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NUEVO MECANISMO DE FINANCIAMIENTO PARA CAPACIDADES ESTRATÉGICAS DE DEFENSA NACIONAL


El señor QUINTANA (Presidente).- Corresponde discutir en particular el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece un nuevo mecanismo de financiamiento para las capacidades estratégicas de la Defensa Nacional, con segundos informes de la Comisión de Defensa Nacional y de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (7.678-02) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 27ª, en 19 de junio de 2012 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Defensa Nacional: sesión 84ª, en 8 de enero de 2019.
Defensa Nacional (nuevo primer informe): sesión 84ª, en 8 de enero de 2019.
Hacienda: sesión 84ª, en 8 de enero de 2019.
Defensa Nacional (segundo): sesión 31ª, en 9 de julio de 2019.
Hacienda (segundo): sesión 31ª, en 9 de julio de 2019.
Discusión:
Sesión 88ª, en 15 de enero de 2019 (se aprueba en general).
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- La iniciativa fue aprobada en general por el Senado en su sesión de 15 de enero de 2019.
Las Comisiones dejan constancia, para los efectos reglamentarios, de que los artículos 95, 96, 104, 105, 106 y 107, contenidos en el artículo 1º; el artículo 2º, y los artículos primero, segundo y tercero transitorios no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones.
Estas disposiciones deben darse por aprobadas, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador, con el acuerdo unánime de los presentes, solicite su discusión y votación.
En todo caso, los artículos 95, 96, 104, 105, 106 y 107, contenidos en el artículo 1º; el artículo 2º, y los artículos primero, segundo y tercero transitorios son normas de rango orgánico constitucional y requieren para su aprobación 25 votos favorables. Además, los artículos 104 y 105 del artículo 1° son normas de quorum calificado y en tal calidad requieren para su aprobación 22 votos favorables.
El señor QUINTANA (Presidente).- Se dan por aprobadas las normas que no fueron objeto de indicaciones.
--Se aprueban, dejándose constancia de que se cumplen los quorums constitucionales exigidos (28 Senadores presentes).
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Con quorum orgánico constitucional de 25 votos favorables deben aprobarse en particular los artículos 93 y 94, contenidos en el artículo 1° del proyecto, disposiciones de rango orgánico constitucional que no tuvieron modificaciones en el segundo informe.
La Comisión de Defensa Nacional efectuó diversas enmiendas al texto aprobado en general, las cuales fueron aprobadas por unanimidad, con excepción de aquellas recaídas en el ordinal 2) del artículo 97; en los incisos segundo y tercero del artículo 102, y en el número 1) del artículo 103, contenidos en el artículo 1o, que fueron aprobadas por mayoría y que serán puestas en discusión y en votación oportunamente.
La Comisión de Hacienda, por su parte, se pronunció acerca de las normas de su competencia y efectuó enmiendas unánimes, con las dos excepciones que se indican, respecto de las siguientes disposiciones del texto despachado por la Comisión de Defensa Nacional en su segundo informe:
a) Del artículo 1°: artículos 94; 96 (que suprimió por mayoría de votos); 98; 99; 100; 101; 102 y 103 (que pasaron a ser 97, 98, 99, 100, 101 y 102, respectivamente).
b) Artículo 4o (enmiendas unánimes, salvo la incorporación de una oración final en el inciso primero, acordada por mayoría).
c) Artículos quinto, sexto, séptimo y octavo transitorios (que pasaron a ser artículos sexto, séptimo, octavo y noveno transitorios, respectivamente).
d) Intercaló, además, un nuevo artículo quinto transitorio.
Cabe recordar que las enmiendas unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifieste su intención de impugnar la proposición de la Comisión respecto de alguna de ellas o existieren indicaciones renovadas.
De las enmiendas unánimes, las recaídas en los incisos segundo y tercero del artículo 98; en el inciso final del artículo 100, y en el inciso tercero del artículo 101, requieren para su aprobación 22 votos favorables, por incidir en normas de quorum calificado; disposiciones que también son de carácter orgánico constitucional, al igual que las recaídas en los artículos 97 -con excepción del ordinal 2), que fue aprobado solo por mayoría-; 98; 99; 100 y 101, contenidos en el artículo 1o; en los artículos 3o; 4º, incisos segundo y tercero, y 5o, y en los artículos transitorios cuarto, quinto, sexto, séptimo y octavo, que son normas de rango orgánico constitucional, deben ser aprobadas con 25 votos favorables.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que transcribe el texto aprobado en general, las enmiendas realizadas por la Comisión de Defensa Nacional, las modificaciones introducidas por la Comisión de Hacienda y el texto como quedaría de aprobarse tales modificaciones.


El señor QUINTANA (Presidente).- Muchas gracias, señor Secretario.
Quiero dar la bienvenida al Ministro de Defensa Nacional, señor Alberto Espina, quien nos acompaña.
Asimismo, solicito la autorización de la Sala para que ingresen al Hemiciclo el Subsecretario General de la Presidencia, señor Claudio Alvarado; el Subsecretario para las Fuerzas Armadas, señor Juan Francisco Galli; el Subsecretario de Defensa, señor Cristián de la Maza; el asesor señor Pablo Urquizar, y el Director de Presupuestos, señor Rodrigo Cerda.
--Se autoriza.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tengo inscritos para intervenir a los Senadores señores Guillier, Lagos, Araya, Quinteros, Pizarro y señora Muñoz.
¿Usted, Senador Coloma, desea plantear un asunto reglamentario?


El señor COLOMA.- Señor Presidente, entiendo que la idea común es tratar de despachar el proyecto el día hoy y que se harán los esfuerzos suficientes para ello.
Aquí tenemos dos formas de actuar.
Conforme al Reglamento, tenemos siete votaciones obligadas, fuera de las que se soliciten como votación separada, que podrían ser una o dos más. Si procedemos reglamentariamente, cada materia debe ser discutida y votada.
Yo propongo algo distinto, para tratar de despachar el proyecto hoy día: recibir el informe de los integrantes de la Comisión de Defensa y de Hacienda, dándole a cada uno unos cinco minutos para dar una opinión general, y después simplemente ir votando cada una de las propuestas, considerando, obviamente, el derecho a fundamentar el voto. De lo contrario, físicamente será imposible despachar la iniciativa el día de hoy, y debemos hacer un esfuerzo para lograrlo.
Esa es mi sugerencia. Además, creo que es más ordenado; porque, si bien estamos en la discusión particular, esto tiene mucho que ver con cosas generales.
Esa es mi propuesta, que es de sentido común.
El señor QUINTANA (Presidente).- A nosotros, como Mesa, nos parece bien seguir el criterio del Senador Coloma.
Pero yo preferiría escuchar primero las intervenciones de los Presidentes de las Comisiones...
El señor COLOMA.- Reglamentariamente, no procede.
El señor QUINTANA (Presidente).- Sí, pero reglamentariamente un Senador puede pedir segunda discusión.
Entonces, tenemos que dejar ese margen.
Y si eso llegara a ocurrir, bueno, habría que ver respecto de cuál votación se pediría.
El señor COLOMA.- Sí. Eso se puede hacer en la discusión en particular.
El señor QUINTANA (Presidente).- Claro.
En consecuencia, estamos de acuerdo con lo propuesto por el Senador Coloma acerca de las siete votaciones.
¿No habría duda, cierto?
El señor LAGOS.- Son siete votaciones obligatorias, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Más una o dos votaciones separadas.
Procederemos de esa manera.
Pero eso no quita que podamos escuchar a los Presidentes de las Comisiones.
Tenemos mucho interés en escuchar a los Senadores Lagos y Pérez Varela.
El señor COLOMA.- Eso estoy proponiendo.
El señor QUINTANA (Presidente).- Bien.
Entonces, le daré la palabra al Senador Ricardo Lagos Weber, Presidente de la Comisión de Hacienda.
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El señor QUINTANA (Presidente).- Antes, tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- En este momento ha llegado a la Mesa el siguiente documento:
Mensaje
De Su Excelencia el Presidente de la República, mediante el cual hace presente la urgencia en calidad de "suma" al proyecto que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (boletín N° 9.404-12).
--Se tiene presente la calificación y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
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El señor QUINTANA (Presidente).- Le ofreceré la palabra al Presidente de la Comisión que estudió primero el proyecto.
El señor LAGOS.- ¡Qué!
El señor QUINTANA (Presidente).- Es que la Comisión de Defensa lo vio primero.
Por lo tanto, corresponde que el Senador Víctor Pérez Varela intervenga en primer lugar.
Tiene la palabra, Su Señoría.


El señor PÉREZ VARELA.- Gracias, señor Presidente.
Como titular de la Comisión de Defensa Nacional abordaré las principales modificaciones que vimos durante la tramitación del proyecto que ahora se encuentra en debate.
Se discutieron las modificaciones que propusieron tanto el Gobierno como los Senadores y hubo trabajo de asesoría.
En cuanto a su texto, se fijan cuatro pilares.
Primero, un sistema de financiamiento extrapresupuestario.
Los proyectos de adquisición se prolongan por períodos superiores a un año. Y dada esta particularidad del gasto en Defensa, es posible concluir que no puede ajustarse a un flujo presupuestario anual que cierra cada 31 de diciembre.
En segundo lugar, se establecieron mecanismos de estabilidad de la inversión en Defensa.
En este punto se puso de relieve que, justamente, los tiempos requeridos en el título anterior hacen necesario un esquema de compromisos de mediano y largo plazo.
En tercer lugar, se ratifica -ya fue aprobada en los trámites anteriores- la derogación de la ley N° 13.196, conocida como "Ley Reservada del Cobre".
Durante la discusión se hizo hincapié en la inconveniencia de mantener vinculada la Defensa Nacional al precio del cobre o al rendimiento de las empresas públicas relacionadas con su extracción. Los recursos destinados a las Fuerzas Armadas deben ser fruto de una decisión del país respecto al nivel de capacidades que se desea alcanzar.
En cuarto lugar, se argumentó que un mecanismo con las especiales características descritas hace menester, como contrapartida, un mayor control civil y democrático de las transacciones.
También analizamos aspectos específicos que dicen relación con los cuatro pilares que he reseñado someramente.
1.- Incorporación de la Política de Defensa Nacional como eje orientador de las inversiones en capacidades estratégicas.
El Ministro de Defensa declaró en esta ocasión que, para determinar la cantidad de personal y su grado de alistamiento, así como el equipamiento militar y el nivel de infraestructura adecuados, es fundamental definir previamente la Política de Defensa Nacional, lo cual es una atribución del Presidente de la República que debe compartir con el Senado y la Cámara de Diputados. En tal sentido, se establece que es la guía para planificar el desarrollo de la fuerza, la cual a su vez inspira el programa de inversiones.
2.- Política de Defensa, desarrollo de las fuerzas, inversiones en infraestructura.
En este tema, las Comisiones de Defensa Nacional de ambas Cámaras, ya sea del Senado como de la Cámara de Diputados, deberán tomar conocimiento de la actualización del programa de inversiones en forma previa a la discusión presupuestaria, es decir, en el primer semestre de cada año calendario. Y, además, en el momento de debatir el aporte anual, tanto los Diputados como Senadores ya habrán tenido la oportunidad de verificar que el mencionado programa se ajusta a la Política de Defensa.
Estos lineamientos deben plasmarse en una mirada de largo plazo, que se refleje en las compras de los medios materiales. La Política de Defensa ha sido fijada por distintos gobiernos en el Libro de la Defensa Nacional del año 1997, del año 2010 y del año 2017, respectivamente. El actual Gobierno espera dictar una nueva Política -se nos informó- que dé luces en el sentido futuro y que guíe las decisiones relativas a las adquisiciones.
Para solventar el programa cuatrienal de inversiones existirá un mecanismo de financiamiento en material bélico y en infraestructura asociada y sus gastos de sostenimiento, que implicará un Fondo Plurianual de las Capacidades Estratégicas de la Defensa y un Fondo de Contingencia Estratégico.
Se crea -es una de las modificaciones más fuertes en este trámite- el Consejo del Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas y se precisan sus funciones.
Aquí se definió que la función principal del Consejo será programar y controlar los flujos financieros del Fondo Plurianual. Y se detalla que a sus integrantes les serán aplicables las normas de probidad, transparencia, lobby e inhabilidades de todos los funcionarios públicos, como otras de carácter especiales que se establecen en su texto.
Se señala que esta nueva entidad reemplazará al organismo técnico colegiado incorporado durante el debate previo, con el fin de superar las confusiones que se generaron respecto de la naturaleza y el rol en los negocios del mercado de capitales.
Así, las modificaciones aprobadas disponen las facultades que tendrá el Consejo, diferenciándolas claramente de las que ejercerá el Banco Central.
¿Qué atribuciones se aprobaron para el Consejo?
1.- Elaborar y mantener actualizados la programación y el control de los flujos financieros del Fondo de al menos cuatro años, considerando tanto los compromisos de pago como los ingresos desde el Fisco y las inversiones financieras.
El Consejo sabrá cuánto ingresará, cuánto será el gasto y cuánto deberá contener el Fondo Plurianual de Capacidades Estratégicas para cumplir con los compromisos de pago en el mediano plazo.
Este organismo deberá informar los efectos financieros sobre la sustentabilidad del Fondo de los compromisos que se suscriban en virtud del programa cuatrienal de inversiones. Esta medida tiene como objeto evitar que el Fondo Plurianual se quede sin recursos.
También se deberán informar los aportes al Fondo y los retiros, así como instruir las transferencias, según corresponda.
El Consejo tendrá que elaborar reportes periódicos tanto de las inversiones financieras del Fondo como de las transferencias y de los pagos realizados.
