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PROTECCIÓN DE GLACIARES


El señor QUINTANA (Presidente).- Según lo acordado por los Comités, corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señor Girardi y señoras Allende y Órdenes, en primer trámite constitucional, sobre protección de glaciares, con informe de la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales.
--Los antecedentes sobre el proyecto (11.876-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señor Girardi y señoras Allende y Órdenes):
En primer trámite: sesión 31ª, en 10 de julio de 2018 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Medio Ambiente y Bienes Nacionales: sesión 4ª, en 20 de marzo de 2019.
El señor QUINTANA (Presidente).- Recuerdo a Sus Señorías que esta iniciativa se analizará como si fuera de Fácil Despacho, y ello se va a cumplir de modo estricto, tal como lo han solicitado todos los Comités.
Imagino que las bancadas habrán hecho llegar los nombres de quiénes van a intervenir, dentro del tiempo correspondiente.
Antes de ofrecer la palabra, me han pedido recabar la autorización de la Sala para que puedan ingresar a ella los señores Óscar Cristi, Director General del Aguas, y Gino Casassa, glaciólogo.
Entiendo que conversaron con el Vicepresidente de la Corporación, Senador señor De Urresti.
¿Habría acuerdo para que ambos especialistas nos puedan acompañar en el Hemiciclo?
Acordado.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El principal objetivo del proyecto es asegurar la protección de los glaciares, del ambiente periglacial y del permafrost, a fin de preservarlos y conservarlos como reservas estratégicas de recursos hídricos, como proveedores de agua para la recarga de cuencas hidrográficas, como fuentes de biodiversidad y de información científica y para el turismo sustentable.
La Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales discutió la iniciativa solo en general, en virtud de lo dispuesto en el artículo 36 del Reglamento del Senado, y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores señora Órdenes y señores De Urresti, Girardi, Prohens y Sandoval.
Cabe tener presente que el artículo transitorio del proyecto es de quorum calificado, por lo que requiere para su aprobación 22 votos favorables.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 30 y 31 del primer informe de la Comisión que Sus Señorías tienen a su disposición.
Eso es todo, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra el Senador señor Girardi.
La señora MUÑOZ.- Abra la votación, señor Presidente.
El señor ELIZALDE.- Sí. Votemos.
El señor LETELIER.- Ábrala.
El señor COLOMA.- Escuchemos al colega primero.
El señor LETELIER.- Estamos en una reunión paralela con los Ministros.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, este es uno de los temas más relevantes no solo para Chile, sino para toda nuestra humanidad.
Todos estamos, aparentemente, preocupados -así se dice- por la situación del cambio climático, a tal punto que Chile ha establecido como una prioridad realizar la COP25, dados la gravedad que dicho fenómeno implica y los impactos que acarrea para nuestro país.
Chile es presentado por nuestras autoridades como una de las naciones más afectadas a nivel mundial por el cambio climático, pues las consecuencias de ello van a ser más concretas. Por tanto, es uno de los países más vulnerables.
La situación del cambio climático ya es irreversible. Estamos discutiendo si la temperatura va a aumentar uno y medio grados o si superará los dos o tres grados. Ya no estamos hablando de una situación neutra.
La temperatura que nos afecta hoy día, que ha provocado la sequía que estamos viviendo, aumentó un grado en 150 años. El escenario que viene es que en veinte años se elevará uno y medio grados, si somos optimistas, o más de dos o tres grados.
Todos los análisis de los científicos que conforman el IPCC señalan que no se va a cumplir, aparentemente, la expectativa de uno y medio grados y que nos encontramos en el escenario de los dos grados.
Por lo tanto, los efectos más evidentes del cambio climático, además de los ciclones que hemos visto, de las sequías y de los aluviones, que van a incrementar su frecuencia -estamos viviendo la punta del iceberg de lo que va a venir-, son el impacto que causarán en la biodiversidad y el agua.
El agua va a ser un recurso escasísimo, y la falta de ella afectará al consumo humano, a la agricultura, a la minería y a muchos otros ámbitos.
Chile, en ese contexto, tiene algunas ventajas. Una de ellas es que posee una cantidad importante de glaciares. De hecho, disponemos de una de las superficies glaciares más significativas de Sudamérica.
Pero, lamentablemente, el 95 por ciento de nuestros glaciares van en retirada y están siendo afectados por dos situaciones: una evidente, que es el cambio climático (el calor, el derretimiento y el retroceso de ellos), y otra, que dice relación con la intervención de los seres humanos en sus actividades.
Los glaciares, tal vez, serán las únicas fuentes que van a garantizar agua en períodos de verano, porque en los meses de primavera e invierno es posible disponer del recurso con la poca agua de lluvia que cae y con lo que se infiltra en los acuíferos naturales. Pero ello todavía no está claro, pues la extracción de tierra de hoja y la vulneración de las quebradas están provocando dificultades para la recuperación del agua que debiera infiltrarse en los acuíferos naturales.
