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PROTOCOLO CONTRA ACOSO SEXUAL EN ACTIVIDAD DEPORTIVA NACIONAL


El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto, en segundo trámite constitucional, que modifica la ley N° 19.712, Ley del Deporte, y la ley N° 20.019, que regula las sociedades anónimas deportivas profesionales, para establecer el deber de contar con un protocolo contra el acoso sexual en la actividad deportiva nacional, con informe de la Comisión Especial encargada de conocer iniciativas y tramitar proyectos de ley relacionados con la mujer y la equidad de género.
--Los antecedentes sobre el proyecto (11.926-29) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 91ª, en 23 de enero de 2019 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Especial encargada de conocer iniciativas y tramitar proyectos de ley relacionados con la mujer y la igualdad de género: sesión 27ª, en 18 de junio de 2019.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Los principales objetivos del proyecto son los siguientes:
-Incorporar en el concepto de "deporte", contenido en la Ley del Deporte, el que su práctica promueva el trato digno, con especial énfasis en la prevención y sanción de las conductas de acoso y abuso sexual, y de discriminación y maltrato.
-Establecer la obligación para el Ministerio del Deporte de elaborar un protocolo general para la prevención y sanción de las conductas de acoso y abuso sexual, discriminación y maltrato en la actividad deportiva nacional, normativa que deberá ser adoptada por todas las organizaciones deportivas.
La Comisión Especial discutió la iniciativa solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadoras señoras Allende, Aravena, Muñoz y Provoste.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 13 a 16 del primer informe de la Comisión Especial y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
Es todo, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Muchas gracias, señor Secretario.
En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra la Senadora Adriana Muñoz.
El señor GIRARDI.- ¿Puede abrir la votación, señor Presidente?


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, este proyecto nace de una moción que viene de la Cámara, iniciada por los Diputados Sebastián Keitel y Érika Olivera. Ellos participaron activamente en nuestra Comisión y nos hicieron ver cómo las situaciones de acoso sexual se viven también en el ámbito deportivo.
Tal como ha indicado el señor Secretario, las disposiciones de este proyecto están fundamentalmente orientadas a elaborar un protocolo, que deberá reproducirse en cada una de las instituciones deportivas, con el propósito de establecer un sistema sancionatorio de las conductas de acoso sexual y, como estipula el artículo 33 quáter que se incorpora, serán el Comité Olímpico de Chile y el Comité Paralímpico de Chile los encargados de promover el cumplimiento de ese protocolo, "elaborado por el Ministerio del Deporte para la prevención y sanción de las conductas de acoso sexual, abuso sexual, discriminación y maltrato".
También participó con nosotros la señora Ministra del Deporte, quien respaldó esta iniciativa. Por cierto, será la Cartera que ella dirige la encargada de redactar el protocolo que los Comités Olímpico y Paralímpico de Chile deberán promover y hacer cumplir.
Nosotros creemos, señor Presidente, y por eso aprobamos unánimemente este proyecto en la Comisión, que es pertinente visibilizar a nivel de las instituciones deportivas de distintos tipos de disciplinas las conductas de abuso sexual, pues son bastante habituales. Durante las sesiones del referido órgano técnico fueron narradas las diversas situaciones a las que están sometidos los deportistas de los diferentes ámbitos: del fútbol, de la gimnasia, de la natación, etcétera.
Y, por cierto, la idea de estos dos parlamentarios, que son deportistas destacados en nuestro país, es, justamente, visibilizar las situaciones de agobio que viven muchos deportistas, hombres y mujeres, durante las prácticas.
Por eso, señor Presidente, nos parece que este es otro ámbito donde se hace necesaria una propuesta para legislar en materia de acoso sexual, que debiera ser parte de una normativa más integrada respecto al derecho de las mujeres, de las personas, a vivir una vida libre de violencia, porque este tipo de acoso se inscribe en conductas de vulneración tanto para hombres como para mujeres. Lo hemos visto en la educación, en la familia, en el trabajo, y ahora lo vemos en esta actividad.
