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CREACIÓN DE DERECHO DE ATENCIÓN PREFERENTE EN SALUD. INFORME DE COMISIÓN MIXTA


El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Corresponde ocuparse en el informe de Comisión Mixta recaído en el proyecto que modifica la ley N° 20.584 a fin de crear el derecho a la atención preferente, con urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.156-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señor Girardi, señoras Goic y Van Rysselberghe y señores Chahuán y Quinteros):
En primer trámite: sesión 60ª, en 16 de octubre de 2018 (se da cuenta).
En tercer trámite: sesión 21ª, en 4 de junio de 2019.
Informes de Comisión:
Salud: sesión 75ª, en 11 de diciembre de 2018.
Mixta: sesión 28ª, en 19 de junio de 2019.
Discusión:
Sesiones 93ª, en 23 de enero de 2019 (se aprueba en general y en particular); 24ª, en 11 de junio de 2019 (se rechazan las enmiendas de la Cámara de Diputados y el proyecto pasa a Comisión Mixta).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Las divergencias suscitadas entre ambas ramas del Parlamento derivan del rechazo por parte del Senado, en tercer trámite constitucional, de la totalidad de las enmiendas efectuadas por la Cámara de Diputados.
La Comisión Mixta, como forma de resolver las divergencias entre ambas Cámaras, efectúa una proposición que comprende las normas en controversia y otras disposiciones de la iniciativa, la que acordó sobre la base de proposiciones formuladas en el seno de la Comisión por el Senador señor Quinteros y el Diputado señor Macaya.
El referido órgano técnico acordó dicha proposición por la unanimidad de sus miembros presentes.
En el comparado que Sus Señorías tienen a su disposición figuran la proposición de la Comisión Mixta y el texto que quedaría de aprobarse el informe de ella.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- En discusión el informe de la Comisión Mixta.
Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, en su momento hubo aprensiones respecto de la dilación en la tramitación de este proyecto y de las posibilidades de llegar a acuerdos, pese a que, según advertimos, existía un consenso amplio sobre los aspectos de fondo, especialmente en lo que dice relación con la necesidad de dar garantías a los adultos mayores y discapacitados para un trato más digno en los establecimientos de salud públicos y privados.
Recordemos que en el Senado hubo un arduo debate y que se acordó rechazar las modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados.
En particular, en la Comisión Mixta hubo acuerdo en cuanto a que era atendible explicitar que esta priorización debía entenderse sin perjuicio de la condición de salud de emergencia o urgencia que, en todo caso, debe primar.
El acuerdo de la Comisión Mixta precisó este aspecto, siguiendo los términos utilizados en el decreto supremo N° 369, de 1985, del Ministerio de Salud, que aprueba el Reglamento del Régimen de Prestaciones de Salud, cuyo artículo 3° define lo que debe entenderse por "atención médica de emergencia o urgencia".
En general, la Comisión Mixta acordó, en el inciso primero del artículo 5o bis propuesto, establecer lo siguiente: "Toda persona mayor de 60 años, como también toda persona en situación de discapacidad, tendrá derecho a ser atendida preferente y oportunamente por cualquier prestador de acciones de salud, con el fin de facilitar su acceso a dichas acciones, sin perjuicio de la priorización que corresponda aplicar según la condición de salud de emergencia o urgencia de los pacientes, de acuerdo al protocolo respectivo.".
Por lo dicho, y tal cual nos comprometimos en la última sesión en cuanto a un pronto despacho de esta iniciativa, solicitamos la aprobación de la Sala a la propuesta acordada unánimemente por la Comisión Mixta.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Sandoval.
La señora ALLENDE.- ¿Puede abrir la votación, señor Presidente?
El señor SANDOVAL.- Sí, señor Presidente.
Solicitamos lo mismo.
El señor NAVARRO.- Pero manteniendo los tiempos.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Muy bien.
Si la parece a la Sala, se abrirá la votación en los términos solicitados.
Acordado.
En votación el informe de Comisión Mixta.
--(Durante la votación).


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, efectivamente, tal como señaló el Senador Rabindranath Quinteros, también miembro de la Comisión del Adulto Mayor, se generó toda una discusión en torno a algunos detalles relacionados con la urgencia de que los adultos mayores -ya son 3,5 millones de personas que superan los 60 años- tengan en los sistemas de salud una atención preferente, dados su particular condición de vulnerabilidad y especialmente el mayor requerimiento de atenciones médicas.
A ellos debemos sumar los que componen la cuarta edad, cerca de 430 mil chilenos y chilenas, quienes a su vez, por su condición de edad, tienen requerimientos aún mayores en materia de atención preferente.
Podemos señalar que las modificaciones indicadas mejoran las ideas originales del proyecto al incluir la atención ambulatoria dentro del contenido de la iniciativa e incorporan un criterio en consideración a la gravedad y la urgencia de la atención, lo cual no entra en colisión con las políticas y los protocolos propios que rigen para aquellos pacientes que, dada su gravedad, requieren una atención de urgencia.
Ese tema fue, por lo demás, el centro de la discusión que se desarrolló en aquella sesión. Con el Senador Moreira y la Senadora Ebensperger estuvimos conversando sobre las discrepancias que se plantearon en aquella ocasión y acerca de la necesidad que veíamos nosotros de que el proyecto simplemente se aprobara.