El problema es que nuestros glaciares, que son una fuente de agua relevante y, en mi opinión, un recurso estratégico para el siglo XXI, no tienen ningún tipo de protección.
La idea es que aprobemos hoy día en general esta iniciativa de ley, que justamente establece un estándar de protección y considera a los glaciares como un bien nacional de uso público, igual que un parque, lo cual permitirá una situación regulada y estricta de intervención con el objeto de que la sociedad, eventualmente, pueda discutir en algún momento la desafectación de un glaciar.
Pero eso tendrá que hacerse por medio de una ley de la república, es decir, con un estándar de exigencia que amerite analizar, por ejemplo, si vamos a privilegiar la intervención de Andina en los glaciares o la existencia de ellos para dotar de agua a la Región Metropolitana.
Esta se va a quedar sin agua y va a vivir, en ciertos momentos, de la que provean los glaciares.
Por desgracia, hay un lobby feroz de parte de empresas del Estado, como Codelco y otras, que no quieren una legislación sobre glaciares.
Yo lamento que un proyecto como el que nos ocupa tenga que ir a la Comisión de Minería. No va a ella por una razón altruista. Dicho órgano técnico no quiere que haya una ley de glaciares.
Yo deseo que haya minería, pero una minería como la que ha planteado Anglo American, por ejemplo: ¡sin intervención de glaciares!
Por lo tanto, si finalmente tenemos que desafectar un glaciar, a pesar de la importancia estratégica que revisten para Chile, hay que hacerlo con un estándar suficientemente serio y con el apoyo científico y técnico que lo permita.
La idea es aprobar la idea de legislar.
Yo me comprometí con el Ministro a crear, una vez aprobada esta iniciativa, una instancia técnica conformada por científicos representativos de universidades y del Ministerio para llegar a una buena solución y elaborar un buen proyecto.
No tengo ninguna duda de que contar con una política sobre glaciares, así como impulsar una política para el cuidado y la protección de nuestra agua con el fin de hacer eficiente el recurso, será estratégico.
¡No vamos a poder evitar el cambio climático!
No vamos a poder vivir en un mundo mejor en materia climática. ¡Vamos a vivir en un mundo peor!
El agua va a ser un eje central y los glaciares alcanzarán la dimensión de recurso estratégico.
A mi juicio, si hay un mínimo de consistencia en lo que ha declarado el Presidente de la República y lo que hemos dicho nosotros mismos, en el sentido de organizar una COP, a la cual vamos a convocar a más de quinientos parlamentarios de todo el mundo para reunirnos con la ciencia, lo mínimo que este Congreso puede hacer es aprobar en general el presente proyecto.
Después discutiremos los aspectos más específicos en el debate que se lleve a cabo en la Comisión de Medio Ambiente.
Sé que esta iniciativa irá a la Comisión de Minería. Creo que eso es un error, una claudicación. Pero, bueno, esa es la decisión del Senado.
El señor QUINTANA (Presidente).- Me ha pedido el Senador señor Letelier insistentemente abrir la votación.
¿Le parece a la Sala?
El señor COLOMA.- Que hable el Ministro primero.
El señor QUINTANA (Presidente).- Claro.
Dado que hemos autorizado a la Comisión de Trabajo a sesionar en paralelo, creo que debemos dar las facilidades para ello.
Abriremos la votación...
El señor COLOMA.- Después de que exponga el Ministro.
El señor LETELIER.- ¡Abra la votación con la autorización de que hable el Ministro!
El señor QUINTANA (Presidente).-... después de que el Ministro intervenga.
Acordado.
Tiene la palabra el señor Ministro de Minería, don Baldo Prokurica.


El señor PROKURICA (Ministro de Minería).- Señor Presidente, quiero saludar a todas las Senadoras y a todos los Senadores, y agradecer los comentarios respecto de este proyecto de ley.
Reafirmo el compromiso del Gobierno del Presidente Piñera en orden a respetar y cuidar el medio ambiente, logrando una conciliación armónica con el desarrollo sustentable.
Es indispensable tener presente que la protección de los glaciares constituye una prioridad para el Gobierno. De hecho, una de las víctimas del cambio climático son los glaciares, grandes reservas de agua que en todo el mundo han retrocedido, producto del aumento de las temperaturas.
Por eso estamos avanzando en la creación de un Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas.
Hoy día me acompañan Óscar Cristi, Director General de Aguas, y Gino Casassa, glaciólogo, quien está trabajando a cargo de una repartición especial en la DGA: la Unidad de Glaciología y Nieves, que constituye un refuerzo para dicho organismo en este ámbito.
