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OTORGAMIENTO DE RECONOCIMIENTO LEGAL A PUEBLO TRIBAL AFRODESCENDIENTE CHILENO


El señor MONTES (Presidente).- Corresponde, en primer lugar, tratar el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que otorga reconocimiento legal al pueblo tribal afrodescendiente chileno, con segundo informe de la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía.
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.625-17) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 54ª, en 17 de octubre de 2017 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía: sesión 57ª, en 9 de octubre de 2018.
Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía (segundo): sesión 83ª, en 2 de enero de 2019.
Discusión:
Sesión 60ª, en 16 de octubre de 2018 (se aprueba en general).
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Esta iniciativa fue aprobada en general en sesión de 16 de octubre de 2018.
La Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía deja constancia, para los efectos reglamentarios, de que los artículos 1º, 3º y 4º del proyecto no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones. Estas disposiciones deben darse por aprobadas, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador, con acuerdo unánime de los presentes, solicite su discusión y votación.
--Se aprueban reglamentariamente.
El señor LABBÉ (Secretario General).- La Comisión efectuó diversas enmiendas al texto aprobado en general, todas las cuales fueron aprobadas por unanimidad. Cabe recordar que las modificaciones unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifieste su intención de impugnar la proposición de la Comisión respecto de alguna de ellas o existieren indicaciones renovadas.
Sus Señorías tienen a disposición un boletín comparado que transcribe el texto aprobado en general, las enmiendas realizadas por la Comisión de Derechos Humanos y el texto como quedaría de aprobarse las modificaciones.
El señor MONTES (Presidente).- En discusión particular.
Ofrezco la palabra al Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, como tuve ocasión de decirlo cuando se aprobó en general este proyecto, estamos aquí poniendo fin a una injusticia con un pueblo que es parte de nuestra nación desde hace muchos años y al cual no solo se le han negado sus derechos -como ha ocurrido con otras minorías-, sino que, más aún, se le ha desconocido su existencia.
El pueblo tribal afrodescendiente chileno habita en nuestro país, especialmente en el norte, adonde llegaron sus ancestros en condición de esclavitud en los siglos XVI a XIX.
Tiene su identidad cultural, su idioma, su tradición histórica, sus instituciones y su cosmovisión.
La afrodescendencia guarda relación con la diáspora africana, esto es, con grupos de poblaciones provenientes del continente africano que fueron obligados a abandonar sus territorios originarios como víctimas de la esclavitud.
Su situación de desventaja con relación a otros grupos culturales ha sido reconocida por la comunidad internacional a través de distintas instancias en las que dicha temática ha adquirido un lugar central, que gira en torno al principio de no discriminación y, además, apunta a fortalecer la diversidad cultural étnica.
El número de esclavos que llegó a Chile no era muy elevado, pero sí la cantidad de sus descendientes, así como los esclavos que llegaron libres desde Perú, lo que da cuenta de una presencia africana relevante, pero, al mismo tiempo, poco visible, producto de la dificultad para aceptar que la cultura afro sí tuvo un papel activo en el desarrollo de nuestro país.
Como ha dicho un estudio de la Universidad de Tarapacá, esa resistencia estuvo en la base del desconocimiento sobre este pueblo. La frase "En Chile no hay negros" es bastante conocida. Muchos la hemos escuchado alguna vez.
Sin embargo, los afrodescendientes chilenos han dejado su huella cultural en todo el norte grande del país. Han combatido la discriminación y la negación manteniendo su unidad y riqueza cultural muy visible en cada evento público de nuestra Región.
Y se han abierto camino.
La acción importante y cada vez más visible de los afrodescendientes organizados es lo que ha promovido el reconocimiento de este grupo tribal y obligado a tomar medidas y definir políticas públicas que vayan fortaleciendo crecientemente su valoración.
Esta iniciativa nació de una moción presentada por el Diputado Luis Rocafull, quien nos acompaña hoy, la que fue apoyada por los Diputados Cariola, Farías, Hernando, Kort, Melo, Mirosevic, Poblete, Provoste y Soto. La Cámara Baja, por 91 votos a favor y una abstención, respaldó el proyecto que otorga reconocimiento legal al pueblo tribal afrodescendiente chileno.
De ese modo se reconoce no solamente la existencia de la etnia, sino también su identidad cultural, su idioma, su tradición histórica, sus instituciones, su cosmovisión.
El artículo 2º de la iniciativa define explícitamente el término "afrodescendiente". Dice: "Se entiende por afrodescendientes chilenos al grupo humano que, teniendo nacionalidad chilena en conformidad a la Constitución Política de la República, comparte la misma cultura, historia, costumbre, unidos por la conciencia de identidad y discurso antropológico, descendientes de la trata trasatlántica de esclavos africanos traídos al actual territorio nacional entre los siglos XVI y XIX y que se auto identifique como tal.".