En consecuencia, recomendamos aprobar en general el proyecto.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Me han solicitado abrir la votación.
El señor COLOMA.- ¡No!
El señor MOREIRA.- ¿Pero por qué no quiere?
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Senador Coloma, ¿quiere plantear un punto reglamentario?
El señor COLOMA.- No, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Entonces, tiene la palabra la Senadora Isabel Allende, quien se inscribió primero.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, como acaba de señalar la Presidenta de la Comisión de Mujer y Equidad de Género, esta es una moción que nace de diversos parlamentarios, entre los que se cuentan los Diputados Keitel y Olivera, acompañados también por los Diputados Jürgensen, Kast y Urruticoechea.
Como aquí se ha dicho, es importante establecer la obligación de contar con un protocolo que prevenga y sancione las conductas de acoso sexual en la actividad deportiva nacional.
Muchas veces en esta Sala hemos planteado que el acoso sexual es una expresión de violencia que procede y es reflejo de nuestro sistema patriarcal. Es una desigualdad histórica que ha existido entre hombres y mujeres, la que ha provocado que hasta ahora muchos hombres se hayan creído dueños de las mujeres y con derecho a desarrollar acciones de acoso sexual, las cuales, evidentemente, se expresan en distintas instancias.
En este sentido, hay que reconocer que, si bien hemos regulado el acoso sexual dentro del ámbito laboral, no contábamos con un espacio, por ejemplo, como este, donde estamos hablando ni más ni menos que de lo que puede ocurrir en las sociedades anónimas deportivas profesionales.
Por eso es muy importante lo que se intenta especificar en el artículo 1° del proyecto, donde se exige que en el deporte se promueva "un trato digno entre las personas, con especial énfasis en la prevención y sanción de las conductas de acoso sexual, abuso sexual, discriminación y maltrato", por ser contrarias a las que han de primar siempre en la práctica deportiva.
En los programas nacionales de deporte de alto rendimiento, el Instituto Nacional del Deporte deberá dar cumplimiento al protocolo que elaborará el Ministerio del Deporte para prevenir y sancionar tales conductas.
También se especifica que toda organización deportiva deberá adoptar las medidas necesarias para prevenir y sancionar las conductas de acoso sexual, abuso sexual, discriminación, maltrato que puedan ocurrir entre trabajadores, dirigentes, entrenadores y deportistas.
Esto ha sido bien importante, tal como la obligación para las organizaciones deportivas de adoptar el protocolo elaborado por el Ministerio del Deporte.
Por otra parte, se establece que son obligaciones del Comité Olímpico y del Comité Paralímpico promover el cumplimiento precisamente del mencionado protocolo.
Cabe destacar que hemos ido avanzando en esta materia, como explicaba anteriormente. Porque, claro, nosotros teníamos la figura del acoso sexual en el ámbito laboral, pero no así en otras instancias. Y hemos podido legislar y regular. Ahora queremos incorporar a las sociedades anónimas deportivas profesionales. Pero también hemos ido avanzando respecto a sancionar las conductas de hostigamiento sexual que pueden sufrir las mujeres en la calle o en la educación superior.
Por eso, considero que el presente proyecto constituye un paso más que damos como sociedad para velar por lo que corresponde, que es terminar con esta herencia -llamémosla así- atávica, patriarcal, que de alguna manera permite que se den este tipo de conductas que nosotros queremos, cada vez más, prevenir y sancionar.
En la Comisión recibimos el testimonio de que el acoso sexual existe en el deporte. Hay que hacer notar que los autores de esta moción, quienes estuvieron participando activamente con nosotros en la Comisión, han sido deportistas reconocidos, y ellos nos han explicado que muchas veces los deportistas han sufrido esta violencia de parte de sus propios compañeros o entrenadores.
