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CREACIÓN DE MINISTERIO DE FAMILIA Y DESARROLLO SOCIAL


El señor MONTES (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea el Ministerio de Familia y Desarrollo Social y modifica el cuerpo legal que indica, con informes de las Comisiones de Gobierno, Descentralización y Regionalización y de Hacienda y urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (11.951-31) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 77ª, en 12 de diciembre de 2018 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Gobierno, Descentralización y Regionalización: sesión 94ª, en 5 de marzo de 2019.
Hacienda: sesión 94ª, en 5 de marzo de 2019.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Los principales objetivos del proyecto son transformar el actual Ministerio de Desarrollo Social en el nuevo Ministerio de Familia y Desarrollo Social e incorporar a las familias, en el contexto del diseño y aplicación de las políticas, planes y programas sociales, como sujetos de atención del nuevo Ministerio.
La Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización discutió el proyecto en general y en particular en virtud del acuerdo adoptado por los Comités el 8 de enero del año en curso. Aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes (Senadores señora Ebensperger y señores Araya y Galilea). Y lo aprobó en particular con las votaciones y enmiendas que consigna en su informe.
Por su parte, la Comisión de Hacienda se pronunció, en el número 4 del artículo 1, respecto del ordinal ii de la letra a del literal f), y del literal k); y acerca del artículo 2, en los términos en que fueron aprobados por la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización. Se pronunció, asimismo, respecto de las indicaciones presentadas durante la discusión que tuvo lugar en su seno e introdujo, por las votaciones que consigna en su informe, diversas enmiendas al texto despachado por la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.
Cabe hacer presente que el numeral 2), letra b), y el numeral 26), ambos del artículo 1 del proyecto de ley, son de rango orgánico constitucional y requieren 25 votos favorables para su aprobación.
El texto que se propone aprobar se consigna en las páginas 53 a 65 del informe de la Comisión de Hacienda.
El señor MONTES (Presidente).- En discusión general y particular.
¿Alguien va a informar en nombre de la Comisión de Gobierno?
El señor BIANCHI.- Podríamos escuchar al Ministro.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor MORENO (Ministro de Desarrollo Social).- Señor Presidente, pasar del Ministerio de Desarrollo Social al Ministerio de Familia y Desarrollo Social -o de Desarrollo Social y Familia, de acuerdo con las modificaciones introducidas por la Comisión de Hacienda- expresa un cambio muy importante en cuanto a la política social que debemos llevar adelante.
Hoy día, toda la política social se basa en mirar a las personas en forma individual, en circunstancias de que toda la experiencia internacional nos muestra que no es posible resolver de manera individual los problemas sociales de las personas.
Cuando un niño presenta algún tipo de problema, lo normal, lo usual es que en su familia exista un conflicto, entendiendo por familia al núcleo en el que se dan relaciones de cariño, de convivencia, en fin, donde las personas comparten una vida y se apoyan mutuamente. Cuando la protección falla o cuando la misma familia le genera un problema al niño, es cuando surge la complicación.
Hoy día, nuestros servicios de la niñez, por ejemplo, toman a ese niño y lo llevan a un centro. Y nunca se puede producir que salga del centro y vuelva al seno de su familia, porque no se alerta al resto de los servicios públicos, que sí existen, para que ese niño tenga un lugar al cual regresar.
Sucede lo mismo con las personas que tienen adicciones -a las drogas, al alcohol-, con quienes presentan problemas de violencia intrafamiliar o cualquiera de los problemas sociales. Todos ellos requieren este enfoque familiar.
Este es el principal cambio que se considera en el actual Ministerio de Desarrollo Social (futuro Ministerio de Desarrollo Social y Familia), y permite que la totalidad de sus servicios, así como otras entidades que trabajan con él, puedan juntar sus esfuerzos para actuar sobre los problemas, no solo en relación con su expresión final, sino respecto de sus causas.
Ese es el aspecto central del proyecto.
Agradezco, desde ya, la discusión que ahora se va a llevar a cabo en el Senado.
Muchas gracias.
El señor MONTES (Presidente).- Muchas gracias, señor Ministro.
Senador señor Quinteros, ¿quiere informar sobre el proyecto?
El señor QUINTEROS.- No, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Pensé que iba a intervenir en nombre de la Comisión de Gobierno.
El señor QUINTEROS.- No la presido.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene razón, el Presidente es el Senador señor Araya.
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, la Comisión de Hacienda vio el proyecto después de que lo hiciera la Comisión de Gobierno. Por eso creí oportuno que dicho órgano técnico nos informara, dado que sus integrantes lo analizaron en una primera instancia.
Esta es una iniciativa bastante simple. Por cierto, hay un debate que podremos sostener en otro momento, pues según entiendo no existe voluntad para prolongar esta discusión.
Se establece, eso sí, un punto que es bueno poner sobre la mesa, porque deberemos volver sobre él en otra oportunidad. El punto en cuestión tiene que ver con la definición que se incorpora sobre lo que son "las familias", "la familia". Después podremos discutirlo. Lo cierto es que hay a lo menos cuatro cuerpos legales que ahora se debaten en el Senado y, en algún momento, debemos llegar a una definición compartida. Hay una propuesta que se construyó.
En lo particular, valoro que el proyecto evitara darle una connotación ideológica, de otra naturaleza, a la discusión. Eso es algo que, a mi juicio, todos valoramos. Sin duda, habrá instancias de coordinación que son importantes. Eso se va a ir logrando.
Hubo dos temas polémicos que tenemos que evaluar.
Uno apunta a precisar si al Estado le corresponde o no el rol de fortalecer a la familia.
Señor Presidente, tuvimos esta discusión hace unas pocas horas. Quiero recordar que no es la primera vez que en el Congreso chileno se discute si el Estado tiene que cumplir un rol respecto de la familia.
A principios de la década del 70 los entonces parlamentarios de las bancas de enfrente generaron un debate muy intenso en la sociedad, porque sostuvieron que por ningún motivo el Estado debía meterse en materias propias de las familias.
Fue una discusión bien intensa que se dio durante el Gobierno del Presidente Salvador Allende, quien planteó que el Estado sí tuviera una responsabilidad con las familias. Sin embargo, aquel proyecto fue derrotado y no hubo ley.
Yo creo que el debate actual -lo quiero poner en positivo- busca un equilibrio. Es evidente que las políticas públicas y las políticas sociales no se pueden tomar y hacer en forma aislada. Uno está inserto en una comunidad, en un grupo afectivo. Y, sin duda, esa mirada -no es nueva, la mirada más amplia viene ya discutiéndose en nuestro país, implementándose en muchas políticas públicas- se consolida en este proyecto, y por ello se generaron las condiciones para votar a favor de esta iniciativa.
En esencia, este es un proyecto que hemos logrado construir entre todos, generando los equilibrios que permiten que el Ministerio de Desarrollo Social y Familia -es uno de los nombres propuestos en el texto; otros plantearán denominaciones distintas; podremos hacer esa discusión si se quiere insistir- formalice la necesidad de una mirada integral en las políticas públicas del Estado para las personas a las cuales apoya.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Se ha solicitado abrir la votación. ¿Hay acuerdo de la Sala en tal sentido?
Acordado.
El señor COLOMA.- ¿Cómo vamos a votar, en general y después en particular, o se da todo por aprobado?
El señor MONTES (Presidente).- El señor Secretario me indica que primero se vota en general y luego se vería lo relativo a las indicaciones.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Para aclarar el punto, tratándose de los proyectos que tienen discusión general y particular a la vez, que es el caso de una iniciativa con "discusión inmediata", no hay segundo informe de Comisión. Como señala el artículo 126 del Reglamento, "Por la sola aprobación general del proyecto, se entenderán aprobados todos los artículos que no hayan sido objeto de indicaciones y el Presidente lo declarará así".
