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PROTOCOLO CONTRA ACOSO SEXUAL EN ACTIVIDAD DEPORTIVA NACIONAL


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, a mí me parece fundamental este proyecto de ley, y por eso voy a votarlo a favor.
En primer lugar, da cuenta de un cambio cultural importante. Conductas que antes eran consideradas normales, como expresión cultural, hoy día son inaceptables. Eso, sin duda, es valorable y evidencia los cambios culturales que se han producido en nuestro país y la toma de conciencia que existe en esta materia.
Pero no basta la toma de conciencia. Se requiere una legislación que establezca formas de prevención y eventuales sanciones ante toda clase de acoso sexual en las diversas actividades.
Comparto lo que aquí se ha planteado en el sentido de que lo que requerimos en Chile es un estatuto genérico que dé cuenta de todas las formas de acoso y que, en lo que respecta a determinadas actividades en su especificidad, existan normativas particulares que, sin duda, formen parte de una legislación global.
Ello, porque tenemos que erradicar el acoso en todas las actividades, no solo en el deporte y en la educación.
Pero mientras esa discusión no se realice, no podemos dejar de tener legislación.
Es evidente que el acoso sexual en la actividad deportiva nacional hoy día no cuenta con un estatuto que lo regule, lo prohíba y lo sancione. Y la naturaleza de las relaciones que se establecen con motivo del deporte es distinta, por ejemplo, a la que se da en el trabajo o a nivel educacional.
Por eso me parece importante avanzar en esta legislación, y votar favorablemente en general para que en la discusión particular podamos, sin lugar a dudas, terminar legislando en esta materia.
Pero aquí se requiere una mirada integral. No basta la toma de conciencia; se requiere una legislación que se ponga en todas las hipótesis, que establezca todas las formas de prevención y de sanción ante cualquier forma de acoso sexual, no solo en la actividad deportiva.
Creo que esa es una mirada de más largo plazo, que debiéramos abordar como Congreso Nacional, particularmente en la Comisión respectiva, para contar con una legislación integral que permita que este cambio cultural se traduzca en que este tipo de conductas sean erradicadas y, en el caso de que se produzcan prácticas de acoso, se apliquen sanciones que sirvan como desincentivos para los efectos de que estas conductas no se vuelvan a repetir en el futuro; se proteja adecuadamente a las potenciales víctimas de las prácticas de acoso, y se genere una forma de convivencia sobre la base del respeto irrestricto a los derechos de todas y todos.
Por lo anterior, voto a favor.