Uno de los puntos fundamentales fue el establecimiento de un aporte basal para el mantenimiento, sostenimiento y actualización de las capacidades estratégicas existentes.
En lo que concierne a esta enmienda -esto se debatió con el Ejecutivo y con cada uno de los señores Senadores-, se destaca que existirá un aporte anual al Fondo Plurianual, que será asignado mediante la Ley de Presupuestos del Sector Público, de acuerdo a los requerimientos dispuestos en la planificación del desarrollo de la fuerza, derivada de la Política de Defensa, que contemplará un aporte basal correspondiente a los recursos necesarios para mantenimiento, sostenimiento y adecuación de las capacidades existentes.
Otro tema al cual se le dio especial relevancia (fue objeto de las mayores modificaciones en la Comisión de Defensa, mediante las indicaciones que presentaron el Gobierno y muchos señores Senadores) fue el control civil y democrático.
Es relevante que todos asignaron a la fiscalización del nuevo mecanismo una importancia fundamental. Como nunca antes el Congreso Nacional tendrá un alto grado de participación en esta materia.
Las medidas de control introducidas representan una oportunidad para que tanto el Parlamento como el Ministerio discutan abiertamente, o de manera reservada cuando corresponda, qué capacidades requiere Chile para su defensa.
¿Cuáles son cada una de estas herramientas? Y con esto voy a concluir mi intervención, en los dos minutos que me quedan.
En primer término, el control ejercido por las Comisiones de Defensa del Congreso de manera previa a la discusión presupuestaria. Durante el primer semestre de cada año el Ministro del ramo presentará la actualización del programa cuatrienal de adquisiciones, explicitando los ajustes correspondientes al cuarto año.
Asimismo, el control ejercido por el Congreso Nacional al tramitar el proyecto de Ley de Presupuestos, ocasión en que se discutirá y votará la proyección del aporte anual correspondiente al cuarto año.
Además, el control de la Contraloría General de la República respecto a los decretos que aprueben los proyectos del programa cuatrienal de inversiones. El órgano fiscalizador podrá formular observaciones, llevar adelante auditorías y remitir los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado o al Ministerio Público, si procediere.
También, el Ministro de Defensa Nacional deberá informar a la Cámara de Diputados acerca de las referidas observaciones que haya efectuado tanto el Ministerio Público y el Consejo de Defensa del Estado como la Contraloría.
Igualmente, el control de las Comisiones técnicas del Congreso Nacional en relación con los anticipos de adquisiciones. Estos se deberán comunicar a las comisiones correspondientes en sesión secreta.
El control y fiscalización de la Contraloría General de la República relativos al financiamiento, inversiones y gastos asociados a las capacidades estratégicas. Se hace hincapié en que, de este modo, se despejan las dudas alusivas a las prerrogativas de la Contraloría General de la República en este ámbito, y queda claro que deberá cumplir sus funciones, incluso en hipótesis de antecedentes secretos, guardando la debida reserva.
El control del Congreso Nacional sobre la forma de materialización de las capacidades estratégicas. Se precisa que una vez al año el Ministro de Defensa Nacional entregará la información pertinente a las Comisiones de Defensa Nacional en sesión conjunta y secreta.
El señor QUINTANA (Presidente).- Terminó su tiempo, señor Senador.
Tiene un minuto adicional.
El señor PÉREZ VARELA.- Ahí el Congreso conocerá la actualización del programa de compras y resolverá el aporte efectuado anualmente, mediante lo cual podrá verificar, profesionalmente, la manera en que se han concretado los proyectos.
A nuestro juicio, y para concluir, porque pueden surgir otras materias fruto del debate en el cual vamos a intervenir, la mayor modificación de la Comisión de Defensa Nacional recayó en que todas las normas de fiscalización, todas las normas de control y todas las normas en que este Senado, la Cámara de Diputados, las Comisiones de Defensa o las Comisiones técnicas que se designen, van a ejercer un control y fiscalización de todo lo que guarde relación con el tema de los programas de inversiones, de las adquisiciones y de las programaciones del desarrollo tanto de la Política de Defensa como del desarrollo de la fuerza.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos Weber.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, trataré de ser lo más breve y claro posible para tratar de dar un cuadro general de lo que se aprobó y sobre lo cual debemos pronunciarnos.
Básicamente, lo que tenemos acá es que hoy el Congreso Nacional está excluido de la discusión y decisión en materia de financiamiento de las capacidades estratégicas de la Defensa Nacional.
Este ha sido un proyecto largamente anhelado, de distintas Administraciones. Fue presentado en el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet; en el Gobierno del Presidente Piñera en su oportunidad, y ahora el Ejecutivo envió una indicación sustitutiva, que generó que la iniciativa se terminara de discutir recién el día 3 de julio pasado en la Comisión de Hacienda.
¿Cuáles son los objetivos del proyecto de ley?
Se propone un nuevo sistema de financiamiento de las capacidades estratégicas de la Defensa Nacional, de carácter plurianual, estable, transparente y con controles civiles y democráticos que incluyan al Congreso Nacional y a la Contraloría General de la República.
En cuanto al contenido del proyecto, en resumen, es el siguiente.
1.- Se elimina el piso mínimo para actividades generales de las Fuerzas Armadas contemplado en la Ley de Presupuestos.
2.- Se establece la llamada "Política de Defensa" como criterio orientador de las capacidades estratégicas de la Defensa Nacional, la que se concretizará en la elaboración de una Planificación para el Desarrollo de la Fuerza, la que tendrá una duración no inferior a ocho años. Y de esta planificación se derivará un plan cuatrienal de inversiones.
3.- Para estos efectos se crea el Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas, cuya finalidad es darle estabilidad a las inversiones en el sector de la Defensa que se realizan a mediano y largo plazo. Es de asignación presupuestaria y ejecución extrapresupuestaria, y está destinado a financiar, con base en un programa de inversiones a cuatro años, conforme a la planificación de desarrollo de la fuerza, lo siguiente: el material bélico, la infraestructura asociada y los gastos de sostenimiento.
4.- Se crea el Consejo del Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas, que estará encargado de la programación y control de los flujos financieros. La administración financiera de estos recursos estará a cargo del Banco Central.
5.- Se establece que la Ley de Presupuestos de cada año deberá contener la proyección del aporte anual del año cuarto, considerando el programa cuatrienal de inversiones, para la aprobación del Congreso Nacional.
6.- Se dispone un aporte basal para el mantenimiento, sostenimiento y actualización de las capacidades estratégicas existentes, y que corresponderá al monto promedio de los aportes basales enterados al Fondo en el período de los seis años inmediatamente anteriores al año en que se apruebe el aporte anual.
7.- Se crea, asimismo, un Fondo de Contingencia Estratégico, con el objeto de enfrentar situaciones de crisis y financiar material bélico seriamente dañado a consecuencia de dichas emergencias o catástrofes. También se podrá utilizar ese Fondo para anticipar una adquisición de material bélico que esté previamente contemplada en la planificación de desarrollo de la fuerza, cuando por las características y disponibilidad sea necesaria su adquisición para mantener o desarrollar dichas capacidades. La administración financiera de los recursos del Fondo de Contingencia también estará a cargo del Banco Central.
8.- Esto es tremendamente relevante al menos para el rol que le cabe a este Congreso: se crean siete controles civiles y democráticos. En consecuencia, se incorporan nuevos controles por parte de la Contraloría General de la República y del Congreso Nacional.
Un control que será ejercido por las Comisiones de Defensa del Congreso Nacional, de manera previa a la discusión presupuestaria. Durante el primer semestre de cada año y antes de la discusión presupuestaria, el Ministerio de Defensa Nacional deberá presentar, ante las comisiones técnicas de cada Cámara, la actualización del programa cuatrienal de inversiones, debiendo explicitar los ajustes correspondientes al cuarto año, de acuerdo con la planificación del desarrollo de la fuerza que se deriva de la Política de Defensa Nacional.
Un control ejercido por el Congreso Nacional durante la discusión del proyecto de Ley de Presupuestos. Esta normativa deberá contener la proyección del aporte anual que se tendrá que efectuar, correspondiente al cuarto año del programa cuatrienal de inversiones, para su aprobación por el Congreso.
Un control de la Contraloría General de la República sobre los decretos que aprueben los proyectos del programa cuatrienal de inversiones. La Contraloría podrá formular observaciones al decreto y ordenar una auditoría, remitiendo los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado o al Ministerio Público, si correspondiere.
Un control de la Contraloría sobre el financiamiento y las inversiones de las capacidades estratégicas. La Contraloría establecerá el procedimiento para llevar a cabo la fiscalización y control sobre la inversión y gastos en Defensa, el que será reservado.
Un control ejercido por las Comisiones técnicas del Congreso Nacional respecto de las políticas y planes de la Defensa Nacional. El Ministro de Defensa Nacional debe informar tanto a la Cámara de Diputados como al Senado respecto de las políticas y planes de la Defensa Nacional, especialmente sobre la planificación del desarrollo de la fuerza, los proyectos específicos en que se materialice y las observaciones que haya formulado sobre esto la Contraloría General de la República.
Un control ejercido por el Congreso Nacional sobre la forma de materialización de las capacidades estratégicas. El Ministro va a tener que informar una vez al año, en sesión conjunta y secreta de las Comisiones de Defensa Nacional del Congreso, cómo se están materializando las capacidades estratégicas definidas en la planificación del desarrollo de la fuerza.
Un control ejercido por las Comisiones técnicas del Congreso en relación con el anticipo de las adquisiciones, mediante informe a estas en sesión secreta en cada Cámara.
9.- Asimismo, el proyecto suprime el piso mínimo de gastos reservados contemplado para las Fuerzas Armadas, en virtud del ingreso del proyecto de ley sobre información y rendición de gastos reservados, el que fue aprobado por la Sala de la Cámara de Diputados el día 19 de junio de 2019.
10.- Se incorpora la obligación de presentar un proyecto de ley que regule el sistema de compras de capacidades estratégicas. Así, se establece que dentro de los seis meses siguientes a la publicación de la presente ley, el Presidente de la República deberá enviar al Congreso Nacional un proyecto que regule el sistema de compras que se realice con cargo al Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas.
11.- Se dispone que los recursos remanentes de las cuentas indicadas en la ley N° 13.196, denominada "Ley Reservada del Cobre", serán incorporados al Fondo de Estabilización Económica y Social, establecido en la ley N° 20.128, sobre responsabilidad fiscal.
12.- Se deroga la ley N° 13.196, Reservada del Cobre, subsistiendo, en todo caso, el impuesto del 10 por ciento de las ventas a beneficio fiscal por un período de nueve años,...
El señor QUINTANA (Presidente).- Puede continuar, señor Senador.
El señor LAGOS.-... disminuyendo desde el año diez un 2,5 por ciento por año, hasta llegar a cero por ciento en el año doce.
Señor Presidente, este proyecto, salvo una o dos de sus disposiciones, fue aprobado por unanimidad en la Comisión de Hacienda. En consecuencia, creo que estamos en condiciones de tener una discusión sustantiva sobre la materia.
El señor QUINTANA (Presidente).- Vamos a proceder conforme a la propuesta que acordamos, que fue formulada por el Senador señor Coloma.
Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor GUZMÁN (Secretario General).- En primer lugar, se debieran votar, sin debate, las enmiendas unánimes en los términos que explicité durante la relación que hice al comienzo de la discusión particular del proyecto.
En seguida, hay una solicitud del Senador señor Coloma para votar separadamente el artículo 97 en lo que respecta a la expresión "fuerza" contenida en su texto.
El señor QUINTANA (Presidente).- En votación las enmiendas unánimes, entre las cuales hay normas tanto de quorum calificado como de ley orgánica constitucional.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Algún señor Senador o alguna señora Senadora no ha emitido su voto?
El señor QUINTANA (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueban (30 votos a favor y un pareo), dejándose constancia de que se cumplen los quorums constitucionales requeridos.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Goic, Provoste, Van Rysselberghe y Von Baer y señores Allamand, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Guillier, Huenchumilla, Insulza, Lagos, Montes, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Pugh, Quintana, Quinteros y Soria.
No votó, por estar pareado, el señor Harboe.
El señor QUINTANA (Presidente).- Se deja constancia de la intención de voto favorable de la Senadora señora Muñoz.
A continuación, pasaremos a la votación separada del artículo 97 que pidió el Senador señor Coloma.
Tiene la palabra Su Señoría.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, conforme a la reglamentación actual, para los efectos de tratar un asunto uno debe solicitar votación separada. Así que simplemente voy a hacer el punto, sin perjuicio de que no tengo objeción para, posteriormente, dejar sin efecto mi solicitud. Ello, porque lo que yo quiero es dejar planteada una cuestión de fondo.
A mi juicio, este proyecto es importante y constituye un cambio copernicano -aquí vale esta palabra- con relación a lo que hoy día existe, lo cual han explicado muy detallada y acertadamente los Presidentes de las Comisiones de Defensa Nacional y de Hacienda. Sin embargo, hay en él un concepto que si bien puede que ahora no se explicite, va a quedar como una tarea pendiente. Porque me parece fundamental incorporar una definición hacia delante en materia de las Fuerzas Armadas.
Básicamente, esto tiene que ver con que hoy día -ya lo han señalado- se traslada a un ente llamado "la fuerza" el objeto de la orientación superior para elaborar la planificación de su desarrollo.
La palabra "fuerza" no está en ninguna parte de nuestra legislación, ni en las leyes que estamos modificando, ni en ninguna otra. Sí, obviamente, es parte de la doctrina. Pero nunca se había usado como referencia respecto de todo un sistema de organización y, en definitiva, de financiamiento. Porque aquí estamos hablando de las nuevas normas de financiamiento de las capacidades estratégicas de la defensa nacional. Y se entregan al final, donde descansa la raíz última del porqué del financiamiento, en el desarrollo de la fuerza.