Además, en el marco del estudio de esta iniciativa de ley, hemos visto un informe de Cochilco, que es un órgano técnico del Estado, que nos informa de un riesgo en caso de aprobarse esta iniciativa tal cual como está, dado el efecto retroactivo que implica su artículo sexto, que afecta no solo a los proyectos de todo tipo hacia el futuro, sino también a aquellos que ya están instalados.
De aprobarse el texto actual de la iniciativa, señor Presidente, se generarían efectos en distintas actividades del país. En relación con la minería, se afectarían al menos cuatro grandes proyectos, dos de empresas del Estado (Codelco, a través de El Teniente y Andina), los cuales no podrían seguir operando, no por el tema de los glaciares, sino porque este proyecto se refiere a los glaciares, al permafrost y a los ambientes periglaciales. O sea, estamos hablando de la única legislación del mundo que estaría tocando estos temas.
Yo creo que Chile ha avanzado en esto y ha sido pionero muchas veces en varias materias.
Por lo anterior, señor Presidente -y agradezco tanto el acuerdo otorgado por los Comités para que la iniciativa también sea vista por la Comisión de Minería, como lo planteado por el Presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Senador Girardi-, queremos que se forme una comisión técnica en donde puedan participar los glaciólogos y podamos conciliar el cuidado del medio ambiente, de los glaciares y de todo lo que les rodea con la actividad principal de nuestro país: la minera.
Si aplicáramos el proyecto tal como está hoy día, 36.300 trabajadores, de acuerdo al informe de Cochilco, no podrían seguir laborando.
Pienso que en lo planteado no tenemos una opinión distinta. Pero debemos procurar conciliar el cuidado hacia el medio ambiente con la actividad principal de Chile, que es la minería.
El señor QUINTANA (Presidente).- Muchas gracias, señor Ministro.
En votación la idea de legislar.
--(Durante la votación).
El señor QUINTANA (Presidente).- Ofrezco la palabra a la Senadora señora Allende, una de las autoras del proyecto.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, esta iniciativa sobre protección de glaciares es muy importante y se hace cargo de las consecuencias para Chile, como se ha explicado, del cambio climático, justamente en el contexto de los anuncios que ha hecho el Gobierno en este ámbito.
El 22 de mayo se publicó que en Campo de Hielo Sur, en su zona más austral, se fragmentó y separó un área de 208 kilómetros cuadrados.
Hay que poner esto en el contexto del cambio climático e indicar lo grave que es, particularmente para un país como el nuestro. Nos afecta mucho más, pues estamos sometidos a los rigores de dicho fenómeno; más aún, si se considera que en nuestro territorio existen bastante y profundas desigualdades.
Chile es muy vulnerable ante el cambio climático.
La meta climática, definida por el Acuerdo de París, de mantener la temperatura promedio del planeta dentro de 1,5 grados, por desgracia, no se va a cumplir. Los informes más recientes indican que el aumento de la temperatura va a ser, a lo menos, de dos grados.
Dos grados implica un incremento de frecuencia de eventos extremos, como los que ya nos ha tocado vivir en Chile y que son tremendamente agravantes para nuestra población y, por supuesto, para el medio ambiente. Tenemos olas mortíferas de calor, tormentas, inundaciones, sequías y, últimamente, nos ha tocado ver incluso tornados, que nunca habíamos visto en las Regiones del Biobío y del Ñuble.
Chile -como explicábamos- es especialmente vulnerable al cambio climático, por su geografía y por sus altos niveles de desigualdad. En la historia reciente no hay un cambio tan grande a escala planetaria como este que nos va a impactar.
Contamos con un tremendo potencial hídrico en la protección de glaciares. Pero debemos tener mucho cuidado, porque eso nos obliga, como país, a asumir una enorme responsabilidad en cómo lo vamos a hacer, pensando que esas masas de hielo son la reserva del recurso hídrico tanto para nuestro país como para la humanidad.
Hoy día estamos viviendo una escasez hídrica.
Hoy día estamos viviendo un ciclo de sequía extremadamente grave. Llevamos ocho años de sequía continua. Actualmente, hay provincias, como las que representamos con los Senadores de la Región de Valparaíso (específicamente, las comunas de Petorca, La Ligua), donde la gente carece de acceso a dicho recurso para consumo humano, por lo cual se tiene que abastecer con camiones aljibes.
El tema del agua pasa a ser una de las preocupaciones más cruciales que vamos a enfrentar en la humanidad, porque no es algo que afecte solamente a Chile.
Por eso nos obliga.
¿Cómo vamos a proteger nuestro recurso hídrico?
¿Qué tipo de políticas vamos a impulsar?
¿Cómo vamos a desarrollar un mundo agrícola pero sustentable?