De consiguiente, los Senadores tienen derecho a presentar las indicaciones que estimen pertinentes, pero la votación en general deja aprobado todo lo que no haya sido objeto de indicaciones.
El señor MONTES (Presidente).- Gracias, señor Secretario.
En votación general.
--(Durante la votación).
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, en su tramitación en la Comisión de Gobierno, yo expresé mis dudas respecto de este proyecto.
Me parece que un énfasis o un nuevo enfoque en el diseño de ciertas políticas públicas no alcanzan a justificar un cambio en la denominación de un ministerio.
Mucho se habla de cuidar nuestras instituciones. Pues bien, tampoco podemos estar cambiando sus nombres periódicamente.
Este Ministerio nació como Oficina de Planificación; luego se llamó Ministerio de Planificación; posteriormente, Ministerio de Desarrollo Social; y ahora nuevamente se pretende modificar su denominación.
Si se trata de cambiarle el nombre, yo mismo propuse, cuando se creó la Subsecretaría de la Niñez, reemplazarlo por Ministerio de Desarrollo Social y de la Infancia, lo que me parecía pertinente a propósito de que en ese caso sí había un cambio en la estructura orgánica del Ministerio. Además, ello permitía dar expresión al principio tantas veces citado de "los niños primero". Pero, en este caso, no hay nuevas divisiones ni mayores cambios.
Pareciera que detrás de esta propuesta primara el objetivo comunicacional de dar un mayor perfil al discurso de "protección de la familia", en oposición a los proyectos que son mal calificados como "destructores de la familia", como el de matrimonio igualitario, el de identidad de género, entre otros.
Con todo, me parece que la solución aprobada en la Comisión de Hacienda es más apropiada, en el sentido de denominarlo "Ministerio de Desarrollo Social y Familia". Eso permite relevar el papel principal de esta repartición.
Pero, más allá del nombre, me preocupa el rol original de este Ministerio, referido a la planificación, y que se ha ido desdibujando en el tiempo.
Hay un déficit en la planificación en el Estado, por ejemplo, en materia de nuestra estrategia de desarrollo. Y, por otro lado, sigue habiendo un exceso de centralismo a la hora de la evaluación social de los proyectos, lo que dificulta la gestión de los gobiernos locales y regionales, más aún ahora que habrá gobernadores regionales electos.
A su vez, señor Presidente, este Ministerio tiene otras delicadas funciones, como la política hacia los pueblos indígenas, que requieren mayor atención. No sabemos si el Gobierno mantendrá su apoyo a la idea de crear un Ministerio para este fin.
Pese a todo lo anterior, en el sentido de que no la considero prioritaria, no voy a ser un obstáculo en la aprobación de la iniciativa y votaré a favor.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Huenchumilla.


El señor HUENCHUMILLA.- Señor Presidente, yo no tuve la oportunidad de participar en el detalle de la tramitación de este proyecto, pero me parece que va en la dirección correcta, porque el tema planteado por el Senador Letelier en torno a la discusión que hubo en el pasado respecto del papel del Estado hoy día está zanjado en el artículo 1° de la Constitución, que señala expresamente que es rol del Estado el fortalecimiento de la familia.
En consecuencia, si tenemos un Ministerio encargado de las cuestiones sociales y la familia es el núcleo básico de la organización de la sociedad, en los tiempos que vivimos del siglo XXI, donde el concepto de familia es mucho más amplio -a mi juicio, ello también se recoge en este proyecto, porque no se hace una definición restringida del concepto de familia-, incorporarla implica darle un contenido mucho más profundo y esencial a las tareas de este Ministerio.
Pero, además, hay dos cosas que me llaman positivamente la atención.
Por un lado, las políticas sobre sectores vulnerables se amplían también a los sectores medios, que igualmente necesitan el apoyo del Estado en las múltiples tareas, problemas, sufrimientos y esperanzas que tienen todas las familias chilenas.
Además, entiendo que se le entregan facultades a esta Cartera para coordinar entre todos los sectores del Estado -Ministerios y servicios públicos- una política más coherente al respecto.
Por esas razones, voto favorablemente este proyecto.
El señor MONTES (Presidente).- Antes de seguir, le informo a la Sala que los integrantes de la Comisión de Trabajo han dado el acuerdo para tratar el proyecto relativo al ámbito de aplicación del procedimiento de tutela laboral en primer lugar de la tabla del próximo martes, que es lo que se había solicitado para tener tiempo de analizar las indicaciones del Ejecutivo. Por lo tanto, queda resuelto ese tema.
Tiene la palabra el Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, a mi juicio, algunos de los argumentos que se han dado acá, en medio de la discusión, tienen más fuerza de lo que generalmente parece motivar el voto de algunos señores Senadores.
Yo por lo menos creo que no es bueno que los ministerios tengan tantos nombres y apellidos. Mientras más general sea la denominación y se precisen bien sus atribuciones, es mejor. Hay países a los que les gusta ponerle, por ejemplo, a su Ministerio de Relaciones Exteriores, Derechos Humanos, Defensa Nacional y otra serie de cosas, de apellidos, en fin, una cantidad de nombres largos.
A mí me gusta Desarrollo Social, si va a hacer desarrollo social. Pero tomo muy en serio lo que dice el Senador señor Quinteros sobre el Ministerio de Planificación, que parece haber desaparecido.
En segundo lugar, querámoslo o no, y por mucho que se haya hecho una definición -lo digo con toda sinceridad-, creo que hay aspectos ideológicos importantes detrás de incluir el tema de familia en la acción del Ministerio de Desarrollo Social.
Me parece bien. Estoy de acuerdo. La definición que ha intentado la Comisión de Hacienda parece ser interesante. Pero este concepto podría, fácilmente, ser algo vago.
No olvidemos que ha habido muchos intentos por buscar una definición de familia.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, por ejemplo, tiene algunos conceptos interesantes en el caso de la jueza Karen Atala contra el Estado de Chile. Hay sentencias del Tribunal Europeo que reconocen que un transexual, su pareja mujer y un niño pueden configurar una familia. La misma Corte Interamericana alude a otro caso en el cual la relación de vida familiar abarca a una pareja del mismo sexo que convive en una situación estable de facto.
El tema de si la familia tiene que vivir junta o no está tratado de manera bastante rara: dice "generalmente".
¿Quién va a definir cuál es una familia y cuál no lo es para los efectos de postular a determinados programas sociales? Considero que eso hay que dejarlo lo más abierto posible.
No creo que sea un progreso la modificación propuesta. Me parece que va en una cierta onda totalitarista o de sobreintromisión en la vida personal el cambiarle el nombre al Ministerio, más allá de las políticas que se puedan implementar.
Por lo tanto, voto en contra.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Ebensperger.


La señora EBENSPERGER.- Señor Presidente, luego de hacer el punto reglamentario, nos queremos referir al proyecto.
A diferencia de lo que ha dicho aquí quien me antecedió en el uso de la palabra, considero que, en su esencia, salvo haber invertido el nombre desde "Ministerio de Familia y Desarrollo Social" a "Ministerio de Desarrollo Social y Familia", es un muy buen texto legal.
A mi juicio, es importante que el Estado asuma responsablemente, como también aquí se señaló, lo que la Constitución establece: que es su obligación fortalecer la familia. Y, más adelante, la propia Carta le entrega un rol subsidiario.
Entiendo que el texto original del proyecto -lo discutimos en la Comisión de Gobierno- sin duda abarcaba mucho más que el mero cambio de nombre de un Ministerio.
La propuesta lleva implícita la modificación que necesariamente ha de hacer el Estado, en el sentido de que la mayoría de los planes, proyectos y programas sociales vayan dirigidos hacia un determinado individuo que está en una condición de incapacidad para solucionar por sí mismo sus problemas. Por lo tanto, el Estado está llamado a intervenir subsidiariamente para lograr que esa persona pueda al menos disponer de lo necesario para alcanzar la dignidad que le corresponde esencialmente.
