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AMPLIACIÓN DE DONACIÓN DE ÓRGANOS ENTRE VIVOS A PARIENTES POR AFINIDAD


El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Conforme a lo resuelto por los Comités, corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señora Goic y señores Chahuán, Girardi, Huenchumilla y Quinteros, en primer trámite constitucional, que amplía la posibilidad de donación de órganos entre vivos, incluyendo a los parientes por afinidad, con informe de la Comisión de Salud y urgencia calificada de "simple".
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.362-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señora Goic y señores Chahuán, Girardi, Huenchumilla y Quinteros):
En primer trámite: sesión 84ª, en 8 de enero de 2019 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Salud: sesión 3ª, en 19 de marzo de 2019.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El objetivo principal del proyecto es ampliar la posibilidad de donación de órganos entre vivos, haciéndola extensiva a los parientes por afinidad hasta el segundo grado, inclusive.
La Comisión de Salud discutió la iniciativa solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señora Goic y señores Chahuán, Girardi y Quinteros.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en la página 7 del primer informe de la Comisión de Salud y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- En discusión general el proyecto.
En primer lugar, está inscrito el Senador señor Quinteros.
Tiene la palabra, Su Señoría.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, aprovecho de dar cuenta en representación de la Comisión de Salud.
La evolución demográfica del país, así como las características del estilo de vida urbano, están provocando nuevas proyecciones epidemiológicas y de morbilidad. Una de sus consecuencias es el incremento de pacientes que requerirán en el futuro un trasplante de órganos como alternativa de sobrevida o para mejorar su calidad de vida.
En Chile se han implementado diversas políticas públicas destinadas a potenciar la actividad de obtención de órganos con fines de trasplante. A pesar de los avances legislativos en esta materia, aún la disponibilidad de órganos para trasplante es insuficiente, lo que se constata en la extensa lista de espera nacional de receptores, que asciende actualmente a más de 2.700 personas.
En esta línea, el año 1996 se publicó la ley N° 19.451, que establece normas sobre trasplante y donación de órganos.
El año 2010 se dictó la ley N° 20.413, que determina quiénes pueden ser considerados donantes de órganos y la forma en que pueden manifestar su voluntad. Esta normativa es conocida como la "Ley del Donante Universal", porque presume que toda persona mayor de 18 años será considerada donante al fallecer, a menos que haya manifestado su voluntad en contrario de manera expresa.
La ley N° 20.673, del año 2013, modificó nuevamente la ley N° 19.451 respecto de quienes pueden ser considerados como donantes de órganos.
La ley N° 20.988, del año 2017, reguló la donación cruzada de órganos entre vivos.
Por último, recientemente, en marzo de este año, se publicó la ley N° 21.145, que incentiva la donación de órganos, permitiendo aumentar el número de personas donantes y disminuir el de no donantes.
Si bien en nuestro país es posible el trasplante de órganos entre personas vivas relacionadas, no es factible realizarlo entre personas que tienen un parentesco por afinidad, que es el que existe entre una persona que está o ha estado casada y los consanguíneos de su marido o mujer: en primer grado por afinidad están los suegros, yernos y nueras; y en segundo grado por afinidad se encuentran los cuñados.
El objetivo de este proyecto es ampliar la posibilidad de donación de órganos para trasplante entre personas vivas, haciéndola extensiva a los parientes por afinidad hasta el segundo grado, inclusive.
De esta manera, se permitirá la donación entre personas que no tienen lazos de sangre, pero sí, probablemente, vínculos afectivos que permitan justificar la donación y descartar los riesgos de comercialización de órganos.
La iniciativa, como acá se ha dicho, mereció la aprobación unánime de los asistentes a la Comisión, Senadores señora Goic y señores Chahuán, Girardi y quien habla.
He dicho.
La señora VON BAER.- ¿Puede abrir la votación, señor Presidente?
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- ¿Habría acuerdo para abrir la votación?
Acordado.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, este proyecto de ley, que estaba en tabla hace bastante tiempo, busca ampliar las posibilidades de realizar donaciones de órganos entre personas vivas a quienes tienen un parentesco por afinidad.
Sin lugar a dudas, creemos que esta iniciativa va en la dirección correcta en términos de resolver una situación dramática en nuestro país, que dice relación con la necesidad de poder contar con disponibilidad de órganos suficientes para hacernos cargo de las personas que hoy día están en riesgo.