He leído dicha norma, señor Presidente, porque en ella radica el cambio principal entre nuestra propuesta y el texto aprobado por la Cámara de Diputados. Esperamos que esta última la acepte.
Finalmente, creo que es importante recordar que este proyecto es un mínimo deseable para que un pueblo históricamente perseguido pueda ahora, gracias al reconocimiento que le conferirá esta futura ley, trabajar con los pueblos originarios y tribales protegidos por el Convenio 169 de la OIT, con el propósito de recuperar plenamente su dignidad, mostrarnos su cultura y enriquecernos con ella, además de contribuir a un país más justo, del cual son hijos e hijas desde hace cuatro siglos.
Con ello se podrán levantar con la dignidad de saber que los legisladores estamos dispuestos a aprobar políticas contra el racismo, la xenofobia y todo tipo de intolerancia que se realice en contra de los pueblos habitantes de nuestra patria.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Le ofrezco la palabra a la Senadora señora Muñoz.


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, deseo respaldar y hacer mías las palabras del Senador Insulza, dado que este proyecto de ley abre toda una comprensión y una promoción de la cultura afrodescendiente en nuestro país.
Quiero saludar y felicitar a las organizaciones de pueblos afrodescendientes de Chile, particularmente a las de Arica y Parinacota; a la señora Marta Salgado, quien ha liderado este trabajo con un gran equipo de personas (agrupaciones sociales afrodescendientes de la zona, estudiosos, investigadores de la cultura y la tradición afrodescendiente).
Cabe señalar que estamos en el debate en particular y, como lo ha señalado el señor Secretario, prácticamente todas las enmiendas introducidas por la Comisión fueron aprobadas por unanimidad.
Las modificaciones son muy similares al texto que habíamos aprobado en general acá, en esta Sala, y también en la Comisión.
Solamente el artículo 2°, tal como ha señalado el Senador Insulza, muestra un cambio sustantivo en lo que se comprende o entiende por "afrodescendientes chilenos", cambio que fue aprobado por unanimidad en la Comisión y es, en mi opinión, el más importante que realizó en relación con lo que ya habíamos aprobado en general, tanto en ese organismo como en esta Sala.
Por eso, señor Presidente, propongo que aprobemos esta iniciativa sin mayor debate, pues constituye un reconocimiento histórico y un reconocimiento del valor patrimonial que tiene la cultura del pueblo tribal afrodescendiente en nuestro país.
Anuncio mi voto a favor.
El señor MONTES (Presidente).- ¿Le parece a la Sala que abramos la votación, dado que se advierte bastante consenso en los contenidos del proyecto?
Acordado.
En votación particular.
--(Durante la votación).
El señor MONTES (Presidente).- Para fundamentar su voto, tiene la palabra el Senador señor Durana.


El señor DURANA.- Señor Presidente, el proyecto que hoy analizamos en particular causa gran emoción en los ariqueños y parinacotenses, pues viene a reparar, bajo un concepto de justicia histórica, el largo anhelo de los pueblos afrodescendientes en cuanto a ser reconocidos en su identidad cultural, idioma, tradición histórica, en función de sus instituciones y cosmovisión.
El texto incorpora, en esta etapa de su discusión, una mejor definición de los pueblos afrodescendientes chilenos, señalando que son las personas que se identifican como descendientes de los esclavos africanos que fueron traídos a Chile entre los siglos XVI y XIX.
Se trata, en consecuencia, de un grupo humano que ha cuidado la trasmisión de su cultura, sus usos, sus costumbres y tradiciones, en forma oral y por medio de la música, a través del tiempo.
Los ariqueños no nos concebimos sin los rostros, música y cultura de los afrodescendientes. Nuestra tierra los cobijó, los protegió de tormentos y los llenó de paz y esperanza. Sus ancestros encontraron en Arica un lugar de protección, y hoy nuestra región quiere reconocerles su derecho de identidad. Por eso le expresamos a este Honorable Senado nuestro agradecimiento por integrarlos a esta ley.
El reconocimiento de su identidad permitirá a los afrodescendientes chilenos ser consultados y ser partícipes cuando se dicten medidas legislativas y administrativas que los afecten. De esta forma, su reconocimiento no será una mera declaración, sino un reconocimiento real.
A partir de hoy, todos deberemos hacer esfuerzos para que los afrodescendientes chilenos también estén considerados en el próximo censo. Tuve el honor de autorizar, como intendente, un estudio de caracterización que permitió darles visibilidad. Y ojalá que hoy, con la ayuda de todos en este Honorable Salón, podamos decirles que van a tener visibilidad en su cultura y, por sobre todas las cosas, en sus tradiciones.
Voto que sí.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Huenchumilla.


El señor HUENCHUMILLA.- Señor Presidente, considero que este proyecto de ley es de toda justicia. Sin embargo, quiero hacer dos o tres observaciones respecto de sus artículos 2° y 7°, porque me parece que, si queremos hacer realmente justicia, debemos tener claridad en lo que estamos haciendo.
