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PROTECCIÓN DE HUMEDALES URBANOS


El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica diversos cuerpos legales con el objetivo de proteger los humedales urbanos, con segundo informe de la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales.
--Los antecedentes sobre el proyecto (11.256-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señor De Urresti, señoras Allende y Muñoz, señor Pérez Varela y del entonces Senador señor Patricio Walker):
En primer trámite: sesión 21ª, en 7 de junio de 2017 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Medio Ambiente y Bienes Nacionales: sesión 39ª, en 8 de agosto de 2018.
Medio Ambiente y Bienes Nacionales (segundo): sesión 63ª, en 24 de octubre de 2018.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Esta iniciativa fue aprobada en general en sesión de 14 de agosto del presente año.
En su segundo informe, la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales deja constancia, para los efectos reglamentarios, de que no hay artículos que no hayan sido objeto de indicaciones ni de modificaciones.
El referido órgano técnico efectuó diversas enmiendas al texto aprobado en general, todas las cuales fueron aprobadas por unanimidad.
Cabe recordar que las enmiendas unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifiesten su intención de impugnar la proposición de la Comisión respecto de alguna de ellas o existieren indicaciones renovadas.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que transcribe el texto aprobado en general, las enmiendas realizadas por la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales y el texto como quedaría de aprobarse estas modificaciones.
Nada más, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- En discusión particular la iniciativa.
Tiene la palabra el Senador señor De Urresti, quien dará cuenta de la iniciativa.


El señor DE URRESTI.- Señor Presidente, a la Senadora Allende le correspondía realizar la presentación del proyecto, pero se encuentra en este momento en la Comisión Especial Mixta de Presupuestos. Ella, como actual Presidenta de la Comisión, me solicitó leer la minuta que había preparado.
Agradezco a Senadores que están presentes y que han participado en el debate, como los Senadores Sandoval y Prohens y la Senadora Órdenes. También doy gracias a los autores del proyecto, entre los cuales veo aquí al Senador Pérez Varela, con quien participamos en esta propuesta hace ya más de un año, al igual que con la Senadora Allende.
Este proyecto de ley, que modifica diversos cuerpos legales con el objetivo de proteger los humedales urbanos y periurbanos, fue aprobado en general por la Sala del Senado en sesión celebrada el 14 de agosto de 2018, fijándose plazo para formular indicaciones hasta el 25 de septiembre del año en curso. En esa instancia se presentaron veintiún indicaciones: cinco de la Senadora señora Goic, cinco del Senador señor Girardi, cinco de los Senadores señora Allende y señores De Urresti y Prohens, dos del Senador señor Durana, dos del Senador señor Pugh y dos de la Senadora señora Órdenes.
La Comisión se abocó al estudio en particular de la iniciativa en sesión celebrada el 16 de octubre, oportunidad en la cual, recogiendo las ideas contenidas en las indicaciones formuladas, introdujo enmiendas al texto aprobado en general, las que fueron respaldadas por la unanimidad de sus miembros presentes.
Las principales modificaciones radican en extender la protección de los humedales periurbanos y en ampliar los casos en que las obras o actividades que los afecten deberán someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
En lo que respecta a la estructura del proyecto, la Comisión mantuvo aquella aprobada durante la discusión en general. En virtud de ello, el texto propuesto se compone de cuatro artículos permanentes.
A continuación, paso a describir, a grandes rasgos, las enmiendas realizadas en cada uno de ellos.
Artículo 1°
En cuanto al artículo 1°, norma que originalmente definía "humedal urbano", la Comisión, recogiendo los planteamientos contenidos en las indicaciones números 1, 2 y 3 -y concordando con la opinión que había señalado el Senador Sandoval-, acordó reemplazar su contenido de manera de dedicar la norma a anunciar el objetivo de la ley, a saber, la protección de todas aquellas extensiones de marismas, pantanos y turberas o superficies cubiertas de aguas, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina, cuya profundidad en marea baja no exceda los seis metros, y que se encuentren dentro del radio urbano o periurbano.
Artículo 2°
El artículo 2° aprobado en general por la Sala del Senado obligaba a las municipalidades a establecer en una ordenanza general los criterios mínimos respecto del uso racional de los humedales urbanos presentes en sus límites.
La Comisión, en sintonía con la idea de extender la protección a los humedales periurbanos, modificó el aludido precepto con el objeto de precisar que la citada ordenanza general deberá establecer también criterios mínimos para la sustentabilidad de estos últimos. Adicionalmente, la instancia agregó que, en el ejercicio de tal función, las municipalidades deberán actuar en coordinación con otros órganos de la Administración del Estado. Esto último respondió a una propuesta de la Senadora Goic, quien había solicitado esta incorporación.
Artículo 3°
El artículo 3° aprobado en general el pasado 14 de agosto introducía una letra s), nueva, al artículo 10 de la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente con el objeto de que las obras, programas o actividades que puedan significar una alteración física de humedales urbanos y que impliquen su destrucción, relleno, drenaje o secado se sometan al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
La Comisión, recogiendo las ideas propuestas en las indicaciones números 13, 14 y 15, agregó que el sometimiento al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental tendrá lugar también cuando las obras o actividades supongan una alteración química, a los componentes bióticos o a sus interacciones o a sus flujos ecosistémicos. Este es un tema muy importante que nos hicieron ver expertos en la materia.
Asimismo, precisó que el sometimiento procederá no solo cuando las aludidas obras o actividades impliquen su relleno, drenaje o secado, sino también cuando supongan la extracción de caudales o de áridos, la alteración de la barra terminal, de la vegetación azonal hídrica y ripariana, la extracción de la cubierta vegetal de turberas o el deterioro, menoscabo, transformación o invasión de la flora y la fauna contenida dentro del humedal, indistintamente de su superficie.