¿Y qué aporta la iniciativa? Ella reconoce que cuando un individuo tiene alguna necesidad, la ayuda del Estado no solo debe ir dirigida a él. La persona forma parte de una familia, la cual, cuando uno de sus integrantes sufre una necesidad que no puede satisfacer por sí mismo, también se ve afectada.
Entiendo que con el cambio de nombre los planes, programas y políticas públicas que vaya a determinar este nuevo Ministerio de Desarrollo Social y Familia irán enfocados no solamente al individuo, sino que a la familia completa, cualquiera sea su conformación. Por eso se aprobó una definición de familia amplia. Y ello constituye un avance innegable para ayudar al fortalecimiento de las familias más vulnerables y de clase media de nuestro país.
Así que voy a votar favorablemente el presente proyecto.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, tenemos que hacernos cargo de una votación que ya se abrió, la cual sigue una lógica de en general y en particular a la vez. Así lo entendí de la relación leída por parte del Secretario General. Y está bien. Por tanto, asumo el proyecto en su integridad.
Hay cosas que a uno le pueden gustar más y otras que le pueden gustar menos. Creo que era mejor -comparto el concepto con la Senadora que me antecedió en el uso de la palabra- el nombre del Ministerio que venía de la Comisión de Gobierno. Para la focalización en la familia era preferible el concepto original.
Pero, al final, uno debe sopesar y ver si el contexto, el conjunto va en la línea correcta o no, más allá de que, como todo en la vida, lo perfecto a veces no es lo que uno logra en estos temas. Pero sí es preciso dar pasos importantes.
Quiero hacerme cargo de una intervención anterior que me sorprendió un poco, pues no reconoce que esto es muy significativo y que representa el sentido común chileno con mucha fuerza. No hay ninguna encuesta de opinión que yo haya visto en que el principal lugar de amparo, de auxilio, de ayuda, de cariño no sea la familia. ¡Ojo!: y en forma creciente.
Quizás la levedad de muchas instituciones va dejando menos sentido a su existencia. Por tanto, esa idea de receptáculo de mayor confianza y de mayor vínculo recae en la familia. Y las políticas públicas en Chile tienen que hacerse cargo con más fuerza de esa realidad.
Quiero dejar claro que no se trata de un proyecto que de alguna manera sea copernicano, en el sentido de que no haya habido nada en esta línea en la historia. No. Aquí hemos discutido en otros momentos proyectos de otros gobiernos que tuvieron un foco razonable en el mundo de la pobreza, originalmente. A mí me tocó ser parte de la Comisión de Gobierno cuando se discutió el Programa Puente, que era, por cierto, una innovación.
Pero a estas alturas era necesario generar otro enfoque. Y yo valoro que el Gobierno y el Ministerio estén incorporando este concepto de familia como eje de la política pública -es un mejoramiento de perspectiva-, como centro de las políticas sociales de nuestro país.
Tal concepto de familia de alguna manera asume no entender al individuo en su soledad, sino que lo ve también como eje de una acción social más amplia. Y eso es exigente en el rol del Estado; es exigente en la lógica de las políticas públicas. Pero creo que es muy importante. Porque, al final, es el gran seguro para que no vuelva a la vulnerabilidad quien ha salido de ella.
Entonces, ese es el mérito del proyecto. Creo que fue bien diseñado. Valoro lo que hizo la Comisión de Gobierno: reflexionar, pensar. En Hacienda hicimos lo mismo y no estuvimos de acuerdo en todo.
Pero hay que asumir que la iniciativa constituye un paso muy importante. No es un proyecto cualquiera o uno al que se pueda calificar de misceláneo. No. Aquí hay algo relevante: asumiendo una lógica de políticas sociales que ha ido cambiando de eje, pero que ha estado siempre preocupada, sea de la pobreza, primero; sea del abandono, en su momento; sea de la vulnerabilidad últimamente -concepto que ha ido englobando a los otros-, ahora estamos hablando de lo multidimensional, cosa que en su momento quizás no era el eje, porque los tiempos van cambiando.
Chile, además, ha sido relativamente exitoso en eso. Yo me siento parte de una generación que, con distintas ideas políticas, puede mirar hacia atrás y ver que las últimas décadas han sido más bien positivas en esta materia.
Pero claramente también soy parte de aquellos que nos damos cuenta de que sigue habiendo conflictos complejos que debemos abordar como país, como Estado. Por eso, incorporar este concepto de familia como articulador de políticas públicas a mí me parece muy valioso.
O sea, de verdad, siento que este es un paso significativo. Creo que, en general, el sentimiento es bastante compartido. Y además considero que se realizó un esfuerzo para justamente evitar un equívoco respecto de su interpretación.
Aquí estamos pensando en grande; estamos pensando realmente cómo Chile puede enfrentar su vulnerabilidad en forma moderna. Y no me cabe duda de que asirse para estos efectos de la familia, que es justamente aquella institución que más se ha valorado, tal vez ante la debilidad de otras, es un paso muy significativo.
Por eso, voto con entusiasmo, con ganas, a favor de esta iniciativa de ley, y espero que así proceda la inmensa mayoría de este Congreso.
El señor MONTES (Presidente).- Quiero sugerirles a los señores Senadores, porque se alcanzó mucho acuerdo sobre gran parte de los artículos y las modificaciones -hay cuatro enmiendas de la Comisión de Hacienda y entiendo que en todo el resto existe unanimidad-, que quienes tengan necesidad de votar por separado lo propuesto por Hacienda lo digan, de manera que la votación actual recaiga en el resto de las normas.
Incluso, en las cuatro modificaciones de Hacienda parece haber un nivel de acuerdo bastante alto. Pero sería bueno que se pronunciaran.
Le ofrezco la palabra al Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, qué duda cabe de que en este proyecto de ley hay una cosmovisión de nuestro Gobierno respecto del rol de la familia y de cómo podemos centrar la política social en el apoyo y fortalecimiento de ella.
El que nos ocupa es más que un cambio de nombre del Ministerio de Desarrollo Social. Por supuesto. Este proyecto busca
claramente incorporar nuevas funciones al Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
Acá no estamos entrando en la discusión sobre el concepto "familia" -se lo digo, por su intermedio, señor Presidente, al Senador Insulza-, que es evolutivo, que se va modificando a través del tiempo, sino que nos estamos centrando en la funcionalidad de la familia. Por lo tanto, es una tarea predominante de la acción de un gobierno, y de esta Cartera en particular, entenderla como un núcleo esencial de la sociedad y como un motor de desarrollo.
Chile está cambiando y lo seguirá haciendo. En 2060, será el sexto país del mundo con mayor expectativa de vida.
Tenemos un problema que se relaciona fundamentalmente con la soledad y con el abandono de las personas mayores. Estamos trabajando en las comisiones de adulto mayor de la Cámara de Diputados y del Senado en una serie de proyectos que apuntan en esa dirección.
Por otra parte, existe un problema que dice relación con el fortalecimiento de la política de infancia.
Entonces, ¿cómo podemos ser capaces de integrar adecuadamente todas estas políticas a través de la acción de un ministerio? ¿Y cómo somos capaces de incorporar una nueva cosmovisión respecto de la vulnerabilidad, asumiendo con fuerza el carácter de la pobreza y la carencia desde el punto de vista multidimensional? Lo anterior también lo considera el presente proyecto de ley.
Por tanto, no estamos frente a un mero cambio de nombre. Y hay que afirmarlo. Los Gobiernos tienen un sello. Y el del Gobierno del Presidente Piñera busca fortalecer a la familia -vuelvo a insistir- no como una definición estática, sino más bien con su carácter funcional. Se trata de relevar cómo la familia puede generar un cambio en las condiciones de vida de las personas.
