Click acá para ir directamente al contenido
MODIFICACIÓN DE LEY DE PESCA Y ACUICULTURA


El señor QUINTANA (Presidente).- Según lo acordado por los Comités, corresponde tratar el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura en lo relativo a las licencias transables de pesca e incorpora normas para prevenir la pesca ilegal, con informe de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura, y que corresponde a los boletines números 11.704-21, 10.190-21, 11.642-21 y 7.926-03, refundidos.
--Los antecedentes sobre el primer proyecto (11.704-21) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite: sesión 13ª, en 8 de mayo de 2018 (se da cuenta).
--Los antecedentes sobre el segundo proyecto (10.190-21) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señoras Goic y Muñoz y señor Quinteros):
En primer trámite: sesión 34ª, en 14 de julio de 2015 (se da cuenta).
--Los antecedentes sobre el tercer proyecto (11.642-21) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción del Senador señor Ossandón):
En primer trámite: sesión 3ª, en 20 de marzo de 2018 (se da cuenta).
--Los antecedentes sobre el cuarto proyecto (7.926-03) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señora Rincón y señores Girardi y Navarro y de los entonces Senadores señores Gómez y Rossi):
En primer trámite: sesión 52ª, en 13 de septiembre de 2011 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura: sesión 4ª, en 20 de marzo de 2019.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- La Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura consigna que, luego de la fusión de las iniciativas que le dan origen, el proyecto de ley procura reafirmar el carácter público de los recursos del mar; ampliar la cuota de consumo humano; reemplazar la asignación de cuotas de pesca transferibles mediante licencias transables establecidas para el régimen de acceso a la actividad pesquera industrial por un sistema de subastas que permita el ingreso de nuevos actores al sector, y dar un nuevo paso en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
La referida Comisión discutió el proyecto en general y en particular en virtud del acuerdo adoptado por la Sala con fecha 4 de septiembre de 2018. Aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores señoras Aravena, Muñoz y Rincón y señores Quinteros y Prohens. Lo despachó en particular con las votaciones que consigna en su informe.
Cabe señalar que la Comisión deja constancia de que los numerales 1, letra b); 8 y 10 del artículo 1, y los artículos primero y segundo transitorios son de quorum calificado y requieren 22 votos favorables para su aprobación.
El texto que se propone aprobar se consigna en las páginas 79 a 86 del informe de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
El señor QUINTANA (Presidente).- En discusión general.
Tiene la palabra el Presidente de la Comisión, Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, las cuatro iniciativas de ley destacan la importancia de la actividad pesquera para el país y la necesidad de modificar la asignación de licencias transables de pesca establecidas para el acceso a la actividad pesquera industrial.
Se reconoce que la ley N° 19.713, sobre límites máximos de captura por armador, fue un avance hacia la consolidación de una institucionalidad pesquera moderna. Empero, se ha detectado en ella una serie de falencias, especialmente en lo referente a la sustentabilidad de los recursos pesqueros, la concentración económica, la promoción económica, social y cultural de la pesca artesanal y el justo pago a todos los chilenos por recursos que son de todos.
La Ley General de Pesca y Acuicultura ha sido objeto de serios y generalizados cuestionamientos, generando dudas respecto de su legitimidad y sostenibilidad, no solo por la evidente falta de competencia entre actores de la industria durante el proceso de asignación de sus actuales licencias y derechos, sino también por el necesario y oportuno resguardo de los recursos pesqueros del país, que se encuentran severamente amenazados por la sobreexplotación.
En ese contexto, no resulta legítimo ni actualmente tolerable que las autorizaciones de pesca industrial hayan sido asignadas sin licitación ni competencia alguna, sino que únicamente por el orden de ingreso de las solicitudes respectivas, procedimiento que no se ajusta a prácticas competitivas para asignar licencias de pesca, que suponen licitaciones públicas, abiertas y transparentes.
En efecto, las autorizaciones de pesca industrial que actualmente corresponden a licencias transables de pesca clase A no solo se otorgaron sin licitación ni procedimientos competitivos, sino que, además, se asignaron por plazos renovables indefinidamente en el tiempo, vulnerando la sana competencia que debe darse permanentemente en los mercados regulados, todo lo cual exige una respuesta política urgente.
Por su parte, las licitaciones de las nuevas licencias de pesca denominadas de clase B también se otorgaron por un plazo de 20 años, el que actualmente resulta excesivo y, de hecho, constituye una restricción a la competencia.
Sabido es que los industriales pesqueros han sobreexplotado de manera gratuita recursos que pertenecen a todos los chilenos y que los niveles de concentración e integración vertical de esta industria son un problema que se debe resolver con urgencia, toda vez que han llevado a la pesca a una situación extraordinariamente grave, afectando particularmente a la pesca artesanal.
La finalidad es resguardar el bien común, asegurando el respeto al medioambiente, a los pescadores artesanales, a los trabajadores de la industria pesquera, y dar respuesta a todos los chilenos por la explotación de un recurso que les pertenece.
¿Cuáles son los principales objetivos del proyecto?
1.- La iniciativa reafirma el carácter público de los recursos del mar, a través de la modificación al artículo 1° A de la Ley General de Pesca y Acuicultura, estableciéndose que los recursos hidrobiológicos, sus ecosistemas existentes en aguas terrestres, playa de mar, aguas interiores y mar territorial, así como los derechos de soberanía y jurisdicción en la Zona Económica Exclusiva y en la Plataforma Continental, de acuerdo a las normas de derecho internacional y a las de la presente ley, son objeto de la soberanía exclusiva del Estado de Chile.
2.- Reemplaza la asignación de cuotas de pesca transferibles mediante licencias transables establecidas para el régimen de acceso a la actividad pesquera industrial por un sistema de subastas que permita el ingreso de nuevos actores al sector.
Así, la modificación al artículo 26 A de la Ley General de Pesca y Acuicultura dispone que en aquellas pesquerías que se declaren en plena explotación y se establezca una cuota global anual de captura la Subsecretaría deberá subastar la fracción industrial de dicha cuota para el año calendario posterior a la declaración de dicho régimen. A los adjudicatarios de las subastas se les otorgará una licencia transable de pesca que les dará derecho a capturar anualmente, por un plazo de veinte años, hasta un monto equivalente al resultado de multiplicar la fracción industrial de la cuota global anual de captura correspondiente por el coeficiente fijo adjudicado en la unidad de pesquería respectiva, y comenzará a regir a partir del año calendario siguiente al de la adjudicación. Desde la fecha en que entren en vigencia las licencias antes indicadas, expirarán por el solo ministerio de la ley todas las autorizaciones de pesca relativas a esas unidades de pesquería, no pudiendo, asimismo, otorgarse nuevas autorizaciones.
Por su parte, la enmienda al artículo 27 de la Ley General de Pesca y Acuicultura propone que tanto el reglamento como las respectivas bases administrativas de subasta deberán velar por un sistema transparente y público de asignación, que permita el acceso de nuevos actores o la expansión de los de menor tamaño, que evite la concentración del mercado y que promueva la libre competencia entre los interesados. Para lo anterior, la Subsecretaría deberá requerir a la Fiscalía Nacional Económica para que emita un informe referido al cumplimiento de las circunstancias señaladas.
3.- Da un nuevo paso en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Ejemplo de ello es:
La incorporación en el artículo 2°, numeral 64), de la Ley General de Pesca y Acuicultura, de una norma que dispone que la Política Pesquera Nacional estará, asimismo, orientada a prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, incluyendo aquella que tiene lugar en alta mar o en otras áreas reguladas por tratados internacionales.
La modificación al artículo 25, el que dispone que los titulares de autorizaciones de pesca habilitados para desarrollar actividades pesqueras en pesquerías declaradas en plena explotación o en pesquerías con su acceso transitoriamente cerrado podrán sustituir sus naves pesqueras sin que signifique un aumento del esfuerzo pesquero. En este caso, se añade un inciso que señala que en ningún caso se permitirá la sustitución de una nave por alguna que se encuentre incluida en listados de naves que realizan pesca ilegal, no declarada o no reglamentada.
4.- Compromete la presentación de un proyecto de ley para reestructurar el Registro Pesquero Artesanal (artículo tercero transitorio).
El proyecto fue aprobado en general por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadores señoras Aravena, Muñoz y Rincón y señores Quinteros y Prohens.
Fue aprobado en particular por la unanimidad de la Comisión, con excepción del artículo cuarto transitorio, que se aprobó por mayoría, con la abstención de la Senadora señora Muñoz.
He dicho.
)---------------(
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- En este momento ha llegado a la Mesa el siguiente documento:
Mensaje
De Su Excelencia el Presidente de la República, mediante el cual hace presente la urgencia, calificada de "suma", respecto del proyecto de ley que crea una nueva institucionalidad del sistema estadístico nacional (boletín N° 10.372-03).
--Se tiene presente la calificación y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
)----------(
El señor QUINTANA (Presidente).- Para un punto de reglamento, me ha pedido la palabra el Senador señor Moreira.
El señor MOREIRA.- Señor Presidente, muchas veces por fair play, así como en consideración a las urgencias, se ha pedido abrir la votación.
En tal sentido, le solicito que la abra ahora -yo, por lo menos, siempre accedo a ello-, porque tenemos que viajar de manera urgente a nuestra región.
El señor QUINTANA (Presidente).- Ya me lo habían planteado los Senadores de la Región de Los Lagos y le sugerí a la Mesa que atendiéramos esa situación.
El señor LETELIER.- Señor Presidente, pido la palabra para hacer un punto de reglamento.
El señor QUINTEROS.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor QUINTANA (Presidente).- ¿Les parece que antes de dar la palabra resolvamos la petición hecha por el Senador señor Moreira?
El señor LETELIER.- Es un punto de reglamento, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.- Señor Presidente, estoy totalmente de acuerdo con la solicitud del Senador Moreira, porque en ella se halla implícito que vamos a votar solo en general.
La señora RINCÓN.- Así es.
El señor LETELIER.- La Comisión votó en general y en particular a la vez el proyecto, pero se sobreentiende que ahora solo vamos a votar la idea de legislar y a fijar plazo para presentar indicaciones.
En ese entendido, por cierto, acojo la petición del Senador Moreira.
La señora ALLENDE.- Tiene razón el colega Letelier.
El señor BIANCHI.- Sí, está bien.
El señor QUINTANA (Presidente).- No hay ningún problema en acceder a lo que ha pedido el Honorable señor Moreira, porque, tal como señaló el Senador señor Letelier, solo se trata de una votación en general.
El señor QUINTEROS.- Pido la palabra.
El señor QUINTANA (Presidente).- ¿También es por reglamento, Su Señoría? ¿Lo esperan en su Región?
El señor QUINTEROS.- No, yo viajo después.
Señor Presidente, quiero que se solicite la autorización de la Sala para que pueda ingresar el Subsecretario de Pesca.
La señora RINCÓN.- Está bien.
El señor LETELIER.- ¿Y está el Ministro o no?
La señora RINCÓN.- Sí está.
El señor LETELIER.- Es que entra y sale de la Sala.
El señor MOREIRA.- Señor Presidente, digamos que es una excepción.
El señor QUINTANA (Presidente).- Si le parece a la Sala, se autorizará el ingreso del señor Subsecretario y se abrirá la votación.
El señor NAVARRO.- ¡Que entre por ahora...!
El señor QUINTANA (Presidente).- Acordado.
