Click acá para ir directamente al contenido
DEROGACIÓN DE TABLA DE FACTORES PARA FIJACIÓN DE PRECIOS DE ISAPRES


El señor QUINTANA (Presidente).- Corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señora Goic y señor Quinteros, en primer trámite constitucional, que deroga la tabla de factores para la fijación de precios de las isapres, con informe de la Comisión de Salud.
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.146-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señora Goic y señor Quinteros):
En primer trámite: sesión 58ª, en 10 de octubre de 2018 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Salud: sesión 84ª, en 8 de enero de 2019.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la señora Secretaria.
La señora BELMAR (Secretaria General subrogante).- La Comisión de Salud deja constancia de que la iniciativa también fue suscrita, con posterioridad a su presentación, por los Senadores señora Van Rysselberghe y señores Chahuán y Girardi.
El objetivo de la iniciativa es derogar el artículo 199 del decreto con fuerza de ley N° 1 del Ministerio de Salud, de 2006, referido a las tablas de factores que concurren a la determinación del precio de los planes de salud.
La Comisión de Salud discutió este proyecto en general y en particular por ser de artículo único. Aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros (Senadores señoras Goic y Van Rysselberghe y señores Chahuán, Girardi y Quinteros) y lo despachó en particular por la unanimidad de sus miembros presentes (Senadores señora Van Rysselberghe y señores Chahuán, Girardi y Quinteros).
Cabe hacer presente que este proyecto debe ser aprobado con 22 votos favorables, por ser materia de quorum calificado.
El texto que se propone aprobar se consigna en la página 14 del informe de la Comisión de Salud y en el boletín comparado que Sus Señorías tiene a su disposición.
El señor QUINTANA (Presidente).- En discusión general.
Tiene la palabra el Senador señor Quinteros, Presidente de la Comisión de Salud.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, el artículo 199 del decreto con fuerza de ley N° 1 del Ministerio de Salud, de 2006, contiene disposiciones relativas a uno de los elementos del contrato de salud que celebran las isapres con sus cotizantes, que es el precio. Ese precepto dispone la aplicación de la tabla de factores al precio de dichos contratos.
El proyecto de ley tiene como objetivo derogar expresamente la norma sobre tabla de factores de riesgo para la fijación de precios, haciéndose cargo de lo resuelto por el Tribunal Constitucional y la Corte Suprema, en orden a terminar con los abusos y la discriminación que afectan a los usuarios del sistema.
El Tribunal Constitucional, luego de varias sentencias que acogieron recursos de inaplicabilidad del artículo 38 ter de la ley N° 18.933 (antecedente del actual artículo 199 del decreto con fuerza de ley N° 1, del Ministerio de Salud, de 2006), declaró de oficio que son inconstitucionales los numerales 1, 2, 3 y 4 del precepto en comento, y los derogó.
Simultáneamente, el Tribunal Constitucional exhortó a los colegisladores a subsanar el vacío legal que provocó la derogación de las disposiciones indicadas. Así consta en la sentencia rol 1.710-10, del 6 de agosto de 2010.
No obstante la derogación de parte del artículo 38 ter de la ley N° 18.933 por el Tribunal Constitucional, mediante un resquicio legal las isapres continuaron utilizando las tablas de factores, pues ello no había quedado prohibido.
Un reciente fallo del Tribunal Constitucional (a raíz de que una madre reclamó judicialmente porque su isapre continuó aplicando el incremento de la tabla de factores por edad a su hijo, que había superado el límite de 2 años), en el considerando QUINQUAGESIMOQUINTO, declaró inaplicable por inconstitucional el citado artículo 199 en su totalidad por ser contrario a las garantías de igualdad ante la ley y a la que ampara el derecho de propiedad en sus diversas especies. El Tribunal también declaró que los planes o contratos de salud son de orden público y no materia de disposición unilateral de las isapres.
A la fecha, no ha habido ley ni proyecto de ley que procure resolver el vacío que dejó la derogación resultante del fallo recién citado.
En conclusión, los autores de la moción estimamos que no existe inconveniente para que una iniciativa parlamentaria venga a consolidar lo que los más altos tribunales de la República han fallado. La Comisión respaldó tal criterio mediante la aprobación del proyecto que hoy conoce el Senado, dando con ello una señal potente en el sentido de que no se debe permitir el uso de resquicios legales para vulnerar derechos constitucionalmente asegurados y de que se avanza, en alguna medida, en sanear el vacío legal resultante de la derogación parcial del artículo 199 del decreto con fuerza de ley N° 1, del Ministerio de Salud, de 2006.
Puesta en votación la idea de legislar, fue aprobada por la unanimidad de los miembros de la Comisión, Senadores señoras Goic y Van Rysselberghe y señores Chahuán, Girardi y Quinteros.
La iniciativa fue aprobada en particular por la unanimidad de los miembros presentes de la Comisión, Senadores señora Van Rysselberghe y señores Chahuán, Girardi y Quinteros.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, en materia de acceso a la salud, claramente nuestro país está muy lejos de garantizar para todas y todos sus ciudadanos un acceso igualitario y, sobre todo, de calidad.
El sistema público de salud, que se financia a través de Fonasa, carece de los mínimos requisitos de dignidad.
La falta de médicos especialistas, sobre todo en regiones extremas como la que represento; las largas listas de espera, producto de las cuales cientos de pacientes han fallecido esperando una digna atención, y la escasa y pobre infraestructura son temas muy graves que afectan directamente algo tan esencial como la salud de las personas. Sin embargo, sorprendentemente, esto es algo que ya lo tomamos como un hecho de la realidad, idea a la cual me resisto.
En materia de salud pública, hace tiempo vengo solicitando al Gobierno, mediante proyectos de ley, que se termine con la injustificada discriminación que sufren los pacientes Fonasa clase A, los cuales, a diferencia de lo que sucede con el resto de las clases de Fonasa, no pueden comprar un bono y acceder al sistema de libre elección, sin que exista causa económica alguna que justifique dicha discriminación.
En cuanto al sistema privado, que es lo que nos convoca hoy día en este proyecto -y felicito a sus autores-, debo agregar que el año 2008 planteé una iniciativa de esta misma significación, y quedó allí "durmiendo el sueño de los justos". Por lo tanto, me alegro de que a lo menos este proyecto, que señala exactamente lo mismo que el que presenté en 2008, hoy día lo vayamos a votar, con toda seguridad, de manera favorable.
El sistema privado, que hoy nos convoca, no lo hace mucho mejor que el sistema público, pese a las apariencias, puesto que aquí existe un problema igual de grave, que dice relación con la posibilidad de acceder a él.
Y en esto nos encontramos con ¡el "negocio" de las isapres! Frente a un tema humano tan vital como la salud, ¡son brutalmente inhumanas, con un claro y único objetivo: maximizar sus utilidades con el vil negocio de la salud!
Ese es el primer cuestionamiento, señor Presidente.
¿En una sociedad la salud puede ser un negocio? ¿Es moral aquello?
El modelo que tenemos entrega a las isapres gran parte del negocio de la salud. Y en este proyecto de ley venimos a terminar con uno de los tantos abusos que cometen las isapres: la discriminación que estas efectúan en razón de sexo o edad.
En esta materia, tal como lo mencionaba, el año 2008 presenté un proyecto de ley para terminar con la diferenciación por sexo de las famosas tablas que hoy en día así lo establecen.
Posteriormente a ello, la Corte Suprema ha sido uniforme en declarar la inconstitucionalidad de cualquier diferenciación. Igual cosa ha hecho el mismo Tribunal Constitucional.
¿Y cuál es el problema, señor Presidente?
Que, pese a ello, ¡las isapres continúan discriminando a sus usuarios en razón de edad o sexo basadas en estas tablas! Por ello, debemos buscar una solución de raíz a este abuso, derogando, como lo hace este proyecto de ley, el artículo 199, para que bajo ningún artilugio jurídico las isapres puedan continuar utilizando torcidamente estas tablas.
Sin embargo, señor Presidente, creo que el tema de la salud de nuestro país da para un debate mucho más profundo que el que hoy día vamos a sostener.
¡El modelo actual no resiste más, ya que las diferencias que existen entre el sistema público y el privado y los abusos que se dan en el sistema privado no son humanamente aceptables!
El Gobierno nos ha señalado que enviará luego un proyecto para modificar el sistema público, sobre todo a Fonasa. De igual manera, ha manifestado que introducirá cambios a la Ley de Isapres.
Espero, señor Presidente, que el espacio de discusión legislativa que tendremos sea una instancia para realizar profundos y verdaderos cambios al actual sistema, de manera tal que la salud sea considerada, de verdad, ¡como un derecho humano y no como una mercancía, como hoy en día lo es!
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Antes de continuar dando la palabra, aclaro que la votación de hoy será solo en general.
Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, en verdad, hoy día no pudo haber sido más oportuna esta discusión. Quizás es con lo que deberíamos partir.
Todos nos despertamos o en la mañana nos trasladamos desde nuestras casas escuchando en la radio la indignación de mucha gente ante un aumento de la prima que cobran las isapres a sus beneficiarios.
Es cierto, estamos pendientes de qué hacemos con el 80 por ciento de la población que requiere que se fortalezca el sistema público. Pero las isapres son en nuestro país un símbolo del abuso, ¡un símbolo del abuso! Son instituciones que deberían proteger la salud de las personas y que no tienen criterios mínimos, principios mínimos de seguridad social.
Efectúan alzas que han sido consideradas una y otra vez ilegales, porque son unilaterales. Y no es casual que hoy día cualquier persona pueda ir, sin siquiera pedir el trámite a un abogado, sino que directamente a la Superintendencia de Salud, y evitar esa alza. Pero tiene que pasar por un trámite.
Aquí, claramente, estamos en falta.
Quiero partir señalando eso.
Aquí hay un problema que se arrastra. Y el año pasado escuchamos una y otra vez anuncios de modificación a la Ley de Isapres. Prácticamente, hicimos la discusión por los medios escritos. Pero el proyecto todavía no está presentado. Y podemos decir que en el Gobierno pasado ello tampoco ocurrió.
Pero lo concreto son las personas que hoy día siguen siendo sometidas a abuso, en una industria que registra utilidades multimillonarias a costa de la salud de la gente.
¡Eso es algo que no podemos seguir amparando desde este Parlamento!
Y por eso me alegro de que hoy día estemos votando este proyecto.
El 2010 el fallo del Tribunal Constitucional declaró que justamente porque se discrimina arbitrariamente, por edad y por género, debían congelarse las tablas de factores.