Hay un tema adicional -y quiero recoger de la discusión lo que planteaban los Senadores Insulza y Quinteros- que dice relación con la función de planificación. Y quiero rescatarla.
Esta es una materia que debemos poner sobre la mesa. Considero que es una tarea pendiente en términos de cambiar los criterios actuales de, por ejemplo, calificación de RS de los proyectos. Con la calificación actual, el molo de Valparaíso no se habría construido.
Hay que entender que esta función adicional del Ministerio de Desarrollo Social y Familia debe incorporar una nueva visión, una nueva fórmula de establecer RS en los proyectos que nos permita generar desarrollo a partir de dicha calificación.
Pero este proyecto de ley está bien orientado, este proyecto de ley responde a un Chile que está cambiando, este proyecto de ley dice relación a un ministerio que debe tener una nueva atribución, una nueva funcionalidad, pensando básicamente en que enfrentamos un desafío mayor: un proyecto colectivo de nación que abarque a todos y cada uno de los chilenos con una mirada de mediano y largo plazo.
Deseo felicitar el empuje del Ministro de Desarrollo Social, de los subsecretarios porque creemos que es tarea de los gobiernos imprimir un sello. Y me parece que, sin lugar a dudas, estamos imprimiendo el sello del Gobierno del Presidente Piñera en las políticas sociales que debemos implementar en nuestro país.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Aravena.


La señora ARAVENA.- Señor Presidente, nuestra Constitución Política establece que "La familia es el núcleo fundamental de la sociedad". De ahí que el Estado deba procurar la protección y el fortalecimiento de ella.
Por otro lado, existen más de 5 millones 600 mil hogares en Chile. Y hoy, cuando se está celebrando el Día de la Mujer a nivel internacional, quisiera instalar en este debate que un gran porcentaje de las familias que integran nuestra sociedad son dirigidas por mujeres, por jefas de hogar. Estas llegan a un 41 por ciento y un 85 por ciento de los hogares monoparentales están a cargo de una de ellas.
Estos datos son relevantes porque, como lo han dicho algunos de los Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra, las familias han cambiado mucho en Chile. Y, por lo tanto, es interesante que el Ministerio de Desarrollo Social incorpore un enfoque sistémico e integrador que permita que las políticas públicas vinculadas a la superación de la pobreza y otros aspectos que son importantes en el desarrollo de cada uno de los individuos sean objeto de una mirada que apunte a la célula orgánica que constituye la estructura de la sociedad chilena.
Esta sociedad es diversa, efectivamente. Pero, desde el punto de vista de las políticas públicas, debe ser integradora y ojalá sea mirada desde todos los ministerios que abordan las distintas temáticas de las que es necesario que el Estado de Chile se haga cargo.
En ese sentido, valoro el enfoque territorial, social y sociocultural que se le está dando a esta Cartera, que con esta denominación y con este cambio de estructura pretende modernizar la eficacia y la eficiencia de la política pública para quienes más lo necesitan, principalmente en mi Región, la más pobre del país, la cual además tiene una condición de ruralidad y gran cantidad de mujeres y de niños muy vulnerables.
Así que, junto con valorar el cambio de nombre, también esperamos que él no solo influya desde el punto de vista semántico, sino que favorezca un enfoque que permita llegar de mejor manera a cada uno de los habitantes que más lo necesitan en nuestra Región y en el país.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, seré muy breve.
Sin duda, este proyecto parece simple en términos de su contenido, en cuanto a modificar el nombre del Ministerio de Desarrollo Social. Se crea el "Ministerio de Familia y Desarrollo Social", como se decía en un principio. El acuerdo nuestro en la Comisión de Hacienda fue insistir en el énfasis fundamental que tiene el "Ministerio de Desarrollo Social y Familia".
En realidad, este debate, que para algunos puede ser solamente un problema de dónde queda ubicado el concepto "familia" en el nombre del Ministerio, es mucho más relevante y de fondo.
A todos nos parece sumamente positivo y lógico, porque lo vemos todos los días, que una situación de vulnerabilidad, de pobreza, de indefensión o de abandono que pueda vivir cualquier compatriota nuestro, en cualquier lugar del país, de cualquier edad, de cualquier sexo, de cualquier religión, de cualquier condición socioeconómica, cuente siempre con redes de sustento y de apoyo. Y uno tiende a pensar, como es natural, en el concepto de familia.
Eso es lo que debemos tratar de fortalecer. Por supuesto, partiendo de la base de que actualmente el concepto de familia en nuestro país tiene una diversidad sumamente amplia. Y ha sido parte del debate en otras materias, algunas de orden valórico, otras producidas por la realidad y por lo que significa hoy la expresión de las relaciones de pareja -entre hombres y mujeres, entre personas del mismo sexo- o las que se dan al interior de lo que normalmente uno considera como un núcleo familiar.
Evidentemente, esa red de apoyo, esa instancia, esa "institución" -llamémosla así-, o ese concepto de familia siempre es muy importante para encarar las problemáticas ocasionadas por la vulnerabilidad. Pero no es el único factor.
Al menos en la Comisión de Hacienda se produjo un debate respecto a dónde están los énfasis. Porque si lo hacemos solo considerando lo que entendemos cada uno de nosotros como "familia", podemos minimizar o desviar los objetivos principales del Ministerio de Desarrollo Social, los que se relacionan con la implementación de políticas públicas permanentes, consistentes, de apoyo a la gente que está en una realidad de mayor vulnerabilidad.
Por ejemplo, uno piensa en lo que sucede con nuestros adultos mayores en situación de abandono; con la gente que padece limitaciones físicas, enfermedades; con los niños, o con las mujeres más vulnerables que tienen que asumir jefaturas de hogar, donde ellas son madre, padre, referente, proveedor y cumplen todos los roles.
También vemos la situación que se produce, desde el punto de vista socioeconómico, con las personas para las cuales una parte importante de este Ministerio implementa políticas públicas en beneficio de sectores que requieren un financiamiento, una capacitación o un apoyo que les permitan autosustentarse o generar una actividad económica, de supervivencia o productiva mediante la cual puedan acceder a una mejor calidad de vida.
Es decir, el ámbito de aplicación de las políticas públicas de esta Cartera va mucho más allá de lo que uno podría pensar y de lo que constituye el rol de la familia, del entorno familiar, del grupo familiar o la realidad que vive cada uno de nuestros compatriotas en nuestras ciudades o localidades rurales.
Esa es la razón por la cual a nosotros nos pareció que esa alternativa era mucho más lógica, manteniendo el rol fundamental de este Ministerio en la implementación de políticas públicas que apunten a la superación de la pobreza extrema y de la vulnerabilidad y al apoyo de otros sectores que, aun cuando son emergentes, están un poco por encima de esos niveles de pobreza, pero que igual requieren políticas que sustenten la posibilidad de alejarse, por sí mismos, de una situación de vulnerabilidad o de extrema pobreza.
Por eso hemos aprobado este proyecto, y yo al menos voy a respaldar las indicaciones que hicimos en la Comisión de Hacienda.
El señor MONTES (Presidente).- Una consulta: ¿habría acuerdo para votar todos los artículos de una vez y en un solo acto?
El señor PIZARRO.- Sí.
El señor BIANCHI.- Conforme.
El señor KAST.- Sí.
La señora VON BAER.- De acuerdo.
El señor LETELIER.- Sí.
El señor MONTES (Presidente).- Muy bien.
El señor BIANCHI.- ¿Todo, señor Presidente?
El señor MONTES (Presidente).- Todo, incluyendo el cambio de nombre, modificación en la que también hubo acuerdo.
El señor PIZARRO.- Sí, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Muy bien.
En consecuencia, la votación en curso abarcará globalmente todo el proyecto.
Así se procederá.
Le ofrezco la palabra al Senador señor Galilea.
¡A usted lo hemos escuchado menos y tenemos ganas de oírlo...!