Seguimos adelante con la discusión.
Los Senadores de la Región de Los Lagos podrán partir muy pronto.
En votación general el proyecto.
--(Durante la votación).
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, lo primero es señalar que con mucho gusto voto a favor esta tarde.
Esta discusión la iniciamos hace mucho tiempo y creo que hoy día se dan unas condiciones absolutamente distintas a las que se dieron en ese momento. Me refiero a cuando discutimos la llamada "Ley Longueira" -entonces yo era Diputada-; cuando debatimos, hace un par de años, una moción que ingresamos junto con los Senadores señor Quinteros y señora Muñoz y que buscaba plantear este mismo tema. La presentamos en 2015 y hoy, cuatro años después, la podemos incorporar con otras mociones: una más antigua, que habían presentado otros Senadores de distintos colores políticos; y, también, una del Gobierno.
Uno dice: "¡Qué distinta es esta discusión a la que se dio en su momento con la llamada `Ley Longueira'!".
Todos sabemos cuáles han sido los principales cuestionamientos que ha recibido esa normativa, que fue el resultado de un proceso, por decir lo menos, muy opaco, con grandes opacidades en la forma en que fue tramitado el inmenso, inédito y gratuito regalo regulatorio que se le entregó a la industria pesquera: licencias transables, plenamente transferibles, sujetas a todo negocio jurídico, que consolidaban la condición rentista de esta industria. Pero, al mismo tiempo, se entregaron sin que hubiera competencia de por medio, sin posibilidad alguna de licitación.
En la actualidad, el buen ánimo es bastante mayoritario y me alegro de que así sea. Ha debido pasar mucho tiempo y darse muchas explicaciones, incluyendo procesos de investigación judicial.
Quiero recordar mi votación en ese momento en la Cámara Baja. Fue en contra de la idea de legislar la "Ley Longueira"; a favor de que el Estado fuese el propietario de los recursos hidrobiológicos del mar de Chile; a favor de extender las cinco millas de la reserva artesanal a todo el país (hasta entonces protegía solamente hasta Puerto Montt); a favor de eliminar la pesca de arrastre; en contra del fraccionamiento propuesto por Longueira en su momento; a favor de limitar las licencias industriales; a favor de establecer un reconocimiento legal a los pueblos originarios pescadores; a favor de poner fin a las perforaciones de la industria en el norte y en contra de permitir que las flotas de otras regiones pesquen en las aguas de Magallanes; a favor de proteger los sitios históricos de pesca artesanal.
Me alegra que hoy día el primer punto que trata este proyecto sea, justamente, el estatuto jurídico de los recursos hidrobiológicos, porque eso tiene que ver con la propiedad de los recursos de todos los chilenos.
Recuerdo la desazón que se dio en ese momento en la Sala de la Cámara de Diputados, cuando si bien teníamos mayoría no logramos alcanzar el quorum, por muy pocos votos, para decir que los peces en Chile, que los recursos de nuestro largo y extenso mar no son de un grupo de familias que reclamaban el derecho histórico, sino de todos los chilenos.
Hoy día avanzamos en un ánimo dialogante y con transparencia en la discusión para poder establecerlo...
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor LETELIER.- ¡Señor Presidente!
El señor BIANCHI.- Son los industriales en las tribunas.
El señor LETELIER.- ¡Que los industriales se vayan a hablar a otro lado!
El señor QUINTANA (Presidente).- Les pido, por favor, a quienes nos acompañan en las tribunas que no realicen ningún tipo de manifestación, porque a los Senadores los asiste todo el derecho para expresar sus opiniones.
Continúe, por favor, señora Senadora.
La señora GOIC.- Señor Presidente, quiero reiterar la valoración de la discusión que se dio en la Comisión de Pesca. Espero que ese sea el espíritu que siga guiando las próximas etapas. Hoy día estamos en la votación en general y después, con las indicaciones que ayudarán a perfeccionar el texto, enfrentaremos la discusión en particular.
Aquí estamos hablando del patrimonio de todos los chilenos; estamos hablando de cómo protegemos efectivamente a la pesca artesanal, que con la discusión de la "Ley Longueira" se vio perjudicada.
Hay que ver cómo avanzamos en regular las artes de pesca, algo que hoy día ha resultado complejo hacer en otros proyectos. Y nosotros planteamos desde el principio eliminar la pesca de arrastre. Hoy día, cuando vemos que está amenazada la biodiversidad en los recursos del mar, nos damos cuenta de la importancia de resguardarla.
Todo eso se puede hacer en forma transparente, de cara al país, cuidando los intereses de quienes deben ser protegidos. Pero, sobre todo, hay que buscar una modalidad que permita impedir que las licencias, potencialmente, sean entregadas para siempre, que puedan competir otros actores. Que esto se haga en forma transparente representa un tremendo avance para saldar una deuda que teníamos en esta materia y contar con una legislación más justa.
Sin duda, habrá aspectos que podremos abordar en detalle -creo que en esto hubo un avance sustantivo durante la discusión en la Comisión de Pesca-, y espero que tengamos una ley aprobada lo antes posible.
A mi juicio, esa es la forma de saldar la deuda que mantenemos con la pesca artesanal y con los recursos que, en este caso, son de todos los chilenos.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, uno debe retrotraerse a lo que ocurrió en esa oportunidad con la "Ley Longueira".
Yo fui uno de los tres Senadores y Senadoras que votaron en contra de esa normativa, a pesar de toda la presión de que fuimos objeto en esa oportunidad y del lobby, conocido por todos después del resultado de la votación, cuando se pretendió, efectivamente, que estas licencias fueran ad aeternum, para siempre, situación que rechazamos. Como sostuvimos muchas veces: "Los peces son de todos los chilenos; el problema es que los pescados son de siete familias".
Obviamente, era una ley que rechazamos, con los costos que tuvimos que asumir por las presiones y las actitudes matonescas ocurridas en el transcurso de esa discusión.
¡Valió la pena, señor Presidente!
Este proyecto, que fue presentado por el Ejecutivo, inicialmente buscaba modificar un punto esencial de la Ley de Pesca, el cual consiste en remplazar la asignación de cuotas de pesca transferibles mediante licencias transables establecidas para el régimen de acceso a la actividad pesquera industrial por un sistema de subastas que permita el ingreso de nuevos actores al sector. Es decir, más y mejor trabajo.
Sin duda, esta modificación a la Ley de Pesca es no solo económicamente necesaria, sino que moralmente impostergable, puesto que el actual sistema de licencias, que fue establecido por la última gran modificación de pesca, la "Ley Longueira", que estableció la entrega a perpetuidad de las licencias de pesca a los industriales históricos, conocidos entre la gente como las "siete familias", aparte de ser un modelo absolutamente excluyente y económicamente reprochable, hoy en día sabemos que fue logrado por las empresas industriales solo gracias al perverso e intenso lobby del que fuimos víctimas o que pudimos presenciar.
A lo anterior, se suma, como aspecto positivo, el reforzamiento del principio de propiedad pública de los recursos hidrobiológicos y sus subsistemas, ya que todos sabemos que en la práctica los peces son de todos los chilenos, pero, como dije, los pescados son solo de las grandes industrias, lo que es inaceptable.
Por todo lo anterior, esta modificación a las licencias industriales era una materia que había que abordar y espero que sea prontamente aprobada, a fin de poder revertir una situación impresentable para el país.
Además, los Senadores de la Comisión han decidido abordar otros asuntos que dicen relación con la pesca artesanal y diversas materias, tales como la gestión pesquera; el manejo de las pesquerías artesanales; derechos de pesca; manejo de pesquerías bentónicas; algueras; áreas de manejo; ordenamiento territorial; medioambiente; institucionalidad política pesquera social e internacional, e investigación pesquera.
Dentro de esto, señor Presidente, un importante tema que preocupa a los pescadores artesanales es el fraccionamiento entre artesanales e industriales, así como las artes de pesca a utilizar y el fin de la pesca de arrastre.
Otro asunto que los inquieta es el estado actual del Registro Pesquero Artesanal, el que, como todos sabemos, se encuentra totalmente desactualizado y con procedimientos viciosos que han pasado a ser permanentes, por lo que urge su revisión y actualización.
Sobre lo anterior, en este proyecto se busca eliminar el requisito de residencia para tripulantes o patrones, de manera que puedan desplazarse en el mar por todo el país con una modificación al número 28) del artículo 2° de la Ley de Pesca. Es una situación que vamos a conversar con los artesanales de la Región de Magallanes para presentar indicaciones en la discusión particular.
Otro tema que aborda esta iniciativa es la cuota para consumo humano. Existe la necesidad de aumentar el porcentaje del 1 por ciento para el consumo humano y avanzar hacia la licitación por especies y su fauna acompañante respectiva, para que la actividad se pueda desarrollar de manera efectiva.
Finalmente, en los segundos que me quedan, señor Presidente, en lo que respecta a mi Región de Magallanes, creo que es necesario sin duda establecer las 5 millas de reserva para pesca artesanal para todo el territorio nacional, ya que actualmente dichas millas se aplican hasta Chiloé, dejando sin zonas exclusivas a las Regiones de Aysén y de Magallanes.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, como lo he señalado en muchas otras ocasiones, el Gobierno del Presidente Piñera, guste o no guste, ha cumplido sus compromisos.
¿Por qué lo digo? Porque durante los últimos cuatro años mucho se habló de la Ley de Pesca, de las distintas iniciativas relacionadas con este mundo tan importante de desarrollo para nuestra economía; pero en la práctica no es que no hayan resultado todas esas proposiciones y esas ideas: simplemente no llegaron, se pospusieron.
Por lo menos, con todos los obstáculos que pueda haber respecto de un tema tan sensible como este, el Gobierno y el Presidente Piñera los han asumido.
De parte de distintos sectores ha habido preocupación porque iniciemos este camino. Y el primer paso es lo que se ha denominado la "Ley corta".
Señor Presidente, el proyecto que revisamos fue una promesa electoral que hoy día se hace realidad.
La demonizada Ley de Pesca -o como quieran llamarla, tan despectivamente- ha sido objeto de múltiples críticas, algunas muy infundadas. En la propia tramitación de la presente iniciativa los diversos expertos invitados han señalado que la Ley de Pesca y Acuicultura presenta múltiples mejoras respecto al manejo del recurso y su conservación, en comparación con la legislación anterior.
Sin embargo, como toda obra humana, es perfectible; se puede mejorar. Y para hacer frente a las múltiples críticas que han surgido respecto de la forma de asignar el recurso, ha sido necesario presentar a consideración de este Congreso un proyecto que busca mejorar la transparencia y la competencia en la forma de asignar y proteger el recurso.
La licitación de las cuotas ha cuidado de no mantener los vicios de la norma actual. El reglamento y las bases de subasta deben incorporar criterios para velar por un sistema transparente y público de asignación que permita el acceso de nuevos actores, o la expansión de los de menor tamaño, que evite la concentración del mercado y que promueva la libre competencia. Se debe obtener la opinión de la Fiscalía Nacional Económica al respecto y hacer caso a sus recomendaciones.
Obviamente, con un proyecto de este tamaño quedan aspectos por tratar y mejorar. El fraccionamiento de la cuota global no es un tema menor, así como la dictación de los reglamentos que aseguren su correcta implementación.