Pero es bien importante entender cuáles fueron las implicancias de ese fallo: se congelaron las tablas de factores.
Hay, queridos colegas, mil una tablas de factores -¡mil una!- en un universo, además, de 58 mil planes diferentes. ¿Y qué hace la tabla de factores? Te castiga por riesgo a lo largo de tu vida.
En ese momento se congelaron.
Si usted tiene la suerte de ser hombre y, por lo tanto, de no ser castigado por la posibilidad de quedar embarazado, entonces el precio va a ser 50 y se mantiene en 50 porque el factor es de uno.
Pero si tiene la mala suerte, entre comillas, de ser mujer y estar en edad fértil, eso puede duplicarse, triplicarse. O sea, en vez de cincuenta, el precio base puede llegar a 150 o 200.
Si tiene más mala suerte y es adulto mayor, eso puede llegar a ser cuatro veces. Y si además es una guagüita, un nuevo cotizante, también puede ser castigado, porque entre cero y dos años se enferman más, parece.
¡Esa es la injusticia!
Y uno dice "esto es arbitrario", porque, además, estamos hablando de seguridad social y deberíamos compartir el riesgo. Es lo que correspondería hacer legalmente y lo que uno esperaría.
Pero quedaron congeladas las tablas y, por lo tanto, si usted tenía la mala suerte de estar en un grupo de edad o de sexo que es castigado, ahí se mantuvo.
¿Pero qué pasó posteriormente?
Las isapres siguieron utilizando las tablas para nuevos cotizantes, a quienes las aplicaron pero manteniendo el sobrecosto, por decirlo en términos simples.
Entonces, nacía una guagua, un nuevo cotizante, se le aplicaba el factor más alto, porque estaba en el tramo de cero a dos años, cumplía dos años y le mantenían ese factor. No se lo bajaban.
Entonces, es el reino del abuso.
Si las van a usar, por lo menos que contemplen también la baja cuando corresponde.
Tal es el escándalo que la Superintendencia de Salud ha resuelto a favor de las personas en cada reclamo que se ha hecho por la vía arbitral.
¿Pero cuántas son las que logran reclamar?
Yo invito a los que están en isapres a que traten de buscar la información de cuál es la prima por riesgo que les aplican. Bucear entre las mil una tabla de factores y entre los 58 mil planes para entenderlo ya es difícil. ¿Cuál es la posibilidad de reclamar?
Por eso hoy día estamos planteando un "no más". ¡No más! Derogamos la tabla de factores y eso obligará a buscar un sistema que sea más justo y que obedezca efectivamente a la lógica de la seguridad social.
Si una isapre quiere proteger a la persona, si quiere operar como un seguro, tiene que hacerse cargo del riesgo durante toda la vida de esa persona y no, como ocurre hoy día, darle cobertura cuando no se enferma, cuando significa menor gasto, para que finalmente sea el sistema público el que se ocupe de los adultos mayores, porque el cobro por prima es imposible.
Entonces, la isapre dice: "No. Aquí no me preocupo de la prevención. Total, no es problema mío como aseguradora; es problema del afiliado y, en el minuto en que me sale muy caro, lo expulso por la vía del cobro".
¡Eso es lo que tenemos hoy día!
Eso es lucrar con la salud de las personas y es lo que queremos terminar nosotros con este proyecto que ha encabezado el Senador Rabindranath Quinteros y que no tengo dudas de que hoy día va a contar con un respaldo amplio, lo cual me alegra.
Este sistema no se debe mantener y no podemos seguir esperando que los anuncios que se hacen por la prensa se transformen en proyectos de ley. Las personas nos reclaman que legislemos y que lo hagamos en favor de ellas.
Eso es lo que significa este proyecto.
Hay tablas de factores que hoy día están congeladas y que se están usando ilegalmente para castigar a nuevos afiliados o con cambios de planes -¡ojo!-, porque esa es otra de las vías, por el costado, que han encontrado las isapres para burlar lo que el Tribunal Constitucional determinó en su momento.
¿A cuántas personas les va a llegar ahora la carta diciendo: "Para que no le suba el plan, cámbiese"? ¿Cuánta gente logra entender lo que hay detrás de eso? Y finalmente lo que muchos dicen es: "¡Ah ya! Acepto estas condiciones. Parece hasta más barato".
Este es un mundo complejo de entender.
Entonces, nosotros necesitamos actuar con urgencia.
Yo no puedo dejar de destacar aquí a la abogada -lo señalaba quien me antecedió en el uso de la palabra- María del Pilar Juárez, madre de tres niños, que dio la pelea.
Y dio la pelea no solo por ella, para que no le siguieran cobrando de acuerdo a la tabla de factores por su hijo que tenía más de dos años, sino también por muchos padres, por muchas madres, por muchos niños, en un universo estimado de cuatro millones de personas que pueden verse perjudicadas hoy día por esa práctica.
Si una mujer, una madre, una destacada abogada lo hace, nosotros a lo menos debiéramos dar una señal de respaldo a la ciudadanía. Aquí hay abusos que en nuestro país a estas alturas son intolerables y no tenemos justificación para no avanzar.
Por eso yo espero, señor Presidente, que este proyecto sea aprobado ahora y que podamos avanzar en la discusión en particular lo antes posible y dar una respuesta contundente. En nuestro país no queremos más abusos, no queremos más enriquecimiento a costa de la salud de las personas. El sistema de isapres, tal como lo conocemos, hoy día es inaceptable.
La primera reacción de las isapres frente a la determinación de la justicia y del Tribunal Constitucional, tras la presentación de María del Pilar, fue quejarse de que iban a disminuir las utilidades.
Yo creo que no hace falta repetir las utilidades de las isapres, pero es bueno señalar que hay un mínimo -¡hay un mínimo!- y uno esperaría por decencia que las isapres hubieran propuesto una solución y al menos -¡al menos!-, como piso, cumplir la ley.
Así que reitero, señor Presidente, mi votación a favor de este proyecto y la necesidad de que avancemos con urgencia.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Antes de darle la palabra al Senador señor Quinteros, quiero recabar el acuerdo de la Sala para que pueda ingresar el Subsecretario señor Claudio Alvarado.
El señor GIRARDI.- No hay acuerdo.
El señor QUINTANA (Presidente).- ¿Cuál es la razón para que no entre? Hemos dicho recién que el Gobierno debe estar representado en esta discusión.
Está un asesor del Ministerio de Salud, a quien saludo, el señor Gonzalo Arenas.
No hay acuerdo.
Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, tal como se ha dicho, el Tribunal Constitucional el año 2010, de oficio, declaró la inconstitucionalidad de las normas que decían relación con la discriminación que hacían las isapres a través de la aplicación de la tabla de factores de riesgos para la fijación de precios y las derogó.
Lo hizo por un motivo de fondo: porque adquirió la convicción de que los criterios de edad y sexo incluidos en ellas violaban las garantías constitucionales de igualdad ante la ley, el derecho a la salud y el derecho a la seguridad social.
La Superintendencia entendió congeladas las tablas de factores, por lo que las isapres, si bien no han elaborado nuevas tablas, siguen aplicando las vigentes a esa época, perpetuando así los abusos del sistema de salud privado.
En consecuencia, no se ha cumplido íntegramente el objetivo del Tribunal.
Pese a que tanto la Corte Suprema como el Tribunal Constitucional han instado a un cambio normativo, este no se ha producido.
El proyecto de ley que hemos presentado tiene como objetivo derogar íntegramente el artículo que establece la tabla de factores de riesgo, para así, en cumplimiento de lo señalado tanto por el Tribunal Constitucional como por la Corte Suprema, terminar con la discriminación de personas sobre la base de edad o sexo.
Lo que buscamos -como ha dicho la colega Goic- es terminar con los abusos.
La aplicación de la tabla de factores de riesgo, independiente de la voluntad de los asegurados de las isapres, resulta totalmente incompatible con las garantías fundamentales de igualdad ante la ley, el derecho a la salud y el derecho a la seguridad social.
No es aceptable que una situación de vulneración de garantías, reconocida por los más altos tribunales de la república, permanezca en forma indefinida por la inactividad de los poderes legisladores.
El Ejecutivo, desde el año 2010 a la fecha, tiene su responsabilidad, pues no ha tramitado las iniciativas legales correspondientes. Mientras tanto, como acaba de conocerse, las isapres continúan elevando unilateralmente los precios de los planes de salud, sin que existan como contrapartida mejores o nuevas prestaciones de salud.
Pero este Congreso no puede hacerse corresponsable de esta omisión que beneficia a las isapres y perjudica a sus afiliados.
Hace falta un cambio normativo que ponga término, de una vez por todas, a este mecanismo que sigue discriminando a las mujeres, los niños y los adultos mayores que son usuarios del sistema de salud privado.
Es evidente que se necesita una reforma mayor, que requiere del impulso del Ejecutivo. Pero, al menos, con este proyecto estamos dando una señal clara a la gente de que no toleraremos que se perpetúen la discriminación y el abuso.
Y le estamos dando una señal a las isapres, que no pueden seguir subiendo los precios unilateralmente sin consecuencias, mientras continúan obteniendo millonarias utilidades.
Voto a favor, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Aún no está en votación el proyecto, Su Señoría.
Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, en junio de 2018, en la Cuenta Pública, el Presidente de la República se comprometió con todos los chilenos y las chilenas a enviar al Congreso Nacional un proyecto de reforma a las isapres.
Los chilenos y las chilenas no toleran más:
-Alzas de precios unilaterales de las isapres en los planes de salud.
-Judicialización del sistema para mantener los precios de los planes, incluidos los excesos de cobros por coberturas AUGE.
-Discriminaciones del sistema relativas al sexo y la edad, que producen diferencias arbitrarias de precios para beneficiarios más necesitados de un seguro de salud.
-Impedimento de movilidad entre isapres y desde Fonasa a isapre a causa de enfermedades preexistentes.
-Falta de cobertura.
-No transparencia del sistema que, con una oferta de 58 mil planes y mil una tablas de factores hace imposible a hombres y mujeres elegir el plan que se ajusta más a sus necesidades.
No obstante, el Gobierno no cumplió su promesa de enviar un proyecto de ley dentro del año 2018 y a la fecha aún no lo hace.
El Tribunal Constitucional ha afirmado que los contratos de salud deben ajustarse a la Constitución, no pudiendo discriminarse por sexo o por edad; y estableció que las tablas afectan la igualdad, la dignidad entre hombres y mujeres, y su acceso a la salud.