Incluso se nos habló de una denuncia de acoso y de abuso sexual que afectó a la selección de gimnasia de Estados Unidos, donde se reveló que existieron más de 150 víctimas, lo que obviamente remeció al mundo del deporte en ese país. En el caso nuestro, el Comité Olímpico de Chile ha inaugurado una nueva oficina de prevención del acoso.
Pero esto no es solo un tema de voluntad. Exige una regulación. Tenemos que promover un trato digno, tenemos que prevenir, tenemos que sancionar el acoso sexual, y por eso resulta imprescindible elaborar el protocolo mencionado.
Por supuesto, voy a votar a favor de la iniciativa, y quiero señalar que toda organización deportiva tiene que adoptar las medidas de prevención y sanción; y las sociedades anónimas deportivas deberán promover la adopción de este protocolo.
Esperamos que este sea un paso más en la dirección de permitir a las mujeres vivir una vida digna, sin este tipo de acoso, en cualquier ámbito: educacional, laboral, deportivo, callejero.
Señor Presidente, voy a votar a favor y felicito a los autores de esta moción que nos acompañaron durante su tramitación en la Comisión.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- ¿Habría acuerdo para abrir la votación?


El señor COLOMA.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Coloma.
El señor COLOMA.- Gracias.
Yo quiero, por lo menos, hacer una reflexión. A mí me parece bien aprobar la idea de legislar...
El señor OSSANDÓN.- ¿Hay acuerdo para abrir la votación o no?
El señor COLOMA.- No.
Pero, honestamente, señor Presidente, quiero señalarle que usted tiene una responsabilidad grande, porque no solamente conduce la sesión, sino que también nos representa.
Yo quiero hacer énfasis en que comparto el criterio de las Senadoras que me han antecedido en el uso de la palabra. Lo que pasa es que tengo la impresión de que estamos haciendo mal las cosas. Yo no veo por qué tiene que haber un protocolo para cada situación distinta.
¡Tiene que haber un gran protocolo!
Por eso se lo quería plantear al Presidente del Senado, para que hable con el Gobierno a fin de que establezcamos un criterio, con un tipo de sanciones. Porque en días pasados aprobamos un protocolo respecto del acoso sexual en el ámbito académico, que tiene sus reglas, y dispusimos que el Ministerio pertinente deberá dictar las normas y que las universidades establecerán sus propias regulaciones. Ya. Pero ahora disponemos un protocolo para el mundo del deporte y el Ministerio del Deporte puede tener un criterio distinto y establecer sanciones distintas.
Considero que así no se hacen las cosas. Es mi impresión.
Yo concuerdo con lo que se ha planteado. Hay una madurez de la sociedad que comparto, que felicito, en términos de decir: "Mire, nadie puede ser acosado". Ese es el tema de fondo.
Entonces, tratemos de establecer una normativa de índole general, exigible, pareja para todas las actividades. Porque, ¿por qué va a haber un protocolo para el deporte y no para el mundo de la música, para el mundo de la filosofía, para el mundo de las leyes, para el mundo del teatro, etcétera? Porque el acoso no es que sea más aceptable en una parte que en otra.
Por eso, señor Presidente, quería hacer una reflexión. Yo no sé, honestamente, si estamos haciendo bien las cosas al facultar para que se dicten protocolos. Porque, fíjese: se faculta a un determinado Ministerio. Y tal vez se nos puede ocurrir hacer lo mismo para otra Cartera. ¡Qué sé yo cómo van a actuar los Ministerios, los gobiernos regionales, el mundo municipal! Todos los lugares son susceptibles para que ocurra acoso sexual. Aquí no existen los buenos y los malos. Aquí hay una lógica de debilidades o de abusos culturales terribles. Y yo creo que se ha llegado a un acuerdo relevante.
Señor Presidente, si usted quiere que votemos el proyecto, yo me puedo pronunciar a favor, pero con la sensación de que eso es como tratar de detener un embalse que se desborda con un dedo. Y tampoco es la idea de que terminemos incurriendo en legislaciones especiales sobre cada cosa.
