Click acá para ir directamente al contenido
PREVENCIÓN Y PROTECCIÓN DE EMBARAZO ADOLESCENTE


El señor MONTES (Presidente).- Corresponde discutir en particular el proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señoras Goic y Muñoz y señores Chahuán, Girardi y Quinteros, que establece normas sobre prevención y protección del embarazo adolescente, con segundo informe y nuevo segundo informe de la Comisión de Salud.
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.305-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señoras Goic y Muñoz y señores Chahuán, Girardi y Quinteros):
En primer trámite: sesión 53ª, en 16 de septiembre de 2015 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Salud: sesión 87ª, en 7 de marzo de 2017.
Salud (segundo): sesión 51ª, en 11 de septiembre de 2018.
Salud (nuevo segundo complementario): sesión 55ª, en 2 de octubre de 2018.
Discusión:
Sesiones 14ª, en 10 de mayo de 2017 (queda aplazada su votación en general); 15ª, en 16 de mayo de 2017 (se aprueba en general).
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- Este proyecto fue aprobado en general en sesión de 16 de mayo de 2017.
En ambos informes se deja constancia, para los efectos reglamentarios, que el artículo 13 no fue objeto de indicaciones ni de modificaciones, por lo que conserva el mismo texto aprobado en general. Esta disposición debe darse por aprobada, salvo que alguna Senadora o algún Senador, contando con la unanimidad de los presentes, solicite su discusión y votación. En todo caso, hay que votarlo, dada su condición de norma de quorum calificado.
La Comisión de Salud efectuó diversas enmiendas al texto aprobado en general, todas las cuales, con excepción de una, fueron acordadas por unanimidad.
Las enmiendas unánimes deben votarse sin debate, salvo que alguna Senadora o algún Senador manifieste su intención de impugnar la decisión de la Comisión a su respecto o que existan indicaciones renovadas.
Hasta el momento hay indicaciones renovadas al artículo 2, párrafos quinto y octavo (este último tiene carácter orgánico constitucional); se ha solicitado votar separadamente los artículos 5 y 18, y corresponde someter a discusión y votación el artículo 11 (tiene rango orgánico constitucional), en razón de que se aprobó por mayoría.
Sus Señorías tienen a su disposición un boletín comparado en que se trascriben las modificaciones introducidas por la Comisión de Salud y el texto como quedaría de aprobarlas.
El señor MONTES (Presidente).- Por favor, señor Secretario, haga un resumen.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- En síntesis, señor Presidente, corresponde votar el artículo 13, que no recibió modificaciones ni indicaciones, pero es de quorum calificado.
En seguida hay que dar por aprobados los artículos que fueron objeto de enmiendas unánimes.
En este caso existen normas propias de ley común, de quorum calificado y de ley orgánica constitucional.
Las de quorum calificado, como saben Sus Señorías, requieren 22 votos favorables, y las orgánicas constitucionales, 24 votos afirmativos, en este momento.
Por último, los preceptos sobre los cuales corresponde abrir debate son el artículo 2, párrafo quinto, que fue objeto de una indicación renovada, y párrafo octavo, que también recibió una indicación renovada; el artículo 5°, para el cual se pidió votación separada; el artículo 11, que en la Comisión se aprobó por mayoría (4 votos contra 1) y, además, tiene rango orgánico constitucional; y el artículo 18, norma orgánica constitucional a cuyo respecto se solicitó votación separada.
El señor MONTES (Presidente).- En votación el artículo 13, para cuya aprobación se requieren 22 votos afirmativos.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor MONTES (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 13 (26 votos favorables y un pareo), dejándose constancia de que se reúne el quorum constitucional exigido.
Votaron las señoras Allende, Aravena, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Bianchi, Castro, Durana, Elizalde, Galilea, Girardi, Guillier, Huenchumilla, Insulza, Latorre, Montes, Moreira, Ossandón, Pizarro, Prohens, Pugh, Quinteros y Sandoval.
No votó, por estar pareado, el señor Pérez Varela.
El señor MONTES (Presidente).- Se deja constancia de la intención de voto favorable de los Senadores señora Rincón y señor Chahuán.
Solicito el acuerdo de la Sala para aplicar la misma votación a los artículos que fueron objeto de enmiendas unánimes y para cuya aprobación se requieren 24 votos favorables.
¿Les parece a Sus Señorías?
Así se acuerda.
--En consecuencia, quedan aprobados los referidos artículos (26 votos afirmativos y un pareo), dejándose constancia de que se cumple con el quorum constitucional requerido.

El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- Con la votación precedente quedan aprobados todos los artículos unánimes propios de ley común y de quorum calificado, a los cuales se agregan, como señaló el señor Presidente, los dos de rango orgánico constitucional.
Por consiguiente, corresponde debatir en primer lugar el artículo 2°, párrafo quinto, porque sobre él existe una indicación renovada.
Les ruego a Sus Señorías dirigirse a la página 3 del texto comparado, donde...
El señor MONTES (Presidente).- Perdón, señor Secretario.
Tiene la palabra la Senadora señora Goic.
La señora GOIC.- Señor Presidente, entiendo que la Senadora Van Rysselberghe pidió votación separada. Entonces, quizás sería bueno que ella primero explicara el motivo de su petición, a pesar de que la votación fue unánime. Y después haría uso de la palabra yo.
El señor MONTES (Presidente).- El señor Secretario dará una explicación.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- El texto que propone la Comisión de Salud (extremo derecho de la página 3 del comparado) dice lo siguiente: "Autonomía Progresiva: Conforme al desarrollo evolutivo de los adolescentes, se deberá reconocer su capacidad de decidir y resolver respecto de su sexualidad y reproducción.".
En cuanto a lo anterior, se ha recibido una indicación renovada, firmada por las Honorables señoras Ebensperger, Von Baer y Van Rysselberghe y los Senadores señores Durana, García, Sandoval, Moreira, Castro, Pérez Varela, Pugh y Ossandón, consistente en agregar, antes del punto aparte, la expresión ", respetando el derecho y deber preferente de los padres a educar a sus hijos", que quedaría como frase final de la definición de "autonomía progresiva".
El señor MONTES (Presidente).- Puede intervenir la Honorable señora Van Rysselberghe.


La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, nosotros renovamos la indicación en el sentido de que si bien es cierto que los niños se van desarrollando, no solo físicamente, sino también en toda su identidad, maduración y crecimiento psicológico, a los padres les corresponde proporcionarles un cuidado preferente en esa etapa. La autonomía no es absoluta con relación a estos, quienes siempre tienen un derecho -así lo dice la Constitución- en tal sentido. Por lo tanto, nos parece superpertinente y enriquecedor de la iniciativa poner dicho concepto al final de la definición, ya que evidentemente es un elemento que es preciso considerar en el debate.
Entendemos, como dije, que la autonomía no es absoluta, que los hijos son parte de un grupo familiar, y que los progenitores, particularmente cuando se hallan presentes, mantienen con ellos un vínculo mucho más directo que el propio de los profesores o de alguna otra persona. Es decir, los padres deben cuidar en forma preferente de la educación de niños y adolescentes, lo que tiene que ser resguardado en la ley en proyecto, porque, si no, sería posible interpretar que cualquier persona o relación que se diera en ese caso pudiese estar por sobre su rol.
--(Aplausos en tribunas).
El señor MONTES (Presidente).- Les solicito a nuestras dos visitas no hacer manifestaciones mientras se expresan los distintos puntos de vista.
Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, a mí me gustaría contextualizar cómo surge la iniciativa, la cual obedece a un trabajo que junto a la entonces Diputada Mónica Zalaquett realizamos durante seis meses con expertas en adolescencia por estimar que teníamos que abocarnos a un asunto que hoy sigue siendo un problema: las madres y los padres adolescentes, menores de 18 años. Nos preguntamos cómo abordarlo desde la legislación. Por eso, se contemplan la prevención y la protección en la formación de educadores y personal de salud, conforme a la mirada de los adolescentes.
Se plantea la incorporación de la educación en afectividad y sexualidad desde el nivel de prebásica, porque, en general, los chicos en primero medio ya han aprendido de sexualidad probablemente de la fuente menos segura. Y hacemos referencia a ambos conceptos como un continuo, que crece desde que la persona nace, desde que se forma, con distintas etapas, evidentemente, de acuerdo con su desarrollo.
Aquí definimos principios. En los adolescentes es fundamental la confianza. Entonces, deseo partir señalando que si no damos espacio para que un joven pueda consultarle a un profesional calificado sin que sus padres tengan que saberlo, no vamos a generar mecanismos efectivos y eficaces para la prevención del embarazo a esta edad. O sea, si es preciso que le pregunte al papá o a la mamá, probablemente no se querrá dar. A lo que apuntamos es a generar ámbitos de confianza, de responsabilidad, a los que se pueda acceder tanto en la escuela como en el consultorio. Por lo tanto, juzgamos que no correspondía el agregado al principio de autonomía progresiva. Este último lo aprobamos por unanimidad y rechazamos la indicación.