En Chile hay cerca de 1.500 personas que requieren un órgano. Si a esto sumamos a quienes necesitan algún tejido, estamos hablando de aproximadamente 3 mil personas. Pero tal cifra es insuficiente, pues en ella no se considera a los pacientes que hoy día se encuentran sometidos a procesos de diálisis. Por tanto, podríamos llegar exponencialmente a la cantidad de 5 mil personas que precisan de modo urgente un órgano.
Por lo tanto, este proyecto de ley, que trabajamos junto con la Senadora Goic y los Senadores Girardi, Huenchumilla y Quinteros, busca ampliar la donación de órganos entre personas vivas, incluyendo a los parientes por afinidad, quienes hasta ahora no estaban contemplados.
Esta iniciativa se une a otras que presentó este grupo de parlamentarios con el mismo fin y que requería un reglamento del Ministerio de Salud, cuestión que hoy día ya está en marcha.
Sin lugar a dudas, este proyecto representa una oportunidad para contar, en definitiva, con mayores posibilidades a objeto de resolver un tema complejo en nuestro país: la poca disponibilidad de órganos.
En consecuencia, pido a la Sala aprobar la idea de legislar.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, quiero felicitar a los mocionantes de este proyecto de ley, que consta de un artículo único, cuyo propósito es intercalar, en el inciso primero del artículo 4º bis de la ley Nº 19.451, sobre Trasplante y Donación de Órganos, la frase "o su pariente por afinidad hasta el segundo grado inclusive".
Sin lugar a dudas, cuando una mira las cifras de nuestro país, no puede dejar de impactarse.
Recientemente, en febrero de 2017, se publicó la ley Nº 20.988, que modifica las normas referentes a la donación de órganos entre personas vivas, incorporándose la donación cruzada y la donación altruista.
Lamentablemente, pese a todos los esfuerzos que se han realizado en esta materia, aún la cantidad de órganos disponibles para trasplantes sigue siendo insuficiente.
Según las cifras del Ministerio de Salud, el año 2018 se registraron 1.966 personas en lista de espera y solo hubo 119 donantes. Ello derivó en 342 trasplantes, lo que contrasta con los 171 que tuvimos en el 2017.
El asunto se torna aún más dramático si consideramos que son numerosos los niños, las niñas y los adolescentes -y perdonen que tenga una fijación con este tema, pero cuando se señala la importancia de ellos no podemos dejar de nombrarlos- que se hallan en lista de espera.
El Ministerio de Salud no entrega información sobre la cantidad de niños que esperan por un trasplante o que se han sometido a uno.
Expertos estiman que el 10 por ciento de los pacientes que se sometieron a una intervención de este tipo en el año 2018 corresponde a menores de 18 años.
Es lamentable lo que pasa con muchos de nuestros niños:
-León Smith, de 4 años, murió el 2016 a la espera de un corazón.
-David Cifuentes, de 11 años, falleció en 2006 a la espera de un trasplante de hígado.
-Joaquín Adasme, de 9 años, era prioridad nacional para recibir un trasplante de hígado y falleció el 1 de enero de este año.
-Iván Alcayaga, de 4 años, murió hace poco tiempo, el 18 de abril, mientras era prioridad nacional para recibir un trasplante de corazón.
Por lo tanto, señor Presidente, no podemos sino aprobar esta iniciativa.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, anunciamos la presentación de este proyecto justamente cuando nos encontrábamos en medio de la discusión de la iniciativa que buscaba revisar el listado de las personas que no son donantes.
Ese debate se dilató más allá de lo que esperábamos y perseguía, fundamentalmente, ratificar la decisión de muchas personas que ni siquiera sabían que se encontraban en el registro de no donantes.
Creo que generamos un buen acuerdo, que nos permitió sacar adelante la ley respectiva.
Ahora queremos hacernos cargo de una muy baja tasa de donantes, de una lista de espera que crece y, además, de una situación que tiene urgencia en el país.
Me junté hoy día con un grupo de pacientes y con el equipo de médicos y enfermeras del Hospital Barros Luco, quienes me daban cuenta de cómo podrían resolverse muchas situaciones con un trasplante. Con gusto -y quiero destacarlo acá- ellos me señalaban que ya están en condiciones de iniciar la aplicación del reglamento referente al sistema de donación cruzada, iniciativa que discutimos en este Parlamento en su oportunidad. Lamentablemente, el tiempo que demoró el Ministerio de Salud en elaborar dicho reglamento fue más largo que el de la tramitación de la ley.