Una propuesta de esta naturaleza no se agota en las licencias transables o licitaciones de cuotas. La lucha contra la pesca ilegal y la defensa del recurso pesca son también aspectos esenciales en esta iniciativa, que debiera ser ampliada, complementada y perfeccionada en el anhelado proyecto de "Ley larga de Pesca".
El compromiso del Ejecutivo es enviar dentro de un plazo de seis meses una propuesta. Están presentes el señor Ministro de Economía y el señor Subsecretario de Pesca. Como nosotros decimos que cumplimos nuestros compromisos, bueno, yo espero que en ese plazo se envíe un proyecto para modificar el Registro Pesquero, que va a dar esperanzas a todo el mundo de la pesca, para que de una vez por todas se pueda actualizar y se den oportunidades de ingreso a nuevos pescadores.
Señor Presidente, termino sosteniendo que esperamos que se extienda el plazo para la captura de la cuota asignada por 15 días de enero del año siguiente de no cumplirse en el mes de diciembre del año anterior; que se asegure el 1 por ciento de la captura para consumo humano, así como la plataforma social. Son modificaciones que, sin duda, ayudarán a aliviar la situación de nuestra pesca artesanal, porque aquella no resiste más.
En la Región de Los Lagos, que es zona pesquera; en la isla de Chiloé, en cada rincón de nuestra región donde existe pesca necesitamos comprensión...
¿Me permite un minuto más, señor Presidente?
El señor QUINTANA (Presidente).- Continúe, señor Senador.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor MOREIRA.- El que otorga el minuto adicional es el Presidente de este Senado.
Decía que en la Región de Los Lagos este es un anhelo largamente esperado. La región que tengo el honor de representar, junto a mi colega el Senador Quinteros, es la que posee el mayor número de embarcaciones y de pescadores inscritos: más de 25 mil personas.
Yo apruebo este proyecto de ley, en el entendido de que va a venir otra legislación, más amplia, que irá dando satisfacción a los anhelos de la pesca artesanal de la Región de Los Lagos, porque también debemos pensar en todo el país. No tenemos que ser mezquinos; tenemos que buscar los equilibrios necesarios.
Aquí no vamos a legislar para una región especial. Debemos legislar para todos los chilenos.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, la verdad es que nos encontramos finalmente discutiendo este tema, del cual tanto se ha hablado.
Junto a los Senadores señores Girardi, Gómez, Navarro y Rossi, presentamos un proyecto antes de que el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera mandara la famosa "Ley de Pesca" o "Ley Longueira".
Lo hicimos porque efectivamente terminaba de regir la ley que regulaba al sector en esa época.
Luego entró a discutirse el proyecto del Ejecutivo, y nuestra moción nunca se vio.
Votamos en contra de la idea de legislar de la iniciativa presentada por el Gobierno de entonces los Senadores Escalona, Lagos, Girardi, Quintana, Gómez, Navarro y quien habla. La verdad es que fuimos minoría, señor Presidente, pero una minoría que procedió con convicción.
Producto de nuestra acción en la discusión legislativa durante el segundo trámite constitucional -debo precisar que en el primero se aprobó ese proyecto en la Cámara de Diputados-, cuando planteamos el punto, logramos una serie de modificaciones que resguardaron en algo a nuestros pescadores artesanales, ¡solo en algo! Una de esas medidas era la relacionada con las famosas "cinco millas", tema respecto del cual hoy día la industria insiste en discutir.
Ahora nos encontramos debatiendo tres mociones y un mensaje del Ejecutivo, refundidos. Le agradezco a la Comisión de Pesca, que preside el Senador Rabindranath Quinteros, que se haya logrado aquello. Entre las mociones refundidas, está la nuestra, la de aquella época.
Los objetivos del proyecto en análisis, luego de la fusión, son procurar reafirmar el carácter público de los recursos del mar, algo que no conseguimos en aquel entonces; ampliar la cuota de consumo humano; reemplazar la asignación de cuotas de pesca transferibles mediante licencias transables establecidas para el régimen de acceso a la actividad pesquera industrial por un sistema de subasta que permita el ingreso de nuevos actores al sector, y dar un nuevo paso en la lucha contra la pesca ilegal, materias que ya planteábamos en esa época. Además, se compromete la presentación de una iniciativa de ley para reestructurar el Registro Pesquero Artesanal.
Señor Presidente, la verdad es que yo lamento que en aquella oportunidad no se nos haya escuchado. No conocíamos, sin lugar a dudas, lo que ocurría tras bambalinas, pero la historia nos dio la razón respecto de nuestra negativa y rechazo a la referida iniciativa.
Es del caso señalar que el proyecto de ley propuesto ahora por el Presidente de la República tenía objetivos extremadamente reducidos:
-No resolvía el principal error de la actual Ley de Pesca, que no se pronunció respecto de la propiedad pública de los recursos hidrobiológicos, a partir de lo cual entregó licencias indefinidas para la explotación de los recursos, las mismas que la ciudadanía hace ya tiempo exige revertir.
-El mensaje se reducía a la regulación de la duración de las licencias de pesca para el sector industrial con el fin de limitarlas, sin siquiera considerar otros temas relevantes en ese sector, como son la tributación o las caducidades.
-Y no se hacía cargo de la urgencia de legislar sobre la pesca artesanal.
Tal y como lo señalo cada vez que en esta Sala discutimos acerca de proyectos de ley relativos a la pesca, una buena gobernanza de los recursos pesqueros es aquella que se hace desde el enfoque ecosistémico, esto es, la que se concreta atendiendo no solo a la dimensión ecológica, sino también a las dimensiones social y económica.
Señor Presidente, la evaluación que hace la FAO en su informe respecto de la Ley General de Pesca y Acuicultura, así como las opiniones de diversos especialistas, como los profesores Ricardo Bravo, Stefan Gelcich y Exequiel González, indican que la ley chilena concibe el enfoque ecosistémico de modo parcial, ya que si bien incorpora la necesidad de considerar las relaciones entre especies y entre estas y el medio ambiente, excluye importantes aspectos económicos y sociales en el análisis, diseño e implementación de las medidas de administración pesquera.
En particular, la forma en que en Chile se asignan los derechos de pesca no apunta a una mejor distribución, por cuanto quienes acceden a los derechos lo hacen mediante una convención que en su oportunidad se adoptó, cual es, la de los derechos históricos. Dicho de otra manera, la cuota de pesca no tiene un valor asociado al costo de oportunidad del recurso en el agua, que es necesario considerar, costo de oportunidad que pertenece a todos los chilenos y no solo a aquellos que están en la actividad.
Históricamente, además, nunca ha habido una política social consistente y sostenida en el tiempo, ni prioritaria, con el fin de aproximar la pesca artesanal a la plataforma social que garantice el goce de derechos sociales tan básicos como la salud, la educación, la capacitación, la previsión, entre otros.
Ante esa realidad, fue del parecer unánime de la Comisión de Pesca y Acuicultura la ineludible necesidad de refundir el mensaje con las tres mociones parlamentarias que buscan modificar la Ley General de Pesca en diferentes temas muy sensibles en el sector artesanal, lográndose el acuerdo unánime sobre normas...
¿Me concede un minuto más, señor Presidente?
El señor QUINTANA (Presidente).- Ya le dimos uno. Tiene treinta segundos adicionales, señora Senadora.
La señora RINCÓN.- Gracias.
Decía que se acordaron normas tales como:
La propiedad de los recursos pesqueros.
La eliminación progresiva de la pesca de arrastre.
El Registro Pesquero Artesanal.
El remanente de cuotas.
El fortalecimiento del consumo humano en la pesca artesanal y
en las pymes.
Las perforaciones al área de reserva para la pesca artesanal.
Y la plataforma social.
Señor Presidente, no me voy a extender en el detalle. Solo señalaré que, a mi juicio, hemos logrado un avance importante en este debate. Pero quedan aspectos por resolver, que deberán ser abordados en la discusión en particular. Ello es fundamental para retrotraer el análisis a su justo punto y a su justa medida.
Por ello, votamos a favor la idea de legislar y esperamos introducir las modificaciones necesarias en la discusión en particular.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Aravena.


La señora ARAVENA.- Señor Presidente, quiero partir agradeciendo en primera instancia a nuestro Presidente Piñera por haber cumplido de alguna manera su palabra de campaña de que íbamos a contar con una ley que cambiaría una de las problemáticas más grandes en el sector pesquero: la relacionada con las licencias de pesca perpetuas.
Se trata de una palabra cumplida.
También doy gracias por la disposición que ha mostrado el Presidente de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura en cuanto a la apertura al diálogo, al respeto de cada una de las opiniones y a la capacidad de liderazgo, lo cual ha permitido que Eduardo Riquelme, Subsecretario de Pesca, quien se encuentra en esta Sala, haya podido contar con un buen equipo de trabajo en nuestra Corporación.
Creo que es un privilegio que los Senadores que integramos la Comisión hayamos sido capaces de revertir una de las historias más complejas de la legislación chilena, como es la Ley de Pesca. Si bien tenemos harto que avanzar -estamos a la espera de una "Ley larga"-, considero que es bueno agradecer y reconocer el trabajo de cada uno de quienes han colaborado en el texto que hoy día estamos presentando.
Según los datos de la FAO, en el total mundial de capturas pesqueras el año 2014 Chile contribuyó un 2,7 por ciento, que equivale aproximadamente a 2 millones de toneladas de peces invertebrados. No obstante, la evaluación de los comités científicos, que es un aporte a la investigación, sobre todo desde un enfoque ecosistémico, indica que la situación de las pesquerías nacionales es muy mala, muy compleja: el 2017 había ocho agotadas, ocho sobreexplotadas, ocho en estado de explotación y una subexplotada.
La situación es compleja y, por lo tanto, requiere cirugía mayor. Pero no se trata de pensar que a los artesanales debemos potenciarlos y los industriales tienen que desaparecer. No. Me parece que todos nosotros estamos conscientes de que ambas industrias deben funcionar equilibradamente, pero teniendo en consideración que estamos trabajando con un sistema biológico muy complejo, que requiere protección y ayuda.
En ese contexto, para avanzar en lo que hoy día estamos votando, es tremendamente importante contarles a quienes nos están escuchando que probablemente lo más relevante de las observaciones que hemos presentado a este proyecto es el hecho de haber reafirmado el carácter público del mar, aspecto que, a mi juicio, nos unió en un inicio en este proyecto de ley y que permitió trabajar otros temas, como mencionaron quienes me antecedieron en el uso de la palabra.
Uno de los más importantes -y probablemente hoy día sea noticia- es la eliminación de las cuotas transferibles de pesca, que eran perpetuas, pasando a licencias transables de pesca mediante sistemas de subasta. Esto implicará que cada veinte años podremos contar con una licitación transparente, moderna, abierta a todos los que quieran participar de la captura de los recursos del mar.
Otra materia que deseo relevar -no sé si algunos de los colegas que me precedieron lo plantearon- es que los tripulantes, no los dueños de embarcaciones, podrán ejercer su oficio en cualquier parte de Chile, sin importar si están inscritos en una región en particular. Era impresentable que, en una labor tan valerosa como la de nuestros pescadores, muchas veces las situaciones de veda en algunas regiones les impidieran realizar actividades en otros lugares.
Eso es algo que valoro.
Asimismo, cabe destacar el hecho de que hoy día instalemos el concepto de política pesquera nacional, el cual debe incluir lo relativo a la pesca ilegal.
