que más queremos es que esta iniciativa salga pronto a la luz, yo al menos estoy disponible para que vaya donde tenga que ir.
Pero lo más importante es que regrese luego a esta Sala para dar por finalizada esta tramitación y que pronto descansen en paz Gabriela y muchas otras Gabrielas en este país, que han muerto en manos de hombres que no han entendido que las mujeres no son de su propiedad.
Efectivamente, Chile debe legislar en función de la realidad: 42 femicidios el año pasado y 38 a la fecha.
A este paso, vamos a aumentar las cifras si no entendemos que este país debe revertir ciertas situaciones, porque, por más desarrollados que queramos ser, nunca lo vamos a lograr si la desigualdad entre hombres y mujeres y principalmente la violencia siguen reinando en el país.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora Luz Ebensperger.

La señora EBENSPERGER.- Señor Presidente, entiendo que vamos a votar.
Yo quiero fundamentar mi voto, quiero hablar acerca del fondo del proyecto.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora Jacqueline van Rysselberghe.

La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, me parece razonable que se pueda aprobar en general hoy día el proyecto; sin embargo, me parece absolutamente necesario que pase por la Comisión de Constitución. En la Comisión de Mujer e Igualdad de Género no hay ningún abogado -¡no hay abogados!-, y creo que acá aparecen temas que son de fondo y que de cierta manera, de acuerdo con el criterio de algunos, podrían poner en...

El señor QUINTANA (Presidente).- Continúe, Senadora Jacqueline van Rysselberghe, la seguimos atentamente.

La señora VAN RYSSELBERGHE.- ¡Me interrumpo para que pueda escuchar al Senador que está hablando con usted...!
Decía que podrían poner en tela de juicio la igualdad ante la ley.
Por lo tanto, creo que hay principios que rigen el Código Penal que deben respetarse, porque, de otro modo, la verdad es que se empieza a alterar la legislación de nuestro país.
En tal sentido, nosotros no tenemos ningún problema en que la iniciativa se apruebe en general, pero consideramos absolutamente imprescindible que pase después en particular a la Comisión de Constitución.

El señor QUINTANA (Presidente).- Señores Senadores, ha llegado una nueva propuesta: votar el proyecto en general hoy, establecer un plazo de indicaciones de siete días -así me ha señalado el Senador Elizalde- y que lo vean en particular las Comisiones de Mujer e Igualdad de Género y de Constitución, unidas.
¿Habría acuerdo para aceptar esa propuesta?

La señora RINCÓN.- Sí.

El señor QUINTANA (Presidente).- ¿Unánimemente?

La señora RINCÓN.- Por supuesto.

El señor QUINTANA (Presidente).- Bien.
Hay acuerdo unánime.
Entonces, en un solo acto, vamos a acordar dejar sin efecto el acuerdo de Comités pertinente y adoptar la modalidad que acabo de señalar.

La señora RINCÓN.- ¿Una semana para presentar indicaciones?

El señor QUINTANA (Presidente).- Sí, siete días para formular indicaciones.
--Así se acuerda.

V. ORDEN DEL DÍA



MODIFICACIÓN EN MATERIA DE TIPIFICACIÓN DE FEMICIDIO Y OTROS DELITOS CONTRA MUJERES


El señor QUINTANA (Presidente).- Conforme a lo acordado recién por la Sala, corresponde tratar el proyecto, en segundo trámite constitucional, que modifica el Código Penal en materia de tipificación del femicidio y de otros delitos contra las mujeres (Ley Gabriela), con informe de la Comisión especial encargada de conocer iniciativas y tramitar proyectos de ley relacionados con la mujer y la igualdad de género y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (11.970-34) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 75ª, en 11 de diciembre de 2018 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Especial encargada de conocer iniciativas y tramitar proyectos de ley relacionados con la mujer y la igualdad de género: sesión 47ª, en 10 de septiembre de 2019.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN (Secretario General).- El objetivo de la iniciativa es sancionar la violencia de género contra las mujeres, mediante tipos penales específicos que amplían el concepto de femicidio a los casos en que ocurre fuera de una relación afectiva -femicidio por causa de género- y el femicidio íntimo, que incorpora la relación de pareja con el autor del delito habiendo existido o no convivencia.
Asimismo, en el artículo 372 bis, que sanciona la violación con homicidio, se incorpora la figura de la violación con femicidio.
La Comisión especial encargada de conocer iniciativas y tramitar proyectos de ley relacionados con la mujer y la igualdad de género discutió este proyecto en general y en particular, por tratarse de aquellos de artículo único. Lo aprobó en general por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadoras señoras Allende, Aravena, Muñoz y Provoste. Y lo acogió en particular con las votaciones y modificaciones que se consignan en el respectivo informe.
El texto que se propone aprobar se encuentra en las páginas 93 a 96 del informe de la mencionada Comisión especial y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
Es todo, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).- Muchas gracias, señor Secretario.
En discusión general.

Ahora sí, ofrezco la palabra a quienes quieran intervenir sobre el fondo del proyecto.

La señora ALLENDE.- Primero hay que entregar el informe.

El señor QUINTANA (Presidente).- Por supuesto.
Tiene la palabra la Senadora Adriana Muñoz, Presidenta de la Comisión de Mujer e Igualdad de Género.

La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero rendir un homenaje a la familia de Gabriela Alcaíno, en cuyo honor hemos hecho este debate, dado que su padre y sus hermanos -estos quedaron huérfanos porque el expololo de Gabriela la asesinó a ella y también a su madre- han estado permanentemente con nosotras en la Comisión de Mujer e Igualdad de Género.
Y ha sido un proceso legislativo, pero también humano, el contar con ellos y con ellas en nuestra Comisión, rindiendo un tributo a personas que han transformado un drama, una tristeza, en una decisión de vida de luchar por consagrar derechos en la ley que hagan ir en retirada este tipo de asesinatos.
En consecuencia, a toda la familia que está presente le envío un gran saludo.
Quiero también destacar que la iniciativa corresponde a una moción originada en la Cámara de Diputados, presentada por las Diputadas Karol Cariola y Camila Vallejo y otros parlamentarios, a quienes también saludamos.
Como decía, señor Presidente, el asesinato de Gabriela ocurrió a manos de su expololo, y también el asesinato de su madre.
Por eso, las autoras del proyecto pusieron énfasis en ampliar el concepto de femicidio que aparece en la Ley de Femicidio aprobada el 2010, época en la cual no tuvimos la fuerza política para aprobar en este Congreso una normativa que comprendiera el asesinato de una mujer no solo en el contexto de relaciones afectivas de convivencia, ya sean cónyuges, excónyuges, convivientes, exconvivientes, sino que también planteábamos que se tipificara como femicidio el asesinato de una mujer en el contexto de relaciones de pareja sin convivencia, como es el pololeo.
Hoy día, felizmente, hemos podido avanzar en esa idea. Y esto se debe sobre todo al asesinato de Gabriela y de otras mujeres que han sido asesinadas por sus parejas sin convivencia, llámense pololeos u otro tipo de relaciones, y que ahora traemos a esta Sala, no sin dificultades.
Lo que hemos reivindicado en este debate, señor Presidente, es que podamos expresarnos en general sobre la idea de legislar y realizar una discusión aquí, en la Sala, sobre los supuestos visos de inconstitucionalidad que presenta el proyecto.
El 12 de junio del 2018 fue descubierto el femicidio de Gabriela Alcaíno Donoso, de 17 años de edad -en ese momento estaba preparándose para rendir la PSU-, a manos de su expololo, quien además asesinó a la madre de Gabriela. Esta terrible tragedia motivó al padre y al resto de la familia de Gabriela a comprometerse con esta propuesta legislativa.
La Comisión Especial de Mujer e Igualdad de Género discutió en general y en particular el proyecto de ley, como ya hemos señalado, con profundidad, dedicación y con un compromiso enorme, para lo cual se recibió en audiencia a más de diez especialistas en materia penal y procesal penal, a académicas y académicos, a representantes del Ejecutivo y del Ministerio Público, para concluir en una serie de modificaciones al texto aprobado por la Cámara de Diputados.
Quiero señalar que como Comisión decidimos tramitar los proyectos de ley que llegan a la Comisión de Mujer e Igualdad de Género en conjunto con representantes del Ministerio Público.
Consideramos muy importante que en el proceso de tramitación de las iniciativas se hallen presentes también los operadores de justicia. Porque muchas veces aprobamos proyectos respecto de los cuales, al implementarse desde los tribunales, en el Ministerio Público, se produce una diferencia en la interpretación de la ley porque quizás el texto de esta no es explícito y no se comprende exactamente el espíritu con que fue aprobada.
Por eso, también queremos agradecer al Ministerio Público, el cual estuvo presente permanentemente a través de dos destacadas representantes.
Como ya señaló el señor Secretario, el proyecto fue aprobado en general por la unanimidad de las integrantes presentes de la Comisión, Senadoras señoras Allende, Aravena, Provoste y quien habla.
Y en la discusión en particular, si bien se mantuvo la unanimidad para una parte importante de las propuestas modificatorias, también hubo diferencias que la Sala deberá considerar oportunamente.
Algo adelanté en la materia, y lo han señalado algunos señores y señoras Senadoras que han intervenido, en relación con la proporcionalidad de la pena y la igualdad ante la ley.
El texto despachado por la Comisión especial configura un femicidio íntimo y un femicidio por razón de género; incorpora la figura de la violación con femicidio; establece circunstancias agravantes de responsabilidad penal para el delito de femicidio, y dispone la no aplicación de la atenuante prevista en el número 5 del artículo 11 del Código Penal, esto es, obrar por arrebato y obcecación, tratándose del delito de femicidio.
El femicidio íntimo se hace cargo de las relaciones de pareja de carácter sentimental o sexual sin convivencia y de aquellas relaciones en que se ha tenido o se tiene un hijo en común, además de la muerte de la que es o ha sido cónyuge o conviviente. La sanción para el hombre que cometa este tipo de femicidio será de presidio mayor en su grado máximo (15 años y 1 día a 20 años) a presidio perpetuo calificado.
El femicidio por razón de género, que es una figura que se ha incorporado en este proyecto de ley propuesto en la Cámara de Diputados, sanciona al hombre que lo comete con presidio mayor en su grado máximo (quince años y un día a veinte años) a presidio perpetuo.
Hablamos, entonces, de un homicidio calificado en las relaciones íntimas y de un homicidio simple en las relaciones en que ocurre por circunstancias de género.
Hemos, además, explicitado, como lo ha hecho la moción original, que se entenderá que existe razón de género cuando la muerte se produzca por alguna de las siguientes situaciones: que la víctima se encuentre embarazada y el autor le haya dado muerte por tal circunstancia; por haberse negado la víctima a establecer con el autor una relación de carácter sentimental o sexual; cuando el femicidio se cometa tras haber ejercido contra la víctima cualquier forma de violencia sexual; cuando la víctima ejerza o haya ejercido la prostitución; cuando la víctima haya querido evitar la muerte o agresión de otra mujer; cuando sea con motivo de la orientación sexual, identidad de género o expresión de género de la víctima, y cuando ocurran circunstancias de subordinación por las relaciones desiguales de poder entre el agresor y la víctima.
El proyecto de ley se hace cargo también de ubicar en el Código Penal, en un párrafo propio, el delito de femicidio, otorgándole la visibilidad que merece una política pública de protección de la mujer, y de la sanción y la erradicación de la violencia contra las mujeres en todas sus manifestaciones.
Por todas estas razones, señor Presidente, las mujeres parlamentarias -es nuestra convicción- llevamos ya muchos años luchando por evitar que más mujeres sean asesinadas por el hecho de ser mujeres, pero el debate parlamentario -aquí hemos sido testigos de ello- no es fácil y se han dictado leyes que contienen falencias que no recogen la profundidad de la violencia contra las mujeres, cuya máxima expresión es el delito de femicidio.
Por ello, solicitamos a la Sala que tenga presente la realidad de nuestro país en esta materia y dé su aprobación a la propuesta que, como Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género, estamos haciendo con este proyecto.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
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El señor QUINTANA (Presidente).- Antes de dar la palabra a la señora Ministra de la Mujer y la Equidad de Género, voy a pedir la unanimidad de la Sala para que pueda ingresar, para el proyecto que viene a continuación, la Subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro.
¿Habría acuerdo?
No hay acuerdo.
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El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra, Isabel Plá.

La señora PLÁ (Ministra de la Mujer y la Equidad de Género).- Muchas gracias, señor Presidente.
Seré muy breve porque nos interesa, sobre todo, la discusión que tendrá lugar a continuación en torno a este proyecto de ley, que se originó en una moción impulsada por Diputadas de varios partidos políticos: Marcela Sabat, Karol Cariola, Camila Vallejo, Daniella Cicardini, Maya Fernández, así como por el Diputado Gabriel Silber, entre otros.
Quiero saludar especialmente -sé que está en las tribunas- a la familia Alcaíno, la familia de Gabriela, que es la inspiradora de esta iniciativa.
Lamentamos enormemente que haya habido muchas Gabrielas después de la primera Gabriela. Hace más de un año, muchas Gabrielas han muerto a manos de sus parejas o sus exparejas, sin que hubiera habido convivencia. Muchas Gabrielas le abrieron la puerta a su asesino en la convicción de que era una persona conocida, en la que tenían confianza; una persona que les había prometido lo mejor para sus vidas, pero con la que, por alguna razón, habían terminado. Muchas Gabrielas iniciaron relaciones afectivas con hombres que lamentablemente pertenecen a ese pequeño grupo en Chile que cree que, cuando una mujer se involucra emocionalmente con ellos, son dueños de su vida, de su destino; y cuando esa mujer decide terminar con esa relación, ellos sienten que tienen el derecho de poner fin a su vida.
Un saludo especial para la familia Alcaíno.
Señor Presidente, este proyecto de ley, surgido de una moción propuesta por las Diputadas autoras, es compartido en lo esencial por el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Por esa razón, tiene urgencia desde hace un año, y suma urgencia desde hace varios meses. Fundamentalmente, como la mayoría de los Senadores que están en la Sala lo sabe, crea una figura base de femicidio, y luego una de femicidio agravado, como la que contempla el artículo 390 del Código Penal, conocida también como "parricidio".
Quiero también hacer un reconocimiento a la Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género, no obstante que ha habido diferencias en su interior -son legítimas y naturales- con el Ejecutivo y, también, muchas veces con una o dos Senadoras de Chile Vamos. Esta instancia, presidida por la Senadora Adriana Muñoz, ha abierto la puerta a debates que, a lo mejor, han sido invisibles durante muchos años, o que se han ido dando a tropezones. Y es importante que nuestro país, que está a las puertas del desarrollo, que de verdad tiene una aspiración de desarrollo integral, dé estos debates con transparencia, con la participación no solamente del Parlamento, sino también de la sociedad civil; de personas que son las operadoras de la justicia, sean fiscales, sean jueces; de académicos y de la ciudadanía.
En el Gobierno del Presidente Piñera compartimos la necesidad de modernizar nuestra legislación en esta materia, en concordancia con una agenda que contempla varias reformas importantes en lo que dice relación a equidad de género. Entre ellas se cuentan las que pretenden cerrar ventanas de impunidad por las que se cuelan las intenciones de este Chile cada vez más pequeño, pero muy dañino, que agrede la integridad y la vida de las personas, especialmente de las mujeres.
Señor Presidente, no voy a entrar en detalles respecto del proyecto de ley, porque creo que ha sido muy bien expuesto. Nos parece muy importante, porque sabemos que esta sesión ha sido precedida de una discusión. Pero el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género cree conveniente sumar a la Comisión de Constitución. Es una decisión que ha tomado el Senado y que nosotros valoramos.
Lejos de ser un problema, podría ser una oportunidad para zanjar dudas en torno a asuntos que requieren especial rigor, sean de constitucionalidad o de otra naturaleza. Puede que algunos compartan esas dudas, puede que no, pero es importante despejarlas. Cuando parlamentarias de esta legislatura están proponiendo cambios tan sustanciales al Código Penal, en torno a los cuales hay amplio consenso, es importante dar ese salto y hacerlo bien, cerrando todos los flancos que pudiera tener esta ley, como desgraciadamente han tenido en el pasado otras leyes que están clavadas en el corazón de la ciudadanía.
Y si me permite, señor Presidente, creo también relevante hacer una breve reflexión. Todos los sectores políticos de nuestro país compartimos la necesidad de frenar la violencia contra las mujeres, de erradicarla. Todos reconocemos la mayor vulnerabilidad de las mujeres respecto de los hombres frente a la violencia por razones culturales y también por razones mucho más concretas a veces: simplemente por la naturaleza biológica de hombres y mujeres, que pone a los primeros en una superioridad relativa frente a la cual es muy difícil combatir.
Entonces, es bien importante comprender que hay un país mayoritariamente comprometido en esta materia, y lo que nos diferencia no es el objetivo esencial, sino la elección de los caminos más efectivos para alcanzarlo.
Tan importante como promulgar una reforma en materia de femicidio es que ella sea ampliamente compartida; que a partir de dudas muy acotadas -porque están muy acotadas- no se genere luego una discusión que sea un pretexto para poner en cuestión su valor como instrumento de justicia.
Porque hay que decir con mucha fuerza -y es una conversación que hemos tenido con parlamentarios, con Senadores y Senadoras de todos los sectores políticos- que por muchos años la condición de la mujer frente a la justicia ha enfrentado desigualdad. Por ello, es natural que se generen debates. Pero creemos que no pueden estas dudas, que son tan acotadas, ser un pretexto para cuestionar el fondo del proyecto, su valor. Al contrario, debe haber una señal muy sólida del Estado frente a un delito que cruza el alma de Chile, el alma de nuestro país, y que tiene particulares circunstancias.
Muchas gracias, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).- A usted, señora Ministra.
Tiene la palabra el Senador Chahuán.
¿Aún no?
Bien. Tiene, a continuación, la palabra la Senadora Ena von Baer.