Pienso que estas modificaciones, particularmente la mejora que se incluyó en relación con la eliminación de la entrega de la receta médica dentro del marco de la ley, nos parecen absolutamente razonables, toda vez que perfeccionan evidentemente el proyecto, se hacen cargo del necesario protocolo que debe existir en materia de atención en los casos de urgencia. Y lo más importante es que con este proyecto los adultos mayores de nuestro país tendrán una ley que les dará prioridad en el ámbito de la atención.
Además, quiero destacar los mensajes que recibimos, por ejemplo, del Presidente de la Unión Nacional de Pensionados, don Francisco Iturriaga; de nuestros dirigentes regionales de los adultos mayores, entre ellos, la representante de la región más linda de Chile, la señora Eliana Contreras, quien siempre ha estado presente, al igual que muchos dirigentes a lo largo del país, que ven en la salud un tema absolutamente prioritario.
Creo que las tres mejoras, en definitiva, contribuyen a perfeccionar aún más el proyecto y, por cierto, llamamos a una aprobación sin mayores inconvenientes.
Esta iniciativa es una enorme y potente señal para los adultos mayores de nuestro país, especialmente para aquellos que requieren permanentemente atenciones de salud.
Hoy día se les da una atención preferente, una atención oportuna y, esperamos también, una atención de calidad.
Por lo tanto, votamos a favor.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Araya.


El señor ARAYA.- Señor Presidente, creo que el trabajo realizado por la Comisión Mixta es bastante bueno y viene a hacerse cargo de una demanda muy sentida de los adultos mayores de nuestro país y también, por supuesto, de los de la Región de Antofagasta y de las comunas que me toca representar en el Senado.
Cada vez que los adultos mayores van a los centros asistenciales no tienen una atención preferente. Muchas veces dan vueltas por los distintos establecimientos de salud a fin de que se les indique la forma y el lugar donde tienen que ser atendidos.
A través de este proyecto de ley se corrigen estas situaciones y se hace justicia con las personas mayores, toda vez que, independiente de las normas que obviamente deben respetarse por la caracterización de los pacientes que entran en urgencia, los adultos mayores podrán ser objeto de una atención preferente en salud.
Además de ello, este proyecto regula también un tema que pareciera ser bastante obvio pero que no se cumple en muchos centros asistenciales. El solo hecho de imponer la obligación a estos establecimientos de colocar carteles visibles y entendibles por los adultos mayores para que puedan saber dónde tienen que realizar sus atenciones es un gran avance, porque va a ayudar a que ahorren tiempo.
Sin duda, el gran desafío que tiene este proyecto de ley será su implementación práctica, ver de qué forma los distintos servicios de salud y los centros asistenciales a lo largo del país van a responder a la forma en cómo se les entrega atención preferente a los adultos mayores y terminar con estas largas filas que muchas veces tienen que realizar cuando van a buscar una hora.
Hago especial mención y quiero destacar lo que el proyecto contempla cuando los adultos mayores van a una consulta y producto de esa atención médica necesitan una interconsulta con un especialista. En estos casos, la iniciativa establece que también habrá una priorización. Y aquí hay un tremendo desafío para el Ministerio de Salud, porque sabemos que parte importante de las falencias del sistema público de salud dice relación con las consultas de especialidades.
Yo espero que este proyecto, una vez que sea ley, constituya una herramienta eficaz para que nuestros adultos mayores tengan un acceso adecuado a la salud, donde efectivamente se les respete, se les trate con la dignidad que se necesita y en que reciban una atención rápida y oportuna a fin de atender sus dolencias.
Señor Presidente, felicito a los autores de esta moción.
Voto a favor.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, este proyecto es muy importante. Es una señal ante una demanda, una prioridad que han tenido los adultos mayores desde hace mucho tiempo.
Creo que la Comisión Mixta logró resolver, por sobre todo, en forma excelente la preocupación respecto de qué pasa en los servicios de urgencia y los protocolos que tienen quienes trabajan allí. Creo que se clarificó bien algo sobre lo cual algunas personas en el debate -no digo que intencionalmente- generaron una caricatura inadecuada, respecto a la importancia de dar una atención preferente a los adultos mayores y a las personas con discapacidad.
Voy a votar a favor.
Pero quiero mencionar algo que le señalé al Presidente de la Comisión de Salud. No era el momento para poner el tema, pero existe un grupo de personas en nuestro país que requieren un trato similar.
Presenté un proyecto esta semana relativo a los cuidadores, y por sobre todo a las cuidadoras. En su gran mayoría son mujeres las que atienden a los adultos mayores postrados, a los discapacitados que no son autovalentes. Se trata de miles de mujeres en todo nuestro país, quienes postergan sus vidas completas, se empobrecen por ser cuidadoras, y apenas tienen tiempo para salir de su casa a hacer sus propias cosas. No tienen a nadie más que pueda quedarse con el discapacitado o con la persona postrada. Es una entrega siete días a la semana, las veinticuatro horas del día.