Adicionalmente, y en sintonía con las enmiendas realizadas en los dos preceptos anteriores, extendió la obligación a las obras y actividades que se ejecuten en los humedales periurbanos.
Por otro lado, la Comisión modificó la letra q) del artículo 10 de la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente con la finalidad de asegurar que la aplicación masiva de productos químicos en zonas rurales próximas a humedales se someta también al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, para evitar contaminaciones.
Artículo 4°
Finalmente, en lo que se refiere al artículo 4°, norma que introduce modificaciones a la Ley General de Urbanismo y Construcciones, la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales incorporó un nuevo inciso tercero al artículo 28 de dicho texto legal con la finalidad de exigir que todos los instrumentos de planificación territorial incluyan los humedales existentes en cada escala territorial en calidad de área de protección de valor natural, con el objeto de establecer las condiciones bajo las cuales deberán otorgarse los permisos de urbanización o construcción que se desarrollen en el futuro.
Señor Presidente, la Comisión estima que las enmiendas incorporadas perfeccionan la iniciativa de ley y brindan mayor protección a los humedales, ecosistemas que proveen importantes servicios, tales como la regulación y purificación del agua, la regulación de la temperatura, la mitigación de desastres naturales, el secuestro de carbono, la dotación de infraestructura verde a las ciudades y la conservación de la diversidad biológica, entre otras.
Por las razones recientemente expuestas, la unanimidad de los miembros presentes en la sesión celebrada el 16 de octubre, Senadores señoras Allende y Órdenes y señores Prohens y Sandoval, propone a la Sala respaldar las enmiendas introducidas por la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales.
He dicho.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Hay seis señoras Senadoras y señores Senadores que quieren hacer uso de la palabra.
Propongo abrir la votación.
Acordado.
Una vez concluido el tratamiento de este proyecto, se someterá a votación un proyecto de acuerdo que, entiendo, ha sido suscrito casi por unanimidad.
Lo señalo para advertirles a los señores Senadores y las señoras Senadoras que están en la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, para que dentro de unos veinte minutos, por lo menos, votemos ese proyecto de acuerdo.
En votación particular el proyecto sobre protección de humedales.
--(Durante la votación).
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, generalmente, cuando se habla de humedales se hace referencia a las zonas central y sur de Chile más que a los espacios áridos y desérticos del norte, donde, pese a todo, sí existen estas esponjas vegetales, que son un verdadero reservorio de agua dulce para una región que lo necesita, y mucho.
Por eso, yo quiero comenzar mis palabras agradeciendo a la Comisión, y especialmente a mi colega y amigo Alfonso de Urresti, quien ha puesto un enorme esfuerzo en la concreción de este proyecto. Y, además, porque en su presentación de hace algunos días, entre las láminas que expuso, incluyó al humedal más septentrional de nuestro país, que es el humedal del río Lluta, en la Región de Arica y Parinacota, a la que yo represento en esta Corporación.
Y, claro, estamos pensando que un humedal urbano en el norte de nuestro país parece ya casi un "accidente geográfico aislado". Pero es importante señalar que el humedal del río Lluta cumple con todas las características consideradas en la definición de humedales que establece la ley en proyecto. Y este humedal es más importante todavía en particular, porque en la zona norte de Chile los humedales generalmente están distanciados entre sí por decenas de kilómetros y, por lo tanto, van formando una cadena o ruta de aves migratorias que incluso provienen desde muy al norte, desde Alaska o desde Europa.
Por esa razón, nuestra Región está trabajando también en la extensión del humedal río Lluta de manera bastante sustantiva, y de un modo que sea compatible con el desarrollo de nuestro borde costero, que es, ciertamente, una de las mayores riquezas que posee nuestra región.
Sin la existencia de estos humedales -repito- es posible que aquellas aves no tengan dónde llegar. Por consiguiente, para nosotros es fundamental mantener y ampliar esa riqueza ecológica de la Región de Arica y Parinacota.
Por eso, no podemos sino valorar este proyecto de ley, que busca proteger los humedales urbanos y periurbanos, tema que está entre las demandas de los ciudadanos de la región que represento.
Entiendo esta iniciativa como un importante paso para conservar e incrementar el cuidado de nuestros humedales, entre ellos, el del río Lluta, que beneficia a la Región de Arica y Parinacota. Pero sé también que la protección de estos campos naturales va más allá y en directo beneficio de nuestra naturaleza.
Tras aprobar este proyecto, debería venir la construcción de una legislación adecuada de urbanismo y construcciones que haga dialogar de forma armónica y adecuada a los proyectos inmobiliarios, de infraestructura, con el medio ambiente.
De ninguna manera queremos impedir el desarrollo. Por el contrario, queremos que el progreso y la sustentabilidad caminen juntos y de la mano.
Por último, reconocer la importancia de los humedales también implica la necesaria educación de las nuevas generaciones acerca del beneficio de mantener estos espacios en buena forma.
Voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, ¡cómo no me va a importar este tema tan sensible como es el de los humedales, si la Región de Los Lagos, especialmente Chiloé, es una zona donde tenemos tantos e importantes humedales que debemos proteger!
¡Pero mi querido amigo y colega Alfonso de Urresti ni me mencionó!
El señor DE URRESTI.- Perdón, Senador.
El señor MOREIRA.- ¡Cuántas veces trabajamos con él en estos temas en la Comisión de Medio Ambiente!
El señor DE URRESTI.- Sobre las turberas.
El señor MOREIRA.- ¡Cuánto luchamos por incluir esos temas en la ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas!
Estoy muy feliz. Sé que con esto no vamos a solucionar todos los problemas. Pero es un paso importantísimo, señor Presidente.
Creo que la protección del medio ambiente se ha convertido no solo en un tema de moda, sino también en una necesidad imperiosa.
Un poeta norteamericano...
El señor PIZARRO.- ¿Cuál?
El señor MOREIRA.- Esto va más allá del nombre. Porque los nombres no quedan; las palabras, sí.