Es primera vez que el Parlamento chileno legisla en relación con el efecto de un tratado internacional, que es el Convenio 169 de la OIT, específicamente sobre la letra a) de su artículo 1, que es distinto de la letra b) de la misma disposición, vigente en Chile y sobre la cual ya se ha legislado.
Me explico.
En nuestro país hemos legislado sobre los pueblos indígenas, en el entendido de que lo hemos hecho en el marco de la letra b) del artículo 1 del Convenio 169. Es decir, hemos legislado sobre pueblos anteriores a la formación del Estado chileno.
Es primera vez que vamos a incorporar, a los efectos del referido instrumento internacional, no a un pueblo indígena, sino a un pueblo tribal, cuya definición -vuelvo a insistir- está en la letra a) del artículo 1 del Convenio.
Sobre esa materia no tenemos ni jurisprudencia ni legislación. Y por eso me llaman la atención dos cosas relacionadas con el artículo 2° del proyecto de ley.
Primero, señala que los afrodescendientes chilenos fueron "traídos al actual territorio nacional entre los siglos XVI y XIX". Yo debo entender que estamos excluyendo el siglo XIX y que fueron traídos no en ese siglo, porque, de lo contrario, significaría estar reconociendo a un pueblo tribal que llegó después de la formación del Estado, lo cual daría pie, probablemente y en teoría, a que surgieran grupos de inmigrantes de otras partes del mundo que también alegaran su condición de pueblo tribal, que tal vez podrían tener, aunque en otras condiciones.
Por lo tanto, quiero interpretar esta disposición y aprobarla en el entendido que estamos hablando de un pueblo tribal que llegó al país antes de la formación del Estado, para precavernos de todo este proceso que estamos discutiendo sobre la inmigración, que podría traernos otro tipo de consecuencias jurídicas no deseadas.
Aquí, lo que queremos es hacer justicia al pueblo tribal afrodescendiente, pero en el entendido de que llegó a territorio nacional antes de la formación del Estado chileno.
Lo segundo es que acá vemos la contradicción que tenemos como sociedad. En el mismo artículo 2° del proyecto se señala: "Se entiende por afrodescendientes chilenos al grupo humano que, teniendo la nacionalidad chilena (...)". Y justamente los estamos reconociendo porque tienen otra nacionalidad, porque son una nación distinta, porque tienen una cultura, una historia, una costumbre, una conciencia y un discurso antropológico propios, distintos, diferentes del que tiene la nación chilena. Si tuvieran la misma nacionalidad, seríamos todos iguales. Pero acá hay una diferencia.
Por lo tanto, esta redacción, siendo de buena fe y con buenas intenciones de hacer justicia, refleja la profunda contradicción que tenemos, porque queremos reconocer que son distintos pero, al mismo tiempo, se dice que poseen la nacionalidad chilena. Si pensamos que son distintos, la diversidad hace, precisamente, que se trate de otros pueblos, de otras naciones a las cuales incorporamos y les reconocemos esa diversidad.
Ahora, yo entiendo que este es un debate mayor que en algún minuto tendremos que realizar en Chile en cuanto a si somos o no un Estado plurinacional bajo un concepto de Estado unitario: unidad en la diversidad. Pero, a mi juicio, el artículo 2° refleja una discusión no resuelta en nuestra sociedad.
Finalmente, señor Presidente, el artículo 7° del proyecto establece que un reglamento "podrá" ejecutar lo que disponen los artículos 4° y 6°. Si nosotros utilizamos la palabra "podrá", la pregunta es: ¿estamos consagrando una norma facultativa? Porque señala que se "podrá" dictar un reglamento en el plazo de un año. O sea, si quiere lo dicta y si quiere no lo dicta. Y yo entiendo que lo que nosotros queremos es que se dicte un reglamento dentro de un año y no entregarle una decisión facultativa al Poder Ejecutivo.
Con estas prevenciones, señor Presidente, voto favorablemente el proyecto.
El señor MONTES (Presidente).- Le ofrezco la palabra al Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, obviamente sería interesante tomar en consideración las reflexiones del Senador Huenchumilla, sobre todo la primera, que me parece que podría tener consecuencias posteriores en materia de reivindicaciones de otro origen.
Con respecto a la propuesta misma, para felicidad nuestra, dada su intención, me asiste un compromiso personal adquirido en Arica y Parinacota con las comunidades afrodescendientes, que están bastante organizadas.
Déjenme decirles que la comunidad afrodescendiente no solo representa un tercio de la población de América Latina, sino que además tiene presencia en nuestra historia. Ya en el año 1777 el gobernador de la época realizó un censo que arrojó que en el Reino de Chile un 73,5 por ciento de sus habitantes eran blancos; un 7,9 por ciento, mestizos; un 8,6 por ciento, indígenas, y un 9,8 por ciento, negros. Así se los calificaba en esa época. Pero censos posteriores, por ejemplo uno realizado en 1846 y aplicado en la entonces provincia de Arica, hablan de que el 50 por ciento de la población era negra.