La señora VON BAER.- Señor Presidente, por su intermedio, quisiera decirle a la Presidenta de la Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género, con mucho respeto, que me hubiera gustado sentirme también interpretada por el informe. Porque podemos tener opiniones distintas, pero cuando usted -por su intermedio, señor Presidente- habla como Presidenta de la Comisión tiene que plantear las distintas opiniones que hay y no solo la suya, que es muy respetable, pero la puede dar a conocer después, cuando fundamente su voto.
Creo que es muy relevante que nosotros cuidemos esa institucionalidad, porque tenemos opiniones distintas y son legítimas, por lo que el informe que usted lee en su calidad de Presidenta de la Comisión debe reflejarlas.
Señor Presidente, en cuanto al fondo del proyecto, quiero decir que implica una reforma que, personalmente, considero necesaria y urgente. Lo vivido en el último tiempo, especialmente con aquellas situaciones de mujeres muertas en manos de sus exparejas, nos sume en el dolor, pero también, creo, nos exige hacer un cambio en nuestra legislación penal.
Durante casi todos los meses recibimos noticias de asesinatos de mujeres en manos de sus exparejas. Es una realidad terrible y que hemos vivido también fuertemente en nuestra región. Tenemos a muchas mujeres víctimas de violencia, la cual termina a veces en un resultado fatal y profundamente doloroso. Por eso, es urgente hacer este cambio, pero es necesario hacerlo bien, correctamente.
Y aunque nuestra legislación actual sanciona con mayores penas los asesinatos que se dan en las parejas, llegando hasta el presidio perpetuo calificado, tales penas solo se aplican a cónyuges y convivientes, sin incluir a las parejas que no conviven, como hemos conocido en el caso de Gabriela. Es decir, se deja fuera a los homicidios que ocurren en el pololeo.
Este es uno de los defectos de nuestra legislación que el proyecto busca arreglar, incorporando una nueva figura penal para que la muerte de la persona con la que se tuvo o se tiene una relación de pareja sin convivencia se castigue con la misma pena que hoy recibe quien comete un parricidio o un femicidio.
Y en esto, señor Presidente, me parece importante legislar. Por eso, voy a votar a favor en general del proyecto de ley.
Además, esta iniciativa incorpora una segunda figura: el asesinato por razón de género. Es decir, aquel asesinato que comete una persona en contra de otra sin tener relación de intimidad alguna.
A mi juicio, es importante entender esto. Acá hay dos figuras: una donde existió o existe una relación de pareja, de intimidad, y otra donde no existe ninguna relación de intimidad. Y en este último caso se le daría muerte a la persona, exclusivamente, por causa de su género.
Esta figura también contiene un aumento de penas respecto del homicidio simple, llegándose a la de presidio perpetuo.
Me parece que también es una propuesta que va en la dirección correcta, porque hoy en día muchas mujeres viven con una permanente sensación de inseguridad, sin poder transitar por las calles por el temor a ser víctimas de un crimen horroroso. Todo por el simple hecho, en este caso, de ser mujeres. Y como legisladores, a mi juicio, es hora de que tomemos cartas en el asunto.
Este es, desde mi perspectiva, el corazón de la Ley Gabriela. Y, por lo mismo, creemos que hay que votar a favor de la idea de legislar.
¿Cuál es la diferencia que yo tengo, en particular, con el proyecto?
Hoy día, cuando hablamos de la pena que se impone cuando se mata a una mujer dentro de una relación de pareja, se califica como "femicidio", pero se desprende de lo que es el parricidio. Y, por tanto, si un hombre mata a una mujer dentro de una relación de pareja con convivencia, tiene una pena agravada. Si una mujer mata al hombre dentro de la relación de pareja con convivencia -¡si una mujer mata al hombre dentro de una relación de pareja con convivencia!-, la pena es la misma. No existe una diferenciación cuando la víctima es mujer u hombre. Y ahí está la diferencia que tengo con este proyecto de ley, porque la ampliación a la relación de pareja sin convivencia -o sea, al pololeo- solo se hace cuando la víctima es mujer y no cuando la víctima es hombre.
En ese sentido, nos estamos despegando de la figura original que tenemos respecto al parricidio.
Por tanto, señor Presidente, hago un llamado para que pensemos este asunto no solo con relación a las situaciones dolorosas que conocemos, sino también respecto de otras.
Como se ha dicho que esto nunca se da, que una mujer nunca mata a un hombre dentro de una relación de pareja, voy a poner un ejemplo igual de doloroso y muy conocido. Así, el lamentable caso del profesor Nibaldo -todos nosotros lo conocimos-, quien fue macabramente asesinado por su exesposa, tiene, según nuestra legislación actual, la misma pena que se hubiese impuesto si el homicidio hubiese ocurrido al revés.
En la situación que estamos legislando ahora, no existiría el aumento de penas si la víctima fuera, como el profesor Nibaldo, un hombre. Y, señor Presidente, puede ser un solo caso -¡un solo caso!-, pero yo les quiero preguntar qué es lo que ustedes van a creer, sentir, pensar y qué va a creer, sentir, pensar la opinión pública chilena cuando se diga: "¿Sabe qué? En este caso, porque la víctima es un hombre y la victimaria es una mujer, no corre este aumento de pena".
Señor Presidente, bajo esta lógica, por ejemplo, el triste y lamentable caso -igual de triste, lamentable y horroroso que el asesinato de Gabriela- de un joven scout de 17 años, en San Vicente -y quiero que me escuchen, porque dicen que esto no ocurre-, que fue asesinado por su expareja, su expolola, que actualmente está formalizada como coautora mediata, seguirá siendo sancionado con las mismas penas que existen hoy día.
Eso está dentro de un pololeo. O sea, en el caso del asesinato de una polola va a haber un aumento de penas, pero en el caso del asesinato de un pololo, como este joven scout de 17 años, en San Vicente, no habrá ese aumento de pena.
¿Qué explicación, señor Presidente, le vamos a dar a la madre de ese niño?
Eso es lo que yo quiero poner en sus mentes, pero también en sus corazones.
¿Qué explicación le vamos a dar a la madre de ese niño?
Porque yo, señor Presidente, tengo dos hijos: un hijo y una hija. Ambos están acercándose a la edad de tener pololos. Y si con cualquiera de los dos me llegara a ocurrir algo así -es una situación que espero no tener que vivir, porque lo más doloroso que a alguien le puede pasar es que le asesinen a un hijo-, yo querría que la pena para el asesino de mi hija y la pena para la asesina de mi hijo fueran la misma. Porque no le puedo explicar a la madre de un hombre que la pena de la asesina de su hijo es menor, porque eso significa que la vida de su hijo vale menos. Y no puedo sentir, bajo ningún punto de vista, que la vida de mi hijo valga menos porque tiene que pagar una culpa que no es suya: que los hombres hacia atrás siempre han discriminado a las mujeres. ¿Por qué mi hijo Ian, de 12 años, tiene que pagar una culpa que no es suya? ¿Acaso su vida vale menos porque los hombres antes de él discriminaron a las mujeres de una manera arbitraria, de una manera que no corresponde, de una manera que nunca debió haber sido? Pero eso no es culpa de él ni tampoco, señor Presidente, como madre, es culpa mía.
Por lo tanto, yo quiero que se pongan ahí, porque no estamos legislando hacia atrás, señor Presidente; estamos legislando hacia adelante...
--(Manifestaciones en tribunas).

El señor QUINTANA (Presidente).- Ruego a los asistentes que se encuentran en las tribunas mantener silencio, pues no está permitido interrumpir a los oradores.
¡Por favor!
Puede continuar, señora Senadora.

La señora VON BAER.- Termino, señor Presidente.
En el caso de que no exista pololeo, creo que va a tener un problema la Comisión de Constitución, porque el delito puede quedar "en blanco", como dicen los abogados. Eso van a tener que revisarlo.
Por otro lado, respecto del delito por causa de género, lo mismo: el proyecto aumenta las penas, porque la muerte se produce, por causa de género, fuera de una relación de pareja. En el caso de que se mate a una mujer por causa de género, la pena va a ser mayor, pero, si una mujer asesina a un hombre, también por causa de género, la pena será menor.
Entonces, ahí la pregunta que yo me hago es por qué no establecemos el delito de la siguiente manera: persona que mata a otra persona por razón de su género, sea esta hombre o mujer.

El señor QUINTANA (Presidente).- Concluyó su tiempo, señora Senadora.
Dispone de un minuto adicional.

La señora VON BAER.- Gracias, señor Presidente.
¡Es un delito por causa de género! Incluso, puede ser de una mujer contra otra, por causa de género.
Pero lo que nosotros estamos estableciendo acá, tal como está descrito el delito, solo contempla la posibilidad de un hombre que mata a una mujer por causa de género, en circunstancias de que nosotros propusimos que fuera una persona que mata a otra por causa de su género. Por tanto, la víctima podría ser una mujer o un hombre.
Señor Presidente, yo soy partidaria -y en esto coincido con las personas que se encuentran en las tribunas- de aumentar las penas, pero no entiendo por qué tenemos que hacerlo para unos y no para otros.
Creo profundamente en la igualdad ante la ley, sobre todo cuando estamos hablando del derecho a la vida, y no me parece aceptable que la vida de un hombre tenga un desvalor mayor que la de una mujer.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Insulza para...

La señora MUÑOZ.- ¿Me permite, señor Presidente?
Quiero hacer una aclaración a raíz de una afirmación que hizo la Senadora Von Baer.

El señor QUINTANA (Presidente).- Podrá hacerlo durante su intervención, señora Senadora.

La señora MUÑOZ.- No, señor Presidente. La Senadora Von Baer me ha aludido. Quiero hacerla ahora.

El señor QUINTANA (Presidente).- Ahora le corresponde hacer uso de la palabra al Senador Insulza.

La señora MUÑOZ.- ¡Pero tengo derecho, señor Presidente! La Senadora Von Baer hizo alusión a mi persona.

El señor QUINTANA (Presidente).- Nos vamos a retrasar aún más, Su Señoría.

La señora MUÑOZ.- Pido derecho a vindicación, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).- Muy bien.
Si usted siente que se afectó su buen nombre, como una de las personas señaladas en el artículo 109, tiene derecho a vindicación.
Puede hacer uso de la palabra, Su Señoría.

La señora MUÑOZ.- Tengo derecho a ello, señor Presidente.

El señor QUINTANA (Presidente).- En esos casos, sí.

La señora MUÑOZ.- Gracias.
Por su intermedio, señor Presidente, la Senadora Von Baer siempre acostumbra hacer reprimendas a sus colegas.
En realidad, ignoro si ella se encontraba o no en la Sala cuando intervine y leí el informe oficial de la Comisión Especial.
Yo dije exactamente, en uno de sus párrafos, que "en la discusión particular, si bien se mantuvo la unanimidad para una parte importante de las propuestas modificatorias, también hubo diferencias".
Tal vez la señora Senadora quería que yo hubiese detallado cada una de las diferencias que se suscitaron entre las cinco integrantes del órgano técnico, pero eso habría equivalido a entregar un informe casi en particular de lo obrado por la Comisión.
Yo solo hice alusión a que hubo diferencias al interior del órgano técnico, pero no recogí todas las discrepancias existentes entre las Senadoras, por ejemplo con la Senadora Von Baer, con la Senadora Aravena, etcétera.
Por lo tanto, señor Presidente, quiero recordar que el informe que entregué tiene carácter oficial -no fue producto de mi creatividad- y, por cierto, he consignado formalmente lo que se debatió al interior de la Comisión en un tiempo breve y sintetizado.
La propia Senadora Von Baer expuso sus diferencias -y qué bueno que las haya planteado-, porque nuestra proposición, al abrir el debate, era que las diferencias que tuvimos en la Comisión fueran conocidas aquí, en la Sala, antes de que el proyecto fuera a la Comisión de Constitución.

El señor QUINTANA (Presidente).- Muy bien.
Tiene la palabra el Senador señor Insulza.

El señor INSULZA.- Señor Presidente, quiero comenzar mi intervención recordando en este Hemiciclo a Edith Lázaro Choque, mujer ariqueña de 48 años, quien fuera asesinada a puñaladas el día viernes recién pasado, y también a Fahime Díaz Dervich, víctima de femicidio el 10 de septiembre de este año. Creo que esto nos muestra, de alguna manera, la gravedad del problema que enfrentamos y la necesidad de abordarlo de forma prudente, pero también clara.
Establecer el delito de femicidio como un tipo penal autónomo trasciende el ámbito penal y se instala dentro del campo de los mecanismos de igualdad de género que pretenden poner, en primer plano, la violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de existir como tales, desbordando el tipo del parricidio que en la actualidad existe en nuestra legislación.
Eso es propio de una región como la nuestra, América Latina, y de un país como Chile, donde la violencia contra las mujeres, unida a la desigualdad económica, la falta de seguridad en los espacios públicos, la creencia patriarcal de una superioridad masculina y la situación privilegiada de los hombres ante la satisfacción de sus necesidades, intereses y deseos, sitúa a nuestro continente como una de las zonas en las cuales se ejerce mayor violencia hacia las mujeres en el mundo.
Al no tipificar la violencia contra la mujer como un delito específico, se envía a la sociedad un mensaje de falta de voluntad y efectividad del Estado como representante de ella para sancionar estos actos, y, peor aún, se notifica a la comunidad de que la violencia contra las mujeres es admitida, consentida y resguardada.
En una sentencia de 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos señala -y cito- que "Una de las consecuencias de la impunidad de este tipo de delitos es el mensaje que se envía a la sociedad de que la violencia contra la mujer es tolerada, lo que promueve su perpetuación y la aceptación social del fenómeno, y genera el sentimiento de desconfianza de las mujeres".
Lo anterior se traduce, en el ámbito jurídico, en una negación de su calidad de sujetos, sin reconocimiento de sus derechos, lo cual coincide con patrones socioculturales, comportamientos, costumbres, regulaciones y prácticas de dominación, donde la esencia de lo que se considera propio de las mujeres se manifiesta como un correlato de los privilegios masculinos o como una construcción de sujetos desmejorados o fragmentados que en determinadas áreas obtienen un reconocimiento jurídico de menor intensidad que el de los hombres. Y así, cuando se realiza esa negación como sujetos, viene el hostigamiento hacia las mujeres y se refrendan los privilegios de los hombres.
Por el contrario, si se realiza la afirmación de las mujeres como sujetos, se enfrenta tal hostigamiento y se atacan los privilegios, en este caso el de poder ejercer violencia sobre las mujeres al punto de quitarles la vida. En la base de la tipificación del femicidio se encuentra la afirmación fundamental de las mujeres como sujetos de derecho.
Y quiero referirme brevemente a lo que argumentó la Senadora Von Baer.
El gran problema es que si hablamos de "personas" que son víctimas de violencia o de "personas" que son víctimas de femicidio, estaremos olvidando lo que dijo la Senadora Allende: que el 98 por ciento de esas "personas" son mujeres. La afirmación del femicidio como delito permite desnudar esa realidad.
El reproche penal que hoy proponemos se basa en una realidad que ha estado invisibilizada por una mirada machista y androcéntrica de la sociedad, donde la tipificación del atentado contra la vida de las mujeres no existía inicialmente y luego, hasta la fecha, solo tiene significación jurídica en la medida en que exista o haya existido una relación afectiva con convivencia.
Por eso esta iniciativa de ley no es suficiente.
Doña Edith Lázaro Choque probablemente no fue objeto de un femicidio de acuerdo a la legislación que estamos aprobando, pero sí fue víctima de una persona de sexo masculino que estaba celosa del éxito que ella tenía en su trabajo comercial. Eso es lo que queremos evitar.
En consecuencia, la actual mirada deja fuera un conjunto de circunstancias en las cuales las mujeres son vulneradas, entre otras muchas situaciones, en su derecho más básico -la vida- sobre la base de concepciones patriarcales que las colocan en situación de sumisión, inferioridad y dependencia.
Frente a esta concepción estereotipada, la respuesta penal consistente en la consagración del delito de femicidio, que promueve el proyecto de ley en discusión, posiciona a las mujeres en el centro del reconocimiento de su calidad de sujetos de derecho y de su ciudadanía.
Este proyecto es esencial, pero no es suficiente.
Las prácticas y las concepciones jurídicas, dominadas por los mismos estereotipos y roles, condicionan el impacto de esta nueva legislación y, probablemente, dejan de lado situaciones que también constituyen una forma de dominación contra la mujer, una forma de discriminación en contra de ellas.
Por lo anterior, debemos adoptar todas las políticas, planes, programas y campañas que sean posibles, especialmente en los ámbitos educativo y cultural, con el objeto de que podamos aplicar de mejor forma esta regulación.
Asimismo, se debe potenciar también el trabajo que vienen realizando la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público y especialmente la Corte de Apelaciones de San Miguel, en el sentido de incorporar el juzgamiento con enfoque de género, adoptando las líneas del Protocolo Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género.
Con este proyecto queremos declarar y establecer que, dentro de los ilícitos posibles, el femicidio es uno de los más graves, no el único, que vulnera potencialmente la vida de la mitad de la población por su condición existencial, y que, en consecuencia, el mensaje colectivo es que nuestra sociedad consigna un reproche social más grave, contemplando en forma expresa una sanción penal para dicha conducta criminal.
Sin perjuicio de valorar esta iniciativa, nos planteamos entonces la necesidad de un paradigma que ponga las cosas y -comillas- "las personas" en su justa dimensión.
Se trata así de reprimir, con mayor fuerza, lo que la ley actualmente permite, una epidemia, creando un tipo penal autónomo de femicidio con todas sus letras. Porque esa es la forma en que realmente actuamos de manera preventiva.
Estamos planteando, sí, una situación distinta para hombres y mujeres. Es verdad. Porque en nuestra sociedad, por desgracia, algunas personas son asesinadas; pero aquí estamos hablando de la cantidad de mujeres que son víctimas de violencia en sus relaciones de pareja, por razón de dominación, y cuyo número es mucho mayor que el de hombres. Esa obligación la tenemos. No es una situación igualitaria la que vivimos.
Hay países en los cuales no es necesaria una ley de este tipo. ¿Por qué razón?