Ese poeta norteamericano decía: "La naturaleza no es un lugar para visitar: es el hogar".
¡Qué frase! ¡Qué frase!
En tiempos en que más del 85 por ciento de la población de nuestro país vive en áreas urbanas, los espacios dedicados a la vida silvestre deben ser objeto de la mayor preocupación, y en especial si estos se encuentran cerca de las áreas urbanas o insertos dentro de ellas.
Los humedales definidos, según el proyecto, como aquellas extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, en áreas urbanas o periurbanas, son desde siempre objeto de admiración y lugar de paseo para las comunidades aledañas.
Lamentablemente, señor Presidente, el crecimiento de nuestras ciudades y pueblos muchas veces se hace a costa de estos espacios privilegiados, donde crecen y se desarrollan especies, en algunas ocasiones únicas, que generan hábitats irrepetibles.
Las modificaciones realizadas al proyecto vía indicaciones logran un buen equilibrio entre el objetivo buscado y las normas necesarias para su logro.
Recién el Senador y gran amigo Felipe Harboe tuvo a bien señalarme (y se lo agradezco) que quien nos dijo "La naturaleza no es un lugar para visitar: es el hogar" fue el poeta, traductor, ensayista norteamericano, gran activista del medio ambiente Gary Snyder, a quien no quise nombrar porque (y Su Señoría lo sabe) ¡últimamente no he andado muy bien en mi pronunciación...!
El señor DE URRESTI.- ¡Es un problema lingüístico...!
El señor MOREIRA.- ¡Hay una gran diferencia entre "linguneo" y "ninguneo"...!
En todo caso, a veces escribir es mejor que hablar, aunque las dos cosas son relevantes.
Pero no nos alejemos de este tan importante proyecto de ley.
Señor Presidente, en especial merece destacarse la modificación del artículo 2, que dispone que "Las municipalidades deberán establecer, en una ordenanza general, los criterios mínimos para la sustentabilidad de los humedales urbanos y periurbanos, a fin de resguardar sus características ecológicas y su funcionamiento", puesto que son los municipios los que conocen su realidad territorial y deben compatibilizar el crecimiento armónico de las áreas urbanas con la protección del medio ambiente.
Es de esperar que la modificación del artículo 10 de la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente, que incorpora a los proyectos que involucran humedales en el sistema de impacto ambiental, constituya un esfuerzo serio de prevención y no un obstáculo insalvable para el adecuado desarrollo de la actividad industrial e inmobiliaria.
La redacción de la nueva letra s) del artículo 10 es tal vez demasiado amplia y podría ser causa de conflictos. ¡Ojo ahí!
Con todas las modificaciones, que son razonables, debe ser aprobado este gran proyecto, que constituye una nueva señal para defender y resguardar el medio ambiente.
La Región de Los Lagos, como otras regiones de nuestro país, necesita esta legislación.
Aparte de votar a favor, vuelvo a repetir: "La naturaleza no es un lugar para visitar: es el hogar".
No olvidemos eso cuando pensemos en defender el medio ambiente.
Voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Senador señor Moreira, después de este baño cultural, los jóvenes presentes en las tribunas quedaron muy pendientes de lo que viene en esta iniciativa.
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El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Saludamos a la delegación del Programa Subvención Pro-Retención, de Los Muermos, de la Región de Los Lagos, hermosa Región de nuestro país.
Asimismo, a la delegación del Instituto Alonso de Ercilla, de la Región Metropolitana.
Ambas delegaciones se hallan en las tribunas.
¡Bienvenidas y bienvenidos al Congreso Nacional!
Los saludamos con el cariño que se merecen potenciales futuras Senadoras y Senadores.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Durana.


El señor DURANA.- Señor Presidente, tal como se indicó en la discusión general de este proyecto, el Estado de Chile suscribió hace 47 años la Convención Internacional sobre los Humedales de Importancia en Ramsar, Irán, la cual entró en vigencia en Chile gracias a la dictación del decreto supremo N° 171, del Ministerio de Relaciones Exteriores, de 1981.
En consecuencia, y tal como se manifestó en la discusión general de esta iniciativa de ley, la determinación del uso racional de los humedales debe constituir una política nacional y no estar al criterio de todos y cada uno de los municipios que cuenten con un humedal dentro del territorio de su jurisdicción.
De acuerdo a la citada Convención de Ramsar, corresponde a los Estados implementar planes, políticas y legislación nacionales, mediante la gestión y educación al público.
Constituye un error, desde mi personal opinión, el "descentralizar" los criterios para la determinación y el manejo integral de los humedales urbanos en circunstancias de que nuestro país se obligó en el año 1971 a que su identificación y conservación deben obedecer a una política nacional.
Por otra parte, la experiencia del manejo municipal de los humedales en nuestro país no ha sido satisfactoria, porque no cuentan con recursos.
En nuestra Región, la de Arica y Parinacota, el humedal de la desembocadura del río Lluta fue declarado Santuario de la Naturaleza el 28 de noviembre de 2009, por decreto N° 106, del Ministerio de Educación. Asimismo, el Consejo Directivo de la Comisión Nacional del Medio Ambiente lo declaró sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad. Y el Municipio de Arica declaró al humedal del río Lluta Reserva Municipal Desembocadura del Río Lluta, a través de la Ordenanza Municipal decreto N° 2.702, de 2009.
A la fecha, después de nueve años de su declaración como reserva municipal, los resultados solo están en el papel. Así queda demostrada la insuficiencia de la jurisdicción municipal para la protección y conservación de los humedales, puesto que los municipios carecen de los recursos necesarios para proteger áreas que constituyen parte esencial de la biodiversidad de nuestro país. Y el establecer que las municipalidades tengan la facultad de fijar criterios mínimos para el "uso racional de los humedales urbanos" -debo insistir- implica deslindar en el ámbito local una responsabilidad que es del Estado. Ellos no la pueden cumplir. Debe corresponder, en todos sus aspectos, a una política de carácter nacional.