Y si hay alguien a quien debemos reconocer como sujeto de derechos en nuestro país, junto con lo que se hace en la ley en proyecto, ellas son las cuidadoras, para que efectivamente puedan recibir también una consideración, en particular en esta área. Se enferman mucho, no tienen tiempo, se casi anulan como personas por entregar todo su tiempo a otros.
Por ello, quiero sensibilizar a la Sala para que consideremos lo que pasa con aquellas personas que cuidan a los adultos mayores postrados, a sus parientes discapacitados -hablo de discapacidades graves-. Necesitamos una política pública que las reconozca como sujetos de derechos y, a la vez, les dé atención preferente en particular en esta área, porque no tienen la posibilidad de estar cinco, seis horas esperando una atención, pues dejan a otra persona en una situación de abandono, lo que ninguno de nosotros, seguramente, quiere que ocurra.
Voto a favor, pues a través de este proyecto se establece un principio humanitario muy importante, que espero que este Congreso siga profundizando y afianzando.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, como uno de los autores de esta iniciativa, me siento particularmente honrado de que hayamos llegado a un acuerdo en la Comisión Mixta, conformada por miembros de las Comisiones de Salud de la Cámara de Diputados y del Senado.
Y logramos, fundamentalmente, entender que acá hay un principio: la atención preferente para las personas mayores y con discapacidad. Ello, debido a que hemos visto las largas esperas para que personas mayores retiren los medicamentos en los servicios de salud. Hablamos de personas que esperan hasta por ocho horas.
En ese contexto, respecto de la redacción inicial planteada por los autores de la iniciativa, fueron mermadas ciertas facultades en la Cámara de Diputados. Entonces, cuando pedimos que esta Sala rechazara las enmiendas para poder mejorar la iniciativa, hicimos lo correcto, pues logramos reinstalar las posibilidades para que las personas mayores y las personas con discapacidad tuvieran esa atención preferente que tanto reclamaban.
Y ello no se aplica solo a la atención ambulatoria, sino también a las urgencias, a lo que dice relación con la gestión de recetas médicas, con la necesidad de apurar el despacho de medicamentos.
Por tanto, logramos avanzar en forma sistemática en un principio que no tendría que ser definido por ley: esto debiera ser un criterio de las autoridades de salud.
Finalmente, logramos que este fuera un principio consagrado en nuestra legislación. Y en el Día del Buen Trato con las Personas Mayores la propia Primera Dama señalaba que este era uno de los proyectos emblemáticos de la Administración del Presidente Piñera, y que recogió muy bien.
En ese contexto, agradezco al Presidente Piñera, al Ministro Blumel, que hoy día se encuentra en la Sala, por la urgencia legislativa que se le dio a este proyecto.
Por otro lado, agradezco lo que ha sido una tónica: ser capaces de poner en el centro al paciente. En ese sentido, estamos avanzando para que exista un pilar necesario de una atención preferente a las personas mayores y a las personas con discapacidad.
Señor Presidente, pido que se apruebe por unanimidad el acuerdo de la Comisión Mixta. Esta iniciativa será un aporte significativo para la dignificación de las personas mayores y con discapacidad en la atención de salud.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, considero que este es tal vez uno de los proyectos más simbólicos. Es muy simple, y valoro que tanto la Cámara de Diputados como el Senado lo hayan tramitado con la agilidad que se hizo.
Esta es una moción que presentamos los miembros de la Comisión de Salud.
¿Y por qué lo hicimos?
Primero, porque, lamentablemente, hay que regular esto por ley.
Yo considero que no debiera ser necesario que esto sea regulado por ley. No es posible que tengamos adultos y adultas mayores haciendo colas en hospitales públicos hasta seis, siete horas para que les den un medicamento. Hablo de personas de noventa años en hospitales como el Sótero del Río, por ejemplo, donde no tienen donde sentarse, en que a veces llegan a las ocho de la mañana y se van a las cinco de la tarde solo para ir a buscar un medicamento. Hay pacientes adultas mayores que se encuentran en largas listas de espera para realizarse un examen. Hablo de pacientes diabéticas, de ochenta años, con situaciones de hipoglicemia, que deben esperar seis horas y muchas veces -insisto- no tienen ni siquiera un lugar donde sentarse, con baños en malas condiciones, con ascensores que no funcionan. Esa es la realidad del día a día, pacientes que tienen que estar, a veces, cuarenta y ocho horas sentados en una silla, siendo adultos y adultas mayores, para que les den una atención de urgencia.
Tal vez debiera ser de sentido común que los directores de hospitales, de consultorios, de SAPU, de las urgencias establecieran algo que a mí me parece que tiene que ver con una ética básica de salud: que los adultos y las adultas mayores reciban una atención preferente. Lamentablemente, eso no es así, y hay que establecerlo por ley.
Y la ley en proyecto obligará a todos los centros de salud, públicos y privados, a incorporar esto en los informativos de la Ley de Derechos del Paciente, de la que también nosotros somos los autores. Conforme a esa legislación, es obligatorio que a la entrada de un centro de salud se indiquen los derechos y deberes del paciente. Y ahora se tendrán que agregar estos nuevos derechos para los pacientes adultos y adultas mayores, lo que me parece fundamental.