Al no estar definida legalmente, uno puede tener interpretaciones distintas sobre lo que es "la fuerza", cuestión que, desde mi punto de vista, hay que resolver en algún momento.
Si uno mira en el mundo hoy día, se dará cuenta de que los países entienden cosas diferentes en cuanto al desarrollo de la fuerza. Algunos se basan en factores; otros en áreas de misión o en capacidades.
La más moderna tiene que ver con las capacidades, que básicamente es una metodología que nace de lo ocurrido con las Torres Gemelas en Estados Unidos para entender una misión distinta respecto de la fuerza de las Fuerzas Armadas.
Entonces, si uno lee detalladamente otras legislaciones -la española, la estadounidense, en fin-, podrá apreciar que hay definiciones de "la fuerza", que es el marco respecto del cual al final se pueden hacer cosas o no. Porque el día de mañana alguien podría decir -y eso está sucediendo- que a las Fuerzas Armadas les es factible tener roles diversos. Y voy a poner un ejemplo que no sea conflictivo ni tan contingente: las misiones de paz en el extranjero.
En su momento, originalmente la fuerza no estaba pensada para esa labor. Y en esa oportunidad no se reformó la Constitución: hubo un cambio de interpretación y, al final, se dictó una ley que reguló las misiones de paz.
No quiero hacer más cuestión de este asunto. Ya lo planteé suficientemente en la Comisión de Hacienda. Pero a mi entender la expresión "fuerza" -dicho sea de paso, en ciencia militar es un concepto que significa "gente de guerra y demás aspectos militares"; esa es la definición actual- debe tener una articulación diferente en esta materia. No puede entregarse todo simplemente al desarrollo de la fuerza (con minúscula, a todo esto), la base sobre la cual después puede descansar todo un sistema de financiamiento.
Yo no sé lo que va a entender el Gobierno de mañana, o el Contralor de mañana,...
El señor LAGOS.- El Congreso de mañana.
El señor COLOMA.-... o el Parlamento de mañana si determinado recurso se considera dentro de lo que se supone que es el desarrollo de la fuerza.
Si eso ocurre hoy día -lo dijo el Subsecretario-, tendríamos que ir a la doctrina. Pero las doctrinas van cambiando.
Yo prefiero que sean los parlamentos, los gobiernos los que definan las expresiones, y no que tengamos que seguir bases doctrinarias sobre un tema que además es muy sensible, como el de las Fuerzas Armadas. No estamos hablando de algo distinto.
Por ello quise hacer este punto, señor Presidente.
Así que retiro mi petición de votación separada, pues -reitero- no tenía otra forma reglamentaria para plantear este asunto.
Hago un llamado para que esta materia se aborde en su integridad, en su complejidad, pero también en su correcta delimitación.
Porque esto no era necesario en las leyes antiguas, pues estaba definido de otra manera. Tenía que ver con cada rama de las Fuerzas Armadas y había un reglamento para cada una de ellas. Pero hoy día se cambia ese concepto. Además, las Fuerzas Armadas estaban financiadas en función de un porcentaje de las ventas del cobre. Ahora esto se modifica, y va hacia otras cosas.
Aquí se instala el concepto matriz de "la fuerza", que debe ser definida, porque, al no estarlo, puede convertirse en fuente de severos conflictos.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Si le parece a la Sala, para hacer bien el punto y que no quede ninguna duda con respecto a lo planteado por el Senador señor Coloma, le ofreceré la palabra al Ejecutivo a fin de que nos dé su opinión, dado el hecho de que, además, Su Señoría retiró su petición de votación separada.
Puede intervenir, señor Ministro.


El señor ESPINA (Ministro de Defensa Nacional).- En primer lugar, señor Presidente, quiero agradecer la forma como se está tratando este proyecto de ley. Deseo expresamente señalar que las Comisiones con las que me correspondió trabajar junto a los subsecretarios hicieron un brillante aporte para enriquecerlo.
Esta iniciativa está saliendo de forma muy distinta a como entró. Las indicaciones de los señores parlamentarios, si no me equivoco, fueron acogidas por el Presidente de la República prácticamente en su totalidad. Se las llevábamos a él porque las debía patrocinar.
Entonces, tal como dijeron los Senadores Lagos y Pérez Varela, realmente se hizo un trabajo que quiero destacar. Porque muchas veces se resaltan las cosas negativas: acá hubo una contribución enorme.
Ahora bien, con respecto a lo que señala el Senador Coloma, la verdad es que él ha hecho un punto que vamos a considerar seriamente en la elaboración de la política de defensa que vamos a diseñar. Porque, efectivamente, el concepto de "la fuerza" no está definido, y siempre definir este tipo de cuestiones es válido.
Hoy día aparece ese concepto en la Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas y en el Estatuto Orgánico del Ministerio de Defensa Nacional. Sin embargo, nosotros nos comprometemos a que cuando tengamos que enviar, conforme lo establece este proyecto, la política de defensa al Congreso -porque la vamos a exponer públicamente-, traeremos una definición para que sea conocida por Sus Señorías y podamos conversar sobre lo que significa el desarrollo de la fuerza. Así resolveremos las dudas que planteó Su Señoría, a quien le agradezco infinitamente que haya retirado su petición de votación separada.
Nosotros recogemos, con el mejor espíritu, la propuesta que nos hizo.
Eso es lo que quería aclarar, señor Presidente.
Muchas gracias.
El señor QUINTANA (Presidente).- Valoramos mucho las palabras del señor Ministro en cuanto a la colaboración que han brindado los distintos Senadores y Senadoras respecto de este proyecto, que, como ya se señaló, está siendo despachado en términos muy distintos a como entró.
En el marco de las enmiendas aprobadas por mayoría, tiene la palabra el Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, quiero anunciar que haré una sola intervención respecto de las distintas materias que deberemos votar, para ahorrar tiempo y avanzar.
En primer lugar, quiero agradecer al Ministro de Defensa que se abriera al diálogo y a la búsqueda de acuerdos, lo que permitió mejorar sustantivamente el proyecto original, que a mi juicio conservaba una excesiva autonomía de las Fuerzas Armadas en el manejo de los recursos públicos destinados a la defensa.
Además, la formación de la mesa técnica que desde enero viene trabajando ha ayudado al éxito alcanzado.
En síntesis, presentamos un conjunto de indicaciones que fueron acogidas por el Ejecutivo en la línea de fortalecer el poder civil en la elaboración de la política de defensa nacional.
También se introduce el rol civil como uno de los ejes de la planificación de la defensa en la definición de las inversiones y en la fiscalización del gasto.
Se destaca la inclusión de un Consejo que realizará una labor de programación e información de los gastos efectuados en materia de defensa, que estará integrado por representantes de los Ministerios de Defensa, de Hacienda y Secretaría General de la Presidencia.
Asimismo, las inversiones serán evaluadas mediante un procedimiento establecido en el Estatuto Orgánico del Ministerio de Defensa, lo que permitirá tener trazabilidad de los proyectos y del destino de los fondos.
Se incluye el control por parte del Congreso Nacional del proceso de actualización del programa de inversiones.
También presentamos indicaciones tendientes a poner fin a las irregularidades, a la oscuridad en muchos aspectos respecto al manejo de los recursos. Ello va a permitir que el Congreso Nacional sea informado permanentemente sobre la ejecución y desarrollo de las capacidades de la defensa nacional.
Queda pendiente -y confío en el compromiso del Ministro- la creación en un plazo de seis meses, mediante ley, de una Agencia Civil que se especializará en la realización efectiva de las compras, para separar la decisión de la compra de la gestión propiamente tal. De esa manera, queda fuera lo relativo a la gestión de la compra en sí misma, cuestión que ha sido foco habitual de corrupción en las Fuerzas Armadas de todo el mundo.
Señor Presidente, no quiero terminar mi presentación sin decir que voy a emitir pronunciamiento respecto de todas las reformas presentadas, pues tuvimos muchas posibilidades de discutir.
Asimismo, deseo manifestar mi preocupación por los anuncios que ha hecho el Presidente de la República sobre el rol de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico.
Durante la discusión de este proyecto, que tiene que ver con el financiamiento de las Fuerzas Armadas, entendí que estábamos todos de acuerdo en que estas materias debían ser el resultado de un debate nacional acerca del rol de la defensa y de las instituciones uniformadas. Por lo tanto, resulta sorprendente que aparezca un decreto, primero, de dudosa constitucionalidad.
Pero más allá de la forma y del fondo, se exponen a nuestras Fuerzas Armadas a ser permeadas por la corrupción del narcotráfico.
Al respecto, quiero recordar que ningún país donde las Fuerzas Armadas entraron en la lucha contra el narcotráfico han salido indemnes.
Por otro lado, esto igualmente puede generar un efecto negativo en nuestras relaciones fronterizas, sobre todo con países con los cuales carecemos de un marco apropiado de cooperación.
También deseo señalar que respecto del proyecto que moderniza la labor de Carabineros y la Policía de Investigaciones, que hemos discutido en esta misma Sala, ya hicimos presente que se introducían indicaciones que buscaban transparentar el actuar de las policías, pero que apareció de pronto un artículo claramente inconstitucional que apuntaba a incluir a las Fuerzas Armadas en asuntos propios de seguridad interior.
Efectuamos la observación pertinente en ese momento, y entendimos que eso se superaba. Debo puntualizar que dicha iniciativa se entrampó precisamente a raíz de ese punto.
Además, señor Presidente, la experiencia indica que las instituciones uniformadas son las encargadas de la seguridad, y la militarización de sus propias prácticas nos ha llevado a problemas no solo en La Araucanía.
Al respecto, le recuerdo que en enero del año 2006 un infante de marina, por razones que a muchos nos sorprendió -la marina es la encargada de controlar el llamado "triángulo limítrofe" en el sector cercano al borde costero entre Chile y Perú-, mató a un ciudadano peruano que había intentado ingresar a nuestro país por la zona que se extiende entre el mar y el control de Chacalluta.
Eso generó un clima de tal naturaleza con la vecina nación que se tuvo que entregar nuevamente a Carabineros el control de ese punto.
Se trataba de una persona insana, por lo que no actuó con ningún dolo. Simplemente se impuso un criterio militarizado que obviamente un policía no habría cometido.
Creo que eso no lo podemos dejar pasar. Ello se halla en línea incluso con el uso de los recursos, porque el Presidente ha dicho que estos se podrían utilizar -y aquí se están financiando- para las nuevas instrucciones que ha dado sin consulta al Congreso.
Eso, a mi juicio, es de dudosa constitucionalidad.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Araya.


El señor ARAYA.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero anunciar que vamos a votar a favor las enmiendas introducidas a este proyecto y, asimismo, destacar el diálogo que existió en la Comisión de Defensa con el Ejecutivo, especialmente con el Ministro Espina y los subsecretarios al objeto de poder generar una serie de consensos que nos permitan dotar hoy día a las Fuerzas Armadas de un mecanismo de financiamiento con controles democráticos, mucho más transparentes, y que termina con la Ley Reservada del Cobre, que ha sido una pesada mochila que ha debido soportar Codelco durante largos años.
Deseo destacar que esta iniciativa tiene varios ámbitos. Y, en honor al tiempo, vamos a enumerar algunos y a detenernos en aquellos que consideramos más importantes.
En primer término, se elimina por primera vez el piso mínimo para gastos generales de las Fuerzas Armadas.
Hay que recordar que en las postrimerías de la dictadura quedó una norma que establece que el Congreso Nacional no puede modificar o rebajar el presupuesto de las Fuerzas Armadas respecto del que se les fijó en 1989, reajustado año a año hasta la fecha.
Eso hoy día termina, y a partir de ahora el Congreso podrá fijar libremente el presupuesto de las Fuerzas Armadas, conforme a las necesidades que nuestro país tenga, durante la discusión del Presupuesto de la Nación.
En seguida -y es lo central de este proyecto-, se termina con la obligatoriedad de Codelco de entregar el 10 por ciento de sus ventas brutas al exterior a las Fuerzas Armadas, mecanismo que si bien permitió que ellas, especialmente en la época del Presidente Lagos, lograran un nivel de alistamiento y de compra de material bélico bastante importante, era altamente ineficiente en cuanto a la forma de realizar el gasto. Esto, porque suponía dividir en tercios el dinero que se otorgaba, y muchas veces una de sus ramas no utilizaba todos los recursos versus otra que necesitaba un mayor monto. Entonces, eso producía una serie de distorsiones en la aplicación del sistema.
Hoy avanzamos con la creación de dos fondos, que les van a otorgar a las Fuerzas Armadas los recursos necesarios para cumplir las tareas que la Constitución les encomienda.
En primer término, se crea el llamado "Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas". Este es el corazón del proyecto. Son los recursos que les vamos a entregar a las Fuerzas Armadas conforme a una planificación que se hará de inversiones cada cuatro años, de forma tal que puedan contar con los dineros necesarios para la compra, mantención y renovación del material bélico que requieran. Y son recursos de los que van a disponer de manera extrapresupuestaria, lo que va a permitir, además, un mejor manejo por parte de las instituciones castrenses.
Y aquí se despejó la primera gran duda que se presentó en la Comisión de Defensa -entiendo que después se ratificó en la Comisión de Hacienda-, que tenía que ver con quién administraba los mencionados recursos, dado que estamos hablando de una cantidad importante, que alcanza a miles de millones de dólares. Y aquí se llegó al consenso en torno a que los dineros serían invertidos en el mercado de capitales por el Banco Central, lo que ya da una garantía de transparencia para su administración.
