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ESTABLECIMIENTO DE LEY NACIONAL DEL CÁNCER


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, tal como se ha dicho acá, probablemente todos tenemos o hemos tenido algún familiar, amigo o persona cercana que ha sufrido algún tipo de cáncer.
No es un hecho inusual, pues se trata de una de las enfermedades que más han aumentado a nivel global. En Chile, es la segunda causa de muerte -la primera son los problemas circulatorios- y ya es la primera en cinco regiones del territorio nacional.
Arica y Parinacota, Antofagasta, Coquimbo, Los Lagos y Aysén presentan -según datos del INE del año 2017- la mayor incidencia con esta patología. Solo ese año fallecieron en nuestro país 25 mil 764 personas producto de algún tumor maligno.
El cáncer es, además, una enfermedad transversal. Afecta a todos por igual, sin importar raza, nacionalidad, etnia o capacidad económica.
Pero la oportunidad de su detección y el acceso a un tratamiento de punta, a medicinas de última generación y a cuidados paliativos integrales sí dependen de la disponibilidad de recursos.
En nuestro país, solo un 30 por ciento de los tipos de cáncer está cubierto por el sistema GES.
¿Cómo es posible que las personas de menores recursos dispongan de menos posibilidades de sobrevivir a esta enfermedad que la gente más adinerada?
El Estado no puede quedar ajeno ni menos ser cómplice de esta incómoda realidad.
Otro tema relevante para los habitantes de regiones es la falta de atención especializada en la mayoría de ellas. No es posible que las personas que viven lejos del centro cuenten con menos posibilidades de atención médica y tratamientos que aquellas que habitan en las grandes conurbaciones de la zona central.
Es imperativo fortalecer a las regiones con centros de mayor complejidad, de modo que las personas no estén obligadas a trasladarse hacia el centro de nuestro país para recibir un tratamiento digno.
Tenemos que ser capaces de lograr cobertura total de atención para una de las patologías que más enferma a Chile.
La prevención, sabemos, es un factor clave. El diagnóstico precoz resulta fundamental para afrontar la enfermedad.
Esperamos que este proyecto sea una herramienta efectiva, que modifique la realidad actual del cáncer en nuestro país.
La iniciativa que nos ocupa incentiva la colaboración privada. No me opongo a ella. Por el contrario, creo en la alianza público-privada. Pero principalmente creo en el esfuerzo que pueda realizar el Estado para afrontar los nuevos desafíos que implica que cada día más gente sea diagnosticada con cáncer en nuestro país.
No podemos permitir que cada año miles de chilenos sigan muriendo porque no tuvieron acceso a un diagnóstico oportuno o a un tratamiento adecuado.
Acortar las brechas y terminar con las diferencias es labor de todos.
Y antes de finalizar, señor Presidente, quiero felicitar a la colega Carolina Goic por todo el esfuerzo, tesón y empuje que ha puesto en este proyecto de ley.
Voto a favor.