El señor GALILEA.- ¡Ayer hablé en su ausencia...!
Señor Presidente, me tocó participar, junto con otros Senadores, en la tramitación de esta iniciativa de ley en la Comisión de Gobierno.
Tal como dijo el Senador Pizarro, a pesar de ser un texto sencillo, me parece sumamente profundo en su contenido y en sus consecuencias prácticas.
En dicha Comisión mencioné -se lo contaba a mis colegas y a representantes del Ejecutivo- que una universidad norteamericana hizo un largo estudio -entiendo que llegó a los setenta años- sobre qué hacía felices o infelices a las personas y, por tanto, qué las hacía más o menos vulnerables.
En dicha investigación la universidad seleccionó a personas de los más diversos orígenes: de la ciudad, de sectores rurales, de distintas razas, colores, religiones, sexos, en fin.
Al final de decenas de años de estudio en que se analizó todo lo que a esas personas les iba pasando en la vida, finalmente se llegó a la conclusión inequívoca de que lo único que hace a la gente menos vulnerable y, por tanto, más feliz es la consolidación de vínculos afectivos fuertes y reales durante su vida.
Por eso, creo que la modificación que ha propuesto el Ejecutivo va en un sentido absolutamente correcto, pues establece un enfoque familiar para resolver las situaciones de vulnerabilidad y carencia de las personas.
Eso es sumamente importante.
Contar con dicho enfoque para la implementación de políticas públicas que dependen del Ministerio de Desarrollo Social, una cartera importantísima que tiene una serie de instituciones a su cargo, me parece de primera importancia.
Lo mismo ocurre con el concepto de familia.
Algunos señores Senadores fueron algo críticos en este punto, pero la verdad es que la definición de familia contenida en el proyecto, que solo apunta a los efectos de las políticas de desarrollo social, es sumamente amplia y nadie podría sentirse, de alguna manera, fuera de ella.
Voy a permitirme leer estrictamente la definición que propone el proyecto. "Familia: núcleo fundamental de la sociedad, compuesto por personas unidas por vínculos afectivos, de parentesco o de pareja, en que existen relaciones de apoyo mutuo, que generalmente comparten un mismo hogar y tienen lazos de protección, cuidado y sustento entre ellos.".
Es decir, el Ministerio deberá estar preocupado de que una persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad o una que esté apenas por encima de esa línea y se halla en riesgo de caer en ella, cuando se aborden los programas del Chile Solidario, del INJUV o de cualquier otro organismo de la referida Cartera, aquella sea mirada no como un individuo solitario, sino en su integralidad (con quién reside, cómo vive, cuál es su barrio, cómo es su entorno), a efectos de poder ser efectivos a la hora de sacar a esas personas de su vulnerabilidad.
Por lo tanto, felicito al Ministro Alfredo Moreno por haber dado este paso y al Gobierno del Presidente Piñera por haberlo apoyado, porque, dentro de la sencillez de su texto, esta iniciativa expresa algo muy profundo en la manera de enfocar el combate a la vulnerabilidad de los chilenos y las chilenas.
Muchas gracias.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, solamente quiero expresar nuestro apoyo a este proyecto, que sigue una tradición de transformación: el Ministerio de Planificación pasó a ser de Desarrollo Social, con lo cual se fue tomando conciencia de la importancia de que las políticas sociales se coordinen de mejor forma entre los distintos sectores del país.
Ahora se pretende avanzar hacia una comprensión más integral de la vulnerabilidad, centrada ya no en las personas sino en las familias, pues este es el entorno en el que realmente vive la mayoría de la gente.
Asimismo, parece adecuado que se aborde como personas o familias en riesgo de vulnerabilidad a aquellos sectores de clases medias emergentes que, a pesar del enorme esfuerzo personal o grupal (de núcleo) que hacen, siguen viéndose enfrentados a una creciente inestabilidad por razones laborales, por enfermedades catastróficas, por la educación superior de sus hijos o por las necesidades que surgen en la vida, como la tarea de hacerse cargo de familiares de tercera o cuarta edad que carecen de los beneficios de los sistemas previsionales y que, por tanto, necesitan una red familiar de auxilio como única manera de sobrevivencia.
De otro lado, me parece positivo que se haya producido una apertura en nuestro país para modificar el concepto de familia, más allá de la formalidad legal, sobre la base de una composición basada en una convivencia social de apoyo, de solidaridades y de afectos que van más allá del matrimonio convencional. Recordemos que hoy día la mayoría de los niños nacen fuera de los vínculos matrimoniales formales legales.
Es en las relaciones sociales -muchas veces no de parentesco, sino de afecto, de pareja, de complementación, de solidaridad- donde se generan los lazos primarios en los cuales se sostiene, finalmente, la estructura social del país.
Por último, hago presente que el proyecto aborda un tema que había quedado suelto en el texto original respecto a la necesidad de vincular de mejor manera el financiamiento a una relación más armónica y funcional con la Dirección de Presupuestos, con el objeto de compartir la información, la evaluación de los programas y, por tanto, tener mayor facilidad de acceso para que se consideren los fondos de los programas sociales dentro de la política presupuestaria de cada año.
En consecuencia, apoyamos esta iniciativa de ley, que le va a dar más instrumentos, más herramientas al Ministerio que se reforma con un sentido de integración y de colaboración, lo cual ayudará a hacer más eficientes las políticas sociales.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Hago presente que hay varias señoras y señores Senadores inscritos.
Tiene la palabra el Honorable señor Kast.


El señor KAST.- Señor Presidente, en primer lugar, me parece importante entender la profundidad del proyecto en el rol de pasar de una mirada individual a una multidimensional.
Además, dentro de esa multidimensionalidad, que es la métrica que se ocupa hoy día para medir la pobreza, podemos ver en el contexto que las implicancias que tiene en un niño el entorno familiar determinan, particularmente, la gran mayoría de sus oportunidades a futuro.
Más aún, la política de infancia justamente trata de evitar desvincular a ese niño de su familia y que la última opción sea que llegue a depender del Estado. Por lo mismo, realiza todos los esfuerzos, tanto preventivos como paliativos, para que ojalá sea ese entorno en el cual el niño pueda crecer.
Lo mismo ocurre con un adulto mayor. El esfuerzo por lograr que efectivamente no tenga que dejar a su familia es una realidad creciente en nuestro país, que afortunadamente la Primera Dama ha tomado como bandera central de su gestión.
En el caso de las personas con discapacidad, se busca que no sean invisibilizadas o tomadas como individuos, sino vistas en relación con la familia.
Esta, sin lugar a dudas, es la primera opción, y la más correcta, para poder apoyar a cada uno de los grupos vulnerables de la sociedad.
Por eso, celebro este avance.
Considero que quienes tratan de minimizar la importancia conceptual en este proyecto de ley se equivocan. Es fundamental volver a entender que el Estado tiene una alianza primordial con la familia y que no hay nadie mejor que esta para poder garantizar ese mejor vivir y ese desarrollo social.
Por último, acerca de las preguntas sobre la planificación, es importante acordarnos que este mismo Congreso ha aprobado una serie de medidas para que ella no se haga en este Ministerio. De hecho, la planificación se efectúa a nivel regional.
Hoy día los gobiernos regionales poseen ese rol, y claramente la nueva ley en ese ámbito, junto con el hecho de que existirán gobernadores regionales, va a significar un desafío para poder dar más atribuciones en ese plano. La planificación no tendrá sentido si finalmente esas atribuciones no se diseñan de buena manera.
Y la otra planificación que existe, sin lugar a dudas, son los planes estratégicos de cada uno de los ministerios sectoriales, que deben tener una coordinación, la que el Ministerio de Desarrollo Social realiza.