Las isapres, sin embargo, nuevamente han esgrimido en tribunales la tesis de los famosos "derechos adquiridos", judicializando la salud de los niños, las mujeres y los adultos mayores, olvidándose de que las actuaciones ilegales no generan derechos, pues nadie puede aprovecharse de su propio dolo.
La inacción del Gobierno permite que continúe la judicialización y que se siga complejizando el acceso a la salud, en especial a los niños, las mujeres y los adultos mayores.
¡Eso no es poner a los niños primero, por delante!
¡No es tampoco interesarse de verdad por los adultos mayores ni por las mujeres!
El Gobierno contradice su discurso con los hechos. No es consecuente con su discurso de protección a la familia, pues permite que se siga castigando la maternidad y el envejecimiento.
Su inacción, señor Presidente, tampoco se condice con su supuesta lucha contra toda forma de discriminación contra las mujeres. Es más, la discriminación sistemática de las mujeres en edad fértil es otra forma violenta que el Gobierno está amparando y que está prohibida en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como "Convención Belem do Pará".
Hace solo seis meses, el Tribunal Constitucional volvió a pronunciarse, declarando inconstitucional ahora el artículo 199 de manera total.
Ante la contumacia de las isapres y la inactividad del Gobierno, no queda más que aprobar este proyecto de ley, que ha liderado el Senador Quinteros, que deroga el artículo 199 por inconstitucional y, con ello, la aplicación de una tabla de factores por sobre un precio base de un plan de salud.
Con esa inevitable derogación, hago un llamado de atención al Gobierno, el que no ha cumplido en tiempo y en forma la palabra empeñada. Y advierto que cualquier estrategia de las isapres para seguir actuando inconstitucionalmente, por ejemplo, negándose a suscribir seguros de salud a las mujeres, a los adultos mayores o a los enfermos crónicos, será de exclusiva responsabilidad del Gobierno.
Este Parlamento no puede desatender lo resuelto por el Tribunal Constitucional, si no quiere aparecer validando actos inconstitucionales de las isapres.
El Gobierno debe también responder y aprestarse a acatar la Constitución.
Señor Presidente, hoy día se nos pide que votemos solo en general esta iniciativa de ley. Y yo quiero pedir, en nombre de mi bancada, la Democracia Cristiana, que se vote hoy también en particular, porque es un proyecto de artículo único, que se hace eco de algo que es evidente y obvio para la ciudadanía entera: la necesidad de terminar con el abuso de las instituciones de salud previsional.
Por eso, señor Presidente, le solicito que reconsidere esto y que se vote en general y en particular.
El señor QUINTANA (Presidente).- Yo entiendo que el acuerdo de los Comités -no están todos acá- era, y así me lo manifestó también el Ministro señor Blumel, votar en general hoy día y dar un plazo de una semana, al menos, para la votación en particular.
Entiendo que ese fue el acuerdo que se adoptó.
El señor LETELIER.- ¡No, señor Presidente!
El señor QUINTANA (Presidente).- Así me lo manifestó la Senadora señora Von Baer. En esos términos, ella dio el acuerdo para que esto se discutiera.
El señor LETELIER.- Punto de Reglamento, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.- Señor Presidente, en términos reglamentarios, es facultad de la Sala resolver cómo despacha un proyecto.
Esta no es una materia que pueden resolver otros. Entiendo que puede haber diferentes opiniones; pero, si hay una bancada que ha planteado una petición y hay discrepancias, lo que corresponde es someterlo a votación de la Sala.
Yo entiendo que, tratándose de una iniciativa de artículo único, el no votarla en general y en particular es la excepción, no la regla general. Un proyecto de artículo único se vota en general y en particular. Eso es lo habitual. La excepción es que se dé tiempo para indicaciones.
Si hay dudas, pido que se someta el punto a la resolución de la Sala.
El señor QUINTANA (Presidente).- El artículo 127 del Reglamento es bastante claro: esto lo determina el Presidente a petición de un Comité. Y es lo que yo he hecho. Por lo tanto, se va a votar en general solamente hoy día.
El señor COLOMA.- ¡Así es!
La señora RINCÓN.- Punto de Reglamento, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
La señora RINCÓN.- Señor Presidente, nosotros hemos hecho una petición formal. Entiendo que el artículo 127 es claro al señalar lo que usted dice. Pero lo lógico es que se vote en general para abrir plazo de indicaciones. Si eso no se hace, no tiene ningún sentido.
Y creo de verdad que este tema no resiste análisis frente a la opinión pública y sería una muy buena señal que aprobáramos hoy el proyecto. Y, si hay algo que modificar, está siempre el segundo trámite, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Señora Senadora, plazo para indicaciones va a haber de todas maneras. De hecho, la Mesa tiene una propuesta: el jueves de la próxima semana.
La señora VON BAER.- ¡Así es!
El señor QUINTANA (Presidente).- La Senadora señora Von Baer efectivamente solicitó que se vote hoy solo en general, y así lo acogió este Presidente.
Por tanto, no corresponde votar en particular hoy.
Tiene la palabra el Senador señor Durana.


El señor DURANA.- Señor Presidente, el contenido de este proyecto de ley se enmarca en la legislación del sistema privado de previsión, isapres, sobre las cuales el Ministerio de Salud ha anunciado una gran reforma que se va a presentar a este Parlamento, ojalá, durante el mes de abril o mayo.
En tal sentido, los esfuerzos por legislar sobre el contenido que plantea el proyecto de ley -que, por lo demás, es mucho más acotado que la anunciada reforma a la Ley de Isapres- no surtirán efecto alguno si la reforma trae consigo una regulación sobre el punto que se propone.
El proyecto de ley tiene por objeto complementar lo dispuesto por el Tribunal Constitucional en la materia, a través de sentencias emitidas en los años 2010 y 2018.
Conviene precisar que el cuestionamiento, desde el punto de vista constitucional, a la tabla de factores para la determinación de precios de los planes de salud atiende al fallo que dictó el 2010 el Tribunal Constitucional, mediante el cual declaró que la inconstitucionalidad estaba dada no por tener en consideración sexo o edad para la determinación del precio del plan, sino por la extensión y la forma en que estos elementos se utilizaban para aplicarlos.
No obstante, de acuerdo a los antecedentes recabados en la tramitación de la ley, las isapres continuaron utilizando la denominada "tabla de factores", lo que se veía facilitado por la vigencia del artículo 199 del decreto con fuerza de ley Nº 1, del Ministerio de Salud, de 2005.
En la misma instancia, al legislar se conminó a suplir el vacío legal que se produciría producto de la declaración de inconstitucionalidad, aspecto que nunca se realizó.
En razón de lo anterior, el permitir la vigencia de una norma que ampara la utilización de la citada "tabla de factores" significa tolerar la violación de las garantías constitucionales contenidas en los derechos a la salud, así como la igualdad ante la ley y el derecho a la seguridad social.
En cuanto al fondo del proyecto, cabe mencionar que existe una serie de aristas que también es necesario tener a la vista.
Primero, efectivamente la tabla de factores ha sido constituida sobre la base de un detrimento económico a ciertos grupos etarios y a las mujeres.
Además, hay que expresar que no es razonable la forma como las isapres continúan subiendo los precios de los planes de salud de manera unilateral, amparándose en la norma referida, más aún cuando la Corte Suprema ha fallado sostenida y sistemáticamente a favor de los cotizantes.
Por otra parte, de aprobarse la iniciativa tal cual está y no tramitarse la reforma al sistema de salud previsional, no habría modo de determinar el precio de los planes de salud, por lo que, a mi juicio, la situación quedaría aún más desregulada.
Lo anterior no ha sido respondido satisfactoriamente. Se ha señalado simplemente que se dejaría de aplicar la tabla de factores, sin estudiar el resto de los costos asociados a la derogación de la norma en cuestión.
Voto a favor en general, señor Presidente, pero en realidad creo que debiésemos juntar este proyecto con la reforma que va a ingresar el Gobierno en los próximos meses sobre la materia.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, hemos transitado largos años siendo excesivamente tolerantes con los abusos de las isapres.
La última vez que hubo un intento serio de reformar las instituciones de salud previsional fue en el Gobierno del Presidente Lagos, hacia el año 2004 o 2005. Lamentablemente -y yo fui testigo de ello-, la Oposición en ese tiempo, que hacía una firme y férrea defensa de las isapres, vetó dicha propuesta a tal punto que lo que terminó enviando el Ejecutivo, para conseguir los votos suficientes, fue un texto que no le tocaba un pelo de la cola a dicho sector. De hecho, el entonces Diputado Accorsi y yo fuimos los únicos que rechazamos esa iniciativa. Dijimos: "No podemos votar a favor de un proyecto que, en el fondo, legitima a las isapres".
Yo entiendo que el mundo ha cambiado y que hoy día el oficialismo también ha modificado sus posturas. Nadie hoy día tomaría la decisión o tendría la voluntad de defender instituciones que son totalmente abusivas. Lo eran ayer y lo son hoy día. ¡Eso no ha cambiado!
A mí me parece que aquí hay un tema de fondo. No voy a insistir en lo que ya han señalado otros Senadores y Senadoras respecto al plano técnico de la tabla de factores de riesgo. Solo quiero plantear que estamos asistiendo a algo mucho más profundo: a la violación de derechos humanos.
Las isapres, cuando discriminan a un niño, cuando discriminan a una mujer embarazada, cuando discriminan a un adulto mayor, están violando todos los tratados y convenciones internacionales que resguardan los derechos de los niños -y ahí justamente se prohíbe la discriminación-, de la mujer, del que está por nacer y, también, de los adultos mayores.
Pero hay una práctica más brutal: la preexistencia. Ello viola los fundamentos de la acción de salud. Nadie que viole la esencia de dicha acción podría ser un gestor de salud.
¿Qué violan? El juramento hipocrático.
¿Qué dice ese juramento, que deben cumplir todos los profesionales de la salud? Que la primera responsabilidad, el primer deber, es atender a los débiles y a los enfermos.
¿Y qué es la preexistencia? Una negación institucional de atención por parte de entidades que se dicen prestadoras de salud. Precisamente buscan negarles la salud a quienes debieran ser el objeto de su cometido.
Desde mi punto vista, las instituciones de salud previsional fueron mal paridas. La primera Ley de Isapres, la del año 80, fue hecha por los mismos que después fueron los dueños de tales instituciones.
¡Fue un traje a la medida!
¡Una situación totalmente vergonzosa!
La mayoría de los países desarrollados, que son liberales y tienen sistemas de libre mercado, como Inglaterra, no tienen isapres. Ello, porque no están dispuestos a tolerar los abusos y la violación sistemática de los derechos humanos, ¡menos en salud!