El señor LETELIER.- ¡Porque acá las están matando!

El señor INSULZA.- ¡Porque en esos países no matan a las mujeres, como dice un colega aquí atrás! ¡Esa es la realidad! En este país están asesinando mujeres, y una legislación de este tipo resulta absolutamente conveniente.
Quiero recordar, además, la necesidad de llevar adelante un monitoreo telemático.
En ese sentido, hay una moción que inició la Senadora Adriana Muñoz el año 2014, en el contexto del aumento de la violencia de género en nuestro país.
Esa iniciativa se encuentra en segundo trámite constitucional en la Cámara de Diputados, donde fue a la Comisión de Familia y Adulto Mayor, con indicaciones para un segundo informe, el 20 de marzo del 2018. Y desde entonces ha corrido ya un año y medio.
Por lo tanto, hago un llamado imperioso al Ejecutivo y a este Parlamento para dar un ejemplo de consistencia y coherencia con el compromiso real de una vida libre de violencia para todas las mujeres.
¡Esto es una epidemia en Chile, una vergüenza nacional y debemos combatirla con energía!
He dicho.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Moreira.

El señor MOREIRA.- No intervendré, señor Presidente.
Gracias.

El señor QUINTANA (Presidente).- Muy bien.
Puede hacer uso de la palabra el Senador señor Elizalde.

El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero recordar a Gabriela Alcaíno y a su madre, Carolina Donoso, cuyas muertes, sin duda dolorosas, han dado fuerza especial a la iniciativa que nos ocupa, que en su momento fue presentada por las Diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola.
También quiero hacer un reconocimiento, por cierto, a todos aquellos que han promovido este proyecto de ley, en particular a las Diputadas Cristina Girardi, Marcela Sabat y Gael Yeomans; a los Diputados Gabriel Silber y Víctor Torres, y a los Diputados de mi Partido Daniella Cicardini, Maya Fernández y Jaime Tohá.
El objetivo central del proyecto es ampliar lo que se entiende actualmente como femicidio, la tipificación del femicidio.
En tal virtud, a propósito de la discusión que hicimos con anterioridad, a mí me parece muy importante que, ahora que la iniciativa se va a discutir en las Comisiones unidas de Constitución y Especial de la Mujer y la Igualdad de Género, este proyecto se torne inexpugnable, desde el punto de vista jurídico, en su aplicación. Ello es fundamental porque, en caso contrario, podría terminar siendo letra muerta.
Tras la discusión que aquí se ha dado -que, por lo demás, es muy pertinente- en cuanto a la supuesta discriminación arbitraria que establece el proyecto al estipular una tipificación especial en el caso del hombre que atenta contra la vida de una mujer, en mi modesto concepto estamos en presencia de una regulación que bajo ninguna circunstancia puede considerarse inconstitucional.
Cabe recordar que lo que la Constitución prohíbe es la discriminación arbitraria. Sin embargo, en este caso estamos hablando de una discriminación que tiene su justificación y que se da -como señaló la Senadora Isabel Allende- en diversas situaciones dentro de nuestra legislación, en determinados contextos, siempre, obviamente, bajo el principio de que todas las vidas son iguales, ¡todas las vidas son iguales!, todas tienen el mismo valor y todas deben ser protegidas.
Es por eso que la sociedad se ha puesto de acuerdo en que respecto de la actividad que desarrollan determinadas personas o de su condición al interior de ella se requiere un marco jurídico especial para su protección.
Es lo que ocurre, por ejemplo, con las policías, y así debe suceder con las mujeres. Porque el atentado contra la vida de una mujer en función de una relación de pareja, en un sentido amplio, o motivado por razones de género forma parte, lamentablemente, de una realidad cultural que no hemos podido erradicar y que se traduce en que día a día muchas mujeres son asesinadas.
Por tanto, se requiere un marco regulatorio que dé una señal categórica acerca de la importancia de proteger la vida de las mujeres en este contexto.
Ese es el sentido de este proyecto de ley al establecer sanciones más drásticas que, en alguna medida, sirvan para inhibir ese tipo de conductas, pero, sobre todo, para promover un cambio cultural. Y digo "cambio cultural" porque, independientemente de las penas -en otros países también se han aumentado las sanciones-, estas modificaciones legales no se han traducido, como un resultado mecánico, en una disminución del asesinato de mujeres.
Por consiguiente, se requiere un cambio más profundo: erradicar la lógica machista de creer que existen mayores derechos o una especie de superioridad de los hombres sobre las mujeres, lo que lleva a algunos a hacer de la violencia la forma mediante la cual se relacionan con sus parejas.
En consecuencia, aquí no solo debemos evitar el caso más drástico o más grave, que es el femicidio; el objetivo final es erradicar toda forma de violencia contra la mujer.
Lamentablemente, en nuestro país, como en muchas sociedades del mundo, estamos muy lejos de eso.
No obstante, a través de estos proyectos de ley, se contribuye, sin duda, a generar un marco jurídico de protección adicional reforzado, pero, sobre todo, a dar una señal en cuanto a la importancia de erradicar estas formas de violencia, que son inaceptables.
Y es por eso que yo tengo una diferencia con el Senador Coloma, quien viene entrando a la Sala, porque él señaló que tenía dudas acerca de la constitucionalidad del proyecto.
Sin embargo, para mí este proyecto es perfectamente constitucional, independientemente de que debe ser perfeccionado en su redacción específica cuando sea tratado en particular por las Comisiones unidas de Constitución y Especial de la Mujer y la Igualdad de Género. Porque -reitero- lo que la Carta Fundamental prohíbe son las discriminaciones arbitrarias, pero en este caso no estamos frente a una figura de ese tipo, sino consagrando, con toda claridad, que las mujeres, como sujetos de derecho, requieren un marco de protección reforzado -¡de un marco de protección reforzado!- ante los hechos de violencia de los que son víctimas de manera permanente y frente a los femicidios, que, lamentablemente, en nuestro país no tienden a disminuir, sino, al contrario, a mantenerse estables o incluso a aumentar.
Por lo anterior, señor Presidente, voy a votar a favor de esta iniciativa.
Finalmente, quiero reiterar mi reconocimiento a las Diputadas que la han promovido, pero también a las Senadoras que han trabajado en su tramitación. Espero que el plazo de una semana que propusimos para la presentación de indicaciones y para el análisis de su texto al interior de las Comisiones unidas no signifique dilatarla eternamente.
Creo que debe existir un compromiso formal de esta Corporación en términos de perfeccionar esta iniciativa con mucha acuciosidad, pero aprobarla cuanto antes sea posible -¡cuanto antes sea posible!-, toda vez que, de hecho, ya se le han introducido modificaciones y va a ir a un tercer trámite a la Cámara de Diputados, por lo que no será un cuerpo legal que entre en vigencia en forma inmediata.
¡Todos los días matan mujeres! ¡Por ello se requiere que cuanto antes esta legislación esté vigente!
Por lo anterior, señor Presidente, reitero que votaré a favor de esta iniciativa.

El señor QUINTANA (Presidente).- Le ofrezco la palabra a la Senadora Luz Ebensperger.

La señora EBENSPERGER.- Señor Presidente, deseo comenzar señalando que nadie puede poner en duda lo lamentable que resulta la cantidad de femicidios que ocurren en nuestro país; que debemos condenarlos en forma fuerte y clara, y que hemos de trabajar para que estos hechos cada día ocurran menos.
En segundo lugar, quiero expresar que sí existen dudas razonables de constitucionalidad respecto de la forma como hoy día se nos presenta el proyecto. Y así se ha sostenido en la propia Comisión. Porque acá se ha dicho que todos dieron una opinión favorable en dicha instancia; pero hubo profesores constitucionalistas que también manifestaron dudas. Por tanto, creo que es importante aclarar ese aspecto, pues este tema es tan relevante que no podemos equivocarnos en relación con él.
Como aquí se ha señalado, lo que queremos es que salga una ley robusta, que tenga efectos en la práctica y que no se convierta en algo que a todos nos llene de felicidad pero que finalmente no pueda aplicarse.
¿Y cuáles son esas dudas de constitucionalidad?
El artículo 1º de nuestra Constitución señala como principio fundamental que todos nacemos como personas libres e iguales en dignidad.
El artículo 19, número 2º, asegura a todas las personas la igualdad ante la ley.
Con este proyecto estamos castigando una conducta y creando nuevas figuras delictivas, respecto de lo cual el bien jurídico protegido debiera ser el mismo: la vida humana, y no el hombre o la mujer.
¡El bien jurídico protegido es la vida humana, independiente de si esta pertenece a un hombre o a una mujer!
Lo anterior significa que el hecho tipificado también debe ser el mismo, sin importar si lo comete un hombre o una mujer.
Y, del mismo modo, consecuencialmente, la pena asignada debe ser la misma.
Si queremos subirla, aumentémosla a la máxima posible.
¿Consideramos que en algunos casos, cuando un hombre en una situación de confianza mata a la mujer con la que tiene una relación sentimental, el castigo debe ser mayor? Utilicemos los medios que el propio Código Penal establece, que son las circunstancias agravantes.
El artículo 12 del referido cuerpo legal contempla al menos cuatro agravantes que los jueces pueden considerar para imponer penas en este ámbito:
-El número 6º establece la situación agravante de que el delincuente abuse de la superioridad de su sexo o de sus fuerzas.
-El número 7º señala que constituye una situación agravante cometer el delito con abuso de confianza.
-El número 18º dispone la agravante de ejecutar el hecho con ofensa o desprecio del respeto por la dignidad, autoridad, sexo o edad.
-El número 21º establece la circunstancia de "Cometer el delito o participar en él motivado por la ideología, opinión política, religión o creencias de la víctima; la nación, raza, etnia o grupo social a que pertenezca; su sexo, orientación sexual", etcétera.
Finalmente, el artículo 13 consigna que será circunstancia atenuante o agravante el que el agraviado sea cónyuge o conviviente civil, pariente por consanguinidad o afinidad, etcétera.
Si aplicando todas y cada una de esas agravantes aún creemos que la pena es muy baja, elevémosla.
Pero no logro entender por qué se quiere dar una sanción mayor en caso de que la víctima sea una mujer, a diferencia de cuando se trata de un hombre.
Considero que lo que hay detrás de esta iniciativa es castigar ese abuso. Ello, con las herramientas indicadas y respetando los principios de la igual dignidad y de igualdad ante la ley, se puede hacer sin una discriminación, como hoy se propone.
Se ha fundamentado el proyecto diciendo que debemos terminar con los femicidios y que estos pueden tener su origen en la situación patriarcal en la que se ha vivido por muchos años; o sea, en el hecho de que, históricamente, el hombre se ha sentido superior y ha abusado de esa condición en contra de la mujer. Puede ser efectivo ese argumento, y hay que terminar con tal abuso. Lo creo profundamente.
Pero, señor Presidente, como mujer, como madre de hijos e hijas, como abogada y como Senadora, yo quiero igualdad ante la ley, no una venganza del hombre contra la mujer.

El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Rabindranath Quinteros.

El señor QUINTEROS.- Seré muy breve, señor Presidente.
Estoy absolutamente de acuerdo con este proyecto.
Pedí la palabra nada más que para poner las cosas en su lugar.
Acá se ha argumentado con mucha vehemencia que nunca se ha aprobado una reforma al Código Penal sin que sea estudiada por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Eso no es así. Se falta a la verdad.
Cuando se discutió en general la iniciativa que prohíbe las máquinas de azar y que incluye modificaciones al Código Penal, propuse que lo viera la Comisión de Constitución. Y la bancada de enfrente rechazó tal proposición.
Yo apoyo que el proyecto en análisis se trate solo en general hoy día y que luego se discuta en particular en las Comisiones Especial de la Mujer y la Igualdad de Género y de Constitución.
Lo que aborda cada Comisión es distinto. La de la Mujer y la Igualdad de Género se focaliza en los aspectos de discriminación. Aquí se ha hablado mucho de la constitucionalidad del proyecto. Y a la de Constitución le corresponde analizar los aspectos penales y el mérito de la iniciativa.
Considero que nadie en su sano juicio está en contra del proyecto. Creo que hemos estado bastante tiempo discutiendo una materia que imaginaba que iba a ser aprobada rápidamente y por unanimidad.
Pero se ha dado esta discusión, y me parece que es conveniente que las dos Comisiones lo vean en particular.
Nada más, señor Presidente.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Muchas gracias.

El señor BIANCHI.- ¿Puede abrir la votación, señor Presidente?

El señor COLOMA.- No.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay acuerdo.
A continuación, tiene la palabra el Senador Lagos Weber.

El señor LAGOS.- Señor Presidente, deseo partir sumándome a las expresiones de cariño y de fuerza a los familiares de Gabriela y Carolina, como lo han hecho otros Senadores y Senadoras presentes en la Sala.
Quiero señalar que el proyecto será aprobado, más allá de la agria disputa que hubo acá hace escasos minutos.
El norte está claro.
Me parece que en nuestro país cada vez son menos quienes tienen dificultades para asumir que la mujer en la sociedad chilena, -o si usted quiere ampliarlo- en la sociedad latinoamericana y en buena parte de la humanidad todavía sufre discriminaciones de distinta naturaleza.
La historia de Chile está plagada de ejemplos en los cuales la mujer ha tenido una categoría secundaria, menor, de incapacidad legal incluso desde el punto de vista del matrimonio, de las atribuciones, del cuidado de los hijos, de la administración de bienes, del ejercicio de sus derechos políticos. Ante ello, se ha dado una creciente lucha para lograr algún grado de igualdad.
Todavía estamos lejos de un mundo ideal en ese sentido.
El proyecto en debate avanza en ese propósito, y lo hace a partir de una tragedia.
La discusión de hoy día, con la fuerza que se dio, que la entiendo desde el punto de vista de la pasión -tal vez las formas no fueron las mejores-, es producto de que hemos conocido de un nuevo femicidio.
La iniciativa busca ampliar la figura del femicidio, para enfrentar, en el fondo, a una cultura patriarcal que todavía nos consume.
Yo soy varón; tengo hermanas; tengo hijos e hijas; tengo padres; tuve abuelo y abuela, y uno puede ver cómo ha habido, generación tras generación, modificaciones en este tipo de conductas. Pero existe una línea patriarcal en nuestra cultura que todavía es muy fuerte.
Y la iniciativa apunta a combatirla. Por eso cuenta con mi apoyo.
Sé que habrá que hacerle algunas perfecciones al texto.
Asimismo, con la misma fuerza con que se ha planteado que tratemos este proyecto con rapidez, quiero pedir formalmente, con la venia de esta Sala, que una iniciativa de mi autoría, que está en la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización, sea trasladada a la Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género, pues busca establecer la derogación de ciertos artículos de la llamada "Ley Rapa Nui", del año 66.
Dicha normativa instaura rebajas de penas por los delitos de abuso sexual, estupro, violación, secuestro de mujeres para el que los comete en Rapa Nui o pertenezca a la etnia rapanuí o pascuense. En tal caso se recibe una pena inferior en un grado.
Quiero pedirle -por su intermedio, señor Presidente- a la Ministra de la Mujer, que está presente en la Sala, que le ponga urgencia a ese proyecto.
Reitero: se trata de una moción cuyo propósito es derogar dos artículos de la llamada "Ley Rapa Nui", que establecen rebajas de penas para los delitos de abuso sexual, estupro, violación y secuestro de mujeres. Ello, con el fin de que dicha iniciativa sea tramitada a la brevedad.
Puede haber un debate muy amplio sobre las características culturales y la idiosincrasia del pueblo rapanuí, pero me parece -y por eso presenté el proyecto, representando a Rapa Nui- que son pocas las razones que podrían explicar un trato tan disímil respecto de delitos tan fuertes como los señalados.
Y olvidé mencionar las acciones que faciliten o promueven la prostitución de mujeres adultas o infantiles.
¡Todos esos delitos hoy tienen una pena rebajada en un grado en la referida ley!
Luego de despachar el proyecto en discusión -y valoro la fórmula que encontramos para tramitarlo-, espero que contemos con la fuerza del Gobierno para ponerle urgencia a aquella iniciativa, porque eso sí haría carne la igualdad de la mujer en Chile. ¿Entre cuáles? Entre la mujer rapanuí y la mujer chilena continental.
Muchas gracias, señor Presidente.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora Ximena Rincón.

