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CREACIÓN DE CATASTRO NACIONAL DE MORTINATOS PARA FACILITAR SU INDIVIDUALIZACIÓN Y SEPULTACIÓN


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, ¿puedo aprovechar la oportunidad para pedir una autorización de la Sala?
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Estamos en votación, Su Señoría.
El señor COLOMA.- Así es.
El señor QUINTEROS.- De acuerdo.
Señor Presidente, sé de familias que han perdido una criatura en avanzado estado de gestación y del dolor que sufren, el cual se ve agravado cuando deben enfrentar problemas para darle la sepultura que ellos quieren.
Frente a esta realidad, solo cabe tener una actitud de acogida, de comprensión.
El proyecto tiene como único objetivo facilitar el proceso a los progenitores que sufran dicha pérdida, deseen identificar a la criatura y darle la sepultura que consideren digna.
No hay otro propósito en la iniciativa en análisis.
En tiempos de Twitter, de desconfianza y de sobrerreacción, es natural que algunos sospechen que detrás de este proyecto puede haber otros objetivos, como reconocer a los nonatos la calidad de sujetos de derecho o limitar la aplicación de las normas sobre interrupción del embarazo.
Yo descarto esos temores y me quedo simplemente con la finalidad estrictamente humanitaria de esta normativa, que no es otra que dar respuesta al natural y legítimo interés de algunas personas que pasan por la experiencia de perder un hijo en gestación, para darles a sus restos el trato que consideren adecuado.
Las personas pueden reaccionar de manera distinta frente a esta experiencia.
La inscripción que considera el proyecto es voluntaria, por lo que es perfectamente válido que se decida no solicitarla. Ambas opciones son dignas y legítimas.
La iniciativa en debate no define cuál es el trato correcto que debe darse a los restos, sino cuál es el derecho de los progenitores para decidir sobre ellos.
De este modo, dejamos la decisión en las personas y no en las frías manos de la burocracia.
Por tales razones, señor Presidente, voto a favor.