En segundo lugar, se creó el denominado "Fondo de Contingencia Estratégico".
Es un fondo especial, que no va necesariamente de la mano con el Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas de la Defensa, sino que tiene por objeto financiar aquellos gastos extraordinarios en que deban incurrir las Fuerzas Armadas, por ejemplo, en el caso de una catástrofe. Nosotros vivimos en el terremoto del 2010 la destrucción de parte importante de algunas bases navales, principalmente la de Talcahuano, y como no estaba presupuestado que ocurriera aquello no había recursos para repararlas. A través del Fondo de Contingencia Estratégico se podrán realizar este tipo de reparaciones o se podrá renovar cierto material bélico que esté dentro de la planificación de la fuerza -es decir, no se trata de cualquier adquisición, sino de una compra que Chile haya programado- y en que exista la oportunidad de conseguirlo en un mejor momento, a un mejor precio del que se le ha ofrecido habitualmente al país.
Otro punto muy importante se relaciona con el control civil y democrático de estos fondos.
Los recursos de la Ley Reservada del Cobre mantenían un grado de control, que recaía principalmente en la Contraloría General de la República y en muy menor medida en el Congreso, dado que, a lo menos, el Ministro de Defensa una vez al año tenía que dar cuenta de las inversiones militares ante las Comisiones de Defensa de la Cámara de Diputados y del Senado. Pero este correspondía a un control más bien de carácter formal.
Con las modificaciones que introduce el proyecto, las Comisiones especializadas del Congreso Nacional, que debieran ser las de Defensa, tienen un rol mucho más activo en el control de cómo se van a gastar estos recursos.
Primero, habrá un control respecto de cuál será el Plan Cuatrienal de Inversiones. Las Comisiones de Defensa del Parlamento durante el primer semestre de cada año, y previo a la discusión presupuestaria, van a conocer el presupuesto plurianual, donde deberán explicarse las razones técnicas de por qué se está adquiriendo tal o cual material bélico o por qué se está aplicando tal o cual programa de renovación del equipamiento existente. Y el Ministro de Defensa y las ramas de las Fuerzas Armadas deberán explicitar respecto al cuarto año los reajustes que se necesiten para aumentar el Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas de la Defensa o el Fondo de Contingencia Estratégico.
Y todo esto va muy de la mano con el hecho de que no puede ser...
¿Me concede dos minutos para terminar?
El señor QUINTANA (Presidente).- Puede continuar, señor Senador.
El señor ARAYA.- Como decía, esto no podrá ser arbitrario, porque todo el gasto en que se incurra irá de la mano con la planificación de la política de defensa que tendrá que ser fijada por los Presidentes de la República cada cuatro años.
Otro punto importante del control que ejerce el Congreso Nacional se vincula con la Ley de Presupuestos. Porque año a año tendremos que discutir si es necesario, por ejemplo, complementar los distintos fondos que se entregan para el financiamiento de las Fuerzas Armadas. Será una discusión sujeta al control democrático y en la que el Parlamento libremente podrá decidir si el plan de inversiones que están señalando las instituciones de la defensa se ajusta o no a las necesidades del país.
Eso ya constituye un avance.
Me gustaría poder especificar otros temas, pero en honor al tiempo, como no alcanzo a explicarlos, simplemente quiero hacer presente que quienes representamos a las zonas mineras, especialmente a la Región de Antofagasta, hubiéramos esperado un gesto del Ejecutivo, en razón de que el 10 por ciento que deja de aportar Codelco hoy día hubiera retornado, como era hasta antes de la dictadura, a las zonas productoras de cobre. Y en este punto deseo recordar la incansable lucha del ex Senador, fallecido hace un par de días, don Jonás Gómez Gallo, impulsor de la ley que permitió que los fondos del cobre estuvieran en Antofagasta. Yo espero que en la parte de la discusión que queda se establezca que estos fondos no vayan necesariamente al Tesoro Público, como se ha planteado, sino que puedan retornar a aquellas zonas donde recibimos todas las externalidades negativas del negocio minero. Basta darse una vuelta, por ejemplo, por Calama para ver los niveles de contaminación que deben soportar los calameños producto de las actividades que desarrolla Codelco.
Dicho eso, señor Presidente, voy a votar a favor del proyecto completo, salvo lo relativo al destino de los recursos que se liberan de Codelco.
El señor QUINTANA (Presidente).- Ante la consulta del Senador señor Pizarro, le hago presente que todavía no hemos puesto ninguna norma en votación. Estamos haciendo la discusión previa, no en general porque es un debate en particular, respecto de las modificaciones de mayoría, que vamos a someter a la consideración de la Sala una vez que hayan intervenido todos los señores Senadores.
Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, anuncio mi voto favorable a este proyecto de ley, porque estoy convencido de la necesidad de establecer un mecanismo regular de financiamiento para nuestras Fuerzas Armadas.
Sin embargo, no puedo dejar de expresar ciertas aprensiones que surgen del debate y de su contexto. Algunos pensarán que no corresponde explicitarlas en este momento, pero para mí sí tienen importancia.
En primer lugar, no deja de ser extraño que mientras estamos aprobando desligar el financiamiento de las Fuerzas Armadas respecto de los ingresos provenientes de las ventas de Codelco, casi simultáneamente el Presidente de la República anuncie la incorporación de las instituciones castrenses a la lucha contra el narcotráfico, arrastrándolas con ello al debate político.
No están claros los fundamentos y alcances de la mencionada medida. Incluso, puede tratarse solamente de una medida más de pirotecnia, a las que ya nos estamos acostumbrando.
Pero llama la atención que, por un lado, avancemos en la normalización democrática del marco en el que se desenvuelven nuestras instituciones armadas, y por otro, retrocedamos vinculándolas a roles que no constituyen sus fines propios.
Este tipo de situaciones le resta credibilidad al Ejecutivo cuando apela a los necesarios consensos que deben estar detrás de las que se denominan "políticas de Estado".
Ha costado mucho construir las confianzas para circunscribir el rol de nuestras Fuerzas Armadas a sus funciones naturales y restablecer su pleno control democrático, como para que este esfuerzo se vea expuesto a diluirse por una maniobra comunicacional.
Tampoco contribuye que este debate coincida con el conocimiento público de fraudes e irregularidades que involucran incluso a ex Comandantes en Jefe del Ejército, ni menos que la acción de la justicia se vea obstaculizada por resquicios judiciales de sus defensas con el aval del Tribunal Constitucional.
Otro tanto ocurre con el sistema previsional del personal militar, que permite el otorgamiento de beneficios, a lo menos abusivos, a algunos exuniformados, tal cual ha sido denunciado en los últimos días.
Pero, en verdad, estos intentos de politización de nuestras instituciones castrenses y estas situaciones reñidas con la probidad, sobriedad y austeridad que las afectan nos obligan a actuar aun con más decisión y prontitud.
La crisis que afecta a buena parte de nuestras instituciones exige repensarlas e introducir reformas de fondo.
No son aceptables medidas de parche ni tampoco meras declaraciones de intenciones.
Por lo mismo, me parece insuficiente que, junto con establecer el Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas de la Defensa y el Fondo de Contingencia Estratégico, no se haya regulado debidamente el sistema de compras que se efectuarán con cargo a dichos recursos, especialmente sus mecanismos de control.
El proyecto solo ha contemplado un plazo para que el Ejecutivo presente un proyecto de ley y, provisionalmente, un reglamento.
Esto no admite dilaciones. La confianza de la gente se agota.
Demasiadas veces hemos escuchado compromisos profundos con la legalidad y hemos terminado oyendo explicaciones superficiales de la venalidad.
Señor Presidente, el país tiene derecho a preguntarse por qué se establece un financiamiento plurianual para las compras militares y lo mismo no puede existir en educación o en salud.
Es una excepción muy relevante. Y, por lo mismo, tenemos derecho a exigir los mayores estándares en la administración de los recursos pertinentes.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, para los efectos de facilitar la votación, y si no hay otro colega que manifieste opinión en contra, podríamos -lo planteo como sugerencia- votar por separado el artículo quinto transitorio, según lo manifestado por el Senador Araya; y el resto, como hay bastante acuerdo, lo podríamos despachar.
Por otro lado, entiendo que estamos votando el informe de la Comisión de Hacienda, porque es ahí donde se produjo el desenlace final del acuerdo que han valorado todos los colegas y también el señor Ministro de Defensa Nacional.
Sin duda, como se ha dicho, uno de los puntos fundamentales por el que participamos activa y proactivamente para generar un acuerdo en materia de financiamiento de las capacidades estratégicas de las Fuerzas Armadas decía relación con que nos parecía que la autonomía de lo militar estaba agotada en nuestra sociedad.
Un país de verdad requiere integración institucional y que las situaciones de corrupción conocidas respecto de gastos reservados y de procesos de compras militares que han impactado fuertemente a la opinión pública -ello explica la actual caída de la confianza ciudadana- se terminen. Y eso requiere una nueva institucionalidad.
Aprovecho de valorar las decisiones efectivas del Gobierno actual frente a estos temas. Tanto el Presidente de la República como el Ministro Espina han encarado de manera efectiva estos problemas sin hacerles el quite. No ha sido nada fácil y es bueno destacarlo. Y ello es reflejo de que los tiempos para construir estos acuerdos son ahora y no más al futuro.
Esa es la razón por la cual nos parece que en materia de financiamiento del equipamiento militar, de compras y de gastos reservados tiene que haber un real control civil y democrático.
Los recursos para estos ámbitos deben debatirse, definirse y votarse en las respectivas Leyes de Presupuestos.
El Congreso debe jugar un rol activo y la fiscalización tiene que ser ejercida por la Contraloría General de la República.
Esta nueva institucionalidad ha sido acordada con el Ministerio de Defensa y se expresó en las indicaciones a las cuales se ha hecho referencia, que se aprobaron en las Comisiones de Defensa y de Hacienda.
Se establece la construcción de una política de defensa nacional a ocho años plazo que debe ser conocida y evaluada por el Congreso.
Además, se contempla la eliminación de los pisos mínimos para el presupuesto de las Fuerzas Armadas por ser un anacronismo.
De la política de defensa surge un plan cuatrienal de inversiones que se financia con un Fondo Plurianual que se alimenta con recursos definidos anualmente en la Ley de Presupuestos.
Estos recursos serán manejados financieramente por el Banco Central.
Al inicio de este proceso se financiará con recursos provenientes de la cuenta 4 que tiene los actuales ahorros de la Ley Reservada del Cobre.
De este modo, se cumple -en nuestra opinión- la petición de construir "una nueva institucionalidad para un adecuado financiamiento de las capacidades estratégicas de la defensa que contenga separación de funciones y transparencia, estabilidad en el financiamiento y rendiciones de cuenta periódicas ante el Congreso".
Esta nueva institucionalidad va a dejar atrás la ausencia de controles y la autonomía del mundo militar en estos asuntos, que explican las situaciones de corrupción que se han detectado en las investigaciones judiciales que la opinión pública está conociendo.
Nos parece importante el avance en el compromiso de legislar en un proyecto de ley que crea un nuevo sistema de compras de equipamiento militar en que la decisión final recaiga en la autoridad política. Ese proceso debe ser transparente y fiscalizado en su totalidad por la Contraloría.
Por eso, colegas, nuestro llamado es a aprobar lo que se despachó, primero, en la Comisión de Defensa, y luego, en la Comisión de Hacienda, donde culminó el proceso de acuerdo con el Ministerio de Defensa.
Nos encontramos ante una reforma institucional fundamental para el país, como es la administración y financiamiento del equipo militar de las Fuerzas Armadas.
Esta reforma surge -como se ha dicho- de un diálogo y una negociación en el Senado, donde el Gobierno reconoció el rol opositor. Y la Oposición, a su vez, valora lo importante que fue establecer una mesa técnica en la que se plantearon las propuestas de uno y otro equipo, lo que permitió arribar a este acuerdo.
Destacamos también la voluntad política de la Oposición y del Gobierno en orden a priorizar las propuestas comunes que permiten fortalecer la administración y financiamiento de las Fuerzas Armadas.
Vamos a pronunciarnos a favor de los distintos artículos que se votarán por separado, en este caso, el artículo quinto transitorio, a sugerencia del Senador Araya.
El señor QUINTANA (Presidente).- Deseo hacer una aclaración: se votarán normas de los dos comparados, de la Comisión de Hacienda y de la de Defensa. Los artículos no son todos de Hacienda.
Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, el proyecto de ley para cuya discusión se nos ha convocado en esta sesión es de suma importancia, ya que, por una parte, se incluirá al Congreso Nacional en la discusión y financiamiento de las capacidades estratégicas de nuestras Fuerzas Armadas, y por otra, las inversiones que se requieran ya no dependerán de la volatilidad del precio del cobre, como ha sido en los últimos sesenta años.
Pero, además, esto habla de la voluntad de un Gobierno y del liderazgo de un Presidente para cumplir con la palabra empeñada.
Cuando el Presidente Piñera, siendo Ministro de Defensa el Senador Andrés Allamand, presentó esta iniciativa, se hablaba de terminar con la Ley Reservada del Cobre. Y fue durante su segundo mandato, con la indicación sustitutiva liderada por el Ministro Alberto Espina, cuando finalmente se habilitó que hoy día en el Congreso Nacional estemos tras la derogación de la llamada "Ley Reservada del Cobre", N° 13.196.
Por tal razón, las primeras palabras son de reconocimiento para el Presidente Piñera, porque se hace fe pública cuando se cumple un programa de Gobierno y cuando este se empuja a través de los dos Ministros de Defensa citados, el actual Senador Allamand y el Ministro Espina.