Una demostración de ello es el hecho de que el 26 de septiembre de 2018 la Superintendencia del Medio Ambiente formuló cargos en contra de la Municipalidad de Arica por incumplimientos del denominado "Proyecto Puesta en Valor Inicial del Humedal de la Desembocadura del Río Lluta". En su resolución, que abarca incumplimientos de los últimos cuatro años en distintas administraciones municipales, se evidencia la absoluta inoperancia de las municipalidades para proteger y vigilar la conservación de los humedales urbanos, llegándose al extremo de que sus vigilantes lo visitaron solo dos veces por semana.
Es por ello que presenté a la Comisión la indicación signada con el N° 5, en el sentido de que los criterios mínimos respecto del uso racional de los humedales urbanos sean determinados por la Corporación Nacional Forestal (CONAF).
Dicha indicación fue declarada inadmisible por la Presidencia de la Comisión por interpretarse que esa sería una materia exclusiva del Presidente de la República, conforme a lo dispuesto por el inciso cuarto, numeral 2°, del artículo 65 de la Constitución Política.
Por las mismas razones se declaró inadmisible la indicación signada con el N° 11, en la cual propuse sustituir el artículo 4 del proyecto a los efectos de que los terrenos correspondientes a los humedales urbanos no queden a merced de los planes reguladores de cada comuna y de que las concesiones que se otorguen sobre ellos solo requieran informe previo de las respectivas direcciones de obras municipales.
En esta indicación propuse que los bienes nacionales de uso público que corresponden a terrenos de playa o riberas de mar, de ríos, de humedales y de lagos navegables se usen en concordancia con lo dispuestos por la Corporación Nacional Forestal y que las concesiones que la Dirección del Litoral otorgue sobre ellos requieran el informe favorable de dicha Corporación.
Al respecto, el inciso cuarto del numeral 2° del artículo 65 de la Constitución Política del Estado establece que es iniciativa exclusiva del Presidente de la República el "Crear nuevos servicios públicos o empleos rentados, sean fiscales, semifiscales o autónomos o de las empresas, suprimirlos y determinar sus funciones o atribuciones;".
Las dos indicaciones presentadas no se refieren a la creación de ningún servicio público ni determinan nuevas funciones o atribuciones para ellos.
En consecuencia, la CONAF y la Comisión Nacional del Medio Ambiente tienen plena competencia para la determinación, manejo y conservación de los humedales. Las indicaciones propuestas respecto de los humedales urbanos iban en ese sentido. Entonces, no es correcto haber declarado su inadmisibilidad.
Por ello, voy a abstenerme. Y espero de parte del Estado la asignación de recursos concretos para los municipios.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Como algunos oradores no han intervenido, propongo acortar el tiempo de cada uno por lo menos a tres minutos, para votar cuanto antes el proyecto de acuerdo que se desea despachar.
Entiendo que esto fue lo que se resolvió.
¿Le parece a la Sala?
Acordado.
Tiene la palabra el Senador señor Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, sin duda, como bien se ha señalado acá, este proyecto va en una dirección adecuada, correcta.
Esta discusión es necesaria, ya que a lo largo de las diferentes comunas de nuestro país muchas veces las zonas de humedales, turberas, pantanos, en fin, constituían más una complejidad que un beneficio para el desarrollo urbano. Siempre se consideraban un problema que era menester eliminar. No había conciencia sobre el significado ecológico de dichas zonas, que no solo desarrollaban una actividad biológica, sino que, además daban lugar a una avifauna asociada. Así, que en las localidades y en las ciudades por muchos años no eran precisamente sinónimo de un espacio que se debía resguardar.
Por ello, en muchas comunas de diversas regiones a tales espacios, ¡a Dios gracias!, se les reconoce su valor ecológico. Y por eso nace la necesidad de regularlos a través de esta normativa.
En muchas ciudades aquellos espacios terminaron siendo drenados, secados, rellenados, tapados con una serie de elementos precisamente para tratar de darles un sentido práctico.
Tal es el objetivo esencial del proyecto que nos ocupa. En definitiva, a lo que tradicionalmente se consideró un problema le damos valor tanto en los ámbitos ecológico y biológico cuanto en el de la avifauna que se desarrollan en los referidos espacios.
Ese es el sentido profundo de la iniciativa.
El Ejecutivo ha mencionado en muchas ocasiones que existe la idea de que a través del Servicio de Áreas Silvestres Protegidas se incorporen regulaciones en aquella materia. Esperamos que ella se concrete.
Sin embargo, en la Comisión creímos necesario avanzar en la referida tarea al objeto de que a través de la modificación de la Ley General de Construcciones se establezcan los criterios mínimos para que los municipios los apliquen mediante las ordenanzas respectivas.
Creemos que este proyecto no se hace cargo de aquella realidad.
Básicamente, queremos dar una señal para que se entienda que el humedal existente en una ciudad se tiene que resguardar, porque no es un problema, sino un espacio que se debe conservar, porque en él se desarrolla una vida diversa que necesariamente hay que incorporar al paisaje urbano.
Ese es el mérito que tiene este proyecto.
Por cierto, felicito a sus autores. Y, obviamente, voto a favor
.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, primero deseo expresar mi gusto por poder votar a favor de este proyecto.
Además, felicito a quienes han estado detrás de él. Entre ellos, al Senador De Urresti. Hemos trabajo mucho en conjunto.
Esta iniciativa tiene que ver con la necesidad de dar a nuestra noción de desarrollo, de progreso, en fin, una mirada mucho más comprehensiva.
Cuando uno habla de proteger los humedales lo hace no solo porque son bonitos, porque constituyen una alternativa para disfrutar de la biodiversidad, de las aves, etcétera, sino también por la necesidad de poner en valor elementos que hoy día son fundamentales para el cuidado de nuestro medio ambiente, del planeta, sobre todo cuando estamos enfrentando las amenazas del cambio climático.