Y hay estudios más recientes. En el año 2013 el Instituto Nacional de Estadísticas realizó la primera encuesta de caracterización de población afrodescendiente en la misma Región de Arica y Parinacota, cuyos resultados arrojaron un total de 8.415 afrodescendientes, correspondientes a un 4,7 por ciento de los habitantes.
Lo anterior indica que, además de la estadística, está la experiencia de la actividad real, concreta, y la presencia de dicha comunidad en la sociedad regional, no solo en materia de fiestas religiosas, tradiciones culinarias, costumbres, gastronomía, sino también en un proyecto internacional denominado "Candela de Componente Genético Africano", realizado en México, Colombia, Paraguay y Chile, que estableció que en nuestro país el 4 por ciento del componente genético de la población corresponde a raza africana.
Por consiguiente, se dan las condiciones comentadas por el Senador Huenchumilla en cuanto a que su presencia en Chile, forzada en su origen, data de antes de la formación de nuestro Estado nacional. O sea, hay un reconocimiento legal, de modo que sus tradiciones, sus valores, sus diferencias, sus particularidades, deben ser legítimamente reconocidas por la ley.
Apoyo el proyecto, señor Presidente, pero considero que lo planteado por el Senador Huenchumilla amerita una reflexión sobre la materia.
Gracias.
El señor MONTES (Presidente).- Ofrezco la palabra al Senador señor Latorre.


El señor LATORRE.- Señor Presidente, tal como expusieron los representantes afrodescendientes chilenos en la Comisión de Derechos Humanos del Senado, la llegada de sus ascendientes a nuestro país se produjo, principalmente, en tiempos de la Conquista, siendo participantes activos de la construcción de las actuales naciones del sur y de los procesos de independencia de los países donde fueron traídos.
Los africanos fueron obligados a cruzar el Atlántico en galeras, raptados de sus tierras, convertidos en soldados o en esclavos para labores agrícolas y de servidumbre, sometidos al dominio de adinerados terratenientes tanto en el Perú como en nuestro país.
La comunidad afrodescendiente, a pesar de representar un tercio de la población de América Latina, ha sido marginada e invisibilizada en forma permanente de las políticas de los gobiernos, experimentando niveles desproporcionados de pobreza y de exclusión social a nivel global.
En Chile no es posible otorgar una cifra exacta del número de afrodescendientes, incertidumbre que se explica por la falta de reconocimiento legal de este pueblo. Sin embargo, según datos de la primera encuesta de caracterización de este segmento de la población, realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas el 2013, se estableció que en la Región de Arica y Parinacota, donde hay mayor concentración de su comunidad, existen unas 8 mil 500 personas afrodescendientes, lo que corresponde a cerca del 5 por ciento de la población total. También hay presencia de la comunidad afrodescendiente en distintas regiones del territorio nacional.
El aporte de la cultura se manifiesta en muchos aspectos. Por ejemplo, en nuestra lengua encontramos vocablos africanos tales como banana, bochinche, ganga, entre otros. Así también se dice que nuestro baile nacional, la cueca, tiene matices africanos que se manifiestan en la zamacueca, baile afroperuano de gran moda en los años posteriores a la Independencia y antecesora de nuestro baile nacional. Por otro lado, la "Pascua de los Negros", que ya es parte de nuestra sociedad chilena, tiene sus raíces en el pueblo africano y sus orígenes se remontan al siglo XVIII.
En Arica se encuentra la "Ruta del Esclavo", que es un circuito de memoria que busca difundir en su recorrido las costumbres y tradiciones de los esclavos africanos que fueron traídos a América hace más de cuatrocientos años acompañando a los conquistadores, entre otros reconocimientos del aporte cultural afro.
Chile ha participado en instancias internacionales en la materia, asumiendo compromisos importantes para la inclusión de la variable afrodescendiente en las políticas públicas, y en concreto, en los censos de la población, hacia la inclusión del enfoque étnico.
En resumidas cuentas, el reconocimiento formal al pueblo tribal afrodescendiente chileno constituye un primer paso en su identificación como comunidad con sus respectivos derechos humanos legales, sociales y culturales.
En cuanto a lo que comentaba el Senador Huenchumilla sobre la dictación de uno o más reglamentos y el uso de la forma verbal "podrá" y no la forma "deberá" en el artículo 7°, cabe señalar que en la Comisión de Derechos Humanos escogimos la opción facultativa, dado que ello corresponde a una iniciativa exclusiva del Ejecutivo y nosotros no tenemos atribución para imponerle que dicte el reglamento en determinado tiempo.
