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PRÓRROGA DE PERMANENCIA DE TROPAS Y MEDIOS NACIONALES EN BOSNIA Y HERZEGOVINA


El señor MONTES (Presidente).- Conforme a lo resuelto recién por la Sala, corresponde ocuparse en el oficio mediante el cual Su Excelencia el Presidente de la República solicita el acuerdo del Senado para prorrogar, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2019, la permanencia de tropas y medios nacionales en Bosnia y Herzegovina, con informe de las Comisiones de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional, unidas, y la urgencia establecida en el párrafo segundo del número 5) del artículo 53 de la Carta Fundamental.
--Los antecedentes sobre el oficio (S 2.032-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Se da cuenta en sesión 75ª, en 11 de diciembre de 2018.
Informe de Comisión:
Relaciones Exteriores y Defensa Nacional, unidas: sesión 79ª, en 19 de diciembre de 2018.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Las Comisiones de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional, unidas, recibieron información sobre la materia de parte del señor Subsecretario de Defensa, y acordaron, por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Bianchi, Elizalde, Insulza, Lagos, Moreira, Pérez Varela, Pizarro y Pugh (como miembro de ambas Comisiones), recomendar que se otorgue el acuerdo solicitado por Su Excelencia el Presidente de la República.
Nada más, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- ¿Les parece que aprobemos la solicitud presidencial por unanimidad?
El señor DE URRESTI.- No, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- En votación, entonces.
--(Durante la votación).
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?


El señor DE URRESTI.- Pedí la palabra, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Señoría, pero en forma muy breve, porque teníamos un acuerdo para aprobar el proyecto sobre tabla, por unanimidad.
El señor DE URRESTI.- De acuerdo, señor Presidente.
Yo di la unanimidad para generar la oportunidad de tratarlo, pero ello no puede impedir el debate.
Me parece que, precisamente, en materia de misiones de las Fuerzas Armadas en el extranjero, se necesita discutir el asunto en la Sala.
Ahora, independiente del mandato de las Naciones Unidas y de la discusión que se haga en las Comisiones respectivas, considero que por un mínimo de deferencia con el debate ciudadano, para saber cómo se está cumpliendo esta misión; cuál es su desempeño; cómo se informa; cuáles son los costos de esto; cuál es la contribución de Chile en estas misiones y en otras -con las cuales estamos absolutamente de acuerdo-, se debe generar una discusión mayor. No considero adecuado que, sobre tabla -ya bastante densa-, simplemente se pida su aprobación por unanimidad.
Hago tal reflexión en el sentido de propiciar este debate, porque cuando estas cosas se resuelven en forma unánime, sin hacer una discusión, ocurren situaciones que después lamentamos.
Por eso, en esta oportunidad, yo al menos me voy a abstener en la votación.
El señor MONTES (Presidente).- Le ofrezco la palabra a la Senadora señora Muñoz.
La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, la había pedido para referirme a otra materia.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor MOREIRA.- Estamos en votación, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Lo tengo claro, Su Señoría, pero cualquier señor Senador tiene derecho a fundar el voto.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, en mi fundamentación de voto, debo señalar que uno de los conflictos más desgarradores de Europa en el siglo actual ha ocurrido en el desmembramiento de la República Federativa de Yugoslavia, donde ha habido un proceso horrible -¡horrible!- de asesinatos étnicos, de genocidio, que fue investigado por comisiones de las Naciones Unidas, llegando a condenar los tribunales por crímenes de lesa humanidad a los responsables de una situación que removió la conciencia mundial. Y se pensó que este tipo de barbarie se había desterrado, al menos del Viejo Continente, después de la Segunda Guerra Mundial.
Nuestra participación modesta en las fuerzas de paz; nuestra participación modesta con profesionales de las Fuerzas Armadas chilenas no solo permite acceder a tecnologías, a sistemas de comunicación; a ejercicios conjuntos, que de por sí facilitan su mejor preparación, sino que también representa una expresión de nuestro compromiso con el multilateralismo, con la paz mundial, con las Naciones Unidas.
Los costos son absolutamente irrelevantes en esta misión, porque nuestros efectivos están repartidos en dos unidades pequeñas, limitadas.
Y señalo lo anterior, porque se trata de la reiteración de algo que Chile se comprometió a efectuar desde hace ya varios gobiernos, y los gastos que se generan en dicha operación son financiados en su mayor parte -como se sabe- con fondos de las Naciones Unidas.
Voto a favor.