Pero, en fin.
Hoy día el cuerpo médico me decía que ya tienen las primeras seis parejas para hacer el cruce, lo cual va a permitir ampliar las alternativas de donación y salvar vidas, que es lo importante.
El presente proyecto da un paso más.
Hoy día un pariente por afinidad, lo que coloquialmente llamamos "un pariente político", que quiere donarle en vida, por ejemplo, un riñón a una persona con quien tiene un vínculo de afecto y de cariño no puede hacerlo, porque esa posibilidad solamente está autorizada para los parientes consanguíneos.
En consecuencia, me parece que este proyecto representa un avance, que sigue, por lo demás, las legislaciones de otros países del mundo, a la vez que reconoce la seriedad de Chile en materia de trasplantes, pues quedan absolutamente despejados los temores que puedan surgir acerca del tráfico de órganos o de presiones indebidas para concretar una donación.
Cabe recordar que al respecto existe todo un proceso de apoyo psicológico y el trabajo de un equipo. No es llegar y ser donante vivo.
Todo ello hoy día nos permite ampliar las opciones.
Por lo mismo, plantearé en la tramitación particular de este proyecto la alternativa incluso de ir más allá.
¿Qué sucede con los vínculos afectivos?
Una mujer que es compatible con su mejor amiga y quiere donarle un riñón, ¿por qué hoy día no lo puede hacer? ¿Por qué?
¿No es razonable acaso que, tomando todos los resguardos de seguridad y sanitarios y velando -insisto- por que no existan presiones que no correspondan y siga primando el altruismo, se puedan realizar tales trasplantes, cuando en el mundo se ha avanzado en la donación entre personas vivas?
Entonces, me parece que esta es una materia tremendamente relevante en la cual tenemos que avanzar con celeridad y, a la par, debemos seguir incentivando que, en el caso de los donantes cadavéricos, se pueda recoger la decisión de la familia, respetando la voluntad de quien es donante.
En este ámbito, a diferencia de lo que pasa en otros países de la región, nosotros estamos al debe cuando revisamos las estadísticas.
Creo que esta iniciativa es una contribución importante.
Por eso espero, así como respaldamos el proyecto unánimemente en la Comisión de Salud, que avancemos con celeridad en su tramitación.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Huenchumilla.


El señor HUENCHUMILLA.- Señor Presidente, la iniciativa en estudio es relativamente sencilla, pero la Senadora Carolina Goic ha introducido una discusión bastante profunda respecto del tema.
En Chile existe una ley que regula la donación de órganos entre personas vivas. Pero cabe preguntarse por qué no tenemos una mayor libertad en esta materia.
En el mundo este debate también existe, porque sectores ultraneoliberales piensan que todo puede ser objeto de un contrato, de una donación o de una transacción.
Hay dos libros emblemáticos sobre el particular: uno se llama Lo que el dinero no puede comprar, de Michael Sandel, y otro, de un intelectual chileno, don Carlos Peña, titulado Lo que el dinero sí puede comprar.
Esta es una de las cuestiones en la humanidad que está regulada por el Estado, porque detrás de ello están valores como la vida, la disposición del propio cuerpo en este tipo de situaciones o la determinación de qué puede ser o no objeto de mercado.
Es verdad que existen relaciones de amistad muy profundas, como lo señala la Senadora Carolina Goic. Pero la obligación del Estado es evitar posibles efectos perversos al otorgar una amplia libertad en esto, pese a que algunos autores, como digo, ultraneoliberales, fundamentalmente en Estados Unidos, sostienen que prácticamente todo puede ser objeto de compra mediante el dinero.
Esa es una cara de la medalla, que está presente en este proyecto, que es muy breve, muy preciso.
Pero hay otra cara: debe haber una regulación por parte del Estado. Esa es la opción que hemos tenido en Chile.
En materia de donación de órganos entre personas vivas, se ha establecido un criterio que llega hasta cierto límite: el pariente por consanguinidad, cónyuges, convivientes.
Hoy día se está proponiendo ampliar la norma legal a los parientes por afinidad, o sea, como se dice, a los "parientes políticos".