La señora RINCÓN.- Señor Presidente, hace un rato no quise entrar al fondo del proyecto, porque la idea era despacharlo rápidamente, sobre todo después del tiempo de debate que ha tenido.
La mañana del 12 de junio, Fabián Alcaíno, padre de Gabriela, ante la falta de comunicación por parte de Gabriela y Carolina, su madre, llegó hasta el hogar de ellas en la comuna de Maipú.
La presencia de su auto en el estacionamiento le indicaba que no era normal lo que estaba ocurriendo. No tenía una sensación buena. Y con la presencia de carabineros pudieron ingresar finalmente al domicilio.
Gabriela y su madre yacían en el suelo, ensangrentadas y muertas.
De acuerdo a las pericias policiales, Fabián Cáceres, expareja de Gabriela, quien no habría soportado el término de la relación amorosa que los unía, era el único imputado por la muerte de ambas mujeres.
Gabriela vivía con su madre en la comuna de Maipú, Región Metropolitana; tenía 17 años, y estudiaba en el Colegio Poeta Rubén Darío.
Los hechos, señor Presidente, escalofriantes, por cierto, por el ensañamiento de Fabián, el victimario, demuestran el nivel de violencia sobre el cual muchas relaciones de pareja se sustentan.
Es una violencia muda, que ocurre en el ámbito personal, que está circunscrita no a un hogar o a un núcleo familiar constituido, sino, simplemente, a una relación -como hemos escuchado en tantas intervenciones este día- de pololeo.
Si bien en el artículo 390 del Código Penal se tipifica el delito de homicidio (inciso primero) y de femicidio en el caso de que la víctima haya sido cónyuge o conviviente del autor (inciso segundo), no se establece este tipo de relación que hoy día estamos incorporando.
El proyecto contiene tres artículos. No voy a entrar a relatarlos. Luego vamos a hacer la discusión en particular. Se abrirá un plazo breve para la presentación de indicaciones.
Creo que lo que hoy día hacemos es algo necesario.
Señor Presidente, he acompañado a Fabián y a su abogado a la Fiscalía. He participado en las sesiones -no en todas, por cierto- de la Comisión de la Mujer y la Igualdad de Género. He visto la fuerza que han puesto las Diputadas y los Diputados al empujar este proyecto, y también la convicción de mis colegas Senadoras que integran la referida Comisión.
A mi juicio, es urgente asumir que tenemos un problema en nuestro país que, lamentablemente, se arrastra desde hace mucho y que afecta, como lo ha dicho muy bien el Senador Insulza, mayoritariamente o casi en su totalidad a las mujeres.
Hay un abuso de poder predominante, que se da en las relaciones de pareja, sentimentales, pero también -y lo hemos dicho en esta Sala- en las relaciones sociales, laborales.
Es de justicia legislar a ese respecto.
Señor Presidente, quiero agradecer la fuerza de Fabián Alcaíno, de la familia de Gabriela y Carolina, quienes han hecho de su dolor una oportunidad para abordar este tema, con el fin de que haya un "nunca más" en nuestro país.
Años atrás, producto del dolor de Emilia, legislamos la ley que lleva su nombre. Mucho podrán hablar sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de sus normas, pero lo cierto es que, gracias a esa ley, la cantidad de muertes en Chile por manejar bajo la influencia del alcohol ha disminuido, porque ha habido una toma de conciencia de lo que ello significa.
Hoy día esta futura ley es una señal necesaria y urgente.
Agradezco a Fabián y a toda su familia por haberme permitido ser parte en esto y, sobre todo, por haber manifestado el dolor a través de una acción positiva.
Gracias, señor Presidente.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra, a continuación, el Senador Alejandro Guillier.

El señor GUILLIER.- Señor Presidente, parto señalando que, por supuesto, voy a aprobar este proyecto de ley.
Quiero precisar sí que todas las leyes que se han elaborado en el país referidas a la violencia de género no pretenden una suerte de empate entre los hombres y las mujeres, sino hacerse cargo de una desigualdad de facto que existe en una cultura que aquí se ha calificado de "patriarcal" -otros hablan de "machista"-, una cultura de sometimiento, violencia y maltrato, que llega incluso al homicidio contra la mujer.
Sobre eso estamos tratando de legislar y no del evento de que alguna vez una mujer dé muerte a un hombre, por la razón que sea.
Asumamos que existe una sociedad profundamente desigual, aún al día de hoy, que en materias de violencia alcanza niveles de homicidio.
Las estadísticas hablan por sí solas; por lo tanto, no tenemos necesidad de describir una vez más la cantidad de casos ocurridos este año o el crimen cometido ayer, cuya víctima se llama Carolina.
Esta futura ley denominada "Gabriela", en homenaje a la hija de Fabián, honra un compromiso no solo con su familia, que estuvo en el Congreso y conversó con nosotros, sino con todas las familias de las mujeres que han sido asesinadas.
El objetivo de esta iniciativa -no nos confundamos ni mezclemos las cosas- es sancionar la violencia de género contra las mujeres por el hecho de ser mujeres. No existe el asesinato del hombre por ser hombre, sí al revés. Sobre esa realidad legisla el proyecto.
La ley, en general, tiene por propósito sancionar al que comete delito; reparar en lo posible el daño causado a la víctima; restablecer la norma, pero también educar. Por lo tanto, cuando legislamos para fijar una sanción a quien comete abuso y violencia, llegando a la muerte contra una mujer, lo que estamos procurando es un cambio social.
¡Por esa razón legislamos en esta materia!
No nos confundamos filosofando sobre si tal sanción establece una desigualdad o no, porque la desigualdad está en los hechos no en la ley. La violencia es de los hombres hacia las mujeres y no de la mujer al hombre. Por lo menos, así lo indican claramente las estadísticas y el sentido común.
Solo este año llevamos 34 femicidios: María Cristina Jiménez, la última víctima. Y el detonante de tal asesinato fue que la víctima habría conversado con su vecino, lo que causó celos en su expareja.
Frente a ese tipo de hechos estamos actuando.
Además, quiero recordar que nosotros presentamos un proyecto hace tiempo ya, que no ha sido abordado, que modifica el Código Penal a fin de evitar que la infidelidad o los celos configuren la atenuante del Nº 5 del artículo 11, en los delitos de parricidio, femicidio y lesiones correspondientes (boletín Nº 11.527-07).
Insisto: la iniciativa de ley en debate busca enfrentar el hecho de que las mujeres mueren solo por el hecho de ser mujeres, asesinadas por gente con las que tuvieron un lazo afectivo o íntimo, con o sin convivencia.
También se pretende llenar un vacío legal que se ha vuelto evidente: cuando el hombre mata un mujer por el hecho de que es mujer, ¡solo por ese hecho!
En la ley se habla de razón de género. La razón implica una racionalidad. Yo creo que el término, obviamente, debería ser modificado, porque no puedo argumentar que tuve una razón de celo para actuar. Eso supone una lógica de pensamiento que, obviamente, aquí no aparece.
Pero se habla de cosas tan concretas como de celos porque la mujer queda embarazada -el hombre no queda embarazado-; como de negarse a una relación sentimental o sexual; como de haber recibido formas de violencia sexual o evitado la muerte o la agresión a otra mujer, saliendo en su defensa (probablemente fue lo que sucedió cuando la madre salió a proteger a su hija en el caso que hemos comentado).
En general, esta iniciativa de ley pretende hacerse cargo de sancionar cualquier tipo de situación en que se den circunstancias de subordinación debido a la existencia de relaciones de poder desiguales entre el agresor y la víctima, o cualquier forma de discriminación. Y por eso también incorpora agravantes para los delitos de femicidio cuando exista vínculo de parentesco, cuando la mujer esté en una particular situación de vulnerabilidad, o cuando se haya ejercido previamente sobre ella una serie de actos de violencia física, psicológica o sexual, o también de brutalidad si los homicidios ocurren en presencia de ascendientes o descendientes, la madre o los hijos.
Ese es el propósito. Y no nos confundamos.
Por lo tanto, aquí no se trata de decir "si mi hijo estuviera en esa situación, mi hija sería entonces discriminada a favor", porque no ocurre, insisto.
Las leyes se hacen para producir un cambio en la sociedad, y aquí estamos tratando de terminar con una cultura de abuso contra la mujer ampliamente legitimada y justificada, como decía el Senador Lagos Weber recién, en el sentido de que ciertos delitos, en determinados grupos sociales, se estimen como propios de su cultura. Entonces, casi sería un derecho, un atenuante violentar a la mujer.
Eso es lo que pretendemos con esta iniciativa, no nos equivoquemos, no mezclemos cien cosas distintas. Aquí no estamos hablando de igualdad ante la ley, señores, sino de violencia extrema contra la mujer.
Y, por eso, apoyo el proyecto.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Me ha pedido la palabra el señor Ministro de Justicia.

El señor LARRAÍN (Ministro de Justicia y Derechos Humanos).- Señor Presidente, efectivamente he solicitado intervenir porque, probablemente, muy luego se abrirá la votación, y ya no podremos hacerlo.
Quiero hacer solamente algunos alcances, porque en lo sustantivo la postura del Presidente Sebastián Piñera ha sido expuesta aquí en la Sala por la Ministra de la Mujer, Isabel Plá, quien ha manifestado el compromiso de nuestro Gobierno con la necesidad de fortalecer la legislación, y en particular la penal, en lo relativo a la situación de la mujer, de manera de modernizar, actualizar las nociones de violencia incorporadas en ella.
Creemos que es muy importante consignar estos conceptos. Ya hubo un progreso cuando se agregó el femicidio como tal dentro de nuestro Código Penal. Este paso significó considerar la naturaleza del género como un elemento de juicio fundamental en esta materia, para así evitar lo que nuestra realidad nos enseña: que, efectivamente, hay un abuso que se produce en desmedro de la mujer por situaciones que no son aceptables, que tienen raíz cultural y que necesitamos modificar y erradicar en forma muy sustantiva.
En ese sentido, estamos de acuerdo con que este es un paso muy importante, pero no es el único que se debe dar. Estamos trabajando con la Ministra de la Mujer, por ejemplo, en una legislación preventiva respecto de los delitos de violencia intrafamiliar, con nuevos tipos de controles en medidas cautelares, no solamente cuando se trate de condenas, precisamente para anticiparnos a esta creciente sensación de violencia en contra de la mujer, respecto a la cual los datos confirman que lamentablemente se ha ido incrementando de manera sustantiva durante los últimos años.
Esperamos presentar próximamente una iniciativa de ley en este sentido, en cuya elaboración -repito- estamos trabajando conjuntamente entre ambos Ministerios y el Gobierno.
Dicho lo anterior, me parece muy importante que se realice un trabajo exhaustivo en el análisis particular de esta iniciativa porque, con todo lo meritorio que tiene -por eso nuestro Gobierno no solamente la ha apoyado, sino que le ha dado urgencia para asegurar su despacho expedito-, es necesario introducir en su debate en particular ciertas precisiones que, creo yo, pueden armonizar su texto con nuestra legislación penal en lo fundamental, en el contexto en que se inspira.
Desde luego, en cuanto al concepto del "parricidio", contenido en el artículo 390, es importante revisarlo, para evitar conflictos en la interpretación de la descripción del tipo penal. Nos parece que eso puede ser corregido. Nosotros propusimos algunas indicaciones en esta materia, pero no fueron aceptadas. Creo que examinarlas y reflexionar sobre ellas puede ayudar a evitar alguna discusión que hemos observado en la Sala, que tiene que ver más bien con un problema de técnica legislativa penal que con consideraciones de otro tipo, porque no veo que haya diferencias en el fondo.
Después, por ejemplo, en el artículo 390 ter aparecen circunstancias detalladas a través de las cuales se va precisando el tipo penal de femicidio que se incorpora. Pareciera, de nuevo desde el punto de vista de la técnica legislativa penal, más positivo precisar en forma general el tipo penal en cuestión que entrar en el análisis de circunstancias muy específicas, porque cuando se entra en circunstancias muy específicas, muchas veces por la vía ejemplar, y alguna de estas no se cumple, no se produce la configuración del delito. Y desde esta perspectiva, la técnica penal recomienda no incorporar demasiadas circunstancias.
No voy a profundizar en el análisis de algunas, que son bastante esclarecedoras respecto de lo que señalo. Solo quiero decir que lo indicado no ayuda, sino que más bien puede limitar la extensión del tipo penal que sugerimos.
Y, simplemente para ejemplificar, creo que en cuanto a lo definido en el artículo 390 quinquies, que se refiere a establecer una serie de agravantes especiales, de nuevo, por una cierta lógica del Código Penal, no pareciera lo mejor incorporar agravantes especiales, en circunstancias de que en los capítulos generales de la teoría del delito se describen las agravantes que se deben aplicar en todos los casos. Volver sobre ellas y agregar otras nuevas puede generar alguna situación difícil. Y, muchas veces, incluso la posibilidad de que, si se aplican adicionalmente, pueda dar lugar a que se realice dos veces un juicio por el mismo hecho, violando así el principio non bis in idem.
En consecuencia, señor Presidente, hace bien el Senado y el Congreso en avanzar en esta legislación. Nuestro Gobierno tiene el compromiso de hacerlo, y esto debe entenderse como el más justo homenaje a Gabriela Alcaíno Donoso, quien fuera asesinada junto con su madre por su expololo, puesto que nos ayuda a abrir nuevas facetas en la realidad del combate a la violencia en contra de la mujer, que queremos fortalecer.
Este proyecto ciertamente contribuye a aquello. Pero entendemos que las inquietudes que surgen de él no deberían evitar un análisis preciso desde el punto de vista del Derecho Penal.
He estado viendo las intervenciones de algunos penalistas que fueron invitados a la Comisión, y me parece que bastantes de sus observaciones son muy pertinentes. Sin embargo, ellas tampoco fueron acogidas. No confundamos la tipificación penal precisa que se requiere con algunas expresiones que, muchas veces, por provenir de concepciones más inspiradas en voluntad, en una necesidad de hacer más fuerte el concepto doctrinal que se procura instalar, no ayudan a resolver bien los tipos penales.
Por eso, reitero el apoyo que nuestro Gobierno ha manifestado a través de la Ministra Isabel Plá y de nuestro Ministerio, porque creemos que aquí tenemos bastante por hacer. Hay más legislación que acordar e implementar, y, ciertamente, nosotros insistiremos en ello como una manera de colaborar a lo que el Congreso, a través de esta iniciativa, busca impulsar.
Eso sí, queremos que la legislación sea la mejor posible, y en las Comisiones unidas, cuando se discutan las indicaciones, haremos presente las inquietudes que nos genera este proyecto con el propósito de colaborar a mejorar su contenido desde el punto de vista de la técnica legislativa propia del derecho penal, que es muy particular.
He dicho.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Muchas gracias, señor Ministro.
Tiene la palabra, a continuación, el Senador Francisco Chahuán.

El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, por supuesto que vamos a votar favorablemente este proyecto de ley, que se inspira en el caso de Gabriela Alcaíno Donoso.
Aquí estamos hablando, claramente, de cómo sancionar la violencia de género. Y en ese sentido, creemos que, sin lugar a dudas, la mayor condena social, como también la voluntad política expresada en leyes como esta, van a permitir las denuncias oportunas.
Planteamos esto porque solo el 10 por ciento de los casos denunciados termina en condena. ¡Solo el 10 por ciento de los casos termina en condena!
Hay cifras que son alarmantes: el año 2016, de 93.545 denuncias de violencia intrafamiliar, 72.172 fueron hechas por mujeres. El 2015, según el Ministerio Público, de los 140.022 casos ingresados, 46,7 por ciento correspondían a lesiones, 38,8 por ciento a amenazas y 9,3 por ciento a maltrato habitual.
Estamos hablando de una situación dramática, en que la violencia claramente se ha normalizado en algunos tipos de relaciones, sobre lo cual hay que llamar la atención.
También es sintomático que en el 31 por ciento de los femicidios la mujer había hecho una denuncia anterior, y que en el 13 por ciento de los femicidios incluso existían medidas cautelares. No obstante ello, efectivamente, el Estado no tenía capacidad de garantizar, en los casos en que hubo una denuncia, la seguridad de la víctima.
¿Y qué ocurre? Ocurre que la violencia intrafamiliar se denuncia, básicamente, solo cuando hay riesgo vital o cuando se pone en riesgo a los hijos. Pero, hasta ahora, como plantea la hipótesis nueva de este proyecto de ley, la violencia psicológica en el pololeo no está siendo sancionada, y, además, los casos en que la violencia termina con resultado de muerte no reciben la sanción que la violencia de género como concepto amerita.
Por eso es tan importante este proyecto de ley. Porque da una señal política y pública muy potente respecto de cómo debemos sancionar drásticamente este tipo de conducta.
Asimismo, creo que la solución dada finalmente por la Sala y la Mesa para poder enfrentar en forma eficaz y rápida las indicaciones que se presenten en un plazo de siete días, a través de la Comisión Especial de Mujer e Igualdad de Género y de Constitución, unidas, nos va a permitir sacar prontamente este proyecto de ley, porque casos como el de Gabriela o de los que hemos conocido y sido testigos en los últimos días, como el de Carolina, no pueden quedar en la impunidad.
También hay otro tema importante, el cual dice relación con que una víctima demora siete años en denunciar a sus agresores: ¡siete años! Y eso habla, básicamente, de que hoy día las víctimas tienen múltiples razones para dilatar esa denuncia por maltrato físico, psicológico o sexual, lo que muchas veces responde a que sienten miedo y, también, a que en numerosos casos no cuentan con una red de apoyo de cercanos o a que tienen dependencia económica del agresor o una baja autoestima.
Creemos, sin lugar a dudas, que esto marca un antes y un después en materia de violencia de género. Por eso es tan importante que podamos discutir y despachar prontamente este proyecto.
Para terminar, agradezco la disposición que ha tenido el Sernameg para difundir el decálogo de los derechos de las mujeres en los procesos judiciales de violencia de género.
Creemos que es vital que las mujeres sepan, efectivamente, cuando se ven expuestas a violencia de género, cuáles son sus derechos, cuáles son las medidas o las vías para poder denunciar, para lo cual incluso se han establecido líneas 800.
Esperamos que los casos dramáticos de Gabriela, de Carolina y de tantas otras mujeres no queden en la impunidad y que, finalmente, este sea un testimonio para que nunca más haya mujeres víctimas de violencia de género que terminen, incluso, con resultado de muerte.
Por eso, nos parece que hay una vía correcta, en términos de poder agilizar la tramitación de este proyecto, que, sin lugar a dudas, amerita que lo votemos hoy día en general por unanimidad.
He dicho.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene, a continuación, la palabra el Senador Moreira.