Finalmente, señor Presidente, quiero manifestar que en Chile se han realizado diversos seminarios y encuentros de la comunidad internacional vinculados a los derechos humanos para dar este paso de reconocimiento y de justicia histórico al pueblo afrodescendiente. Así que este proyecto -insisto- constituye un primer paso en la línea de una política pública de derechos humanos.
Gracias.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, considero importante el proyecto de ley que aprobamos el día de hoy. No voy a realizar una descripción de su texto, puesto que los colegas que me han antecedido en el uso de la palabra ya lo han hecho.
"Reconocimiento, justicia y desarrollo" para el pueblo afrodescendiente es lo que comienza a construir la presente iniciativa, bajo la consigna que Naciones Unidas impulsó en el año 2014 como Decenio Internacional de los Afrodescendientes.
Recién cuatro años más tarde estamos teniendo el mínimo acto de justicia hacia este pueblo ancestral al reconocerlos legalmente por medio del proyecto de ley que nos ocupa.
Sin perjuicio de todo aquello y de las virtudes de esta propuesta legal, que, como he manifestado, ya han sido descritas y constituyen un enorme avance, desafortunadamente, en lo tocante a las medidas concretas para hacer efectivo su propio desarrollo y vivencia identitaria en Chile, no se contó con el patrocinio del Ejecutivo para incorporarlas dentro de la institucionalidad nacional como un deber del Estado, por lo que el proyecto de ley solo puede expresar hoy una voluntad del Estado de "procurar".
Mi colega el Senador Francisco Huenchumilla ya citó las normas, por lo que no voy a entrar a leerlas, pero se intenta procurar:
-Que el sistema nacional de educación contemple una unidad programática que posibilite a los educandos el adecuado conocimiento de la historia, lenguaje y cultura de los afrodescendientes, y promover sus expresiones artísticas y culturales desde el nivel preescolar y en los niveles básico, medio y universitario (artículo 4°).
-Así como que sean incluidos en los censos de la población nacional (artículo 6°).
Ello, no obstante que el INE reconoce que en el censo del 2012 "se testeó la incorporación del autorreconocimiento afrodescendiente en el cuestionario censal; que se consultó a las personas si se consideraban negros, afrodescendientes o ninguna de las anteriores; y señaló que la pregunta causó desconcierto generalizado, incluso molestia, rechazo y bromas; que la alternativa `negro' ayudó a comprender el sentido de la pregunta, ya que el concepto de `afrodescendiente' no se entendió".
¿Qué mejor muestra de la invisibilidad en la que viven y de los fuertes prejuicios, desconocimiento y falta de valoración de su cultura necesitamos para reconocer la existencia y valor de un pueblo ancestral? Un pueblo que, además, históricamente ha sido objeto de un trato inhumano por parte de culturas dominantes que los sometieron por la fuerza y se sirvieron de muchos de sus miembros.
No obstante lo anterior, la propuesta de incorporarlos en el censo abreviado del 2017 fue denegada por el Instituto Nacional de Estadísticas.
En base a los estándares internacionales de derechos humanos que rigen en la materia, el proyecto no resulta del todo suficiente por lo reducido de los aspectos abordados, los cuales se centran en el reconocimiento legal y cultural de los afrodescendientes, dejando de lado aspectos básicos para el desarrollo integral y digno de este grupo de personas históricamente vulnerado en temas relativos a vivienda, salud, previsión social, participación activa, trabajo, entre otros.
El proyecto únicamente logra tener efecto simbólico en el plano cultural, sin avanzar más allá en cuanto al conjunto de efectos prácticos en que pretende incidir.
Es fundamental, por cierto, y lo hago ver, señor Presidente:
-Mejorar la forma en que quedan plasmadas las obligaciones del Estado a fin de redactarlas de una manera más directa y exigible.
-Incluir una definición de los organismos públicos que se van a hacer cargo de la promoción de los derechos de este colectivo, para evitar dilaciones e interpretaciones futuras que dejen al arbitrio de un gobierno la decisión sobre la ejecución de los mandatos de esta futura ley.
Ello implica la incorporación de disposiciones que traten de manera directa la erradicación de todas las formas de discriminación hacia la comunidad afrodescendiente, asumiendo la obligación de los órganos del Estado en este sentido.
Lamentablemente, el Ejecutivo, al parecer, no estuvo disponible para ello.
No obstante, con la prevención manifestada, voto a favor, pues comparto plenamente la necesidad y el fondo de este proyecto de ley, ya que reconoce la necesidad de integración y de dar garantía a esta población que reside en nuestro país.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Provoste.


La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, deseo saludar de manera muy especial al Diputado Luis Rocafull, quien es el autor principal de la iniciativa. Y agradezco el que nos haya permitido ser parte, en la Cámara de Diputados, del apoyo a esta moción y del acompañamiento a tantos y tantas, porque ha sido particularmente notoria la presencia de los afrodescendientes en el extremo norte de Chile.