Nosotros, evidentemente, fuimos un laboratorio a nivel mundial: el proceso de privatización de salud se hizo para favorecer a una industria, sin que esta tuviera ninguna prioridad u objetivo en salud.
¡Son una industria!
Pero el problema es que la salud es un bien público, no uno privado. Creo que existe una contradicción esencial en el rol de las isapres, que actúan como si fueran industrias de zapatos o de cualquier otro producto, en circunstancias de que operan en salud, que constituye un bien público.
Eso genera, en verdad, un nivel de contradicción institucional y de molestia ciudadana.
Por otra parte, las isapres no hacen prevención.
¿Por qué no? Porque no les interesa.
¿Por qué no? Porque hoy día pueden echar a los cotizantes, a través de las exclusiones o del aumento unilateral de los costos de las primas.
Es una paradoja que las personas paguen toda su vida un plan de salud desde que son jóvenes y, cuando van a usarlo después de cumplir más de 60 o 65 años, las primas son tan elevadas que hacen que las isapres sean totalmente inviables como posibilidad de atención, y tienen que abandonarlas. En definitiva, pagaron durante 40 años a instituciones que no les dieron una debida contraprestación.
Creo que llegó el momento de contar con un verdadero seguro de salud.
Por lo mismo, el sistema actual no debiera llamarse "seguro", sino "inseguro".
La mayoría de los chilenos y las chilenas que están en isapres tiene coberturas que, en el caso de una situación dramática (accidentes, patologías), ni siquiera llegan al 50 por ciento del costo real de la prestación.
¡Cómo va a ser un seguro algo que uno prepaga toda la vida y, cuando se requiere usar el evento de salud, se debe hacer un copago que puede ser de hasta el 50 a 60 por ciento del costo de la prestación!
Pienso que llegó el tiempo de que terminemos con esos abusos.
A mi juicio, hay consenso en ello. Por lo menos, así se reflejó en la Comisión de Salud del Senado: transversalmente, los representantes de la UDI, Renovación Nacional, el Partido por la Democracia, la Democracia Cristiana y el Partido Socialista hemos generado tal acuerdo. Y yo espero que ese ánimo de consenso vaya más allá del órgano técnico.
Y hay una deuda.
Yo, como Presidente de la Comisión de Salud, el año 2018 tuve que enfrentar sistemáticamente una palabra empeñada no cumplida por parte del Ejecutivo. Primero este anunció que iba a presentar la reforma a las isapres en mayo del 2018; luego cambió a julio del mismo año; después se planteó hacerlo para septiembre, y finalmente nos dijeron: "Esta es la decisiva: será para diciembre de 2018".
Bueno, estamos en 2019 y aún no sucede.
Yo sé que hay puntos controvertidos en esta materia y que se entrecruzan distintos intereses en todos los gobiernos. De hecho, tampoco logramos que en la Administración anterior se enviara un proyecto a ese respecto.
Parece que las isapres tienen sus tentáculos en todos los rincones de los agentes decisores.
Espero que esta vez el Presidente Piñera cumpla su palabra empeñada y mande, de una vez por todas, la iniciativa de ley anunciada, porque Chile lo necesita.
¡No podemos seguir siendo cómplices de instituciones que son violadoras de derechos humanos!
Hay distintas maneras de violar los derechos humanos; existen diferentes modos de tortura. Para mí, violentar a una persona al negarle la prestación de salud es una forma de tortura, una forma de
violencia totalmente inaceptable.
Cuando uno ve que las isapres les quieren aplicar preexistencia a los niños o no les dan cobertura, no cabe sino señalar que no hay nada más violento para un padre y una madre que sentirse desprotegidos por una institución de salud que le niega a su hijo o su hija las mínimas prestaciones.
Creo que eso tiene que terminar. Para ello, este Senado, de una vez por todas, debe dar un paso adelante.
Si bien eliminar la tabla de factores de riesgo no resuelve todo el problema, sí constituye un signo de la voluntad de este Senado de terminar con los abusos de las isapres.
Esas instituciones así no pueden seguir existiendo.
Los prestadores de salud privados deben poner en primer lugar el desafío de entregar salud, de entregar confianza, de entregar apoyo, porque los enfermos y las personas que necesitan atención de salud no solamente requieren la respectiva prestación, sino también un trato digno.
¡Y estas instituciones son indignas!
¡Estas instituciones son violentas!
¡Estas instituciones son violadoras de derechos humanos!
En este país todos hemos luchado mucho para que nuestra democracia termine con la violencia y la violación de los derechos humanos.
¡No hay nada más violento, no hay nada más incitador al odio, a la violencia y a la violación de las garantías fundamentales en Chile que las isapres!
Por lo tanto, espero que este Senado, de una vez por todas, restablezca una ética mínima de justicia en la sociedad chilena.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Me ha pedido el Senador señor Bianchi, representante del Comité Independientes, abrir la votación, manteniendo los tiempos.
¿Habría acuerdo para ello?
Acordado.
En votación la idea de legislar.
--(Durante la votación).
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- ¡Jorge Mateluna es inocente, y lo vamos a probar!
Señor Presidente, este proyecto de ley se originó en una moción transversal. Dado que connotados Senadores oficialistas, de Gobierno, lo firmaron, yo esperaría que tuviera un despacho ágil y certero.
La iniciativa, que es de artículo único, recoge sentencias judiciales y fallos del Tribunal Constitucional que establecieron que se violaban garantías fundamentales, que había diferencias arbitrarias, que no se respetaba la igualdad ante la ley y que se exigían materias distintas en temas de edad y sexo.
No hay ninguna duda de que la actual condición de las isapres y sus tablas de factores son absolutamente inmorales, inconstitucionales, ilegales. ¡Pero se continúan aplicando!
Un fallo del Tribunal Constitucional declaró inaplicable por inconstitucionalidad todo el artículo 199 del DFL Nº 1, del Ministerio de Salud, de 2005.
Ante ello, es una paradoja, para quienes no han estudiado Derecho ni son constitucionalistas, que el máximo tribunal en esta materia haya emitido un fallo que declare inconstitucional dicho artículo y nosotros ahora estemos analizando una iniciativa para derogarlo.
¿Por qué sucede eso? Porque las isapres apelan y ganan en los tribunales superiores de justicia.
Se han establecido modificaciones que les han permitido a dichas instituciones de salud previsional mantener, del año 2010 a la fecha, los cobros irregulares sobre la base de las tablas de factores a los llamados "planes de salud". Existen 58.500 planes -¡58.500!- y 1.001 tablas de factores vigentes.
Las isapres han actuado a la vista y paciencia de los que aquí estamos, pese a que se ha hecho un mea culpa al respecto y a que se han establecido diferencias.
Mi preocupación es que esta derogación sea apelada por las isapres o se recurra ante el Tribunal Constitucional. Quisiera tener la garantía de que ningún parlamentario va a ir al TC. No olvidemos que dicho órgano ya falló. ¡Ya falló!
Si así sucediera, señor Presidente, van a seguir recurriendo a los tribunales.
Mi pregunta para los constitucionalistas que están en esta Sala es la siguiente: aprobada esta futura ley de derogación del artículo 199, ¿cuál será la diferencia respecto del fallo del Tribunal Constitucional que declaró inaplicable por inconstitucionalidad la referida norma?
Espero que este camino sea distinto y que no se generen acciones ante los tribunales. ¡Eso sería reírse de la gente, sería humillarla, sería ilusionarla!
Por lo tanto, es determinante el debate que aquí se abre en cuanto a las indicaciones. El anuncio de que se van a presentar lo he escuchado del lado derecho de la Sala. El Gobierno y los Senadores del oficialismo tienen todo el derecho a formular indicaciones. Pero todo indica que la decisión de derogar, que es una sola con el fallo del Tribunal Constitucional, puede ser modificada.
Yo solo espero un debate transparente ante la ciudadanía para saber qué tipo de indicaciones se van a presentar. Si son para eliminar toda posibilidad de que esa derogación sea cuestionada, ¡bienvenida!
Eso se va a ver. Algunos Senadores han planteado que van a formular indicaciones.
Quiero advertir que las isapres están en desacato ante el Tribunal Constitucional.
¡En desacato! ¡En grave incumplimiento!
Si va a haber indicaciones -esto lo planteó el Senador Girardi-, bueno, que haya restitución de lo cobrado en exceso durante todos estos años por las isapres, sobre todo cuando para ello han usado una norma que ha sido declarada inconstitucional por el TC.
¿Quién defiende a la gente? ¿Tiene que ir siempre a los tribunales para que la defiendan?
Señor Presidente, el mérito de este proyecto de ley es decirles a los cotizantes que ya no deberán ir a los tribunales para defender su derecho en este ámbito, por cuanto la norma que permite aumentar los precios va a desaparecer.
Pero la Superintendencia de Salud ha declarado que, luego de las resoluciones pertinentes, las isapres apelan. Ello, a pesar de que, como lo señalan el informe y la Senadora Rincón, tales instituciones no pueden sacar usufructo de su propio dolo.
Entonces, tenemos un problema hoy día en la Sala: se debe no solo aprobar esta iniciativa, que reitera un fallo del Tribunal Constitucional, sino también garantizar que nadie irá por el lado a traicionar el espíritu de la ley, lo que implicaría tener nuevamente a las isapres estableciendo tablas de factores y cobrando por plan.
Dejo planteado el punto a la Comisión de Salud, donde se discutió plenamente este proyecto.
Insisto, señor Presidente: me gustaría saber -porque no todos aquí tenemos la suerte de ser abogados constitucionalistas- qué va a pasar con esta iniciativa que deroga una norma, lo cual solo ratifica un fallo de inaplicabilidad por inconstitucionalidad del TC. Me llama la atención que le quieran presentar indicaciones.
La ciudadanía debe estar muy atenta, porque se trata de un artículo único y claro: derogación. ¡Qué indicación cabe cuando el artículo único busca derogar una disposición legal!
Entonces, hay que encender las luces rojas, ¡zafarrancho de combate!, y deben estar atentos todos aquellos que se han opuesto a las isapres, pues algo va suceder en este Senado.
¡Las indicaciones van a ir contra la idea matriz! Porque frente a la derogación solo cabe la restitución; solo cabe decir "no queremos que se derogue" o "queremos que se derogue en parte".
El artículo único es claro: derogación total, que es lo que planteó el Tribunal Constitucional.