Es necesario entender que el cuidado de la biodiversidad tiene un valor, incluso económico.
Por lo tanto, creo que esto significa mejores herramientas para un mejor desarrollo como país.
Por eso, considero importante fortalecer en la institucionalidad la obligación de evaluación ambiental cuando hay un proyecto que amenaza la existencia de un humedal, y también, el rol de los municipios, porque hay que trabajar desde lo local, desde lo más cercano.
Señor Presidente, yo no puedo dejar de destacar lo que se ha hecho en el humedal Tres Puentes, de Punta Arenas, en torno del cual había una agrupación.
¡Qué importante ha sido para mantener un espacio en el que sorprende que cada vez existan más especies!
Hoy día tenemos muchas dudas acerca de si se justifica o no un gran proyecto destinado a tener un paso sobre nivel que vuelve a amenazar el humedal.
Esta iniciativa, si fuera ley, nos garantizaría tener una herramienta de protección.
Sin embargo, señor Presidente, no puedo dejar de mencionar tareas que están pendientes.
Al respecto, agradezco la disposición de los integrantes de la Comisión para acogerlos en la discusión a pesar de que no estaban dentro de las ideas matrices del proyecto. Aunque no fue posible presentar indicaciones, pero, sí, se asumió el compromiso de tratarlas.
Hoy día aún nos queda unas series de lugares que no son humedales pero que tienen una biodiversidad que también debemos proteger.
¿Qué pasa, por ejemplo, con las dunas de Concón, o con el bosque esclerófilo, característico de la zona central?
También podríamos poner ejemplos de la zona sur austral.
Ahí proponemos la creación de las reservas naturales urbanas, siguiendo legislaciones de otros países y experiencias que ya existen.
Me parece fundamental que avancemos en la creación de la categoría de reservas naturales urbanas.
Se planteaba que podría ser dentro del Servicio de Biodiversidad. La discusión se ha entrampado.
Entonces, es muy importante el compromiso de tramitar el proyecto que crea la referida categoría.
Tampoco puedo dejar de referirme a la protección de la turba.
Sobre el particular presentamos una iniciativa; es urgente tramitarla. Hoy día somos más conscientes del valor que tiene como reguladora del clima, como fijadora de carbono.
Hemos de procurar que la turba deje de ser considerada como una sustancia mineral susceptible de ser concesionada por el Estado para su uso y goce, pues su valor ambiental es mucho mayor.
Señor Presidente, el cambio de la legislación me parece fundamental justamente en la línea que planteaba inicialmente: entender el valor que tienen aquellos elementos de la naturaleza -como país, somos un territorio privilegiado-, los que deben ser protegidos de mejor manera.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, Chile es un país que posee una gran riqueza de recursos hídricos expresada en humedales, los que cumplen importantes funciones ecosistémicas, tales como la regulación y purificación del agua, la regulación de la temperatura y la mitigación de desastres naturales.
A pesar de todo aquello, históricamente los humedales han sido relegados en la legislación nacional.
El Convenio de Ramsar, que fue ratificado por nuestro país, contempla protección para algunos tipos de humedales de importancia internacional. Sin embargo, no hay una legislación a nivel nacional que reconozca la importancia de estos cursos de agua. El efecto de ello, lamentablemente, es la total desprotección y vulnerabilidad de los humedales, que día a día son destruidos, rellenados y drenados debido especialmente al crecimiento urbano.
El sur de Chile concentra la mayoría de los humedales urbanos. En este sentido, las modificaciones normativas en votación son muy pertinentes.
En las comunas de la Región de Los Lagos existe un creciente interés por preservar las zonas de humedales. En el caso de Puerto Montt, se estima que dentro de su radio urbano existen al menos quince, que suman más de 80 hectáreas de superficie.
Hace aproximadamente un mes, la Corte Suprema falló a favor de la preservación del existente en Llantén, llegando incluso a ordenar la demolición de una construcción. El Poder Judicial lo ha entendido. Es hora de que también lo haga el Poder Legislativo.
Se considera que en la cuenca del lago Llanquihue hay cerca de 84 hectáreas de humedales amenazadas por la expansión urbana y convertidas en basurales, lo que pone en peligro la biodiversidad y el hábitat de 44 especies de fauna, muchas de ellas endémicas.
En Chiloé, desde Ancud a Quellón, los humedales son parte importante del paisaje y un elemento determinante en la preservación y el equilibrio ecológicos. Reconocidos son los de Putemún, en Castro, donde cada año arriban bandadas de flamencos rosados, lo que configura un gran atractivo turístico de la zona.
La evaluación ambiental de obras o actividades susceptibles de dañar humedales resulta totalmente necesaria para los estándares de protección ambiental que necesitamos en nuestro país.
Cabe resaltar que el hecho de estar situados dentro de los límites urbanos trae como consecuencia que son los habitantes quienes reciben sus beneficios.
Los más amenazados se encuentran dentro del radio urbano y periurbano, y, en eso, el proyecto apunta correctamente. Principalmente, la causa es la gran presión ejercida por los sectores inmobiliario e industrial.
Además, se constituyen en depósitos irregulares de basura y escombros, lo que ha llevado a que muchos se hayan convertido en verdaderos vertederos, perjudicando el medioambiente y la biodiversidad de nuestra flora y fauna.
Por eso, en la Región de Los Lagos haremos un seminario para dar a conocer la ley en proyecto.
El daño en los humedales urbanos es irrecuperable. No queremos lamentar el hecho de que en un par de años más ya no existan humedales sobre los cuales legislar.
En consecuencia, debemos terminar con la inactividad normativa. Es deber constitucional la preservación de la naturaleza, y con la iniciativa en debate contribuiremos al cumplimiento de ese fin. Felicito a sus autores.
Voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Órdenes.