Pero, además, deseo ser muy clara en exponer que en todo el texto se respeta el proyecto educativo del establecimiento y la participación de los padres en dicha concepción y en cómo el colegio o la escuela o el liceo imparten las clases de afectividad y sexualidad.
Ello no podría ser de otra manera, porque se contempla explícitamente en la que llamamos coloquialmente "ley de la píldora del día después", que determina justamente la obligatoriedad de clases de educación sexual a partir de primero medio. Leo la disposición vigente, que no estamos cambiando: "los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado deberán incluir dentro del ciclo de Enseñanza Media un programa de educación sexual,"..."de acuerdo al proyecto educativo, convicciones y creencias que adopte e imparta cada establecimiento en conjunto con los centros de padres y apoderados.".
Es ahí donde corresponde la participación, no en donde estamos definiendo los principios del proyecto de ley marco respecto de cómo abordar la realidad de los adolescentes en materia de afectividad y sexualidad.
Después, en forma consecuente con la normativa en vigor, se respeta la situación de los padres en el caso de entrega de anticonceptivos a menores de catorce años. Es algo que se informa. No podría ser de otra manera.
Entonces, a mí me preocupa mucho la mención -muchas veces, puede tratarse del abuelo o de la abuela, como lo comentamos con algunos colegas- respecto de un espacio que no corresponde en cuanto a la construcción de la iniciativa de ley marco.
Se considera, por supuesto -no podría ser de otra manera- el derecho preferente y la participación de los padres en la educación de sus hijos; pero el principio de autonomía progresiva se relaciona con cómo reconocemos a un adolescente que tiene que ser capaz de ir tomando decisiones en forma responsable para asumir una vida sexual activa sin correr riesgos, sin tener que enfrentar un embarazo no planificado, y entregamos las herramientas para ello.
Insisto en recordar la firma transversal del proyecto cuando lo presentamos en la Cámara de Diputados y volvimos a hacerlo en el Senado.
Si no contemplamos la confianza en los jóvenes, si no los reconocemos, como lo hace el principio que nos ocupa, difícilmente vamos a avanzar en la prevención efectiva. Y eso se sustenta en diversas investigaciones y en los testimonios que en distintas audiencias nos entregaron los expertos en adolescencia.
Por algo, el órgano técnico rechazó la indicación y aprobó por unanimidad el texto, que espero que la Sala también acoja.
)---------------(
El señor MONTES (Presidente).- La Comisión de Hacienda pide autorización para reunirse a fin de ver un informe financiero en relación con el proyecto en materia de trabajo por obra o faena.
El señor COLOMA.- En cinco minutos más.
El señor MONTES (Presidente).- Como sus integrantes tendrán que ausentarse, se abrirá la votación, si le parece a la Sala.
Acordado.
La señora GOIC.- Ello dice relación con la indicación renovada, ¿no es así?
El señor MONTES (Presidente).- Así es.
Hay otros cinco pronunciamientos.
)-----------------(
El señor MONTES (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Quintana.
El señor QUINTANA.- Le solicito a la Mesa recabar la autorización para que la Comisión de Educación pueda sesionar simultáneamente con la Sala.
Probablemente, ello se hará hoy día por última vez, para recibir invitados en relación con el proyecto sobre aula segura.
El señor COLOMA.- Después del asunto que nos ocupa.
El señor QUINTANA.- Así es.
El señor MONTES (Presidente).- Repito que se necesitan cinco votaciones. ¿Por qué no esperamos que se efectúen antes de que salgan...?
El señor COLOMA.- Igual que en el caso de la Comisión de Hacienda, que ya fue autorizada.
La señora VON BAER.- O sea, ¿la Comisión de Hacienda sí y la Comisión de Educación no?
El señor MONTES (Presidente).- Todo lo que queda es de quorum simple, ¿no es cierto?
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- Hay dos normas de quorum especial.
El señor MONTES (Presidente).- ¿Por qué no las ponemos inmediatamente en votación?
¿O es preciso separarlas?
Si no hay objeciones, serán objeto de un solo pronunciamiento.
)------------------(
El señor MONTES (Presidente).- En votación la indicación renovada respecto del artículo 2.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- Los que estén a favor votan que sí y los que estén en contra votan que no.
--(Durante la votación).


El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.
¡Hay mucha expectativa...!
El señor COLOMA.- Espero estar a la altura de ella, señor Presidente, pero lo mío es muy simple.
Me inquieta el rechazo a algo presente en todo orden de cosas, que es el derecho preferente de los progenitores a la educación de los hijos. Creo que el principio dice relación con un sentido común muy profundo. Juzgo que todos los padres vamos a compartir el que nos corresponden ciertos derechos y obligaciones, y, obviamente, eso se nota quizás con más fuerza en toda la amplitud de lo educacional. ¿Dónde están? ¿Cuál es la principal obligación de un padre, de una madre? La de preocuparse de sus hijos, particularmente en materia de enseñanza, de formación, de salud.
Entonces, si lo anterior es una verdad clara -nadie plantea a estas alturas algo diferente -, resulta curioso que en un proyecto que tiene que ver con la educación y salud de un menor de edad simplemente se entienda que se pueden generar políticas públicas al margen de ese derecho preferente. Este no es excluyente ni imperativo negativo: es preferente en el sentido de preocuparse -repito- de asumir obligaciones supuestas en la paternidad y la familia.
Así que me parece que la indicación se halla bien inspirada. No cabe duda de que se debe apuntar a este objetivo en las políticas públicas.
¡Si lo otro implica decir que hay una desconexión total entre un padre y un hijo o entre un hijo y un padre! Eso nunca lo he escuchado con un objetivo social. Considero que siempre tiene que existir una vinculación. Cuando se elaboran políticas públicas, se transforma en un imperativo ético, desde mi perspectiva, el cómo generar que el nexo sea posible.
Si empezamos a afirmar, con buenos argumentos: "No hay un derecho preferente del padre respecto de nada que tenga que ver con un hijo" -ni tampoco a la inversa, por lo tanto, como un nuevo aspecto de la legislación moderna-, vamos a generar una sociedad mucho más individualista, solitaria.
¡Si parte de lo bueno de la paternidad y maternidad es esta obligación! Entonces, no entiendo por qué, a propósito de una política pública, simplemente se va a desoír el llamado del sentido común.
No significa que no existan derechos de los hijos, roles del Estado o nada más. Pero borrar el derecho preferente es una forma de dictar una política pública equivocada y deberíamos tratar de revertirla, desde mi perspectiva, a la luz de la indicación.
Por eso, insto a que ojalá, más allá de lo manifestado,...
--(Aplausos en tribunas).
El señor MONTES (Presidente).- ¡Silencio en las tribunas, por favor!
Perdón por la interrupción, Su Señoría.
El señor COLOMA.- ¡Me sentí estimulado, señor Presidente...!
Para los efectos de que se trata, insisto en que, más allá de lo que vote un sector u otro, pensemos, cada uno como padre, si debería existir esta vinculación especial con los hijos.
Voto a favor.
El señor MONTES (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, estimo que una cosa es la expectativa de cada persona, de acuerdo con sus propias creencias, y otra lo que sucede en la realidad.
El proyecto tiene que ver con quienes estamos contra el aborto, con quienes hemos luchado sistemáticamente para establecer la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos -algunos integrantes de la bancada del frente se han opuesto sistemáticamente a ello-, a fin de establecer estas garantías, estos derechos humanos, como fundamentales para las personas. Por eso, se hace referencia a derechos sexuales y reproductivos.
Quienes no quieren de verdad que haya abortos son los que han venido siguiendo todas las recomendaciones técnicas internacionales de la Organización Mundial de la Salud, de todos los organismos con alguna pertinencia en políticas eficaces para evitar embarazos no deseados, particularmente en la adolescencia.
Entonces, ¿qué resulta esencial? Entender el contexto de la vida de un adolescente, que dice relación, muchas veces, con el de una persona que no conversa sobre estas materias con sus padres. Por eso, el texto menciona algo que a mí me parece totalmente apropiado: no se refiere a una autonomía plena de los adolescentes, hombres o mujeres, sino progresiva, en el sentido de que puedan ir tomando decisiones.
Ojalá padres y madres contaran con la educación y formación necesarias para poder asesorar sobre educación sexual a un muchacho, lo que no existe, en general, en la sociedad chilena.
Estoy seguro de que si se hiciera un test sobre el particular a colegas de distintos sectores, el conocimiento sería bastante bajo.
Normalmente, el problema radica en que los jóvenes no se informan con padres o madres -de eso da cuenta una evidencia científica sólida-, sino en redes totalmente informales, que no los acompañan en la búsqueda de valores para que puedan vivir una sexualidad sana y plena. Lo deseable es la explicación de sus progenitores, pero no es así. La mayoría de los hombres y las mujeres que empiezan su vida sexual no lo conversan con ellos. Es más, lo hacen a sus espaldas y escondidos, muchas veces.