Ya lo destacó el Senador José Miguel Insulza. Su empuje y emprendimiento han sido claves, por ejemplo, para el desarrollo agrícola del Valle de Azapa, que abastece a muchas regiones de distintos productos, en donde están a la mano la tradición, la disciplina y la cultura del mundo afrodescendiente.
No nos cabe ninguna duda de que ellos han enriquecido el acervo cultural chileno al aportar elementos propios de su identidad.
Estos antecedentes, que son la historia viva, los rostros, la cultura que se vive y se respira en los valles de la hoy Región de Arica y Parinacota, fueron los que llevaron a presentar esta iniciativa, que actualmente se discute en el segundo trámite, y que se votó favorablemente en la Cámara Baja. Y hoy participamos en este segundo trámite, y esperamos que último, antes de que sea ley de la república.
Esto lo hacemos, señor Presidente, porque creemos que no existe diferencia entre nuestros pueblos originarios y los afrodescendientes en cuanto a su pertenencia a la nación y a su historia. En consecuencia, hay que darles el espacio que se merecen y que reclaman con justicia, que es la idea matriz del proyecto.
En 2015 se llevaron adelante esfuerzos desde Naciones Unidas. Así, se emitió una declaración para instar a los Estados Partes a reforzar la protección y promoción de la cultura de las personas pertenecientes a los grupos afrodescendientes dispersos en variadas partes del mundo. Y, desde esa perspectiva, la moción busca sintonizar nuestra legislación con las demandas de organismos tan importantes como Naciones Unidas, que se ponga a la altura de lo que son las exigencias del Convenio N° 169 de la OIT, que consagra medidas similares a las que estamos discutiendo.
Quiero destacar -porque, por cosas de la vida, el Senador Insulza hoy representa a esa región- que la propia Organización de Estados Americanos creó una relatoría especial para la protección de los derechos de los afrodescendientes, con especial énfasis en garantizar su participación en la vida pública.
¿Y por qué nos preocupa tanto lo anterior? Porque Arica y Parinacota son parte del cariño, del esfuerzo y de la valoración que muchos de nosotros sentimos por ellos.
En 2013, el Instituto Nacional de Estadísticas, a punta de bastante presión de organizaciones afrodescendientes, hizo una primera encuesta de caracterización. Y ya en esa fecha se indicaba que unas 8 mil 500 personas de Arica se reconocían como afrodescendientes, lo cual da cuenta de que existe una población muy significativa en ese territorio.
Quiero saludar a quienes fundaron la ONG Oro Negro, que nos acompañaron hace algunos años en la Cámara de Diputados con su música, con su cultura y con esta energía tan positiva que transmiten. Fue la primera experiencia de organización de los afrodescendientes en Chile. Agradezco particularmente a Sonia y a Marta Salgado.
El Diputado Rocafull me pidió recordar, en particular, al ex Senador Humberto Palza, quien también se autoidentificaba con una causa tan importante como esta y la apoyaba.
Con gran entusiasmo, voto a favor.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, me parece que el debate ha sido muy interesante e ilustrativo. Sobre todo porque nunca hemos hecho un reconocimiento a lo que ha sido la vida y el aporte de esta cultura que, por razones distintas, llegó a nuestro país fundamentalmente en la época de la Colonia. Lógicamente, se asentaron acá y han mantenido sus tradiciones, su cultura, su identidad y su idioma, en algunos casos.
Solicité la palabra a propósito de la intervención del colega Francisco Huenchumilla, porque considero que planteó un argumento que es bueno aclarar desde el punto de vista conceptual.
Me refiero a lo que indicó respecto a la inquietud que se genera al no dejar establecida con claridad una definición.
Me explico.
En el artículo 2° se dispone: "Se entiende por afrodescendientes chilenos al grupo humano que, teniendo nacionalidad chilena en conformidad a la Constitución Política de la República, comparte la misma cultura, historia, costumbre, unidos por la conciencia de identidad y discurso antropológico...", etcétera. Y se señala que son aquellos afrodescendientes con nacionalidad chilena "descendientes de la trata trasatlántica de esclavos africanos traídos al actual territorio nacional entre los siglos XVI y XIX".
Lo relevante es poner como hito, de acuerdo a lo que planteó mi colega Huenchumilla -lo hablábamos recién-, que son los descendientes de quienes llegaron a nuestro país antes de la constitución del Estado de Chile.
Eso es lo que genera la inquietud, porque se hace la referencia al siglo XIX. Pero considero que perfectamente se puede agregar en donde dice "de la trata trasatlántica de esclavos africanos traídos al actual territorio nacional entre los siglos XVI y XIX antes de la constitución del Estado de Chile" la frase "que se autoidentifique como tal".