En consecuencia, me parece que esa nueva regulación, que amplía las posibilidades, da cuenta de que en Chile tenemos un problema con quienes están esperando un trasplante, que es una situación dramática, sobre lo cual ya discutimos en el otro proyecto de ley hace unos meses.
La presente iniciativa, con un gran sentido no solo de oportunidad, sino también de regulación, permite ahora que avancemos un paso más, pero manteniendo siempre ciertas normas regulatorias, como el hecho de que la donación de órganos está fuera del mercado y disponible solo en la medida que se efectúe entre parientes.
Hoy día extendemos las opciones a los parientes por afinidad.
A mi juicio, este proyecto es muy importante, muy interesante y le da respuesta a muchos cientos o -diría yo- miles de personas que en Chile están esperando una donación a efectos de poder resolver una cuestión tan vital como es el funcionamiento fisiológicamente adecuado de su cuerpo y de su organismo.
Por lo tanto, vamos a votar favorablemente esta iniciativa de ley, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, pedí la palabra para referirme, en parte, a lo que ha planteado el Senador Huenchumilla, lo cual comparto plenamente.
Lo relativo a los trasplantes es muy complejo.
Desde mi perspectiva, partimos generalmente de un punto equivocado: de la lógica de que el tema de los trasplantes en Chile está debilitado por un problema de ley.
Yo no creo eso.
Hoy día la tasa -y he hablado mucho esto con los médicos- es de 7 por un millón de personas. Esa es la cifra técnica.
Además, existe una gran complejidad cultural respecto de qué hacer con una persona que está a la espera de una donación.
Hay también una complejidad técnica con relación al Estado, pues los órganos deben estar a disposición. Existen regiones en las que no tenemos aeropuertos a efectos de enfrentar este tipo de situaciones, en las cuales es fundamental la velocidad de respuesta. En ello, se observa una complejidad médica adicional.
Ante ello, se piensa que todo se arregla con una ley.
Yo creo que el asunto tiene que ver mucho más con un tema cultural y con una forma de estar preparado para ese tipo de situaciones en los hospitales.
Como siempre estamos legislando y cambiando normas -es como la sexta vez que planteamos una iniciativa de ley a este respecto-, a mi juicio, se va perdiendo el foco de fondo, que es cómo un país mejora su infraestructura y sus capacidades para producir una forma de actuar adecuada, la cual efectivamente busca salvar vidas.
Yo quería partir por ese punto.
En segundo lugar, me parece bien este proyecto. No tengo objeción respecto de extender las posibilidades un poquito a otro tipo de parentesco.
Pero no es tan fácil, porque hasta ahora tenemos la lógica de que los trasplantes entre vivos se realizan entre parientes. ¿Por qué? ¿Cuál es la lógica? ¿El legislador estaba enfermo de la cabeza cuando lo estableció? ¡No! Fue bien razonable. Se busca evitar la coacción, la presión o el tráfico.
Eso es algo evidente, que ocurre. Tiene toda la razón el Senador que me antecedió en el uso de la palabra: ¡ocurre en otras partes! No estamos hablando nada tan raro.
Aquí se vela por resguardar un bien muy importante, la donación de órganos entre vivos, como un gesto altruista y no coaccionado o traficado.
Entonces, se dispone que ello sea entre tales personas, donde hay una suerte de presunción. Eso es lo relevante. Y a esa presunción hoy día le permitimos que se extienda un paso más, y espero que sea para bien.
Ahora, el parentesco por afinidad en esta materia implica que la donación sea realizada no solo por los eventuales suegros, sino también por otros parientes, respecto de los cuales el grado de altruismo puede quedar un poquito más debilitado.
Por otra parte, con todo respeto, si se quiere ampliar el asunto el día de mañana a la amistad, al compadrazgo o a la vecindad, pienso que estaremos ante un panorama supercomplejo. Habrá que ver realmente si estamos defendiendo el altruismo o, en el futuro, algo que puede ser objeto de negocio.
En un tema de tanta importancia como este, ello me inquieta profundamente. Esto ha sido lo que más me ha preocupado.
Hasta ahora ha habido una lógica para la donación -insisto- entre vivos. Ya hicimos la discusión relativa a la situación de alguien que manifestó su intención de donar y se encuentra sin actividad cerebral. Pero aquí estamos hablando de personas que pueden coexistir, convivir, tener buena salud. Eso es necesario. Por eso se dice: "Bueno, se acepta, pero en la medida que haya un grado tal de presunción que uno entienda que se está haciendo por el exclusivo fin de salvar la vida del otro y no porque exista algún tipo de presión".