El señor MONTES (Presidente).- Le ofrezco la palabra al Senador señor Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, a mí me parece fundamental que en la notificación de este oficio se diga que se trata de la prolongación de las fuerzas de mantenimiento de la paz -esto es muy importante- en Bosnia y Herzegovina, bajo el mandato de Naciones Unidas con la Unión Europea.
La humanidad fue testigo del desmembramiento de la antigua Yugoslavia, de la guerra civil de carácter étnico en dicha zona, del asesinato de miles de personas, con todo tipo de atrocidades.
Y Chile, que ha sido promotor del multilateralismo y de una arquitectura institucional de carácter internacional que promueve la paz, ha participado desde hace tiempo en esta misión de paz, que es la más antigua en la que nuestro país haya colaborado bajo el mandato de Naciones Unidas.
Al respecto, dicha organización ha hecho la evaluación de que es necesario preservar al menos por un año más esta misión -reitero- de mantenimiento de la paz.
Me parece que esa es una señal muy significativa respecto al compromiso de Chile no solo por la paz, sino también por el respeto a los derechos humanos en todo el planeta, cuya decisión -repito- cuenta con el respaldo de la más importante institución multilateral, como es Naciones Unidas.
Por lo anterior, voto a favor.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pugh.


El señor PUGH.- Señor Presidente, esta decisión de Estado se encuentra en línea con la política exterior del Gobierno.
Debemos recordar que esta operación de paz fue solicitada por la OTAN durante el Gobierno del Presidente Lagos, y después, por las fuerzas europeas, lo cual ha permitido mantener un vínculo bastante importante con la Unión Europea, como socio y aliado comercial, en que también se visualiza el apoyo a esta gran iniciativa que se despliega en este momento.
Además, debo hacer presente que la Unión Europea es presidida este año por Austria, y precisamente de dicho país proviene el contingente más grande de las fuerzas europeas en Bosnia.
Por lo tanto, es un prestigio para Chile, que demuestra nuestro compromiso no solo en materias comerciales, sino también en temas que van en directo apoyo al mantenimiento de la paz.
Esta operación se halla considerada, de acuerdo a lo solicitado por las Naciones Unidas, en el Capítulo VII de la Carta de dicha organización, que posibilita supervisar aquellas acciones tendientes a mantener la estabilidad en la región.
En ese sentido, las fuerzas militares están cumpliendo una labor que trasciende el plano de las relaciones internacionales, y ahí radica la importancia de mantenerlas, más allá de los beneficios que conlleva tener personal altamente entrenado, capaz de operar con fuerzas europeas de igual a igual.
Es un gran prestigio como país latinoamericano poder participar en estas operaciones, conducidas por la Unión Europea, en un área para ella muy sensible.
Por eso, estoy a favor de mantener la presencia de nuestro contingente nacional en la condición actual.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, lo que estamos aprobando hoy día es una política que Chile ha venido llevando a cabo desde hace 15 o 20 años.
Ella tuvo un momento cúlmine cuando Chile envió tropas a Haití a colaborar con una fuerza de mantenimiento de la paz, en un minuto de mucha crisis en esa nación, que básicamente integraron tropas militares de países latinoamericanos y de otros continentes para ayudar en ese proceso.
Sin embargo, se trató de un asunto muy debatido acá en Chile.
Recuerdo que se discutió mucho acerca de si era conveniente o razonable el envío de tropas a un lugar donde además era factible la ocurrencia de enfrentamientos. Y hubo algunas reacciones motivadas tal vez por el temor de en qué podría verse involucrado nuestro país a partir de su buena fe.
No se trató solo de un tema de mantenimiento de la paz, sino de una situación muy delicada, en la cual siempre hay conflictos.
Ahora, cuando uno mira desde el 2003 a esta parte, se observa que únicamente se trata de 16 efectivos chilenos, apostados en dos lugares de Bosnia y Herzegovina, donde hay dificultades, como el narcotráfico, la criminalidad, la inestabilidad.
Señor Presidente, íbamos a aprobar de manera rápida, por unanimidad la mantención del contingente nacional, porque hoy día está asumida nuestra participación en dichas misiones. Sin embargo, ¿por qué tomé la palabra? Porque, a pesar de estar clara la materia, quiero hacer un punto importante -no para darme un gusto-, relacionado con el mantenimiento de la paz.
Nuestro país no está obligado a participar. En ninguna parte se dice que un país latinoamericano, como Chile, ubicado entre la cordillera de los Andes y el Pacífico, tenga que enviar chilenos a Bosnia y Herzegovina, nación que les aseguro que a nosotros nos va a costar ubicar en el mapa. Pero estamos contribuyendo a un proceso global. ¿Me explico?