Estimo que eso es lo que marca la separación de quienes pueden ser considerados afrodescendientes que constituyan un pueblo tribal que sea reconocido en la ley. En el resto, me parece que lo que se ha planteado merece la aprobación por parte del Congreso.
No sé si existirá acuerdo para hacer esta enmienda directamente acá, en la Sala.
El señor INSULZA.- Estoy de acuerdo en tratarlo, pero no estaría de acuerdo...
El señor PIZARRO.- Sí se puede. Por unanimidad es posible.
El señor MONTES (Presidente).- ¿Habría acuerdo para incorporar esta enmienda?
No hay acuerdo.
Senador señor Pizarro, ¿terminó su intervención o va a continuar?
El señor PIZARRO.- Señor Presidente, estaba terminando cuando me interrumpió el Senador Insulza.
Pero si quiere le otorga la palabra.
El señor MONTES (Presidente).- Sí. Es que él es un representante de la zona.
El señor PIZARRO.- Señor Presidente, el Senador Insulza señala que no se puede. Pero en esta Sala, cuando hemos tenido acuerdo unánime respecto a una enmienda en la misma línea de discusión que se ha hecho en la Comisión...
El señor MONTES (Presidente).- Señor Senador, el problema es que si no existiera acuerdo de la Sala terminaríamos en Comisión Mixta.
Por eso es que...
La señora RINCÓN.- Se puede cuando hay acuerdo.
El señor MONTES (Presidente).- Así es. Pero el Senador señor Insulza no lo está.
La señora RINCÓN.- No. Él no dijo que no estaba de acuerdo.
El señor MONTES (Presidente).- A mí me lo dijo.
Terminemos con la lista de inscritos y, posteriormente, el Senador señor Insulza puede referirse a la propuesta del Senador señor Pizarro.
¿Usted le concede una interrupción?
El señor PIZARRO.- Sí, señor Presidente.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Porque ya estamos en votación.
El señor MONTES (Presidente).- Sí, ya estamos en votación.
Tiene la palabra el Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, es muy cierto lo que ha indicado el Senador Huenchumilla. Y lo que propone ahora el Senador Pizarro plantea un problema.
El Estado chileno se creó en 1810; eso es real. El problema es que hay una parte del Estado chileno que pasó a serlo en 1929. Y, como ustedes sabrán, es muy impresionante la cantidad de gente de Arica que tiene antepasados nacidos en Tacna. Y entre ella hay un número importante de personas de origen afro que salió del Perú para emigrar a Chile después de 1929. Estas tienen el mismo origen étnico, la misma familia de todos quienes ya estaban en Arica.
Entonces, imponer a esa gente y a sus descendientes esa condición los deja fuera del grupo tribal, en circunstancias de que, probablemente -no estoy seguro-, muchas de las personas de ese grupo tienen su origen en familias tacneñas.
Ese es el problema.
El señor MONTES (Presidente).- Le ofrezco la palabra al Senador señor Harboe.


El señor HARBOE.- Señor Presidente, quiero felicitar a los autores de la moción, dentro de ellos al Diputado señor Luis Rocafull, quien siempre ha estado trabajando en este tipo de materias, y anuncio que concurriré con mi voto favorable a este proyecto.
Me parece que es muy importante reconocer a la comunidad afrodescendiente como un pueblo ancestral, de acuerdo a nuestra legislación.
Asimismo, quiero aprovechar la oportunidad para reivindicar dos temas que me parecen fundamentales en esta materia.
El primero dice relación con el reconocimiento constitucional de nuestros pueblos originarios.
Este es un tema que se ha discutido mucho.
Internacionalmente hemos sido compelidos en reiteradas oportunidades a hacer dicha modificación, pero es evidente que hoy día registramos un tremendo retraso.
Chile necesariamente debe establecer en su Constitución Política de la República el reconocimiento constitucional a los pueblos originarios y consagrar la pluriculturalidad de nuestra nación.
Es evidente que eso se requiere en nuestro país.
Un segundo punto dice relación con el mismo proceso que se está realizando hacia las comunidades afroamericanas: el reconocimiento legal del pueblo pehuenche como cultura ancestral.
El pueblo pehuenche es originario de las zonas cordilleranas, de lo que hoy día se conoce como la "comuna de Alto Biobío".
Cabe hacer presente que el pueblo pehuenche tiene diferencias con el mapuche.
La etnia pehuenche está eminentemente vinculada a la estacionalidad. Durante el verano migran hacia las altas cumbres, incluso pasan a Argentina con su ganado, y en invierno bajan al plano por las nevazones.
Ahí están los wentrus, los hombres, quienes recolectan piñones, dihueñes, avellanas, etcétera, y las lamienes, las mujeres, dedicadas al tallado de la madera.
¿Qué quiero plantear con esto? Que la mapuche y la pehuenche son culturas diferentes, a las cuales muchas veces se las confunde.