Y ello no puede ser, como ocurre, por ejemplo, en la comuna de Petorca, a costa del consumo humano. Ahí tenemos plantaciones de monocultivos que requieren uso intensivo de agua, dejando a la gente que vive ahí sin acceso para su consumo, lo cual es francamente poco aceptable.
También es cierto que habrá que aprender a convivir -¡ojo!- con la actividad minera, porque Chile claramente es un país minero. Pero no podemos hoy día mantener una minería que no se preocupe de la situación del medio ambiente y, particularmente, de los glaciares.
Estos se ven afectados por el polvo; se ven afectados por la construcción; se ven afectados por los caminos; se ven afectados de múltiples formas. ¡Y son nuestras reservas de agua dulce!
Por lo tanto, debemos hacernos cargo de este tema mayor.
En tal sentido, tenemos que pensar qué estamos haciendo para las generaciones futuras y, desde luego, para el presente.
Por lo mismo, lamento la ausencia de la Ministra en la Comisión de Medio Ambiente. Entiendo que estaba ocupada en lo relativo a la COP25. Pero tampoco concurrió el Ministro de Obras Públicas. Era importante que estuvieran presentes. En todo caso, asistió gente de la Dirección General de Aguas, quienes hicieron observaciones importantes.
Señor Presidente, vamos a aprobar en general este proyecto. Claramente, habrá que perfeccionarlo. Para ello, tendremos que revisar cuidadosamente sus normas, pues queremos cumplir con la meta de proteger los glaciares, pero también permitir que Chile logre un crecimiento sustentable.
Por lo tanto, no tengo ninguna duda de que debemos caminar en esa dirección.
Asimismo, quiero referirme a un argumento dado respecto de la protección actual de los glaciares. Se indicó que el 86 por ciento de ellos están bajo protección por el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y el 14 por ciento restante, por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Eso implicaría que el cien por ciento de los glaciares se encontrarían protegidos por el Sistema de Evaluación Ambiental.
Necesito un minuto más, señor Presidente, y termino.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Puede continuar, Su Señoría.
La señora ALLENDE.- Gracias.
Francamente, creo que aquí faltó señalar que nuestro sistema de protección ambiental es precario. Está diseñado para aprobar proyectos, pero presenta graves asimetrías entre las comunidades y los proponentes. No hay una suficiente participación ciudadana temprana y no cuenta con adecuadas compensaciones ambientales. Peor aún, ni siquiera firmamos el Convenio de Escazú por falta de voluntad política, lamentablemente, de este Gobierno. Y, además, la Superintendencia no ejerce todas sus atribuciones.
Por eso hay que tener mucho cuidado cuando se dice una frase como aquella de que existe un cien por ciento de protección para los glaciares, porque ello no es así.
Hoy día, como Senado, debemos dar un paso para proteger esa reserva de agua dulce tan fundamental.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Rogaría a los señores Senadores y a las señoras Senadoras que no se sigan inscribiendo, pues no les voy a poder dar la palabra. Los Comités hoy día fueron muy estrictos, y de manera muy transversal, en cuanto a los tiempos de intervención en esta materia.
La Senadora Von Baer fue la primera en traerme los nombres de quienes iban a intervenir por Chile Vamos. No podré dar la palabra al último Senador que se inscribió, el Senador señor García-Huidobro.
Tiene la palabra la Senadora señora Ebensperger.
El señor SANDOVAL.- Perdón, señor Presidente. Lo que pasa es que se notificó, en el caso de nuestra bancada, que hablarían el suscrito -miembro de la Comisión de Medio Ambiente, por lo demás- y el Senador García-Huidobro.
El señor QUINTANA (Presidente).- Puede intervenir, Su Señoría.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, desde hace mucho tiempo que se viene procurando establecer alguna regulación en materia de glaciares en nuestro país. En la Cámara de Diputados se presentaron varios proyectos, los cuales, por diversas razones, terminaron desdibujados en sus intenciones durante la Administración pasada y al final no lograron cumplir con el objetivo perseguido, que era, precisamente, proteger los glaciares.
Estamos ante una materia que despierta enorme interés, dada la naturaleza de nuestra situación, especialmente si consideramos que en Chile hay un total de 24.114 glaciares. De los 30 mil kilómetros cuadrados de glaciares existentes en Sudamérica, 24 mil se ubican en nuestro país. O sea, poco más del 80 por ciento de esos glaciares tiene esta connotación.
Por lo tanto, frente a esta realidad, no cabe duda alguna de que resulta necesario avanzar en el establecimiento de regulaciones que permitan una adecuada protección de este importante patrimonio ambiental, base y reserva muy significativos para el suministro de agua en nuestro país. Lo que siempre se plantea en la discusión es el conflicto entre la conservación y la utilización de estas áreas o, eventualmente, la realización de actividades en torno a ellas o en sus cercanías, como se da, precisamente, en el caso de la minería. Y es lo que ha ocurrido también ahora.