Es decir, uno pone también su grano de arena no solamente para beneficio del mundo, sino como una forma de aportar.
Y lo mismo hago con el cambio climático: debo ponerme de acuerdo con otros países del mundo para fijar reglas al respecto.
Y lo mismo hago con el comercio. Porque quiero un comercio basado en reglas, no únicamente para vender manzanas, vino y cobre, sino también, al mismo tiempo, para evitar que me perjudiquen.
Y lo mismo ocurre con el tema de la migración. Por eso lo saco a colación, porque este no se resuelve individualmente. Yo puedo levantar barreras, tener muros, como lo quiere hacer el Presidente de Estados Unidos. Pero no soluciono el problema. ¿Cómo se hace? De manera colectiva.
A algunos les cuesta entender aquello, pues todavía tienen una mirada muy aislacionista. Y dicen: "¡Otra vez está hablando de este tema!".
Sin embargo, este asunto es importante, porque la migración no se va a resolver de manera individual; no voy a solucionar mi problema interno porque no acepte el Pacto Global para la Migración.
Debo hacer esas dos cosas simultáneamente: no son excluyentes.
Entonces, sigo manteniendo la capacidad de mis Fuerzas Armadas para defender nuestras fronteras, para ejercer soberanía y, al mismo tiempo, colaborar frente a los desastres naturales que ocurran en Chile. Esas mismas fuerzas están ayudando en Bosnia y Herzegovina; lo hicieron en Haití, y están prestando asistencia en India, Pakistán, en fin.
Acá quiero reivindicar que esto que iba a pasar colado, como una prórroga más, tiene que ver con un compromiso con el multilateralismo.
Y es más: el que debamos llevar tropas a alguna otra parte del mundo jurídicamente no es vinculante. Cuando Chile lo estime pertinente las puede traer de vuelta.
Sin embargo, las está enviando al exterior.
En consecuencia -y ese es el único punto que deseo hacer-, así como abordamos lo relativo al cambio climático; o como enfrentamos el tema laboral; o como nos preocupamos del mantenimiento de la paz internacional, creo que también debemos ocuparnos de la migración.
¡Una cosa no se opone a la otra!
El señor MONTES (Presidente).- Están inscritos los Senadores señores Coloma, Pérez Varela y Moreira.
En verdad, aquí se ha desencadenado un debate.
Tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, las declaraciones del Senador que me antecedió en el uso de la palabra obligan a una respuesta.
Me parece que esto es un abuso con respecto a lo que se planteó originalmente.
Yo siempre he pedido que reflexionemos sobre esta materia.
Entendí que había un compromiso para discutir el proyecto que regula la captura de la jibia y que, por tanto, haríamos un esfuerzo para despachar esta solicitud presidencial rápidamente.
Pero bajo ese contenido, el Senador que me precedió trata de vincular un asunto que tiene que ver con una prórroga más de permanencia de tropas en el extranjero con la migración.
En lo personal, no quiero que pase eso. Porque considero que el Pacto Global para la Migración es un error -y lo digo sin ninguna vacilación-, pues a mi juicio tiene dos defectos fundamentales.
Al final, los compromisos son todos interpretables en una sociedad moderna, donde Chile debe actuar con especial cuidado en cuanto a tener certeza respecto de las cosas que se planteen, sin vaguedades, sin que una parte entienda una cosa y la otra una distinta.
Ese es un error serio que presenta el referido pacto.
De otro lado, el actual Gobierno ha sido un ejemplo por cómo ha ordenado la casa en materia de migración. La Administración anterior fue nefasta en ese ámbito, y generó desconcierto, descontrol y problemas sociales.
Aquí ha habido un esfuerzo completamente diferente en cuanto a tener soberanía suficiente para resolver estos asuntos. Eso algunos no lo entienden.
A propósito del multilateralismo, son decenas los países que han actuado con la misma lógica chilena. Esas naciones aceptan...
El señor LAGOS.- ¡Son cinco contra siete!
El señor COLOMA.- ¡No! Son muchas más las que poseen una visión compartida sobre cómo enfrentar estas cuestiones, que es distinta de esta lógica rara de entender que ser multilateral es aceptarlo todo.
¡Por favor, señor Presidente! Hay que aceptar lo que corresponde; lo que es bueno para Chile y para el mundo, y se debe tener talento para distinguir una cosa de otra.