Además, todos los hospitales, consultorios, centros de salud deberán habilitar una fila especial para atender a los adultos y a las adultas mayores, y no se van a permitir estas largas listas de espera.
El problema es que la mayoría de las personas que van a los hospitales son adultos y adultas mayores, tienen más de 60 años, lo que va a obligar al sistema público de salud a reforzar su capacidad de atención. ¿Por qué? Porque a ello se aplican normas de sanciones a través de la Superintendencia, aspecto que nosotros vamos a hacer valer.
Es decir, si un hospital, un consultorio o una posta no habilita una fila especial para que los adultos y las adultas mayores se puedan atender y no entrega una contraprestación adecuada (o sea, si no hay una respuesta efectiva de los servicios de salud), vamos a exigir que se sancione a los directivos de ese hospital, a los directivos de esa posta, a los directivos de ese SAPU, a los directivos de ese consultorio, ¡porque es inaceptable lo que ocurre hoy día con los adultos y las adultas mayores!
Este proyecto es una suerte de AUGE del adulto mayor, pues busca establecer garantías y derechos mínimos. Insisto en que esta obligatoriedad no debería haber sido fijada por ley. Lamentablemente, tuvimos que llegar al extremo de presentar una iniciativa para regular algo que debería ser del más básico sentido común.
Lo mismo ocurre con el cáncer. Hoy día los pacientes oncológicos no tienen ninguna prioridad. Algunos están dos años esperando una cirugía, a pesar de padecer un cáncer en el cerebro. Otros esperan meses por un escáner, por una resonancia, o les toman un examen y pasan tres, cuatro, cinco meses para que les den el resultado.
¡Acaso vamos a tener que hacer una ley para eso!
¿Por qué? Ello debería corresponder al más obvio sentido común de la más básica gestión de un centro de salud que entiende que las personas con cáncer se juegan contra el tiempo la vida todos los días.
¡Eso no puede ser aceptado!
Por eso, señor Presidente, me parece que este proyecto va a tener un impacto muy importante. A través de una ley sencilla, que obligará a dar atención preferente y aplicará sanciones, los sistemas públicos y privados de salud -sobre todo, los públicos- garantizarán una atención de calidad digna, en un tiempo razonable, para todos los adultos y las adultas mayores de nuestro país.
Creo que es lo menos que se puede hacer por quienes llegan a un momento de la vida en que se sufre la mayor carga de enfermedades y, además, se carece de recursos suficientes, pues la mayoría recibe pensiones o jubilaciones muy bajas, con lo cual les resulta imposible enfrentar, con fondos propios, los problemas de salud que los aquejan.
Es cotidiano, es costumbre encontrar adultos mayores beneficiarios del sistema público de salud que, ante la pregunta de cómo se hicieron un escáner, responden: "Doctor, me lo tuve que realizar en forma privada. ¿Sabe por qué? Porque me dieron hora para un año más y debía atenderme con el especialista en seis meses; así que me vi obligado a juntar dinero con la familia, con los amigos, ya que si esperaba el resultado del examen en el sistema público, ya no lo iba a necesitar".
Y esa situación también ocurre al revés: pacientes que se toman el examen y tienen hora con un especialista en seis meses o en un año, y cuando el médico revisa el examen les dice que deberán tomárselo de nuevo porque ya no sirve, es viejo y necesita uno actual.
Con ese sistema lo único que se logra finalmente es agraviar a las personas; pero, además, se encarece y se hace mucho más dificultoso el propio sistema de salud, por la pérdida de recursos, producto de ese tipo de situaciones.
Agradezco el apoyo que ha tenido este proyecto de ley y la celeridad con que se ha tramitado. Ojalá reciba una aprobación unánime, por la importancia que reviste.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, voy a respaldar esta iniciativa y felicito a sus autores por haber omitido el término "adulto mayor" a lo largo de todo su articulado.
Una cosa es plantear que toda persona mayor de 60 años -una cifra arbitraria, pero parece bien- deba recibir atención preferente y otra distinta es relegarla nuevamente, como lo han hecho aquí los señores Senadores, distinguidos colegas, a la categoría de "adulto mayor", para después señalar que hay una especie de epidemia de adultos mayores, de gente que se encuentra en la última parte de su vida.
Creo que algún día tendremos que revisar tal concepto.
En nuestro país, la esperanza de vida está llegando a los 80 años, y mucho más allá todavía. Y quienes somos adultos mayores hace dieciséis años nos sentimos a veces un poquito mal cuando se nos categoriza como en una edad en que estamos necesitados de muchos apoyos, etcétera.
Repito: quien hizo este proyecto tuvo la sensibilidad de proponer la frase "toda persona mayor de 60 años", nunca dijo "todo adulto mayor". Esto último no es lo que corresponde en este caso.
Cuando reconozcamos plenamente el derecho de los adultos mayores, a lo mejor no vamos a necesitar categorizarlos de ninguna forma.
Muchas gracias.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, me alegro de que tengamos esta votación unánime.
Es importante que quede constancia de algo que recordamos en la Comisión Mixta: eso que la mayor parte de los autores de la moción señalamos en la sesión pasada, cuando discutimos en esta Sala el proyecto, era cierto.