Señor Presidente, si lo propuesto va a impedir que los usuarios puedan reclamar restitución de lo mal cobrado, ¡mal por este Senado!
Nos hemos equivocado otras veces, pero en esto no podemos fallar.
La verdad aquí ha sido dicha y la reitero: este es un proyecto transversal. Entre los nombres de sus autores están la Senadora Van Rysselberghe y el Senador Chahuán. Entiendo que en el oficialismo hay consenso. Si la Presidenta de la UDI y el colega Chahuán están de acuerdo, debieran ordenar a sus bancadas. Si no, vamos a causar un chascarro mayor. Este Senado no soporta un nuevo error, señor Presidente, una nueva defraudación ante la ciudadanía.
¡No lo soportamos nosotros ni la ciudadanía!
Por lo tanto, la claridad es lo fundamental. Ojalá hagamos un debate muy transparente.
Aquí se dijo que se iban a presentar indicaciones, pero nadie aclaró en qué línea estas irían.
Siento que este proyecto se va a aprobar. Están los votos para ello, señor Presidente. Sin embargo, se ha abierto un manto de dudas, de incertidumbre en momentos muy complejos para la política, por los fallos de los tribunales en torno a casos de corrupción, por las leyes que aprobamos y resultaron lesivas y nocivas para la ciudadanía.
Estamos poniendo a prueba la transparencia; estamos poniendo a prueba la credibilidad del Senado. No podemos dudar en este debate. Solo les recuerdo la ley sobre estacionamientos o la que reguló los medidores llamados "inteligentes".
Si efectivamente buscamos dar un beneficio a la ciudadanía, seamos claros, precisos, transparentes para no generar una desilusión y un nuevo fraude a la ciudadanía, sin perjuicio del legítimo derecho que tienen los Senadores de Gobierno de presentar indicaciones. Estas, si se presentan, significan la no derogación del artículo 199 y, por lo tanto, van en contra de la idea base de terminar, de una vez por todas, con dicha disposición.
¡Ese es el principal problema!
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor MOREIRA.- ¡Y libertad para Venezuela...!
El señor QUINTANA (Presidente).- Quiero recabar la unanimidad de la Sala, primero, para que el Senador señor Letelier pase a presidir la sesión desde las 18 horas en adelante.
¿Habría acuerdo en tal sentido?
Acordado.
Y lo segundo es que en algún momento le podamos proporcionar algunos minutos al representante del Ejecutivo para que pueda intervenir, dado que ya se le permitió el ingreso al Hemiciclo y también considerando que la idea es preservar el buen debate que ha habido en este tema.
Él solicitó el uso de la palabra antes de comenzar la votación, pero, como esta ya se encuentra abierta, se requiere la unanimidad de la Sala para que pueda fijar un punto de vista.
El señor COLOMA.- A mí me gustaría escucharlo cuanto antes, para entender.
El señor CHAHUÁN.- ¡Al término!
El señor QUINTANA (Presidente).- Tendría que ser antes, porque los Senadores y las Senadoras ya están votando.
Si les parece, podríamos escucharlo después de la intervención del Honorable señor Chahuán, que es uno de los autores de la moción.
Si no hubiera objeción, así se procedería.
Acordado.
Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Gracias, señor Presidente.
"Abusivas", "escandalosas", son algunos de los apelativos que nosotros podríamos sostener respecto de las alzas unilaterales en los planes de salud que hemos visto en los últimos días.
5,1 por ciento real se han incrementado los planes de salud de las isapres, la tercera alza más importante en los últimos trece años, solo superada por las de los años 2008 y 2011, de 8 y 6 por ciento, respectivamente.
Modificar la legislación del sistema privado de salud es urgente y necesario. Lo planteamos durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet, cuando tuvimos prácticamente despachado un proyecto presentado durante el primer Gobierno del Presidente Piñera, que se hacía cargo de esta demanda y que logró recoger distintas iniciativas planteadas por un cúmulo importante de Senadores. Era un proyecto que estaba en segundo trámite constitucional y al que solo le faltaba una sesión de Comisión para quedar completamente despachado y así terminar con discriminaciones relacionadas con las tablas de factores, las preexistencias y las alzas unilaterales en los planes de salud.
Pues bien, asumió el Gobierno de la Presidenta Bachelet y durante cuatro años se miró para el lado frente a los abusos de las isapres, tal como lo señaló el propio Senador Girardi. ¡Cuatro años! Por eso, una de las promesas que se erigió con fuerza en el Gobierno del Presidente Piñera fue cumplir y terminar la labor iniciada durante su primer mandato.
Un tema emblemático dice relación con las tablas de factores.
A aquellos que no están adecuadamente informados, les comento: tenemos mil una tablas de factores distintas. ¡Mil una tablas de factores distintas! Una sola isapre maneja 548 tablas de factores diferentes, donde se discrimina, fundamentalmente, a la infancia, a los adultos mayores y a las mujeres. El caso más paradigmático corresponde a estas últimas: planes de salud 179 por ciento más caros que para el resto de los chilenos. Esto habla de la necesidad urgente e ineludible de que nuestro Gobierno se haga cargo de cumplir y terminar la labor iniciada durante el primer mandato del Presidente Piñera.
A este respecto, se nos dijo que ese iba a ser uno de los primeros proyectos que iban a ser enviados al Parlamento; luego, se nos señaló que iba a ingresar en el segundo semestre y, posteriormente, en noviembre, en diciembre, en enero, en marzo, y hasta el día de hoy, cuando se está desarrollando la última bilateral entre el Presidente y el Ministro de Salud. Esperamos que se cumpla la palabra empeñada.
Hay 4 millones de chilenos que permanentemente están siendo abusados por las isapres. Y cuando hablo de abusos, me estoy refiriendo, básicamente, a las alzas unilaterales en los planes de salud, que tienen concentrado el 80 por ciento de los recursos de protección de todas las Cortes del país, al punto que la Corte Suprema le ha pedido al Ejecutivo establecer un mecanismo distinto para estas reclamaciones. Se ha cuestionado también el tema de las costas procesales, lo que ha generado incluso una industria de recursos de protección para tal fin.
Nosotros hemos planteado que a lo menos debiera haber acciones colectivas ante el Sernac para los efectos de descomprimir la actividad de los tribunales. Y la propia Corte Suprema se ha pronunciado en tal dirección.
En cuanto a las tablas de factores, no solo la Corte Suprema sino también el Tribunal Constitucional han afirmado que ellas infringen garantías fundamentales consagradas por nuestra Constitución.
Por eso este proyecto de ley, iniciado en moción de los cinco miembros de la Comisión de Salud, busca establecer un plazo y dar una señal al Ejecutivo para que, en definitiva, se cumpla la palabra empeñada.
Cuando nosotros hablamos de la fe pública, cuando hablamos de la confianza en la política, cuando hablamos de la credibilidad en la política, nos referimos justamente a eso: que los compromisos de campaña deben traducirse, efectivamente, en modificaciones que terminen con la sensación de abuso y desprotección que existe en la sociedad chilena -¡abuso con desprotección!-, la que, más que una sensación, se ha transformado en una realidad del día a día. Pareciera que cada uno quisiera exprimir el limón hasta la última gota, ¡hasta la última gota!, en desmedro, fundamentalmente, de los más vulnerables.
En el caso de la salud, aquello resulta particularmente complejo. En este ámbito se requiere, tal como lo hemos planteado en la Comisión de Salud, una reforma estructural. ¡La gran reforma del Gobierno del Presidente Piñera debiera ser la reforma a la salud!
Y el Presidente recogió el guante: convocó a una Comisión Asesora para los efectos de abordar las grandes reformas que el país necesita, relacionadas, esencialmente, con asegurar una atención digna y oportuna para todos los chilenos.
Sí, la reforma tiene múltiples temáticas: por supuesto, el fortalecimiento del Fondo Nacional de Salud; por supuesto, el disponer de infraestructura de calidad en el sector público; por supuesto, el contar con acceso a medicamentos; por supuesto, también, ofrecer codificación Fonasa para los tratamientos de vanguardia.
¿Qué ocurre hoy? ¡Estamos en el mejor de los mundos para las isapres! Los tratamientos de vanguardia no tienen codificación Fonasa y, por tal motivo, las isapres dicen: "No podemos dar cobertura". Finalmente, tenemos una salud para chilenos de primera y para chilenos de segunda. ¡Y eso no lo podemos permitir!
De ahí, señor Presidente, que los cinco Senadores de la Comisión de Salud presentamos este proyecto, que constituye una señal para que el Ejecutivo ingrese una indicación sustitutiva. Eso fue lo primero: convencer al Gobierno de que había que plantear un texto, no como un nuevo proyecto, sino como una indicación sustitutiva a una normativa que está cumpliendo su segundo trámite constitucional en el Senado.
El llamado fue: ¿se quiere modificar o no la Ley de Isapres? Si se quiere modificar la Ley de Isapres, hay que enviar una indicación sustitutiva. Y el Presidente Piñera ha manifestado su plena convicción de que resulta necesario terminar con esta situación de inequidad.
Yo entiendo que tenemos que resolver todas las problemáticas; que esta no es una cuestión sencilla; que tenemos que precaver la fuga masiva de afiliados del Fonasa hacia las isapres o de las isapres hacia el Fonasa, y que también habrá que establecer mecanismos de compensación de riesgos, como parte de los asuntos que comprende la legislación sobre sistema privado de salud.
Lo peor que pueden hacer las isapres es pegarse un balazo en los pies, es generar esta sensación y estos golpes de abuso, como lo es, efectivamente, este incremento del 5,1 por ciento real en las tarifas y primas de los planes de salud. El propio Ministro del ramo ha señalado que resultan incomprensibles, ¡incomprensibles!, estas alzas.
Tenemos 59 mil planes de salud vigentes. ¡Sí: 59 mil planes de salud vigentes!
Le pido un minuto adicional, señor Presidente, para terminar.
El señor QUINTANA (Presidente).- Le vamos a dar dos minutos al Senador Chahuán, que es uno de los autores de la iniciativa
El señor CHAHUÁN.- Muchas gracias.
Hoy, señor Presidente, tenemos verdaderos contratos de adhesión. Existe la imposibilidad de que un chileno de a pie compare primas y prestaciones respecto de un plan. Esto habla de una inequidad, de una diferencia sustantiva entre las personas de a pie, que hacen un esfuerzo por lograr una mejor salud, generando una mayor contribución, y aquellas que, en definitiva, ostentan una posición de privilegio.