Además, existe un problema. Y quería hacerlo presente antes de la votación. Aquí se están agregando facultades a los Ministerios. Y eso, desde todo punto de vista, es inconstitucional. Necesariamente, se debe contar con el patrocinio del Ejecutivo.
Entonces, si pudiera hacer una sugerencia, pediría que se planteara al Gobierno la necesidad de generar un gran protocolo de abuso sexual en toda la Administración Pública, en todas las instituciones descentralizadas, que establezca un tipo de norma, un tipo de institución, un tipo de sanción. Y ahí se le podrán dar atribuciones a las distintas reparticiones del Estado para implementarlo. Me parece que es una fórmula mejor -creo yo- para abordar el tema común. Porque, si no, vamos a quedar felices porque aprobamos una norma pero sin advertir que se abrieron mil flancos.
Es la sugerencia que quería formularle, señor Presidente.


El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Senador señor Coloma, en verdad, usted tiene razón en su planteamiento y como Presidencia del Senado vamos a representarlo, pero agradecería que estuvieran los Ministros para poder analizarlo. Lo vamos a conversar con el señor Blumel y los otros Ministros.
Aprobamos la semana pasada el proyecto sobre acoso sexual en el ámbito académico y hay decenas de otros espacios donde también se manifiesta. Creo que no es una buena técnica legislativa la que estamos empleando. Lo comparto.
Para la tranquilidad de los presentes, quiero recordar que se trata solo de una discusión en general, lo cual no compromete la promulgación de un cuerpo legal. Pero estimo que es un debate importante el que se ha planteado y le he pedido al Secretario tomar nota. Sin perjuicio de ello, es un tema que también vamos a abordar en Comités para efectos de poder resolverlo.
¿Habría acuerdo ahora para abrir la votación?
El señor QUINTEROS.- Sí.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Acordado.
En votación general la iniciativa.
--(Durante la votación).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora Ena von Baer.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, cuando discutimos este proyecto en la Comisión de la Mujer, se hizo el planteamiento que acaba de formular el Senador Coloma, porque habíamos despachado hace muy poco tiempo la iniciativa de ley sobre acoso sexual en el ámbito académico. Y al analizarla, se nos produjo, desde mi perspectiva, un cruce con otras legislaciones que también se refieren al tema del acoso sexual, por ejemplo, en el ámbito laboral y en el Estatuto Administrativo. O sea, nosotros tenemos un mecanismo en el Estatuto Administrativo, un mecanismo distinto en el Código del Trabajo, y ahora vamos a tener un mecanismo específico para las universidades.
Y el planteamiento que hizo la Ministra del Deporte fue que en el caso del deporte, al igual que en las universidades, se producen situaciones muy dramáticas y muy complejas.
Por eso la Ministra del Deporte, Pauline Kantor, nos pidió específicamente que votáramos a favor de este proyecto y que pudiésemos legislar en el ámbito del deporte en torno al tema del acoso.
Sin embargo, considero que nosotros podemos generar un tremendo problema si seguimos legislando de esta forma, porque uno también puede imaginarse otros ámbitos dentro de los cuales se produce acoso de manera más reiterada y probablemente, una vez que hayamos legislado en el deporte, van a aparecer -no quiero poner un ejemplo específico porque podría estigmatizar, pero los hemos conocido a través de los medios de comunicación- otras esferas en las que se han producido estas prácticas y que hoy están saliendo a la luz.
Entonces, a mi juicio la pregunta que nos tenemos que hacer es, o generamos un ordenamiento jurídico general, o revisamos si en esos ámbitos existen otras legislaciones que cubran el fenómeno del acoso.
Es ahí donde yo le veo un poco más de sentido a este cuerpo legal.
Y quiero explicar por qué. Porque, en el caso de las universidades, nosotros podríamos decir que algunos funcionarios están cubiertos por el Estatuto Administrativo, mientras que otros por el estatuto laboral. Sin embargo, la relación entre profesor y alumno no está cubierta por ninguno de esos ordenamientos jurídicos.