El señor CHAHUÁN.- ¿Puede abrir la votación, señor Presidente?

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Ah, perdón. Está inscrito primero el Senador Durana.

El señor ELIZALDE.- Abramos la votación, señor Presidente.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Se ha pedido abrir la votación.

El señor MOREIRA.- Ya dije que no, señor Presidente.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay acuerdo.
Senador Durana, tiene la palabra.

El señor DURANA.- Señor Presidente, este proyecto de ley incorpora, adecuadamente, en el inciso segundo del artículo 372 bis del Código Penal, que cuando el delito de violación conlleve la comisión del homicidio de la víctima, siendo el autor un hombre y la víctima una mujer, se lo denomine "violación con femicidio".
De esta forma, la nueva denominación de este tipo de delitos es consecuente con las particularidades especiales que tienen los delitos de homicidio en contra de las mujeres por el hecho de ser tales, y constituye una medida coherente dentro de nuestra legislación, que se ha dado a la loable tarea de que los derechos de las mujeres sean visibilizados y respetados en todo ámbito.
En términos generales, se elimina la descripción general del femicidio que contenía el inciso segundo del actual artículo 390 del Código Penal, y los elementos que conforman su tipificación se disgregan y complementan en cuatro nuevos artículos.
Estos contienen la nueva tipificación de femicidio, incorporando nuevas hipótesis al hecho de que la víctima mujer sea o haya sido cónyuge o conviviente del agresor, tal como la circunstancia de haber tenido una relación de pareja, de carácter sentimental o sexual, sin convivencia o de que la víctima y el agresor hayan tenido un hijo en común.
Dentro de estas diversas hipótesis, el proyecto establece en el nuevo párrafo referido al femicidio, a los efectos de efectuar una tipificación, el hecho de que un hombre mate a una mujer "en razón de su género". Al respecto, me parece una mejor solución a la propuesta por la Comisión el que las hipótesis sean consideradas como agravantes del tipo penal de femicidio y no se cree un nuevo tipo penal.
Yo estoy absolutamente de acuerdo en lo que ha planteado la Senadora Von Baer, porque, finalmente, aquí nosotros tenemos que tratar de proteger que este tipo de violencia intrafamiliar, con resultado de muerte, que obviamente afecta a todos los hogares, tenga un aumento de pena por el delito cometido, pero en ningún caso que se produzca una odiosa discriminación entre hombres y mujeres.
Voto a favor, en general.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene, a continuación, la palabra el Senador Coloma.

El señor COLOMA.- Señor Presidente, primero, debo hacer una aclaración y pedir una disculpa. Porque en la vida hay que ser correctos en las buenas y en las malas.
La Senadora Allende tiene razón. Yo revisé el único proyecto que no ha pasado por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: la actual ley N° 21.153, sobre acoso callejero. Estuvo dos veces a punto de ir a la Comisión, pero por exceso de trabajo al final ello no ocurrió.
Así que, Senadora Allende, tiene toda la razón.
Acto seguido, señor Presidente, revisé qué ocurrió con las sentencias de esa ley. Y fíjese lo que pasó.
El abuso sexual, antes de la ley de acoso callejero, se vinculaba directamente con los tipos penales de violación y estupro. Y esta nueva ley sobre acoso sexual incluyó una figura residual nueva que -estuve leyendo la sentencia- por error se traduce en una baja de la pena en un grado.
Entonces, ya hay dos sentencias recientes respecto de un acoso sexual callejero en que bajaron las penas con relación a las que se hubieran aplicado en los tipos penales de violación y estupro, según el caso.
Ahora bien, acá todos cometimos un error, y yo me incluyo, porque estaba aquí, en la sesión respectiva. Pero esto es lo que pasa cuando los proyectos de esta índole no son vistos por la Comisión de Constitución. Y no se trata de mala fe o de mala voluntad, sino de establecer bien el tipo penal.
Su Señoría tiene toda la razón. Sin embargo, el problema es la consecuencia de aquella decisión, pues la ley finalmente produjo el efecto contrario. Las dos sentencias que mencioné así lo demuestran. Y esto lo planteó la profesora Santibáñez precisamente en la Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género.
Creo que eso habla más que mil palabras.
Dicho aquello, señor Presidente, es del caso señalar -y acá me voy a sumar a lo expresado por las Senadoras Von Baer y Ebensperger y por algunos otros Senadores- que tengo un problema muy profundo (lo planteé en la discusión reglamentaria) con respecto a qué se halla en juego acá. Porque en la vida hay elementos fundamentales, los llamados "principios y valores", en que uno cree y puede compartirlos o no. Pero si lo hace debe ser fiel a esa lógica.
Desde mi perspectiva, entre las normas más importantes -y lo dije- están, en primer lugar, el artículo 1° de nuestra Constitución, que señala: "Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos". Y, en seguida, el artículo 19, número 2°, que expresa: "En Chile no hay persona ni grupo privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley.".
Entonces, o uno cree en esto o no lo hace.
Si yo encuentro legítimo que alguien me diga: "Sabe que más: no somos iguales ante la ley". Eso puede ser. Es parte de las convicciones de cada cual; y para ello habrá buenos o malos argumentos.
Sin embargo, si yo creo en esto, no por un hecho sobreviniente, relacionado con algo que pasó, por dramático que sea voy a decir que se va a cambiar el tipo de norma. Porque si estamos de acuerdo en que no existe igualdad, entonces coloquemos en la Constitución que hay una desigualdad en determinadas circunstancias. Pero no tratemos de pasar por constitucional algo que no lo es, más allá de la voluntad y del espíritu de las personas que diseñan la norma respectiva.
Esa es una cuestión superrelevante,
Yo encuentro atroz el tema. Porque -y lo he dicho- tengo hijas, y sé que en las tribunas hay gente que ha sufrido mucho más que yo, porque ha padecido lo peor que le pueda pasar a un padre: que su hijo o hija haya sido víctima de asesinato.
Yo no tengo problema alguno por haber calificado en su momento de femicidio este tipo de acciones, para hacer una diferencia respecto del homicidio. Pero de ahí a decir que las penas son por esencia distintas en tal naturaleza me parece que hay envuelto un tema muy de fondo que debemos debatir en cuanto a esa igualdad en dignidad y derechos.
Y no es que uno sea más bueno o más malo, porque aquí da la impresión de que alguien que hace razonar sobre determinada materia pasa a decir que no está de acuerdo. ¿Con qué? ¿Con los tiempos? ¿Con una situación específica? ¡No! Yo trato de generar un país -lo intento, pues me equivoco igual que todos- que establezca los mismos derechos y deberes para todos.
Señor Presidente, me cuesta entender lo que sucede respecto de una relación de pareja, como en el caso de un hombre que mata a una mujer -es un hecho atroz, y si quieren subimos las penas-, o en el de una mujer que asesina a un hombre. Si se trata de una mujer que mata a una mujer, hay relación de homosexuales, y aquí se ha legislado ampliamente sobre esta materia.
Luego, ¿a qué se va a parecer más lo que se pretende establecer?
¿Qué importa acá: quién murió o quién cometió el asesinato?
Es algo bien profundo lo que planteo, señor Presidente. Porque si al final decidimos que hay una lógica de género involucrada en una agravante -lo explicó muy bien la Senadora Ebensperger-, entonces coloquemos que cualquier situación de género en sí misma puede ser una agravante y, por tanto, traer aparejado un aumento de la pena.
Eso me parecería razonable.
Pero, además, suponer o presumir que hay una agravante en razón de género cuando los hechos ocurran en una situación que se considere desigual o en que exista cualquier forma de discriminación es romper la lógica del principio de culpabilidad esencial, que tiene que ver con la calidad del agresor, no en atención a otras cuestiones, que en este caso se presumen. Porque en una convivencia lo puedo entender, pues es sujeto a prueba. Pero aquí se trata de una presunción, que es mucho más compleja.
Adicionalmente, se incorporan figuras nuevas, como la relación de pareja, al femicidio. Y comparto esto. Creo que ello está bien diseñado, porque al final la convivencia es equivalente a esta altura y en esa materia particular a la situación del matrimonio, en fin.
Creo que en eso la ley en proyecto hace un aporte.
Pero mirado desde esa otra perspectiva, de establecer cambios en el principio de igualdad ante la ley, modificaciones respecto del principio de culpabilidad o enmiendas sobre las presunciones, que en materia penal son extraordinariamente complejas, sería dar un paso distinto.
Por eso, varios pedimos que el proyecto fuera a la Comisión de Constitución, porque no sé si este asunto es solucionable o no atendido el punto de vista que estoy señalando.
Considero que lo más talentoso que se ha planteado tiene que ver con modificar lo relativo a las agravantes, porque creo que ese es el sentido penal correcto para decir: "Aquí hay una situación que vulnera". Pero no es lo mismo, pues constituye agravante, actuar sobre seguro, excediendo la fuerza, con vulneración de confianza.
Si fuera necesario modificar aquello para asegurar mayor protección a una eventual víctima en una relación de pareja, me parecería completamente razonable. Pero el proyecto no está planteando eso, sino una cosa distinta, pues, primero, hace una presunción respecto de una violencia de género que solo se aplica a uno de los sexos, y, segundo, entiende que quien comete esa acción es solo uno de los sexos.
Creo que ese modo de asumir un tipo penal no es como a mi juicio se debe plantear este asunto.
Señor Presidente, considero que se trata de un debate interesante, pero doloroso. No todas las discusiones interesantes son gratas. Se trata de temas dolorosos, de realidades que se destapan con una crudeza que a nadie deja indiferente. He conocido de cerca casos de esta índole, que a uno lo remecen.
Pero reitero que de ahí a entender que para abordar aquello deben modificarse las lógicas vinculadas con dignidad y derechos hay un paso muy amplio.
Por eso me gustaría que se realizara un análisis más profundo con respecto a este tema, porque no quiero que pase lo mismo que aconteció con la normativa a que hice referencia (la que sanciona el acoso sexual callejero), en que al final, por buscar una sanción más elevada, quedó una desigualdad mayor. Y en ello somos todos responsables, no me excluyo para nada.
Por esa razón, señor Presidente, me parece relevante llevar a cabo estas reflexiones.
En esa lógica, obviamente hay cosas que valoro, pero también hay cuestiones que no comparto, lo que no significa que uno no empatice con los dolores, con los dramas, porque si no, sería hacer una caricatura de nuestra sociedad.
He dicho.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Juan Pablo Letelier.

El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, María Cristina Jiménez, de la comuna de Coltauco, de 47 años, madre de tres hijos, fue asesinada el 23 de septiembre por su expareja, quien le propinó cuatro disparos en la cabeza; Helen Barra Ortega, de Chimbarongo, de 20 años, fue asesinada el 26 de junio de este año por su expareja, quien la apuñaló más de 53 veces; Sandra Pozo Rivas, de Rancagua, de 49 años, fue asesinada en enero por su conviviente, quien le asestó catorce puñaladas; Marisol López Jorquera, de 19 años, de San Vicente de Tagua Tagua, fue asesinada en enero del 2018, también la apuñalaron múltiples veces, y se la encontró en un sitio eriazo con su rostro destruido por un elemento contundente; Liliana Aurora Gutiérrez Soto, de Las Cabras, de 36 años, fue asesinada producto de disparos. Son todos femicidios ocurridos en este último año y medio en la Región de O'Higgins.
En casi todos esos casos se habían decretado medidas cautelares, pues existían antecedentes de violencia intrafamiliar. Todos estos femicidios que relato podrían haberse evitado si las medidas cautelares hubieran tenido algún sentido práctico.
En consecuencia, quiero partir mi intervención acerca de este proyecto pidiéndole a la Ministra, por intermedio de la Mesa, que el Gobierno patrocine el proyecto de ley de la Senadora Muñoz, quien junto a varias otras parlamentarias ha venido peleando para sacarlo adelante, que tiene por objeto que las medidas cautelares vayan acompañadas del establecimiento de un sistema de supervisión electrónica para asegurar que estos asesinos potenciales no se acerquen a las víctimas. Y si violentan tales medidas, que queden presos, pues la sociedad no puede permanecer indiferente frente a estos hechos.
Planteo aquello porque muchos de estos asesinatos podrían haberse impedido.
Aquí lo esencial de este proyecto es que reconoce la existencia de ciertos tipos de delitos que requieren un tratamiento distinto.
El Senador Elizalde planteó que nuestra sociedad tiene incorporadas estas normas. Cuando se asesina a un carabinero o a un policía hay penas agravadas, y, por ende, no es que no exista la tipificación de este delito, sino que hay penas mayores.
Señor Presidente, en nuestra sociedad machista, patriarcal no neguemos que en la gran mayoría de este tipo de crímenes, que antes la crónica roja llamaba "pasionales", hay un femicidio, un abuso de poder de hombres respecto de mujeres. Y en esta iniciativa se incluyen a los convivientes, a los pololos como sujetos activos de ese tipo penal.
Eso es lo fundamental de este proyecto, de modo que lo considero tremendamente necesario.
Asimismo, se establecen los delitos cometidos en razón de género, lo que es una innovación, pues sin duda existen.
Entonces, en ambas ideas matrices de esta iniciativa voy a votar favorablemente. Sin embargo, quiero dejar planteado, más allá de que en la discusión particular siempre hay espacio para perfeccionar una norma, que no debemos confundir ciertos elementos.
Lamento que la Senadora que cometió esa confusión no esté en la Sala ahora. Porque en el asesinato de Tomás en San Vicente de Tagua Tagua, donde un hombre mató a otro hombre, estaba la polola de ambos presente. No es, pues, una situación que pueda equipararse a lo que estamos discutiendo aquí, más allá de que el asesinato de Tomás, en que se le asestaron más de doscientas cincuenta puñaladas, es un crimen atroz que sin duda debería tener una caracterización en nuestro Código Penal. Pero esto no se halla relacionado con el tipo penal de femicidio. Se trata de una situación distinta, y habría que perfeccionar la legislación pertinente respecto de estos casos.
Cuando Su Señoría se refiere a ello, me parece que hace un mal planteamiento. Quizás tenía otra información.
Sin duda, una "Ley Tomás" es un debate que tiene lugar en San Vicente, la comuna en que vivía este joven y su familia. Y varios en forma transversal hemos patrocinado la idea de avanzar en la normativa correspondiente.
Pero, en el caso que nos ocupa queremos reconocer que hay una práctica que debemos visibilizar y no invisibilizar como a mi juicio la Senadora que ahora está ausente desgraciadamente hace acá con su planteamiento. Tal vez no tuvo esa intención; pero en la práctica invisibiliza una situación de poder en nuestra sociedad, donde hombres creen que tienen derecho sobre sus parejas o respecto de los que tuvieron una relación con ellos, a quienes consideran objetos de los cuales pueden disponer al punto de quitarles la vida.
Esa es una patología que surge de sociedades patriarcales y del machismo exacerbado.
Como bien se ha dicho, no en todas las sociedades existe este tipo de prácticas. Por eso no han legislado al respecto, o por lo menos no en forma tan masiva. Sin embargo, nosotros tenemos esta necesidad.
Reitero que voy a votar a favor de esta iniciativa.
Se trata de un dolor que se vive constantemente en nuestra sociedad.
En tal sentido, quiero agradecerle a la familia de Gabriela, que nos ha ayudado a visibilizar este dolor que por desgracia afecta a centenares de personas todos los años, porque cuando se comete un femicidio no solo hay una víctima: también tenemos a una familia destruida de por medio; a hijos e hijas de la persona asesinada que a veces han sido testigos de este tipo de crímenes.
Asimismo, le agradezco a la Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género que haya abordado este proyecto de la forma como lo hizo, pues es un esfuerzo necesario.
¡No cerremos lo ojos, señor Presidente!
Asumamos que se trata de una enfermedad de esta sociedad y de la que tenemos que hacernos cargo. Es el primo hermano de la violencia intrafamiliar; el primo hermano de un delito que ocurre hoy día con mayor frecuencia en nuestra sociedad, pues es una patología societal. Y solo si lo visibilizamos podremos generar las condiciones para evitar más muertes.
Nuevamente me quiero dirigir a la Ministra para decirle que espero no ver al Ejecutivo presentando un proyecto sobre la materia, sino que le pido a este que patrocine la iniciativa parlamentaria que ya se encuentra en un trámite avanzado y que tiene por finalidad que las medidas cautelares vayan acompañadas del establecimiento de un sistema de supervisión electrónica para asegurar que las personas que han cometido actos de violencia intrafamiliar no puedan acercarse a las víctimas. Y no importa cuánto le cueste al Estado, pues al inicio el argumento que se señaló fue que esto era muy caro como para implementarlo.
Entiendo que la Ministra tiene toda la voluntad para impulsar ese proyecto. No hemos conversado al respecto. Pero tratemos de hacer eso cuanto antes.
El caso de la mujer asesinada en Coltauco el 23 de septiembre se habría podido impedir si las medidas cautelares decretadas efectivamente hubieran servido de algo, y no que quedara solo con la visita que Carabineros hace de vez en cuando a las víctimas durante sus rondas.
He dicho.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Para un punto de reglamento, tiene la palabra el Senador señor Pizarro.