Habrá que pensar seriamente en cómo conciliar estos dos elementos. Será parte del objeto de la discusión particular de este proyecto cómo compatibilizar, en definitiva, la necesidad evidente de proteger un recurso tan significativo para nuestro país con la necesidad de desarrollar ciertas actividades que puedan llevarse a cabo amigablemente en el sector. No es casualidad que cerca de 36 mil 300 trabajadores estén involucrados en las cercanías de estas áreas. Estamos hablando de una enorme cantidad de familias que viven de actividades que, evidentemente, habrá que considerar.
El otro día veía una suerte de demonización de algunas actividades productivas, a propósito de la discusión en torno a la Ley de Pesca. Claro, de repente nadie quiere ninguna de esas actividades. Pero, entonces, ¿qué hacemos con los cientos de trabajadores que dependen de alguna de ellas? Y es aquí donde nosotros tenemos que construir una solución ambiental, social y económicamente eficiente, que permita el desarrollo de ciertas actividades y resguarde, al mismo tiempo, nuestros patrimonios de carácter ambiental. Porque, si les hacemos la cruz a esas actividades, ¿qué hacemos con los cientos de trabajadores afectados? Aquí estamos hablando de más de 30 mil. ¿Cuántos más tenemos asociados a la industria y la pesca en la zona sur austral de nuestro país? ¿Qué hacemos con ellos?
Por lo tanto, resulta evidente que hay que avanzar en una protección, en una regulación, en un mecanismo eficiente, en un proyecto adecuado. Y, en ese sentido, yo voy a aprobar la idea de legislar, con una sola salvedad, que ya mencioné en la instancia pertinente, relacionada con el artículo transitorio, que dice: "Las actividades, de cualquier naturaleza, que al momento de la vigencia de la presente ley afecten o puedan afectar glaciares deberán cesar y requerir de las autoridades...". ¡Automáticamente, por el solo ministerio de la ley, todas las actividades que se ejecuten!
Aún más: yo levanté el punto porque la norma ni siquiera discrimina en qué afectarían. ¡Habla de todas las actividades, las que podrían ser hasta labores deportivas, como el esquí, que se realicen en lugares de alta montaña o incluso en mi propia Región de Aysén, donde prácticamente existen...
El colega de Magallanes me hace altiro una prevención. Pero, para no equivocarme, esa región tiene -son hartos, amigo- 6.805 glaciares. Nosotros tenemos 8 mil 900. Y agrego que el 82 por ciento de los glaciares está bajo mecanismos de protección.
Sin embargo, siguiendo con el análisis del artículo, debo señalar que en Aysén hay incluso comunidades que realizan trabajos de trekking, caminatas, en las mismas áreas. ¡Habrá que regularlos! Pero la norma transitoria prohíbe prácticamente todo, y agrega un ingrediente adicional que le da un efecto de retroactividad. Habrá que ver cómo sancionarlo y perfeccionarlo en la discusión particular.
No cabe duda, señor Presidente, de que aquí vamos a tener que compatibilizar el desarrollo de una instancia adecuada de protección de los glaciares, por su importancia, por su impacto, por la significación que tienen como suministro en muchos sentidos -estamos de acuerdo y disponibles para ello-, pero, por otro lado, también debemos asegurar qué hacer con los cientos o miles de trabajadores que se desempeñan en las cercanías, pues a veces, con la idea de llevar ciertos propósitos a puntos extremos, terminamos por afectar socialmente a nuestras propias comunidades, con pérdida de empleos y otras cosas.
Creo que tenemos que compatibilizar el desarrollo con la protección y, evidentemente, construir una adecuada legislación que se haga cargo del tema.
En lo personal, señor Presidente, votaré a favor la idea de legislar para después analizar en detalle las observaciones al proyecto.
Muchas gracias.
El señor QUINTANA (Presidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora señora Rincón, por tres minutos.


La señora RINCÓN.- Voy a ser muy breve, señor Presidente, porque nos hemos dividido el tiempo con mi colega Provoste.
No voy a explicar el sentido o el contenido de la iniciativa, pues ya lo han hecho otros Senadores. Sí voy a decir que me preocupa sobremanera que sus objetivos puedan verse frustrados por la aprobación o las normas que contiene el TPP11.
Este tratado contempla, en su Capítulo 9, relativo a inversiones, ciertos derechos a extranjeros que invierten en nuestro país, entre ellos:
1.- La garantía de "expropiación indirecta" y la indemnización a favor de los inversores. La expropiación indirecta ocurre por actos del Estado que interfieran con las "expectativas inequívocas y razonables de la inversión" (Sección A, Artículo 9.8: 1, 2, 4).