Hemos aprobado hace pocos días la Ley del Sernapesca. Pero volvemos a señalar que el 30 por ciento de la pesca en Chile es ilegal. Eso hay que atacarlo, en mi opinión, con mucha fuerza, porque finalmente uno de los grandes problemas que tenemos hoy día por la sobreexplotación de las pesquerías guarda relación, sin duda, con la práctica ilegal que ha sido incontrolable.
Por lo tanto, esta nueva "Ley corta de Pesca" viene a reafirmar la intencionalidad de todos los legisladores y del Gobierno, en particular, en la línea de luchar con fuerza contra este flagelo.
Por otro lado, el proyecto incorpora cuotas de alimentación humana, que corresponderán al uno por ciento de la producción total, y normas sobre pesca de arrastre, con el objeto de ir incorporando de a poco una modalidad más sana, medioambientalmente más saludable para la biomasa que se encuentra en el mar.
En definitiva, el hecho de instalar estos temas va modernizando y haciendo más sustentable la actividad.
Por último, se plantea una plataforma social. Quiero detenerme solo un minuto en este punto.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Concluyó su tiempo, señora Senadora.
Dispone de un minuto adicional.
La señora ARAVENA.- Gracias, señor Presidente.
Solo deseo decir que la plataforma social es una materia que no debemos dejar de lado.
Detrás de la actividad pesquera hay muchísimas personas y familias que requieren un resguardo para hacer un poco más profesional, más sano y más seguro su trabajo, por lo cual vamos a estar muy disponibles para abordar en la "Ley larga" todos los puntos mencionados.
En consecuencia, felicito a todos quienes intervinieron en esta iniciativa, especialmente al Presidente de la República por haber cumplido su palabra. Esperamos que, a partir de este proyecto, cambie la historia de la pesca en Chile.
Voto a favor.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora señora Muñoz.


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, hace ya más de siete años que se aprobó, como aquí se ha señalado, la Ley de Pesca, la "Ley Longueira", y es conocido que su trámite estuvo sujeto a toda clase de polémicas, muchas de las cuales siguen aún vigentes.
Por cierto, en la discusión que realizamos los años 2011 y 2012, la crítica central que sostuvimos aquellos que nos opusimos a esa iniciativa es que ella ponía énfasis en la posición privilegiada de un puñado de empresas que históricamente han sido favorecidas con una enorme participación en las principales pesquerías del país.
Muchos de los trabajadores de la industria estuvieron presentes en las tribunas de la Cámara de Diputados y del Senado, y señalaron que, si no se aprobaba esa ley, se generaría una enorme cesantía.
Por otro lado, teníamos también la presencia activa, incómoda, crítica de los pescadores artesanales, quienes, por cierto, no veían -y aún no ven- en esa ley beneficios muy nítidos.
La pesca en nuestro país se encuentra -y también se encontraba en aquella época- en un severo colapso, producto de una larga sobreexplotación, agudizada ciertamente por muchos otros factores.
A los pocos años de que el proyecto fuera aprobado, surgieron muchas sospechas a causa de lo que se llamó "una estrecha concomitancia entre la política y el dinero".
Por esa razón, el año 2014 la Senadora Goic, el Senador Quinteros y quien habla, como señaló anteriormente dicha colega, elaboramos un proyecto de ley para modificar sustantivamente la "Ley Longueira".
En aquella época, tal como plantearon la Senadora Goic, el Senador Quinteros y la Senadora Aravena -esta última se integró ahora a la Comisión, al igual que el Senador Pugh, y con ellos hemos trabajado muy coordinadamente en conjunto con el Subsecretario-, recibimos muchos consejos para que -como se dice- "no nos metiéramos en las patas de los caballos", pues realmente eso implicaba hacer una revisión de la Ley de Pesca en esos momentos.
Pero los tres Senadores mencionados tuvimos la convicción de que había que abrir el debate. Por eso el año 2015 presentamos el proyecto, aunque nunca más se debatió, para modificar la Ley de Pesca.
En lo formal, nosotros pensábamos que el mecanismo para salir de la dificultad en que nos sumió la "Ley Longueira" era a través de una nueva iniciativa de ley.
Por cierto, podemos coincidir con otras visiones que han estado instaladas durante estos días en la Cámara de Diputados, cuyo planteamiento apunta a la superación de dicho cuerpo legal a través de la derogación o, incluso, la nulidad. Sin embargo -y esta es también la opinión de los colegas que impulsamos el proyecto mencionado en el 2014-, creo que esa solución abre un espacio de incertidumbre y genera otras complicaciones.
Como lo expresamos en aquella época -y lo mantenemos ahora-, nuestra iniciativa quizás no abordaba todos los aspectos que se requerían, pero sí abría una discusión. Y lo hizo en forma abierta y transparente, pues se precisa que el pilar fundamental esté a la vista para el debate de la iniciativa en análisis.
Fue opaca la tramitación; fue opaco el resultado de la "Ley Longueira". Por tanto, hoy día requerimos una tramitación de cara al país, una discusión abierta en el Parlamento, de la forma más transparente posible, en relación con cada una de las normas que vamos a ir consagrando en la nueva Ley de Pesca.
No voy a abundar, señor Presidente, en lo que han señalado mis colegas acerca del contenido de esta denominada "Ley corta", porque existe el compromiso del Gobierno de presentar la llamada "Ley larga", donde, por cierto, vamos a abordar temas más profundos, más estructurales de los que hoy día están establecidos en la actual normativa.
Sin embargo, quiero insistir en lo que han señalado los colegas y las colegas que me han antecedido en el uso de la palabra, en el sentido de que pudimos ser capaces de incorporar en esta iniciativa de ley el principio de que los recursos del mar pertenecen a todas las chilenas y los chilenos, cuestión que se perdió en el debate de la ley del año 2012. Y se perdió, porque no tuvimos el quorum suficiente en aquella época para establecerlo.
Por cierto, celebro lo que pudimos avanzar y que ya han planteado en sus exposiciones los colegas que me han antecedido en el uso de la palabra: extender las capturas a los primeros días del año siguiente; incluir la posibilidad de movilidad de patrones y tripulantes entre regiones -es un absurdo que hoy día ello no se pueda realizar-; mejorar muchos aspectos relativos a las perforaciones; definir con mayor claridad el apoyo social para las pesquerías declaradas en recuperación.
Otro tema sobre el cual es muy importante insistir es la necesidad de fomentar el consumo humano de los recursos marinos, recogiendo la recomendación de la FAO de velar por el mejoramiento de la calidad de alimentación en la población.
En materia de sostenibilidad, se priorizan, como ya se señaló aquí, los artes de pesca más selectivos y sustentables y se favorece la determinación del esfuerzo pesquero a nivel regional o macrozonal.
En consecuencia, señor Presidente, hemos buscado avanzar en estos temas.
Por cierto, no es todo lo que se requiere para introducir elementos sustantivos en la modificación a la ley vigente...
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Terminó su tiempo, señora Senadora.
Tiene un minuto adicional.
La señora MUÑOZ.- Gracias, señor Presidente.
Hemos dado un paso relevante para que este tema se debata frente al país, de manera transparente; para que las normas que consagremos en la nueva Ley de Pesca resulten de un análisis a nivel nacional, de cara a los pescadores, de cara a la ciudadanía, toda vez que en ella se instaló una enorme sospecha por la forma como se discutió en aquella época una normativa que ahora nosotros debiéramos ser capaces de establecer a través de debates amplios, democráticos y transparentes.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, me parece un avance que estemos discutiendo la Ley de Pesca.
En verdad, espero que en el debate que realicemos seamos capaces de democratizar el acceso a los recursos, racionalizar su uso y generar las condiciones para que su acceso y utilización vayan en beneficio del interés nacional.
Permítanme hablar de una región con más de 110 kilómetros de costa, que, históricamente, ha sido no considerada, maltratada y abusada por las regiones pesqueras mayores, y respecto de la cual el Servicio Nacional de Pesca -no el actual; quiero subrayarlo para que el Subsecretario no sienta que hablo contra él- ha sido negligente y desconsiderado en forma absoluta.
Le pregunté a un colega cuántos pescadores artesanales están inscritos en una de las zonas pesqueras mayores. No mencionaré cuál. Me habló de 30 mil, entre armadores y pescadores de tripulación. Si le consultan a mi colega Navarro, probablemente las cifras serán cercanas o superiores. ¡Muy superiores! Y la extensión de la costa de ambas regiones no supera los 150 kilómetros.
Yo represento a una región con una costa rica en recursos, en la que no hay más de cien pescadores artesanales con embarcaciones. Pero aquí tenemos el primer problema. ¿Qué es un pescador artesanal? ¿Es un botero, o uno que anda en los "cuescos" de hoy, que son capaces de pescar, no una tonelada, no 10 toneladas, sino 20 o 30 toneladas, pues los armadores pueden tener embarcaciones con gran capacidad de captura?
Señor Presidente, la Región de O´Higgins, cuando se estableció la definición de cuotas individuales de pesca y de registros históricos, quedó en una situación paupérrima, de absoluto abandono, de falta de consideración total.
Por eso, espero que esta facultad de evaluar el esfuerzo pesquero por territorio se lleve a cabo por región y no por macrozonas, porque las macrozonas confunden todo. Si a la Región de O´Higgins la someten a lo que hace Valparaíso, o a lo que hace la región del Senador Navarro, nuevamente un recurso que se ubica en las costas no estará disponible.
Yo no estoy hablando de los armadores industriales, ni de los armadores artesanales grandes; estoy hablando de los boteros, de quienes salen a pescar en lanchas. No tienen posibilidad de acceder a una economía que sustente su vida familiar. Y espero que la "Ley corta" sí pueda hacer una corrección en esta materia.
Es cierto que para entrar a discutir sobre las cuotas necesitamos fortalecer el Instituto de Fomento Pesquero, que es el que aporta los datos para que el Comité Científico Técnico determine cuál es el esfuerzo que podemos hacer sobre la masa hidrobiológica; pero este esfuerzo debe definirse por territorio y no solamente por pesquería, porque eso es muy genérico; porque, si no se hace por territorio específico, estaremos haciendo un sobreesfuerzo en algunos territorios en desmedro de una pesca racional de otros.
El segundo punto, señor Presidente, es el siguiente.
¡Qué bueno que se diga que se va a fomentar la pesca para el consumo humano! Pero quiero señalar que la norma que aquí se plantea resulta absolutamente insuficiente. La mayor parte de la pesca la estamos destinando a la elaboración de harina de pescado para alimentar a la industria del salmón en el país. O sea, estamos gastando energía, con una irracionalidad absoluta, para una industria que no alimenta a las y los chilenos. Y esta debería ser una de nuestras mayores preocupaciones. Si ustedes ven los porcentajes a los que nos referimos en esta materia, comprobarán que, en verdad, son inadecuados.
Por último, me interesa que presentemos indicaciones para considerar áreas de esfuerzo por regiones, para determinar las cuotas, para fortalecer el Instituto de Fomento Pesquero, y para que en esta "Ley corta" logremos diferenciar entre pescadores artesanales.
Lo anterior fue planteado por la FAO hace mucho tiempo. No es posible seguir usando una definición de "pescador artesanal" como la que tenemos hoy. No es lo mismo un pescador que tiene un bote, de las caletas que uno conoce, que aquellas embarcaciones que salen de Talcahuano o de otros lugares con tripulaciones de varias personas. No quiero menospreciar a estas últimas, pero no se pueden comparar con las otras y tratar de la misma forma, pues su finalidad y su impacto medioambiental son absolutamente distintos.