Por eso, señor Presidente, celebro y apoyo con mucha fuerza esta iniciativa, que va dándole cada vez mayor grosor y profundidad a dicho desafío: que el Ministerio de Desarrollo Social y Familia tenga también un contrapeso a la mirada de Hacienda, que es muy importante. La economía siempre es primordial, pero necesitamos contrarrestarla o complementarla con un ministerio robusto.
En consecuencia, reafirmo mi voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, el proyecto de ley que crea el Ministerio de Familia y Desarrollo Social no es una propuesta meramente formal. Tampoco es un texto inocuo.
Por el contrario, es una iniciativa que toma una opción. Lo ha dicho mi colega el Senador Chahuán y creo que lo ha expresado en forma transparente. Se opta por una mirada de Gobierno.
Considero importante que señalemos que el rol de la Cartera de Desarrollo Social no es fortalecer la familia a través de políticas públicas. Su objetivo es erradicar la pobreza, promover la integración social y garantizar los derechos sociales, económicos y culturales. Así lo indica el artículo 1º de la ley Nº 20.530, que crea el Ministerio de Desarrollo Social. Otra cosa es modificar dicho cuerpo legal para incorporar el rol en materia de familia.
Pero es relevante también, señor Presidente, que dimensionemos lo que eso significa, porque no es una discusión cualquiera; es una que tiene efectos.
El abuso de la focalización individual y, en este caso, familiar, refuerza la segregación, afirma Juan Carlos Feres, economista de la Universidad de Chile, experto en estadísticas sociales y pobreza, Vicepresidente de la Fundación Superación de la Pobreza y, por más de veinticinco años, Jefe de la Unidad de Estadísticas e Indicadores Sociales de la CEPAL.
Dicho enfoque no favorece la integración social y trae consecuencias.
Entonces, debemos tener cuidado con lo que hacemos, porque causará efectos en la mirada del país que queremos construir.
Chile presenta un grave problema de desigualdad que configura un nuevo tipo de pobreza, marcada por haceres distintos en la población. La gente aprende en un sistema educacional de mala calidad y que reparte el capital cultural de la sociedad de manera muy asimétrica; habita barrios segregados y peligrosos; trabaja en empleos mal remunerados e inseguros; recibe una atención de salud mucho menos oportuna e integral que el resto de la sociedad, y no es parte de las decisiones que le atañen.
Ese es el problema de la pobreza en nuestro país.
Como lo declarara el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre extrema pobreza y derechos humanos en 2015, Philip Alston: "Chile tiene el nivel más alto de desigualdad del ingreso después de impuestos y transferencias de los países de la OCDE. Su nivel de desigualdad en términos de ingresos tampoco es positivo, en comparación con otros países latinoamericanos. Estas tasas son muy problemáticas y resultan en una sociedad altamente segregada, en la que la separación de áreas residenciales, establecimientos educacionales separados, y mercados de trabajo separados operan de tal forma que se arraiga el privilegio y se asfixia la movilidad.".
¿Por qué digo esto, señor Presidente? Porque cuando tomamos decisiones en esta materia focalizando en las familias, estamos resolviendo medidas que pueden ser peligrosas. No digo que sean erradas, pero pueden ser peligrosas.
Creo que debemos mirar el Ministerio de Desarrollo Social con un enfoque íntegro, no solo en torno a la familia. Tenemos que mirarlo desde el punto de vista de la integración de los derechos sociales, económicos y culturales de todo el conjunto de la sociedad.
¡Ese es su rol!
El propósito de dicha Cartera, señor Presidente, es erradicar la pobreza y no hacerse cargo de fortalecer a las familias.
Las familias son un tema más. También están los jóvenes, los adultos mayores, la diversidad; en fin, hay muchos y muchas.
¡Y ese es el rol que debe cumplir el Ministerio!
Cuando vemos la definición de familia, me alegro de que se haya considerado un concepto amplio y no uno restringido. Lo leí con atención. Celebro que se haya recogido la discusión en el concepto.
No me gusta que en el título haya quedado incorporada la palabra "familia", porque es como quedarse con un caramelo.
¡No es bueno! No lo es porque se instalan discusiones que no son beneficiosas para el debate en general.
Creo que se dan pasos importantes, pero también -y tiene razón el Senador Chahuán- se instala otra mirada. Sin embargo, no se ven los objetivos de desarrollo del país.
¿Cuál es el objetivo de un ministerio? Desarrollar al país en su integralidad, señor Presidente.
Voto a favor de este proyecto. Pero considero que debemos tener cuidado con lo que hacemos.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, cuando uno escucha los discursos, pareciera que se va a votar en contra de la iniciativa, y al final se decide pronunciarse a favor.
¡Cómo puede ser peligroso incorporar un concepto de familia en el Ministerio de Desarrollo Social! ¡Peligroso!
¡Cómo puede ser peligroso agregar esa definición en una Cartera que propicia la incorporación, la integración, el desarrollo, la inclusión en su globalidad!
¡Qué más integrador que la familia, como un concepto esencial y básico!
En la familia está inserta toda la realidad social de nuestro país: los jóvenes, los adultos mayores -como aquí se ha hecho mención-, el hombre y la mujer en su conjunto, y toda la diversidad que significa la construcción de familias en nuestro país; no solamente en el concepto tradicional (hombre, mujer, hijos), sino también en su globalidad, en la diversidad que existe.
Aquí se ha hablado de ciertos aspectos que en nuestra sociedad se requieren precisamente para ajustar, definir, complementar y enriquecer esta política. Vemos -lo han mencionado algunos Senadores- la situación de abandono, de soledad, de pobreza y los problemas de enfermedad de un segmento de la población, como son los adultos mayores.
Por ello, el cambio de perspectiva en la visión de ese rol y las funciones y atribuciones que se están entregando al Ministerio de Desarrollo Social al incorporar tal concepto fundamental se encuentra en el propio Programa del Presidente Sebastián Piñera, quien debe responder ante la confianza que le entregó el país al haberlo elegido con una amplia mayoría.
El propio Programa dice: "Sólo con familias unidas y fuertes podremos hacer de Chile un país verdaderamente integrado, humano y feliz. Nuestra gran tarea será potenciar sus capacidades y mitigar sus temores, poniéndolas en el centro de nuestra política social". ¿Dónde? Precisamente en el Ministerio de Desarrollo Social, que dentro de su amplia gama de funciones y atribuciones tiene como gran objetivo terminar con la vergüenza de nuestro país en materia de pobreza y, más aún, en materia de extrema pobreza.
Por eso, en este concepto se llega a una mirada integral del hombre, entendido como un ser social, que vive en comunidad y cuya primera forma de organización es la familia.
¿Quién, a lo largo de nuestro país, que esté escuchando este debate no va a ser parte de este concepto de realidad y ver que bajo ningún punto de vista ello es un peligro para la sociedad o significa un peligro de cambio de enfoque?
Todos nos desarrollamos en ese concepto. Validamos, promovemos, construimos, desarrollamos y deseamos, evidentemente, alcanzar las mejores políticas, planes y programas que apunten al principal cuerpo intermedio, anterior a cualquier otro, incluso anterior y superior al Estado, que es, justamente, la familia.
Por eso, nos parece de absoluta y total congruencia que, además, ella se inserte en una serie de líneas y programas que el Gobierno se encuentra desarrollando, orientados a un gran objetivo, como "Compromiso País" y "Mapa de la Vulnerabilidad".
¡Cómo no vamos a ser capaces de construir todo tipo de políticas que apunten, precisamente, a terminar con la vergüenza de tener aún, a pesar de los niveles de desarrollo que ha alcanzado nuestro país, bolsones de atraso, de pobreza, de postergación, de abandono y de diversos problemas que todavía debemos enfrentar como sociedad!
Por ello, no cabe ninguna duda de que dotar al Ministerio de esta nueva herramienta, que lo faculta para orientar su actuar, crear programas, planes y proyectos orientados a fortalecer, apoyar y proteger a la familia, es una obligación y una tarea del Estado.