No había una diferencia de fondo entre la Cámara de Diputados y el Senado respecto de lo que nosotros planteábamos. Se buscó ir a Comisión Mixta, dentro de la tramitación legislativa, para perfeccionar el texto y despejar las dudas en cuanto a que lo propuesto no contraviene el sentido de una urgencia para todas las personas, lo que obviamente debe ser atendido con prioridad.
Pero, además, pudimos consagrar -aquí ya se ha señalado- que toda persona mayor de 60 años, sean adultos mayores o personas de la cuarta edad, respecto de las cuales hoy día se ha creado una categoría especial considerando las esperanzas de vida, recibirá efectivamente una atención preferente.
Además, dejamos en el proyecto de ley establecida la dictación de un reglamento, con un plazo definido, para normar la forma en que se implementará esto en muchas situaciones: una ventanilla única, una atención especial, un mesón; cómo se deberá proceder en la atención primaria, en un hospital; qué pasos se seguirán para la dispensación de medicamentos, para la entrega de horas médicas.
Esperamos que lo propuesto sea un incentivo para mejorar la gestión, centrándola en los adultos mayores, centrándola en las personas, en general.
Señor Presidente, hoy día uno se pregunta si es razonable que un adulto mayor, para conseguir un medicamento, tenga primero que hacer la fila para pedir número, ¡horas de espera solo para eso!, y luego más horas de espera para que le entreguen el remedio.
¡Qué sentido tiene eso!
Además, muchos de ellos son pacientes crónicos, que figuran en un listado. El centro de salud familiar respectivo tiene claro dónde viven.
Entonces, uno se pregunta por qué no ir un poquito más allá: entreguemos los medicamentos en el domicilio. Puede ser mucho más fácil. Incluso, estoy segura de que es más económico, desde el punto de vista de uso de los recursos, configurar una ruta a ese efecto, con lo cual se aprovecharía de visitar al adulto mayor.
También se podría invitar a esas personas no a hacer fila al consultorio, sino a realizar actividades de esparcimiento, de recreación, de entrenamiento de memoria, para que salga de su hogar, pero no a realizar un trámite administrativo que muchas veces no es digno para ellos.
Yo creo que aquí avanzamos, pues damos un paso importante en la consagración de un principio, en el establecimiento de la prioridad en la atención. Pero el desafío va a estar en la gestión.
Ojalá estos temas se resolvieran con una ley, como con una varita mágica, pero todos sabemos que no es así.
Es importante señalar que lo propuesto debe servir de herramienta para ayudar en la gestión de salud tanto ministerial como municipal, con el fin de permitir de verdad dignificar la atención, llegar a tiempo a nuestros adultos mayores y generar un mejor trato.
En consecuencia, solo me resta agradecer la disposición de todos para tramitar con celeridad esta moción que presentamos.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, quiero partir por felicitar a los integrantes de la Comisión de Salud, quienes hicieron posible la aprobación de este proyecto de ley y, también, al Congreso, en particular al Senado.
Algunos Senadores se han preguntado por qué esto tuvo que hacerse a través de una ley, cuando debió ser algo que estuviera siempre a disposición de las personas con alguna discapacidad o de los adultos mayores.
Tal reflexión no es menor, porque siento que lo que ha habido acá históricamente son actos de abuso. Pero, más que eso, se manifiesta la diferencia de quienes ven la salud desde lo económico y no desde la humanización que debiera haber en algo tan sensible como la salud, particularmente para nuestros adultos mayores.
Por lo tanto, uno nota que quien recibe atención de prioridad es quien tiene el dinero; quien logra una recuperación es quien tiene el dinero. Y quien no, queda postergado y se ve obligado a aguantar largas esperas, ¡meses, años de espera!, por ejemplo, para tomarse exámenes.
El proyecto que este Congreso ve hoy día, que aborda el problema que aqueja a nuestros adultos mayores en materia de salud, obviamente nos convoca a votarlo favorablemente y nos hace valorar este tipo de iniciativas, que buscan dar mínimas garantías para nuestros adultos mayores y las personas con discapacidad, entendiendo lo que ellos viven día a día al momento de ir a retirar sus medicamentos, de ir a hacerse los exámenes, etcétera.
Por lo tanto, en lo personal, este proyecto me alegra profundamente.
Pero quiero recoger algo que dijo el Senador Letelier en algún momento respecto de las cuidadoras y los cuidadores. Son, fundamentalmente, mujeres.
Hay un asunto pendiente a ese respecto. Y me valgo de la presencia de los Ministros -por su intermedio, señor Presidente- para hacerles ver el problema sobre el estipendio en este caso. Llega a menos de 30 mil pesos, y se trata del cuidado permanente de personas con discapacidad, de personas postradas, de adultos mayores.
Esa es una enorme deuda que tiene el Estado chileno con miles de personas en nuestro país que entregan una dedicación absoluta al cuidado, a la recuperación y a la protección de familiares o de personas con discapacidad, postradas o adultos mayores.
Por lo tanto, valoro una vez más lo que hizo este Senado respecto a la tramitación de este proyecto de ley, al que obviamente el Gobierno le ha puesto la urgencia debida.
Esperemos que en adelante se dé cumplimiento a la prioridad en la atención de salud que deben recibir los adultos mayores y las personas con discapacidad.