Estoy feliz de que estemos revisando la Ley de Pesca, que tiene muchas falencias, pero queremos que sea una ley más democrática, más sustentable y más equitativa.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Ebensperger.


La señora EBENSPERGER.- Señor Presidente, comienzo señalando que voy a votar a favor del proyecto, entendiendo que estamos en la discusión general y habrá mucho espacio para mejorar, conversar y dialogar en el debate en particular.
Comparto que es necesario resguardar y proteger los derechos y la pesca para los pescadores artesanales, pero creo que con la misma fuerza debemos ser capaces de defender y legislar para proteger los derechos de todos los trabajadores del sector pesquero.
No tiene...
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Si me permite un minuto, señora Senadora.
Les pido a las personas apostadas en las tribunas que guarden silencio, independiente del apoyo o del rechazo que les generen las intervenciones.
Puede continuar, Su Señoría.
La señora EBENSPERGER.- Gracias, señor Presidente.
Decía que no tiene por qué una cosa ser contraria a la otra. Creo que debemos saber legislar protegiendo los derechos de todos los trabajadores.
Se ha señalado que se va a modificar el sistema de registro de los pescadores artesanales. A mi juicio, esto debe hacerse con mucho cuidado, respetando y reconociendo lo que ocurre en cada una de las regiones. En las del norte, como la que represento, donde hoy los registros están cerrados, hay una larga lista de espera de familias que históricamente se han dedicado a la pesca y que no tienen otra forma de subsistir, y donde los abuelos y los padres, que sí están en los registros, no han logrado que sus hijos o sus nietos también lo estén, por los mismos registros.
Por lo tanto, hay que ser cuidadosos cuando ellos sean modificados, de manera de establecerlos con un criterio regional y con una exigencia de domicilio o residencia en la región de al menos tres años, tal como se indica hoy en el texto.
Considero importante también que al legislar se reconozca cada una de las fuerzas -lo digo con la mejor de las intenciones- que se ejercen entre el norte y el sur. Todo nuestro país tiene pesquería. Y, efectivamente, puede que no la tenga con la misma fuerza en todo el territorio. Históricamente, cuando se han tomado decisiones en la materia, muchas veces el sur ha apabullado los intereses del norte, porque posee mayor representación en los consejos que resuelven el asunto o, finalmente, porque también tiene mayor representación en el Congreso. Acá todos representamos a regiones determinadas, pero legislamos para el país. Y debemos hacerlo respetando los intereses de cada una de aquellas.
Finalmente, quiero señalar que estoy de acuerdo y me parece correcta la extensión del plazo para la cuota anual hasta el 15 de enero de cada año; la reserva para el consumo humano, y el fomentar, fiscalizar y castigar la pesca ilegal.
Y, para cuando se siga legislando sobre la materia, me parece conveniente tener presente que la reserva de una franja de 5 millas marinas, tal como se halla establecida hoy en el artículo 47 de la ley para las Regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta, es algo que ha funcionado adecuadamente, por lo que debe seguir así. Espero que no se innove en este aspecto, porque eso sí que produciría un perjuicio grande a todo el sector pesquero y a todos los trabajadores del norte de Chile.
Finalmente, señor Presidente -y con esto termino-, cabe destacar que el número 2 del artículo 1 del proyecto, que en su letra a) introduce modificaciones en la letra b) del párrafo tercero del numeral 28) del artículo 2° de la ley vigente, agrega una parte final -convirtiendo el punto final en punto seguido- que permite a los pescadores artesanales desempeñarse como patrón o tripulante en cualquier región del país, sin importar dónde estén inscritos.
Para efectos de la historia de la ley, quiero aclarar -porque así me lo explicó ayer el Subsecretario- que lo anterior solo se entiende para quienes ejerzan la labor de patrón o tripulante de barco y no para los que tienen cuota de pesca. Es decir, ningún pescador artesanal o armador con cuota de pesca, inscrito en una región determinada, podrá ir a pescar a otra región; solo podrá hacerlo el tripulante o el patrón, esto es, el que manipula o maneja -o como se diga en la jerga pesquera- esta labor.
Dicho eso, y en ese entendido, reitero que, tratándose de la votación de la idea de legislar, voy a aprobar en general este proyecto de ley.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, como en todos los desafíos que enfrenta Chile, resulta particularmente relevante ir avanzando, innovando y agregando valor al desarrollo.
Nosotros hemos tenido malas políticas en el sector, y las consecuencias son una sobreexplotación bien dramática del recurso hidrobiológico y pesquero en general, en todos los ámbitos.
Esto empezó en los años noventa, en gobiernos de la Concertación, cuando se tomaron como mecanismos de regulación las cuotas globales, que produjeron un tremendo daño al ecosistema. En ese tiempo se establecían cuotas globales y de lo que se trataba era de que cada armador tuviera la mayor capacidad de extracción, de barcos y de infraestructura, haciéndole un daño dramático al recurso. Era un poco lo que pasaba con el loco, que se abría el período de veda y se pescaba en tres o cuatro días toda la cuota asignada al recurso.
Eso genera un daño biológico brutal.
Después se avanzó un tanto y se establecieron cuotas individuales que se podían repartir durante todo el año, lo cual daba cierta racionalidad en cuanto al desarrollo de las especies, que son seres vivos como nosotros y tienen períodos de reproducción. El problema fue que desde hace mucho tiempo se empezó a efectuar una explotación muy superior a la tasa de reproducción. Y, de ser un país con un inmenso potencial pesquero, pasamos a otro donde comenzaremos a vivir una situación bastante dramática.
A eso se agrega, por ejemplo, la extracción de algas. Todos los mares, igual que los continentes, tienen verdaderas praderas o verdaderos bosques de algas, que, cumpliendo un rol similar al que ejercen los bosques, son preservadores de la biodiversidad, generan la cadena alimentaria para el resto de los seres vivos, para los crustáceos, para los peces. Pero hoy día se da una depredación que no tiene ningún control ni ninguna regulación. Yo acabo de estar en la zona de Taltal, donde estos árboles de algas, que llegan solos a la orilla, son extraídos con chuzos. Esto provoca un daño ecológico que no tiene ninguna consideración.
Por esas mismas razones, cuando se discutió la Ley de Pesca, más allá de peyorizar a ciertas personas, yo la voté en contra, porque, si bien planteaba muchos conflictos y varios terminaron en tribunales, no ponía el énfasis y los incentivos donde debía hacerlo. Yo señalaba: "Mire, a mí no me importa quién sea el que explote el recurso pesquero, sino la manera en que lo va a explotar. ¿Por qué no les damos estas concesiones, estas licencias -que no pueden ser de por vida- a los que lo hagan mejor, a los que aporten mayor valor agregado, por ejemplo?".
En Chile se hacía y se hace harina de pescado, que es botar un recurso, pues de él se puede extraer EPA y omega 3, que son valiosísimos -la tonelada vale miles de miles de dólares- y fundamentales para la salud de los seres humanos en el siglo XXI, porque previenen el cáncer, previenen los infartos. Nuestro país, tal vez por sus condiciones, por el tipo de recurso marino con el que cuenta, tiene las mayores concentraciones de EPA y omega 3 en el mundo. No hay ningún otro con esas concentraciones. Entonces, en vez de destruir, de dilapidar un recurso, ¿por qué no le ponemos innovación, ciencia y tecnología, y apoyamos a estas empresas, para que, en vez de hacer harina de pescado, desarrollen un recurso valioso, incluso para la salud de los chilenos?
Ello, desde el punto de vista del valor agregado país e incluso de la colaboración en la salud del planeta, es muy importante, pero además representa un modelo de desarrollo que requiere técnicos, requiere bioquímicos. En Arica hay una planta modelo que bien vale la pena visitar, porque constituye una experiencia de agregación de valor muy interesante.
Otro tanto se podría hacer, por ejemplo, con quienes trabajan con productos frescos. En vez de dilapidar el recurso, se podrían desarrollar productos frescos para el país o para exportarlos justamente como productos frescos, tal como hoy día exportamos los salmones. ¡Si de los salmones no se hace harina de pescado: se exportan como producto fresco!
Otra opción son los que empleen artes de pesca menos invasivas, o los que tengan mejores relaciones con los trabajadores, o los que preserven de mejor manera el medio ambiente y acompañen su labor con políticas como áreas de manejo, que es lo que se debiera hacer.
Es ahí donde tenemos que poner el énfasis: en la generación de instrumentos de política que otorguen incentivos a la preservación, al valor agregado, a remuneraciones más altas, al cuidado del medio ambiente, como beneficio país, y redistribuyan mejor el recurso desde el punto de vista de la creación de más y mejores empleos. ¡Eso es posible!
Ahora, es cierto que encontramos muchos problemas en el sector. Y esto hay que analizarlo en contexto.
Chile es un país con más mar que tierra. Sin embargo, tenemos totalmente abandonado nuestro territorio marítimo, donde está el mayor potencial futuro. Yo creo que lo que estamos haciendo, sin darnos cuenta, es llevar a cabo una destrucción ecológica sin parangón.
Quiero felicitar al Subsecretario de Pesca, presente en la Sala, porque todos los integrantes de la Comisión denunciamos la situación irregular de unas concesiones de salmonicultura en zona de reserva en el canal Beagle, por ser totalmente anómalas, pues deberían haber sido caducadas el 2004 o el 2005, sin que ello haya sido posible por pequeñas trampas y subterfugios. Se lo plantemos a él y al Sernapesca de este Gobierno, los que mostraron un accionar que nosotros hubiéramos querido en el nuestro, que no lo tuvo. Y es muy importante contar con funcionarios que, al menos cuando reciben denuncias, velan por el interés público y reparan los daños causados en el pasado.
Lo hago presente porque enfrentamos el desafío de cuidar nuestros mares y no podemos aceptar la mala acuicultura. Hoy tenemos una buena acuicultura, que debemos mejorar, para que no genere los mismos problemas que se produjeron en Chiloé, ahora en la Patagonia, y no lleguen a la Región de Magallanes.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, el cuestionamiento a la legitimidad de nuestra legislación pesquera está muy difundido.
Todos conocemos las causas. El conocimiento de la intromisión del lobby industrial descarnado en la tramitación de la reforma que se impulsó durante el primer Gobierno del Presidente Piñera generó una indignación generalizada en la ciudadanía y, especialmente, en la pesca artesanal de nuestro país.
En esta dirección, uno debe preguntarse cuál es el camino a seguir para devolverle a Chile una legislación transparente, de cara al país y que se haga cargo de las urgencias, pero, sobre todo, que empareje la cancha entre artesanales e industriales.
Considerando lo anterior, como Presidente de la Comisión de Pesca me ha tocado, en conjunto con todos sus miembros, la difícil tarea de enfrentar esta disyuntiva entre avanzar en modificaciones o quedarnos en la eterna lamentación por lo ocurrido. Claramente, hemos decidido avanzar, pero no en cualquier sentido, sino en el de poner en primer lugar la urgencia y la necesidad de la pesca artesanal.
Por estos motivos, como Comisión manifestamos al señor Subsecretario de Pesca y al Ministro de Economía que el proyecto de "Ley corta", tal como ingresó, no tenía posibilidades de aprobarse debido a que transversalmente no satisfacía las aspiraciones relevantes que ha planteado la pesca artesanal de nuestro país a cada uno de los miembros de dicho órgano técnico.