La escuchamos atentamente.


La señora ÓRDENES.- Señor Presidente, los humedales son vitales para la supervivencia humana. Se trata de uno de los entornos más productivos del mundo. Conforman espacios de diversidad biológica y fuentes de agua de las cuales dependen para subsistir variadas especies vegetales y animales.
Proveen beneficios o "servicios ecosistémicos" que brindan a la humanidad almacenamiento y suministro de agua dulce, retención de carbono no liberado a la atmósfera, recarga de aguas subterráneas y sustento de la dinámica hídrica de tipo turbera, y ayudan a evitar inundaciones de obras civiles y centros urbanos, entre otros efectos útiles. Diversos estudios han demostrado que la superficie y la calidad de los humedales han ido disminuyendo significativamente en la mayoría de las regiones de mundo. En consecuencia, los servicios que los ecosistemas proporcionan a las personas se encuentran en peligro.
Al respecto, la "Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional", también conocida como Convención de Ramsar, suscrita por Chile en el año 1971 y ratificada y aprobada en 1981, establece, entre otros puntos, que el país se compromete a conservarlos y usarlos racionalmente.
Sabiendo la importancia que revisten y la necesidad de legislar sobre los humedales urbanos, en la Comisión de Medio Ambiente trabajamos con celeridad perfeccionando el proyecto original y logrando un importante acuerdo transversal, que hoy es presentado para la votación en particular de la Sala, donde esperamos una amplia acogida.
Ahora bien, no puedo dejar de manifestar mi preocupación por un tipo de humedal que está siendo sobreexplotado en el sur de Chile y que también requiere atención legislativa y administrativa para garantizarse su protección. Me refiero al musgo sphagnum o "pompón", a las turberas, objeto de una explotación indiscriminada en la isla Grande de Chiloé. Algo similar está ocurriendo en Magallanes y, ahora, en Aisén.
En esta última Región existen, de acuerdo con la actualización del catastro de bosque nativo 2011, 15 mil 674 hectáreas cubiertas por sphagnum o con este como especie dominante. De ellas, tres mil 600 hectáreas de turberas distan de caminos menos de mil metros y dos mil hectáreas se encuentran a menos de doscientos metros de vías principales y fuera de áreas silvestres protegidas.
Hacemos referencia a ecosistemas muy frágiles, que cuentan con diversidad de especies, varias de ellas en alguna categoría de conservación.
Ahora bien, quiero valorar el proyecto de ley y a sus autores, el cual fue aprobado por unanimidad en la votación en general, reflejando el interés de la Sala en contribuir a la legislación ambiental. Sin duda, constituye un gran avance en el resguardo de nuestros ecosistemas,...
¿Me concede un minuto más, señor Presidente?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Continúe, Su Señoría.
La señora ÓRDENES.- Decía que constituye un gran avance en la protección de nuestros ecosistemas, amparando a todos los humedales más expuestos a la intervención humana, como los urbanos o periurbanos, los cuales, paradójicamente, por esta misma cercanía, permiten disfrutar de los servicios que proveen y del escenario natural al que nos invitan. Ello nos impone un gran desafío: su real protección.
Voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Puede intervenir la Senadora señora Aravena.


La señora ARAVENA.- Señor Presidente, seré muy breve. Solo deseo compartir lo que quienes han hecho uso de la palabra con anterioridad han planteado respecto de la importancia de la iniciativa.
Para complementar lo dicho recién, quisiera consignar que existen 750 millones de hectáreas de humedales en el mundo, aproximadamente, pero que en los últimos treinta años han disminuido a la mitad, por desgracia, ante la acción humana.
Como lo expresaron varios colegas, el resguardo de la biodiversidad, la disminución de las consecuencias del cambio climático y el almacenamiento de agua, entre otras aptitudes de los humedales, son aspectos muy importantes en todos los lugares.
Solo en Chile hay más de dos mil humedales. La Región de La Araucanía, que represento, registra 17 mil 600 hectáreas nada más que en la provincia de Cautín.
Lamentablemente, y como lo han expresado muchos Senadores, gran parte de los ubicados en sectores urbanos se encuentran destruidos, son depósitos de basura o se ha construido en ellos. La mayor proporción de la problemática vinculada a anegamientos, escurrimientos superficiales y varios efectos producto de no haberse considerado la existencia de humedales pasa la cuenta hoy día y encarece la edificación y habitabilidad en esos terrenos.
No solo por el aspecto medioambiental, sino también por respeto a lo que implica el resguardo de lo que queda para la humanidad que viene, lo cual asciende únicamente al 50 por ciento, resulta obligatorio legislar acerca del punto.
Asimismo, tenemos que hacernos cargo de lo planteado por el proyecto en lo relativo a los planes reguladores, que van a tener que incorporar la normativa, y a las ordenanzas municipales, y, por último, al Servicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas (SBAP), como lo han planteado varios.
Estimo urgente que saquemos luego el articulado y que de alguna manera se incorporen todas estas medidas, porque el tiempo pasa. Por desgracia, las leyes apremiantes muchas veces demoran, lo que dice relación con procesos naturales; pero, en la medida en que no legislemos, todos los días perderemos más hectáreas de humedales, en particular los de mayor fragilidad en sectores urbanos.
Los humedales deben ser reconocidos, mas igualmente conocidos, porque una de las problemáticas hoy día en Chile es que no se conocían y, por lo tanto, se construyó y destruyó sin saber. Son ecosistemas especialmente frágiles, y también únicos, por lo que se deben proteger, cuidar, y, en este caso, es preciso legislar para que ello ocurra.
Por el bien de la humanidad y la biodiversidad del país, apoyo el proyecto.
Vuelvo a plantear que se requiere vincular la normativa en forma urgente a planes reguladores y ordenanzas municipales, que son finalmente los instrumentos de planificación efectivos.
Muchas gracias.