La reafirmación del concepto de autonomía progresiva dice relación con que los jóvenes, independientemente de que puedan conversar con padres o madres, tengan la posibilidad, por ejemplo, de recurrir a un consultorio o a un orientador para obtener información sobre el uso de métodos anticonceptivos o cómo vivir la sexualidad, justamente para evitar el embarazo.
Si establecemos, como condición previa, que un adolescente se tiene que dirigir a sus padres, aseguro que ello no va a ocurrir en la mayoría de los casos. Por eso es que consignamos en el proyecto una participación ex post. No se trata de abandonar la posibilidad del acceso de los padres, pero cuando a una joven se le entrega un anticonceptivo, por ejemplo, es preciso informarlos después. Este es el motivo de una autonomía progresiva.
En la materia se puede vivir, a lo mejor, en distintos mundos y planetas, pero si se pone como requisito -repito- la autorización, entre comillas, de los padres para que un adolescente concurra a un consultorio o aproveche la posibilidad de una asesoría en sexualidad, garantizo que el procedimiento no se aplicará en la gran mayoría de los casos. De eso hay evidencia suficiente.
Entonces, estaríamos consignando que lo escrito con la mano se borraría con el codo. ¡No habría autonomía progresiva, que justamente se tiene que ir construyendo paso a paso a lo largo de la vida!
Cabe considerar que ella es relativa cuando se es adolescente, porque siempre se hallan involucrados la determinación y el rol de los padres, pero tiene que ser ex post, no antes. Si no, no se dará el supuesto. Lo único que sucederá -necesito un minuto para terminar, señor Presidente- es que todos vamos a seguir siendo cómplices, en cierta manera, de que muchas jóvenes tengan embarazos no deseados que se podrían evitar. ¡Esa es la realidad!
En consecuencia, les hago un llamado a sectores que creo que han cambiado de opinión en una gran parte de su planteamiento. Pero tenemos que ir un poco más allá. Hace pocos años recurrieron al Tribunal Constitucional para que no se pudieran usar la píldora del día después y la "te" de cobre, y para que no hubiera educación sexual.
Entonces, estamos todos de acuerdo en que el embarazo no deseado y el aborto son un mal social. ¡Ojalá nunca hubiera un aborto en la sociedad chilena! El punto es si una mujer tiene que ir a la cárcel o no por ejercer su derecho. Ahí está mi discrepancia. Pero, por lo menos, pongámonos de acuerdo en los instrumentos que han sido internacionalmente establecidos como eficaces para evitar el embarazo no deseado. Y esta es una norma absolutamente internacional.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, en todas las disposiciones que hemos aprobado en el último tiempo en materia de protección y derechos de la niñez ha quedado consagrado un concepto que a algunos les ha generado bastante escozor. Entiendo que aquí estamos frente a un proyecto sensible, desde diferentes puntos de vista, según como se quiera abordar. Pero me interesa recordar que en el proyecto sobre Defensoría de la Niñez y en el relativo a la ley integral de derechos de la niñez se contempló expresamente, en todos sus articulados, el derecho preferente que tienen los padres cuando se trata de materias relativas a menores de edad.
Curiosamente, solo en una institucionalidad no quedó expresado este concepto, aunque hubo un amplio debate cuando se tramitó. Me refiero a la iniciativa que creó la Subsecretaría de la Niñez. En los dos cuerpos normativos anteriores, la ley integral de derechos de la niñez y la ley que creó la Defensoría de la Niñez, sí se consideró el concepto del derecho preferente de los padres cuando está en juego el embarazo de una hija adolescente o menor de edad.
Como digo, solo en uno de esos marcos generales no se consignó de la misma manera este concepto, después de un amplio debate: el proyecto de ley que creó la Subsecretaría de la Niñez. Sobre el particular, hubo una discusión enorme y diversa. Porque cómo podía entenderse que, si las dos normativas señaladas recién hacían expresa mención al derecho preferente de los padres, en el proyecto que creaba la Subsecretaría de la Niñez este no se incluyera, como tampoco se hace en la iniciativa que ahora nos ocupa.
Señor Presidente, de repente nos enfrascamos en discusiones más bien ideológicas. Sin embargo, aquí estamos hablando de adolescentes, de menores de edad. Entonces, por qué negarles a los padres un rol o alguna participación frente a sus hijos, más allá de todo lo que aquí se ha planteado. Es probable que en algunos casos no exista un vínculo, una conexión fluida entre los adolescentes y sus padres. Pero no me cabe la menor duda de que eso no puede impedir que estos últimos estén al menos enterados de cuáles son los caminos que están tomando sus hijos en estas materias.
Por eso, voto a favor de la indicación renovada.
--(Aplausos en tribunas).
El señor MONTES (Presidente).- ¡Silencio en las tribunas, por favor!
Le ofrezco la palabra al Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, este artículo fue aprobado por unanimidad en la Comisión.
El proyecto en discusión define principios y contenidos principales de una política nacional en favor de la prevención del embarazo no planificado en la adolescencia, así como de la protección de la maternidad y paternidad en adolescentes, que debe definir objetivos de largo plazo.
Numerosos prejuicios y dogmas han impedido tener una política de prevención integral, condenando con ello a muchas madres y padres adolescentes a una vida más difícil. Aún hoy, la educación sexual y el uso de preservativos generan resistencia, aunque cada vez menor, en sectores conservadores.
Contradictoriamente, los mismos que se oponían a promover métodos anticonceptivos, luego se oponían también a proveer las medidas adecuadas de protección a la maternidad y paternidad. Es decir, hasta hace poco, los jóvenes no tenían fácil acceso a los preservativos y, si se producía el embarazo, las jóvenes madres perdían sus estudios.
Diversas normas han venido a cambiar esa situación. La sociedad actual ha avanzado mucho culturalmente para superar estas trabas, y el presente proyecto de ley es expresión de ello.
Pero veo que todavía hay resistencia. La mejor expresión de esto es que solo hoy, después de una accidentada tramitación, acaba de ser publicado el reglamento para la objeción de conciencia en el caso de interrupción del embarazo en tres causales.
El país, y sobre todo los jóvenes, no se pueden permitir mayores dilaciones.
Por eso, voto en contra de la indicación renovada.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Durana.


El señor DURANA.- Señor Presidente, esta iniciativa de ley, dentro de sus principios de autonomía progresiva, debe reflejar un tratamiento diferenciado para las niñas menores de 15 años y para las del rango etario que va entre los 15 y los 19 años.
Dentro de los principios que se consagran en el artículo 2 del proyecto no se considera la participación de la familia en que se encuentran insertos la madre adolescente embarazada o el padre adolescente.
El denominado "principio de protección a la intimidad" señala que los funcionarios o los particulares que brindan atención a los adolescentes deben actuar con pleno respeto al derecho a su intimidad, lo que debe ser complementado con la adecuada participación de su entorno familiar, sobre todo en menores de 15 años, toda vez que es precisamente en la familia donde, salvo situaciones excepcionales, se genera un entorno de protección ante la vulnerabilidad en que se encuentra una embarazada adolescente.
De la misma forma, el artículo 2 del proyecto establece como principio la libertad de conciencia, religión y pensamiento, excluyéndose en este aspecto, una vez más, a la familia. Dicha exclusión se mantiene al regular el acceso a la información en relación con la vida sexual y afectiva, considerándose como marco de la misma los establecimientos educacionales y servicios de salud, sin hacer mención alguna a la esencial participación de los padres o tutores en la educación de los adolescentes.
Voto a favor de la indicación renovada.
--(Aplausos en tribunas).
El señor MONTES (Presidente).- Por última vez les advierto a las personas que están en las tribunas que no pueden pronunciarse ni a favor ni en contra, porque deben respetar la expresión libre de los Senadores y Senadoras.
Tiene la palabra la Honorable señora Muñoz.


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, a quienes llevamos algún tiempo en el Parlamento de verdad nos sorprende que una y otra vez, reiterativamente, y ya avanzado el siglo XXI, sigamos escuchando los mismos argumentos cuando debatimos estos temas.
Algunos plantean que este es un derecho y un deber prioritario de los padres y las madres. Yo no sé en qué país vivimos, pensamos y tomamos decisiones como parlamentarios. Si hay hoy día una crisis grande, es la crisis de la familia. Existe una mutación fuerte de lo que hemos entendido por "familia" estos últimos años. Actualmente, una familia puede estar integrada por la madre sola, los abuelos, el padre y la madre o, en muy pocas oportunidades, el padre solo.
Lo más complejo es que existe una desintegración en muchos núcleos familiares, sobre todo en los sectores más vulnerables, donde esto se ha transformado en un lugar de cultivo de delincuencia. Porque, hoy día, cuando nuestros jóvenes, nuestros adolescentes menores de 14 años son reclutados por bandas de narcotraficantes, de ladrones para delinquir, usándolos en esas acciones, estamos viendo que algo está fallando en la sociedad, pero particularmente en los padres de esas niñas, niños y adolescentes.