Del mismo modo, y vale recalcarlo, vimos con buenos ojos lo planteado por el Gobierno en relación con eliminar la renovación automática de las licencias industriales y avanzar en un mecanismo de subastas del cien por ciento de la fracción industrial. Esto, debido a que no es posible que los recursos pesqueros de Chile sigan siendo patrimonio exclusivo de un puñado de empresas.
Debo reconocer, señor Presidente, que el Gobierno, representado por el Subsecretario, tuvo la disposición a escuchar e incorporar, a solicitud de la Comisión, una serie de temas que son de interés de la pesca artesanal que habían sido propuestos en diferentes mociones anteriores. Ello permite afirmar ahora que ya no se trata de un proyecto de "Ley corta" destinado solamente a resolver una problemática de la pesca industrial.
De esta manera, se consideraron disposiciones sobre propiedad de los recursos pesqueros, reforzando que estos se encuentran sometidos a la soberanía estatal; eliminación progresiva de la pesca de arrastre; modificaciones al Registro Pesquero Artesanal; ampliación del plazo para capturar remanentes de cuota, que se producen por problemas operacionales o de mal tiempo; promoción del destino al consumo humano para la producción de la pesca artesanal y pymes; mayor participación del sector artesanal en la autorización de las perforaciones en el área de reserva de la pesca artesanal y, por último, recogiendo una antigua demanda, ampliación de la plataforma social disponible para aquellos que se vean afectados por la disminución de recursos pesqueros.
Evidentemente, el proyecto reformulado no cubre todos los aspectos susceptibles de ser modificados. Pero es un avance, en ningún caso un retroceso.
¡Cómo no va a ser un avance que se declare que los recursos hidrobiológicos son objeto de soberanía estatal, y que los eventuales permisos o autorizaciones que se otorguen sobre ellos no generarán derecho alguno sobre su continuidad o permanencia!
Del mismo modo, constituye una mejora concreta la liberación del requisito de residencia para patrones y tripulantes y la regionalización de los registros, entre otras medidas, que modifican el registro pesquero artesanal, respecto al cual hay un compromiso para modificarlo a través de un proyecto que se presentará en el plazo de seis meses.
En cuanto a la pesca de arrastre, se incorporó una disposición extraída del principio general del Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO, lo que nos irá acercando a la eliminación progresiva de este arte tan dañino para los ecosistemas marinos.
Por otra parte, se sientan las bases de una plataforma social para hacerse cargo de los efectos que tiene en el sector la disminución constante de los recursos pesqueros, igualándose las condiciones de los pescadores artesanales con las de los trabajadores de la industria en materia de programas que debe ejecutar el Fondo de Administración Pesquera. En este sentido, se incluye a los pescadores artesanales en programas de enseñanza de nivel técnico, en becas de estudio para los hijos, en acceso a capacitación y a fondos de emprendimiento.
Como señalé, se introducen nuevas normas en materia de remanente de la cuota y de priorización del consumo humano para la producción de la pesca artesanal y las pymes dedicadas al procesamiento y perforaciones.
¿Solucionan esos puntos todos los problemas pesqueros de Chile? ¡Claro que no, señor Presidente! Pero es un avance considerable puesto que, como ya lo señalé, el proyecto inicial del Ejecutivo solo hablaba de la pesca industrial.
Otras reformas deberán dar continuidad a estos cambios.
Sin embargo, no basta con modificaciones regulatorias, si los recursos son cada vez más escasos.
Se necesita otra mirada, donde el rol público ponga énfasis en el diseño de una nueva estrategia de desarrollo del sector, que promueva la pesca sustentable, el repoblamiento de nuestros mares y la acuicultura de pequeña escala.
Ese es el camino que, efectivamente, permitirá seguir desarrollando nuestro potencial pesquero, complementando el sector industrial y artesanal, y asegurando de esta forma no solo la conservación de nuestros recursos y de los puestos laborales en la industria, sino también que exista una fuente de alimento más sano para nuestra población y se preserve la cultura de la pesca artesanal, presente de distintas formas a través de nuestra extensa costa.
Por esto, señor Presidente, hago un llamado a aprobar y seguir profundizando la discusión pesquera de forma transparente y abierta. Nuestro compromiso con la pesca debe ser con hechos concretos, y con la modificación de la Ley de Pesca sin la interferencia que tuvimos en el pasado.
Es lo más real que podemos ofrecer a la ciudadanía.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, la fusión del proyecto de "Ley corta" con las tres mociones nos ha puesto por lo menos una agenda que nos permite discutir más racionalmente sobre los recursos del mar: cómo los aprovechamos mejor para bien de todos y de una manera sustentable.
Hay temas que todavía no están suficientemente despejados. Serán parte de la discusión en particular. Pero hay bastante consenso en la necesidad de eliminar la renovación automática de la licencia de pesca industrial y de abrir procesos de licitación que incentiven las cadenas de valor, además de la protección del medio ambiente, la innovación tecnológica, los mejores métodos de pesca, etcétera.
Por lo tanto, necesitamos resolver eso.
También debemos entender que hay que dar certezas. Nadie invierte si no tiene la seguridad de que va a obtener una licitación por un período y bajo ciertas condiciones que hagan rentable la inversión. Eso para beneficio no solo de los inversionistas industriales, sino también de los trabajadores. Sus vidas profesionales, sus sistemas previsionales, sus años de trabajo, las posibilidades de contar con sueldos razonables y una jubilación a largo plazo, suponen certezas. Y eso hay que mejorarlo.
Por otro lado, tenemos la necesidad de proteger nuestra pesca. Hemos puesto énfasis -me parece correcto- en los bordes costeros, en las primeras cinco millas, en las perforaciones. Pero también existe una pesca ilegal en las aguas internacionales que nos afecta e, incluso, en aguas chilenas, dentro de las 200 millas, cuando aparecen barcos factorías que destruyen mucho más que cualquier emprendimiento en nuestro país por la magnitud y las características de dichas embarcaciones.
Lo anterior supone un ordenamiento mundial.
Probablemente son países muy potentes económica y políticamente, por lo que se requiere aprender a negociar en el ámbito internacional sobre estas materias. No todo lo va a resolver la ley local.
Estoy de acuerdo en reforzar los recursos hidrobiológicos, el agua y otros recursos naturales, sobre todo en el marco del cambio climático, pues se hace esencial entender que son de soberanía de todos los chilenos. Y, por lo tanto, los permisos y las autorizaciones no pueden generar derechos perpetuos, sino que deben comprender ciclos y períodos razonables, prudentes, que sean incentivadores para la inversión, pero que no se consideren hereditarios o de propiedad privada indefinida.
Pasa lo mismo con los métodos de pesca. Hay circunstancias que hacen recomendable terminar con la pesca de arrastre, sobre todo en los bordes costeros. En alta mar hay otras circunstancias, otras condiciones, y ahí es donde tenemos que resolver cuáles de aquellos son sustentables; probablemente no son los mismos que en las zonas más cercanas a la costa.
Luego, en relación con los remanentes de cuotas, se permite que se extienda el período de pesca en 15 días anualmente para las pesquerías que tengan cuotas disponibles. Parece que en eso estamos todos de acuerdo; no requiere demasiada búsqueda.
Asimismo, estamos de acuerdo en que el consumo humano deberá ser prioritario. Alimentar las mesas de las chilenas y los chilenos es hoy una importante idea y convicción, sobre todo en el marco del cambio climático, lo cual nos va a obligar a utilizar nuestros recursos naturales, entendiendo claramente dónde están las prioridades.
Aquí pongo especial énfasis en la necesidad de que el Estado promueva la generación de actividades con agregación de valor, pero priorizando obviamente el consumo humano.
El tema de las perforaciones ha sido de mucho debate. He tenido que conversar con sectores industriales, artesanales, y con esos otros a los cuales se les llama "semindustriales", que no están tan claramente definidos, pero que son una realidad en nuestro país.
La perforación dentro de las cinco millas requiere ordenarse mejor, sobre todo en regiones como Arica y Parinacota, Coquimbo y otras. Acá se propone un mecanismo que modifica el proceso, haciéndolo más abierto, con participación de los involucrados en la pesquería según las realidades regionales.
También tenemos que entender que un país tan largo como el nuestro, con tantos ambientes y entornos ecológicos diversos, muchas veces no puede tener las mismas soluciones en las distintas regiones de nuestro país.
Ahí hay ciertas consideraciones.
Queda también pendiente la necesidad de un registro pesquero artesanal que avance en la liberación de los requisitos de residencia para patrones y tripulantes. Entiendo que se va a ver ahora, y que tiene que existir un compromiso claro de que -ojalá- se haga en el curso de este año.
Quiero destacar la plataforma social, porque acá no se trata de pensar solo en los recursos del mar, sino también en los trabajadores del mar, para que sus familias, sus hijos, y ellos mismos tengan la posibilidad de acceso a la capacitación, a los fondos de emprendimiento, a estudios y avances sociales.
Muchas gracias.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, sin duda que en el último tiempo la Ley de Pesca ha estado en el debate por diversas razones.
Lo que se está tratando ahora, y lo que se va a votar hoy día, es la idea de legislar respecto de una norma sobre la cual creemos que efectivamente habrá que avanzar.
No se está votando en particular nada, solo lo esencial, que es básicamente la idea de legislar.
En ese sentido, es evidente que la situación actual de nuestro país, de la pesquería en general, con las crisis y las situaciones que se plantean, requiere una visión nueva y sistémica.
Yo valoro la disposición del Gobierno, en especial del Subsecretario, que la ha llevado adelante a través del Ministerio de Economía, para avanzar en la construcción de una nueva institucionalidad jurídica que se haga cargo del conjunto de lo que significa la actividad de pesca en nuestro país. Y estamos hablando, obviamente, del ámbito de la pesca artesanal, de la de subsistencia, de la semiindustrial -ahí, entremedio, hay un margen respecto al cual probablemente es necesario regular y establecer nuevas condiciones- y, por cierto, de la pesca industrial.
No hace muchos días me reuní en la Región de Aysén con los pescadores, con los trabajadores de la industria pesquera, y ellos planteaban cómo nosotros íbamos a resguardar su legítimo derecho al sostén económico que representan sus actividades, y que esto no se transformara en una especie de demonización de la actividad industrial, a la cual, probablemente, habrá que aplicar los mecanismos y los cambios necesarios.
Sobre el particular, hay un compromiso formal del Gobierno para impulsar esta nueva ley, este nuevo esquema de regulación, esta nueva estructura institucional de la pesca artesanal.
Se han refundido varias iniciativas presentadas por diferentes parlamentarios que van en la dirección de reafirmar el carácter público de los recursos del mar. Y quién podría discutir esa situación. Allí se consignan las cuotas respecto al consumo humano; el reemplazo de las asignaciones de cuotas, que aquí se han transferido respecto de lo que implica la pesca industrial.
Aquí hay que señalar -dicho sea de paso- que el propio Gobierno anterior requirió de la FAO un informe en relación con la Ley de Pesca, y el órgano internacional no introdujo grandes variaciones a esa normativa que ha sido tan ampliamente cuestionada. Eso no obsta, en el escenario en que estamos hoy día, a que sea revisada, y precisamente el Ejecutivo se ha comprometido a impulsar esta nueva Ley de Pesca.