¡Hay que terminar con las posiciones de privilegio en la salud! ¡Hay que terminar con las situaciones de inequidad en la salud! Y, por tanto, queremos hacerle un llamado a mi Gobierno, el Gobierno del Presidente Piñera, que no me cabe la menor duda de que va a cumplir la palabra empeñada, porque el Presidente Piñera cumple su palabra. Y esperamos que ingrese al Parlamento el proyecto en cuestión en las próximas dos semanas, tal como nos ha indicado el Ministro Blumel, presente en la Sala.
Acá está en juego la credibilidad; acá está en juego la confianza ciudadana; acá está en juego la capacidad de nuestro Gobierno de hacerse cargo de la situación dramática que viven 4 millones de chilenos.
Yo, señor Presidente, tengo fe, tengo esperanza, y creo en el Presidente Piñera. Pienso que el proyecto va a llegar al Parlamento y, en caso contrario, no me cabe la menor duda de que la Comisión de Salud pondrá por fin en tabla el proyecto que ha estado en discusión para, finalmente, poder sancionarlo y así establecer mayores condiciones de igualdad para todos los chilenos.
El señor QUINTANA (Presidente).- Ha sido muy claro, señor Senador.
A continuación, le ofrezco la palabra al Ejecutivo.
Me indican que primero hablará el Ministro Blumel, y luego, don Gonzalo Arenas, Asesor Legislativo del Ministerio de Salud.


El señor BLUMEL (Ministro Secretario General de la Presidencia).- Señor Presidente, creo que este proyecto se hace cargo de un tema extremadamente relevante en el ámbito de la salud. Tal como se ha planteado en intervenciones anteriores, esta es una materia que tenemos que abordar y sobre la cual debemos legislar.
Como lo dijo el Senador Chahuán, esta iniciativa, junto a una reforma integral a la Ley de Isapres, forma parte de los compromisos asumidos en el programa de gobierno del Presidente Piñera. Por lo tanto, nosotros nos hacemos cargo de este debate. Tenemos el compromiso de efectuar una reforma profunda para terminar con las discriminaciones, con las preexistencias y con todos los problemas que están largamente diagnosticados y revisados en el sistema de isapres.
Por consiguiente, señor Presidente, ratifico el compromiso del Ejecutivo en cuanto a hacerse cargo de este tema. Vamos a presentar una reforma. Esto ya se ha discutido en el Senado. Y, como Ejecutivo, nos interesa continuar la discusión que ya se dio en algún momento. Estamos terminando de revisar todos los detalles técnicos de la reforma que vamos a presentar, y nuestra voluntad es ingresar un proyecto a esta Corporación durante este mes, como parte de los asuntos que queremos priorizar en la discusión legislativa del año 2019.
Termino reiterando la voluntad que tiene el Ejecutivo para ingresar no solo una reforma a la Ley de Isapres, sino, en general, una reforma a la salud que se haga cargo tanto de los problemas que presenta el sistema de las instituciones de salud previsional como de las indispensables modernizaciones que hay que incorporar al Fonasa, el seguro público de salud.
Muchas gracias.
El señor QUINTANA (Presidente).- A usted, señor Ministro.
Enseguida, tiene la palabra el señor Gonzalo Arenas, Asesor Legislativo del Ministerio de Salud.


El señor ARENAS (Asesor Legislativo del Ministerio de Salud).- Gracias, señor Presidente.
Primero deseo expresar que, como Ministerio de Salud, estamos de acuerdo con muchos de los planteamientos que han formulado los Honorables Senadores, sobre todo los de quienes son autores de este proyecto de ley.
Qué duda cabe de que también para la Cartera que represento la tabla de factores resulta hoy un mecanismo deficiente, que incluso los propios tribunales de justicia han considerado que no cumple con los estándares constitucionales necesarios para un Estado de Derecho y para resguardar, especialmente, el derecho de acceso a la salud.
Por eso, señor Presidente, nosotros queremos situar la discusión en un escenario un poco más amplio.
Como país, llevamos cerca de 20 años intentando encontrar un mecanismo adecuado para regular el alza de los precios en los planes de salud privados.
Hay que recordar que en el año 1981, cuando se dictó por primera vez la Ley de Isapres, existía un sistema de fijación de precios absolutamente libre. Fue apenas en 1990 cuando se establecieron las primeras restricciones a la libertad en la fijación de los precios. Esa primera iniciativa, correspondiente a la ley N° 18.933, dispuso que los ajustes de precios no podrían discriminar dentro de un mismo plan y tampoco considerar el estado de salud. Sin embargo, quince años después nos dimos cuenta de que ese primer intento por regular dicha materia no había resultado eficaz.
Ahí se dicta la ley N° 20.015, del 2005, que instituyó el mecanismo de la tabla de factores con la intención de proteger a los usuarios de las isapres. Esa fue la intención original de la tabla de factores: fijar criterios objetivos que permitieran, a aquellos cotizantes que estaban cautivos en alguna de esas instituciones y no se podían cambiar por preexistencias, conocer las razones por las cuales aumentaban los precios de sus planes.
Sin embargo, este mecanismo de la tabla de factores también resultó ineficaz en el tiempo. ¿Por qué? Porque, en el fondo, entregaba tres elementos para determinar los precios a entidades distintas: el plan lo fijaban las isapres; la estructura de la tabla de factores, la Superintendencia de Salud, y los factores de cada tabla, también las isapres. Por lo tanto, el rol del afiliado era prácticamente nulo y no influía en tal determinación.
Eso, como lo han mencionado aquí varios Senadores, lo dictaminó claramente el año 2010 el Tribunal Constitucional, el cual pidió derogar la tabla de factores. Efectivamente, señaló que constituía un mal mecanismo, que era inconstitucional, y que no cumplía con los requisitos mínimos para proteger y resguardar la garantía constitucional de acceso a la salud.
Pero dicho Tribunal fue mucho más allá: afirmó que no solo había que derogar el sistema de la tabla de factores, sino que, además, era necesario construir una alternativa legislativa que se hiciera cargo de los vacíos y de la discrecionalidad que la ley del 2005 entregó a la Superintendencia de Salud. Lo que dijo el Tribunal Constitucional fue: "Usted, legislador, no puede encargar la determinación de elementos fundamentales para la fijación de precios a un ente administrativo -es decir, la Superintendencia de Salud-, y lo que tiene que hacer es colocar esos criterios en la ley". O sea, el Tribunal, además de propugnar la derogación de la tabla de factores, señaló que se debía instituir un sistema que estableciera límites idóneos, necesarios, proporcionados y razonables, que no implicaran, por ejemplo, una confiscación en los reajustes de los planes de salud. Y también señaló que estas limitantes, o esta estructura sobre la cual se tienen que determinar los precios de los planes de salud y su reajuste, debía estar en la ley.
Por eso, compartiendo la intención de los autores de este proyecto, en el sentido de que la tabla de factores es un mal elemento, nosotros consideramos que falta el segundo elemento que el propio Tribunal Constitucional exige: establecer en la ley un sistema que sustituya la tabla de factores, y que contemple criterios idóneos, necesarios, proporcionados y razonables.
Si se aprobara exclusivamente la derogación del artículo 199, sin un sistema alternativo, quedaríamos en el peor de los mundos. ¿Por qué? Porque no existiría ningún sistema que permitiera resguardar en forma objetiva esta alza de los precios.
Señor Presidente, valoro esta propuesta (de hecho, puedo cometer una infidencia y mencionar que el proyecto de ley que va a presentar el Ejecutivo también establece la derogación del artículo 199 y, por lo tanto, coincidimos con la intención de los autores). Pero ¿qué hace la iniciativa? Se hace cargo de la segunda parte que señala el Tribunal Constitucional. Es decir, construye un mecanismo que dé garantías constitucionales; que cumpla con los requisitos fijados por ese tribunal, y con los que las propias Cortes de Apelaciones y Suprema han establecido para que un mecanismo de determinación de precios de planes de salud cumpla con los objetivos y los resguardos constitucionales.
Para eso el Gobierno ha trabajado en este proyecto desde el primer día en que asumió: el 11 de marzo.
Hemos estudiado realidades y situaciones en Alemania, en Holanda, en Suiza, en Australia, en Estados Unidos, de todos los lugares en donde se ha podido implementar un sistema de salud privado que sea más solidario, que sea más equitativo y que, al mismo tiempo, permita la participación de los privados en la provisión de servicios de salud.
Por eso, consideramos adecuado votar en general a favor de este proyecto de ley, en el sentido de que en la discusión en particular se podrán presentar indicaciones o, incluso, que será posible incorporar su texto en la indicación sustitutiva que va a presentar el Ejecutivo, para que se discutan como un todo.
Para concluir, quiero decir que la iniciativa que está preparando el Gobierno no solamente se hace cargo de eliminar la tabla de factores y establecer un procedimiento alternativo, sino que también mejora la transparencia y la competencia; enfrenta las discriminaciones que hoy día sufren los adultos mayores, las mujeres y los menores; aumenta los grados de solidaridad del sistema; establece mecanismos de contención de gastos para que los incentivos financieros estén alineados con los objetivos sanitarios; contempla mecanismos de protección financiera para los usuarios, e incorpora distintos derechos que hoy día no están presentes en el decreto con fuerza de ley N° 1.
En consecuencia, nos hacemos cargo de las críticas, y estamos trabajando en ellas. Así, compartimos la idea original de que el mecanismo de la tabla de factores no puede seguir vigente; pero asumimos el compromiso en su plenitud: establecemos un sistema alternativo, que va a venir en esta iniciativa de ley, que va a resguardar los derechos constitucionales y que va a cumplir con gran parte de las expectativas en el sentido de que, como han manifestado tanto los Tribunales de Justicia, el Tribunal Constitucional, la ciudadanía como muchos Senadores, exista una reforma integral al sistema de salud privado.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Aravena.


La señora ARAVENA.- Señor Presidente, en verdad, es difícil no fundamentar un voto como este, porque, probablemente, de los muchos problemas de las familias chilenas, el de la salud es uno de los más contingentes.
En la actualidad, como bien decía un Senador que me antecedió, hay alrededor de 58 mil 500 planes de salud vigentes en Chile.
Los precios son modificables una vez al año. Cada isapre puede aplicar hasta dos tablas, susceptibles de ser revisadas cada cinco años; pero en la actualidad hay más de 1.000 tablas de factores vigentes, porque muchos de ellos están incluidos en planes antiguos. Y, como dentro de cada tabla los factores determinan innumerables resultados diferentes, el número de cada caso que hay que resolver tiende a ser incalculable. El efecto de las tablas es la variación del precio del plan, para ajustarlo al riesgo a lo largo del ciclo vital de las personas.