Este proyecto nos va a permitir tener un financiamiento plurianual de las capacidades estratégicas para la defensa. Y, como ya se señaló, existirán mecanismos estrictos de control, en los cuales participarán la Contraloría General de la República y nuestro Congreso Nacional, con las debidas reservas cuando la materia así lo amerite.
Se elimina, además, el piso mínimo de gastos reservados para la defensa nacional. Esto cobra particular importancia debido a que la actual Administración -tanto el Presidente Piñera como el Ministro Alberto Espina- ha tenido que enfrentar lo ocurrido con el uso de los gastos reservados de las Fuerzas Armadas, que están en cuestión y que ha motivado cambios sustantivos.
¡Se trata de decisiones drásticas!
Yo diría que son las decisiones más drásticas que se han tomado en democracia, debido al alto mando de las Fuerzas Armadas y de Orden.
Eso habla de un Gobierno que, frente a la actual situación que se está investigando en los tribunales, toma acción.
En lo que respecta a la participación de nuestro Poder Legislativo, se establece la obligación de presentar a nuestra consideración una iniciativa que regule las compras de capacidades estratégicas, las que deberán contar con controles democráticos y eficientes, a cargo del Congreso y de la Contraloría General de la República.
Es muy necesario aprobar este proyecto de ley, a fin de evitar que vuelvan a repetirse distorsiones en el sistema, como se ha venido observando durante los últimos años, tanto en lo que respecta a la compra de materia bélico y sus insumos como en el manejo de los fondos para gastos reservados, lo que ha desembocado en la sustanciación de diversos procesos judiciales, que por cierto afectan la imagen y el prestigio de las Fuerzas Armadas, las cuales constituyen un patrimonio de toda la nación.
Además, se establece la necesidad de avanzar, como principio rector -ya lo hemos dicho-, a un financiamiento plurianual de capacidades estratégicas; a un mecanismo de estabilidad de los gastos en capacidades estratégicas para la defensa; por supuesto, a la derogación de la Ley Reservada del Cobre, y a mecanismos explícitos de control civil y democrático del gasto en defensa.
Por eso, más que entrar en el detalle, expresado profundamente por los Senadores que han expuesto con anterioridad, quiero señalar que hoy estamos frente al cumplimiento de la palabra empeñada del Presidente en su Programa de Gobierno. Y, por supuesto, estamos también ante el liderazgo del Ministerio de Defensa para hacerse cargo de estos compromisos y resolverlos.
Por lo tanto, llamo a los señores Senadores a que impere el mismo espíritu que ha habido en la discusión.
El propio Ministro Espina ha reconocido que el nivel de este debate da cuenta de que es una materia de Estado.
En definitiva, podremos aspirar a financiamientos plurianuales para evitar que la Ley Reservada del Cobre siga siendo un compartimento estanco y cerrado.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, en primer término, quiero valorar el trabajo que el Congreso, particularmente el Senado, llevó a cabo en conjunto con el liderazgo del Ministro señor Espina, de los Subsecretarios y, particularmente, con la Secretaría de la Comisión de Defensa, que me honro en integrar.
Aquí hubo un perfeccionamiento.
A veces hemos escuchado que en el Congreso algunas leyes se tratan de manera exprés, de manera rápida, de manera poco seria. Esta es una demostración de una labor extraordinariamente prolija que permitió, en esa mesa de trabajo, consensuar aspectos tremendamente relevantes.
Dicho eso, señor Presidente, en un contexto de denuncias graves y fundadas por serios hechos de corrupción al interior de las Fuerzas Armadas, que incluso implicarían a varios ex Comandantes en Jefe del Ejército, establecer un control externo y civil al uso de los recursos destinados a dichas instituciones se transforma en un tema no solo de probidad, sino que derechamente de seguridad nacional.
Varios Senadores y Senadoras se han referido en detalle a algunas de las principales enmiendas que fueron introducidas en este proyecto durante su discusión. Yo quiero resaltar las siguientes:
-La creación del Consejo del Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas y precisión de sus funciones.
La función principal del Consejo será programar y controlar los flujos financieros del Fondo Plurianual. A sus integrantes les serán aplicables las normas de probidad, transparencia, lobby e inhabilidades de todos los funcionarios públicos, junto con otras especiales.
-La administración de las inversiones financieras del Fondo Plurianual, que le corresponderá al Banco Central en conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 12 de la ley N° 20.128, sobre responsabilidad fiscal.
-El establecimiento de un aporte basal asociado al aporte anual al Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas.
Existirá un aporte anual al Fondo Plurianual, que será asignado mediante la Ley de Presupuestos del Sector Público, de acuerdo a los requerimientos dispuestos en la planificación del desarrollo de la fuerza derivada de la política de defensa.
De esta forma, se supera la lógica de los pisos mínimos en el financiamiento del sector.
-Las comisiones técnicas del Congreso Nacional conocerán previamente el aporte presupuestario que se pretenda hacer conforme a la política de defensa, relevando el control democrático.
-Se reafirma la existencia de un Fondo de Contingencia Estratégico para enfrentar situaciones de crisis internacional y emergencias, y para anticipar adquisiciones de material bélico.
-Las medidas de control introducidas representan una oportunidad para que tanto el Parlamento como el Ministerio discutan abiertamente, o de manera reservada cuando corresponda, cuáles son las capacidades que Chile requiere para su defensa.
Asimismo, es importante considerar que se aumentan las atribuciones de la Contraloría General de la República en materia de gastos de la defensa.
Las múltiples herramientas que se incorporan en virtud de esta iniciativa elevan, sin lugar a dudas, la fiscalización del financiamiento de las Fuerzas Armadas a niveles nunca antes vistos en la historia de nuestro país.
Entre las principales medidas, se pueden destacar, por ejemplo:
a) Las comisiones técnicas de cada Cámara, de manera previa a la discusión presupuestaria de cada año, conocerán la actualización del programa cuatrienal de adquisiciones y los ajustes correspondientes al cuarto año.
b) El Congreso Nacional, al tramitar el proyecto de Ley de Presupuestos, va a discutir la proyección del aporte anual del cuarto año y el aporte anual.
c) La Contraloría General de la República va a fiscalizar los decretos que aprueban los proyectos del programa cuatrienal y podrá formular observaciones y auditorías, además de remitir los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado o al Ministerio Público, si así procede.
En fin. Yo creo que este nuevo control civil y ciudadano adecúa el estatuto de las Fuerzas Armadas a los nuevos tiempos, en los que, sin duda, los secretismos, la "reserva" y la no participación del mundo civil ya no tienen cabida. Por el contrario, se establecen claramente nuevas reglas, que incluyen fuertes controles y una importante participación del mundo civil, lo cual es del todo acorde a los nuevos tiempos que existen en materia de relación cívico-militar.
Vamos a votar este proyecto de ley en general, reiterando que ha sido fruto de una mesa de trabajo y que valoro profundamente la participación de los Subsecretarios, del propio Ministro de Defensa, de nuestra Secretaría de la Comisión de Defensa, así como el aporte que han hecho las distintas Senadoras y Senadores.
Gracias, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, ha sido una larga discusión. Seré breve.
Anuncio, desde luego, que voy a votar favorablemente todos los temas que están pendientes.
Quiero agradecer, primero, al Ministro Espina por la flexibilidad que ha mostrado en la discusión de este proyecto y recordar que esta ha sido una tarea que se ha prolongado a lo largo de los años y que fue iniciada, si no me equivoco, por el Senador Allamand cuando era Ministro de Defensa. A todos los que han participado en ella les hago llegar mis felicitaciones. Este es un buen proyecto.
Es un buen proyecto, sin embargo, que todavía da mucho que pensar respecto de lo que falta por avanzar, como ha planteado el Senador Quinteros. En el caso de las Fuerzas Armadas establecemos presupuestos plurianuales y todo tipo de facultades. No cabe duda de que todavía quedan muchas diferencias que resolver y mucho que democratizar en esta materia, señor Presidente.
No cabe duda también de que esto se refleja en el debate que aquí se ha planteado. No es un debate aún, pero los Senadores Guillier y Quinteros han planteado algunos asuntos que creo que es importante discutir respecto del famoso decreto sobre las Fuerzas Armadas.
Lo primero que quiero decir es que me pareció extemporáneo por una razón muy significativa: esto está en discusión en el Senado. Hay una ley sobre fortalecimiento de las policías que tiene un artículo que autoriza al Ministerio del Interior o a la autoridad respectiva para pedir la colaboración de las Fuerzas Armadas. Es cierto que lo restringe después solamente a Directemar, a la parte naval, pero no cabe ninguna duda de que sería el lugar para discutir esa materia. Si vamos a debatirla, hagámoslo en el Senado, como un tema de política importante y no por decreto. Eso es lo primero que quiero decir.
Segundo, yo siempre he sido contrario a la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones militares contra el narcotráfico. Lo fui cuando era Secretario General de la OEA y lo sigo siendo hasta ahora.
Sin embargo, respecto de la cuestión que hoy se plantea, y según lo que le he escuchado decir al señor Ministro, creo que hay algunos puntos de diferencia que es necesario conversar y tenemos que aterrizarnos mucho en la realidad.
Para aterrizarnos en la realidad hay que señalar que nosotros tenemos una frontera bastante larga, grande, en el altiplano y la precordillera, por la cual circula mucha droga. O sea, este no es un tema de pelearse con los aliados, con los amigos. Todos sabemos perfectamente que toda la cocaína que se produce en este mundo viene de Colombia, de Perú y de Bolivia; esa es la realidad. Por lo tanto, se trafica a través de la frontera, porque ni la fuerza policial peruana o boliviana, ni la chilena están en condiciones de realizar una interdicción. Y al lado disponemos de una cantidad de fuerza militar que, realmente, no tiene actividades que realizar y que cuenta con transportes, radares, observatorios y una cantidad de otras cosas que puede prestar logísticamente a la policía, para colaborar con ella.
A mi juicio, si regulamos eso no estamos transgrediendo la norma de que no participen en operaciones militares; estamos, sí, pidiendo una ayuda logística. Claro, la otra alternativa sería decir: "Bueno, si esta capacidad ociosa está ahí en la Defensa, por qué no la traspasamos a Carabineros". Francamente, sería ingenuo de mi parte, señor Presidente, pensar que eso va a ocurrir. No creo que eso vaya a suceder, por lo menos próximamente. Sería bueno, ciertamente, fortalecer nuestras capacidades de intervención fronteriza en Carabineros a costa de eso, pero no va a pasar.
Por el momento, entonces, sugeriría que este tema lo discutamos cuando corresponda, cuando venga el proyecto de ley que ya está casi terminado en la Comisión de Seguridad Pública. Ahí podremos debatir acerca de posibles usos, si es que hay alguno, de las Fuerzas Armadas en esta materia.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Senador Kenneth Pugh, le ofrezco la palabra.


El señor PUGH.- Señor Presidente, Honorable Sala, efectivamente, hemos llegado a un momento histórico porque se está encontrando una solución para darles a las Fuerzas Armadas un mecanismo de financiamiento "perpetuo", y uso ese término porque se trata de definir que lo que requiere el país, el Estado son capacidades estratégicas.
Yo quiero, primero, recordar nuestra Constitución, porque quizá lo más importante para lo que se tienen que preparar las Fuerzas Armadas es para prevenir lo que aparece catorce veces en la Constitución, y que es básicamente la palabra "guerra".
Por eso, en su artículo 32, numeral 17°, se señala que el Presidente es el único que puede disponer de las fuerzas. ¿Y para qué? Para darle respuesta a la duda que se tiene sobre el término "fuerza". Ese numeral establece esa responsabilidad única del Presidente, quien debe asumir la jefatura suprema de las Fuerzas Armadas.
Y aquí viene la diferencia con los otros Ministerios, porque este se prepara para ser conducido por el Presidente en la condición más crítica.
Por eso los países desarrollan capacidades estratégicas que tienen la fortuna de ser, hoy en día, polivalentes. Y como se ha mencionado, pueden también participar de acciones trascendentes para un país que tiene riesgo sísmico y tsunámico, como es Chile, donde ocurrió el sismo de mayor intensidad en el mundo y donde permanentemente estamos afectados por los extremos de todas las situaciones atmosféricas que hoy vemos, las que ponen a prueba constantemente esas capacidades.
Y también, por qué no, pueden participar en el combate de aquellos flagelos que están destruyendo a la sociedad, de los cuales el narcotráfico es el más importante.
¿Qué ocurre, entonces? Que finalmente se ha llegado a un acuerdo de dos Comisiones que son fundamentales para el desarrollo: la Comisión de Hacienda, que va a permitir financiar las capacidades estratégicas a través de la Ley de Presupuestos, y la Comisión de Defensa, que va a permitir articular la planificación del país, del desarrollo de esta capacidad de fuerza, con un mecanismo de control democrático que considerará la opinión del Parlamento.
Se ha llegado a un buen punto de equilibrio, que va a hacer realidad algo fundamental y que ha estado ausente de este debate: la posibilidad de activar la industria nacional. ¿Por qué? Porque estos aportes basales, que son flujos permanentes, permiten diseñar y desarrollar proyectos que se pueden hacer por chilenos, por chilenas, de diferente material, de capacidad polivalente, que le sirvan al país para enfrentar sus catástrofes, los flagelos del crimen transnacional y las situaciones de crisis, y ojalá con la disuasión suficiente para evitar la guerra.
Chile es, entonces, un árbitro de la paz, porque tiene capacidades estratégicas, y este mecanismo de financiamiento en sus diferentes artículos así lo ha previsto, incluso con una forma para desconectar la figura tradicional de los recursos provenientes de la venta del cobre, reemplazándola por la figura del financiamiento sobre la base de lo que el país es capaz de recaudar. Porque efectivamente vamos a transitar de una economía basada en commodities a una economía basada en servicios, que va a ser muy distinta a la que conocemos.
