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CREACIÓN DE MINISTERIO DE FAMILIA Y DESARROLLO SOCIAL


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, en su tramitación en la Comisión de Gobierno, yo expresé mis dudas respecto de este proyecto.
Me parece que un énfasis o un nuevo enfoque en el diseño de ciertas políticas públicas no alcanzan a justificar un cambio en la denominación de un ministerio.
Mucho se habla de cuidar nuestras instituciones. Pues bien, tampoco podemos estar cambiando sus nombres periódicamente.
Este Ministerio nació como Oficina de Planificación; luego se llamó Ministerio de Planificación; posteriormente, Ministerio de Desarrollo Social; y ahora nuevamente se pretende modificar su denominación.
Si se trata de cambiarle el nombre, yo mismo propuse, cuando se creó la Subsecretaría de la Niñez, reemplazarlo por Ministerio de Desarrollo Social y de la Infancia, lo que me parecía pertinente a propósito de que en ese caso sí había un cambio en la estructura orgánica del Ministerio. Además, ello permitía dar expresión al principio tantas veces citado de "los niños primero". Pero, en este caso, no hay nuevas divisiones ni mayores cambios.
Pareciera que detrás de esta propuesta primara el objetivo comunicacional de dar un mayor perfil al discurso de "protección de la familia", en oposición a los proyectos que son mal calificados como "destructores de la familia", como el de matrimonio igualitario, el de identidad de género, entre otros.
Con todo, me parece que la solución aprobada en la Comisión de Hacienda es más apropiada, en el sentido de denominarlo "Ministerio de Desarrollo Social y Familia". Eso permite relevar el papel principal de esta repartición.
Pero, más allá del nombre, me preocupa el rol original de este Ministerio, referido a la planificación, y que se ha ido desdibujando en el tiempo.
Hay un déficit en la planificación en el Estado, por ejemplo, en materia de nuestra estrategia de desarrollo. Y, por otro lado, sigue habiendo un exceso de centralismo a la hora de la evaluación social de los proyectos, lo que dificulta la gestión de los gobiernos locales y regionales, más aún ahora que habrá gobernadores regionales electos.
A su vez, señor Presidente, este Ministerio tiene otras delicadas funciones, como la política hacia los pueblos indígenas, que requieren mayor atención. No sabemos si el Gobierno mantendrá su apoyo a la idea de crear un Ministerio para este fin.
Pese a todo lo anterior, en el sentido de que no la considero prioritaria, no voy a ser un obstáculo en la aprobación de la iniciativa y votaré a favor.