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SUPRESIÓN DE RANGO ETARIO RELATIVO A EJERCICIO DE PERMISO LABORAL PARA REALIZACIÓN DE EXÁMENES DE MEDICINA PREVENTIVA


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, voy despejar una duda respecto de los funcionarios públicos.
De acuerdo con el Estatuto Administrativo, los funcionarios públicos tienen derecho a solicitar seis días de permiso al año, que pueden fraccionar por día y no necesariamente tomarlos todos juntos, los cuales pueden ser destinados para este u otros trámites, sin tener que expresar causa. Por lo tanto, estaría absolutamente salvado el tema respecto de aquellos.
En cuanto al segundo punto que planteó el Senador Alejandro García-Huidobro, creo que en la iniciativa originada en moción resulta claro que el ánimo no solo es eliminar el guarismo de la edad, en hombres y mujeres, sino también que puedan usar el permiso por medio día para realizarse los exámenes que requieran, los cuales, obviamente, deben ir en la línea preventiva.
Cuando uno mira el calendario de medicina preventiva del Ministerio de Salud, se encuentra con que los exámenes que se consignan no solo buscan la detección del cáncer cervicouterino, de mama o, en el caso de los hombres, de próstata, sino también de la dislipidemia, referente al colesterol; de la tuberculosis; de la sífilis; de la diabetes, que es un problema de salud importante en nuestra población, y, obviamente, de otras enfermedades.
Por otro lado, cuando uno observa el calendario, señor Presidente, se da cuenta de que estos permisos para efectuarse exámenes de salud no solo deben aplicarse a los trabajadores mayores de 40 años de edad, en el caso de las mujeres, y de 50, en el caso de los hombres. En el Ministerio de Salud informan que tales exámenes se deben hacer desde los 15 años en adelante -15, 24, 25, 40, en fin-, dependiendo de lo que se vaya a medir.
Sin lugar a dudas, prevenir es mucho mucho más barato, desde el punto de vista de la salud de la población y de la productividad de un país. Y, obviamente, para las familias representa un menor costo que abordar una enfermedad ya desatada.
En ese sentido, es fundamental hacernos cargo de lo que propone esta iniciativa, y felicito nuevamente a los mocionantes.
Sin embargo, esto abre la discusión hacia otros temas necesarios de abordar. Por ejemplo, cuando un trabajador en nuestro país tiene una enfermedad, entra en la lógica de las listas de espera. Cerca del 80 por ciento de los trabajadores en Chile están adscritos al seguro de salud público y tienen que quedar en una lista de espera sin saber cuándo van a ser atendidos.
Entonces, desde el punto de vista de la pertinencia, de la calidad de vida y de la recuperación de la salud, eso es un problema. Porque cuando a ese trabajador o trabajadora se le llama para atender su dolencia o enfermedad, muchas veces, por no decirlo todas, tiene que repetir los exámenes. Eso significa un costo para el Fisco y el país, y una complicación para él y su familia.
Pero no solo implica eso, señor Presidente, porque, cuando un trabajador o trabajadora tiene una enfermedad que, además, lo invalida temporalmente, hace uso del subsidio de incapacidad laboral, con justa razón, y ello representa otro costo para el sistema de salud y para el trabajador y la empresa.
Por lo tanto, bienvenida sea no solo la posibilidad de hacerse exámenes (con el resguardo, como ha señalado el Senador García-Huidobro -por su intermedio, señor Presidente-, de contar con la constancia de que se hizo), sino también de que la atención sea oportuna, para que -como dice el dicho- "el remedio no sea más caro que la enfermedad".
Creo que podemos ahondar en estas discusiones; perfeccionar la legislación. Pero, sin lugar a dudas, esta norma tiene que ser aprobada porque al menos permite tender a la igualación entre los trabajadores públicos, que sí tienen estos permisos, y los del sector privado.
Así que voto, muy contenta y convencida, a favor de este proyecto iniciado en moción.