Entonces, cuando queremos recargar en los padres y en las madres tales responsabilidades, estamos pensando en una familia y en personas, padres y madres, tan hipotéticas como las de Alicia en el país de las maravillas.
¡Ojalá tuviésemos esa maravilla de familia!
¡Ojalá tuviésemos esas maravillas de padre y de madre preparados para, a su vez, formar a sus hijas e hijos en educación sexual y en la prevención sexual! ¡Pero no existen!
Entonces, ¿hasta cuándo nos resistimos? ¿Hasta cuándo provocamos con estas decisiones que nuestras niñas se embaracen y queden en la indefensión, con sus proyectos de vida truncados? Y, además de aquello, estamos tapándonos la cara frente al aumento de las enfermedades sexuales, particularmente el SIDA.
Yo entiendo que estos argumentos pueden ser invocaciones de fe, de convicción, pero no tienen relación con el mundo, con la realidad que vive hoy día nuestro país.
Señor Presidente, hace muchos años -diez o quince- discutimos sobre las JOCAS, un programa para incorporar la educación sexual en los colegios, en los liceos. Eso fue imposible, ¡imposible!, porque los mismos argumentos -de la familia, de los padres- estuvieron presentes y se impidió el desarrollo de esa iniciativa, que hubiera sido importantísima para ayudar a nuestros jóvenes, a nuestros adolescentes a prevenir y a informarse sobre la vivencia de la sexualidad.
Entonces, sería muy bueno -ya estamos en el año 2018- que de verdad adquiriéramos un compromiso con el país, con los adolescentes, con los jóvenes, para apoyarlos, y ayudar a los padres y a las madres en esta materia, pues muchos de ellos no tienen cómo enfrentar la situación que viven sus hijos, sus hijas, quienes, la gran mayoría de las veces, le ocultan a su familia la vivencia de la sexualidad.
Por eso, señor Presidente, he votado en contra de la indicación. Creo que nos retrotrae a más de veinte años de debate en la misma línea aquí, en este Parlamento, por entender que estamos viviendo una realidad que ojalá fuera así de perfecta, pero que no lo es.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Le ofrezco la palabra a la señora Ministra...
El señor LAGOS.- Pero estamos en votación, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).-... para que aclare ciertos aspectos.


La señora PLÁ (Ministra de la Mujer y la Equidad de Género).- Muchas gracias, señor Presidente.
Debo señalar que el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera respalda y sigue con interés la moción que hoy se somete a votación en la Sala. Y esperamos, en el segundo trámite, enviar una serie de indicaciones que puedan perfeccionarla, o incluso recoger algunas de las notas que no hayan sido incorporadas en este primer trámite, a fin de hacer una mejor ley.
Desde la perspectiva del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género -es un punto que me gustaría plantear con fuerza en este momento-, el embarazo adolescente es una materia de suma importancia, porque, aun cuando ha disminuido muchísimo en las últimas décadas -tenemos cifras que demuestran un descenso bien progresivo-, existe una tasa de 46 niños por cada mil madres entre 15 y 19 años, lo que todavía nos pone por encima del promedio de los países de la OCDE, que son un referente social y económico muy importante para nuestro país.
Así que, por supuesto, debemos acelerar el trabajo en esta materia.
Toda la evidencia y experiencia muestran que el embarazo adolescente incide de manera muy significativa en las oportunidades futuras, muy especialmente para las mujeres. Aquí también hay un sesgo importante, porque no solo afecta las oportunidades del padre y de la madre, sino que en particular las de esta última, tanto en sus opciones educacionales, en sus ingresos futuros como, en general, en todas las posibilidades de progreso que puede tener una persona en Chile, y, por tanto, en sus condiciones de vida.
Me gustaría muchísimo mencionar en forma muy rápida algunos datos sobre la realidad del embarazo adolescente en Chile. Son cifras recogidas de la encuesta CASEN 2017.
-Las mamás adolescentes -como la mayoría lo sabe- se concentran en las comunas de menores ingresos.
-Del total de madres adolescentes, el 46 por ciento vive en pobreza multidimensional.
-El 51 por ciento de las mamás adolescentes -o sea, más de la mitad de las jóvenes que son madres- no estudia ni trabaja. Son las llamadas "niñas nini" o "adolescentes nini".
-Por otra parte, el resultado educacional de quienes han sido madres adolescentes también se ve afectado.
Y el embarazo es la segunda principal razón de deserción escolar antes de egresar de Enseñanza Media.
Quisiera destacar, para ir terminando ya, cuatro aspectos que nos parecen muy relevantes de este proyecto de ley, sin perjuicio de que, en nuestra opinión, pueden ser perfeccionados.
Primero, consideramos positivo que se unifiquen y cohesionen las normas relativas al embarazo vulnerable, ofreciendo una ley marco para un tema que es un compromiso de salud, un compromiso de familia y -quiero decirlo también con mucha fuerza- un compromiso con la vida. Porque, si un país se preocupa de verdad y está haciendo un esfuerzo por compatibilizar las normas en materia de embarazo adolescente, es porque también tiene un interés primordial en la vida, además de muchos otros intereses que están comprometidos en este proyecto de ley.
En segundo lugar, nos parece muy positiva la extensión de las medidas de prevención y protección al padre adolescente. Yo creo que es el primer cuerpo legal que tendría mencionada expresamente esta figura y no exclusivamente, como ocurre hoy día, la de la "madre adolescente". Es una figura innovadora y muy importante en nuestra legislación y en las políticas de salud, porque además apunta en el sentido de la corresponsabilidad, que es un elemento muy relevante si aspiramos a ser una sociedad integralmente desarrollada y a muchos de los objetivos 20/30 a los que Chile se ha comprometido, junto a la mayor parte de los países del mundo.
En tercer lugar, destacamos la protección de los adolescentes, padre y madre, por medios que propendan a la continuidad de sus estudios en los establecimientos educacionales.
Y en cuarto lugar, cabe señalar que se incorpora una política nacional en favor de la prevención y de la protección del embarazo adolescente, con objetivos de largo plazo.
Respecto de la educación sexual, al Gobierno le parece particularmente relevante, por una parte, resguardar la libertad de enseñanza en los establecimientos educacionales y, por otra, señalar expresamente la importancia de la participación de los padres y apoderados en la forma en que está planteada en el artículo 1° de la ley N° 20.418, que fija normas sobre información, orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad.
Asimismo, consideramos también muy importante, en materia de educación sexual, que los padres...
El señor MOREIRA.- Concédale unos minutos más, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Puede continuar, señora Ministra.
La señora PLÁ (Ministra de la Mujer y la Equidad de Género).- Termino en pocos segundos, señor Presidente.
Decía que es muy importante que en materia de educación sexual los padres y apoderados tengan también participación en las definiciones del plan de continuidad de estudios, que es uno de los elementos centrales del proyecto de ley.
Para finalizar, quisiera reiterar que, como Gobierno, y desde el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, esperamos acompañar el proyecto en los siguientes trámites, porque nos parece una iniciativa importante y que resguarda intereses que son muy esenciales para nuestra sociedad.
Muchas gracias.
El señor MONTES (Presidente).- A usted, señora Ministra.
¡Espero que hayan tenido efecto sus expresiones...!
Le ofrezco la palabra al Senador señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, la verdad es que quienes estamos aquí representamos visiones que pueden ser distintas. El problema es que a veces la Izquierda en nuestro país no tiene la debida tolerancia...
El señor QUINTEROS.- ¡Dale con lo mismo...!
El señor MOREIRA.-... con quienes piensan distinto. Y tratan de imponer sus puntos de vista como si fueran dueños de la verdad.
Por lo menos en mi caso, en todas las elecciones la gente sabe lo que pienso y cómo voy a actuar. Y debo actuar en función de lo que creo y de lo que es mejor para mi país.
--(Manifestaciones en la Sala).
El señor MOREIRA.- Le pido, señor Presidente, que de la misma forma en que usted ha reprendido a dos personas que aplaudieron desde las tribunas, en uso del Reglamento, sancione a los Senadores que están impidiendo que yo me exprese libremente.
La señora MUÑOZ.- ¡Pero no estamos en las tribunas...!
La señora ALLENDE.- ¡Hay una diferencia...!
El señor MOREIRA.- ¡Así que le pido ecuanimidad, señor Presidente...!
El señor MONTES (Presidente).- Solicito a Sus Señorías respetar la expresión del señor Senador, cualquiera que ella sea...
La señora MUÑOZ.- ¡Que no nos provoque!
El señor MONTES (Presidente).- ¡Señora Ministra, no tuvo mucho efecto...!
Continúe, señor Senador.
El señor MOREIRA.- ¡Tratemos de ponernos más serios...!