De ahí, señor Presidente, que frente a esta instancia y a este cambio de nombre, pero sustantivo en el fondo, vamos a votar a favor de la iniciativa de ley.
Gracias.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, advierto que el proyecto de ley corre el riesgo de que, al final, sea señalado como que más implica cambiarle el nombre a un Ministerio de Desarrollo Social que perfectamente podía preocuparse de la familia. Nadie se lo impedía.
Yo he preguntado reiteradamente si esta iniciativa conlleva más recursos, si tiene algún ejercicio presupuestario, y se me señala que no, que los recursos son los mismos que hoy tiene el Ministerio.
Se ha despejado la controversia sobre el concepto de familia. Pero quiero repetir lo que el propio Presidente Sebastián Piñera señaló al momento de presentar este proyecto de ley. Él aludió a "una nueva orientación de nuestros esfuerzos como sociedad y como Gobierno". "¡Una nueva orientación de nuestros esfuerzos como sociedad y como Gobierno!".
Por lo tanto, la contradicción está a la vista. Durante décadas la Derecha conservadora afirmó que lo importante era el individuo, centrando su decisión en que las personas podían ejercer su libertad individual. Y, por otra parte, se acusó al progresismo de preocuparse demasiado de lo colectivo abandonando lo individual.
Esa era la controversia ideológica.
Hoy, la contradicción salta a la vista. Durante demasiado tiempo hubo preocupación solo por los individuos, sin tomar en cuenta lo colectivo, lo familiar. ¡Y resulta que ahora se nos dice que hay que preocuparse de la familia, con la participación del Estado!
En esta Sala, en la Cámara de Diputados, escuché una y cien veces que la familia tiene que formarse con abstención del rol del Estado. De manera que solo deseo advertir que, en definitiva, el quiebre del paradigma, el cambio de nombre, va a llevar a que el Estado sí pueda intervenir en la familia, sí pueda decidir qué asignar, qué recursos tomar, qué política desarrollar en torno a ella.
Hoy día el Estado se encuentra controlado por un Gobierno de Derecha, conservador y neoliberal: conservador en lo valórico, neoliberal en lo económico. Y las políticas en esta materia, tal como lo ha dicho Piñera, responderán a su "orientación de nuestros esfuerzos como sociedad y como Gobierno".
Cuando cambie el Gobierno, creo que muchos de los que están apoyando este proyecto de ley van a decir: "El nuevo Gobierno se va a meter en la vida de las familias". Y vamos a tomar decisiones sobre cómo intervenir en la vida de las familias de acuerdo a un prisma que es propio de cada Gobierno.
Esta orientación va a cambiar. Yo solo quiero advertir que quienes lucharon y se opusieron a la intervención del Estado en la familia están instalando hoy día un Ministerio que tendrá facultades para intervenir en ella. Y con una definición tan amplia que incluso puede caber hasta la familia militar: como un grupo de personas con vínculos económicos, de protección, y no solo de parentesco. Es decir, cualquier grupo social de individuos que se proteja, que se ame, que aspire a la felicidad, cabrá en la definición.
Y por tanto uno se pregunta cuál debiera ser la primera medida que tendría que tomar el Ministerio: ¡sacar al SENAME, donde hay miles y miles de niños abandonados, del Ministerio de Justicia y llevarlo al de Desarrollo Social! Y terminar con la política del subsidio a entidades privadas, para institucionalizarlo y poner a esos menores en familias de verdad, con aportes de 500 mil y 800 mil pesos, que es lo que les pagamos a cada institución. Recordemos que el Gobierno aumentó recientemente el subsidio.
Entonces, uno podría decir que nos estamos preocupando de verdad de la familia y de los niños. Estos son parte esencial de cualquier familia, son los más vulnerables, al igual que los adultos mayores, y no pueden estar entregados al Ministerio de Justicia.
Espero que una de las primeras medidas que adopte el Gobierno sea traerse el SENAME al Ministerio de Familia y Desarrollo Social, para luego terminar con este Servicio, como lo he sostenido en varias oportunidades y lo vuelvo a reiterar. ¡Se agotó el SENAME! Si no, señor Presidente, solo habremos cambiado el nombre de la Cartera y generado expectativas.
Se habla de la clase media. ¡Bienvenida! Vamos a tenerla participando con políticas públicas.
Pero, repito, no basta el cambio de nombre.
Nosotros hemos propuesto la creación del Ministerio del Adulto Mayor, así como la del Ministerio de Emergencias y Catástrofes Nacionales para reemplazar a la ONEMI, pero con funciones distintas. Un cambio de nombre no es suficiente.
Ahora bien, quiero advertir que si este proyecto obedece a la "orientación de nuestros esfuerzos como Gobierno", yo no comparto tales esfuerzos. Que no haya Oposición, es otra cosa. Y en este debate sobre un cambio -comillas- "conceptual", pero que reviste una profundidad inédita -quiero advertirlo- no se ha llevado con la Oposición. Se ha tomado con demasiada liviandad.
Yo voy a votar a favor, señor Presidente, porque aspiro a que cuando se cree este Ministerio de Familia y Desarrollo Social tengamos la convicción de que la familia es lo importante. Pero también son importantes los individuos que componen la familia. Sin individuos no hay familia; sin adultos mayores, sin niños, no hay familia. Por tanto, no nos quedemos en la discusión semántica. Incorporamos a la clase media, lo cual es un mérito propio que nos permitirá ayudar a este sector de la sociedad. Y aspiremos a que la instrumentalización de este Ministerio se dé en el ámbito de proteger más a la gente, a la familia, a los individuos, a las personas que están viviendo en condiciones precarias en Chile.
Voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- ¿No le faltó agregar nada, señor Senador?
El señor NAVARRO.- ¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Latorre.


El señor LATORRE.- Señor Presidente, seré muy breve.
Yo también soy de la idea de que este proyecto es simplemente un cambio de nombre, una enmienda más bien de forma, porque tengo la convicción de que ninguno de los programas y políticas sociales que hoy tiene el Ministerio de Desarrollo Social, dirigidos a la niñez, a la juventud, a los adultos mayores, a personas en situación de calle, a personas con discapacidad, a personas de los pueblos indígenas, al sistema de protección social que le toca gestionar (Chile Crece Contigo, Chile Cuida, Chile Seguridad y Oportunidades, Elige Vivir Sano, etcétera), ninguna de las políticas y programas que en la práctica ejecuta día a día el Ministerio de Desarrollo Social va a tener, en el fondo, un enfoque familiar, tal y como se definió en la Comisión de Hacienda.
Yo estoy de acuerdo con el cambio que ahí se hizo, señalando: "Se entenderá por enfoque familiar la implementación de políticas sociales que pongan foco en las familias y en su entorno territorial, social y sociocultural". Se habla de "las familias", entendido el concepto en términos amplios, conforme a la diversidad de familias que hoy día componen la sociedad chilena.
La verdad es que ninguna de las acciones que el Ministerio desee llevar adelante con ese enfoque necesita un cambio de nombre: basta la voluntad política de implementar nuevos programas innovadores, nuevos focos, nuevos énfasis.
Tengo dos aprensiones.
Respecto de la primera, el movimiento feminista ha sido muy contundente. Estamos ad portas de conmemorar, el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, y normalmente cuando se habla de familia se habla del rol de la mujer. ¿Quién cuida a los niños? ¿Quién cuida a los enfermos? ¿Quién cuida a los adultos mayores? ¿Quién cuida a las personas solas, abandonadas? Las mujeres. Cuando se habla eufemísticamente de familia, se habla de ella como un rol que se le asigna a la mujer, por un lado.