Este acuerdo político se ha podido alcanzar por el diálogo y el conocimiento. Yo quiero felicitar a todos los Senadores y Senadoras que se involucraron, con sus equipos legislativos; que pusieron personas a disposición para trabajar y llegar a un acuerdo, porque ese es el sentido de la política: lograr los acuerdos que posibilitan avanzar.
¿Qué vemos, entonces? Que Chile está navegando hacia el futuro, tratando de construir un mañana basado en nuestro conocimiento, en nuestras capacidades, para resolver algo que le da tranquilidad a toda la ciudadanía: que cada peso que se invierta en defensa tenga un destino conocido, para, ojalá, de esa manera estimular el desarrollo nacional.
Por eso, señor Presidente, no puedo estar más que contento con esta solución a la que hemos llegado: un mecanismo que le dé tranquilidad al país y, lo más importante, que le permita desarrollarse con sus capacidades estratégicas.
Voto a favor.
El señor QUINTANA (Presidente).- Senadora señora Provoste, tiene la palabra.


La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, en enero pasado, en el debate en general, señalamos como Comité que esperábamos una actitud dialogante del Ministerio de Defensa para incorporar en este proyecto de ley reales controles civiles y democráticos, entendidos estos como información, debate y decisión en el Congreso y posterior fiscalización de la Contraloría General de la República -fiscalización que hoy día no existe-, y que era urgente avanzar hacia una nueva institucionalidad donde el financiamiento y la adquisición de equipamiento de las Fuerzas Armadas no puedan seguir con la autonomía con que operaban hasta ahora.
Hoy, casi 6 meses después, conocemos un nuevo proyecto de ley sobre financiamiento de las capacidades estratégicas de las Fuerzas Armadas, que ha recogido parte importante de nuestras observaciones, las cuales se plasmaron en indicaciones que presentaron los parlamentarios de Oposición tanto en la Comisión de Defensa como en la de Hacienda, y que fueron analizadas y trabajadas técnicamente con los Subsecretarios del Ministerio en los meses de enero a marzo.
Aquí, señor Presidente, hubo diálogo político y técnico de la Oposición con el Ministerio de Defensa sobre las reformas institucionales que requerían tanto los gastos reservados como el sistema de financiamiento y compra del equipamiento militar de las Fuerzas Armadas.
A todos y todas nos parece grave, inentendible lo que ha ocurrido con las diversas investigaciones judiciales que muestran a instituciones en donde se han comenzado a naturalizar situaciones que se alejan de los estándares de probidad.
La solución a estas malas prácticas es que exista una nueva institucionalidad donde las compras militares y los gastos reservados estén sometidos al más estricto control civil y democrático.
Lo militar debe estar integrado al desarrollo de nuestro país y sometido a las mismas reglas institucionales.
Este proyecto establece que las compras militares tienen que estar en línea con la política de Defensa, la cual debe ser analizada anualmente en el Congreso Nacional. Asimismo, dispone que esos recursos destinados al equipamiento militar serán definidos y debatidos anualmente en la Ley de Presupuestos, y serán administrados financieramente por el Banco Central.
También se avanza en crear un nuevo sistema de compras del equipamiento militar, el cual será reglado por una ley que el Ministerio de Defensa se ha comprometido a ingresar en los próximos seis meses.
Aquí se establecerá que estas decisiones no las tomarán las instituciones militares, influenciadas por lobistas de las empresas de armamentos, sino la autoridad política, que es el Ministerio de Defensa; que se informará al Congreso y que este proceso estará fiscalizado por la Contraloría General de la República.
Estas materias se han acordado con el Ministerio de Defensa, y hemos demostrado una vez más que cuando el Ejecutivo mantiene una disposición verdadera de diálogo, como lo ha hecho el Ministro de Defensa, es posible avanzar en iniciativas tan importantes para el país como las materias abordadas en este proyecto de ley. Calificativos como "antipatriotas" y otros solo están presentes en aquellos que no valoran adecuadamente los espacios democráticos.
Valoro este gesto político. Se generó un espacio, presentamos nuestras visiones y encontramos puntos de equilibrio.
No fue fácil. Hubo largos debates de los Senadores y de nuestros equipos técnicos. Agradezco a nuestros equipos técnicos y al Senador Jorge Pizarro, quien nos representó en este espacio y mantuvo un diálogo fluido con toda nuestra bancada.
Consensuamos indicaciones en los terrenos comunes y se cumplió lo acordado, y eso es lo relevante en la política.
Valoro también el gesto que tuvo el Ministro de Defensa, quien asumió una realidad, fue capaz de trabajar con la Oposición como un bloque, no anduvo intentando dividirnos ni haciendo operaciones mediáticas para buscar efectismo político de corto plazo y entendió que lo relevante es llegar a votar en la Sala con una sólida mayoría para respaldar estas reformas.
Quiero destacar ese estilo que reivindica la política, el diálogo, la negociación y el cumplimiento de acuerdos en este Senado.
También identificamos algunos espacios en donde no tuvimos acuerdo, y creo que es necesario avanzar. Me refiero, por ejemplo, a lo que hoy día ocurre con Codelco y a que se mantenga la carga financiera de aportar al Fisco por diez años más.
Es una materia por revisar. Nos parece necesario acelerar esta transición para que Codelco desarrolle una minería más verde y sustentable, lo que requiere una fuerte inversión.
Por eso, vamos a apoyar este proyecto de ley, y reitero que valoro la disposición de diálogo genuino que ha tenido el Ministro de Hacienda... Perdón, el Ministro de Defensa -¡lo acabo de cambiar a biministro...!-, para que podamos avanzar en esfuerzos que este país requiere en otras áreas, como la Educación.
Voy a votar favorablemente, señor Presidente, y espero que esta actitud dialogante sea también un ejemplo para otros Ministros y Ministras de Estado.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, me voy a referir concretamente a tres de las votaciones que vamos a tener en los próximos minutos.
Respecto de la enmienda que suprime el artículo 96 de la Ley Orgánica Constitucional de las Fuerzas Armadas, disposición que establece un piso, nosotros entendemos que este mínimo está sobrepasado por los hechos, por las circunstancias y, también, por la historia. La verdad es que hoy día el gasto presupuestario de nuestras Fuerzas Armadas es muy superior al piso que consigna el artículo 96.
Por eso votaremos a favor de la eliminación de dicho precepto.
En segundo lugar, me referiré al artículo 4º, que sustituye el destino de los recursos de la Ley Reservada del Cobre y determina un cronograma de doce años: durante nueve años Codelco seguirá contribuyendo con el 10 por ciento de las ventas de cobre; el año 10 aportará el 7,5 por ciento; el año 11, el 5 por ciento; el año 12, el 2,5 por ciento, y el año 13, 0 por ciento.
Ahí se termina el cronograma establecido.
¿Por qué creemos que es necesaria esta programación, este mecanismo de gradualidad para la derogación del 10 por ciento? Porque estos recursos, si bien ingresan a una cuenta extrapresupuestaria, forman parte de los ingresos generales del Fisco y, por tanto, se consideran para el cálculo tanto del déficit efectivo cada año como del balance estructural.
El Fisco necesita darse ese tiempo para ir poco a poco regularizando sus cuentas. Se requiere dicha gradualidad para no afectar el balance fiscal año a año ni el de mediano plazo, conocido más bien como "balance estructural".
También votaremos a favor del artículo 4º, por la gradualidad que establece.
Finamente, señor Presidente, el artículo quinto transitorio establece cómo se distribuirán los recursos.
Eso se hará más o menos de la siguiente forma: una parte importante de ellos se va a destinar al objeto de que en los primeros cinco años se pueda contar con los recursos necesarios que permitan garantizar el Fondo Plurianual que se contempla; una segunda parte, que hoy día está en la llamada "cuenta 4", irá al denominado "Fondo de Contingencia Estratégico", y otra parte es para pagar deudas, compromisos vigentes.
Y queda una cantidad que todavía no es fácil de precisar pero que se estima que no será menos de mil millones de dólares. La idea es que pase al Fondo de Estabilización Económica y Social.
¿Por qué se destina ahí? Precisamente porque ese Fondo está para atender las situaciones de emergencia que tenga el país, que ojalá no ocurran; por ejemplo, si hubiese una recesión económica en el mundo y los ingresos fiscales no alcanzaren para cubrir los gastos que se generen. En esas circunstancias, como aconteció el año 2009, se recurre al Fondo de Estabilización Económica y Social.
Por eso es bueno que tales recursos, aparentemente excedentes, pasen a formar parte del aludido Fondo.
Señor Presidente, tal como aquí se ha dicho, ¡este es un buen proyecto para Chile!, ¡es un buen proyecto para nuestras Fuerzas Armadas!, porque vamos a terminar con el mito de que se financian con el 10 por ciento de las ventas de cobre.
¡Nunca ha sido así! ¡Nunca se les ha entregado toda la recaudación del 10 por ciento!
Además, es un buen proyecto para nuestras finanzas públicas: habrá más claridad, más transparencia, mayor ejercicio de control del propio Congreso sobre los recursos que se les entregan a nuestras Fuerzas Armadas.
Termino mi intervención, señor Presidente, diciendo que me sumo a las felicitaciones por la perseverancia del Presidente de la República, don Sebastián Piñera, y por el trabajo del señor Ministro de Defensa, don Alberto Espina, como también de los dos Subsecretarios, del Director de Presupuestos, quien está en la Sala, y del Ministro de Hacienda.
Asimismo, cabe recordar los esfuerzos que en su momento hizo sobre la materia como Ministro de Defensa nuestro Senador don Andrés Allamand.
El señor QUINTANA (Presidente).- La Mesa hace suyo también el reconocimiento al Senador Andrés Allamand, quien, siendo Ministro de Defensa, presentó la iniciativa que hoy día estamos analizando.
Tiene la palabra, a continuación, el Senador señor Montes.


El señor MONTES.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero decir muy brevemente que a mí no me parece que se vincule a las Fuerzas Armadas en la lucha directa con el narcotráfico. La experiencia en ese ámbito es mala; hay alto riesgo. Y, en caso de ser así, deben tomarse medidas muy restrictivas y de mucho control.
Reitero: la experiencia no es adecuada.
No quiero entrar en más detalles al respecto.
En relación con este proyecto, considero que es muy importante porque terminamos nada menos que con la Ley Reservada del Cobre. ¡Con eso estamos terminando! Es una normativa que tiene muchos años y ha pasado por distintas modalidades.
Sé que esa ley ayudó a que no se privatizara Codelco. Todos ahora debemos asumir el gran compromiso de que no se privatice, porque en otras etapas de la historia fueron las Fuerzas Armadas las que impidieron que ello ocurriera.
Es muy relevante, además, porque establece un nuevo modelo de financiamiento para las Fuerzas Armadas, como aquí se ha dicho. Y no es fácil ponerse de acuerdo en una materia de tal naturaleza.
Por cierto, ha habido un largo proceso para construir esos acuerdos.
En ese sentido, valoro mucho el período en que Andrés Allamand fue Ministro de Defensa. Junto con Jorge Burgos y Patricio Hales, nos tocó trabajar muchas veces con él tratando de generar alternativas, soluciones en un contexto que no era el mismo de ahora.
Por otro lado, considero muy destacable cómo ha asumido esto el Ministro Alberto Espina, a quien se le nota una fuerte vocación y que tiene historia democrática y experiencia como congresista, como Senador, y actúa con mucha calidad política para oír y recoger las diversas opiniones, para estar de acuerdo o en desacuerdo. Es una práctica democrática que ojalá se expandiera a muchos otros temas, a numerosos proyectos, como ha dicho la Senadora Provoste.
Eso es algo que efectivamente nos permite crecer a todos.
Me parece que, entre este proyecto y el texto que llegó al Senado desde la Cámara de Diputados, hay por lo menos dos diferencias muy centrales, que se relacionan con los pisos. Lo digo, porque esto originalmente se discutió en otro contexto: el cobre tenía un valor distinto; había excedentes; la situación era muy diferente.
Creo que ahora se resuelve bien el punto, pues hay una suerte de aporte basal, a partir de lo cual se aseguran ciertos niveles, pero, además, se contempla toda la flexibilidad propia del proceso democrático.
Por otro lado, se fortalece el control democrático. Tal objetivo estaba en la iniciativa anterior, pero aquí se robustece, dado que ahora existe otro momento conceptual, político y cultural que lo permite. Nadie hoy día sostiene que no debe haber control democrático. Al contrario, es preciso fortalecerlo.
Pienso que el terminar con la afectación de Codelco en lo referente a la entrega de recursos es un tema pendiente. Me voy referir a este punto.
En la actualidad se destina el 10 por ciento de las ventas de cobre a las Fuerzas Armadas; antes era un porcentaje de las utilidades. Durante la dictadura esto se cambió.
Acá el señor Galli, Subsecretario para las Fuerzas Armadas, dijo que el término de ese aporte ocurrirá en un período de doce años. ¡Los aumentó en dos en este rato...!
La verdad es que eso es harto tiempo.
Se debe considerar que el hecho de poner -lo han señalado varios Senadores- bajo el debate político y cultural el control democrático tanto de los gastos corrientes como de la inversión de las Fuerzas Armadas es un paso muy grande para fortalecer la democracia. Además, el planteamiento se basa en un concepto responsable: que sea por cuatro años y en el quinto se pone en discusión la materia. Es una manera de asegurar estabilidad al financiamiento.
En definitiva, asegurar el control democrático fue, en mi opinión, una solución bastante inteligente.