Dígame, señor Presidente, si ser padre o madre no es el sueño que todos podemos tener. La inmensa mayoría de las personas quiere procrear, formar una familia, tener hijos para poder educarlos, verlos crecer, lo que, a mi juicio, es una de las mayores emociones para muchos de nosotros. Pero la maternidad o paternidad no siempre llega cuando la queremos o esperamos. El embarazo es especialmente delicado cuando se trata de niños y adolescentes.
La maternidad adolescente mantiene cifras muy preocupantes en nuestro país.
Por lo menos para mí y para muchos, los hijos son una bendición de Dios, pero también una responsabilidad enorme.
En una sociedad en que las personas maduran cada vez más tarde, el embarazo de una menor, especialmente si no ha sido buscado, puede significar un problema de índole económico, emocional y familiar. Debemos, entonces, apoyar y proteger a la futura madre, y, a mi juicio, este proyecto lo hace.
Pero también debemos cuidar al hijo que está por nacer, cosa que este proyecto también hace. Su artículo 13 señala: "Las normas de esta ley relativas a la protección serán aplicables a la madre y al padre adolescentes, así como al hijo que está por nacer y al nacido, desde el momento de la concepción. Para estos efectos, se aplicará la presunción establecida en el artículo 76 del Código Civil". La protección abarca desde el momento de la concepción y no desde las diez, doce o catorce semanas, como destacados líderes y no líderes de Izquierda nos quieren vender como principio de la vida.
Ahora bien, el proyecto que se somete a nuestra consideración, es verdad, no es perfecto. No contempla el derecho preferente de los padres de educar a sus hijos.
El artículo 1° de nuestra Constitución señala que "La familia es el núcleo fundamental de la sociedad" -precisamente, algunos parlamentarios hemos suscrito una indicación en tal sentido-, pero, como ha ocurrido muchas veces en nuestra legislación, dejamos de lado a los padres de estas menores y adolescentes embarazadas, los cuales debieran ser parte esencial en el éxito de cualquier proceso. La presencia y participación de los padres de esa menor o adolescente embarazada deberían ser prioritarias en cualquier programa de prevención y protección del embarazo adolescente.
Pero, aun con los defectos anotados, el proyecto ayuda a ordenar y mejorar esos dos aspectos.
Por lo tanto, voto que sí.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, ciertamente, voy a rechazar la indicación.
Como usted sabe, algunos de nosotros estamos en distintas Subcomisiones de Presupuestos y, en consecuencia, no hemos podido estar en la Sala desde el principio de la discusión de esta iniciativa.
Solamente quiero señalar que apoyo el proyecto y valoro que el actual Gobierno lo promueva y lo defienda. Se trata de una moción parlamentaria bien transversal que recoge buena parte de las inquietudes de muchos de nosotros.
Ahora, lo que yo no puedo dejar pasar, señor Presidente, sin mencionar a nadie, son esas expresiones odiosas que no ayudan en nada al debate, cuando se dice que "la Izquierda cree tener la razón".
Yo no sé qué tiene que ver la Izquierda con aquellos jóvenes de menos de catorce años y hasta de menos de doce que devienen en padres y madres, con aquellos que se contagian con enfermedades transmitidas sexualmente producto de falta de información y de prevención, situación que no ocurre en los barrios altos, con los hijos de gente seguramente bien educada, con acceso al capital, con un acervo cultural importante, donde las posibilidades de embarazos no deseados o de transmisión de enfermedades sexuales son escasas. Y esto no tiene que ver con la Izquierda, sino con acceso a la información, con cuidado, con cariño y con afecto.
Además, es una constante en muchas familias chilenas, indistintamente de su nivel socioeconómico y cultural, que no se hable de estos asuntos.
La pregunta es si la sociedad se hace cargo o no de esos vacíos.
No todos, seguramente, tienen las posibilidades de algunos que he escuchado hablar acá, quienes poseen una relación fluida con sus hijos e hijas y conversan con ellos de todos los temas, por lo que estos se encuentran preparados para enfrentar malos ratos, acosos y para decidir su sexualidad cuando lo estimen pertinente. Pero muchos otros chilenos no tienen esas posibilidades, tal vez porque los padres no están en condiciones, porque sienten vergüenza o pudor, porque no saben cómo enfrentar la situación o porque derechamente no quieren hacerlo, mientras sus hijos interactúan con otros jóvenes de su edad, de igual o distinto sexo, conversan, experimentan. Y cuando no están bien informados, cuando no tienen herramientas a su alcance, se producen condiciones que los pueden determinar para toda su vida. Ante eso, lo único que hace el proyecto, y no la Izquierda, es decirles "no los dejaremos botados y los ayudaremos antes", para que puedan tener más capacidades para desenvolverse.
Ese es todo el sentido de esta moción parlamentaria, a cuyos autores felicito. No me cabe duda de que contará con un tremendo respaldo, aunque espero que sus normas de quorum especial que veremos a continuación cuenten también con el apoyo de todos nosotros para su aprobación.
Muchas gracias.
El señor MONTES (Presidente).- Ha sido bastante clarificador, señor Senador.
El señor MOREIRA.- ¡Por qué no se hacen cargo!
Hoy, colega, me ha contradicho todo.
El señor LAGOS.- No es así.
El señor MONTES (Presidente).- Senador Moreira, por favor guarde silencio.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor MONTES (Presidente).- Terminada la votación.
--Se rechaza la indicación renovada (19 votos en contra, 16 a favor y un pareo).
Votaron por la negativa las señoras Allende, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste y Rincón y los señores Araya, Elizalde, Girardi, Guillier, Huenchumilla, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Pizarro, Quintana y Quinteros.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Castro, Chahuán, Coloma, Durana, Galilea, García, Kast, Moreira, Ossandón, Prohens, Pugh y Sandoval.
No votó, por estar pareado el señor Pérez Varela.
El señor MONTES (Presidente).- Rechazada la indicación, queda aprobado, con la votación inversa, el texto despachado por la Comisión de Salud.
En cuanto a la indicación que agrega, en el inciso octavo del artículo 2, la frase "de acuerdo a sus proyectos educativos", entiendo que todos estarían de acuerdo y, por lo tanto, se daría por aprobada.
--Se aprueba.

El señor MONTES (Presidente).- Respecto del artículo 5, se ha solicitado votación separada. Y le pido a la Senadora Van Rysselberghe que explique la razón.
La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, el artículo 5 y el artículo 18 están orientados en el mismo sentido.
Este proyecto, efectivamente, se originó en una moción parlamentaria destinada a prevenir el embarazo adolescente. Y creo que no hay nadie que pueda estar en contra de esa intención.
Cuando se debatió en general el proyecto en la Comisión de Salud, distintos profesionales sostuvieron que, en general, cuando una adolescente queda embarazada no es por falta de información. Información hay de sobra. Hoy, los niños tienen acceso a ella a través de las redes, a través de internet, a través de la televisión, a través de múltiples canales. Por lo tanto, el embarazo adolescente no es fruto de falta de información, sino, muchas veces, de falta de educación, de situar la sexualidad en un contexto más saludable.
Además, estudios que se mostraron en aquella oportunidad constatan que un grupo muy importante de adolescentes, sobre todo de sectores más vulnerables, ve en la maternidad, incluso en la maternidad precoz, una forma de validarse en su entorno.
Se ratifica ahí, entonces, el mismo hecho: el embarazo adolescente no se produce por falta de información, sino, más bien, por una falta de contextualización de dicha información.
Por eso a nosotros nos parece tan relevante -se vio a propósito de la indicación que se rechazó, aun cuando es algo que recoge, de alguna manera, la indicación sobre proyectos educativos, la cual sí se aprobó- que la contextualización de la información se dé conforme a la edad de los niños. Sin embargo, en el proyecto se viene incorporando educación sexual a nivel de párvulos, del primer ciclo de educación, de la educación prebásica, y creemos que eso no es conveniente.
Sin duda hay que enseñar, pero que la educación sexual se haga a nivel de párvulos a través de una enmienda a la ley de la píldora del día después, que es el instrumento legal que se modifica para llegar con educación sexual a los niños pequeñitos, no parece adecuado. Lo que ellos necesitan es más bien información acerca de situaciones de riesgo: qué conductas no debe tener un adulto, qué zonas de su cuerpo son íntimas y privadas y nadie debe tocárselas, cosas de ese tipo. Modificar la ley de la píldora del día después para aplicarla en los colegios parece un exceso.
Además, se busca que ello sea taxativo para los establecimientos, porque la norma no dice "podrá", sino "deberá".
Por lo tanto, consideramos que se está tendiendo a la hipersexualización de los niños pequeños.
Yo estaba de acuerdo en que fuera facultativo, para que cada colegio, de acuerdo a su proyecto educativo, en conversación con los padres y apoderados y con la comunidad escolar, decidiera llevarla a cabo o no y, en caso afirmativo, cómo hacerlo y desde qué curso y edad.