Compatibilizar la pesca artesanal con la actividad industrial, a mi juicio, es una necesidad. No podemos eludir en esta instancia que significa el sostén de cientos de trabajadores; y, evidentemente, habrá que asegurar y resguardar sus condiciones sociales, de estabilidad, de trabajo.
Los trabajadores del mundo industrial nos señalaban que muchos de ellos son de una edad avanzada, de un promedio de 50 a 55 años. Entonces, hay que ver la reconversión laboral. ¿Qué hacemos, en definitiva?
Lo que aquí debemos construir ante este nuevo desafío es, precisamente, un sistema jurídico institucional de la pesca que asegure a todos los actores el evidente y necesario desarrollo de sus actividades, sin ir en desmedro de quienes constituyen hoy día una parte fundamental de una actividad tan importante para el país, como es la pesca.
En ese sentido, nos parece razonable reestructurar el sistema del registro de pesca artesanal, regular la pesca ilegal. Este tema, por lo demás, genera en la Región de Aysén un especial impacto por lo que implica la acción de este mecanismo, que ha ido en desmedro de vastos recursos pesqueros de nuestra Región. Por ello, es necesario regular y avanzar en el control de la pesca ilegal.
El Indespa, sin duda, debe entregar un significativo aporte en compatibilizar el desarrollo de tales instancias.
Por eso, señor Presidente, no nos negamos a la idea de legislar sobre esta materia. Creemos que se tiene que avanzar, sin duda; pero teniendo presente que debemos resguardar y, necesariamente, crear una visión sistémica en una actividad donde nadie está de más.
Se requiere establecer regulaciones eficientes, efectivas, a fin de lograr la sustentabilidad de lo que implica el trabajo de la industria. Porque, dicho sea de paso, la propia FAO ha señalado que no necesariamente se incorporan seguridades respecto de que la ampliación de estas eventuales aperturas de las licitaciones o de las subastas van a significar el ingreso de nuevos actores al sistema.
A mi juicio, lo que aquí tenemos que propiciar es una visión sistémica, en que a los pescadores artesanales les sean resguardados sus intereses; en que se clarifique lo relativo a la pesca artesanal, a los semiartesanales, a los semiindustriales y en que, por cierto, se proteja al inmenso número de trabajadores de la industria pesquera, quienes deben contar con la suficiente estabilidad y el resguardo de sus fuentes de trabajo.
En consecuencia, anuncio mi voto a favor, sabiendo que a través de la nueva Ley de Pesca nos haremos cargo de esa visión integral.
A la idea de legislar no me niego; pero entiendo y espero, sinceramente, que en el resto de la tramitación del proyecto se resguarden los intereses tanto de la pesca artesanal como de los trabajadores de la pesca industrial.
Muchas gracias.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Reitero a quienes se encuentran en las tribunas que, por favor, no aplaudan.
Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, deseo fundar brevemente mi voto favorable a la idea de legislar en esta materia.
No voy a repetir muchos de los argumentos que ya se han dado. Sin duda, ha habido un proceso de debate al interior de la Comisión desde que ingresó este proyecto como una "Ley corta", que se ha ido ampliando a otras áreas, recogiendo planteamientos del sector artesanal y, también, demandas que ya estaban en algunas mociones sobre estas materias.
Creo que los acuerdos a que ha llegado la Comisión, en el sentido de trabajar y entrar al detalle para legislar respecto del sector, en términos de lo que es, primero, la eliminación de la renovación automática de las licencias de pesca industrial, tal como lo proponía el Ejecutivo en el proyecto de ley, y licitar el 100 por ciento de la fracción industrial, buscan poner límite a la aspiración de la industria pesquera de contar con licencias prácticamente indefinidas.
Otro tema que ha sido largamente discutido en este Senado en distintos proyectos, al cual es vital y fundamental ponerle coto de alguna manera, es el establecimiento de nuevas medidas para el combate de la pesca ilegal en aguas internacionales. Lógicamente, el problema de la pesca ilegal en el país tiene que ser una preocupación que nos obligue a trabajar en conjunto y a disponer de todas las medidas que permitan preservar el recurso, a fin de que pueda ser explotado por quienes tienen las autorizaciones y las cuotas correspondientes.
La incorporación de otras disposiciones en el proyecto de ley también me parece positiva. Ya hablamos respecto de la propiedad de los recursos pesqueros; la eliminación progresiva de la pesca de arrastre; el Registro Pesquero Artesanal; el remanente de cuotas; el fortalecimiento del consumo humano en la pesca artesanal y en las pequeñas empresas; el tema de la plataforma social y las posibles perforaciones al Área de Reserva para la Pesca Artesanal, las famosas cinco millas.
En cuanto a esto último, señor Presidente, en mi Región hay una situación muy particular y especial. Allí, los distintos actores de la pesca, tanto artesanal como semiindustrial, por decirlo de alguna manera, se han visto siempre en la obligación de buscar acuerdos y compartir la forma de explotar algunos recursos.
Como es de conocimiento público, en nuestra región hay industrias procesadoras de camarones y de langostinos y, también, dedicadas a su captura, que uno puede calificar desde pequeñas hasta medianas empresas, que generan una actividad económica, comercial y exportadora, que provee de importantes empleos en la ciudad de Coquimbo, fundamentalmente. Alrededor de dos mil personas trabajan en ellas, en su gran mayoría mujeres.
Por supuesto, con la aplicación de la norma propuesta, sin establecer excepciones de perforación, aquellas no podrían funcionar. De hecho, no pueden hacerlo, sino solo con el acuerdo de los representantes de la pesca artesanal. Este se ha logrado cada vez que ha habido una discusión legal, y también en la propia región, buscando un entendimiento y un diálogo entre los empresarios procesadores y los pescadores artesanales que explotan esos recursos o cuando la perforación significa ingresar a zonas donde se puede afectar a otras pesquerías. Hasta el momento, siempre se ha llegado a acuerdo.
Me parece razonable lo que se establece como propuesta, en el sentido de que dentro de las cinco millas de reserva para la pesca artesanal, entre las Regiones de Arica y Parinacota y de Coquimbo, se permita la operación de embarcaciones industriales previa aprobación de los Consejos Zonales. Pero en la propuesta en comento se establece un proceso abierto de participación de los involucrados en cada una de las regiones y ya no por macrozona. Eso también lo considero adecuado, porque la realidad en cada región es distinta.
Por lo tanto, señor Presidente, estimamos positivo avanzar en esta área, aunque, por supuesto, esto hay que perfeccionarlo.
Y esa es una de las razones por las cuales tanto el sector de la pesca artesanal como el industrial están de acuerdo en las modificaciones que se le introducen a la actual Ley de Pesca.
Por eso, vamos a votar a favor.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pugh.


El señor PUGH.- Señor Presidente, Honorable Sala, sean mis primeras palabras para rendirles homenaje a los hombres y a las mujeres de mar, en su mes, a quienes nos dan la mejor proteína que podemos consumir: los peces que son patrimonio del Estado, de nuestro país; que son el sustento de ahora y del futuro.
¿Por qué digo eso? Porque lo primero que debemos asegurar es el alimento humano.
Chile tiene frente a sus costas la mejor proteína; no hay ninguna otra que la supere. Es la única que no requiere agua, como podría precisarla cualquier especie cultivada en nuestro territorio, porque se extrae del mar.
¿Qué debemos hacer, entonces? Entender la naturaleza de lo que queremos proteger, tarea en la que todos debemos participar. Y tiene que existir equilibrio entre el mundo artesanal y el industrial. Aquí aparecen las necesidades básicas de definir quién es quién; qué espacio ocupa cada cual, y qué se les puede permitir.
Aquello es difícil cuando los recursos empiezan a escasear.
¿Y por qué ocurre eso? Por dos elementos. Primero, porque hay pesca ilegal, la que destruye a quienes respetan las cuotas. Y también por el cambio climático, que hace que las especies se muevan, se desplacen hacia otros lugares.
¿Qué se requiere? Mayor fiscalización. Esto, obviamente, se va a lograr con el fortalecimiento del Sernapesca.
Sin embargo, debemos mejorar la investigación.
Este año, señor Presidente, se cumplen 55 años del IFOP. En 1964 se crea este organismo de investigación pesquera. ¿Y qué nos dice el IFOP? Básicamente, que desde 1990 la cuota de captura mundial, la pesca extractiva, se ha mantenido fija: 90 millones de toneladas. No se puede sacar más.
¿Cómo ha hecho la humanidad para sobrevivir y extraer más proteína del mar? A través de la acuicultura. Desde el 2012 la acuicultura ha superado a la pesca extractiva en el océano. Chile es la tercera potencia mundial en acuicultura. Y debemos sentirnos orgullosos de ello, porque nuestro territorio marítimo es gigantesco: es cuatro veces más extenso que el territorio continental.
Esos hombres y mujeres de mar extraen esa riqueza para todos quienes vivimos en este país.
¿Qué nos pasa? No consumimos lo que necesitamos.
El promedio de consumo de productos del mar per cápita en Chile es de 13 kilos -hay discusiones sobre si es un poco más o un poco menos-, debiendo ser de 26 kilos.
Entonces, debemos duplicar el consumo. Debemos ser capaces de aumentarlo, pues eso va a generar empleo estable y bien remunerado. Necesitamos estabilidad laboral para los hombres y las mujeres de mar; y, asimismo, que quienes se hallan más desprotegidos dispongan de una plataforma social.
Lo que ahora estamos discutiendo es el inicio de un proceso para mejorar la Ley de Pesca, que la FAO considera, dentro de las que existen en el mundo, bastante avanzada. ¿Y por qué? Porque tiene elementos únicos que hemos de cuidar. Obviamente, hay cosas que corregir. Por eso se abre el debate. El Parlamento es precisamente para parlamentar, para encontrar los acuerdos necesarios y así proteger esos recursos, pero para usarlos de verdad en consumo humano.
Hoy la tonelada de jurel se puede vender a 800 dólares para que otros lo consuman. Nosotros no comemos jurel. Estamos produciendo del orden de los 7 mil millones de dólares.
Por intermedio de la Mesa, quiero decirle al señor Ministro de Economía que esta es una gran industria, es gigantesca, donde todos participan, porque incluso los pescadores artesanales entregan sus productos a las plantas faenadoras. Hay espacio para todos. Pero se requiere una política pública que haga énfasis en lo más importante: en beneficiar la salud de la población.
No tendremos capacidad para financiar los costos de salud si no nos alimentamos bien, si no llevamos estilos de vida saludable. Y el mar aporta una proteína esencial. Por ello, estos hombres y mujeres de mar son fundamentales.
¿Desde cuándo se está pescando en Chile? Por lo menos desde hace 9 mil años. Eso indican los registros arqueológicos en el norte de nuestro país, con las culturas que partieron realizando esa actividad en las costas de esa zona.
Chile tiene un lugar privilegiado en el mundo que hemos de proteger. Y lo que se busca es precisamente eso.
Yo invito a seguir en la discusión, pues esta ha comenzado ahora.
En tal sentido, señor Presidente, le pido que se abra un plazo de indicaciones por lo menos hasta el 7 de junio, al objeto de disponer de la capacidad para recibir todas aquellas inquietudes necesarias tendientes a actualizar la Ley de Pesca, a fin de que fomente el consumo de productos pesqueros; que establezca una investigación científica adecuada con los recursos pertinentes, y, lo más importante, que provea de estabilidad laboral a hombres y mujeres de mar, quienes trabajan extrayendo esa riqueza.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Órdenes.