Dado que no tengo tiempo suficiente, no voy a entrar en las muchas dimensiones de este asunto.
Me parece que la manera en que se formula el conocimiento y se plantea el debate de los objetivos de la política de defensa, y cómo se realiza la planificación del desarrollo de la fuerza, en consistencia con el financiamiento en un país democrático, sólido, ubicado en este rincón del mundo, es algo tremendamente fuerte.
Es cierto que no discutimos con toda la profundidad que se requería el concepto de "fuerza". Pero el Senador Coloma nos ha ayudado mucho a entender esa parte del problema.
Señor Presidente, si me concede un minuto más, quiero decir un par de cosas sobre Codelco.
El señor QUINTANA (Presidente).- Continúe, señor Senador.
El señor MONTES (Presidente).- Creo que dejar doce años más a Codelco afectado por el aporte de sus ventas, entendiendo que en los últimos tres se descontará 2,5 por ciento cada año, es una restricción bastante fuerte.
¡Eso afecta a Codelco!
Lo afecta en sus estados financieros, en sus capacidades y flexibilidades para relacionarse con los mercados del mundo.
Podría perfectamente acortarse tal afectación: en lugar de diez años, podrían ser cinco; y, alternativamente, podría no ser el 10 por ciento, sino reducirse a 7, a partir del quinto año.
Codelco requiere más flexibilidad para ser una empresa exitosa.
La objeción que nos plantea la Diprés, que posee argumentos, es que esto implica bajar los ingresos fiscales, porque Codelco hoy día no aporta en el impuesto de primera categoría. Desde hace algunos años contribuye con cero, y va a seguir así, pues tiene un alto nivel de endeudamiento.
Entonces, al bajar el costo (en este momento, el 10 por ciento de las ventas), no necesariamente aumentan las utilidades, por el hecho de que existe un pasivo muy alto. Eso efectivamente es así. Por lo tanto, la Diprés, para asegurarse, determina esa restricción.
Me dicen que Codelco va a tener este problema hasta el año 2028. En consecuencia, se genera una situación seria.
La Dirección de Presupuestos prefiere mantener tal restricción.
Yo quiero aclarar una cosa, entendiendo que la gente de la Diprés es muy inteligente.
Durante cuatro años va a estar financiado el gasto de las Fuerzas Armadas -lo estará con el resto de la cuenta 4-, pero estas van a seguir recibiendo el 10 por ciento de las ventas del cobre; o sea, van a tener ingresos y no gastos durante cuatro años. Y lo he confirmado con ellos.
Esta es una manera de incrementar los ingresos públicos. Se dice que existe un problema por falta de espacios para gastos, entre distintas otras cosas.
Pero que quede claro -y se lo digo al Presidente de la Comisión de Hacienda-: durante cuatro años, en los que las Fuerzas Armadas además van a recibir el 10 por ciento de las ventas, se generará un excedente, porque en ese lapso se usará una reserva que había en la cuenta 4. Concretamente es eso.
Debiéramos discutir más ese punto para ver si es posible destinar esos dineros a otros objetivos, como los relativos a vivienda, obras públicas, ingeniería. Nuestro mayor problema en inversión se relaciona con ingeniería; a lo mejor hay que hacer una gran inversión en esta materia. A ingeniería de proyectos, me refiero.
Ojalá la Diprés halle una solución mejor de aquí a que termine el debate sobre esta iniciativa; aliviemos un poco más a Codelco, y encontremos un destino mejor para esos cuatro años.
El señor QUINTANA (Presidente).- A continuación, tiene la palabra, el Senador señor Allamand.


El señor ALLAMAND.- Señor Presidente, quiero partir sumándome a los reconocimientos que han expresado diversos señores Senadores por el extraordinario trabajo que ha hecho el actual equipo del Ministerio de Defensa con distintos parlamentarios y con los equipos técnicos, que, en definitiva, han logrado que estemos discutiendo este proyecto en las condiciones en que lo estamos haciendo.
Si bien es cierto me correspondió en el año 2011 dar el impulso a esta materia al presentar la iniciativa original, hay que admitir -y me siento muy contento por ello- de que el producto final es aún mucho más robusto y mucho más -diría yo- afiatado en sus distintos aspectos.
Dicho lo anterior, sin entrar a referirme a los elementos técnicos o específicos del proyecto, a los que se han referido otros Senadores, quiero señalar algo en particular sobre un aspecto que, según entiendo, no se ha mencionado durante la sesión.
Esta iniciativa es muy importante por muchas razones.
Es fundamental porque fortalece uno de los rasgos más significativos de Chile, que es precisamente la capacidad para generar políticas de Estado en ámbitos tan relevantes como defensa o relaciones exteriores.
Yo no sé si habrá muchos países que sean capaces de aprobar una norma de financiamiento de las Fuerzas Armadas virtualmente por unanimidad.
Este proyecto también es importante para la democracia.
La democracia, a través de este Congreso, recupera el rol fundamental en todo lo relacionado con las capacidades estratégicas de las Fuerzas Armadas, de las que se encontraba separada.
Es importante esta iniciativa, además, para renovar la capacidad de alcanzar acuerdos en materias tan complejas. Cuando el debate político y legislativo se entrampa o se crispa, se echa de menos la capacidad para dialogar, para deponer posiciones intransigentes y para lograr acuerdos tan importantes, como el que se acaba de concretar, práctica que ojalá se pudiera replicar en otras tareas de la misma envergadura que el país tiene por delante.
Pero lo que no se ha dicho, señor Presidente, es lo importante que resulta esta reforma para las propias Fuerzas Armadas. Hasta ahora no se ha mencionado este aspecto.
Pienso que este proyecto es extraordinariamente importante para nuestras instituciones armadas. ¿Por qué? Porque, en definitiva, les estamos estableciendo un sistema de financiamiento con características de estabilidad y trasparencia, pero también con fondos suficientes.
Señor Presidente, en algunas épocas de nuestra historia se fue generando entre el mundo militar y el mundo civil lo que el ex Comandante en Jefe del Ejército Carlos Prats denominó un "sordo rencor".
¿A qué se refería Carlos Prats cuando hacía alusión a que se había producido un sordo rencor entre la civilidad y el mundo militar? A que el ámbito político había sido incapaz de apreciar la importancia de la defensa en sus distintos aspectos y, sobre todo, había dejado a nuestras instituciones armadas con un financiamiento completamente insuficiente para el cumplimiento de sus altas tareas.
Basta recordar cuando hace algunas décadas enfrentamos situaciones vecinales complejas, en que nuestra posición era particularmente débil desde el punto de las capacidades estratégicas.
Hoy se da una señal histórica: el mundo político es capaz de reemplazar un sistema de financiamiento que tenía las características que se han aludido, por otro que posee rasgos extraordinariamente positivos.
Señor Presidente, termino diciendo que esto es bueno para las Fuerzas Armadas, porque, de alguna manera, el que existiera un cuestionamiento permanente a su financiamiento afectaba su prestigio, afectaba su desarrollo y afectaba su forma de imbricarse en la vida nacional.
Por todas esas razones, muy contento voy a votar a favor de este proyecto.
El señor QUINTANA (Presidente).- Solicito el acuerdo de la Sala para que presida la sesión el Senador señor Pizarro.
Acordado.
--Pasa a presidir la sesión el Senador señor Pizarro, en calidad de Presidente accidental.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Antes de darle la palabra al Senador señor Huenchumilla, les quiero recordar a Sus Señorías que tenemos fijado un homenaje muy importante al movimiento scout de nuestro país.
Nos acompañan en las tribunas representantes de distintos lugares, de diferentes grupos, y también una delegación del cuerpo diplomático del Reino Unido.
Sugiero lo siguiente: dar la palabra al señor Senador; después suspender el debate; hacer el homenaje, y luego retomar la discusión de esta iniciativa.
¿Les parece?
Acordado.
Tiene la palabra el Senador señor Huenchumilla.


El señor HUENCHUMILLA.- Señor Presidente, yo no trabajé este tema en las Comisiones de Hacienda ni de Defensa, pero lo señalado por el Senador Coloma me motivó a intervenir; porque considero que ha colocado sobre la mesa el punto central político respecto de lo que estamos discutiendo.
Él se pregunta: "¿Y qué es la fuerza?". Existe mucha gente en Chile y en el mundo que se cuestiona: "¿Por qué debemos tener una fuerza armada?".
¿Se justifica en una comunidad humana la existencia de las Fuerzas Armadas?
¿Por qué tenemos que gastar tantos recursos públicos en las Fuerzas Armadas?
En consecuencia, lo que está preguntando el Senador Coloma es cuál es la justificación política de la existencia de instituciones armadas en los distintos países del mundo.
Pienso que la respuesta al Senador Coloma, mi estimado colega, se dio unos cuatrocientos años atrás con la creación del Estado moderno territorial y con la creación de los ejércitos profesionales del Estado (con mayúscula), porque, antes de eso -de la formación del Estado- la violencia estaba privatizada en todas partes, en distintos grupos alrededor del mundo y, por lo tanto, no había quién condujera y le diera un sentido jurídico al uso de la violencia.
La violencia es consustancial a los seres humanos, y por eso la diferencia surge cuando se crea el Estado moderno y monopoliza el uso de la fuerza.
Esto fue muy bien dicho por el gran sociólogo Max Weber, quien definió al Estado como aquella comunidad humana, asentada en un territorio, que reclama para sí, con éxito, el monopolio legítimo de la fuerza. Dentro del Estado regulado, la fuerza es legítima; fuera del Estado, la fuerza es ilegítima.
En consecuencia, lo que se ha hecho es entregar la violencia, que estaba dispersa entre los hombres, a la juridicidad del Estado, en virtud de lo cual este la controla, la regula y establece su desarrollo. Y por eso, cuando hablamos de desarrollo de la fuerza, estamos aludiendo a las capacidades estratégicas del Estado. Y esto es así, como digo, desde la creación del Estado moderno territorial y de la instauración de los ejércitos profesionales.
A todo eso se agregó el Estado de Derecho, en virtud del cual el Estado, sus organizaciones y sus habitantes se someten al veredicto de la ley, y se sumó también la democracia, donde ya no es el rey ni el tirano el que regula la sociedad, sino todos nosotros integrando una comunidad democrática.
Y lo que estamos haciendo hoy día, en este debate, es definir cómo regulamos nuestras Fuerzas Armadas y su financiamiento, porque, después de setenta años en que tuvimos un financiamiento basado en la Ley Reservada del Cobre, no consensuada entre nosotros y que, en nuestra opinión, no era un buen sistema para el país, felizmente hoy día podemos discutir de qué manera vamos a regular la fuerza armada -sin ese ¡la fuerza armada!-, cuya institucionalización son las Fuerzas Armadas.
En ese sentido, lo que estamos haciendo es de la máxima importancia, pues vamos a crear un nuevo mecanismo -dejando atrás la Ley Reservada del Cobre-, con todos los ripios y problemas que aquí se han señalado -que yo suscribo, aun cuando también considero que muchas cosas pueden perfeccionarse-, para que, de esa manera, el sistema tenga legitimidad. Por eso es tan importante -¡tan importante!- que el Ejército tenga el respaldo que le corresponde, como institución del Estado, con sus luces y sombras, y por eso no queremos que nadie se robe la plata, porque eso le resta legitimidad entre nosotros.
Las instituciones del Estado no pueden negarse a la transparencia en el uso de los recursos que democráticamente...
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Concluyó su tiempo, señor Senador.
Dispone de un minuto más.
El señor HUENCHUMILLA.- Decía que las instituciones del Estado no pueden negarse a la transparencia en el uso de los recursos que democráticamente les estamos estableciendo en virtud de nuestro mandato.
Por eso también me preocupa que la fuerza se utilice de acuerdo a la Constitución y la ley. Tengo serias dudas, señor Ministro de Defensa, de que, con la normativa vigente, las Fuerzas Armadas puedan ser utilizadas en la lucha contra el narcotráfico. Me parece que los artículos 101 y 39 de la Constitución, este último relativo a los estados de excepción constitucional, no permiten el uso de esa fuerza. Podemos discutirlo, tal como planteó aquí nuestro colega el Senador José Miguel Insulza, pero ese debate tiene que hacerse en sede legislativa, en sede del Estado de Derecho, pues de esa manera legitimamos a nuestras instituciones.
Por eso, me felicito de que hoy día, en el año 2019, estemos dando un nuevo paso para legitimar el correcto uso de la fuerza en términos disuasivos con el propósito de acrecentar las capacidades estratégicas del país.
Gracias, señor Presidente.


El señor PIZARRO (Presidente accidental).- A usted, señor Senador.
Se suspende por unos instantes la discusión particular del proyecto para proceder a realizar el homenaje previsto.
NUEVO MECANISMO DE FINANCIAMIENTO PARA CAPACIDADES ESTRATÉGICAS DE DEFENSA NACIONAL
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Continúa la discusión particular del proyecto que establece un nuevo mecanismo de financiamiento de las capacidades estratégicas de la Defensa Nacional.
Tiene la palabra el Senador señor Pérez Varela.


El señor PÉREZ VARELA.- Señor Presidente, quiero iniciar mis palabras expresando que en este proyecto de ley se hizo un profundo trabajo de discusión, de diálogo, de negociación, de escucharnos unos a otros. Creo, pues, que ello ha contribuido a que hoy día tengamos una propuesta legislativa que va a recibir un gran respaldo en el Senado.
A ese respecto, debo puntualizar que los Senadores integrantes de las Comisiones de Defensa y de Hacienda; los asesores, y el Gobierno, a través del Ministro Espina y de los subsecretarios, jugaron un rol fundamental.