Sin embargo, la educación sexual en los niños pequeñitos quedó establecida de manera taxativa en el texto y se incorporó a todos los estamentos educacionales, desde las educadoras de párvulos hasta los profesores de educación media.
Por esa razón, pedimos votación separada, porque no estamos de acuerdo con esa parte de la normativa.
El señor MONTES (Presidente).- En todo caso, la disposición no dice "deberá" sino "corresponderá", que es distinto.
Tiene la palabra a continuación la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, me gustaría clarificar lo que estamos discutiendo. Y para ello voy a leer el artículo 5, respecto del cual se ha pedido votación separada.
Dice: "Corresponderá a los profesionales de la salud, pública o privada, que atiendan a adolescentes en cuestiones relacionadas con su embarazo, salud sexual y regulación de la fertilidad, así como a los profesionales de la educación, ya sea parvularia, básica o media, sea cual sea su modalidad, informar a la madre y padre adolescentes sobre la presente ley y los derechos que ella consagra".
Probablemente, debimos haber dejado más amplia la norma y haber hablado, además de "madre y padre adolescentes", de "niño y niña". Y esto, a propósito de lo señalado por la Senadora que me antecedió en el uso de la palabra, en relación con el artículo 18, que efectivamente modifica la ley 20.418, conocida habitualmente como "ley de la píldora", donde establecimos la obligatoriedad para los establecimientos educacionales, a los cuales "corresponderá", tal como usted ha indicado, señor Presidente, impartir educación sexual a partir de 1° medio.
¿Cuál es el cambio que estamos introduciendo?
Primero, no hablamos solo de métodos anticonceptivos. Esta ley marco busca situar el desarrollo de la sexualidad como un continuo en la vida de las personas. Por eso hablamos de afectividad y de sexualidad. Uno no es un ser sexuado desde los 15 o los 13 años o desde los 14, cuando cursa 1° medio. Probablemente parte de lo que nos pasa en materia de prevención del embarazo adolescente y de sexualidad responsable se debe a que llegamos tarde no solo con la información, sino también con la acogida, que es la mirada que tiene esta ley.
Por eso, el planteamiento original era partir antes, sugiriendo el segundo nivel de transición, ubicado en la prebásica, cuando los niños tienen 4 o 5 años, con contenidos adecuados a esa etapa. ¡Nadie está pensando acá que a un niño de 5 años se le va a hablar de métodos anticonceptivos! Pero sí de cuáles son sus partes íntimas, que nadie puede pedir mostrar o tocar. Hay programas espectaculares que buscan prevenir el abuso sexual en esta etapa, que, lo sabemos, es una realidad terrible en nuestro país.
La finalidad que se persigue es entregar herramientas y que los padres, niños y jóvenes puedan conocer las disposiciones de esta ley. Quizás tenemos que usar un mejor fraseo -concedo eso-, pero no dejar establecido que les asiste el derecho a conocer esta normativa no tiene mucho sentido. No hablar de sexualidad y de afectividad en etapas previas significa no enfrentar el problema.
A mí me encantaría que nos hiciéramos responsables de la realidad que existe hoy con respecto al contagio de VIH. No se conversa sobre sexualidad, sobre afectividad; tampoco de enfermedades de transmisión sexual. ¿Cuál es el resultado? Jóvenes que se contagian, contraen el virus mucho antes y se enferman en forma bastante más precoz.
Ya se recordó acá -me parece que fue la Senadora Muñoz- la experiencia que hubo con las JOCAS. Programas como ese se pueden implementar. Yo fui, como trabajadora social, monitora en aquella oportunidad. ¿Qué hacíamos? Les respondíamos a los jóvenes con información acertada. Aquí todos fuimos adolescentes. Y yo les planteo: ¿no hubiera sido más fácil tener a alguien de confianza a quien consultarle este tipo de cosas, que nos hubiese orientado sobre aquello que no éramos capaces de preguntar a nuestros papás?
Se trata de entregar herramientas a los docentes para que puedan trabajar con los niños temas que son complejos. A los padres nos cuesta hablar de esto con nuestros hijos. A las parvularias también. Y por eso estamos sugiriendo incorporarlos con formación, con contenidos -insisto- adecuados a cada nivel, respecto de una concepción de la afectividad y la sexualidad que, creo, todos compartimos. Y esto, como bien indicaba la Senadora Van Rysselberghe, significa entender que el problema se resuelve no solo con información, sino también con facultades para que cada individuo, acorde con su desarrollo como persona, vaya tomando decisiones. Esto es algo que debe hacerse desde niños, con información adecuada, con preparación y con un marco legal que lo garantice.
¡Eso es lo que estamos planteando!
El señor MONTES (Presidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, si de verdad se dieran los conceptos que están detrás de lo que plantean las bancadas de enfrente en el sentido de que los padres desempeñan un rol fundamental en la sexualidad de sus hijos e hijas, no habría embarazo adolescente. Creo que ningún padre o madre quiere que sus hijos se encuentren en esa situación.
Por lo tanto, cuando un país como el nuestro muestra una prevalencia de embarazo adolescente como el que existe, no es porque los padres quieran que eso ocurra, sino porque resulta evidente que estamos hablando de una situación deseada versus otra que constituye una realidad. Y la realidad es mucho más cruda de lo que se piensa.
Ella indica que hoy los jóvenes están teniendo relaciones homosexuales o bisexuales desde muy temprana edad. Hay, por ejemplo, mucho sexo anal y felación anal. Es una realidad. A mí no me gusta; quisiera que fuera distinta, pero el negacionismo lo único que hace es impedir que ella cambie.
En el pasado las bancadas de enfrente pensaban que oponiéndose a la educación sexual, a las JOCAS, a la píldora del día después, a la "te", al condón, a hablar de estos temas, iban a resolver el problema. Y yo les quiero decir que la solución es todo lo contrario.
En cierta forma, creo que ahí hay una mirada oscura de la sexualidad. Existe una dimensión donde la sexualidad se entiende más bien como genitalización. Es una dimensión coital de la sexualidad. Pero no es así: la sexualidad trasciende por lejos la dimensión coital o genital. De hecho, la sexualidad es el aspecto más trascendente de los seres humanos, porque solo los humanos y una especie de bonobos manifiestan una sexualidad que trasciende la dimensión reproductiva. Todos los demás mamíferos tienen una sexualidad orientada exclusivamente a la reproducción.
La sexualidad en las personas comienza en el momento del nacimiento. Los niños y las niñas van descubriendo a través del tiempo esta dimensión, que solo termina con la muerte. No es cierto que la sexualidad se agote en alguna etapa. ¡No! Se siente durante toda la vida, porque es la expresión más profunda y, yo diría, más pura de la trascendencia de un ser humano y de su existencia.
¿Qué estamos planteando acá, entonces? Ya que la sexualidad es inherente al ser humano y la entendemos como algo que va más allá de lo coital, lo que queremos es que haya una educación sobre ella, ojalá desde el nacimiento, para que niños y niñas emprendan una búsqueda de su sexualidad acompañada de valores.
A mi juicio, gran parte de las disfunciones sexuales que están apareciendo hoy día tiene que ver con el abandono que la sociedad ha hecho de la sexualidad. Se puede llegar al extremo de afirmar que la sexualidad es un problema de lo privado. ¡Es lo que plantea el mundo conservador!
Lo digo con respeto.
No está el Senador Moreira...
La señora ALLENDE.- Está detrás de usted, señor Senador.
El señor GIRARDI.- Lo que quiero decir es que hay verdades y posverdades mágicas. Hay posverdades que se vienen profesando desde hace siglos, milenios. Y son legítimas. Yo las respeto. Pero acá se trata de entender que tenemos que construir un consenso que nos permita ir acompañando a los seres humanos, desde que
nacen, con un proceso de educación progresivo, en que la sexualidad esté siempre presente, siempre viva, desarrollándose a lo largo de los años hasta la muerte.
Por eso es interesante el programa que hicimos en Lo Prado, donde se les entregó Viagra a los hombres adultos mayores y vaselina a las mujeres. Y, tal vez, la reanimación de las relaciones, la vitalización del sentido de vida para muchos adultos mayores fue de una plenitud apasionante, alucinante, porque la sexualidad solo termina con la muerte.
Entonces, lo que se quiere hacer acá -como señalaba la Senadora Goic- es educar a los niños y a las niñas en sexualidad, por ejemplo, respecto a proteger sus cuerpos, para no permitirle -salvo al padre o a la madre, incluso con cautela también- a nadie que los toque...
El señor MONTES (Presidente).- Cuenta con un minuto adicional, señor Senador.
El señor GIRARDI.- Gracias, señor Presidente.
Que nadie pueda acariciar el cuerpo de un niño o una niña si estos no quieren o si se está ante una situación que vaya un poco más allá de lo adecuado.
Todos estos temas son fundamentales, y lo que se requiere justamente es que desde muy chiquititos y desde muy chiquititas nuestros niños y nuestras niñas cuenten con la orientación de una sexualidad sana, de una sexualidad libre, no con la erotización que ocurre en este mundo de consumo, que la transforma en un bien de consumo, sino en una sexualidad de una dimensión más pura, más limpia, más trascendente, más amorosa, más afectuosa.