2.- Se considera medida disconforme cualquier medida aplicada por los gobiernos que un inversor extranjero considere que "crea un impedimento significativo a la inversión" (Sección A, Artículo 9.12).
3.- El derecho a las transnacionales a demandar internacionalmente al país -en este caso Chile- ante un grupo especial de privados expertos y no ante un tribunal propiamente tal ante una medida disconforme.
4.- El grupo especial podrá dictar un laudo arbitral no revisable y condenar al país al pago de indemnizaciones millonarias.
5.- El concepto de expectativas inequívocas y razonables de la inversión no está definido y queda a la libre determinación de árbitros privados.
Señor Presidente, el Capítulo 20 del TPP, relativo al medio ambiente, señala, en general, que las inversiones no pueden ir en contra de las leyes ambientales del Estado parte, pero su Artículo 20.1 define "ley ambiental" de manera restrictiva, limitándola solo a tres tipos:
1.- Las que tienen por objeto la prevención, reducción o control de una fuga, descarga o emisión de contaminantes ambientales (pero no su reparación).
2.- Las que controlan los productos químicos o desechos peligrosos o tóxicos para el medio ambiente (pero no la mitigación o reparación de los daños ocasionados por no tener debida diligencia). Y
3.- Las que tienen por fin la protección o conservación de las áreas naturales bajo protección especial.
Sin embargo, en Chile existen: en la zona norte, 2.142 glaciares y solo 164 protegidos; en la zona centro, 2.615 y 46 protegidos, y en la zona sur, 5.660 y apenas 1.653 protegidos.
Por lo tanto, señor Presidente, respaldo esta iniciativa, que obviamente es importante, pero estoy preocupada por lo que estamos haciendo en otros ámbitos y que pueda afectar esta normativa.
Gracias, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- A usted, por ajustarse a los tres minutos.
Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Trataré de ser breve, señor Presidente.
Ya se ha dicho que este proyecto tiene por objeto asegurar la protección de los glaciares, del ambiente periglacial y del permafrost, a fin de preservarlos y conservarlos como reservas estratégicas de recursos hídricos.
Yo voy a presentar una reforma -estamos haciendo un trabajo que ya lleva un tiempo de reflexión-, en el ánimo de crear un Parque Binacional de la Paz en Campos de Hielo Sur.
La cuarta parte de la actual masa global de glaciares montañosos podría haber desaparecido el año 2050, y más de la mitad, el 2100, cuando solo quedarían grandes extensiones de esos hielos en Alaska, el Himalaya y la Patagonia. En un proceso que se retroalimenta constantemente cuando el hielo se derrite, quedan expuestas superficies de tierra y agua que retienen el calor, lo cual aumenta el recalentamiento y causa más derretimiento de hielos. El hielo refleja grandes cantidades de energía solar y es un factor contrario al recalentamiento.
En el extremo suroeste de América del Sur existen actualmente dos campos de hielo remanentes de la última glaciación. El Hielo Patagónico Sur es, con excepción de la Antártica, el mayor cuerpo de hielo en el hemisferio sur y el tercero más extenso del mundo tras los de la Antártica y Groenlandia.
Del campo de hielo se desprenden, en Chile, los glaciares Jorge Montt, Pío XI (el mayor del hemisferio sur fuera de la Antártica, con 1.265 kilómetros cuadrados), el O´Higgins, el Tyndall, el Grey y más de cien glaciares menores.
Gran parte de su extensión se encuentra protegida al formar parte de los parques nacionales Bernardo O´Higgins y Torres del Paine, en nuestro país, y el parque nacional Los Glaciares, en Argentina.
Acabo de conversar recién esta reforma con el glaciólogo don Gino Casassa. Voy a compartirle su texto para recoger parte de la experiencia profesional que pueda aportarnos, de manera de presentarla cuanto antes, una vez que se haga la última reflexión, entendiendo que aquí tenemos un tema de Estado que resulta absolutamente estratégico para la protección de los glaciares de nuestro país y el mundo.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Provoste.


La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, es importante este momento porque durante muchos años hemos estado esperando un proyecto de ley que proteja verdaderamente todos los ecosistemas glaciares, sin condición, entendiendo en forma clara que los glaciares son fuente permanente de agua y que en el actual contexto global se encuentran extremadamente vulnerables, por distintos proyectos extractivos, no solo de la minería, sino también geotérmicos e hidroeléctricos.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos, en su informe anual correspondiente al 2015, señaló cómo se vulneraban diversos derechos, en tanto que la Corte Suprema indicaba que las mociones que se discutían en ese momento en la Cámara de Diputados debilitaban la condición de los glaciares, los que constituyen, en sí mismos, un patrimonio ambiental del país, lo cual supone una protección ante cualquier tipo de actividad o amenaza.