No era fácil ponerse de acuerdo en una materia que generaba tantas sensibilidades y que llevaba un largo tiempo de discusión sin que existiera voluntad política para avanzar en la solución. Y en las referidas instancias se avanzó en su resolución.
Yo no quisiera entrar en los aspectos técnicos en que esta iniciativa incursiona en demasía; en la manera como se van a establecer el Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas de la Defensa y el Fondo de Contingencia Estratégico; en las obligaciones de la Contraloría General de la República; en las atribuciones y los mandatos que se le dan al Consejo de Defensa del Estado; en las variadas tareas que deberán asumir las Comisiones de Defensa tanto de la Cámara de Diputados cuanto del Senado; en la forma en que ambas ramas del Parlamento discutirán las distintas materias.
Más bien, deseo centrar mi intervención en las responsabilidades que empezamos a asumir como mundo civil, como mundo político frente al tema de la Defensa Nacional.
Señor Presidente, a partir de la ley en proyecto este asunto deja de ser de los militares y debemos superar las palabras del ex Comandante en Jefe Carlos Prats que nos recordaba el Senador Allamand acerca de esa instancia sorda,...
El señor LAGOS.- ¡Sordo rencor..!
El señor PÉREZ VARELA.-... de ese sordo rencor; de ese no escucharse; del hecho de estar en compartimentos estancos absolutamente distintos.
Hoy día, a partir de la definición que se adopte, el Senado, los partidos políticos y sus dirigentes van a asumir una responsabilidad que a lo mejor nunca tuvieron en la historia de Chile.
En efecto, respecto de lo que ahora estamos regulando, el financiamiento, la manera de realizar las adquisiciones, en fin, exigirán un acuerdo en política de defensa.
¿Cuándo hemos discutido aquí, en el Senado, sobre una política de defensa? ¿Cuántos de nuestros asesores son especialistas en defensa? ¿Qué asesores tienen nuestros partidos en la materia?
Tales cuestiones van a requerir, entonces, estudios, contacto con la academia y con especialistas para ir construyendo una política de defensa, lo que es responsabilidad de todos y no solo de los militares.
Deberemos prepararnos y trabajar duramente para entender con claridad la política militar; por ejemplo, lo que el Senador Coloma llamaba "desarrollo de la fuerza", porque esos son pasos previos indispensables para que el Congreso Nacional entregue los recursos.
Sin acuerdos sobre política de defensa; sin desarrollo de la política militar; sin planificación en el desarrollo de la fuerza; sin una discusión política de Estado acerca de la materia no va a ser posible contar con los recursos.
Este proyecto nos convoca no solo a discutir cuántos aviones, cuántos tanques, cuántos submarinos, sino también a que analicemos con seriedad, con patriotismo, con sentido de futuro cuál es la política de defensa que queremos.
Han salido previamente algunas definiciones. Por ejemplo, el tener Fuerzas Armadas polivalentes para enfrentar tanto las situaciones de seguridad nacional como las catástrofes que año a año golpean a parte importante de nuestro territorio.
Aquello va a hacer necesario, por lo tanto, un esfuerzo político significativo.
Pido un minuto adicional, señor Presidente.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Puede continuar, Su Señoría.
El señor PÉREZ VARELA.- Gracias.
Señor Presidente, en la discusión habida en las Comisiones de Defensa y de Hacienda hubo un alto espíritu democrático y se demostraron el liderazgo del Presidente de la República y de su Ministro de Defensa y la capacidad de Senadores de distintas sensibilidades para ponernos de acuerdo en torno a la existencia de una nueva política de defensa y de financiamiento de las Fuerzas Armadas que va a generar legitimidad -como aquí se ha dicho- y será buena para dichas instituciones.
Por cierto, aquello va a requerir un esfuerzo especial de todos y cada uno de nosotros.
A partir del próximo año, seguramente, el Presidente de la República va a tener la atribución relativa a la política de defensa, la que deberá contar con respaldo ciudadano. Y nosotros, que contaremos con capacidad para fiscalizar la acción de las instituciones castrenses, cómo vamos a poder ejercer esa atribución sobre algo que no entendemos, que no comprendemos a cabalidad.
La ley en proyecto es buena para las Fuerzas Armadas, y nos impondrá una gran exigencia a todos nosotros.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- El Senador señor Navarro no está en la Sala.
Tiene la palabra el Honorable señor Durana.


El señor DURANA.- Señor Presidente, el proyecto de ley que ahora nos ocupa tiende a lograr un equilibrio al establecer la facultad del Congreso Nacional para discutir y decidir sobre el financiamiento de las capacidades estratégicas de nuestras Fuerzas Armadas, toda vez que hoy el Poder Legislativo se encuentra excluido de las resoluciones que se adoptan al respecto.
De igual forma, va en la línea de asegurar que el financiamiento de las materias de defensa y que tienen relación con nuestra integridad como Estado no dependan de las variaciones en el precio internacional del cobre.
Para tal efecto, se establecen mecanismos de transparencia, puesto que en esta materia constituye una política de Estado que debe establecer las instancias indispensables para que los controles civiles y democráticos sean efectivos, lo cual se alcanza con la participación de la Contraloría General de la República y el Congreso Nacional.
Un sistema eficiente de administración de los recursos necesarios para el financiamiento de las capacidades estratégicas del Estado es fundamental para una adecuada ejecución de tareas de nuestras Fuerzas Armadas. Y ello es esencial en regiones como Arica y Parinacota, en la cual la presencia y funcionamiento de las instituciones castrenses se palpa con sentido de patriotismo en la garantía de nuestra soberanía e integridad territorial.
El sacrificio que las Fuerzas Armadas hacen en nuestra Región requiere contar con condiciones de infraestructura, recursos materiales y humanos eficientes, que permitan el pleno cumplimiento de su labor. Y, en esto, el respeto que le debemos a la función de soberanía de dichas instituciones no admite improvisaciones.
Quienes somos de regiones fronterizas, quienes vivimos en el extremo norte, quienes estamos permanentemente sometidos al hecho de tener largas fronteras, a las cuales resulta absolutamente imposible llegar sin la tecnología y sin la presencia de nuestras Fuerzas Armadas, debemos entender que este proyecto de ley es muy importante, porque va a eliminar este piso mínimo para la realización de sus actividades generales y considerará una planificación con horizontes no inferiores a los 8 años, que permitirá desarrollar planes cuatrienales de inversiones a partir de la creación del Fondo Plurianual de Capacidades Estratégicas de la Defensa, el cual estará encargado de la programación y control de flujos financieros, a cargo del Banco Central.
Asimismo, se debe destacar la creación del Fondo de Contingencia Estratégico para enfrentar situaciones de crisis y el financiamiento de material bélico dañado o su compra cuando sea necesaria la adquisición para la mantención o desarrollo de las capacidades estratégicas, también administrado, desde un punto de vista financiero, por el Banco Central y bajo el control de la Contraloría General de la República.
Con esta normativa, el Congreso Nacional de hoy y del futuro deberá actuar con la máxima responsabilidad y madurez. No debe entenderse ni interpretarse que la ley en proyecto sea una forma de politizar a nuestras Fuerzas Armadas.
Nuestra historia, nuestros centinelas en cada frontera se merecen ejercer sus funciones amparados en sistemas administrativos transparentes e incuestionables, resguardándose en todo momento nuestro deber de reserva y cuidado.
Anuncio desde ya mi voto a favor.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Ricardo Lagos Weber.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, voy a ser extremadamente breve, no solo porque disponemos de cinco minutos, sino porque ya hice uso de la palabra al informar del proyecto. Eso sí, quería formular un par de reflexiones que exceden el ámbito que nos compete como Presidentes de Comisión.
En primer lugar, esta es una ley largamente anhelada y buscada desde que recuperamos la democracia, si bien es cierto que la Ley Reservada del Cobre es más antigua que aquello, pues tiene más de sesenta años.
Pero con este proyecto de ley, en definitiva, establecemos un mecanismo de financiamiento de las Fuerzas Armadas que es transparente; que es más moderno; que le da estabilidad al sistema; con un carácter -como ya dije- estable, plurianual. A la vez, se establece un adecuado equilibrio entre las necesidades de contar con un presupuesto que se defina año a año, como sucede con el resto de los recursos que requiere el Estado de Chile, pero teniendo claridad y conciencia de las necesidades de efectuar inversiones de mediano y largo plazo que requieren cierta continuidad. De igual forma, nos hacemos cargo de la necesidad de disponer de recursos de manera excepcional, pero con un régimen relativamente regulado. Y también liberamos a Codelco de una carga -si ustedes quieren llamarla así-, desde el punto de vista de la empresa, que es importante.
Y desde esa perspectiva, creo que son solamente buenas noticias.
¿Qué quisiera rescatar de la iniciativa? Que ella viene a casi redondear la relación entre las Fuerzas Armadas y el poder civil, el sistema democrático en Chile.
Nuestras Fuerzas Armadas se han modernizado; han experimentado cambios muy profundos en los últimos 25 a 30 años. Considero que un tema no relevado hoy día es el rol que cumplen nuestras instituciones de la defensa, a su nivel, con la fuerza que tienen, con los recursos que les damos, con presencia en distintos ámbitos de la comunidad internacional. Es una manera de decir que Chile contribuye también a las reglas internacionales, al mantenimiento de la paz y a marcar presencia.
Lo que hace la ley en proyecto al final es -como digo- redondear y cerrar un círculo para asegurarnos que el financiamiento correspondiente además tenga un control democrático, civil, como sucede en otros países más sofisticados o más desarrollados que nosotros. Creo que en nuestro caso ese elemento estaba faltando, en cuanto a poder velar por las decisiones que se toman respecto al llamado "desarrollo de la fuerza".
Quiero terminar con lo siguiente: lo que queda es también cuidar a las Fuerzas Armadas.
Y uno las cuida con una normativa como la que nos ocupa, porque creo que les da mayor legitimidad a la hora de reclamar su financiamiento; no quedan cuestionadas a raíz de una ley con una carga política o emocional, por la forma en que se hallaba establecida la utilización de los recursos que se les daban.
A mi entender, se cuida a las Fuerzas Armadas, entonces, cuando les establecemos los recursos adecuados; cuando proveemos de transparencia a la toma de decisiones; cuando se ejerce un control, que tiene un lado siempre complejo, y se tiende a pensar: "me están controlando, pero, al mismo tiempo, eso me da legitimidad para poder seguir actuando, y serán otros además los que se harán responsables de las decisiones y no solo las Fuerzas Armadas".
Cuando uno cuida y protege a las Fuerzas Armadas debe delimitar claramente el mandato y para lo cual ellas fueron creadas.
Por último, desde el punto de vista de lo que sucede en el exterior, la aprobación de la ley en proyecto acá, y que verá su trámite definitivo más adelante en otras instancias, constituye una buena señal también para afuera, porque hay países que miran lo que hacemos en Chile en materia de Fuerzas Armadas y de su financiamiento, y sacan sus conclusiones.
Y una conclusión ineludible es que la sociedad chilena, el Estado, sus poderes públicos pudieron organizarse de tal forma que un elemento que podía ser un obstáculo, una piedra de tope, algo que generaba cierta tensión en algún minuto, ahora se resuelve. En consecuencia, respecto del desarrollo de la fuerza en Chile, hoy día podemos pensar exactamente qué queremos y no cómo lo vamos a hacer, porque el cómo está acordado hoy día acá para el largo plazo.
Por eso, valoro también esto como una decisión hacia afuera. No solo yo estoy contento con la futura ley. Ojalá que otros en el exterior también estén contentos cuando vean que Chile es capaz de ponerse de acuerdo en un asunto tan sensible, con lo cual vamos a poder asegurar que nuestras Fuerzas Armadas sigan cumpliendo con su mandato principal, que es el resguardo de nuestras fronteras y la protección de la soberanía chilena. Y para eso dispondrán de todos los medios y las capacidades profesionales, técnicas, con capital humano, con capital del otro, para hacer frente a lo que se pueda presentar. Y, al mismo tiempo, tendrán una presencia que impida pensar en aventuras de otra naturaleza.
Anuncio mi voto a favor.
El señor QUINTANA (Presidente).- Por haber llegado el término del Orden del Día, quedará pendiente la discusión del proyecto para la siguiente sesión, el miércoles de la próxima semana, en que escucharemos a los cuatro Senadores que están inscritos: Senador Navarro, Senadora Allende, Senador Chahuán y Senador Girardi.
Y, por supuesto, procederíamos con la consiguiente votación.
El señor MONTES.- ¡El coronel Chahuán ya habló...!
¡El comandante Navarro no habló...!
El señor QUINTANA (Presidente).- Entonces, quedarían tres Senadores pendientes, sin perjuicio de que alguien quiera fundamentar su voto, aunque ya se ha justificado bastante.
Agradecemos al Ejecutivo, que nos ha acompañado hoy día, encabezado por el Ministro de Defensa, en la discusión de este importante proyecto.
El señor ESPINA (Ministro de Defensa Nacional).- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra, señor Ministro.
El señor ESPINA (Ministro de Defensa Nacional).- Señor Presidente, en primer lugar, agradezco a todos los Senadores que han hecho uso de la palabra y han valorado el acuerdo a que hemos llegado en esta materia.
Quiero preguntarle a Su Señoría si el proyecto se va a votar efectivamente el día miércoles. Yo entiendo que sí. Sé que usted es el encargado de hacer la tabla...
El señor QUINTANA (Presidente).- Va a quedar en el primer lugar de la tabla.
El señor ESPINA (Ministro de Defensa Nacional).- Estupendo, señor Presidente, muy amable.
--Queda pendiente la discusión particular del proyecto.