Por eso nosotros somos partidarios de que esto empiece en los niveles que se señalan. Y eso no tiene nada de malo, salvo para aquellos que creen que la sexualidad es la genitalización y que se reduce a lo coital.
La sexualidad es mucho más que eso, y es lo que queremos traducir en este proyecto.
El señor MONTES (Presidente).- ¿Algún otro Senador o Senadora quiere hacer uso de la palabra?
¿Senador señor Huenchumilla?
El señor HUENCHUMILLA.- No, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Honorable señor Lagos, ¿usted va a intervenir?
El senador LAGOS.- No. Votemos no más.
El señor MONTES (Presidente).- Resultado de la votación.
El señor MOREIRA.- ¡Concéntrese, señor Presidente...!
El señor MONTES (Presidente).- Senador señor Moreira, ¿por qué no se comporta...?
En votación el artículo 5 propuesto por la Comisión de Salud.
Señor Secretario, explique cómo hay que pronunciarse.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- Los que estén a favor del texto de Salud votan por la afirmativa, los que estén en contra votan por la negativa.
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor MONTES (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 5 introducido por la Comisión de Salud (16 votos a favor, 5 en contra y un pareo).
Votaronpor la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Goic, Muñoz y Órdenes y los señores Araya, Bianchi, Castro, Elizalde, Girardi, Guillier, Huenchumilla, Lagos, Montes, Ossandón y Quinteros.
Votaron por la negativa la señora Van Rysselberghe y los señores Durana, Moreira, Prohens y Pugh.
No votó, por estar pareado, el señor Pérez Varela.
El señor MONTES (Presidente).- Se deja constancia de la intención de voto afirmativo del señor Chahuán.

El siguiente artículo, el número 11, fue aprobado por mayoría en la Comisión, pero se ha pedido votación separada.
Señor Secretario, por favor haga sonar los timbres, pues necesitamos más parlamentarios para cumplir con el quorum de ley orgánica constitucional que se requiere para su aprobación (24 votos).
Si les parece, mientras tanto pondremos en discusión el artículo 18, que también es de quorum especial y respecto al cual también se ha pedido votación separada.
En discusión.
La señora GOIC.- Pido la palabra, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Senadora señora Goic, ¿usted quiere referirse al artículo 18?
La señora GOIC.- ¡Sí!
El señor MONTES (Presidente).- Adelante.
Tiene que ver con algo que ya se ha discutido.
La señora GOIC.- Señor Presidente, quedan dos votaciones, las dos son de quorum especial. Entones, mientras llega el resto de los colegas podemos discutir el artículo 18, para luego hacer las dos votaciones seguidas.
El señor MONTES (Presidente).- Por eso propuse que, como hay acuerdo en el artículo anterior, abramos el debate sobre el 18 mientras se reúne el quorum necesario.
La señora GOIC.- El artículo 18 -como ya señalé en mi intervención anterior-, tiene que ver con la modificación a la ley N° 20.418, que fija normas sobre Información, Orientación y Prestaciones en Materia de Regulación de la Fertilidad, conocida como "Ley de la píldora del día después", en que, además de regular la entrega de esta píldora, dispusimos que a los establecimientos educacionales les corresponde impartir clases de sexualidad desde primero medio.
Y lo que se propone en la modificación a la cual nos referíamos es que la frase "dentro del ciclo de Enseñanza Media un programa de educación sexual", que es el texto legal vigente, sea remplazada por la de "desde el segundo nivel de transición un programa de educación en afectividad y sexualidad".
La idea es abordar ambos cambios, pues no queremos hablar solamente de educación sexual, como se contempla en la norma hoy día, sino de afectividad y sexualidad, en esta concepción más amplia. Y, por otro lado, que sea desde el segundo nivel de transición, que corresponde a prekínder y kínder (niños de cuatro a seis años).
Creo que los argumentos que hemos entregado han sido bastante claros, y me parece que se relacionan con la discusión que ya hicimos en el artículo anterior. Y me alegro de la votación que ella obtuvo, porque creo que aquí de verdad hay una oportunidad.
Quiero recordar nuevamente que este proyecto surgió de forma muy transversal, junto con la Diputada Zalaquett -en ese entonces era parlamentaria, hoy día es Subsecretaria de Turismo de este Gobierno- y un grupo de expertos en adolescencia.
Todo lo que queremos es avanzar en un concepto más pleno de afectividad y de sexualidad, en cada una de las etapas del ciclo de desarrollo de una persona.
El señor MONTES (Presidente).- Antes de dar la palabra nuevamente por el artículo 18, pongo en votación el artículo 11 que dejamos pendiente, para el cual había unanimidad.
En votación.
Se requieren 24 votos. Hay 18 en este momento.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor MONTES (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 11 (25 votos favorables), dejándose constancia de que reúne el quorum constitucional exigido.
Votaron las señoras Allende, Aravena, Goic, Muñoz, Órdenes, Rincón y Van Rysselberghe y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, Durana, Elizalde, Girardi, Guillier, Huenchumilla, Lagos, Montes, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pugh y Quinteros.
El señor MONTES (Presidente).- Seguimos el debate sobre el artículo 18.
¿Hay acuerdo para abrir la votación?
En votación.
--(Durante la votación).
El señor MONTES (Presidente).- Le ofrezco la palabra al Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, solo quiero reiterar que estamos discutiendo respecto a los mismos conceptos que se han venido tratando.
Justamente, desde el segundo nivel de transición tiene que desarrollarse el programa de educación, afectividad y sexualidad.
Nos parece que eso es lo pertinente, lo necesario, lo urgente. Porque debemos dejar el doble estándar. No se puede decir que se está contra el aborto, que se está contra el embarazo adolescente, y no estar dispuesto a apoyar las medidas que lo eviten.
Puede haber lógicas de posverdad, que tienen varios milenios, que son legítimas. Pero aquí hay una verdad científica, hay políticas públicas que han sido probadas, que han sido evaluadas, que han sido medidas, que son universales. No hay ninguna medida que se esté planteando que no cuente con un consenso internacional respecto a su eficacia y a su eficiencia.
Entonces, a lo que de verdad uno aspira es a que, si hay coherencia y si es efectivo que este país y este Congreso quieren evitar los abortos, quieren impedir embarazos adolescentes, se apoye esta iniciativa.
Y es lo mismo, aunque no sea el tema en discusión, cuando se habla de la píldora del día después para adolescentes.
En esos casos la relación sexual no protegida ya ocurrió, no es que vaya a ocurrir después. Y ojalá que una niña adolescente que tuvo una relación sexual no protegida pueda acceder a la píldora del día después para impedir un embarazo y un aborto. Y su papá tendrá que ser notificado ex post, porque si es ex ante corremos el riesgo de que esa menor, por pudor, por temor o por lo que sea -esa es la realidad-, finalmente no tenga la posibilidad de acceder a un instrumento que no es abortivo y que va a impedir un embarazo no deseado.
En síntesis, lo que estamos discutiendo acá -y por eso quiero refrendarlo y reponerlo como discusión- es el artículo 18, que dice: "Reemplázase en el inciso cuarto del artículo 1° de la ley N° 20.418, que fija normas sobre Información, Orientación y Prestaciones en Materia de Regulación de la Fertilidad, la frase `dentro del ciclo de Enseñanza Media un programa de educación sexual' -es decir, va más allá de la enseñanza media por todo lo que ya hemos hablado-, por la frase `desde el segundo nivel de transición un programa de educación en afectividad y sexualidad'.".
Esto no solamente tiene un fundamento científico, sino que también responde al más básico y esencial sentido común, cuando uno quiere implementar una política pública.
En efecto, el tema de la sexualidad no es del ámbito privado, no es un problema de pocos, sino que afecta a todas las personas, a cómo van a vivir sus consecuencias, pues los efectos de una sexualidad no protegida, sin valores, tienen impacto social. ¡Porque los abortos tienen impacto social! ¡Porque el embarazo no deseado tiene impacto social! ¡Porque el embarazo adolescente tiene impacto social!
¿Y cuál es la razón? Que si existieran políticas públicas potentes en esta materia podríamos disminuir de manera considerable las consecuencias de una sexualidad no protegida, sin valores, y lograríamos que la sexualidad fuera un medio de felicidad, un medio de afecto, un medio de desarrollo, un medio de trascendencia, como debe ser.
Pero eso solo va a ocurrir a condición de que la sexualidad esté acompañada de valores y de métodos, para que se pueda vivir sin riesgo de que una mujer quede embarazada cuando no lo quiera.
En consecuencia, señor Presidente, espero que, en un acto de la coherencia más básica, esta Sala apruebe el artículo en comento.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.


La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, efectivamente, esta disposición dice relación con el artículo anterior, a raíz del cual nosotros planteamos que no estamos de acuerdo con modificar la ley de la píldora del día después para hacerla efectiva en los párvulos.