En el caso del deporte, tenemos una situación parecida, porque la relación entrenador-deportista no está cubierta por ninguno de esos ámbitos jurídicos.
Por lo tanto, uno podría pensar que en este caso la legislación sí tiene sentido, porque esa relación no está cubierta por ningún otro ordenamiento legal.
Ahora, sí creo, de verdad, que tenemos que hacer el ejercicio de pensar si existen otros ámbitos similares al del deporte.
Es por eso, señor Presidente, que voté a favor del proyecto.
Pero debemos revisar -y creo que en la Comisión Especial de la Mujer debiéramos hacer ese trabajo- si no estamos generando un montón de regulaciones paralelas y, probablemente, incoherentes, toda vez que el efecto de ello puede ser incluso contrario a la víctima, porque finalmente esta puede decir: "¿Sabe qué? Yo me voy por el estatuto que contiene penas menores".
Por lo tanto, en ese caso estaríamos generándole un efecto negativo a la víctima.
Solo quiero terminar diciendo, señor Presidente, que en el caso del deporte no hay en este momento, por lo menos después de una mirada rápida, otra regulación que lo cubra y, por lo tanto, me parece correcto discutirla.
No obstante, creo que en la Comisión de la Mujer tenemos que hacer una revisión un poco más exhaustiva antes de seguir aprobando legislaciones parciales.
Gracias, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador Álvaro Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, a mí me parece fundamental este proyecto de ley, y por eso voy a votarlo a favor.
En primer lugar, da cuenta de un cambio cultural importante. Conductas que antes eran consideradas normales, como expresión cultural, hoy día son inaceptables. Eso, sin duda, es valorable y evidencia los cambios culturales que se han producido en nuestro país y la toma de conciencia que existe en esta materia.
Pero no basta la toma de conciencia. Se requiere una legislación que establezca formas de prevención y eventuales sanciones ante toda clase de acoso sexual en las diversas actividades.
Comparto lo que aquí se ha planteado en el sentido de que lo que requerimos en Chile es un estatuto genérico que dé cuenta de todas las formas de acoso y que, en lo que respecta a determinadas actividades en su especificidad, existan normativas particulares que, sin duda, formen parte de una legislación global.
Ello, porque tenemos que erradicar el acoso en todas las actividades, no solo en el deporte y en la educación.
Pero mientras esa discusión no se realice, no podemos dejar de tener legislación.
Es evidente que el acoso sexual en la actividad deportiva nacional hoy día no cuenta con un estatuto que lo regule, lo prohíba y lo sancione. Y la naturaleza de las relaciones que se establecen con motivo del deporte es distinta, por ejemplo, a la que se da en el trabajo o a nivel educacional.
Por eso me parece importante avanzar en esta legislación, y votar favorablemente en general para que en la discusión particular podamos, sin lugar a dudas, terminar legislando en esta materia.
Pero aquí se requiere una mirada integral. No basta la toma de conciencia; se requiere una legislación que se ponga en todas las hipótesis, que establezca todas las formas de prevención y de sanción ante cualquier forma de acoso sexual, no solo en la actividad deportiva.
Creo que esa es una mirada de más largo plazo, que debiéramos abordar como Congreso Nacional, particularmente en la Comisión respectiva, para contar con una legislación integral que permita que este cambio cultural se traduzca en que este tipo de conductas sean erradicadas y, en el caso de que se produzcan prácticas de acoso, se apliquen sanciones que sirvan como desincentivos para los efectos de que estas conductas no se vuelvan a repetir en el futuro; se proteja adecuadamente a las potenciales víctimas de las prácticas de acoso, y se genere una forma de convivencia sobre la base del respeto irrestricto a los derechos de todas y todos.
Por lo anterior, voto a favor.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, el acoso en tanto práctica, es decir, el acoso como acto de connotación sexual no deseado, hoy constituye una práctica, como se ha dicho aquí, cultural y completamente repudiada en Chile y en muchos otros países.
No es fácil generar mecanismos para que esta práctica sea denunciada y tampoco que estas conductas, que repudiamos, sean debidamente sancionadas.