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El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Contamos con la presencia de futuros líderes políticos, probablemente. Vamos a recibir, con mucho agrado, a la delegación del Colegio Técnico Profesional República Argentina.
Bienvenidos al Congreso.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, lamentablemente, los humedales están siguiendo un camino inexorable hacia la extinción. Y, así como se extingan, si el fenómeno continúa, también lo harán los seres humanos.
Estamos viviendo el contexto del cambio climático. Creo que hay poca conciencia en la sociedad, en general, y particularmente en el mundo político, respecto del impacto que ello provoca.
Aprovechando la presencia de jóvenes, me parece relevante explicar que la temperatura ha subido solo un grado desde 1850 a la fecha. Pero basta eso -0,27 de un grado corresponde a partir de 1950- para que esté convulsionando el planeta: se observan aluviones en el norte de Chile, inundaciones en Europa, tornados. Ello es solo producto del alza de un grado de temperatura -repito- en 170 años.
¿Por qué lo anterior es relevante? Porque el último encuentro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPPC), realizado el 8 de octubre recién pasado en Corea del Sur, señaló que la predicción del Acuerdo de París ya no se había cumplido, en orden a que la temperatura no aumentara más de un grado y medio. Ya estamos en el escenario en que el incremento será de dos grados, pero en quince años.
Si un grado ha provocado devastación en 170 años, ¿cómo será el planeta con dos en quince años?
Este es el desafío que enfrentamos. Este es el contexto en que nos hallamos. El resultado ya se registró. Se precisa impedir que se llegue a tres o cuatro grados, porque ello significará la extinción de parte de la vida.
Es preciso entender que Chile tendrá que tomar medidas de mitigación, porque el cambio climático nos afectará profundamente en materia de desertificación, de sequía y falta de acceso al agua y de situaciones climáticas anómalas, las que van a generar inundaciones o aluviones, como ya hemos empezado a ver. Eso es solo la punta del iceberg.
¿Por qué son importantes los humedales? Porque, en tal escenario, serán elementos fundamentales -al igual que los glaciares, que están hoy día en riesgo- para la preservación, justamente, del recurso hídrico. No solo se trata de su relevancia, de acuerdo con lo señalado, como ecosistemas con un rol muy significativo en la captura de CO2, que genera un aceleramiento del cambio climático, sino también de que el agua va a ser lo más escaso.
Los humedales cumplen una función única en los ecosistemas vivos, que es la de ser riñones del planeta. Así como los de los seres humanos limpian la sangre y eliminan los tóxicos, ellos constituyen el único sistema vivo que elimina los tóxicos del agua.
¿Me concede un minuto más, señor Presidente?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Puede continuar, Su Señoría.
El señor GIRARDI.- Gracias.
Desafío a hacer mediciones en cualquier lugar del país: vamos a encontrar que el agua subterránea, la que se usa para riego, para bebida, registra elevadísimos niveles de nitrato, por ejemplo. En muchos lugares, este ya se tiene que tratar y sacar. La causa es la aplicación excesiva de fertilizantes, de agroquímicos. Pero los únicos ecosistemas que, desde el punto de vista natural y biológico, pueden limpiar y transformar el agua en útil para el consumo humano son precisamente los humedales.
Un rol muy significativo de estos últimos, además, es que permiten que los acuíferos, cuando están descargados, sean objeto de procesos de recarga. Si no, tendríamos que estar llenos de embalses. Creo que es mucho mejor recuperar la tierra de hoja, los humedales, y facilitar la recarga natural de los acuíferos.
Pero lo de mayor connotación es que desde 1900 hasta la fecha ha desaparecido en Chile cerca del ochenta por ciento de los humedales. En Santiago había uno maravilloso, el de Batuco, que ya no existe.
Ahora, ¿cuál es el problema?
Acaba de salir un informe, muy relevante a nivel internacional, que consigna la pérdida de un setenta por ciento de la biodiversidad de todas las especies. Gran parte de ello, particularmente en aves, se debe a la ausencia de humedales. De hecho, Batuco era un lugar importante a nivel mundial para las migratorias. Hoy día no tienen donde detenerse, lo que ha significado la extinción de muchas especies.
El humedal cumple una función muy importante desde el punto de vista ambiental, pero también educativo. Puede servir para que los niños de los colegios, por ejemplo, obtengan conocimientos de la biodiversidad. Es un maravilloso lugar de aprendizaje, porque ahí esta es única: no existe en otros lugares.
Por desgracia, las ciudades han ido incorporando los humedales a la construcción, a la utilización de cemento, y han sido desecados o llenados de escombros y basura.
En consecuencia, nos hallamos ante una prioridad. Solo quiero decir que es muy importante votar a favor. Mas creo que debiéramos entender, tal vez como institución, como Congreso, que nuestro desafío hacia delante respecto del cambio climático es mayor y que estamos viendo recién algunos aspectos muy iniciales de una situación que puede ser bastante dramática. Se espera que 500 millones de personas migren por razones climáticas, lo que también dice relación con Chile, que será uno de los países más afectados, y debiéramos empezar desde ya a construir políticas públicas para enfrentar el reto.
He dicho.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Su intervención se valora por completo, Su Señoría.
Puede intervenir el Senador señor Latorre.


El señor LATORRE.- Señor Presidente, estoy muy a favor de lo manifestado.
Felicito la iniciativa del Honorable señor De Urresti.
Conforme al artículo 1, los humedales son "extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina, cuya profundidad en marea baja no exceda de los seis metros".
Los urbanos son aquellos que, cumpliendo las características físicas mencionadas, se encuentran dentro del perímetro del radio urbano.
Se trata de ecosistemas ricos en diversidad biológica, los cuales albergan especies endémicas, residentes nativas, de paso y migratorias que no encuentran refugio en otros ambientes y escogen este hábitat por sus características singulares.