Creemos que, como dijo la Senadora Goic, sobre todo en el primer nivel de transición, lo que debemos hacer es educar a los pequeñitos, orientarlos y generar un contexto para que crezcan protegidos. Y a mí me parece que eso debiera estar dentro de los proyectos educativos de los colegios y no ser impuesto por ley.
Este proyecto tiene por objeto prevenir el embarazo adolescente, no evitar los abusos sexuales.
Sin duda, el abuso sexual es un problema que existe en el mundo, que se da en diversas realidades y que ocurre dentro de muchos hogares. Sin embargo, opino que esta iniciativa es absolutamente insuficiente para poder tratarlo.
Lo que requerimos, si queremos enfrentar ese problema, es hacerlo bien. Pero si vamos a abordar el embarazo adolescente, entonces no mezclemos peras con manzanas, porque -tal como señalé en mi intervención anterior- las jóvenes no quedan embarazadas por falta de información. ¡Si información hay de sobra! Lo que a mi juicio falta es orientación, educación, aprender a llevar una sexualidad responsable.
Por lo tanto, desde esa perspectiva, pienso que la moción inicial era superbuena, pero se le empezaron a agregar este tipo de cosas que distorsionan su objetivo inicial y que, de alguna manera, pretenden en la misma ley llegar a objetivos absolutamente distintos.
En consecuencia, porque creo que este artículo se aparta del objetivo de la moción, voto en contra.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, estamos tratando una materia relativa a extender la educación en términos de la afectividad y la educación sexual temprana, y nadie podría oponerse a ello.
El punto dice relación con la anticoncepción de emergencia.
Efectivamente, algunos de nosotros nos opusimos en su oportunidad a la llamada "píldora del día después", incluso, en el caso mío, en los tribunales de justicia.
Entonces, extender la educación sexual a una etapa temprana me parece bien, adecuado. Pero ello se está regulando dentro del marco legal de la llamada "anticoncepción de emergencia", y eso es complejo.
Repito: nosotros sí somos partidarios de la educación sexual temprana. El problema es que esta modificación legal se da en el contexto de dicho marco normativo.
Ese es el impedimento, y por eso votaremos en contra de este artículo.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Muñoz.


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, solo quiero establecer y aclarar que me parecen poco comprensibles algunas intervenciones en el sentido de que estamos modificando disposiciones legales con relación a la píldora del día después.
Eso es confundir para llevar, de esa forma, al rechazo de disposiciones que son muy importantes en materia de información.
Entonces, no comprendo mucho los argumentos de que la modificación va en ese sentido. Esa es una cuestión que para nada persigue el proyecto.
Gracias, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, la verdad es que hacemos un esfuerzo grande por tratar de adaptarnos a los tiempos en que vivimos y para entender los hechos que están ocurriendo, los problemas que tenemos en Chile y las dificultades que existen en algunas familias para abordar temas delicados.
Todo lo que hace este proyecto de ley es prevenir, educar, sensibilizar, tratar de comprender que a veces los procesos, incluso en nuestras propias familias, van por derroteros distintos a los que uno quisiera.
Tengo la impresión de que lo que estamos haciendo acá es generar más herramientas.
Por lo tanto, no se puede mezclar esto con la píldora del día después -como escuché decir recientemente a un Senador- para quedar bien con todo el mundo.
¡Si un parlamentario está por dar herramientas, por educar, por sensibilizar y por entender lo que ocurre, que no pretenda mezclar los temas para quedar bien con el que escuchó la primera parte para después votar en contra!
Este artículo no tiene nada que ver con la píldora del día después, sino sencillamente...
El señor MOREIRA.- ¿Me lo dice a mí?
El señor LAGOS.- No hablo con nadie en particular. Me dirijo a quienes me escuchan.
Aquí estamos votando un proyecto de ley, originado en moción, que da herramientas, que trata de ponerse a tono, sin imponerle nada a nadie, y que suple un vacío.
Una parlamentaria señaló que sobra la información, que el problema es de contextualización.
Yo no siento que sea así, pues noto que a muchos jóvenes todavía les falta información y no se atreven a preguntar.
Sí estoy de acuerdo en algo: los contextos se han sexualizado. ¡Estoy súper de acuerdo en eso! Pero no por limitar el acceso a la información voy a superar el obstáculo. Al contrario: tenemos que generar más instancias.
Siento que hay un sector de Chile que siempre va cinco pasos más atrás que el resto de la sociedad y termina sumándose a estas iniciativas después, votando a regañadientes, poniendo matices. Es como si nunca alcanzaran a la sociedad y fueran detrás de ella como una rémora que carga una mochila de problemas.
Por eso yo los invito a que, al contrario, aprovechemos este proyecto, perfeccionémoslo.
¡Vayamos a cada una de nuestras circunscripciones y comentémoslo!
¡Vayamos a los centros de salud, a los colegios, a las reuniones de apoderados, a las juntas de vecinos!
El señor GIRARDI.- ¡Hablemos de la buena nueva...!
El señor LAGOS.- Exacto.
¡Hablemos de la buena nueva, pues los jóvenes van a poder preguntar, van a tener acceso a información de la que no disponen!
¡Qué tremendo avance!
Hace veinte años en Chile a una adolescente embarazada la echaban del colegio, y el padre -me refiero al responsable varón de ese embarazo- seguía estudiando como si nada.
¡Ese era Chile hace veinte años!
Yo pensé que hoy día íbamos a estar contentos de aprobar esta iniciativa. Sin embargo, he tenido que pedir la palabra a la espera de que se sumen más votos, porque falta quorum.
Seamos más consistentes.
El señor MONTES (Presidente).- Ofrezco la palabra al Senador señor Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, me llama la atención la oposición que hay respecto de este artículo, porque significa estar en contra de extender la educación en afectividad y sexualidad, por ejemplo, a séptimo y octavo básico.
Tenemos que hacernos cargo de los cambios culturales que han ocurrido en Chile y generar una legislación que efectivamente prevenga el embarazo adolescente.
Al parecer, en nuestro país todavía hay quienes creen que no conversar sobre el asunto -y quieren que sea un tabú, esconderlo bajo la alfombra- es la forma de prevenir el embarazo adolescente. Algunos buscan desconocer la importancia de la sexualidad y la afectividad y -lo más preocupante- se oponen a toda forma de educación para que los jóvenes ejerzan su sexualidad de manera responsable, con conocimiento de causa, conscientes de lo que ello representa.
Si se ocultan esos temas, ¡no podrán ser abordados!
Desafortunadamente, en Chile existen problemas de embarazo adolescente y también de enfermedades de transmisión sexual. Los casos han crecido de manera significativa en las nuevas generaciones, producto de que estos asuntos no se tratan, no se conversan.
Veo una profunda inconsecuencia cuando se plantea la necesidad de avanzar en el ejercicio de una sexualidad responsable, que sea expresión de la afectividad, pero se propicia no hablar de tales materias.
Pero aún, hay un profundo desconocimiento respecto de cómo han cambiado la cultura y las formas cómo los adolescentes se aproximan a la sexualidad. La sociedad hoy día es mucho más liberal, y eso exige, obviamente, más conversación, que estos temas se traten explícitamente y que se contribuya a una educación adecuada.
Por ello, creo que se genera una enorme contradicción entre quienes se están oponiendo al artículo 18 y el sentido y objetivo de esta iniciativa de ley.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Senador señor Chahuán, ¿usted quiere agregar algo?


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, simplemente deseo clarificar un punto.
Acá nadie ha manifestado estar en contra de la extensión de la educación sexual a séptimo y octavo básico. ¡Muy por el contrario! Creemos que debe haber una educación sexual temprana.
Una formación centrada en la afectividad y la sexualidad permitirá fortalecer la autoestima de los adolescentes y entregarles más información, con lo cual se retrasará su iniciación sexual. Ello también es relevante.
En tal sentido, voy a cambiar mi voto, en el entendido -y lo dejo consignado para la historia fidedigna de la ley- de que la norma en cuestión no tiene ninguna vinculación con la entrega de información relativa a la contracepción de emergencia.
Hemos señalado claramente que establecer programas de educación desde el punto de vista de la afectividad nos parece oportuno para que los jóvenes puedan tomar decisiones informadas.
En consecuencia, cambio mi pronunciamiento en contra por uno positivo.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor MONTES (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 18 (25 votos a favor, 8 en contra y un pareo), dejándose constancia de que se reunió el quorum constitucional requerido, y el proyecto queda aprobado en particular y despachado en este trámite.
Votaronpor la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste y Rincón y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Elizalde, Girardi, Guillier, Huenchumilla, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Ossandón, Pizarro, Quintana y Quinteros.
Votaron por la negativa las señoras Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Coloma, Durana, Galilea, Moreira, Pugh y Sandoval.
No votó, por estar pareado, el señor Pérez Varela.