Y por el otro, tradicionalmente en la política social se sospecha, se estigmatiza a las familias más pobres, a las familias más vulnerables, a las familias que poseen menos recursos. Se las suele medir, se las suele supervisar, se las suele intentar disciplinar. En el fondo, el Estado no se mete con las familias de mayores recursos, el Estado no entra a intervenir con programas en esas familias. Sin embargo, sabemos que en Chile, por ejemplo, la violencia machista, la violencia contra los niños, niñas y adolescentes, las situaciones de abandono, las situaciones de dinámicas disfuncionales no distinguen clases sociales. Son problemáticas que afectan desde familias de extrema riqueza hasta familias de extrema pobreza, en términos socioeconómicos.
Por lo tanto, tengo esas dos aprensiones.
Pero, como simplemente se trata de un cambio de nombre, no me opondré al proyecto, y además porque estoy de acuerdo con las modificaciones que se le hicieron tanto en la Cámara de Diputados como en la Comisión de Hacienda del Senado.
Hubiera preferido el título "Ministerio de Desarrollo Social y Familias", en plural, porque hay diversidad de familias, pero el contenido abarca una definición amplia, inclusiva, diversa, y un enfoque familiar que se vincula a lo territorial, a lo social, a lo sociocultural y a lo comunitario, diría yo. El gran problema que tenemos en Chile es de tejido social, de relaciones de confianza, de reciprocidad en las comunidades extramuros de la familia -me refiero más a los barrios, a las comunidades-, asumiendo un enfoque multidimensional relevante.
Por lo tanto, no me voy a oponer.
Creo -y esta es una opinión política- que uno debe distinguir qué peleas y qué batallas dar, en términos más políticos, ideológicos, en cuanto a qué proyectos pueden profundizar el modelo neoliberal -ahí sí que, obviamente, voy a estar en contra-, pero este, que simplemente implica un cambio de nombre, lo voy a votar a favor.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pugh.


El señor PUGH.- Señor Presidente, sin lugar a dudas, este es un tema relevante, porque permite priorizar quizás los esfuerzos más importantes del Estado. ¿Para quiénes? Para aquellos que más los necesitan.
Hoy se ha discutido sobre la familia, o las familias. Y debemos entender que desde el principio de la gestación de nuestra república, la primera familia, la del Padre de la Patria, era una familia en que el hijo, O'Higgins, era hijo de una madre soltera. Quiero recordar que él fue "el huacho Riquelme".
Recibió la educación que su madre le podía dar, y por eso fue con jóvenes mapuches a estudiar a Chillán. Allí aprendió mapudungun y comprendió el valor de lo que significaban esas raíces culturales.
Cuando su padre lo reconoce como Bernardo O'Higgins, le da también la posibilidad de ir a estudiar afuera.
¿Qué tenemos que entender, entonces? Que las oportunidades y los talentos están uniformemente distribuidos. Es una distribución normal. Muy pocos lo tienen todo. La gran mayoría tiene lo que se necesita y muy pocos no tienen nada. Entonces, a los que lo tienen todo, a esos grandes talentos, hay que darles todo. A los que tienen lo justo y lo necesario, bueno, hay que darles lo que se requiere. Y a los que no tienen nada, hay que ayudarlos. Por lo tanto, en justicia, a cada uno hay que darle lo que merece, y por eso a todos debemos darles algo distinto y especial.
Este Ministerio busca, precisamente, hacerse cargo de lo más valioso que posee Chile: una generación de talentos que necesita una red de apoyo, que se llama efectivamente "familia" y que puede conocerse de muchas formas.
Lo importante es que exista una planificación adecuada y certera, especialmente en los territorios que son estratégicos para Chile y que llamamos "zonas extremas", en los territorios insulares oceánicos, que están alejados. El lugar más lejano del mundo, les recuerdo, es precisamente Rapa Nui.
En consecuencia, Chile enfrenta un desafío territorial gigantesco. Está lleno de gente talentosa, pero tiene que ser capaz de darles a todos oportunidades.
Entonces, cuando uno define un cambio de nombre, no es algo menor, no es una situación trivial; es centrar el objetivo en lo que queremos: lograr que esos esfuerzos permitan a todos los niños que lo están esperando un verdadero futuro. Y, una vez que acaben esa vida, cuando ya estén en la cuarta edad, sigan siendo apoyados y no queden abandonados, como hoy, en cualquier lugar o en algún hospital.
Por lo tanto, nuestra misión es hacernos cargo de todos esos sueños, de todos esos anhelos, de todas esas expectativas. ¿Cómo? Con planificación, no con demagogia ni con populismos.
Es importante que existan métricas y entender que es fundamental contar con información precisa. Quizás ahí es donde estamos fallando, porque hay ocasiones en que probablemente los parámetros no dan para disponer una solución precisa en algún lugar.
¿Cuál es la respuesta, entonces? El fortalecimiento de las regiones, lo cual nos permitirá entender al país de una manera distinta. Hoy existen los santiaguinos y los que viven fuera de Santiago. Pues bien, hay que entender que nuestro territorio, vasto y diverso, requiere políticas públicas precisas, así como que en cada uno de ellos hay gente que necesita apoyo. Y si está muy alejada del centro, donde no llega nadie, es el Estado el único que prácticamente puede suplir y dar solución a sus problemas.
Chile es complejo, es distinto, es difícil, pero avanza. Y para hacerlo tiene que focalizar sus recursos. Por lo tanto, este cambio de nombre y este énfasis se enfoca especialmente en los más vulnerables, en la clase media que debemos proteger. ¿Para qué? Para sacarlos adelante y que todos cuenten con las mismas oportunidades.
Es justicia dar a cada uno lo que merece. Y por eso voto a favor de esta iniciativa.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor MONTES (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general y en particular el proyecto (33 votos a favor y 3 abstenciones), con las modificaciones introducidas por las Comisiones de Gobierno y de Hacienda, dejándose constancia de que se cumple el quorumconstitucional exigido, y queda despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Goic, Órdenes, Provoste y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Kast, Latorre, Letelier, Montes, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Sandoval y Soria.
Se abstuvieron los señores Insulza, Quintana y Quinteros.
El señor MONTES (Presidente).- Le ofrezco la palabra al señor Ministro.


El señor MORENO (Ministro de Desarrollo Social).- Señor Presidente, por su intermedio, quiero agradecer a todos los Senadores por el apoyo enormemente mayoritario al proyecto, que no recibió ningún voto negativo.
Tal como ha expresado la inmensa mayoría, esta normativa nos permitirá desarrollar en mucho mejor forma las políticas sociales, poder considerar a los individuos dentro de su realidad familiar. Cualquiera de las personas con más recursos acude a resolver algunos de los problemas sociales de sus hijos, de sus adultos mayores. Y este es el mismo modo en que se resuelven: pidiéndoles a las familias que aporten a su solución, porque ese grupo de referencia, de acompañamiento, no puede ser reemplazado por nada. Uno puede colaborar, pero la única manera de tener éxito es trabajando en conjunto con ese grupo de personas, que quieren y comparten el día a día con quien tiene una dificultad. Esto puede ocurrir en cualquiera de las etapas de la vida y frente a cualquier problema.
Este Ministerio va a encargarse del tema del SENAME. Ya tenemos la Subsecretaría de la Niñez, tenemos el SENAMA, tenemos el área de la discapacidad, tenemos todo el ciclo de vida y la multiplicidad de problemas que afectan a las personas. Y este nuevo enfoque nos permitirá colaborar con ese grupo, en el cual las personas comparten la vida, comparten los cariños, comparten un proyecto y un apoyo mutuo. Eso marca una diferencia enorme en la tarea que el Estado debe realizar, la que, como ustedes saben, es muy amplia y compleja.
Así que simplemente agradezco este enorme respaldo, que se dio tanto en el trabajo en la Cámara como en las distintas Comisiones del Senado, donde la iniciativa también concitó gran adhesión. Creo que ello refleja el gran acuerdo que existe en cuanto a destinar mayores esfuerzos y recursos para superar los problemas sociales que Chile enfrenta.
Muchas gracias.