¡Hoy estamos extendiendo las opciones! Es un paso. Y hasta ahora obedece a una lógica legal: que haya un grado de parentesco.
Pero yo llamo a tener cuidado en este tipo de legislaciones.
A mí me parece que en la discusión en particular habrá que plantear mejor cómo se manifiesta la voluntad de donar en estos casos. Cuando se trata de un padre o un hijo, existe una suerte de presunción; uno es menos exigente respecto de esa forma de expresar la voluntad.
Me inquieta más cuando se va debilitando el parentesco en la línea consanguínea.
Ahora se propone incluir a los parientes por afinidad. ¡Okay!
¿Cómo se va a manifestar esa voluntad? No está expresada.
¿Cómo se va a regular lo relativo a una eventual coacción o presión? Eso no está resguardado, porque no partíamos de esa base, sino de una lógica de familiar directo.
¿Me concede un minuto adicional, señor Presidente, ese que usted suele entregar generosamente?
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Por supuesto, señor Senador.
El señor COLOMA.- Gracias.
Hay que entender que esto tiene que estar guiado por el altruismo y no por otros motivos.
Entonces, debemos reflexionar bien ese punto.
Creo que lo propuesto en la iniciativa es un paso que se puede dar -ojo, estamos hablando de donación entre vivos-, pero con regulaciones claras -y aquí sí vale el Estado-, respecto de cómo se manifiesta la voluntad, cómo se evita la coacción, lo que al final puede traducirse en un tráfico.
Ese es el tema que me importa precisar.
Desde mi perspectiva, hay que llegar hasta el parentesco por afinidad. Si se extiende a otro tipo de relaciones, creo que vamos a dar un paso superpeligroso con relación a la forma de entender los órganos. Podrían considerarse un bien transable económicamente, cuestión que, a mi juicio, sería delicado, grave y muy ajeno a lo que estoy seguro todos aquí pensamos.
En esa lógica y con las reflexiones y puntualizaciones expresadas, señor Presidente, voto a favor.
En su oportunidad vamos a presentar indicaciones para que los puntos que quedan en discusión sean resueltos. Más que estar en discusión, son aspectos que se derivan del cambio en la naturaleza del parentesco para llevar a cabo la donación entre personas vivas: no es lo mismo la línea consanguínea que la afinidad. ¡Por algo jurídicamente son distintos! La afinidad se extiende harto para tales efectos, como aparece en el proyecto.
Ojalá podamos resolver eso, para no lamentar después problemas mayores.
Voto afirmativamente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, en realidad se ha dicho ya algo de lo que pensaba expresar.
Voto a favor del este proyecto en general.
Creo que legislar sobre las donaciones de órganos entre personas vivas es perfectamente legítimo. Además, en el texto propuesto está bien regulado en qué condiciones debería producirse.
Tal vez habría sugerido que le diéramos un trato más breve, pero, al igual que el Senador Huenchumilla, me llama mucho la atención lo que plantea la Senadora Goic, con lo cual estoy muy de acuerdo. Me parece que, en principio, no debería haber obstáculo a ninguna donación que sea realmente voluntaria y se funde en el afecto, en la amistad o, simplemente, en el amor al prójimo, algo que existe poco en el mundo de hoy, aunque no por eso tiene que dejar de ser considerado.
Por lo tanto, estimo importante estudiar el asunto y tomar todas las prevenciones del caso, pero sin cerrarse a la posibilidad de que una donación sea hecha por las mejores razones, aquellas que ensalzamos mucho en algunos casos y que olvidamos en otros.
Así que voto a favor de la aprobación general del proyecto y espero que en su discusión particular esta donación sea ampliada, con los resguardos necesarios.
Gracias.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay más inscritos.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (30 votos a favor) y se fija plazo para presentar indicaciones hasta el jueves 13 de junio, a las 12.
Votaron las señoras Allende, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón y Von Baer y los señores Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Galilea, García, García-Huidobro, Guillier, Huenchumilla, Insulza, Latorre, Letelier, Montes, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quinteros, Sandoval y Soria.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Además, se deja constancia de la intención de voto favorable del Senador señor Elizalde.