Primero, porque no constituyen delito.
Estamos hablando de prácticas que no son delitos sexuales propiamente tales. En otros países califican el acoso sexual como un delito; esa no ha sido la opción que hemos tomado en Chile.
Es cierto que lo ideal quizá sería tipificar esta práctica y obligar a muchas instituciones a tener sus protocolos para contar, al interior de ellas, con mecanismos de regulación tendientes a recibir las denuncias, realizar las investigaciones y sancionar.
Sin embargo, dado que, por desgracia, esta es una práctica generalizada en diferentes ámbitos, no es lo mismo cuando el acoso se produce en el marco de una relación laboral, de un vínculo educacional o en la instancia de alguna institución deportiva.
Tienen estos tres ámbitos, que es hasta ahora donde hemos abordado el tema, una característica común: existe una relación de jerarquía. Sin embargo, no son todas iguales. Por ejemplo, el alumno versus el profesor; el tesista o la tesista con el académico; en el lugar de trabajo, el empleador o superior jerárquico con el subordinado. Pero también ocurre entre pares, donde el acoso comienza a diluirse.
Creo que aquí es necesario avanzar.
Por ello es tan importante lo que ha hecho nuestra Comisión especial, que ha abordado este proyecto.
Quiero felicitar a las Diputadas y los Diputados que han promovido esta iniciativa -saludo al Diputado Keitel que nos acompaña en esta ocasión- y agradecerles que hayan traído esta problemática y la visibilicen, porque, por desgracia, es algo que ha estado muy oculto, ¡muy oculto!
Por lo tanto, espero que en la discusión particular logremos perfeccionar la normativa.
Tengo algunas dudas por cierta referencia, pero eso es lo de menos. Aquí lo importante es el impulso, el esfuerzo por tener protocolos en este ámbito y asegurar que se vayan erradicando estas prácticas.
Señor Presidente, un adagio popular dice que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Lo que debemos hacer hoy, lo que es bueno para Chile, es avanzar en este proyecto, y por eso voy a aprobar la idea de legislar.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora Adriana Muñoz.


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, considero muy pertinente la intervención del Senador Coloma. Por cierto, este tema ha estado en debate en nuestra Comisión también, porque nos hemos hecho cargo no solamente de este proyecto, que visibiliza el acoso sexual en el ámbito deportivo, sino también del acoso sexual callejero. Y hemos visto en esta Sala también otros proyectos que tipifican el acoso sexual en el mundo educacional.
Pienso que eso es una gran gran noticia, como decía el Senador Letelier, porque la iniciativa de estos proyectos de ley ha surgido fundamentalmente, entre las colegas y los colegas, tanto Diputados como Senadores, de las enormes movilizaciones que han realizado las mujeres en el mundo y en Chile durante los últimos años, las cuales han hecho visible masivamente con furia, con rabia, con enormes desplazamientos por las calles esta injusticia que se vive tan en el anonimato, tan en la sutileza íntima de las relaciones laborales, deportivas o educacionales y que hasta ahora no habían sido visibilizadas ni tampoco atendidas por las agendas políticas legislativas.
Entonces, me parece muy importante lo que han hecho la Diputada Olivera y el Diputado Keitel, porque visibilizan, como lo dije recientemente, esta situación en el mundo del deporte.
Los que lo han hecho en materia del ámbito educacional han hecho visible el acoso sexual en esa área.
Todos los ámbitos tienen una particularidad y, por cierto, requerimos una legislación que integre más finamente todas estas situaciones y también un marco normativo más general, pero sin perder las particularidades de cada ámbito donde se vive y se sufre el acoso sexual.
Nosotros hemos presentado un proyecto de ley, junto con la Senadora Allende, el Senador Latorre, la Senadora Provoste, que tipifica incluso como delito el acoso sexual institucional, pues todos los organismos en que se vive y se busca visibilizar el acoso sexual tienen normativas generales.