Los glaciares y las diferentes formaciones de hielo que se crean en su cercanías son de gran importancia para la existencia de la vida en nuestro planeta, cumpliendo diferentes finalidades ecológicas, especialmente aquellas relacionadas con la reserva de agua dulce que alimenta diferentes ríos y lagos cercanos.
Estamos convencidos de que esta iniciativa avanza en la dirección que han estado trabajando diversas organizaciones en territorios movilizados por la defensa de los ecosistemas glaciares. Por lo tanto, seguiremos atentos a que la presente discusión, que hoy se da en el Parlamento, recoja también un anhelo ciudadano y en especial el de aquellas comunidades que entienden que la amenaza a nuestros ecosistemas daña no solo a nuestras actividades ancestrales, sino también nuestras actividades permanentes.
Cuando aquí se hace tanto hincapié en la pérdida de empleos, yo también desearía que se defendiera, con la misma fuerza, el derecho a la vida que representa la presencia de glaciares en las nacientes de nuestros ríos.
Valoramos las diferentes mociones parlamentarias, pero, sobre todo, valoramos el compromiso de las comunidades y los territorios que han estado trabajando a lo largo del país para tener una ley de protección real y total de los ecosistemas glaciares.
Espero que en la discusión que sigue, el Ejecutivo, que en su paso anterior tuvo vinculaciones importantes para proteger a empresas extractivas en glaciares, se abstenga de participar.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.


El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señor Presidente, sin duda, la situación que están viviendo actualmente Chile y el mundo respecto al cambio climático nos debe hacer meditar y tomar medidas, pero es evidente que algunas las debemos asumir como país, justamente porque más del 80 por ciento de nuestra agua se está yendo al mar y no la estamos utilizando.
Por lo tanto, lo primero que debemos hacer es impedir que sigamos perdiendo un porcentaje importante y tengamos la cantidad necesaria, no solo para el consumo humano, sino también para nuestra agricultura, nuestra minería y, en general, para todas las actividades productivas que requiere el país.
Lo primero que debemos pensar es que con el cambio climático los glaciares están desapareciendo debido a las industrias extractivas, pero igualmente por el alza de la temperatura.
En segundo lugar, valoro la decisión que tomaron los Comités en cuanto a que este es un proyecto que debe pasar por la Comisión de Minería. Y también valoro el acuerdo a que se ha llegado respecto de una comisión técnica en la que expertos le puedan indicar su visión a las distintas Comisiones a fin de determinar cuáles son las soluciones realistas que nuestro país requiere.
El primer ingreso que tiene nuestro país es la minería. Y, según el informe de Cochilco que nos ha entregado el Ministro, prácticamente se estarían afectando 36 mil empleos directos en el sector, a los cuales hay que sumar los indirectos, que en muchos casos son más.
Además, se podría ver afectado casi el 35 por ciento de los recursos que la minería le aporta al Fisco. Estamos hablando de prácticamente 1.000 millones de dólares menos si el proyecto se aprueba tal como está hoy.
Es por eso, señor Presidente, que creo que esta iniciativa amerita una discusión bastante más profunda. Debemos entender la definición concreta de glaciares. Y en ese sentido valoro la presencia de especialistas en la Sala para que escuchen lo que nosotros pensamos que se debe mejorar y perfeccionar.
El cambio climático es una realidad, pero también lo son las necesidades de recursos que tenemos, sobre todo considerando que somos el primer país exportador de cobre en el mundo. Y nuestra primera empresa, que es Codelco, requiere los cuidados necesarios, pero por ningún motivo impedir la posibilidad de que continúe realizando sus labores.
Sin ir más lejos, esto afectaría inmediatamente la producción de El Teniente y de Andina, justamente las dos divisiones más eficientes de la empresa. Según el informe de Cochilco, que es la entidad que debe fiscalizar al sector y entregar la información correspondiente, este proyecto haría inviables las operaciones de Andina en el corto plazo, por la prohibición de realizar actividades en el entorno de glaciares y de no influir en ellos.
En tal sentido, valoro la posibilidad de abrir una discusión seria y técnica con el fin de compatibilizar el desarrollo económico, que nos permita seguir siendo el primer país minero de cobre en el mundo, con la preocupación que requieren nuestros recursos naturales, en este caso el agua.
Pero insisto, señor Presidente: me parece fundamental entender que la manera de cuidar el agua es haciendo los embalses y los tranques necesarios, con el fin de conservar y no perder lo que hoy nos entrega la cordillera de Los Andes.
Por las razones anteriores, considero que el proyecto no va en el camino correcto, y por eso me abstengo.
El señor QUINTANA (Presidente).- No hay más Senadores inscritos.
Agradezco a aquellos que se borraron de la lista para facilitar una discusión acorde con los tiempos del Fácil Despacho.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor QUINTANA (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (33 votos a favor y 6 abstenciones), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste y Rincón y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Chahuán, De Urresti, Durana, Elizalde, García, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quintana, Quinteros y Soria.