El señor PIZARRO.- Señor Presidente, estamos citados para las 7 de la tarde a la Cuarta Subcomisión Especial Mixta de Presupuestos. Tenemos que ver dos materias de ejecución presupuestaria relativas a Conicyt y Junaeb. De modo que le solicito que recabe el asentimiento de Sus Señorías al objeto de que se autorice a la referida Subcomisión para sesionar paralelamente con la Sala.
Lo segundo que deseo plantear tiene que ver con la posibilidad de que quede establecido mi voto. Sé que algunos se han negado a abrir la votación, lo que me parece lógico. Pero pido que al menos a los miembros de la Cuarta Subcomisión se nos permita dejar consignado nuestro voto favorable a este proyecto.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- ¿Les parece a Sus Señorías?

El señor MOREIRA.- ¡No!

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay acuerdo.

El señor PIZARRO.- Señor Presidente, al parecer no habría acuerdo para dejar consignado nuestro voto. Pero entiendo que sí hay unanimidad para que la Cuarta Subcomisión Especial Mixta de Presupuestos funcione simultáneamente con la Sala.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tampoco hay acuerdo para que dicha Subcomisión sesione paralelamente con la Sala.
Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.

El señor PIZARRO.- Señor Presidente, vamos a tener igual una dificultad acá, pues el titular de la Cuarta Subcomisión es Diputado, y ya están los miembros de la Cámara Baja. Y estos podrían funcionar sin la presencia de los dos Senadores que también formamos parte de ella.
Entonces, me parece bastante absurdo que no se nos autorice para tener una Subcomisión con la formalidad adecuada.
Y lo otro que pediría, si no quieren que se abra la votación, porque veo que no se piensa en el bien común, es que, por favor, nos avisen en el momento en que vayan a votar para que podamos acudir a la Sala.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Perfecto, señor Senador.
En el momento correspondiente se tocarán los timbres y se les avisará.

El señor MOREIRA.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Puede intervenir, señor Senador.

El señor MOREIRA.- Señor Presidente, muy breve.
Yo entiendo que esta sesión termina a las siete y media de la tarde. Y aquí se ha hablado de debatir, de escucharnos. Entonces, si yo diera mi autorización, no quedaría nadie en la Sala.
Reglamentariamente, no corresponde que haya ninguna Comisión, ¡ninguna!, funcionando en paralelo con la Sala.
Los Senadores tenemos que estar aquí y escucharnos. Porque al inicio de la gestión por discutir el proyecto el Senador Insulza dijo: "Está subiendo el tono del debate", "Hay discursos muy apasionados". Pero, curiosamente, cuando se fue la televisión, esos discursos se apagaron.
Nos vamos a quedar hasta la hora que corresponda. Y yo, señor Presidente, estoy de acuerdo en que esto no lo dejemos para mañana. Sin embargo, con el Senador Coloma damos la autorización correspondiente, pero a partir de las siete y media de la tarde, no antes.

La señora MUÑOZ.- Que sea un precedente para todos los debates.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No habría autorización, entonces, para que sesione en paralelo la Cuarta Subcomisión Mixta de Presupuestos.
Tiene la palabra el Senador Pérez.

El señor PÉREZ VARELA.- Señor Presidente, primero, una rectificación al Senador Letelier. La colega Ena von Baer dijo con claridad que en el caso de San Vicente la víctima de 17 años fue asesinada también por una mujer, la cual hoy día se encuentra como coautora directa. Y eso hace absolutamente válido el ejemplo dado por ella. Por lo tanto, su acusación de invisibilizar esta situación no tiene ningún sentido.
Pero vamos al proyecto...

El señor LETELIER.- ¡No entendió nada!

El señor PÉREZ VARELA.- Vamos al proyecto...

El señor LETELIER.- ¡No entendió nada!

El señor PÉREZ VARELA.- ¡Eso dijo, Senador!
Vamos al proyecto, señor Presidente.
Sin duda, nosotros estamos frente a una situación como país, como sociedad -no sé si esto ocurre solo aquí-, en que hay una violencia brutal y permanentes asesinatos de mujeres, femicidios.
Eso es una realidad. Eso lo estamos viendo y lo estamos constatando casi a diario.
Por eso, a mi juicio, es extraordinariamente valorable la decisión política del Gobierno del Presidente Piñera -y aquí lo han expresado tanto el Ministro Larraín como la Ministra Plá- de actuar y buscar distintas maneras para enfrentar dicha situación.
De hecho, uno es testigo de cómo en las regiones a las cuales uno representa los organismos dependientes del Ministerio de la Mujer tienen como primera prioridad buscar políticas, programas y respaldos para prevenir tales hechos o apoyar a las mujeres víctimas de la violencia.
Creo que esa voluntad política es la que nosotros también debemos expresar en la legislación, en cómo podemos establecer, a través del rol que juega el Senado, leyes, normas que castiguen con dureza a quien comete un ataque, un asesinato contra una mujer.
Y, además, tenemos que buscar que esa legislación, a su vez, sea una enseñanza para cambiar hábitos, para cambiar costumbres, para cambiar culturas que están muy acendrados en nuestro país, en nuestra sociedad, y a lo mejor en Latinoamérica y en otras sociedades también, donde la mujer es objeto de violencia.
¿Y por qué la mujer es objeto de violencia? Porque muchas veces culturalmente en la sociedad hay una desigualdad evidente en todos los campos. Y aquí, permítanme decirlo, prácticamente nadie se salva frente a materias de discriminación hacia la mujer.
En el Senado hay una coalición que tiene mayoría absoluta. Y durante cuatro años ninguna Senadora de la mayoría puede sentarse en la testera. No hay duda de que eso es una expresión absolutamente clara y evidente de cómo existe una discriminación política que se juega también en el día a día.
Pero también vemos cómo en cosas que son completamente de la vida diaria se produce una discriminación hacia la mujer que muestra que hay tratamientos distintos que la legislación debe someter.
Por ejemplo, vamos a algunas definiciones de la Real Academia Española.
La Real Academia Española, cuando se refiere a "hombre público", lo remite a estadista o al "que tiene presencia e influjo en la vida social". Pero cuando define "mujer pública" usa la expresión "prostituta".
Por otra parte, cuando la Real Academia Española define la palabra "fácil" señala en la quinta acepción: "Dicho especialmente de una mujer: Que se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales". Esto, estimados amigos, recién fue modificado en marzo del año 2018.
Por lo tanto, resulta evidente que estamos ante una situación desigual; estamos en una situación distinta, diferente.
Por eso, considero muy importante tener presente que debemos avanzar en esta materia. Por una parte, desde el punto de vista de la legislación penal. Pero también en lo que respecta a nuestra cultura, nuestra actitud, nuestras conductas. Porque esa cultura, esa actitud, esas conductas, esas tradiciones muchas veces llevan a que estas situaciones de violencia se produzcan; llevan a que estas situaciones de violencia a más de alguien no le llamen la atención. Pero deben llamarnos la atención, porque son brutales. Y esa brutalidad es la que tenemos que castigar con fuerza, con rigor.
A mí me parece que el debate sostenido en esta Sala es altamente gratificante, al margen de algunas afirmaciones que más de alguien puede calificar de hirientes. Pero, sin duda, no hay y no he visto una divergencia o un antagonismo entre distintas posiciones. Las que algunos plantean apuntan a que mejoremos técnicamente el problema.
Y no hay duda de que en eso tienen razón. Por eso es bueno que el proyecto vaya a la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, para que podamos sacar normas eficaces, normas que verdaderamente inspiren a todos los que están aquí para que los asesinatos de mujeres, sobre todo los de mujeres jóvenes, puedan disminuir y ojalá frenarse en nuestro país.
Esa tiene que ser una señal potente, fundamental.
A mi juicio, si nosotros no lo hacemos, no vamos a estar cumpliendo adecuadamente nuestro rol. Porque nuestra tarea es poder enfrentar con claridad la realidad. Y la realidad es que en todos los sectores las mujeres sufren violencia, son objeto de ataques y son objeto de asesinato.
Por lo tanto, esa realidad debe tener como contraparte, del lado de nosotros, una legislación que permita sancionar drásticamente. Pero no solo que se sancione drásticamente y se investiguen lo más fluida y eficazmente los hechos, sino que también se enseñe a la ciudadanía, a las personas que nadie es dueño de la vida de otro.
Esa realidad que hoy día estamos sufriendo como país es a la que tenemos que poner fin. Ese es el mérito de este proyecto, es el mérito de esta discusión, es el mérito de esta iniciativa, que voy a votar a favor.
En el debate particular nadie puede negarse a una discusión técnica. Porque no nos puede pasar lo que señalaba el Senador Coloma, en que por dictar rápido una ley de acoso callejero las sentencias actuales, en vez de favorecer a quienes queríamos proteger, van en sentido contrario; en que las resoluciones de los tribunales, como aquí se ha leído, en vez de resguardar a quienes se pretendía defender, determinan penas absolutamente menores.
Esa es una realidad técnica, un debate legislativo y una discusión técnico-jurídica a la que nadie puede negarse. Quien se niegue a dar esa discusión técnico-jurídica busca solo retórica y no una solución a un problema de fondo.
En conclusión, señor Presidente, voy a votar a favor en general y espero contribuir a mejorar la normativa en el debate en particular. Pero tenemos que dar una señal clara, que sirva como educación, para que empecemos a transformar a nuestra sociedad en el sentido de entender que la violencia contra la mujer es inaceptable, con todas sus letras: ¡inaceptable!
Ojalá que esta normativa pueda verdaderamente hacerse carne en la sociedad y que en el transcurso de los años, en el transcurso del tiempo, podamos decir que esta normativa a lo mejor ya no es necesaria o que cumplió su objetivo: sancionó a quienes cometieron estos hechos brutales y sirvió como ejemplo para que estos disminuyeran en el tiempo considerablemente.
He dicho, señor Presidente.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador Alejandro Navarro.

El señor NAVARRO.- Señor Presidente, 87 mil casos de femicidio arroja el informe de la ONU del 2017. ¡137 mujeres al día son asesinadas de acuerdo con los estudios e informes de la ONU!
Por lo tanto, estamos frente a un fenómeno que no ocurre solo en Chile, sino también en el resto del mundo. Y, más allá de aumentar las penas, lo cual -lo he dicho reiteradamente- conlleva un castigo más ejemplar, ello no incide sobre el homicida, quien no se detiene a pensar si va a recibir diez, veinte o treinta años; enceguecido en su locura asesina, no reparará en cuántos años tendrá de castigo.
La pregunta es: ¿Quiénes de los que están en esta Sala no han tenido una experiencia cercana de maltrato familiar?
Hace cincuenta años las parejas tenían una relación muy distinta y era -comillas- normal que el hombre cascara a la mujer. Fue parte de una generación, de una cultura educativa.
Yo pregunto, entonces, ¿quién educó a estos hombres asesinos? ¿Cómo pudimos crear a este tipo de individuo que no es capaz de distinguir entre la dignidad de la vida de una mujer y la propia y llevarlo a creer que es superior a la mujer?
Eso nos pone, señor Presidente, en un debate mucho más profundo.
Antonia Garros, de 23 años, el 2017 saltó al vacío desde su departamento en Concepción. La noche anterior había tenido una pelea en la que el conserje del edificio resultó agredido por el constructor civil de 33 años, que era pareja de Antonia. Ella saltó al vacío; se suicidó.
Las preguntas que uno se hace -y está, por cierto, aún pendiente en Concepción- son las siguientes: ¿Es asesinato cuando la presión que se ejerce sobre la pareja la arrastra al suicidio? ¿Cómo enfrentamos los suicidios motivados por acoso, por presión, que terminan en que la víctima, una mujer, se quita la vida?
Es esencial comprender que la magnitud se refiere no solo al asesinato físico, sino que también hay un asesinato psicológico, permanente, que puede llevar a una mujer a quitarse la vida.
Los hechos mencionados ocurrieron el 2017.
El 21 de marzo de ese año ingresó la iniciativa correspondiente al boletín N° 11.164-07, de mi autoría, que modificaba el artículo 390 del Código Penal para asimilar el femicidio al parricidio, aumentando las penas.
En el proyecto -que hoy día está en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y que no ha sido jamás visto (porque así es: hay cuatrocientos proyectos de ley)- establecíamos un debate también sobre si este aumento de pena iba a ser o no efectivo.
El 58 por ciento de los casos de asesinato -dice la ONU- son de personas cercanas, en el caso de los femicidios, de su grupo familiar. Por tanto, esta calificación de "femicidio íntimo", "femicidio no íntimo", "femicidio por conexión" y esta discusión sobre los tipos penales, que es un debate leguleyo, un debate de abogados, no puede ser el único espacio de discusión durante esta sesión.
Me pregunto: ¿Quién educó a esos hombres, agresores, acosadores, violadores, asesinos? ¿Cuál fue el modelo de familia? ¿Cuál fue el tipo de atención que no se les prestó durante su infancia para crecer y convertirse en asesinos?
Aquí, señor Presidente, tenemos un atávico arrastre machista: "los hombres no lloran"; hay un "sexo débil" y un "sexo fuerte"; hay liceos de mujeres y liceos de hombres, y algunos evitan los liceos mixtos; hay carreras de mujeres, como Enfermería; hay carreras de hombres, como las ingenierías, Ingeniería Forestal, Ingeniería en Minas.
Hoy día en Chile la desigualdad se mantiene. En esas áreas de trabajo -comillas- de hombres, las mujeres ganan un 40 por ciento menos que los hombres haciendo la misma pega y teniendo la misma responsabilidad. Y eso es tolerado por la sociedad.
Esta educación machista nos persigue.
Solo espero que cambie esa formación, de la cual todos tenemos un poco, porque aquí la mayoría está sobre los cincuenta años y formó parte de una sociedad en la que maltratar a una mujer no era signo ni siquiera de escándalo; no era denunciado, sino ocultado; era invisibilizado. Porque estos hechos ocurren en toda la escala social: entre los ricos, a nivel profesional, en los barrios populares. No existe distinción social; no hay distinción de clase. El maltrato a la mujer tiene claramente un sentido de formación, educacional.
Y el proyecto no habla sobre eso, sino que hablamos del Código Penal.
Señor Presidente, podremos aumentar las penas, y yo voy a votar a favor de este proyecto, pero no habrá solución si no revisamos cuál es el tipo de prestación social y de apoyo de salud que estamos dando a las jóvenes maltratadas, a los jóvenes maltratadores, en un país donde no hay un plan nacional de salud mental desde el año 2000, en donde no tenemos recursos suficientes para entender que el 40 por ciento de las licencias laborales que hoy día se emiten en Chile son por estrés, por cansancio mental. Porque nadie en su sano juicio puede actuar de manera asesina, agresiva.
¡Hay un problema incubado, y no queremos entrar al fondo!
El aumento de las penas -tengo la terrible percepción- no va a disminuir los femicidios, ¡no lo va a hacer! Va a ser una señal de advertencia.
Pero si no hay una campaña de carácter nacional sobre la incorporación de valores, de formación educacional, de acción de la sociedad toda en torno a estos hechos, una simple modificación al Código Penal, al Código de Procedimiento Penal no va a alterar una situación que crece y crece día a día.
Este proyecto modifica el Código Penal, pero debemos hacer un debate sobre cómo detectar, apoyar, anticipar, educar; cómo establecer que las medidas cautelares sean efectivas. Lo dijo el Senador Letelier. ¡Si muchas de las mujeres tenían medidas cautelares! Y eso falló; falló el Estado; falló Carabineros; ¡falló el Estado! Ahí la responsabilidad no es de la mujer, que tuvo la valentía de denunciar, allí falló el Estado en dar protección.
Y este proyecto de aumento de pena no resuelve ese problema, porque si las mujeres van a denunciar -y está comprobado- aumenta el tipo de represión y de venganza. Estamos ante un problema que no lo soluciona esta iniciativa.
Yo digo: no solo las penas. No hay una correlación positiva entre su aumento y la disminución de los delitos.
Hay un caso terrible en España -La Manada, en Pamplona, Navarra- de tolerancia al abuso contra la mujer.
Siento que lo único que va a resolver esta situación es un cambio profundo en nuestra sociedad, en la formación de los jóvenes, en el examen interior respecto de cómo percibíamos estos hechos antes de que se hicieran populares, veinte o treinta años atrás. Siento, entonces, que la única manera de enfrentar el femicidio es con una acción conjunta de la sociedad, en cuanto a formación, a educación, a valores. ¡Todos los mecanismos, todos los caminos!, no solo el aumento de las penas.
Anuncio mi voto a favor, señor Presidente, pero el Senado queda en deuda respecto de la visión global de un problema que tiene enferma a nuestra sociedad y cuyo resultado lo pagan las mujeres: desprotegidas por el Estado; les decimos que denuncien y luego las abandonamos, ¡no las protegemos!
¿Cuántas casas de acogida hay para mujeres maltratadas que se quedan en el hogar porque no tienen dónde ir? Pocas y escasas.
Si el Senado no es capaz de generar una política especial de financiamiento, de casas de acogida y de tratamiento para los que lo requieran (golpeadores, agresivos, tanto hombres como mujeres, pero, por cierto, muchos más hombres), estaremos dando una solución parcial, y lo que busca este proyecto de ley, señor Presidente, no se va a cumplir.
Votaré a favor, con la convicción de que este es un paso, pero que resulta insuficiente para el objetivo de hacer justicia y, lo más importante, para detener esta ola de femicidios que, si sigue, va a provocar un acostumbramiento.
No perdamos la capacidad de asombro ni tengamos tolerancia. Tolerancia cero significa actuar aumentando las penas y dando más protección a las mujeres.
He dicho.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- ¿Habría autorización para abrir la votación?