La consecuencia del fallo del Tribunal Constitucional de 2010 fue congelar las tablas de factores. Esto fue positivo. Benefició efectivamente a los mayores de 65 años, que no debieron soportar tantas alzas de precios; pero significó un detrimento en el caso de los niños que al superar los 2 años de edad no se beneficiaron de la disminución del precio final, porque las tablas de factores que se les aplicaron al nacer quedaron congeladas. Y lo mismo ocurrió en el caso de las mujeres que concluyen su edad fértil. Todo esto es válido para los planes de salud vigentes al momento de dictarse el fallo del 2010.
En los hechos ocurre que los cotizantes están recurriendo en cantidades crecientes a reclamar ante la Superintendencia para obtener que se les aplique la modificación de la tabla de factores que les beneficia o no se les imponga el alza de precio base en sus planes, reclamos que aumentan entre un 15 y un 20 por ciento anualmente. Además, se presentan cientos de miles de recursos de protección en las Cortes de Apelaciones.
Yo solo quiero apelar a un tema que tiene que ver con la ética.
Creo que todos estamos claros de que hoy día el mundo se orienta efectivamente a la creación de empresas micro, pequeñas y grandes. Pero gran parte del malestar ciudadano tiene que ver con estos aspectos, en cuanto a que la letra chica o lo que no se dijo o lo que no se eliminó es justamente el espacio para la injusticia y, principalmente, para la injusticia con los que menos tienen.
Numerosas personas han optado por una salud privada sin tener grandes ingresos. Y a eso incluso le agregan, para mejorar su condición de salud, un cofinanciamiento.
Es lamentable que hoy día tengamos que estar legislando para poder eliminar un abuso. Y al respecto creo que se debe hacer una reflexión profunda como cultura, como país y como chilenos. No es la primera vez, en el año que ya llevo trabajando en el Senado, que hemos tenido que discutir proyectos de ley para evitar abusos.
Por otro lado, confío plenamente en nuestro Gobierno, en la palabra del Presidente Piñera, en el trabajo que está haciendo el Ministro de Salud para poder presentarnos prontamente una ley mucho más integral, que efectivamente mejore el sistema de isapres en Chile, que lo haga mucho más eficiente, más justo y capaz de generar rentabilidades, pero no al punto de abusar de la salud, que es uno de los temas más importantes de las familias chilenas.
Voto a favor, y espero pacientemente que pronto se ingrese el proyecto de isapres comprometido por nuestro Ministro.
Muchas gracias.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier, a quien, por acuerdo de la Sala, después le corresponde presidir la sesión.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, muy brevemente, yo primero quiero felicitar a la Comisión de Salud y a los autores de la moción, el Senador Quinteros y la Senadora Goic, por este proyecto.
Este es el único camino posible para poner un freno a una industria que no ha querido entender por la buena, y que abusa de forma brutal de las familias, en particular de los sectores medios de nuestro país, con esta cantidad de miles de planes y programas, con esta cantidad de tablas que existen, y que, en verdad, como lo vemos un par de veces al año, obtiene utilidades escandalosas.
Por ello, quiero decir que a mí me habría gustado votar esto en general y particular a la vez, y provocar un cambio definitivo, porque creo que sería tremendo que el Ejecutivo nos trajera una indicación que reproduzca la misma lógica que han seguido las isapres, al imponer un criterio individual de riesgo y no uno de seguridad social mínimo, ¡mínimo!, como tiene que haber en materia de salud.
Señor Presidente, voy a votar a favor.
Espero que el Ejecutivo no nos traiga una indicación que nuevamente apunte al riesgo individual de cada persona y vuelva con el mismo principio, que es lo que ha alimentado el quehacer de las isapres durante demasiado tiempo, abusando de las familias y abusando también del Estado, porque parte de los ingresos se perciben por prestaciones que el Estado termina pagando.
Y repito mis agradecimientos al Senador Quinteros, a la Senadora Goic y a la Comisión de Salud por haber decidido traer el proyecto de esta forma, pues creo que comenzamos a poner las cosas en su lugar.
He dicho.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, la verdad es que se ha vuelto una necesidad, pero al mismo tiempo una dificultad, resolver problemas sistémicos con reformas puntuales.
Ya nos pasó cuando incluimos a 2 millones 100 mil trabajadores independientes de Chile en estos mismos sistemas de isapres, Fonasa y AFP que ahora están en crisis y respecto de los cuales el propio Gobierno ha anunciado su reforma. Pero seguimos metiendo gente a lo mismo y después se nos producen los problemas que todos conocemos, además del desconcierto e indignación de los ciudadanos por lo que se ha convertido en un déficit.
No podemos pretender resolver los problemas de las isapres solo con la modificación de la tabla de factores. Es obvio que hay que cambiarla. Y todos sabemos que en 2010 el propio Tribunal Constitucional la declaró inconstitucional, pues atentaba contra la igualdad ante la ley, el derecho a la seguridad social y el derecho a la salud que se hallan garantizados en la Carta Magna. Sin embargo, las isapres se las arreglaron mediante ciertos resquicios para seguir aplicando mecanismos discriminatorios y también esta tabla de factores. Ahora vamos a intentar una nueva reforma en el marco de un sistema colapsado. Hoy día, el sistema de salud en nuestro país, tanto público como privado, está inmerso en una profunda crisis que debemos resolver estructuralmente.
Lo mismo ha sucedido con los sistemas previsionales.
Entonces, si seguimos aumentando el problema o creyendo que podemos ir caso a caso, punto por punto, no vamos a terminar nunca.
Vamos a apoyar el proyecto -¡obvio!- como una señal política. Pero la clave aquí es que, si el Gobierno no hace efectivo lo que anunció hoy día el Presidente Piñera en el sentido de que en el curso de este mes llegará la reforma estructural a las isapres, estaremos perdiendo el tiempo, estaremos confundiéndonos más porque no se van a terminar los abusos: van a continuar. Y me refiero a todo lo que son las sociedades médicas, la compra de servicios, los precios de los servicios que se adquieren y se venden, los modelos de negocios, ese verdadero festival de exámenes médicos interminables para cualquier usuario y que tienen precios altísimos.
Todo esto hace que estemos frente a una crisis global del sistema de isapres. Por tanto, espero con atención el proyecto que el Gobierno va a anunciar -lo ha ido trabajando con el Ministro Santelices-; porque, obviamente, tenemos la mejor intención de colaborar en su aprobación, pero, al mismo tiempo, esperamos que no solo incluya este tipo de problemas, sino todos los demás, pues sabemos que son múltiples y que pareciera que estuviéramos tratando de tapar con un dedo el problema estructural de un sistema que hace agua por todos lados.
Nos quedamos a la espera del proyecto del Gobierno. Por lo pronto, vamos a aprobar esta iniciativa como una señal política. Pero hay que tener presente que con esta modificación no va a cambiar nada sustancial si no se produce un cambio global al sistema de salud en nuestro país, tanto en lo público como en lo privado.
Gracias, señor Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Gracias, señor Presidente.
"¡El abuso de las isapres!".
"¡Cómo atropellan a la gente!".
"¡Las isapres son lo peor que le puede haber pasado al país!".
Esos son los discursos que escuchamos acá.
Y resulta que los que hacen esos discursos encendidos permitieron durante los últimos cuatro años que esto se mantuviera así, porque durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet, el de la Nueva Mayoría, jamás presentaron un proyecto de ley de esta naturaleza a fin de resolver los problemas que significaban las isapres.
Entonces, no vengan a exigirle nada a un Gobierno que, sin necesidad de que la Oposición se lo dijera, va a presentar con valentía una iniciativa para resolver esta injusticia.
Todos los que hablan de "¡El abuso de las isapres!", están en el sistema: ¡Todos están en isapres! Por favor, que levante la mano en este Hemiciclo alguien que sea de Fonasa.
El señor LATORRE.- ¡Yo!
El señor MOREIRA.- Lo felicito, Senador Latorre, eso demuestra que es un hombre de Izquierda consecuente. ¡Pero es uno!
La señora MUÑOZ.- ¿Y usted es de Fonasa?
El señor MOREIRA.- No, yo no soy de Fonasa, ni lo voy a ser. Porque al igual que usted, estimada Senadora -se lo digo a través de nuestro Presidente-, puedo pagar una isapre con el sueldo que recibo aquí. Pero la mayoría de los chilenos no lo pueden hacer.
¿Por qué voy a votar a favor? Exclusivamente...
El señor NAVARRO.- ¡Senador Moreira, por favor...!
El señor MOREIRA.- Voy a votar a favor de la idea de legislar como una señal; porque el proyecto conciso, contundente va a ingresar en el Gobierno del Presidente Piñera. Y si es necesario introducirle modificaciones, así lo haremos, porque llegó el minuto para ello. Pero no empecemos a rasgar vestiduras contra las isapres, porque este cuento lo hemos escuchado durante muchos años, y nadie lo ha resuelto.
Hoy día este Gobierno se atreve a resolverlo. Y parece que lo que digo le molesta -por su intermedio, señor Presidente- al Senador Navarro. A mí me gustaría que el señor Navarro se preocupara de la salud de los venezolanos, porque él defiende al dictador Maduro. ¡Y ahí se calla!
El señor NAVARRO.- ¡Usted puede pagar la isapre, Moreira, con el "raspado de la olla"!
El señor MOREIRA.- ¡Qué poca cosa...!
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Senador señor Moreira, diríjase a la Mesa.
El señor MOREIRA.- Señor Presidente, tiene toda la razón.
Pero mire usted: ¡Qué enano! ¡Qué chico! ¡Qué pequeño! El soldado de Maduro que, con el ataque personal, que quizás no escucharon los televidentes que nos ven a través de todo el país, trata de cambiar el tema.
Por su intermedio, señor Presidente, quiero señalarle al Honorable señor Navarro, ¡soldado del dictador Maduro!, que siempre me ha atacado cuando aquí estoy hablando de otro tema. Pero, además, deseo decirle a él, que tanto habla en contra de las dictaduras y que hoy día apoya a un dictador, como es Maduro, que hay un pueblo que se está muriendo de hambre, que está viviendo en la miseria, que no tiene salud. Porque allá no hay isapres ni Fonasa, no hay nada. ¡Hay hambre! ¡Hay enfermedades! ¡No hay luz ni medicamentos!
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Senador señor Moreira, le recuerdo que está fundamentando el voto.
El señor NAVARRO.- ¡Llevo 30 años en Fonasa!
