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PROTECCIÓN DE HUMEDALES URBANOS


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, Chile es un país que posee una gran riqueza de recursos hídricos expresada en humedales, los que cumplen importantes funciones ecosistémicas, tales como la regulación y purificación del agua, la regulación de la temperatura y la mitigación de desastres naturales.
A pesar de todo aquello, históricamente los humedales han sido relegados en la legislación nacional.
El Convenio de Ramsar, que fue ratificado por nuestro país, contempla protección para algunos tipos de humedales de importancia internacional. Sin embargo, no hay una legislación a nivel nacional que reconozca la importancia de estos cursos de agua. El efecto de ello, lamentablemente, es la total desprotección y vulnerabilidad de los humedales, que día a día son destruidos, rellenados y drenados debido especialmente al crecimiento urbano.
El sur de Chile concentra la mayoría de los humedales urbanos. En este sentido, las modificaciones normativas en votación son muy pertinentes.
En las comunas de la Región de Los Lagos existe un creciente interés por preservar las zonas de humedales. En el caso de Puerto Montt, se estima que dentro de su radio urbano existen al menos quince, que suman más de 80 hectáreas de superficie.
Hace aproximadamente un mes, la Corte Suprema falló a favor de la preservación del existente en Llantén, llegando incluso a ordenar la demolición de una construcción. El Poder Judicial lo ha entendido. Es hora de que también lo haga el Poder Legislativo.
Se considera que en la cuenca del lago Llanquihue hay cerca de 84 hectáreas de humedales amenazadas por la expansión urbana y convertidas en basurales, lo que pone en peligro la biodiversidad y el hábitat de 44 especies de fauna, muchas de ellas endémicas.
En Chiloé, desde Ancud a Quellón, los humedales son parte importante del paisaje y un elemento determinante en la preservación y el equilibrio ecológicos. Reconocidos son los de Putemún, en Castro, donde cada año arriban bandadas de flamencos rosados, lo que configura un gran atractivo turístico de la zona.
La evaluación ambiental de obras o actividades susceptibles de dañar humedales resulta totalmente necesaria para los estándares de protección ambiental que necesitamos en nuestro país.
Cabe resaltar que el hecho de estar situados dentro de los límites urbanos trae como consecuencia que son los habitantes quienes reciben sus beneficios.
Los más amenazados se encuentran dentro del radio urbano y periurbano, y, en eso, el proyecto apunta correctamente. Principalmente, la causa es la gran presión ejercida por los sectores inmobiliario e industrial.
Además, se constituyen en depósitos irregulares de basura y escombros, lo que ha llevado a que muchos se hayan convertido en verdaderos vertederos, perjudicando el medioambiente y la biodiversidad de nuestra flora y fauna.
Por eso, en la Región de Los Lagos haremos un seminario para dar a conocer la ley en proyecto.
El daño en los humedales urbanos es irrecuperable. No queremos lamentar el hecho de que en un par de años más ya no existan humedales sobre los cuales legislar.
En consecuencia, debemos terminar con la inactividad normativa. Es deber constitucional la preservación de la naturaleza, y con la iniciativa en debate contribuiremos al cumplimiento de ese fin. Felicito a sus autores.
Voto a favor.