Se abstuvieron las señoras Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Coloma, Ebensperger, Galilea y García-Huidobro.
El señor QUINTANA (Presidente).- Falta fijar plazo para presentar indicaciones. ¿Hay alguna propuesta?
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Se propone que sea hasta el 14 de junio.
El señor QUINTANA (Presidente).- Entonces, se fijaría esa fecha como plazo.
Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor PROKURICA (Ministro de Minería).- Señor Presidente, como los Comités acordaron que este proyecto fuera a la Comisión de Minería, yo le pediría que el plazo fuera mayor, porque a dicho órgano especializado se le fijó un tiempo determinado -entiendo que un mes- a fin de no dilatar su despacho.
Por lo tanto, solicito que el plazo para presentar indicaciones a la iniciativa rija por lo menos a partir de la entrega del informe de la Comisión de Minería. Si no, se recibirán indicaciones estando todavía pendiente su discusión.
La señora VON BAER.- ¡Está bien eso, señor Presidente!
La señora ALLENDE.- Tiene razón.
El señor QUINTANA (Presidente).- Pero el proyecto va a esa Comisión para su debate en particular.
La señora VON BAER.- Señor Presidente, se necesita un mayor plazo para presentar indicaciones.


El señor QUINTANA (Presidente).- Entonces, el plazo se fijaría después de recibido el informe de la Comisión de Minería.
Tiene la palabra el Senador señor Girardi.
El señor GIRARDI.- Señor Presidente, considero que hay que determinar otro plazo, porque la iniciativa primero debe ser tratada por la Comisión de Medio Ambiente y, después, por la de Minería.
Como de todas maneras necesitamos fijar un plazo para presentar indicaciones, propongo que lo establezcamos hasta la última semana de junio y que después se determine un tiempo para tramitar el proyecto en la Comisión de Medio Ambiente y, luego, en la de Minería, como corresponde.
El señor QUINTANA (Presidente).- ¿Habría acuerdo para acceder a lo que propone el Senador señor Girardi?
El señor GIRARDI.- La Comisión dispondría de todo junio para tratar el proyecto.
El señor QUINTANA (Presidente).- Ese plazo es más extenso que el propuesto originalmente.
Tiene la palabra la Senadora señora Von Baer.
La señora VON BAER.- Tengo una duda procedimental, señor Presidente.
Cuando la iniciativa vaya a la Comisión de Minería y se le formulen indicaciones, ¿se podrán presentar indicaciones de nuevo aunque haya vencido el plazo?
El señor MONTES.- Ese es el problema.
El señor QUINTANA (Presidente).- No, porque el proyecto va a la Comisión de Minería para su discusión en particular, a menos que en su momento se pida otro plazo. La Sala puede acordarlo. Pero lo que no es posible es dejarlo sin plazo para presentar indicaciones.
La señora VON BAER.- A eso voy, señor Presidente.
Entonces, hay dos plazos para presentar indicaciones. Y no sé cómo procedemos normalmente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Solo si le pareciera necesario hacerlo a la Comisión de Minería, después de que emitiera su informe, se podría pedir un nuevo plazo. Hoy día se planteó uno que el Senador señor Girardi propuso flexibilizar, porque se hablaba del 14 de junio, pero Su Señoría sugirió que fuera hasta fines de este mes.
La señora VON BAER.- Estamos de acuerdo, señor Presidente.
Gracias.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.
El señor PIZARRO.- Señor Presidente, a mí me parece más lógico que el proyecto vaya a la Comisión de Minería y que después vuelva a la Comisión "madre" -por decirlo así-, que fue donde se inició. Porque si lo hacemos al revés, la Comisión de Medio Ambiente, que es la que ha llevado la iniciativa, se puede encontrar con que lo que haya avanzado en la discusión en particular se cambie completamente en la Comisión de Minería. Cada órgano técnico tiene derecho a hacerlo. Pero, naturalmente, el tema al que le corresponde abocarse la de Minería es un complemento o una visión especial respecto a la idea matriz del proyecto. Entonces, me parece mucho más razonable proceder de esa manera.
Por lo tanto, lo que se puede hacer, señor Presidente, es acordar que la iniciativa vaya a la Comisión de Minería, con un plazo determinado para emitir su informe. Y, cuando vuelva a la de Medio Ambiente, si hay necesidad de fijar un nuevo plazo para indicaciones, ahí se puede tomar el acuerdo respectivo. Eso es lo lógico.
El señor QUINTANA (Presidente).- Si le parece a la Sala, se fijará plazo para presentar indicaciones hasta el 28 de junio, considerando que los Comités acordaron que la Comisión de Minería viera la iniciativa durante un mes.
--Así se acuerda.