El señor MOREIRA.- A ver.
Si a usted lo insultan, señor Presidente...
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Diríjase a la Mesa nomás.
Tiene la palabra para fundamentar el voto.
Muchas gracias.
El señor MOREIRA.- Uno puede fundamentar el voto donde quiera.
Dicho esto, no nos va a hacer cambiar de opinión esa Izquierda retrógrada, enana, chiquitita, pequeña, amante de las dictaduras de Izquierda, porque nosotros vamos a ser serios y responsables en el sentido de que hoy día vamos a aprobar la idea de legislar de un proyecto de ley en forma transversal, lo que ya es una buena señal.
Finalmente, señor Presidente, también vamos a aprobar la iniciativa que va a enviar el Gobierno y que tendrá un mayor contenido, será más amplio, para resolver los problemas que hoy día existen con las isapres.
Hay una frase que dice "mañana podría ser peor".
¡Qué peor día hoy! Porque justo cuando tenemos que analizar y votar un proyecto de esta naturaleza nos encontramos con que suben los planes de las isapres. ¿Y a quiénes les duele más? A la gente común y corriente, no a este Parlamento, porque nosotros ganamos bastante bien en comparación con el chileno común y corriente.
Yo tengo la posibilidad de educar a mis hijos en una universidad particular; tengo la posibilidad de tener a mis hijos en una buena isapre, pero hay muchos chilenos que no las tienen. Y hay numerosos populistas que creen que atacando al Gobierno u ofreciendo lo que no se puede hacer van a obtener algún tipo de beneficio electoral.
Señor Presidente, termino diciendo que el hecho de que los parlamentarios de Gobierno votemos a favor de la idea de legislar, bueno, es una demostración de nuestro compromiso, que será compatible con el proyecto de ley que va a enviar el Presidente Piñera.
Señor Presidente, somos precisamente los parlamentarios los que tenemos que cumplir la ley, y no adulterar, por ejemplo, licencias médicas como algunos lo hicieron en su minuto al inventar accidentes en motos de nieve. Ahí sí que uno se da cuenta de cómo son esas personas que critican.
Voto que sí.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, en verdad, cuando uno jura como parlamentario se compromete a actuar conforme a su conciencia y al amparo de la Constitución y las leyes.
Señalo aquello porque me ha hecho pensar harto este asunto, en que es fácil fijar posiciones y decir sin reflexionar mucho que aquí hay un sistema que claramente no está dando el ancho respecto de las necesidades sociales, sin perjuicio de lo cual, obviamente, le genera un beneficio importante a un grupo alto de chilenos. Es aspiracional, pues, estar en una isapre.
Pero hay dos cuestiones en las que yo por lo menos quiero dejar establecidas mi duda y una reflexión.
La primera tiene que ver con la constitucionalidad de la normativa propuesta. Honestamente, creo que es inconstitucional, pues claramente está involucrándose en materias previsionales, que son de la iniciativa exclusiva del Ejecutivo.
Yo no dudaría en plantearlo con más formalidad, a no ser por una cosa bien especial que ya se ha explicado: que el Tribunal Constitucional decretó inconstitucional la norma en derogación. Entonces, tenemos un conflicto que no sé si se ha dado en alguna otra oportunidad, esto es, una clara inconstitucionalidad de una iniciativa, pero respecto de una norma que a su vez el referido Tribunal la declaró en ese mismo carácter.
Hago esta reflexión porque esa situación no es de común ocurrencia. Yo no tengo recuerdo de que esto se haya planteado antes en esa lógica. A mí, en frío, esta iniciativa me parece claramente inconstitucional. Sin embargo, me hace fuerza el argumento de que lo que está siendo derogado, que es de iniciativa exclusiva del Gobierno, el mencionado Tribunal lo considera inconstitucional.
Creo que esto merece ser analizado, pues no he visto que haya sucedido una cosa así en el Parlamento. Porque, claro, a partir de ahí entender que todo lo que ocurra es constitucional en función de una declaración del citado Tribunal me parece complejo.
Aquí no deja de sorprenderme un poquito la lógica pro Tribunal Constitucional que se ha generado respecto de este proyecto, pues he visto todo este tiempo que le sacan los ojos a dicho Tribunal y le declaran una especie de capitis deminutio o de inhabilidad moral para pronunciarse sobre materias constitucionales, y de pronto, cuando aparece algo que se ajusta a sus criterios, ¡ese Tribunal pasa a ser la mejor institución de la sociedad...!
Creo que hay ahí cierta incoherencia que se puede apreciar particularmente en las bancas de enfrente.
Entonces, quiero dejar establecida esa cuestión: desde un punto de vista constitucional, estamos ante una situación inédita. Por eso espero que la Comisión de Constitución en su momento, los constitucionalistas nos ayuden a ver cómo se resuelve una cosa tan curiosa como esta.
No estoy diciendo que estoy a favor de aquello, sino planteando una duda muy de fondo.
En seguida, señor Presidente, creo que al establecerse la derogación total del artículo pertinente involuntariamente -en verdad, puede que los autores de la moción no hayan considerado otra alternativa- se eliminan dos cuestiones que no van en el mismo carril.
Porque yo entiendo que uno argumente con relación a los factores -por algo el Gobierno se ha comprometido a enviar un proyecto que altera los factores-; pero, adicionalmente, al derogar el artículo 199 se incluye lo relativo a la determinación del precio.
Yo comprendo que se pueda discutir sobre los factores. Pero qué ocurre si al final no se determina el precio. Yo no sé cómo funcionaría el sistema de aprobarse esta iniciativa tal como viene propuesta.
Imaginemos que el Gobierno no envía ninguna indicación; que el proyecto se aprueba en los mismos términos en la Cámara de Diputados. No alcanzo a ver la forma en que se establece una institución que no puede fijar precios.
Yo entiendo que tras esta idea puede haber un ánimo de eliminar la institución. Pero asumiendo que ese no sea el objetivo, si la cuestión tenía que ver con la tabla de factores, habría que haber derogado lo tocante a los factores.
Eso uno lo puede comprender. Pero si se deroga la determinación del precio, queda algo poco sensato.
Entonces, yo por lo menos quiero dejar claro ese punto, porque aquí se habló de los factores, pero se fue mucho más allá.
De otro lado, señor Presidente, he escuchado con especial atención lo que ha dicho el representante del Ministerio de Salud, señor Gonzalo Arenas. Yo tenía hartas dudas sobre este proyecto, y creo que él fue bien esclarecedor en cuanto a lo que hay que entender como señal.
Por eso, asumo que aquí lo que uno está aprobando no es un texto en concreto -me parece fundamental que la iniciativa se apruebe en general-, sino la idea de legislar sobre un concepto modificatorio de una forma de fijar precios en la materia.
Entiendo, por lo que dijo don Gonzalo Arenas, que esa es la idea del Gobierno. Y la iniciativa pertinente se enviará en los próximos días, cuestión que acabo de leer en los medios de prensa, los cuales señalan que el Presidente de la República ha confirmado que durante abril presentará un proyecto sobre el particular.
En esa lógica, me parece razonable aprobar esta iniciativa, pero dejando claro que aquí sigue persistiendo un tema de constitucionalidad gigantesco por los dos lados y que de alguna manera debemos dilucidar y, también, que jamás yo entendería que este proyecto podría aprobarse en los términos en que fue despachado por la Comisión especialista, pues se están derogando la tabla de factores y lo relativo a la determinación del precio.
No sé cómo puede funcionar una institución en esas condiciones. Aquí por resolver una materia específica se puede generar un caos, y yo por lo menos no soy partidario de ello.
Yo voy a aprobar esta iniciativa solo en la idea de que el Ejecutivo va a enviar el proyecto pertinente.
Como dijo un Senador que me antecedió en el uso de la palabra, ¡por suerte hay un Gobierno que enfrenta los problemas! Porque esto pudo haber sido asumido en la Administración anterior, y claramente eso no se hizo.
Por lo menos ahora veo un esfuerzo, un ánimo por resolver esta situación. Y en ese espíritu vamos a aprobar este proyecto. Pero, en definitiva, yo espero que prime la iniciativa del Ejecutivo para modernizar lo relativo a la salud y así poder brindar mejor calidad a la mayor cantidad posible de chilenos, con sistemas públicos complementarios que colaboren en esta misión, que a mi juicio va a ser la tarea del siglo XXI. Porque lo hemos visto, la salud tiene que ver con calidad y cantidad; es el tema mundial más exigente.
Hoy día tenemos una expectativa de vida que supera en diez años la que había hace treinta o cuarenta años. Eso supone buscar una calidad de vida diferente. Son cuestiones nuevas, y, obviamente, debemos tener instituciones nuevas. Quizás lo que pudo haber sido eficiente hace dos décadas y que casi no sufrió modificación alguna tendrá que dar paso a otro tipo de instituciones que consideren los problemas que producen el aumento de la edad de la población, la naturaleza de las enfermedades que hoy día son curables, que es otro elemento que también hay que poner arriba de la mesa.
Yo no tengo ningún problema en plantear aquello.
Además, hay que tener en cuenta la ultrajudicialización que se produce respecto del esquema en que se mueven estas industrias que se crearon a partir de fallos que uno podrá discutir, pero que al final establecen una especie de tope permanente que generan a una institución que fue orientada en un sentido una realidad completamente distinta.
Yo acá quiero defender especialmente a este Gobierno, pues se trata de una materia extraordinariamente compleja. Esto no es blanco o negro. No es cosa de decir "despachemos esta iniciativa". ¡No! Esto está lleno de complicaciones, lleno de efectos indeseados, lleno de señales al mundo médico, al mundo de la salud, al mundo de los hospitales, al mundo de las enfermeras, al mundo de los pacientes, al mundo de la tercera edad. ¡Está colmado de complejidades! Si fuera fácil, alguien habría planteado una solución. Y si nadie lo ha hecho, es porque este asunto reviste extraordinaria complejidad.
En esa lógica fundo mi votación, señor Presidente.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Tiene la palabra la señora Secretaria.
La señora BELMAR (Secretaria General subrogante).- ¿Algún señor Senador o alguna señora Senadora no ha emitido su voto?
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (33 votos a favor), dejándose constancia de que se reunió el quorum constitucional exigido.
Votaron las señoras Aravena, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste y Rincón y los señores Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pizarro, Prohens, Quintana, Quinteros y Sandoval.
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Se ha propuesto el jueves 11 de abril en curso como plazo para presentar indicaciones al proyecto.
¿Les parece a Sus Señorías?
Acordado.