Voto a favor.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, quiero felicitar, como ya lo hicimos en el tercer trámite, a los autores de la moción que dio origen a esta iniciativa y valorar el trabajo de la Comisión Mixta.
Considero muy importante y positivo que, en la definición del derecho a la atención preferente para las personas mayores de 60, como dijo el Senador Insulza -¡parece que él anda sensible con el tema de las edades...!-, se haya omitido la referencia a la atención ambulatoria.
Creo que eso era lo correcto. Muchos así lo manifestaron, y yo también, en el tercer trámite.
Asimismo, resulta esclarecedor que se haya precisado que dicha preferencia no afecta la priorización en razón a la condición de urgencia de los pacientes.
Sin lugar a duda, esa enmienda es tremendamente importante.
Señor Presidente, me llama la atención el siguiente punto.
El derecho establecido en el inciso primero del artículo 5º bis, que garantiza la atención preferente, se refiere a "acciones de salud"sin distinción; es decir, a acciones de salud normales o comunes y a consultas de urgencia. Pero ello se contradice con lo dispuesto en el inciso segundo del mismo artículo. Obviamente esta es una preocupación legítima y espero quede consignada en la historia de la ley, para que no se entienda que se trata solo de las urgencias.
Esto fue modificado en la Comisión Mixta. Se propone que la atención preferente se aplicará, si se tratare de una consulta de salud:
"a) En la entrega de número para la solicitud de día y hora de atención.
"b) En la asignación de día y hora para la atención.
"c) Enla asignación prioritaria para la consulta de salud de urgencia.".
Esto último obviamente vuelve a restringir el sentido del derecho a la preferencia. Es muy importante que se esclarezca que la atención preferente no se exige solo para urgencia.
Señor Presidente, veamos la realidad de nuestros adultos mayores. Sin lugar a dudas, para muchos ir al consultorio no significa solamente buscar atención de salud. ¿Por qué? Porque están solos en sus casas. Ese es un lugar también de encuentro y de reunión para ellos.
Por eso, creo que es fundamental avanzar más allá de lo que estamos haciendo hoy día con este proyecto de ley. A mi juicio, contar con centros de atención diurna para nuestros adultos mayores como política de Estado en todo nuestro país, en cada comuna, es algo de verdad importante.
El otro día con el Senador Galilea escuchábamos en Talca que muchos adultos mayores, antes de tener ese espacio de encuentro...
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Disculpe, señora Senadora.
Pido a la Sala guardar silencio, por favor. Está interviniendo una colega.
Senador señor García-Huidobro, por favor.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- ¡Perdón, señor Presidente!
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Gracias.
Continúe, Su Señoría.
La señora RINCÓN.- Gracias, señor Presidente.
Como decía, estos centros de atención diurna les cambian la vida a nuestros adultos mayores.
Algunos nos relataban en esa oportunidad que antes estaban en sus casas sin ningún deseo de levantarse, de bañarse, de vestirse, de conversar, pero ahora no encontraban el minuto en la mañana en que los pasaran a buscar y los llevaran a estos centros para interactuar con sus pares, con personas con las que podían hablar.
Me parece que, sin lugar a duda, ese será el mejor remedio y el mejor aliciente para que las urgencias y las atenciones preferentes de nuestros adultos mayores en los centros de salud disminuyan. Así mejoraremos su calidad de vida.
Este es un tremendo paso, y creo que debemos ir por más.
Gracias, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Pérez Varela.


El señor PÉREZ VARELA.- Señor Presidente, quiero concordar con algunas de las Senadoras y algunos de los Senadores que han intervenido, en el sentido de que este es un proyecto relevante.
También coincido con quien ha expresado aquí que esta no debiera ser materia de ley, sino parte de la gestión de un centro de salud o de un hospital.
Pero, bueno, en los últimos veinte y tantos años se ha establecido un modo de gestión, una forma de llevar adelante los servicios de salud de nuestro país que nos tiene en esta situación. Y vemos en las urgencias, en nuestros hospitales, en nuestros centros de salud -todos públicos, por cierto- que se entrega una atención extraordinariamente deficiente, una atención lenta, en el mejor de los casos.
Por lo tanto, me parece que establecer por ley que todas las personas mayores de 60 años van a tener derecho a atención preferente en cada una de las acciones de salud que aquí se señalan es un avance verdaderamente significativo.
Yo entiendo de una manera distinta la preocupación de la Senadora Rincón. Creo que si a un centro de salud, a un hospital o a una urgencia llega un adulto mayor, pero también alguien herido por un accidente y una persona que ha tenido un ataque, sin importar la edad, el personal de urgencia sin duda deberá discernir adecuadamente la prioridad al respecto, sin perjuicio de ponderar el hecho de que a un grupo se le ha expresado un derecho preferente de atención. En los hospitales y en los centros de salud deben atender las emergencias y las urgencias de una manera adecuada.
A mi juicio, eso quedó bien resuelto en la iniciativa. Fue uno de los debates que hubo en la Comisión Mixta.