Si bien es cierto vamos a poner ese proyecto en tabla después de que hemos despachado otros más complejos, creo que no pierde validez el hecho de que cada una de estas iniciativas puedan incorporar la particularidad de la vivencia del acoso sexual en las distintas instituciones, en este caso, por ejemplo, el deporte, pues los colegas Diputados que presentaron este proyecto han hecho una radiografía de la especificidad.
La verdad es que yo desconocía, hasta que leí el proyecto, cómo opera el acoso sexual tanto en el ámbito de las relaciones entre entrenadores y deportistas como en el de los directivos de los organismos deportivos.
Existe ahí una particularidad, como la hay también en las universidades, en los colegios, en los distintos Ministerios.
Entonces, creo que este es un gran tema y lo vamos a seguir abordando de la forma como aquí se ha señalado, pero sin perder lo que hemos hecho.
No considero que lo que aquí se ha hecho sea una pérdida de tiempo. Creo que hemos ganado mucho en el reflejo particular de las realidades en las cuales se produce el acoso sexual dentro de las distintas instituciones de nuestro país.
Por eso vamos a votar a favor, señor Presidente.
Propongo que para el 30 de septiembre podamos tener las indicaciones a fin de que podamos abrir un debate, por cierto, en nuestra Comisión de Mujer e Igualdad de Género con relación al acoso sexual institucional, donde van a tener cabida las distintas expresiones institucionales en las que se vive el acoso sexual en nuestro país.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador Alejandro Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, ¡Jorge Mateluna es inocente, y lo vamos a probar!
La legislación nacional, en sus múltiples expresiones, se está adaptando a un nuevo ciclo, a un cambio epocal: el derecho a la igualdad, el derecho al respeto y, particularmente, el establecimiento de que el acoso sexual, cualquiera sea el ámbito, es condenable y constituye un delito. Y este va a ser un proceso continuo.
No podemos hacer una ley que involucre a todas las áreas. Los protocolos sobre procedimiento institucional deben adaptarse a esta situación. El acoso sexual es un delito. Lo establecimos en materia laboral, cuando éramos Diputados, con la Senadora Adriana Muñoz. Tardamos once años en la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja para fijar el criterio de que estas prácticas son condenables. Era muy difícil, hace veinte años, establecer un criterio preventivo y, más aún, sancionatorio contra el acoso laboral.
Por lo tanto, este proceso va a continuar. Y si hay que aprobar diez, veinte leyes, modificando estatutos, modificando legislaciones, habrá que hacerlo. Tiene que existir la especificidad.
El establecimiento del acoso laboral -yo lo decía y lo reitero-, tuvo más eficacia en la disuasión y en la prevención que en la propia acción. Y si existe en la ley una sanción expresa, penal, administrativa, claramente quien incurre en estas prácticas -cabe recordar que lo hace de manera reiterativa; no es un impulso pasajero y de una sola vez- va a tener acceso, entonces, a conocer que se trata de una conducta que será sancionada y que le puede pesar con la pérdida de su cargo y, eventualmente, con sanciones penales.
Por tanto, este proyecto en el ámbito deportivo me parece absolutamente necesario. Y además este es un proyecto genérico: no solo aborda el abuso hacia las mujeres. Claramente, contiene una descripción del abuso general entre pares, entre jerarquías y entre personas del mismo sexo. Y en el ámbito deportivo, donde el contacto físico es un elemento cotidiano y natural, evidentemente hay problemas, que se han silenciado, al igual que en otras esferas, durante mucho tiempo.
No me parece aceptable esperar una denuncia para ordenar nuestra legislación. Es esperable que la legislación se vaya adaptando de manera progresiva y permanente en todas las áreas donde se regulan las relaciones entre personas que desarrollan actividades distintas.
En consecuencia, voy a votar a favor de este proyecto de ley.
Pensar que vamos a tener una legislación omnipotente, que va a abarcar todas las áreas de una sola vez, no es posible.