El señor MOREIRA.- Sí.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Acordado.
En votación general el proyecto.
--(Durante la votación).

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Latorre.

El señor LATORRE.- Señor Presidente, seré muy breve en beneficio del tiempo.
Este proyecto es una señal política en que el femicidio responde a la necesidad de condenar cualquier acto de sexismo, misoginia, odio a la mujer que derive en su muerte, en el marco de un sistema patriarcal que violenta a la mujer en múltiples dimensiones.
La violencia hacia las mujeres no es una excepción, es continua a lo largo de la vida. Son víctimas de la desigualdad salarial y previsional, de extenuantes jornadas laborales que incluyen el trabajo fuera y dentro del hogar -no remunerado, no reconocido-, que se les asigna como una responsabilidad natural de rol. Las mujeres saben de acoso, de violaciones y de asesinatos. El femicidio es la cúspide de las violencias que las afectan y refleja, en plenitud, el sentido de propiedad y sometimiento que viven.
En Chile, el femicidio se tipifica como el parricidio cometido por quien es o ha sido cónyuge o conviviente, lo que deja fuera los asesinatos de parejas no convivientes y aquellos cometidos por familiares o desconocidos para abusar sexualmente o demostrar su poder a mujeres y niñas. Hasta ahora, la institucionalidad mantiene la violencia hacia las mujeres y permite que esta permanezca negada, invisible y disfrazada de algo natural o como manifestación del amor romántico y de los celos.
Frente a este escenario, se hace indispensable abordar esta violencia a corto plazo, desde una mirada integral, según estándares feministas y de derechos humanos que permitan garantizar la obligación de la debida diligencia y, por sobre todo, asegurar mecanismos de coordinación intersectorial que resguarden la efectividad de las medidas de protección, por cuanto un número significativo de mujeres víctimas de femicidio consumado y frustrado, y otras cuantas que se han suicidado buscando escapar de la violencia, contaban con medidas de protección al momento de la agresión.
Sobre la votación de hoy -saludo también a las familias de Gabriela y Carolina que están en las tribunas, así como a las Diputadas que han promovido esta iniciativa, a quienes felicito por su coraje-, considero que se requiere con urgencia una adecuación institucional que apunte a la retipificación del concepto legal de femicidio, que supere la definición que lo ata a quien ha sido cónyuge o conviviente y que se abra a comprender, en plenitud, la violencia por razones de género.
El desafío social y político es pujar para que se adopten las medidas que aseguren contar con operadoras y operadores de justicia capacitados para esta tarea, que no reproduzcan estereotipos y asimetrías. Por ello, hoy hacemos memoria de la adolescente argentina Lucía Pérez, así como de Nabila Rifo, de Francisca Díaz y de tantas otras mujeres que han sido gravemente ofendidas por la justicia patriarcal.
Finalmente, la ampliación del tipo penal propuesta en este proyecto responde a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como "Convención de Belém do Pará", en el ámbito de la Organización de los Estados Americanos, y constituye una positiva contribución para proteger los derechos de la mujer y eliminar las situaciones de violencia que puedan afectarla.
Voto a favor, señor Presidente.
He dicho.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene, a continuación, la palabra la Senadora Carmen Gloria Aravena.

La señora ARAVENA.- Señor Presidente, me voy a permitir plantear un tema que no tiene nada que ver con los argumentos que ya hemos repetido bastante y que dan cuenta del contexto del proyecto.
La reflexión que me hago, no siendo abogada, pero teniendo ya un tiempo en el Senado, es que la justicia no existe para dar lo mismo a cada uno, sino para hacerse cargo de las diferencias.
Es así como se entiende que legislemos para los niños, para los adultos mayores y para muchas otras situaciones.
Yo estuve buscando la discusión del femicidio que se dio en este mismo Senado hace unos años. Y quiero leer brevemente la opinión de una abogada que fue Senadora de la República y que hoy día no está. Ella dice lo siguiente: "La igualdad en la Constitución no es matemática, sino que es de trato (...) No impide que se establezcan diferencias, siempre y cuando éstas tengan fundamentos". Según la ex Senadora Olga Feliú, la ley que crea el femicidio "tiene fundamentos: la inferioridad fisiológica de las mujeres. No cabe duda de que el físico de la mujer en general es más débil, aunque hay excepciones. Entonces, no hay diferencias arbitrarias".
En este contexto, otro abogado planteó exactamente lo mismo, pero de manera diferente. Él señaló que el proyecto, en ese momento, consideraba una "aparente desigualdad", pero que estaba absolutamente justificada en "la protección de la mujer, que así como los niños y los ancianos son personas que la sociedad tiene que resguardar. Esta apariencia de desigualdad está dentro de un contexto social y cultural, que la mujer debe estar protegida y amparada por el hombre...".
Si nosotros hoy día analizamos todos los datos, que sería una torpeza volver a repetir ahora, nos damos cuenta de que efectivamente hay diferencias que son fisiológicas, que son culturales y que también son psicológicas y, probablemente, tendremos el espacio para discutirlas cuando se vea el tema de la constitucionalidad.
Yo no soy abogada, pero me permito plantearlo porque es de toda lógica, al menos de mi parte, entender que la legislación está para hacerse cargo de las problemáticas que afectan a una sociedad. Y hoy día, claramente, hay una desigualdad que está estadísticamente comprobada.
Al menos dieciséis países de América Latina han incluido en sus legislaciones penales la figura del femicidio, ya sea mediante la incorporación de un delito especial o de homicidio cometido contra mujeres como agravante del delito de homicidio.
Por lo tanto, si dieciséis países han legislado en función de una línea muy similar a la que hoy día estamos promoviendo, quizás es el camino correcto. Tendremos que hacer perfecciones a la ley, pero, en ningún caso, pensar que esta no pretende igualdad entre hombres y mujeres, porque no es ese el sentido. Como dijo la señora Feliú: "La ley no es matemática".
Muchas gracias.
--(Aplausos en tribunas).

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene, a continuación, la palabra la Senadora Adriana Muñoz.

La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, solo quiero señalar que el debate que se ha traído a esta Sala en relación con la constitucionalidad o legalidad de las normas que estamos consagrando en este proyecto de ley es parte de un largo debate en el mundo, en Chile y también fue parte de la discusión habida en nuestra Comisión.
Por cierto, nosotros percibimos que hay normas en que existe este reparo de inconstitucionalidad. Sin embargo, señor Presidente, en este debate es esencial reconocer que la ley, la Constitución, las normas expresan la cultura y la forma en que la sociedad ha ido consagrando un comportamiento.
Las normas dan expresión hasta a los ámbitos más estructurales de esta cultura. Y yo quisiera traer a colación lo que sucedió en un debate que hicimos en el año 1994 en la Cámara de Diputados, en el marco de un proyecto de ley sobre participación en los gananciales, cuando con un grupo de parlamentarios y parlamentarias presentamos una indicación para eliminar la figura del adulterio.
Hasta el año 94, señor Presidente, en nuestro país solo se castigaba a las mujeres por el adulterio. Y a los hombres se decía que se los castigaba cuando se los sorprendía con una "manceba" en cama matrimonial, cuestión que era muy difícil de fiscalizar.
Sin embargo, las mujeres eran sancionadas por adulterio. Si ahí no hay, en la ley, la consagración de una concepción cultural, entonces, por favor, es que no entendemos cuando leemos las leyes.
Lo mismo sucede con el aquí tan apelado artículo 1° de la Constitución. Las mujeres somos iguales a los hombres en la ley, pero si leemos después que existía esta figura de adulterio hasta el año 94, quiere decir que no somos iguales.
Entonces, aquí hay un debate del derecho, hay un debate constitucional que debemos darlo despojado de visiones patriarcales o despojado de su origen cultural. Y la violencia contra las mujeres tiene un origen cultural. Es lo que estamos tratando de expresar y representar en esta legislación diferenciada.
Estamos diferenciando, estamos haciendo una diferenciación, pero eso no atenta contra el principio de igualdad. Porque las mujeres, social y culturalmente somos desiguales y de aquello tiene que hacerse cargo la legislación.
Hay colegas que sostienen que se debe definir el femicidio como el asesinato que realiza una persona contra una mujer, eliminando la palabra "hombre". En mi opinión, lo que hacen es invisibilizar la violencia contra las mujeres, es invisibilizar la subordinación de las mujeres.
Entonces, tendríamos que retrotraernos y hacer desaparecer de la legislación la figura del femicidio. No tendría sentido que discutiéramos un proyecto de ley sobre femicidio si el vocablo central, que implica la violencia de un hombre contra una mujer, desaparece.
Entonces, y quiero decirlo con todo respeto, no ocultemos paradigmas culturales detrás de un debate sobre constitucionalidad o ilegalidad.
El patriarcado impregna toda la sociedad y también a nosotros.
Esta discusión está sellada por un debate cultural en que existen visiones patriarcales que señalan que la Constitución vale más que visibilizar hoy la defensa de la vida de las mujeres. Otros tenemos una postura distinta al respecto: podemos hacer una diferenciación normativa.
La ley no es un fetiche, la ley no es una institucionalidad abstracta. La creamos los seres humanos; la podemos hacer y deshacer.
En este caso, yo defiendo la posición que predominó en la Comisión en el sentido de que la diferenciación normativa apela a que nosotros hoy día distingamos el asesinato de un hombre hacia una mujer, cuáles son las penalidades involucradas y con eso no estamos para nada transgrediendo la Constitución ni las leyes. Al contrario, estamos provocando un cambio normativo que tiene que expresar el cambio necesario que debe hacerse desde el punto de vista cultural y social.
Por eso, señor Presidente, yo he votado a favor, porque no podemos seguir aceptándolo: ¡515 mujeres han sido asesinadas por hombres en los últimos diez años!
Eso es una aberración cultural, una aberración social que las mujeres no vamos a seguir permitiendo.
He dicho.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora Yasna Provoste.

La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, a propósito de los intentos para que este proyecto de ley se siga dilatando, revisaba lo que sucedió en la tramitación de una iniciativa anterior respecto del femicidio, cuya autora es la propia Senadora Adriana Muñoz.
En esa oportunidad transcurrieron treinta y dos meses desde que se inició la tramitación de la propuesta legislativa que tipificaba por primera vez en nuestro ordenamiento jurídico el femicidio; ¡treinta y dos meses!
Y cuando uno mira la tramitación de la normativa que estamos debatiendo, ve que han transcurrido menos meses que en el caso que acabo de recordar; pero cada día que pasa es un día de impunidad que nosotros no podemos tolerar.
Señor Presidente, los femicidios se van sucediendo día a día en nuestro país. Y este proyecto es una señal para decirles a quienes se sientan dueños de la vida de sus parejas, al punto de arrebatárselas, que la sociedad no seguirá permitiendo que esto quede impune, y se castigará duramente a quien cometa un femicidio.
Se lo debemos a Gabriela, a Carolina; se lo debemos al esfuerzo de su familia, de sus amigos, quienes han estado empujando, animando este debate para que no se retroceda y para que no siga habiendo más días de impunidad en beneficio de quienes cometen situaciones que son, y deben ser, reprochables y condenadas en nuestro país.
Si se considera que la construcción del derecho de acceso a la justicia para las mujeres debe partir del entendimiento de los principios fundamentales de la igualdad y la no discriminación, cabe recordar que la igualdad por años ha sido entendida como semejanza, buscando equiparar u homologar a las personas sin considerar la diversidad y el respeto a las diferencias.
La igualdad ha sido entendida erróneamente -lo hemos escuchado también en este debate- como el trato idéntico a todas las personas. Sin embargo, cuando hablamos de igualdad nos referimos a la igualdad en derechos y oportunidades, basada en la esencia compartida como seres humanos, cual es la dignidad.
El principio de igualdad como elemento rector de la actuación del Estado lo obliga a considerar las especificidades de la población, en especial de los sectores que han sido históricamente excluidos, como las mujeres, a fin de adoptar las medidas necesarias para poder compensar esa desigualdad y garantizar el acceso efectivo a los derechos que hoy día se reclaman en esta iniciativa.
Quiero agradecer, felicitar y reconocer a las parlamentarias que han presentado y llevado adelante esta moción: a las Diputadas Karol Cariola, Camila Vallejo, Daniella Cicardini, Cristina Girardi, Camila Rojas, Maya Fernández, Marcela Sabat, Gael Yeomans. Saludo también a los Diputados que concurrieron con su firma: Gabriel Silber, Víctor Torres, entre otros.
Además, quiero reconocer a un parlamentario que tal vez no fue parte de los mocionantes, pero que ha seguido el debate; ha estado acompañando este proyecto no solo en la Comisión en la Cámara de Diputados, sino también en el Senado. Me refiero al Diputado Gonzalo Fuenzalida.
Esto lo quiero decir porque da cuenta de cómo debemos avanzar en nuestra sociedad y del retraso que presenta nuestra legislación.
El Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos el año 2006 definió el femicidio como la muerte violenta de las mujeres por el hecho de ser mujeres; y agregó que este constituye la mayor violación a los derechos humanos de las mujeres y el más grave delito de violencia contra ellas.
Tres años después, hace una década del debate que hoy estamos realizando, la Corte Interamericana de Derechos Humanos el año 2009 definió como femicidios los homicidios de mujeres por razón de género, considerando que estos se dan como resultado de una situación estructural y de un fenómeno social y cultural enraizado en las costumbres y mentalidades; y que estas situaciones de violencia están fundadas en una cultura de violencia y discriminación basada en el género.
Por eso, señor Presidente -y de buena fe lo digo, porque aquí algunos quieren relacionar esto con el espíritu, con la esencia básica de la constitucionalidad-, creo que el debate se relaciona con esas estructuras basadas en el machismo que no permiten ver las situaciones de desigualdad; que no reconocen que hoy día mayoritariamente son las mujeres las que están muriendo a manos de los hombres que fueron sus parejas, que fueron aquellos que tuvieron una relación afectiva con cada una de ellas.
Haremos la discusión en particular de este proyecto cuando vuelva a la Sala. Vamos a defender cada una de las modificaciones que la Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género ha trabajado.
Aprovecho también de agradecer a las abogadas constitucionalistas que fueron parte de este debate; y especialmente al Ministerio Público, porque estuvo presente en forma permanente durante esta discusión. Y reitero nuestros agradecimientos a la familia de Gabriela Alcaíno, de su madre Carolina, pues ella ha logrado transformar una situación de dolor en una luz de esperanza para que este país se la juegue por otros valores: los valores de la justicia que es posible alcanzar a partir de sacar adelante una iniciativa importante no solo para las mujeres, sino para el conjunto de esta sociedad.
Voto a favor del proyecto de ley.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora Isabel Allende.

La señora ALLENDE.- Señor Presidente, lo que hemos presenciado esta tarde, ver cómo nos han estado acompañando la familia de Gabriela y muchas otras personas, quienes han seguido todo este debate, refleja no solo un dolor profundo y una herida por lo que han vivido, sino también la capacidad de querer ir más allá: que no haya más Gabrielas, que no se siga ejerciendo violencia contra las mujeres, que no tengamos que lamentar treinta y cuatro homicidios y que no debamos dejar impunes a pololos por el solo hecho de que -comillas- no convivían bajo un mismo techo con alguna de las víctimas.
Por lo tanto, ¡qué justa es esta moción!
Quiero agradecer a todos los que nos acompañaron durante la tramitación de este proyecto de ley: al Ministerio Público, a los profesores, en fin; y a mis colegas Senadoras con quienes trabajamos duramente varios meses por querer sacarlo adelante. Obviamente, nos anima el espíritu de alcanzar la mejor normativa.
No tenemos ninguna duda de que esta iniciativa saldrá adelante.
Además, quiero agregar por qué estamos haciendo todo esto.
Como aquí se ha dicho tantas veces -no está de más repetirlo, pues una y otra vez lo vamos a plantear-, el trato especial de los delitos contra las mujeres es la expresión de una cultura histórica. La hemos definido como patriarcal, de subordinación de la mujer hacia el hombre, si quieren; algunos hablarán de misoginia; otros, del control del cuerpo que es la expresión más extrema de la violencia de género.
Y desde que se definió el femicidio se ha venido repitiendo, una y otra vez, el asesinato de mujeres por hombres, motivado en algunos casos, como se ha señalado, por el odio, el desprecio y el sentido de propiedad hacia las mujeres.
Patsilí Toledo Vásquez, jurista experta en el tema del género, nos dice que "el concepto surge con una intención política: develar el sustrato sexista o misógino de estos crímenes, que permanece oculto cuando se hace referencia a ellos a través de las palabras neutras como homicidio o asesinato".
Además, ya se ha explicado que, según ONU Mujeres, el 35 por ciento de las mujeres revelaron haber sido violentadas física o sexualmente alguna vez en su vida.
Como se ha destacado bastante este punto -no voy a ahondar en él-, solo quiero poner de relieve la importancia que tiene, no solo para las mujeres sino también para las víctimas y sus familias, el hecho de que como sociedad demos este paso. Pero será un paso insuficiente si no aprendemos que estas situaciones también hay que prevenirlas, que debemos aspirar a una cultura diferente e ir dejando atrás el modelo de cultura patriarcal, machista, que permite estos episodios -comillas- de violencia.
Y quiero aclarar algo más.
El Senador Coloma reconoció que se había equivocado. Sin embargo, quiero recordarle a Su Señoría que el hecho de que el proyecto pase por la Comisión de Constitución no necesariamente da garantías de que no pueda ser declarado inconstitucional. Tenemos el caso de la Ley Emilia y otros más.
Y también deseo señalarle lo siguiente.
Efectivamente nosotros legislamos sobre el acoso sexual callejero, y se ha dictado, por primera vez, una condena por esta conducta: en Coyhaique un hombre de 46 años fue sentenciado a veintiún días de cárcel y al pago de una multa de 245 mil pesos. El implicado profirió palabras soeces a las afectadas, según indicó la fiscalía.
No voy a comparar eso, obviamente, con la gravedad de los asesinatos que estamos lamentando y que nos duelen...