Me parece que la atención preferente está bien distribuida en todas y cada una de las normas: primero, si se trata de una consulta de salud; segundo, si se trata de la prescripción y dispensación de medicamentos, y tercero, si se trata de toma de exámenes o procedimientos médicos más complejos. Es decir, el proyecto de ley establece una secuencia para indicar cuándo se aplica el derecho a atención preferente, cuándo el establecimiento de salud, ya sea privado o público, va a estar obligado a ello.
A mí me gustaría que la Comisión de Salud, los autores de la moción, precisaran con mayor claridad qué pasa o cómo se sanciona cuando este derecho no es respetado.
No hay duda de que toda persona mayor de 60 años, sea hombre o mujer, va a tener este derecho preferente y ello será obligatorio para los centros de salud. Es bueno precisar que lo relativo a su aplicación -si entiendo bien- va a quedar consignado en un reglamento. Se agrega un artículo transitorio, que dispone que se deberá dictar un reglamento, dentro del plazo de seis meses contado desde la publicación de esta ley, para determinar "la forma en que se aplicará la atención preferente en cada establecimiento de salud.".
Por lo tanto, hemos dejado al reglamento el tema de las sanciones.
No sé si ha habido un debate sobre este punto, porque si no generamos una sanción que asegure el cumplimiento de la ley o si la sanción es mínima, inconducente o irrelevante, el derecho a la atención preferente que estamos consagrando en este proyecto se convertirá en una muy buena declaración de intenciones, pero no va a tener una aplicación práctica.
En realidad, lo que queremos hoy día, luego de escuchar a las Senadoras y a los Senadores en sus discursos, es que este derecho verdaderamente se aplique. Nosotros queremos y buscamos que nuestros adultos mayores o personas mayores de 60 años sean atendidos preferentemente en los establecimientos de salud, públicos y privados, para las consultas médicas, para la prescripción de medicamentos, para la toma de exámenes u otro tipo de procedimientos.
Por eso, la sanción, que va a estar radicada en el reglamento, juega un rol relevante. Desconozco las razones por las cuales no se quiso dejar en la ley una materia como esa, tan fundamental para el éxito de esta iniciativa, pero, de todas maneras, felicito tanto a los miembros de la Comisión como a los autores del proyecto.
Vamos a votar a favor, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, el proyecto de ley establece la condición prioritaria de las personas mayores de 60 años. ¡Aquí hay un número importante de Senadores que son incumbentes en materia de edad para recibir esta prestación...!
Señor Presidente, deseo aclarar: se trata de atención preferente y oportuna si se trata de una consulta de salud; entrega de número, día y hora para la atención; asignación prioritaria para una consulta de salud de urgencia, teniendo muy claro el criterio médico -esto en nada viola el criterio médico que establece qué atención requiere mayor urgencia, para lo cual ya existe un protocolo-; evaluación de médicos especialistas; prescripción de medicamentos; emisión y gestión de receta médica; dispensa y entrega directa de medicamentos de farmacia. En el caso de los exámenes, lo mismo: número, día, hora y también posterior asignación para la realización de exámenes y procedimientos más complejos.
Está claro que tenemos que avanzar hacia una opción preferente, de más preocupación por los adultos mayores, criterio que ya existe en muchos centros hospitalarios. Se aplica de manera voluntaria, es una recomendación, y ahora va a quedar establecido en la ley.
Dos observaciones.
La primera es que esto no violenta el criterio médico de qué atención requiere mayor urgencia, sino que pretende implementar un procedimiento más expedito y adecuado. ¿Para qué obligar a ir a buscar los medicamentos a enfermos crónicos que deben trasladarse de una ciudad a otra? El hospital de Higueras, señor Presidente, y el hospital de Penco-Lirquén ya resolvieron este problema. Antes la gente de Penco y Lirquén tenía que ir todas las semanas a Higueras, Talcahuano, a buscar sus medicamentos. Se demoraban una hora y media, porque aún no existía la carretera interportuaria, Hoy los medicamentos los lleva un vehículo acreditado y se entregan directamente a los adultos mayores y enfermos crónicos de esas dos localidades.
Muchos de estos procedimientos ya han sido adoptados por los directivos de los centros de salud y de los hospitales. Hoy día se establece como una prioridad, para que este reclamo no sea visto ni como un pituto ni como la solicitud de un favor a algún directivo. ¡No! ¡Formará parte de la obligación de dar prioridad en los términos dispuestos por la ley!
El Senador Pérez Varela se preguntaba: y si aquello no se cumple, ¿dónde se reclama? Bueno, hay un centro de reclamos en cada establecimiento hospitalario. Está claro que no hay sanciones, porque la ley no las contempla; sin embargo, sí se aplican cuando se comprueba un mal proceder funcionario.
Creo que en esta materia debe actuarse con un criterio de buena fe y, progresivamente, cultural. Nadie debiera molestarse en una sala de espera cuando un adulto mayor sea atendido con preferencia para la entrega de medicamentos, por cuanto, claramente, los requiere con mayor urgencia. Y eso pasa por una cultura solidaria en el ámbito de la salud que debe ser instaurada en todos los niveles: educacional, familiar.