Me tocó en una oportunidad integrar la Comisión de Relaciones Exteriores. Pregunté una vez cuántos tratados ha suscrito Chile; cuántos aportes hace nuestro país a diversos organismos internacionales. Me señalaron que existían más de 150, varios de los cuales ya no regían. Y las autoridades de la Cancillería -estoy hablando de hace diez años- no sabían que tales tratados habían dejado de funcionar.
Eso es lo que pido: seriedad para enfrentar materias de esta índole.
Lo que se ha planteado acá es completamente diferente.
Aquí hay una interrogante que se ha ido planteando a lo largo del tiempo en cuanto al rol de la mantención de la paz en situaciones extremas. Yo he dicho -y con razón- que la forma de abordar la misión de paz en Haití no fue la más adecuada. Tan así es que la condición actual de esa nación no es muy distinta de la que había antes de que intervinieran las tropas de Naciones Unidas. Y el concepto de "tropas invasoras" que se acuñó en dicho país respecto al contingente que integraba Chile siempre me generó dudas y un profundo rechazo.
Quedamos claros, pues, que en este tipo de actos es completamente diferente. Han sido distintos gobiernos los que sucesivamente han explicado que se trata de un aporte muy acotado en el tiempo, sin riesgo para la seguridad de los miembros de las Fuerzas Armadas que van a estar presentes como observadores.
Además, se señaló desde un comienzo -y le encuentro razón al Senador De Urresti, quien inició este debate- que debe darse una cuenta más acabada sobre qué está ocurriendo en la materia. No podemos acordar prórrogas porque sí. Una de las pocas atribuciones excluyentes que tiene el Senado es la de dar su conformidad o no a la salida de tropas al extranjero.
En su mérito, y después de leer el informe -porque se actuó muy bien-, me parecía que se trataba de algo razonable. Pero intentar establecer que esta aprobación es sinónimo de aceptar cualquier cosa; de que uno es bueno si acoge todos los pactos que Naciones Unidas propone y es perverso si a lo menos reflexiona respecto de su contenido, lo considero un profundo error.
No era mi intención intervenir ahora, pues entendí que había un acuerdo distinto. Sin embargo, las palabras del Senador que me antecedió exigían una respuesta.
El señor LAGOS.- ¡Pero una buena...!
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pérez Varela.
El señor PÉREZ VARELA.- No intervendré, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Muy bien.
Tiene la palabra el Senador señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, en primer lugar, lo que ha planteado el Senador Coloma interpreta plenamente a nuestra bancada.
En seguida, lo mismo que señaló el colega que antecedió a Su Señoría respecto del Pacto Global para la Migración viene repitiéndose desde hace una semana en todos los diarios.
Sobre el particular, no tengo nada que decir, porque cada uno tiene su posición.
Solo deseo puntualizar que el Primer Mandatario es quien conduce la política exterior. En este caso, le corresponde al Presidente Piñera hacerlo. Y punto.
En la Administración pasada, yo no vi que se consensuaran las distintas posiciones en la materia.
Ahora bien, yo soy un poco escéptico con respecto a la presencia de tropas chilenas en el exterior, entendiendo que desde el punto de vista de la política exterior ello es importante; que es un privilegio para nuestro país participar en las misiones de paz, y que eso nos prestigia.
Porque pienso que no debemos tomar medidas de esta índole solo para prestigiarnos.
Lo que me hizo votar a favor en las Comisiones unidas fue el hecho de que gradualmente se han ido reduciendo, entre otras cosas, los costos. Porque es bueno que se sepa cuánto cuesta esto.
El año pasado había un presupuesto de 35 millones de dólares para la mantención de tropas chilenas en el exterior en todo este tipo de operaciones (misiones de paz; observadores, en fin). En la actualidad, el gasto se ha rebajado a cerca de 7 millones de dólares.
Ese asunto también debe evaluarse.
Sin embargo, los contundentes antecedentes que entregaron tanto el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores como el de la Comisión de Defensa, más los que proporcionó el Subsecretario de Defensa, me convencieron de que había que votar a favor de esta solicitud.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún Senador no ha emitido su voto?
El señor MONTES (Presidente).- Terminada la votación.
--Por 36 votos a favor y 3 abstenciones, se otorga el acuerdo del Senado para prorrogar, desde el 1° de enero y hasta el 31 de diciembre de 2019, la permanencia de tropas y medios nacionales en Bosnia y Herzegovina.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Coloma, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quinteros, Sandoval y Soria.
Se abstuvieron la señora Provoste y los señores De Urresti y Navarro.
El señor MONTES (Presidente).- Se deja constancia de la intención de voto afirmativo del Senador señor Chahuán.