Sin embargo, la aprobación de este proyecto va a llevar -no tengo duda alguna- a que en diversos ámbitos digan: "Bien, esto viene. Antes de que haya una ley, yo voy a hacer el protocolo". Y la verdad, entonces, es que la ley no se va a requerir, toda vez que el protocolo se va a elaborar y, si es necesario, las mismas instituciones van a solicitar que incorporemos el acoso sexual en materia legal, porque eso le da fuerza sancionatoria y disuasiva.
En este ámbito solo cabe la disuasión y la sanción.
Ojalá el proyecto sea preventivo, disuasivo y, cuando se cometan estos actos y se vulneren los derechos, efectivamente estos deben ser sancionados y penalizados.
Es por eso que voy a votar a favor.
Y espero que muchas instituciones, donde estas prácticas siguen siendo un tema tabú -existen pero son negadas, tal como ocurrió durante siglos en la Iglesia católica-, tomen la iniciativa para incorporar protocolos que se cumplan.
Lo hicieron las universidades. Muchas ya los tenían listos. La Universidad de Concepción tenía su protocolo antes de que aprobáramos la ley. Ya lo habían discutido, ya lo habían aprobado, ya estaba en funcionamiento, y la ley solo vino a ratificar la iniciativa propia de esa institución, al igual que la de otras universidades chilenas.
Por lo tanto, no tengo ninguna duda de que este proyecto, que establece protocolos en el ámbito del deporte, debe ser aprobado.
Ahora, ¿cuál deporte? ¿El federado? Yo esperaría que fuera todo el deporte: el federado, el competitivo, el deporte en general, sin ninguna excepción.
Entiendo que va a haber tiempo para generar el debate y presentar las indicaciones.
Este proyecto de ley habla de la actividad deportiva nacional -he leído el informe-, del deporte federado, de la competencia olímpica, y entiendo que abarca todo el ámbito deportivo, sin excepción alguna.
Voto a favor, sin ninguna duda.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Antes de darle la palabra al Senador José Miguel Insulza, saludo al Diputado Sebastián Keitel, quien se encuentra en la Sala impulsando este proyecto.
Puede intervenir, Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, en realidad, desde que pedí la palabra hasta ahora, se han dicho varias de las cosas que yo quería reforzar.
Sería ideal tener una ley general, pero, como lo ha dicho el Senador que me precedió en el uso de la palabra, esto no es tan simple. Las condiciones son distintas, los protocolos que hay que dictar son diversos, y eso se vuelve un primer argumento para plantear que, si esperamos a dictar una ley general sin abordar algunos problemas que son muy agudos e inmediatos, probablemente cometeríamos un error.
Además, creo que, de las normativas que ya se han aprobado, hemos aprendido mucho para abordar una ley general.
¿Por qué se aprueban las iniciativas contra el acoso en el deporte, en educación -hace unos días-, o en materia laboral, como lo ha recordado el Senador Navarro respecto de una ley dictada hace bastante tiempo? Fundamentalmente, porque donde más pesa la práctica del acoso sexual es en los casos en que existen una jerarquía y una subordinación muy claras: el atleta o la atleta con relación a su entrenador; la alumna o el alumno, a su profesor o profesora; el trabajador o trabajadora, a su jefe o capataz. Es ahí donde se manifiesta con mayor claridad esta acción.
Podría dar otros ejemplos.
Creo que este proyecto es un avance. Por lo menos, en los casos más graves, más visibles, más conocidos, hemos avanzado. Es bueno que existan estas normas, y espero, sinceramente, que se pueda llegar después a una ley general.
Pero, mientras tanto, salimos al paso de los casos más apremiantes.
Voto a favor, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay más inscritos.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (27 votos a favor y 1 pareo).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Muñoz, Órdenes, Provoste y Von Baer y los señores Araya, Castro, Chahuán, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Guillier, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Moreira, Navarro, Ossandón, Pugh, Quinteros y Sandoval.
No votó, por estar pareado, el señor Coloma.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Fijaremos plazo para presentar indicaciones en la próxima sesión.