Hoy, señor Presidente, en el Metro y en muchos transportes públicos existe el "asiento preferente", pero nadie lo respeta. De hecho, en la Comisión de Transportes estábamos discutiendo una sanción para quienes no respeten el asiento para embarazadas o el asiento para personas con discapacidad o condiciones especiales. ¡Porque no se respetan! Y eso forma parte de una cultura. Yo he sido testigo de conflictos que han llegado incluso a la agresión física por representarle a una persona que tiene que cederle el asiento a una anciana que, de verdad, no puede sostenerse en pie, pues los buses del Transantiago son verdaderos camiones y, claramente, los adultos deben viajar sentados para no verse expuestos a un accidente.Creo que estamos frente a un proyecto bien inspirado, que espero que los funcionarios de la salud recojan en la forma en que se encuentra descrito. Ellos tienen que ser capacitados, al igual que cuando se aprobó la Ley sobre Violencia contra la Mujer. El Ministerio, los 27 Servicios de Salud, los hospitales, van a tener que capacitar a todos sus funcionarios para una correcta e igual atención en los establecimientos de salud del país, porque existe el riesgo de que la ley se entienda de manera distinta en cada uno de ellos a lo largo del territorio y comiencen a aparecer discriminaciones.
Por lo tanto, aquí hay una tarea pendiente del Ministerio. Las últimas declaraciones del Ministro Mañalich no son alentadoras en este sentido, pero tiene que haber una aplicación de buen criterio, de buen sentido, y esto debe partir por el Ministro y extenderse a todos los funcionarios del sector, que trabajan tanto y ganan tan poco, particularmente los que se desempeñan en los hospitales, en los Cesfam, en los SAR y en los consultorios.
Voto a favor.
¡Jorge Mateluna es inocente y lo vamos a probar!
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor DE URRESTI (Presidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Harboe.


El señor HARBOE.- Señor Presidente, sin duda, un proyecto de esta naturaleza tiene aplicación práctica y se hace cargo de un drama diario. En efecto, todos los días miles de adultos mayores y personas con discapacidad tienen que ir a sacar número, a tempranas horas de la madrugada, para mendigar una asistencia médica en el sector público. Deben esperar semanas, meses, para una atención general, y meses o años, para la atención de un especialista. Y cuando no se dispone de un especialista o no se recibe atención oportuna, muchas veces las enfermedades, si no son prevenidas, se transforman en males incurables.
Lo que hacemos con este proyecto de ley, de aplicación práctica, es establecer, como un derecho, que toda persona mayor de 60 años o que tenga algún tipo de discapacidad debe ser atendida preferente y oportunamente por cualquier prestador de acciones de salud. Es decir, en el mundo público o en el mundo privado, si una de estas personas requiere alguna atención, sea médica, sea para el retiro de medicamentos, sea para el otorgamiento de alguna receta, deberá ser atendida de manera preferente.
Por eso, es muy importante avanzar, ahora que estamos despachando esta iniciativa, en una campaña de difusión. Los derechos consignados en la ley, si no se conocen, son meras expectativas. Necesitamos que toda la gente, de Arica a Punta Arenas, tanto la que es atendida en el sector público como en el sector privado, sepa que este Parlamento ha aprobado una legislación que le consagra un nuevo derecho, el derecho a la atención preferente, y que, como consecuencia de ello, nace una obligación para todos los establecimientos de salud, públicos y privados.
En consecuencia, debe oficiarse a la Superintendencia de Salud, a fin de que lleve a cabo fiscalizaciones para determinar que todas las instituciones de salud, públicas y privadas, han creado un mecanismo de atención preferente.
Señor Presidente, esta ley puede parecer solo letras y palabras, pero se hace cargo de una tremenda realidad. ¿Cuántos adultos mayores se resignan, al final, porque no pueden levantarse a las 5 de la mañana y pasar frío para pedir una hora médica? ¿Cuántos adultos mayores o personas en situación de discapacidad no tienen la posibilidad de llegar primeros para quedar adelante en la fila y al final quedan últimos?
Lo que hacemos acá es poner a los adultos mayores y a las personas con discapacidad primeros en la fila: primeros en la fila de los consultorios, de los Cesfam, de los hospitales y también de las clínicas y centros privados de salud, porque esto no tiene que ver solo con la condición de pobreza, que ciertamente agrava la situación, sino también con la situación de vulnerabilidad a la que la edad naturalmente nos lleva.
Señor Presidente, creo que esta es una demostración práctica de lo que debiera ocurrir en nuestro país, no necesariamente como obligación legal, pero, ya que en este caso no ocurrió en el sector público ni en el sector privado, hemos tenido que establecerlo a través de esa vía.
Considero que esta es una tremenda iniciativa, que va a significar el mejoramiento de las condiciones de salud de muchos adultos mayores y de personas con discapacidad que no pueden levantarse en la madrugada a pedir una atención en un centro hospitalario.
Es de esperar que, así como este proyecto de ley beneficia a los adultos mayores, también tengamos la posibilidad de llevar a cabo una profunda reforma a nuestro sistema de salud para que nunca más un adulto mayor, un niño, una persona con alguna enfermedad y quienquiera que clame por una atención médica en el sector público tenga que esperar para ser atendido.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay más inscritos.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el informe de la Comisión Mixta (39 votos a favor).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Pugh, Quinteros, Sandoval y Soria.