Son, en definitiva, ejes transformadores de múltiples materiales biológicos y químicos, y se denominan "riñones de la tierra" por su capacidad de filtración y absorción de ciertos contaminantes dentro de los ciclos químicos e hidrológicos, así como también por ser receptores de aguas naturales o artificiales.
El número de humedales en Chile fluctúa entre 18 mil y 30 mil, alcanzando una superficie de alrededor de un millón 460 mil hectáreas, concentrándose principalmente en las Regiones de Aisén, de Magallanes y de Los Ríos. Concepción y Valdivia albergan una gran presencia de humedales urbanos.
Hasta el momento, lo único que regula los humedales, a nivel nacional, es la Convención de Ramsar, tratado internacional ratificado por nuestro país en 1981 y cuya misión es la conservación y el uso racional de ellos.
En Chile existen 13 sitios Ramsar. Los que están dentro de un área protegida son administrados por la Corporación Nacional Forestal. Dos de ellos se hallan bajo la tuición del Ministerio del Medio Ambiente. Pero no es clara la labor estatal en los que se encuentran fuera del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado.
Los tipos de humedales que no son sitios Ramsar carecen actualmente de algún tipo de protección estatal, hallándose total y permanentemente amenazados.
Los principales efectos nocivos en los humedales urbanos se originan en las actividades del hombre y dicen relación con la gran presión del sector inmobiliario e industrial, que los rellena, drena y seca. Otra gran amenaza es la basura que se deposita en ellos. Muchos se convierten en vertederos, lo que es muy perjudicial para el medioambiente.
Al urbanizarse en extremo, sin dejarse lugar a humedales y áreas verdes, se provoca un gran daño al medioambiente y se atenta contra la biodiversidad de nuestra flora y fauna.
Los humedales son indispensables por sus innumerables beneficios y servicios ecosistémicos. En consecuencia, su manejo constituye un reto mundial, resultando insostenible que nuestra legislación no contenga normas específicas respecto del uso racional de estos ecosistemas. Si bien se pueden declarar bajo las figuras de reserva, parque o santuario, no se ha avanzado mucho en instrumentos territoriales que resguarden de su pérdida.
Por lo mismo, es importante avanzar en esta legislación.
Voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señor Presidente, parto por agradecer a todos y a cada uno de mis colegas que en sus intervenciones han hecho correcciones o modificaciones, o cuyas opiniones pudimos incorporar.
Es importante consignar -quiero hacerlo presente- que con el Senador Moreira, en conjunto con otros Senadores, el año pasado en la Comisión de Medio Ambiente, en el marco del debate de la iniciativa de ley sobre el Servicio de Biodiversidad, dimos una discusión para incorporar en esta última, que es el cuerpo base de esta legislación, categorías de humedales y relevar su protección, lo cual es muy significativo.
Valga la aclaración, porque fue importante la participación, la intervención de ese señor Senador.
También reitero mi agradecimiento a los miembros de la Comisión de Medio Ambiente, donde se pudo trabajar de manera transversal, integrada y con desafíos.
Señor Presidente, estamos en la etapa final y no me cabe duda de que vamos a recibir un importante respaldo para esta iniciativa, porque viene a precisar, a identificar la preocupación que tenemos en los espacios urbanos, periurbanos, donde vemos cómo se avanza en el relleno, en el drenaje de los humedales.
Y muchas veces teníamos a los alcaldes, a las instituciones, a la comunidad con las manos atadas, al no disponer de instrumentos para identificar, inventariar y proteger los humedales.
Con esta ley avanzamos.
¿Quedan temas pendientes? Absolutamente: reservas urbanas; turberas; distintos ecosistemas; humedales altoandinos. Pero aquí estamos impulsando una legislación para que en los radios urbanos y periurbanos podamos contar con instrumentos de protección.
Y creo que esto es un tremendo avance y tenemos que valorarlo, sobre todo cuando se evidencia una capacidad transversal.
Creo que más allá de la definición técnica que abunda -y la hemos consignado en el proyecto, porque reproducimos lo que la Convención Ramsar ha establecido internacionalmente-, la mejor manera de definirlos es considerarlos "los riñones de la tierra", los espacios donde el ecosistema genera ese drenaje, esa purificación de aguas, donde hay retención de carbono y donde se producen decenas de servicios ecosistémicos.
Además, esto se vincula con algo que también dará lugar a debate: las especies migratorias, todo el desplazamiento de aves, en definitiva, en el que son pieza fundamental los humedales.
Entonces, reitero mi agradecimiento a quienes han respaldado esta iniciativa, y esperamos que siga avanzando en la Cámara de Diputados.
Tampoco puedo dejar de agradecer, además de la labor de los parlamentarios que, tanto en la Comisión de Medio Ambiente como en las distintas instancias han aportado sus experiencias, al mundo de la ciudadanía, al mundo de las organizaciones sociales.
Por eso, quiero nombrar el invaluable trabajo y apoyo de Carolina Rojas, académica de la Universidad de Concepción, quien nos ha colaborado en la Comisión, en distintos seminarios, expresando su opinión; de la Red de Humedales del Biobío y de Valdivia, donde los actores locales han sido tremendamente relevantes; de la Mesa de Humedales, que está trabajando en esto en la Región del Biobío; y, particularmente en la ciudad de Valdivia, permítanme mencionar a Jaime Rosales, quien como dirigente tenaz, perseverante ha levantado este tema.
Es un buen día para los humedales, es un buen día para la protección de estos importantes ecosistemas y, sin lugar a dudas, con la votación de hoy daremos un paso enorme en su protección.
Muchas gracias.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueban las enmiendas unánimes introducidas por la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales (29 votos a favor y una abstención) y queda despachado el proyecto en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger Goic, Órdenes, Provoste y Rincón y los señores Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Elizalde, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Latorre, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Pugh, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
Se abstuvo el señor Durana.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- A continuación, vamos a votar el proyecto de acuerdo que nos han solicitado poner en tabla.