La señora ÓRDENES.- Señor Presidente, en primer lugar, solicito que el texto que aparece en las pantallas de la Sala se rectifique, en la medida que se dice que el proyecto está siendo discutido en general y particular, lo que no es efectivo, pues, como han señalado varios colegas, estamos discutiendo solo la idea de legislar.
Ahora bien, en el contexto general quiero destacar el trabajo que ha realizado la Comisión de Pesca y Acuicultura del Senado, en conjunto con el Gobierno a través del Ministerio de Economía y de la Subsecretaría de Pesca, porque nos llama a varias reflexiones.
Sin recursos hidrobiológicos no habría pesca. Si así fuera, nada tendríamos que debatir.
En mi concepto, el principal problema que hoy día enfrentamos como país es la reducción de la biomasa. Algunas pesquerías están agotadas. Otras se encuentran sobreexplotadas.
Por tanto, creo que una de las primeras medidas que tenemos que tomar debe orientarse en aquel sentido, más allá de la modernización hecha con el Servicio Nacional de Pesca.
De otro lado, las labores de fiscalización y el rol que cumplen otros servicios y ministerios son insuficientes para nuestra gran tarea de resguardar para generaciones futuras los recursos hidrobiológicos de Chile.
Asimismo, se plantea otro tipo de desafíos, los cuales tienen que ver con la necesidad de pensar en una suerte de ordenamiento respecto a los usos de las costas y el mar de nuestro país.
Chile le ha dado la espalda al mar. Así, entre otras cosas, no ha visto la capacidad que tenemos en él como nación productora de alimentos provenientes del océano.
Si queremos ser una potencia alimentaria, debemos voltearnos y mirar hacia el mar.
Ahí, a no dudarlo, está la gran amenaza.
Quiero insistir en aquello, señor Presidente, porque si no somos capaces de tener un desarrollo sostenible en la pesca, resultará difícil que sigamos discutiendo cualquier punto sobre la materia.
Lo digo porque vengo de una región donde quizás el número de pescadores artesanales, en particular con relación al Registro del sector, no parece significativo. Se trata de una zona que todos los días es víctima de la pesca ilegal. En efecto, allí ingresan flotas completas de Lebu, de la Región del Biobío, pues no existe capacidad de fiscalización.
Entonces, quiero plantear que hagamos el mejor esfuerzo; que, más allá de una ley coherente, seamos capaces de asegurar que la ley tenga aplicabilidad en los territorios y en el mar.
A lo que ya dije, debo agregar que integran las referidas flotas embarcaciones con eslora de enorme magnitud y, por tanto, con mayor capacidad.
En consecuencia, el gran desafío consiste en el control efectivo de la pesca ilegal.
En otro orden de ideas, debo recordar que durante mucho tiempo también fuimos poco asertivos en tanto la definición de cuotas aparecía -diría yo- un poco arbitraria, porque no siempre coincidía con lo que planteaban los comités científicos, a los cuales, me parece, hay que darles autonomía y garantías en cuanto a que su opinión será debidamente considerada.
Ahora, me refiero al uso del mar porque la industria y la pesca artesanal van a convivir. Eso ocurre en todas las regiones. Pero tenemos que dar las garantías necesarias para que se desarrollen ambos sectores.
Debemos recordar que la tradición del uso de mar se encuentra en la pesca artesanal. Por ende, a este sector hay que garantizarle un espacio en particular, en la medida en que aquello constituye una suerte de ruta histórica que es indispensable reconocer.
A veces, señor Presidente, la relación de la pesca artesanal con la industrial parece asimétrica. Entonces, estimo que en esa línea tenemos otro gran desafío.
Reiterando que estamos en la discusión general del proyecto, deseo valorar el trabajo que se ha realizado en torno de él.
Por último, considero también que hay que atender a las realidades territoriales.
Acá se ha hablado sobre la materia. El Subsecretario ha dado explicaciones en distintas oportunidades. En todo caso, al menos quiero decir con antelación que me preocupa el hecho de que patrones o tripulantes de cualquier región del país que se encuentren inscritos vayan a poder ingresar a otras regiones.
Al respecto, alguien hablaba acá del cambio climático. Pero no solo las especies se han trasladado hacia el sur en razón del cambio climático: también, algunas han sido sobreexplotadas; otras se han agotado, y, al final del día, lo que está quedando son los recursos de la Patagonia.
Así las cosas, si la solución será trasladar flota, le queda poco a nuestro país.
Pongo tal situación como punto, el que será parte de las indicaciones que habremos de formular en la discusión particular.
Voto a favor.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, está claro que este proyecto no resuelve lo acontecido con la Ley Longueira.
Yo quiero un Ministerio del Mar; quiero un Estado responsable, que se haga cargo de la posición privilegiada que ocupa Chile en el mundo, con sus 4.500 kilómetros de costa, con este inmenso valor que tiene ahí, al lado de todas nuestras regiones.
Pero no se escucha.
Chile: quinto país pesquero; y el primero en producción de salmón.
El Senador Pugh dijo: "Me siento orgulloso de la acuicultura". Yo, en verdad, con todo respeto, siento vergüenza.
¡El gigante con pies de barro!
Se destruyeron 40 mil empleos. La industria salmonera abandonó a todos los trabajadores en el sur de Chile, y se desplomó porque no cumplió ningún requisito; porque no respetó las normas básicas y se preocupó solo de producir.
No hay ningún instituto de investigación pesquera en nuestro país, siendo los campeones mundiales, los número uno en el mundo. Era producir y producir para empresas noruegas, para empresas internacionales; sin embargo, no había ninguna ganancia para Chile, salvo la depredación y la situación que se provocó en Chiloé, en Puerto Montt. Tan así es que tuvimos que cambiarles los canales y darles nuevas oportunidades.
Por tanto, tenemos cuestiones pendientes.
Este es un debate parcial, señor Presidente.
Hace poco aprobamos el proyecto de ley que regula la captura de la jibia. Gran discusión: ¡cien por ciento de la cuota para los pescadores artesanales!
Señor Presidente, no hay jibia -y llevamos a cabo un tremendo debate respecto de quién la pescaba- porque no existe investigación científica de verdad; porque no conocemos su ciclo biológico; porque existe un IFOP, pero con un miserable presupuesto.
Por tanto, aquí no hay jibia para nadie. Esto atenta contra el empleo y, particularmente, contra la sustentabilidad.
Este proyecto no resuelve la contradicción entre dominio y soberanía. Yo quiero el dominio exclusivo e inalienable de los recursos hidrobiológicos para el Estado. Y el Gobierno nos propone que haya soberanía exclusiva. Tenemos que debatir al respecto, pues la soberanía exclusiva implica que el Estado los entrega a quien quiere.
Vamos a terminar con las licencias indefinidas. Pero debo decir que no solo se ha de regular la pesca industrial, sino que tenemos que entrar al tema de fondo.
Señor Presidente, he estado en Noruega, en Islandia. Allí la pesca industrial fracasó, disminuyó, se transformó en artesanal como una manera de cuidar el empleo y los recursos.
La Ley Longueira, basada en promover la sustentabilidad, después de cinco años de aplicación -y aquí está el Subsecretario- me hace preguntar: ¿cuántos recursos pesqueros declarados en plena explotación hoy día son sustentables? ¡Nueve de ellos están en crisis! Las cuotas transferibles no fueron la solución.
La "Ley corta" que ahora se nos plantea tampoco va a resolver esta situación. Fue discutida sin la participación de la Asociación de Funcionarios de la Subsecretaría de Pesca, sin la participación de profesionales. Así lo dijeron ellos. Esta iniciativa se trata solo de las licencias y no de la naturaleza de los recursos pesqueros.
Nos falta un censo del mar, señor Presidente. Hace un tiempo, junto al profesor Ariel Gallardo, de la Universidad de Concepción, casa de estudios superiores que cumple cien años, estuvimos reunidos por cerca de una hora con la Presidenta Bachelet con el objeto de pedirle recursos para realizar un censo de la vida marina. ¡Solo el 2 por ciento de las especies marinas son conocidas! No sabemos nada más del mar.
Hay que brindar valor agregado en la materia.
Yo valoro la presencia del Ministro José Ramón Valente, quien nos habla de las conclusiones de la FAO en el informe respectivo. Pero este Gobierno plantea cinco objetivos: promover el desarrollo sustentable del sector pesquero; garantizar su certeza y estabilidad en el largo plazo; enfrentar el problema de la pesca ilegal; impulsar la investigación científica en materias oceánicas y pesqueras; incorporar la seguridad alimentaria y nutricional en las políticas acuícolas y pesqueras.
Pero la "Agenda corta", señor Presidente, solo habla de pesca ilegal y de asignación de cuotas.
Lo que estamos discutiendo de la "Agenda corta" -Ministro, por favor, desmiéntame si me equivoco- va a tener efecto solo a partir del año 2032. De la "Agenda larga" nada se dice.
Señor Presidente, necesitamos una "Agenda larga" para discutirla ahora, porque no soportamos una nueva ley de pesca sin plataforma social, sin protección a los trabajadores. Los trabajadores después de cada ley quedan abandonados: particularmente los industriales, y, también, los artesanales.
¡Todos los efectos los pagan los trabajadores!
No se ha creado un fondo de protección social. El 2002, cuando voté en contra en la Sala de la Cámara de Diputados, lo dijimos: "Fondo de protección social para los trabajadores". Porque pase lo que pase -y van a seguir sucediendo cosas- el eslabón más débil son los trabajadores, quienes hoy día enfrentan no solo una desregulación en la materia, sino también los efectos del cambio climático.
Las cosas van a empeorar todavía más.
Todo indica -y la COP25 lo va a ratificar- que en treinta años la temperatura del planeta va a aumentar entre un grado y un grado y medio. Ello hará variar la profundidad de las pescas tradicionales; eso va a significar reinventar la pesca. Y lo primero: cuando falten los peces, los trabajadores van a quedar cesantes. Se requiere protección social; se requiere investigación; se requiere tomar decisiones.
Sin embargo, este proyecto solo abarca aspectos menores.
Voto a favor en general. Pero hay mucho que discutir y bastante que aportar.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay más inscritos.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (36 votos a favor y 3 abstenciones), dejándose constancia de que se reúne el quorum constitucional requerido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, De Urresti, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pizarro, Prohens, Pugh, Quintana, Quinteros y Sandoval.
Se abstuvieron la señora Van Rysselberghe y los señores Durana y Pérez Varela.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Subsecretario, quien me ha solicitado intervenir.


El señor RIQUELME (Subsecretario de Pesca y Acuicultura).- Señor Presidente, muchas gracias por permitirme hablar.
Solo quiero agradecerles a todos los parlamentarios por sus reflexiones. Se va a abrir un plazo para presentar indicaciones. Naturalmente, este proyecto debe ser discutido. Estamos avanzando. Creo que hay un ánimo constructivo de aportar hacia delante.
Como muchos Senadores lo han dicho, hay que tratar de no afectar la sustentabilidad de los recursos y el empleo de los trabajadores de la industria y de los pescadores artesanales, quienes sobreviven, ellos y sus familias, con la extracción de los recursos del mar.
Gracias, señor Presidente.