El señor COLOMA.- Fue una sentencia distinta.

La señora ALLENDE.- No sé el detalle de lo que ha explicado, pero sí sé una cosa: no todo tenía carácter penal en el acoso callejero.
Por eso es tan importante que las mujeres seamos respetadas en nuestra dignidad. Y, por lo tanto, no tenemos por qué sufrir acoso en la calle, no tenemos por qué andar intranquilas en las vías públicas y no tenemos por qué recibir palabras soeces, manotones o lo que sea.
¡Enhorabuena que sacamos la ley de acoso sexual callejero!
Lamento si lo que se ha dicho no fue explicado tan ampliamente. Pero por lo menos en Coyhaique ya tenemos la primera condena. Y me alegro de que eso haya sido así, para que entendamos, como sociedad, que las mujeres debemos ser respetadas en todos los ámbitos: ¡en la calle, en el hogar y en el lugar donde sea!
Por eso, señor Presidente, creo que vamos a seguir trabajando para que no ocurran más situaciones tan dolorosas como las que estamos viviendo. Y esperamos -entre paréntesis- que no se siga tratando, bajo el argumento del artículo 1° de la Constitución, de no entender la necesidad de esta diferenciación.
Es más, en España se dio este mismo debate, ¡este mismo debate! para que -escuchen bien-, sobre la pena agravada para los hombres que cometen el delito de violencia intrafamiliar...

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Concluyó su tiempo, señora Senadora.
Dispone de un minuto más.

La señora ALLENDE.- Gracias, señor Presidente.
Decía que en España se dio este mismo debate y el Tribunal Constitucional de ese país señaló que, si bien parecía que se violaba el principio de igualdad, "una infracción sólo la produce aquella desigualdad que introduce una diferencia que carezca de una justificación objetiva y razonable, siendo en este caso una diferencia razonable porque incrementa la protección de las mujeres en el ámbito de pareja, tomando en cuenta que la violencia de género es símbolo de la mayor desigualdad".
¡Qué tremendas palabras nos da el Tribunal Constitucional de España para justificar y clarificar que tiene que haber una diferenciación razonable! ¡Por cierto que la hay y no podemos impedir que la haya!
Por lo tanto, es obvio que tenemos que diseñar una política especial, como lo dijimos desde el primer día, hacia las mujeres; porque somos más vulnerables; porque tenemos menos autonomía; porque hay diferencias físicas; porque tenemos hasta menos fuerza, probablemente; porque existe una diferencia económica; porque hay, sobre todo, un problema atávico y cultural brutal, ¡brutal!, que nos afecta.
Asimismo, señor Presidente -y con esto concluyo-, la fiscalía argumentó que "establecer un tipo penal diferenciado según el sexo o el género de la víctima no vulnera el principio de igualdad, habida cuenta de la desigualdad estructural que las mujeres enfrentan en la sociedad, lo que queda de manifiesto al constatar los rasgos de nuestro ordenamiento jurídico que tienden a perpetuar las relaciones desiguales entre hombres y mujeres. En consecuencia, (la fiscalía) abogó por atender a las recomendaciones de los organismos internacionales que instan a nuestro país a ampliar la regulación del delito de femicidio, con la finalidad de visibilizar la grave problemática que afecta a las mujeres en el país".
Lo que estamos haciendo, entonces, es dar un paso más, un paso en esta dirección, tal como lo hicieron otros países y la legislación internacional, la cual, evidentemente, trata de proteger y amparar a la mujer, que sufre desde la entrada una diferencia estructural que ha permitido el uso de la violencia en todos los ámbitos, llegando al más extremo, como es, por supuesto, el asesinato.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Por último, tiene la palabra el Senador señor Pugh.

El señor PUGH.- Señor Presidente, sin lugar a dudas, la palabra que debe definir la relación en las parejas es "respeto". Y el respeto, en su expresión máxima, es el respeto a la vida.
Es por eso que el femicidio, de la manera como se está considerando, es una forma de tipificar una situación particular que se produce y que, lamentablemente, se está dando de modo frecuente y constante.
Si revisamos las estadísticas -no es necesario recurrir a la big data-, veremos que en los últimos cinco años esta situación se mantiene constante, no ha cambiado.
Por lo tanto, tenemos que hacernos cargo y entender que es necesario generar instancias que mejoren aquello a través del proyecto de ley que se está discutiendo -por cierto, me alegro de que se haya puesto en discusión general- para que se resuelvan en las Comisiones unidas las pequeñas diferencias que pueda haber.
Lo importante y lo de fondo es reconocer lo que ocurre, lo que está pasando y lo que queremos evitar.
Cuando una relación empeora, no se comete el femicidio inmediatamente, sino que se va produciendo un proceso de degradación, el cual hoy en día abarca, incluso, un aspecto distinto y nuevo y sobre el cual también tenemos que legislar: el ciberespacio. Es ahí donde ocurre lo primero, el ciberacoso, y luego se empiezan a suceder situaciones particulares que permiten determinar, de forma muy clara y precisa, que algunas circunstancias pueden llevar a alguien a algo extremo.
Eso se puede advertir.
Tal como lo dijo el Senador Navarro, eso forma parte de los procesos en que la sociedad tiene que actuar. Y debe hacerlo acompañando mecanismos que permitan detectar el problema en forma oportuna, más por un asunto, diría, de control, en vez de dejar que las cosas ocurran y terminen en los desenlaces fatales que hemos visto.
¿Qué hay que hacer, entonces? Debemos hacernos cargo del tema de modo completo, no solamente en este sentido y con este proyecto de ley en particular.
La Comisión Especial de la Mujer y la Igualdad de Género del Senado ha sesionado de manera metódica. Y debo reconocer que la Senadora Isabel Allende me pidió, en su momento, cambiar el horario de las sesiones que celebramos en la Comisión de Zonas Extremas para permitirles trabajar. Frente a eso, yo le dije: "Senadora, tiene toda la razón", y dejamos el espacio para que ellas pudieran sesionar.
Y aquí viene quizás la primera experiencia del proceso que hemos vivido hoy: ¿Por qué tiene que ser una Comisión especial y no una de carácter permanente?
El artículo 27 de nuestro Reglamento habla de que solo tenemos veintidós Comisiones permanentes. Pero existen las Senadoras, existe un horario y hay más de cien iniciativas que están pendientes. Por eso, tal vez sería pertinente reflexionar por qué no contar con una Comisión permanente sobre la materia.
Ese es un punto que también debemos resolver.
En segundo lugar -por su intermedio, señor Presidente-, quiero saludar a la Ministra de la Mujer y la Equidad de Género, quien ha sido capaz de llevar adelante iniciativas que van precisamente en la línea de proteger a las mujeres, cuidarlas, respetarlas y de hacernos entender a nosotros, los hombres, que tenemos que ver las cosas con otra óptica: con una óptica humana y real.
Las leyes están para establecer un Estado de derecho, y es por eso que la calidad de ellas se mide finalmente con resultados.
¿Vamos a ser capaces de cambiar esto? Eso es lo que esperamos: lograr una buena ley que lo cambie.
Pero lo más importante, como sociedad, es estar conscientes de que podemos advertir, con bastante más tiempo, si nuestros sistemas de salud funcionan mejor, si nuestro entorno es un poco más amable, si erradicamos esa violencia de todos nuestros hábitos y si somos capaces de respetarnos como personas, aunque tengamos diferencias, que pueden ser muy legítimas. Porque si existe respeto, vamos a ser capaces de avanzar, de coexistir y así evitar que ocurran situaciones tan trágicas.
No es bueno que hombres estén matando a mujeres, más aún cuando eso sucede en una relación sentimental, a raíz de la cual, en algún minuto, ambos se declararon amor. Y ese amor, al quebrarse, no puede terminar en un femicidio.
Señor Presidente, creo que hemos alcanzado lo que queríamos: ponernos de acuerdo y llegar a un consenso. Probablemente, habrá que ajustar cosas menores. Pero sabemos que vamos a contar con una buena ley que nos permitirá regular todo esto.
Por eso, voto a favor.
He dicho.

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay más inscritos.
Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Terminada la votación.

--Se aprueba en general el proyecto (30 votos a favor y 2 abstenciones).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Muñoz, Provoste, Rincón y Von Baer y los señores Allamand, Chahuán, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, Girardi, Guillier, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quintana, Sandoval y Soria.
Se abstuvieron la señora Ebensperger y el señor Coloma.
--(Aplausos en tribunas).


El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Saludo a quienes han estado presentes hoy día en las tribunas, a todos los impulsores de la Ley Gabriela y, especialmente, a las Diputadas y los Diputados que nos han acompañado.
Habiéndose cumplido su objetivo, levantaré la sesión, sin perjuicio de dar curso reglamentario a las peticiones de oficios que han llegado a la Mesa.
PETICIONES DE OFICIOS
--Los oficios cuyo envío se anunció son los siguientes:
De la señora ALLENDE:
Al Ministro de Hacienda, solicitándole información referida a MONTO DE RECURSOS PARA CUMPLIMIENTO DE FALLO DE CORTE SUPREMA DE 2019 EN TORNO A QUINTERO, PUCHUNCAVÍ Y CONCÓN.
Al Ministro de Salud, pidiéndole antecedentes sobre ESTADOS QUE HAN PROHIBIDO HERBICIDA "ACRO-2,4-D480SL", PERMITIDO EN CHILE, Y SUS EFECTOS NOCIVOS EN LA SALUD DE LAS PERSONAS.
A la Ministra del Medio Ambiente, para que informe acerca de PLANES ORIENTADOS A PROHIBICIÓN DE HERBICIDAS Y PLAGUICIDAS EN PRÓXIMOS DOS AÑOS, ESPECIALMENTE EL DENOMINADO "ACRO-2,4-D480SL", E IMPACTO DE TALES QUÍMICOS EN EL MEDIO AMBIENTE.
Al Intendente de Valparaíso, requiriéndole antecedentes sobre CANTIDAD DE GESTIÓN DE EPISODIOS CRÍTICOS MENSUALES DICTADOS HASTA LA FECHA Y REENVÍO DE PLANES OPERACIONALES APROBADOS POR EMPRESAS DE CORDÓN INDUSTRIAL DE QUINTERO, PUCHUNCAVÍ Y CONCÓN.
Al Superintendente del Medio Ambiente, pidiéndole información acerca de NÚMERO DE EXCEDENCIAS EXISTENTES A LA FECHA DE NORMA HORARIA DE CALIDAD DEL AIRE DE DIÓXIDO DE AZUFRE.
Y al Director Regional de la Onemi de Valparaíso, para que remita antecedentes respecto de CANTIDAD DE PERSONAS POR GRUPO EXPUESTO EN RANGO ETARIO PARA PLANES COMUNALES, PROVINCIALES Y REGIONALES POR VARIABLE DE "CONTAMINACION AMBIENTAL", ADEMÁS DE PLANES DE TRASLADOS.
Del señor BIANCHI:
Al Superintendente de Electricidad y Combustibles, solicitándole FISCALIZACIÓN DE CUMPLIMIENTO, POR PARTE DE EMPRESA GASCO S.A., DE ARTÍCULO PRIMERO TRANSITORIO DE LEY Nº 20.999.
Del señor DE URRESTI:
Al Ministro de Obras Públicas y al Director Nacional de Vialidad, pidiéndoles ANTECEDENTES Y RESUMEN EJECUTIVO DE ESTUDIO DE PREFACTIBILIDAD PARA MEJORAMIENTO DE CONECTIVIDAD CAMINERA ENTRE RINCONADA Y LLASTUCO, COMUNA DE MÁFIL.
Y a la Ministra de Transportes y Telecomunicaciones y a la Subsecretaria de Telecomunicaciones, consultándoles por ESTADO TÉCNICO DE FACTIBILIDAD DE COBERTURA DE TELEFONÍA EN SECTOR LLASTUCO, COMUNA DE MÁFIL.
Del señor GARCÍA:
A la Ministra de Transportes y Telecomunicaciones, pidiéndole informar sobre PROYECTOS FERROVIARIOS PARA REGIÓN DE LA ARAUCANÍA.
Del señor GIRARDI:
Al Jefe de la Oficina Regional de Valparaíso de la Superintendencia del Medio Ambiente, solicitándole hacer llegar COPIA DE ACTAS DE FISCALIZACIONES LLEVADAS A CABO EN 2019 EN DIVISIÓN VENTANAS DE CODELCO, e indicar CORRELACIÓN ENTRE PERÍODOS CRÍTICOS DE CONCENTRACIONES DE SO2 REGISTRADOS EN ESTACIONES Y OPERACIONES DE ESA FUNDICIÓN.
De la señora GOIC:
Al Ministro de Hacienda, al Director Nacional de Aduanas y al Superintendente de Electricidad y Combustibles, pidiéndoles iniciar INVESTIGACIÓN SOBRE EXPLOSIÓN EN RECINTO DEPENDIENTE DE DIRECCIÓN REGIONAL DE ADUANAS DE MAGALLANES.
Y al Gobernador Provincial de Magallanes, requiriéndole información sobre GESTIONES REALIZADAS POR ORGANISMO A SU CARGO ANTE EMANACIONES DE GASES EN PASO FRONTERIZO MONTE AYMOND.
De la señora ÓRDENES:
A la Ministra del Medio Ambiente, pidiéndole informar acerca de COMPROMISOS ADOPTADOS EN DIVERSAS GLOSAS DE LEY DE PRESUPUESTOS CORRESPONDIENTE AL AÑO 2019 EN TORNO A PLAN DE DESCONTAMINACIÓN ATMÓSFÉRICA PARA COYHAIQUE, PUERTO AYSÉN, COCHRANE Y OTRAS LOCALIDADES DE REGIÓN DE AYSÉN, así como también proporcionar detalles sobre APLICACIÓN A NIVEL NACIONAL DE PROGRAMA DE RECAMBIO DE CALEFACTORES O CALEFACCIÓN SUSTENTABLE.
Del señor OSSANDÓN:
Al Presidente de Empresa Metro S.A, para que remita antecedentes en cuanto a NÚMERO DE SUICIDIOS OCURRIDOS DURANTE ÚLTIMO TIEMPO EN RED FERROVIARIA, PROTOCOLOS DE ACCIÓN ADOPTADOS POR LA EMPRESA FRENTE A TALES HECHOS, Y POLÍTICAS DE SALUD MENTAL PARA FUNCIONARIOS QUE ENFRENTAN SUCESOS DE ESA NATURALEZA.
Del señor QUINTEROS:
Al Ministro de Bienes Nacionales y al Director de Conadi, para que se pronuncien respecto de SOLICITUD DE RECUPERACIÓN DE TIERRAS ANCESTRALES SOBRE PREDIO DE FUNDO MILLANES DE SAN ANTONIO DE HUELDEN, COMUNA DE ANCUD.
A la Ministra del Medio Ambiente, al Intendente de Los Lagos y al Alcalde de Ancud, pidiéndoles antecedentes que fundamenten INSTALACIÓN DE PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN DE RELLENO SANITARIO EN FUNDO MILLANES DE SAN ANTONIO DE HUELDEN, COMUNA DE ANCUD.
Y al Director Ejecutivo de Conaf, requiriéndole informe relativo a TALA ILEGAL DE BOSQUE NATIVO EN ARCHIPIÉLAGO DE CHILOÉ Y MEDIDAS DE RESTAURACIÓN EN BOSQUES DESTRUIDOS O DEGRADADOS, así como dar a conocer CANTIDAD DE PARTES CURSADOS A FAMILIA QUE MANTIENE TOMA EN FUNDO LOS MILLANES DE SAN ANTONIO DE HUELDEN.
De la señora RINCÓN:
Al Contralor General de la República, solicitándole INVESTIGACIÓN POR POSIBLE OMISIÓN O NEGLIGENCIA DE AUTORIDADES CORRESPONDIENTES A RAÍZ DE ACCIDENTE, CON RESULTADO DE QUEMADURAS, SUFRIDO POR DON RUBÉN ÁVALOS TORRES, FUNCIONARIO DE ADUANAS, EN DEPENDENCIAS DE PASO FRONTERIZO MONTE AYMOND, REGIÓN DE MAGALLANES.
Del señor SANDOVAL:
Al Director Ejecutivo de Conaf, pidiéndole antecedentes sobre NÚMERO DE HECTÁREAS PLANTADAS CON PINO EN REGIÓN DE AYSÉN, TITULARES DE DICHAS PLANTACIONES Y MANEJOS REALIZADOS EN ELLAS.
Y al Seremi de Transportes de la Región de Aysén, requiriéndole diversa información con relación a MAL FUNCIONAMIENTO DE BARCAZA LA TEHUELCHE Y MEDIDAS DE FONDO PARA GARANTIZAR TRANSPORTE LACUSTRE ENTRE CHILE CHICO Y PUERTO INGENIERO IBÁÑEZ.
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El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 19:56.
Daniel Venegas Palominos
Jefe de la Redacción subrogante