En materia de ceremonial, por ejemplo en el guillatún, que es su principal ceremonia y que se realiza dos veces al año (durante tres días comparten la comida, la sabiduría de sus loncos, etcétera), la mujer pehuenche usa una pañoleta, a diferencia de la mapuche que viste un cintillo de plata.
En Alto Biobío existen doce comunidades que, bajo el amparo del alcalde Nivaldo Piñaleo, propio y originario de la cultura pehuenche, han llamado en reiteradas oportunidades a las autoridades a otorgar el reconocimiento legal al pueblo pehuenche como cultura ancestral.
Por eso, hago un llamado al Gobierno para que nos ayude a fin de iniciar este proceso de reconocimiento con el objeto de que la cultura pehuenche tenga su reconocimiento legal y se incorpore dentro de aquellas que hoy día consagra nuestra legislación.
Voto a favor del proyecto y aprovecho -como digo- de reivindicar el reconocimiento legal al pueblo pehuenche.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Muñoz.


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, solo quiero intervenir como integrante de la Comisión de Derechos Humanos para manifestar que la propuesta que ha hecho el Senador Huenchumilla, que pone el acento en el tema de la constitución del Estado de Chile, fue discutida y analizada por la Comisión.
No fue un tema que pasáramos por alto, sino que -como explicaba muy bien el Senador Insulza- tuvimos a la vista la fecha de constitución del Estado de Chile, pues ello podría haber dejado a muchos integrantes de los pueblos afrodescendientes fuera de la consideración y del reconocimiento de su ancestralidad.
Entonces, no se trató de un tema baladí para la Comisión ni que esta no tuviera a la vista. Al contrario, lo estudiamos rigurosamente y por eso llegamos a la redacción que proponemos.
Los otros temas que planteó el Senador Huenchumilla son sumamente atendibles, pero van más al fondo.
Al respecto, pienso que se podría abrir un trabajo entre Comisiones integradas para abordar esta problemática de una manera más global.
Además, debo hacer presente que hubo un plazo largo para presentar indicaciones, durante el cual pudimos haber abordado ese tema. Sin embargo, no se hizo.
Hoy día la expectativa de muchos dirigentes afrodescendientes está puesta en que el Senado de la República, ya en su segundo trámite, pueda despachar este proyecto para que se transforme en ley a la brevedad, dado que hemos hecho un gran esfuerzo.
Aquí están presentes la ex Diputada y actual Senadora señora Yasna Provoste y el Diputado Luis Rocafull, quienes demuestran que este esfuerzo viene desde hace bastante tiempo.
Por lo tanto, señor Presidente, pido que despachemos el proyecto, entendiendo que hubo -quiero dejar constancia para la historia de la ley- una atención rigurosa de la Comisión de Derechos Humanos con relación al tema de la constitución del Estado de Chile y el impacto que ello tiene en el reconocimiento de la ancestralidad de muchas personas afrodescendientes.
El señor MONTES (Presidente).- Le ofrezco la palabra al Senador señor Huenchumilla, para referirse a la diferencia que se ha provocado.


El señor HUENCHUMILLA.- Señor Presidente, mi punto alude solamente a lo siguiente y es bueno que el Senado lo tenga presente.
Con este proyecto nosotros estamos abriendo la puerta a la posibilidad de que grupos humanos que llegaron después de la constitución del Estado chileno puedan reclamar este estatuto jurídico.
Si estamos conscientes de eso, bueno, simplemente votemos el proyecto como está y será ley de la república.
Sin embargo, creo que estamos sentando un precedente y abriendo una caja, sobre todo cuando hoy día enfrentamos una cuestión clave en toda la discusión presente y futura a raíz del tema de la inmigración.
Ese es exclusivamente mi punto.
Por eso, quiero asumir mi propia responsabilidad, no por este debate sino por lo que puede suceder a futuro, toda vez que la explicación que dio el Senador Insulza abre una puerta que hasta el minuto no estaba abierta en la legislación chilena.
Simplemente quiero que tengamos conciencia de la manera como estamos tramitando este proyecto, sin perjuicio de la justicia que se está haciendo respecto del pueblo afrodescendiente, con lo cual estoy completamente de acuerdo.
Solamente quiero hacer esta prevención para que legislemos bien y midamos las consecuencias de los actos jurídicos que estamos llevando a cabo hoy día mediante este proyecto de ley.
Eso es todo, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Gracias, señor Senador.
La verdad es que nos hallamos en votación y ya han emitido su pronunciamiento las señoras y los señores Senadores.
Dejamos constancia de la aprensión y la visión del Senador Huenchumilla.
Efectivamente, se trata de un tema que aquí no estamos en condiciones de resolver. No hubo una propuesta que permitiera generar unidad sobre el particular.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor MONTES (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueban las modificaciones propuestas por la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía (37 votos a favor y una abstención), y el proyecto queda aprobado en particular y despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Chahuán, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
Se abstuvo el señor García.