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OTORGAMIENTO DE RECONOCIMIENTO LEGAL A PUEBLO TRIBAL AFRODESCENDIENTE CHILENO


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, considero importante el proyecto de ley que aprobamos el día de hoy. No voy a realizar una descripción de su texto, puesto que los colegas que me han antecedido en el uso de la palabra ya lo han hecho.
"Reconocimiento, justicia y desarrollo" para el pueblo afrodescendiente es lo que comienza a construir la presente iniciativa, bajo la consigna que Naciones Unidas impulsó en el año 2014 como Decenio Internacional de los Afrodescendientes.
Recién cuatro años más tarde estamos teniendo el mínimo acto de justicia hacia este pueblo ancestral al reconocerlos legalmente por medio del proyecto de ley que nos ocupa.
Sin perjuicio de todo aquello y de las virtudes de esta propuesta legal, que, como he manifestado, ya han sido descritas y constituyen un enorme avance, desafortunadamente, en lo tocante a las medidas concretas para hacer efectivo su propio desarrollo y vivencia identitaria en Chile, no se contó con el patrocinio del Ejecutivo para incorporarlas dentro de la institucionalidad nacional como un deber del Estado, por lo que el proyecto de ley solo puede expresar hoy una voluntad del Estado de "procurar".
Mi colega el Senador Francisco Huenchumilla ya citó las normas, por lo que no voy a entrar a leerlas, pero se intenta procurar:
-Que el sistema nacional de educación contemple una unidad programática que posibilite a los educandos el adecuado conocimiento de la historia, lenguaje y cultura de los afrodescendientes, y promover sus expresiones artísticas y culturales desde el nivel preescolar y en los niveles básico, medio y universitario (artículo 4°).
-Así como que sean incluidos en los censos de la población nacional (artículo 6°).
Ello, no obstante que el INE reconoce que en el censo del 2012 "se testeó la incorporación del autorreconocimiento afrodescendiente en el cuestionario censal; que se consultó a las personas si se consideraban negros, afrodescendientes o ninguna de las anteriores; y señaló que la pregunta causó desconcierto generalizado, incluso molestia, rechazo y bromas; que la alternativa `negro' ayudó a comprender el sentido de la pregunta, ya que el concepto de `afrodescendiente' no se entendió".
¿Qué mejor muestra de la invisibilidad en la que viven y de los fuertes prejuicios, desconocimiento y falta de valoración de su cultura necesitamos para reconocer la existencia y valor de un pueblo ancestral? Un pueblo que, además, históricamente ha sido objeto de un trato inhumano por parte de culturas dominantes que los sometieron por la fuerza y se sirvieron de muchos de sus miembros.
No obstante lo anterior, la propuesta de incorporarlos en el censo abreviado del 2017 fue denegada por el Instituto Nacional de Estadísticas.
En base a los estándares internacionales de derechos humanos que rigen en la materia, el proyecto no resulta del todo suficiente por lo reducido de los aspectos abordados, los cuales se centran en el reconocimiento legal y cultural de los afrodescendientes, dejando de lado aspectos básicos para el desarrollo integral y digno de este grupo de personas históricamente vulnerado en temas relativos a vivienda, salud, previsión social, participación activa, trabajo, entre otros.
El proyecto únicamente logra tener efecto simbólico en el plano cultural, sin avanzar más allá en cuanto al conjunto de efectos prácticos en que pretende incidir.
Es fundamental, por cierto, y lo hago ver, señor Presidente:
-Mejorar la forma en que quedan plasmadas las obligaciones del Estado a fin de redactarlas de una manera más directa y exigible.
-Incluir una definición de los organismos públicos que se van a hacer cargo de la promoción de los derechos de este colectivo, para evitar dilaciones e interpretaciones futuras que dejen al arbitrio de un gobierno la decisión sobre la ejecución de los mandatos de esta futura ley.
Ello implica la incorporación de disposiciones que traten de manera directa la erradicación de todas las formas de discriminación hacia la comunidad afrodescendiente, asumiendo la obligación de los órganos del Estado en este sentido.
Lamentablemente, el Ejecutivo, al parecer, no estuvo disponible para ello.
No obstante, con la prevención manifestada, voto a favor, pues comparto plenamente la necesidad y el fondo de este proyecto de ley, ya que reconoce la necesidad de integración y de dar garantía a esta población que reside en nuestro país.